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CAPITULO 13

HISTORIA Y PRINCIPIOS
DE LA ANESTESIOLOGIA

Sean K. Kennedy y David E. Longnecker

Antes de 1846, la anestesia era un concepto primitivo, y los procedimientos quirúrgicos


eran, necesariamente, limitados. El campo de la medicina se revolucionó con la demostra­
ción pública de Morton acerca de la anestesia con éter, en ese año. En la primera parte de
este capítulo se revisa el desarrollo de los agentes de inhalación e intravenosos que anun­

r
ciaron la era moderna de la anestesia quirúrgica. En la segunda parte se describen los

.a
principios de la administración de la anestesia general, con énfasis en la captación y la

m
distribución de los agentes inhalados, en función de sus propiedades farmacológicas yfisio­
lógicas. Se revisan los aspectos clínicos, incluso el efecto de segundo gas, premedicación,

.co
valoración de la profundidad de la anestesia y equipo para administrarla. Aunque no ha
podido dilucidarse el mecanismo de acción de los anestésicos generales, se revisan diversas
hipótesis vigentes.

s
co
i
HISTORIA DE LA ANESTESIA QUIRURGICA después, sus propiedades anestésicas (Fau1coner y Keys, 1965).
ed

De hecho, Davy sugirió que " . . . probablemente pueda usarse


La anestesia antes de 1846. Los procedimientos quirúrgicos, con provecho durante las operaciones quirúrgicas en las que no
m

antes de esa época, no eran muy frecuentes. Se tenían conoci­ hay gran pérdida de sangre". Pasaron otros 20 años antes de que
mientos rudimentarios sobre la fisiopatología de las enfermeda­ Michael Faraday escribiera que la inhalación de éter dietílico
es

des, y sobre los fundamentos para tratarlas mediante procedi­ tenía efectos semejantes a los del óxido nitroso. Sin embargo,
mientos quirúrgicos. Se sabía muy poco de la técnica aséptica y salvo por su inhalación en exhibiciones de carnaval o para pro­
nt

de la prevención de las infecciones de heridas en general. Ade­ ducir "exaltación" en los "jolgorios del éter", estos fármacos no
más, la falta de anestesia satisfactoria era un obstáculo de pri­ se emplearon en seres humanos hasta mediados del siglo XIX.
pu

mera importancia. A causa de todos estos factores se intentaban Greene (197 1 ) presentó un análisis de los motivos para la in­
muy pocas operaciones, y era muy frecuente la muerte del pa­ troducción de la anestesia en el decenio de 1 840. El momento
ciente. De manera característica la cirugía era de naturaleza ur­ era oportuno, puesto que la preocupación por el bienestar de los
.a

gente; por ejemplo, amputación de una extremidad en caso de semejantes era más preponderante que un siglo antes. "En tanto
fractura abierta o drenaje de un absceso. No eran posibles ni la se siguiera quemando a las brujas en Salem, la anestesia no po­
w

disección fina ni las técnicas cuidadosas en pacientes en quie­ dría descubrirse a 20 millas de ahí, en Boston." Aunque la pre­
ocupación humanitaria se extendió al alivio del dolor, la quími­
ww

nes no se lograba un adecuado alivio del dolor.


Se contaba con algunos medios para intentar aliviar el dolor ca y la medicina habían progresado a la par, al grado en que era
quirúrgico, que en realidad se habían empleado desde tiempos posible preparar un fánnaco químicamente puro, para luego em­
remotos (un hecho revisado por Davison, 1 965). Brindaban cierto plearlo con cierto grado de seguridad. Esto significaba también
consuelo sustancias como alcohol, hachís (hashish) y derivados que crecía el espíritu inquisitivo; el esfuerzo por mejorar la con­
del opio, tomados por vía oral. En ocasiones se empleaban mé­ dición humana.
todos físicos para producir analgesia, como el cubrir una extre­
midad con hielo o producir isquemia con un torniquete. La pér­ Demostración pública de la anestesia con éter. Los dentis­
dida del conocimiento causada por un golpe en la cabeza o por tas fueron profesionales clave en la iniciación del uso tanto del
estrangulación ofrecía cierto alivio del dclor, aunque a un costo éter dietílico como del óxido nitroso para la anestesia. Ellos, aún
muy alto. Sin embargo, el método más usual para lograr un cam­ más que los médicos, estaban en contacto diario con personas
po quirúrgico relativamente tranquilo era, simplemente, sujetar que aquejaban dolor; en muchos casos ellos mismos lo causa­
al paciente por la fuerza. No debe asombrar que la intervención ban como parte de su trabajo. Fue en un espectáculo teatral don­
quirúrgica se considerara como un último recurso. de Horace Wells, odontólogo, observó que uno de los partici­
Aunque durante años habían sido conocidas para algunos las pantes, aún bajo el influjo del óxido nitroso, se autoinfligía una
propiedades analgésicas tanto del óxido nitroso como del éter lesión sin sentir dolor. Al día siguiente, Wells, mientras respira­
dietílico, estos agentes no se empleaban con fines médicos (Keys, ba óxido nitroso, hizo que un colega le extrajera uno de sus pro­
1963). Priestley sintetizó el óxido nitroso, en 1 776, y tanto este pios dientes, sin dolor. Poco después, en 1 845, Wells intentó
investigador como Humphry Davy comentaron, cerca de 20 años demostrar su descubrimiento en el Massachuselts General Hos-

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314 .\cccÚí¡¡ ll! FánH(/COS COI! UCCÚJn eH el -,isrema IJí'rviDSO C('IJlra!

pital de Bastan. Desafortunadamente, el paciente gritó durante miento; fue él quien había sugerido a Morton utilizar éter sulf úrico
la operación, por lo que se consideró que esta demostración ha­ puro. Jackson cayó entonces en la demencia, destino que tam­
bía sido un fracaso. bién habría de sufrir Horace Wells, el hombre que había fracasa­
William T. G. Morton, odontólogo de Bastan (y estudiante de do en la demostración pública de la anestesia con óxido nitroso.
medicina), estaba familiarizado con el uso del óxido nitroso, por Crawford Long, médico de la zona rural de Georgia, había usa­
su asociación previa con Horace WeIls. Morton se percató de do la anestesia con éter desde 1842, pero se había negado a pu­
los efectos anestésicos del éter, consideró que era más promisorio, blicar sus experiencias. Sobrevivió y prosperó. Sin embargo,
y practicó con él en animales y a continuación en sí mismo. Por Morton recibe hoy con toda justicia el crédito por la creación de.
último, solicitó penniso para demostrar en público la utilización la anestesia quirúrgica. En un monumento erigido por los ciuda­
de este fármaco como anestésico quirúrgico. danos de Boston sobre la tumba del doctor Morton, en el Mt.
El relato de esta demostración clásica, efectuada en 1846, se Auburn Cementery, cerca de dicha ciudad, se encuentra la si­
ha hecho incontables veces. La sala de operaciones ("cúpula de' guiente inscripción, dictada por el doctor Jacob Bigelow:
éter") del Massachusetts General Hospital se conserva como una
reliquia en memoria de la primera demostración pública de la WILLlAM T. G. MORTON

r
anestesia quirúrgica. En la galería de esta sala se habían reunido Inventor y promotor de la anestesia por inhalación.

.a
espectadores escépticos, por haberse difundido la noticia de que Antes de él, la cirugía era una agonía.
un alumno de segundo año de medicina había ideado un método Por él se evitó y anuló el dolor de la cirugia.

om
para abolir el dolor quirúrgico. Se introdujo en la sala al pacien­ Gracias a él la ciencia ha controlado el dolor.
te, Gilbert Abbott, y el doctor Warren, el cirujano, esperó vesti­
do en su ropa formal de dia; nada se sabía, en esa época, de La anestesia después de 1846. Aunque rara vez se emplea en

s.c
batas, mascarillas ni guantes quirúrgicos, como tampoco de asep­ la actualidad, el éter resultó ideal entre los "primeros'° anestési­
sia quirúrgica ni del origen bacteriano de las infecciones. Todo cos. Es muy fácil elaborarlo en su forma químicamente pura, y
el mundo estaba listo y a la expectativa -incluso los musculosos fácil de administrar, puesto que es líquido a la temperatura am­
hombrones que sujetarían al forcejeante paciente-, pero Morton
no aparecía. Pasaron 15 min, y el cirujano, que se estaba impa­
ico
biente pero se evapora con facilidad. El éter es potente, a dife­
rencia del óxido nitroso y, por tanto, unos cuantos volúmenes
cientando, tomó el bisturí y, dirigiéndose al público presente en pueden producir anestesia sin diluirse en el oxígeno del aire
la galería, dijo: "el doctor Morton no llega. Supongo que tendrá ambiente hasta niveles hipóxicos. Da apoyo tanto a la respira­
ed

algún otro compromiso", Mientras el púb Eco sonreía y el pa­ ción como a la circulación, propiedades cruciales en una época
ciente se contraía de miedo, el cirujano se dispuso a efectuar la en que la fisiología humana era un aspecto poco conocido como
m

incisión, Fue en ese momento cuando entró Morton: le había para volver posibles la respiración y la circulación asistidas.
demorado la necesidad de termínar un aparato con el que se pro­ Además, e1 éter no es tóxico para los órganos vitales.
es

ponía administrar el éter. Warren dio un paso atrás y, señalando El siguiente anestésico que se utilizó con amplitud fue el clo­
a la persona atada a la mesa de operaciones, se dirigió a Morton: roformo. Introducido en el campo de la anestesia por el obstetra
"Bueno, señor, su paciente está listo." Sin inmutarse ante un au­ escocés James Simpson, en 1847, se puso muy en boga quizá
nt

ditorio silencioso y hostil, Morton puso manos a la obra. Des­ por su olor más agradable. Salvo por esta cualidad y por no ser
pués de unos cuantos minutos de inhalación de-I éter, el paciente inflamable, había pocas razones para recomendar\o (Sykes,
pu

había perdido el conocimiento. Entonces Morton levantó la cabe­ 1960). Este fármaco es una hepatotoxina y un depresor cardio­
za y dijo: "Doctor Warren, su paciente está listo." Se había ini­ vascular importante. A pesar de la incidencia relativamente alta
.a

ciado \a operación. El operado no manifestaba signo alguno de de defunciones transoperatorias y posoperatorias que acompañó
dolor, pero estaba vivo y respirando. No se necesitaron los suje­ al empleo de este agente, fue el anestésico más utilizado, sobre
100
w

tos musculosos. Una vez tenninada la operación, el doctor Warren todo en Inglaterra, durante casi años (Duncum, 1947). A
se volyió hacia el asombrado público y pronunció su famosa causa del peligro y la dificultad para administrarlo, diversos
ww

frase ". . señores, no son patrañas". El doctor Henry 1. Bigelow, médicos ingleses distinguidos se interesaron por los anestésicos
eminente cirujano que presenciaba l a demostración, subrayó: y su administración, tendencia que no se manifestó en Estados
"Hoy me ha tocado ver un hecho que recorrerá el mundo." Unidos hasta unos 100 años después.
Después de la incredulidad inicial, se difundió con gran rapi­ Tras el entusiasmo inicial, la evolución de la anestesiología en
dez la noticia de la afortunada demostración. A menos de un Estados Unidos se caracterizó por un cambio lento y progreso
mes se empleaba ya el éter en otras ciudades de Estados Unidos, límitado (Vandam, 1973). Más aún, a pesar del relativo bienestar
y se administraba también en Inglaterra. Su uso se estableció que experimentaba el paciente quirúrgico, la cantidad de los ac­
pronto como un tratamiento médico legitimado. tos quirúrgicos y el alcance de la cirugía se incrementaron apenas
En cambio, las vidas de quienes participaron en la introduc­ durante los decenios de 1840 y 1850 (Greene, 1979). Cambió
ción de la anestesia quirúrgica no tuvieron un desenlace tan sa­ poco la cifra de mortalidad, puesto que la infección posoperato­
ludable. Morton trató inicialmente de patentar la administración ria seguía siendo un problema grave. Sólo con la aplicación de
del éter para producir anestesia y, al fracasar en su intento, patentó las técnicas quirúrgicas, 20 años después del descubrimiento de
en su lugar un aparato para la administración. Fueron considera­ la anestesia, surgió la cirugía como ciencia por propio derecho.
bles las discrepancias respecto a quién había sido el descubridor
legítimo de la anestesia. Sin haber recíbido nunca lo que creyó Otros agentes anestésicos. El óxido nitroso cayó en desuso
merecer, Morton murió siendo una persona amargada. después del fracaso manifiesto en Boston, en 1845. Se empezó a
Charles Jackson, profesor de química de Morton en la Uni­ aplicar de nuevo en 1863 en las disciplinas odontológica y qui­
versidad de Harvard, también reclamó prioridad por el descubri- rúrgica estadounidenses, principalmente gracias a tos esfuerzos
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Capítulo 13 Historia .\' [Jril/C/jJ¡¡!.\ de {a aI1I!Sf(:'sio{ogía 315

de un empresario teatral, con algunos estudios de medicina, Gar­ tante (con poco o ningún agente inhalable potente) es un adelan­
dner Q. Colton. En 1868, Edmond Andrews, cirujano de Chica­ to actual muy estimulante en el campo de la anestesia.
go, describió la administración de óxido nitroso con oxígeno, y
pronto ambos gases podían obtenerse en cilindros de acero, lo
PRINCIPIOS DE LA ADMINISTRACION
que incrementó en gran medida su aplicación práctica (Thomas,
1975). El óxido nitroso sigue utilizándose ampliamente en la DE LOS ANESTESICOS GENERALES

actualidad.
En 1929 se descubrieron, de manera accidental, las propie­ Captación y distribución de los agentes
dades anestésicas del ciclopropano, cuando un grupo de quími­ de inhalación
cos estaba analizando impurezas en un isómero, el propileno
(Lucas, 1961). El fármaco se introdujo en el campo de la aneste­ Los conocimientos firmes de la anestesia general requie­
sia después de pruebas clínicas extensas en la Universidad de ren que se conozcan las propiedades farmacocinéticas de
Wisconsin; el ciclopropano fue, quizá, el agente anestésico ge­ los agentes inhalables. Durante la anestesia general produ­
neral más utilizado durante los siguientes 30 años. Sin embargo, cida con un fármaco de inhalación, la profundidad de la
dado el riesgo creciente de explosión en la sala de operaciones

r
misma variará directamente con la tensión del agente anes­

.a
tésico en el encéfalo, y las tasas de inducción y recupera­
planteado por el empleo de equipo electrónico, se incrementó la
necesidad de contar con un agente anestésico seguro y no infla­
ción dependerán del ritmo de cambio de la tensión en este

om
mable, y diversos grupos iniciaron su búsqueda. Los esfuerzos
del British Research Council y de los químicos de Imperial
tejido. Los términos tensión y presión parcial se conside­
Chemical Industries se vieron retribuidos con el desarrollo del ran sinónimos. La tensión del agente anestésico en el encé­
halotano, anestésico no inflamable que se introdujo en el ejerci­ falo siempre se aproxima a la tensión del mismo en la san­

s.c
cio clínico en 1956; este fármaco revolucionó la anestesia por gre arterial. Los factores de los que depende la tensión del
inhalación. La mayor parte de los agentes de aparición más re­ gas anestésico en la sangre arterial y en el encéfalo se pue­
ciente, como los hidrocarburos y los éteres halogenados, toma­ den separar en cuatro categorias: 1) concentración del agen­
ico
ron como modelo al halotano. te anestésico en el gas inspirado, 2) descarga (liberación),
Se descubrieron también los relajantes del músculo estriado mediante ventilación pulmonar, del anestésico hacia los
(agentes de bloqueo neuromuscular), cuyas propiedades farma­
ed
pulmones, 3) transferencia del gas desde los alveolos hacia
cológicas se demostraron mucho antes de su aplicación en el ejer­
la sangre que fluye por los pulmones y 4) pérdida del agen­
cicio clínico (Mc1ntyre, 1959; Bennett, 1967). Los indios sud­
te de la sangre arterial hacia todos los tejidos del cuerpo.
m

americanos habían empleado durante mucho tiempo el curare, en


su forma bruta, pero como veneno para las puntas de sus flechas
Concentración del anestésico en el gas inspirado, La
es

(cap. 9); su primera aplicación clínica fue para tratar los trastor­
nos espásticos, pues podía disminuir el tono muscular sin poner
tensión de un gas determinado en una mezcla de gases es
en peligro en grado importante la respiración. A continuación se proporcional a su concentración, y en muchos casos se hace
nt

empleó para modificar las contracciones musculares violentas que referencia a estos aspectos cuando se habla de los gases
caractelizaban a la terapéutica convulsiva de los trastornos psi­ inspirados.
pu

quiátricos. Por último, en el decenio de 1940, los anestesiólogos Cuando se inhala un gas anestésico a tensión constante,
usaron al curare para lograr h relajación muscular que antes se la tensión en la sangre arterial se aproxima a la del agente
lograba sólo L:on niveles muy profundos de anestesia general.
.a

en la mezcla inspirada, como se ilustra en la figura 13-1


Durante los años siguientes se utilizaron en clínica diversos sus­
con respecto a diversos agentes anestésicos. (La tensión
w

titutivos sintéticos. Es dificil exagerar las virtudes de los relajan­


de vapor o gas inspirados se denomina tensión inspirada.
tes musculares en la práctica de la anestesia. Su empleo pennite
En el caso de fármacos como el óxido nitroso, la tensión
ww

condiciones adecuadas para las operaciones quirúrgicas, con ni­


arterial alcanza 90% de la tensión inspirada en plazo de 20
veles leves de anestesia general; de esta manera se vuelve míni­
ma la depresión cardiovascular, y el paciente despierta pronto
min aproximadamente. Cuando se administra éter dietílico,
cuando se interrumpe la administración del agente. la aproximación hasta el estado de equilibrio dinámico es
Aunque los médicos de principios del siglo xx se habrán per­ mucho más baja, y se llegaría a 90% de la tensión inspira­
catado de la conveniencia de un agente anestésico intravenoso, da en la sangre arterial sólo después de muchas horas. Esta
los fármacos conocidos eran pocos e insatisfactorios. La situa­ diferencia depende de las propiedades fisicas de ambos
cjón dio un giro impresionante en 1935, cuando Lundy demos­ agentes (véase más adelante).
tró la utilidad clínica del tiopental, tiobarbitúrico de acción rápi­ En la práctica� rara vez es constante la tensión de un gas
da. Originalmente, se le consideró útil como anestésico único,
inspirado. La concentración anestésica de algunos agen­
pero las dosis requeridas producían depresión grave de los apa­
tes puede irritar las vías respiratorias del paciente despier­
ratos circulatorio y respiratorio y del sistema nervioso. Sin em­
to o anestesiado en grado superficial, de modo que la con­
bargo, el tjopental se ha aceptado corno agente para la inducción
centración inspirada debe incrementarse con lentitud. En
rápida de anestesia general.
Hace poco se empezaron a usar como anestésicos varias com­
otros casos, cuando el vapor no es irritante, se puede apre­
binaciones de fármacos intravenosos de diversas clases, por lo surar la inducción administrando el anestésico de inhala­
general en combinación con óxido nitroso. El uso de opioides ción en concentraciones mayores que las que se desea al­
de acción breve en solución intravenosa de administración con s- canzar en última instancia. Por tanto, se producen tensiones
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" rapidez. Sin embargo, el volumen de la respiración ejerce


"O

ti) .� 100 un efecto importante y prolongado en el ritmo de capta­


UJ o.
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« .!::: ción de los fánnacos más solubles y que se equilibran con
a: � 80
Oxido nitroso
lentitud, como el éter dietílico. (Véase una descripción más
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a: O amplia en Eger, 1974.)
«"O
en " 60 Aunque la ventilación pulmonar influye en la velocidad
UJ '0 Isoflurano
en • de inducción de la anestesia, no altera la profundidad final
« "
",$ 40 de ésta; un hecho que depende de la tensión final del agen­
en-" - - - ___ -0--Halotano
-----""1:1
O o
__ .g-
te anestésico en el encéfalo, y no de la rapidez de los cam­
�"O
UJ o ",.rY bios de dicha tensión.
O "m
20 ,
.0_______ -<:1
z'é ----
__
Eterdietílico
-.JJ-
º � .,Jy_ Transferencia de los gases anestésicos de los alveolos a
O���� -.__�__������
� :;
__

O 10 20 la sangre. La membrana alveolar nonnal no opone ba­

r
UJo. 30

� rrera alguna a la transferencia de los gases anestésicos en

.a
TIEMPO (mi n ut os)

'" ninguna de ambas direcciones. Aunque la difusión de es­

om
tos gases suele ser nonnal, durante la anestesia clínica pue­
Fig. J3�1. Tensiones de los gases ane.<ltés;cos en la sangre arteriaL den darse situaciones que impidan su transferencia eficiente
Las curvas demuestran de qué manera la tensión de la sangre arterial a la sangre que fluye por el pulmón. Una de ellas es la

s.c
de Jos agentes anestésicos se incrementa hacia el nivel de la tensión distribución deficiente de la ventilación alveolar, como a
inspirada. El incremento de la presión parcial es rápido en el caso de veces ocurre en caso de enfisema pulmonar. Se produce
los gases relativamente insolubles, y más lento en los que son más
entonces una tensión más baja del gas anestésico en los
ico
solubles en sangre. Aqui se ilustra el curso de los acontecimientos en
una situación idealizada, en la cual la concentración inhalada se con­
alveolos mal ventilados y, con ello, menor tensión del anes­
serva constante y la ventilación pulmonar y el gasto cardiaco y su tésico en la sangre que deja estos alveolos. La contribu­
distribución regional se mantienen estables en valores normales. De ción de esta sangre a la reserva arterial da por resultado un
ed

hecho. conforme se profundiza la anestesia disminuyen la ventila­ cambio más lento de la tensión del anestésico en la sangre
ción alveolar y el gasto cardiaco, y se alteran de manera variable la
arterial. Cualquier desigualdad que ocurra entre ventila­
distribución de la circulación regional y la solubilidad del agente.
m

Estos y otros factores pueden dar por resultado una diferencia de


ción y perfusión a nivel pulmonar, a consecuencia de di­
hasta 11% entre la concentración esperada y la real (Cowles y col., versos trastornos pulmonares, producirá una diferencia
es

1972). Se han propuesto análisis alineales que consideran estos fac­ entre las tensiones alveolar y arterial de los gases anesté­
tores (Smith y col., 1972; Munson y coL, 1973). (Tomada de Fripps sicos. Esto, a su vez, alarga el tiempo de inducción de la
y col.. 19S8; cortesía de W. B. Saunders Co.)
anestesia o de recuperación de ésta (Eger 1974).
nt

En ausencia de trastornos de ventilación y perfusión, son


pu

tres los factores de los cuales depende la rapidez con que


los anestésicos pasarán de los gases inspirados a la sangre.
anestésicas en la sangre y los tejidos más pronto que 10 a saher: 1) solubilidad del agente en la sangre, 2) velocidad
.a

que sería posible si se emplearan para la inducción las con­ del flujo sanguineo por el pulmón y 3) presiones parciales
centraciones de sostén. Al proseguir la anestesia, la con­ del agente en las sangres arterial y venosa mixta.
w

centración inspirada del agente se reduce a un nivel ade­ Solubilidad delfármaco en la sangre. Esta suele expre­
ww

cuado para la conservación del estado anestésico. sarse como el coeficiente de partición entre sangre y gas,
.
o lambda, que representa la razón aritmética (cociente)
Ventilación pulmonar. Con cada inspiración se descarga entre la concentración del anestésico en sangre y su con­
cierta cantidad de gas anestésico en el pulmón. Si la venti­ centración en la fase gaseosa, cuando ambas se encuen­
lación por minuto es grande, la tensión del agente en los tran en equilibrio (es decir, cuando la presión parcial es
alveolos se incrementará con rapidez, como sucederá con igual en ambas fases). El coeficiente de partición entre
su tensión en la sangre arterial. Por tanto, la presión parcial sangre y gas puede ser de hasta 12 en el caso de agentes
del gas anestésico en la sangre se puede incrementar me­ muy solubles como metoxiflurano o éter dietilico, o bien,
diante hiperventilación durante la inducción. A la inversa, de apenas 0.47 en el de los anestésicos relativamente inso­
la ventilación disminuida (resultante, por ejemplo, de de­ lubles, como el óxido nitroso. Cuando más soluble sea un
presión respiratoria causada por la premedicación o por el anestésico en la sangre, mayor cantidad deberá disolverse
propio anestésico) puede dar por resultado una tasa más en ésta para elevar en grado apreciable su presión parcial
lenta de cambio de las tensiones alveolar y arterial del gas. en ella. Por tanto, la tensión sanguinea de los agentes solu­
Los efectos de la frecuencia respiratoria en cuanto a re­ bles se incrementa con lentitud. El reservorio potencial para
tardar o apresurar la inducción son transitorios en el caso los gases relativamente insolubles es pequeño, y se puede
de los gases, como el óxido nitroso, que tienen baja solu­ llenar con mayor rapidez. Por tanto, puede también au­
bilidad en sangre y tejidos y, por tanto, se equilibran con mentar con mayor rapidez su tensión en la sangre.
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("lpIIU/O 13 ¡lis/ori,1 y p/"Illcipio.\ de la (II!L'Slnl(l¡O�U 317

En el cuadro 14-1 se muestran los coeficientes de parti­ dos:sangre es casi la unidad para muchos de los tejidos
ción entre sangre y gas referentes a los anestésicos de uso magros del cuerpo; es decir, estos agentes son solubles por
más frecuente. El aspecto de las curvas de la figura 13-1, igual en el tejido magro y en la sangre. La concentración
que depende en gran medida de la solubilidad sanguínea del anestésico en la sangre o en los tejidos es el producto
de los agentes, es la altura del doblez, o "rodilla", en la de la presión parcial multiplicada por la solubilidad. Por
curva de captación. Cuanto más soluble sea el agente (es tanto, la concentración de la mayor parte de los agentes
decir, cuanto más alta la A), menor será la rodilla de la anestésicos en los tejidos magros, como la sustancia gris
curva y más baja la aproximación de la tensión de la san­ del cerebro, se aproxima a la de la sangre conforme la ten­
gre a la de los gases inhalados. sión hística (tisular) se incrementa hacia el nivel en que se
Velocidad del flujo sanguíneo pulmonar. El flujo san­ encuentra la tensión de la sangre arterial. Por otra parte, el
guíneo pulmonar (es decir, el gasto cardiaco) afecta la ra­ coeficiente tejidos:sangre para todos los anestésicos es
pidez con que los anestésicos pasan de los gases alveola­ grande en el caso de los tejidos grasos. En el tejido adipo­
res a la sangre arterial. El incremento del flujo sanguíneo so la concentración de los agentes anestésicos es mucho

r
pulmonar vuelve lenta la porción inicial de la curva de mayor que en la sangre en el momento en que se alcanza

.a
tensión arterial, pero la última parte de dicha curva tiende el equilibrio (cuando la tensión histica es igual a la tensión
a recuperarse, con el resultado global de que hay pocos sanguínea).

om
cambios en el tiempo total requerido para el equilibrio com­ La solubilidad hística es de importancia para determi­
pleto. (Véanse las razones en Eger, 1974.) nar la inclinación de la parte final, o "cola", de las curvas
Presiones parciales en las sangres arterial y venosa de tensión del gas (fig. 13-1l. La solubilidad histica alta,

s.c
mixta. Después de captar un gas anestésico en el pul­ sobre todo la del tejido graso, tiende a deprimir la tasa de
món, la sangre circula hacia los tejidos, y el gas anestésico incremento de la "cola" de la curva.
se transfiere desde ésta hacia todos ellos en el cuerpo. La
ico
Flujo sanguíneo hístico (tisular). Cuanto mayor sea el
sangre no puede alcanzar el equilibrio con la tensión del flujo sanguíneo hacia un tejido, tanto más rápida será la
gas inhalado hasta que este proceso, que tiende a dismi­ descarga del agente anestésico desde la sangre, y con ma­
ed

nuir la tensión sanguínea, es casi completo. La sangre ve­ yor rapidez se incrementarán su tensión y su concentra­
nosa mixta que vuelve hacia los pulmones tiene más gas ción en la zona. Por tanto, la concentración de un gas iner­
anestésico con cada paso por el cuerpo. Después de unos te en el encéfalo se aproxima a la de la sangre arterial con
m

cuantos minutos de anestesia disminuye de manera soste­ mayor rapidez cuando el flujo sanguineo cerebral es alto,
es

nida la diferencia entre la tensión arterial (o alveolar) y la y con mayor lentitud cuando éste disminuye.
venosa mixta del gas. Como la tasa de difusión a través de Sólo los tejidos con tasas altas de flujo sanguíneo mani­
la membrana pulmonar es proporcional a la diferencia en­ festarán incrementos rápidos en la concentración del anes­
nt

tre las tensiones alveolar y venosa mixta del gas, el volu­ tésico, y sólo las áreas de flujo alto captarán cantidades
men de éste transferido a la sangre arterial durante cada importantes del agente durante las etapas iniciales de la
pu

minuto disminuye con el transcurso del tiempo. Por tanto, anestesia. Como es muy limitado el flujo sanguíneo hacia
la tensión arterial se incrementa con mayor lentitud du­ el tejido adiposo, éstos recibirán y captarán los gases anesté­
.a

rante la parte final de las curvas de la figura 13-1. sicos con tal lentitud, que no contendrán una cantidad impor­
tante del agente hasta pasado un tiempo considerable.
w

Pérdida de gases anestésicos de la sangre arterial a los Presiones parciales en la sangre arterial y en los tejidos.
ww

tejidos. Cuando los gases de inhalación pasan de la san­ Conforme los tejidos captan al agente anestésico, la pre­
gre arterial a los tejidos, la tensión en estos últimos se in­ sión parcial del gas en ellos se incrementa hacia valores
crementa para aproximarse a la de la sangre arterial. La similares a los presentes en la sangre arterial. Como la tasa
tasa o rapidez con que un gas pasa a los tejidos depende a la que se difunde un gas desde dicha sangre hacia los
de: 1) solubilidad del mismo en éstos, 2) tasa a la cual el tejidos varía con la diferencia de presión parcial entre ellos,
gas se descarga en los tejidos (es decir, flujo sanguineo la concentración hística cambiará con rapidez durante los
hacia diversas regiones del cuerpo) y 3) presiones parcia­ primeros minutos de la anestesia; sin embargo, disminuirá
les del gas en la sangre arterial y en los tejidos. Obsérvese la captación hística del gas conforme la tensión histica se
que estos tres factores, que afectan a la transferencia del aproxima a la tensión arterial.
gas de la sangre á los ¡ejidos, son semejantes a los tres que En resumen, durante la administración de un anestésico
afectan la transferencia del agente anestésico del pulmón su tensión en la sangre se incrementa hacia la que tiene el
a la sangre, y que se describieron con anterioridad. gas inspirado, al principio con rapidez y luego con mayor
Solubilidad del gas en los tejidos. Esta se expresa como lentitud. Las tensiones hísticas se incrementan de manera
el coeficiente de partición entre tejidos y sangre (teji­ concomitante, aproximándose a la tensión arterial. La pre­
dos:sangre), concepto análogo al del coeficiente de parti­ sión parcial aumenta más rápidamente en los tejidos con
ción entre sangre y gas (sangre:gas) ya descrito. Con la tasas altas de flujo sanguíneo, y se retrasa en grado consi­
mayor parte de los agentes anestésicos, la partición teji- derable en las zonas en que el flujo es menor.
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J 18 Sección 111 Fármacos con acción ('1/ el sistema nervioso ('('nrral

Eliminación de los anestésicos de inhalación pequeño. La importancia del metabolismo de estos agentes no
se encuentra en la tenninación de su acción; más bien, son los
Los factores que más alteran la tasa de eliminación de los metabolitos de los anestésicos los que podrían explicar algunos

anestésicos son los mismos que los que tienen importancia de sus efectos adversos O tardíos.
Otras pérdidas pequeñas de gases anestésicos a partir del cuer­
en la fase de captación: ventilación pulmonar, flujo san­
po se deben a difusión por la piel y las mucosas, y a la excreción
guíneo y solubilidad en sangre y tejidos. Sin embargo, la
urinaria del agente o de sus productos de desdoblamiento.
administración de la anestesia suele terminar antes que la
tensión arterial haya alcanzado a la tensión de los gases Efectos farmacocinéticos menores. Los efectos farmacoci­
inspirados, y mucho antes que los tejidos de flujo sanguí­ néticos menores distinguen entre la captación, la distribución y
neo bajo o de alta solubilidad de los gases hayan alcanza­ la eliminación de los gases, como óxido nitroso, y la de aquéllos
do la tensión de los mismos inspirados. Conforme la ven­ de solubilidad relativamente menor, como el nitrógeno o el helio.
tilación con gas libre de anestesia limpia los pulmones, la Efecto de concentración y efecto de segundo gas. El efecto
primera en disminuir es la tensión sanguínea arterial, se­ de concentración se puede definir como sigue: cuando se inhalan

r
concentraciones más altas de un gas anestésico, la tensión arte­

.a
guida de la de los tejidos. En la figura 13-2 se ofrece un
ejemplo de las concentraciones hísticas durante 60 min de rial se incrementa a un ritmo ligeramente mayor que el que ma­
nifestaría si se hubiera inhalado una concentración menor del

om
inhalación de óxido nitroso y 45 min de ventilación de los
anestésico (Eger, 1974). Considérese a un paciente que inhala
pulmones (Cowles y col., 1968). Poco después de iniciar­
75% de óxido nitroso y 25% de oxígeno. Aunque el óxido nitro­
se la eliminación, la tensión en el pulmón y en la sangre so es relativamente insoluble, cuando su concentración inhalada

s.c
disminuye a niveles muy bajos (no anestésicos). A causa es alta la tasa de captación del gas por la sangre y los tejidos
del flujo sanguíneo alto hacia el encéfalo, su tensión del puede ser de hasta l L/min durante los primeros minutos de la
gas anestésico disminuye con rapidez, lo que explica el anestesia. Conforme desaparece este volumen del gas del pul­
ico
rápido despertar de la anestesia que se observa con los món, se aspira literalmente nuevo gas hacia este órgano desde el
agentes relativamente insolubles, como el óxido nitroso. circuito respiratorio, para sustituir al volumen captado. La tasa a
El agente persiste durante un mayor tiempo en los tejidos la cual se descarga la mezcla del gas inspirado en el pulmón es,
ed

que tienen flujo sanguíneo bajo, como el músculo, y du­ por tanto, un litro por minuto mayor que lo que habría pennitido
la ventilación por minuto sin este efecto. Por tanto, la tasa de
rante tiempos aún más largos en el tejido adiposo, donde
incremento de la curva de tensión arterial del óxido nitroso au­
m

el flujo sanguíneo es muy lento, y desde el cual el agente


menta durante la inducción de la anestesia. Sin embargo, si sólo
se elimina con gran lentitud.
es

se inhala 10% de óxido nitroso, la captación por el cuerpo de


cerca de 150 ml/mln no generarla un cam bio importante en la
Otras vías de eliminación de los anestésicos. Los gases anes ­
tasa de descarga del gas hacia el pulmón, y habría muy poca o
nt

tésicos se metabolizan en el cuerpo en un grado variable, pero


ninguna aceleración de la tensión arterial.
La presencia simultánea de dos gases anestésicos en el pul­
pu

món puede inducir un fenómeno estrechamente relacionado, co­


nocido como efecto de segundo gas. Por ejemplo, si se adminis­
Pulmón V sangre Vísceras con flujo alto tran 75% de óxido nitroso y 1 % de enflurano junto con 24% de

.a

ti) (ti "O 100


cnO-"D oxígeno, se produce la misma desaparición de l L/min de óxido
«Cl Q)�
(!) :; �.o. 80 �=-------,# nitroso del pulmón hacia el cuerpo, y la tasa a la cual se descarga
w

� � ·S.E 60
�Ul I:: C/l 1% de enflurano en los alveolos resulta ser l L/min mayor que lo
UJO � �
ww

que habría aportado de otra manera la ventilación por minuto. En


o� ca; 40
consecuencia, la tensión arterial del entlurano se incrementa con
zwc."D
0> 0 1:: 20 una rapidez un poco mayor en presencia de óxido nitroso.
ü51SE:2 __
-

Por tanto, el efecto de concentración es resultado de la capa­


djffi-ª�
f--
o+L�:::"::':'::"..,..
" ----..----=::::::::=;== cidad de un gas que se absorbe con rapidez para facilitar su pro­
� O 30 60 90
TIEMPO (minutos) pia captación. En el efecto del segundo gas, uno que se absorbe

¡::::;¡;;r,r..;;x;;;o=� con rapidez incrementa la tasa de captación de un segundo gas


anestésico (Epstein y col., 1964).
nitroso Inspirado
Hipoxia por difusión. Puede ocurrir lo contrario del efecto de

Fig. 13-2. Tens;one.� hísticas de un gas anestésico durante la capta­


concentración después de interrumpir la administración de oxi­
ción y la eliminación. do nitroso. La eliminación de este gas de la sangre hacia el pul­
món puede proceder a una tasa tan grande como la de la capta­
Las curvas demuestran de qué manera las tensiones hísticas de óxido
ción. El gas adicional añadido a los alveolos diluye al oxígeno
nitroso se aproximan a la tensión en el gas inspirado durante una
disponible y, por tanto, reduce su concentración alveolar. Este
fase de captación del anestésico de 60 min y una fase subsecuente de
fenómeno se denomina hipoxia por difusión (Fink, 1955). Se
eliminación de 45 mino Las vísceras con flujo sanguíneo alto SOn
encéfalo, corazón y riñón. Hígado e intestino tienen flujos sanguí­ observa durante los primeros minutos que siguen al términ o de
neos más bajos, y sus tensiones se encontrarían entre las de las vís­ la administración de óxido nitroso, si el paciente está respirando
ceras con flujo sanguíneo alto y las del músculo. (Con autorización aire. La hipoxia suele ser leve, y rara vez constituye una amena­
de Cowles et al., 1 96fq. za clínica. Se puede prevenir mediante inhalación de oxígeno
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Capítulo 13 Hi<;fnria r prillcil'io\- de /(/ (fl1csh'_,io!ogía 319

durante unos cuantos minutos al final de la administración del


A Sistema de flujo bajo
anestésico.
Aunque en teoría puede presentarse hipoxia por difusión des­
pués de suprimir la administración de cualquier agente anestési­
co, su magnitud es insignificante a menos que se hayan inhala­
do durante cierto tiempo concentraciones altas de un agente
relativamente soluble, como el óxido nitroso. En estas circuns­
tancias, se disuelve un volumen considerable de gas inerte en el
cuerpo (hasta 30 L), Y mucho del mismo se elimina por los pul­
mones durante los primeros minutos que siguen a la interrup­
ción de su administración. Cuando se inhalan concentraciones
más bajas de un agente (p. ej., 2% de halotano), incluso después
de un tiempo prolongado sólo se habrán captado unos cuantos
litros en el cuerpo. Cuando se interrumpe la administración, la

r
eliminación de 100 ml/min o menos de halotano no basta para

.a
diluir al oxígeno alveolar hasta niveles hipóxicos.

om
8 Sistema de flujo alto
Administración de anestésicos mediante inhalación 4

s.c
Aparatos de anestesia. Estos dispositivos penniten al aneste­
siólogo administrar cantidades medidas de gases anestésicos y
oxígeno a través de medidores de flujo precisos, y con el uso de
vaporizadores especiales es posible añadir el vapor de los líqui­
ico
dos anestésicos volátiles a la corriente de gas. En consecuencia,
la mezcla de oxígeno y de agentes anestésicos se introduce por
ed
un circuito de respiración, para administrarla por inhalación.
Vaporizadores. Los anestésicos líquidos se vaporizan en una
corriente de oxígeno y óxido nitro�o por medio de un sistema
m

vaporizador que descarga una concentración precisa de un anes­ 1. Bolsa depósito 4. Válvula de alivio
tésico particular. El vaporizador permite, además, conservar de 2. Absorbedor de CO2 5. Válvula de una vfa
es

manera precisa la concentración del agente anestésico dentro de


3. Entrada de gas fresco 6. Mascarilla
ciertos limites de flujos de gas y de temperaturas ambiente.
nt

Circuitos re�piratorios. Gases y vapores se descargan en un


sistema de tubos de gran luz con valvulas, una bolsa que se pue­ Fig. /3-3. Sistemas empleados para la administración de anestésico.�
pu

de distender y que constituye un depósito para los gases, y un de inhalacián.


mt:todo para la eliminación del bióxido (dióxido) de carbono
Se ilustran dos circuitos de respiración, constituidos por componentes
espirado. Los gases se administran al paciente por medio de una
similares pero en una distribución ligeramente distinta. A. En el siste­
.a

mascarilla facial o una cánula endotraqueaL En la figura 13-3 se ma de flujo bajo, el flujo del gas es unidireccional alredcdor del círcu­
ilustran dos tipos de sistemas de administración de ,gases. lo, y el bióxido de carbono exhalado se absorbe por medios químicos.
w

Sistema de flujo bajo. Las válvulas unidireccionales cerca­ B. En el sistema de flujo alto. el movimiento de gases es bidireccional.
nas a la conexión del circuito con el paciente garantizan que los En tanto la entrada de gas fresco sea aproximadamente de la misma
ww

gases circulen en una dirección por todo el circuito. El bióxido de magnitud que el volumcn respiratorio por minuto. el bióxido de car­

carbono exhalado se absorbe por medios químicos en un material bono se diluirá y eliminará a través de la válvula de alivio.

como la cal sadada. Este sistema permite respirar repetidamente


los gases exhalados, y sólo es necesario añadir pequeñas cantida­
des de gas fresco a través de los flujómetros y el vaporizador,
para restituir el oxígeno y los gases anestésicos captados por el cuentra en equilibrio dinámico; la bolsa de respiración se vacía
paciente. Si se añaden mayores cantidades de gas fresco, el exce­ y se llena durante el ciclo respiratorio, siempre a los mismos
so se elimina a través de una válvula de alivio de una sola direc­ volúmenes. Esta técnica se denomina anestesia de circuito ce­
ción. Una bolsa elástica sirve como depósito del gas, desde don­ rrado, y es la manera más económica de administrar agentes de
de puede inhalarlo el paciente. La bolsa se vacía en parte durante inhalación. Vuelve mínimas las pérdidas de calor y agua desde
la inhalación y se rellena durante la exhalación. Es, además, un los pulmones; sin embargo. requiere atención cuidadosa a los
recurso auxiliar para el control de la respiración por el anestesió­ flujos de gas y a la descarga de oxígeno.
logo, quien puede comprimirla y, por tanto, forzar la entrada del Sistema de flujo alfO. En este sistema el gas fresco se mueve
gas en los pulmones. Cuando deja de comprimirse la bolsa, los en vaivén según el paciente inhala los gases de la bolsa y luego los
pulmones se vacían y ésta se llena de nuevo. exhala. Como la tasa de entrada de gas excede a la cantidad de
Al1estesia de circ1fito cerrado. Cuando se cierra la válvula oxígeno que se consume y de anestésico que se capta, el gas so­
de alivio y Jos fluj(\s de gas se reducen a las mismas cantidades brante escapa a través de una válvula de alivio de una sola direc­
necesarias para restituir la captación, el sistema cerrado se en- ción. con lo que se lleva con él al dióxido de carbono exhalado.
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320 ,1),',',','1)1/ Ji! ;'''011(/(1)\ COII un/tÍlI o/ e/sistema JltTno.l() (\'II!I',1i

Información sobre las concentraciones precisas. Si cuenta cos varían entre dos y cuatro. Esto es, la dosis que causa
con flujómetros precisos para los gases y un vaporizador para insuficiencia circulatoria puede ser sólo dos a cuatro ve­
líquidos digno de confianza, el anestesiólogo estará en condicio­ ces la que produce anestesia adecuada (Wolfson y col.,
nes de medir las concentraciones de anestésico y oxígeno que se
1978). Por tanto, se requieren métodos precisos para ele­
aplican por el circuito respiratorio. Sin embargo, en los sistemas
gir la dosis del anestésico y para valorar la profundidad de
de flujo bajo se produce respiración repetida, y la mezcla de gas
la anestesia.
inhalada por el paciente no es la misma que la que le descarga el
circuito de respiración. La eliminación del nitrógeno del pacien­ Cuando se deglute un comprimido o se inyecta una so­
te diluye los gases en el siste'11a; la humidificación de éstos en lución en un músculo, la dosis se describe en términos de
el sistema disminuye sus concentraciones en cierto grado; se masa del fármaco que se administra. Sin embargo, cuando
pierde oxígeno desde el sistema conforme el paciente lo consu­ se inhala un agente en forma de gas o vapor, en realidad
me para satisfacer sus necesidades metabólicas; por último, el sólo se absorbe una cantidad relativamente pequeña; se
pacíente capta los gases anestésicos a un ritmo variable. De exhala una fracción muy grande durante el primero o los
manera simultánea, deben añadirse pequeñas cantidades de oxí­ dos primeros segundos siguientes. Más aún, como es el

r
geno y anestésico al circuito. Resulta evidente que en un siste­

.a
encéfalo, y no el pulmón, el sitio de acción de los anestési­
ma de flujo bajo los gases inhalados forman una mezcla cuya cos de inhalación, el agente debe repartirse primero entre

om
composición es dificil de estimar. Conforme se incrementan las
el gas alveolar y la sangre y, a continuación, de nuevo en­
tasas de flujo cambian las características del sistema, y las cifras
tre la sangre y el encéfalo antes de ejercer su acción. Es
del gas inhalado se aproximan a las de los gases frescos que se
dificil definir la concentración de anestésicos generales
están administrando desde los flujómetros y el vaporizador. Con

s.c
mayor frecuencia, el óxido nitroso se descarga en sistemas de en el encéfalo de los animales de experimentación, e im­
flujo alto; aSÍ, el anestesiólogo cuenta con la garantía de que se posible medirla en el ser humano. Aun así, no puede evi­
inhale por 10 menos 20% de oxígeno y se obtenga una concentra­ ico tarse la necesidad de especificar una dosis que permita la
ción muy cercana a 80% de este gas anestésico bastante débil. administración de anestesia general. Es por ello que los
Los analizadores de agentes y los capnógrafos modernos per­ anestesiólogos han adoptado como unidad de medida de
miten la medición precisa y sostenida de las concentraciones de la potencia de los agentes de inhalación lo que llaman
ed

los gases inhalados y exhalados. Esta técnica elimina gran parte MAC, que es la concentración alveolar mínima del anes­
de la incertidumbre sobre la descarga de anestésicos, y permite tésico, a 1 atmósfera de presión, que produce inmovilidad
m

efectuar estimaciones precisas de la ventilación (PC02) y la pro­


en 50% de los seres humanos o animales expuestos a un
fundidad de la anestesia a partir de las mediciones de la compo­
estímulo nocivo (Eger y col., 1965). El criterio para em­
es

sición de los gases exhalados.


plear la concentración alveolar más que la del encéfalo
Intercambio de gases, calor yagua en los sistemas de aneste­
sia. Se pueden eliminar 3 L de oxígeno desde el pulmón y des­ para medír una dosis, se basa en las consideraciones que
nt

de los tejidos durante la primera hora de la anestesia, si se inspi­ siguen: la concentración en el pulmón se puede medir con
ra una mezcla de óxido nitroso y oxígeno. Este nitrógeno debe facilidad, con frecuencia y de manera precisa; cerca del
pu

eliminarse del circuito respiratorio si se desean concentraciones equilibrio, la presión parcial del anestésico en el pulmón
altas tanto de oxígeno como de óxido nitroso. A diferencia del y la presión parcial en el encéfalo son casi iguales; por
dióxido de carbono, el nitrógeno no puede absorberse, pero se último, el flujo sanguíneo relativamente alto hacia el en­
.a

puede eliminar por dilución y ventilación a través de una válvu­ céfalo da por resultado un pronto equilibrio entre la san­
la de alivio.
w

gre y aquél.
En condiciones nonnales, los cornetes nasales producen va­
Las características de la MAC que permiten recomen­
ww

por de agua y calor para vaporizarla. Sin embargo, durante la


darla como unidad de medida de la dosis y la potencia de
anestesia el paciente inspira gases secos a través de cánulas
un anestésico consisten en que este parámetro no varía con
bucofaríngeas o endotraqueales que salvan los cometes nasales;
por tanto, se producen enfriamiento y desecación de la mucosa diversos estímulos nocivos, que la variabilidad entre indi­
traqueobronquial. Aunque la pérdida de calor y agua puede ser viduos de una especie determinada es pequeña, que no al­
tolerable en un paciente normal durante una operación breve, el teran la MAC el sexo, la estatura, el peso y la duración de
paciente de peso y talla bajos, el anciano y el que tiene grandes la anestesia, aunque lo hacen temperatura y edad (Stevens
superficies expuestas a la intervención quirúrgica se benefician y col., 1975; Lerman y col., 1983) y, por último, que las
con la conservación del agua y el calor. Esta se puede lograr dosis de los agentes anestésicos parecen ser aditivas (es
mediante el empleo de sistemas de flujo bajo o mediante calen­ decir, la mitad de una MAC de un fármaco más la mitad de
tamiento y humidificación de los gases inspirados. una MAC de otro fármaco producirán inmovilidad des­
pués de estimulación nociva en 50% de los individuos so­
metidos a prueba) (Cullen y col., 1969; Millar y col., 1969).
Posología y poten cía de los anestésícos generales La inclinación de las curvas de dosis y reacción (dosis­
respuesta) para los anestésicos de inhalación es profunda.
Los anestésicos generales se encuentran entre los fárma­ Por tanto, aunque sólo 50% de los individuos pueden dejar
cos más peligrosos aprobados para aplicación general, y de reaccionar a la estimulación a 1.0 MAC, 99% quedan
su margen de seguridad es pequeño. Los índices terapéuti- anestesiados con una dosis de 1.3 de concentración alveo-
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lar mínima (de Jong y Eger, 1975). Por tanto, esta última acción los músculos accesorios de la respiración, la activi­
concentración es la dosis de utilidad quirúrgica de todo dad diafragmática adquiere la característica de sacudidas,
anestésico que se emplee sin complementación. Los anes­ y la parte baja del tórax experimenta retracción al descen­
tesiólogos modernos tienden a efectuar anestesia "ligera" der el diafragma. Cuando se emplean agentes halogena­
con concentraciones del anestésico inhalado que varían dos potentes, la presión arterial tiende a variar directamente
entre 0.8 y 1.2 MAC, en combinación con la administra­ con la profundidad de la anestesia, y puede emplearse
ción sensata de fánnacos intravenosos coadyuvantes. la hipotensión como un índice impreciso de la posología.
La MAC representa sólo un punto de la curva de dosis y Las sugerencias de que la anestesia se está volviendo
reacción para que se produzca la anestesia. Duplicar la "más ligera" incluyen formación de lágrimas, apnea des­
concentración de un anestésico puede producir más o me­ pués de la estimulación peritoneal, incremento de la resis­
nos una duplicación de la intensidad de otro efecto (p. ej., tencia a la insuflación de los pulmones y retomo de los
disminución de la presión arterial), según la inclinación índices de la anestesia ligera ya mencionados.
de la curva de dosis y reacción de dicho fármaco para el Depresión respiratoria grave, apnea, hipotensión notable
mencionado efecto. y asistolia se deben considerar pruebas de anestesia profun­

r
da, a menos que puedan explicar estos datos otras causas;

.a
por ejemplo, efecto de los relajantes musculares, pérdida de
Profundidad de la anestesia

om
sangre e hipoxia, o influencia de los reflejos vagales.
Por tanto, la experiencia, combinada con la observación
Signos y etapas de la anestesia. Entre 1 847 y 1 858, John Snow
constante de las reacciones del paciente a los fármacos
describió ciertos signos que le ayudaron a medir la profundidad

s.c
de la anestesia en pacientes que recibían cloroformo o éter. En anestésicos y a los estímulos, permitirá estimular la pro­
1920 Guedel, usando éstos y otros signos, describió las etapas fundidad de la anestesia. La medición de las concentracio­
de la anestesia general, y dividió a la tercera, la anestesia quin'lr­ nes de anestésicos en el volumen de ventilación pulmonar
ico
gica, en cuatro planos. Esta división, un tanto arbitraria, es la puede ser útil para estimar la profundidad de la anestesia
siguiente: 1, etapa de analgesia; n, e�apa de delirio; III, etapa de cuando se emplean agentes de inhalación.
anestesia quirúrgica, y por último, IV, etapa de depresión bulbar.
ed

Aunque los signos y las etapas clásicos de la anestesia se pue­ Electroencefalograma (EEG) como índice de la profundidad
den reconocer en parte durante la administración de muchos anes­ de la anestesia general. Diversos investigadores han clasifica­
tésicos generales, en muchos casos quedan encubiertos por las
m

do los cambios EEG producidos por los agentes de inhalación y


técnicas anestésicas modernas. Más aún, Cullen y colaboradores los barbitúricos. Sin embargo, el uso del EEG como único índice
( 1 972) demostraron que ninguno de los signos principales des­
es

de la profundidad de la anestesia no es digno de confianza, pues­


critos por Guedel se correlacionaba de manera satisfactoria con to que son muchos los factores que influyen en la actividad del
las concentraciones alveolares medidas del anestésico durante los sistema nervioso central (SNC). Hipoxia, hipocarbia, hipogluce­
nt

estados estables prolongados. Por tanto, en la actualidad sólo se mia, hipotermia y circulación cerebral insuficiente pueden alte­
emplea con frecuencia el término "etapa dos", que significa un rar en grado notable el trazo del EEG, en un momento en el que la
pu

estado de delirio en el paciente anestesiado de manera parcial. concentración del anestésico se conserva constante. Más aún, si
bien los cambios EEG producidos por un agente determinado se
Criterio práctico para valorar la profundidad de la pueden correlacionar con la concentración cerebral, varían tamo
.a

anestesia. El criterio que sigue es útil para casi cualquier bién con amplitud cuando se comparan diferentes anestésicos.
En condiciones normales, la frecuencia mediana del EEG de cer­
w

anestesia general. Si el paciente parpadea cuando se le to­


can las pestañas, si está deglutiendo, si su respiración es ca de 10 Hz en el sujeto despierto normal, disminuye por debajo
ww

irregular en cuanto a frecuencia y profundidad, y si se sabe de 5 Hz en el individuo anestesiado sin reacción a Jos estimulos
que no se ha administrado gran cantidad de anestésico, no verbales (Jessop y Jones, 1992). (El lector encontrará una revi­
sión detallada de este tema en Clark y Rosner, 1973; Rosner y
habrá anestesia quirúrgica.
Clark, 1973; McDowall, 1976; Levy y col., 1980; por último, a
La pérdida del reflejo palpebral y el desarrollo de respira­
Jessop y Jones, 1 992.) Otro criterio es recurrir a la reacción evo­
ción rítmica indican el inicio de la anestesia quitúrgica. Si cada a la estimu1ación eléctrica auditiva, visual o periférica. Los
se efectúa de una vez la incisión cutánea, las indicacillnes promedios de 100 o más estimulaciones de esta clase producen
de anestesia "ligera" pueden incluir aumento de la frecuen­ una reacción de ondas multifásicas relativamente reproducibles;
cia respiratoria o de la presión arterial. Quizá se aprieten los las características de esta reacción varían con la profundidad de
músculos o maxilares, e incluso, si se puede abrir la boca, el la anestesia (Grundy, 1983; Thornton y col., 1983).
intento de insertar una cánula respiratoria puede estimular
el toflejo faríngeo, la tos, el vómito o el laringospasmo.
Estas reacciones se reducen o quedan abolidas al pro­ !\1cdicación preanestésica
fundizarse la anestesia. Con la mayor parte de los anesté­
sicos generales, el incremento de la profundidad produce La medicación preanestésica debe disminuir la ansiedad
reducción progresiva del volumen de ventilación pulmo­ sin causar somnolencia excesiva, producir amnesia del
nar. Puede ponerse de manifiesto tiro traqueal al entrar en periodo perioperatorio sin que se pierda la colaboración
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del sujeto antes de la pérdida del conocimiento, y aliviar medicación y como auxiliar de otros agentes anestésicos, en
el dolor preoperatorio, si lo hay. Finalidades secundarias particular para la anestesia cardiaca (Newman y Reves, 1 993).
son reducir las necesidades de un agente anestésico de in­ El desarrollo de un antagonista de las benzodiazepinas seguro y
halación, volver mínimos los efectos adversos que acom­ eficaz, flumazenil, ha hecho incluso de mayor utilidad a fárma­
pañan a la administración de algunos de estos agentes (de cos como el midazolam, puesto que el efecto sedante del fárma­
co se puede revertir durante el periodo posoperatorio si ha ocu­
manera notable salivación, bradicardia, tos y vómito po­
rrido sedación excesiva. Lorazepam y midazolam son agentes
sanestésicos), y reducir el volumen y la acidez del conte­
que tienden menOS a producir efectos acumulati.vos en compara­
nido gástrico. Además, la premedicación adecuada puede ción con el diazepam.
ayudar a reducir las reacciones de estrés durante el perio­ Barbitúricos. En ocasiones se emplean pentobarbital y seco­
do perioperatorio (Walsh y col., 1987). El logro de estas barbital para dar sedación y aliviar los temores antes de la ope­
finalidades múltiples suele requerir la administración con­ ración. Sin embargo, los barbitúricos pueden producir desorien­
comitante de dos o tres medicamentos. Los fármacos de tación más que sedación cuando el paciente experimenta dolor.
uso más frecuente son sedantes hipnóticos, agentes contra Pentobarbital o secobarbital pueden darse por vías oral o intra­

r
la ansiedad, opioides, antieméticos, antagonistas de la his­ muscular al adulto, en dosis de 100 a 200 mg, y a los niños en

.a
tamina (H,), agentes gastrocinéticos y sustancias anticoli­ dosis de 2 a 5 mg/kg (hasta un máximo de 100 mg). Estos fárma­
cos tienen acción depresora mínima sobre la respiración y la
nérgicas. La gran variedad de regímenes preanestésicos

om
circulación, y rara vez causan náusea o vómito. Se observa tole­
que se emplean en la actualidad testifica la falta de acuer­
rancia a los barbitúricos en pacientes que han tomado diversos
do sobre las combinaciones óptimas (Moyers, 1 989). fármacos, entre ellos otros barbitúricos y alcohol.

s.c
Antihistamínicos. La sedación es un efecto adverso variable
Sedantes hipnóticos y agentes ansioIíticos. Aunque la som­ de estos fánnacos. Antes se utilizaba con amplitud la hidroxi­
nolencia no implica pérdida total de la ansiedad, la mayor parte zina a razón de 25 a 100 mg por vía intramuscular para la medi­
de los fármacos que se emplean para la medicación preanestési­
ca tienen algunos de estos dos efectos.
ico
cación preanestésica; en la actualidad se emplean con mayor
frecuencia benzodiazepinas. La hidroxizina causa depresión
Benzodiazepinas. Se han usado estos fármacos con ·amplitud circulatoria y respiratoria mínimas, y no prolonga la anestesia.
para la medicación preanestésica, y se han vuelto incluso más La difenhidramina (lO a 50 mg por vías intravenosa o intramus­
ed

útiles desde que se dispone de agentes de acción más breve y cular) es un sedante leve, lo mismo que un bloqueador del re­
con mayor tendencia a producir amnesia. A pesar de la ausencia ceptor de histamina Hh una combinación de efectos que puede
m

relativa de depresión respiratoria y cardiaca a causa de las resultar conveniente en ciertos casos.
benzodiazepiQas (cap. 17), se han publicado informes de paro Fenotiazinas. Tienen propiedades sedantes, antiarrítmicas,
es

respiratorio, sobre todo en ancianos. Estos fánnacos no son anal­ antihistamínicas y antieméticas. En ocasiones se combínan en
gésicos, y rara vez producen náusea o vómito. Las benzodiaze­ dosificaciones bajas con un barbitúrico o un opioide. Puede pre­
pinas pueden aumentar el umbral de toxicidad del SNC para los sentarse prolongación de sueño posanestésico y mayor depre­
nt

anestésicos locales (de long y Heavner, 1973). El diazepam ha sión respiratoria. y a veces también disminución en la presión
sido el más utilizado, en dosis de 5 a 10 mg. Es activo por vía arterial. Debe compararse con mucho cuidado el valor de las
pu

oral, pero se disuelve mal en agua, y SU absorción es poco digna fenotiazinas para la premeditación con sus efectos adversos.
de confianza después de la administración parenteral. Más aún, Las fenotiazinas que se emplean para la premedicación son pro­
.a

el solvente empleado en los preparados parenterales produce metazina y propiomazina, en ambos casos en dosis intramuscu­
dolor y flebitis. Este fármaco tiene poco efecto en la respiración lares de 20 a 40 miligramos.
w

en las dosis ordinarias, y no potencia la depresión respiratoria Butiro/enonas. La dosis ordinaria para la premedicación es de
que producen los opioides (Aukburg y col., 1 976). Puede admi­ 1.25 a 5 mg de droperidol. Este fánnaco tiene actividad antiemética
ww

nistrarse lorazepam por vías oral o parenteral, y causa amnesia en dosis bajas, y se conserva a una estabilidad cardiovascular
en la mayor parte de los pacientes. El fármaco suele producir razonable, a pesar de su actividad de bloqueo a-adrenérgico lige­
sedación prolongada. La dosis intramuscular ordinaria es de 0.05 ra. Se presentan, sobre todo en niños, tanto inquietud como
mg/kg (hasta un máximo de 4 mg), que se administra por 10 menos discinesia extrapiramidal. Estos efectos se pueden contrarrestar
dos horas antes del procedimiento operatorio. El midazolam se mediante administración de atropina. Cuando se usa solo, el
ha puesto en boga a causa de su combinación de solubilidad en droperidol puede producir disforia a un paciente que parece tran­
agua, acción breve y pronto inicio, así como confiabilidad. En quilo. Por tanto, se administra por lo general con un sedante o un
las dosis ordinarias para la medicación preanestésica (0.07 mgl opioide. Las butirofenonas potencian las acciones de los opioides.
kg por vía intramuscular) produce amnesia, con pocos efectos
indeseables (Fragen y col., 1983). La función mental se norma­ Opioides. El dolor quirúrgico suele ser íntenso, e incluso el
liza en plazo de cuatro horas (Reves y col., 1985), lo que lo dolor preoperatorio de tipo menor es dañino para la inducción
vuelve un fármaco muy conveniente para operaciones ambula­ suave de la anestesia. Por tanto, en muchos casos se administran
torias o anestesia regional. El midazotam tiene efectos hemodi­ opioides para la medicación preanestésica. La diferencia princi­
námicos adversos mínimos, ofrece una amnesia fiable y reduce pal entre los opioides que determina la elección de la premedi­
la dosis de narcóticos que se requiere durante la operación. Cuan­ cación es lo que dura su actividad (cap. 23).
do se administra juntó con narcóticos, se presenta reducción de La morfina suele utilizarse en dosis de 8 a 1 2 rng por vía in­
la descarga de catecolaminas por reacción a los estímulos qui­ tramuscular antes de la operación, sobre todo si hay dolor. Lo
rúrgicos. Por estos motivos, el midazolam se utiliza como pre- que dura su acción permite reducir, además, la incidencia de in-
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CapItulo ¡3 Historia y pril1cipio'\" de la 11l1L'\"/nio!¡)'.;¡a 323

quietud o excitación durante la recuperación de la anestesia ge­ atropina a menudo normaliza pronto la frecuencia cardiaca y la
neral. La medicación preanestésica con un opioíde reduce en 1 0 presión arterial. La atropina no está contraindicada en pacientes
a 20% l a cantidad d e anestésico general requerida. con glaucoma. El aumento de la presión intraocular no es resul­
Desafortunadamente, la morfina puede tener efectos adver­ tado de las dosis recomendadas. Su uso en pacientes febriles
sos. Suele retrasar el despertar de la anestesia general, puesto puede ser desaconsejable, puesto que deprime la pérdida de ca­
que sus efectos clínicos persisten durante cuatro a seis horas. Su lor por sudación.
efecto estimulante del músculo liso puede producir espasmo de La escopolamina suele darse por vía intramuscular en dosis
las vías biliares o de los uréteres. En ocasiones se relaciona con de 0.4 a 0.6 mg. Es superior a la atropina como antisialagogo,
la aparición de sibilancias en los pacientes asmáticos. Otros efec­ pero menos eficaz para prevenir la bradicardia refleja durante la
tos adversos que pueden resultar muy molestos son el estreñi­ anestesia general, sobre todo en niños. El efecto sedante de la
miento y la retención urinaria; no son raros la náusea y el vómi­ escopolamina es más notable que el de la atropina; en ocasio­
to. Su efecto vagotónico se puede manifestar por bradicardia. nes, los pacientes se vuelven inquietos o desorientados después
Puede haber hipotensión después de la administración de morfi­ de recibirla, y la incidencia de excitación al salir de la anestesia
na u otros analgésicos opioides. La acción de depresión respira­ parece mayor después de administrarla.

r
toria de la morfina puede incrementar la presión intracraneal, El glicopirrolato, amina cuaternaria de acción más prolonga­

.a
por retención de bióxido de carbono y vasodilatación cerebral da, produce menor sedación que la escopolamina y es un anti­
subsecuente. sialagogo más eficaz que la atropina. Es menos probable que

om
En ocasiones se administra meperidina en dosis de 50 a 100 produzca taquicardia importante que la atropina, a la vez que
mg por vía intramuscular. Tiene todas las desventajas de la morfi­ bloquea de manera simultánea las bradiarritmias con mayor efi­
na, entre ellas depresión de la tensión arterial y de la respiración. :acia (Odura, 1975; Myer y Tome1dan, 1 979). Durante la opera­

s.c
En algunos casos, el fentanil es útil por su acción breve, de ción se administra por vía intravenosa en dosis de 0.1 mg (para
una a dos horas. La dosis ordinaria es de 0.05 a 0. 1 0 mg por vía adultos), que se puede repetir a intervalos de dos a tres minutos.
intramuscular.
ico
Fármacos que reducen la acidez y el volumen del contenido
Antieméticos. En muchos casos, las secuelas de la adminis­ gástrico. La inducción de anestesia general elimina la capaci­
tración profiláctica de antieméticos (sobre todo hipotensión) son dad del paciente para protegerse las vías respiratorias si sobre­
ed
tan preocupantes y frecuentes como las crisis eméticas. Sin em­ viene regurgitación del contenido gástrico. La disminución del
bargo, si un fánnaco es por lo demás útil en un caso determina­ volumen del contenido gástrico reduce la probabilidad de regur­
do, su efecto antiemético será un beneficio adicional aceptado. gitación, y el aumento de su pH por arriba de 2.5 reduce· la le­
m

En ocasiones, droperidol e hidroxizina son de utilidad por sus sión de los pulmones si se produce aspiración.
efectos antieméticos. La benzquinamida es un vasodepresor leve Antagonistas de los receptores H1 de la histamina. Cimetidina
es

y, por tanto, no comparte algunas de las desventajas de otros y ranitidina bloquean de manera selectiva los receptores H2 de la
antieméticos. El empleo de propofol como agente para la induc­ histamina y, por tanto, disminuyen la secreción de ácido gástri­
nt

ción, y del fármaco antiinflamatorio no esteroide ketoralac co, en particular cuando se dan en dosis fraccionadas a partir de
(quetoralaco) como sustitutivo de los opioides, puede disminuir la noche anterior al procedimiento quirúrgico. No hay un efecto
pu

la incidencia y la gravedad de la náusea y el vómito posoperato­ digno de confianza de estas sustancias sobre el volumen del jugo
rios. El ondansetrón, antagonista serotoninérgico altamente se­ gástrico. La ranitidina produce menos efectos adversos cardio­
lectivo, reduce la incidencia de vómito con quimioterapia y se vasculares y en el SNC que la cimetidina (caps. 25 y 37).
.a

está poniendo muy en boga como antiemético perioperatorio. Antiácidos. Los antiácidos en partículas son, por lo general,
más eficaces para aumentar el pH gástrico que los agentes solu­
w

Fármacos anticolinérgicos. Las secreciones excesivas de las bles; sin embargo, pueden producir mayor lesión pulmonar si
vías respiratorias que se observan durante la administración de ocurre aspiración. En consecuencia, se prefieren por lo general
ww

éter, indicaron la necesidad de un fánnaco anticolinérgico antes antiácidos no presentados en partículas, como citrato de sodio,
de la anestesia. Con el advenimiento de agentes anestésicos aunque tienden a incrementar el volumen del contenido gástrico
menos irritantes, las secreciones se han convertido en un pro­ (cap. 37).
blema mucho menos importante. La insistencia se ha dirigido al Fármacos gastrocinéticos. La metoclopramida es un antago­
deseo de contrarrestar los efectos vagales que pueden sobreve­ nista dopaminérgico que promueve la motilidad gastrointestinal
nir durante la anestesia y la intervención quirúrgica. Si se re­ y la relajación pilórica, con lo que acelera el vaciamiento gástri­
quiere, lo mejor será lograr el bloqueo vagal inmediataménte co (cap. 38). No afecta a la secreción de ácido ni al pH gástrico.
antes del estímulo esperado, y ahorrar así al paciente la molestia El citrato de sodio y los agentes anticolinérgicos pueden interfe­
de la sequedad bucal durante el periodo preoperatorio. rir con la acción de la metoclopramida. La combinación de me­
La atropina (cap. 7) produce sequedad bucal y visión borrosa toclopramida y un antagonista del receptor H2 parece brindar la
dentro de los l O a 1 5 min siguientes a la inyección intramuscu­ mejor protección contra la broncoaspiración.
lar de una dosis estándar de 0.4 a 0.6 mg. La acción de bloqueo
vagal de esta cantidad puede no bastar para prevenir los efectos Mecanismos moleculares de acciún
cardiovasculares inducidos de manera parasimpática, como hi­
d e los a nestésicos �e n cralcs
potensión y bradicardia, que resultan de fenómenos como incre­
mento de la presión ocular, tracción visceral, manipulación del Hay una miríada de especies moleculares capaces de producir
seno carotídeo o inyección de dosis múltiples de succinilcolina. anestesia, entre ellas gases inertes (p. ej., xenón), compuestos
Sin embargo, la inyección intravenosa de una dosis adicional de inorgánicos y orgánicos simples (p. ej., óxido nitroso y cloro-
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1 .� .¡ "1, ni " 1 , ' 1111"( 'JI CrlJI (1( , " 'r , '.'1 � I \, \ :l'tI¡" IIfTI'I!!,IO '. ( 11/1'(1/

formo), y moléculas orgánicas más complejas (p. ej.. aleanos clase. Conforme se caracterice mejor la función de los nAChR
y éteres halogenados). Sin embargo, nO se ha explicado a sa­ en el SNC, se pondrá más en claro la función de estos receptores
tisfacción la manera en que estos fánnacos producen anestesia en la anestesia generaL El receptor GABAA desempeña, proba­
general. blemente, una función más importante en la acción anestésica
La mayor parte de las teorías de la acción anestésica se basan (cap. 17).
en las características fisicoquímicas de los fármacos anestési­ El GABA (ácido garnrna-arninobutírico) es el neurotransmisor
cos. Estos postulados se relacionan estrechamente con la corre­ inhibidor principal en el SNC. Agentes volátiles, barbitúricos,
lación entre la potencia de un agente anestésico y su solubilidad propofol y alfaxalona potencian las acciones de este aminoáci­
en aceite, aspectos que demostraron por primera vez Meyer do. El denominador común parece ser un incremento en la afini­
( 1 899, 1 90 1 ) Y Overton ( 1 90 1 ) . En la figura 13-4 se ilustra la dad del receptor GABAA por el GABA. Con excepción de la
naturaleza precisa de esta correlación, en la cual el valor MAC ketamina, que a diferencia de otros anestésicos actúa de manera
de diversos anestésicos se proyecta contra el coeficiente de par­ selectiva en el receptor NMDA del glutamato, en concentracio­
tición entre aceite de oliva y gas a 37°C. La interpretación de nes clínicas los agentes anestésicos incrementan en cerca de 50%
este resultado básico, considerado antes de importancia crucial la corriente de cloro inducida por el GABA. Los canales de iones

r
para comprender la acción di:: los anestésicos, puede ser sólo un de compuerta de ligando posinápticos, en especial el receptor

.a
fenómeno incidental. GABAA, parecen ser el blanco principal de la mayor parte de los
anestésÍcos generales (véase en el cap. 1 7 una descripción de las

om
Siguen causando controversia tanto el mecanismo como el
sitio fisiológico de acción de los anestésicos generales. Hay con­ bases moleculares de la acción del receptor GABAA y los efec­
senso general en que la función de los anestésicos depende más tos de los fármacos en el receptor).
de una influencia en \a transmisión sináptica que de \a conduc­ A nivel molecular, los anestésicos ejercen su efecto proba­

s.c
ción axoniana. La explicación más lógica consiste en que el efecto blemente por interacción directa con proteínas, más que por tras­
de los anestésicos depende fundamentalmente de potenciar la torno de la matriz de la bicapa lípida, como solía suponerse. Los
descarga de neurotransmisores a nivel de las sinapsis inhibido­ anestésicos pueden fijarse a sacos o surcos hidrófobos, con pro­
ico
ras, pero también, quizá, de inhibir las sinapsis excitadoras. Las ducción de cambios pequeños en la conformación de las proteí­
teorías iniciales, basadas en la observación de Meyer-Overton, nas que alteran la función del receptor o del canal. Es también
se enfocaron en los efectos de los anestésicos en la bicapa lípida. posible que existan áreas especializadas de la membrana, como
ed

Las teorías actuales atribuyen a proteínas (o a la interfaz entre los lípidos limítrofes que rodean a las proteínas de membrana,
proteínas y lípidos) como los sitios de acción, aunque aún con la que son sitios importantes de la fijación y la acción de los anes­
premisa de que los anestésicos actúan en dominios hidrófobos. tésicos. (Véase una revisÍón detallada de los mecanismos de la
m

Aunque no se han caracterizado por completo a nivel molecular, anestesia general, en Alifimoff y Miller, 1993; Franks y Lieb,
es

se sabe mucho sobre los mecanismos de los anestésicos gene­ 1 994.)


rales.
Los canales de iones que participan en la generación del po­
nt

tencial de acción han sido motivo de muchas investigaciones


relacionadas con la actividad de los anestésicos generales. Mu­
pu

chos anestésicos producen cambios despolarizantes en la curva .,


de activación de equilibrio dinámico del canal del Na.., pero 10 S
hacen sólo en concentraciones altas, bastante por encima de las "O
.a

� 10 Hexafluoruro de azufre
,
empleadas en clínica. Es poco probable que los canales de Na+ o ro
Oxido nitroso
de K+ desempeñen una función importante en la acción de los
w

"
i!! Xenón '
,
anestésicos. Asimismo, los canales del Ca2+ son por lo general

ww

insensibles a los efectos inhibidores de los anestésicos volátiles. 'o


Ciclopropano
,
Los barbitúricos inhiben los canales del Ca2+ sólo en concentra­ S 0.1
ciones varias veces mayores que las necesarias para inducir la ro Eter dietílico
, , Fluoroxeno
o Cloroformo
anestesia. En general, es poco probable que los canales de iones
de compuerta de vcltaje desempeñen una función importante en
!5 0.01 ,
'Enflurano
2- Halotano
la acción de los anestésicos generales.
Los canales de iones de compuerta de ligando parecen des­
empeñar una función de importancia más crítica en la anestesia.
� 'Metoxifl urano

El L-glutamato es el neurotransmisor excitador más importante 1 000 100 10 1 0.1


del SNC. Entre sus receptores, subclasificados por los agonistas COEFICIENTE DE PARTICION ENTRE
electivos, el receptor de NMDA (N-metil-n-aspartato) es inhi­ ACEITE DE OLIVA Y GAS A 37°C
bido de manera selectiva por la ketamina (cap. 12). Por otra par­
te, los receptores del glutamato son relativamente insensibles a Fig. 13-4. Correlación de la potencia de los agentes ane.flté.flicos con el
los anestésicos volátiles. Es variable la reacción de los recep­ coeficiente de partición entre aceite de oliva y gas.
tores nicotínicos de acetilcolina (nAChR) a los agentes anes­
Se ilustra la correlación de diversos agentes anestésicos generales y
tésicos en concentraciones clínicas. Isoflurano y enflurano inhi­ otros gases inertes que no suelen emplearse para la anestesia. Obser­
ben los receptores al reducir el tiempo medio de abertura del vénse las escalas log y la correlación excelente dentro de límites muy
canal. Algunos barbitúricos inhiben a los nAChR en concentra­ amplios de liposolubilidad y potencias (Paton, 1974). (Con autoriza­
ción baja, en tanto que otros ejercen muy poco efecto de esta ción de Eger et al., 1 979; Miller et aL, 1972.)
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