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INDICE
TALLER DE SUELOS
Contenidos generales.................................................................................... 3
Objetivos ....................................................................................................... 4
Bibliografía ................................................................................................... 31
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TALLER DE SUELOS
CONTENIDOS GENERALES.
En este taller abordaremos el estudio de los suelos, desde un punto de vista
práctico y desde diferentes perspectivas, que pueden realizarse con porciones de
suelos, conduciendo a algunas conclusiones básicas sobre edafología. No
obstante lo más importante no son los resultados obtenidos sino el bagaje
manipulativo que pueden adquirir los alumnos que las concluyan. El papel e
importancia de los suelos en los ecosistemas, usos por parte del hombre y
problemas de conservación. Todos estos aspectos se tratarán tomando como
referencia los diferentes suelos del Jardín Botánico "Manuel Guillem", del lEES
nuestra Señora del Pilar (Tetuán).
OBJETIVOS:
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PREPARACIÓN Y DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD
a) Inicial en el Aula:
b) En el Jardín Botánico:
§ Observación "in situ" de varios tipos de suelos que servirán como iniciación
a su reconocimiento para posteriores excursiones.
§ Realización de las actividades previstas en las fichas del alumno (medición
de los diferentes horizontes, temperatura y obtención de muestras para su
análisis en el laboratorio.
c) En el Laboratorio:
d) En casa:
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MARCO TEÓRICO: INTRODUCCIÓN
Simplificando en extremo, podemos definir el suelo como “todo terreno apto para
el cultivo o la vegetación”. Claro está que, para ser favorable al asiento vegetal, las
condiciones que debe reunir son las que proporcionan los llamados procesos
edafogénicos, cuyo punto de partida son los de la meteorización. Entres estas
condiciones, podemos incluir:
* Una disminución del tamaño de grano de las partículas, para que no
obstaculicen el crecimiento de las raíces vegetales, que a su vez acentuarán esa
fragmentación a medida que el vegetal crece.
* Una mineralogía que suponga un abastecimiento de elementos indispensables
para el desarrollo vegetal.
* Una textura con la suficiente porosidad para albergar el agua necesaria para las
funciones vegetales.
Entre todas estas condiciones existen relaciones biunívocas, ya que la absorción
de sustancias está condicionada a su vez por la mayor superficie que supone un
menor tamaño de los granos. Pero a su vez, si éstos son demasiado finos, la
porosidad disminuye y, por tanto, la capacidad de retención de agua, provocando
una superficie impermeable que se encharcaría con facilidad.
En consecuencia, la calidad de un suelo, la mejor o peor oferta para el asiento de
los vegetales, es el resultado de un conjunto de condiciones muy imbricadas que
comienzan con el tipo de roca originaria y el tipo e intensidad de la meteorización
a la que se ha visto sometido.
Desde el punto de vista de la ecología, el suelo tiene entidad propia, no sólo como
pilar de los ecosistemas por ser el asiento a los productores, los vegetales, sino
también porque en sí mismo se puede considerar ya un ecosistema, con sus
componentes físico-químicos y bióticos.
FACTORES EDAFOGÉNICOS.
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referirnos a materiales que se encuentren donde se han originado o que han sido
desplazados, respectivamente.
La topografía y la orientación geográfica influyen tanto en lo que se refiere a la
capacidad de retención de agua como al tiempo de exposición solar, que ser
relaciona con la pérdida de agua por evaporación. Las superficies inclinadas
supondrán mayor escorrentía y, en consecuencia, menor posibilidad de absorción.
La orientación geográfica es un factor importante desde el punto de vista de
suelos inclinados mucho o poco, ya que una orientación al norte, en el hemisferio
norte claro, traerá consigo una menor evaporación al ser menos el tiempo de
exposición al sol, y una mayor oblicuidad de sus radiaciones, por tanto menos
energéticas. Una orientación al sur supone los efectos contrarios.
El factor tiempo es fundamental, pero no de igual aplicación para los diferentes
suelos. En general, a más tiempo de actuación de los demás factores, más
desarrollo del suelo. Pero un suelo alóctono, será de desarrollo mas rápido que
uno autóctono al haber partido de una disgregación mecánica provocada por una
anterior erosión y transporte. Los suelos de llanuras de inundación de los ríos son
relativamente jóvenes, al partir de sedimentos poco coherentes y con un grado de
fragmentación que supone un avance en el inicio edafogénico.
Los factores climáticos, que en suma son los que controlan la meteorización.
Incluyen la temperatura, que actúa en proporción directa: a mayor temperatura,
mayor meteorización
En ocasiones, cuando el agua sufre hielo-deshielo, producen fenómenos de
crioturbación, consistente en un aumento de volumen del agua que empapa a los
materiales, en este caso no compactados, materiales muy margosos o con gran
cantidad de arcillas, que al verse afectados reiteradamente por esta acción,
terminan por adquirir un estado especial de esponjosidad, llamándosele por lo
blando moIlisuelo. En invierno, o en condiciones muy frías, puede quedar
congelado, al menos en los niveles más inferiores, llamándosele al suelo helado
permafrost o pergellisuelo.
En un clima enérgico en cuanto a las condiciones de temperatura y de humedad
(intertropical), los minerales de la arcilla continúan siendo afectados por los
procesos de meteorización, dando como producto final los suelos bauxíticos, de
color rojizo por el óxido de Fe, ya que la bauxita pura es blanca.
De la misma forma, puede tener importancia el viento, pero siempre que no
encuentre obstáculos. La vegetación protege al suelo de este factor, ya que el
viento supone un incremento de la evaporación, un arrastre de partículas, y en
suma una desaparición del suelo (desertización).
Por último, en esta síntesis climática, hay que tener en cuenta el equilibrio entre
las lluvias y la evaporación; un exceso de las lluvias implica un lavado o lixiviado,
lo que supone la pérdida de sustancias arrastradas en disolución o coloides
empobreciendo al suelo en determinados componentes. Por su parte, un exceso
de evaporación provoca movimientos ascensionales de las sales disueltas por
capilaridad, formando los caliches. Recordemos que la meteorización en climas
muy agresivos en cuanto a humedad y temperatura, genera suelos enriquecidos
en hidróxidos y óxidos de Al y Fe. Se les pueden llamar por este enriquecimiento
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relacionado con un gran lavado, pedalfer y los enriquecidos en carbonatos,
generalmente por la evaporación, pedocal.
Factores bióticos: Los seres vivos actúan desde dos frentes. El primero deriva
de su propia presencia y de la actividad mecánica que desarrollan, factores que
intervendrían disgregando y removiendo las partículas, así como favoreciendo
además la porosidad, la aireación y el transporte de materia horizontal y
verticalmente.
El segundo frente en el que actúan los seres vivos está relacionado con el aporte
de humedad, CO2 y otros productos de su metabolismo (compuestos
nitrogenados, etc.) así como de las sustancias provenientes de su descomposición
al morir; de especial importancia para la síntesis de hormonas para el crecimiento
vegetal, formación de hojas, floración, etc. Este conjunto de sustancias se reúnen
bajo el término genérico de humus. Los seres vivos pioneros en la integración en
un suelo son las bacterias, los hongos y los líquenes, seguidos de pequeños
invertebrados, gusanos nematodos, artrópodos y ciertos ácaros. En suelos
desarrollados encontraremos lombrices, hormigas, organismos excavadores como
el alacrán cebollero o los topos, así como una vegetación asentada que lleva a
cabo acciones tanto mecánicas (raíces), como químicas por sus relaciones con los
componentes del suelo e integración de estructuras en putrefacción, entre otras.
El porte – herbáceo, arbustivo o arbóreo - de la vegetación espontánea
predominante depende a su vez de muchos factores. Es arriesgado, por lo tanto,
establecer a este respecto normas genéricas. En cualquier caso, en nuestro
dominio climático, las formas arbóreas se asientan por lo general mejor en suelos
tipo pedalfer, mientras que los herbáceos en los de tipo pedocal. Esto explicaría,
entre otras circunstancias, la abundancia relativa de la vegetación de porte más
humilde en zonas áridas y semiáridas, mientras que las especies arbustivas y
arbóreas proliferarían en zonas de mayor pluviometría, en correspondencia con
cada tipo de suelo.
Composición del suelo: Podemos considerar los componentes del suelo como
pertenecientes a dos grandes subtipos: inorgánicos y orgánicos.
En los inorgánicos, cabe diferenciar por un lado el agua, como base de coloides y
disoluciones y, por otro, la fracción mineral compuesta por sílice (también
conocida como fracción arena), las arcillas (fracción arcillosa) y los carbonatos
(fracción carbonatada); Además, otros compuestos como sulfuros, nitratos, etc.
pueden estar o no presentes y en proporciones muy diversas, al igual que ocurre
con el contenido en gases.
Conocer la granulometría es esencial para cualquier estudio del suelo. Existen, no
obstante, muchas clasificaciones en función del tamaño de las partículas
constituyentes del suelo. Básicamente todas ellas aceptan los términos de grava,
arena, limo y arcilla, pero difieren en los valores de los límites establecidos para
definir cada clase. De todas estas escalas granulométricas, son la de Atterberg o
Internacional (llamada así por haber sido aceptada por la Sociedad Internacional
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de la Ciencia del Suelo) y la americana del USDA (Departamento de Agricultura de
los Estados Unidos) las más ampliamente utilizadas.
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terrones. Según las formas de estos reagrupamientos, hablamos de estructura.
Bloques Granuda
Laminar Columnar
Perfil del suelo: Es el estudio de los distintos niveles que presenta un suelo en
vertical, atendiendo a criterios de estructura y composición.
A cada uno de esos niveles se les llaman horizontes del suelo, y suponen
diferentes grados de la evolución del mismo, con su composición propia, tanto
orgánica como inorgánica, así como sus propias texturas y estructuras.
De arriba a abajo, se nombran en principio tres horizontes, por convenio el A, B y
C, pasando de éste último a la roca madre en vías de meteorizar.
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El horizonte A, el más superficial y por tanto el que sirve de apoyo directo a la
vegetación, en su conjunto tiene una potencia media de 25 cm., variable según los
tipos de suelos. También se le llama horizonte "eluvial", por ser el más afectado
por el lavado, por tanto no abundan en él los elementos solubles.
Al ser el de mayor contenido en materia orgánica, es de coloración más oscura.
En un suelo muy desarrollado, encontramos en este horizonte tres subniveles o
subhorizontes, el A0, el A1 y el A2. El A0, es el de la hojarasca y de la materia
orgánica que pisamos, el mayor productor de humus. El A1, presenta el humus
mezclado con minerales, algunos de ellos responsables del color; los óxidos de
Fe, por ejemplo, proporcionan a este horizonte tonos rojizos oscuros que, a
veces, por el intenso lavado, se empobrecen generando tonos amarillo parduzcos.
El A1, con poco humus, está enriquecido en sílice.
Según los climas, a veces no se presenta diferenciación entre A1 y A2.
Recordemos que el tráfico de las disoluciones y de los coloides es función de la
intensidad de las precipitaciones y de la evaporación; por esta razón, el lavado de
los materiales puede invertirse por capilaridad y ascender desde niveles más
bajos.
El horizonte B es también llamado horizonte de precipitación o "iluvial", por ser
donde se acumulan las sustancias que en disolución les llegan desde el A. Es de
color claro, prácticamente sin humus, y con un alto contenido en sílice; En este
horizonte pueden formarse por capilaridad costras o caliches de estructura laminar
que, a su vez, pueden entremezclarse con residuos redondeados o prismáticos
procedentes de la meteorización de la roca madre,.
Es el de mayor heterogeneidad química ya que, por precipitación, recibe
sustancias desde el A y, por capilaridad, desde el C.
A veces la capilaridad alcanza a la superficie, quedando los caliches encima del
resto de materiales. Decimos que ha existido una inversión en los horizontes, ya
que la secuencia sería B-A-C, de arriba a abajo. Esta inversión es propia de climas
bastante áridos.
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A este conjunto A y B se le denomina "solum", ya que es lo que entenderíamos
por suelo propiamente dicho.
El horizonte C lo forman fragmentos de roca madre en vías de meteorización y es
prácticamente la zona de transición a dicha formación rocosa, llamada también
horizonte R (de roca).
En Estratigrafía, es muy útil para el estudio de los "paleosuelos" o suelos fósiles,
suelos que en un momento determinado fueron sepultados por capas superiores.
Bien por un movimiento epirogénico que los hundió y sirvieron de asiento a nuevos
sedimentos, por desbordamiento de ríos, por mantos de corrimiento que se les
hubieran superpuesto, coladas volcánicas, etc.
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determinante en su formación. Reciben distintos nombres según la mineralogía
dominante:
Rankers. Se forman sobre rocas silíceas (granitos, gneises). Propio de
climas fríos de montaña y fuerte pendiente. Son ácidos y pobres en
carbonatos. No presentan horizonte B.
Rendzinas. Son suelos formados sobre rocas calizas en climas diversos.
Con poco espesor. Sin horizonte B. Es el equivalente anterior en terrenos
calcáreos.
Suelos Salinos: Ricos en sales de climas secos. Presentan una vegetación
de plantas halófilas. Pobre en humus.
Suelos Gley: Son suelos de zonas pantanosas. Sus horizontes inferiores
se encuentran encharcados, propiciando un ambiente reductor en los que
acumula Fe en estado ferroso y confiriendo un aspecto azulado-verdoso a
la fracción arcillosa (el "gley").
Turberas: Se forman en terrenos encharcados con abundante vegetación y
exceso de materia orgánica. Son suelos ácidos.
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PRINCIPALES ÓRDENES CARACTERÍSTICAS
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DETERMINACIÓN EN EL JARDÍN BOTÁNICO DE ALGUNAS
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS
RECOMENDACIONES:
Con esta actividad se pretende que los alumnos observen in situ los diferentes
horizontes de un suelo, realicen medidas de su espesor, observen su color,
temperatura y estructura, anotándolas en la ficha para su descripción posterior.
Para observar el color de cada horizonte, tomamos una muestra en la palma de la
mano y la humedecemos ligeramente con un poco de agua de la botella.
Posteriormente colocamos al lado de la muestra el cuadro de colores y decidimos
qué color se parece más al de nuestra muestra.
En cuanto a la temperatura, la mayor parte de la energía calorífica que recibe el
suelo procede de la energía solar. Entre los factores que la determinan se
encuentra:
§ el color del suelo, ya que se calientan más rápidamente los suelos
oscuros que los suelos claros.
§ el contenido en agua, para elevar en el mismo número de grados la
temperatura de un suelo saturado de agua es necesario más calorías que
para elevar la temperatura de un suelo seco; es por ello que los suelos
arenosos o calizos, que se desecan rápidamente, son suelos “calientes”
mientras que los suelos mal drenados o turbosos son suelos “fríos”.
§ la cubierta vegetal que se comporta como una pantalla, siendo el bosque
más eficaz que el césped; por tanto, en verano, un suelo de bosque denso
está con frecuencia unos 8 a 10°C más frío que un suelo desnudo, y en los
días cálidos y soleados, la temperatura de un suelo desnudo puede
sobrepasar los 50 °C en clima templado y de 60 a 70 °C en clima tropical.
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Para la determinación de la temperatura, usaremos el termómetro de campo que
aparece en la siguiente figura:
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Cada alumno o grupo de alumnos (nunca más de tres por grupo) deberá rellenar
las fichas y realizar las actividades que se proponen en el cuaderno del alumno
que viene señaladas como "En el Jardín Botánico". Cada alumno o grupo
entregará al profesor las fichas nada mas finalizar la actividad al aire libre.
Espesor Color Estructura y
Muestra de horizontes Tª Consistencia
Suelo A B C A B C A B C
Suelo arenoso
Suelo arcilloso
Suelo “Jardín
del Centro”
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PRÁCTICAS A REALIZAR EN EL LABORATORIO
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Práctica 1. Análisis de la porosidad
Se introduce una porción de la muestra en un tubo de ensayo, hasta los 3/4 de su
capacidad. Agitamos ligeramente el tubo con el fin de acomodar las muestras.
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§ Ligera: si observamos una leve efervescencia (hay presencia pero en
pequeñas cantidades).
§ Fuerte: si se observa una efervescencia fuerte (contiene gran cantidad de
de materia orgánica)
Práctica 4. Textura
El suelo está constituido por partículas de muy diferente tamaño, por tanto,
deberemos realizar un análisis granulométrico. Este análisis, representa el dato
más valioso para interpretar la génesis y las propiedades de los suelos, ya que,
nos dará información del clima que tiende a condicionar la textura en función de su
agresividad (texturas groseras en climas áridos y texturas arcillosas en climas
húmedos y templados) y el tiempo que tiende a dar una mayor alteración y
favorece el aumento de la fracción arcilla.
La gran mayoría de las propiedades físicas, químicas y fisicoquímicas están
influenciadas por la granulometría: estructura, color consistencia, porosidad
aireación, permeabilidad, retención de agua, lavado, capacidad de cambio,
reserva de nutrientes. También nos dará información de las propiedades
agrológicas, contaminación (Las arenas son muy inertes mientras que las arcillas
tienen un alto poder de amortiguación y presentan una alta capacidad de
autodepuración) y erosión ya que las partículas de arena son arrastradas por el
viento y agua, las arenas finas y los limos son muy erosionables. Las arcillas se
pegan y se protegen frente a la erosión.
Obtenida la muestra, realizaremos las siguientes operaciones: secado, tamizado y
almacenamiento.
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Secado. La forma más sencilla y segura de realizar esta operación consiste en
extender la muestra sobre una bandeja de papel sin satinar (anotando en el
margen de la misma el número de suelo) hasta equilibrarlo con la humedad
atmosférica. También pueden utilizarse dispositivos especiales que aceleran el
secado (estufas secadoras con aire caliente, hornos, etc.).
Tamizado. Después de pesar la muestra seca al aire, se pasa a través de un tamiz
de acero inoxidable con agujeros de 2 mm. de diámetro, agitando a mano hasta
que no pase más suelo. Se vacía lo que queda en el tamiz sobre una tabla lisa y
se pasa (sin apretar demasiado) un rulo de madera para desmenuzar los
agregados, sin romper las partículas de roca y se pasa de nuevo al tamiz,
repitiendo la operación tantas veces como sea necesario para agotar la grava y
partículas de roca que quedan en el tamiz.
Otros métodos de destruir la agregación para separar las partículas y así poder
realizar el análisis granulométrico son los químicos:
§ Oxidación de la materia orgánica con agua oxigenada (práctica 2)
§ Ataque ácido de los carbonatos y compuestos de Fe con ClH (práctica 3)
§ Dispersión de las arcillas con amoníaco.
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Según el tamaño de las partículas que forman el suelo, consideramos:
§ Grava: Partículas mayores de 2 mm.
§ Arena: Partículas hasta 2 mm.
§ Limo: Partículas hasta 0,002 mm.
§ Arcilla: Partículas menores de 0,002 mm.
Normalmente los suelos contienen una mezcla de los tres tipos de partículas y la
abundancia de cada tipo nos indica la textura del suelo (utilizar para la
clasificación la Guía para la descripción de perfiles del suelo de la FAO, pág. 8).
Otro método que se usa frecuentemente en el campo y que nos permite clasificar
con cierta seguridad los suelos en los grupos indicados, es el siguiente:
Análisis de la fracción gruesa: todas las partículas mayores de 2 mm., los
consideramos un trozo de roca y anotaremos en el cuaderno “presencia de rocas”.
Análisis de la fracción arena: si el suelo se siente áspero, significa que contiene
más partículas de arena que de limo y añadimos la palabra arena a su
clasificación. Al frotar la muestra en la palma de la mano se siente áspera.
Análisis de la fracción limo: si el suelo se siente muy uniforme sin la aspereza de
los granos de arena, esto significa que la muestra contiene más partículas de limo
que de arena y añadimos la palabra limo a su clasificación. Al frotar la muestra en
la palma de la mano se siente harinoso o sedoso.
Si sentimos algo de arena pero no mucha, esto significa que el suelo contiene la
misma cantidad de arena que de limo y no añadimos nada a su clasificación.
Análisis de la fracción arcilla: con el resto de la muestra, tomamos un trozo del
tamaño de una pelota de golf en la palma de la mano y procedemos de la
siguiente forma: rociamos la muestra con agua y la amasamos hasta que esté
toda bien humedecida. La aplastamos entre las manos frotando hasta formar un
cilindro del grosos de un lápiz; unimos los dos extremos y formamos un aro. Si
contiene mucha arcilla, se siente extremadamente pegajosa al tacto, se endurece
y precisa de bastante presión para formar la figura, el suelo se denomina arcilloso.
Si el material se siente ligeramente pegajoso y es suave al comprimirlo, quiere
decir que contiene una mezcla de partículas de arcilla, arena y limo, el suelo se
denomina franco-arcilloso.
Si el material se siente suave, uniforme y fácil de comprimir, se clasifica como
franco.
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Práctica 5. Presencia de cristales de cuarzo
Se toma una muestra de suelo seca y tamizada. Se coloca sobre un vidrio de reloj.
Al observarlos en la lupa binocular se verán unos pequeños cristales blanquecinos
que corresponde al cuarzo presente en el suelo, lo cual nos da una idea de la
composición de la roca madre.
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Se pueden utilizar diferentes métodos para su determinación, aunque aquí
recomendamos dos:
a) Determinación del pH del suelo en agua. Según la Sociedad Internacional de
Ciencia del Suelo: pesamos 10 g. de suelo tamizado y seco al aire. Se vierten en
un vaso de precipitados de 100 mI. Se añaden 25 mI de agua destilada y se agita
con una varilla de vidrio, repitiendo esta operación varias veces antes de realizar
la medida. Nunca deberá realizarse esta determinación con contenidos de agua en
el suelo menores del correspondiente equivalente de humedad. Este equivalente
de humedad varía, aproximadamente, entre las relaciones suelo/agua 1:0,25 y 1:1
debiendo, por tanto, utilizarse mayores diluciones. A los diez minutos de
preparada la suspensión se efectúa la medida con el peachímetro agitando
mecánicamente durante la misma. Es imprescindible la agitación durante la
medida debido al efecto de suspensión o “efecto Pallmann”, que hace que el pH
del líquido que sobrenada sea superior al de la suspensión agitada.
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a) Masa o peso de la muestra =…………….. grs.
b) Volumen de la muestra = …………………..c.c.
Para hallar el porcentaje de agua que contiene dicha muestra de suelo, bastará
dividir el peso del agua obtenido en la diferencia de pesos anterior, por el peso
inicial de la muestra (100 gr.) y multiplicar el resultado por 100, según la expresión
siguiente:
peso del agua evaporada
Contenido de H20 en % = x 100
peso de la muestra inicial
Muestra 1
Muestra 2
Muestra 3
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Práctica 9. Separación y observación de la fauna hipógea
Para la separación de la fauna hipógea, es necesario construir el dispositivo de la
fig.
El embudo del dispositivo se llena de suelo, cerrándose la caja con la tapadera y
poniendo en funcionamiento la lámpara. El calor generado por la lámpara en la
zona A de la caja hace que todos los animalitos de la muestra desciendan por el
embudo en su afán de huir de las condiciones adversas, precipitándose en el
interior del vaso con agua.
Transcurridas unas horas se abre la caja, recogiéndose con un portaobjetos limpio
y una aguja enmangada las partículas sobrenadantes del vaso con agua. Este
portaobjetos se coloca en el microscopio y se observa a pequeño aumento el
contenido faunístico de dicho suelo anotando los resultados.
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ACTIVIDADES A DESARROLLAR EN CASA POR LOS ALUMNOS
ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS
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Toma de muestras para completar los análisis en el laboratorio:
1. Elección del lugar de muestreo
a. Comprobar que es un lugar seguro para cavar, verifica que no hay
conducciones eléctricas, tuberías de agua, conducciones de gas, etc.
b. El lugar debe estar bajo una cubierta vegetal representativa de la
zona y en una zona plana.
c. No tiene que haber sido alterado por factores no naturales
(construcciones, jardines, etc.)
d. Debe estar alejado al menos 3 m de edificios, carreteras, etc.
e. Debe estar orientado de forma que esté bien iluminado por el sol y
nos permita observar bien los colores de sus capas y tomar
fotografías.
2. Retiramos la vegetación de la superficie.
3. Sacamos con la pala una muestra de suelo cavando 10 cm de profundidad.
4. Colocamos cada muestra en una bolsa de plástico.
5. Etiquetamos apuntando la profundidad, nombre del lugar, etc.
6. Llevamos las muestras al laboratorio.
Material necesario:
1. GPS
2. Cámara de fotos
3. Clinómetro
4. Botella de vinagre blanco
5. Botella rociadora con agua.
6. Botella de agua oxigenada.
7. Azadillas.
8. Palas pequeñas.
9. Martillo.
10. Cinta métrica.
11. Lápiz y rotuladores resistentes al agua.
12. Toallitas.
13. Bolsas de plástico para muestras.
14. Cinta adhesiva.
15. Hojas de Datos.
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BIBLIOGRAFÍA
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Taller de Suelos
Grupo de alumnos…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
Suelo nº………………………Localización………………………………………………Coordenadas……………………………………Pendiente……………………………………
Horizonte Medida Humedad Color Estructura Consistencia Textura Presencia de Presencia Presencia Presencia Temp. pH
carbonatos de raíces de M. O. de fauna
hipógea
Descripción
de la
cubierta
vegetal
Notas
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