Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
El cráter del volcán Misti dista 18 km del centro de la ciudad de Arequipa y la diferencia
altimétrica entre la ciudad y la cima del volcán es alrededor de 3,5 km.
El volcán Misti y es uno de los siete volcanes activos del sur del peruano, cuya cumbre
está localizada a 17 km del centro de la ciudad de Arequipa, segunda ciudad más
importante del Perú en población.
En la cumbre del volcán Misti se distinguen dos cráteres. El más grande tiene 935 m de
diámetro, el cual alberga a otro más pequeño de 530 m de diámetro. Este último tiene
una profundidad de 200 m, en cuyo piso se emplaza un domo de lava de 100 m de
diámetro, El cráter más grande probablemente se originó durante la erupción pliniana
de hace 2050 años (Thouret et al., 2001). La cima del volcán Misti alcanza una altura de
5822 msnm, y el piso del cráter está a 5550 msnm.
Cima del volcán Misti donde se observan dos cráteres: el más grande tiene 935 m de largo y el más pequeño
localizado en el extremo sureste tiene 530 m de diámetro. Fotografía tomada en dirección Norte (SAN,
1943).
Cráter reciente del volcán Misti el cual posee 530 m de diámetro y 200 m de profundidad. En su piso se
emplaza un cuerpo de lava de 100 m de diámetro, por cuyas fracturas emanan fumarolas que se disipan a
poca altura.
El edificio Misti 4 se construyó en los últimos 11 mil años, por encima de los 5400 msnm,
producto principalmente de erupciones explosivas que emplazaron flujos y caídas
piroclásticas. Durante los últimos 11 mil años el volcán ha emitido cerca de 10 depósitos
de caídas de pómez y ceniza ligados a erupciones plinianas y subplinianas. La última
erupción explosiva de gran magnitud ocurrió hace aproximadamente 2050 años y tuvo
un IEV 5 (Harpel et al., 2012). Durante los últimos 500 años el Misti ha presentado por
lo menos tres erupciones, en 1784 d.C., 1787 d.C. y mediados del Siglo XV, esta última
tuvo un IEV 2.
Cono de la cumbre del volcán Misti, formado durante la época histórica. El cono está
conformado por una secuencia de depósitos piroclásticos de escoria, caídas de ceniza,
bombas y bloques, y balísticos.
En el flanco sur y sureste del Misti, entre los 3200 y 3800 msnm., se han encontrado
depósitos de ceniza. Uno de los afloramientos posee 4 cm de espesor y aflora cerca a
la quebrada Honda-Grande, a 9 km del cráter, y ha sido datado en 1290 ± 100 años A.P.
(Thouret, et al., 2001). Al calibrar esta datación, obtenemos que este depósito está
asociado a una erupción ocurrida entre el año 1304 y 1398 d.C.
Varias crónicas o relatos hacen referencia a una erupción ocurrida entre los años 1440
y 1470 d.C. Por ejemplo el padre Martín Murúa (1925), describe sobre Arequipa lo
siguiente: “La Coya Ipabaco, mujer del Inca Yupanqui acudieron a esta ciudad
(Arequipa) animando a toda la gente y haciendo muchos sacrificios al dicho volcán;
gobernó mucho tiempo el Cuzco por ausencia de su marido el Inca Yupanqui; muy
valerosa, manifiesta en un terrible terremoto en un volcán grande que esta tres leguas
de la ciudad de Arequipa que lanzo de sí tanto fuego con tan grandes llamaradas que
dicen que fue cierto haber llovido de esta ceniza en todo el reino, la cual mando hacer
muchos sacrificios a sus ídolos”. Más adelante, Murúa quien vivió en Arequipa entre los
años 1599 y 1660 (Barriga, 1951), detalla los sucesos que acontecieron poco antes de
la llegada de los españoles a Arequipa, refiere “ “dicen los viejos antiguos que esta
ciudad llamada Yarapampa (antes que se llame Arequipa), que en tiempo del fuerte Inca
Yupanqui, hubo un grandísimo terremoto, procedente del volcán por que lanzó de sí
tanto fuego y con tan grandes llamaradas que parecía ser de día claro, cubriéndose
luego el volcán de una nube oscurísima por espacio de dos días en los cuales no se vio
más fuego”.
La erupción ocurrida entre 1440 y 1470 d.C., es corroborado por una pequeña capa de
ceniza de color negro que subyace a la ceniza de color blanquecino asociada a la
erupción del volcán Huaynaputina del año 1600 d.C. Entre ambas depósitos no existe
una capa que los divide, por lo que se infiere que la ceniza negra fue emplazada en la
época incaica relatada Murúa (1925).
No se tienen mayores datos sobre este evento, solo el del padre Bernabé Cobo (1890),
quien refiere “que son muchos los volcanes y que han reventado algunas veces, como
hay memoria del de la ciudad de Arequipa (El Misti). León Pinelo dice que este volcan
hizo amago de ceniza en 1577, que reventaron en tiempo de los reyes Incas, antes de
la venida de los españoles a este reino…”. Sin embargo no se han podido identificar
depósitos asociados a este evento.
El relato antes expuesto, permite inferir que se trató de actividad fumarólica importante,
que posiblemente haya emitido pequeñísimas cantidades de ceniza. Por lo citado
podemos inferir que posiblemente se trató de un evento freático que duró por lo menos
dos meses.
Entre los siglos XVI y XX se han reportado varios eventos de alta actividad fumarólica
del volcán Misti, que no parecen responder a una erupción de dicho volcán. Se tienen
reportes de incremento de actividad fumarólica los años 1542, 1599, agosto de 1836,
agosto de 1830, 1831, setiembre de 1869, marzo de 1870, 1948-49, y el último reportado
entre 1984 y 1985 (Simkin y Siebert, 1994; Hantke y Parodi, 1996; Zamácola y Jáuregui,
1804; Barriga, 1951; Chávez Chávez, 1992; Thouret et al., 2001; Macedo, 1994). Estos
eventos causaron alarma en la población y fueron confundidos probablemente con una
reactivación del volcán Misti.
Diversos trabajos realizados en el volcán Misti, entre finales del Siglo XX y durante los
primeros años del Siglo XXI, han permitido constatar actividad fumarólica en el cráter
del volcán. Trabajos de vigilancia de la fenomenología del volcán Misti realizado por el
INGEMMET, han mostrado importantes emisiones de fumarolas entre los años 2008 y
2009 que incluso son visibles desde la ciudad de Arequipa y alcanzan entre 100 y 200
m de altura. Así mismo durante estos trabajos se ha podido registrar las emisiones en
la base del cráter, el cual es variable durante el año.
VOLCÁN UBINAS
El volcán Ubinas (16° 22′ S, 70° 54′ O; 5762 msnm.) está localizado en el departamento
de Moquegua, a ~70 km al Este de la ciudad de Arequipa. ). Políticamente, se encuentra
en la jurisdicción de la Región Moquegua, Provincia General Sánchez Cerro, Distrito de
Ubinas. En el contexto geológico regional, el volcán Ubinas forma parte de los siete
volcanes activos del sur peruano localizados dentro de la Zona Volcánica Central de los
Andes (ZVC) que se extiende desde el Sur de Perú hasta el Norte de Chile.
El volcán Ubinas tiene la forma de un cono truncado, posee una altura de 1400 m desde
su base ubicada a 4270 m snm, y cubre un área de 52 km2. En la parte superior se
distingue una caldera de 1,200 km de diámetro y dentro de la caldera un cráter de 300
m de diámetro.
Vista del flanco sur del volcán Ubinas en septiembre del 2009
Caldera del volcán Ubinas, tomada en Junio de 2006
Los principales poblados ubicados dentro del radio de influencia del volcán Ubinas, se
localizan al Sur y Sureste del cono volcánico, entre ellos Querapi, Ubinas, Tonohaya,
Sacuaya, San Miguel, Huatahua, Anascapa, Huarina y Escacha. En dichas localidades
habitan alrededor de 3,000 personas. A la zona del volcán Ubinas, se puede acceder, a
través de una carretera afirmada que parte desde la ciudad de Arequipa y sigue la ruta
Chiguata-Lagunas Salinas-Moche-Ubinas.
El Ubinas es considerado como el más activo del sur del Perú por sus 24 eventos de
alta actividad fumarólica y actividad explosiva moderada registrada desde el año de
1550: 1550, 1599, 1600, 1662, 1677, 1778, 1784, 1826, 1830, 1862, 1865, 1867, 1869,
1906, 1907, 1912, 1923, 1936, 1937, 1951, 1956, 1969, 1996, 2006-2009. Ciertas
erupciones (como la erupción de 1936, 1951 y 2006-2009) han afectado fuertemente la
actividad agrícola en el valle de Ubinas
(1)”Ubinas I” (>370 000 años). Se caracterizó por presentar una actividad principalmente
efusiva lávica, que emplazó flujos de lava andesíticos y dacíticos que yacen en la base
del volcán. Posteriormente, se destruyó el flanco sur del volcán generando depósitos de
avalanchas de escombros de ~2.8 km3, distribuidos en la parte baja del flanco sur
(visibles a más de 12 km al SE del volcán).
(2) “Ubinas II” (370 000 años hasta el presente). Inicialmente entre ~370 y 270 ka se
produjo el crecimiento y destrucción de domos, seguido o asociado al emplazamiento
de flujos de lavas que forman parte del cono superior del volcán. Posteriormente, se
produjo el emplazamiento de una secuencia de flujos de pómez y cenizas cohesivos de
1,8 km3, que aflora entre 7 y 8 km al SE del cráter, ligado a un probable colapso de
caldera, ocurrida en 269±14 ka. Posteriormente, entre ~250 y 170 ka se produjo el
crecimiento y destrucción de domos, asociado a una actividad efusiva que emplazó
flujos de lava. Entre 170 y 20 ka predomina una importante actividad efusiva que terminó
por formar el cono superior del volcán.
En una última etapa, hace menos de 20 ka se produjeron erupciones explosivas
plinianas que formaron la caldera de la cumbre. Una de las erupciones plinianas más
antiguas, de hace 14 000 años A.P. ha depositado una capa de pómez riolíticos, rico en
líticos de 4.5 m de espesor, a 9 km al sur del cráter, sobre el cual existe otro depósito
de caída pliniana de 1,2 m de espesor, constituido de lapilli pómez, rico en líticos datado
en 7480 años A.P. Hace ca. 3670 años ocurrió un segundo colapso del flanco sur del
volcán que depositó una avalancha de escombros de ~1,2 km3. Estos depósitos
formaron colinas cónicas al pie de la pared sur del cono (Querapi). Hace ca. 980±60
años A.P. ocurrió la última erupción pliniana del Ubinas que depositó una capa caída de
lapilli pómez andesíticos de 4,5 m de espesor a 6 km al SE del volcán. Desde el año de
1550 d.C. hasta la actualidad, la actividad estuvo caracterizada por erupciones
explosivas de magnitud baja (IEV 1-3), como la actividad eruptiva reciente 2006-2009.
Esta actividad volcánica histórica ha causado daños en la población, la agricultura y la
ganadería (muerte de ganado).
Los relatos históricos y los datos geológicos muestran que el volcán Ubinas presento al
menos 24 erupciones desde 1550 AD hasta 2009 (Rivera, 1998; Tabla Nro. 1), con una
recurrencia de 2 a 6 erupciones o crisis eruptivas por siglo. Los eventos registrados
sucedieron en los años: 1550, 1599, 1662, 1667, 1678, 1784, 1826, 1830, 1862, 1865,
1867, 1869, 1906, 1907, 1912-1913?, 1923-1925?, 1936, 1937, 1951, 1956, 1969, 1995-
1996, 2006 (Tabla Nro. 1). Estos eventos corresponden a intensas emisiones de gases
y ceniza, a veces precedidos de fuertes explosiones instantáneas. Los gases y ceniza
causaron daños en centros poblados y terrenos de cultivos localizados en áreas
aledañas al volcán (Rivera, 1998).
Los datos históricos indican que algunas de las erupciones presentadas por el Ubinas
fueron de magnitud leve a moderada (IEV 1 – 3), es decir corresponden a un dinamismo
vulcaniano, freatomagmático y Saint Vincent. Estas erupciones se caracterizaron por
súbitas emisiones de bloques balisticos y ceniza a la atmósfera y eventualmente se
generaron flujos piroclásticos. En base a las descripciones históricas, así como al mapeo
de los productos eruptivos se considera que la erupción de 1667 AD de tipo Saint
Vincent tuvo un Índice de Explosividad Volcánica (IEV) de 3. Esta erupción deposito
flujos piroclásticos de escorias y cenizas en los flancos superiores del volcán. Mientras
que en áreas distales (entre 6 y 12 km del volcán), depósito cenizas grises que yacen
sobre una capa de lapilli pómez del volcán Huaynaputina (erupción del año 1600 D.C.).
1550 Erupción 3?
central y
explosiva
1600 Erupción
explosiva
1826 Erupción 2
central y
explosiva
1830 Erupción 2
central y
explosiva
1862 Erupción 2
central y
Explosiva
(2) El “Ampato Superior” es subdivido en varias etapas: “Ampato IIa” el cual está
constituido de lavas andesíticas alteradas, que se encuentran al noreste del volcán
Ampato (“lavas Yanajaja”). La etapa “Ampato IIb”, está constituido por una secuencia de
lavas andesíticas inclinadas que yacen al extremo norte del Ampato. El “Ampato IIc“está
constituido por depósitos de flujos de bloques y ceniza consolidados y soldados que
yacen al pie de los flancos SE y SO del Ampato. El “Ampato IId” está constituido por
flujos de lavas andesíticas que descienden del cono medio. Al final de esta etapa
“Ampato IId” se produjeron importantes erupciones explosivas: plinianas y subplinianas
que depositaron al menos tres secuencias de caída de lapilli de pómez y un flujo
piroclástico de pómez y ceniza de composición andesítica y dacítica. Las etapas,
Ampato “IIe”, “IIf” y “IIg” están constituidos por flujos de lava que conforman el cono
medio y superior del volcán. Una lava de la etapa “Ampato IIg“ que aflora en el sector
sur del complejo arrojó una edad K-Ar de 40 ± 3 ka. El Ampato “IIh”, “IIi”, “IIj”,
corresponden a las etapas finales de construcción del edificio central medio-superior,
constituido de lavas andesíticas. Una lava de la etapa “Ampato IIi“ que aflora en el sector
este del complejo arrojó una edad K-Ar de 17 ± 6 ka. Al final de la evolución del Ampato
(“Ampato IIk”) se produjo el crecimiento de un domo colada visible al extremo NE del
volcán Ampato.
También en este caso hace referencia al volcán “Ambato”, pero debió tratarse del volcán
Sabancaya. Según el catálogo de GVP, también se habría tratado de una erupción
explosiva leve, que generó daños o destrucción de la tierra y propiedades.
Por otro lado, los reportes del GVP), dan cuenta de columnas eruptivas mayores, de
entre 6 y 7 km de altura sobre el cráter, los días 5 y 7 de junio de 1990. También el día
7 los medios de comunicación reportaron presencia de una pluma volcánica en Arequipa
y Puno, así como caídas de ceniza a más de 20 km de distancia, que provocó
destrucción de pastos y contaminación de ríos, especialmente el río Sihuas ubicado a
más de 40 km al sur del volcán Sabancaya. En el mismo reporte del GVP, se informa
de acumulación de depósitos de caída de ceniza de hasta 1 cm de espesor, en un radio
de 20 km alrededor del volcán.
Después de 5 meses del periodo de mayor actividad eruptiva, registrada entre mayo y
junio de 1990, se generaron lahares en varias quebradas aledañas al volcán Sabancaya.
Según un reporte del GVP, durante un sobrevuelo realizado el 10 de noviembre de 1991,
se observó ceniza depositada en el Hualca Hualca, el cual provocó el derretimiento de
la nieve y glaciares con la consiguiente generación de varios lahares. En este mismo
reporte se da cuenta de lahares en el flanco norte del Hualca Hualca, que fueron a dar
al río Colca, entre noviembre y diciembre de 1990. Actualmente se pueden observar
depósitos de lahar asociados a esta actividad en la quebrada Pinchollo, en el flanco
norte del Hualca Hualca, aproximadamente a 14 km al norte del cráter del Sabancaya
(figura 3). Este depósito posee cerca de 3 m de espesor, está conformado por una matriz
de ceniza (70%), que engloba bloques de diámetro centimétrico a decimétrico (30%,
figura 4).
Posteriores reportes del GVP también dan cuenta de emplazamiento de lahares de poco
volumen los días 9 y 10 de mayo de 1995, en las quebradas ubicadas en los flancos del
volcán Ampato. Los lahares se originaron debido a la fusión del hielo provocado por las
caídas de ceniza. Durante esos días la pluma eruptiva fue dispersada en dirección
suroeste, sur y este, cubriendo gran parte del volcán Ampato.
La actividad eruptiva fue decreciendo hasta 1996 donde las explosiones eran raras o
poco frecuentes y de menor intensidad. Sin embargo hay consenso en diversas
publicaciones de que la actividad eruptiva continuó hasta por lo menos 1998 (Gerbe y
Thouret, 2004). Según el catálogo del GVP, durante este último periodo se produjeron
explosiones freáticas.
Dispersión de los productos de la erupción del volcán Sabancaya, 1987-1998. Tomado de Juvigné, et al.
(2008).