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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

(UAPA)

Tema: actividad 4

Asignatura:
Anatomía y fisiología del sistema nervioso
Facilitador:
Ana Patricia Colon
Participante:
Carolina Sánchez
Matricula:
17-1914
Estimado participante,

Consulte las fuentes orientadas y otras de interés relacionadas con la


asignatura y realice las siguientes actividades:

1-Lee el tema “mecanismos encefálicos del comportamiento y la motivación”


del texto básico y:

Presenta un informe escrito, considerando:

a-Sistemas activadores del encéfalo.

Estado de inconsciencia del que una persona puede despertar por medio de
estímulos. Es normal, periódico, activos, procesal y reversible. Envía señales
ascendentes al tálamo donde excitan neuronas que se dirigen a la corteza
cerebral.

Cualquier compresión intensa en el tronco encefálico puede ser que la persona


entre en comasin remisión por el resto de su vida. Las señales nerviosas del
tronco encefálico activan las regiones del encéfalo por dos rutas:

a) Por estimulación directa.

b) Por sistemas neuro-hormonales.

Control de la actividad cerebral mediante señales excitadoras continúas


derivadas del tronco encefálico. Área reticular excitadora del tronco encefálico
El componente impulsor central del encéfalo consiste en una zona excitadora
situada en la formación reticular de la protuberancia y el mesencéfalo (área
facilitadora bulbo-reticular). Esta zona transmite señales de forma descendente
desde el encéfalo a la médula espinal para mantener el tono de la voz, pero
antes estas señales para el tono para excitar a otras neuronas. Las señales
que llegan al tálamo hijo de dos tipos: unas de potencial de acción rápido y que
liberan acetilcolina; las otras cosas por pequeñas neuronas situadas por el área
reticular del tronco del encéfalo, también se dirigen a la encéfalo por fibras de
conducción lenta que hacen sinapsis con los núcleos talamicos intralaminares y
reticulares. Activación del área excitadora por señales sensitivas periféricas. El
nivel de actividad del área excitadora depende de las señales que llegan desde
la periferia, especialmente si hijo dolorosas. Cuando las señales sensitivas
desaparecen, la actividad del área excitadora es muy baja y el encéfalo reduce
su actividad. Aumento de la actividad del área excitadora ocasionado por las
señales de retroalimentación que regresan desde la corteza cerebral. A la
corteza cerebral también llegan señales de retroalimentación proveniente del
área excitadora bulbo-reticular; cuando esta estructura queda activada, manda
señales al área excitadora del tronco encefálico, que a su vez manda señales
hacia la corteza para potencializar el efecto. El tálamo como centro de
distribución que controla la actividad en regiones específicas de la corteza. La
estimulación eléctrica en un punto concreto en el tálamo, activa una región en
particular de la corteza, para luego excitarse mutuamente. Área inhibidora del
reticulartronco del encéfalo. Ocupa una posición medial y ventral en el tronco
Una forma de inhibir el área excitadora es la estimulación de las neuronas
serotoninergicas, las cuales segregan una neuro-hormona inhibidora. Control
neuro-hormonal de la actividad encefálica. Otro mecanismo de control es la
secreción de sustancias hormonales neurotransmisora oras excitadoras o
inhibidoras sobre el parénquima del encéfalo, las cuales duran minutos u horas.
La noradrenalina suele actuar como un excitador, la serotonina como un
inhibidor y la dopamina como excitador en unas zonas, pero inhibidora en
otras. Sistemas neurohormonales en el encéfalo humano

b- Características de las áreas reticulares.

Formación reticular o en toda la extensión del tallo cerebral -en protuberancia,


bulbo, mesencéfalo e incluso en porciones del diencéfalo- hay áreas de
neuronas difusas que, en conjunto, reciben el nombre de formación reticular.

La extensión de la formación reticular, que empieza en el extremo superior de


la médula y se extiende:

a) hacia arriba siguiendo la porción central del tálamo,

b) al hipotálamo,

c) a otras zonas vecinas del tálamo. El extremo inferior de la formación reticular


se continúa con las células internunciales de la médula

En general, las porciones mediales de la formación reticular tienden a poseer


más función motora, mientras que las porciones laterales tienden a ser de
función sensorial o asociativa. Aunque la mayor parte de neuronas de la
formación reticular están uniformemente, algunas se constituyendo núcleos
específicos dispersas reúnen. En la mayor parte de casos son lugares de
control "preprogramado" estereotipados de movimientos

Dispersas por toda la formación reticular hay neuronas motoras y neuronas


sensoriales; sus dimensiones varían de muy pequeñas a muy grandes. Las
neuronas pequeñas, que constituyen el mayor número, tienen axones breves,
que establecen conexiones múltiples con la propia formación reticular. Las
neuronas voluminosas son principalmente de función motora, y sus axones
suelen bifurcarse casi inmediatamente: una división se extiende hacia abajo,
hacia la médula espinal; la otra hacia arriba hacia el tálamo u otras regiones
basales del diencéfalo o cerebro.
Funciones del sistema reticular:

1) Control de la actividad de la musculatura estriada (vía retículo espinal y


retículo bulbar), manteniendo el tono de la musculatura antigravitatoria o
regulando o regulando la musculatura respiratoria por medio del centro
respiratorio del bulbo raquídeo.

2) Control de la sensibilidad somática y visceral, por ejemplo a través de


mecanismos de compuerta de control de la entrada del dolor.

3) Control del sistema nervioso autonómico como por ejemplo en la regulación


de la presión sanguínea por activación del centro cardiovascular.

4) Control del sistema endocrino ya sea directa o indirectamente vía


hipotálamo, influyendo en la regulación de la liberación de los factores tróficos
hormonales.

5) Influencia sobre los relojes regulando los ritmos circadianos.

6) Control del ciclo sueño vigilia por medio del sistema reticular activadores
ascendentes biológicos,

c- Características de cada sistema neurohormonal.

Son neurotransmisores que se vierten a la sangre en lugar de la hendidura


sináptica, por lo que se comportan como hormonas. El caso más evidente son
las catecolaminas, formadas en las glándulas suprarrenales por las células
cromafines, que son neuronas modificadas, pero que son vertidas directamente
a la sangre.

d- Funciones de control vegetativo y endocrino del hipotálamo.

El sistema nervioso vegetativo también recibe el nombre de sistema nervioso


autónomo debido a que sus efectos son en gran medida ajenos al control
voluntario directo. Este regula funciones como la respiración, la digestión, el
metabolismo, la secreción o el equilibrio hídrico, además de órganos y sistemas
orgánicos como el control nervioso (neuronal) de los órganos sexuales y de la
musculatura interna del ojo.

El sistema nervioso vegetativo no puede controlarse de manera consciente,


aunque sí es posible influir parcialmente sobre él, por ejemplo, por medio del
entrenamiento autógeno. Este sigue realizando sus funciones, aunque una
persona esté inconsciente. El hipotálamo forma parte importante del aspecto
neuroendocrino del éncefalo. Es una estructura nerviosa ubicada en una
encrucijada de señales que suben hacia el sistema límbico y que bajan desde
la corteza y el mismo sistema límbico. Señales que también le llegan desde
diferentes núcleos mesencefálicos reticulares, sin olvidar las señales que le
llegan desde otras regiones externas al sistema nervioso central como, el
sistema digestivo, el sistema inmune y el propio sistema endocrino. Es una
región también sensora (glucosa, temperatura, hidrosalina, etc.), especializada
en organizar la salida efectora del encéfalo en su vertiente nerviosa, mediante
el control del sistema nervioso autónomo y en su vertiente endocrina, mediante
el control de algunos ejes endocrinos esenciales para el buen funcionamiento
diario del sujeto, sincronizando dicha respuesta con diferentes ritmos, así como
frente a situaciones de peligro externo e interno; regulando el crecimiento y la
reproducción; así como la relación de todas estas respuestas con emociones y
conductas específicas. Por tanto, es una estructura vital que permite a los
mamíferos mantener su homeostasis gracias a su capacidad de coordinar
estímulos endocrinos, autonómicos y ambientales. El hipotálamo está
considerado como un importante centro regulador de muchas funciones:
Regulación de las funciones vegetativas o idiotropas: regula las funciones
respiratorias, vascular (vasodilatación o vasoconstricción, cardíaca, digestiva,
etc.) para el control de estas funciones, al Hipotálamo podemos dividirlo en: -
Hipotálamo Trofotropo: correspondiente al Hipotálamo anterior, el cual
disminuye las actividades vegetativas, ahorra desgaste al individuo (S.N.
Parasimpático). - Hipotálamo Ergotropo: correspondiente al Hipotálamo
posterior, el cual activa las funciones vegetativas (S. N. Simpático). Regulación
del equilibrio hídrico: el núcleo supraóptico y el para ventricular, en conexión
con el lóbulo posterior de la hipófisis, serían responsables de la producción de
la hormona antidiurética, que regula la eliminación de orina; la falta de estímulo
por parte del hipotálamo a la secreción de esta hormona hipofisaria, conduce a
la diabetes insípida, una enfermedad caracterizada por exceso de eliminación
de orina (hasta 20 litros al día). Regulación del metabolismo de los hidratos de
carbono, de las grasas y de las proteínas. Regulación de la nutrición: provoca
la sensación de hambre y saciedad. La lesión de ciertas partes del hipotálamo
conduce a la pérdida completa del apetito, mientras que la lesión de otras
zonas acentúa la sensación de hambre, provocando un incremento del peso
corporal. Regulación de la temperatura: una lesión hipotalámica puede producir
la imposibilidad de difundir el calor, un exceso de sudoración o hiperpnea
(respiración frecuente) y, por lo tanto, excesiva difusión del calor. Regulación
del sueño-vigilia: cuando falta el control hipotalámico, aparece un estado de
gran apatía y somnolencia o insomnio. Hay relación entre hipotálamo anterior y
somnolencia, hipotálamo posterior y vigilia.

Ritmos biológicos.

Íntimamente ligado con la conducta sexual. Regulación hormonal: controla la


producción de hormonas por parte del lóbulo anterior de la hipófisis, influyendo
en el crecimiento corporal, en las funciones sexuales, etc. Es responsable
directo de cinco ejes endocrinos como: somatotropo, lactotropo, cortocotropo,
tirotropo y gonadotropo, El hipotálamo desempeña un papel importante en
algunas funciones psíquicas y psicomotoras: ciertos estados de
hiperexcitabilidad o de depresión se deberían a trastornos funcionales de los
centros hipotalámicos, y también dependerían de estos mismos centros los
efectos colaterales, representados por palpitaciones, lagrimeo, salivación,
vómito, rubor, etc., que acompañan a los estados emotivos. Está muy
relacionado con las emociones por sus conexiones con el sistema límbico, del
que algunos de sus núcleos forman parte. Lugar de somatización de las
emociones. Íntimamente relacionado con su función reguladora vegetativa. El
hipotálamo representa finalmente un centro intercalado en el curso de las vías
olfatorias, puesto que los pilares anteriores del fórnix, que son haces de fibras
conectadas con los centros olfatorios, terminan en los tubérculos mamilares.
Por este motivo, sus núcleos neuronales (para ventricular, preóptico,
supraóptico, ventromedial, dorsomedial, laterales, núcleo del tuber, posterior,
del cuerpo mamilar, etc., entre otros) están especializados en diferentes
funciones tanto de control como de sensores de diferentes parámetros
orgánicos, y de ellos y a ellos salen y entran una gran variedad de fibras
nerviosas que permiten su relación con las estructuras mencionadas
anteriormente. Sin embargo, se ha demostrado mediante "islas hipotalámicas"
que el hipotálamo puede funcionar de forma autónoma. Podemos destacar
aferencias y eferencias (figura) que viajan por el fascículo medio del cerebro
anterior y ponen en contacto el lóbulo límbico con el mesencéfalo a través del
hipotálamo. Fibras aferentes del hipocampo y cuerpos mamilares. Fibras
aferentes (stria terminalis) de la amígdala. Fibras de origen sensorial
procedentes del mesencéfalo. Fibras aferentes de tipo noradrenérgico
procedentes del núcleo del fascículo solitario, así como del locus ceruleus.
Fibras aferentes serotoninérgicas procedentes de los núcleos del rafe.
Adrenérgicas aferentes del bulbo. Otras procedentes del tálamo y núcleo
lenticular, así como las procedentes del nervio óptico (fascículo
retinohipotalámico) y olfatorias de los pilares anteriores del fórnix a los
tubérculos mamilares.

También son importantes las salidas o eferencias, como las que le ponen en
contacto con el mesencéfalo y la médula. O aquellas que conectan a los
núcleos mamilares con los núcleos talámicos anteriores, o las que conectan
con porciones reticulares del mesencéfalo. Pero sobre todo tenemos que
destacar aquellas que terminan en la eminencia media junto al sistema
portahipofisario, pues son neuronas secretoras procedentes de los núcleos
hipofisiotropos (n. para ventricular, arqueado, supraóptico, ventromedial, área
preóptica y área hipotalámica anterior). Y aquellas que terminan en la
neurohipófisis, neuronas secretoras de hormonas con acción sistémica cuyos
cuerpos se encuentran en los núcleos para ventricular y supraóptico.

2- Elabora un esquema acerca de las estructuras que conforman el sistema


límbico y las funciones que realizan el hipotálamo y la amígdala cerebral.
Debatir conclusiones en el aula.

El sistema límbico es un sistema formado por varias


estructuras cerebrales que regulan las respuestas
fisiológicas frente a determinados estímulos. Es decir,
en él se encuentran los instintos humanos. Entre estos
La amígdala es una estructura en forma de almendra en
el cerebro. Su nombre viene de la palabra griega que Funciones del hipotálamo se
significa “almendra“. Como con la mayoría de las otras pueden enumerar como: Controla
estructuras cerebrales, en realidad tenemos dos la liberación de las 8 principales
amígdalas. Cada amígdala se encuentra cerca del hormonas por la glándula
hipocampo, en la porción frontal del lóbulo temporal. pituitaria. Controles de
Nuestras amígdalas son esenciales para la capacidad temperatura corporal. Control de
de sentir ciertas emociones y de percibirlas en otras la ingesta de alimentos y agua, el
personas. Esto incluye el miedo y los muchos cambios hambre y la sed. Control de
que éste genera en nuestro cuerpo. Si un individuo comportamiento sexual y la
sospechoso nos está siguiendo de noche y sentimos reproducción.
que nuestro corazón late con fuerza, lo más seguro es
que nuestras amígdalas se encuentren muy activas. La
amígdala es una estructura del prosencéfalo (cerebro
primitivo anterior: porción anterior del cerebro durante la
fase de desarrollo del embrión).

3. Relaciona el sistema límbico con las adicciones


Que el consumo de drogas afecta al sistema límbico, una de nuestras
estructuras cerebrales más básicas y responsable del control de los refuerzos,
tanto positivos como negativos.

Empieza la explicación exponiendo la importancia del sistema de refuerzo, un


mecanismo que sirve para asegurar la supervivencia de la especie, porque
potencia la búsqueda de fuentes de placer (por ejemplo, la alimentación o el
sexo) y de huir de las fuentes de desplacer (por ejemplo, pasar hambre o tener
frío).

Para que este comportamiento funcione, sin embargo, es necesario que este
sistema esté equilibrado, es decir, que en ausencia de estímulos no exista
ninguna sensación de placer o de desplacer y que estas sensaciones
aparezcan delante de los estímulos adecuados (por ejemplo, cuando tenemos
hambre y comemos, sentimos placer). Este equilibrio en ausencia de actividad
(ni placer, ni desplacer) o reposo de los sistemas de refuerzo cuando no existen
estímulos, se denomina nivel basal.

Cuando consumimos drogas, sin embargo, este equilibrio se rompe. Debido a


la estimulación continuada del refuerzo de placer por parte de las drogas, el
sistema límbico se adapta a esta presencia y baja su nivel basal. Esto va a
provocar que, mientras consuma drogas, el sujeto esté "normal", es decir, que
no tenga sensación de placer ni de desplacer. Cuando esté en ausencia de
drogas, el individuo percibirá una sensación de malestar que solamente se
resolverá si consume la sustancia.

De esta forma, en presencia de la droga habrá un "equilibrio" del sistema de


refuerzo (sistema que tenemos que recordar que se ha readaptado a causa de
las drogas y ha bajado su nivel basal), y en ausencia de la droga volverá a
romperse y provocará malestar.

Así pues, debemos tener en cuenta que estos cambios en el sistema límbico
son a largo plazo y que, por lo tanto, persistirán durante mucho tiempo, el
necesario hasta que el sistema vuelva a adaptarse a la ausencia de
estimulación constante de las drogas.

Los sistemas de recompensa son centros en el sistema nervioso central que


obedecen a estímulos específicos y naturales. Regulados por
neurotransmisores, permiten que el individuo desarrolle conductas aprendidas
que responden a hechos placenteros o de desagrado.

Las drogas actúan sobre el sistema límbico, que está en la parte más interna
del cerebro, y provocan una sensación artificial de placer. El uso repetido de
drogas afecta al funcionamiento del sistema límbico e inicia el proceso de
adicción.

Cerebro sano.
Dos estructuras cerebrales, el sistema límbico y el córtex, desempeñan un
papel esencial en el control de la conducta. El sistema límbico controla la vida
emocional e instintiva. El córtex regula el pensamiento y la vida racional. En un
sujeto sano, la vida racional promovida por el córtex domina la conducta.

Cerebro tras un consumo puntual

El sistema límbico es el responsable del inicio de las adicciones. Las primeras


dosis de droga estimulan los centros de recompensa en el sistema límbico y
producen un efecto placentero. Sin embargo, la administración repetida de una
droga produce cambios en el sistema límbico que alteran los circuitos
cerebrales de recompensa. . La estimulación excesiva de este sistema
conlleva, en las personas predispuestas, a cambios bioquímicos permanentes,
que median la reacción adictiva, de modo que cambia su funcionamiento y su
respuesta a los estímulos ambientales. Este el sistema más importante
implicado en el desarrollo de la adicción.

Cerebro Adicto:

En el adicto, actividad del córtex disminuye de manera progresiva durante el


consumo repetido de drogas, de modo que se produce una pérdida del control
racional que ejerce esta estructura sobre la conducta.

Por otro lado los neurotransmisores más importantes involucrados en la


respuesta adictiva son: La Dopamina es predominante en las áreas del sistema
de recompensa mesolímbico el cual media las repuestas de euforia y
estimulación en el cerebro.

Las Endorfinas se producen en las áreas mesolímbica y mesocorticales, y


median las respuestas a los estímulos dolorosos, la regulación de la
temperatura y la ingestión de agua y alimentos. El Ácido Gamma Amino
Butírico (GABA) se encuentra en la amígdala, el bulbo olfatorio, el telencéfalo
ventral y el globo pálido también se ha implicado en la respuesta adictiva. En
realidad se asume que todos los neurotransmisores tienen un papel en la
manifestación de la adicción. Aún se investiga para determinar la naturaleza de
ese papel y la forma en que las vías y los químicos cerebrales interactúan para
producir el desorden adictivo.

Aunque se haya producido daños estructurales importantes, se puede iniciar y


permanecer en una recuperación constante del cerebro. Ya que nuestro
sistema cerebral, afortunadamente, es plástico y si se ejercita, al igual que
nuestro cuerpo, puede mejorar su funcionamiento. Hay infinidad de
tratamientos e intervenciones; nunca es tarde para dejar una adicción y poder
recuperar la integridad y felicidad como ser humano.

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