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ANTECEDENTES FILOSÓFICOS

Platón y Aristóteles, como otros filósofos griegos, afrontaron algunas de las

cuestiones básicas de la psicología que aún hoy son objeto de estudio:

¿Nacen las personas con ciertas aptitudes y habilidades, y con una

determinada personalidad, o se forman como consecuencia de la

experiencia? ¿Cómo llega el individuo a conocer el mundo que le rodea?

¿Ciertos pensamientos son innatos o son todos adquiridos?

Tales cuestiones fueron debatidas durante siglos, pero la psicología

científica como tal no se inicia hasta el siglo XVII con los trabajos del filósofo

racionalista francés René Descartes y de los empiristas británicos Thomas

Hobbes y John Locke. Descartes afirmaba que el cuerpo humano era como

una maquinaria de relojería, pero que cada mente (o alma) era

independiente y única. Mantenía que la mente tiene ciertas ideas innatas,

cruciales para organizar la experiencia que los individuos tienen del mundo.

Hobbes y Locke, por su parte, resaltaron el papel de la experiencia en el

conocimiento humano. Locke creía que toda la información sobre el mundo

físico pasa a través de los sentidos, y que las ideas correctas pueden y

deben ser verificadas con la información sensorial de la que proceden.

La corriente más influyente se desarrolló siguiendo el punto de vista de

Locke. Sin embargo, ciertos psicólogos europeos que han estudiado la

percepción sostendrían varios siglos después la idea cartesiana de que

parte de la organización mental es innata. Esta concepción aún juega un


papel importante en las recientes teorías de la percepción y la cognición

(pensamiento y razonamiento).

Los filósofos Sócrates, Platón, y Aristóteles son los representantes

fundamentales de la filosofía de la Antigua Grecia. Con Sócrates la filosofía

deja de interesarse por los fenómenos naturales y pasa a ocuparse del ser

humano, de cómo debemos vivir nuestra vida. Platón sostenía que no existe

la maldad y que nadie es malo por naturaleza; una persona puede ser

malvada debido a la adquisición de malos hábitos o por una deficiente

educación, reconociendo que estas limitaciones no son elegidas por el

hombre. Siguiendo su pensamiento, afirma que el alma tiene una parte

racional, otra pasional y otra hedonista.

La parte racional del alma Platón la localiza en la cabeza y es lo que

distingue al hombre. Es la más elevada de las formas del alma, que es

inmortal y de carácter divino; las partes pasional y de los apetitos se

encuentran en el pecho y debajo del diafragma respectivamente y mueren

con el cuerpo.

Sigmud Freud fue un médico, y una de las mayores figuras intelectuales

del siglo XX , quien elaboró el método de investigación y tratamiento

conocido como psicoanálisis. En sus trabajos, Freud llamó la atención sobre

las pulsiones (instintos) y los procesos inconscientes que determinan el

comportamiento humano. Este énfasis en los contenidos del pensamiento y


en la dinámica de la motivación, más que en la naturaleza de la cognición

por sí misma, ejerció una influencia decisiva en el desarrollo de la psicología

contemporánea.

EL RACIONALISMO

El racionalismo es una teoría filosófica que tiene su origen en el

pensamiento de Descartes (1596-1650, filósofo francés). No olvidar

tampoco que el racionalismo no supuso la superación del pensamiento

religioso, antes al contrario, la noción de Dios fue muy importante en los

sistemas filosóficos racionalistas.

Descartes valoraba por encima de todo la razón y creía que esta facultad

era capaz de darnos importante contenidos, a la vez que procedimientos

que garantizasen su verdad. La razón es el instrumento adecuado para la

construcción de las teorías y el descubrimiento de leyes. Reivindica también

el lenguaje matemático para la descripción de la realidad. El conocimiento

cierto descansa en la intuición, que es capaz de ofrecer a la mente los

objetos de forma clara y distinta.

Descartes considera que existen dos tipos de realidad muy distintas, la

"res extensa" (del latín res: cosa) o cuerpos, y la "res cogitans" (del latín

cogitans: pensante) o mentes. Los animales y el resto de los cuerpos son

únicamente res extensa y sus diferencias se pueden explicar en términos

cuantitativos y matemáticos. Los hombres participan de la res extensa (pues


tienen cuerpo) y de la res cogitans (puesto que disfrutan de mentes). Se

trata de dos realidades distintas que se rigen por leyes distintas.

Los animales carecen de alma, son puros cuerpos y se conciben como

simples autómatas, tesis que le lleva a Descartes a introducir el

mecanicismo como teoría explicativa, aunque válida únicamente para los

cuerpos y no para la mente. Con el tiempo, algunos filósofos extenderán el

mecanicismo también a la mente.

Las mentes disponen de principios innatos, a partir de los cuales y mediante

procedimientos propios de la razón, que también son innatos, puede

alcanzar el conocimiento de la realidad, incluidos los cuerpos. Los

racionalistas (por ejemplo Spinoza (1632-1677, filósofo holandés) creerán

que este salir de la mente para alcanzar las cosas mediante el conocimiento

tiene un garante muy especial: Dios. Dios creó el mundo y la mente de

modo tal que el hombre razonando pudiese conocer la realidad tal cual es.

Descartes introduce el mecanicismo para dar cuenta de la conducta

animal, pero también el determinismo ya que consideró que el mecanismo

fundamental de la conducta de los organismos es el reflejo, que es

totalmente automático y no necesita de intervención alguna de la razón. Los

hombres tienen también reflejos e instintos, pero lo principal de su conducta

se escapa al determinismo y el mecanicismo pues descansa en su mente

racional.

En la filosofía aristotélica el cuerpo y la mente dependían uno de otro,


pues uno era el principio material y el otro el principio formal de los seres

vivos, sin embargo, en el racionalismo cartesiano (Cartesio=Descartes) la

relación mente-cuerpo queda rota pues se trata de dos sustancias

totalmente distintas, aunque estén unidas en un punto preciso del cerebro,

la glándula pineal (órgano situado en la base del cerebro).

EL EMPIRISMO

Tesis principal del empirismo: todo conocimiento proviene de los sentidos,

por lo que no existen las ideas innatas. Los sentidos nos ofrecen

sensaciones, y éstas se transforman en ideas gracias a los principios de la

asociación: similitud, contigüidad y contraste.

Principio o ley de la contigüidad: si varias sensaciones ocurren

frecuentemente juntas, una sola puede producir el recuerdo de las

restantes.

El empirismo se opone al método deductivo propuesto por los

racionalistas y a las tesis apriorísticas (innatistas) y defiende el

fenomenismo: únicamente podemos conocer los fenómenos, pero no la

realidad tal y como pueda ser en sí misma, la verdad objetiva. (Fenómeno:

la realidad en tanto que se presenta a los sentidos.)

Descartes defendió el mecanicismo y determinismo para explicar la res

extensa (cuerpos), pero el mecanicismo se impuso gracias a los trabajos de

Galileo (1564-1642) y Newton (1642-1727).


El empirismo se caracteriza por dos aspectos fundamentales:

a) Niega la absolutización de la verdad o, como mínimo niega que la verdad

absoluta sea accesible al hombre.

b) Reconoce que toda verdad debe ser puesta a prueba y, a partir de la

experiencia, puede eventualmente ser modificada, corregida o abandonada.

No se opone de ninguna manera a la razón, pero niega la pretensión de

establecer verdades necesarias, es decir, verdades que valgan de una

manera tan absoluta que se haga innecesaria, absurda o contradictoria su

verificación o su control.

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