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MUJERES INDÍGENAS
Y VIOLENCIA DOMÉSTICA:
DEL SILENCIO PRIVADO A LAS
AGENDAS PÚBLICAS
México, 2007
Agradecimientos
© Comisión Nacional
de los Derechos Humanos
Periférico Sur 3469,
Colonia San Jerónimo Lídice,
Delegación Magdalena Contreras,
C. P. 10200, México, D. F.
Diseño de portada:
Flavio López Alcocer
Impreso en México
CONTENIDO
CEREMONIA DE INAUGURACIÓN
Emb. Salvador Campos Icardo
Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional
de los Derechos Humanos de México 7
Dr. Alejandro Carrillo
Representante del Fondo Especial para Ombudsman
e Instituciones Nacionales de Derechos Humanos
en América Latina y el Caribe 12
Sra. Juana López
Mujer indígena del ejido de Teopisca 14
Sra. Fernanda Ramírez
Mujer tzetzal de Amatenango del Valle 15
Lic. Mario Ruiz Coutiño
Secretario Ejecutivo de la Comisión Estatal
de Derechos Humanos del Estado de Chiapas 16
Lic. María de los Ángeles Cruz Hernández
Secretaria de Desarrollo Social del estado de Chiapas 18
[7]
8 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
De tal manera que estos cinco días de trabajo serán intensos, por
lo que convoco a todos nuestros participantes a poner todo su em-
peño para que esta experiencia pueda dar frutos en cada uno de nues-
tros países y cuyas primeras beneficiaras sean las mujeres, y por
ende, las comunidades en donde tejen y desarrollan cada día sus his-
torias personales.
Aprovecho para agradecer la presencia de los representantes de
los siguientes países: Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, El
Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay,
Venezuela , Haití y República Dominicana.
12 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
22 de agosto de 2005
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
daba que nos reuniéramos, al contrario, nos hacían menos como mu-
jeres pero yo agradezco aquí más que nada a las campesinas porque
ellas, con todo el esfuerzo, hemos estado reunidas pues ya nos sen-
timos grandes y sentimos que todavía no tenemos la libertad que de-
bíamos de tener, ya que tuvimos una reunión no recuerdo en qué
tiempo y como era un curso de equidad y género pues agarramos
valor y nos sentíamos un poco más fuertes, y la reunión se prolongó
hasta las 10 de la noche, regresamos a nuestra casa, por lo cual
muchas de mis compañeras ya no dormimos con los esposos porque
ya no nos dejaron entrar y recuerdo todavía con mucha tristeza por-
que una compañera hasta se separó una vez de su esposo y es para
nosotros muy triste y muy lamentable que no nos den nuestro valor
porque ahora sí, gracias a Dios, ya conocemos un poco los derechos
de la mujer y lo que debemos hacer.
Yo agradezco mucho al Creador en este momento porque sé que
con ustedes cada día nos están abriendo los ojos, cada día nos están
quitando la venda, pero necesitamos mucho, de sus apoyos, prin-
cipalmente aquí de la licenciada María Cruz que nos sigan apo-
yando para seguir despertando y es para mí un honor.
En nombre de mi grupo “Leona Vicario” les damos la cordial
bienvenida a todas las diferentes personas de diferentes países y
para nosotros va ser un placer tenerlos en nuestro humilde taller el
día jueves, me parece que van a estar en Teopisca, los estaremos
esperando con los brazos abiertos para tener más conocimiento de
ustedes, muchas gracias.
Traductor: Bueno tengan ustedes todos muy buenos días, voy a tra-
ducir un poquito lo que dijo la compañera para que todos ustedes
sepan lo que comentó; ella agradece la presencia de todos ustedes y
les da las gracias, más a la Comisión de Derechos Humanos por ha-
berla contemplado para este evento, y dice que anteriormente pues
no tenían esta oportunidad de participar en estos eventos, por lo
que las mujeres siempre han estado marginadas hasta cierto punto
16 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
nes del poder público que vigilan el encuentro del bien común como
supremo satisfactor de las necesidades de las mujeres y del hombre;
afirmo que todas las mujeres indígenas del mundo, todas, las de
nuestro continente y las de mi país, deben avanzar con dignidad y
respeto en la ley hacia las costumbres de igualdad y si tienen que
descender que lo hagan hacia un valle de reposo y tranquilidad.
Muchas gracias y sean todos ustedes nuevamente bienvenidos.
[25]
26 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
VIOLENCIA FÍSICA
VIOLENCIA PSICOLÓGICA
VIOLENCIA SEXUAL
VIOLENCIA ECONÓMICA
LA HISTORIA INTERMINABLE
CONCLUSIONES
[43]
44 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
des o vecinos, así como las instituciones públicas, han sido cruel-
mente insensibles a tal situación.
No obstante lo anterior, existe muy poca información sobre la
violencia hacia la mujer indígena rural y hasta el momento no he
localizado algún documento que dé cuenta de los estudios que el
Gobierno1 haya realizado sobre la materia, sólo algunas ONG, e
investigaciones académicas de grado, son las que han reflexionado
sobre el tema considerando la especial situación de las mujeres in-
dígenas.
Lo que sí existe son estudios sobre sistemas normativos indíge-
nas pero, a mi parecer, se remiten a la descripción idealizada de las
formas de impartir justicia en los contextos indígenas; hay colegas
que incluso las califican como un ejemplo de economía procesal y
por consiguiente estas visiones, en muchos casos, particularmente
en los casos de las mujeres, impiden visualizar la relación de lo
jurídico con el poder, por lo que se pierde de vista que el derecho
indígena —al igual que cualquier otro sistema normativo— es una
construcción social en donde el poder juega un papel central en el
mantenimiento del estado de cosas.
También me parece conveniente señalar que los delitos que co-
mete el hombre hacia la mujer en la relación de pareja son sólo una
de las formas que nos permiten acercarnos al conocimiento de otras
expresiones de violencia hacia las mujeres, que no siempre alcan-
zamos a mirar porque corresponden al ámbito de lo estructural, a
lo que tiene que ver en cómo nos organizamos para la vida social
y cómo regulamos estas relaciones sociales ya sean entre hombres,
entre mujeres o entre mujeres y hombres, así como respecto a los com-
portamientos y las respuestas de las personas responsables de re-
presentar a las instituciones de procuración y administración de la
justicia cuando, en el ámbito de estas relaciones sociales, de lo que
se trata es de resolver, a través de la ley, es decir de las normas ins-
titucionalizadas, los conflictos de violencia familiar que surgen
entre un hombre y una mujer.
1
Aquí considero necesario subrayar que cuando me refiero al Gobierno no señalo
sólo al Poder Ejecutivo, sino que incluyo también a los Poderes Judicial y Legislativo.
46 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
[51]
52 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
aún para atender sus problemas de salud, por considerar que los
hombres tienen derecho a decidir sobre ellas y sus hijos.
Cambiar las costumbres es un problema al que nos enfrentamos
muchas organizaciones que trabajábamos luchando por hacer pú-
blica la violencia familiar en contra de las mujeres, especialmente
durante la maternidad porque esta situación las hace más vulne-
rables. Sin embargo, el gran problema al que nos enfrentamos es que
las autoridades comunitarias, aunque son elegidas o nombradas ba-
jo las reglas de todos los mexicanos, no las respetan y siguen la cos-
tumbre, sobre todo cuando se trata de hacer justicia a las mujeres y
las mujeres terminan también con miedo de acusar con la autoridad
lo que les hacen porque saben que sólo las van a avergonzar en-
frente de todas las personas por no ser una buena esposa.
Se han hecho muchas cosas para atender el problema de violen-
cia en las ciudades, pero no se ha hecho casi nada en las comuni-
dades indígenas, y si en las ciudades falta mucho por hacer, en las
comunidades indígenas falta más porque quienes llegan a las co-
munidades a tratar de hacer algo por parte del gobierno no siempre
conocen las costumbres de cada lugar para poder entenderlas, y
poder ir buscando lo que no es bueno para las mujeres o cambiar
actitudes frente a la violencia.
Lo principal es cambiar la actitud de muchas de las personas que
trabajan en las instituciones de procuración de justicia o en el Sec-
tor Salud y las de educación, para que realmente resuelvan adecua-
damente sus problemas de las mujeres indígenas de la región y que
haya personal y que le traduzca bien en idioma y que no haya co-
rrupción
Desde mi experiencia la parte más difícil es sensibilizar a las au-
toridades municipales y a los hombres en las comunidades para que
se puedan entender y resolver los casos de violencia familiar, y para
ello hacen falta recursos humanos y materiales. Y la más fácil es apo-
yar a las mujeres de la comunidad y llevarlas para que vayan a co-
nocer las distintas instancias de procuración de justicia donde las
autoridades les expliquen qué es un delito, que significa que las gol-
peen o abusen sexualmente de ellas. Yo he hecho esto y puedo
decir que es algo que ha favorecido un cambio en la forma de pen-
sar de ellas frente a la violencia familiar.
MUJERES INDÍGENAS Y VIOLENCIA DOMÉSTICA 53
[57]
58 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Zapotec Women’s comment on their role in Society”, en Identities, vol. 3, 1996, pp.
183-204.
2
Coalición Obrero Campesina Estudiantil del Istmo, un libro que da un relato
amplio de esta Coalición y sus orígenes y desarrollo es: Howard Campbell, Zapotec
Renaissance: Ethnic politics and cultural revivalism in Southern México. Alburquerque,
University of New México, 1994.
MUJERES INDÍGENAS Y VIOLENCIA DOMÉSTICA 59
3
Rosa Nidia Villalobos, por Salina Cruz; Lugarda Charis, por Juchitán; María
Luisa Matus Fuentes, por San Francisco Ixhuatán; Adelma Núñez Jerónimo, por San-
to Domingo Zanatepec, y Adelina Rasgado Escobar, por Asunción Ixtaltepec.
60 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
pueden votar y ser votadas. Así que el hecho de que las mujeres in-
cursionen en este campo es relativamente reciente. Esto se debe a
varios procesos: la posición de México frente a los acuerdos inter-
nacionales propuestos por Naciones Unidas en 1948; la búsqueda
de los políticos mexicanos de un reconocimiento internacional para
México como país democrático y de avanzada, y, por supuesto, a
las demandas de las mujeres mexicanas por la reivindicación de sus
derechos.4
Sé que al hablar de mujeres agredidas en este contexto, se me pue-
de decir que se debe a que están en un campo peligroso para ellas
como es la política, que se lo buscaron por entrar a contender en lu-
gares que no les corresponde. Por otra parte no puede existir un sis-
tema democrático sin la participación de las mujeres. Según las
leyes internacionales no se puede discriminar a las mujeres en nin-
gún campo, por tanto tampoco en la política. Pero después de co-
nocer algunas historias de lo que les pasa a las mujeres en el cam-
po de la política una se pregunta ¿Es la política un espacio seguro
para las mujeres? ¿Es la violencia que se ejerce sobre ellas una razón
simplemente política o tiene que ver con que están incursionando
en un ámbito que no es el que supuestamente “les corresponde”?
¿Es igual la violencia que se ejerce contra las mujeres políticas que
la que se ejerce contra los hombres? ¿Cuál es el significado para otras
mujeres cuando ven las agresiones que sufren sus congéneres que
han incursionado en la política?
Los derechos humanos de las mujeres son también derechos de par-
ticipación política y no sólo como electoras, sino en las representa-
ciones; es decir, tienen el derecho a ser elegidas. La política tiene
ciertos simbolismos y significados que la han acompañado duran-
te muchos años. Aun cuando las mujeres participen en ella, es un
5
Teun van Dijk, Ideología: una aproximación multidisciplinaria. Barcelona, Gedi-
sa, 2000.
62 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
bres violentos, para que logren desaprender lo aprendido dentro de los hogares vio-
lentos y entender el origen de su violencia. Colectivo de Hombres por Relaciones
Igualitarias, A. C. (Coriac).
MUJERES INDÍGENAS Y VIOLENCIA DOMÉSTICA 63
7
T. van Dijk, op. cit.
8
En el momento de revisar este texto, la maestra Elba Esther acaba de publicar
un comunicado en el periódico La Jornada, del miércoles 31 de agosto de 2005, don-
de da cuenta de su relación con Roberto Madrazo, y se llama “Creo en el valor abso-
luto de la verdad, creo en México”. Elba Esther ha sido otro personaje político estig-
matizado por la prensa.
9
Sabina Berman y Denise Maerker, Mujeres y poder. México, Raya en el Agua,
2000.
10
Ver periódicos Milenio, La Jornada y El Universal del 13, 14 y 15 de marzo de
2004.
64 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
11
Su defensa fue el libro autobiográfico: Rosario Robles, Con todo el corazón: una
historia personal desde la izquierda. México, Plaza & Janés, 2005.
12
T. van Dijk, Racismo y análisis crítico de los medios. Barcelona / Buenos Aires /
México, Paidós, 1997.
13
Durante el periodo de gobierno de Heladio Ramírez López se realizaron varias
reformas para incluir los derechos indígenas. Decreto Número 86, publicado en el
Periódico Oficial Extra, del 29 de octubre de 1990. Transitorios, artículo segundo. Las
adiciones y reformas en los artículos 1, 2, 8, 12, 16, 18, 20, 23, 28, 59, 62, 67, 75, 79,
80, 94, 108, 113, 151, 152 y 164. Los artículos 25, 39, 90 bis y 150 quedaban pendientes
de cambiarse cuando la Legislatura aprobase las reglamentaciones correspondientes.
MUJERES INDÍGENAS Y VIOLENCIA DOMÉSTICA 65
14
Diódoro Carrasco Altamirano, Gobernador del estado de Oaxaca, 1992-1998.
15
Oaxaca, Compendio de Legislación Electoral. Oaxaca, Instituto Estatal Electo-
ral, 2001.
16
Idem.
17
Margarita Dalton, “Las mujeres y el poder político. Zapotecas, chinantecas y
mestizas: Presidentas municipales en el istmo de Tehuantepec, Oaxaca”, libro en
preparación, Procesos políticos, cultura política y movimientos sociales en el istmo. Den-
tro del proyecto Istmo del CIESAS y del Conacyt.
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18
Isidoro Yescas Martínez, Política y poder en Oaxaca. Oaxaca, Dirección de Co-
municación Social del Gobierno del Estado, 1991. (Col. Tintero nocturno)
19
Por la efervescencia política que existía en Tlacolula, en las elecciones de 1989
se vuelven a presentar conflictos durante las elecciones. Después de las mismas,
Hilario Méndez del PRI es reconocido, por el Congreso local, como Presidente en
noviembre de 1989. Pero no lo acepta la oposición del FUDT (Frente Único Demo-
crático de Tlacolula), y el PRD, nuevamente, se apodera del Palacio Municipal du-
rante todo 1989 y parte de 1990. Después de 15 meses en la Presidencia, a finales de
1990, Hilario se separa de la Presidencia Municipal por motivos de salud.
20
Diario Noticias, sábado 7 de noviembre de 1992, p. 8a.
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21
Entrevista con Rosario Villalba el 8 de junio de 2000.
68 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Idem.
22
Idem.
23
24
Su testimonio quedó proyectado en el video que produje: Adelina, Presidenta,
basado en mi investigación y realizado por Julia Barco. CIESAS, 2003.
MUJERES INDÍGENAS Y VIOLENCIA DOMÉSTICA 69
25
Su testimonio quedó proyectado en el video que produje: Ramona, Presidenta,
basado en mi investigación y realizado por Julia Barco. Frente Chatino, Fundación
Ford y CIESAS, 2005.
26
Entrevista con Ramona González, 11 de septiembre de 2004.
70 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
27
Su testimonio quedó proyectado en el video que produje: Delfina, Presidenta,
basado en mi investigación y realizado por Julia Barco. CIESAS, 2003.
28
Por ser mujer y por ser de un partido de oposición.
MUJERES INDÍGENAS Y VIOLENCIA DOMÉSTICA 71
29
Entrevista con Macrina Ocampo el 26 de junio de 2001.
72 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
30
Entrevista con Macrina Ocampo el 27 de junio de 2001.
MUJERES INDÍGENAS Y VIOLENCIA DOMÉSTICA 73
31
Carmen Cordero Avendaño de Durán, La Vara de Mando: costumbre jurídica en
la transmisión de poderes. Oaxaca, H. Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, 1997.
74 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
el 12 de septiembre de 2004.
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35
Idem.
78 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Y me dice luego:
de 2004.
38
Periódico Noticias, viernes 17 de diciembre de 2004, p. 15 A.
MUJERES INDÍGENAS Y VIOLENCIA DOMÉSTICA 79
39
Periódico Imparcial, 5 de agosto de 1986.
80 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
REFLEXIONES FINALES
1. LLAMADOS DE ATENCIÓN
[83]
84 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Esterilizaciones forzadas
2. LAS RESPUESTAS
Los actos de violencia contra las mujeres, hay que dejarlo muy
claro, no son exclusivos del mundo indígena. La violencia afecta a
mujeres de todas las clases y sectores. Hay una visión algo racista
en personas y grupos que aunque simpatizan con los y las indíge-
nas, subrayan mucho la existencia de la violencia a las mujeres como
características del mundo indígena. Sí existe la violencia y es un pro-
blema serio, pero ni es exclusivo del mundo indígena ni es predomi-
nante en éste.
Es importante buscar soluciones dentro y fuera de las comuni-
dades. Nuestro reto es trabajar para no permitir esa violencia, para
dejar de considerarla como natural y para exigir la falta de atención de
las autoridades de la comunidad y del gobierno. Avanzar en esto es
nuestra tarea. Así como nos preocupa e indigna la violencia en las
comunidades indígenas, también deben indignarnos la violencia con
las que autoridades indígenas reprimen a mujeres indígenas que
se dedican al comercio ambulante: “A doña Pompeya le fue re mal,
hasta la metieron a la cárcel y la golpearon, nos echaban gas en la cara,
nos tiraban nuestras cosas que vendemos. Además, pues creen los
alineadores que a las mujeres indias nos pueden tratar como quie-
ran” (Benita Santos, Chapulco, Puebla).
Las compañeras promotoras de la organización CADEM, de
Cuetzalan, Puebla, han hecho un programa de capacitación con va-
rias sesiones. La primera trata el tema Ideología y práctica en delitos
cometidos contra mujeres indígenas (violencia doméstica); la se-
gunda aborda Las costumbres y nuestros derechos como mujeres, y
la tercera revisa Los derechos humanos de las mujeres indígenas. Es
importante la conclusión de este último taller: “que los instrumen-
tos legales son sólo escritos fríos, que proclaman la igualdad de de-
MUJERES INDÍGENAS Y VIOLENCIA DOMÉSTICA 91
para que las mujeres tengan acceso a sus beneficios, que asistan a
pláticas sobre control natal, y de no cumplir, se les niega el servicio.
Asisten porque es una obligación, pero las pláticas no tiene efecto
importante en su vida, más allá de recibir sus despensas y becas de
alimentación.
El acceso a otros niveles de atención es más difícil por la distan-
cia y porque los hospitales de campo atienden a varios municipios y
siempre están saturados y sólo cubren cuatro especialidades: gas-
troenterología, pediatría, ginecología y medicina interna. No atien-
den todos los casos de infecciones crónicas, el tercer nivel es inacesi-
ble. El INI apoyaba a hombres y mujeres enfermos que necesitaban
atención de tercer nivel. Había un albergue en la ciudad de México
donde podían hospedarse y contaba con camioneta para el traslado
diario a los hospitales. Este servicio desapareció y con la descen-
tralización que se impuso, los y las enfermas indígenas deben cu-
rarse en sus regiones, donde, como vimos, ni hay cupo ni atención
a todos los casos. Contrasta con esto la disposición de los hospitales
de campo para esterilizar a las mujeres indígenas. Este servicio no
se niega, al contrario, del hospital sale un vehículo que va a la co-
munidad donde varias mujeres ya fueron convencidas para esteri-
lizarse y son trasladadas al hospital para este efecto, a ningún otro
paciente se le va a traer a su comunidad.
Los médicos de la UMR maltratan a las mujeres, sólo cuando quie-
ren nos atienden. No dan buenas medicinas. Luego hasta nacen
los bebés en el baño, o si van solas, sin su marido, no les hacen caso
(Gabriela Sánchez Coello. Ocotlamani, Puebla).
Gabriela Justiniano,
Delegada Adjunta de Programas y Actuaciones
Especiales, Defensor del Pueblo de Bolivia
[99]
100 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
— Clase.
— Etnia.
— Raza.
— Género.
— Creencias religiosas.
— Medio ambiente.
— Recursos naturales.
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106 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Artículo 1
Artículo 2
Artículo 3
Artículo 4
Artículo 5
Artículo 6
Artículo 7
Artículo 8
Artículo 9
cidos, deberán respetarse los métodos a los que los pueblos intere-
sados recurren tradicionalmente para la represión de los delitos
cometidos por sus miembros.
2. Las autoridades y los tribunales llamados a pronunciarse sobre
cuestiones penales deberán tener en cuenta las costumbres de di-
chos pueblos en la materia.
Artículo 10
Artículo 11
Artículo 12
Artículo 13
Artículo 14
Artículo 15
Artículo 16
Artículo 17
Artículo 18
Artículo 19
Artículo 20
Artículo 21
Artículo 22
Artículo 23
Artículo 24
Artículo 25
Artículo 26
Artículo 27
Artículo 28
1. Siempre que sea viable, deberá enseñarse a los niños de los pue-
blos interesados a leer y a escribir en su propia lengua indígena o
en la lengua que más comúnmente se hable en el grupo a que per-
tenezcan. Cuando ello no sea viable, las autoridades competentes
deberán celebrar consultas con esos pueblos con miras a la adopción
de medidas que permitan alcanzar este objetivo.
2. Deberán tomarse medidas adecuadas para asegurar que esos
pueblos tengan la oportunidad de llegar a dominar la lengua na-
cional o una de las lenguas oficiales del país.
3. Deberán adoptarse disposiciones para preservar las lenguas
indígenas de los pueblos interesados y promover el desarrollo y la
práctica de las mismas.
Artículo 29
Artículo 30
Artículo 31
Artículo 32
Artículo 33
Artículo 34
Artículo 35
Artículo 36
Artículo 37
Artículo 38
Artículo 39
Artículo 40
Artículo 41
Artículo 42
Artículo 43
Artículo 44
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igual-
mente auténticas.
RECOMENDACIÓN SOBRE POBLACIONES
INDÍGENAS Y TRIBUALES, 1957
[125]
126 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
I. DISPOSICIONES PRELIMINARES
II. TIERRAS
VII. SANIDAD
VIII. EDUCACIÓN
XI. ADMINISTRACIÓN