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Entonces les pregunté a mis alumnos si ellos tenían alguna idea sobre
cómo eran los tranvías y les comenté que, por delante del edificio donde
está nuestro Instituto, esto es por la calle 57, desde 1 hacia 5, pasaba un
tranvía, el de la línea 13, que iniciaba su recorrido en las avenidas 7 y 520,
zona que se conoció durante décadas con el nombre de “Villa Rivera”.
Les comenté que dicha línea sólo tenía dos coches, uno de ida y uno
de regreso. Por ello, pasaba aproximadamente cada media hora, que era el
tiempo que demoraba para ir y regresar.
Tomé esas palabras como un gesto de estima y les dije que sí, que iba
a contarles algo.
Pero por otra parte, hacía tiempo que deseaba escribir sobre hechos
que viví durante mi niñez y mi juventud, pero que, por una u otra razón, fui
postergando…
Sin embargo, adopté el título que ostenta ahora, porque surgió muy
espontáneamente, sin intención alguna, de parte de un alumno que quiso
saber algo sobre lo cual sólo tenía lejanas mentas.
De modo que con todo gusto, hablaré aquí de los tranvías, de los
colectivos, de los trenes, de algunos “personajes” simpáticos y de tantas
cosas hermosas que conocí y viví.
Cada barrio contaba con su gran almacén. Así, en Los Hornos, estaba
Vismara, sobre la avenida 60 y ciento treinta y pico…, con el tranvía que
pasaba por la puerta, en los años en que esta avenida resultaba un
constante ir y venir de gente lo mismo que la avenida 137.
Tanto el motorman como el guarda usaban uniforme gris con gorra del
mismo color.
Con una soguita que se extendía por encima del pasamanos, el guarda
hacía sonar una campanilla que estaba en la plataforma del conductor: una
vez, si alguien iba a bajar, lo cual se hacía por la puerta delantera del lado
derecho, y dos veces, cuando un pasajero había subido al vehículo, por
donde correspondía que era por la puerta trasera.
Creo que fue cerca de los 70 o ya entrados los 80, cuando la línea 79
desapareció. Decían que una empresa poderosa la había comprado.
Así, mi primer viaje solo fue en el colectivo 20, desde Tolosa hasta la
Estación y desde este lugar en el tranvía 16 hasta La Loma, más
precisamente a 41 y 22.
Así, por ejemplo, la línea 1 tenía el cartel rojo con letras blancas:
“Tolosa - Meridiano V”. Partía desde 1 y 528 y terminaba su recorrido
justo frente a la terminal de trenes del Ferrocarril Provincial, conocida como
Meridiano V, en 17 y 71. El recorrido del 1 era demasiado largo… De modo
que entre el viaje de ida y el de vuelta demoraba más o menos dos horas.
El cartel del 5 era amarillo con letras rojas y decía: “Tolosa - Los
Hornos”. En algún momento, luego de que se suprimió el servicio del 1, el 5
extendió su recorrido desde la Estación de 1 y 44 hasta 1 y 528 y desde allí
salía hacia 60 y 137. El viaje completo, desde Tolosa a Los Hornos duraba
una hora justa.
El 14, con su cartel blanco y letras negras, tenía un solo coche, el cual
tardaba media hora justa para dar toda la vuelta. Desde la Estación de 1 y
44 tomaba por 1 hasta 40. Seguía por ésta hasta 12 y por 12 hasta 49, para
tomar esta arteria hasta 1 y desde allí a la Estación nuevamente.
Pero la línea 25, que al igual que la 26 y otras como la 16, tenía
coches grandes con capacidad para 60 o más personas sentadas, realizaba,
dentro de La Plata, un recorrido muy largo.
Dentro de Berisso hubo dos líneas: la 23, a Los Talas, y la 24, a Palo
Blanco. Esta tenía un solo coche, que partía de las calles Montevideo y Río
de Janeiro hacia el balneario mencionado y regresaba.
Subía al tranvía por la puerta delantera (nadie lo hacía por allí, porque
los pasajeros sabían que debían subir por atrás).
Allí, dicho sea como de paso, había una mesa grande, donde la familia
se reunía a desayunar, a almorzar o a merendar durante los días de verano.
Realizaba sus viajes con mucha gente, casi siempre lleno. Quienes no
hallaban asiento en los coches viajaban en el espacio (amplio por cierto)
destinado a furgón.
Para los niños que no la habían conocido antes, su pasada era vista
con curiosidad y mucha gente se alegró de su regreso. Pero, al cabo de muy
poco tiempo, fue raleada definitivamente.
Sin embargo, Pereyra Iraola tenía - y creo que aún tiene - un célebre
colegio “MARIA TERESA”, de las Hermanas de la Caridad Hijas de San
Vicente de Paúl.
Seguía una parada, donde sólo había un cartel que decía “Kilómetro
53”. En aquel lugar, que puedo identificar perfectamente, como también
podrán hacerlo quienes vivieron antaño en sus inmediaciones, hay
actualmente una escuela.
El tren llegaba lleno y regresaba del mismo modo, con gente que se
mostraba feliz por haber compartido un día al aire libre, junto al río, que no
era ni barroso ni sucio como lo fue después.
Trabajó durante muchos años con un hombre muy bueno, don Antonio
Bartolomé, de quien mi padre aprendió aquel duro trabajo.
Me atrevo a decir que en casi todas las casas había una “fiambrera”.
Se trataba de una especie como de “jaula” con alambre mosquitero. El piso
y el techo eran de madera. En el techo tenía un gancho hacia afuera para
colgarla en un árbol.
El fin de la fiambrera era conservar la carne. Esta recibía un baño de
vinagre y sal. Luego se la colocaba colgando de un gancho que tenía en su
interior esta especie de heladerita a aire. Finalmente se ponía la fiambrera
en una rama de árbol, donde quedaba toda la noche. La carne resultaba
exquisita cuando se la cocinaba luego de haber estado al sereno.
9.- EL BARATOY
¿Qué era?
10. EL BARQUILLERO
A veces digo para mi coleto: “¿A dónde te habrás ido, Tilín Tilín,
vos que fuiste la delicia de los niños?”
12.- EL ORGANITO
Pasaba cada tanto, porque iba por los diferentes barrios de La Plata.
Todos los vecinos se paraban a escucharlo con agrado.
Arriba del organito había una jaulita con dos cotorritas verdes, que
eran la atracción de este modesto espectáculo.
Esta iba desde 115 hasta 118. Allí, había una tranquera y en diagonal,
a 30 metros más o menos, se hallaba un monte de eucaliptos altísimos,
donde estaba la vivienda del dueño y cerca había dos o tres vacas atadas,
de manera que quien iba a comprar leche a aquel tambo la recibía recién
ordeñada. Se decía “leche al pie de la vaca”.
Todas las tardes sacaba a sus tres o cuatro vacas a pastar por los
baldíos del barrio El Churrasco.
Manolito, que hacía poco que caminaba solo, iba a pararse al lado del
caballo, un percherón enorme, con una fuerza brutal. A veces, el niño le
tocaba las patas traseras. Una vecina que había visto este episodio comenzó
a gritar para llamar a doña Lola o a don Manuel. Salió el gallego y muy
tranquilo, le contestó: “No se preocupe que no le va a pasar nada al
caballo”. Lo cierto es que el animal se quedaba quieto y al pequeño nunca le
ocurrió algo de lamentar.
Había lecheros que hacían gala de los cuidados que les daban a los
carros, los cuales estaban muy bien pintados y fileteados. Sus dueños
dejaban traslucir su orgullo por ello.
Y no digamos de los caballos. Eran como las niñas de sus ojos, porque
con sus caballos salían a ganarse el sustento diario. Por eso había que
brindarles una atención esmerada: lavado y cepillado, buena alimentación
de pasto tierno y maíz, con abundante agua.
14.- EL AFILADOR
Era este uno más en cada barrio. Pasaba a la mañana con su enorme
piedra circular, como una rueda, en una especie de carrito, con dos varas
cortas, que el afilador empujaba.
“Afilador,
para tu cariño hallar,
dale que dale a la piedra
que de alguna puerta
ya te llamarán”.
“Yo afilo cuchillos,
Yo afilo tijeras,
para las muchachas
casadas o solteras,
y si no cortaran
y si no cortran
como soy honrado,
como soy honrado
las vuelvo a afilar”.
La hizo muy conocida la orquesta del cordobés don Rafael Rossi, pero
otras orquestas también incorporaron esta ranchera a su repertorio.
¿Quien era?
Tenía unos terrenos en la calle 117 entre 526 y 527, donde ejercía su
oficio de agricultor.
Nunca hablé con don Calandria, pero recuerdo que, en mí, había una
admiración por su arte de agricultor. Sentía pena por él, porque lo veía
siempre solo, pero jamás sin trabajar.
Era, sin dudas, un hombre ejemplar que hacía lo suyo por el placer de
que la tierra le devolviera pingües frutos.
16.- EL DIARERO A DOMICILIO, UN TAL DON VICENTE.
Estimo que merece un recuerdo en estas pocas líneas, porque fue una
buena persona.
Don Vicente, con lluvia torrencial, con frío, con calor, con viento o del
modo que estuviera el tiempo, no faltó nunca. Y esto último es decir
bastante de cualquier persona.
No sé si algún día leerá lo que escribo sobre él. Quizás fuera mejor
que no, porque tal vez no le hago justicia.
En las décadas del 50 y 60, casi todas las casas tenían un espacio
destinado para jardín. Era un hecho como consensuado en las familias.
19.- LA RADIO
Glostora era una brillantina para el cabello de los hombres. Algo así
como un aceite suave y ricamente perfumado.
Otro programa muy famoso, que hasta hoy se lo nombra, “Los Pérez
García”, era el predilecto de las familias, quienes lo siguieron, durante años
y años. Lo interpretaban Sara Prósperi, Jorge Norton y Nina Nino.
Los cinco grandes del buen humor hicieron capote por largo
tiempo. Integraban este quinteto cómico Rafael Carret, Zelmar Gueñol, Jorge
Luz, Guillermo Rico (este último cantaba tangos con el nombre de Guillermo
Coral en la orquesta de Francisco Canaro) y otro tanguero que fue Juan
Carlos Cambón, oriundo de La Plata, pianista de una orquesta que creo que
se llamaba Los Ases. A la muerte de Cambón, el grupo de cómicos se llamó
Los grandes del buen humor.
Este italiano había sido contratado por el General Perón para animar
los mitines políticos, donde el popular caudillo le hablaba al pueblo.
Alcanzó tanta fama y notoriedad que llegó a las radios e hizo una
película, cuyo nombre no retengo ahora.
Una canción de las de Nicola se hizo famosa y se la recuerda después
de 50 años: “La caffettiera”:
La caffettiera,
la caffettiera
da me vicina,
da me vicina,
sere e mattina
fa blu, blu, blu,
fa blu, blu, blu,
bluru, blu, blu,
bluru, blu, blu,
bluru, blu, blu.
Blu, blu, blu,
blu, blu, blu.
Otra canción que hizo famosa Nicola Paone fue “Ue paisano”.
Ue paisano,
Ue paisano,
ue, ue, paisano,
ue paisano,
ue paisano,
come stá.
Con su guitarra y simples letras, don Nicola Paone hizo feliz a mucha
gente. Yo era apenas un niño y tengo en mis oídos aquella musiquita. Por
ello mi humilde homenaje.
¿Quien se lo perdía?
Con los años, con el auge de la T.V. y más cuando apareció la video-
cassettera, el servicio de los cines se fue reduciendo. Quedaron sólo los más
importantes, cuyos propietarios tuvieron que invertir grandes sumas en el
reciclamiento y mantener una oferta de películas interesantes, como para
motivar la concurrencia del público.
Todo “tacho” servía para la ocasión y tanto los niños, como sus
padres, y muchas otras personas de distintas edades adherían al juego.
Duraba más o menos dos horas y era tal la refrescada que, a eso de
las 17, todos chorreaban agua como patos recién salidos de la laguna.
22.-LA TELEVISION
Otro que atrapó el interés de los jóvenes fue “EL CLUB DEL CLAN”.
El que conoce algo de cultura popular sabe que eso era imposible.
A las 11 de la mañana proyectaban diariamente ENCICLOPEDIA EN
T.V., muy cultural, en especial para los jóvenes estudiantes. Entre la mucha
información que ofrecía este programa estaban las películas documentales
del Canadá que informaban sobre diversos aspectos de la vida en ese país.
Los padres compartían más tiempo con sus hijos, a pesar de que se
trabajaba tanto como se trabaja hoy.
Felipe el explorador
quiere dar la vuelta al mundo;
Felipe el explorador
quiere dar la vuelta al mundo;
mas no sabe si podrá,
y no sabe si podrá,
porque no tiene un centavo
partido por la mitad,
porque no tiene un centavo
partido por la mitad.
EPILOGO
La vida de aquellas décadas de las que hablo… del 50, del 60, del 70…
tuvo sus encantos.
Fue la que nos tocó vivir a tantos y estoy seguro, por mi parte, de
haberla gozado plenamente, en todas sus manifestaciones.
Desde aquellos años, nos hemos proyectado hacia ahora con las
manos cargadas de obras para los demás y también con el alma llena de
afectos.
Bendito Dios por todo lo que nos dio y por poder contarlo
gustosamente a las generaciones jóvenes, quienes tal vez reconozcan que
aquellos años tuvieron su encanto.
La Plata y 02 de mayo de 2009.-