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Tema 13

Prevención de Riesgos Laborales.


Riesgos Laborales específicos
en el desempeño de las funciones
del Administrativo.
Medidas preventivas específicas.

Referencias Legislativas
• Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos
Laborales.
Administrativos. Servicio Andaluz de Salud

Guión-resumen

1. Introducción 3.3. Características del equipo


informático
2. Riesgos laborales específicos en el
desempeño de las funciones del 3.4. Riesgos eléctricos
Administrativo
3.5. Incendios
2.1. Problemas relacionados con postu-
3.6. Caídas de las personas a distinto
ras inadecuadas
nivel
2.2. Riesgos relacionados con las condi-
3.7. Riesgos de cortes y golpes por
ciones ambientales
objetos o herramientas
2.3. Aspectos psicosociales
3.8. Señalización
2.4. Peligros eléctricos
3.9. Material y locales de primeros
2.5. Incendios auxilios
2.6. Caídas de personas a mismo o dis- 3.10. Especial referencia a aspectos psi-
tinto nivel cosociales
2.7. Riesgos de cortes y golpes por obje- 4. Normativa general aplicable
tos o herramientas
5. Normativa específica
3. Medidas preventivas específicas
3.1. Características del entorno de
trabajo
3.2. Características del mobiliario

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Prevención de Riesgos Laborales

1. Introducción
Desde el punto de vista de la gestión de riesgos laborales, la prevención en el campo
del trabajo de oficina por parte del auxiliar administrativo reúne dos características que la
hacen ser objeto de especial tratamiento en el desarrollo del temario de esta oposición.

Por un lado, se trata de un entorno que por sus características específicas y la impor-
tancia que reviste actualmente en casi todas los sectores y actividades, tanto públicas como
privadas, se encuentra muy presente y afecta a un nutrido número de empresas y por ende
trabajadores.

Por otro lado, la enorme y trágica siniestralidad de otras actividades en los que tanto
los riesgos como sus efectos son de mayor relevancia, gravedad y trascendencia social,
parece que han eclipsado una actividad que, por sus propia naturaleza, no siempre mues-
tra sus reales consecuencias, o careciendo de inmediatez, éstas aparecen de manera ate-
nuada, paulatina y encubierta.

Si queremos hacer un estudio pormenorizado de los riesgos laborales específicos


debemos abordarlos desde cuatro puntos de vista:

1. Un exhaustivo estudio de los riesgos específicos del sector, ya por medio de la


estadística y la epidemiología, ya por medio de los datos históricos de los que la
empresa dispone.

2. Una comprometida adopción de medidas a adoptar para eliminar o paliar los


riesgos plasmados en el punto anterior.

3. Un adecuado diseño de las instalaciones (locales, climatización, iluminación y


acondicionamiento acústico). Este aspecto asegura disponer de condiciones
ambientales correctas, cumpliendo con los requisitos mínimos en materia de
higiene y seguridad.

4. Una correcta selección del equipamiento que se compra (sillas y mesas de tra-
bajo, equipos informáticos, programas, etc.). En el caso del mobiliario, el cum-
plimiento de unos requisitos mínimos de calidad ergonómica permitirá prevenir
una buena parte de las molestias de tipo postural tan frecuentes en las oficinas.
La selección de equipos informáticos adecuados, así como de los complementos
necesarios es también un factor a tener en cuenta para prevenir alteraciones
visuales o molestias.

5. Una correcta organización de las tareas, evitando sistemas de trabajo que con-
ducen a situaciones de estrés, desmotivación en el trabajo y otros problemas de
naturaleza psicosocial.
6. Finalmente, todas las acciones anteriores pueden resultar ineficaces si se deja de
lado la necesaria labor de formación e información de los trabaja-
dores. Este aspecto es especialmente importante en tareas que pre-
sentan un alto grado de autonomía en la organización del propio
puesto de trabajo, como es el caso de las tareas de oficina. De poco

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Administrativos. Servicio Andaluz de Salud

sirve disponer de buenos equipos si el usuario no conoce la forma de distribuir


los elementos de trabajo, no ha recibido información sobre cómo debe ajustar el
mobiliario que utiliza o carece de información acerca de la importancia de deter-
minados hábitos de trabajo.

2. Riesgos laborales específicos en el desempeño de las


funciones del Administrativo
2.1. Problemas relacionados con posturas inadecuadas
2.1.1. Problemas musculoesqueléticos
— Por una movilidad restringida, debida al trabajo sedentario.
— Por malas posturas asociadas tanto a la forma de sentarse, como a la posición de
cabeza-cuello y a la posición de muñecas y manos mientras se utiliza el ordena-
dor. Esta falta de apoyo de la espalda, espalda curvada, torsión de cuello, la uti-
lización del ordenador y falta de apoyo tanto para los brazos como para las
muñecas dan lugar a problemas posturales. La unión de estos factores dan lugar
a contracciones, ya sean de la espalda, del cuello o de los hombros, y pueden
provocar dolores musculares. A esto se le debe unir la sobrecarga que supone
sobre la zona lumbar la posición sentada e incluso problemas de estómago, por
resultado de esto, problemas de garganta.
— Problemas circulatorios por estar demasiadas horas de pie.
— Problemas en el manejo de cargas, debido a modos inadecuados al manipular
cargas pesadas.

2.1.2. Entorno de trabajo


En cuanto al entorno de trabajo hay que tener en cuenta que es necesario espacio
suficiente para favorecer la movilidad y no provocar posturas forzadas, ya que un buen
entorno debe favorecer los movimientos y cambios de posturas.

— La silla de trabajo; hay que destacar su gran importancia ya que es el lugar donde
se pasa la mayor parte del tiempo en los trabajos habituales de tipo sedentario,
afectando a la postura del tronco y a la movilidad de la espalda y las piernas. Para
ello se recomiendan las sillas de trabajo anatómicas con reposabrazos, para ali-
viar así la tensión muscular en los hombros.
— De la mesa de trabajo hay que decir que el tablero de la misma debe tener unas
dimensiones que permitan distribuir todo el material necesario para el trabajo,
prestando especial atención al ordenador para evitar posturas forzadas del cuello.
También se debe tener en cuenta el espacio libre debajo de la mesa
para que favorezca la movilidad del individuo. Se deben considerar
los acabados de las mesas, que deben tener los bordes y las esquinas
redondeados, evitar la existencia de cables sueltos.

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Prevención de Riesgos Laborales

— Por otro lado es aconsejable utilizar complementos para mejorar la ergonomía


del puesto de trabajo (reposapiés, bandejas auxiliares, soportes).
— La adecuada ubicación del ordenador puede evitar la mayoría de los problemas pos-
turales. Los problemas que surgen de la mala ubicación del ordenador se asocian a:

• Ordenador situado a un lado.

• Pantalla demasiado cerca de los ojos.

• Pantalla demasiado alta.

• Falta de sitio para apoyar las muñecas y antebrazos.

— Es relativamente fácil mejorar la comodidad mientras se trabaja, colocando el


ordenador de forma adecuada.

2.2. Riesgos relacionados con las condiciones ambientales


Los riesgos relacionados con las condiciones ambientales son los siguientes:

2.2.1. Iluminación
La iluminación afecta a cualquier tarea, por ello se requieren condiciones de ilumina-
ción adecuadas para prevenir molestias y problemas visuales.

Por todo ello, la mejor solución es disponer de una iluminación general homogé-
nea de luz difusa, utilizando focos de iluminación complementaria donde sea necesa-
rio. El problema más frecuente son los reflejos en la pantalla del ordenador ya sea de
luz natural o de luz artificial, para lo que es necesario disponer de elementos que difu-
minen la luz. En caso de que notemos este tipo de problemas lo correcto es solicitar la
instalación de persianas o pantallas difusoras de luz pero nunca se debe cambiar la ubi-
cación del ordenador.

2.2.2. Climatización
La existencia de sistemas de climatización durante todo el año suele ser origen de dis-
puta, sobre todo cuando los sistemas son centralizados. Los problemas surgen cuando
sobre alguien incide de forma directa un chorro de aire bastante molesto que suele dar
lugar a la aparición de resfriados o dolores musculares, por el contrario los que están lejos
de los difusores pasan calor.

Otro problema es la falta de mantenimiento de estos sistemas de climatización, ya


que la acumulación de suciedad y gérmenes aumenta el riesgo de constipa-
dos e irritación en los ojos. Para evitar esto debe limpiarse la instalación perió-
dicamente.

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Administrativos. Servicio Andaluz de Salud

2.2.3. Ruido
El ruido en este tipo de trabajos se deriva de la acumulación de fuentes de ruidos en
los centros de trabajo como pueden ser la fotocopiadora, impresoras, teléfonos, ventilado-
res de equipos y conversaciones. El problema que puede originar el ruido de las oficinas
son molestias o interferencias que no permiten la concentración en el trabajo. También se
debe tener en cuenta el ruido procedente del exterior.

2.3. Aspectos psicosociales


Los aspectos psicosociales hacen referencia a la forma en la que se organiza el trabajo,
tales como:

— Situaciones de sobrecarga o subcarga.

— La repetitividad que pueda provocar monotonía e insatisfacción.

— La presión indebida de tiempos.

— Las situaciones de aislamiento que impidan el contacto social en el lugar de tra-


bajo.

También deben ser tenidos en cuenta factores tales como el tipo de supervisión,
expectativas de trabajadores, contenidos de la tarea. Estos factores deben ser tenidos en
cuenta porque pueden dar lugar a estrés, la monotonía o la falta de motivación en el tra-
bajo. Uno de los factores señalados como convenientes es la posibilidad de que se organi-
ce el trabajo de forma que el usuario se marque su propio ritmo de trabajo, de manera que
realice pequeñas pausas para evitar la fatiga. Si esto no es posible, deberán establecerse
pausas periódicas reglamentadas o cambios de actividad que reduzcan la carga de trabajo
frente a la pantalla del ordenador.

Además, hay otra serie muy extensa de factores a considerar en este campo, percep-
ción de la valoración del trabajo por otros trabajadores de la organización, niveles de auto-
nomía en el trabajo, conocimiento de los resultados del propio trabajo, potencial motiva-
cional del puesto, satisfacción con el sueldo o la seguridad del empleo, etc.

Todas estas cuestiones tienen poco que ver con el tipo de equipos que se utilizan y
mucho con el tipo de organización, estando en un campo más relacionado con la política
de recursos humanos que con la de prevención, si bien sus efectos deben ser considera-
dos, ya que pueden dar lugar a problemas de relativa fácil solución con una adecuada polí-
tica preventiva y organizacional.

2.4. Peligros eléctricos


La mayoría de los medios e instrumentos que hoy en día se emplean en el entorno
de oficinas utilizan la energía eléctrica. El empleo de aparatos de elevada
potencia en las tareas más habituales aconseja aumentar los márgenes de
seguridad para evitar desde contactos de baja intensidad hasta muertes por
electrocución o incendios.

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Prevención de Riesgos Laborales

2.5. Incendios
Uno de los riesgos que puede surgir en el lugar de trabajo administrativo es el incen-
dio. Este se produce por la presencia de tres elementos: foco de ignición, oxígeno y com-
bustible.
El foco de ignición: aporta el calor necesario para que se inicie la combustión. Por
ejemplo cigarrillos.

Oxígeno: para que se produzca fuego se necesita una cantidad mínima de oxígeno.
Combustible: sustancia capaz de arder. En el entorno en el que trabajan los adminis-
trativos se encuentran el mobiliario, el papel etc.
Le remitimo al epígrafe 3.5. Incendios para estudiar las normas generales para evitar
los incendios.

2.6. Caídas de personas a mismo o distinto nivel


Es uno de los riesgos más comunes relacionados con la seguridad. Las caídas del per-
sonal se pueden producir al mismo nivel (resbalones) o a distinto nivel (desde una escale-
ra). Se adoptarán (entre otras) las siguientes medidas preventivas: evitar pisar los suelos
húmedos, mantener la zona de trabajo limpio, sin desperdicios y sin obstáculos etc.

2.7. Riesgos de cortes y golpes por objetos o herramientas


La caída de objetos y/o la mala utilización de herramientas pueden producir cortes y
golpes al personal. Par ello se tomarán las medidas preventivas oportunas para minimizar
este tipo de riesgos.

3. Medidas preventivas específicas


3.1. Características del entorno de trabajo
3.1.1. Espacio de trabajo
El puesto de trabajo deberá tener una dimensión suficiente y estar acondicionado de
manera que permita los movimientos y favorezca los cambios de postura.

3.1.2. Iluminación
La iluminación debe ser adecuada. Los puestos de trabajo deberán instalarse de forma
que las fuentes de luz, tales como ventanas y otras aberturas, los tabiques y los equipos no
provoquen deslumbramiento directo ni produzcan reflejos molestos. Las ven-
tanas deberán ir equipadas con un dispositivo de cobertura adecuado y regu-
lable para atenuar la luz del día que ilumine el puesto de trabajo. Finalmente,
hay que cuidar el contraste (relación entre la luz emitida por dos superficies)

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entre las diferentes superficies de trabajo (papeles, pantalla del ordenador y mesa de tra-
bajo). Con los programas actuales, en los que se utilizan caracteres negros sobre fondo
claro, han desaparecido los fuertes contrastes entre los documentos y la pantalla del orde-
nador. No obstante, es conveniente atender al contraste entre la mesa y el resto de super-
ficies; este consejo es especialmente importante al elegir las mesas, sobre todo las destina-
das a puestos de directivos, quienes suelen preferir superficies demasiado oscuras. Las
superficies en gris, beige, crema o color madera natural (más o menos clara), proporcio-
nan contrastes adecuados. En cualquiera de los casos, son preferibles los acabados mate
antes que los brillantes (que pueden dar lugar a reflejos).

3.1.3. Ruido
El ruido producido por los equipos de trabajo deberá tenerse en cuenta al diseñar los
locales de trabajo, en especial para que no se perturbe la atención ni la inteligibilidad de la
palabra. Para el ruido procedente del exterior se recomienda instalar un doble acristalamiento.

3.1.4. Calor y climatización


Los equipos instalados en el puesto de trabajo no deberán producir un calor adicional
que pueda ocasionar molestias a los trabajadores.

Deberán crearse y mantenerse unas condiciones de temperatura y humedad confor-


tables.

3.1.5. Emisiones
En este tipo de trabajo no son demasiado importantes, aunque deben reducirse hasta
niveles insignificantes. Supuestos habituales pueden ser en lugares cerrados en los que se
manejan impresoras, fotocopiadoras y ciertos tipos de “Toner”.

3.2. Características del mobiliario


3.2.1. Silla de trabajo
— El asiento de trabajo deberá ser estable, proporcionando al usuario libertad de
movimientos y procurándole una postura confortable.

— Es necesario que las sillas tengan ruedas y posibilidad de giro para permitir la
movilidad y el acceso a los elementos de trabajo. Debe garantizar su estabilidad.

— La altura del asiento deberá ser regulable. El asiento debe ser de forma más o
menos cuadrangular, con esquinas redondeadas y sin aristas ni cantos duros.

— El borde delantero debe ser suavemente curvado para evitar com-


presiones debajo de los muslos y las rodillas.

— El relleno del asiento y del respaldo no debe ser demasiado mullido.

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Prevención de Riesgos Laborales

El tapizado y material de relleno deben permitir la transpiración y el intercambio


de calor.
— La profundidad óptima del asiento será aquella que permite usar el respaldo sin
que se note una presión excesiva debajo de las rodillas. Los usuarios más bajos
pueden presentar este problema incluso con sillas adaptadas a la normativa
correspondiente. La solución está en disponer de un reposapiés, solicitar una silla
más pequeña o disponer de sillas con regulación de la profundidad del asiento.
— Es necesario que las sillas de trabajo dispongan de un adecuado apoyo lumbar.
La altura del respaldo debe llegar como mínimo hasta la parte media de la espal-
da (debajo de los omóplatos). En tareas informáticas es conveniente que el res-
paldo sea más alto. Este ajuste es obligatorio en aquellas tareas en las que se usa
el ordenador de manera intensiva (más de 4 horas de trabajo con ordenador al
día o más de 20 a la semana).
— El respaldo no debe ser demasiado ancho en la parte superior para no restar
movilidad a los brazos. Las sillas destinadas a tareas informáticas deben tener res-
paldo reclinable y regulable en altura.
— Los elementos de regulación deben ser simples, en cuanto a su manejo, y acce-
sibles mientras se está sentado en la silla. Es imprescindible que el usuario dis-
ponga de información sobre la forma de regular su propia silla de trabajo.
— La existencia de reposabrazos permite dar apoyo y descanso a los hombros y bra-
zos. Deben estar algo retrasados con respecto al borde del asiento para permitir
acercarse a la mesa con comodidad.
— La silla debe permitir que el tronco permanezca erguido, con los hombros hacia
atrás y la columna vertebral recta, (para que los discos intervertebrales puedan
repartir correctamente el peso y evitar deformaciones de columna), con apoyo
de la zona lumbar al respaldo de la silla y no dejar que el cuerpo se doble hacia
delante arqueando la espalda. Si no se posee apoyo lumbar, un cojín en forma
de cuña que se ubica en la espalda, ayuda a mantener una postura adecuada.

3.2.2. Mesa de trabajo


— Deberá tener las dimensiones suficientes para permitir que se trabaje con como-
didad. Debajo de la mesa debe quedar un espacio holgado para las piernas y para
permitir movimientos.

— El trabajo informático exige unos niveles de espacio como los anteriormente des-
critos. Por ello, la mejor mesa para trabajar de forma intensiva con el ordenador
es una mesa de despacho. Es conveniente que las mesas de trabajo estén electri-
ficadas, para evitar la existencia de cables que puedan dar lugar a accidentes.

— La superficie de la mesa debe ser poco reflectante acabados en mate.


Los bordes de la mesa no deben ser cortantes, evitando cantos agu-
dos y cualquier tipo de saliente.

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3.2.3. Lugar de trabajo


A) Posición de pie

El trabajador debe evitar largos períodos de tiempo de pie. La actividad de los múscu-
los de las piernas actúa como una válvula y ayuda a las venas a devolver la sangre al corazón.
Si se mantiene la misma posición por mucho tiempo esta acción se reduce, lo que provoca
la hinchazón de las extremidades inferiores. No obstante, si fuera necesario mantener esta
posición, se recomienda, para reducir la curvatura excesiva en la espalda y molestias en la
zona lumbar, elevar levemente un pie alternándolo cada cierto tiempo.

Además se deben disponer asientos que puedan ser utilizados durante pausas de des-
canso.

B) Espacio de trabajo

El puesto de trabajo deberá tener una dimensión suficiente y estar acondicionado de


manera que permita los movimientos y favorezca los cambios de postura.

Detrás de la mesa debe quedar un espacio de aproximadamente 115 cm o más para


moverse con la silla y facilitar los movimientos y cambios de postura. La movilidad res-
tringida ocasiona problemas musculoesqueléticos.

3.3. Características del equipo informático


3.3.1. Pantalla del ordenador
— Los caracteres de la pantalla deben estar bien definidos y tener una dimensión
suficiente.
— La imagen debe ser estable, sin destellos, centelleos o cualquier otra forma de
inestabilidad.

— Se debe poder ajustar la luminosidad y el contraste entre los caracteres y el fondo


de la pantalla, para adaptarlos a las condiciones del entorno.

— La pantalla no deberá tener reflejos ni reverberaciones molestas.

— La pantalla deberá ser orientable e inclinable a voluntad.


— La altura del monitor debe ser de forma que su borde superior esté a la altura de
los ojos del usuario (aproximadamente 43 a 47 cm por encima del plano de la
mesa), o algo por debajo. Colocar la pantalla sobre la CPU suele dar lugar a altu-
ras excesivas. Una buena solución, en algunos casos, es colocar el monitor sobre
un soporte regulable en altura.

— La distancia de la pantalla a los ojos es un factor a tener en cuenta.


Esta distancia estará en función del tamaño y forma de los caracteres.

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Prevención de Riesgos Laborales

— Se debe trabajar con la cabeza de frente al ordenador, evitando giros. El ángulo


máximo de giro de la cabeza debe ser inferior a 35 grados.

— Los puestos de trabajo deberán instalarse de forma que las fuentes naturales de
luz tales como ventanas y otras aberturas, tabiques transparentes o translúcidos y
los equipos o tabiques de color claro queden paralelos a la pantalla, ni frente ni
detrás para evitar el deslumbramiento directo y la producción de reflejos moles-
tos en la pantalla. Jamás se debe, por huir de los reflejos, colocar el ordenador en
una posición incorrecta que obligue a trabajar con torsión de tronco y/o cuello.

3.3.2. Teclado y ratón


— El teclado debe ser inclinable e independiente de la pantalla, impidiendo el can-
sancio y las molestias en los brazos.
— El teclado no debe ser demasiado alto. Deberá disponerse de espacio suficiente
delante del teclado para poder apoyar las muñecas y antebrazos sobre la mesa.
— La disposición del teclado y las características de las teclas deberán ayudar a faci-
litar su utilización.

— El ratón debe tener una forma que permita su utilización cómoda tanto por per-
sonas diestras como zurdas.

3.3.3. Programas informáticos


Se tendrán en cuenta los siguientes factores:

— Los programas informáticos deben estar adaptados a las tareas para las que han
sido concebidos.

— Los programas deben ser fáciles de usar y estar adaptados al nivel de conoci-
mientos y experiencia de los usuarios.

— En los programas no deberá utilizarse ningún dispositivo cuantitativo o cualitati-


vo de control sin que los trabajadores hayan sido informados y sin previa con-
sulta con sus representantes.

— Los sistemas deberán proporcionar a los trabajadores indicaciones sobre su desa-


rrollo.

— Los sistemas deberán mostrar la información en un formato y a un ritmo adap-


tado a los operadores.

— Aparte de lo anterior, las normas técnicas recomiendan que los pro-


gramas de ordenador incluyan sistemas para facilitar la detección y
corrección de errores, por ejemplo, que sean capaces de indicar el
tipo de error cometido y sugerir posibles alternativas.

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— Asimismo, recomiendan que los programas incluyan guías adecuadas, destinadas


a proporcionar al usuario la ayuda que solicite en el transcurso de la tarea.

— Los principios de la ergonomía deberán aplicarse en particular al tratamiento de


la información por parte de la persona.

3.4. Riesgos eléctricos


Podemos diferenciar entre contactos directos e indirectos.

Para evitar los contactos directos, que son aquellos que se producen con las partes
activas de la instalación (tocar el cable pelado o el enchufe), hay que:

— Alejar cables y conexiones de los lugares de trabajo y paso.

— Interponer obstáculos.

— Recubrir las partes en tensión con material aislante.

— Mantener los cuadros eléctricos cerrados.

— La conexión a máquinas se hará siempre mediante bornas de empalme, sufi-


cientes para el número de cables a conectar.

— Todas las bases de enchufes estarán bien sujetas, limpias y no presentarán partes
activas accesibles.

— Todas las clavijas de conexión estarán bien sujetas a la manguera correspon-


diente, limpias y no presentarán partes activas accesibles, cuando están conec-
tadas.

— Todas las líneas de entrada y salida a los cuadros eléctricos estarán perfectamente
sujetas y aisladas.

Para evitar los contactos indirectos (a través de un conductor) existen dos medios de
defensa:

1. La puesta a tierra, que desvía parte de la corriente eléctrica para evitar que pase
por el cuerpo del trabajador. Deben tener un buen diseño y cuidado.

2. El interruptor diferencial, corta la corriente casi en el mismo momento de pro-


ducirse una corriente de derivación.

Las medidas básicas de prevención son:

— Personal capacitado y autorizado para realizar trabajos eléctricos.


— Mantener la distancia de seguridad con las líneas eléctricas.

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Prevención de Riesgos Laborales

— Utilizar equipos de protección individual certificados.

— Vigilar que el entorno sea seguro.

3.5. Incendios
Las normas generales para evitar el inicio del incendio son:

— Almacenar los productos inflamables y combustibles aislados y alejados de las


zonas de trabajo.

— Alejar de las zonas de incendio fuentes de calor.

— Evitar que la instalación eléctrica sea origen de foco de calor.

— Cuando se termine la jornada se observará que todos los aparatos eléctricos que-
dan desconectados de la red.

— Desenchufar correctamente, evitar hacerlo tirando del cable.

— La protección contra incendios es el conjunto de medidas destinadas a comple-


tar la actividad preventiva.

— Para una buena protección hay que tener en cuenta la detección, extinción y alar-
ma. Por todo esto hay que dotar el centro de detección automática de incendios.

— Hay que conocer los distintos tipos de fuego, ya que pueden ser sólidos, líqui-
dos, gases, metales y eléctricos, debiendo adecuar cada agente extintor a cada
tipo de fuego.

— Los extintores deben ser revisados cada 3 meses. Se aconseja adiestramiento e


información en esta materia.

— Es obligatorio que haya extintores en el centro de trabajo, además deben de estar


debidamente señalizados.

3.6. Caídas de las personas a distinto nivel


En el caso de utilizar escaleras fijas, de servicio, etc. hay que adoptar medidas preven-
tivas correspondientes a dichas instalaciones auxiliares. La iluminación en el puesto de tra-
bajo tiene que ser adecuada al tipo de operación que realiza.

3.7. Riesgos de cortes y golpes por objetos o herramientas


Mantener un orden adecuado de los materiales delimitando y señalizan-
do las zonas destinadas a apilamientos y almacenaje, evitando que los mate-
riales estén fuera de los lugares destinados al efecto, respetando las zonas de
paso.

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3.8. Señalización
La señalización de seguridad y salud en el trabajo deberá utilizarse siempre que a los
trabajadores les sea necesario para:

— Llamar la atención sobre riesgos, prohibiciones y obligaciones.

— Alertar en situaciones de emergencia.

— Facilitar la localización e identificación de medios o instalaciones de protección,


evacuación, emergencia o primeros auxilios.

— Orientar en la realización de tareas peligrosas.

— La señalización no sustituye en modo alguno, la formación e información de los


trabajadores en materia de seguridad y salud en el trabajo, ni suple las medidas
técnicas u organizativas de protección colectiva, debiendo utilizarse cuando éstas
no eliminen o reduzcan suficientemente los riesgos.

En la señalización cada color tiene un significado, aunque en este caso prestaremos


mayor atención a la señales de situación de seguridad y primeros auxilios (de color verde)
debido a la actividad que desarrolla la empresa. Estas indicaciones se aplican a la señaliza-
ción de pasillos y salidas de socorro, a rociadores de socorro, y a puestos de primeros auxi-
lios y salvamento.

En cuanto a la ubicación de las señales, se instalarán preferentemente a una altura y


en una posición apropiada en relación al ángulo visual, teniendo en cuenta posibles obs-
táculos en la posibilidad inmediata del riesgo u objeto que deba señalizarse o, cuando se
trate de un riesgo general, en el acceso a la zona de riesgo.

El lugar de emplazamiento de la señal deberá estar bien iluminado, ser accesible y


fácilmente visible. En los lugares donde la iluminación general es insuficiente, debe emple-
arse una iluminación adicional o se utilizarán colores fluorescentes o materiales fluores-
centes.

A fin de evitar la disminución de la eficacia de la señalización no se utilizarán dema-


siadas señales próximas entre sí. Las señales deberán retirarse cuando deje de existir la
situación que las justificaba. Las señales serán de un material que resista lo mejor posible
los golpes, las inclemencias del tiempo y las agresiones medioambientales.

Las dimensiones de las señales, así como sus características calorimétricas y fotomé-
tricas, garantizarán su buena visibilidad y comprensión. El alumbrado de las señales de eva-
cuación y emergencia deberán prolongarse, después de un fallo de su alumbrado normal,
durante un tiempo de 1 hora.

3.9. Material y locales de primeros auxilios


Los lugares de trabajo dispondrán de material para primeros auxilios en
caso de accidente, que deberá ser adecuado, en cuanto a su cantidad y carac-
terísticas, al número de trabajadores, a los riesgos a que estén expuestos y a las

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Prevención de Riesgos Laborales

facilidades de acceso al centro de asistencia médica más próximo. El material de primeros


auxilios deberá adaptarse a las atribuciones profesionales del personal habilitado para su
prestación.

Además todo lugar de trabajo deberá disponer, como mínimo, de un botiquín portátil
que contenga desinfectantes y antisépticos autorizados, gasas estériles, algodón hidrófilo,
venda, esparadrapo, apósitos adhesivos, tijeras, pinzas y guantes desechables.

El material de primeros auxilios se revisará periódicamente y se irá reponiendo tan


pronto como caduque o sea utilizado.

3.10. Especial referencia a aspectos psicosociales


Además de las relaciones físicas entre el trabajador y su puesto y entorno de trabajo,
no debemos perder de vista otras cuestiones asociadas a la forma en la que se organiza el
trabajo, que determinan las demandas de tipo psicológico a las que se enfrenta el trabaja-
dor. Las recomendaciones del INSHT (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Tra-
bajo) en este sentido están orientadas a evitar dichas situaciones.

Algunos factores que contribuyen a explicar la emergencia de estos nuevos riesgos son:

— Cambios en la forma de trabajo: el trabajo está evolucionando de una actividad


predominantemente física a una actividad mental.

— Hablamos de riesgos que se asocian más a la actividad propia del sector servicios.
Sector que ha pasado a ser el predominante en nuestras economías y el de mayor
potencialidad de crecimiento en la creación de empleo, con nuevas formas de
subcontratación, externalización u organización en forma de red que limita la
jerarquía y aumenta la complejidad en las relaciones laborales.

— Son riesgos con una incidencia oculta: siempre han existido pero no tienen tras-
cendencia en las cifras de siniestralidad, no han sido considerados como priori-
tarios.

Los factores psicosociales son aquellas características de las condiciones de trabajo, y


de la organización que afectan a la salud de las personas a través de mecanismos psicoló-
gicos y fisiológicos, a los que denominamos estrés.

La Organización Internacional del Trabajo, define Riesgos Psicosociales como “las


interacciones entre el trabajo, su medio ambiente, y las condiciones de su organización por
una parte, y por otra, las capacidades del trabajador, sus necesidades, su cultura y expe-
riencias, todo lo cual, a través de percepciones y experiencias pueden influir en la salud, en
el rendimiento y en la satisfacción en el trabajo.”
La relación entre la organización del trabajo y la salud no parece tan evi-
dente como la que existe entre otros factores de riesgo como por ejemplo
ocurre con la seguridad; sin embargo, los efectos de la organización de traba-

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Administrativos. Servicio Andaluz de Salud

jo, se manifiestan a través de procesos psicológicos que denominamos estrés e incluyen


diversos aspectos de la salud, tanto física como mental y social.

Los factores de riesgo psicosocial están más orientados al objetivo de alcanzar un bie-
nestar personal y social de los trabajadores y una calidad en el trabajo, que la clásica pers-
pectiva de la seguridad y salud en el trabajo de evitar la producción de accidentes.

La exposición a factores está ligada con la experiencia de estrés que podría ser defini-
do como “estado psicológico que es parte y reflejo de un proceso de interacción entre la
persona y su entorno laboral”.

Los factores psicosociales tienen una doble importancia, ya que por un lado repre-
sentan un riesgo en sí mismos, y por otro, tienen una influencia en la magnitud de los
efectos que el resto de riesgos tiene sobre los trabajadores, condicionando la materializa-
ción de los daños o potenciando el nivel de peligrosidad de una determinada actividad.

• Factores psicosociales en el trabajo

Los factores psicosociales en el trabajo representan el conjunto de percepciones y


experiencias del trabajador, algunos son de carácter individual, otros se refieren a las expec-
tativas económicas o de desarrollo personal y otros más a las relaciones humanas y sus
aspectos emocionales.

El enfoque más común para abordar las relaciones entre el medio ambiente psicoló-
gico laboral y la salud de los trabajadores ha sido a través del concepto de estrés.

Tanto en los países en desarrollo como en los estados industrializados el medio


ambiente de trabajo, en conjunto, con el estilo de vida provocan la acción de factores psi-
cológicos y sociales negativos. Por ello la importancia de su estudio desde el punto de vista
profesional ha ido aumentando día con día. Estos estudios deben incluir tanto los aspec-
tos fisiológicos y psicológicos, como también los efectos de los modos de producción y las
relaciones laborales.

Las actuales tendencias en la promoción de la seguridad e higiene en el trabajo inclu-


yen no solamente los riesgos físicos, químicos y biológicos de los ambientes laborales, sino
también los múltiples y diversos factores psicosociales inherentes a la empresa y la manera
en la que influyen en el bienestar físico y mental del trabajador.

Estos factores consisten en interacciones entre el trabajo, su medio ambiente laboral,


la satisfacción laboral y las condiciones de la organización por un lado y por otra parte las
características personales del trabajador, sus necesidades, su cultura, sus experiencias y su
percepción del mundo.

Los principales factores psicosociales generadores de estrés presentes en


el medio ambiente de trabajo involucran aspectos de organización, adminis-
tración y sistemas de trabajo y desde luego la calidad de las relaciones huma-
nas.

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Por ello, el clima organizacional de una empresa se vincula no solamente a su estruc-


tura y a las condiciones de vida de la colectividad del trabajo, sino también a su contexto
histórico con su conjunto de problemas demográficos, económicos y sociales.

Así, el crecimiento económico de la empresa, el progreso técnico, el aumento de la


productividad y la estabilidad de la organización dependen además de los medios de pro-
ducción, de las condiciones de trabajo, de los estilos de vida, así como del nivel de salud y
bienestar de sus trabajadores.

En la actualidad se producen acelerados cambios tecnológicos en las formas de pro-


ducción que afectan consecuentemente a los trabajadores en sus rutinas de trabajo, modi-
ficando su entorno laboral y aumentando la aparición o el desarrollo de enfermedades cró-
nicas por estrés.

Otros factores externos al lugar de trabajo pero que guardan estrecha relación con las
preocupaciones del trabajador se derivan de sus circunstancias familiares o de su vida pri-
vada, de sus elementos culturales, su nutrición, sus facilidades de transporte, la vivienda,
la salud y la seguridad en el empleo.

Algunos de los principales factores psicosociales que con notable frecuencia condi-
cionan la presencia de estrés laboral se señalan a continuación:

a) Desempeño Profesional:
• Trabajo de alto grado de dificultad.
• Trabajo con gran demanda de atención.

• Actividades de gran responsabilidad.

• Funciones contradictorias.

• Creatividad e iniciativa restringidas.

• Exigencia de decisiones complejas.

• Cambios tecnológicos intempestivos.

• Ausencia de plan de vida laboral.

• Amenaza de conflictos laborales.

b) Dirección:
• Liderazgo inadecuado.
• Mala utilización de las habilidades del trabajador.

• Mala delegación de responsabilidades.

• Relaciones laborales ambivalentes.

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Administrativos. Servicio Andaluz de Salud

• Manipulación o coacción del trabajador.


• Motivación deficiente.
• Falta de capacitación y desarrollo del personal.
• Carencia de reconocimiento.
• Ausencia de incentivos.
• Remuneración no equitativa.
• Promociones laborales aleatorias.
c) Organización y Función:
• Prácticas administrativas inapropiadas.
• Atribuciones ambiguas.
• Desinformación y rumores.
• Conflicto de autoridad.
• Trabajo burocrático.
• Planeación deficiente.
• Supervisión punitiva.
d) Tareas y Actividades:
• Cargas de trabajo excesivas.
• Autonomía laboral deficiente.
• Ritmo de trabajo apresurado.
• Exigencias excesivas de desempeño.
• Actividades laborales múltiples.
• Rutinas de trabajo obsesivo.
• Competencia excesiva, desleal o destructiva.
• Trabajo monótono o rutinario.
• Poca satisfacción laboral.
e) Medio Ambiente de Trabajo:
• Condiciones físicas laborales inadecuadas.
• Espacio físico restringido.

• Exposición a riesgo físico constante.

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• Ambiente laboral conflictivo.

• Trabajo no solidario.

• Menosprecio o desprecio al trabajador.

f) Jornada Laboral:

• Rotación de turnos.

• Jornadas de trabajo excesivas.

• Duración indefinida de la jornada.

• Actividad física corporal excesiva.

g) Empresa y Entorno Social:

• Políticas inestables de la empresa.

• Ausencia de corporativismo.

• Falta de soporte jurídico por la empresa.

• Intervención y acción sindical.

• Salario insuficiente.

• Carencia de seguridad en el empleo.

• Subempleo o desempleo en la comunidad.

• Opciones de empleo y mercado laboral.

Como vemos pues, los factores psicosociales, especialmente en el entorno de oficinas,


son complejos, dado que no sólo están conformados por diversas variables del entorno
laboral, sino que además, representan el conjunto de las percepciones y experiencias del
trabajador. Sin ánimo exhaustivo y aclarando que se trata de una materia totalmente con-
tingente y discutible, y que actualmente se encuentra “en el camino” podemos mencionar
como teorías que explican el fundamento de estos factores:

— Los factores que se refieren a la propia tarea están relacionados con el contenido
y el significado que el trabajo tiene para la persona que lo ejecuta. Un trabajo
con contenido es aquel que permite al trabajador sentir que su trabajo sirve para
algo, que tiene una utilidad en el conjunto del proceso en el que se desarrolla y
para la sociedad en general, y que le ofrece la posibilidad de aplicar y desarrollar
sus conocimientos y capacidades.

— La noción de duración de trabajo es insuficiente para juzgar los efec-


tos sobre el trabajador. El número de días entre los cuales se repar-

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Administrativos. Servicio Andaluz de Salud

te esta duración global, el número y la importancia de las pausas de cada día y


el tipo de horario en sí juegan un rol importante sobre la fatiga del trabajador.
No olvidemos que el horario de trabajo estructura en gran medida la forma de
vida de la población activa. Evidentemente, esto también repercute en la salud.
— Es importante, señalar que el trabajo a turnos y nocturno plantea un conjunto
de problemas que se centran en las consecuencias que se derivan del cambio
constante de horario, la incidencia que sobre la vida familiar y social tienen la jor-
nada de tarde y las repercusiones directas que sobre la salud tiene el trabajo noc-
turno, ya que sabemos que afecta a los ritmos circadianos, (existe una contra-
dicción entre el ritmo interno circadiano de su actividad biológica con el ritmo
de su actividad profesional), a los hábitos alimenticios (la calidad de la comida
no es la misma, se suelen tomar comidas rápidas y en un tiempo corto e inha-
bitual, los alimentos están mal repartidos a lo largo de la jornada, además suele
haber un aumento en el consumo de café, tabaco y otros excitantes), afecta tam-
bién al sueño, tanto en cantidad como en calidad y por supuesto las alteraciones
ya mencionadas que se producen en la vida social y familiar.
— El conflicto de rol: hace referencia a la existencia de demandas conflictivas o con-
trapuestas, o demandas que el trabajador no desea cumplir, de forma que apa-
recen simultáneamente una serie de demandas que impiden al trabajador una
toma de decisión clara y/o rápida sobre qué hacer. (La armonía con sus subordi-
nados y la obligación de imponer disciplina, si quiere ser un buen trabajador
debe dejar de ocuparse de su familia como debiera…etc.).
— La presencia de una situación conflictiva constituye un estresor importante
teniendo como efecto inmediato una baja en el logro de los objetivos de la orga-
nización y una disminución de la satisfacción del trabajador.
— Otro aspecto generador de estrés en las organizaciones es la ambigüedad de rol,
es decir, la falta de claridad sobre el trabajo que se está desempeñando, los obje-
tivos de ese trabajo y el alcance de las responsabilidades. Aunque es frecuente en
un momento determinado experimentar ambigüedad de rol ante cualquier cam-
bio en el puesto o en la organización, esta ambigüedad es transitoria y a pesar de
no ser positiva, no tiene efectos debilitantes. En cambio, si se da una situación de
ambigüedad continuada significaría una mayor amenaza para los mecanismos de
adaptación del trabajador.
— Otro factor que puede constituir estrés es el relativo a la promoción en el traba-
jo: la expectativa de ascender profesionalmente constituye un incentivo laboral y
su importancia crece conforme aumenta la cualificación profesional de los tra-
bajadores. Muchas veces, la estratificación y especialización del trabajo dificultan
que los trabajadores adquieran habilidades y cualificaciones necesarias para
mejorar su movilidad laboral y sus expectativas profesionales.
— La información y la comunicación: son dos elementos esenciales de
la organización. Ante el logro de objetivos, es necesario que todo el
personal disponga de la información necesaria para desarrollar su
tarea. Para mejorar la comunicación hay dos factores sobre los que

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Prevención de Riesgos Laborales

se debe incidir. Por un lado, la comunicación que necesariamente debe estable-


cerse entre las personas que conforman la organización, con el objeto de desa-
rrollar correctamente su trabajo y por otro lado, la comunicación interna, es
decir la comunicación entre la empresa y las personas que trabajan en ella.
— Dentro de los factores de la organización se encuentra la participación en la
empresa (formación, participación político-sindical), ya sea directamente o a tra-
vés de sus órganos representación, como factor causante de ansiedad y estrés en
la medida en que su ausencia conlleva una falta de control del individuo sobre
sus propias condiciones de trabajo. Se ha de destacar el papel de la participación
como elemento de mejora de otros factores de la organización. El hecho de par-
ticipar activamente en al empresa contribuye a la formación y al crecimiento per-
sonal de quienes participan, puesto que les enseña técnicas de resolución de pro-
blemas, a analizar lo que les rodea, a buscar alternativas, a trabajar en equipo, a
mejorar su comunicación, etc.
— Otros posibles estresores hacen referencia al futuro inseguro en el empleo, a la
ausencia de autonomía temporal, a las carencias de formación (generan inseguri-
dad), a las grandes responsabilidades y a trabajar en un contexto físico peligroso.

4. Normativa general aplicable


— Convenio 155 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Seguridad y
Salud de los Trabajadores de 22 de junio de 1981.
— Acta Única Europea de 1 de julio de 1987.
— Directiva Marco 89/391, de 12 de junio, relativa a la aplicación de medidas para
promover la mejora de la seguridad y salud de los trabajadores en el trabajo.
— Constitución española en sus artículos 15 y 40.2.
— Ley 31/1995, de 8 de noviembre de Prevención de Riesgos Laborales.
— Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de
los Servicios de Prevención.
— Real Decreto 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro
de enfermedades profesionales en el Sistema de la Seguridad Social y establece
criterios para su notificación y registro.
— Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad.
— Real Decreto 485/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguri-
dad y salud de los trabajadores en los lugares de trabajo.
— Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el trabajo de 9 de
marzo de 1971.
— Convenios Colectivos de distinto ámbito.

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Administrativos. Servicio Andaluz de Salud

5. Normativa específica
— Directiva 90/270/CEE, de 29 de mayo de 1990, referente a las disposiciones
mínimas de seguridad y de salud relativas al trabajo con equipos que incluyen
pantallas de visualización (D.O.C.E. Nº L 156/14 de 21 de junio de 1990).

— Directiva 89/391/CEE, de 12 de junio de 1989, relativa a la aplicación de medi-


das para promover la mejora de la seguridad y de la salud de los trabajadores en
el trabajo (D.O.C.E. N4 L 183/1 de 29 de junio de 1989).

— Resolución de la Presidencia del Consejo Superior de Informática de 10 de octu-


bre de 1994 (B.O.E. nº 252 de 21 de octubre de 1994).

— Norma Técnica UNE-EN 29241 (1994) “Requisitos ergonómicos para trabajos


de oficina con pantallas de visualización de datos”.

— Norma Técnica EN 29241 (1993) “Ergonomics requirements of visual display


terminals (VDTs) used for office tasks”.

— Norma Técnica ISO 9241:1992 (1992) “Ergonomics requirements of visual dis-


play terminals (VDTs) used for office tasks”. “Manual de normas técnicas para el
diseño ergonómico de puestos con pantallas de visualización” (Edit. INSHT).

— “Test de autoevaluación de puestos de trabajo con PVDs” (Edit. INSHT).

— “PVCHECK”. AIP (Aplicación Informática para la Prevención) (Edit. INSHT).

— NTP-173 (1986). Videoterminales: protocolo de exploración osteomuscular.


(Edit. INSHT).

— NTP-174 (1986). Exploración oftalmológica específica para operadores de pan-


tallas de visualización. (Edit. INSHT).

— NTP-232 (1989). Pantallas de visualización de datos: condiciones de ilumina-


ción. (Edit. INSHT).

— NTP-251 (1989). Pantallas de visualización: medida de distancias y ángulos


visuales. (Edit. INSHT).

— NTP-252 (1989). Pantallas de visualización de datos: condiciones de ilumina-


ción. (Edit. INSHT).

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