Comportamiento Humano Nuevos Metodos de Investigacion 2015

PRÓLOGO
Considero al hermano Jaime Vargas un hombre de Dios, capacitado por el Espíritu Santo a
lo largo de sus años de servicio en el reino, para enseñar al pueblo cristiano verdades y
principios devocionales, y compartir de su experiencia en la oración.
En mis 68 años de convertido a Cristo, y más de 60 años en el ministerio, tengo varias cosas
que decir respecto al tema de la oración, las cuales me han dejado buenos resultados. Por esta
razón, es un gran privilegio para mí recomendarles el libro que está en sus manos.
“¡Si no oro, muero!” Ese es mi pensamiento acerca de la oración. Siempre que debo atender
algo de importancia oraré primero. Cuando me invitaban a predicar en algún lugar, para saber
si aquello venía de parte del Señor, oraba al respecto. Antes de mis viajes ministeriales a las
naciones, llenaba dicho propósito de oración. Cuando mi familia se comprometía en algo,
oraba al respecto, y por cierto, algunas veces no se efectuó dicho compromiso, lo cual
consideré que era respuesta del Señor a la oración. Las congregaciones que me invitaban a
pastorear o darles cobertura, yo les decía: –“voy a orar primero”, y algunas no insistieron- Creo
que Dios me indicaba el sí o no. No puedo decir a viva voz, el sí o no de mi Dios, cuando no
he orado para saberlo.
Pienso que hoy, el desafío más grande de la iglesia del Señor es subir de nivel, y mantener
un ritmo de avance en el mundo de la oración. Creo que este devocionario, preparará a cada
familia, líder, ministro y empresario, para que mantengan encendido su altar de oración. Los
hijos de Dios necesitamos orar en todos los tiempos y generaciones. Recomiendo aprovechar
al máximo este entrenamiento. Les aseguro que recibirán grandes bendiciones del Señor.
Entrarán a una nueva dimensión espiritual en su vida de oración. Espero que descubran y
reciban los grandes tesoros que trae “el maravilloso mundo de la oración”.
JULIO HIDALGO A.
Apóstol fundador de la Fraternidad de Iglesias
Cristianas Evangélicas Jerusalén. FICEJ Venezuela
El Pastor Jaime Vargas, es uno de los pioneros en lo que respecta a la digna tarea de enseñar
sobre la intercesión en nuestro país. He sido testigo de su alcance ministerial desde los años 90,
por lo cual considero que su trabajo en Venezuela, nuestra nación. Además, ha logrado marcar
de manera sobrenatural a nuestra generación. Su labor como Pastor- intercesor, comunicador y
orientador, ha impulsado el desarrollo del Reino de Dios en esta temporada. Como evidencia,
nace el libro “El Maravilloso Mundo de la Oración”, el cual es un poderoso instrumento para
motivar y capacitar al pueblo de Dios en la oración devocional y eficaz. Recomiendo usarlo en
las diferentes congregaciones, pues su estructura y contenido se adaptan perfectamente al
trabajo en redes y/o grupos de crecimiento, con enseñanzas de gran pertinencia y efectividad,
tanto en este país como fuera de nuestras fronteras.
Gladys Pérez de Suárez
Pastora y Socióloga
Profesora pionera del SEPAD
(Seminario evangélico pentecostal de las
Asambleas de Dios de Venezuela)
Con el paso de los años he experimentado grandes respuestas y milagros de Dios por
medio de la oración. Pienso que este libro es una herramienta para equipar, capacitar y aportar
enseñanzas necesarias para vivir experiencias sobrenaturales con nuestro Dios. No olvido las
palabras de mi padre Ylidio Da Silva expresado en un pensamiento, "La oración es el
delgado nervio que mueve los poderosos músculos de Dios". Te animo a que aproveches
cada lección, la apliques e incorpores a tu vida diaria, y conocerás "El maravilloso mundo de la
oración"
Wimel Da Silva
Pastor Principal de la Iglesia Las Buenas Nuevas Central, Barquisimeto, Venezuela.
A mi Familia
Este libro es posible, gracias al apoyo de mi esposa Martha y nuestras tres hijas. Gracias
esposa por tu sinceridad ejemplar, honestidad y esfuerzo, compañera de mil batallas en nuestro
ministerio, y tu admirable pasión por la congregación que juntos fundamos y estamos
pastoreando. Por tu abnegación en tu rol de madre y esposa.
A mis tres hijas por llenar nuestras vidas, y por acompañarnos en los padecimientos y
bendiciones, aciertos y errores, que hemos vivido juntos. Jaimar (la mayor y ya casada), Jaimely
(nacida en Caracas) y Jaimary (también nacida en la ciudad capital). Gracias a mi yerno, locutor
y pastor, Engels Galíndez, por su trabajo arduo en la fundación de la Iglesia, y su labor de
corrección ortográfica y gramatical de este libro. A nuestro perrito “Kodi”, junto a “Sacha” por
ser mi compañeros fieles todas las madrugadas en mis devocionales y trabajo de escritura. Ellos
también son creación de Dios”.
¿Cómo surgió este libro?
Desde el año 1.983, cuando acepté a Cristo como mi Salvador, comencé a coleccionar
frases, folletos y libros sobre la oración. Luego, en mis inicios en el campo misionero, leí
muchos libros de misioneros y predicadores de los siglos XVII, XVIII, XIX y XX; sus escritos
han sido clásicos de la escritura sobre el tema de la oración y la intimidad con Dios.
A través de los años, aprendí secretos y experiencias de la oración, que marcaron las vidas
de estos grandes hombres y mujeres del pasado, y por supuesto también están marcando mi
vida. Esta colección de enseñanzas me acompañó como misionero, fundando iglesias en mi
ciudad, Barquisimeto; ejerciendo también el ministerio pastoral y evangelístico en la región
capital de mi país (Caracas, Miranda y La Guaira), durante nueve años. Todo esto, fue
generando en mi vida un difícil proceso de cambio para subir de nivel con Dios.
Recuerdo, además, cuando entré al mundo de la radio, en el año 1989, comencé un camino
sin pausa en los medios de comunicación. Diez años después, trabajaba como gerente de Radio
Dinámica 1490 am en Caracas, y luego Director de Relaciones Públicas de Enlace Tv, también
en la Ciudad Capital, Dios me mostró que produciría micro-programas para la radio. Después
de orar y entender el plan de Dios al respecto, nació “El Maravilloso Mundo de la Oración”, como
un programa instructivo sobre este tema, con un estilo firme. Este micro-programa, comenzó a
sonar en Radio Dinámica 92.9 Fm en Barquisimeto. Luego entendí la necesidad de colocar
dicho material en manos del pueblo cristiano, en momentos en que viajaba por distintas
ciudades de Venezuela, dictando entrenamiento para intercesores; entonces, el reto y el trabajo
fueron mayores. Este libro en tus manos, es el resultado dichas experiencias y aprendizajes. En
total, se necesitaron 10 años para producirlo.
Le pido a Dios que las nuevas generaciones de creyentes y líderes, sean entrenados en la
oración eficaz, para un acelerado avance del reino en nuestros tiempos.
El Autor
Introducción
El Maravilloso mundo de la oración
(Devocionario y entrenamiento de 40 lecciones)
La vida de oración creciente, sedienta y constante, nos introduce a un mundo en

particular revelado en las Sagradas Escrituras como “El Reino de Dios”, donde
capturamos constantemente bendiciones dadas por nuestro Padre celestial, heredadas
en Cristo nuestro Rey eterno, por quienes hemos creído en Él. Entre estas bendiciones
encontramos: Salvación, liberación, regeneración, cuidado sobrenatural, fe, sabiduría,
poder, provisión, prosperidad, fuerzas, unción, negocios, bienes, y mucho más.
Podemos experimentar “El Reino de Dios” y recibir sus beneficios, desde una
relación espiritual con nuestro Señor, a través de la oración; por supuesto, acompañada
de una vida que quiere agradar a Dios Padre, buscando crecer en espiritualidad,
adoración, servicio, etc. Solo podemos vivir conectados con “El Reino” a través de una
creciente vida de oración, conociendo y practicando principios bíblicos.
Esta colección la hemos titulado “El maravilloso mundo de la oración”, y contiene un
devocionario de 40 días de oración. Estudiándolo de forma devocional. Te
entrenarás con nociones claves para la vida práctica sobre temas como: la oración y la
fe; la oración y la adoración; la oración y la intercesión; la oración y la guerra
espiritual; cómo organizarte en la vida de oración; la oración y su propósito; y la
oración modelo, y más que un rezo, una forma de vivir.
El objetivo de este devocionario, es motivarnos a tomar los tesoros abundantes de

“el Reino de Dios”, los cuales nos corresponden en Cristo, y convencernos de que el
único camino para apropiarnos de ello es la oración constante, devocional, específica y
eficaz. La oración, más que un deber, es una necesidad natural de la nueva criatura en
Cristo; así como respirar no es un deber sino una necesidad natural.
Dejo en sus manos una herramienta devocional y de entrenamiento sobre el mundo
de la oración, la cual nos ayuda a encontrar veredas y pasajes que conducen a los
grandes tesoros del “Reino de Dios”, equipándonos además con principios bíblicos
determinantes para caminar con profundidad y eficacia en “El maravilloso mundo de
la oración”.
pastor- intercesor: Jaime Vargas.

LECCIÓN uno
Todo comienza con la adoración a Dios.
Adoración es rendición de nuestra voluntad a Él todos los días. Es agradecimiento,

es seguirle y servirle; es un estilo de vida en el cual necesitamos andar.
Textos bíblicos: Leamos Romanos 12:1 “…que presentéis vuestros cuerpos en

sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”. También leamos
Salmos 100:4 “Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza;
Alabadle, bendecid su nombre”.
Comentario sobre los textos bíblicos: La adoración incluye la mente, emociones,
sentimientos, el cuerpo, el alma y el espíritu del creyente, como también sus bienes y su tiempo.
Es un propósito que nos corresponde a diario y a toda hora. Necesitamos presentar nuestros
cuerpos a Dios Padre, como muertos al pecado y vivos a las cosas que son del Espíritu Santo.
Requiere separarnos del mundo y acercarnos más a lo que pertenece al “Reino de Dios”. A través
del texto de los Salmos antes mencionado, David nos revela que para entrar a la presencia de
Dios, tocar su gloria, orar, pedir; aún para hacer guerra espiritual, primero es necesario adorar. Es
la mejor forma de someter la mente y las emociones; alejarnos de lo humano y conectarnos con el
poder de Dios. Sólo se puede lograr, adorando.
Aplicación personal: Hoy día, las preocupaciones diarias, absorben nuestros sentidos.
Nos ocurre en todo momento, aun cuando vamos a la iglesia, reuniones o grupos celulares
de la congregación. Constantemente, somos estorbados por nuestros sentimientos y
pensamientos. También, al momento de ministrar, en ocasiones nos sentimos “pesados”,
deseando que todo termine rápido. Sin embargo, cuando comenzamos adorando y la
carne ofrece resistencia, luego nuestro espíritu de adoración se impone; entonces
logramos romper la barrera del afán humano, y del razonamiento, la barrera de la pesadez
que afecta las motivaciones; luego su luz resplandece y refresca nuestro ser, llenando
nuestra alma de paz. Esta es la evidencia de que entramos en lo sobrenatural. Por
supuesto, no viene de una vez, se requiere de paciencia y rendición ante nuestro Padre
Celestial.
Reflexión
¿Qué implica ser un adorador?
Un adorador ha nacido de nuevo en Cristo, y le impulsan a honrar y adorar a Dios,
razones como: agradecimiento por ser salvo, por todo lo que el Señor le ha dado y ha
hecho en su vida. Le adora porque su espíritu de hijo de Dios le impulsa.
Adoración no es solo música, lo cual es parte muy importante para la misma; la
adoración es más amplia y profunda de lo que pensamos, manifestándose por distintos
motivos.
Adorar es:
➢ Un sentir que viene con la nueva criatura que ahora somos en Cristo.
➢ Su naturaleza formándose en nosotros a través del Espíritu Santo.
➢ Servirle y seguirle.
➢ El principal propósito y meta de los convertidos a Cristo.
➢ Vivir para Él y hacer su voluntad.
➢ Deseos de conocerle y obedecerle más y más.
➢ También, ser un adorador es anhelar su presencia.
➢ Es separarnos de prácticas de la vida pasada, y caminar firmes en la nueva vida en
Cristo.
➢ Es sembrar de nuestro dinero y tiempo en su obra.
➢ Es darle el lugar principal al Señor, en el cual nada en nuestras vidas lo suplanta.
➢ Es darle a Dios lo que es de Dios, y a César lo que es de César.
La adoración no es algo superficial, es tan profundo que podemos tocar el corazón de

Dios, y tan amplio que podemos conocer lo que le agrada. Luego descubrimos sus
propósitos para cada uno de nosotros. Por lo tanto, más y mejor adoración surgirán en el
ser de quien más agradece.
Todo en nuestra vida debe comenzar con adoración. La adoración es lo primero. Luego
de adorar, viene lo demás como predicar, cantar, ofrendar, diezmar, profetizar, enseñar,
evangelizar, sanar enfermos, reprender demonios, y mucho más. Aun así, recordemos que
primero somos adoradores, y lo seremos por la eternidad. La adoración nos prepara a
cada uno, y acondiciona el ambiente para la oración poderosa, la cual tiene efecto y
vida ante el trono de Dios.
Podemos entonces decir:-Hoy quiero ser un adorador, todos los días un adorador;
anhelo orar constantemente, y entiendo que la adoración a Dios me lleva a la oración de fe.
Muchas cosas que deberían ocurrir, no acontecen porque no oramos constantemente.
Han sobrevenido adversidades, sin embargo, muchas de estas no deberían suceder, pero
tristemente acontecen por falta de oración. Hay cosas que el Señor desea darnos, y no obra,
porque no oramos. Desconocemos maldades que los demonios quieren hacernos y en
ocasiones llegan a lograrlo por nuestra falta de oración.
La adoración me lleva a la oración eficaz, pues prepara mi mente y mi espíritu para ese
acercamiento con el eterno. La oración es el método de Dios. Dios no bendice a los
perezosos, la oración no es trabajo para los negligentes, sino para los diligentes y
esforzados.
Cuando adoramos, nuestra humanidad entra en el mundo de lo sobrenatural. Aún
nuestro Señor Jesucristo cuando estaba en la tierra adoraba y oraba constantemente, como
lo describimos a continuación:
➢ Se apartaba a solas a orar.
➢ Se iba a las montañas y oraba prolongadamente.
➢ Otras veces oraba hasta la madrugada.
➢ En ocasiones amanecía orando.
➢ Buscó compañeros de oración en situaciones difíciles, (pidiéndoles en su momento
cumbre, que orasen con él por lo menos una hora).
➢ Entró en agonía en la oración, a tal punto que le fue enviado un ángel del cielo para
que le confortara.
Parece que su secreto de éxito para la gran misión en la tierra fue orar e interceder. Sin
embargo, Jesús era firme cuando se trataba de adorar y agradecer al Padre celestial. Leamos
S. Mateo 4:10 “Al Señor tu Dios adorarás, y a Él solo servirás”.
Cuando conocemos a Dios en nuestra vida, la adoración y acción de gracias, fluyen de lo
más profundo de nuestro ser. Leamos S. Juan 11:41 “… Y Jesús, alzando los ojos a lo alto,
dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído”. Leamos también S. Mateo 26:30 “y cuando
hubieron cantado el himno, salieron al monte de los olivos”.
Comienza adorando, y luego puedes orar eficazmente

Cuando comienzas adorando, tu oración será de otro nivel, tendrás fortaleza y fluidez al
orar. La oración nunca pasará de moda, aunque muchos cristianos lo último que hacen es
orar. Creen ser tan hábiles que piensan no necesitar de la oración.
¿Cómo haces tú para darte ese lujo?. El lujo de salir sin orar, exponerte al mundo, sus
tentaciones, sus tinieblas y sus confusiones, sin orar.
Cuando te alimentas bien, tres veces al día, mantienes las defensas de tu cuerpo. Cuando
oras mantienes tus defensas espirituales contra el mal, logras una vista espiritual bien clara y
tus sentidos alertas.
Si al comenzar tu oración, sientes pesadez, lentitud o distracción, lo cual es normal en
nuestra carne, entonces comienza adorando. La adoración es la vida de la oración.
Cuando iniciamos nuestra oración adorando, preparamos nuestro espíritu para alcanzar
la presencia, pues sometemos lo humano en nosotros. Luego la batalla de la mente es
ganada, para ese encuentro con el Dios todopoderoso, nuestro Padre.
VERDADES Y PRINCIPIOS DE LA ORACIÓN
La adoración nos prepara para la oración, pues somete nuestra humanidad y

nuestro ego, para que el Señor ocupe el trono de nuestro corazón. La
adoración profunda y rendida atrae al Señor hacia nosotros.
CUESTIONARIO DE REPASO:
¿Por qué antes de orar, primero necesitamos adorar?

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¿Qué necesito mejorar en mi vida de oración, según esta lección?

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¿Qué espero lograr, al poner en práctica esta lección?

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LECCIÓN dos
Dediquemos tiempo de calidad a la oración
Alguien dijo: “Mucha Oración, mucho poder; poca oración, poco poder y
ninguna oración, ningún poder.”
Texto bíblico: Leamos Salmos 142: 1, 2 y 3 “Con mi voz clamaré a Jehová; con mi voz
pediré a Jehová misericordia. Delante de él expondré mi queja; delante de él manifestaré mi
angustia. Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda…”
Comentario sobre el texto bíblico: Nos muestra el salmista David, que todas sus
situaciones las exponía delante de Dios. Con anticipación, manifestaba lo que pediría a Dios en
oración. Además de traer ante Dios sus necesidades materiales, también presentaba sus asuntos
emocionales y espirituales; inclusive, los conflictos con sus enemigos.
Aplicación personal: Esta situación hace contraste con nuestros tiempos, en los
cuales, la gran mayoría prefiere buscar a Dios con profundidad y entrega, solo cuando ya
no pueden más, o cuando lo que planearon no sale como esperaban. Parece ser una vida
cristiana “al revés”. Sufriríamos menos, nos desgastaríamos menos, evitaríamos pérdidas
innecesarias y nos “saldría más económico”, si en primer lugar y con insistencia
acudiéramos a Dios en oración.
Reflexión
El tiempo que dediques en oración, determinará lo que pase en tu vida e influirá en
cómo pasarán esas cosas. No eches a un lado tu momento de oración, porque es lo más
importante de todo el día. John Wesley escribió: “Quien huye de Dios por la mañana
apenas lo podrá encontrar durante el resto del día”. Necesitamos ver el rostro de Dios
cada mañana, antes de ver el rostro de los hombres. Cuando oramos dejamos las cosas
en manos de Dios. Si Dios no ocupa el primer lugar en nuestros pensamientos por la
mañana, ocupará el último lugar en lo restante del día. Si amas a Dios no estarás demasiado
ocupado para orar, hablar con él.
Establece hoy conexión con Jesús a través de la oración. Los altibajos del creyente son
por falta de oración. Nunca lo olvides, “la llave que abre la puerta de nuestra comunicación
con Dios es la oración”. Nada de lo que hagamos tendrá el mejor fruto, si no es presentado
delante de Dios primeramente.
Ora de tal manera que no seas solo un visitador de la presencia divina, sino un
habitante en la presencia divina. Cuando el hombre o la mujer oran, Dios obra. El
poder de la oración está en quien la oye y no en quien la pronuncia. Nuestro Padre
celestial, espera de nosotros obediencia, santidad, fe y perseverancia. El creyente que tiene
vida de oración, experimenta crecimiento en estas virtudes.
Nuestras oraciones si tienen relevancia, pues la clave de una vida abundante y de éxito,
es la oración constante, apasionada por Dios y disciplinada. ¿Cuánto has perdido por falta
de oración?; las bendiciones vienen en respuesta a la oración. ¡Qué responsabilidad tan
grande la que tenemos! y ¡Que desperdicio tan terrible para nuestra vida y para la de otros
cuando no oramos!
Acepta el desafío de una vida en oración profunda y abundante, y recibirás respuestas
extraordinarias de Dios. Aprende a vivir y caminar en oración.
Practica orar con las promesas de Dios en tu boca, mente y corazón. Jesús quiere subirte
de nivel constantemente, por lo tanto necesitas entrar en tu aposento y orar. Dice la Biblia:
“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su
voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos
que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”. 1era de Juan 5:14-15.
Cualquier desafío o batalla en tu vida, primero lo logras orando. Entonces,

aseguras dirección de Dios, y la victoria pasará a ser tu premio.
¿Qué pasa con quien huye de Dios por la mañana?

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¿Por qué es importante que yo dedique a la oración un tiempo de calidad?

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Según esta lección, ¿Cuál es la clave de una vida abundante y de éxito?

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LECCIÓN tres
Quien ora, consigue agradar a Dios
Un cuerpo sin oxígeno pierde la vida. De la misma forma, la fe sin oración

quedará sin vitalidad y sin efecto.
Texto bíblico: Leamos Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque
es necesario que todo aquel que se acerca a Dios, crea que él está, y es galardonador de los
que le buscan”.
Comentario sobre el texto bíblico: El apóstol no está diciendo que es difícil agradar a
Dios, al contrario, es enfático al decir que sin fe es imposible agradar a Dios. Para agradar a Dios y
tocar su gloria, no son suficientes lágrimas o quejas, el apóstol nos dice que es necesario creer. A
Jesús le impresionaba y le agradaba cuando veía que alguien mostraba fe, esas personas recibían
su respuesta inmediatamente.
Aplicación personal: Hoy día no será distinto, el reino de los cielos está entre los
creyentes; por lo tanto, una fe nutrida y firme es necesaria para alcanzar a Dios y sus
milagros. Para desarrollar esa fe, necesitamos pagar el precio, el cual se llama tiempo de
oración, sumado al estudio de la Biblia, como también la lectura de libros edificantes.
Reflexión
¿Por cuánto tiempo oras cada día? ¿Oras todos los días? Para orar de modo efectivo
necesitas orar constantemente. Es de vital importancia que diariamente apartemos un
tiempo específico para la oración personal. Seamos fieles y ordenados en la oración,
porque las horas en la mañana son las mejores para orar; si tu opción de orar a solas con
Dios es por las noches, no desmayes, sé firme y constante.
Siempre tengamos en cuenta, que al descuidar la búsqueda de Dios, le demostramos con
ese hecho, que no tenemos tiempo para Él. En realidad le estamos diciendo que no
disponemos de tiempo para disfrutar la vida en Cristo, para gozarnos en su presencia,
buscar y experimentar la paz, para fortalecer nuestra fe, obtener dirección de Él o para
conseguir la prosperidad. Porque Él es la fuente de todas las cosas que necesitamos.
No elimines de tu día el tiempo de oración, es importante apartar un momento
determinado para orar. Si oras solo cuando te queda tiempo, definitivamente no tendrás la
oportunidad de hacerlo, pues quien no se aparta un momento para orar, no ora. Si fallas en
tu vida de oración, fallas en todo lo demás, y el paso del tiempo, mostrará la triste
realidad de tu descuido.
Muchas veces cometemos el grave error de olvidar la oración. No te permitas
abandonar la oración. ¿Qué prioridad tiene la oración en tu vida? Ningún cristiano
sacará tiempo para orar, al menos que la oración se convierta en lo primero para su
vida, por encima de su profesión u ocupación, por encima de su tiempo de diversión, por
encima de todo. Disfrutemos del privilegio de buscar el rostro de Dios cada mañana,
antes de ver el rostro de los hombres. Sacar tiempo para orar, es el mayor poder sobre la
tierra. Estar poco tiempo con Dios, significa ser pequeños ante Dios. Vivir sin
relacionarnos con nuestro Padre celestial, es estar limitados en las cosas sobrenaturales, y
vivir en miseria espiritual.
El Señor quiere de nosotros, más que “pequeños espacios de tiempo”. Nos estancamos,
cuando solo tenemos un breve momento para hacer una petición rápida. Él quiere
nuestro mejor tiempo, un tiempo en el que estemos quietos y sin prisa. Hagamos de
ese momento nuestra prioridad. La conciencia de que Dios está presente, llega como
resultado de dedicar tiempo en hablarle, escucharle y conocerle, por medio de la oración, la
adoración, y la lectura de la Biblia.
Es una decisión personal que cada día hagamos pausa en el afán, para hacer lo más
importante; para esto, se necesita carácter firme. Preséntate delante de Dios el día que
está comenzando y Él preparará tu camino.
Cuando oras, una buena parte de ti, tiene acceso a lo eterno. La oración, es
el acto sagrado de abrir las puertas hacia la gloria, y ser oídos por el Padre
celestial. Cada vez que lo hacemos, glorificamos al hijo (Jesús) ante el Padre
(Dios).
¿Por qué es imposible agradar a Dios sin fe, según hebreos 11:6?
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¿Qué requiero hacer, para apartar un mejor tiempo con Dios cada día?
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¿Qué puedo hacer, para desarrollar una fe nutrida y firme?

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LECCIÓN cuatro
La oración nos conecta con las provisiones sobrenaturales
La oración puede alcanzar cualquier situación, sea familiar, de salud, finanzas,

algo material, espiritual, y mucho más.
Texto bíblico: Leamos Filipenses 4:19 “Mi Dios pues suplirá todo lo que os falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”.
Comentario sobre el texto bíblico: Las circunstancias tan difíciles a las que se enfrentó el
apóstol Pablo, le enseñaron a depender de la protección y provisión diaria de Dios. Lo observamos
al leer sobre situaciones que pusieron en riesgo su vida y su labor ministerial, entre las que
destacamos a continuación: persecuciones religiosas con amenaza de cárcel o muerte por predicar
el evangelio; peligro de hambre; necesidades de ropa y vivienda; amenazas, traición, etc. La misión
de Pablo fue lograda con éxito, a pesar de todo, él le creyó a Dios y avanzó, por lo cual el Señor le
respaldó.
Aplicación personal: Hoy, nuestra generación necesita creer la palabra que nos
dejaron estos admirables testigos de Cristo, quienes nos aseguran la fidelidad y el
cuidado de Dios, como ellos lo experimentaron.
Cuando crees en la fidelidad de Dios para suplir todo, honras a su Hijo, y cuando
Dios te responde, honra tu fe. Las riquezas inagotables que existen en el reino de Dios,
las recibiremos a través de Cristo, ya que las mismas están destinadas para nosotros
sus creyentes e hijos. Dichas provisiones se materializarán mientras crecemos en
oración.
Reflexión
Esta lección, revela la herencia que nos corresponde por haber recibido a Cristo como
Señor y Salvador, y como el mesías hijo de Dios.
Cuando no le habíamos recibido ni conocido, el misterio de la redención y adopción

paterna estaba oculto para nosotros. Ahora somos reconocidos como hijos de Dios; y si
hijos también herederos. Podemos creer y recibir por fe, el don de la provisión
sobrenatural de nuestro “Padre Celestial”.
Antes de que llegásemos a ser sus hijos, sólo éramos parte de sus criaturas, sólo
podíamos aspirar a ser criados, y recibir nada mas los derechos de un criado; que por
cierto, un criado no hereda, solamente los hijos son herederos legales.
Siendo sólo criados, pretendíamos heredar. Nuestra herencia llegó a través del primer
Adán, contaminada de pecado, separación de Dios, debilidades, enfermedad, maldad y
muerte. Además, heredamos confusión y maldición, por parte del primer Adán.
Mas ahora a través de Cristo, heredamos todo. Leamos San Juan 1:12 “Más a todos los
que le recibieron, a los que creyeron en su nombre; él les dio potestad (derecho legal) de
ser llamados hijos de Dios”.
Nuestra mentalidad ahora no debe ser “mente” de criados que no se sienten con acceso
ni derecho; Ahora tenemos mente de hijos. Un criado no sabe pedir; la naturaleza normal
de un hijo es pedir, mientras que el padre disfruta dar a su hijo, y llenarle de gozo.
También, el Apóstol Pablo escribió en romanos 8: 16 y 17 “…somos herederos de Dios

y coherederos con Cristo…”
Y en el libro de los Gálatas “…mientras el heredero es niño….
Está bien claro por medio de la palabra de Dios, que las bendiciones y provisiones del
Dios eterno, nos corresponden; por lo cual debemos creerlas, anhelarlas y recibirlas. Por
supuesto, ningún heredero podrá conocer ni reclamar su herencia, si desconoce el
testamento. Nos corresponde conocer las sagradas escrituras, y estudiarlas como aquel que
desea conocer y recibir su herencia.
Cuando te acerques en oración ante el Padre y en el nombre de su hijo, piensa como

hijo y pide como heredero legal.
Quien sabe nadar, sobrevive cuando cae al río; quien sabe orar vence el
problema más grande. Quienes saben orar y lo practican, tienen la ventaja en
la carrera y los desafíos de la vida.
¿Qué cambios trae en tu vida de oración, esta lección?

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¿Qué le ocurre a tu fe, cada vez que el Señor provee a tus necesidades?
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¿Confiarías en Dios para que provea a todas tus necesidades? ¿Por qué?
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LECCIÓN cinco
Importantes acciones para llegar a la oración eficaz
Se requiere de disciplina para formar el hábito de la oración. Nuestras

ansiedades y necesidades nos impulsan a orar. La tarea urgente del Espíritu
Santo es sanar nuestra alma. Él quiere guiarnos al éxito, con oraciones y vidas
eficaces.
Texto bíblico: Leamos Santiago 5:16 “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad
unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”.
Comentario sobre el texto bíblico: El apóstol Santiago, nos muestra en estas palabras
inspiradas por el Espíritu Santo, que las relaciones con los demás pueden influir positiva o
negativamente en nuestras oraciones. Habla de confesarnos las faltas unos a otros, refiriéndose a
sanar las relaciones rotas, afectadas por algún conflicto. Porque: Relaciones sanas, oraciones
eficaces.
Aplicación personal: El apóstol es firme cuando enseña, que la eficacia de nuestras

oraciones, depende en gran manera de nuestra relación con otros, especialmente con los de
la casa. Pienso que por vernos todos los días, necesitamos aprender a soportarnos las fallas
y mejorar en nuestro carácter y trato con los más cercanos, “pues, nos vemos todos los
días”. De la forma como deseamos cultivar una poderosa vida de oración, se hace
indispensable, mejorar nuestras relaciones con las demás personas, entre ellos: Padres,
hijos, cónyuge, parientes cercanos y lejanos, amigos y compañeros de trabajo, de estudio,
vecinos, jefes, empleados, clientes o proveedores, hermanos en la fe, entre otros. La
disciplina y la sanidad relacional, nos llevan a la oración eficaz
Reflexión
Somos los responsables de formar el hábito de orar en nuestras vidas. Toma cuatro
semanas acostumbrarse a un hábito nuevo, y toma otras cuatro semanas para establecerlo
firmemente en nuestra vida. Para orar eficazmente necesitamos orden y disciplina.
Esta disciplina requiere responsabilidad, tiempo, práctica, esfuerzo, dedicación, sacrificio y
constancia.
Sin disciplina en nuestra práctica de la oración, nos estancamos fácilmente. La disciplina
espiritual enriquece abundantemente nuestras vidas. No dejes la valiosa disciplina de entrar
en la presencia de Dios y tener comunión con Él diariamente, la oración sin disciplina
desciende hacia el estancamiento y el fracaso.
Es difícil orar cuando nuestro amor por Dios se vuelve tibio. Nuestro amor por su
presencia, nuestra pasión por adorarle y servirle, se encienden y crecen cuando nos
encontramos con su persona a diario, a través de la oración y lectura de sus promesas
reveladas en la Biblia.
Empieza a formar el valioso hábito de la oración en tu vida, la oración es el privilegio
más grande en la vida cristiana. Los privilegios siempre traen consigo responsabilidades.
Haz que la oración sea un hábito en tu vida. El hábito de la oración debe formarse de
manera intencional y consciente. Se requiere de disciplina y pasión por su presencia para
formar este hábito. Siembra un pensamiento y cosecharás un acto; siembra un acto y
cosecharás un hábito; siembra un hábito y cosecharás un carácter; siembra carácter
de oración al Padre, y cosecharás tu destino. Da lo mejor de ti ante Dios. La oración
funciona porque el Señor obra; sin embargo, Él mismo está limitado por nuestra falta de
trabajo, esfuerzo y sacrificio en la oración eficaz.
Dios no nos dará lo mejor de sí hasta que nosotros le demos lo mejor de nosotros. Los
grandes héroes de la fe fueron hombres y mujeres de oración, quienes apartaban tiempo
para hablar con Dios constantemente.
Daniel oraba tres veces al día, David oraba tres veces al día con clamor, lamento y
lágrimas, y Dios le escuchaba. Además le adoraba y alababa siete veces al día.
El apóstol Pablo pasaba su vida en oración, ayunos y vigilias; nuestro Señor Jesús oraba
profundamente, oraba de noche, oraba de madrugada y hasta el amanecer.
Necesitamos llegar al nivel en que la oración sea lo prioritario en nuestras vidas. Luego,
el favor de Dios se manifestará constantemente en nosotros. Se abrirán los cielos, y
la bendición de Dios nos seguirá.
Disciplina en la oración
Asumimos un oficio con la disciplina que este conlleva, cuando estamos conscientes
de los beneficios que nos produce ese oficio.
En la oración, está escondida la vida y el bienestar del creyente en Cristo. La comunión
con Dios, es el oficio que nos prepara para el crecimiento y el éxito presente, como
también nos prepara para el destino eterno.
Bajo esta convicción, practicaremos con determinación y disciplina la vida de oración.
No será incómoda, rutinaria, pesada ni aburrida. La oración será nuestro descanso más
completo, nuestro deleite y nuestra fuerza. Practicándola diariamente, nuestro
entendimiento de las cosas de Dios se amplía, facilitando así el trabajo del Espíritu Santo
en nuestra conducta y carácter.
La oración es un ejercicio espiritual; Quien más la practica, mejor la conoce,
y más productivas deben ser su vida espiritual y su fe.
¿Por qué es necesario convertir la oración en nuestro hábito favorito?

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¿Qué necesita mejorar usted en su vida, según esta lección?

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¿Qué beneficios después de la salvación, recibimos, cuando la oración es

nuestra prioridad?
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LECCIÓN seis
Medita en la palabra de Dios siempre
La fe verdadera trae resultados, y se alimenta de la palabra de Dios constantemente.

Sólo así, nos imponemos a las circunstancias, y conquistamos nuestros sueños y
metas.
Texto bíblico: Leamos S. Juan 5:39 “Escudriñad las escrituras, porque a vosotros os
parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”.
Comentario sobre el texto bíblico: Es importante destacar en este versículo, que el

mismo Jesús nos insta a escudriñar las escrituras. Esta palabra es muy amplia, y significa
además de leer, analizar, revisar, investigar algo entre las escrituras, indagar, entre otros.
Las escrituras nos dicen cómo alcanzar la vida eterna, y nos enseñan sobre el plan de Dios
con su gran obra de redención. También encontramos los principios para el éxito y la
prosperidad completa, los cuales recibimos a través de Cristo nuestro Salvador.
Aplicación personal: Quien desee conocer y experimentar a Jesús, lo conseguirá

estudiando a fondo las escrituras. Estas palabras de Cristo, están más vigentes que
nunca. Nuestra generación de creyentes, necesita conocer al Cristo de la Biblia, y no al
histórico, tradicional, o religioso”. La gran experiencia de conocer al Cristo de la
Biblia, es solo para los fieles que con expectativa y dedicación humilde, escudriñan las
escrituras. El Cristo de la Biblia, nos trae perdón, redención, cambio, felicidad,
prosperidad y éxito familiar.
Reflexión
La Biblia nos enseña en Josué 1:8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley,
sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo
lo que en él está escrito; porque entonces, harás prosperar tu camino, y todo te saldrá
bien”.
Cuando meditamos en la palabra de Dios a diario, hacemos de nuestras
vidas un campo fértil en el cual Él trabaja nuestro destino. Algunos cristianos
saben tan poco acerca de Dios que apenas podrían llenar un lado de una hoja si
escribieran acerca de Él; quizás han escuchado muchísimas charlas, han leído varios
libros, pero sencillamente no conocen a Dios lo suficiente como para comprometerse
con Él y su poderosa obra. Si se tomaran el trabajo de profundizar en la palabra de
Dios, descubrirían lo maravilloso y apasionante que es el Señor, y lo que por amor ha
hecho el Padre Celestial para nosotros en Cristo Jesús. Trágicamente, muchos por no
conocer a profundidad las escrituras, ignoran de su herencia adquirida como hijos
redimidos por nuestro Dios. En consecuencia, no avanzan en el conocimiento de sus
divinos caminos de fe, poder y riquezas.
Edifica tu vida incorporando la palabra de Dios a tu ser diariamente, y tus asuntos
tendrán aroma de esperanza y éxito; obedece la palabra de Dios y aplícala a tus valores,
tu vida familiar, relaciones, negocios, entre otros aspectos. Las bendiciones y éxitos, la
paz y la sabiduría, son el resultado de aplicar las escrituras a nuestros asuntos.
Cuando llegan las tormentas, el hecho de que nos derrumbemos o nos
sostengamos, dependerá de la forma en que hemos edificado nuestras vidas. Los que
construyen su casa sobre la roca (bases bíblicas), han edificado su vida con materiales
procedentes de la palabra de Dios; por lo tanto, disfrutarán de una paz que los sostiene
a través de las dificultades y pruebas, hasta levantar su trofeo de la victoria. La palabra
nos redarguye, nos corrige, instruye, nos da sabiduría, nos consuela y orienta; en fin,
procesa el carácter que Dios quiere en nosotros. El resultado es una fe firme. La fe
viene por el oír (Prestar atención especial y poner en práctica) la palabra de Dios. Por
su parte, el Espíritu Santo nos recordará lo que hemos estudiado, cuando sea el
momento oportuno para practicarlo.
Busquemos su presencia a través de estudiar la Santa Biblia y ejercitándonos en la
oración. Esperemos día a día calladamente poniendo nuestra confianza en el Señor,
anhelando su presencia y esperando ansiosamente que Él se manifieste a nuestras
vidas. ¡En su momento, nos dará lo que estamos esperando o algo más grande!
Además, mostrará las verdades de su palabra que necesitamos aplicar a nuestra vida,
para seguir mejorando y creciendo. Nos ayudará a ver lo que debemos cambiar, y nos
guiará cómo hacerlo.
Necesitamos comprender, que mientras el estudio de la biblia nos da fe, la oración
nos da poder. La fe viene por el oír y leer las sagradas escrituras; y el poder de Dios
fluye en nuestras vidas por practicar diariamente la oración. Por lo tanto, al pensar en
la biblia, la reconocemos como fuente de nuestra fe. Al pensar en la vida diaria de
oración, entendemos que esta es la fuente del poder que Dios derrama en nosotros,
por medio del Espíritu Santo.
Verdades y principios de la oración
La oración fortalece la fe; La fe nos motiva a la oración. La oración, activa

nuestro presente y nuestro futuro; activa nuestro fuego espiritual; activa
nuestras bendiciones. La oración afecta nuestro ser por completo y nos
coloca por encima de nuestros enemigos.
¿Qué beneficios te trae la lectura bíblica?

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¿Qué ocurre en tu vida cuando oras y lees?

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¿Por qué es importante leer y meditar en la palabra de nuestro Dios cada día?
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LECCIÓN siete
El secreto de orar a solas

Busca un lugar secreto para la oración, y aparta un tiempo especial, tu vida
cambiará y todo te saldrá bien
Texto bíblico: Leamos Daniel 6:10 “Cuando Daniel supo que el edicto había sido
firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén,
se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de Dios, como lo solía hacer
antes”.
Comentario sobre el texto bíblico: Una mala noticia supo Daniel, era una amenaza de
muerte contra su fe y su tiempo que siempre él disponía para estar a solas con su Dios. Se trataba
de la amenaza en que si era sorprendido orando a su Dios, sería condenado como rebelde a una
orden que aunque no era del rey, él la había firmado. La sentencia consistía que sería lanzado al
foso de los leones, como finalmente ocurrió, pues Daniel seguía orando ante Dios, en medio de un
imperio idólatra.
Aplicación personal: Para el creyente que tiene vida de oración devocional, las
amenazas y problemas no le amedrentan, ya que su fe es firme como sus emociones. Si tu
tiempo de oración es débil y frágil, Satanás te lo robará con facilidad, como quien “le quita
un caramelo a un niño”. El maligno te traerá distracciones, afanes, presiones, tentaciones,
enojos y mucho más. Pero si eres firme, celoso y delicado con tu tiempo sagrado de
oración, ni las amenazas o las malas noticias, te robarán tu búsqueda diaria de Dios. Él es
tu fuente de sabiduría, fuente de fortaleza, poder y éxito. Por lo tanto, tu tiempo en su
presencia, lo defenderás como el león defiende su territorio. El cielo está disponible a
favor de creyentes así. Que aman a Dios sobre todas las cosas.
Reflexión
En el evangelio de San Mateo 6:6 la Biblia dice: “Más tú cuando ores entra en tu
aposento y cerrada la puerta ora a tu Padre que está en secreto” ¿Haces lo que Jesús pide
que hagas? ¿Todos los días entras en tu aposento de oración? ¿Dónde está tu lugar de
oración? ¿Dónde vas cada día para encontrarte con el Señor? ¿Desde qué lugar levantas tus
manos, o inclinas tu rostro para adorar y reconocer con agradecimiento al Señor de tu
vida?
Cada personaje de fe que encontramos en la Biblia, tenía la práctica de reunirse con
Dios en un lugar secreto. Abraham tenía un aposento de oración. En Génesis 21:33 la
Biblia enseña: “Y plantó Abraham un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre
de Jehová Dios eterno”. Él plantó árboles en un lugar seco, para disfrutar de un espacio
silencioso de oración, con sombra y privacidad. Había constante actividad en su tienda y
los alrededores, igualmente las labores de muchos sirvientes con sus respectivos hijos y con
todos sus ruidos y distracciones. Que él plantase una arboleda, testifica de su compromiso
con la oración a largo plazo, preparando el ambiente para ese tiempo a solas con
Dios.
El rey David hizo de las colinas y los valles su aposento de oración cuando servía como
pastor; más tarde como fugitivo oraba en cuevas y montañas. ¡Qué escritos tan profundos
sobre la oración y adoración a Dios! Estos han salido de los aposentos secretos de David,
para luego convertirse en los Salmos de la nación de Israel y el conocimiento de la gloria de
Dios ante el mundo. Si el gran legado que vas a dejar, necesita de siete mil días con Dios,
comienza a sumar desde ahora. Tú tiempo con Dios levanta legado para los tuyos y
para la obra de Cristo, impactando generaciones.
Moisés buscaba a Dios en la soledad de las montañas. El profeta Elías oró en arroyos y
cuevas. El profeta Daniel oraba en su casa, abiertas las ventanas de su cámara, las cuales
daban a Jerusalén, y se arrodillaba tres veces al día y oraba con acción de gracias delante de
su Dios.
Vayamos a nuestro lugar secreto para buscarle de todo corazón. Necesitamos que la
oración sea parte del ritmo de nuestra vida diaria. ¿Cuál es la causa de los altibajos en
nuestra vida de oración? ¿Por qué perdemos interés en orar? ¿Por qué dejamos de orar?
¿Por qué se desvanece nuestra oración?
Cuando rugen las tormentas, aparecen repentinamente los fuertes vientos y las olas de
conflictos golpean la cubierta de nuestras barcas, ¿Cómo reaccionamos? ¿Orando
alocadamente y desesperados, o arrojándonos a sus brazos poderosos en oración?
Para quienes cultivan una vida de oración, se activarán dentro de su vida tanto la paz
como la confianza, en medio de las malas noticias y las aflicciones, lo cual le llevará a
hablar y actuar conforme a la palabra de Dios.
En cuanto a la sabiduría, cuyo principio es el temor a Dios, la Biblia nos dice lo
siguiente: “Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan”.
Proverbios 8:17.
Testimonios-tips
A principios del siglo XIX en Estados Unidos, una señora creyente que quedó viuda,
se encontró sola y con 11 huérfanos para levantar. Uno de ellos estaba en su vientre.
Ella lloraba todos los días, y se aferraba a su Biblia leyendo Jeremías 49:11 “Deja tus
huérfanos, yo los criaré…”. Dios le dio fuerzas y provisión, por lo cual logró levantar
esos hijos. Quienes fueron exitosos en la vida.
Uno de ellos, pasó a ser de los más grandes evangelistas de avivamiento en los
Estados Unidos y el mundo. Me refiero a D. L. Moody.
Cuando la oración es importante para nosotros, nada nos la puede robar, no

podrán apartarnos de ella. Nos aferramos y nos deleitamos en la oración,
pues nos sentimos nadando en un río de paz, restauración y esperanza.
Escriba 2 cosas que haya hablado el Señor a tu vida, en tu lugar de oración.

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¿Qué necesitas mejorar en cuanto a tu lugar y tiempo de oración? ¿Has orado

por eso?
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¿Qué entiendes por “el lugar secreto de oración”?

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LECCIÓN ocho
Ora diariamente para que no te desconectes del poder de Dios
La razón más común de que una oración no reciba respuesta… será por la
poca oración.
Texto bíblico: Leamos Santiago 1: 6, 7 y 8 “Pero pida con fe, no dudando nada; porque
el que duda es semejante a la onda del mar, la cual es arrastrada por el viento y echada de
una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El
hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”.
Comentario sobre el texto bíblico: El carácter afecta la oración, pues, la oración es parte
de nuestro ser; si eres de doble ánimo, inconstante o conformista en la vida, también lo serás en
tus oraciones. Caso contrario, si eres de una sana autoestima, creativo (va), emprendedor (ra), con
una autoimagen alta, siempre motivado (da), así será tu vida devocional con Dios. Nuestra fe y
oraciones no serán de otra manera, se parecerán a nuestra actitud y valores.
Aplicación personal: Es impresionante observar en este versículo de la carta de Santiago,

que tanto la motivación como la actitud, son determinantes para elevar oraciones de fe y
poder. La falsa humildad con su actitud apagada, autoimagen negativa y expectativas
pobres, dejan la fe sin vida y sin fuerzas. La expectativa negativa, deshonra a Dios.
Mientras que orar y esperar grandes cosas de Dios, es realmente adorar, pues al tener fe y
mejor actitud, honramos a nuestro Padre Celestial. Alguien dijo: “Dime de qué tamaño es
tu visión, y te diré de qué tamaño es tu Dios”. Un versículo de los Salmos, dice: “El gozo
del Señor es nuestra fortaleza”. También, “quién espera grandes cosas de Dios, recibirá
grandes cosas de Dios”.
Reflexión
Solo a través de la oración constante, conquistamos desde el terreno espiritual lo que
queremos lograr en lo material. Los cristianos que no oran diariamente, tienen una vida de
poca profundidad, lo cual les deja una fe frágil, con más énfasis en lo emocional, superficial
y algunas veces imaginaria. Algunos la están llamando “fe virtual”.
Cuando no oramos, nos desconectamos del poder de Dios, y el resultado más frecuente
es esa conocida sensación de encontrarnos abrumados, aplastados, golpeados, acosados,
ahogados, estresados, confundidos o vencidos.
Tanto la angustia, la desesperación y el desamparo que en momentos tal vez sintamos,
como la destrucción que algunos temen, no son más que enemigos de nuestra fe en Cristo.
La oración es la fuente de fe y poder de todo cristiano.
Cuando dejas de orar, dejas de depender de Dios, y simplemente te apoyas en tus
propias fuerzas y habilidades. Solamente en el aposento personal (Lugar de oración a
solas), se establece la comunión íntima con Dios; es aquí donde aprendemos a respirar
cómodamente. Cuando oras constantemente serás testigo de la grandiosa demostración
del poder de Dios. Solo por medio de la oración constante, podemos acercarnos al poder
de Dios. Seremos siempre victoriosos.
¿Qué es la perseverancia? Es intentarlo una, otra y otra vez, hasta lograr las metas
propuestas. Los hombres y mujeres de Dios en la Biblia, se caracterizaron por perseverar.
La Biblia abunda en ejemplos como Noé, Abraham, José, Moisés, Josué, David y Jeremías.
Ellos nos dejaron poderosos testimonios reales. La oración amerita que haya en nosotros
perseverancia.
En cierta ocasión, Jesús enseñó a sus discípulos una parábola para ilustrarles sobre la
necesidad de orar siempre, sin desanimarse. Y se encuentra en San Lucas 18 (Conocida como
la parábola de la viuda y el juez injusto).
Orar, requiere que halla en nosotros actitudes de creer, obedecer y perseverar. Ser
constantes en la oración, es la fórmula eficaz para que se produzca una respuesta.
Quien no persevera en la oración se pierde de grandes bendiciones para su vida, las cuales
cubren los aspectos materiales, salud, espirituales, familiares, ministeriales, entre otros.
Cuando dejamos de orar es entonces que necesitamos aprender el valor de la
perseverancia.
Testimonio-Tips
MARTIN LUTERO
El gran reformador
1483-1546
Juan Hus declaró en la cárcel, cuando fue sentenciado por el papa a ser quemado
vivo: “Pueden matar el ganso (en su lengua Hus quiere decir ganso), pero dentro
de diez años aparecerá un cisne que no podrán quemar.”
Años después, nació ese “cisne”, en Eisleben, Alemania. Por ser ése el día de
San Martín, fue bautizado con el nombre de Martín Lutero.
El obscurantismo y la confusión reinaban en esa época. Se calcula que más de
un millón de albigenses fueron muertos en Francia, en cumplimiento de una
orden papal, de que esos “herejes” (que sustentaban la Palabra de Dios) fuesen
cruelmente asesinados.
Martín Lutero oraba 3 horas diarias, con todo el trabajo que tenía de traducción
de la biblia del latín al alemán, además de predicar y enseñar la verdad de la
palabra de Dios al pueblo. Ese tiempo de oración, le ungió para completar la obra,
y lo libró de los intentos del papa y del vaticano en capturarlo para quemarlo en la
hoguera. El cumplió su misión junto a su familia, y murió lleno de vida.
Quien insiste en oración, consigue recompensa; quien no insiste, cae en

frustración y debilidad. Quien persevera, confía como un niño, quien no
persevera, se rinde con facilidad y su fe es frágil.
¿Qué ocurre cuando oramos constantemente?

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¿Qué necesitas mejorar en tu vida de oración, según esta lección?

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¿Nombre 3 resultados de perseverar en la oración?

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LECCIÓN nueve
La fe y la oración
Para orar eficazmente, se requiere entender, la naturaleza de la oración
Texto bíblico: Leamos Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios;
porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador
de los que le buscan”.
Comentario sobre el texto bíblico: Es bien claro el enunciado apostólico con respecto a
la fe. No dice que sin fe es difícil agradar a Dios, sino que es imposible. Este versículo,
describe las convicciones que forman parte de la fe salvadora. Los cristianos, necesitamos
creer en la existencia y presencia de un Dios majestuoso y personal a la vez, el cual se
interesa por nosotros, aun cuando Él es Santo e infinito. Entendemos que Él nos
recompensará cuando lo buscamos de verdad, sabiendo además, que nuestra mayor
recompensa es su gracia y su misma presencia. El mejor don es poder acercarnos a Él a
través de Cristo, para recibir luego sus favores. El resultado será, una vida victoriosa en las
circunstancias adversas, y el éxito asegurado.
Aplicación personal: Sin fe no podemos orar eficazmente; sin oración no podemos

crecer en fe; sin el conocimiento de las bondades de Dios en la Biblia, la fe es débil y
la oración sin poder. Esto nos dice, que el crecimiento integral en la vida de un
creyente en Cristo, está enteramente relacionado con su trabajo devocional diario. Es
decir, que nuestro tiempo con Dios, afecta positivamente nuestra fortaleza espiritual,
nuestros cambios, relaciones familiares, entorno social, decisiones, finanzas, salud,
sabiduría y hasta nuestra visión de las cosas (cosmovisión).
Reflexión
La oración es la labor más importante de un cristiano; es el recurso más poderoso en
nuestras vidas. La oración es la comunicación personal que nos da acceso directo e
inmediato a Dios nuestro Padre, a través de su hijo Jesucristo. Es poner en práctica la
búsqueda de Dios; es una fuente de bendición y un arma poderosa para obtener la vida
abundante que Cristo prometió. Es el vínculo necesario para recibir primero la presencia de
Dios, y luego las riquezas del “reino” y el poder de Dios. Cuanto más oramos, más trabaja
el Señor en nosotros.
La oración también es el cumplimiento de sus promesas en nuestras vidas. La oración es
el principio de gracia por el cual se nos proporciona lo que necesitamos. La oración es
poderosa y necesaria a la vez; la oración es la respiración del alma que nos permite
tomar aire puro, para disfrutar de una vida espiritual plena al renovarnos constantemente.
A través de la oración ponemos nuestras manos en las manos de Dios, mientras el
mueve montañas por nosotros.
Oración es trabajar junto a Dios. Solo mediante la oración se cumplen los fines de Dios
y se frustran las intenciones del enemigo. La oración es disfrutar de la comunión con Dios,
es ceder el control y entregar la voluntad a Dios nuestro Padre. La oración devocional
implica entregar el control de nuestros asuntos diariamente al Señor. Es adelantarnos a los
acontecimientos, señal de que “no importa lo que venga”, Dios en su momento, nos dará
la victoria.
Beneficios que recibimos en la oración:
➢ El cielo se abre para nosotros.

➢ Renovamos nuestra mente y, por ende, nuestro entendimiento.
➢ Aumentamos nuestra fe.
➢ Nos desarrollamos espiritualmente.
➢ Crecemos en autoridad contra el enemigo y sus fuerzas de maldad.
➢ Recibimos fortaleza física, emocional y espiritual.
➢ Altera las circunstancias que vienen para dañarnos.
➢ Resuelve nuestros problemas.
➢ Nos dirige a cosas cada vez mejores.
➢ Nos consuela en momentos de tristeza.
➢ Encontramos perdón en nuestras faltas.
➢ Recibimos sanidad física y espiritual.
➢ Nos proporciona sabiduría.
➢ Aumenta nuestra paz interior.
Estorbos para la oración
➢ Dardos en la mente (pensamientos negativos e impuros).

➢ Problemas del alma (frialdad para buscar a Dios)
➢ El cansancio o la distracción.
➢ La persistencia en obrar maldad.
➢ Debilidad para obedecer.
➢ El afán y las angustias.
➢ Los miedos.
➢ Los vicios.
➢ Los enojos matrimoniales.
➢ La deshonra a nuestros líderes o ministros.
➢ Los conflictos entre hermanos.
➢ La desobediencia con respecto a ofrendas, primicias y diezmos.
➢ Afán por alcanzar logros materiales y humanos.
Fortalecer nuestra vida de oración, es la orden en estos tiempos difíciles. No

te conformes con saber orar; vive orando, y alcanzarás más de lo que habías
pensado o planeado.
¿Por qué la oración es la labor más importante de un cristiano?

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Nombre al menos 3 beneficios que recibimos en la oración.

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Nombre 4 estorbos posibles en nuestra vida de oración.

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LECCIÓN diez
El propósito de la oración en nuestras vidas
Mantenernos cerca de Dios Padre para vivir en comunión con Él, y de esa
forma nutrirnos y sustentarnos en fe y poder; este es el propósito de la oración
en nuestras vidas.
Texto bíblico: Leamos Isaías 26:9 “Con mi alma te he deseado en la noche, y en

tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que
hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia”.
Comentario sobre el texto bíblico: (Madrugaré a buscarte). Puedo imaginar las

madrugadas del profeta Isaías, levantándose de su camilla de palmas y piel de oveja, tendida con
una manta hebrea. Toma agua de la tinaja, luego sobre el piso de tierra, coloca su esterilla para
postrarse, después comienza a adorar la magnificencia de Jehová Dios de los ejércitos, para luego
interceder por su pueblo, además ve algunas visiones, y al rato está profetizando; se levanta de
sus rodillas, coloca aceite en su lámpara para mejorar la luz, y escribe dichas profecías, mientras se
prepara una bebida caliente. También imagino, que después de haber recibido las visiones sobre
los padecimientos del Mesías, el profeta Isaías nunca más fue el mismo; y madrugó a buscarle
hasta el día que partió de esta tierra.
Aplicación personal: Hoy día, tenemos muchas razones para madrugar y adorar,
buscando la presencia de Dios. La batalla espiritual de cada creyente es tan fuerte; la
multiplicación de la maldad, las tentaciones, las religiones que confunden, los peligros
(robos, hurtos, secuestro, extorsión, estafas y accidentes); las crisis económicas y políticas,
las finanzas personales, las decisiones que deben tomarse, la distracción y frialdad
espiritual, conflictos familiares, relacionales o de salud, entre otros. En la búsqueda de
madrugada, conseguimos las victorias, nuestras anheladas respuestas y la renovación
espiritual.
Salen vencedores y logran lo imposible, quienes son diligentes y madrugan, “se
adelantan” a buscar a Dios en vida devocional de oración y nutrición bíblica. ¡Vale la pena,
madrugar a buscarle!
Madrugar a buscarle, también implica adorarle con anticipación; es “no esperar que sea
tarde”, buscarle primero que todo, aun antes de la madrugada, en la noche anterior, antes
de los conflictos, antes que llegue la tentación.
Reflexión
El propósito de la oración no es solamente reunir nuestras peticiones y presentarlas a
Dios nuestro Padre, lo cual es un privilegio único. El propósito de la oración es más
profundo, es una forma de mantener constante comunión con Dios.
Es nuestra responsabilidad mantener el fuego del altar encendido (tiempo devocional
con Dios) y perseverar en la comunión con nuestro Señor. Los creyentes que sufren de
frialdad espiritual, es porque dejaron apagar su fuego y pasión por la oración.
Anhelemos el nivel de Abraham a quién Dios llamó su amigo. Este hombre, levantaba altar
de adoración para buscar a Dios en cualquier lugar al cual se trasladaba. Cuando no buscó
dirección de Dios, el miedo lo venció y tomó decisiones erradas. Dios trataba con él y le
protegía junto a su esposa. Este hombre de Dios, volvía entonces a buscar la presencia de
la cual no debió salir, sin embargo, Dios fue fiel y misericordioso con él, considerando lo
complicado y peligroso que era vivir en aquellos tiempos. Léase Génesis capítulos 12, 13 y
14. Acerca de Abraham, la Biblia nos muestra su vida devocional, su forma de orar, su
oración intercesora y hasta la forma como él preparaba su ambiente para la oración.
Llamado luego, padre de la fe.
Podemos experimentar la gracia y el poder del Señor; para recibirlos, necesitamos estar
en constante comunión con él. Cuando vivimos en comunión con Dios, nuestras
necesidades son satisfechas progresivamente y seremos relevantes en nuestras
generaciones, pues el legado que ellos recibirán de nosotros, estará envuelto en oración.
A) ¿En qué se basa la oración?

Se basa en las promesas de Dios, en su fidelidad, en su justicia, en su misericordia,
porque Él es Dios bondadoso, y escucha las oraciones de sus hijos, a través de Cristo. La
oración se describe como invocar el nombre del Señor, clamar a Dios, acercarse a Él,
derramar el corazón en clamor, implorar ante Él, buscar el rostro del Señor y hacer
súplicas. La oración es más eficaz cuando sale de la boca de los hijos y creyentes en Cristo,
cuyo amor principal es el Padre celestial.
B) ¿Dónde hay que orar?

En todo lugar y siempre.
C) ¿Qué posiciones usaremos para orar?

De rodillas, postrados, sentados, rostro hacia arriba, de pie, con manos levantadas,
acostados, caminando, manejando, en fin, de todas las formas posibles. Siempre y cuando
se ore más y más. Sin embargo, necesitamos apartar un tiempo especial a diario, y
postrarnos a solas para adorar y buscar a Dios. Alguien escribió, que antes de decirle a
Dios “dame más de ti”, le digamos, ¡Señor toma más de mí!
D) ¿Qué carácter desarrollamos cuando oramos de todo corazón?

Dios procesa en nosotros un carácter justo, sin ira ni contienda, con fe, humillado, en
obediencia y sujeción, arrepentido y con espíritu perdonador. Aprendemos también a tener
fe y expectativa de lo que recibiremos, por buscar al Señor en oración.
E) ¿Qué recibe quien ora?

Recibe bendiciones materiales y financieras, entendimiento de las escrituras y de los
misterios del Padre, bendiciones espirituales, misericordia y gracia, más amor al Señor,
deseos de adorar a Dios, fe, paz, gozo, las promesas del Señor, salud, fortaleza y amor por
los perdidos.
La oración y la acción eficaz, son el secreto de la abundancia y del éxito de los

cristianos que vencen. Hay un misterio a considerar, y es que tarde o
temprano, lo que pierde quien desobedece, lo conquista quien obedece.
Nombre al menos 3 posiciones que usted usa para orar.

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¿Dónde y cuándo podemos orar?

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Según esta lección ¿Cuál es el propósito de la oración en nuestras vidas?

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LECCIÓN once
Establece hoy conexión con Jesús, a través de la oración
Muchos altibajos del creyente son por falta de oración; entre más oración y
obediencia a las escrituras y los consejos, habrá menos equivocación en
nuestras decisiones
Textos bíblicos: Leamos S. Juan 15:4“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el

pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco
vosotros, si no permanecéis en mí”. 1era Pedro 5:7“Echando toda vuestra ansiedad sobre
Él, porque Él tiene cuidado de vosotros”.
Comentario sobre el texto bíblico: Adán y Eva disfrutaban de una maravillosa conexión
con Dios creador, hasta el día en que fueron destituidos de su gloria. Los hombres de Dios en la
antigüedad, necesitaron entender sobre la importancia de buscar a Dios en oración. Jesús enseñó
a sus discípulos a orar, y les motivó para que lo comprendieran y experimentaran en sus vidas
diariamente. La conexión espiritual con nuestro Señor, nos transmite vida sobrenatural, de tal
forma que al depender de él, nosotros podamos lograr todo lo que determinemos dentro de su
propósito.
Aplicación personal: No podemos dar los frutos del “reino”, sin estar conectados con
Jesús. De Él proviene lo sobrenatural en nuestras vidas. Como una rama separada de la vid
no recibe la sabia del tallo principal, lo cual le acarrea esterilidad y muerte, de la misma
forma, nos ocurre a nosotros si nos desconectamos de Cristo y su palabra. La iniciativa de
permanecer en Él, debe ser nuestra.
Por su parte, el apóstol Pedro nos dice que echemos toda ansiedad sobre Él. Los males
de estos tiempos como el estrés y todo afán, tienden a distraernos y sacarnos de la gloriosa
permanencia en Él. La mejor forma de permanecer en Cristo es disfrutando de su
presencia, nutriendo nuestras vidas con las escrituras, de manera devocional, de forma
diaria y constante.
Reflexión
Alguna de las razones por las cuales oramos son:
1. Para tener paz en el corazón, aun en medio del más terrible conflicto.
2. Para que Dios nos use.
3. Para conocer y crecer en Dios.
4. Para caminar con Dios.
5. Para que Él se revele a nosotros.
6. Para que nos transforme el carácter y la vida.
7. Para que haga su voluntad en nuestros caminos.
8. Para que Dios provea en toda necesidad.
9. Que podamos glorificar al Señor.
Actitudes y formas en la oración:

✓ Con humildad.
✓ Con sinceridad.
✓ En tus propias palabras, tal y como hablas con un amigo en privado.
✓ Con fe basada en las promesas bíblicas de Dios para sus hijos y creyentes en Cristo.
✓ Siempre ora al Padre celestial en el nombre de Jesús, dándole las gracias por haber
escuchado tu petición.
✓ Ora por aspectos específicos, de manera insistente.
✓ Ora apoyado en las promesas de la palabra de Dios, ellas afirman nuestra fe y
nuestra autoridad.
Algunos motivos de oración:

✓ Por necesidades básicas como alimentos, vestido, medicinas, estudios y trabajo.
✓ En medio de la tentación o antes.
✓ Contra los enemigos y a favor de ellos, para la salvación. También para la victoria
en el conflicto.
✓ Por santidad y fidelidad.
✓ Crecimiento espiritual.
✓ Preocupaciones y angustias; cámbielas por la paz de Dios.
✓ Sabiduría, inteligencia y habilidades.
✓ Por prosperidad y salud.
✓ Por finanzas y propiedades.
✓ Nuestros pastores y líderes.
✓ Nuestra congregación.
✓ Por los patrones, amos, jefes.
✓ Por los empleados, siervos.
✓ Por los gobernantes, las autoridades, fuerzas de seguridad y órganos judiciales.
✓ Por la familia.
✓ Por los amigos, vecinos y compañeros de estudio.
✓ Los ministerios que predican el evangelio de distintas formas. (Campañas,
conferencias, obra social, misiones, institutos bíblicos, música, medios de
comunicación y otros.)
Recuerda orar constantemente, y así no serás un visitador de la presencia divina, sino

que serás un habitante en la presencia de Dios. Las bendiciones vienen en respuesta a
la oración. Mientras más oramos, mayores serán nuestros frutos y más crecerán nuestra
relación con Dios y nuestra fe.
¡Qué responsabilidad tan grande la que tenemos! ¡Y qué desperdicio tan terrible para
nuestra vida y para la de otros, cuando no oramos!
Mientras respiras, oras. La acción de orar es la misma acción para respirar. Quien tiene
pulmones, sabe automáticamente que necesita respirar. Quien es creyente en Cristo y por
ende, hijo de Dios, sabe automáticamente que necesita orar.
Testimonios-Tips
JERONIMO SAVONAROLA (Monje convertido en predicador)

Precursor de la Gran Reforma. 1452-1498
El fervor de Savonarola en la oración aumentaba día por día y su fe crecía en la
misma proporción. Frecuentemente, mientras oraba, caía en éxtasis. Cierta vez, estaba
sentado cerca del púlpito, le sobrevino una visión que lo dejó inmóvil durante cinco horas;
mientras tanto su rostro brillaba, y los oyentes que estaban en la iglesia lo contemplaban.
En todas partes donde Savonarola predicaba, sus sermones contra el pecado
producían profundo terror. Los hombres más cultos comenzaron a asistir a sus
predicaciones en Florencia; fue necesario realizar las reuniones en “el domo”, famosa
catedral donde continuó predicando durante ocho años. La gente se levantaba a media
noche y esperaban en la calle hasta la hora en que abrían la catedral.
Sin embargo, el éxito de Savonarola fue muy breve. El predicador fue amenazado,
excomulgado y, por fin, en el año 1498, por orden del papa, fue quemado y ahorcado en la
plaza pública. Pronunciando las palabras: ¡El Señor sufrió tanto por mí!
De esta forma, terminó la vida terrestre de uno de los más grandes y abnegados
mártires de todos los tiempos.
Los creyentes que tienen vida de oración, pasan a tener influencia en el mundo
espiritual, y son relevantes para la causa de Cristo.
¿Puedo dar frutos para Dios, desconectado de Jesús? ¿Por qué?

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¿De qué forma, puedo permanecer conectado (da) con Jesucristo?

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Nombre 5 motivos de oración importantes para usted.

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LECCIÓN doce
Hablemos de la oración modelo

(El Padre nuestro)
Esta oración nos la dejó el Señor, más que para repetirla religiosamente, para
revelarnos el carácter de Dios como nuestro Padre, y además, darnos a
conocer el orden y las áreas, que deben abarcar nuestras oraciones.
Texto bíblico: Leamos S. Lucas 11: 1 al 4 “Aconteció que estaba Jesús orando en un
lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como
también Juan enseñó a sus discípulos. Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que
estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu Reino, hágase tu voluntad como en
el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos
nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no
nos metas en tentación, más líbranos del mal”.
Comentario sobre el texto bíblico: ¡Qué maravilloso! el Hijo de Dios y creador de todas
las cosas orando. Sus discípulos le vieron, observaron que oraba distinto a lo que ellos habían
visto toda su vida en los fariseos religiosos. Además, algunos de los discípulos, sabían que Juan el
bautista había instruido a los suyos en la oración. Sin embargo, nadie podía enseñarles a hablar de
esa forma con el Padre Celestial sino el Hijo, Jesús, quien le conocía personalmente. Pareciera que
Jesús quiso decir: “Ustedes mis discípulos, los beneficiarios y herederos de mi obra y “Reino”,
oraréis así”.
Aplicación personal: Nuestra generación está redescubriendo la esencia de esta lección

de Jesús sobre el Padre nuestro. La revelación de esta enseñanza ha sido desconocida por
la ceguera de los criterios religiosos tradicionales aprendidos desde la infancia, que luego de
ser libres por haber llegado al evangelio, muchos siguen manteniendo esos criterios en su
mente y espíritu. Nuestra meta principal en la oración, es recuperar la lección sagrada del
maestro, “el Padre nuestro”, comprendiéndola con la profundidad y amplitud que Él quiso
enseñárnosla. Cuando la practicamos eficazmente, podemos causar un extraordinario
impacto en el Reino Celestial y por ende en nuestras vidas, familias, negocios y ministerios.
Reflexión
El Padre nuestro…más que una oración, es un estilo de vida y de fe. El Señor nos revela
prioridades como la adoración a Dios quien se nos acerca como Padre, el reconocimiento
de su santidad; también se nos revela el propósito de Dios de traernos su reino de
autoridad y gobierno celestial; nos asegura que podemos depender de Él cada día como
Israel en el desierto y el profeta Elías en la sequía; principios como el perdón, y realidades
espirituales como nuestra lucha contra la serpiente antigua y sus potestades de maldad. Nos
muestra que él puede librarnos y que de Él es la autoridad eternamente. Leamos a
continuación:
Padre Nuestro que estás en los cielos…
Nos revela la naturaleza paternal de Dios, y el lugar donde está su trono.
Santificado sea tu nombre…

Proclamamos la persona, poder y autoridad de Dios. Santificamos, reconocemos y
bendecimos su nombre en la tierra.
Venga tu Reino...
Un reino es la esfera o dominios donde gobierna un rey, se refiere a su autoridad,
majestad, soberanía y dominio. Pídele al Señor, que venga su “Reino” a tu vida, a tu familia,
a tu ciudad y a tu país. La naturaleza de Dios en acción, eso es su “Reino”. Sus principios,
leyes y promesas, cumpliéndose en sus hijos los creyentes en Cristo, es su “reino” en
acción. Que sus propósitos se ejecuten sobre los que le aman, y se cumplan sobre su obra
terrenal.
Hágase tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra…

Nos muestra cómo debe cumplirse su voluntad y sus propósitos. También nos revela,
que su poder y riquezas vienen a la tierra para su obra y para el creyente, solo si éste las
invoca al Padre en el nombre del Hijo. Aunque este sea el deseo del Padre, si nosotros sus
hijos, no oramos, no se activarán en nuestro territorio, los beneficios del “Reino”.
Nosotros oramos basados en las promesas del Padre y en su autoridad sobre nuestra tierra,
dada por el Señor a Adán. Esa autoridad nos pertenece como sus descendientes, desde que
fue recuperada por Cristo. S. Mateo 28:18 “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra.”
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy…

Dios está dispuesto a bendecirnos, nos dice que nos dará tanto el sustento espiritual
como material diariamente, porque “…no solo de pan vivirá el hombre…” S. Mateo 4:4. El
pan nuestro de cada día, representa, dependencia diaria y continua de la mano de Dios. Es
la provisión de Dios supliendo nuestras necesidades diarias. Es también, la nutrición de
nuestras almas con el pan de su palabra. Es su presencia misma con nosotros, cada día en
nuestra oración y estilo de Vida.
Perdona nuestras ofensas...

Nos muestra que hacemos cosas por las cuales requerimos de su perdón, y el Señor
quiere que reconozcamos y le pidamos perdón en oración, pues Él no desea que nuestros
corazones se vuelvan a endurecer como antes de conocerle. (Tampoco quiere que
manchemos nuestras vidas con la falta de perdón.)
Así como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden…

Dios da por sentado, que al recibir su perdón, estaremos también listos o listas, para
perdonar a otros. Más, sin embargo, Él espera que tú perdones a otros antes de que puedas
recibir tu propio perdón, y así guardes tu corazón del odio y el resentimiento los cuales te
causan malestar.
No nos metas en tentación…

Nos advierte que nuestros deseos nos pueden engañar, y su amor nos puede librar. Solo
Él puede librarnos de caer en las trampas del mundo que nos rodea, puede guardarnos de
este sistema de maldades y corrupción, así como también de tantas injusticias. Al pedirle en
cuanto a esto, recibimos de Dios la liberación, fortaleza para vencer, la dirección, la
advertencia, la autoridad, la habilidad y el discernimiento espiritual para salir victoriosos.
Líbranos de todo mal...

La frase en el punto anterior, es la oración para ser librados del sistema de maldades.
Esta oración “líbranos del mal”, señala directamente al autor y padre de la maldad. Nos
hace recordar la advertencia, cuando Jesús le dijo a Pedro, que el maligno quería
zarandearlo. Es decir, que a la hora de la prueba, en el momento en que nuestro Señor
sería entregado, vendría lo peor para Pedro.
La expresión “líbranos del mal”, igualmente nos enseña que es Dios quien nos libera y
protege cuando dependemos de Él. Y que hay un ser espiritual maligno, pendiente para
atacarnos. Aunque según estas instrucciones de Jesús, podemos impedirlo orando al Padre
con anticipación.
Porque tuyo es el reino, y el poder y la gloria por todos los siglos…

Nos recuerda que el “reino” (sobre el cual Cristo gobierna), como también el poder
(sobre el bien y el mal) y la gloria, le pertenecen a Dios; por lo tanto, Él tiene suficiente
poder para ayudarnos por encima de cualquier cosa en la tierra. Esta palabra, nos recuerda
que Dios es eterno, único Todopoderoso.
Amén.
Cuando usamos la palabra “Amén” y hemos orado en el nombre de Jesús, hacemos
realmente una declaración de fe. Esta palabra sella nuestra oración con autoridad poderosa.
Por lo cual, la palabra “Amén” no significa punto y final o “ya oré”. El significado de
“Amen” es, así será hecho.
Cuanto más descubro sobre la oración bíblica, más deseo saber; y cuanto más
resultados me da, más quiero practicarla.
¿Qué confesamos al declarar “Santificado sea tu nombre”?

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¿Por qué la oración del “Padre nuestro”, no es un rezo sino una forma de vida y
fe?
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¿Qué quería decir nuestro Señor, con la confesión “Tuyo es el Reino, el poder y
la gloria por los siglos de los siglos”?
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LECCIÓN trece
¿Responde Dios la oración siempre?
La seguridad de que Dios nos responde, es la base y fuerza de nuestras

oraciones. Además, orar nos enseña a esperar, cuando la respuesta tarda.
Texto bíblico: Leamos 1era Juan 5: 14 y 15 “Y esta es la confianza que tenemos en Él,
que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos
oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos
hecho”.
Comentario sobre el texto bíblico: El énfasis del apóstol Juan en este versículo, es “la
confianza que sentimos, cuando oramos conociendo la voluntad de Dios”. Por supuesto, esto no
es nada liviano ni superficial. Pedir es sumamente importante, sin embargo, pedir conforme a la
voluntad de Dios es indispensable y decisivo para obtener las respuestas a nuestras oraciones. El
apóstol Juan, desea convencernos sobre lo fácil que es orar y creer, cuando tenemos la ventaja de
conocer la voluntad de Dios, en cuanto a asuntos específicos.
Aplicación personal: Necesitamos volver a la sencillez de confiar en Dios. Los muchos

conceptos y las altas filosofías modernas, logran escondernos elementos tan sencillos,
básicos e importantes como “la confianza en Dios o la voluntad de Dios”. El gran desafío
aquí es conocer lo que al Padre celestial le agrada, y practicarlo. Descúbralo, y entrará en un
buen ritmo de resultados productivos, en su vida de oración. Obtendrá respuestas de Dios
en los aspectos grandes, medianos o pequeños de su vida.
Reflexión
¿Por qué Dios no responde algunas oraciones? Esta es una pregunta que pasa por la
mente de muchos hijos de Dios, y concluyen pensando que sus oraciones al parecer no son
eficaces. Pero Dios si responde todas las oraciones. Él responde “si”, “no”, “así no”,
“todavía no”, o “de esa forma no”.
Dios nos ama tanto que nunca nos concederá respuestas fuera de su voluntad. Su mayor
interés es que cultivemos una relación estrecha e íntima con Él, hasta que conozcamos lo
que le agrada y por supuesto hacerlo. A través de esta escritura, el Señor quiere que nuestra
relación “Padre-hijos”, perdure entre Él y nosotros por toda la eternidad.
Si nuestra petición es incorrecta, Dios dice “no”; si el momento es inadecuado Dios dice
“todavía no”; si no es la manera correcta, Dios dice “así no”; si estás cometiendo faltas,
Dios dice “arrepiéntete”, y entrégame tus faltas; si el pedido es correcto, el momento
conveniente y estamos actuando correctamente, Dios dirá si, es el momento, la forma
adecuada y los motivos correctos.
Siempre, el principal propósito de todo milagro o respuesta sobrenatural, es dar gloria a

Dios, y gozo a nosotros sus hijos.
Criterios equivocados acerca de la oración

Algunos piensan: ¡Solo nos queda orar como último recurso! Otros dicen: “ore usted
que se encuentra más cerca de Dios”.
Hay quienes solo oran cuando tienen una gran necesidad. La buena noticia es que
podemos buscar a Dios en todo tiempo, no hay distancias que afecten ante Dios, Él está a
una oración de distancia. Todo el que invoca su nombre, puede entrar a su presencia a
través de Cristo. Dios no olvida nuestras oraciones, sólo que nosotros debemos ser
constantes en ello.
¿Cuándo es retenida la oración?

Siempre que el Señor tiene algo mejor; si falta o escasea nuestra fe; son momentos en
que necesitamos confiar más en el Señor; también es retenida la respuesta cuando no
hemos sido buenos administradores de lo que Dios nos ha dado; también cuando
convertimos a Dios en un medio para un fin (solo interés). Él desea ser tanto el medio
como el fin, el centro de todo; tampoco viene respuesta a la oración, cuando estás enojado
con tu prójimo o familiar, cuando tenemos pecados conocidos sin confesar y estamos
tanto en desobediencia como en rebeldía; igualmente, al no cumplir nuestros deberes
bíblicos financieros como diezmos, ofrendas, primicias, en nuestra congregación o hacia
nuestra cobertura.
Establece hoy una conexión con Jesús a través de la oración y la obediencia a su palabra.
Cuando el hombre ora Dios obra. El poder de la oración está en quien la oye (Dios), y no
en quien la pronuncia (nosotros). Sin embargo, para que nuestras oraciones tengan poder
en la tierra, necesitamos crecer en la obediencia, madurez y carácter de Cristo.
Dice un canto:
“Crezcamos como Jesucristo lo hizo en la tierra, en gracia ante Dios y los hombres y en
lo espiritual. Pues para crecer hay que amar a nuestros enemigos, y odiando no puedes vivir
lo que Cristo vivió. Si quieres tener la estatura que Cristo mantuvo, hoy debes tu ser por
entero al Señor entregar; pues ya no es el tiempo de ser un cristiano inmaduro. Los árboles
que no den fruto, el Señor los desechará.”
“Nuestras oraciones si tienen aceptación en el trono del Señor. El clamor

de los hijos de Dios en la tierra es importante ante su presencia.”
Si estamos convencidos de que Dios escucha nuestras oraciones, ¿Qué nos

corresponde hacer diariamente?
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¿Qué necesita mejorar en su vida, para que su oración permanezca en la

presencia de Dios?
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¿Qué resultados espera lograr en su vida, al poner en práctica esta lección?

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LECCIÓN CATORCE
La oración satisface cualquier necesidad
En medio de la más grande adversidad, la oración llega a ser nuestra única

esperanza. Cuando todo nos confirma que no se puede. Si entendemos que la
situación será difícil, en la oración firme y constante está la última palabra.
Texto bíblico: Leamos S. Mateo 7: 7-8 “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad,
y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le
abrirá”.
Comentario sobre el texto bíblico: Pidan…busquen…llamen. Jesús sigue animando a sus

discípulos a perseverar en oración. El tiempo gramatical en que están escritos los verbos en el
versículo 8, indican una acción continua. Quiere decir, que nos mantengamos pidiendo, buscando
y llamando constantemente.
A. Pedir: Implica tener conciencia de que Dios nos escucha. Al pedir, reconocemos la bondad y
el amor paternal de Dios.
B. Buscar: Es el ruego intenso, junto a la voluntad de Dios. Buscamos primeramente las cosas
de Dios (adorarle, buscar nutrición bíblica, congregarnos, compartir con otros sobre la bondad de
Dios en Cristo, renovarnos, cambiar y ser fieles con nuestros deberes espirituales, honrando al
Señor con nuestros bienes).También, buscamos intensamente el auxilio de Dios en situaciones
específicas. Es hacer lo que sea necesario para agradarle y rechazar lo que le desagrada. Es
buscarle primero a él, quien es el gran dador.
C. Llamar: Es perseverancia en oración ante Dios, aun cuando Él no responda inmediatamente.

También es orar de acuerdo a su voluntad, lo cual incluye “el cómo y el cuándo” de Dios y no el
nuestro. Mientras llamamos, mantenemos activo el fuego de la oración, y mientras esperamos,
ocurren cosas que van transformando nuestro carácter y fe. Este es el momento cuando el Espíritu
Santo se toma su tiempo para hablar a nuestros corazones y a nuestro espíritu. Siempre que nos
acerquemos a Él, trabajará en nosotros para enderezar lo torcido, lo áspero se allane, y crezcamos
en santidad de carácter. Cuando llamamos y la respuesta viene, ya los cambios están activados en
nosotros, y estamos listos para subir de nivel. Lo demás, depende de nosotros. Algunos mal
agradecidos llamaron, y el Padre misericordioso les respondió, pero luego se olvidaron de Él.
Aplicación personal: Son las circunstancias adversas de la vida, las que nos entrenan
en estos niveles de oración, tan provechosos en nuestro caminar con Dios diariamente.
Para comprender esta enseñanza de nuestro Divino Maestro, necesitamos ser empujados
por situaciones apremiantes, que por cierto, encontraremos en el camino con frecuencia.
Aprendamos a sacar provecho aún de las situaciones más difíciles; el resultado será entre
otras cosas, crecimiento y madurez espiritual. También lo llamamos “subir de nivel en la
fe”.
Reflexión
La oración puede alcanzar cualquier necesidad. En medio de las pruebas, salen a flote las
verdaderas intenciones de nuestro corazón. Cuando estamos sufriendo situaciones fuertes,
necesidades, problemas serios que perturban nuestra paz, por lo general nos quedamos
soportando solos. En este tipo de situaciones difíciles que enfrentamos con nuestras
propias fuerzas, cometemos el error de alejarnos de nuestra búsqueda de Dios.
La decisión más sabia y oportuna, es la de acercarnos más a Él. La oración nos vincula
con las posibilidades ilimitadas de Dios. El Señor dice: “clama a mí y yo te
responderé…” Jeremías 33:3. El profeta Jeremías clamaba y Dios le respondía.
Comienza a clamar con todo tu corazón, porque el Dios de tu salvación se llama Jehová,
Dios de los ejércitos. Deja que el Señor satisfaga tus necesidades, no te demores en entrar a
la presencia del Rey del universo. Dios es omnipotente. Tiene poder para intervenir en
cualquier circunstancia en la cual le pidamos. Recuerda que todo el poder del cielo y la
tierra le pertenecen a él, y que el poder inmutable de Dios, se libera en la tierra
solamente por medio de la oración.
La oración no se mide por longitud ni se calcula por peso. Dios desea nuestra oración
sincera, auténtica, con fuerza e intensidad. Cristo está solamente a una oración de distancia
de nosotros. Establece contacto hoy con Dios.
La oración es como respirar y descansar en el Señor. Mantén los brazos en alto hasta
alcanzar la victoria (Es decir, que seas constante en la oración diaria y no te rindas hasta
que veas resultados).
Disfruta de la presencia del Señor siempre, la victoria en la vida cristiana no depende
solo de nuestro esfuerzo, sino de la confianza que depositamos en nuestro Señor
Jesucristo. Derrama delante de Él tu corazón, la oración es una herramienta poderosa que
Cristo puso en nuestras manos.
Arrójate al rio de la oración, pues allí enc0ntrarás el descanso verdadero; una

corriente de bienestar comenzará a fluir de tu ser, para limpiar, renovar,
refrescar y restaurar tu vida.
¿Qué tenemos que hacer cuando entendemos que la situación es difícil?

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¿Qué situaciones de la vida nos entrenan en la oración poderosa?

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¿De qué depende la victoria en la vida cristiana?

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LECCIÓN QUINCE
¿Por cuánto tiempo oras cada día?
Orar cada día nos produce un crecimiento constante y estable, el cual se

nota en nuestro cambio de actitud y nuestra fe. Cuando asumimos un
desafío de oración, los resultados son inmediatos; se activa la batalla
contra el desaliento. Las únicas razones por las cuales un creyente no
oraría, seria por frialdad o negligencia.
Texto bíblico: Leamos S. Lucas 18: 1 y 7 “También les refirió Jesús una parábola sobre
la necesidad de orar siempre, y no desmayar… ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus
escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará en responderles?
Comentario sobre el texto bíblico: La razón por la cual Jesús insistía en que sus
seguidores orasen continuamente, es porque siempre ha estado interesado en que la
voluntad de Dios Padre, se cumpla en ellos. Con esta parábola, nuestro Señor también
quiere enseñarnos lo siguiente:
➢ Qué debemos perseverar en todo lo que sabemos que es justo, hasta alcanzar la
victoria.
➢ Qué recordemos quienes son nuestros principales adversarios en esta vida. Los
cuales son Satanás y sus huestes, usando personas.
➢ Qué la oración persistente se cuenta como “fe activa”, la cual nos produce
resultados en todos los frentes de batallas y desafíos.
Aplicación personal: Es tan fácil retroceder hoy día, y dejar de orar por un conflicto o
una necesidad específica. Hay quienes dejan de persistir ante la excusa de que “tal vez no es
la voluntad de Dios”. Otros usan frases como “ya Dios sabe” o algunos dicen “puse todo
en sus manos”. Trágicamente dejan de insistir, sin saber lo cerca que estaban de lograr la
victoria con su arma más poderosa, “la oración persistente”. La mayoría de los creyentes,
hemos gustado el sabor de las respuestas a nuestras oraciones, cuando en medio de ciertas
crisis, clamamos con insistencia, aferrándonos a la fe, hasta alcanzar la respuesta.
Reflexión
¿Oras todos los días?
Para orar de modo efectivo, necesitamos orar mucho. Es de vital importancia que
diariamente apartemos un tiempo específico para la oración personal, procurando ser fieles
y ordenados con nuestra vida de oración. (La oración, el ayuno y el estudiar la Biblia, son
los ejercicios espirituales más importantes en nuestras vidas).
Las horas tempranas en las mañanas son las mejores para orar, pero si no puedes
hacerlo al comenzar el día por causa de tu trabajo, entonces, practica tu buen tiempo con
Dios antes de que finalice.
Cuando le decimos a Dios que no tenemos tiempo para Él, en realidad no tenemos
tiempo para disfrutar su presencia, para gozarnos en Él, para buscar la paz, la renovación,
obtener dirección, alcanzar la prosperidad, y muchas otras cosas más. Porque Dios es la
fuente de todas las cosas, las cuales conseguimos a través de la oración. El Salmo 81:10
dice: “abre tu boca y yo la llenaré.”
Requerimientos para la oración eficaz:

Manténgase cerca de Cristo.
“Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros pedid todo lo que queréis
y os será hecho” San Juan 15:7
Todo creyente en cuya vida permanecen Cristo y sus Palabras, será eminentemente
exitoso en la oración.
Ten fe en Dios.
La fe es el elemento necesario para la oración eficaz. San Mateo 21:22 “…Todo lo que
pidan en oración creyendo lo recibirán”.
Como la oración nos nutre de poder, el estudio de la Biblia alimenta nuestra fe,
haciéndola firme y fuerte.
Conozca los pensamientos de Dios.

Esta es la clave para conocer su voluntad:
A. A través de la oración y la lectura de su Santa Palabra.
B. Aprendiendo a esperar con paciencia en Dios. “Pacientemente esperé al Señor y se
inclinó a mí y oyó mi clamor” Salmo 40:1.
C. Rindiendo nuestro “yo”, y dispuestos a hacer lo que a Él le agrada. Estar decididos
a cambiar.
Practique esta disciplina y mantenga un corazón limpio. No se deje contaminar por el

odio, pleitos y falta de perdón. Trabaje con su carácter.
La Biblia dice en Salmo 66:18: “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el
Señor no me habría escuchado”.
“El pecado afecta el poder de Dios en nuestras vidas y nos distancia de Él,
debilitando nuestra autoridad en la oración, por contristar al Espíritu Santo.
El arrepentimiento nos sana, y el alejarnos del mal nos levanta.”
.¿Cuáles son los ejercicios espirituales más importantes en nuestras vidas?

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Complete el siguiente versículo

Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en
vosotros_________________________________________________________
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¿Cuál oración se conoce como “fe activa” ?

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LECCIÓN dieciséis
Bases de la fe sobrenatural
Fe es la acción que nos llevó a aceptar a Jesús como Salvador, y luego

esta fe pasó a ser certeza de que Él cuida de nosotros, y nos acompaña
todos los días hasta el fin.
Texto bíblico: Leamos Hebreos 11:1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la
convicción de lo que no se ve”.
Comentario sobre el texto bíblico: Todo el capítulo 11 de Hebreos, nos demuestra

claramente la naturaleza de la única clase de fe que acepta Dios. Dicha fe triunfa en las
circunstancias más difíciles de la vida, como bien lo testifica este capítulo en el libro de
los Hebreos, conocido por los teólogos como “La galería o el museo de la fe”.
Aplicación personal: A través de las siguientes características, evaluaremos nuestra fe,

con el fin de forjar cambios para mejorar.
Características de la fe, según el pasaje bíblico en cuestión:

➢ Esta fe comprende las realidades espirituales.
➢ Nos lleva a buscar a Dios y anhelar su justicia.
➢ Cree en su bondad y confía en su Palabra.
➢ Vive de las promesas de Dios y rechaza el lenguaje negativo del mundo.
➢ Esta fe realiza poderosas obras para el Reino de Dios.
➢ Esta fe sufre por la causa de Dios.
➢ Esta fe espera grandes cosas de Dios.
Reflexión
La fe es la puerta que necesitas para recorrer un camino sobrenatural, el camino de
Dios. El mayor honor posible que se le puede dar a Dios es creer y confiar en Él. La fe es
uno de nuestros recursos más valiosos, es lo más importante en la vida de un cristiano. La
fe es el único medio que nos lleva a una total dependencia del Padre celestial. Empieza a
edificar tu fe, esa fe que se enfoca en Dios y no en las circunstancias. La fe de alguien
alcanza su mejor nivel cuando reposa totalmente en el Señor.
Nuestra fe en Dios determina nuestra trayectoria en la vida. La confianza plena en Dios
es la clave para soportar y salir de muchas pruebas y situaciones por las cuales atravesamos,
pues nuestra fortaleza está en nuestra confianza en Dios. Cuando practicamos la fe que
está dentro de nosotros dada por el Padre, entonces esta fe, estará creciendo y
fortaleciéndose, produciendo milagros y señales que vienen a confirmar la Palabra del
Señor en nuestras vidas, según Santiago capitulo 5:13-18.
“Fijemos nuestra mirada en Jesús (aprendamos de Él, aferrándonos a sus enseñanzas), autor y
consumador de la fe” Hebreos 12:2.
En cada creyente, su fe llega a ser tan grande y firme, como su carácter, su vida
devocional y avance espiritual. La fe activa funciona en quienes tienen vida con Cristo.
Si quieres tener una fe poderosa, requieres practicar una vida de oración;

porque la oración es la vida de la fe.
Nombre 4 características de la fe.

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¿Cuál es el mayor honor que le podemos dar a nuestro Dios?

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¿De qué manera puede la fe del creyente ser grande y firme?

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LECCIÓN diecisiete
La fe sobrenatural, el medio de vida y éxito del creyente
El tamaño de nuestra fe es el tamaño de nuestros éxitos, logros,

victorias, y crecimiento en todas las cosas. La fe no es solo
conocimiento, fe es la decisión de creerle a Dios. Nuestra fe se nutre con
la presencia del Padre Celestial y el oír su Palabra.
Texto bíblico: Leamos Habacuc 2:4 “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se
enorgullece; más el justo por su fe vivirá”.
Comentario sobre el texto bíblico: Esta escritura se refiere al pueblo Hebreo, al cual
pertenecía el profeta Habacuc. Además de ser profeta y hombre de fe, lo encontramos en este
versículo, intercediendo por su pueblo delante de Dios. En esta intercesión, expresa saber los
momentos muy difíciles por los que pasaría su pueblo, en cuanto a necesidades materiales y
terrible escasez; sin embargo, él declara que aun así, serviría y adoraría a Dios. Luego advierte
sobre los únicos que tendrán la cobertura y respaldo de Dios, “Los justos a través de su fe firme en
el Padre Celestial”.
Aplicación personal: Los orgullosos o arrogantes, jamás podrán generar la fe que

agrada a Dios. El primer enemigo de la fe, además de la duda, es el orgullo. La soberbia no
les permite a las personas doblegarse ante Dios, y reconocer que sin Él nada pueden hacer.
Hoy día, para el creyente, la vida de fe es el más grande desafío. Para los entendidos del
reino de Dios, la esperanza clara la tienen los que han desarrollado su fe, y la ponen
en práctica al pedir insistentemente, doblegando su ego, para depender del Padre celestial.
Reflexión
¿Qué es la fe sobrenatural?
Es la confianza total que tenemos en Dios. Es poner nuestra esperanza en Él. Fe
sobrenatural también es, la capacidad de creerle a Dios, a pesar de que nuestros sentidos
perciban lo contrario a aquello que esperamos. La fe sobrenatural implica esperar en Dios
con firmeza y seguridad. La fe es dar algo por hecho, es confianza plena en Dios para
recibir lo imposible ante el ojo y la mente humana. La fe es estar convencidos de que
“veremos lo que no tenemos y tendremos lo que no vemos”. Es la fe lo que nos
permite recibir lo solicitado, la fe es el elemento necesario para la oración eficaz.
Según San Mateo 21:22 “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”. La
fe nos asegura que amanecerá, aunque estemos en medio de lo más oscuro de la noche. Fe
es la capacidad de visualizar lo que es, como si ya hubiese sucedido.
¿Qué nos produce la fe?

Produce salvación. Sin fe no hay salvación. La fe nace en nosotros una vez que
recibimos a Cristo como nuestros Salvador, porque la fe que da Cristo pertenece a la nueva
criatura. La fe produce seguridad. Quien está en Cristo vive en seguridad aunque vengan
circunstancias adversas a su vida. Según el Salmo 46:1 y el Salmo 27:1-3. La fe siempre ve
posibilidades y consigue alternativas. Nada detiene la fe que recibimos de Dios.
La fe produce esperanza y confianza; la fe testifica al incrédulo.
¿Cómo aumentar nuestra fe?
✓ Mediante la oración y el ayuno, según S. Mateo 17:17.

✓ Escuchando la Palabra del Señor, según Romanos 10:17.
✓ Leyendo su Palabra. Conocer y permanecer en la Palabra de Dios, aumentará
nuestra fe. El poder que tenga nuestra oración estará en relación directa con el
tiempo que dediquemos al estudio serio de la Palabra de Dios. Este es el
combustible que alimentará el fuego de nuestra fe.
Testimonios-Tips
(Tomado del libro “Biografías de grandes cristianos)
JUAN BUNYAN (1628-1688)
Autor del libro clásico “El progreso del peregrino”
Uno de los libros más vendidos del mundo
¿Cómo explicar el maravilloso suceso de Juan Bunyan? ¿Cómo podía una persona sin
estudios básicos, predicar como él predicaba, y escribir en un estilo que pudiera interesar al
niño y adulto, al pobre y al rey, al docto y al indocto? La única explicación de su éxito es
que él era un hombre que estaba en constante comunión con Dios.
Lo que vamos a referir a continuación, muestra la lucha que Bunyan sostenía con Dios
cuando oraba:
“hay en la oración, el momento de dejar al descubierto la propia persona, de abrir el
corazón delante de Dios, de derramar el alma afectuosamente en peticiones, suspiros y
gemidos. “Señor, dijo el rey David; “delante de ti están todos mis deseos, y mi suspiro no
te es oculto” (Salmos 38:9). Y otra vez: “Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delate de Dios? Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi
alma dentro de mí… (Salmos 42:2,4).
Nuestra fe aumenta a medida que caminamos comprometidos con Dios. Y un

creyente con su fe vigorosa, una mente amplia y una actitud osada, logra
grandes cosas en su vida.
¿Cuál es el medio de vida y éxito del creyente?

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¿Qué necesita mejorar para aumentar su fe, según esta lección?

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Según esta lección, ¿Qué es la fe?

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LECCIÓN dieciocho
La fe va más allá de lo visible
La verdadera fe siempre contempla las cosas que están ocultas a los

ojos, las cuales pueden ser alcanzadas por los que creen a la Palabra de
Dios. Sin fe no vemos lo que hay en el Reino para nosotros. Así Como el
ciego no puede ver las riquezas y oportunidades a su alrededor,
trágicamente ocurre igual en su caminar del Reino, al creyente que no
posee una fe viva.
Texto bíblico: Leamos Hebreos 11:8 “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció
para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba”.
Comentario sobre el texto bíblico: Abraham fue llamado por Dios en la tierra de Ur
de los Caldeos. Para ese entonces, Noé y la generación de sus hijos ya no estaban en el
mundo, su descendencia estaba dispersa por la tierra.
Según la historia universal, los caldeos eran un pueblo totalmente pagano, hundido en el
politeísmo, es decir, adoraban a distintos dioses e imágenes, con prácticas de hechicería. Sin
embargo, Abraham le creyó a Dios sin haberle visto, tan sólo oyó su voz, quien le dijo que
se fuese lejos, a otras tierras que le serían dadas por Él. Abraham aceptó creer y salió.
Observamos en las Escrituras, que al momento de Abraham dar el paso de fe, Dios se
apodera de Él y de su destino. El Padre de la creación, comienza un proceso de cambio y
desarrollo hasta que en el tiempo posterior, Abraham sería llamado padre de la fe. De sus
lomos salió la nación de Israel, la cuna de las Escrituras Sagradas, los profetas, y la cuna del
Mesías. La nota gigante de este versículo es que Abraham salió obedeciendo a Dios, “sin
saber hacia dónde iba”.
Aplicación personal: En nuestro tiempo, la cultura es “ver para creer”. Muchos tienen
fe, pero solo algunos dan pasos decisivos de fe. La fe nace y se nutre de la obediencia a la
palabra de Dios. Para la fe al estilo Abraham, “creer, ya es ver”. Ora, cree, actúa, y
activarás la mano de Dios a tu favor. Te afianzarás como miembro del Reino de la fe. La fe
es como uno de nuestros músculos, requiere un proceso de crecimiento a través de
alimentación espiritual y ejercicios, es decir, necesita enfrentar retos pequeños de fe, luego
medianos, después grandes desafíos. La fe va creciendo en nuestra relación con Dios y
nuestro caminar diario, pues con el paso del tiempo aprendemos una de las lecciones más
importantes de la vida, “confiar en Dios y creerle a Dios”.
Reflexión
La mayoría de las personas construyen sus vidas sobre las realidades visibles, es decir,
solo lo que se ve les proporciona seguridad y tranquilidad. Nuestra certeza se halla en lo
que se espera y en lo que no se ve. Para muchos nada puede ser más incierto que aquello
que no se ve. La fe consiste en resistir a pesar de todas las barreras de oposición, es el
convencimiento absoluto de alcanzar lo que todavía no se ve. La verdadera fe, ve la luz en
la más profunda oscuridad, y tiene “las llaves del Reino de Cristo” en sus manos. La fe
grande y firme, agrada al Señor. En la Biblia se nos enseña lo que es fe: “La fe es la certeza
de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve” Hebreos 11:1.
Recuerda que fe es ver más allá de lo visible y lo temporal, porque sabemos que
nuestra vida está en manos del Todopoderoso. La fe es sometida a prueba. En la carta de
1era de Pedro 1:7 nos dice “La fe es más preciosa que el oro”, pero además dice que es
sometida a prueba, para ser hallada en alabanza, gloria y honra para cuando sea
manifestado Jesucristo.
Cuanto más se ejercita la fe durante la tribulación, más crece en firmeza, en seguridad y
en intensidad. Se necesita estar ante una adversidad para ejercitar la fe. Tiene que haber
un encuentro entre nuestro problema y la Palabra de Dios, es entonces cuando
nuestra fe es probada como se prueba el oro. Regocijémonos que nuestras pruebas
duran poco o mucho tiempo, y también agradezcamos que nuestras pruebas sean usadas
con el propósito de probar y acrecentar nuestra fe. Una fe grande se logra enfrentando
un problema grande. Con el hierro se afila la espada; con las dificultades se afirma
nuestra fe. Si tu fe es pequeña y el problema es grande, Dios te dará paciencia mientras
“estira” tu fe, para que no estés en desventaja. El problema será derrotado, y tu fe quedará
grande y firme.
La clase de fe que Dios desea de nosotros, se logra a través de la práctica de la fe que
obra cuando estamos en lo más duro de la prueba. Cuando tu fe sea probada, no permitas
que la prueba acabe con tu fe, sino al contrario, que sea tu fe la que acabe con la
prueba, obteniendo la victoria y alcanzando los propósitos de Dios para ti.
Alguien dijo: “No le digas a Dios de que tamaño es el gigante; dile al gigante, de qué
tamaño es tu Dios. No le digas a Dios que quite la montaña; dile a la montaña que se
aparte en el nombre de Jesús. No le digas a Dios que calme la tempestad; dile a la
tempestad que desaparezca en el nombre de Jesús el Señor.
La prueba de la fe es una oportunidad para ver la gloria de Dios. Los

momentos difíciles traen para nosotros la oportunidad de subir de nivel en la
fe. Para lo cual, es necesario estar fortalecidos por una vida de oración; solo
así soportaremos hasta ver la victoria.
¿Qué ocurre con el creyente que no posee una fe viva?

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¿Quién dijo: “La fe es más preciosa que el oro?
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¿Qué resultados espera lograr en su vida, al poner en práctica esta lección?

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LECCIÓN diecinueve
Para defender la fe, hay que crecer en la fe
La fe sobrenatural, requiere tiempo íntimo con Dios, para su formación

en nosotros.
Texto bíblico: Leamos San Judas, versículo 1:20 “Pero vosotros, amados, edificándoos
sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo”.
Comentario sobre el texto bíblico: La mejor manera de defender la fe, es crecer en la

fe. La fe sagrada es la revelación neo-testamentaria transmitida por Cristo y sus apóstoles.
Se requiere el esfuerzo constante por conocer la verdad y las enseñanzas bíblicas, a través
del estudio perseverante y orientado de las mismas. Orar en el Espíritu es orar inspirados y
fortalecidos por el mismo Espíritu Santo. El creyente le pide al Espíritu de Dios que le
sustente y le ayude a librar las batallas de la fe, a través de la oración. Cuando oramos en el
Espíritu, participan tanto nuestra mente como nuestro espíritu humano.
Aplicación personal: Dos aspectos determinantes en el creyente son nombrados por el

apóstol Judas en su escrito inspirado. El primero de ellos es nuestro crecimiento espiritual,
teniendo como base sólida nuestra “santísima fe”, es decir, recibimos a Cristo, recibimos
fe, y comienza nuestro caminar en el “Reino”. Y el segundo, la oración en el Espíritu
Santo, lo cual no es sólo hablar en lenguas, aunque es muy especial. La oración en el
Espíritu es estar alineados a su dirección, para orar expresando sus deseos y sus anhelos.
También es reconocer al Espíritu Santo como nuestro mentor y ayudador en todos estos
asuntos de la fe, la oración y la Biblia. Recuerda que Dios es nuestro Padre creador, Cristo
es el Hijo redentor y el Espíritu Santo nuestro amigo y consolador.
Reflexión
Continuando en Hebreos 11, encontramos un denominador común en la vida de las
personas mencionadas allí, y es que su fe se agigantó gracias a su intimidad profunda con el
Señor. La fe verdadera nace en la habitación secreta de oración, la fe desata el poder de
Dios y se fortalece volviéndose firme y fuerte a medida que vamos cultivando una relación
cada vez más cercana con nuestro creador.
Sientes realmente el poder y la presencia de Dios que te rodea cuando entras en
intimidad con el Padre. Esta intimidad se refiere a la búsqueda secreta de la presencia de
Dios, donde mostramos lo más profundo del corazón al Padre, y como respuesta, Él nos
revela secretos maravillosos. Dios manifiesta su poder en la comunicación intima con los
que le buscan; esta es en la relación secreta. Si pasas tiempo de calidad en su presencia,
seguro que la fe vendrá y el Señor hará que esta resplandezca en tu alma como nunca la
habías experimentado.
La fe mueve montañas. ¿Cuántas veces en nuestras vidas, se nos presentan grandes
montañas? montañas que al parecer son invencibles ¿Cuál es tu montaña? Tal vez una
enfermedad incurable, un diagnóstico médico, un conflicto familiar, una amenaza, un
problema financiero; o quizás, situación con los hijos, vicios, situación en tus estudios o en
el trabajo, deudas, problemas del pasados o cadenas de pecado.
Cualquiera que sea tu montaña hoy la puedes mover desde la raíz en el nombre y con la
fortaleza del que todo lo puede, Jesús de Nazaret. La Biblia nos dice en San Marcos 9:23 que
“…si puedes creer, al que cree todo le es posible”.
Atrévete a creer en la Palabra de Dios y a poner la parte que te corresponde en tu
relación y en tu santidad con Dios. Jesús dijo en San Juan 14: 13 y 14: “Y todo lo que
pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el
hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”.
Fe es confiar y actuar
✓ Es caminar cuando no puedes más.

✓ Seguir creyendo aunque los conflictos se levanten contra ti.
✓ Es seguir viendo a lo invisible, y creer en algo que no se ve.
✓ Es alabar a Dios, a pesar del dolor y la tristeza.
✓ Es confesar paz en medio de la tormenta.
✓ Es esconderse bajo su abrigo, cuando los demonios atacan.
✓ Es usar la palabra de autoridad cuando el peligro amenaza.
✓ Es obedecer su palabra por muy difícil que parezca.
✓ Es lanzarse a los desafíos más duros, solo porque Él te lo dijo.
✓ Es esperar en Él, aunque tu mente diga no.
✓ Es avanzar y no rendirnos, porque Él va con nosotros.
✓ Es Decir “heme aquí”, cuando otros retroceden.
✓ Confiar es sacar fuerzas de la debilidad, porque Él nos renueva.
✓ Es creer aunque la duda nos atormente.
✓ Es entregar nuestras cargas a Él.
✓ Confiar es dejarse caer en las manos de Jesucristo.
Cuando tenemos fe en la Palabra de Dios, sus promesas permanecen firmes,

aun cuando nuestra realidad sea desbastadora o amenazante. La oración de
fe, afecta nuestro ser por completo y nos coloca por encima de nuestros
enemigos.
¿Qué es para usted, “ver más allá de lo visible”?

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¿Cómo podemos lograr que nuestra fe se agigante en el conflicto?

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¿Nombre 4 maneras en que podemos confiar y actuar?

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LECCIÓN veinte
Un toque de fe, es fe con obras

La única forma de tocar a Dios es a través de la fe viva. La oración le da vida
y fuerza a nuestra fe, porque somete nuestro peor enemigo, es decir, la
naturaleza carnal e incrédula.
Texto bíblico: Leamos Santiago 2:26 “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto,
así también la fe sin obras está muerta”.
Comentario sobre el texto bíblico: Santiago enseña sobre la fe que se demuestra

actuando. Se refiere al creyente que practica esta fe viva. Las obras proceden naturalmente
de la fe, pues mientras que la duda y la incredulidad nos pueden paralizar, la fe viva nos
activa e impulsa a obrar eficazmente. Lo mejor aquí, es que la fe con obras, trae resultados
productivos, fortaleciendo y edificando nuestra misma fe. La fe teórica solo está en la boca,
mientras que la fe práctica se ve en las respuestas.
Aplicación personal: Nuestra generación moderna y teórica, hace difícil lo sencillo de

la fe. El razonamiento humano lo usamos para tomar decisiones en el diario vivir; sin
embargo, no es compatible con lo sobrenatural. La fe se detiene y muere cuando el
razonamiento se apodera de nosotros, luego la fe se activa cuando el razonamiento se
somete y le da paso a la confianza en la Palabra de Dios.
Reflexión
Un verdadero toque de fe produce poder a tu favor, produce poder para salvación,
poder para sanidad, y también poder para prosperidad. La Biblia en San Lucas 8:45dice:
“Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? y negando todos, dijo Pedro y los
que con Él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me
ha tocado? Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido
poder de mí”. Jesús sintió el toque de la mujer enferma y desesperanzada, porque fue un
toque de fe lo que activó el milagro para esta dama.
A. ¿Quieres saber si estás tocando al Señor con fe?

B. ¿Experimentas el poder y la presencia de Dios cuando lo buscas en oración?
C. ¿Qué tan cerca estás de Jesús el Hijo de Dios?
¿Estás tan cerca que puedes tocar el borde de su manto? ¿Podrás tocar su hombro o
recostarte a su pecho como lo hacía su discípulo Juan? ¿O estás tan lejos que ni siquiera
puedes tocar el borde de sus vestiduras? Recordemos, no solo basta la fe, es necesario
que estemos cerca de Jesús.
Lo que de verdad nos da vida, fluye de ese caminar con Él. Cuando empezamos a orar
en fe nos disponemos para una marcha. Como un barco navegando desde un lugar a otro,
no llegaremos a nuestro destino, si cambiamos nuestra ruta continuamente. No debemos
ser inestables en nuestra oración; un día creyendo y otro día dudando; un día un rumbo, y
luego otro.
La oración de fe es una decisión de creer y estar concentrados en la meta, hasta que
llegue a ser una realidad, lo que esperamos.
Satanás nos ataca con temores y dudas, tratando de desviarnos de nuestro camino de fe.
De esa forma, busca que nos distraigamos o rindamos. ¡Cuántas veces empezamos bien
nuestro caminar en fe, pero al venir los ataques del mundo y los demonios, decaemos, y
luego nuestra fe se encuentra en apuros!
Somos empujados por un lado a creer, y por otro lado a ceder ante el miedo. Tenemos
que caminar en nuestra oración de fe, declarando las promesas de Dios, y vivificándonos
en su gracia.
Nuestra fe no debe tener inspiración, sino en el nombre de Jesucristo; y no hay otra

ambición que no sea glorificarle a Él. De esta manera, la oración de fe será una fuente de
poder y de ilusiones, porque podremos soñar con lo imposible. Lo que parecía lejano,
ahora es cercano, lo que parecía solo un sueño, ahora se hace realidad.
La fe, se alimenta de la oración y el estudio de la biblia. Una fe firme y fuerte es aquella
que fue alimentada con tiempo, dedicación, constancia y responsabilidad. Por lo tanto, está
lista para ser usada a nuestro favor. Aquí también se cumple, que todo lo que sembramos
cosechamos. Sembremos para nuestra fe, como aquel que ahorra para cuando vengan los
grandes desafíos. Como el atleta que se entrena esforzadamente, para lograr la medalla
dorada en las olimpiadas. Cómo el guerrero que se prepara para conquistar lo mejor, ante el
gigante. Cómo la madre emocionada, que espera soportar los dolores, para dar a luz su
hijo. La fe firme, hace nuestros sueños realidad.
Muchas serán las voces que intentarán apagar nuestra fe, pero nuestros sentidos solo
deben estar dispuestos y programados, para oír y poner en práctica la palabra de nuestro
Dios, quien es el único que sabe lo que es mejor para nosotros.
La fe actúa cuando no se ven alternativas terrenales, es entonces cuando

queremos depender del Señor y luchar a su lado.
¿Qué importancia tienen las obras, para la fe viva?

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¿Qué necesita mejorar usted en su vida, según esta lección?

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¿Cuál es la mejor forma de edificar nuestra fe?

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LECCIÓN veintiuno
Nuestra fe es una de las grandes armas que Dios nos ha dado
La batalla de la fe se pelea desde las rodillas. Cuando nuestro ser se postra

ante la sublime y poderosa presencia de Dios, nos estamos enrumbando
hacia la victoria.
Texto bíblico: Leamos San Judas, capitulo único versículo 3 “…me ha sido necesario
escribiros exhortándoos que contendáis (luchen) ardientemente por la fe que ha sido una
vez dada a los santos (los creyentes en Cristo)”.
Comentario sobre el texto bíblico: El verbo “luchar” (del griego epagonizomai)

describe la batalla que el fiel creyente debe librar en defensa de su fe. Significa literalmente:
pelear, contender, sufrir, estar bajo grandes tensiones y presiones. La fe consta del
evangelio de la verdad que proclamaron Cristo y sus apóstoles. La fe es más que una
verdad objetiva; es también, una manera especial de vivir en comunión, confianza y
dependencia de Dios Padre. Es además, negarnos a nosotros mismos. Es necesario
proclamar la fe a cada persona.
Aplicación personal: En nuestro tiempo, algunos sin la fe bíblica, mezclan el concepto

de la fe sobrenatural con positivismo, emocionalismo y humanismo (fe centrada en las
fuerzas y habilidades humanas). El sistema moderno de religiones y filosofías, le ofrece al
mundo una fe teórica, pasiva y muerta por causa del razonamiento. Jesucristo es el autor de
la fe viva; separados de Él, la fe solo será motivacional y humana, pero no será
sobrenatural.
-Entre otros enemigos de la fe están: La incredulidad, la duda, el humanismo, auto
dependencia, el ego, la soberbia, el raciocinio, el miedo y los argumentos para no creer.
-Los mejores amigos de la fe son: la humildad, el tiempo con Dios en oración y estudio
de la biblia, compartir con personas de fe, leer libros de autores cristianos acerca de la fe.
La osadía, es una actitud valiosa para ver resultados en el mundo de la fe.
Reflexión
Si Satanás y sus fuerzas engañosas de maldad, pueden derrotar nuestra fe, seremos
débiles y vulnerables a la tentación. Nuestra fe es más preciosa que nada de lo que
podemos poseer en nuestra vida. Cuando Satanás ataca nuestra paz, trabajo, finanzas,
matrimonio, salud o familia, el ataque principal es contra nuestra fe en Jesús.
No nos rindamos al temor y a la duda, pongamos completamente nuestra confianza en
nuestro Padre celestial si queremos ver la victoria. Es necesario permanecer firmes en
nuestra fe. Apoyémonos en las promesas de Dios. Cuando oramos, podemos ejercitar la fe,
si aplicamos bases bíblicas a cada situación.
Necesitamos una promesa de Dios concreta en la cual se pueda afirmar nuestra fe.
Comienza a apoyarte en las promesas de Dios por medio de la oración y lectura de la
Biblia, y experimentarás milagros en distintas áreas de tu vida. Dios no actúa según
nuestra lógica o nuestras emociones, Dios actúa según su Palabra.
Dios espera hasta que en oración y fe tomes posesión de esas promesas bíblicas.
Nuestra fe se fortalece cuando descansamos en las promesas del Señor, pues la fe se
aferra a las promesas de Dios contenidas en las Sagradas Escrituras.
Reclama hoy las promesas de Dios a través de la oración, solo así experimentarás el
entusiasmo, el gozo y la emoción de la vida cristiana. Promesas de Dios hay miles,
maravillosas, las cuales ahora son nuestra herencia en Cristo. La Biblia, en 2da a Corintios
1:20, dice: “Porque todas las promesas de Dios son en Él sí y en Él amén, por medio de
nosotros, para la gloria de Dios”.
La fe firme y verdadera, trae resultados productivos, cuando se alimenta de la palabra

de Dios y la oración constantemente.
La batalla de la fe
La batalla de la fe comienza cuando llega el momento de actuar, el momento de
poner la fe en práctica. Cuando la fe permanece guardada en la mente y las emociones, está
quieta, no molesta a nadie, no perturba las tinieblas y tampoco trae vida ni resultados. Mas
cuando decidimos movernos en la fe sobrenatural y la obediencia a la palabra de Dios,
comienza la batalla tres fuerzas que son: el mundo, la carne y el diablo. Estas se levantan
para oponerse cuales cómplices en nuestra contra.
-El mundo: Representado por las filosofías y opiniones humanas que pretenden
contradecir y opacar nuestra fe. Sus armas son los argumentos lógicos, experiencias de
fracaso de otros, o el humillarnos con el menosprecio. El hecho es que no somos del
mundo, somos del Reino de Cristo, somos linaje victorioso. El venció al mundo y nosotros
también junto con Él.
-La carne: Nuestra naturaleza humana lucha dentro de nosotros contra la nueva
naturaleza que somos en Cristo, por nuestro espíritu rendido a Él. Las voces del “no
puedo”, “no tengo” y “no sé”, comienzan su trabajo en nuestra mente. Luego vienen a
nuestra carne el miedo y el engaño, para hacernos retroceder o desmayar. Más la palabra de
la nueva naturaleza dice: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13.
-El diablo: No necesariamente se refiere al individuo Lucifer, sino que señala a sus
potestades y sus tinieblas, los cuales componen su sistema de maldad. Estos atacan la fe del
creyente con dardos o palabras negativas a la mente, al tiempo que usan a personas lejanas
y cercanas a nosotros, para contrariarnos o distraernos. Nuestra vida de oración y el
estudio de la palabra de Dios, nos fortalecen para la victoria segura.
La fe nos motiva a la oración. Si puedes nutrir tu fe, luego tus dudas y miedos
perecerán de hambre. Si quieres poseer las fuerzas de Dios, necesitas comer la
comida de Dios.
Nombre 4 enemigos de la fe.

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Nombre 3 amigos de la fe.

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¿Cuáles son las 3 fuerzas que se levantan contra la fe? ¿Cómo las vencemos?
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LECCIÓN veintidós
Las promesas bíblicas y la oración
Las promesas bíblicas le dan vida a la oración de fe. Es necesario entonces

que nuestra fe se origine y sustente en la Palabra de Dios.
Texto bíblico: Leamos San Juan 14:13-14 “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi
nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi
nombre, yo lo haré”.
Comentario sobre el texto bíblico: Orar en el nombre del Hijo, Jesús, significa que:
A. Al orar al Padre en el nombre de su Hijo Jesucristo, oramos en armonía con su
persona, con su poder, carácter y voluntad.
B. También orar al Padre en el Nombre de su Hijo Jesucristo, es orar con fe en Él,
confiando en su autoridad.
C. El Padre responderá las oraciones, en primer lugar, para honrar a su Hijo, y en
segundo lugar, para honrar nuestra fe.
D. Orar en el nombre de Jesucristo, implica que Él contestará cualquier oración que Él
mismo hubiese elevado cuando estuvo en la tierra. La oración es poderosa cuando va
dirigida al Padre, en el nombre de su único Hijo, Jesús.
Aplicación personal: Toda respuesta a nuestras oraciones, Jesús las concede sólo con
el propósito de glorificar al Padre. Este asunto nunca se trata de nosotros, se trata de Él.
Nosotros no somos el centro, es Él. Nosotros somos sencillamente, los felices
beneficiarios.
Es bueno destacar, que no es al Espíritu Santo a quien debemos elevar nuestras

rogativas, Él es nuestro consolador, y su misión principal es glorificar a Cristo revelándolo
a nuestras vidas. Toda oración, según la Biblia, debe ir dirigida al Padre en el nombre de su
Hijo, Jesús.
Reflexión
En esta oportunidad, quiero compartir con ustedes promesas específicas en situaciones
muy particulares, para que estudiemos la Biblia y alimentemos nuestra fe con promesas de
Dios. Hay miles y maravillosas promesas, que para nosotros han pasado a ser “herencia
real” de parte de Cristo, para quienes por haber creído en Él y recibirle, han pasado a ser
legalmente hijos de Dios.
A continuación, algunos versículos que respaldan esta verdad:
• Salvación. en Hechos 4:12 “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en quien podamos ser salvos”.
• Perdón. en 1era Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.
• La salvación de la familia. en Hechos 16:31 “Cree en el Señor Jesucristo, y serás
salvo, tú y tu casa”.
• Sanidad para nuestros cuerpos. según los siguientes versículos: 1era Pedro 2:2; S.
Mateo 8:17; 1era Pedro 2:24; S. Lucas 7:21 y Hechos 10:38 “Jesús llevó nuestras
enfermedades en la cruz del calvario y sanó a todos los oprimidos”.
• Protección del mal. según el Salmo 91:1-4 “El que habita al abrigo del altísimo,
morará bajo la sombra del omnipotente… con sus plumas te cubrirá y debajo de
sus alas estarás seguro, escudo y adarga es su verdad”.
• Compañía y fortaleza. según el Salmo 23:4 “Aunque ande en valle de sombra de
muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me
infundirán aliento”.
• Paz. según San Juan 16:33 “No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo, estas cosas
os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero
confiad, yo he vencido al mundo”.
• Provisión para toda necesidad. Salmo 23:1 “Jehová es mi pastor y nada me
faltará”. Cuando decidimos que el Señor sea nuestro pastor, Él sabe cuidar de
nosotros para ayudarnos en todas las cosas.
• Fortaleza contra el temor. Salmo 27:1 “Jehová es mi luz y mi salvación, ¿De
quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida, ¿De quién he de atemorizarme?
Hoy día son tantos los peligros que nos rodean y nos causan temor. Nuestra fe
está siendo probada en estos tiempos. Sólo nos queda aprender a confiar.
• La seguridad de que el Señor nos escucha. Hebreos 11:6 “Sin fe es imposible
agradar a Dios. Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay; y
que es galardonador de los que le buscan”.
• La seguridad de ser guiados hacia el éxito. Proverbios 3: 5 y 6. “Confía en el
Señor de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia; reconócelo en
todos tus caminos y Él enderezará tus veredas”.
Es importante tomar en cuenta a Dios en cada detalle y circunstancia de
nuestras vidas. Es la forma de demostrar que no dependemos de nuestras
habilidades, sino de su poder y soberanía. Antes bien, las habilidades y talentos que
Él nos dio, las utilizamos en el poder de su fuerza.
El poder de Dios en nosotros, es una combinación entre orar, estudiar la Biblia

y ponerla en práctica.
¿Por qué son importantes las promesas bíblicas, para nuestras oraciones?
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¿Qué significa orar al Padre en el nombre de su hijo, Jesús?

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Seleccione y anote 2 de las promesas bíblicas que nos ayudan en la oración.

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LECCIÓN veintitrés
¿Qué es interceder?
Intercesión es acercarse a Dios a favor de otros. Es sentir la carga por los

demás, y esa carga que sentimos, es usada por el Espíritu Santo para
impulsarnos a orar.
Texto bíblico: Leamos S. Lucas 22: 31-32 “Dijo también el Señor: Simón, Simón, he
aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu
fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos”.
Comentario sobre el texto bíblico: Según el contexto, este pasaje bíblico es relatado
momentos antes de que Cristo fuese arrestado. Satanás y sus huestes no saben todas las
cosas, pero pueden intuirlas, calcularlas o analizarlas, y reconocían lo que ellos mismos
habían puesto en el corazón de los enemigos de Jesús, y cómo reaccionarían sus discípulos
al momento del arresto de Él. Sería el gran momento para desmoralizar y destruir la fe de
los discípulos, especialmente de su líder, Pedro. Esto atentaba con destruir el trabajo que
Jesús había hecho en ellos, durante tres años y medio aproximadamente; pretendía destruir
los frutos del ministerio de Jesús. Sin embargo, el Espíritu Santo le anticipó a Cristo esta
trampa, y Jesús usó el poder de la oración intercesora. La oración de Cristo por su
discípulo, no impidió la prueba, pero garantizó la cobertura y protección de todos ellos y
de Pedro. Posteriormente, esta intercesión aseguró la victoria, causando que los planes de
Satanás contra Pedro, no prosperaran.
Aplicación personal: Dios siempre quiere librarnos de todo mal, por lo tanto, quiere
que oremos. La oración abre espacio en la tierra, para que el Padre Todopoderoso
intervenga. El Espíritu Santo nos impulsa e inspira a orar; nos muestra, revela, nos
inquieta. Cuando oramos, obedecemos su llamado y su voluntad. Orar es obedecer al
Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Es seguro que Dios te quiere usar para orar por otros,
que en un momento determinado, serán tentados o atacados por el maligno. ¿Podremos
decir a alguien que lo necesite, “…he orado por ti, para que tu fe no falle…”?
Reflexión
Interceder es una oración fiel y perseverante, suplicando a Dios por otros que
desesperadamente necesitan su ayuda. En general, es la acción de alguien que busca el bien
de otro, interviniendo en su favor, para conseguirle un beneficio ante Dios.
Recuerde que la intercesión no es un don exclusivo de algunos. Es un deber y una
necesidad de cada cristiano. Es un ministerio escondido porque tiene lugar en lo secreto
con Dios.
El mundo, e incluso el mismo pueblo de Dios, no otorgan el reconocimiento
correspondiente a la intercesión. Solo el Padre celestial que escudriña los corazones, le da
su verdadero valor. Para que nosotros valoremos la intercesión como Él, necesitamos
revelación de lo que mueve la intercesión en el mundo de lo sobrenatural. El llamamiento
más elevado entre todos los ministerios del cuerpo de Cristo, es el de interceder.
El pastor Larry Lee lo describe como “el llamamiento supremo”, “la labor más alta”.
Aunque se requiere el corazón más humilde, trasformado, obediente y sujeto. No hay
llamamiento mayor que el de interceder, y solo lo pueden ejercer los creyentes en Cristo. La
oración intercesora es la más dulce de las oraciones que Dios puede escuchar. Porque
quien ora se despoja de sí, y se enfoca en las necesidades de otro, entrando en una
conexión sobrenatural con el Padre celestial.
A través de la intercesión eficaz podemos entrar en el mundo espiritual, esfera en la cual
nuestras oraciones no tienen ninguna limitación. Interceder puede contribuir a mejorar
significativamente la vida de otras personas.
Hay quienes dicen que interceder no es lo mínimo que se puede hacer por alguien sino
lo máximo; nuestras oraciones mueven el corazón y la mano de Dios, para que intervenga a
favor de las personas por las cuales intercedemos.
Por medio de nuestras oraciones, otras personas pueden obtener los mismos beneficios
que obtenemos nosotros cuando oramos, los cuales son: consuelo, protección, alivio de la
ansiedad y el temor, curación, provisión material y muchos otros. Hay cantidad de citas
bíblicas donde el apóstol Pablo pide la oración en momentos difíciles, también Cristo pidió
la oración o compañía de oración a sus discípulos.
La oración intercesora
Es tan sublime, que practicarla nos coloca al nivel de “amigos de Dios”. Interceder es
orar por otros, ya sean personas, familias, comunidades, ciudades y naciones.
Cuando nuestra oración es de petición personal, actuamos naturalmente como hijos de

Dios. La naturaleza del Padre celestial es darnos, mientras que nuestra naturaleza de hijos
es pedir.
Cuando practicamos la oración intercesora, subimos al nivel de “amigos de Dios”, por

lo cual el Padre Celestial nos da poder, revelación y unción.
Cuando pensamos solo como hijos, nos centramos en nuestras necesidades y derechos,
lo cual está bien, porque fue el precio que Cristo pagó por nosotros para redimirnos y
hacernos hijos de su Padre (al escribir estas palabras, mi corazón se quebranta de
agradecimiento hacia Cristo).
Cuando pensamos en las necesidades de los demás y de la obra de Dios, estamos

desarrollando el carácter de hijos y amigos de Dios. Entonces, el Padre podrá confiarnos
secretos y autoridad de su Reino. El Padre también nos pondrá cargas de oración, a través
del Espíritu Santo. Nos revelará personas que no conocemos, para que oremos por ellos.
En la medida en que lo hagamos, obedeciendo al llamado del Señor, nuestro nivel de fe y
unción crecerán en nosotros, por la obediencia.
Todos necesitamos de la oración intercesora. El poder de Dios viene en nuestro

auxilio, cuando un fiel creyente intercede por nosotros ante el Señor.
Según esta lección, ¿Qué es intercesión?

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¿Cómo debe ser el corazón de quien intercede?

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¿Por qué la oración intercesora es tan sublime ante el Padre Celestial?

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LECCIÓN veinticuatro
El valor de la oración intercesora
Cuando intercedemos por otros ante Dios, crecemos en autoridad y fe. Es

cuando desde lo más profundo de nuestro ser, fluye la unción para grandes
cosas.
Texto bíblico: Leamos Ezequiel 22: 29, 30 y 31 “El pueblo de la tierra usaba de
opresión y cometía robo, al afligido y menesteroso (necesitado) hacía violencia, y al
extranjero oprimía sin derecho. Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se
pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo
hallé. Por tanto, derramé sobre ellos mi ira; con el ardor de mi ira los consumí; hice volver
el camino de ellos sobre su propia cabeza, dice el Señor”.
Comentario sobre el texto bíblico: Dios vio la maldad de los habitantes en esa ciudad,
por lo cual, la destrucción era inminente; sin embargo, la misericordia del Señor quería
librarles. Según el texto bíblico solo había una forma, alguien a quien le “doliera” esa
maldad e injusticia, y sintiera la carga por la ciudad de tal forma que intercediera. Dios
buscaba a alguien así, para mostrarle lo que venía, y ponerle la carga para que orase; pero
no lo encontró, y aquella ciudad experimentó los juicios de Dios. Recuerde también que
hacer “vallado”, según el diccionario Larousse, es levantar un cerco de protección. Y
ponerse en la “brecha”, es cuidar o cubrir la grieta, en este caso, con la intercesión no
ponemos frente a la grieta moral y espiritual, que siempre quieren aprovechar Satanás y sus
demonios, para oprimir vidas.
Aplicación personal: Este pasaje bíblico es revelador sobre el principio fundamental

de la oración poderosa. Alguien en la tierra debe orar para que la respectiva acción del cielo
venga. La expresión “Y busqué entre ellos”, muestra la necesidad de que el intercesor o
intercesora, sean de la misma nación, ciudad, comunidad, grupo o familia por el cual se
realizará dicha intercesión ante Dios. Esto, principalmente porque es a quien le afecta más
la situación de su gente, por su identidad con estas personas. Por otra parte, nos revela la
Biblia una vez más, la verdad de que sin la oración en la tierra, el cielo no obrará. Si en
los tiempos antiguos esto era necesario, ¡Hoy esta voz se deja sonar por todos los lugares
donde se practica maldad! Esa voz dice: “Estoy buscando entre ellos”.
Reflexión
La fuente de poder espiritual menos usada, es la oración de intercesión. Tal vez se debe
al desconocimiento de su poder, como también a los mitos que muchos creyentes y
algunos líderes cristianos dicen. Entre estos mitos hemos escuchado por ejemplo:
-Que “la intercesión es un don exclusivo de algunos”,
-Que es para quien no tiene “nada que hacer”,
-Otros dicen que es solo para las mujeres o para las ancianas de la Iglesia.
-Otros se dan importancia de ser los más espirituales y al no sujetarse, causan
preocupación.
Cristo fue nuestro ejemplo y nos dejó un legado de intercesión.

Lo más importante de quien intercede, es su obediencia, sujeción, consagración y
humildad.
Aprendí del Dr. Peter Wagner, que “Toda intercesión es oración pero no toda
oración es intercesión”. La realidad es que hay oración de confesión, de acción de
gracias, perdón y arrepentimiento, lo cual es poderoso ante el Padre celestial, y beneficioso
para nosotros y para el Reino de Dios. Sin embargo, a ninguna de esas oraciones se les
puede llamar intercesión, pues interceder es orar a favor de otros.
Toda intercesión sí es oración, porque estamos orando ante Dios Padre por otras
personas. Un guerrero de oración es alguien que ora para que acontezca algo, y puede que
no siga orando por lo mismo, sino que cambia de tema en su oración; pero un intercesor se
hace responsable de alcanzar su objetivo y no se siente libre de esa carga de oración hasta
ver respuesta. Somos atrapados por una carga de otra persona, y solo liberamos dicha
presión, cuando intercedemos ante el Padre por ello.
¿Cuál es la diferencia?
Un guerrero de oración es movido por la petición de oración que se le hace; un
intercesor es movido por una carga que no soltará, hasta haber intercedido según la medida
que requiere el Espíritu Santo, para una situación determinada. Le basta a un intercesor,
cualquier dificultad para interceder hasta que la oración sea contestada, pues orar es su
negocio principal.
Haga de la oración lo más importante para usted. Interceder es servir, luchar,
identificarnos con las cargas de los demás, compartir, llorar, ponernos en los zapatos de
otras personas, arrancar lo malo, sembrar y edificar lo correcto. Interceder es la voluntad
de Dios para cada creyente.
Requisitos para interceder:
✓ Sentirse adorador.
✓ Ser íntegro.
✓ Perdonador.
✓ Ser responsable.
✓ Sensible.
✓ Agradecido.
✓ Compasivo.
✓ Maduro en el espíritu.
✓ Libre de pecado. De corazón arrepentido.
✓ Consciente.
✓ Sumisos a la autoridad pastoral.
✓ Sencillos en espíritu y en verdad.
✓ Espíritu de servicio.
✓ Espíritu humilde.
✓ Espíritu enseñable y aconsejable.
¿Algunas cualidades de un intercesor?
✓ Piadoso.
✓ Paciente.
✓ Lleno del espíritu santo.
✓ Confía en Dios, es un hombre y una mujer de visión.
✓ Es atrevido o atrevida para actuar en obediencia.
✓ Perseverante.
✓ Firme.
✓ Constante.
✓ Comprometido (da).
Objetivos para interceder:
1. Personas cautivas.
2. Los enfermos.
3. Por ministerios.
4. Creyentes y líderes cristianos.
5. Familias.
6. Iglesias. (programas de crecimiento, santidad y prosperidad)
7. Comunidades. (retrocedan las tinieblas de maldad y avance el Reino de Dios).
8. Ciudades y países. (Avivamiento, por obreros para la causa de Cristo).
9. Lugares y terrenos. (para la obra de Dios, o para los fieles creyentes).
10. Proyectos. (que bendecirán la extensión del evangelio, y los que también proveerán
a los hijos de Dios).
11. Medios de comunicación. (Conquistarlos en oración para la obra de Dios).
12. Finanzas. (Dios prospere a los hermanos, para que a su vez siembren en la
extensión del evangelio).
13. Por protección de los creyentes en estos tiempos difíciles.
14. Por protección divina para la iglesia, en contra de sus enemigos ocultos.
15. Protección y provisión para los siervos de Dios.
16. Por cosas específicas para los hijos de Dios, o para su obra, como casa, carros,
apartamentos, terrenos, negocios, empleos, cupos en liceos, colegios y
universidades.
17. Se abran las puertas para la predicación del evangelio, en cada comunidad, ciudad y
país.
Para el creyente que conoce y practica la oración de intercesión, esta

representa la llave que le hace entrar a las riquezas más grandes del Reino de
Dios.
¿A qué se refiere la expresión bíblica “y busqué entre ellos”?

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¿Qué quiere decir levantar vallado, y ponerse en la brecha?

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Nombre 5 cualidades de un intercesor, que le llaman la atención.

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LECCIÓN veinticinco
El carácter que desarrolla un intercesor (ra)
Quien intercede, desarrolla una vida de amistad con Dios. Todo creyente que
siente compasión por otros, y luego es impulsado o impulsada a interceder,
además de ser hijo de Dios, se constituye en amigo de Dios, pues le
preocupa lo que a Dios le preocupa, y quiere que se cumplan los planes de
Dios.
Texto bíblico: Leamos S. Lucas 11: 5-8 “Les dijo también: ¿Quién de vosotros que
tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, porque un
amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo que ponerle delante; y aquel, respondiendo
desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están
conmigo en cama; no puedo levantarme y dártelos? Os digo, que aunque no se levante a
dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo
que necesite”.
Comentario sobre el texto bíblico: Siempre que la Biblia hace mención acerca de la
oración intercesora, la persona o comunidad que requieren de dicha oración, tienen una
relación directa con quien o quienes intercederán. En esta parábola, el intercesor busca la
manera de solucionar una urgencia básica, en el momento más apremiante expresado con
las palabras “a medianoche”. El Señor nos garantiza respuestas cuando oramos por otros
ante el Padre. La intercesión perseverante es lo más seguro que puede haber.
Aplicación personal: Dios no te proveerá para tus amigos, al menos que insistas
tocando sus puertas con la “oración intercesora”. Por eso, nuevamente el Señor nos enseña
los alcances de la intercesión perseverante, que por supuesto, es impulsada por una carga
de crisis o emergencia. Cuando pides para ti, usas tus privilegios de hijo de Dios y heredero
de sus declaraciones de bendición selladas en la Biblia con el nuevo pacto, porque aceptaste
a Cristo; más cuando intercedes por otros, actúas como amigo o amiga de Dios, al
preocuparte por lo que a Él le preocupa.
Reflexión
Un intercesor en su conducta y en su carácter, debería ser un servidor. No es presumido
o presumida. Su actitud es la de un servidor hacia los demás y hacia Dios, no la de un
arrogante. Su poder está escondido en la cámara secreta y en la humildad. Cuanto más
acepta las felicitaciones y halagos, más se debilita en personalidad. Por lo tanto, lo mejor es
que no se alabe por interceder, sin Cristo nada podemos hacer. Todo se lo debemos a Él.
Un intercesor está dispuesto en el espíritu a pararse en la brecha (dar la batalla frente a la

grieta moral o espiritual), y tomar el problema, cualquiera que sea, para orar. Mantiene
siempre la pasión por los demás, es alguien perseverante y valiente que no se detiene hasta
ver un cambio.
El intercesor es alguien tenaz, no cesa de orar hasta recibir respuesta. Es alguien que
está dispuesto a hacer escudo de oración por otros.
Características de quien Intercede

Tiene convicción absoluta de la justicia de Dios, por lo tanto nunca tomará la justicia
por sus propios medios. Además de interés profundo de la gloria y el testimonio de Dios.
También, es una persona de gran valor personal.
Frutos de la intercesión:
1. Dialogo continuo con el Señor.
2. Alcanza un nivel más profundo de comunión con Dios.
3. La intercesión siempre tendrá una recompensa visible.
Beneficios de la intercesión:
1. Velar por el bien de otros.
2. Alimentar lo espiritual.
3. Disfrutar plenamente de una vida consagrada.
4. Dios va mostrando lo que impide el fluir y así vamos limpiando nuestras vidas.
5. Diferenciar fácilmente entre lo espiritual y lo material.
6. Dar valor justo a las cosas y a las personas.
Recuerde usted, la oración intercesora no es un don exclusivo para algunos, la

intercesión es para todos, para los jóvenes y para los adolescentes. Satanás hace pensar a
muchos, que la intercesión es solamente para algunos “cristianos especiales o fuera de
serie”, lo cual es falso. La oración intercesora es un deber y una necesidad de todo
cristiano que ama a Dios y a su prójimo.
Cuando intercedemos, ejercemos nuestro oficio sacerdotal heredado de Cristo.

En el Antiguo Testamento, durante la dispensación de la ley, la intercesión la
ejercían los sacerdotes Judíos, descendientes de la tribu de Leví; hoy, en la
gracia, Cristo nos revistió con su manto sacerdotal para ejercerlo nosotros. El
Señor espera que voluntariamente seamos intercesores.
Según esta lección, ¿Cuál debería ser la actitud y carácter de un intercesor?

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Según esta lección, ¿Qué características debe poseer quien intercede?

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¿Nombre 5 beneficios de la intercesión?

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LECCIÓN veintiséis
La comunión profunda con Dios para la intercesión
Cuando nos acercamos a Dios para interceder, Él nos revela las necesidades
de otros, y nos capacita con su poder. El amor del Espíritu Santo es
derramado en nuestros corazones, y asumimos batallas de oración.
Texto bíblico: Leamos Jeremías 33:3 “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré

cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.
Comentario sobre el texto bíblico: Siempre, Dios espera que oremos para que Él
pueda actuar. Este es un principio del orden de Dios, para la comunión de su “Reino”
eterno con sus hijos en la tierra.
Cuando Dios creó la raza humana, tenía predestinado que el hombre y la mujer
liderasen las cosas en la tierra. Después de la caída, esta ley de liderazgo quedó, aunque el
hombre no podía ejecutarla. Dios no puede irrumpir en la tierra a menos que uno de la
tierra se lo pida, rindiendo primeramente su voluntad a Él.
Lo otro es que, quien clama a Dios, recibe revelación y entendimiento sobre poderosos
misterios de Dios acerca del destino, la vida diaria y la eternidad.
Aplicación personal: Este versículo es uno de los más conocidos por los creyentes del
evangelio. Es impresionante saber que el Dios Todopoderoso, nos invita casi
imperativamente a que clamemos a Él para respondernos, y además nos ofrece sabiduría y
revelación por ello. “Clama a mí”, no se trata de una oración común y rutinaria, es una
oración que sólo podemos elevar en medio de la angustia que nos quita el sueño, afecta
nuestro apetito y nos perturba con su miedo. Son situaciones en las que el clamor está
dentro de nosotros a toda hora, anhelando un auxilio. Sin embargo, hay que detenerse,
postrarse o alzar las manos; sentarse o quebrantarse; rendirnos y expresarnos ante Dios
con sinceridad hasta desahogarnos, desde lo más profundo del alma. El resultado será la
respuesta de Dios, trayendo además, entendimiento y revelación.
Reflexión
La labor de un intercesor es estar en comunión profunda con Dios todo el tiempo.
Ayunar es una gran forma en que el cristiano puede desarrollar esa comunión espiritual con
su Señor.
El ayuno es el arma más poderosa de un intercesor, porque nos ayuda inclusive a
renunciar a lo humano, quebrantar lo que impide en nuestras vidas, y nos amplía la visión
espiritual. Ayuno es la ofrenda de adoración donde rendimos nuestros cuerpos a la
majestad de Cristo.
Para ejercer la oración intercesora con eficacia, es necesario tener fe. La fe es el
instrumento decisivo para la victoria, es creer con toda seguridad que nuestra intercesión
llega a Dios y estamos en sus manos.
Apartarnos a solas con Dios para conquistar victorias, es otra gran labor del intercesor.
Además el orar de madrugada por horas le permite percibir, sentir o visualizar el
sufrimiento y dolor de los demás; el intercesor también requiere sentir la carga, orar hasta
recibir la victoria, es necesario pedir diariamente unción de Dios, dirección y conocimiento
espiritual, santidad y justicia.
Es indispensable que la gloria y honra de Dios, sean el fin de nuestra

intercesión, pues la meta principal de Satanás es impedir que Dios sea glorificado.
Establezca usted una guía para orar, consiga un cuaderno o libreta, anote allí todos los
objetivos y personas por los cuales va a interceder.
¿Por quienes debemos interceder?

Algunos creyentes van a la oración, y al transcurrir varios minutos, ya no encuentran por
qué orar.
A continuación algunas cosas por las cuales debemos orar:

1. Para que Dios envíe obreros a su mies, siervos y siervas que lleven su palabra.
2. Protección y seguridad de los siervos de Dios.
3. Por la economía de los creyentes en Cristo.
4. Por los que están en autoridad gubernamental.
5. Por la unidad de los creyentes.
6. Sanidad para los enfermos.
7. Por los siervos de Dios, pastores, evangelistas, líderes, apóstoles, maestros bíblicos,
misioneros, obreros de Dios en general, servidores, salmistas.
8. Por la paz de Jerusalén.
9. Por tus familiares.
10. A favor de los que sufren.
11. Que miles sean salvos.
12. Por la obra de Dios, en las cárceles y hospitales.
13. Orar para que tengas experiencias personales con Cristo.
14. Orar para que te dé unción especial para ayunar y estudiar la Biblia.
Mientas oramos, la intercesión comenzará a fluir en nosotros. También vendrán a

nuestra mente y nuestro espíritu motivos por los cuales interceder. Hazlo hoy y nunca falte
en tus manos, una hoja ó libreta de oración.
Quien mejor está organizado (da) en su vida de oración y le dedica tiempo,

puede alcanzar mayores metas aceleradamente.
Según esta lección, ¿Qué nos revela Dios cuando intercedemos?

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¿Nombre al menos 5 cosas por la cuales debemos orar?

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Según esta lección, ¿Qué viene a nuestra mente y espíritu mientras oramos por
otros?
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LECCIÓN veintisiete
Liberación a través de la intercesión
Hay esperanza de liberación, cuando un creyente aplica la oración

intercesora sobre alguien que la necesita.
Textos bíblicos: Leamos Efesios 3: 14 y 16 “Por esta causa doblo mis rodillas ante el
Padre de nuestro Señor Jesucristo…para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el
ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu”. Leamos también 2da
Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
Comentario sobre el texto bíblico: El apóstol Pablo, está expresando aquí su labor
intercesora en favor de los hermanos de Éfeso, inclusive nos describe los propósitos de su
oración. Por otra parte, que el ser interior esté fortalecido por el Espíritu (nota: cuando se
refiere al Espíritu Santo, se escribe con mayúscula), quiere decir, que nuestros sentimientos,
pensamientos y propósitos estén puestos cada vez más, bajo su influencia y dirección, para
que el poder del Espíritu sea manifestado en el creyente, con mayor medida. Por su parte,
el texto de Corintios da por sentado, que si alguien realmente está en Cristo, ha nacido de
nuevo, y está viviendo un proceso de cambio. Este cambio es a tal grado, que llegará a ser
otra persona, en la cual la vida antigua ya no tiene efecto. En consecuencia, ha sido
liberado (da) de ese pasado y sus presiones, y ahora experimenta la vida nueva y las cosas
nuevas del “Reino”.
Aplicación personal: El secreto de la victoria de los apóstoles en todas las tareas de sus
ministerios, consistía en su dependencia de Dios a través de la oración; aun para impulsar
el crecimiento espiritual y personal de sus discípulos, la oración era su método principal,
acompañado de las lecciones prácticas de la Palabra de Dios. El apóstol Pablo nos dice
también, que en medio de las más cruentas persecuciones que sufrían los discípulos,
saldrían victoriosos con toda seguridad, al estar fortalecidos en su ser interior por el
Espíritu Santo, a través de la oración.
Reflexión
Alguna cantidad notable de creyentes hoy día, son atacados u oprimidos por espíritus
malignos. Estos se pueden distinguir por la forma como les perturban.
Muchas de estas opresiones vienen de la vida anterior, y por alguna razón se siguen
manifestando después de aceptar a Cristo como salvador. Otras ligaduras aparecen después
de haberse convertido a Cristo, debido a ciertas actuaciones en que el creyente a incurrido
abriendo puertas de su vida, para el acercamiento de algunos espíritus opresores.
Cuando aceptamos a Cristo, instantáneamente nuestros pecados son perdonados, y
recibimos la salvación. Pero puede suceder, que algunos pecados sin confesar permanezcan
perturbando al creyente, en su pensamiento, en su carácter y en sus deseos.
Para llevar una vida cristiana abundante y colmada de frutos de crecimiento,
necesitamos ser totalmente libres de toda opresión de espíritus malignos, y de los yugos del
mundo.
Para ser libres de cualquier opresión de espíritus, es necesario identificarlos y luego
renunciar a ellos; además de cerrar toda puerta y todo derecho que les hallamos otorgado.
En 1era Corintios 4:2 dice: “Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso”.
Es claro que necesitamos renunciar de todo corazón, a la manifestación en nuestra vida
de cualquier espíritu, al que nos encontremos complaciendo a través de nuestras actitudes o
deseos, ofendiendo así a Cristo.
También es necesario confesar la falta y la opresión a hermanos espirituales, para que
oren por nosotros y seamos liberados. Recuerda, el poder de la oración intercesora en
nuestras vidas, depende de nuestra calificación delante de Dios. Revisemos nuestro nivel de
consagración a Él.
La naturaleza nueva contra la naturaleza vieja.
Cuando recibimos a Cristo de todo corazón, nacemos de nuevo. Somos nuevas

criaturas. Recibimos la nueva naturaleza. Sin embargo, el viejo hombre continúa en
nosotros. De allí el por qué de nuestras luchas. Aunque nacimos de nuevo en Cristo,
nuestra mente y carácter requieren un proceso de liberación, aprendizaje y crecimiento por
la palabra de Dios.
El hombre viejo, perderá fuerza y dominio en nosotros, a medida de que el hombre
nuevo sea libre del pasado, crezca en su nueva vida en Cristo.
La liberación es el proceso mediante el cual, somos libres de opresiones, pecados, vicios,
sentimientos y acciones del pasado, los cuales nos quieren dañar hoy. Esta liberación,
requiere de nosotros, en cuanto a renunciar y apartarnos de lo que nos daña, incluyendo
amistades y familiares.
La oración intercesora es un arma poderosa, para ministrar liberación a hermanos y
seres queridos.
La liberación, sólo es posible, cuando la persona afectada está dispuesta a poner de su
parte para esa liberación.
Vivamos nuestra vida en la presencia del Señor aprendiendo y creciendo,

porque la unción de su poder en nosotros rompe todo yugo del mal.
¿Cuál era el secreto de la victoria de los apóstoles, que les traía éxito en todas
las tareas de sus ministerios?
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¿Qué requieren nuestra mente y carácter cuando nacemos de nuevo en Cristo?

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¿Cuándo es posible la liberación?

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LECCIÓN veintiocho
Firmes en la libertad de Cristo
Un árbol firme e inamovible es aquel cuyas raíces están bien profundas. La

profundidad con Dios, la alcanzamos a través de nutrirnos con su palabra
revelada. Profundidad es firmeza.
Texto bíblico: Leamos Gálatas 5:1 “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo
nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”.
Comentario sobre el texto bíblico: Algunos hermanos de la iglesia de los Gálatas

habían cambiado su fe en Cristo por guardar las observaciones de la ley, cayendo así en la
religiosidad. Ellos cedieron a las presiones del maligno, a través de los religiosos fanáticos
judaizantes. Pablo les dice a estos creyentes que han caído de la gracia, que volvieron a la
esclavitud de antes. Es decir, están separados de Dios y sus principios que traen vida,
bienestar y salvación. Caer de la gracia, es hacer nula nuestra integración con Cristo. Con la
caída, se niegan las verdades fundamentales de la fe en el Señor.
Aplicación personal: Siempre, el pueblo de Dios se ha enfrentado con la tentación de

volver al pasado, de caer esclavos en la vida anterior. Para que esto no suceda, es necesario
atender el consejo apostólico de permanecer firmes en la gloriosa vida que el Señor nos ha
dado con su amor y poder. Es necesario defender lo que hemos recibido de Él. No
queremos retroceder, y volver a la ignorancia de una vida sin Dios; del vacío y su dolor; de
la amargura y su odio; de las religiones y su miedo o de los vicios y la destrucción. Lo que
hemos recibido, hay que defenderlo con firmeza.
Reflexión
Traemos para ustedes breve información, sobre cómo y cuando actúan los espíritus de
opresión en la vida de las personas.
✓ Desde el vientre, antes del nacimiento, si hubo un rechazo, o la madre no quería
quedar embarazada.
✓ Por causa de fornicación, adulterio u otras razones, sucede entonces que el
pecado abre las puertas y vienen espíritus en conexión con toda clase de pecado
voluntario.
✓ Cuando desobedecemos los mandamientos de Dios.
✓ La rebelión a la autoridad, en el hogar y en otros lugares.
✓ El odio.
✓ En nuestra ignorancia sin Cristo, hacíamos muchas cosas que no
considerábamos pecado, aunque delante de Dios y sus preceptos si lo son.
✓ También nos pueden atar las palabras negativas que puedan salir de nuestra
boca, en Proverbios 6:22 dice: “Te has enlazado con las palabras de tu boca y
has quedado preso con los dichos de tus labios.”
✓ Los espíritus son asignados por medio de las palabras cuando estas moldean la
conducta negativamente.
✓ Practicas de idolatría y hechicería de nuestros padres y otros familiares.
✓ Las agresiones y la violencia.
✓ El rechazo y el rencor.
✓ Las maldiciones verbales.
✓ Los vicios.
Junto a la maldición heredada por el pecado y los espíritus inmundos, las
opresiones vienen a nuestra línea sanguíneo-familiar, de generación a generación.
Estas se manifiestan a través de:
-Enfermedades Físicas como: Cáncer, diabetes, el corazón, enfermedades
renales, respiratorias, etc.
-Actitudes negativas, que vienen por patrones de conducta y se convierten en
enfermedades emocionales y psicológicas como por ejemplo: rencor, amargura,
pleitos, chismes, malicia, arrogancia, autoestima baja, frustración, egoísmo, falta
de perdón, y fracasos en los negocios, en los estudios o en las relaciones
sentimentales.
Por otro lado, son transferidos patrones de conducta, actitudes negativas
como vicios o rechazo al evangelio. Estas maldiciones y ataduras, son rotas en la
vida de alguien de la familia que viene a Cristo y lo recibe como Salvador
personal, renunciando al pasado y aceptando la vida nueva.
Otra forma de opresión, viene por practicar el ocultismo, cantos inmorales o
satánicos, práctica de tarot, santería, hechicerías, tabla ouija, lectura de la palma,
hipnotismo, juegos ocultos, brujerías del agua, magia negra, amuletos, aros,
copas, baños, astrología y consultas del futuro.
Hay una realidad que no debemos pasar por alto. Es que Satanás vino a matar, hurtar y
destruir; pero Jesucristo ha venido a darnos vida, liberación y vida en abundancia. Nos
corresponde a nosotros cuidar la salvación y la libertad recibidas.
El evangelio es un estilo de vida. Una forma de ser, de pensar, sentir y actuar. Por lo
tanto, los rasgos negativos señalados anteriormente, no forman parte de esta nueva vida en
Cristo. Al contrario, esta vida de reino, trae lo siguiente:
En lo físico
-Liberación, sanidad, salud, bienestar.
En lo emocional psicológico:
-Paz, gozo, perdón, humildad, bondad, auto estima alta.
En lo espiritual:
-Obediencia, fe, esperanza, paciencia, confianza, santidad.
En sentimental
-Comprensión, compromiso, amor, justicia.
En lo material
-Éxito, prosperidad, avance, crecimiento.
El amor de Cristo, derramado en nosotros, saca todo miedo y opresión. Su

amor es más grande que todo tu pasado; también su amor es más grande que
tus fallas y debilidades. Por lo tanto, aunque te equivoques, Él nunca te
abandonará. En la oración disfrutamos del amor pleno de Dios.
¿Qué debe hacer el creyente, para no caer otra vez en esclavitud?

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¿Cómo actúan los espíritus de opresión, para esclavizar a las personas?

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Nombre algunos beneficios que nos trae la vida con Cristo.

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LECCIÓN veintinueve
Es un privilegio tener un Padre celestial Omnipotente
Que Él nos ame tanto para querer que traigamos en oración nuestros
problemas, es maravilloso. Con la oración vemos posible, lo que parecía
imposible
Texto bíblico: Leamos Gálatas 4: 6 y 7 “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros
corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo,
sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo”
Comentario sobre el texto bíblico: El término “ABBA” pertenece al lenguaje

Arameo, uno de los cuales hablaba nuestro Señor, y quiere decir “Padre”. Era la palabra
que Jesús empleaba al referirse al Padre celestial.
Una de las obras del Espíritu Santo, es la de crear en los hijos de Dios un sentimiento de
amor filial, que les haga conocer y experimentar a Dios como Padre. Es un resultado de
nuestra nueva naturaleza, la de hijos, engendrados por el Padre celestial. Entenderás que
somos “herederos de Dios por medio de Cristo”, de aquello que las escrituras dicen con
respecto a las promesas y bendiciones de Dios para nosotros sus hijos.
Aplicación personal: Los creyentes, en todo el mundo, de las últimas generaciones,

estamos descubriendo que la paternidad de Dios es una realidad práctica en afecto,
cuidado, provisión y protección. La herencia nuestra como hijos, no se limita solo a suplir
las necesidades básicas, sino que se extiende a abundancia y sobreabundancia según la fe y
actitud de cada creyente.
Necesitamos entender más y escudriñar, con respecto a nuestra herencia en lo terrenal,
como hijos de Dios en Cristo Jesús. Entendamos, que el Padre es feliz con nosotros sus
hijos, y que aseguró bienestar y prosperidad como herencia para nosotros en Cristo Jesús,
en esta vida y en la venidera. Estamos seguros que las circunstancias adversas de esta vida
son temporales, y que el propósito del Padre celestial es nuestro bienestar, además, Él
quiere que seamos un canal de bendición para otros.
Reflexión
Pensar que Dios puede escuchar las oraciones de millones de sus hijos al mismo tiempo,
en más de mil idiomas y dialectos, es algo sobrenatural. La Biblia enseña en Hebreos 4:30
“Acerquémonos pues confiadamente al trono de la gracia…” y en Filipenses 4:6 “Por nada
estéis afanosos…”
La victoria de Cristo como humano se debía a su vida de oración. En Hebreos 5: 7-8
dice: “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor”. En
la oración perseverante estuvo el secreto de la victoria de nuestro Señor. Allí también está
el secreto para los cristianos de todos los siglos. La manera bíblica es orar siempre a
Dios Padre en el nombre de su Hijo Jesús.
Nuestra actitud debe ser: “-Padre celestial no soy digno de acercarme a Ti y elevar esta
petición, por lo tanto, vengo a tu presencia en el nombre de Jesucristo mi Salvador y
Señor-.
Si no hay en nosotros actitud y disposición de dejar el pecado, nuestras oraciones no
funcionarán delante de Dios.
Necesitamos creer en el perdón y la restauración que hace el Señor en nosotros, con el
Poder del Espíritu Santo. Dijo un predicador: “Dios no te abandona porque te
equivoques”.
Tus fallas y defectos no impedirán que Dios haga en tu vida lo que ha planeado hacer,
pues su amor es más grande que tus fallas, defectos, debilidades e incluso más grande es su
amor que tu pasado.
Jesús nos reveló al Padre
En el antiguo testamento, Dios se reveló como el creador, como también Dios de

Abraham, de Isaac, Jacob y José. Luego sería el Dios de Moisés y Dios del Profeta Elías.
Estos profetas anunciaron la venida del Mesías, el ungido de Dios.
Cuando el Mesías vino a la tierra y se manifestó a Israel, su misión fue revelarnos a Dios
como Padre. Los judíos, solo se aceptaban como hijos de Abraham, por lo cual no
entendían el mensaje ni el plan de Dios a través de Jesús.
Sólo el hijo podía revelarnos al Padre. La tragedia de Israel fue que no aceptó a Jesús
como el hijo de Dios. Sólo el hijo es el camino, la verdad y la vida. Jesús nos abrió camino
hacia el Padre.
Un día, Jesús se fue y se sentó a la derecha del Padre en la eternidad. Él no dejó su obra
desamparada. Envió al consolador, al poderoso Espíritu Santo.
La misión principal del Santo Espíritu, es revelarnos a Jesús. Fue por ello que Jesús le
dijo a Tomas: “Tomás, porque me viste creíste; Bienaventurados los que no me vieron y
creyeron”.
¿A qué se refirió nuestro Señor glorificado?
Al hecho de que quienes no le vimos, creeríamos por revelación directa del Espíritu
Santo, al oír y aceptar la palabra del evangelio.
Entonces, podemos declarar, que Jesús el hijo, vino a revelarnos al padre, y darnos a
conocer su amor y su plan para con la humanidad que acepte al hijo de Dios. Claro está,
Cristo ahora se encuentra en el trono, a la diestra de Dios. Y la misión gloriosa del Espíritu
Santo es revelarnos a Jesucristo y su obra redentora. Revelarnos su gloria y poder.
Introducirnos en su Reino, y moldear en nosotros el carácter de Jesús, para que como
vasijas, seamos portadores de la unción de Cristo.
La oración es poderosa, porque tocamos el corazón del Padre Celestial cuando

nos acercamos en el nombre más sublime de la eternidad… Jesucristo.
Según esta lección, ¿Cuál fue la principal misión de Jesús en la tierra?

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¿Qué quiere decir la expresión “el Espíritu Santo nos revela a Jesús”?
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¿Cuál fue el secreto de Jesús para vencer en cada batalla diaria?

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LECCIÓN treinta
La oración intercesora y la guerra espiritual
Clamor a Dios y autoridad contra las fuerzas del mal, deben salir de
nosotros. Somos arma de guerra en las manos de Dios. Nos escogió como
sus instrumentos para pelear sus batallas.
Texto bíblico: Leamos 2da Corintios 10: 4 y 5 “Porque las armas de nuestra milicia no
son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando
cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”.
Comentario sobre el texto bíblico: Este versículo nos trae la realidad de que la vida
cristiana, además de ser de bendición, libertad, gozo y prosperidad, también es una batalla
contra demonios que operan en esferas humanas de maldad. Es necesario conocer las
armas que, de antemano, Dios preparó para sus hijos a través de Cristo Jesús. La palabra
nos muestra algunas armas terrenales empleadas por las huestes espirituales de maldad.
Estas son fortalezas de opresión, argumentos y altivez, que operan a través de la mente y
las actitudes de las personas que son oprimidas.
Aplicación personal: En una generación como la nuestra, tan dependiente de lo

humano y lo material, en forma casi absoluta; no es fácil hacerle entender a los creyentes
sobre la eficacia de conocer las armas espirituales enseñadas en la Biblia. Solo se dispone a
aprenderlas y practicarlas, quien ha entendido que éstas son más eficaces y contundentes
que las armas materiales. Por supuesto, es necesario orar y tomar decisiones efectivas para
ganar los desafíos.
Reflexión
Cuando estudiamos las Escrituras con respecto a la oración intercesora y la guerra
espiritual, encontramos que hombres como Moisés, Josué, Elías el profeta, el rey Josafat, el
profeta Daniel, nuestro Señor Jesús y el apóstol Pablo, tuvieron que luchar ferozmente en
el mundo espiritual, a través de la oración intercesora en guerra. Sus batallas fueron tan
fuertes que hasta pelearon frente a frente con la misma muerte. Sus históricas victorias
surgieron de aguerridas oraciones de fe. Ellos nos dejaron un gran legado de
intercesión y guerra espiritual.
La Biblia dice que los hijos de Cristo pasamos a ser reyes y sacerdotes. Este oficio era
ejercido también en el Antiguo Testamento por hombres de Dios. El apóstol Juan lo dijo a
la iglesia de parte de Cristo en Apocalipsis 1: 5 y 6 “…al que nos amó, y nos lavó de
nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a Él sea
la gloria e imperio por los siglos de los siglos, amén.”
El oficio sacerdotal en este tiempo

No es un cargo, no es una posición, no es una vestimenta; es un oficio. El oficio de los
sacerdotes en el Antiguo Testamento, era interceder por el pueblo, por sus pecados, salud,
conflictos y necesidades. También enseñaban al pueblo el conocimiento de Dios. Hoy día,
la práctica de este sacerdocio en Cristo, es la intercesión.
El oficio del rey

Los reyes de Israel ejercían la autoridad y peleaban las batallas de su pueblo. En nuestro
tiempo, cuando peleamos en guerra espiritual y ejercemos la autoridad en el nombre de
Jesús, estamos asumiendo nuestro oficio de reyes según nos constituyó el Señor.
Somos en Cristo real sacerdocio
En la actualidad, nosotros hemos recibido la autoridad completa de Jesús, según 1era de

Pedro 2:9 “…sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios,
para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”.
Ejerzamos nuestra autoridad de rey por nuestras vidas y por la causa de Cristo en medio
de esta guerra espiritual. Cualquier religión o práctica pagana de hechicería, podrá constituir
sacerdotes y sacerdotisas, pero ninguno será real sacerdocio, sino exclusivamente los
herederos y herederas de Cristo.
La autoridad y vestimentas de este real sacerdocio
Por supuesto, que este real sacerdocio no hace referencia a vestimentas reales o
sacerdotales diseñadas en esta tierra. Nuestra vestimenta sacerdotal, es el manto de Jesús
puesto sobre nosotros por medio del Espíritu Santo. Y nuestra autoridad de rey es la
espada de la palabra de Dios en nuestra boca, la cual usamos en el nombre de Cristo.
Es importante destacar, que las religiones de los hombres sólo pueden otorgar el
nombre de sacerdotes a sus seguidores, pero sólo los de Cristo se llaman “real-sacerdocio”.
La explicación es, que el príncipe de las tinieblas, quien gobierna el mundo y sus religiones,
no es rey, por lo tanto no puede ni querrá dar lo que ambicionó y no pudo obtener ni
podrá. Más Jesús, es Rey de reyes y Señor de señores, y nos hizo en esta dispensación de la
gracia, reyes y sacerdotes para Dios, para que ministremos el misterio de la gracia, revelado
a nuestras vidas por el Espíritu Santo.
Deja que la oración sea la llave que abre tu día; y también la oración sea el
cerrojo que cierra y guarda tu noche.
Nombre algunas de las armas de opresión, que el maligno usa en contra

nuestra.
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¿Qué necesitamos para vencer al maligno y los ataques que él nos envía?
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¿A qué se refieren los apóstoles, cuando dicen que Cristo “…nos hizo real
sacerdocio para gloria de Dios Padre…”?
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LECCIÓN treinta y uno
El hombre anda buscando métodos mejores. Dios está buscando

hombres y mujeres mejores en la oración y la fe
E.M.Bounds
(Dios está más interesado en el obrero y su desarrollo, que en las

obras que éste pueda lograr (Ch.Spurgeon). A nuestro Dios, le
lleva más tiempo desarrollar a un hombre o una mujer para el
ministerio, que hacer una gran obra.)
Texto bíblico: Leamos Jeremías 1: 4, 5 y 7“Vino, pues, palabra de Jehová a mí,

diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te
di por profeta a las naciones. Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo
que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande”. Y también leamos San Lucas 3: 2 - 4
“…vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y él fue por toda la región
contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento, tal como está escrito en el
libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: “Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas”.
Comentario sobre los textos bíblicos: Estos versículos, nos muestran a Dios
buscando siervos para su obra, aun desde su formación en el vientre. En primer lugar,
vemos el caso del profeta Jeremías, quien luego vendría a ser el profeta en los tiempos más
difíciles que vivió Israel (antes de Cristo), durante la invasión de Babilonia a su pueblo, y el
inicio del cautiverio de Israel. Luego, observamos el caso con Juan el Bautista, cuyo
ministerio comenzó con su vida en el desierto, y posteriormente, viene a la ciudad de
Jerusalén anunciando la visitación de Cristo, preparándole escenario en la nación de Israel.
Aplicación personal: Hoy día, hay muchos escenarios para ser conquistados por
nosotros. Dios usa la cámara secreta (nuestro tiempo a solas con Él), para trabajar en
nuestras raíces más profundas del carácter y la fe. Entonces, el poder de Cristo vendrá y
nos usará, para ser de ayuda y guía a nuestros amigos y familiares. En tiempos de tantos
métodos y estrategias, nada funciona bien sin oración. Quién está en medio de los más
grandes desafíos, debería contar con compañeros entrenados en oración, y ser
respaldado por horas abundantes de intercesión. Hombres y mujeres de oración son el
método efectivo de Dios en la tierra.
Reflexión
El hombre y la mujer son el método de Dios. Creo entonces, que la oración es eficaz, y
seguramente, no está perdido el tiempo que se emplea en orar para pedir a Dios que
encamine todas las cosas que tratamos. Todavía predomina el pensamiento, de que cuando
una persona está orando, no está haciendo nada. Trágicamente, este sentimiento hace que
menoscabemos la importancia de la oración, unas veces practicándola apresuradamente y
otras abandonándola o descuidándola del todo.
¿No estamos acaso descansando demasiado en las habilidades de la

carne en nuestros días?
¿No pueden hacerse actualmente las maravillas del pasado?
¿No están acaso los ojos del Señor recorriendo la tierra para mostrarse
poderosamente a quienes están dispuestos a poner su confianza en Él?
Necesitamos que el Señor desarrolle en nosotros una fe en Él, más práctica y

productiva.
¿Dónde está el Dios de Elías?

Dios está esperando por hijos voluntarios para que sean los y las Elías de este tiempo.
Es momento de clamar a Él con atrevimiento y osadía. Personas que digan como Eliseo,
discípulo de Elías, léase 2do Reyes 2:14 “Y tomando el manto de Elías que se le había
caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo
golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo”.
Cuanta más oración haya en nuestro hogar, iglesia y comunidad, mejor será nuestro
entorno, y las fuerzas contra el mal serán más potentes y eficaces. La oración en una de sus
múltiples facetas, ejerce un poder antiséptico y preventivo, purifica el ambiente
destruyendo el mal tan contagioso que ataca las mentes, las emociones, la salud, las
finanzas y el bienestar. La oración no es algo dudoso y sin importancia, no es una voz
apagada y débil en medio del tumulto del gran universo, que apenas puede ser escuchada.
La oración es una voz potente que va directamente al oído de Dios, porque el oído de Dios
está siempre sensible a las oraciones y acciones de sus hijos que quieren agradarle.
Hombres y mujeres de oración, trasladan poder de Dios desde la eternidad,

hacia el lugar por el cual oran. Nada ocurre de parte de Dios, si primero no
oramos. La oración hace que Dios entre en acción.
¿Qué necesita hacer quien está en medio de grandes desafíos?

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¿Qué dijo Eliseo cuando tomó el manto de Elías?

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Según esta lección, ¿Puede Dios obrar aunque nadie ore? ¿Por qué?
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LECCIÓN treinta y dos
Dios moldea y corrige al mundo mediante la oración de sus hijos
(Cuando oramos por el mundo y lo que hay en él, nos ponemos en las manos
de Dios como sus canales, a través de los cuales su poder fluirá, su propósito
se ejecutará y su obra se activará.)
Textos bíblicos: Leamos 1era Timoteo 2: 1 y 2 “Exhorto ante todo, a que se hagan
rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes
y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda
piedad y honestidad”. Leamos también Habacuc 3: 1 y 2 “Oración del Profeta Habacuc,
sobre Sigionot. Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio
de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; en la ira acuérdate de la
misericordia”.
Comentario sobre los textos bíblicos: En estos textos bíblicos encontramos que por
una parte el apóstol Pablo invita a la oración, tanto por nuestras ciudades y naciones, como
por nuestras autoridades, con la expectativa de que podemos vivir mejor si afectamos
nuestras esferas con la oración; por otra parte, el profeta Habacuc “intercede por el pueblo
de Dios y su obra, para que en medio de toda circunstancia, éstos sean bendecidos y
fructíferos”.
Aplicación personal: En ambos textos bíblicos, se nos revela que la mano del Señor
solo obrará donde sus hijos oren enfocados y con insistencia. El bienestar de nuestras
comunidades, es también el nuestro, y es el bienestar de la obra de Dios. Aun nuestras
bendiciones como creyentes en Cristo, se activan en tiempo de bonanza o crisis cuando
oramos con perseverancia y expectativa de recibir.
Reflexión
Las oraciones no perecen. Los labios que las pronunciaron pueden quedar silenciados
por la muerte; el corazón de donde brotaron puede dejar de latir, pero las oraciones viven
ante Dios, y los propósitos del Señor están puestos en ellas. “Las oraciones sobreviven a
las vidas de aquellos que las dijeron, sobreviven a una generación y a una edad.” E. M.
Bounds
El hombre o la mujer más inmortal, es quien ha elevado las mejores oraciones, y ha
experimentado una vida de oración más intensa. Podemos hablar entonces del “legado de
oración que dejamos los creyentes” a la generación de relevo.
La persona que ora de verdad y constantemente, está haciendo el favor más
grande a su generación y a las venideras. Las oraciones de los creyentes fortalecen a la
generación naciente contra las olas devastadoras del pecado y la maldad de nuestras
ciudades hoy día. “Desdichada la generación que encuentra sus incensarios vacíos del rico
incienso de la oración, cuyos padres han estado demasiado ocupados o demasiado
distraídos para orar, pues la herencia de esa generación esta plegada de peligros y tristes
consecuencias.”E. M. Bounds.
Leamos Apocalipsis 5:8 “Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los
veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro
llenas de incienso, que son las oraciones de los santos”. Leamos también Apocalipsis 8:3
“Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio
mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que
estaba delante del trono”.
Dichosos aquellos hijos cuyos padres y madres les han dejado un legado y
herencia, un gran patrimonio de oración. Las oraciones del pueblo de Dios son el
capital consolidado en el cielo, por medio del cual Cristo lleva a cabo su gran tarea sobre la
tierra. Los grandes movimientos espirituales de la tierra son el resultado de esas oraciones,
nuestro ambiente cambia, los ángeles se mueven más rápido y poderosamente; luego,
el plan de acción de Dios en lugares determinados, toma forma y fuerza, a medida que
estas oraciones son más numerosas y eficaces. Es bien cierto que los mejores éxitos
para la causa de Dios, son creados y llevados a cabo por medio de la oración.
El gran día en que se manifieste el poder de Dios, traerá los mejores momentos a su
causa. Los tiempos angélicos de movimiento y poder, los viviremos cuando la iglesia de
Dios active una tremenda y poderosa herencia de fe y oración. Los días de las grandes
conquistas para el Señor son aquellos en los que su pueblo se dedica a orar con
poder. Cuando la casa de Dios en la tierra es una casa de oración, la casa eterna de Dios en
los cielos está ocupada en sus planes y movimientos que fluyen a la tierra, al lugar donde se
ora o por el cual se intercede. Entonces los ejércitos espirituales destinados a la tierra son
revestidos con las armaduras del triunfo y victoria, y sus enemigos completamente
derrotados. Los tiempos dorados del evangelio en nuestras ciudades, llegan cuando
hay más y mejor oración. E.M.Bounds.
Tenemos el llamado sublime de experimentar la grande manifestación de la

oración y sus resultados, lo cual también quedará como el gran legado para
nuestra siguiente generación.
Según esta lección, ¿Cuál es la forma de activar nuestras bendiciones como

creyentes en Cristo?
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Según esta lección, ¿Cuál es el mejor legado que podemos darle a nuestra
generación?
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Según esta lección, ¿Cuándo llegan los tiempos dorados del evangelio a
nuestras ciudades?
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LECCIÓN treinta y tres
Dios condiciona la misma vida y prosperidad de su causa a la
oración
Una de las más grandes revelaciones de Dios para esta generación, es el

hecho de que si oramos Él actúa; y si no oramos, su provisión para nosotros y
su obra en la tierra se estancan. Cuando Dios quiere obrar en la tierra, impulsa
o instruye a alguien para que ore por eso. De alguna forma, dependemos de la
obediencia de esa persona.
Texto bíblico: Leamos Efesios 6: 18, 19 y 20 “Orando en todo tiempo con toda
oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por
todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a
conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que
con denuedo hable de Él, como debo hablar.
Comentario sobre el texto bíblico: El apóstol Pablo nos revela su éxito en la obra, el
cual consistió en “Abundante oración y búsqueda de respaldo en intercesión, por su labor
en la predicación del evangelio y la extensión del reino”. Al inicio de esta petición de
oración, Pablo enfatiza el orar en el Espíritu Santo, es decir, con el fuego y la pasión para
velar en este clamor con perseverancia. También pide oración por todos los creyentes,
quienes enfrentaban terribles persecuciones. Además, Pablo consideraba que al orar por los
creyentes, estos crecerían y madurarían para dar frutos de justicia. Finalmente, pide oración
por sí mismo, para predicar y enseñar el evangelio con fuerza, sabiduría e intensidad.
Aplicación personal: Esto nos enseña, que debemos orar aún por los creyentes para su
resguardo y crecimiento ante las batallas y tentaciones de este tiempo; igualmente, orar por
quienes sirven al Señor y a su pueblo, ejemplo: predicadores, maestros, adoradores,
evangelizadores, pastores, misioneros, entre otros. Igualmente, aprendemos que aun el más
fuerte en el evangelio, necesita de la oración del pueblo de Dios.
Reflexión:
Esta condición fue impuesta como base de la causa de Dios en la tierra. “Pídeme”, es
la condición que Dios establece en el mismo avance y triunfo de su causa.
Los creyentes deben orar, y orar por el avance de la causa de Dios. La oración mueve el
potente brazo de Dios en el mundo. Para un hombre o una mujer que ora, Dios se
manifiesta como una fortaleza. Para una iglesia que ora, Dios siempre se manifiesta con un
poder glorioso.
El Salmo 2 es la descripción divina del establecimiento del reino de Dios, “ganando y
discipulando creyentes”. A través de Jesucristo, Dios declara allí el “entronamiento” de su
Hijo sobre las naciones que están encendidas con amargo odio contra su causa. Pero las
escrituras dicen que Dios se ríe de todos. “Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi
hijo eres tú; yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como
posesión tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de
alfarero los desmenuzarás”. Leamos Salmos 2:7-9.
Pídeme, es la condición impuesta a un pueblo obediente y con fuerza de voluntad. El

Señor expresaba su voluntad a través del apóstol Pablo. 1era Timoteo 2:8 “Quiero, pues,
que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda”.
Amparados en promesas como éstas, hombres y mujeres de la antigüedad rendían sus
vidas a Dios, oraban y Dios contestaba sus oraciones; por lo tanto, la causa de Dios se
mantenía viva en el mundo por medio del fuego constante de sus oraciones. A pesar
de las cruentas e injustas persecuciones, los discípulos establecían el Reino de Cristo entre
los habitantes de las ciudades. Nunca existió, ni existirá absolutamente nada ni nadie que
pueda con la oración de los hijos de Dios. La oración es una condición de carácter único
para movilizar el Reino del Hijo de Dios. Cristo dijo: “Pedid y se os dará, buscad y
hallareis, llamad y se os abrirá” S. Mateo 7:7.
Hombres de oración
He aquí, una primera lista de hombres ejemplares que hicieron de la oración la clave de
su éxito ministerial.
• Charles Simeón, tenía la costumbre de orar todos los días desde las cuatro hasta
las ocho de la mañana.
• John Wesley, empleaba 2 horas diarias en oración. De él se dice que consideró la
oración como su principal ocupación más que cualquier otra cosa. En más de
una ocasión, quienes le vieron salir de la oración, afirmaron reconocer “una
serenidad en su cara, parecida al resplandor.
• John Fletcher Hurts, manchó los muros de su cuarto con el aliento que expedía
cuando oraba. Él solía decir: “Yo no puedo levantarme, sin elevar mi corazón
hacia Dios”.
Quien más golpea las puertas de los cielos con sus oraciones, será el más
fuerte en el reino de Dios.
¿Cómo ha mejorado su vida de oración desde que comenzó a estudiar este

libro?
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¿Cómo era su vida de oración antes de tener en sus manos este libro?
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¿Sabía usted, que sus oraciones, son la vida de la obra de Dios en su ciudad y
su país?
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LECCIÓN treinta y cuatro
Todo creyente que pueda empuñar el poder de la oración será

fuerte en el reino.
(La verdadera fuerza, la fuerza más productiva de un ser humano en la tierra,

es conocer a Cristo, luego entender y practicar la oración constantemente,
hasta ver milagros y prodigios.)
Texto bíblico: Leamos Hebreos 11: 34, 35 “…Apagaron fuegos impetuosos, evitaron
filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en
fuga ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección mas
otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección”.
Comentario sobre el texto bíblico: “Esta demostración dice mucho sobre la

importancia del tema que enseñamos, más aun, en nuestro tiempo, pues a través del
nombre de Jesús, poseemos y conquistamos. Es necesario entender y utilizar con eficacia el
poder de la oración. Las batallas de estos tiempos contra las fuerzas del mal son sin
descanso. Cada creyente puede alcanzar la victoria si se dispone a orar con determinación”.
Aplicación personal: Dios espera que seamos fuertes, aguerridos, conquistadores y

triunfadores, por lo cual nos invita a empuñar la espada de la oración y disfrutar de sus
logros. Los conflictos del diario vivir y las pruebas más difíciles se convierten en nuestro
campo de entrenamiento. Es allí donde aprendemos a crecer en fe, paciencia, confianza y
perseverancia; y que nuestro Dios, lo que dice lo hace en su momento.
Reflexión
La lección más importante que podemos aprender es “cómo orar”. La oración es la llave
maestra de la vida más consagrada para Dios, y también es el más alto ministerio. Quien
está entrenado en la oración es quien puede hacer más para Dios. De la manera
como Jesucristo ejerció su ministerio, debemos darnos a Dios en lo que concierne a las
cosas espirituales y a las materiales. Lo mejor es buscar nuestra propia satisfacción
solamente en el cumplimiento de su voluntad. Ya sea que Él nos guíe por medio del
sufrimiento o la consolación, tanto lo uno como lo otro, serán igual para el alma que se
encuentra verdaderamente rendida a Dios. “La oración no es más ni menos que un
permanente sentido de la presencia de Dios” E. M. Bounds.
Asegúrate de ser cuidadoso con tus deberes secretos, sea lo que sea que hagas, mantén
estos deberes espirituales siempre activos. El alma que es descuidada en lo que a ello se
refiere, no podrá ser prosperada. La infidelidad a Dios y el endurecimiento del corazón,
casi siempre comienzan cuando la oración es descuidada y olvidada.
La mejor manera de luchar contra el pecado, es luchar sobre nuestras rodillas. La
oración de fe es el único poder en el universo al cual atiende el gran Jehová, Dios de toda
creación. La oración es el remedio sobrenatural.
Dedica bastante tiempo a la comunión secreta con Dios. Este es el secreto

que enriquece al cristiano.
Complete lo siguiente:
Dios espera que seamos fuertes, aguerridos,
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¿Cómo podemos alcanzar las victorias los creyentes de estos tiempos?

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¿Cuál es la mejor manera de luchar contra el pecado?

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LECCIÓN treinta y cinco
El mejor y más grande talento que Dios da a cualquier hombre o

mujer en este mundo, es el talento de orar.
Todo el que nace en Cristo, trae la semilla de la oración en su espíritu; sin

embargo, debe cultivarla leyendo y practicando a diario. Las respuestas a
sus oraciones serán una constante experiencia.
Textos bíblicos: Leamos Salmos 3:4 “Con mi voz clamé a Jehová, y él me respondió
desde su monte santo”. Léase también Salmos 77:1 y 2 “Con mi voz clamé a Dios, a
Dios clamé, y Él me escuchará. Al Señor busqué en el día de mi angustia; alzaba a él
mis manos de noche, sin descanso; mi alma rehusaba consuelo”.
Comentario sobre los textos bíblicos: Como lo dice el nombre de esta lección, la
oración es el más grande talento entregado por la gracia de Cristo a los hijos de Dios
en esta dispensación. Si revisamos detenidamente, la oración de poder fue usada por
hombres y mujeres de la antigüedad, sin complejo religioso, social o cultural; aun los
esclavos elevaron oraciones que tocaron el trono de Dios. El rey David fue uno de los
que más escritos dejaron sobre la adoración y la oración.
Aplicación personal: El libro de los Salmos es en sí una escuela de oración y

adoración. Hoy necesitamos ver este libro como el manual para aprender adoración,
celebración y sobre todo oración. David aprendió a vivir en el maravilloso mundo de la
oración y la adoración; por lo cual, sus escritos son para nosotros toda una escuela de
aprendizaje sobre estos temas.
Reflexión: Los siervos de Dios que han hecho las mejores inversiones, han sido
aquellos que fueron en la búsqueda de nuevos métodos o formas para orar de manera
fructífera y activa, hasta haber llegado al nivel de orar sin cesar, y alcanzar nuevas metas y
riquezas.
Martín Lutero, el gran reformador, fue una vez interrogado sobre cuáles eran sus
planes para el día siguiente, a lo cual contestó: -trabajar, trabajar desde temprano hasta
tarde, de hecho tengo tanto que hacer que voy a dedicar las 3 primeras horas en
oración-. Cuando él así lo hacía, lograba las metas que se proponía en ese día.
Es solo cuando todo el corazón está tomando pasión por orar, que el fuego divino
desciende, pues, nadie sino el hombre o la mujer fervorosos en la oración, tienen
acceso al oído de Dios. Cuando te sientas poco dispuesto a orar no te rindas ante ese
desánimo, insiste y persevera en orar, aun cuando pienses que no puedes hacerlo.
El secreto del éxito en el reino de Cristo radica en la habilidad para orar y

actuar en fe, hasta alcanzar nuestro mayor nivel de pasión y fervor por la
oración.
Según esta lección, ¿Cuál es el mejor talento que Dios le da a hombre o mujer
alguna?
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¿Quiénes realmente tienen acceso al oído de Dios?

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¿Dónde radica el secreto del éxito en el reino de Cristo?

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LECCIÓN treinta y seis
El gran secreto para una victoria segura es más y mejor tiempo

dedicado a la oración.
La gran muestra de vida victoriosa de un creyente en la tierra, es cuando

comienza a buscar a Dios en oración. La oración requiere de diligencia y
constancia.
Texto bíblico: Leamos 2 Corintios 13:9 “Por lo cual nos gozamos de que seamos
nosotros débiles, y que vosotros estéis fuertes, y aun oramos por vuestra perfección”.
Comentario sobre el texto bíblico: “El apóstol Pablo identifica de esta forma a los
creyentes de su tiempo, en creyentes débiles (los que oraban poco) y creyentes fuertes (los
que crecían en oración). Permanecer tiempo en oración, es como estar mucho tiempo
frente al maestro glorificado; el fruto debería ser: cambios, crecimiento espiritual, madurez,
favores o peticiones concedidas, y mucho más.”
Aplicación personal: En estos días de afanes y tantos compromisos, la tendencia es

sustituir el tiempo de la oración por buena música, videos y otros, lo cual obviamente nos
llenan; sin embargo, practicar la oración es lo que activa el poder y las bendiciones de
Dios para nosotros y nuestra generación. Es importante entender el provecho de la
oración como ejercicio de crecimiento, y organizarnos para disponer el tiempo de oración
secreta con Dios.
Reflexión
Más tiempo empleado en orar, mas preparación para encontrarse con Dios, para tener
comunión con Él a través de Jesucristo. Esto contiene en sí, el principio natural de nuestra
relación con el Padre. La actitud de Dios hacia sus hijos está en la eterna relación del Padre
y el Hijo, en cuanto a pedir y otorgar. El hijo siempre pidiendo y el padre siempre
dando. Por esta razón tan práctica, a todos los creyentes en Cristo nos conviene orar
continuamente. “Mi casa es casa de oración” dijo Jesús. Debemos prepararnos para orar,
para ser como Cristo, para orar como Cristo.
El acceso del hombre hacia Dios todo lo hace posible, y lo mejor es que convierte su
pobreza en riqueza, pues, todas las cosas del Reino del Padre Celestial son de sus hijos para
que se apropien de ellas. Ésta es nuestra herencia, y podemos adquirirla haciéndola nuestra
por medio de la oración. El bien y la gloria, todas las cosas son de Cristo y las
adquirimos a través de la oración, amparados en la promesa de nuestra redención.
Los creyentes llegan a amar la oración realmente, cuando comprenden que

este es el tiempo de mayor provecho en sus vidas diarias.
¿Cómo identificaba el apóstol Pablo a los creyentes, de acuerdo a la vida de

oración de ellos?
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¿Qué necesita hacer usted, para que se le identifique como creyente fuerte?
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¿Cómo adquirimos nuestra herencia en Cristo?

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LECCIÓN treinta y siete
Orar más y mejor, traerá el triunfo más rápido y sólido a la

causa de Dios.
(Cuando somos esforzados y estudiosos de la oración; con el pasar de los
años desarrollamos una fe inquebrantable, y una profunda confianza en Dios,
sin importar problemas u obstáculos. Es cuando estamos listos para los
grandes desafíos de fe.)
Texto bíblico: Leamos Hechos 14:19, 20 y 21 “… habiendo apedreado a Pablo, le

arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto. Pero rodeándole los
discípulos, se levantó y entró en la ciudad; y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe.
Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos,
volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía”. Léase también 2da Timoteo 4:17 “Pero el Señor
estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que
todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león”.
Comentario sobre el texto bíblico: “Este pasaje del libro de los Hechos, nos muestra
algo tan injusto, en el cual el apóstol Pablo sana a muchos enfermos, y la gente de aquel
lugar pretenden adorarlo a él y a Bernabé, de la forma como adoraban a sus dioses
paganos. La reacción de estos siervos de Dios, fue no dejar que les adorasen, y esta gente
extraña, deciden matarlos a pedradas. Pablo queda medio muerto, fue salvado y sanado
sobrenatural, por causa de la intercesión de los creyentes, y al día siguiente siguió
predicando.
Aplicación personal: Orar más y mejor se logra con la práctica diaria. Entonces,
veremos los conflictos más grandes, como la oportunidad de derribar nuestros gigantes,
comprobando así por nosotros mismos los resultados de la oración poderosa. Creciendo
en oración, podemos llegar al nivel de ver resultados aceleradamente.
Reflexión
La oración débil, formal e inconsistente, acarrea decaimiento y muerte. La iglesia que no
enseña a orar constantemente, tiene su ancla de la esperanza guardada. Nuestros depósitos
de riqueza se hallan en la oración”. Estamos convencidos que todo hombre y mujer
envuelto en serios proyectos, debe estar muy pendiente de una estricta sujeción y
dependencia de Dios. En la medida que esta dependencia sea un hecho, se sentirá
impulsado (da) a orar, y ansioso (sa) de enseñar a sus amigos a orar casi a cada hora. Sin
oración, no pienses en alcanzar éxitos permanentes para la causa celestial, como no
pretendería un marinero alcanzar la costa con sus velas sin despegar.
“Si la mayor parte de los discípulos de Cristo estuviéramos con una firme y determinada
resolución para que el cielo no retuviera ninguna de sus bendiciones y perseverásemos en
suplicar, habría una clara señal de que el mundo sería revolucionado completamente por la
oración”. E. M. Bounds.
Es cuando oramos juntos y constantemente por asuntos determinados, que

comprendemos el poder que hay en ponerse de acuerdo para orar.
¿Cuál es la forma de alcanzar una fe inquebrantable?

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¿Cómo alcanzamos el nivel de orar más y mejor?

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¿Qué debemos hacer los creyentes, cuando estamos envueltos en serios

proyectos?
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LECCIÓN treinta y ocho
El avance de la obra de Dios en la tierra, depende de nuestra vida

oración.
(Gracias a nuestro crecimiento en la oración, nos damos cuenta de aquellas

cosas que solo sucederán si oramos, y de las que se estancan o no suceden
por faltar nuestra oración.)
Texto bíblico: Leamos Hechos 4: 29 y 30 “Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y

concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano
para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu Santo Hijo
Jesús”.
Comentario sobre el texto bíblico: Este momento de oración congregacional con una
misma carga y un mismo espíritu, llevó a los primeros discípulos a imponerse a la más
injusta y sangrienta persecución después de Cristo, desafiaron con su fe las sangrientas
espadas y las fieras romanas, como también la implacable sed de muerte y venganza de los
extremistas judíos. Además, defendieron y levantaron la causa de Cristo para ellos, y para
las generaciones futuras, incluyendo la nuestra.
Un orar y obrar tan eficaz hizo que las oraciones de estos justos pudiesen mucho. Los
cielos fueron abiertos, y los apóstoles con la Palabra en su boca y el poder del evangelio,
hicieron estragos en las filas de Satanás.
A pesar de la total desventaja en cuanto a logística, estrategias, medios y finanzas en
comparación con sus enemigos, ellos junto con Cristo, se impusieron. Quien tiene
revelación del poder de la oración y la práctica, jamás estará en desventaja contra el
mal, jamás.
Aplicación personal: Hoy, esta es nuestra herencia, solo tenemos que apropiarnos de
esta revelación y practicarla. Necesitamos emprender cosas por las cuales oremos y
vivamos apasionadamente, y al orar con insistencia, los resultados serán iguales que en
todo lugar donde se ora con el mejor conocimiento y disposición ¡Nos impondremos sobre
los desafíos y obstáculos como los primeros discípulos! Y los resultados llegarán en su
momento, y serán enormes.
Reflexión
Nosotros estamos conscientes de la importancia vital de la oración, sin embargo,

dejamos pasar las horas en vacío y en lamentable pérdida. Cuando reflexionamos sobre el
hecho de que el progreso del Reino del Señor en la tierra depende de nuestra vida de
oración, es triste decirlo, pero la verdad es que comenzamos entonces a dedicar un poquito
de tiempo a la oración.
Todo depende de la oración, y nosotros no solamente la abandonamos de manera que
nos daña a nosotros mismos, sino también, que con nuestro abandono se retrasan nuestras
bendiciones, y queda afectada la puesta en marcha de la causa de Dios sobre la
tierra. Es la razón por la cual quedamos paralizados y mudos ante la causa que profesamos
y defendemos. La oración es la condición eterna y primordial por la cual se ruega al Padre
que el Hijo sea puesto en posesión del mundo. Cristo ora a través de su pueblo.
La oración nos mantiene dentro del veloz y pesado tren del mover de Dios. Sin oración
constante, te caes del tren de la bendición, te puedes soltar en las subidas y bajadas más
difíciles de la vida. La oración nos mantiene en el camino y en el propósito de Dios.
Cuando buscamos al Señor desde temprano en adoración y oración, logramos que
nuestras líneas de comunicación con él estén abiertas, sensibles, disponibles en cualquier
momento del día, pues, alguna palabra o tratamiento del Espíritu Santo podría venir a
nosotros. Estas líneas de comunicación son: Nuestros sentidos espirituales, mente y
emociones.
Entendamos ahora, que si buscamos el rostro del Señor desde temprano, nuestro ser se
conectará con su presencia con más facilidad, y estaremos listos para oírle en toda
circunstancia que se nos presente en el día, en la cual él quisiera guiarnos. Una sensación de
bienestar invadirá nuestro espíritu y corazón. Experimentando la paz que sobrepasa todo
entendimiento. Es la unción del Espíritu Santo, la cual dejará nuestro ser impregnado de la
gloria de Dios.
¡Oh Señor, llévame a ese río de amor! Lávame en la fuente que fluye de ti; hazme santo
y limpio en tus aguas, lávame en tu río de amor. Luego podré decirte “heme aquí” para
servirte, con una vida que te agrade, orando y adorando, e intercediendo por tu obra en el
mundo.
El ritmo de la causa divina se rige por este principio: nosotros orando y

actuando, y en consecuencia, Cristo con su poder obrando.
¿De qué depende el avance de la obra de Dios en la tierra?

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Complete estas palabras.

Los cielos fueron abiertos,
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¿Cuál es el principio por el cual se rige el ritmo de la causa divina en la tierra?

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LECCIÓN treinta y nueve
La oración coloca a Dios en una posición de actividad dentro de su
misma obra en la tierra.
(Cuando se trata de la voluntad o libre albedrío humano, Dios los respeta; es

por ello, que su poder solo fluirá en la tierra, si alguien se rinde a Él y ora
debidamente. Esta es la forma en que abrimos espacios especiales en la
tierra para que el poder de Dios entre en acción.)
Texto bíblico: Leamos Hechos 12: 5, 6 y 7 “Así que Pedro estaba custodiado en la
cárcel pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él. Y cuando Herodes le iba a sacar,
aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas,
y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. Y he aquí que se presentó un ángel
del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó
diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos”.
Comentario sobre el texto bíblico: El Hijo de Dios abrió para nosotros un mundo
poderoso, el mundo de la oración al Padre, que nos permite disfrutar de la oración como
un legado, una gran herencia que nos dejó Cristo luego de su muerte y resurrección. A los
primeros discípulos les correspondió ir descubriendo en medio de pruebas y circunstancias
algunos secretos poderosos de la oración. Lo primero que descubrieron fue el poder de
orar juntos, con insistencia y perseverancia en medio del conflicto.
Aplicación personal: Para nuestro tiempo, el poder de la oración es el mismo. Aunque

los conflictos y circunstancias sean distintos, la oración hecha con intensidad, perseverancia
y expectativa de recibir respuesta llega a Dios, y luego son activados ángeles a nuestro
favor. Podemos elegir la oración regular y cómoda, o usar la oración insistente y
determinada a conseguir algo con Dios. Si los discípulos de la época del apóstol Pedro,
hubiesen sido personas superficiales y con poco amor a la oración, la esposa del apóstol
hubiese enviudado antes de tiempo, y la causa de Cristo habría perdido un pionero antes de
cumplir su misión. ¿Cuántos estarán perdiendo cosas valiosas, para ellos y para el
Reino de Dios, por su débil y pobre revelación, así como también, falta de
experiencia en la oración?
Reflexión
Hace varios años, leí las siguientes palabras en cuanto a la fe y la oración: “La oración
es un trabajo semejante al de construir los rieles para que pase la poderosa
locomotora; sin rieles, el poderoso tren no entrará en acción, será un poderoso tren
estancado; así la oración perseverante, prepara el camino para que entre la
bendición”. Y la oración no es tarea de flojos, es tan dura como construir vidas.
La fe solo es omnipotente, cuando el creyente está sobre sus rodillas y sus manos
extendidas se agarran de Dios, a través de la oración. La fe también es poderosa, cuando va
hacia la plenitud de la capacidad de Dios, puesto que una sola oración de fe puede
conquistar todas las cosas.
Como poderosas lecciones de experiencia, podemos citar:
1. La mujer cananea, la cual con su oración insistente, arrebató una bendición que
no era para ella ni su descendencia, sino para los judíos. Sin embargo, Jesús le dio lo que
ella pedía, porque en su insistencia, producto de su gran angustia, nació y creció su fe, a tal
nivel, que en vez de tocar el manto del Señor, tocó su corazón (San Mateo 15:21 al 28).
2. La viuda inoportuna, quien con su perseverancia inquebrantable, obtuvo lo que

quería. Cristo enfatiza con esta parábola, que sus escogidos, cuando oran con insistencia,
consiguen lo que piden del Padre celestial, con toda seguridad (San Lucas 18:1 al 7).
3. También traemos la parábola del amigo a media noche, donde nuestro Señor
enseña sobre la intercesión por otros ante el Padre celestial, y también el poder de la
oración inoportuna en favor de otros (San Lucas 11:5 al 9).
Oraciones elevadas con esta determinación pueden cambiar la derrota en

victoria, y triunfan en las áreas de la desesperación. La unificación con Cristo en
oración, nos lleva a la cumbre de los logros. Esta experiencia es gloriosa, pues obtenemos
todas las cosas; y hay mucho más para pedir, además, estamos seguros que nos será dado.
La oración en el nombre de Jesús, honra a Dios Padre, porque siempre que Él nos oye,
glorifica con ello a Cristo, quien prometió que el Padre dará a los hombres cualquier
cosa que pidieren en el nombre de su Hijo.
Si viviéramos en un continuo y ferviente movimiento de oración, nuestras ciudades

tendrían más conquistas para Cristo ¡Aún estamos a tiempo!
Ahora es el momento de conquistar nuestras familias y ciudades para Cristo, a través de
la oración perseverante. Haciendo que las olas de maldad y oscuridad retrocedan, y que los
habitantes de nuestras ciudades, doblen sus rodillas ante el Rey de reyes y Señor de señores.
Cuando alguien en la tierra ora creyendo que el Hijo va a responder,

inmediatamente el Padre celestial quiere obrar. En cuanto a nosotros, confiar
en el Hijo, es exaltar la justicia del Padre eterno.
¿Qué hicieron los discípulos para salvar al apóstol Pedro de morir antes de su
tiempo?
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¿En qué momento nuestra fe es omnipotente?
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¿Qué pasaría si viviéramos en un ferviente movimiento de oración?

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LECCIÓN cuarenta
El evangelio es poder de Dios, y ese poder, sólo se manifestará por
nuestra habilidad y diligencia en la oración.
El liderazgo y poder en la tierra que desde el principio le fue dado a Adam y

luego lo perdió, puede ser recuperado por los creyentes en Cristo, y lo
ejercemos orando y actuando eficazmente.
Texto bíblico: Leamos Hechos 8. 6, 7 y 8 “Y la gente, unánime, escuchaba atentamente

las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que
tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces. Y muchos paralíticos y cojos
eran sanados así que había gran gozo en aquella ciudad”.
Comentario sobre el texto bíblico: Todos los discípulos, incluido Felipe, aprendieron
directamente de Cristo, en cuanto a la necesidad que tenemos de la oración, tanto para
nosotros como para la misma obra de Dios. Felipe y los demás discípulos, se encontraban
en plena persecución, aunque nada los detenía. El gran beneficio de la persecución como
prueba, era que oraban con más intensidad y profundidad, aferrados a la presencia,
entonces los grandes resultados eran seguros.
Aplicación personal: Luego que salimos de la conexión con lo eterno hacia nuestro
mundo natural, llevamos la seguridad de actuar en toda circunstancia en el nombre y bajo
el cuidado de Dios, con la certeza de que su poder fluirá. Las respuestas se observarán en
los resultados ya sean en lo evangelístico, en milagros, conflictos, finanzas, y muchos otros.
Definitivamente, nuestras oraciones son el sustento de cada creyente, y el de la obra de
Dios.
Reflexión
Con la intervención de Dios podemos hacer cualquier cosa, y podemos tener su ayuda
con tan solo pedirla. El éxito e influencia del evangelio depende de nuestra habilidad y
disposición para orar. Las dispensaciones siempre han dependido de la habilidad de
orar del hombre y la mujer con que Dios cuenta. Cristo aseguró que podemos tener
todo lo que Dios tiene.
Esto no es un producto de la imaginación ni un sueño irreal o vana fantasía. La vida de
la iglesia, es la vida más alta y suprema; su tarea es orar. Su vida de oración es su
vida más alta, su norma más suprema.
El libro del Apocalipsis no dice nada de la oración como un gran deber o un glorioso
servicio. Pero hay mucho acerca de la oración en sus fuerzas y energías. Es la fuerza
que ora, siempre viva y siempre activa. Son todas las oraciones de los creyentes elevándose
desde la tierra como una fuerza viviente hacia el trono eterno, y luego retornan desde el
Padre a la tierra, convertidas en respuestas, milagros, liberaciones, sanidades, victorias,
finanzas, poder y avivamientos. Es tan poderosa y duradera la vida de las oraciones de los
creyentes, que los labios que las pronunciaron pueden luego callar y estar quietos o sellados
con la muerte, pero la iglesia viviente, tiene una energía de fe suficiente como para
tomar por herencia las fuerzas de un pasado de oración y hacerlas inmortales.
Entonces, la oración es la mejor herencia y legado para nuestras generaciones.
Ningún creyente que es entendido en la oración, jamás será digno de

compasión. Calladamente termina imponiéndose ante cualquier adversidad.
¿Cómo se manifestará el poder del evangelio en medio nuestro?

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¿Qué beneficio trajo la persecución a los apóstoles?

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¿Cuál es la vida y tarea más alta de la iglesia?

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Conclusión
La oración fortalece el carácter y la santidad; la oración, activa nuestro
presente, nuestro futuro y nuestro fuego espiritual; activa nuestras
bendiciones; La oración es el mejor remedio para el alma.

Comportamiento Humano Nuevos Metodos de Investigacion 2015

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PRÓLOGO

La vida de oración creciente, sedienta y constante, nos introduce a un mundo en

El objetivo de este devocionario, es motivarnos a tomar los tesoros abundantes de

pastor- intercesor: Jaime Vargas.

Todo comienza con la adoración a Dios.

Adoración es rendición de nuestra voluntad a Él todos los días. Es agradecimiento,

Textos bíblicos: Leamos Romanos 12:1 “…que presentéis vuestros cuerpos en

La adoración no es algo superficial, es tan profundo que podemos tocar el corazón de

Comienza adorando, y luego puedes orar eficazmente

La adoración nos prepara para la oración, pues somete nuestra humanidad y

¿Por qué antes de orar, primero necesitamos adorar?

¿Qué necesito mejorar en mi vida de oración, según esta lección?

¿Qué espero lograr, al poner en práctica esta lección?

Dediquemos tiempo de calidad a la oración

Cualquier desafío o batalla en tu vida, primero lo logras orando. Entonces,

¿Qué pasa con quien huye de Dios por la mañana?

¿Por qué es importante que yo dedique a la oración un tiempo de calidad?

Según esta lección, ¿Cuál es la clave de una vida abundante y de éxito?

Quien ora, consigue agradar a Dios

Un cuerpo sin oxígeno pierde la vida. De la misma forma, la fe sin oración

¿Qué puedo hacer, para desarrollar una fe nutrida y firme?

La oración nos conecta con las provisiones sobrenaturales

La oración puede alcanzar cualquier situación, sea familiar, de salud, finanzas,

Cuando no le habíamos recibido ni conocido, el misterio de la redención y adopción

También, el Apóstol Pablo escribió en romanos 8: 16 y 17 “…somos herederos de Dios

Y en el libro de los Gálatas “…mientras el heredero es niño….

Cuando te acerques en oración ante el Padre y en el nombre de su hijo, piensa como

¿Qué cambios trae en tu vida de oración, esta lección?

Importantes acciones para llegar a la oración eficaz

Se requiere de disciplina para formar el hábito de la oración. Nuestras

Aplicación personal: El apóstol es firme cuando enseña, que la eficacia de nuestras

¿Por qué es necesario convertir la oración en nuestro hábito favorito?

¿Qué necesita mejorar usted en su vida, según esta lección?

¿Qué beneficios después de la salvación, recibimos, cuando la oración es

Medita en la palabra de Dios siempre

La fe verdadera trae resultados, y se alimenta de la palabra de Dios constantemente.

Comentario sobre el texto bíblico: Es importante destacar en este versículo, que el

Aplicación personal: Quien desee conocer y experimentar a Jesús, lo conseguirá

La oración fortalece la fe; La fe nos motiva a la oración. La oración, activa

¿Qué beneficios te trae la lectura bíblica?

¿Qué ocurre en tu vida cuando oras y lees?

El secreto de orar a solas

Cuando la oración es importante para nosotros, nada nos la puede robar, no

Escriba 2 cosas que haya hablado el Señor a tu vida, en tu lugar de oración.

¿Qué necesitas mejorar en cuanto a tu lugar y tiempo de oración? ¿Has orado

¿Qué entiendes por “el lugar secreto de oración”?

Ora diariamente para que no te desconectes del poder de Dios

Aplicación personal: Es impresionante observar en este versículo de la carta de Santiago,

Quien insiste en oración, consigue recompensa; quien no insiste, cae en

¿Qué ocurre cuando oramos constantemente?

¿Qué necesitas mejorar en tu vida de oración, según esta lección?

¿Nombre 3 resultados de perseverar en la oración?

Para orar eficazmente, se requiere entender, la naturaleza de la oración

Aplicación personal: Sin fe no podemos orar eficazmente; sin oración no podemos

Beneficios que recibimos en la oración:

➢ El cielo se abre para nosotros.

Estorbos para la oración

➢ Dardos en la mente (pensamientos negativos e impuros).

Fortalecer nuestra vida de oración, es la orden en estos tiempos difíciles. No

¿Por qué la oración es la labor más importante de un cristiano?

Nombre al menos 3 beneficios que recibimos en la oración.

Nombre 4 estorbos posibles en nuestra vida de oración.

El propósito de la oración en nuestras vidas