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https://www.motivatcoaching.com/noticias-coaching/blog/item/571-coaching
El proceso de coaching empieza cuando se establece un objetivo, y termina cuando este objetivo
se ha conseguido. Según la ICF (International Coach Federation), el proceso de coaching consta
de seis fases:
1. Generación del contexto: en esta primera fase el coachee determina el objetivo a lograr.
En las primeras sesiones se habla de mejorar la gestión del tiempo, de establecer el
objetivo, etc, hasta generar el contexto adecuado.
2. Situación actual: después de ganarse el coach la confianza del coachee, tiene que
entender cuál es la situación real del cliente. Es decir, si lo que el coachee le dice al coach
es lo mismo que lo que le transmite y determinar la situación real del coachee.
3. Situación futura: determinar que situación quiere obtener el coachee. Si las dos fases
anteriores se han hecho correctamente, el coachee irá por el buen camino y de forma
óptima para conseguir su objetivo.
4. Retroalimentación o feedback: coach y coachee se comunican de forma transparente
sobre cómo evoluciona el proceso y cómo se sienten.
5. Plan de acción: una vez claro el objetivo hay que ponerlo en práctica, ¿cómo?, pues el
coach, a través de los planes de acción, ayuda al cliente a conseguirlo; por ejemplo, con el
seguimiento de una agenda para gestionar bien el tiempo, ejercicios de respiración para
mejorar el autocontrol, etc.
6. Seguimiento: una vez que se ha logrado el objetivo, hay que hacer un seguimiento del
estado del mismo para comprobar si el coachee se ha desviado o no del camino que se
estableció en la fase del plan de acción.
https://www.aulafacil.com/cursos/coaching/gratis/fases-del-proceso-de-coaching-l22826
Aquí estoy de nuevo después de un merecido período de desconexión del blog, ¡vuelvo a la carga
con nuevas ideas y energias renovadas! 🙂
Hoy os quiero hablar de una potente herramienta de autoanálisis, empleada por muchas empresas
en dinámicas de grupo para mejorar la comunicación, sinergias y desempeño de los
diferentes miembros de la organización.
El uso de esta herramienta os va a permitir conocernos mejor y os dará alguna que otra sorpresa.
La teoría se articula mediante el concepto de espacio interpersonal, que está dividido en cuatro
áreas (cuadrantes), definidas por la información que se transmite (ver abajo ilustración).
Este modelo, propone dos puntos de vista o enfoques: el yo y los otros y lo hace desde dos
enfoques diferentes: el emisor y el receptor.
Es el cuadrante de aquello conocido por uno mismo y por los demás, aquí se incluiría todo lo que
dejamos ver a los demás sobre nosotros mismos, lo que comunicamos abiertamente: experiencias,
emociones, pensamientos, etc
Área ciega:
Es el cuadrante que incluye aquello que desconocemos de nosotros mismos, pero que si que
conocen los demás (por ejemplo algo que hemos descubierto tras el comentario de algunas
personas/amigos de confianza).
Muchas veces nos negamos a querer ver según que cosas, pero si más de dos o tres personas de
confianza están de acuerdo en algún rasgo de nuestra personalidad, lo más probable es que algo
de verdad haya en ello.
Área oculta:
En este cuadrante incluiríamos todo aquello que conocemos nosotros, pero que desconocen los
demás, pensamientos, rasgos de personalidad, emociones, que somos reticentes a mostrar
publicamente pero que también nos definen.
Área desconocida:
En este cuadrante, quizás el más intrigante, es donde se incluye todo aquello que desconocemos
de nosotros mismos y que también desconocen los demás.
Aquí es donde hay un potencial, un área por descubrir, nuestra capacidad de aprender y crecer y
moldearnos, aprendiendo cosas sobre nosotros que desconocíamos (por ejemplo cuando salimos
de nuestra zona de confort).
Hay muchas maneras de trabajar con la Ventana de Johari, una de las más clásicas es hacer un
ejercicio como el siguiente:
1. Haz una lista incluyendo entre 5 y 10 característica o rasgos que consideres que te definen
como persona.
2. Haz que otras personas de confianza (amigos, pareja, compañeros de trabajo, familia) con
las que tengas relación habitualmente generen también una lista con los rasgos y
características de tu persona
3. Una vez tengamos las diferentes listas, crearemos nuestra propia Ventana de Johari
4. Clasificaremos como rasgos públicos, aquellos que hemos identificado nosotros y los
demás en las diferentes listas
5. Clasificaremos como rasgos ciegos aquellos que los demás han señalado pero no nosotros
6. Clasificaremos como ocultos aquellos rasgos que hemos mencionado nosotros pero no los
demás
7. El resto de rasgos que no encajen en ninguna categoría, los dejaremos por descarte en el
área desconocida (podrían o no pertenecer a este cuadrante, pero no necesariamente).
Os animo a realizar este ejercicio de autoanálisis que os dará seguramente más de una sorpresa y
os permitirá conoceros mejor.
Al fin y al cabo la mayoría de ejercicios tipo “feedback 360” que se llevan a cabo en las
organizaciones para valorar el trabajo de los diferentes empleados y líderes se basan en el trabajo
de algunos de los cuadrantes de la Ventana de Johari.
Espero que os haya gustado el artículo y no dudéis en compartirlo en las redes para que otros
puedan beneficiarse del conocimiento.
http://www.ceolevel.com/la-ventana-johari-4-cuadrantes-potente-herramienta-auto-analisis