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CANCION RELIGIOSA

LETRA AGUA CRISTALINA 1. LUNA DE MIEL EN RIO DULCE

El mundo es un desierto EN GUATEMALA TIERRA LINDA TIERRA HERMOSA

Que agua para el alma ME ENAMORÉ

No puede producir DE UNA MUCHACHA SUGESTIVA Y CAPRICHOSA

Y en ese desierto QUE VI PASAR

Mi alma transitaba

Muriéndose de sed. CON SUS OJAZOS CUAL LUCEROS ENCENDIDOS

ME CAUTIVÓ

CORO: Y CON UN BESO DE SU BOCA PRIMOROSA

El agua cristalina ME FASCINÓ

El agua que me diste POR NUESTRO AMOR

Jesús, yo la tomé. PERDIMOS LA RAZÓN

Y desde ese momento Y LUEGO NOS CASAMOS CON SINCERA


DEVOCIÓN
Has transformado mi alma
Y AL DECIDIR NUESTRA LUNA DE MIEL
Y ahora soy feliz.
PENSAMOS QUE PASARLA EN RIO DULCE

ERA MEJOR
Se ha calmado el ancia y deseo del mundo

Ya sed nunca tendré


Y A RIO DULCE CON MI AMOR EN BARCA FUIMOS
Mi alma está bebiendo del agua de la vida
SURCANDO EL MAR
Y el agua es mi Jesús.
Y EN ESE MÍSTICO RINCÓN SOLO TUVIMOS
Ahora sólo veo la gloria allá en el cielo
FELICIDAD.
Donde voy a vivir
POEMA
Tomando de mi Cristo
Mariposa del aire, de Federico García Lorca
El agua de la vida
¡Qué hermosa eres!
Qué más puedo pedir.
Mariposa del aire
CANCION GUATEMALTECA
dorada y verde dorada y verde

Luz de candil Luz de candil

Mariposa del aire Mariposa del aire

quédate ahí, ahí, ahí quédate ahí, ahí, ahí

No te quieres parar quédate ahí

pararte no quieres Mariposa ¿estás ahí?

Mariposa del aire

2 LEYENDAS

LA LLORONA

La llorona es una de las leyendas más conocidas en Guatemala y, aunque hay varios elementos que no
cambian, existen varias versiones sobre el origen de esta leyenda. Uno de los elementos que permanece
igual en todos los relatos es el nombre de la Llorono y su procedencia. Es decir, en todas las leyendas la
mujer lleva el nombre de María y es criolla, es decir, hija de de españoles en época de la colonia.

Así mismo, otro de los elementos en común de las leyendas es que María contrajo matrimonio y que su
esposo viajaba mucho. Los elementos que varian es que, estando de viaje, Maria se enamoro de un
fontanero de nombre Juan de la Cruz y producto de este amor queda embarazada.

Otra de las versiones es que de la persona que se enamora es de un mozo de su finca y la tercera versión es
que María llevaba una vida de libertinaje y se desconoce de quien queda embarazada. Las leyendas, casi
todas de ellas, cuentan que, una vez embarazada, puede ser de 1, 2 o inclusive 3 hijos, y preocupada de lo
que diría su esposo, Maria va al rio y ahoga a sus hijos. Luego de haber ahogado a su hijo o hijos, a María le
da cargo de conciencia y trata de rescatar a sus pequeños y termina ahogada ella también.

Otro de las leyendas cuentan que María regresa a su casa y al darse cuenta de lo que había hecho corre por
las calles gritando “mis hijos, mis hijos, donde están mis hijos” con lagrimas en los ojos. Finalmente, las
leyendas cuentan que la llorona está condenada a buscar a sus hijos por toda la eternidad; asimismo, se
comenta que si se escucha a la llorona lejos es porque esta cerca y cuando se escucha cerca es porque esta
lejos.
EL SOMBRERÓN

Al igual que la Llorona, El sombrerón es una de las leyendas más populares en Guatemala y por lo tanto,
tiene varios elementos similares y varios elementos distintos en cada uno de los relatos. Todas las leyendas
concuerdan en que el sombrerón era una hombre de pequeña estatura, que usaba un sombrero muy
grande, siempre estaba con una guitarra y tenía una voz maravillosa.

Cuentan las leyendas que el sombrerón vio a una mujer que lo deslumbro con su belleza, de ojos oscuros y
pelo negro. Al verla no puedo resistirse y quiso enamorarla, por lo que se acerco a su balcón y le cantó
serenata. La mujer, a quienes en algunas leyendas la llaman Celina, se enamoró de este pequeño hombre
con esta angelical voz a quien esperaba todos los días.

Celina dejo de comer esperando a la llegada del hombre con la voz melodiosa. Los padres de Celina,
preocupados, llaman a un sacerdote y al ver que este no podía ayudarla, la llevaron a un convento. La
muchacha murió de tristeza y el dia del velorio apareció el sombrerón cantando y llorando de tristeza. Desde
ese día, cuentan las leyendas que se puede escuchar al sombrerón cantar con su guitarra en las noches y
busca a mujeres de pelo negro y ojos oscuros. Así mismo, se dice que para ahuyentar al sombrerón de una
mujer a la que persigue, a esta se le debe de cortar el pelo.

2 CUENTOS

CAPERUCITA ROJA

Había una vez una dulce niña que quería mucho a su madre y a su abuela. Les ayudaba en todo lo
que podía y como era tan buena el día de su cumpleaños su abuela le regaló una caperuza roja.
Como le gustaba tanto e iba con ella a todas partes, pronto todos empezaron a llamarla Caperucita
roja.

Un día la abuela de Caperucita, que vivía en el bosque, enfermó y la madre de Caperucita le pidió
que le llevara una cesta con una torta y un tarro de mantequilla. Caperucita aceptó encantada.

- Ten mucho cuidado Caperucita, y no te entretengas en el bosque.


- ¡Sí mamá!

La niña caminaba tranquilamente por el bosque cuando el lobo la vio y se acercó a ella.
- ¿Dónde vas Caperucita?
- A casa de mi abuelita a llevarle esta cesta con una torta y mantequilla.
- Yo también quería ir a verla…. así que, ¿por qué no hacemos una carrera? Tú ve por ese camino
de aquí que yo iré por este otro.
- ¡Vale!

El lobo mandó a Caperucita por el camino más largo y llegó antes que ella a casa de la abuelita.
De modo que se hizo pasar por la pequeña y llamó a la puerta. Aunque lo que no sabía es que un
cazador lo había visto llegar.

- ¿Quién es?, contestó la abuelita


- Soy yo, Caperucita - dijo el lobo
- Que bien hija mía. Pasa, pasa

El lobo entró, se abalanzó sobre la abuelita y se la comió de un bocado. Se puso su camisón y se


metió en la cama a esperar a que llegara Caperucita.

La pequeña se entretuvo en el bosque cogiendo avellanas y flores y por eso tardó en llegar un
poco más. Al llegar llamó a la puerta.

- ¿Quién es?, contestó el lobo tratando de afinar su voz


- Soy yo, Caperucita. Te traigo una torta y un tarrito de mantequilla.
- Qué bien hija mía. Pasa, pasa

Cuando Caperucita entró encontró diferente a la abuelita, aunque no supo bien porqué.

- ¡Abuelita, qué ojos más grandes tienes!


- Sí, son para verte mejor hija mía
- ¡Abuelita, qué orejas tan grandes tienes!
- Claro, son para oírte mejor…
- Pero abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes!
- ¡¡Son para comerte mejor!!

En cuanto dijo esto el lobo se lanzó sobre Caperucita y se la comió también. Su estómago estaba
tan lleno que el lobo se quedó dormido.

En ese momento el cazador que lo había visto entrar en la casa de la abuelita comenzó a
preocuparse. Había pasado mucho rato y tratándose de un lobo…¡Dios sabía que podía haber
pasado! De modo que entró dentro de la casa. Cuando llegó allí y vio al lobo con la panza
hinchada se imaginó lo ocurrido, así que cogió su cuchillo y abrió la tripa del animal para sacar a
Caperucita y su abuelita.

- Hay que darle un buen castigo a este lobo, pensó el cazador.

De modo que le llenó la tripa de piedras y se la volvió a coser. Cuando el lobo despertó de su
siesta tenía mucha sed y al acercarse al río, ¡zas! se cayó dentro y se ahogó.

Caperucita volvió a ver a su madre y su abuelita y desde entonces prometió hacer siempre caso a
lo que le dijera su madre.
EL GATO CON BOTAS

Había una vez un molinero pobre que cuando murió sólo pudo dejar a sus hijos por herencia el
molino, un asno y un gato. En el reparto el molino fue para el mayor, el asno para el segundo y el
gato para el más pequeño. Éste último se lamentó de su suerte en cuanto supo cuál era su parte.

- ¿Y ahora qué haré? Mis hermanos trabajarán juntos y harán fortuna, pero yo sólo tengo un pobre
gato.

El gato, que no andaba muy lejos, le contestó:

- No os preocupéis mi señor, estoy seguro de que os seré más valioso de lo que pensáis.

- ¿Ah sí? ¿Cómo?, dijo el amo incrédulo

- Dadme un par de botas y un saco y os lo demostraré.

El amo no acababa de creer del todo en sus palabras, pero como sabía que era un gato astuto le
dio lo que pedía.

El gato fue al monte, llenó el saco de salvado y de trampas y se hizo el muerto junto a él.
Inmediatamente cayó un conejo en el saco y el gato puso rumbo hacia el palacio del Rey.

- Buenos días majestad, os traigo en nombre de mi amo el marqués de Carabás - pues éste fue el
nombre que primero se le ocurrió - este conejo.

- Muchas gracias gato, dadle las gracias también al señor Marqués de mi parte.

Al día siguiente el gato cazó dos perdices y de nuevo fue a ofrecérselas al Rey, quien le dio una
propina en agradecimiento.

Los días fueron pasando y el gato continuó durante meses llevando lo que cazaba al Rey de parte
del Marqués de Carabás.

Un día se enteró de que el monarca iba a salir al río junto con su hija la princesa y le dijo a su amo:
- Haced lo que os digo amo. Acudid al río y bañaos en el lugar que os diga. Yo me encargaré del
resto.

El amo le hizo caso y cuando pasó junto al río la carroza del Rey, el gato comenzó a gritar diciendo
que el marqués se ahogaba. Al verlo, el Rey ordenó a sus guardias que lo salvaran y el gato
aprovechó para contarle al Rey que unos forajidos habían robado la ropa del marqués mientras se
bañaba. El Rey, en agradecimiento por los regalos que había recibido de su parte mandó
rápidamente que le llevaran su traje más hermoso. Con él puesto, el marqués resultaba
especialmente hermoso y la princesa no tardó en darse cuenta de ello. De modo que el Rey lo
invitó a subir a su carroza para dar un paseo.

El gato se colocó por delante de ellos y en cuanto vio a un par de campesinos segando corrió hacia
ellos.

- Buenas gentes que segáis, si no decís al Rey que el prado que estáis segando pertenece al
señor Marqués de Carabás, os harán picadillo como carne de pastel.

Los campesinos hicieron caso y cuando el Rey pasó junto a ellos y les preguntó de quién era aquél
prado, contestaron que del Marqués de Carabás.

Siguieron camino adelante y se cruzaron con otro par de campesinos a los que se acercó el gato.

- Buenas gentes que segáis, si no decís al Rey que todos estos trigales pertenecen al señor
Marqués de Carabás, os harán picadillo como carne de pastel.

Y en cuanto el Rey preguntó a los segadores, respondieron sin dudar que aquellos campos
también eran del marqués.

Continuaron su paseo y se encontraron con un majestuoso castillo. El gato sabía que su dueño era
un ogro así que fue a hablar con el.

- He oído que tenéis el don de convertiros en cualquier animal que deseéis. ¿Es eso cierto?

- Pues claro. Veréis cómo me convierto en león

Y el ogro lo hizo. El pobre gato se asustó mucho, pero siguió adelante con su hábil plan.

- Ya veo que están en lo cierto. Pero seguro que no sóis capaces de convertiros en un animal muy
pequeño como un ratón.

- ¿Ah no? ¡Mirad esto!

El ogro cumplió su palabra y se convirtió en un ratón, pero entonces el gato fue más rápido, lo cazó
de un zarpazo y se lo comió.

Así, cuando el Rey y el Marqués llegaron hasta el castillo no había ni rastro del ogro y el gato pudo
decir que se encontraban en el estupendo castillo del Marqués de Carabás.

El Rey quedó fascinado ante tanto esplendor y acabó pensando que se trataba del candidato
perfecto para casarse con su hija.

El Marqués y la princesa se casaron felizmente y el gato sólo volvió a cazar ratones para
entretenerse

2 HISTORIAS

Fascinación.

De un tiempo a la fecha he notado que me fascina la gente joven. Se trate de chicos o chicas, mi admiración
es asexual. El solo mirarlos me causa un placer irremplazable. Sus movimientos, gestos, esa fingida
indiferencia ante todos y todo. Me gusta disfrutar de sus facciones, su piel lozana y fresca, los labios
ligeramente humedecidos por la lengua. Tan perfectos, bellos y encantadores.
Yo solo mirando, sin moverme, sosteniendo la respiración ante la maravilla.
Como las alas de una preciosa mariposa aleteando delante de mis ojos en cámara lenta.
En particular, me gusta más aún cuando los miro y ellos vagan por el mundo sin saber lo hermosos que son, y
lo son por muchas razones, una, mi favorita, quizás, es que lo son por toda esa juventud que cargan como si se
tratase de cualquier cosa, toda esa energía. Sin darle casi ninguna importancia.
Como un pañuelo mal guardado en el bolsillo trasero del pantalón, la mitad de fuera, esperando a que algún
extraño en un descuido te lo saque sin darte cuenta. De un jalón.
Si, de un tiempo a la fecha los prefiero jóvenes, se trate de chicos o chicas.
Me fascina mirarlos. Estén vivos o muertos.

De tajo.
El invierno pasado marcó exactamente dos años desde la última vez que nos vimos. Que me tuviste sin que yo
te tuviera.

Durante todo este tiempo he venido arrastrando los pies como un enfermo, un sonámbulo, ningún lugar me
parece bueno para mí por que soy yo el que no se siente bien a donde quiera que vaya. Es como si este mundo
no estuviese hecho para alguien que guarda una pasión tan ardida como yo.

Daría cualquier cosa por dejar de respirarte cada vez que me amanece, por borrar el tacto de tu piel sobre la
mía, la textura de tus cabellos de entre mis dedos húmedos por tus sudores.

Acudo con puntualidad a las comidas familiares sin ningún interés mas que el de mantenerlos tranquilos por
mi bienestar, aprendiendo de vez en cuando a dibujar esa sonrisa fingida que parece contentarlos a todos,
menos a mi; de igual forma no falto nunca a mis charlas con el psiquiatra. Ese viejo.

El pobre piensa que hemos hecho algunos “avances”.

Todas las pastillas que me ha recetado solo han conseguido hundirme en un estado de permanente sigilo, soy
como un gato abandonado, siempre con hambre, pero siempre callado. Dolido tan hondo que ya es imposible
que salga de mí ser maullido alguno.

Lo he venido pensando desde hace mucho pero no había dado con “eso” que hace falta para decidirse de una
buena vez. El sentido de supervivencia me venía sosteniendo no se de que manera.

Hasta que el otro día por la tarde el buen doctor me ha dicho las palabras que si no mágicas, precisamente
adecuadas “Necesitas borrarla ya de tu mente para siempre, debes eliminarla por completo”.

Por eso estoy aquí, parado a mitad de la cocina con ambas manos temblorosas aferradas al mango del cuchillo
enterrado en mi vientre, mirando como ese chorro oscuro y espeso semejante al aceite, llora hasta llegar al
suelo. Era el único modo.
Tenia que cortarte de mí.

2 FABULAS
ADIVINO

Instalado en la plaza pública, un adivino se entregaba a su oficio. De repente se le acercó un vecino,


anunciándole que las puertas de su casa estaban abiertas y que habían robado todo lo que había en su
interior.
El adivino levantose de un salto y salió corriendo hacia su casa, desencajado y suspirando, para ver lo que
había sucedido.
Uno de los que allí se encontraban, viéndole correr le dijo:
-Oye, amigo, tú que te vanaglorias de prever lo que ocurrirá a los otros, ¿por qué no has previsto lo que te
sucedería a ti?
El adivino no supo qué responder.
Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden adivinar el futuro de los demás. Tan sólo
pretenden estafarnos y quitarnos nuestro dinero.

LA BRUJA

Érase una vez una bruja que se ganaba la vida vendiendo encantamientos y fórmulas para calmar la cólera
de los dioses.

Con esta promesa a la bruja no le faltaban clientes y conseguía grandes cantidades de dinero de este modo
de vida.

Pero un día fue acusada de ir contra las leyes y la llevaron ante los jueces supremos del país.

Así, tras un juicio muy corto, la culparon y la hicieron condenar a muerte.

Viéndola salir de la sala del juicio, una de las personas presentes le dijo:

- Bruja, tú que decías poder desviar la cólera de los dioses, ¿Cómo no has podido persuadir a los hombres?

Moraleja: hay que ser precavido con quienes prometen solucionar todo problema que tengas a cambio de
dinero pero son incapaces de arreglar los suyos.
3 PARABOLA

LA PARÁBOLA DE LAS DIEZ VÍRGENES-MATEO 25:1-13

Mateo 25:1-13

25:1 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a
recibir al esposo.
25:2 Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.
25:3 Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;
25:4 mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
25:5 Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.
25:6 Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!
25:7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.
25:8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se
apagan.
25:9 Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a
los que venden, y comprad para vosotras mismas.
25:10 Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las
bodas; y se cerró la puerta.
25:11 Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos!
25:12 Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.
25:13 Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

Reflexión: El tema principal de esta parábola es la necesidad de estar preparados en todo tiempo como hijos
de Dios para la llegada del Señor Jesucristo desde los cielos, para traer el juicio a las naciones, y la entrada
culminante al reino eterno.

LA PARÁBOLA DE RICO INSENSATO


Lucas 12:13-21(RV)

12:13 Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. 12:14 Mas él le
dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? 12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos
de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

12:16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido
mucho. 12:17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis
frutos? 12:18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis
frutos y mis bienes; 12:19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años;
repósate, come, bebe, regocíjate. 12:20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo
que has provisto, ¿de quién será? 12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

Reflexión: El decir que la verdadera bendición de Dios es la abundancia de los bienes materiales, esta lejos
de las enseñanzas de Jesús cuando estuvo aquí en la tierra en forma corporal, Él nos hizo varios llamados de
advertencia sobre el tema, muy a pesar que con el pasar del tiempo, esta enseñanza se ha tergiversado con
tanta fuerza que ha afectado sustancialmente la vida de muchos cristianos al estar confundidos o
momentáneamente se desvían de lo que realmente significa la verdadera riqueza.

Parábola del hijo pródigo

En aquel tiempo, se acercaban a Jesús todos los publicanos y los pecadores para oírle. Y los fariseos
y los escribas murmuraban, diciendo: Éste acoge a los pecadores y come con ellos. Jesús les dijo esta
parábola: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la
hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda. Pocos días después el hijo menor lo
reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino.
«Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar
necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus
fincas a apacentar puercos. Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos,
pero nadie se las daba. Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan
en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré:
Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de
tus jornaleros." Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vio su padre y,
conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: "Padre, pequé contra el
cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo." Pero el padre dijo a sus siervos: "Traed aprisa el
mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo
cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha
vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado". Y comenzaron la fiesta. Su hijo mayor estaba en
el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los
criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el
novillo cebado, porque le ha recobrado sano." El se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le
suplicaba. Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una
orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; ¡ahora que ha
venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo
cebado!" Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía
celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida;
estaba perdido, y ha sido hallado."

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