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VOLCÁN MISTI

El volcán Misti (242900N, 8196400S, 5820 msnm) se emplaza en el borde oeste de la


Cordillera Occidental de los Andes, limitando por el sureste con el extinto estratovolcán
Pichu Pichu, por el noroeste con el complejo volcánico Chachani, hacia el este con la
altiplanicie puna y por el oeste con la cuenca tectónica de Arequipa, donde se halla la
ciudad del mismo nombre.

El cráter del volcán Misti dista 18 km del centro de la ciudad de Arequipa y la diferencia
altimétrica entre la ciudad y la cima del volcán es alrededor de 3,5 km.

GEOLOGÍA DEL VOLCÁN MISTI

El volcán Misti y es uno de los siete volcanes activos del sur del peruano, cuya cumbre
está localizada a 17 km del centro de la ciudad de Arequipa, segunda ciudad más
importante del Perú en población.

En la cumbre del volcán Misti se distinguen dos cráteres. El más grande tiene 935 m de
diámetro, el cual alberga a otro más pequeño de 530 m de diámetro. Este último tiene
una profundidad de 200 m, en cuyo piso se emplaza un domo de lava de 100 m de
diámetro, El cráter más grande probablemente se originó durante la erupción pliniana
de hace 2050 años (Thouret et al., 2001). La cima del volcán Misti alcanza una altura de
5822 msnm, y el piso del cráter está a 5550 msnm.
Cima del volcán Misti donde se observan dos cráteres: el más grande tiene 935 m de largo y el más pequeño
localizado en el extremo sureste tiene 530 m de diámetro. Fotografía tomada en dirección Norte (SAN,
1943).

Cráter reciente del volcán Misti el cual posee 530 m de diámetro y 200 m de profundidad. En su piso se
emplaza un cuerpo de lava de 100 m de diámetro, por cuyas fracturas emanan fumarolas que se disipan a
poca altura.

El volcán Misti se emplazó sobre un substrato conformado por ignimbritas y depósitos


volcanoclásticos del Mioceno-Pleistoceno. El estratovolcán Misti está constituido por
cuatro edificios principales, denominados por Thouret et al. (2001) como: Misti 1, Misti
2, Misti 3 y Misti 4
El Misti 1 forma la base del edificio volcánico, está conformado por flujos de lava y
depósitos de avalanchas de escombros, intercalados con depósitos volcanoclásticos y
flujos de escoria, todos emplazados posiblemente entre 833 y 112 ka.

El edificio Misti 2 fue construido entre los 112 y 40 ka aproximadamente, está


constituido por flujos de lava y flujos piroclásticos, así como caídas piroclásticas.
El edificio Misti 3 se emplazó entre los 4400 y 5400 msnm, aproximadamente, y se le
asigna una edad de 50 ka hasta 14 ka. Este edificio está conformado por flujos de lavas
en bloques, domos, así como por flujos, caídas y oleadas piroclásticas.

El edificio Misti 4 se construyó en los últimos 11 mil años, por encima de los 5400 msnm,
producto principalmente de erupciones explosivas que emplazaron flujos y caídas
piroclásticas. Durante los últimos 11 mil años el volcán ha emitido cerca de 10 depósitos
de caídas de pómez y ceniza ligados a erupciones plinianas y subplinianas. La última
erupción explosiva de gran magnitud ocurrió hace aproximadamente 2050 años y tuvo
un IEV 5 (Harpel et al., 2012). Durante los últimos 500 años el Misti ha presentado por
lo menos tres erupciones, en 1784 d.C., 1787 d.C. y mediados del Siglo XV, esta última
tuvo un IEV 2.

ACTIVIDAD HISTÓRICA DEL VOLCÁN MISTI

Actividad Histórica del Volcán Misti

Diversas crónicas y recopilaciones efectuadas por Zamácola y Jauregui (1804), Cobo


(1890), Barriga (1951), Chávez Chávez (1992), Hantke y Parodi (1966), Simkim y
Siebert (1994), entre otros, así como recientes dataciones radiométricas de depósitos
recientes del Misti (Thouret et al., 2001), dan cuenta de actividad histórica del volcán
Misti. Algunas descripciones permiten identificar que se trató de erupciones volcánicas
del Misti, lo cual se confirma también con varios depósitos emplazados sobre las caídas
y flujos piroclásticos de la erupción de hace 2050 años. Otra evidencia es el cono de la
cumbre que se ha formado dentro del cráter asociado a la erupción de hace 2050 años.

Cono de la cumbre del volcán Misti, formado durante la época histórica. El cono está
conformado por una secuencia de depósitos piroclásticos de escoria, caídas de ceniza,
bombas y bloques, y balísticos.

Erupción ocurrida entre el año 655 y 865 d.C

En el flanco sur y sureste del Misti, entre los 3200 y 3800 msnm., se han encontrado
depósitos de ceniza. Uno de los afloramientos posee 4 cm de espesor y aflora cerca a
la quebrada Honda-Grande, a 9 km del cráter, y ha sido datado en 1290 ± 100 años A.P.
(Thouret, et al., 2001). Al calibrar esta datación, obtenemos que este depósito está
asociado a una erupción ocurrida entre el año 1304 y 1398 d.C.

Erupción ocurrida entre el año 1304 y 1398 d.C


En la quebrada Huarangal, a 3800 msnm, un depósito de caída piroclástica de ceniza
ha sido datado en 620 ± 50 años A.P (Thouret et al., 2001). Luego de calibrar la datación,
se establece que estaría asociada a una erupción ocurrida entre los años 1304 y 1398
d.C. El limitado volumen del depósito permite inferir que se trató de una erupción con un
IEV mediano.

Erupción ocurrida entre 1440 y 1470 d.C (depósito de caída de ceniza


“Pachacutec”)

Varias crónicas o relatos hacen referencia a una erupción ocurrida entre los años 1440
y 1470 d.C. Por ejemplo el padre Martín Murúa (1925), describe sobre Arequipa lo
siguiente: “La Coya Ipabaco, mujer del Inca Yupanqui acudieron a esta ciudad
(Arequipa) animando a toda la gente y haciendo muchos sacrificios al dicho volcán;
gobernó mucho tiempo el Cuzco por ausencia de su marido el Inca Yupanqui; muy
valerosa, manifiesta en un terrible terremoto en un volcán grande que esta tres leguas
de la ciudad de Arequipa que lanzo de sí tanto fuego con tan grandes llamaradas que
dicen que fue cierto haber llovido de esta ceniza en todo el reino, la cual mando hacer
muchos sacrificios a sus ídolos”. Más adelante, Murúa quien vivió en Arequipa entre los
años 1599 y 1660 (Barriga, 1951), detalla los sucesos que acontecieron poco antes de
la llegada de los españoles a Arequipa, refiere “ “dicen los viejos antiguos que esta
ciudad llamada Yarapampa (antes que se llame Arequipa), que en tiempo del fuerte Inca
Yupanqui, hubo un grandísimo terremoto, procedente del volcán por que lanzó de sí
tanto fuego y con tan grandes llamaradas que parecía ser de día claro, cubriéndose
luego el volcán de una nube oscurísima por espacio de dos días en los cuales no se vio
más fuego”.

La erupción ocurrida entre 1440 y 1470 d.C., es corroborado por una pequeña capa de
ceniza de color negro que subyace a la ceniza de color blanquecino asociada a la
erupción del volcán Huaynaputina del año 1600 d.C. Entre ambas depósitos no existe
una capa que los divide, por lo que se infiere que la ceniza negra fue emplazada en la
época incaica relatada Murúa (1925).

El depósito de caída de ceniza en mención, denominado también “ceniza Pachacutec”,


posee composición andesítica, es rica en plagioclasa y piroxenos. La ceniza es
escoreácea y de coloracón oscura, esto último guarda relación con lo descrito por Murua
(1925), cuando escribe “cubriéndose luego el volcan de una nube oscurísima”. El
depósito de ceniza posee aproximadamente 10 cm de espesor en la parte superior del
cono volcánico, entre 1 y 4 cm en el área de la ciudad de Arequipa, y finalmente la
erupción habría tenido un IEV 2 (Thouret et al., 2001).
Erupción ocurrida el año 1577 d.C ?

No se tienen mayores datos sobre este evento, solo el del padre Bernabé Cobo (1890),
quien refiere “que son muchos los volcanes y que han reventado algunas veces, como
hay memoria del de la ciudad de Arequipa (El Misti). León Pinelo dice que este volcan
hizo amago de ceniza en 1577, que reventaron en tiempo de los reyes Incas, antes de
la venida de los españoles a este reino…”. Sin embargo no se han podido identificar
depósitos asociados a este evento.

Evento freático del año 1677 d.C

Teodosio C. Ballón (1901), comete un error en su libro al relatarnos sobre la expedición


realizada el 2 de Mayo de 1667 consignándola como realizada en el año 1677. Sobre
esta erupción del volcán Misti del año 1677 que no tuvo mayores consecuencias, nos
indica: “al continuar saliendo el humo se envió otra expedición encabezada por el cura
de la compañía Fernando Bravo y otros, informando además de que habían sentido
mucho ruido dentro del volcán”.

El presbítero Ventura Travada y Córdova en su crónica “Suelo de Arequipa convertido


en Cielo” (1752) habla extensamente sobre el Misti y su actividad fumarólica de marzo
y mayo de 1677. Los habitantes de Arequipa se atemorizaron al observar fumarolas en
el volcán, ya que aún estaban muy frescos los recuerdos de la erupción del año 1600
del volcán Huaynaputina. Se organizaron expediciones, una en mayo, constató que lo
observado desde la ciudad se trataba de fumarolas del volcán puesto que sintieron
mucho olor a azufre.
Todo indica que dicha actividad fue solo fumarólica, con limitada emanación de cenizas
alrededor del cráter. Por ello se infiere que fue un evento freático.

Evento freático del año 1784 d.C

El historiador Zamácola y Jauregui (1804), relata algunos temblores y cosas curiosas


ocurridas en inmediaciones del volcán Misti, aunque no lo nombra explícitamente: “El 9
de julio de 1784 hubo un temblor a las 8.39 de la mañana, el continuo movimiento de la
tierra no descansa, por la noche a las 12.30 se oyó un estruendo como si hubiese
disparado un cañonazo por el aire o como si se hubiese caído algunas casas; se asegura
que en este instante descendió por el lado del volcán, un globo ígneo, que muchos lo
vieron, sus centellas alumbraron y se hizo invisible por la parte de la sierra”.

Posiblemente esta descripción corresponda a un evento freático. No se tienen


evidencias u otros relatos sobre la continuación del fenómeno.

Evento freático del año 1787 d.C

Según Barriga (1941), el Intendente de Arequipa Don Antonio Álvarez y Jiménez,


describe los siguiente: “Desde el día 28 de Julio un gran humo aliginoso y denso, que
poniendo en consternación toda la ciudad a dado motivo a que el Estado Eclesiástico
empezase a ser publicas procesiones y rogativas, citando a la gente de ambos sexos
para procesión de sangre…”. Luego de casi tres meses, el día 8 de Octubre de 1787
sale de Chiguata con dirección al cráter del volcán Misti, una expedición conformada por
Francisco Suero, Francisco Vélez, Francisco Ojeda y doce indios cargados de yareta.
Dicha expedición arriba al cráter el día 10 de octubre, luego del cual relatan lo siguiente:
“En esta eminencia de Risqueria que domina toda la cumbre y parte principal de la citada
boca observamos por espacio de 6 horas, que en el centro de ella salía expelido un gran
trozo de vapor del grueso de mas de 9 cuadras unas veces en forma de pirámide y otras
en la de nube, siempre prolongada y continuando, sin embargo de forma hacia arriba en
su dilatación diversas figuras y promontorios, según el impulso de la explosión de la
gravedad del aire, que elevándose en grande altura se reunía y condensaba hasta
formar cuerpos separados; los cuales corrían por la atmósfera, a donde les llevaba el
viento a manera de nubes, de aquella especie de solidez y color que estas aparentan…”.

El relato antes expuesto, permite inferir que se trató de actividad fumarólica importante,
que posiblemente haya emitido pequeñísimas cantidades de ceniza. Por lo citado
podemos inferir que posiblemente se trató de un evento freático que duró por lo menos
dos meses.

Eventos cuestionables ocurridos entre el Siglo XVI y XXI

Entre los siglos XVI y XX se han reportado varios eventos de alta actividad fumarólica
del volcán Misti, que no parecen responder a una erupción de dicho volcán. Se tienen
reportes de incremento de actividad fumarólica los años 1542, 1599, agosto de 1836,
agosto de 1830, 1831, setiembre de 1869, marzo de 1870, 1948-49, y el último reportado
entre 1984 y 1985 (Simkin y Siebert, 1994; Hantke y Parodi, 1996; Zamácola y Jáuregui,
1804; Barriga, 1951; Chávez Chávez, 1992; Thouret et al., 2001; Macedo, 1994). Estos
eventos causaron alarma en la población y fueron confundidos probablemente con una
reactivación del volcán Misti.
Diversos trabajos realizados en el volcán Misti, entre finales del Siglo XX y durante los
primeros años del Siglo XXI, han permitido constatar actividad fumarólica en el cráter
del volcán. Trabajos de vigilancia de la fenomenología del volcán Misti realizado por el
INGEMMET, han mostrado importantes emisiones de fumarolas entre los años 2008 y
2009 que incluso son visibles desde la ciudad de Arequipa y alcanzan entre 100 y 200
m de altura. Así mismo durante estos trabajos se ha podido registrar las emisiones en
la base del cráter, el cual es variable durante el año.

Los periodos de alta actividad fumarólica, están normalmente precedidos de fuertes


precipitaciones y a la presencia de nieve en la zona del cráter. Es muy posible que
importantes volúmenes de agua se infiltre en el edificio volcánico y luego, debido a la
alta temperatura pasa a la fase de vapor y es expulsado.

VOLCÁN UBINAS

El volcán Ubinas (16° 22′ S, 70° 54′ O; 5762 msnm.) está localizado en el departamento
de Moquegua, a ~70 km al Este de la ciudad de Arequipa. ). Políticamente, se encuentra
en la jurisdicción de la Región Moquegua, Provincia General Sánchez Cerro, Distrito de
Ubinas. En el contexto geológico regional, el volcán Ubinas forma parte de los siete
volcanes activos del sur peruano localizados dentro de la Zona Volcánica Central de los
Andes (ZVC) que se extiende desde el Sur de Perú hasta el Norte de Chile.

El volcán Ubinas tiene la forma de un cono truncado, posee una altura de 1400 m desde
su base ubicada a 4270 m snm, y cubre un área de 52 km2. En la parte superior se
distingue una caldera de 1,200 km de diámetro y dentro de la caldera un cráter de 300
m de diámetro.

Vista del flanco sur del volcán Ubinas en septiembre del 2009
Caldera del volcán Ubinas, tomada en Junio de 2006

Los principales poblados ubicados dentro del radio de influencia del volcán Ubinas, se
localizan al Sur y Sureste del cono volcánico, entre ellos Querapi, Ubinas, Tonohaya,
Sacuaya, San Miguel, Huatahua, Anascapa, Huarina y Escacha. En dichas localidades
habitan alrededor de 3,000 personas. A la zona del volcán Ubinas, se puede acceder, a
través de una carretera afirmada que parte desde la ciudad de Arequipa y sigue la ruta
Chiguata-Lagunas Salinas-Moche-Ubinas.

El Ubinas es considerado como el más activo del sur del Perú por sus 24 eventos de
alta actividad fumarólica y actividad explosiva moderada registrada desde el año de
1550: 1550, 1599, 1600, 1662, 1677, 1778, 1784, 1826, 1830, 1862, 1865, 1867, 1869,
1906, 1907, 1912, 1923, 1936, 1937, 1951, 1956, 1969, 1996, 2006-2009. Ciertas
erupciones (como la erupción de 1936, 1951 y 2006-2009) han afectado fuertemente la
actividad agrícola en el valle de Ubinas

GEOLOGÍA DEL VOLCÁN UBINAS

Los estudios geológicos y estratigráficos muestran que la evolución de este volcán se


divide en dos períodos:

(1)”Ubinas I” (>370 000 años). Se caracterizó por presentar una actividad principalmente
efusiva lávica, que emplazó flujos de lava andesíticos y dacíticos que yacen en la base
del volcán. Posteriormente, se destruyó el flanco sur del volcán generando depósitos de
avalanchas de escombros de ~2.8 km3, distribuidos en la parte baja del flanco sur
(visibles a más de 12 km al SE del volcán).

(2) “Ubinas II” (370 000 años hasta el presente). Inicialmente entre ~370 y 270 ka se
produjo el crecimiento y destrucción de domos, seguido o asociado al emplazamiento
de flujos de lavas que forman parte del cono superior del volcán. Posteriormente, se
produjo el emplazamiento de una secuencia de flujos de pómez y cenizas cohesivos de
1,8 km3, que aflora entre 7 y 8 km al SE del cráter, ligado a un probable colapso de
caldera, ocurrida en 269±14 ka. Posteriormente, entre ~250 y 170 ka se produjo el
crecimiento y destrucción de domos, asociado a una actividad efusiva que emplazó
flujos de lava. Entre 170 y 20 ka predomina una importante actividad efusiva que terminó
por formar el cono superior del volcán.
En una última etapa, hace menos de 20 ka se produjeron erupciones explosivas
plinianas que formaron la caldera de la cumbre. Una de las erupciones plinianas más
antiguas, de hace 14 000 años A.P. ha depositado una capa de pómez riolíticos, rico en
líticos de 4.5 m de espesor, a 9 km al sur del cráter, sobre el cual existe otro depósito
de caída pliniana de 1,2 m de espesor, constituido de lapilli pómez, rico en líticos datado
en 7480 años A.P. Hace ca. 3670 años ocurrió un segundo colapso del flanco sur del
volcán que depositó una avalancha de escombros de ~1,2 km3. Estos depósitos
formaron colinas cónicas al pie de la pared sur del cono (Querapi). Hace ca. 980±60
años A.P. ocurrió la última erupción pliniana del Ubinas que depositó una capa caída de
lapilli pómez andesíticos de 4,5 m de espesor a 6 km al SE del volcán. Desde el año de
1550 d.C. hasta la actualidad, la actividad estuvo caracterizada por erupciones
explosivas de magnitud baja (IEV 1-3), como la actividad eruptiva reciente 2006-2009.
Esta actividad volcánica histórica ha causado daños en la población, la agricultura y la
ganadería (muerte de ganado).

Según el comportamiento geoquímico de rocas del Ubinas y, según el contexto


geodinámico ligado a la subducción, es admitido que los magmas resultarían
esencialmente de la fusión parcial de la cuña del manto metasomatizado por fluidos
provenientes de la deshidratación de la corteza oceánica subducida. De otra parte, las
características isotópicas de las rocas del volcán Ubinas (87Sr/86Sr elevados
y 143Nd/144Nd bajos) son similares a los magmas de la Zona Volcánica Central de los
Andes (ZVC). De otro lado, las rocas del volcán Ubinas posen valores en Y y HREE un
poco más bajos que de los magmas calco-alcalinos «clásicos» de arco. Esas
características pueden reflejar la asimilación o mezcla de magmas basálticos «padres»
provenientes del manto con magmas generados en la base de la corteza (magmas
generados a alta presión), conteniendo granate (± anfíbol) en el residuo de fusión, y en
el contexto de una corteza continental engrosada.

Los estudios geológicos, estratigráficos y morfológicos ayudaron a determinar los


principales peligros potenciales que se ciernen sobre los poblados localizados dentro de
un radio de 14 km alrededor del cráter, situados, principalmente en la parte baja del
flanco Sureste. Estos peligros son: caídas de tefras, flujos piroclásticos, flujos de barro
o lahares y avalanchas de escombros.

ACTIVIDAD HISTÓRICA DEL VOLCÁN UBINAS

ACTIVIDAD ERUPTIVA HISTÓRICA DEL VOLCÁN UBINAS DESDE 1550 D.C.

Los relatos históricos y los datos geológicos muestran que el volcán Ubinas presento al
menos 24 erupciones desde 1550 AD hasta 2009 (Rivera, 1998; Tabla Nro. 1), con una
recurrencia de 2 a 6 erupciones o crisis eruptivas por siglo. Los eventos registrados
sucedieron en los años: 1550, 1599, 1662, 1667, 1678, 1784, 1826, 1830, 1862, 1865,
1867, 1869, 1906, 1907, 1912-1913?, 1923-1925?, 1936, 1937, 1951, 1956, 1969, 1995-
1996, 2006 (Tabla Nro. 1). Estos eventos corresponden a intensas emisiones de gases
y ceniza, a veces precedidos de fuertes explosiones instantáneas. Los gases y ceniza
causaron daños en centros poblados y terrenos de cultivos localizados en áreas
aledañas al volcán (Rivera, 1998).

Los datos históricos indican que algunas de las erupciones presentadas por el Ubinas
fueron de magnitud leve a moderada (IEV 1 – 3), es decir corresponden a un dinamismo
vulcaniano, freatomagmático y Saint Vincent. Estas erupciones se caracterizaron por
súbitas emisiones de bloques balisticos y ceniza a la atmósfera y eventualmente se
generaron flujos piroclásticos. En base a las descripciones históricas, así como al mapeo
de los productos eruptivos se considera que la erupción de 1667 AD de tipo Saint
Vincent tuvo un Índice de Explosividad Volcánica (IEV) de 3. Esta erupción deposito
flujos piroclásticos de escorias y cenizas en los flancos superiores del volcán. Mientras
que en áreas distales (entre 6 y 12 km del volcán), depósito cenizas grises que yacen
sobre una capa de lapilli pómez del volcán Huaynaputina (erupción del año 1600 D.C.).

Durante el siglo XX, el Ubinas ha presentado al menos ocho eventos eruptivos,


caracterizados por intensas emisiones de gases y ceniza, ligados a eventos de tipo
vulcaniano y freatomagmático. Las caídas de cenizas causaron daños considerables en
terrenos de cultivo y poblados situados alrededor del volcán, causando la muerte de
algunas personas y de ganado a consecuencia de epidemias. Frecuentemente las
cenizas se mezclaron con el agua y se transformaron en flujos de lodo y escombros,
que discurrieron por el fondo del valle de Ubinas, destruyendo diversos cultivos (Diario
El Pueblo, 1936, 1937, 1951, 1969). En el Tabla 1 se presenta un resumen de la
actividad del volcán Ubinas en épocas históricas.

AÑO INICIO FINAL TIPO DE IEV OBSERVACIONES


ACTIVIDAD

1550 Erupción 3?
central y
explosiva

1599 07 Feb. 22 Feb. Erupción 2 Cenizas grises cayeron


explosiva cerca a Arequipa.
moderada

1600 Erupción
explosiva

1662 Erupción 2 ? Las cenizas alcanzaron


explosiva hasta Sama y Locumba.

1677 Erupción 3 Probablemente cayeron


explosiva de cenizas y flujos de
gran magnitud escorias encontradas al
NO y N del volcán.
1778 Erupción
explosiva
1784 Erupción 2 Alta actividad
central y fumarólica y emisión
explosiva de cenizas.

1826 Erupción 2
central y
explosiva

1830 Erupción 2
central y
explosiva

1862 Erupción 2
central y
Explosiva

1865 Erupción 2 Emisión de cenizas


central y grises.
explosiva

1867 24-May 28-May Erupción 2


central y
explosiva

1869 Octubre Erupción 2


central y
explosiva

1906 Octubre Erupción 2


central y
explosiva

1907 Octubre Erupción 2


central y
explosiva

1912- Erupción 2 Cenizas cayeron en


1913 central y Ubinas, Chojata y
? explosiva Yalahua afectando
cultivos y murieron
ganados
1923- Erupción Cenizas grises cayeron
1925 explosiva cerca a la ciudad de
? Arequipa.

1936 03 Ene. Julio Erupción 2 En el valle de Ubinas


explosiva y las cenizas destruyeron
fumarólica los cultivos.

1937 Mayo Julio Erupción 2 Las cenizas


central y destruyeron cultivos y
explosiva generaron epidemias en
el valle de Ubinas.
1951 Mayo 21 Oct. Erupción 2 En el valle de Ubinas
central y las cenizas causaron
explosiva daños.

1956 Junio Erupción 2 Emisiones de cenizas


explosiva y causaron daños en
fumarólica cultivos y poblados del
valle de Ubinas.
1969 Mayo Dic. ? Erupción 2 En el valle de Ubinas
explosiva las cenizas destruyeron
cultivos y afectaron
pobladores.
1995- Dic. Abril ? Alta actividad 1 Alarmó a la población
1996 fumarólica en general, fue
reportado por el IGP e
IRD (ex –ORSTOM).
2006- Marzo Diciembre Actividad Las emisiones de
2009 explosiva y cenizas causaron daños
fumarólica en los poblados del
valle de Ubinas. En
Junio de 2006 obligo
evacuar 7 poblados
localizados al pie del
Ubinas por espacio de
nueve meses.
Tabla 1. Resumen de la actividad histórica del volcán Ubinas, desde el año 1550 D.C. hasta el año 2006-
2009. Se reportan 24 crisis volcánicas, referidas a alta actividad fumarólica y emisiones de cenizas
(modificado de Rivera, 1998).
VOLCÁN SABANCAYA

El volcán Sabancaya, cuyo nombre quechua “Sahuancqueya” significa volcán que


escupe, se encuentra ubicado a 70 km al noroeste de la ciudad de Arequipa (15° 48’S,
71° 52’O, figura 1.1), en la Cordillera Occidental de los Andes del Sur del Perú. El edificio
volcánico del Sabancaya es el más joven del Complejo Volcánico Ampato-Sabancaya.

En el área de influencia del volcán Sabancaya se tiene población e infraestructura


vulnerable. En el valle del Colca, ubicado a poco más de 20 km al norte, hay cerca de
20 centros poblados, entre los que destacan, por su cercanía al volcán, los pueblos de
Chivay, Yanque, Achoma, Maca, Ichupampa, Lari, Madrigal, Pinchollo y Cabanaconde.
La principal actividad económica de los pobladores es la agricultura y ganadería, sin
embargo en los últimos años el Colca se ha constituido en uno de los más importantes
destinos turísticos del Perú. Todas estas actividades económicas podrían ser afectadas
por caídas de tefra y lahares secundarios. Por otro lado, cerca al volcán Sabancaya, se
encuentra el canal del proyecto “Majes I”, que brinda de agua al complejo agrícola
Majes-Siguas, las vías de acceso al valle y cañón del Colca, así como la línea de
transmisión Socabaya-Mantaro, que forma parte del sistema interconectado nacional, y
provee de energía a todo el sur del Perú.

GEOLOGÍA DEL COMPLEJO VOLCÁNICO AMPATO-SABANCAYA

El complejo volcánico Ampato-Sabancaya (CVAS) está localizado a 76 km al Noroeste


de la ciudad de Arequipa, en la provincia de Caylloma. En el extremo sur del CVAS se
ubica al estratovolcán Ampato (6200 msnm) construido durante el Pleistoceno superior
– Holoceno, y en su extremo norte se localiza el estratovolcán Sabancaya (5980 msnm)
de edad Holocénica (Figura 1). Estos volcanes colindan con el extremo sur del extinto y
erosionado volcán Hualca Hualca (6025 msnm), cuya edad es probablemente del
Pleistoceno.

Flanco este del complejo volcánico Ampato – Sabancaya


(1) “Ampato Basal”, corresponde a la etapa inicial de evolución, durante el cual se
emplazaron lavas andesíticas y dacíticas que yacen en los extremos oeste, sur, sureste
y suroeste del CVAS. Dos lavas asignadas a esta etapa fueron datadas en 410 ± 10 y
217 ± 5 ka.

(2) El “Ampato Superior” es subdivido en varias etapas: “Ampato IIa” el cual está
constituido de lavas andesíticas alteradas, que se encuentran al noreste del volcán
Ampato (“lavas Yanajaja”). La etapa “Ampato IIb”, está constituido por una secuencia de
lavas andesíticas inclinadas que yacen al extremo norte del Ampato. El “Ampato IIc“está
constituido por depósitos de flujos de bloques y ceniza consolidados y soldados que
yacen al pie de los flancos SE y SO del Ampato. El “Ampato IId” está constituido por
flujos de lavas andesíticas que descienden del cono medio. Al final de esta etapa
“Ampato IId” se produjeron importantes erupciones explosivas: plinianas y subplinianas
que depositaron al menos tres secuencias de caída de lapilli de pómez y un flujo
piroclástico de pómez y ceniza de composición andesítica y dacítica. Las etapas,
Ampato “IIe”, “IIf” y “IIg” están constituidos por flujos de lava que conforman el cono
medio y superior del volcán. Una lava de la etapa “Ampato IIg“ que aflora en el sector
sur del complejo arrojó una edad K-Ar de 40 ± 3 ka. El Ampato “IIh”, “IIi”, “IIj”,
corresponden a las etapas finales de construcción del edificio central medio-superior,
constituido de lavas andesíticas. Una lava de la etapa “Ampato IIi“ que aflora en el sector
este del complejo arrojó una edad K-Ar de 17 ± 6 ka. Al final de la evolución del Ampato
(“Ampato IIk”) se produjo el crecimiento de un domo colada visible al extremo NE del
volcán Ampato.

ACTIVIDAD HISTÓRICA DEL VOLCÁN SABANCAYA

La descripción de la actividad histórica está basada en recopilación de crónicas, como


aquellas de Zamácola y Jáuregui (1789), Travada y Córdova (1752), así como de
catálogos del Global Volcanism Program (GVP del Smithsonian National Museum of
Natural History).

En base a los reportes analizados, se tienen reportes de 3 erupciones en época histórica


del volcán Sabancaya, los que han ocurrido los años 1750 d.C., 1784 d.C., y la última
entre 1986 y 1998. Actualmente presenta ocasionalmente una leve actividad fumarólica.

Actividad eruptiva de 1750

En las crónicas de Travada y Cordoba (1752) se encuentran relatos de actividad eruptiva


en la zona del complejo volcánico Ampato-Sabancaya, textualmente se dice que “El
volcán de Ambato, como han corrompidos los españoles, está en la provincia de
Collaguas a veinte y tantas leguas al occidente de la ciudad de Arequipa. Su altura será
de tres cuartos de legua, con falda muy dilatada que transitando yo por su faldas hice
mansión muy cerca y sentí aquella noche ruido que seria de peñas que escaladas del
fuego que arde incesantemente bajan despeñadas de la altura en busca de su centro,
allí, el volcán está perennemente ardiendo de día y de noche y que no hay noticia de
haber hecho estragos en tiempos inmemoriables”. Según el catálogo del GVP se habría
tratado de una erupción explosiva leve, sin embargo la descripción no permite
diferenciar claramente si se trató de una erupción explosiva o efusiva.
Si bien se hace referencia al volcán “Ambato”, que en quechua significa “Sapo”, lo más
probable es que se haya tratado de la erupción del volcán Sabancaya.

Actividad eruptiva de 1784

En el relato de Zamácola y Jáuregui (1804) se menciona lo que podría interpretarse


como actividad eruptiva en el área del complejo volcánico Ampato-Sabancaya durante
el día 11 de julio de 1784. Textualmente se lee: “Día, 11.- a las 9 y 56 minutos se sintió
un temblor de tierra, con bastante remezón pero que no causó ningún daño. Se tuvo
noticia de que el pueblo de Lari, jurisdicción de Caylloma, hay un cerro o volcán llamado
Ambato, el que a efectos de estos terremotos, el volcán humea y bosteza fuego”. Este
evento es posterior al gran terremoto del 13 de mayo de ese mismo año, el cual destruyó
la ciudad de Arequipa.

También en este caso hace referencia al volcán “Ambato”, pero debió tratarse del volcán
Sabancaya. Según el catálogo de GVP, también se habría tratado de una erupción
explosiva leve, que generó daños o destrucción de la tierra y propiedades.

Actividad eruptiva de 1987 a 1998

Durante el mes de noviembre de 1986 se reportó importante incremento de la actividad


fumarólica en el volcán Sabancaya, así como la apertura del cráter del volcán (Thouret
et al., 1994). Entre mayo de 1990 y diciembre de 1994, la actividad del Sabancaya fue
de tipo vulcaniano, con un VEI de 2, que consistió en explosiones separadas por
periodos de 15 a 60 minutos, luego del cual se formaban columnas eruptivas de 0.5 a 3
km de altura en promedio (Thouret et al., 1994). Durante las explosiones se expulsaron
proyectiles balísticos y ceniza (Guillande et al., 1992; Thouret et al., 1994). El periodo
de mayor actividad se registró entre el 28 de mayo y 5 de junio de 1990. En este periodo
la columna eruptiva alcanzó entre 3 y 5 km de altura sobre el cráter, los proyectiles
balísticos eyectados alcanzaron algunos cientos de metros a 1 km de altura sobre el
cráter, se reportaron caídas de lapilli entre 3 y 5 km del cráter y las cenizas fueron
dispersadas entre 20 y 30 km al este del volcán, cubriendo alrededor de 250
km2 (Thouret et al., 1994, figura 1). El material juvenil eyectado tuvo composición
andesítica a dacítica, y se estima que alcanzó un volumen de 25 millones de m3.

Por otro lado, los reportes del GVP), dan cuenta de columnas eruptivas mayores, de
entre 6 y 7 km de altura sobre el cráter, los días 5 y 7 de junio de 1990. También el día
7 los medios de comunicación reportaron presencia de una pluma volcánica en Arequipa
y Puno, así como caídas de ceniza a más de 20 km de distancia, que provocó
destrucción de pastos y contaminación de ríos, especialmente el río Sihuas ubicado a
más de 40 km al sur del volcán Sabancaya. En el mismo reporte del GVP, se informa
de acumulación de depósitos de caída de ceniza de hasta 1 cm de espesor, en un radio
de 20 km alrededor del volcán.

Después de 5 meses del periodo de mayor actividad eruptiva, registrada entre mayo y
junio de 1990, se generaron lahares en varias quebradas aledañas al volcán Sabancaya.
Según un reporte del GVP, durante un sobrevuelo realizado el 10 de noviembre de 1991,
se observó ceniza depositada en el Hualca Hualca, el cual provocó el derretimiento de
la nieve y glaciares con la consiguiente generación de varios lahares. En este mismo
reporte se da cuenta de lahares en el flanco norte del Hualca Hualca, que fueron a dar
al río Colca, entre noviembre y diciembre de 1990. Actualmente se pueden observar
depósitos de lahar asociados a esta actividad en la quebrada Pinchollo, en el flanco
norte del Hualca Hualca, aproximadamente a 14 km al norte del cráter del Sabancaya
(figura 3). Este depósito posee cerca de 3 m de espesor, está conformado por una matriz
de ceniza (70%), que engloba bloques de diámetro centimétrico a decimétrico (30%,
figura 4).

Posteriores reportes del GVP también dan cuenta de emplazamiento de lahares de poco
volumen los días 9 y 10 de mayo de 1995, en las quebradas ubicadas en los flancos del
volcán Ampato. Los lahares se originaron debido a la fusión del hielo provocado por las
caídas de ceniza. Durante esos días la pluma eruptiva fue dispersada en dirección
suroeste, sur y este, cubriendo gran parte del volcán Ampato.

La actividad eruptiva fue decreciendo hasta 1996 donde las explosiones eran raras o
poco frecuentes y de menor intensidad. Sin embargo hay consenso en diversas
publicaciones de que la actividad eruptiva continuó hasta por lo menos 1998 (Gerbe y
Thouret, 2004). Según el catálogo del GVP, durante este último periodo se produjeron
explosiones freáticas.

La erupción generó efectos negativos en el medioambiente y los poblados ubicados


cerca al volcán Sabancaya. Se reportaron muerte de ganado, destrucción de cultivos y
desplazamiento de familias enteras hacia zonas más seguras. Todo ello generó
problemas sociales y económicos que no fueron atendidos por el Estado.

Dispersión de los productos de la erupción del volcán Sabancaya, 1987-1998. Tomado de Juvigné, et al.
(2008).

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