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Sinopsis
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Índice
Sinopsis Doce Veinticuatro
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Créditos
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Once Veintitrés
Uno
Traducido por Btaalejandra.
El chico era su hermanastro, Joshua. Estaba parado afuera de una puerta junto a
una cafetería llamada “Lechuga y otras cosas”. Frente a él estaba una chica que
Rose jamás había visto. Era más baja que Joshua y vestía una especie de abrigo de
lana con la capucha baja. Su cabello rubio caía sobre sus hombros, y lo estaba
mirando fijamente, aparentemente embelesada. Ver eso le dio a Rose un dolor de
garganta.
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Se sentaría en la mesa de la cocina mientras ellos cocinaban y hablaban. Cuando
Joshua la había invitado había dicho que quitarían un tema específico. Iban a
intentar con todas sus fuerzas no hablar sobre Los Cuadernos. Los cuadernos los
habían consumido, pero ahora era tiempo de que sus vidas volvieran a la
normalidad después de lo que habían sido unas dramáticas semanas.
Caminando por Camden High Street había estado contenta de ver a Joshua en la
calle fuera de su departamento. Era casi como si él hubiera tenido la sensación de
que ella estaba llegando. Estaba lista para sonreír y apurar el paso, pero una
extraña había salido por la puerta delantera.
Una chica.
Rose se detuvo de golpe y observó cómo unos segundos después Joshua se unía
a la chica. Rose cruzó la calle al otro lado y siguió caminando hasta que vio el
descanso de la entrada de un negocio. Se paró encima y los miró hablar.
Se enojó consigo misma por no caminar directo hasta Joshua y decir, Hola Josh, y
Hola a la chica y luego subir las escaleras para ver a Skeggsie. Ahora se sentiría
avergonzada. Levantó la vista al primer piso del edificio. Medio que esperaba ver
el rostro de Skeggsie en una de las ventanas mirándola. No había nada, en
realidad; tan solo la luz cálida amarilla de la cocina. Debería estar ahí arriba ahora.
Metió sus manos en los bolsillos airadamente. En uno de ellos sintió el borde de
un sobre presionando contra su piel. Era una carta que había estado acarreando
encima todo el día. Su abuela, Anna, se la había entregado cuando se fue a la
universidad. Cuando se dio cuenta que era una carta de su antigua escuela,
Instituto Mary Linton, se había sentido inquieta de inmediato. La había metido en
el bolsillo de su chaqueta con la intención de abrirla más tarde cuando tuviera
tiempo, cuando estuviera lista. La había dejado allí todo el día. No la había olvidado
del todo. Estuvo zumbando dentro de sus pensamientos todo el día, una presencia
molesta y persistente. Fue solo cuando partió hacia lo de Joshua que se esfumó de
su cabeza.
Ahora estaba en su bolsillo sin abrir, silenciosa, portando algún tipo de mensaje
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que particularmente no quería oír. Reconocía la escritura por lo que sabía
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exactamente quien la había enviado.
Dejó que sus dedos vagaran por ella y sintió el papel de lino que el Instituto
Mary Linton utilizaba de papelería. Le hizo recordar de repente las oficinas de la
escuela, el lugar donde ibas si tenías consultas sobre las visitas de tus padres o si
fuiste elegido para un viaje fuera de los límites de la escuela. Las mesas en la sala
de espera tenían papeles secantes gruesos y pequeños soportes de madera para
cartas con membretes y sobres. El papel era de color celeste y parecía lujoso. Los
sobres eran finos y largos y con un borde abierto. Tenían que cerrase lamiendo el
pegamento. La papelería era como el Internado: fuera de estilo y costosa.
Rose se dio cuenta que la chica hablando con Joshua estaba parada más cerca de
él. No había espacio en absoluto entre ellos. Se veía como si fuera a besarlo. Le
llevaría un segundo ponerse de puntillas y posicionar su cabeza a la de él. O él tan
solo bajaría su cabeza y pondría sus labios sobre los de ella. Rose mantuvo el
aliento. El tráfico se detuvo y aunque la gente continuaba pasando frente a ella
desdibujada, estaba demasiado compenetrada en las dos personas del otro lado de
la calle.
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—Justo a tiempo —dijo.
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Entró y sintió el calor del apartamento. Frente a ella había una escalera
empinada y siguió a Joshua hasta que alcanzó un pequeño rellano. El olor a
comida estaba en el aire.
Skeggsie sonrió. Rose miró a Joshua. Que Skeggsie disfrutara una broma no era
algo que se viera con regularidad.
Comieron con hambre. Nadie mencionó los cuadernos. Era la primera vez en
semanas que no había sido el tema principal de conversación entre ellos. Hacía
calor en la angosta cocina y Rose se quitó su jersey, colgándolo detrás de su silla. El
tatuaje de mariposa en su antebrazo resaltaba y se concentró en él por un
momento. Se había curado por completo y se veía como si hubiera estado allí todo
el tiempo. Una mariposa Morpho azul. Un recuerdo de su madre, a quien no veía
desde hace cinco años.
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cinco años.
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La voz de Skeggsie interrumpió sus pensamientos.
¿Es tu novia?
—¿Está en tu curso?
Joshua asintió.
Cuando terminaron de comer ayudó a Skeggsie a lavar los platos y los puso en
sus lugares asignados. Luego decidió regresar a casa de su abuela.
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—Te acompaño a la estación —dijo Joshua.
—No es necesario.
—No me importa.
—Soy una chica grande. ¡Puedo caminar por las calles de Londres por mí
misma!
Habló un poco más brusca de lo que había querido y Joshua lanzó sus manos al
aire a la defensiva.
—Lo lamento —dijo, bajando las escaleras.
—¿Skeggsie está mejor con la puerta? —dijo, su voz un poco más baja en caso de
que pudiera oírla.
Joshua asintió.
—Además tiene este amigo nuevo en la Universidad. Parece que finalmente está
saliendo de su caparazón.
—Ah.
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Se detuvo un momento.
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—Nos la arreglamos para no hablar sobre los cuadernos.
Él asintió.
—No —dijo.
Querida Rose,
Te sorprenderá recibir esta carta de mi parte, pero no tengo a nadie más a quien recurrir.
Tuvimos nuestros malos momentos en el pasado, pero ahora soy una persona diferente y
quiero que sepas que lamento cualquier daño que te haya causado.
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Estoy escribiendo porque algo horrible me está sucediendo. Es difícil de explicar. No lo
comprendo ni yo. Eres la única persona a quien puedo recurrir, la única persona en quien
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confiar.
Rachel.
Rose la releyó tres veces.
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DOS
Traducido por PrisAlvS
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cambiado en las últimas semanas y este cambio involucraba hacerle café a Rose
tres o cuatro veces por semana. Había empezado de forma rara una noche cuando
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Rose estaba trabajando en la pequeña habitación que usaba como estudio contigua
a su cuarto. Anna llamó a la puerta y entró con una pequeña bandeja en la que
había una taza blanca y un paquete de celofán de galletitas. La taza era brillante
con una agarradera angular. Era parte del juego que Anna tenía en exposición en la
cocina. Ella bebió el café y comió las galletas, y se preguntó por qué su abuela
estaba siendo mucho más sociable. En los siguientes días, Anna la llamó a la cocina
en varias ocasiones, le preparó una bebida y se sentó con ella. Habían conversado y
fue claro para Rose que Anna estaba haciendo un esfuerzo.
Había sido diferente en el pasado. Habían tenido fuertes discusiones en las que
Anna había dicho cosas molestas sobre su madre y Brendan, el padre de Joshua.
Hubo días en los que Rose había querido salir de la casa de Anna y nunca volver.
Ahora parecía como si Anna estuviera intentando conocer a Rose por primera
vez aunque, de hecho, llevaba cinco años cuidándola. Cuando la madre de Rose y
el padre de Joshua desaparecieron, Rose conoció a su abuela por primera vez y se
mudó con ella. Luego pasó unos años en la escuela Mary Linton, un internado en
los que pasó cortos ratos con su abuela. No eran cercanas, pero ahora parecía que
su abuela intentaba ser diferente. Así que aunque Rose no siempre quería un café,
se obligaba a sentarse y beberlo.
—Puede que me vaya por unos días —declaró su abuela luego de algo de
conversación sobre los cursos de Rose.
—¿Oh?
—Me gustaría ir a unos conciertos en Snape Maltings. Pensé que podía irme el
viernes en la mañana y pasar un fin de semana largo con un amigo.
Su abuela se tomó un momento para abrir el paquete de celofán con las galletas
de chocolate oscuro. Rose miró las uñas de su abuela, perfectamente arregladas y
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pintadas, cada uñas tenía un medio círculo de brillo en la punta. Sus uñas siempre
estaban así. Su ropa era conservadora, comprada en la calle Bond, pero sus uñas
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podía hacérselas en el Mercado Camden y rivalizaban con esas brillantes y
llamativas de las chicas en la escuela.
—Solía ir mucho durante los fines de semana cuando estabas en Mary Linton,
pero desde que regresaste no he ido.
Rose se tensó.
—Es mi hermanastro…
—Pero tu madre no se casó con su padre, por lo que no estás relacionada a él. Ni
por ley o sangre.
—Lo sé. Y sé que lo ves y lo visitas en tu estudio y tengo que aceptar, pero
realmente no lo quiero aquí en mi casa. Solo no me parece correcto…
—No te molestes, Rose —dijo su abuela—. Hace unas semanas dijiste que
deberíamos ser honestas sobre las cosas y solo intento decirte cómo me siento.
—Entonces ambas estamos diciendo lo que sentimos. ¿Tal vez eso es algo
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bueno? ¿Qué seamos honestas? ¿No era eso lo que querías?
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Luego en su habitación, Rose pensó en lo que Anna dijo. La actitud de su abuela
hacia Joshua había estado molestando a Rose por semanas. Anna siempre había
sido antagonista hacia él. Sabía que Anna tenía fuertes sentimientos sobre el padre
de Joshua y estos habían coloreado su vista sobre este chico a quien nunca había
conocido. Deseaba que Anna pudiera ver lo genial que era Joshua. Cuán
considerado y amable era. Cuán enfocado estada con descubrir lo que le había
sucedido a su mamá y Brendan. Deseaba que Anna pudiera ver a Joshua como ella
lo hacía.
Era Joshua y sus sentimientos por él se habían mezclado. Sus emociones habían
adquirido un tipo de añoranza por él que no podía controlar. Había empezado
unas semanas atrás, cuando pasaron unos momentos difíciles. Habían estado ahí el
uno para el otro y Rose se había apoyado en Joshua. Pero un día, sintió esos
sentimientos moverse a terreno peligroso. Incluso hubo un momento en el que
estuvo tentada a besarlo. Aunque se apartó justo a tiempo, de regreso a un lugar
seguro.
Eran familia.
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Pero era impensable y tenía que reprimir esos sentimientos.
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Por eso era mejor mantenerse ocupada, terminar su tarea a tiempo. Abrió un
documento en su computadora y revisó las notas que había tomado antes. Luego
de un momento, escuchó pisadas en las escaleras y un leve golpe en la puerta.
Querida Rose,
Noté, luego de enviar mi carta ayer, que puedes pensar que he enloquecido. Tal vez lo he
hecho.
Por favor escríbeme y envíame tu número telefónico… así puedo llamar. Te lo ruego.
Rachel.
Juliet Baker. Ese era un nombre en el que no había pensado en mucho tiempo.
Bajó la carta y se quedó inmóvil, recordando la última vez que había visto a Rachel
Bliss.
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y continuó empacando sus pertenencias en grandes maletas. Ya había llenado dos
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e iba por la tercera. Botaría muchas de las cosas que estaba empacando tan pronto
como volviera a casa de su abuela: su uniforme, mucha de la estúpida ropa
femenina que había comprado, peluches que había acumulado, libros y revistas y
montañas de tarjetas y cartas y fotografías que había coleccionado con sus años
como una chica de Mary Linton.
Escuchó la puerta abrirse por detrás. Se giró y vio a Martha Harewood, su jefa
de dormitorio.
—¿Lista, Rose?
—Casi.
Martha caminó por la habitación y se sentó en el borde de la cama de Rose.
—Lamento tanto que te vayas. Sé que estabas molesta hace unos meses, pero
creí que se había solucionado…
—Estoy bien, en serio. Solo quiero volver a la casa de mi abuela. Supongo que
estoy cansada del internado.
Rose asintió. Había tomado los doce las semanas anteriores. Ahora ya habían
acabado y no había nada que la mantuviera en la escuela.
—Solíamos ser amigas, pero no hemos sido cercanas por un tiempo. No tiene
nada que ver con que me vaya.
Martha se levantó.
—Bueno, es bueno ver que has crecido, así que bueno. No como la triste chica
que llegó aquí.
Rose se tomó un momento para acomodar la orilla de una blusa doblada. Triste
chica. Martha se refería a los meses luego de su llegada a Mary Linton. Los días en
los que el dolor por su madre pérdida era como una enfermedad. Martha había
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estado ahí, siempre con una caja de pañuelos a mano y un chocolate caliente el cual
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hacía solo para las dos en sus habitaciones. Martha había estado lista con un
abrazo amable y palabras relajantes. Martha solo había estado ahí.
Rose asintió.
1CGES: Certificado General de Educación Secundaria, rigoroso grado académico otorgado en cada
materia específica.
habitación. Eran las 12:15 y su taxi debía llegar a la una. En un lado de sus maletas
había enormes etiquetas: Rose Smith, c/o Anna Christie, 17 Avenida Andover, Belsize
Park, Londres. Iba a vivir a tiempo completo con su abuela. En el otoño sería una
estudiante de la universidad local y ella y Anna se verían cada día. Se preguntó
cómo sería así, cómo se molestarían.
Su puerta se abrió repentinamente y Rachel Bliss estaba ahí. Ella no habló, solo
miró la habitación de Rose, sus ojos fijos en cada maleta. Rose la miró. El cabello de
Rachel estaba suelto, meciéndose sobre sus hombros. Se veía blanco y hacía que su
rostro se viera más pálido de lo usual. Sus ojos azules miraron toda la habitación
como si nunca la hubiera visto antes. Estaba usando pantalones recortados y
sandalias, ropa de fin de semana. Alrededor de su cuello llevaba un medallón con
forma de corazón en una cadena. Rose se tensó. Ella se lo había comprado a Rachel
el año anterior.
—Sí.
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Rose no se movió.
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—No lo quiero.
Te lo ruego.
Rachel.
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Página
Tres
Traducido por belisrose
Rose y Joshua estaban en el estudio en el fondo del jardín de Anna. Una vez había
sido un garaje de clases. Era una construcción de ladrillo y descuidado, pero
cuando Rose dejó el internado para bien, lo había restaurado y convertido en un
lugar propio. Mantuvo su equipo de arte allí y también era lo suficientemente
grande para un viejo sofá, una silla de mimbre y varios grandes cojines. Era
domingo por la noche, justo después de las siete. Joshua estaba tendido en todo el
sofá, sus grandes botas colgando fuera en el extremo. Rose estaba sentada en el
suelo, apoyando la espalda contra la tapicería maltratada. En el suelo estaban dos
platos y los restos de fideos de comida para llevar. Había una revista enrollada por
los platos, y una lata de cerveza y una botella de Coca-Cola. Música estaba tocando
en el fondo, una de sus bandas favoritas. Después de comer y beber le había dicho
a Joshua sobre las cartas que había recibido de Rachel Bliss.
Ella asintió.
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Rose no dijo nada. En realidad no era una pregunta. Le había dicho a Joshua
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algunas cosas acerca de Rachel en los correos electrónicos que había enviado meses
antes.
Estimado Joshua,
Estoy enviando esto a tu tío ya que no tengo tu dirección actual de Londres. Espero que
estés bien y que estés disfrutando de tu carrera universitaria.
Algunos elementos de propiedad de tu padre nos han sido enviados. Si me llamas (tienes
mi número de teléfono) y me das tu dirección de Londres, te los remitiría a ti.
Te saluda
Robert Myers
—Lo llamé ayer —dijo—. Ellos tienen algo de papá desde hace siete años,
cuando trabajaba en la sede de la zona en Chelmsford. ¿Recuerdas? ¿Estuvo allí
durante tres meses? ¿Tenía que quedarse algunas noches?
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—Residió allí durante tres meses. Ahora ellos están reorganizando y las oficinas
se van a utilizar para otra cosa. Necesitaban limpiar cosas y encontraron un
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archivo de papá. Se lo enviaron a los abogados.
Joshua negó.
—No, solo era papá quien fue a Chelmsford. Kathy seguía trabajando en el
centro de Londres.
—No me acuerdo.
—¿Quién sabe? Les di mi nueva dirección y me lo van a enviar. Tal vez sea algo
que nos ayudará a encontrarlos.
Se había convertido en lo más importante para los dos. Siempre había sido la
pasión de Joshua pero Rose había pasado cinco años aglomerando sus emociones y
tratando de seguir adelante con su vida. Había estado tan segura de que su madre
y Brendan habían muerto, asesinados a causa de alguna investigación del caso frío
del que estaban trabajando.
Le habían dicho esto por una policía senior semanas después de que
desaparecieron. Recordó la visita como si fuera ayer.
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El Inspector Jefe Munroe había llegado después de que ella había estado viviendo
en la casa de su abuela durante unas semanas. Era un hombre importante y
ocupado, pero esta vez era algo personal, algo que tenía que hacer.
—He trabajado con tu madre y Brendan. Es por eso que tuve que venir a verte
cara a cara —dijo.
—¿Cuántos años tienes, Rose? —dijo él, momentos más tarde, su voz suave.
—Tengo doce.
—Vas a tener que ser una chica muy adulta porque tengo muy malas noticias
para darte.
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organizado.
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Se detuvo y la miró como si esperara que dijera algo.
—Todas las evidencias apuntan en esa dirección. Las cosas que hemos
descubierto que todavía no somos capaces de hacer público. Si lo hiciéramos
podría perjudicar a otras investigaciones. Tu madre era una excelente oficial de
policía, Rose. Yo la conocía. La conocía hace años cuando comenzó a trabajar para
la fuerza. Era muy profesional. Hubiera entendido esto. Eres una chica joven, pero
debes entenderlo ahora.
Rose bajó su rostro y dio un sorbo al té caliente ardiendo. Mantuvo sus ojos en el
hombre bronceado frente a ella. Él jugueteó con su taza y se movió en su asiento.
El Inspector Jefe Munroe. Nunca había oído a su madre mencionarlo antes.
Pareció sorprendido.
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Ahora Rose sabía que no era cierto. El policía se había equivocado. El pasado en
ese entonces había sido un lugar de oscuridad, un agujero negro que había
aspirado a sus padres hacia abajo. Ahora había un poco de luz. Se habían enterado
de que su madre y Brendan estaban vivos. No los habían visto ni sabían dónde
estaban, pero habían dicho que estaban a salvo y Rose y Joshua estaban
determinados a encontrarlos. Se sentía emocional, de repente, y se volvió para
decirle algo a Joshua al respecto, pero tenía los ojos cerrados.
Más tarde, cuando ya era hora de que Joshua se fuera, ordenó los platos y cogió
la lata y botella. Sus rodillas estaban rígidas y estiró sus brazos. Se sentía como si
fuera ya tarde en la noche. Joshua estaba diciéndole algo.
—¿Rachel? No.
Rose asintió.
—Lo somos, pero somos amigos, también —dijo, lanzando un brazo alrededor
de su hombro y dándole un abrazo rápido.
Salió por la puerta al fondo del jardín y Rose hizo un gesto con su mano hacia su
espalda desapareciendo. Eran las siete y cuarenta y cinco minutos. Se preguntó si
iba a volver al apartamento o si se dirigía a otra parte. La chica rubia, Clara, le vino
a la cabeza. Era una amiga de la uni, había dicho. ¿Estaba Joshua yendo a verla? La
idea hizo a su garganta secarse.
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La música seguía tocando en el estudio y se dejó caer por un momento en el sofá
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donde Joshua había estado sentado. En el suelo vio el sobre de la carta que le había
llegado. Lo recogió. Su nombre y dirección de su tío estaban en el frente. En la
parte inferior derecha del sobre, en cursiva, estaba el nombre de los abogados,
Myers y Goodwood.
No era exactamente un nombre inolvidable y sin embargo uno que Rose había
oído muchas veces en los últimos años. Myers y Goodwood. Tenían un testamento
que su madre y el padre de Joshua habían hecho. Esto se le había explicado a Rose
en los primeros días de vivir con su abuela. Dos años más o menos antes de que
desapareciera su madre y Brendan habían hecho uno en caso de contingencia. Eso
afirmaba que, si algo les pasaba, entonces los asuntos financieros y el bienestar de
sus hijos serían tratados por los abogados. No era inusual, un abogado le había
dicho a Rose, para los oficiales involucrados en trabajos peligrosos, hacer
provisiones para sus familias en caso de que algo inesperado sucediera.
Había habido una niñera esa noche, una chica de la calle, Sandy Nicholls. A
Rose se le permitió quedarse y esperar el regreso de su madre y se sentó junto a
Sandy en el sofá, entrelazando el brazo de Sandy mientras miraban un programa
tras otro. De vez en cuando Sandy presionaba el botón Silencio y le decía a Rose
algunos chismes de su universidad y una historia acerca de un chico que amaba
quien la estaba tratando mal. Sandy también pasó una buena parte de la noche
tecleando textos en su teléfono. Eventualmente, mientras la noche se hacía tarde y
más tarde, Sandy llamó al teléfono de la madre de Rose, pero simplemente fue al
buzón de voz. Rose recordó el mensaje que dejó. ¡Hola, señora Smith! Soy yo, Sandy.
No pasa nada aquí. Me preguntaba cuando estaba planeando volver. ¿Solo son las 11:15
ahora y es un poco más tarde de lo que usted suele llegar?
—¿Dónde están?
Rose miró a Sandy yendo de ida y vuelta por la ventana, tirando de la cortina a
un lado y mirando hacia afuera. Joshua estaba sentado en una silla en la esquina
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mirando a su teléfono y mirando de vez en cuando, con su rostro volverse hacia la
puerta con expectación.
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Después de la medianoche Sandy llamó a sus padres. A la una el padre de
Sandy llegó. El Sr. Nicholls tenía un estómago tambaleante, una gran voz y envió a
casa a Sandy y les dijo a Rose y Joshua que fueran a la cama. Dijo que él esperaría
por sus padres.
No había nada más que hacer que ir a la cama. Rose se puso en su edredón y
llamó a Joshua. Él vino a su habitación.
—Sí.
—¿No crees que han estado en un accidente?
—Probablemente sus teléfonos se han quedado sin batería. Saben que estaremos
bien. Tienes que dormir. Cuando te despiertes ellos van a estar aquí.
—¿Regresaron? —dijo.
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Rose se encontró agarrando el borde del viejo sofá, sus ojos empañados. Ahora no,
pensó, no iba a llorar ahora, cuando les habían dado una nueva esperanza. Se puso
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de pie y tomó algunas respiraciones profundas. Puso la basura en una bolsa de
plástico, apagó el calentador, la música y salió de su estudio y cerró firmemente la
puerta detrás de ella. Caminó alrededor de un seto de laurel y hacia la casa. La luz
estaba encendida en el salón de Anna. Tenía amigos alrededor. Rose asintió
educadamente a ellos cuando llegó.
Fue a la cocina y lavó los platos. La puerta de la sala debió abrirse porque el
sonido de la gente hablando y riendo se hizo más fuerte. Anna entró en la cocina.
—Hay un mensaje para ti en el contestador. De una de tus amigas en Mary
Linton. Suena como un buen tipo de chica, aunque un poco herida por algo. Fue
una sorpresa, debo decir. Usualmente no tienes llamadas aquí.
Secó los dos platos como un sentimiento de ansiedad se apoderó de ella. Rachel
sabía su número de casa desde el momento en que habían sido amigas. Cuando
guardó los platos en el armario se fue al otro lado del teléfono y pulsó el botón de
mensaje. Reconoció la voz inmediatamente.
Rose, espero que hayas recibido mis cartas. Espero oír de ti pronto. No me defraudes,
¿sí? Estoy dependiendo de ti.
¿Cuántas veces esta chica iba va a tratar de ponerse en contacto con ella?
Presionó con su dedo el botón Borrar y subió a su habitación.
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Página
Cuatro
Traducido por Girls-&-Peace
Rose no tenía clase hasta tarde en la mañana así que decidió trabajar en casa por un
par de horas. Su abuela se había ido temprano y la casa estaba silenciosa.
El sonido del correo llegando vino desde el primer piso. Salió al rellano y miró
al pasillo. Había una pila de cartas en la alfombra del pasillo. La vista de ellas le
dio un cosquilleo de aprensión. Por debajo, en el borde, pudo ver una esquina azul
sobresaliendo. Bajó las escaleras y recogió el correo. Podía sentir el pesado papel
de lino bajo la pila de cartas y cuando las colocó en la mesa del pasillo sacó el
delgado sobre azul. Irritada, volvió a subir las escaleras y abrió la primera gaveta
de su escritorio. Las otras dos cartas estaban allí. Por alguna razón las había alisado
y guardado. Lanzó el sobre sin abrir de la tercera carta adentro y cerró la gaveta.
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Al inicio del post escribió las palabras Los Cuadernos. Luego se echó hacia atrás
y tiró de su manga izquierda para ver su tatuaje de mariposa. Lo había terminado
semanas antes, mintiéndole al hombre en el salón de tatuajes sobre su edad. Había
dolido; pequeños movimientos de escozor mientras dibujaba en su piel. ¿Estas
segura que estas bien? dijo él unas pocas veces, viéndose consternado. La sangre
había rezumbado en burbujas por los pinchazos. Le había asentido para que
continuara, mirando cada movimiento con fascinación. Había estado llena de
alegría al descubrir que Joshua tenía un tatuaje similar en su pecho, pero cuando
descubrió que Brendan tenía uno al igual que su madre pareció irreal. Había sido
un extraño vínculo entre ellos. Todo ellos habían derramado sangre para tener esta
imagen en sus cuerpos, como algún tipo de ritual secreto.
Ella pensó por un momento antes de comenzar a escribir. El blog era una forma
de explicar lo que estaba pasando, tal vez incluso para explicárselo a sí misma.
Comenzó a recordar los eventos después de que se volviera claro que sus padres se
habían ido.
Rose se imaginó a este hombre, Frank Richards, de la última vez que lo vio.
Era alto y delgado. Viajaba ligero con solo un maletín sobre ruedas y una bolsa
de viaje. También era un policía y habían sido amigos con el padre de Joshua, pero
había sido despedido. Ni Rose o Joshua sabían por qué. Esto era una de las muchas
cosas que no sabían sobre Frank Richards. Ni siquiera sabían si Richards era su
verdadero nombre. Estar frente a frente con él había sido completamente
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inesperado. Más asombroso fue el hecho de que también tenía una mariposa
tatuada en su brazo. Cuando lo interrogaron (desesperada, intensamente) había
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retenido cosas, se había rehusado a responder diciendo Ya he dicho mucho.
Y lo había hecho. Les dijo lo único que querían saber. Katy y Brendan estaban
vivos. En una sola oración había resucitado a su madre y al padre de Joshua y
cambiado sus vidas para siempre.
Robamos algo de Frank Richards. En su piso tenía una pila de cuadernos junto a
su maleta. Había cerca de seis, como libros de ejercicios. Dentro había fotografías,
mapas y diagramas. Era un montón de escritura, pero estaba toda en código.
También había una copia deformada de un viejo libro de tapa dura llamado El
Proyecto Mariposa. Mientras Frank estaba empacando sus cosas, Josh escondió dos
de los cuadernos en su chaqueta. No podemos entender el código, pero estamos
intentándolo. Nuestro amigo, Skeggsie, trató de resolverlo, pero llegó a la
conclusión de que el código estaba vinculado a una fuente “desconocida”. Tal vez
un libro que fue sostenido por todos los participantes del código. Inmediatamente
pensamos en El Proyecto Mariposa.
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cincuenta años. Era delgado, tenía cabello gris muy corto y estaba mirando a la
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cámara más que posando para ella. Sus ojos eran negros y sus cejas pobladas.
Tenía puesta una camisa blanca, corbata oscura y una chaqueta de traje como si
estuviera de camino a algún evento formal.
No tenían idea de quién era este hombre. Skeggsie había usado su ordenador
para acceder a los sistemas de reconocimiento facial pero su hardware no tenía el
alcance para unirse con sitios más grandes y no encontró nada.
—¿Y?
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Rose sopló aire a través de sus dientes. Era demasiado complicado.
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—¿Qué tiene esto que ver con mamá y Brendan?
—Solo todo lo que tiene relación con esto es muy rebuscado —dijo Joshua, su
voz decayendo—. ¿Por qué esto debería ser algo más irreal?
—Muchas gracias, Sr. Darren Skeggs, bla, bla —dijo, usando su nombre
completo por primera vez.
Joshua ahora piensa que nuestros padres podrían haber trabajado para el
gobierno. Suena raro decirlo, pero cree que podrían ser espías o anzuelos, como sea
que los llaman ahora (no 007).
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Se echó hacia atrás en su silla. Debería responder, pero no quería en caso de que
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fuera Rachel Bliss nuevamente. Cualquiera que quisiera ponerse en contacto con
ella usaría su móvil o correo. Podría ser solo para Anna y quienquiera que fuera
dejaría un mensaje. Esperó hasta que el teléfono dejó de sonar y miró otra vez lo
que estaba escribiendo en el blog.
No creo que nuestros padres sean espías. Creo que es algo ridículo que decir,
pero no puedo explicarle eso a Josh porque está muy encaminado, tan apasionado
en encontrar la verdad. Realmente fue por él que hemos encontrado tanto. Fue por
Rose se tensó. Simplemente sabía que era Rachel Bliss. Miró alrededor y se
preguntó qué hacer. Si respondía quizás le podía decir que la dejara sola y eso sería
todo. Por otro lado Rachel, si era Rachel, podría empujarla en algo, podría decir
algo que Rose no sería capaz de ignorar. Mejor si lo dejaba sonar y luego
simplemente podría borrar los mensajes tan pronto como escuchara la voz de
Rachel.
Miró nuevamente el blog, echando una mirada al último par de párrafos, ahora
distraída, sin recordar realmente donde estaba en esta historia.
Joshua piensa que los cuadernos son todo. Son la llave para descubrir más. Yo
no estoy tan segura. Hay un número de razones de por qué creo que los cuadernos
no son tan importantes.
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Quizás los cuadernos son una pista falsa y estamos gastando tiempo tratando de
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descubrir que significan.
La frase Los Cuadernos se había vuelto, para Joshua, taquigrafía para hallar más
sobre nuestros padres.
El sonido del teléfono sonando nuevamente la sobresaltó. Parecía más fuerte
esta vez como si la persona llamando estuviera determinada a ser escuchada. Rose
hizo pequeños puños con sus manos y luego se enderezó y bajó tiesamente las
escaleras. Recogió el auricular y lo puso en su oreja. El timbre se detuvo. El silencio
era suave y envolvente y no habló, solo escuchó. La voz de Rachel Bliss era ronca
como si hubiera estado llorando.
—¿Rose? ¿Eres tú, Rose? Oh, Rose, tienes que hablarme. Me siento como que
voy a hacer…
Subió las escaleras sintiéndose melancólica. No tenía idea de cómo iba a detener
a esta chica de acosarla. Ninguna idea.
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Página
Cinco
Traducido por Girls-&-Peace
La mañana del jueves Rose abrió la puerta de su armario y miró sus ropas. Una
línea de pantalones negros, jeans y faldas colgando de la barandilla. Junto a ellas
había camisas blancas y tops con varias sudaderas, chaquetas de punto y jerséis
doblados por debajo. Después de que dejara la Universidad Mary Linton había
comenzado a vestirse de esta penosa forma. Le gustaba la claridad de lo
monocromático, la agudeza y limpieza de la forma en que se veían juntos. Anna lo
odiaba y trataba de persuadirla para comprar colores. Incluso Joshua lo comentaba
de vez en cuando, pero ella era firme sobre ello. Se vestía como quería vestirse y
nadie tenía el derecho de decirle lo que debería usar.
Aunque de vez en cuando veía algo en una tienda, un suave rosado o turquesa y
se sentía arrastrada a ellos, imaginándose usándolos, pintados contra su piel. Una
vez incluso había llevado una blusa rosa de seda tan lejos como a la caja
registradora, pero había cambiado de opinión y la colocó de regreso en la
barandilla y dejó la tienda sintiéndose tonta.
Ahora tocaba con sus dedos los pantalones, jeans y se preguntaba que usar. Sacó
un par de pantalones y una camisa blanca y una ancha chaqueta de punto. Recogió
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sus botas del suelo, abrió su cajón y tomó un par de calcetines púrpura. Podían ser
Página
cálidos, pero no vistos.
La abrió hastiada.
Querida Rose,
Realmente lo he hecho.
Rose se detuvo. Esta era solo otra de las mentiras de Rachel. Suspiró
fuertemente y siguió leyendo.
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rostro era blanco contra su cabello, como si no hubiera sangre en ella para nada. Parecía
Página
observarme y al final tuve que apartar la vista y cuando giré de regreso no estaba.
Luego ayer estaba en el patio tratando de leer un libro y subí la mirada hacia la ventana
de mi cuarto. Juliet estaba allí. Su rostro estaba allí mirándome. ¡Estaba en mi ventana,
Rose! Estaba en mi cuarto. Yo estaba histérica. Corrí para allá. Simplemente arremetí
contra cualquiera y corrí como una loca. Cuando llegué allí la puerta estaba cerrada. La abrí
y el cuarto estaba vacío.
Rachel
Rose bajó el papel, su rostro arrugado. Juliet Baker. ¿Cómo en la tierra Rachel
pudo haberla visto? Juliet Baker estaba muerta. Había estado muerta mucho antes
de que Rose pusiera sus ojos en Rachel Bliss. ¿Qué estaba diciendo Rachel?
Ridículo.
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escuela y familia.
Página
El cuerpo de la chica fue encontrado en el garaje de la casa de sus padres.
Rose nunca conoció a esta chica. Juliet Baker había estado en la Casa Brontë y
aunque debió haberla visto por ahí, no podía haber estado en cualquiera de sus
clases. Sabia de ella, por supuesto. Cuando pasó el suicidio, toda la escuela se
había estropeado. Había fotos de ella en todas partes. Su pálido rostro y cabello
oscuro le daban una imagen de melancolía, como si de alguna manera supiera que
iba a morir joven. Cada vez que Rose caminaba por una esquina le parecía ver el
rostro de la chica mirándola. La muerte trastornó a todos. Los profesores se
paseaban cerrando ligeramente los ojos, los rostros rojos, sus voces ásperas.
Muchos de los estudiantes se pusieron histéricos y si bien Rose se sentía mal por lo
que había pasado, no tenía conexiones con esta chica y se mantuvo así mientras
continuaba la melé.
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en ese tiempo, que la prensa estaba reporteándolo. Ella y Joshua habían vivido con
Página
padres adoptivos desde el primer par de semanas después de la desaparición de
sus padres y luego ella se había ido donde su abuela. Había tenido doce años,
dolida por la perdida, sin estar interesada en la televisión o los periódicos.
Viéndolo allí, años después, había estado maravillada y horrorizada de ver el
nombre de su madre, Inspectora Katherine Smith, impreso. Luego, después de ver
nuevas cosas día tras día con Rachel, se había sentido sobrepasada por la
información.
—No quiero ver nada de esto —le dijo a Rachel un día—. Es demasiado molesto.
—Seguro —había dicho Rachel, viéndose consternada—. No encontraré nada
más. No sabía que te molestaría. Solo lo dejaré.
—Oye, sé que lo hacías por las razones correctas. Lo sé. Pero solo ya no más,
¿OK?
Pero Rachel si siguió buscando. Semanas después Rose fue a su cuarto cuando
no estaba y vio su portátil abierta y una búsqueda en Google para Katherine Smith y
Brendan Johnson.
—¿Por qué sigues rebuscando en esto? —le demandó cuando Rachel regresó al
cuarto.
—Esta es mi familia…
—Sí, seguro. No buscaré más —dijo Rachel, cerrando la tapa del portátil.
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—Como sea —dijo Rachel, caminando fuera del cuarto.
Página
Luego Rachel había encontrado otros dramas de los que hablar así que dejó el
pasado de Rose en paz.
Ahora Rachel tenía un nuevo drama. Estaba siendo cazada por el fantasma de
su amiga fallecida.
—¿Hola?
—Hola, Anna…
—No, no, solo estaba llamando porque me preguntaba ¿si harías algo por mí?
—Por supuesto.
—Tengo un problema.
—¿Un problema?
—¿Esta chica con la que solía ser amiga en Mary Linton? ¿Su nombre era Rachel
Bliss?
—Si…
—Sí. La cosa es que estoy un poco preocupada por ella. Siento como que podría
estar teniendo algún tipo de quiebre. No siento que de hecho pueda ayudarla
desde aquí.
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—¿Te gustaría que yo hable con ella?
Página
—No, no. ¿Me preguntaba si llamarías a la escuela y hablarías con su directora,
Martha Harewood? Simplemente puedes decir que yo estaba preocupada porque
algo le estuviera pasando y pedirle si hablaría con ella. No quiero hacerlo yo
misma…
—Gracias.
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Página
Seis
Traducido por belisrose
—Ya desempaqué, pero quería que lo hicieras también. Para obtener una gran
sorpresa.
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—¡Vamos, míralo!
Página
Ella puso su bolso en una de las sillas y recogió el archivo. Era pesado. Levantó
la tapa y podía ver los bordes de un libro de tapa dura. Cuando lo sacó vio
exactamente por qué Joshua había estado tan emocionado. Era El Proyecto Mariposa.
Se lo tendió a Rose para que viera. Ella esperaba ver Xs aquí y allá, pero no
había ninguna.
Entonces los vio. Los puntos a lo largo de la costa cerca de un pueblo llamado
Stiffkey.
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—No lo sé. Papá dejó estas cosas atrás cuando terminó de trabajar en
Chelmsford. Alguien probablemente empacó estas cosas juntas pensando que papá
Página
iba a recogerlas, pero nunca lo hizo.
—Oh.
Era una cosa extraña, pero el comentario perturbó a Rose. No le gustaba pensar
en su madre y Brendan enfrentados sobre cualquier cosa. En su mente habían sido
perfectos el uno para el otro. Lo recordaba así. Estaba segura de ello. Miró a su
alrededor para ver a Joshua sosteniendo el llavero de cuero. Él estaba mirándolo
fijamente.
Estaba molesto, se dio cuenta. Estas cosas eran de algún interés para ella, pero
para Joshua era más importante. Los pedazos de la vida de su padre apareciendo
de la nada, como las algas varadas en una orilla.
—Um.
—¿Estas bien?
¿Iba a llorar? Dijo que había comprado el llavero para su papá. ¿Estaba pensando
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en un momento feliz cuando él se lo dio? Ella sabía lo que era. Clasificar a través de sus
cajones en casa ella podría esperar en una vieja bufanda de su madre y encontrarse
Página
a sí misma al instante entre lágrimas.
Ella dejó el libro y caminó hacia él. Estaba encorvado y mirando distraído.
Alargó la mano y la puso suavemente en el hombro. Podía sentir la tensión allí.
—¿Qué pasa?
—Es demasiado embarazoso para incluso hablar.
—¿Qué? ¿Tiene que ver con esto? —dijo ella, haciendo un gesto hacia las
pertenencias del padre de Joshua.
—No lo haré.
—Empezaría mejor por el principio. Ven conmigo. Hay algo que quiero
mostrarte.
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colgar en lugar de en perchas. Él caminó directamente a una pequeña cómoda de
su cama y abrió el cajón de abajo. Se sentó en la cama y sacó un puente. Lo sostuvo
Página
hacia Rose.
El puente era marrón y tenía un cuello en V. Era viejo y parecía como si hubiera
sido lavado frecuentemente, aunque tal vez no en los últimos cinco años. En la lana
se había formado pequeños adornos y había un tirón en la parte inferior.
—¿Qué?
—Si te digo esto nunca debes decirle a nadie. ¡Dios! Esto es ridículo. Se supone
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que debo ser un hombre de ciencia. Creo en las matemáticas, en la lógica. Creo que el
mundo está hecho de cosas explicables. Quiero construir puentes. En lugar de ello
Página
estoy…
—¿Qué?
Rose miró el puente con perplejidad. No tenía idea de adonde Joshua quería
llegar.
—Bueno, veo este lugar. No, eso está mal. No lo veo como tal. Es algo como que
lo huelo, lo escucho, lo saboreo. No todo el tiempo. Solo de vez en cuando. Tomo
conciencia de este lugar y estoy seguro, estoy convencido de que tiene algo que ver
con mi padre.
—No entiendo…
—Yo no lo he hecho desde hace mucho tiempo, pero cuando lo hice tenía estas
sensaciones. Había un olor, un sabor. Escuché cosas. Cerré los ojos y pensé que
podía ver a papá allí.
—¿Dónde?
—¡Yo tampoco! Soy la última persona en creer algo así. No he tocado este
puente durante mucho tiempo porque he estado tratando de sacarlo de mi cabeza.
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—¿Pero lo compraste para él? ¿Cierto? Así que probablemente hay algún
Página
vínculo inconsciente entre la compra del llavero, el puente y este lugar, donde
quiera que esté.
—No. Solo creo que tiene que haber una explicación lógica.
Los dos estaban en silencio. Era la segunda vez en el día que ella había estado
frente a un tipo de fenómeno sobrenatural. Primero el fantasma de Juliet Baker en
la carta de Rachel Bliss y ahora esto. Era estúpido. No creía en eso. Ella debió haber
tenido una expresión despectiva en su rostro porque Joshua sacudió su cabeza y
luego se dio la vuelta. La hacía sentir mal. Él había confiado en ella y lo había
golpeado lejos, hace poco.
—Vamos, dime. Si se trata de esta segunda vista o solo algún profundo recuerdo
de los tuyos, valdría la pena explorar.
—Tenía esta sensación de que era una vieja cabaña, o bungalow. De todos
modos, era baja y muy vieja, desmoronándose. Y siempre estaba frío y sin masas
de cielo. Como el cielo está en todas partes, enorme. Y había un olor a mar, pero el
mar no estaba allí. Estaba muy lejos. Y escuché gaviotas.
—Lo sé pero parece que están destinadas a estar allí. No solo algunas aves
carroñeras4. Es como si sus sonidos fueran lo más importante. No hay ruido de
tráfico o sirenas ni nada. Solo gaviotas.
—No, ese es el punto. Si yo estuve allí, entonces sería un recuerdo de algún tipo.
Pero es un lugar en el que nunca he estado. Por eso parece que es una señal de
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algún tipo. ¿Una señal?
Página
—No puedes saber nunca si has estado allí. Yo no recuerdo un montón de cosas
de cuando era pequeña.
—Lo sé, lo sé. Solo tengo la sensación de que fue un lugar importante para Papá.
No es fácil de explicar.
4También llamados necrófagos; son aves que se alimentan de carroña, carne en descomposición,
como el buitre o el cóndor, entre otros.
Rose fue a la cocina y tomó el llavero. Era sólido y la letra "B" era grande y
pesada. La llave que colgaba de él era de un color bronce mate. La sostuvo por un
momento y sintió el frío metal. Detrás de ella oyó pasos.
Él se acercó a la mesa de la cocina y recogió los objetos del archivo. Sabía que
había herido sus sentimientos. Dio un paso hacia él, pero estaba de espaldas a ella.
En cualquier caso, ¿qué podía decir?
Él asintió con la cabeza sin decir nada. Ella tomó su abrigo y se fue.
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Tomó sus llaves pero la puerta principal se abrió antes de que pudiera llegar a la
Página
cerradura.
—Pasa.
—Llamé al Colegio Mary Linton. Bueno, lo intenté y luego llamé más tarde hoy.
Acabo de conseguirlo a través de Martha Harewood hace una hora.
Rose recordó que ella le había pedido hablar con la housemistress 5 sobre Rachel
Bliss. Había salido de su mente. Por primera vez en días no había pensado en esas
letras irritantes y llamadas telefónicas.
—¿Que dijo?
Su abuela la miraba dolida. ¿Martha había sido brusca con ella? ¿Le dijo que se
mantendrá alejada?
—Rose, no sé cómo decirte esto, así que simplemente te lo diré. Esta chica,
Rachel Bliss, que solía ser tu amiga, bueno, ha habido un terrible accidente. Fue
encontrada muerta esta mañana.
—¿Qué?
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—Me temo que sí. Martha Harewood me dijo…
Página
—Eso no puede estar bien.
Rose sintió sus rodillas debilitarse. Su abuela puso su mano para sostenerla.
Casi no podía creerlo.
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Página
Siete
Traducido por Btaalejandra.
Rose estaba sentada con las piernas cruzadas en el estudio. Su bloc de bosquejos
estaba abierto frente a ella y estaba dibujando furiosamente. En la hoja había tres
dibujos de un ojo. Uno desde el frente, otro desde el perfil y el tercero estaba
cerrado. Era parte de una tarea en la que estaba trabajando, Ventanas. Tenía hojas
de bosquejos de ventanas reales, cámaras, pantallas de computadora y ojos de
cerraduras. Estaba cerca de unir sus ideas y entregar su tarea. Esta era la semana
para terminarla.
Eran pasadas las nueve de la noche. Había pasado un tiempo antes con Anna,
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quien le había dado las noticias acerca de Rachel Bliss como si le estuviera
contando sobre la muerte de un familiar cercano. Su abuela había estado muy
Página
compasiva y preocupada y le había pedido a Rose que le contara sobre su amistad
con Rachel. Rose la había resumido en unas pocas oraciones.
Vino a nuestra Casa a mitad del trimestre. No tenía amigos así que Martha Harewood
me pidió a mí y a otras chicas que cuidáramos de ella.
No fuimos muy amigas al principio, pero después de un tiempo pasamos ratos juntas.
Cancelaré mi fin de semana fuera. No quiero que estés por tu cuenta en un momento
como este…
Hubo momentos, durante ese año, en los que Rose se preguntaba si su relación
podía llamarse amistad incluso.
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Página
Unas semanas antes de Pascua, en décimo año, Martha Harewood envió una nota
para que Rose fuera a verla. Cuando ella llegó había otras dos chicas que conocía,
Amanda Larkin y Molly Wallace. Esto la deprimió inmediatamente. Amanda y
Molly eran chicas amables que ayudaban a los profesores, dirigían clubes, que
siempre hacían amistad con chicos que estaban enfermos o en problemas. Esperaba
que Martha no estuviera intentando atraerla a una especie de grupo de amigas con
ellas.
Las dos chicas estaban sentadas en el sofá de Martha. Rose se sentó en el sillón
floral, escuchando las patas crujir como solía suceder. Martha Harewood señaló la
jarra de zumo en la mesa de café, pero Rose negó con la cabeza.
Martha la había invitado cada semana para asegurarse de que estuviera bien. La
dejaba sentarse en el sillón floral y hablaba con ella acerca de las cosas que estaban
sucediendo en la escuela. A menudo comenzaba con No debería decirte esto pero…
Hacía sentir a Rose especial como si fuera una amiga de Martha. Un día Martha la
sorprendió cuando señaló una foto de una joven niña de cinco años sentada en un
aparador. Esta era mi hija dijo ella. Murió de cáncer. Por lo que sí sé cómo te sientes. Sé
lo que es perder a alguien. Había sido un momento sorprendente y Rose se había
dado cuenta de que no era la única persona que acarreaba una enorme angustia
encima.
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comenzó a sentirse cómoda alrededor del viejo edificio de la escuela y de
Página
deambular por sus terrenos. Hizo amigos; no cercanos, pero sí personas con
quienes pasar el tiempo.
Para décimo año era una chica “vieja”, alguien que se guardaba las cosas para sí
misma pero que tenía un número de chicas con las cuales pasar el rato. Ya no
necesitaba un hombro sobre el cual llorar. Por eso es que se sorprendió cuando la
encargada del Internado pidió que fuera a verla.
Martha observó a cada una por turnos. Rose no reconoció el nombre Rachel
Bliss. No estaba en ninguno de sus grupos GCSE.
—Lo que espero es que ustedes tres, chicas, puedan cuidar de Rachel. Mostrarle
donde queda cada cosa, asegurarse de que sepa sobre los horarios de las comidas,
las normas para bañarse, horarios de tareas y esas cosas. Podrían presentarla en
sus grupos de amigos.
Rose levantó la mirada. Bluebell era la habitación al lado de la suya. Había sido
usada por un tiempo por una muchacha de China quien había regresado a casa
justo antes de Navidad.
56
—¿Rose?
Página
No respondí en seguida. Odiaba este tipo de situación. Recordó cuando recién
empezaba en Mary Linton que había un par de chicas a las que claramente les
habían pedido que cuidaran de ella. Siempre parecían estar alrededor, en la clase,
en el pasillo, en la sala común, en la fila de la comida. Eran amables, pero Rose no
conectó con ellas de ninguna forma. Estaba contenta cuando finalmente la dejaron
sola.
—¿Rose?
—Claro, la cuidaré.
—Bien, excelente —dijo Martha.
Rachel Bliss llegó tarde por la noche. Rose había abandonado la sala común con
un dolor de cabeza y se había acostado en su cama para leer. Escuchó ruidos
saliendo de la habitación de al lado justo después de las diez. La puerta se abrió y
cerró varias veces y pudo oír la voz de Martha amortiguada. Hubo silencio
después y Rose se acercó y se puso a escuchar a través de la pared. Podía oír
música sonando suavemente. Estaba permitido hasta las once. Después de eso se
alentaba a las personas a ir a la cama, pero los audifonos se podían seguir usando.
Rose algunas veces se había quedado dormida con el sonido de su banda favorita
tocando en sus oídos.
—¡Hola! —dijo Rose—. Soy Rose Smith. Si hay algo que quieras saber puedes
preguntarme.
Rachel Bliss parecía dormida. Tenía el cabello rubio a la altura de los hombros y
piel pálida. Sus ojos se veían un poco hinchados como si no hubiera tenido una
buena noche de sueño.
Justo en ese momento Amanda y Molly aparecieron al final del pasillo. Molly
soltó un grito y corrió hacia Rachel. Rose se alejó, contenta de salir de ahí. Después
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de eso vio a Rachel Bliss en las clases y en las comidas. Estaba invariablemente con
Página
Amanda o con Molly o algunos de sus amigos.
Una noche, unas semanas después de que Rachel hubiera llegado, hubo un
golpe en su puerta. La abrió y encontró a Rachel parada allí.
Rose frunció el ceño. Nadie entraba a su habitación. Era su lugar privado donde
podía alejarse del constante murmullo. Sostuvo la puerta firme.
—No está para nada desordenada. ¡Deberías ver el mío! ¡Oh por Dios! ¡Tocas el
violín! Eso es difícil. Yo intenté la guitarra una vez, pero me salieron ampollas.
—¿Qué es lo que quieres? —dijo Rose, sintiéndose incómoda y sin gustarle que
ella estuviera ahí.
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—Definitivamente dijo que viniéramos a las siete.
Página
—¿Rachel?
Rose iba a ir a hablarles. No le gustaba ser parte de esta estúpida situación, pero
Rachel sacudió su cabeza firmemente.
—No.
Se escucharon las pisadas alejándose por el pasillo. Las voces de las chicas
disminuyeron. Cuando estuvo completamente en silencio Rose se giró hacia
Rachel.
—Esas dos, son realmente dulces y amables, pero me están volviendo loca.
—Deberías decírselo.
—¿Incorregibles?
—Implacables, iba a decir. Son como cachorritos. Amorosas, buenas, pero ¡OH!
Solo quiero que me dejen sola.
Rachel fue hacia la manija de la puerta. Pero luego pareció que notó algo. Cruzó
la habitación de Rose y levantó un libro.
—Me encantó este libro. ¿Has leído los otros? Me encantan las historias de
vampiros. ¿No es una idea brillante? ¿Qué puedas tener la misma edad por
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siempre? Tengo más de esta serie. ¿Te gustaría que te los preste?
Página
Rose sonrió indecisa.
El estudio estaba tranquilo y Rose miró su cuaderno de bosquejos y vio una página
blanca. Recordó a Rachel Bliss parada en su habitación diciendo: Me encantan las
historias de vampiros. Su cabello era de color oro y sus ojos del celeste más claro. Un
vampiro. Esa era Rachel. Absorbía a la gente hasta dejarla seca.
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Página
Ocho
Traducido por PrisAlvS
Rose frunció el ceño hacia Skeggsie. ¿Eso era todo lo que podía decir?
—¡Un lago!
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Eran las 5:30 y llamó para verlos en su camino hacia su casa de la escuela.
Página
Aunque conoció a Rachel solo por veinticuatro horas, no se lo comunicó a Joshua.
Dejaron las cosas sin finalizar con una nota el día anterior con toda su charla sobre
sentimientos especiales y segunda vista. Se había sentido incómodo y no parecía
correcto descargarse más con él. Ahora, mientras miraba alrededor del estudio
lleno de parafernalia por hacer sobre sus padres perdidos, deseó no haberlo
mencionado para nada.
Había dos sillas en la habitación y ambas estaban cubiertas del equipo que fue
quitado de la mesa. Ninguno pareció notarlo, por lo que ella se quedó de pie y
empezó a contar lo que pasó, a explicarle a Skeggsie sobre las cartas y las llamadas
que recibió de Rachel Bliss. Luego describió las cosas que Rachel escribió. Cuando
contó sobre haber visto el fantasma de Juliet Baker, apartó la mirada de Joshua,
consciente de que era un tema incómodo entre ellos. Finalmente reportó lo que
Anna le dijo.
—Eso es terrible. Quiero decir, sé que no te agradaba mucho esa chica, pero…
—¿Violencia?
—No.
—¿Intimidación?
—No, no realmente…
—¿Entonces?
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—No puedo explicarlo.
Página
Skeggsie bufó y puso los ojos en blanco.
—¿Qué? —demandó.
—Sé sobre los matones —dijo Skeggsie lentamente, luego se movió hacia la
mesa para acomodar algunas páginas ahí.
—Solo porque lo pasaste mal no significa que eres alguna clase de experto.
—No dije que lo fuera…
—Rosie —empezó Joshua—. Sabes que Skeggsie tuvo una mala experiencia.
—No lo hago.
—Lo sé.
—¡No tienes el monopolio de ser herido! —ella replicó, su voz fuerte y rasposa.
—Lo lamento —dijo ella—. Sé que fuiste herido. Joshua me contó. Estoy molesta
por mi amiga. Solo me estaba descargando en ti. No me refería a ese tipo de
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matonismo. Lo siento. Es difícil de explicar.
Página
—Hagamos algo de té —exclamó Joshua, tomó el codo de Rose y la guió a la
otra habitación.
—Le agradas. Créeme, lo sabría si no fuera así. ¿Quieres discutirlo? Perdón por
decirlo, pero crees que todas esas emociones realmente eran por alguien más… no
Skeggsie. ¿Es por esta chica que dijiste que “odiabas”?
—¿Cobras?
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—Pero hay algunos casos tan fascinantes que lo hago gratis.
Página
—¿Sabes qué? Es simple. Ella no me agradaba y ahora está muerta. La parte
complicada es que intentó ayudarme y la ignoré.
Él no habló.
—Sí, bueno, después… Bueno, creí que era momento de continuar al lado
práctico de las cosas. Dile lo que descubrimos, Skeggs.
—Baranski fue asesinado en el 2006 y hubo una pista de que la policía secreta
rusa estuvo involucrada, blablablá. Su compañía cayó aunque su hijo sigue en
65
Londres. Lev Baranski. Treinta y un años. Tiene un restaurante en Kensington Sur.
Página
—Entonces —continuó Joshua con dramatismo—, Skeggsie y yo vamos a ir
mañana.
—¿Para qué?
—Ah.
—Él es el único vínculo que tenemos con Frank Richards y por ende con papá y
Kathy. La fotografía de su papá está en el cuaderno.
—¿Qué le dirán?
—Algo así —admitió Joshua—. Pero eso no es todo. Vamos a ir a Norfolk el fin
de semana. Vamos a buscar los lugares marcados en el mapa de papá.
—Tengo cosas que hacer. Trabajos atrasados de la escuela. Tal vez necesite pasar
algo de tiempo sola.
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—No es una escapada, Rosie. Esto es serio —replicó Joshua, quien parecía un
Página
poco herido.
Rose se levantó. Códigos y escapadas secretas. Era como algo sacado de una
vieja historia de aventura. Mientras ellos jugaban por ahí, ella tenía todo el peso de
saber que alguien había pedido su ayuda y que no había hecho nada. Incluso si era
Rachel Bliss.
Salió al pasillo para buscar su abrigo y bolso.
—A veces se pone así. Solo tiene que descansar, tomar esteroides y antibióticos
y esperar hasta que su flujo máximo mejore. Debería estar bien en unos días.
—¿Flujo máximo?
—Es una cosa del asma. Algo desconocido para las personas normales con
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pulmones funcionales como nosotros.
Página
—Claro.
—Iré solo.
—¿Cómo llegarás?
—No lo sabía.
—¿Puedo ir? Quiero volver a mi vieja escuela. La busqué en Google Maps. Está
como a diecinueve kilómetros de Stiffkey. Ahí es a dónde vas, ¿no? Podrías pasar y
dejarme. Hablé con mi antigua jefa de casa y dijo que puedo quedarme un par de
noches. Puedes volver por mí el domingo.
—Tal vez.
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—Gracias.
Página
Se acomodó en su cama, las cartas de Rachel estaban a su lado. El viaje
significaría no ir a clases al día siguiente, pero no se podía evitar. Finalmente iba a
volver a Mary Linton.
—Mi tío Stu me enseñó a conducir —aclaró—, cuando tenía dieciséis años. Él
solía llevarme a este aeródromo en desuso que conocía. Y me dejaba conducir el
auto en vueltas y vueltas. Él se sentaba atrás, sacaba su tarro de tabaco y hacía diez
rollos mientras yo conducía. Luego, cuando tenía diecisiete años, me enseñó la
teoría y me hizo hacer el examen, pasé a la primera vez.
—Él está loco por los autos. Tiene este MG Roadster6 en su garaje que ha estado
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renovando durante años.
Página
—¿Ha estado en contacto últimamente?
—Sí, por fin consiguió una novia. Su nombre es Susie. Creo que es amor. Él la
menciona mucho en sus correos electrónicos.
Se dirigían fuera de la M25 hacia la M11; Joshua maldijo entre dientes al ver la
cola de tráfico.
6MG Roadster: auto deportivo de dos puertas diseñado por British Motor Corporation (BMC) entre
1962 y 1980.
Rose había visto un par de fotos de Stuart en el estudio de Joshua. Él no se
parecía mucho a su hermano, Brendan. Era más delgado en la cara y tenía el
cabello corto.
—No.
—¿Por qué?
—En realidad no le gusta mucho hablar de papá. La primera vez que fui a vivir
con él, era todo simpático y trató de animarme, pero al pasar el tiempo, era difícil
mantener una conversación. Solo hay tantas veces que puedes preguntarle a
alguien cómo son los recuerdos de la infancia de su hermano. Yo diría algo así
como: ¿Cuando tú y papá eran adolescentes salían juntos? Y él me decía: Bren y yo
salimos un par de veces. O podría decir: ¿Cómo era papá cuando tenía mi edad? Y él me
decía: Nuestro Bren estaba bien. Stu no es hablador, es el tipo silencioso. La verdad
es que si yo me hubiera quedado con él, no estaría buscando a papá. Es estar con
Skeggsie que me hizo mirar correctamente a papá.
—¿Por qué?
—Porque estoy lejos. Nada que pueda hacer puede herir los sentimientos de Stu.
Y luego está todo el material web que yo nunca podría haber conseguido sin
Skeggs.
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—¿Cómo está él hoy?
Página
—Más o menos. Tose mucho. Está tomando los esteroides. Tomará un par de
días para que entre al juego.
—No lo hagas. Me haces sentir lástima por Skeggsie y no quiero hacer eso.
—¿Todavía no te gusta?
—¿Tal vez es porque es un poco como tú? Tal vez por eso te resulta difícil
llevarte bien con él.
—Está cerca de la estación del sur de Ken, en el camino a los museos. Es una
calle que está llena de bares y cafeterías. Este restaurante se llama Easterm Fare.
—En realidad no. Tiene signos rusos por todas partes, pero solo sirve café y
emparedados y almuerzos calientes. Parece un poco deteriorado. Comimos un
emparedado y un café.
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—No, alguien de la universidad vino conmigo. Esa chica que viste la semana
Página
pasada, Clara.
—¡Llegué a hablar con Lev Baranski! Fue mucho más fácil de lo que esperaba.
Al final solo le pregunté por un trabajo.
Rose tenía una imagen de Joshua y Clara saliendo del restaurante. Joshua estaba
sosteniendo la puerta para Clara y ella reía hacia él, ambos encantados con su
pequeño plan. Rose podía ver el cabello de Clara serpenteando sobre sus hombros.
En su mente era más largo y más grueso que antes, el tipo de cabello que podría
recogerse en una banda para el cabello y amarrarlo en la parte posterior de la
cabeza. Rose agarró un mechón de su propio cabello y tiró de el a lo largo de su
barbilla. Ella se giró y apoyó la cabeza contra el cristal.
—Uhm.
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trimestre. Habría una rotonda y ellos se irían a la segunda a la izquierda hasta más
Página
allá de la Base Aérea de Lakenheath. Era un viaje que normalmente hacía con
gusto, con ganas de volver a la escuela después de pasar mucho tiempo a solas con
Anna. La última vez que lo hizo, justo después de Pascua, lo había hecho con el
corazón encogido. Ella no era amiga de Rachel Bliss y solo se había arrastrado a sí
misma de nuevo a la escuela para sentarse en sus GCSE7.
Ahora ella estaba lúgubre porque Joshua tenía una nueva amiga o tal vez
incluso una novia. Sus sentimientos por él estaban confundiendo sus pensamientos.
7GCSE: General Certificate of Secondary Education, por sus siglas en inglés, es el nombre de un
grupo de títulos británicos obtenidos a través de exámenes que se llevan a cabo a estudiantes de
entre 14 y 16 años en las escuelas secundarias de Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte.
—Podría cerrar los ojos por un rato. No dormí muy bien anoche —indicó ella sin
querer hablar más.
No durmió, sin embargo; seguía con sus ojos cerrados, cruzándose con su
reacción ante la mención de Clara. Con todo lo que estaba pasando, ¿cómo podría
la existencia de esta chica hacerla sentir peor? Rachel Bliss estaba muerta. ¿No era
eso en lo que debería estar pensando?
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—Hay un pub en Stiffkey. He reservado una habitación para dos noches. Dará
Página
tiempo suficiente para explorar alrededor, hablar con algunas personas.
Pero, ¿qué crees que vas a lograr? ¿Qué estás buscando realmente? ¿Hay algún punto
en seguir las marcas en un mapa que probablemente no tienen nada que ver con nada?
—Siempre hay habitaciones libres en la escuela. Oh, mira. La entrada está como
a un kilómetro y medio. Solo déjame en la puerta. Voy a caminar por el sendero yo
misma. A ver si estiro las piernas.
—Vendré por ti después del almuerzo el domingo, puede ser a las dos.
—Por supuesto que no —replicó ella mientras el auto se detenía en el borde del
césped justo antes de las puertas de entrada del Colegio Mary Linton.
Ella asintió. Abrió la puerta del copiloto y se bajó. Joshua hizo lo mismo. Ella se
puso su abrigo y, empujando el asiento hacia adelante, se inclinó para sacar su
mochila de la parte de atrás. Cuando estuvo de pie junto al auto, Joshua se acercó a
su lado.
Ella sintió sus labios sobre su piel y cerró los ojos por una fracción de segundo.
Luego él se marchó y ella se giró y atravesó las puertas del Colegio Mary Linton,
el sonido de la Mini alejándose detrás de ella.
74
Página
Diez
Traducido por belisrose
No había nadie alrededor a pesar de que era justo antes de la una. A la 1:15, la
campana del almuerzo sonaría y entonces el lugar estaría ocupado. Ella estaba
sintiendo hambre, pero sería extraño entrar en el comedor de nuevo, hacer cola con
una bandeja en la mano y caminar a lo largo del mostrador seleccionando su
almuerzo. Ella pensó que había terminado con todo eso. Durante esas últimas
semanas en la escuela cuando había estado sentada para sus GCSE mientras
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contaba los días hasta poder empacar sus cosas e ir a vivir a la casa de Anna. De
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pie frente a la barra de ensaladas, sus ojos parpadearon a través de los cuencos
gigantes de ensalada de col, ensalada de frijoles y lechuga, ella se había imaginado
preparar una sola porción de comida para ella. Usaría pequeñas ollas y sartenes,
picaría pequeños manojos de hierbas, cortaría media cebolla y un par de tomates.
Recogería un puñado de pasta seca. Solo lo suficiente para ella; sería de lujo.
Fue aquí donde Rachel dijo que levantó la vista y vio el rostro de Juliet Baker en
su habitación. Rose se quedó mirando la ventana por un momento, luego se giró y
miró en la dirección opuesta a la línea de árboles que bordeaba el estacionamiento.
Ahí fue donde Rachel había visto el fantasma de noche, la cara luminosa en medio
de la oscuridad.
Ella hizo un sonido de tsk y continuó. ¿Qué fue lo que Rachel había visto? ¿Algo
real? ¿O algo evocado por su propia imaginación?
Rose siguió caminando. Dio un paso dentro del edificio y fue a la recepcionista.
Era alguien que no conocía, alguien nuevo. Dio su nombre y la mujer miró a una
copia impresa, luego le dio un pase de visitante. Diez minutos más tarde, Rose
había caminado los cuatro tramos de escaleras y estaba de pie en el rellano junto a
un letrero que leía Casa Eliot.
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dirigían al comedor.
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Ella fue más allá del letrero de Casa Eliot.
Era parte del cuarto piso del edificio y albergaba a los estudiantes que eran
miembros de la casa con el nombre George Eliot. Los estudiantes de Casa Eliot
eran los únicos que dormían y vivían en el edificio de la escuela original. Consistía
en dormitorios y habitaciones compartidas e individuales. Tenía baños, un bloque
de duchas y dos cocinas pequeñas. Había una gran sala común llena de sillones y
pufs con unas grandes mesas de televisión y mesas de ping pong.
Cuando Rose era estudiante en la escuela podía reconocer todas las chicas de la
Casa Eliot y no solo debido a las pequeñas insignias que llevaban. Conocía a unas
veinte o menos con quienes hablar y un par que eran personas con las que ella
pasaba el tiempo. Su mejor amiga durante cuatro años y medio había sido Rachel
Bliss.
—¡Rose! Es bueno verte. ¡Oh! ¿Apuesto a que has vuelto a causa de Rachel Bliss?
Qué horrible.
Rose asintió.
—¿Lo hizo?
—Yo no lo haría —indicó ella—. Ella está en mal estado. Parece como si fuera a
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estallar en lágrimas cada vez que sale de sus habitaciones.
Página
—Oh…
—No, no, no era él, fue uno de los jardineros. Estaba tratando de traerla de
vuelta a la vida.
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—Boca a boca. Sabes, cuando respiran en los pulmones de alguien.
¿Reanimación?
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—La gente ha vivido en el agua durante horas. Oh, Dios mío, he visto eso. Su
cuerpo se apagó. Fue en un programa de televisión. Podrías estar muerto durante
horas, entonces pueden traerte de vuelta a la vida.
Rose las escuchaba. Las chicas que había conocido durante tres años y medio.
Hablaban de una manera sorprendida, pero también había un matiz de emoción.
Algo dramático había sucedido. Era algo de qué hablar, de interpretar.
—Si resulta que Rachel estaba borracha será mala publicidad para la escuela.
—¡No digas eso! ¿Qué tiene eso que ver con nada?
—Aparte de Molly.
—Me alegro de verte, Rose. Gran tatuaje. Me haré uno después de mis
exámenes…
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—No. Aunque no conocía los detalles, así que no tenía ninguna imagen en mi
cabeza. Ahora lo tengo.
Página
—Nadie sabe lo que realmente sucedió. Todo eso son solo chismes.
Justo entonces, Molly apareció en la puerta. Ella dio una media sonrisa cuando
vio a Rose y se dirigió hacia ellas.
—He oído que volvías. Te ves muy bien, Rose, ¿no es así, Amanda?
—Solo vamos a mi habitación para recoger las cosas de Rose. ¿Te sientes un
poco mejor?
Molly asintió.
—Ella ha estado muy afectada por Rachel. Ellas fueron bastante unidas este
último trimestre.
Rose se sorprendió. Ella nunca habría pensado en Molly como amiga de Rachel.
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meses cuando llegó por primera vez a Mary Linton. Hasta que un día el lago era
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más pequeño, pero más profundo y con varias características ornamentales, una
pequeña isla y un número de ensenadas en la periferia. El cobertizo había sido
reconstruido con un embarcadero de ramificación hacia fuera en el agua. Era lo
suficientemente largo como para amarrar una docena o más de botes de remos y
canoas que las chicas utilizan en los meses de primavera y verano. A un lado del
muelle, había una pared de pizarra que significaba que las chicas podían hacer cola
y esperar a los botes sin temor a caerse.
—La gente lo hacía. Ellos lo hacen. Está prohibido salir del edificio después de
apagar las luces, pero la gente lo hace.
—Las chicas tienen razón en una cosa. Será horrible publicidad para la escuela.
Primero Juliet Baker. Ahora esto.
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reales. Su madre comprobándola; asegurándose, desde la distancia, que se
encontraba bien. A Rose le gustaba este pensamiento.
Página
Subieron las escaleras de vuelta a Casa Eliot.
—No por mucho tiempo, Rose. No desde el comienzo del undécimo año. Nos
distanciamos algo.
—Iré al Holt en la mañana. Creo que llevaré a Molly. Trato de animarla un poco.
¿Por qué no vienes?
Demasiada colgada con Rachel como para notar a cualquier otra persona.
Las palabras picaban y se preguntó si tal vez Amanda estaba en lo cierto. Otra
chica, unas semanas antes, había dicho que Rose era distante, no estaba interesada
en otras personas. Ella había sido una estudiante en su nuevo colegio en Londres.
¿Había sido cierto también en Mary Linton?
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—Rose —saludó ella con una sonrisa temblorosa—. Adelante.
Página
Siguió a Martha en su sala de estar. Martha se dirigió a su escritorio. Estaba
atestado de cosas y ella parecía estar barajando de una hoja de papel a la siguiente
de forma distraída. Sus hombros eran redondeados y su voz un poco confusa.
Rose se sentó.
—Hemos tenido un tiempo muy terrible aquí. Perder una chica joven como esto.
Es simplemente terrible —murmuró Martha.
Martha asintió.
—He traído las cartas conmigo. Pensé que la policía podría querer verlas.
¿Quieres verlas? Están aquí en mi bolso.
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—Sí. Una extraña combinación. Creo que probablemente no era la primera
Página
opción para cualquiera de ellas. Por otro lado, he visto todo tipo de chicas hacer
buenas amistades duraderas en circunstancias poco prometedoras. Tenía mis
esperanzas…
—En las cartas ella parecía muy deprimida. Seguía mencionando a Juliet Baker.
—Pobre Juliet.
Martha negó con la cabeza. Comenzó a hablar, pero la campana para el final de
la hora del almuerzo sonó y ella apartó la mirada de Rose, hacia el sonido.
—¿Sabes dónde está tu habitación? —inquirió Marta con una media sonrisa.
—Sabes, Rose, Rachel era una chica difícil, pero todavía me preocupaba por ella
tanto como me preocupaba por cualquiera de ustedes.
Rose se giró y se sorprendió al ver que los ojos de Martha brillaban con
lágrimas. La mano de Rose se movió como para ofrecer consuelo, pero Martha la
alejó. Sacó un pañuelo del bolsillo, lo dobló por la mitad y luego lo apretó contra
sus párpados.
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madre las había guardado en un cajón.
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Ahora el tablero de corcho estaba en blanco, salvo por un pequeño agujero.
Después de entregar las cartas de Rachel a la Sra. Abbott, la directora, Rose salió
afuera a caminar por los terrenos de la escuela. Eligió un sendero que quedaba
fuera de la vista del edificio principal. Se dirigió lejos del lago hacia Ravenswood.
El pequeño bosque estaba en la periferia de la propiedad de Mary Linton. Apuró
sus pasos. Cinco minutos después estaba rodeada de árboles y arbustos.
Era un lugar muy usado por las chicas en sus tiempos libres. Había señales de
ellas por todos lados. Nombres e iniciales habían sido tallados en los árboles aun
cuando estaba mal visto. Había sogas para colgarse y guaridas que se habían
armado y luego descartado. Había claros donde la tierra se había aplastado y se
habían arrastrado troncos en conjunto para formar bancos. El bosque era lo
suficientemente grande como para tener espacios tranquilos con sombra donde era
posible encontrar un poco de privacidad.
Rose caminó por un par de minutos en dirección al extremo norte del bosque
donde había un grupo de abedules y un gigante roble. Más allá de eso había setos
y campos. En el suelo había un pedazo de tronco viejo. El primer verano que
Rachel y ella se hicieron amigas, fue allí. Se sentaban en el tronco y hablaban
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tranquilas, sus voces suaves, como en la iglesia. Ya no leían los libros de vampiros
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pero el bosque, aún durante el día, parecía un lugar escalofriante. A veces el
silencio explotaba en ruido cuando unos cuervos negros graznaban. Sorprendidas,
estallaban en pequeñas risas de susto. La mayoría de las veces, sin embargo, la
tranquilidad era interrumpida por jóvenes estudiantes que jugaban haciendo
mucho ruido, en esos casos ellas los echaban de regreso a sus lugares en el bosque
hasta que estaban solas de nuevo.
Durante estos momentos ellas hablaban. Rachel le contó a Rose sobre su vida.
—Mamá y papá se separaron un par de años atrás. Papá tiene una nueva esposa,
Melanie, ¡quien es tan solo unos pocos años mayor que yo! Ella siempre está
dándome cosas y después tengo que mentir sobre eso. Papá tiene este nuevo
apartamento por el Thames. Él y Melanie siempre están teniendo fiestas en la cena.
Ayudo a Melanie con la comida y me da un billete de cincuenta libras. No bromeo.
Un billete de cincuenta libras. Cuando llego a casa tengo que pretender que la pasé
horrible y lo peor es, y esto es realmente malo, que mi mamá empezó a salir con
este hombre, ¿Robert? Y él siempre está dando vueltas y tiene esta forma de
mirarme, como, si estuviera más interesado en mí que en mi mamá.
—El problema es que ella está tan satisfecha de ella misma. No sabes cuánto
lloró cuando mi papá se fue. Por ejemplo, yo llamaba cada noche y ella no podía
hablar porque estaba llorando demasiado. Semana tras semana. Me rendí y dejé de
llamarla al final. Estoy contenta de que tenga a Robert. Y no es como si yo estuviera
allí un montón. En las vacaciones solo me aseguro que mi puerta esté cerrada en la
noche y el baño.
—Éramos amigas. Juliet, Tania y yo. Nos la pasábamos juntas. Fue realmente
grandioso tenerla como amiga. Ella no era pupila, por lo que Tania y yo solíamos ir
a su casa los fines de semana. Su mamá nos hacía té y la pasábamos en su
habitación. Hacía magdalenas. Eran espectaculares, con pelotitas plateadas y
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decoraciones encima. Y Juliet tenía un hermano. Y Tania se enamoró totalmente de
él. Estaba tan enamorada que cada vez que él entraba en la habitación se ponía
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toda colorada. Era muy gracioso.
—Tania lloró por días. Nuestra profesora a cargo, Joan, llamó al doctor dos
veces, después Tania tuvo que irse a casa por un par de semanas para superarlo.
Fue el peor momento de todos.
—¿Cómo te enteraste?
—Joan vino a mi habitación y me contó. Dijo que había habido un terrible
accidente y que la pobre Juliet estaba muerta.
—¿Un accidente?
—Dijeron accidente porque ella no dejó una nota, así que no estaba tan claro cuál
fue su intención. Pero la encontraron colgando de una viga en el garaje, así que yo
creo que su intención estaba bastante clara.
—Lo fue.
—Han estado fuera por tres años y medio. El cuatro de Noviembre. El día
anterior a la noche de Guy Fawkes. Simplemente desaparecieron. Nadie sabe
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realmente que les sucedió.
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—Entonces podrían estar vivos —dijo Rachel, apoyando su mano en el brazo de
Rose, y acariciándola de manera reconfortante.
—Podría haber una buena razón por la que tuvieron que esconderse. ¿Tal vez
sus vidas habían sido amenazadas?
—Por supuesto que no. No lo haría. De todas formas, tú eres mi mejor amiga
ahora. ¿A quién más se lo diría?
Eran mejores amigas. Rose estaba feliz por primera vez en años.
Ahora, en el invierno, el bosque no era tan privado. Los árboles habían perdido sus
hojas y Rose podía ver a través de ellos. Cruzando los terrenos de la escuela estaba
el borde del lago y la casa de botes.
Salió del bosque y se dirigió hacia ellos. Era otro lugar a donde Rose y Rachel
iban y se sentaban. Muchas chicas iban allí en las tardes y los fines de semana. Ni
Rose ni Rachel usaban los botes nunca, aunque se acomodaban envueltas sobre el
embarcadero o se sentaban en pequeños recovecos alrededor de la orilla del lago.
Rodaban los ojos cuando veían chicas luchar con los remos. Ellas preferían usar el
lugar como fondo para sus conversaciones. Incluso cuando hacía frío y los botes
eran guardados durante el invierno, ellas y un par de otras chicas aún los usaban.
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La pared que franqueaba un lado del embarcadero actuaba como una especie de
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rompevientos.
Rose y Rachel habían sido amigas durante la temporada de verano y solo faltaba
una semana hasta que rompieran para las vacaciones. Las cosas se habían vuelto
un poco frías entre ellas. Habían discutido porque Rose le había pedido a Rachel
que dejara de investigar sobre la desaparición de su madre. Durante los días y
semanas posteriores Rachel se había vuelto introvertida y malhumorada. No
siempre estaba donde decía que iba a estar y Rose la solía encontrar hablando con
chicas que apenas conocían o sentada sola observando a la nada. Coordinaban para
encontrarse luego de las lecciones de violín de Rose o de bádminton pero Rachel a
menudo no aparecía. Rose comenzaba a sentir que había hecho algo mal.
Que se acercaran las vacaciones ponía a Rose más ansiosa. No se verían por
siglos. En tan solo una semana ella iría a la casa de su abuela para el verano. Rachel
iba a ir a Francia con su padre y Melanie por dos semanas y el resto se iría lejos con
su madre. Podría contactarla por email pero igual era una pausa larga.
Eran pasadas las nueve de la noche y una de las películas de Harry Potter estaba
siendo exhibida en la sala principal y chicas de todas las casas estaban mirándola.
Rose no podía ver a Rachel por ningún lado y se escapó de la película para
encontrarla. Después de buscarla en la sala común y regresar hasta la habitación de
Rachel y encontrarla vacía, se detuvo frente a la ventana y vio a un par de chicas
paradas cerca del cobertizo. Una de ellas era Tania Miller, la vieja amiga de Rachel
de la Casa Brönte. Rose bajó las escaleras y se dirigió hacia el lago. Yendo para allá
vio a Tania caminando hacia ella.
La muchacha tenia cabello largo castaño con una raya al medio perfecta que
hacía caer su cabello a ambos lados de su cara. Brillaba como si alguien realmente
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lo hubiera pulido. Esta noche había trenzado un mechón y se lo había ajustado
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hacia atrás.
Rose observó a Tania alejarse. Se preguntó que hacía Rachel con ella. No habían
pasado nada de tiempo juntas de lo que ella estuviera al tanto, no desde que
Rachel se unió a la Casa Eliot. Rodeó el cobertizo hasta el lado que quedaba oculto
del edificio principal. Rachel estaba sentada, apoyada contra la pared, con un
cigarrillo en su mano. Rose estaba sorprendida. Rachel había dicho que dejó de
fumar meses atrás.
—No dijiste que venías aquí. ¿Cómo es que Tania Miller estaba aquí?
—¿Qué es esto? ¿Tercer grado? ¿Tengo que pedirte permiso para hablar con
Tania?
—¿Qué?
De repente se le ocurrió que tal vez Rachel estaba preocupada por las
vacaciones. Tendría que pasar tiempo con el nuevo novio de su mamá. Una cosa
era evitarlo de vez en cuando pero tres semanas era mucho tiempo para que ella
mantuviera la puerta de su habitación cerrada. Tal vez esto era exactamente lo que
había estado haciendo a Rachel sentirse un poco fuera de lugar. Cuanto más cerca
estaban de las vacaciones más malhumorada se ponía. Estaba a punto de decirlo
cuando Rachel dijo algo que la sorprendió.
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—Mi hermanastra tiene leucemia.
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—¿Qué?
—¡Lo lamento!
—No va a morir ni nada de eso. Hay un montón de tratamientos que pueden
usar, drogas y esas cosas.
—Pobre enana.
—Si, bueno. Es solo una de esas cosas y nada que pueda hacer o decir va a
cambiar eso.
—Vayamos a ver el final de Harry Potter —dijo ella—. Quitaría mi mente de…
—Si, vayamos.
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hermanastra estaba tan enferma. ¿Por qué no le había contado?
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¿Era por qué Rose estaba tan llena de sus propios problemas que Rachel no
había tenido tiempo para cargarla con sus preocupaciones sobre su pequeña
hermana?
Mientras estuvo ahí, le llegó un mensaje de texto de Rachel. Tuve que irme a
casa un par de días antes. No tuve tiempo para decir adiós. Nos vemos en
Septiembre. XXX Rachel.
Ella chistó los dientes. Al regresar a la escuela corrió directo a la Casa Eliot y
encontró la habitación de Rachel silenciosa. La mayoría de sus cosas seguían ahí
pero algunas cosas se habían ido. La mesita de luz donde guardaba su maquillaje,
teléfono, iPod y otras cosas personales estaba vacía. Rose estaba perpleja.
En su cartera tenía un regalo que había comprado para Rachel. Las noticias de
su hermanastra habían hecho a Rose darse cuenta que Rachel se iba a casa a una
infeliz situación y quería levantarle el ánimo. Le había comprado una cadena con
un relicario de plata. La había encontrado en un negocio de antigüedades en Holt.
Le había costado veinte libras y era liviana y bonita. Rose estaba segura que a
Rachel le iba a gustar pero ahora que se había ido ella no había tenido la
oportunidad de dársela. Se preguntó que habría pasado.
Seguramente tuvieron que pagar extra para que las cosas de Rachel fueran
guardadas por los empleados domésticos y se las enviaran al final del trimestre.
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—Tania —la llamó.
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Tania se dio vuelta. Enganchó su cabello detrás de las orejas y caminó hacia la
mesa de Rose.
—Sí, se fue. Creo que podría ser a causa de su hermanastra, Megan. ¿Te
mencionó sobre ella?
—¿Qué? ¿Su hermanastra? —El rostro de Tania se transformó en una enorme
sonrisa.
Rose asintió.
—Ella me dijo…
—No puedes creer siempre lo que dice Rachel. Inventa algunas cosas.
Alguien llamó del otro extremo de la sala. Tania se dio vuelta y saludó a
alguien.
—Mira, Rachel está bien pero no creas todas las cosas que dice —dijo, se levantó
y alejó caminando.
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Una de ellas miró en su dirección y la hizo preguntarse si Tania estaba contándoles
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sobre como Rachel le había mentido a su nueva amiga.
¿Por qué?
Rose se recostó. Había un sentimiento de dolor originándose en su pecho.
Rachel le había mentido, deliberadamente. La había engañado, la hizo quedar
como una tonta enfrente de Tania Miller. No solo eso, sino también obtuvo su
simpatía por algo que no existía. Rose, quien tenía el peso de una angustia por su
cuenta, se había tomado el tiempo para sentir algo por Rachel.
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edificios. Llegó al final del embarcadero y se quedó quieta por un momento,
Página
observando fijamente el agua. Ondeaba con la brisa, la hierba en la orilla volaba en
una misma dirección.
El cuerpo de Rachel había sido encontrado aquí. Uno de los jardineros se metió
e intentó sacarla pero sus ropas estaban saturadas. Necesitaba ayuda para liberarla
del agua. Una imagen vino a su cabeza. Dos hombres luchando con el cuerpo
inerte, agua chorreando de él, tela mojada y pesada sobre la madera, un peso
muerto.
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Doce
Traducido por Girls-&-Peace
El sábado por la mañana Rose decidió que debería ir al Holt con Amanda y Molly.
Revisó su portátil y encontró que tenía dos e-mails de Joshua. El primero había
sido enviado a las seis del día anterior.
Estoy en el hotel, el White Rose. He tenido una rápida mirada alrededor de la villa y
tratado de encontrar algunos de los lugares en el mapa. Mañana haré un nuevo comienzo.
Espero que las cosas estén OK en tu vieja escuela. Josh XXX.
Acabo de haber hablado con algunos tipos en el bar. Les mostré el mapa de papá. Me
dijeron que los lugares marcados por papá están lejos de la villa hacia el océano, por las
marismas. Hay un sendero que se extiende por la costa desde King’s Lynn hasta Cromer.
Estas marismas llegan de entre el mar y las ciudades. Son tan amplios que en la mayoría de
los lugares de hecho no puedes ver el mar. ¿Recuerdas que te dije sobre ese raro sentimiento
que tenía? ¿Qué el lugar que veía en mi cabeza olía al mar pero no estaba cerca del él? Sé
que estabas escéptica pero quizás este es el lugar. Te lo haré saber mañana. Josh XXX.
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Ella envió una respuesta.
Página
Se unos pocos detalles más acerca de lo que le pasó a Rachel. Fue al lago en algún
momento entrado el anochecer del lunes. Algunas de las chicas dicen que había estado
bebiendo así que pudo haber sido solo un accidente. La Sra. Abbott, mi vieja profesora jefe,
vino a verme anoche y dijo que la policía estaba complacida de que hubiera llevado las cartas
y que estas mostraron el estado mental de Rachel en los días antes de que muriera. Esta
tarde, la policía quiere hablar conmigo (al igual que con otros estudiantes). Me mantendré
en contacto xxxx. Rose
Holt era un pueblo cerca de 8 kilómetros de la escuela. Llegar allí requería una
de cerca de 2 kilómetros y medio hasta la parada de buses. Luego era un viaje de
cinco minutos.
Amanda estaba muy habladora pero Molly permanecía callada. Miraba por la
ventana, un largo pañuelo blanco amontonado en su mano. Amanda hablaba de
cómo habían estado las cosas en la escuela este trimestre. Rose escuchaba y asentía
pero realmente su mente no podía dar conocimiento de la pequeña charla. Observó
a Molly por un tranquilo momento. Molly siempre parecía más joven que su edad.
Cuando Rose por primera vez la conoció tenía un carácter emocionable, un poco
fastidioso pero bondadoso. Amanda también había sido así pero ahora parecía
años más madura que Molly. Era como si Molly se hubiera quedado en los Ocho
Años, siempre precipitándose de aquí para allá, su mano la primera en levantarse
en la clase para responder una pregunta. Incluso su forma de vestirse era juvenil,
usando extrañas cosas en su cabello y una mezcla pasada de moda de infantiles
jardineras y blusas. Hoy tenía una pluma de un vivido rosado deslizada en su
cabello lo que parecía un poco bizarro. No que Rose fuera uno de los que comenta
la ropa de otras personas pero todo se agregó al hecho de que Molly aún no había
crecido. Tenía perfecto sentido que Amanda y ella se hubieran separado. El hecho
de que Rachel se hubiera hecho su amiga le dio a Rose un incómodo sentimiento.
Rachel la había llamado un cachorrito y Rose recordaba a Rachel rodándole los
ojos a Molly en muchas ocasiones.
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ver la familiaridad del pueblo Giordiano con su antigua High Street, su memorial
Página
de guerra y numerosas tiendas de té y tiendas de antigüedades para veraneantes y
domingueros. Siempre le había gustado ir al Holt. Muchas de las otras chicas
preferían ir a la estación más cercana de Little Radleigh y pasar su tiempo libre en
Norwich. Ella había ido un par de veces en Décimo Año pero en el Onceavo Año,
después de que ella y Rachel se hubieran vuelto amigas otra vez, las dos
prefirieron Holt. Vagaron por las tiendas echando un vistazo interminablemente;
antigüedades, coleccionables, boutiques de moda y tiendas benéficas. A nadie
parecía importarle y allí había una brillante área de artesanías por detrás de High
Street donde amaba comprar blocs de bocetos.
Rose las observó marcharse, Molly un poco por delante de Amanda. Cuando se
hubieron ido miró alrededor. Estaba ocupado. Holt estaba siempre lleno de
personas en los fines de semana. Incluso en invierno las familias de Londres
llegaban y se quedaban en segundas casas y compraban en las pintorescas tiendas
de comestibles y panaderías. Ella y Rachel solían burlarse de ellos.
Estaba helado así que Rose caminó hacia la parte trasera del pueblo en la
dirección del Emporio de Antigüedades y Coleccionables, un desvencijado viejo
edificio que cubría dos pisos. Arriba había un gran cuarto lleno de mesas de
madera a tiras y sillas y una variedad de baterías de cocina datadas desde los
tiempos Victorianos justo hasta los 1960. Abajo había un número de pequeños
cuartos, todos llenos hasta el borde con joyería, loza, cristalería y ropas. Era una
cueva de Aladín y ella y Rachel habían pasado montones de ocasiones allí. Siempre
habían llegado con un pequeño artículo; un joyero, un bonito tarro, una bufanda
de encaje, un anillo, un brazalete, una vez incluso un par de guantes hasta el codo.
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vino. Repentinamente pensó en Anna y se preguntó si le gustaría este lugar.
Probablemente no. Anna compraba en Harrods y Bond Street. Este lugar
Página
probablemente la horrorizaría. A Joshua le gustaría, aun así. Había un cuarto por
detrás lleno a rebosar de herramientas para trabajadores. Recordó la pequeña
habitación que él usaba en la casa donde habían vivido en Brewster Road. Siempre
estuvo atiborrada con piezas de bicicletas y herramientas.
Y luego estaba su madre. Ella habría amado este emporio. Su madre adoraba las
cosas viejas y recorrer tiendas de caridad en busca de viejos vasos, floreros o
vajilla. Compraba blusas y chaquetas de ventas benéficas y sitios de internet. Al ir
a trabajar su madre era otra persona; traje inteligente, zapatos y maletín. Los fines
de semana y días festivos usaba su mezcla ecléctica; una falda floral, una chaqueta
tweed, botas de gamuza y alrededor de su cuello una bufanda de encaje que
Brendan le había comprado como regalo de Navidad. Era vieja, había dicho ella, el
frágil encaje; una fuerte brisa podría haber hecho un agujero en ella. Su madre era
como dos personas diferentes.
Aunque ahora Rose pensaba que su madre, Kathy Smith, era como tres personas
diferentes; policía, madre y… ¿Quién era la tercera persona? ¿La mujer que había
planeado su propia desaparición, quien había dejado que su hija viviera una vida
solitaria?
Estaba depresiva; el verano estaba llegando; no quería ir a casa: estaba preocupada por el
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novio de mamá, Robert, así que hice que la historia continuara; no me preguntes por qué;
Página
solo soy una idiota.
A veces pienso que mi vida es simplemente tan sombría que tengo que inventar cosas.
Tú habías tenido dramáticas cosas pasando en tu vida. No sabes lo que es ser normal.
Lo único que alguna vez me pasó fue la muerte de Juliet y eso no es algo que quiera
recordar. Quizás es por eso que lo inventé. Algo por lo que sentirme mal que de hecho no
había pasado.
Cuando los e-mails llegaron los ignoró por unos días pero eventualmente
respondió, cortadamente y mostrando lo herida que se había sentido con la
mentira de Rachel. Luego sus respuestas se volvieron más largas e incluso trató de
simpatizar con Rachel, animándola, preguntándole sobre el terrible Robert y cómo
estaban yendo las cosas con la nueva esposa de su papá, Melissa.
Rose usó el brazalete y le dio el relicario de plata que había comprado a Rachel.
La amistad era fuerte nuevamente por las primeras semanas del final del otoño. El
frío clima las detuvo de ir al bosque y pasaron la mayor cantidad de su tiempo en
el interior. Había trabajo que hacer; los GCSEs8 eran a final de año y la escuela
estaba preparándose para obtener altos resultados de todos sus estudiantes. Había
clases extras y exámenes regulares. Había reuniones pastorales y objetivos y los
trabajos de dibujo eran examinados y comentados. Las chicas fueron puestas en
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aviso. Este era el año de revisiones y ellas tenían que ponerse manos a la obra.
Página
Rose hizo todo lo que le fue pedido. Trató de entrar a la universidad en el
periodo de tres años. Quería una carrera y una vida lejos de Anna y la
independencia era la única forma en que iba a tenerla.
Rachel había dicho que la vería en la biblioteca después de la última clase. Iba a
hacer algo de investigación por un proyecto del Budismo y Rose dijo que la
ayudaría. Rose fue a la biblioteca y la esperó. Sacó su libro y leyó por un tiempo.
Fue hacia uno de los ordenadores y buscó sitios en internet que le gustaban.
Eventualmente, se rindió y fue a buscar a Rachel. Una chica a la que le preguntó
dijo que había visto a Rachel ir a la Casa Brontë. Un sentimiento de indignación se
apoderó de ella. Rachel no tenía derecho de estar en la Casa Brontë cuando había
acordado encontrarse con Rose en la biblioteca. Marchó por la casa y encontró a
Rachel sentada en una pequeña cocina con otras dos chicas, una de ellas Tania
Miller. Caminó derecho hacia ella y se paró tiesamente en medio de ellas. Estaban
sentadas en altos taburetes en la barra de desayuno. Le dio a Rachel un vistazo
pero todo lo que Rachel dijo fue “¡Oh, hola!” y siguió hablando. Ella se quedó de
pie insegura. Eventualmente sacó una silla de una mesa y se sentó en ella
sintiéndose ignorada. Estaba en un nivel más bajo que las otras tres y mientras
miraba el rostro sonriente de Rachel, sus manos gesticulando, sintió un caliente
destello de celos.
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Tania estaba escuchando la historia de Rachel con los comienzos de una sonrisa
Página
en su rostro. Cuando Rachel terminó, Tania aplaudió con regocijo.
Así era como Rachel pasaba su tiempo en vez de trabajar, en vez de estar con
Rose. Se levantó repentinamente y caminó fuera de la cocina. Fue lo más lejos de la
puerta de la Casa Brontë y se detuvo.
¡Rachel solo estaba hablando con otras chicas! Dio media vuelta y caminó de
regreso hacia la pequeña cocina y escuchó un tintineo de risa llegando desde el
cuarto. Cuando estuvo más cerca escuchó la voz de Rachel fuerte y clara.
—¡Dios! No hagan caso de Rose. ¡Es tan posesiva y necesitada! Me está
volviendo completamente chiflada.
No había habido e-mails pidiendo por perdón y cuando Rose la vio yendo y
viniendo, Rachel estaba fría y distante. La vio un montón con Tania Miller y las
chicas de la Casa Brontë. Fue como si ella hubiera sido la que había ofendido a
Rachel y no de la otra forma. Rose estaba siendo castigada y en vez de volverla
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resuelta y distante, la hizo miserable y triste.
Página
Quería su amistad de regreso.
Había ido hasta el límite y sido muy posesiva. Quizás el hecho de que estuviera
sola en el mundo significaba que se apoyaba mucho en su amiga. Ella podía
cambiar. Podía ser menos necesitada.
Escribió una carta. Dijo que lo sentía y que había sido muy mano-dura e
interferido demasiado en el trabajo de Rachel. Quería que fueran amigas
nuevamente y esta vez no sería posesiva. Esta vez la amistad sería diferente. Puso
el sobre bajo la puerta de Rachel tarde una noche y luego esperó. Cinco minutos
después el sobre apareció bajo su puerta. Encantada, la recogió. Dentro Rachel
había garabateado las palabras, ¡Te he extrañado! ¡Seamos amigas otra vez! Te veo en el
desayuno. Luv Rachel. Se veía melancólica en la pared colindante. Rachel estaba solo
a tres metros. ¿Por qué no había venido y golpeado la puerta, invitándola a su
cuarto? ¿Por qué no había estado entusiasmada por ponerse al día, hablar sobre lo
que había pasado, darle un abrazo? Se recostó en la cama. No podía ir al otro
cuarto ahora. Tendría que esperar hasta la mañana.
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Hizo su camino hacia un café y por una charcutería en el medio del pueblo.
Amanda y Molly ya estaban adentro sentadas. Rose tuvo un té de menta y se sentó
Página
con ellas. Sopló el vapor de la cima de la taza y lo revolvió con una larga cuchara.
Molly estaba codeando a Amanda y asintiendo hacia el mostrador de dulces donde
un joven con un delantal blanco estaba sirviendo a los clientes.
—Lo era.
—¡Por un par de semanas! Rachel lo vio por un par de semanas. Eso difícilmente
se traduce como novio/novia.
—Fueron más que un par de semanas. En mi caso fue un mes completo. Él solía
llegar a la escuela en su BMW por la noche y ella se colaba por la puerta trasera.
Solía mandarme un mensaje y yo bajaría y se la abriría cuando regresaba —dijo
Molly.
104
Amanda captó los ojos de Rose. Tenía una mirada de exasperación en su rostro.
Página
Molly estaba jugueteando con un clip rosa de pluma. Su mano la desprendió
sosteniendo una de las plumas. Colocó la pluma en el borde de la mesa.
—Septiembre. Tan pronto como regresamos —dijo Molly, con una mirada
desconfiada hacia Amanda como si esperara que la interrumpiera—. De todas
formas ella lo conocía de cuando era amiga de Juliet.
—Fue más largo que dos semanas —dijo Molly con mala cara.
Rose comió su pastel. Las dos chicas se quedaron en silencio. Amanda estaba
mirando su teléfono pero Molly estaba jugueteando con su pluma rosada,
arrastrándola de ida y vuelta por el mantel de la mesa.
105
Se alejó en dirección al Café Cosy.
Página
Trece
Traducido por Girls-&-Peace
Ella no tenía idea de si se parecía a su hermana, Juliet. Rose solo había visto
fotos de ella esparcidas por la escuela. Recordó que la primera vez que escuchó su
nombre fue en la mañana del anuncio de la muerte de Juliet. Había sido en una
asamblea especial. Al final de las clases de la mañana las chicas habían sido
llamadas en el salón principal, todas quejándose, conscientes de los preciados
minutos siendo descontados de sus horas de almuerzo. La Sra. Abbott estaba en
frente, parada rígidamente y viéndose mortalmente seria. Después de que informó
a la escuela, hubieron oraciones y un minuto de silencio pero Rose no había tenido
106
idea de que pensar sobre ello. Juliet Baker era solo un nombre para ella. No
pertenecía nadie que conociera o pudiera imaginarse. Juliet estaba en la Casa
Página
Brontë e incluso aunque algunas de esas chicas estaban en sus clases, ella nunca
había llegado a estar cara a cara con la chica fallecida.
La Sra. Abbott no dijo nada sobre la forma de morir de Juliet. Dijo que había
habido un terrible accidente y de que debíamos rezar por Juliet y su familia. No dijo
que Juliet Baker se había colgado. Esa pieza de información emergió en los pocos
días siguientes. No fue hasta meses después, cuando ella era amiga con Rachel,
que escuchó toda la historia.
—Mi nombre es Rose Smith. Solía ser una estudiante en el Colegio Mary Linton.
Soy una amiga… ¿Al menos era amiga de Rachel Bliss? Me pregunto si tendrías
unos pocos minutos para hablar.
—No es nada malo. Es solo que no la he visto por meses y ¿quería hablar con
alguien que la había visto más recientemente? ¿Solo cinco o diez minutos?
Él se la quedo viendo de una forma tan desconcertante que ella tuvo que romper
el contacto visual. Cuando volvió a mirar él se había suavizado.
El King’s Head estaba lleno y Rose se las arregló para conseguir un par de
asientos al final de la mesa. Había un fuego estruendoso en la parte alejada del bar
107
pero donde ella se sentó estaba completamente ventosa. Sujetó los bordes de su
chaqueta juntándolos. Bajando la mirada vio sus DMs negras firmemente atadas,
Página
un borde rosa mostrándose del calcetín por debajo. Estaba agradecida de haberse
vestido abrigadamente esta mañana. Sorbió su bebida haciendo muecas ante su
frialdad. Tim Baker llegó momentos después y fue directamente a la barra sin nada
más que un saludo en su dirección. Después de pagar por su bebida, se dirigió a su
mesa y se sentó enfrente de ella. Finalmente, después de tomar un trago de su
cerveza, él la miró.
—¿Qué puedo hacer por ti? —dijo él, en una burlona voz de mostrador.
Había ruido por todos lados, una docena de conversaciones pasando de una
vez. Ella levantó la voz.
—Rachel y yo fuimos amigas por un año más o menos pero nosotras… Nos
separamos y no la he visto por meses. Una de las chicas en la escuela dijo que tu y
ella salían. Solo me preguntaba cómo estaba. ¿Si pensabas que ella era infeliz?
Rose no respondió.
—Dos, tres semanas. Pasábamos juntos un poco de tiempo. Eso era todo.
—¿Tu lo terminaste?
—¿Qué?
—No había romance. Era solo pasar un buen rato. Y ella estaba dispuesta.
108
—¿Solo era por el sexo?
Página
—No te veas tan impactada. En segundos pensamientos, entiendo por qué estas
impactada. No te ves como el tipo de chica que…
—¿Solo quería preguntarte si pensabas, durante esas semanas, que ella parecía
un poco depresiva? Me escribió solo hace una semana pidiendo mi ayuda y lo raro
es que seguía mencionando a tu hermana, Juliet…
—Ella no estaba depresiva cuando estaba conmigo. Parecía muy feliz, créeme.
—¿No estas siquiera triste de que este muerta? —dijo Rose miserablemente.
Él la miró incapaz de terminar la oración. Sus ojos estaban pesados y ella sintió
una tristeza real detrás de las buenas apariencias y confianza.
109
observó de cerca la imagen enfrente de ella. Un pálido rostro rodeado por un negro
cabello hasta la mandíbula, el flequillo peinado hacia un lado. Estaba sonriendo
Página
abiertamente, sus dientes blancos incluso justo como los de su hermano. Era bonita
y había un destello de algo alegre en ella.
—Lo siento.
—Terminé de hablar sobre Rachel —dijo él—. Sé que dijiste que era tu amiga
pero ella no era una buena persona. No tuve ningún sentimiento cuando escuché
que había muerto. No lo siento. Ni un poco.
Ella lo vio salir del bar. La puerta se abrió y dejó entrar una ráfaga de aire frío y
acunó su bebida por unos momentos antes de levantarse y dejar el pub.
En el bus pensó en lo que él había dicho de Rachel. Ella era una venida fácil. ¿Eso
había sido todo de lo que se había tratado? ¿Era el por qué Rachel estuvo tan
deprimida? ¿Porque el chico con quien se había acostado la había dejado sin
siquiera un adiós? ¿Eran los supuestos vislumbres de Juliet Baker solo una de las
pequeñas fantasías de Rachel cuando, de hecho, lo que tenía era un normal y
cotidiano corazón roto?
Pensó en Joshua. Cuan diferente era de Tim Baker. Nunca podría imaginarlo
hablando de una chica como lo había hecho Tim Baker. Joshua había perdido a su
padre pero no tenía amargura hacia él. No lo tomaría contra otras personas.
110
en qué estado mental estaba Rachel? Tal vez debería empacar y dirigirse a Stiffkey
y estar con Joshua.
Página
Caminó desde la parada de buses de regreso hasta la escuela. Puso sus manos
en sus bolsillos, sintiendo el frío aire pellizcándola. Un par de autos pasaron y
cuando llegó a la entrada del colegio, observó el bordeado de césped a lo largo de
esta donde Joshua había detenido el Mini de Skeggsie para botarla. Estaba rodada
con marcas de neumáticos en diez metros o más, como si un número de autos se
hubieran detenido allí para dejar o recoger personas. Posiblemente el BMW de Tim
Baker se había situado allí algunas noches esperando a que Rachel saliera
sigilosamente a través del cuarto de lavandería para salir de la escuela.
Dio vuelta en la autopista y caminó lentamente, no queriendo realmente llegar a
la escuela nuevamente. Se preguntó cómo le estaba yendo a Joshua y sacó su
teléfono de su bolsillo para ver si tenía algún mensaje. No había llamadas perdidas
o mensajes. Quizás debería contactarlo y decirle que quería regresar a Londres. La
casa de Anna parecía acogedora después de estar de regreso en la escuela. Deseó
estar de vuelta en su estudio, escuchando música, dibujando o trabajando en su
laptop. ¿Por qué no llamarlo? Si se iban pronto, podían estar en Londres para la
hora del té.
Luego tomó una profunda respiración. Sería injusto hacer eso, Joshua había
venido para explorar las áreas en el mapa de su padre. Era importante para él.
Había sonado emocionado en sus e-mails. Ella solo lo arrastraría de regreso antes
de que hubiera encontrado lo que fuera que estaba buscando. En cualquier caso,
había dicho que hablaría con la policía. En menos de 24 horas estaría terminando
con la escuela y en su camino a casa.
111
policía estaría llegando a la escuela a las tres para hablar con algunos de los
trabajadores y las chicas. Estaba acalorada después de la caminata así que decidió
Página
sentarse por un momento en vez de regresar a su cuarto.
Miró relajadamente por los grupos de chicas. Una gran risotada hizo erupción
desde un grupo de jóvenes chicas en jeans y chaquetas afelpadas con mangas de
brillantes colores. Ella bajó la mirada a sus propias prendas. Sudadera blanca,
pantalones negros, abrigo gris. Tim Baker la había encontrado sosa y no
interesante. No te vez como el tipo de chica que… ¿Qué quiso decir? ¿No del tipo de
chica que le gustaban los chicos? ¿Qué les gustaba a los chicos? ¿No una venida
fácil?
¿Le importaba?
Seguramente nunca estaría interesada en alguien como Tim Baker. Machista y
arrogante, le recordaba a algunos de los chicos en su colegio de Londres.
Caminaban por ahí mirando sus propios reflejos en las ventanas de las tiendas,
constantemente conociendo sus habilidades para atraer a las chicas. Joshua no era
así. Él parecía completamente inconsciente de sí mismo. Desinteresado en cómo se
veía o parecía para las otras personas. Era atractivo, ella sabía eso. La chica, Clara,
llegó a su cabeza y sintió angustia por un momento. La Clara que había visitado el
piso y acompañado a Joshua cuando él fue al Café Ruso en Kensington Sur. ¿Ella
era su novia?
112
No era ningún fantasma pero Rose quería saber quien era.
Página
Catorce
Traducido por belisrose
—¡Tania! —dijo.
Era Tania Miller, la chica de la Casa Brontë con quien Rachel había tenido una
amistad de sube y baja.
Tania se veía tan diferente. Su cabello brillante se había ido y ahora su rostro era
redondo y su boca parecía más completa. El cabello que Rose había admirado
dominaba su cara y ahora parecía más fresca, agradable de alguna manera.
113
Tania se encogió de hombros.
—¿Cuándo regresaste?
Página
—Ayer. Vine porque… bueno, me enteré de Rachel.
Rose asintió. Tania parecía a punto de decir algo, pero entonces sacudió su
cabeza.
—Lo siento por ella —dijo Rose—. Sabes que habíamos dejado de ser amigas
pero no habría querido que le pasara nada.
—Sube y baja.
Tania consiguió esbozar una sonrisa, pero sus labios parecían tensos.
—Te veré por ahí —dijo ella y pasó junto a Rose y fuera de la habitación de
Rachel.
¿Quién había hecho esto?, se preguntó. ¿Uno de los empleados de limpieza o tal vez
Martha Harewood? Se imaginó a la housemistress por un segundo, moviéndose en
silencio alrededor de la habitación de Rachel, doblando la ropa, cubriendo fotos y
ornamentos con plástico de burbujas, ordenando artículos de tocador en una caja o
bolsa. Los libros habrían ido en una de las cajas de cartón resistentes que se les dio
114
a las chicas al final de cada período de verano. Todo tenía que ser limpiado para
permitir que la habitación fuera limpiada a fondo para el nuevo plazo.
Página
¿Dónde estaban las cosas de Rachel? ¿En el sótano? ¿Encerrados en algún armario?
Rose suspiró. Qué diferente estaba la habitación sin los posters y libros y
ornamentos que Rachel tenía. Se veía desnuda, vacía; como si hubiera sido robada.
Rose había querido pasar el tiempo en la habitación de Rachel. En los primeros
días que habían pasado una parte de todas las noches allí. Era un lugar para leer
fragmentos de libros en voz alta, para escuchar música, para usar las laptops lado a
lado.
115
Cuando se habían agotado todos los temas, yacieron sobre la cama individual,
Rose levantó un extremo, Rachel el otro, y escucharon música.
Página
Luego estaban las Uñas.
Rose fue al refectorio y vio a Raquel por su cuenta. Ella llevó su bandeja y se
sentó junto a ella, sorprendida de verla mirando molesta.
116
—No somos más amigas.
—Oh.
Página
Rachel se encogió de hombros.
Rose no sabía qué decir. Dentro de ella sintió un arrebato de alegría. Quería
sonreír, ir a sentarse al lado de Rachel y poner su brazo alrededor de su hombro,
para consolarla y ser las mejores amigas de nuevo, pero sintió que esto era lo peor
que podía hacer así que terminó su comida lentamente.
117
—Bueno —dijo Rose, soplando a través de sus dientes—, por alrededor de un
año y luego no lo fuimos. Es por eso que no hice nada cuando recibí estas cartas.
Página
—¿No vistes como gritaban por ayuda?
—No al principio. Al principio estaba molesta por ellas, pero cuando siguieron
llegando le pedí a mi abuela que llamara a la escuela. Especialmente después de
que Rachel me llamó por teléfono y dejó mensajes. Sabía que algo pasó con ella.
Quiero decir, siempre fue un poco dramática, pero esto…
—No creo realmente nada de eso. Rachel tiene, o tenía, una imaginación salvaje.
Supuse que era algo que estaba diciendo para…
—Las chicas están diciendo que había alcohol. ¿Había alguien más involucrado?
118
—Me temo que no puedo decirlo. Es confidencial. La investigación hará…
—He venido todo el camino desde Londres para traer estas cartas —dijo Rose—.
Página
Y sé que usted no me puede decir nada con certeza. Sé que no está permitido. Mi
madre fue un oficial de policía, así que sé cómo funciona, ¿pero no puede decirme
solo lo extraoficial? No le diré nada a nadie. Volveré a casa mañana.
—Aun así.
—Sé que no puede dar información pero no soy una estudiante aquí.
—Lo extraoficial.
—Bueno…
—Los informes preliminares indican que llevaba muerta unas seis a siete horas
cuando la encontraron. Sabremos más después de la autopsia esta tarde. Hubo
indicios de alcohol en el lugar. Podría haber sido un accidente. Una adolescente
que bebe demasiado y cae en el agua. Tenemos casos como este de vez en cuando
pero son por lo general en los meses de verano.
—Sabemos que recientemente rompió con su novio. Tim Baker. Tal vez estaba
languideciendo. Todavía tengo que hablar con él. Posiblemente arrojará algo de luz
119
sobre esto.
Página
Rose frunció el ceño. No podía ver a Tim Baker dando cualquier ayuda en
absoluto.
—Ella era muy amable con una chica llamada Molly Wallace.
—He hablado con Molly. Está muy molesta. Dice que Rachel le dijo que se fuera
esa noche. Quería estar sola.
—¿Pero, por qué ir al lago? En este clima frío. ¿No crees que fue allí con la
intención de…?
—¿Qué?
—¿Suicidarse?
Rose dijo las palabras en voz alta. Había estado tratando de no pensar en ellas
desde que había oído que Raquel estaba muerta. Miró a la policía con optimismo,
esperando que le dijera: Oh, no. Definitivamente fue un accidente.
—No, pero no todo el mundo deja una nota. Su amiga Juliet Baker no lo hizo.
Puede ser que la forma de su muerte afectó profundamente a Rachel.
—Como digo, tenemos que esperar y ver lo que trae el informe de la autopsia.
Tus cartas, por supuesto, muestran su estado de ánimo y algunas de las otras
chicas han dado declaraciones que sugieren que estaba actuando de manera
errática en las últimas semanas.
120
—Cierto.
—Sé que dijiste que no eras nunca más amiga de ella pero aún así es un golpe
Página
duro, ¿verdad? Y encima lo de tu madre desaparecida. Mira, aquí está mi tarjeta.
Mi número de teléfono móvil y mi dirección de correo electrónico están ahí. Ponte
en contacto conmigo si te acuerdas de algo. Tengo el BlackBerry. Reviso mensajes
todo el tiempo.
—Rose —dijo—, ¿te importaría muchísimo venir a conocer al Sr. y la Sra Bliss
mañana a las doce? Vienen a recoger las cosas de Rachel y han dicho que les
gustaría conocer a algunos de sus amigos.
—Solo sería de diez, a quince minutos. Pensé que sería bueno para ellos para
conocerte. Una amiga que estaba con Rachel en tiempos más felices.
No respondió.
—Rose, la Srta. Harewood me dijo que te habías peleado con Rachel, pero, ahora
que se ha ido, ese tipo de pequeños desacuerdos no deberían importar. Solo quince
minutos. En mi oficina a las doce. Dejaré que tomes tu propia decisión si vienes o
no. Eres una chica Mary Linton. Sé que harás lo correcto.
121
¡Rose! No podrás creer esto, pero he encontrado el lugar que estaba buscando. Y está
marcado en el mapa de Papá. Es una cabaña y está en el borde de las marismas a un par de
Página
kilómetros fuera de Stiffkey. ¿La ruta costera de la que te hablé? Va a lo largo del borde de
los campos y helechos y todo lo que puedes ver es el cielo por millas alrededor. Hay un
arroyo cruzando y solo a lo largo hay un camino que va hacia la izquierda. Bajé y encontré
esta cabaña desierta. Sus ventanas están cubiertas de madera y las puertas están cerradas
con candados. Hay una dependencia con un bote. El lugar está cubierto de telarañas y
parece que nadie ha estado cerca durante años.
Quiero que vengas y veas conmigo. Mañana por la mañana. Usa zapatos cómodos. No
tomará mucho tiempo, pero hay que verlo de manera que no pienses que estoy loco. Podría
recogerte en las puertas de la escuela a las ocho. Tomarían treinta minutos llegar hasta aquí
y luego podría llevarte de vuelta a la escuela para que puedas terminar con lo que sea que
has estado haciendo allí.
Esta noche, estoy viendo a este chico local, Colin Crabtree, quien sabe mucho sobre
Stiffkey y las casas alrededor. Es un historiador y recoge datos sobre el pueblo y sus
alrededores. Las habitaciones del comité parroquial tienen viejos mapas y detalles de los
inquilinos anteriores y me los va a mostrar más tarde mañana por la mañana. Después de
que yo pudiera venir a recoger y que podía volver a Londres.
¿Te suena bien? ¿Te da tiempo suficiente para terminar las cosas en la escuela? Josh
XXXX
Rose se sentó. En realidad, había terminado con lo que había venido a hacer en
la escuela ahora. Le gustaría llamar un taxi e ir a Stiffkey y quedarse con Joshua
hasta que él terminara con lo que estaba haciendo. Pero sonaba ocupado y ella
probablemente solo lo arrastraría. Y sintió la presión de ir a ver a los padres de
Rachel a las doce.
122
Página
Quince
Traducido por Btaalejandra
Rose no tuvo una buena noche. Dio vueltas en su vieja cama, se despertó a las 0:48,
2:37 y 5:44. A diez minutos de las seis, se levantó y fue al baño. Cuando regresó,
observó la cama desecha y decidió que no tenía sentido intentar volver a dormirse.
Sacó su laptop y abrió su blog Morpho. Leyó las cosas que había escrito
recientemente y luego anotó la fecha y hora de hoy y comenzó a escribir.
¿Rachel se suicidó? Eso es lo que me pregunto. ¿Fue a la tarde al lago, segura de que no
habría nadie alrededor, se emborrachó y se metió en el agua? ¿Fue esta su forma de acabar
con su propia vida?
¿Si la hubiera llamado y escuchado su historia de dolor, las cosas habrían sido
diferentes? ¿O fue al lago porque ahí es donde pensó que vio al fantasma de Juliet Baker?
¿Estaba deprimida y se llevó el alcohol y, cuando no vio ningún fantasma, se sentó y se
emborrachó? ¿Y al levantarse para regresar a la escuela, perdió el equilibrio y cayó al agua?
123
sus problemas en esa máquina imparcial solía hacerla sentirse un poco mejor. Esta
vez no.
Página
Fue en puntas de pie hasta la cocina, hizo una taza de té y se la llevó de regreso
a la habitación. En lugar de volver a la cama, empujó la silla del escritorio hacia la
ventana y se sentó a tomarlo mientras observaba afuera hacia los jardines. La luna
estaba borrosa, pero daba la luz suficiente para que ella pudiera ver el lago y el
cobertizo para botes. Unos segundos después, sus ojos se movieron hacia los
árboles que bordeaban el aparcamiento. Miró cuidadosamente entre ellos. Ahí fue
donde Rachel había visto un fantasma.
—Hola —saludó.
Joshua sonrió y encendió el motor del auto. Estaba encantada de verlo e hizo lo
imposible para no extender su mano y tocar su pelo con puro placer.
Ella asintió. Él alzó la vista al espejo retrovisor justo cuando un auto apareció
acelerando por el carril detrás de él, pasó la Mini y giró enfrente de ellos
estacionando al costado unos pocos metros más adelante. Sus frenos hicieron un
fuerte ruido que sacudió la calma rural de esa mañana de domingo. Era un BMW
azul.
124
corto cabello estaba cubierto por un gorro de lana. Tania saltó al otro lado de la
calle y se metió en el BMW.
Página
Bueno, imagínate eso, se dijo Rose a sí misma. Tania Miller y Tim Baker.
—No. Bueno, hay una, pero está a veinte minutos de caminata cruzando los
pantanos. Si conoces los caminos, está bien. De otra forma es meterte hasta los
tobillos en agua de mar.
Rose arrugó su nariz y bajó la vista hacia sus botas militares. Ponte zapatos
cómodos, decía el mensaje de Joshua. Eso era todo lo que Rose tenía, botas o zapatos
cómodos y planos. ¿No se había dado cuenta? Se preguntó cuán lejos tendrían que
caminar para llegar hasta el lugar. El auto avanzaba despacio por la carretera, las
casas eran menos y más alejadas. A la derecha había un campamento lleno de
carpas, caravanas y casas rodantes. Enfrente de ella, Rose podía ver el horizonte,
alargado de punta a punta como si alguien hubiera dibujado una línea estrecha en
el cielo; los pantanos eran una extensión plana de pastizales, juncos y arbustos.
—Está por allí. Puedes olerlo. Puedes sentirlo en el aire, pero no verlo.
—Ah.
—Me sorprende que no sepas. ¿No fuiste a la escuela por aquí varios años?
—No, el camino costero corre por acá. Está seco, en algunos lugares
125
embarrados. Es una caminata de casi quince minutos.
Página
Caminaron en silencio por un rato; Joshua, adelante; Rose, unos pasos más atrás.
El sendero era suficientemente amplio como para que pasase un auto y tenía
marcas de llantas en ambos lados que generaban surcos de barro que ella trataba
de no pisar. Algunos de los senderos se desviaban y parecían dirigirse hacia los
pantanos. Joshua se dio la vuelta y la vio mirándolos.
—Hay playas por allá, partes donde el mar entra y zonas de arena y rocas donde
la gente se baña. Tienes que conocer los senderos, eso sí. Es lo que me dijo Colin
Crabtree.
Rose observó los pantanos, verdes sucios fundiéndose en marrones,
escurriéndose más allá de donde el ojo llegaba a ver. No podía ver ninguna
ensenada o agua azul, aunque podía sentir la presencia del mar, un olor fuerte a sal
o salmuera en el aire. En el cielo, el sol estaba alto y borroso. Hacía frío y una
molesta brisa soplaba en su cuello.
El camino llegó a una bifurcación. Más allá pudo ver algo de agua en la
distancia, una ensenada.
El sendero continuaba, pero los bordes eran más gruesos y puntiagudos. Rose
126
tuvo que maniobrar con cuidado, agachándose cada tanto para evitar ser cortada
por ramas espinosas. Luego, de repente, estaban en la intemperie y, frente a ellos,
Página
había una pequeña cabaña de tejas con tablas de madera clavadas sobre las
ventanas y una puerta delantera pesada. Junto a ella había una construcción anexa
y, enfrente, un jardín que había quedado desatendido. Parecía como si hubiera sido
abandonado.
—No era así como me lo describiste —indicó Rose—. Dijiste que era blanco.
—Lo sé. Creo que solo tenía como una sensación sobre este lugar. Sabía que era
una casa y yo proporcioné el perfil de una casa. Tenía una esencia de eso más que
una imagen real.
Rose frunció los labios. No quería pelear con Joshua, pero, realmente, ¿acababa
de descubrir lo que quería descubrir? Un mapa con un pueblo marcado en él. Una
cabaña abandonada. La sensación que obtuvo de un objeto de la ropa de su papá.
¿Significaba más que eso?
—Mira la casa.
127
—Uno de estos es más nuevo que el otro —aclaró.
Página
hubiera sido enganchado recientemente. Rose miró hacia otro lado, detrás del
terreno. Pudo ver campos y una arboleda. El ruido de un auto se podía oír en la
distancia, pero no pudo ver ningún movimiento. Era un lugar privado sin otros
edificios como vecinos. ¿Pero entonces qué?
—¿Cómo puedes estar seguro de que esto tiene algo que ver con Brendan?
Probablemente haya docena de edificios como este por toda la costa.
—Tan solo lo sé. Este lugar estaba marcado en el mapa de papá. Se siente como
el sitio correcto. De cualquier forma…
Sacó algo del bolsillo de su chaqueta. Era el llavero que había sacado del archivo
de las pertenencias de su papá. Lo extendió hacia ella. Colgaba en el aire entre
ambos.
—¿Qué?
—Agárralo —pidió.
128
—¿Esto abre la cerradura? ¿Ya lo has hecho?
—Tan solo ábrelo Rosie. Para complacerte a ti misma —ordenó más duro.
Página
Ella caminó hacia la puerta y alcanzó el mugriento candado plateado sin lustrar.
La llave en contraste era brillante y resplandeciente. La deslizó en la cerradura e
intentó girarla. No cedía por lo que se puso en puntas de pie e intentó de nuevo y
sí giró, el candado se abrió como la pinza de un cangrejo.
—Oh.
—Esto es, Rosie. Este lugar tiene algo que ver con papá y Kathy y lo que les
sucedió. Si tuviera una palanca podría quitar el otro candado y mirar adentro.
—¿Forzar la entrada?
—Hoy no. Pero voy a ver a Colin Crabtree otra vez esta, por lo que debería
obtener más información. También voy a contactar a nuestros abogados. Si este
lugar es de papá, entonces debería pertenecerme a mí ahora. Entonces podría
meterme legalmente.
—¿En qué? ¿Un edificio abandonado? Tal vez es de tu papá. Tal vez sí es dueño
de esto, pero mira, nadie ha estado aquí en años. ¡Eso no nos dice nada!
129
Ella era escéptica. La cabaña parecía no tener nada que ver con nada. Como algo
de Joshua y Brendan. Posiblemente una casa de vacaciones que Brendan había
Página
comprado e intentó renovar por un tiempo. Tal vez fue cuando Joshua era un bebé
o de dos años y tenía profundos recuerdos de él. ¿Entonces qué si la llave estaba
entre las cosas de Brendan junto a un lugar marcado en un mapa? ¿No tendría
Brendan acaso una llave del lugar si fuera su casa para vacacionar?
—Vamos, Rose.
130
fría brisa.
—Lo lamento —musitó cuando se sentaron en el auto—. Debí haber sido más
Página
positiva. Parece que no logro tomar esto en serio.
—¿Por lo que te dije del suéter de mi papá? ¿La idea de algo sobrenatural?
—¿Entonces?
—Que tal vez ese sentimiento que tuve no tiene nada que ver con fantasmas, tal
vez es una especie de energía física. No lo comprendemos ahora, pero en los
próximos años…
Condujo fuera del estacionamiento hacia la carretera. Una vez en la calle, aceleró
y se quedaron sentados en silencio todo el regreso a la escuela. Cuando llegaron a
la puerta, ella se dio cuenta, con sorpresa, que eran casi las 10:30.
—Tengo que ir a buscar mis cosas al bar, ver a Colin Crabtree y luego vendré y
te recogeré. ¿Diría una en punto? ¿Aquí o adentro de la escuela? —preguntó con
voz plana.
131
Se bajó del auto. Él se alejó manejando sin despedirse. Ella se enojó. Estaba
molesta consigo misma. ¿Por qué no había podido fingir que creía en eso? ¿Qué
Página
diferencia hubiera hecho? Cruzando la calle hacia la entrada de la escuela, se
acordó de Tania Miller subiéndose al BMW de Tim Baker. Se preguntó si era
importante o tan solo otro hecho al azar que no tenía que ver con nada más.
Dieciséis
Traducido por Btaalejandra
Estaba de regreso en Mary Linton y faltaba una hora para salir a encontrarse con
los padres de Rachel. Decidió conseguir un café y un emparedado del comedor.
Vio a Molly sentada sola y, después de que pagó, cruzó el lugar y se sentó enfrente
de ella.
—Hola —saludó.
—Hola, Rose.
—¿Cómo te sientes?
—Bien.
132
papel celofán del emparedado.
Página
—Sí.
—Sé que a Amanda no le gustaba Rachel y sé que tú te peleaste con ella, pero a
mí me caía bien.
—¿Sabías que Rachel pensó que había visto un fantasma?
Molly asintió.
—¿Te escribió?
—Obviamente estaba pasando por un mal momento. Fue bueno que ella te
tuviera.
—Rachel me hizo jurar que no le diría a nadie sobre el fantasma. Tenía miedo de
que las personas creyeran que había enloquecido. Lo vio una vez en su habitación
y luego una noche cerca del estacionamiento. Dijo que se parecía a Juliet Baker.
—Pero con Rachel era casi siempre difícil distinguir cuándo estaba diciendo la
verdad. Era una chica extraña.
133
Molly parecía pensativa.
Página
—Sí se deprimió. Cuando empezó esta cosa del fantasma, le pregunté si pensaba
que tal vez tenía algo que ver con un sentimiento de culpa por la muerte de Juliet
Baker. ¿Tú sabes que dicen que cuando las personas se suicidan, sus familiares y
amigos sufren de culpa porque creen que debieron haber hecho algo? Ahí se puso
realmente mal. ¿De qué tengo que sentir culpa yo?, dijo. No tengo nada por qué sentir
culpa. Juliet Baker se suicidó por culpa de su padre. ¡Nada que ver conmigo!
—¿Su padre?
Molly saludó con la mano y Rose levantó la vista hacia la puerta giratoria y vio a
Amanda entrando al comedor. Fue directo hacia ellas. Tenía su computadora
portátil bajo el brazo y algunos libros en su mano. Alcanzó la mesa y los depositó.
Parecía cansada.
134
—Lo iré a buscar —ofreció Molly, levantándose—. Tú quédate aquí sentada. Te
Página
ves cansada. ¿Dónde te sentaste?
—¡Regreso en un minuto!
—Un minuto ella está bien, al otro ella está llena de lágrimas. Creo que debería
irse a casa para descansar.
—Parece genuinamente preocupada por esto.
—Le caía bien Rachel. Una de las pocas que lo hacía. Yo creo que Rachel tan solo
la usaba. Necesitaba a alguien que la dejara entrar de nuevo al edificio cuando
pasaba la noche con Tim Baker.
—No solo eso —agregó Amanda, mirando alrededor y bajando la voz—. Molly
me dijo que solían ir al cobertizo de los botes. Su padre tenía una llave de cuando
trabajaba en la escuela. Tim la solía usar cuando quería…
Rose se habría sorprendido de no ser porque ya había hablado con Tim Baker.
Amanda se veía rígida.
—Molly estaba paralizada cuando Rachel le dijo lo que tenían planeado. Yo creo
que probablemente exageró mostrando cuán madura creía que era.
—Hablé con Tim Baker ayer. No tenía ninguna cosa buena para decir sobre
Rachel. Luego lo vi esta mañana, esperando en su BMW afuera de las puertas de la
135
escuela y, un minuto después, Tania Miller salió y se metió junto a él.
Página
—Rachel no puede aferrarse a las personas. Se dan cuentan cómo es realmente…
—Te cayó bien una vez —interrumpió Amanda—. Debía haber algo sobre ella…
—Molly tal vez lo vio como un desafío. Le gusta ayudar a las personas. Y con
Rachel por su cuenta…
Rose se molestó. Era la segunda vez en dos días que Amanda la hacía enojar.
Molly se sentó. Estaba más alegre y hablaba con Amanda sobre algunas chicas
que conocían, Rose miró el resto de su emparedado y decidió que no lo quería.
Dijo adiós y subió las escaleras hacia la Casa Eliot, de regreso a su vieja habitación.
Después de que Rose se peleara con Tania, Rose y Rachel se volvieron más
unidas. Rose recordaba las semanas cuando Rachel la había despreciado. No
quería que fuera así de nuevo. Atesoraba el afecto que Rachel le había dado y,
después de su horrible pelea, estaba determinada a hacer las cosas diferentes.
136
Cuando regresó de las vacaciones de Navidad, prácticamente levantó a Rachel y
le dio vueltas, estaba muy contenta de verla.
Página
Pero no duró. Los viejos problemas surgieron.
Las tareas eran difíciles, había exámenes semanales y revisiones extra de las
asignaciones. Rose hizo todo, su habitación volviéndose una enorme sala de
archivado para las doce materias diferentes que estaba tomando en GCSE. Rachel
se atrasó, su habitación parecía destrozada con hojas A4 por todos lados y libros
desparramados. Rose no comentó ni molestó. Esta vez iba a dejar que Rachel
hiciera lo quisiera.
En febrero, Rachel tuvo que ir a casa por una semana porque su madre estaba
enferma. Cuando regresó, estaba deprimida y de mal humor. Un par de veces,
después de que Rose terminara de repasar por la tarde, golpeaba la puerta de
Rachel y nadie respondía. Se quedaba despierta hasta pasadas las once y escuchaba
a Rachel regresar, abriendo su puerta suavemente. Sin dudas había estado en
algún cuchitril fumando con una ventana abierta cerca para dejar salir el humo.
—Hazlo —aceptó Rose—. Que sea el color perlado claro. Nadie lo notará.
137
Rachel estaba mirando hacia abajo a las uñas. Sacudió su cabeza firmemente,
pero no habló. Rose quitó su mano y forzó a Rachel a que la mirara.
Página
—Algo pasó, ¿no es así? ¿Qué fue?
Los ojos de Rachel brillaban con lágrimas. Se alejó de Rose y agarró la caja de
pañuelos y se sopló la nariz.
Rose se tensó.
—No puedo dejar mi puerta cerrada todo el tiempo. No puedo. ¡Mi mamá se
daría cuenta de que algo está mal! De todos modos, mamá ya se había acostado,
dejé a Robert mirando una película en la televisión, me metí en la cama y apagué la
luz, debo haber dormitado, porque luego sentí un peso en un lado de mi cama.
Abrí los ojos y él estaba sentado allí. Estaba oscuro. Toda la casa estaba oscura y él
estaba ahí sentado observándome.
—Oh.
—Estiró su mano y me tocó la cara y dijo: Eres tan hermosa. Eso es lo que dijo.
¡Eres tan hermosa!
—¿Qué hiciste?
138
—Me está asustando. Cerré mi puerta después de eso, pero si él y mamá se
Página
casan… ¡no sé qué voy a hacer!
—Sí puedo, ¿Pero qué sucedería? Mi papá iría y lo dejaría inconsciente y luego
mi mamá se enteraría. ¡Simplemente no sé qué hacer!
Rachel no estaba llorando, pero parecía perdida. Rose giró y se sentó junto a ella
y la abrazó. Sintió una ola de afecto por esta chica afligida. Ella tenía sus propios
problemas, pero lo de Rachel parecía más urgente. Si algo no se hacía, tendría que
vivir bajo el mismo techo que ese hombre.
—¿No puedes escribirle una carta a tu mamá o algo? Tu mamá estaría
horrorizada si supiera lo que está sucediendo. No quieres que se case con un
pervertido, ¿o sí? Le estarías haciendo un enorme favor.
Rose sonrió. Tal vez sí había una salida fácil de esta situación para su amiga. Al
otro día esperó a ver la carta, pero no apareció.
—La voy a hacer esta noche —contestó Rachel, pero aun así no apareció. Una
semana después, Rose encontró a Rachel bañada en lágrimas en el comedor.
Acababa de recibir un castigo por no tener su tarea de historia al día y se la veía
contrariada, su pelo sin lavar y atado. Sus párpados parecían un poco hinchados
como si hubiera estado llorando.
—¿Qué sucede? —preguntó Rose con miedo—. ¿Tiene algo que ver con Robert?
—Nos llevará a mí y a mi mamá a París en Pascuas. Solo los tres. No quiero ir,
pero ¿cómo puedo decir que no?
—¡Tienes que decirle a alguien sobre esto! —replicó Rose, un toque de enojo en
su voz.
139
—Hablé con él por teléfono. Mamá dijo: Habla con Rachel, ¡cuéntale sobre el viaje!
Apareció al teléfono y parecía como si mamá hubiera salido a algún lado porque él
Página
dijo: Te compré una linda ropa interior.
Rose la miró fijamente. Rachel parecía desolada y sin esperanza. Alguien tenía
que detener esto. Este hombre no podía meterse en la vida de Rachel sin
importarle. Alguien tenía que informar a las autoridades. Rachel estaba muy
asustada como para hacerlo.
Ahora Rose empacaba sus cosas. Después de que terminó, quitó las sábanas de
la cama y las tiró en la esquina.
Abandonó su habitación y se detuvo en la puerta de Rachel. Estaba sin cerrar,
por lo que la abrió. Dio un paso adentro y caminó hacia la ventana. Miró el
cobertizo de botes. Pensó en lo que Amanda había dicho y se imaginó a Tim Baker
y Rachel escabulléndose en el edificio a la noche. Tim Baker con su actitud
arrogante. Cuando conoció a Rachel, ninguna de ellas había besado a un chico antes.
¿Cómo había cambiado en unos pocos meses? ¿O era, como dijo Molly, que se
había enamorado?
Tal vez esa era la respuesta. Rachel se había entregado a Tim Baker y luego él la
había dejado. Todo sobre el fantasma de Juliet Baker era tan solo otra de sus
historias.
Un accidente.
140
Página
Diecisiete
Traducido por belisrose
Rose se sentó en el pasillo. Podía escuchar las voces desde la oficina de la directora.
Una voz estaba más cerca de la puerta que las otras. Era Martha Harewood. Ella,
por supuesto, sería parte de cualquier grupo de personal que hablaría con la
familia. Era la housemistress de Rachel, posiblemente el miembro de personal que
había estado más cerca de Rachel para el período de tiempo que había estado en
Casa Eliot.
Era el miembro de personal que sabía más sobre los antecedentes de la familia
de Rachel. Por eso, cuando Rose había decidido decirle a alguien sobre el posible
abuso que Rachel estaba enfrentando por el nuevo novio de su madre, vino a
Martha Harewood.
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Rose vino a ver a la encargada inmediatamente después de su última clase cuando
Página
sabía que Rachel se había ido a su habitación para cambiarse.
—Ah, no. Entonces no puedo mantener una confianza. Pero si algo delictivo está
involucrado entonces tal vez deberías decirlo.
Rose vaciló.
—¿Qué pasa, Rose? ¿Es obvio que está molestándote y supongo que te refieres a
tu amiga Rachel Bliss?
—Se trata del novio de su madre. Creo que está abusando de ella. O, al menos,
tiene la intención de abusar de ella. Está realmente molesta por eso y no quiere
hacerle daño a su madre. Su nombre es Robert y están pensando en casarse y hasta
ahora Rachel solo ha tenido que aguantar con él durante el extraño fin de semana y
parte de las vacaciones, pero si se casan entonces él va a ser parte de su vida y ella
no puede soportar la idea de eso…
—Ve más despacio. Ve más despacio. Dime lentamente, todo eso y se clara
acerca de lo que estás diciendo.
Rose comenzó de nuevo. Martha escuchó. Explicó todas las cosas que Rachel le
había contado. Describió cómo Rachel tuvo que cerrar su puerta. Dijo cómo en los
últimos meses había empeorado. Finalmente, le dijo a Marta acerca de la visita a la
casa cuando su madre estaba enferma y cómo Robert había entrado en su
142
habitación y luego cómo él le había dicho que le había comprado un poco de ropa
interior nueva. Martha mantuvo sus ojos en Rose y un tipo de tristeza pareció
Página
registrarse en su expresión.
Rose frunció el ceño. ¿Este tipo de cosas le pasó a Rachel antes? ¿Había sido víctima
de algún tipo de abuso en el pasado? ¿Estaba Martha mostrándoselo para que no tuviera
por qué sentirse mal por romper una confidencia?
Martha soltó una etiqueta de plástico y retiró la hoja superior del archivo de
Rachel. Se lo entregó a Rose. Rose miró a lo que estaba escrito allí. Vio el nombre y
dirección de Raquel y luego abajo, los nombres de Margaret Bliss y Anthony Bliss.
Junto a ellos, decía Abuelos Maternos.
—Rachel vive con sus abuelos. Su madre la tuvo cuando tenía diecisiete años y
quería darla en adopción. Sus abuelos la adoptaron y la madre se fue y no ha visto
a Rachel o a sus propios padres desde entonces. Creo que ellos escucharon a través
de un amigo de un amigo que la madre de Rachel está casada y tiene una familia
propia en el norte. Los abuelos de Rachel son buenas personas y aman a Rachel a
pesar de que no siempre ha sido una niña fácil de criar.
—Durante los primeros diez años de su vida, Rachel pensó que el Sr. y la Sra.
143
Bliss eran sus padres, pero luego ellos le dijeron la verdad y eso le molestó mucho.
Tal vez se equivocaron al hacer eso, pero aún… A partir de entonces, ella luchó con
Página
sus abuelos. Ella ha estado en muchas escuelas y pensamos que se había
establecido cuando vino aquí. Luego vino el suicidio terrible de la pobre Juliet
Baker. Cuando hizo amistad contigo, pensé que había caído en sus pies. Una buena
amiga sólida era lo que necesitaba.
Rose no podía hablar. Sus labios se sentían como si quisieran romperse si los
movía.
—Puedo ver que estás molesta, pero sentí que era importante que supieras la
verdad. Ella no es una mala persona, Rose, y va a salir de esta fase de
Cuentacuentos.
Fase de Cuentacuentos. Lo había hecho antes. Por supuesto, lo había hecho. Lo
había hecho el verano pasado, cuando le dijo a Rose que su media hermana tenía
leucemia. Rose le había perdonado entonces, y ella había prometido no volver a
hacerlo de nuevo.
—No te enfades con ella, Rose. Ve y háblalo con ella. Tal vez se abrirá a ti. Tú y
ella tiene algunas cosas en común…
Martha había tropezado con las últimas palabras y parecía como si deseara no
haberlas dicho.
Y entonces vino a Rose. Ambas habían sido abandonadas por sus madres.
144
—Lo que quería decir era que ambas están sin madres. Eso es todo…
Página
Pero Rose se dio la vuelta y salió de la oficina de Martha. Fue directamente por
el pasillo hasta que llegó a la puerta de Rachel. No tocó, irrumpió adentro. Rachel
estaba en sus jeans y sudadera y parecía que estaba empezando a hacer algún
trabajo. En su escritorio Rose podía ver los pequeños frascos de esmalte de uñas en
fila, sus colores llamativos y asquerosos.
—Me mentiste. Tú vives con tu abuela y abuelo. Todas esas cosas sobre el
apartamento de papá y el nuevo novio de tu mamá, todo era una mentira.
Rachel miró hacia otro lado.
Exasperada Rose salió. Se dirigió a las escaleras y salió del edificio, pasando el
Año Siete quienes estaban teniendo un juego improvisado de ronda. Caminó hasta
el último rincón del patio y se sentó en un banco y puso su rostro entre sus manos.
Habían sido amigas durante más de un año. Rose había sido leal y había
pensado que Rachel era su verdadero amiga. Habían tenido sus problemas, pero
aún por debajo de todo eso, sentía este extraordinario afecto por ella. ¿Era
demasiado decir que la quería? Estaba muy quieta. Ella lo hacía, la quería, pero
todo el tiempo que Rachel había estado mintiendo en su cara, creando una ficción
de su vida. ¿Qué clase de persona era?
145
Las lágrimas vinieron entonces, lo suficientemente calientes como para quemar
la piel.
Página
Estaba terminado. Se había acabado.
Entonces un día, semanas más tarde, cuando ella estaba teniendo un momento
de baja, se giró a su portátil para encontrar las palabras Nuevo Mensaje.
Era de Joshua Johnson.
Estoy tratando de contactar con Rose Smith, quien vivía en la Calle Brewster en Bethnal
Green. Si eres esta persona, ¿podrías ponerte en contacto conmigo? Si no es así, siento
haberte molestado.
Estimado Joshua, sí, soy yo. Ahora tu pequeña hermanastra, Rose. ¿Cómo estás? ¡Es
genial saber de ti!
Hola Rosie, conseguí tu dirección de correo electrónico, por fin (no me preguntes
cuántos correos he enviado a “Rose Smith”). Ha pasado un largo tiempo desde que
hablamos, pero pensé en contactar contigo para decirte que me voy a Londres en septiembre
para ir a la universidad. Voy a estar viviendo en Camden y ¿supongo que eso no es tan lejos
de donde vives con tu abuela? No sé si estarás alrededor o si vas a querer reunirte y charlar
sobre los viejos tiempos. Durante años he pensado que fue una lástima que perdiéramos el
contacto. Ahora podría ser una buena oportunidad de llegar a conocernos de nuevo. Joshua.
PD y no hace falta decir que podríamos intercambiar historias sobre papá y Kathy.
XXXX
146
Lo leyó otra vez, dos, tres veces. Entonces respondió.
Página
Se sentía como un nuevo comienzo.
La Sra. Bliss tenía un sólido bolso cuadrado sobre su regazo y sus dos manos
agarraban la correa. El Sr. Bliss se levantó y le tendió la mano para una sacudida.
—Cada vez que Rachel volvía a casa para las fiestas, hablaba de ti sin parar, ¿no
lo hacía, Tony?
—Es una cosa terrible —dijo la señora Bliss, eventualmente, y luego se volvió
hacia su esposo—. Ella dijo que lo sentía sobre el accidente de Rachel.
147
—La señorita Harewood nos dijo que sabías que Raquel era nuestra hija
adoptiva.
Página
—Sí —dijo Rose.
—Era nuestro orgullo y alegría —dijo el señor Bliss, sentado erguido, rozando
sus pantalones abajo con el costado de la mano.
—Incluso si no siempre creía que ese era el caso —dijo la señora Bliss,
acariciando la mano de su esposo brevemente antes de agarrar la correa de la bolsa
una vez más.
Afuera, Rose se quedó un momento sintiendo el aire frío en su cara. Luego fue
al área de recepción y recogió su bolso. Le había dicho a Joshua que la llevara y la
recogiera en la entrada pero ahora no quería esperar. Quería estar lejos de la
atmósfera sombría del edificio y los recuerdos que traía consigo. Salió por la puerta
y a lo largo del camino. Encontraría a Joshua mientras él conducía hacia ella.
148
Página
Dieciocho
Traducido por Girls-&-Peace
Joshua estaba atrasado. Ella alcanzó el final de la carretera y esperó verlo ahí pero
la calle estaba vacía. Miró a cada lado para ver al Mini aparecer pero no lo hizo.
Revisó la hora; 08:01. Llamó a su celular pero pasó directamente al buzón de voz.
Trató de recordar lo que había dicho que estaba haciendo antes de que la fuera a
dejar más temprano. ¿Había estado retrasado?
Sabía por cual dirección debía llegar así que comenzó a caminar enérgicamente
por el sendero. Mientras avanzaba, pensó en los abuelos de Rachel Bliss. Se veían
como si estuvieran en sus sesentas. ¿Habían sabido de las mentiras que ella dijo?
¿Habían estado ofendidos porque ella inventar historias sobre su familia o se
habían culpado a sí mismos porque habían esperado demasiado para decirle la
verdad? Rachel había vivido una mentira con ellos durante diez años. ¿Había
estado ella castigándolos al inventar a una familia completamente nueva?
Llegó hasta el final del sendero donde estaba a parada de buses. Miró hacia el
149
norte de la carretera costera por el Mini. Sacó su teléfono para ver si había llegado
un mensaje pero no había nada. Eran las 01:35. ¿Dónde estaba Joshua? Su mochila
Página
se sentía más pesada ahora y la tiró por la carretera hacia la parada de buses y se
sentó en los pequeños asientos de madera, sus bordes rasgándose, sus fibras
sobresaliendo. Desde donde estaba podía ver el sendero y una considerable
distancia a lo largo de la carretera. Sería capaz de ver el Mini cuando llegara.
Luego se podría largar de aquí y sacar a Rachel Bliss de su mente de una vez por
todas.
Después de que su amistad terminara, Rose y Rachel se evitaban entre sí. Rachel
pasaba su tiempo con otras chicas pero Rose pasaba su tiempo sola. Había tres
cosas en su mente. Tener las mejores notas en sus GCSEs. Persuadir a su abuela
para que le permitiera dejar Mary Linton y asistir a un colegio local. Volverse más
cercana a Joshua.
La mantenía en marcha.
Pero primero tenía que sacar sus exámenes del camino y luego empacar sus
cosas y dejar al Colegio Mary Linton atrás.
150
alarmada y luego metió la cabeza de regreso a su trabajo una vez más antes de que
se terminara.
Página
Era un día caluroso y fue y se sentó en el patio sintiendo el sol de la tarde
golpeando en su rostro. Miró hacia el edificio y supo que en unos pocos días desde
ese momento ella estaría dejándolo para siempre.
Estaba agradecida.
Luego vio a Rachel llegando por la esquina. Mantuvo sus ojos en un punto del
edificio así no tenía que hacer contacto visual o reconocerla. Peor Rachel caminó
directamente hacia ella y se sentó a su lado. Rose se tensó. No quería tener una
conversación con Rachel pero difícilmente podía ignorarla en tales patios tan
pequeños.
—¿Terminaste? —dijo Rachel.
Ella asintió.
Rose no respondió.
—Hay algo que quería decirte —dijo Rachel, bajando el tono de su voz un
poco—. No sé si pasó o no pero el sábado pasado estaba en Cromer y creo que vi a
tu madre.
—Estaba en el paseo marítimo con algunas chicas de Brontë. Uno de sus padres
nos sacó. Estábamos bromeando y vi a esta pareja de pie en la esquina. La mujer
estaba mirándome. Estábamos con nuestra ropa informal pero aun así estaba
mirando, no solo a mí sino que también a las otras chicas y se veía muy familiar.
Pensé que la conocía, sabes; tal vez trabajaba en la escuela o en una de las tiendas
en Holt o algo. No presté mucha atención después de eso, estaba demasiado
ocupada con las otras chicas pero mientras me alejaba me percaté de donde la
conocía.
151
—Así que dejé que las otras continuaran caminando y regresé hacia ellos. El
Página
hombre y la mujer estaban en la barandilla mirando al océano. Estaban de espaldas
a mí así que fingí atar mis cintas y escuché al hombre decir, ¿Estas bien? ¿Crees que
una de esas chicas era Rose? —continuó Rachel sin aliento. —Ahí fue cuando lo supe.
Quiero decir, tú me mostraste las fotos suficientes de tu madre y, con el hombre
diciendo el nombre Rose, bueno, ¡simplemente disparó el recuerdo de esas fotos!
—Mi madre está muerta —dijo ella, dándole la espalda, tratando de terminar la
conversación.
—¡No! Dijiste que nunca estuviste segura. Nadie estuvo realmente seguro,
dijiste eso una y otra vez y entonces el sábado la vi. Tu madre. En el paseo
marítimo en Cromer. ¿No lo ves? Por eso estaba mirando de cerca a las
adolescentes. ¡Estaba buscándote, Rose!
Rachel estaba sonriendo, sus ojos encendidos con emoción. Rose apenas podía
obligarse a hablar. Su boca estaba seca, su lengua áspera.
—No te iba a decir nada. Porque, obviamente, no quería molestarte. Pero hoy
escuché que te ibas y quería que lo supieras antes de que te fueras. La cosa es, sé
que no debería haberlo hecho, pero esperé por ahí un rato y seguí a la pareja.
Caminaron por la derecha del Cromer y ¿luego fueron a uno de los apartamentos?
¿Cómo los que se alquilan por las festividades?
—¿Quieres decir que mi madre estuvo en Cromer por las fiestas? —dijo Rose,
incrédula.
—No lo sé. Solo te digo que estaba allí. La reconocí y escuché al hombre decir
¿Crees que una de esas chicas era Rose? Estas dos cosas juntas me hicieron pensar que
debería contarte.
Rose apartó la mirada de Rachel. De todas las mentiras que Rachel podía decir
152
¿por qué elegiría esta? Habían muchas formas de herir a Rose pero esta era como
enterrar un cuchillo en el corazón de Rose.
Página
—¿Bueno? —dijo Rachel.
—No te creo.
—No estoy mintiendo. Digo, ¡sé que nunca he dicho completamente la verdad
en el pasado pero no estoy mintiendo sobre esto!
—Déjame sola.
—Vete, Rachel.
Hubo un silencio y Rose se giró. Los ojos de Rachel estaban reluciendo con
lágrimas.
Ahora eran las dos y no había señales de Joshua. Un bus había llegado e ido,
algunas chicas de Mary Linton bromeando y riéndose mientras bajaban y se
dirigían a través del sendero de regreso hacia la escuela. El chofer descansó en la
parada para ver si alguien quería subirse. Ella sacudió su cabeza y se preguntó qué
hacer.
153
y ver si tenía un e-mail de él. Si no era así, entonces podría encontrar el número del
White Rose y llamar para ver si Joshua estaba allí. Era más probable que él hubiera
Página
perdido su teléfono. Esa podría ser la razón rotunda de su retraso. Durante sus
viajes para ver al tipo del concejo parisino debió haberlo dejado en algún lugar y
en ese mismo momento él estaba retrocediendo en sus pasos y buscándolo. No
había nada que hacer más que regresar a la escuela.
Rose no sabía qué hacer. Miró la hora. Eran las 02:35. Le daría a Joshua hasta las
tres y entonces decidiría que hacer.
A las tres envió un e-mail.
Josh, no sé por qué te retrasaste. Supongo que has perdido tu teléfono y estás buscándolo.
Esperaré hasta las 03:30, luego iré a conseguir un taxi a Stiffkey y te buscaré. Si no nos
vemos ahí es donde estaré. Rose xxxx
Esperó hasta las 03:30 y luego llamó un taxi. Un par de chicas que conocía de la
Casa Eliot iban pasando y le pidió a una de ella que llevara su mochila y portátil a
los cuartos de Martha Harewoods para mantenerlos a salvo. No quería llevarlos
consigo. Iría al White Rose y vería que le había pasado a Joshua. Aunque él había
registrado su salida, aun podría estar de regreso allí. Quizás el auto se había
averiado en algún lugar.
Él aparecería, estaba segura. Luego ellos podrían recoger sus cosas y conducir
de regreso a Londres. Pensó en esto una y otra vez pero en el interior había un dejo
de preocupación.
154
Página
Diecinueve
Traducido por Girls-&-Peace
Afuera estaba oscureciendo, el cielo de color gris marengo. Se alejó del pub en la
dirección en la que ellos habían viajado en el auto esa mañana. Había algunas luces
encendidas en las casas pero estaban situadas atrás y más allá de ellas solo había
extensiones de sombrías granjas. Ella había estado viviendo en Londres por meses
ahora. Estaba acostumbrada al ruido constante y luz y movimiento por todas
155
partes así que la profundidad del silencio parecía innatural. Tenía un horrible
presentimiento en su interior. Joshua la había dejado al término de la escuela de
Página
conducir cerca de las 10:30. Eso le daba tiempo de sobra para regresar al pub,
juntar sus cosas e irse y ver al hombre del consejo parroquial.
Pero cuando llegó al auto pudo ver que este estaba vacío.
156
Y bloqueado.
Página
Miró por los alrededores, con alguna vaga esperanza de ver a Joshua aparecer
desde el sendero costero en el que habían estado esa mañana, pero no había nada.
El lugar estaba completamente desierto, solo ella y la Mini.
Había un solo lugar al que Joshua podría haber ido. De regreso a la casa de
campo. Lo recordó esa mañana abriendo el candado superior y diciendo. Si tuviera
una palanca podría conseguir sacar el otro candado y mirar adentro. Ella había sido hosca
sobre todo el asunto y lo había enojado por lo que él estuvo callado y esquivo en el
camino de regreso a Mary Linton. ¿Había estado tan enojado con ella por su
rechazo a la casa de campo que había regresado allí para probarle algo a ella? ¿Y a
sí mismo?
¿Qué pudo haberle pasado? ¿Estaba herido? ¿Había tenido algún tipo de
accidente? El pensamiento de ello la hizo morder ansiosamente su labio.
Frotó sus manos juntas. Sus guantes estaban de regreso en su mochila. Miró al
camino que conducía a la villa, preguntándose el pedir ayuda. Sería algo sensible
de hacer. Dio un vistazo por el sendero costero que ellos habían usado esa mañana.
Estaba absolutamente oscuro y ella no tenía una antorcha. ¿Qué debería hacer?
Caminó hacia el sendero costero. Iría y lo encontraría. Era una caminata de diez
o quince minutos. Tenía su teléfono para llamar a emergencias si lo necesitaba.
Metió sus manos bien adentro de sus bolsillos y siguió caminando. Miró arriba,
agradecida de la luz de la luna, y pisó cuidadosamente por el sendero surcado, sus
ojos acostumbrándose a la oscuridad. Después de unos pocos momentos se sintió
un poco más segura de sí misma. No era tan malo. No era tan salvaje como lo
había pensado. Solo era un sendero en el país temprano por la tarde. Contó los
pasos, veinte, cuarenta, sesenta y seis, ciento veinte.
157
Escuchó un ruido por delante. Era el sonido de un motor encendiéndose. Se
detuvo y escuchó. De alguna parte en frente pudo escuchar a un auto. No sabía
Página
que tan lejos estaba. Observó dentro de la oscuridad tan lejos como pudo. Agudizó
sus ojos para ver si había movimiento pero todo lo que pudo ver fueron
extensiones de azul oscuro y gris interrumpidos por formas de arbustos o árboles.
Si había un auto en el camino entonces ella debería ver las luces sin importar cuán
lejos estaba.
Pero no había luces, solo el bajo retumbar del motor mientras parecía acercarse
más. No tenía razón para estar asustada de eso y aun así había una punzada de
miedo. Sintió sus hombros encorvarse así que estaba agachándose en vez de
caminar derechamente. Era ridículo. Se enderezó y trató de dominarse. Era la
oscuridad que estaba embrujándola. Se forzó a si misma a caminar, un paso
después de otro. El ruido del auto estaba llegando por algún lugar a su izquierda,
hacia la tierra no a las marismas. Esperaba verlo a cualquier minuto pero el sonido
retumbó como si girara y doblara.
Podría estar a kilómetros. El lugar era tan silencioso que cualquier ruido podría
sonar como si estuviera cerca.
Avanzó más lejos en los arbustos. Sintió el follaje pinchando su cuello mientras
esperaba a que el auto la alcanzara y girara hacia el sendero costero y de regreso
hacia Stiffkey. Miró nuevamente y vio que el auto era, de hecho, un SUV. Iba
lentamente, metiéndose arriba y abajo en las rutas del camino. Eventualmente se
acercó más allá de ella. Vio a un solo hombre en el asiento del conductor. Eso fue
todo.
Tan pronto como estuvo fuera de vista se dirigió por el sendero hacia la cabaña.
Se mantuvo en un lado del camino, caminando cuidadosamente, casi aguantando
158
la respiración.
Página
¿Quién era el hombre en el SUV? ¿Y por qué estaba visitando la cabaña
exactamente la misma semana que ella y Joshua? ¿Había visto a Joshua en la
cabaña? ¿Alguien más en la villa había visto a Joshua e informó al propietario? ¿Él
pensaba que Joshua estaba entrando sin permiso? ¿Había venido para revisar su
propiedad?
Siguió cuidadosa y lentamente por el camino. Cuando este se abrió y ella pudo
ver la forma de la cabaña comenzó a sentirse ansiosa nuevamente.
El hombre dijo algo. Sonó como si estuviera jurando. Se alejó de la cabaña hacia
el extremo alejado de la parcela y dio la espalda. Parecía estar estático en frente del
seto y luego ella se percató de que estaba orinando. Ella se movió sigilosamente
hacia la cabaña y bordeó la pared. Se quedó cerca de uno de las ventanas cubiertas
con madera.
¿Ahora qué?
Miró la ventana. Talas de maderas estaban clavadas sobre ella. Entonces vio una
franja de luz brillando entre medio.
159
Había una luz dentro de la cabaña.
Página
Trató de observar a través del espacio entre las tablas pero era demasiado
estrecho.
El nombre Lev hizo sonar una campana. Ella pensó por un momento.
Ella dio unos pequeños pasos por el lado de la cabaña hasta que llegó a la
esquina y se dirigió por detrás. Allí había otra ventana entablada y una puerta más
allá pero al igual que la puerta principal, tenía candados en ella.
160
Fue de regreso a la ventana. Sintió por las tablas. Estaban clavadas firmemente
pero el extremo de una estaba capeado y seco y cuando agarró la madera, astillas
Página
de esta se despegaron en su mano. Recogió una teja rota del suelo y la usó para
sacar la tabla hasta que se soltara. Luego fue capaz de insertar el extremo de la teja
entre la tabla y la ventana. Apalancó la teja de atrás hacia delante hasta que sintió
la madera moverse unos pocos centímetros.
Caminó hacia el agujero en las tablas y miró a través de ellas. Había una mesa,
un par de sillas, un taburete. En las desnudas tablas del suelo, cerca de la puerta,
había una poderosa antorcha que le daba al cuarto una luz misteriosa que se
desvanecía en las esquinas.
Solo entonces se abrió la puerta principal y el hombre entró al cuarto. Rose saltó
hacia atrás desde la mirilla. Cuando le escuchó hablar, miró otra vez. Él estaba
hablándole a alguien que ella no podía ver.
—¿Crees que es gracioso venir al restaurante de Lev y hacer una broma? ¿Crees
que Lev Baranski no sabe quién eres? Crees que él se quedara sentado mientras tú
le faltas el respeto a su padre. Espera a que esté aquí. Entonces veras. Entonces
obsérvate faltándole el respeto.
Rose apretó sus manos mientras veía la hombre agarrar algo y tirarlo a través
161
del piso. Luego apuntó su pie y pateó. Ella cerró sus ojos con conmoción. Hubo un
sonido gimiente y ella miró nuevamente para ver la puerta frontal cerrarse y en el
Página
medio del cuarto, yaciendo en el piso, estaba Joshua.
Joshua estaba atado, sus manos detrás de su espalda. Había una cinta de
embalaje en su boca pero ella aun podía ver su rostro retorciéndose con dolor.
Veinte
Traducido por Girls-&-Peace
Ella tiró de la madera para ver si podía agrandar el agujero. Recogió la teja que
había estado usando y comenzó a clavarla furiosamente en la madera nuevamente.
Luego se detuvo, percatándose de lo estúpido de ello. ¿Qué iba a hacer? ¿Astillar la
madera hasta lograr entrar en la cabaña? E incluso si se las arreglaba para
apalancar la madera lo suficiente, ¿qué haría luego?
Joshua había estado en lo cierto. Sobre la cabaña y Viktor Baranski. Ella había
descartado la idea e incluso comenzado a pensar que los cuadernos de Frank
162
Richards eran algún proyecto fantasioso que no tenía nada que ver con su madre y
Brendan. Pero estaba equivocada. En alguna inexplicable forma todo estaba
Página
vinculado a sus desapariciones.
Sacó su móvil de su bolsillo. Quería llamar al 999 pero entonces tendría que
hablar. El hombre ruso solo estaba a la vuelta del edificio. La escucharía, estaba
segura. ¿Era posible enviar un mensaje al 999? No, estúpida. Y en cualquier caso,
¿qué diría? ¿Cómo explicaría en donde estaban? ¿Una cabaña en algún lugar cerca
de Stiffkey?
Se deslizó sigilosamente por detrás del edificio. ¿Había alguna otra forma de
entrar? La puerta trasera estaba fuertemente bloqueada digitalmente y la ventana
más allá de ella estaba cubierta con tablas. La única entrada parecía ser la puerta
frontal. Pero mientras el hombre ruso estuviera allí afuera, ¿cómo llegaría a
Joshua?
163
Haz algo, Rose, pensó, ¡haz algo!
Página
Bajó la mirada a la pantalla para ver las palabras Baja Batería. Cerró sus ojos con
desesperación. ¿Cómo pudo haber dejado que la batería se agotara tanto? ¿Cómo
pudo? Tal vez tenía la energía suficiente para hacer runa llamada de emergencia.
¿Pero a quién? Podía textear a Skeggsie. Él podía llamar a la policía por ellos. Pero
qué si seguía en cama enfermo, o trabajando en alguna animación, inmerso en
crear algo. ¿Qué si él no respondía a su mensaje por horas? No podía arriesgarse.
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escuchado porque movió su hombro y trató de mirar hacia atrás. Empujó la tercera
piedra por ahí e hizo un sonido más fuerte que las otras dos. Ella observó,
Página
aguantando la respiración, mientras Joshua se movía mas cerca de la parte trasera
del cuarto y con un esfuerzo sobrehumano se volteaba para quedar enfrentando las
piedras y la ventana.
¿Podía verla?
Sabía que alguien estaba en la ventana. Quizás presentía que era ella. Ahora ella
tenía que hacer algo para sacarlo y tenía que hacerlo antes de que Lev Baranski
llegara. Caminó rápida y silenciosamente hasta la esquina de la cabaña y luego por
el lado. Observó y vio al hombre ruso más lejos por el sendero. Un tono de llamada
distante sonó y él respondió su teléfono. Ella escuchó por unos momentos. Su tono
de voz era diferente; sonaba como si estuviera hablándole a un amigo más que a su
jefe. Él comenzó a caminar hacia delante. Estaba tratando de afirmarse a la señal.
Ella lo instó a seguir avanzando, a llegar tan lejos por el sendero como fuera
posible. Él se detuvo pero la conversación siguió y ella se percató de que esta era la
única oportunidad que iba a tener para adentrarse en la cabaña.
Salió de su escondite y caminó de lado con su espalda hacia la pared hasta que
llegó a la puerta frontal, previamente bloqueada digitalmente arriba y abajo pero
ahora abierta. Puso su mano en la puerta y empujó. Dio un paso dentro de la
cabaña y cerró la puerta nuevamente.
No habló, solo se precipitó por el cuarto y se arrodilló junto a él. Sus manos y
pies habían sido atados con cinta de embalaje y su boca amordazada. Sus manos
estaban gélidas. Ella tiró de toda la cosa alrededor de sus muñecas pero esta se
quedó ahí firmemente. Él giró su cabeza hacia ella y estaba inclinando su mentón
hacia arriba. Ella miró la tira de cinta a través de su boca y sintió debilitarse. Si
tiraba de ella, lo heriría seriamente. Él vio su desgana y asintió con su cabeza más
decisivamente. Levantó el borde de la esquina de la cinta y lo sostuvo firmemente.
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Joshua cerró sus ojos y ella inspiró profundamente y arrancó la cinta de su boca.
Pareció estremecerse con el dolor pero no emitió sonido. Con lágrimas en sus ojos,
Página
ella tocó ligeramente la adolorida piel con su mano. Él sacudió su cabeza,
retrocediendo.
Finalmente Joshua era libre y él se puso de pie y recogió su mochila. Luego dio
unos pasos hacia ella y la tiró en un feroz abrazo.
Besó un lado de su rostro y ella cerró sus ojos, el alivio de haberlo liberado la
hacía sentirse mareada. Él se apartó de ella y la miró de arriba a abajo.
Ella asintió y él fue hacia la puerta y la abrió unos pocos centímetros. El ruso
todavía estaba al teléfono en el sendero. Tenía su espalda hacia ellos.
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Pero Rose lo empujó hacia atrás.
Página
En la distancia estaba el bajo retumbar de un motor de auto. El hombre ruso
debió haberlo escuchado también porque paró de hablar abruptamente y había un
silencio absoluto a excepción del motor acercándose por el camino costero.
Estaba aterrorizada.
Podía sentí la respiración de Joshua como fuego en su cuello. Sus brazos estaban
en frente de él y ella pudo buscar y encontrar una de sus manos y sostenerla. Él
colocó su otra mano por encima de la suya y le dio un gentil apretón.
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Página
Veintiuno
Traducido por analuteca
El ruido del motor de la camioneta se acercó hasta que pareció estar afuera, a
metros de donde estaban sentados. Entonces se detuvo. Por pocos segundos no
hubo ningún sonido, entonces las puertas del vehículo se abrieron. Ella oyó voces,
sobre todo en ruso, y el sonido de caminar hasta la puerta principal de la cabaña.
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levantando las piedritas debajo de ello. Hubo gritos y gente corriendo más allá del
edificio anexo y de regreso. Una voz vino desde lejos, tal vez desde la dirección de
Página
los campos donde ellos se había dirigido. Luego regresó como sí quienquiera que
había corrido hasta el momento y estaba ahora en su camino de regreso.
Rose estaba más quieta de lo que nunca había estado en su vida. La única cosa
que se movía era el latido de su corazón. Estaba muy al centro y latía rápidamente
mientras su cuerpo estaba tan inmóvil como un cadáver. Entonces, de repente todo
afuera fue silencio y escuchó con fuerza. Joshua se tensó a su lado. ¿Habría sido
mejor tomar sus oportunidades y correr a través del campo?
¿Había alguna posibilidad de que pudieran solo echar un vistazo dentro del
edificio? ¿Qué ellos podrían descontar el embalaje del bote? Pero este pensamiento
fue desestimado cuando ella vio manos sobre la lona y entonces sintió un silbido
de aire, habían tirado bruscamente la lona a un lado, dejándolos expuestos a la luz
de las linternas y además de las caras.
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Otra voz, más tranquila, más calmada, habló:
—Sáquenlos de allí.
Página
Entonces había manos tirando de sus pies y piernas, deslizándola fuera de su
escondite y dejándola caer sin ceremonia alguna sobre el suelo del edificio. Joshua
siguió pero el inmediatamente se levantó y cuadró sus hombros. El hombre que lo
había pateado antes sonrió como si estuviera a la espera de algo. Eso hizo que la
cabeza de Rose se sintiera débil.
Había tres hombres. Uno de ellos había salido por delante de los otros. Rose
sintió a un hombre agarrarla del brazo y obligarla a ponerse de pie y llevarla fuera
dentro del aire de la noche. El otro sacó a Joshua. La camioneta estaba frente a la
cabaña, sus faros prendidos, iluminando toda el área. El hombre la empujó hacia la
cabaña y la soltó. Ella se recargó en la pared, agradecida por tener algo a su
espalda. Se miró a sí misma. En la luz podía ver sus jeans que estaban húmedos
desde el piso del edificio. Una de sus manos estaba apretada. Aún sostenía la
cadena que había encontrado en el bote. Su puño parecía fundido, como si nunca
lo abriera.
—Yo sabía, todos estos años, que él no estaba muerto. Sabía dónde estabas, que
estabas haciendo. Hice mi negocio el saber. Esperé. Un día tú vendrías a mí.
Entonces supe que era el momento de encontrarte, y hablar contigo. Porque sabía
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que sería solo cuestión de tiempo antes de que me mostrarás donde está tú padre.
Él no está aquí, eso puedo verlo. Así que te daré un mensaje a ti y a tú novia. Dile
Página
que iré por él.
—¿Quieres que sea rudo con él, podría lastimarlo? —le dijo a Lev Baranski.
Lev Baranski miró a ambos. Parecía estar considerando algo. Las piernas de
Rose se sentía líquidas como sí ellas pudieran desaparecer en cualquier momento.
—No —él dijo—. No esta vez. Esta vez quiero que vayas con tu padre y le digas
que Lev Baranski quiere verlo. No más, no menos. Sin embargo la próxima
ocasión…
Él hizo una pausa y miro a Rose por primera vez. Ella le sostuvo la mirada.
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celular. Joshua se tiró y lo recogió. El hombre se metió en la camioneta, se echó de
reversa y se dio la vuelta. Manteniendo las luces todo ese tiempo, se hizo camino
Página
demasiado rápido por el terreno accidentado.
Rose y Joshua se quedaron muy quietos viéndolos partir. Solo cuando las luces
desaparecieron Rose se deslizó por la pared golpeando el suelo y rompiendo en
sollozos.
Ella lo miró. En la oscuridad no podía ver su expresión pero levantó sus brazos
y lo abrazó. Él la abrazó por la espalda, haciendo sonidos tranquilizadores y
después de unos pocos minutos ella paró de llorar y volvió a recargar su espalda
en la pared, exhausta.
—Deberíamos irnos de aquí —dijo él, su voz aún susurraba.
Ella asintió e hizo el intento de ponerse en pie, frotándose los ojos con el dorso
de la mano. Él la ayudó y sostuvo su mano que estaba cerrada con fuerza.
—¿Qué es eso?
Ella abrió su palma y mostró la cadena que había recogido en el bote. Era burdo,
un brazalete de identidad, la mitad de la cadena hacía falta. Parecía anticuado y
tenía algo gravado en el, pero ella no podía distinguir la palabra.
—Mi bolsa está en el garaje para botes —dijo él—. Tú espera aquí y yo iré a
recogerla.
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al interior. Una luz gris claro se colaba dentro del bote. Joshua estaba
retrocediendo debajo del casco cuando ella levantó la vista y vio al lado del bote,
Página
visible ahora porque los rusos habían retirado la lona.
Los dos estaban de pie frente al bote y miraban los restos de la pintura del
nombre que habían dado.
Tampoco ella. El barco, el garaje, los cuadernos. Todo era demasiado para ella.
Sintió la cadena todavía en la mano y saco su propio móvil para conseguir un poco
de luz y recordó que la batería se estaba agotando. Sostuvo la placa debajo de la
cadena y la presionó para conseguir un poco de luz. Las palabras “mensaje
enviado” llegó a la pantalla.
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Un nombre ruso.
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Se metieron rápidamente en el auto y cerraron la puerta al aire frío de la noche.
Rose estaba temblando y Joshua estaba soplándose las manos.
Algo se le ocurrió mientras pensaba en esto. Lev dijo que el quería ver a
Brendan. Lev solo se había interesado en Joshua. ¿Sería posible que solo Brendan
estuviese involucrado en un asunto de seguridad nacional y que su madre fue
absorbida dentro de algo que ella no tenía nada que ver?
—Después de que te dejé, volví y comprobé fuera del pub. Estaba cargando mis
cosas en la cajuela del auto de Skeggsie cuando vi esta palanca allí. Tú conoces a
Skeggsie. Él probablemente la tenía en su auto como protección o algo así. Y tomé
la decisión rápidamente de ir y averiguar lo que había en la cabaña. Llegué allí,
abrí el candado superior y desbloqueé la puerta. Y entré. Eché un vistazo
alrededor. Podías ver por ti mismo que no había mucho que ver y mientras salía,
esta camioneta se acercaba por el camino y me pregunté si se trataba de algunas
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personas locales. Les iba a hacer algunas preguntas pero entonces el chico del
restaurante en South Kensigton salió de la puerta del pasajero. Me tomó unos
Página
minutos darme cuenta de quién se trataba.
—No lo sé, creo que podría ser. Ellos debieron de reconocerme en el restaurante
y tal vez estuvo dando vueltas fuera del apartamento. Me vio entrar en el auto y
me siguió, sin saber que iba a ir lejos. Él y otro chico. De todos modos, los dos solo
se acercaron y me tomaron por sorpresa. Intenté dar pelea pero él me dio un
puñetazo y me tiró al piso. Entonces ellos me amarraron las manos y pies y me
amordazaron.
—Debiste de haber estado allí por horas.
—Ellos llamaron a Lev y él tuvo que venir desde Norfolk. Uno de ellos se alejó
en un auto antes de que tú vinieras, probablemente él fue a recoger a Lev y lo llevó
allí.
Ella sintió un escozor por un momento. ¿Por qué no podía hablar con ella?
Ellos estaban tranquilos, el calentador hacía un ligero ruido dentro del auto.
Fuera estaba oscuro. Ningún otro auto había pasado en mucho tiempo. Joshua
acercó su mano a los labios. Rose tiró de su brazo y le hizo darse la vuelta para
mirarla. Al otro lado de su boca estaba una marca de color rojo intenso.
Ella levantó sus dedos y cuando iba a tocarle la cara él se echó hacia atrás. Ella lo
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atrajo jalándolo de la sudadera.
Página
pensé, estaba tan asustada.
Él puso su mano en su nuca. Ella se volvió hacia él. Su tacto era cálido, sus
dedos acariciando su piel bajo su cabello. ¿Si algo le hubiese pasado a él que podría
haber hecho ella? Ella lo miró, su expresión preocupada y una explosión de
emoción la recorrió. Ella quería besar su boca magullada suavemente, sin hacerle
daño. La simple idea le hacía sentir una punzada en la boca del estómago.
Él atrapó su mirada y comenzaron a mirarse el uno al otro por lo que pareció un
largo tiempo. Él comenzó a decir algo pero se detuvo.
—¿Ir a casa?
Ella asintió.
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Cuando se detuvieron frente a la entrada principal ella vio como Joshua se
Página
tocaba su boca con cautela nuevamente.
Regresó a la habitación que había dejado esa mañana. Puso su teléfono a cargar
y recordó por un momento el mensaje que había enviado a Frank Richards. La
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hacía sentir tonta ahora y se preguntó si iba a conseguirlo y preguntarse de qué
diablos se trataba.
Página
Sus sábanas estaban todavía en el suelo donde las había empujado. No se
molestó en rehacer la cama o incluso desnudarse. Reemplazó las almohadas y se
metió bajo el edredón. Su cadera estaba adolorida. Debió haberse golpeado en el
suelo mientras estaba siendo lanzada alrededor por el hombre ruso, Mikey. Apagó
las luces. No había ruido en los pasillos, sonido de pies pasando, chicas hablando,
riendo.
Nada le molestaba.
Trató de acostarse de nuevo, pero sintió que algo golpeaba en su lado. Puso su
mano en el bolsillo y sacó el brazalete de identidad que había encontrado. Dejó que
sus dedos trazaran las letras Βайктор.
¿El barco pertenece a Brendan? ¿La casa le pertenecía? Joshua había estado
seguro de que lo hacía. ¿También tuvo razón en que su madre y Brendan habían
sido transferidos de Casos Fríos para la seguridad nacional? ¿En lugar de
investigar viejos asesinatos sin resolver, ahora trabajaban para el Servicio Secreto
Británico? ¿Fue por eso que Lev Baranski culpó a Brendan por la muerte de su
padre? Dile a tu padre que nunca voy a dejar de buscarlo.
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Estas cosas seguían dando vueltas y vueltas en su cabeza.
Página
No iba a dormir. Se puso de pie y caminó por la habitación oscura, estirando sus
brazos, sintiendo que sus articulaciones sonaban. Se acercó a la ventana y miró a
través de la brecha en las cortinas. Miró hacia la noche. La oscuridad había borrado
la vista usual, la hierba, el patio, el lago. Fue a correr las cortinas, pero algo estaba
molestándole. Se asomó, no muy segura de lo que era.
Entonces lo vio; una pequeña luz moviéndose a través de los jardines. Parpadeó,
pero se había ido y pensó que lo había imaginado. Segundos más tarde, sin
embargo, estaba allí de nuevo, un tenue resplandor en la oscuridad. Observó
durante unos segundos y sus ojos comenzaron a poner un poco de sentido de ello.
Era una antorcha. Alguien estaba caminando por los jardines.
En dirección al cobertizo.
Observó con atención, la luz creciendo más tenue y más tenue y luego en algún
lugar alrededor del cobertizo se fue.
Se sentó en la cama.
No tenía nada que ver con ella si algunas chicas estaban en el medio de la noche.
Después de cinco minutos mirando fijamente en la habitación oscura, sin embargo,
suspiró y se levantó. No era su asunto, pero tal vez si alguien hubiera seguido a
Rachel Bliss en ese entonces ella no podría haber muerto. Se puso el abrigo y salió
en silencio de su habitación y bajó las escaleras, con cuidado de no hacer ningún
sonido. La planta baja de la escuela estaba completamente inmóvil. Salpicadas aquí
y allá estaban las luces nocturnas. Se oyó el ruido de una radio o un televisor más
allá de un pasillo, muy probablemente una de las housemistresses en un turno de
noche. Se giró de vuelta hacia las aulas y caminó rápidamente pasando los
laboratorios de idiomas y el bloque de ciencia y luego hizo un giro por un pasillo
que decía Solo Personal.
Pasó el bloque de lavado y se dirigió a la puerta lateral que daba a una de las
zonas de recogida y entrega. Abrió la puerta. El frío la golpeó. Chasqueó la traba
en la cerradura para que la puerta no se cerrara detrás de ella. Se preguntó por qué
Rachel había necesitado a Molly para abrir la puerta para ella cuando podría haber
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hecho eso. Tal vez solo quería a Molly como espectador para su historia de amor.
Página
Hacía frío y abrazó su abrigo de modo que estuvo apretado alrededor de ella. Se
mantuvo hasta el borde del edificio y no paró por los terrenos hasta que llegó al
patio, que tenía algunos árboles y bancos para dar a su cubierta. Una vez en la
hierba, corrió hacia el lago, frenando mientras se acercaba.
Sentada en el piso del cobertizo, rodeada de velas, estaba una chica que parecía
idéntica a Juliet Baker.
Una de las chicas se vestía para parecerse a Juliet Baker. Era la explicación obvia.
¿Pero por qué? ¿Cuál era el punto de un juego tan desagradable?
180
esquina del cobertizo cuando los pasos se hicieron más fuertes. Oyó una voz
masculina jurando, y mirando hacia fuera, vio a Tim Baker, entrando en el
Página
cobertizo. La puerta se cerró detrás de él.
Tania Miller estaba abrazando a Tim Baker. Tenía sus brazos fuertemente
alrededor de él pero los suyos estaban colgando a su lado. Él parecía enojado y
estaba hablando con ella. Rose no podía oír lo que decían, pero el tono era uno de
reproche. Tania Miller, vieja amiga de Rachel. Disfrazada para parecerse a la
hermana muerta de Tim Baker. Tim Baker, ex novio de Rachel, parte del engaño.
Rose se apartó de la ventana, un sentimiento de repulsión llenándola. No quería
perder el tiempo viéndolos.
Las voces se hicieron más fuertes y se deslizó de nuevo a la ventana. Tim Baker,
estaba de pie junto a la puerta, como si estuviera a punto de salir.
—¡No me quieres!
—Yo no hice que hicieras nada. ¡Y nosotros no causamos que alguien muriera!
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—Ella era mi amiga…
Página
—No habían sido amigas durante años. Me dijiste que no podías soportarla…
—No la mataste. Nadie la mató. Ella cayó al lago. Eso no es culpa nuestra. De
todos modos, no me siento mal por ella. Llevó a mi hermana a su muerte.
Rose se tensó.
—¡Bueno, trata!
—Y hay esta mujer policía en la escuela. ¡Ha estado hablando con amigos de
Rachel y me temo que querrá hablar conmigo!
—¡Ella me arrestará!
—No has cometido un crimen. Te vestiste un poco. Era una broma. Nadie es
arrestado por jugar una broma.
—No te importa…
—Crece, T. No voy a decirte te amo cada vez que nos reunamos. No voy a
hacerlo.
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—¡Tim! No te vayas.
Página
—Estoy congelando mi trasero aquí afuera. Te llamaré. Será mejor que vuelvas a
la escuela. Y cierra la puerta antes de irte.
Tim Baker, salió rápidamente. Rose se quedó helada. Él solo tenía que echarle
un vistazo a ella pero no se volvió, solo cortó a través de los árboles en dirección al
camino y luego desapareció. Desde el interior del cobertizo Rose podía escuchar el
llanto. A continuación, la débil luz de la ventana salió y estaba completamente
oscuro. Rose se agachó de vuelta en la esquina. Oyó un sonido como arrastrando
pies como si Tania se moviera alrededor y luego, a través de la oscuridad, la forma
de Tania apareció en la puerta. Ella cerró y Rose oyó el sonido de una llave girarse.
Con un último sollozo Tania salió y corrió del cobertizo. Rose le dio unos segundos
antes de ella fusionarse con los árboles y la oscuridad.
Se dirigía de vuelta a la Casa Brontë. Sin duda había alguna puerta abierta que
le permitiera volver al edificio sin ser detectada. Rose caminó tras ella, haciendo
una pausa para recoger algo del suelo que Tania había dejado caer en su prisa por
escapar. La peluca negra.
¿Cómo fue que Tim Baker había dicho? Llevó a mi hermana a su muerte. Los
hombros de Rose bajaron y empezó a caminar hacia el edificio principal. Se
preguntó qué significaba, pero en realidad no necesitaba preguntar. Rachel
probablemente había tratado a Juliet de la misma forma en que había tratado a
Rose. Las circunstancias hubieran sido diferentes; las burlas, las heridas, las
crueldades. Rachel no le había parecido ver la amistad como algo a valorar. Tan
pronto como consiguió dedicarse a su desmantelamiento, destruyéndola. Rose se
había alejado; quizá Juliet Baker no había sido capaz de hacerlo.
¿Habían estado aquí afuera en el lago la noche del lunes pretendiendo acosar a
Rachel? ¿Ella vino aquí en busca de un fantasma y se encontró a su ex amiga
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disfrazada? ¿Además de eso, Tania estaba con su ex-novio? ¿Eso fue la última
gota? ¿Encontrar que Tim había tomado a otra persona y que juntos iban a salir de
Página
su camino para tratar de asustarla?
Diez minutos más tarde, Rose estaba de vuelta en su habitación. Arrojó la peluca
en el escritorio. Sacó su portátil de su bolso y lo abrió. A pesar de que estaba
cargándose se sentó en la cama y terminó el edredón alrededor de su cintura,
sintiendo el calor volver a sus manos. Entonces jugueteó con las almohadas para
que pudiera inclinarse hacia atrás y sentirse cómoda.
Querida Lauren Clarke, creo que deberías hablar con Tania Miller y Tim Baker y
preguntarles por qué trataron de asustar a Rachel Bliss en los días/semanas antes de morir.
Tania llevaba una peluca negra (que tengo) para que a una distancia se pareciera a Juliet
Baker. Creo que Tania y Tim estaban allí la noche en que murió Raquel. Es por eso que
Rachel fue al lago. La razón por la que sé todo esto, se debe a que los oí hablar. Voy a volver
a Londres en la mañana, pero siempre puedes contactar conmigo por correo electrónico.
Rose Smith.
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Página
Veintitrés
Traducido por Girls-&-Peace
Cuando Rose despertó eran exactamente las 08:46 de la mañana del lunes. Las
chicas se estaban preparando para comenzar las clases de la semana. Debió haberse
hundido en un sueño profundo porque durmió durante la llamada del despertador
y la lucha por las duchas y el desayuno. Apartó el edredón. Su abrigo se había
enrollado a su alrededor. Balanceó sus pies fuera de la cama y en el suelo y
desabotonó su abrigo. Se enderezó y miró su teléfono. No había mensajes de
Joshua. ¿Podía ser que aún seguía dormido? Su ordenador estaba a un lado de la
cama. Tenía un nuevo mensaje.
Gracias, Rose. Estaré llegando a la escuela al medio día. Si puedes retrasar tu partido me
gustaría hablar contigo. Lauren Clarke.
Rose resopló. Ahora tendría que esperar por ahí y ver al oficial. Rose, Rose, ¡por
qué simplemente no te mantienes callada al respecto!
Rebuscó en su mochila. Sacó sus artículos de aseo. No tenía ropas limpias que
usar, pero al menos podría tener una ducha antes de ir a desayunar. Quizás para
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esa hora Joshua estaría despierto.
Página
pequeña cocina. Joshua entró. Levantó la mirada de su té, agradecida de verlo. Su
cabello estaba húmedo como si no hubiera salido hace mucho de la ducha. Su
rostro lucía limpio, pero aún había rojez por su boca donde había estado la cinta.
Él asintió.
—Hambriento.
—Hay cereales, leche, huevos y pan allí. ¿Puedes hacer algo?
—Seguro.
—Es algo bueno que no estemos regresando apresurados a Londres —dijo él.
—¿Por qué?
—Me gustaría regresar a la cabaña. Para echar un vistazo a la luz del día.
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—¿Regresar? —Rose estaba estupefacta.
—Estábamos en cierto estado la otra noche. Quiero ver si hay alguna otra
Página
evidencia que podríamos haber pasado por alto.
—Oh no —dijo—. No iras allí solo. Iré. Pero serán veinte minutos máximo.
Entonces puedo regresar a tiempo para ver a la oficial.
Lo sacó de su bolsillo.
—Solo comeré esto, empacaré y te veré, ¿en qué? ¿En el auto en treinta minutos?
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largo cárdigan sobre su uniforme. Tenía sus manos en los bolsillos y estaba
mirando al suelo. Rose se preguntó a dónde iba.
Página
Rose le dio la espalda a la ventana y empacó sus cosas y por segundo día
consecutivo lanzó las mantas de la cama en una esquina. Definitivamente no
estaba regresando aquí para dormir nuevamente. Antes de irse observó la peluca
desparramada en el escritorio donde la había arrojado la noche anterior. Se colocó
su abrigo y empujó la peluca en su bolsillo.
Tal vez Tania estaba enferma o demasiado molesta por sus clases.
Rose bajó sus cosas y, dejando su mochila en recepción, salió hacia el frío. Molly
Wallace se había ido y Rose se dirigió a la Casa Brontë. Una vez dentro se detuvo.
No conocía el cuarto de Tania, pero no iba a ser difícil encontrarlo. El bloque era
cuadrado con un pequeño patio con jardín en el medio. Los dormitorios estaban en
un pasillo en la planta baja. Rose caminó a lo largo de este y miró a la etiqueta de
nombre en cada una. El de Tania Miller estaba al final del pasillo. Tocó. No hubo
respuesta por lo que tocó más fuerte. Un sonido quejumbroso llegó desde dentro y
la puerta se abrió toscamente. Tania estaba de pie allí con un ceño en su rostro.
—¿Qué quieres?
—¿Qué?
Tania corrió sus dedos por su cabello y ellos parecieron continuar como si
tuvieran un recuerdo del cabello más largo, la pesada, brillante masa que Rose
188
había envidiado.
Página
—¡Él hizo que te cortaras el cabello! ¿No? Así podrías ponerte y sacarte la peluca
más fácilmente.
—Fue una broma al principio. Sabes cómo era Rachel. Sabes cuan mala era. Tim
dijo que trataba a su hermana muy mal. Estaba convencido de que era la causa del
suicidio de su hermana. Así que quería tomar venganza. Eso fue todo. Estaba
destinado a ser un tipo de broma. Esperé hasta tarde en la noche y luego me quedé
bajo los árboles e hice brillar una antorcha en mi rostro. Unas pocas veces.
Cualquiera con medio cerebro habría sabido que era alguien jugándole una broma.
—Molly dijo que ella lo creyó. Rachel me escribió y ella absolutamente lo creía.
También me dijo que vio a Juliet Baker en su cuarto una vez.
—Solo una vez. Fui allí con la peluca puesta solo una vez. Vamos, Rose, sabes
cómo era. Era una vaca horrible.
—Eso no justifica lo que has estado haciendo. Mi Dios, Tania, ¡ella está muerta!
—Eso no tiene nada que ver con nosotros. Nada. La última vez que lo hicimos
fue el viernes por la noche. Tres noches antes de que muriera. Eso fue todo. Nos
detuvimos.
—No, pero…
—¿Qué?
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—Nosotros estábamos en el cobertizo y nos atrapó. No estábamos haciendo nada.
Estábamos bebiendo vodka y Tim estaba fumando droga. Ella simplemente
Página
irrumpió allí. Se enfadó con Tim. Seguía diciendo, ¿Cómo pudiste traerla aquí? Así
que supuse que Tim y ella debían pasar tiempo allí también. Él solo se rió de ella.
Fue como si esto fuera lo que él había esperado. Simplemente le dijo que se
perdiera y entonces ella recogió la botella de vodka y dijo que se la llevaba a la Sra.
Abbott y los dos estaríamos en muchos problemas. Luego salió echa una furia. Tim
estaba furioso. Regresó a su auto y me dijo que corriera de regreso a mi cuarto
antes de que Rachel le dijera a cualquiera. Entonces sería su palabra contra la de
nosotros. Así que cerré y corrí de regreso a la Casa Brontë. No la vi. Lo siguiente
que escuché el martes por la mañana fue que estaba en el lago…
La voz de Tania se rompía.
—Eso no tiene nada que ver con nosotros. Por lo que nos concernía Rachel se fue
al edificio principal para despertar a la Sra. Abbott. Se llevó nuestro vodka con ella.
Esperaba que la Sra. Abbott fuera a mi cuarto por el resto de la noche y cuando no
lo hizo simplemente pensé que Rachel se le había congelado los pies. Ella no era un
ángel y únicamente sabía del cobertizo porque había estado con él allí semanas
antes.
Rose observó a Tania con disgusto. Rachel estaba muerta y todo en lo que ella
podía pensar era en estar en problemas con su madre.
—Bueno —dijo Rose, recogiendo la peluca del suelo del cuarto de Tania―,
supongo que tu madre no se verá muy contenta cuando escuche que te estuviste
vistiendo como una chica muerta y estuviste en los jardines hasta tarde por la
noche para espantar a alguien de su ingenio.
—¿Cómo?
—Le conté a la oficial sobre que te encontré la otra noche. Supongo que hablará
contigo hoy en algún momento.
190
Rose salió del cuarto de Tania.
Página
Momentos después escuchó la puerta de Tania estrellarse fuertemente detrás
suyo.
Más allá de Molly vio a Joshua esperando cerca del Mini de Skeggsie.
—Todo lo que dije era verdad. Rachel estaba realmente molesta por ello, pero el
domingo por la tarde llegó a mi cuarto y estaba en un estado real. Solo había
estado caminando pasada la Casa Brontë y dijo que tuvo un terrible sobresalto.
Echó un vistazo en el cuarto de Tania y la vio de pie en frente del espejo usando
una peluca y viéndose igual a Juliet. Supo entonces lo que había pasado. Sabía que
alguien había estado perdiendo el tiempo con ella.
Joshua estaba ondeando una mano a Rose. Rose le dio una sacudida distraída de
regreso.
Molly asintió.
—No.
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nadie. Me dijo que se sentía lo suficientemente tonta.
Página
—Rachel está muerta, Molly —dijo lacónicamente—. Habla con la oficial cuando
venga. Mira, tengo que irme.
Cuán diferente era ella. Solo quería ir a casa y tratar de olvidar todo en absoluto.
No importaba que todo estuviera de alguna manera conectado a su madre y
Brendan.
Y sin embargo acababa de ir a ver a Tania sin haber necesidad. Le había dado la
información a Lauren Clarke quien sin duda vería a Tania cuando fuera a la
escuela al día siguiente. ¿Por qué Rose hizo eso? ¿Para ver por sí misma lo que
Tania tenía que decir? ¿Para tener idea de si Tania lo lamentaba? Subió el elástico
de sus soquetes rosas, asegurándose de que estuvieran derechos. Quizás no era tan
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diferente a Joshua después de todo.
Página
Condujeron a través de Stiffkey y Rose miraba hacia las cabañas y la White Rose
mientras pasaban. Se giraron a lo largo de la playa y aparcaron en un pequeño
estacionamiento, desierto como lo había estado las veces anteriores. Joshua puso el
freno de mano el cual hizo un doloroso chirrido.
—¿Tenemos que hacer esto? —dijo ella—. ¿Por qué no vamos a la policía? Lo
que pasó aquí, es real. Tenemos el nombre del ruso. Podemos identificar al hombre
que te ató. Puede ser posible que descubramos algo a través de los canales
policiales.
Él levantó su mano y la llevó por su cara. Corrió sus dedos a través de su piel.
Su garganta se sentía seca. Su piel estaba erizada y áspera, su cara caliente. Miró
hacia afuera a la marisma que estaba perfectamente tranquila y se preguntó si algo
estaba pasando entre ellos.
Momentos más tarde él abrió la puerta, dejando una helada ráfaga en el auto.
Rose salió y se abrazó sí misma. El aire de la mañana era fresco y se aferraba a su
piel. Había dejado sus guantes atrás de nuevo. Bajó sus mangas sobre sus muñecas
y comenzó a caminar.
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Joshua le preguntó más sobre Rachel Bliss mientras caminaba hacia el sendero.
Página
Rose respondía mientras miraba la vastedad del cielo, y la bandada de pájaros
girando alrededor, metiéndose y zambulléndose, flotando en la corriente de aire.
En un punto se detuvo inmóvil inclinándose hacia atrás para ver un avión millas
arriba, dejando una estela de vapor. Joshua la miró.
Código, espías y el servicio secreto ruso. Rose está comenzando a sentir como si
hubiera vuelto en el tiempo a alguna película de James Bond cuando la gente tenía
palabras clave y cuchillos en sus zapatos. Un poco de ella quería reír, para burlarse
de todo, pero sintió que a Joshua no le gustaría eso. Él estaba serio, como nunca.
Ella solo tenía que aguardar su momento y esperar que toda la cosa del servicio
nacional crepitara. Quizás había alguna otra explicación para que Lev Baranski
siguier a Joshua a Norfolk.
Se giraron fuera del sendero y se dirigieron carril abajo hacia la cabaña. Bajando
la vista, Rose notó las huellas frescas de los neumáticos del SUV. Había varios
surcos y se preguntó exactamente cuántas veces había ido y venido de la cabaña.
Entonces algo horrible se le ocurrió.
—¿No crees que Lev Baranski esté en la cabaña ahora? Algunas de esas huellas
de neumáticos lucen frescas.
—No, lo hubiera dicho. Me dio su mensaje. Si quería hacer algo más lo hubiera
194
hecho anoche.
Página
—Aún no recuerdo mucho.
—Estaba oscuro.
Bajó la mirada al suelo. Los baches del sendero habían sido alisados; era más
plano de lo que recordaba. Joshua se alejó mientras ella se enfocaba en el piso
frente a la cabaña, como si alguien lo hubiera aplanado con la mano, como arena
que había sido nivelada.
—Mira.
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—Alguien limpió esto.
Página
Ambos miraban incrédulos.
En la parte trasera de la cabaña había una ventana donde ella había cavado un
agujero en la madera. Ahora la madera no estaba, era solo un espacio, el vidrio
roto dejaba entrar el frío. Se acercó y vio que las tablas habían sido arrancadas y
lanzadas a lo que una vez había sido el jardín trasero.
—¿Baranski?
Fue a zancadas en dirección a la dependencia externa. Rose fue tras él, a través
del alisado patio delantero y lo siguió hacia el oscuro interior. Se detuvo inmóvil,
mirando a lo que parecía un espacio vacío.
El bote no estaba.
El edificio estaba vacío, como si nunca hubiera habido un bote allí. El bote, los
puntales que había puestos en la lona, la cubierta, todo había desaparecido.
Caminó hacia el espacio donde había estado amarrado, a la pared contra la que se
había apoyado, la esquina en la cual había arañado y encontrado el brazalete de
identidad. No había señal de eso, ni rasguños, ni madera desmoronada, ni polvo.
No había siquiera el fuerte olor a salmuera que se había aferrado a sus fosas
nasales la noche anterior.
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—¿Qué?
—Llamé al número que me dio. Se me olvidó cuando todo lo demás pasó. Entré
Página
en pánico y solo tenía un poco de carga en mi celular y no sabía a quien llamar.
—¿Qué decía?
Ella sacó su teléfono de su bolsillo y miró el último texto que envió. Estoy en
problemas. Baranski tiene a Josh en la cabaña Stiffkey. Ayúdame.
—Traté de enviarlo pero no había señal así que lo olvidé y fue solo después de
irnos que el mensaje se envió. Solo pensé, Oh, muy tarde para ser de alguna utilidad.
—¿No lo ves? —dijo, su voz alta con emoción—. Esto significa que este lugar es
importante. Tan importante que alguien, no solo una persona, algún equipo ha
estado aquí para limpiarlo, desmantelándolo. Saben que estuvimos aquí. Lo saben
a través de ese teléfono, a través de Frank Richards. Esto no es sobre papá, Kathy y
Frank Richards. Es más que eso. Debe tener algo que ver con la seguridad nacional.
Ninguna otra organización hubiera tenido recursos inmediatos para limpiar este
lugar. Estamos cerca de algo, Rose.
Rose sintió inquietud. Algo importante había pasado. Ella sostuvo su teléfono
en su mano y leyó de nuevo el mensaje. Al principio eran su madre y Brendan los
desaparecidos. Ahora Frank Richards estaba conectado a eso. Luego los rusos.
Ahora imaginaba hombres en trajes oscuros, Vans, camiones, remolques de barcos,
todo marchando a través de la marisma en el medio de la noche para limpiar la
cabaña en caso de que dos adolescentes regresaran y descubrieran algo más sobre
eso. Habían aplanado el suelo en frente de la cabaña para cubrir las huellas de las
camionetas.
Se llevaron el bote que era llamado Mariposa antes de que ella y Joshua hubieran
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tenido oportunidad de mirar dentro. Rose dejó la dependencia externa y se paró
frente a la cabaña. Miró alrededor y luego al aire. Alguien de algún modo había
Página
sabido que habían estado allí y se había precipitado y arrebatado cualquier
evidencia que pudiera haber estado allí para ellos.
Joshua tenía razón. Algo estaba pasando que era más grande que su madre y
Brendan.
Viktor Baranski, cuyo cuerpo fue encontrado justo fuera del embarcadero en
Cromer.
198
Página
Veinticinco
Traducido SOS por Celesmg
—Solo tengo que ver a la mujer policía—dijo Rose, dejando a Joshua en el área de
recepción—. Luego tomaré mis cosas y nos iremos.
Rose sonrió. Se alejó sintiéndose más brillante de lo que lo había hecho en días.
No pasaría mucho hasta que se pusieran en marcha hacia Londres. Una vez de
regreso podrían continuar con su búsqueda. Skeggsie había dicho que él podía
tener la solución al código en El Proyecto Mariposa. Por primera vez se sentía
realmente interesada en el polvoriento y viejo libro y las notas de Frank Richards.
Y Joshua tenía razón. Algo estaba pasando más grande que su madre y Brendan.
Ellos eran parte de algo. ¿Podía tener que ver con la seguridad nacional? ¿Brendan
y su madre tropezaron con algo que tenía que ver con la muerte de Viktor Baranski
por lo que tuvieron que huir?
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acostumbraba a ir y venir, la escuela era una especie de segunda familia para ella.
Pensó en Anna que estaba volviendo a Belsize Park más tarde ese día. Se preguntó
Página
si después de sus respectivas semanas alejadas, podrían tomar un café en la cocina.
Se sentía mejor y mejor sobre eso porque si realmente iban a encontrar un camino a
la verdad, entonces Anna tendría que arrepentirse de los comentarios que hizo
sobre Brendan.
—Rose, gracias por esperar para verme —dijo ella rápidamente, como si
estuviera demasiado apresurada—. Debo decir que pareces tener la habilidad de
descubrir cosas. ¿No has pensado en unirte a la policía?
—No.
Rose sacó la peluca negra de su bolsillo y la apoyó sobre la mesa. Lauren Clarke
agarró una bolsa plástica y puso la peluca dentro.
—Gracias.
—He hablado con Tania Miller. Dijo que la idea de Tim Baker era aterrorizar a
Rachel.
—Pensé que yo haría las preguntas —dijo Lauren Clarke, una fina sonrisa en su
cara.
—Estaba allí. La vi fuera de clases sola. Era una muy buena oportunidad que no
podía perder. También me dijo que ella y Tim estaban en el cobertizo el lunes por
la noche cuando Rachel los encontró juntos…
200
—Tim Baker tenía una llave de cuando su padre trabajaba allí y usaba el
Página
cobertizo. Aparentemente cuando Rachel era su novia iban a allí también.
—Hablé con Tania Miller porque no quería esperar a preguntarle lo que le había
dicho y ser evadida con, Estamos siguiendo nuestra investigación.
—Ya veo. ¿Eso fue lo que pasó el sábado? ¿Te evadí entonces?
—ESTÁ BIEN, deja eso. Me has hecho un servicio incluso aunque le ponemos
mala cara a los miembros del público que hacen cosas por sí mismos pero
apreciaría que tan pronto como consigas información me la pases directo a mí.
Ahora compartiré algo de información contigo en la base de que es confidencial.
201
del suicidio de su hermana.
Página
—Lo sé…
Rose sopló a través de sus dientes. ¿Qué estaba mal con Rachel Bliss? ¿Por qué
había dicho tantas mentiras? Posiblemente eso la había puesto en el centro de
cualquier drama; haciéndola parecer como si supiera todo lo que había que saber.
Y no habría importado un ápice si no hubiera sido siempre a costa de otras
personas.
—Lo segundo que supe por el reporte de la autopsia. Ha sido confirmado que
Rachel tenía altos niveles de alcohol en su sangre. Te mencioné esto el otro día.
También se ha confirmado, y es un poco de lo que no te dije, que Rachel tenía una
lesión en la cabeza.
Rose estaba sorprendida por esta información. Todas las veces que había
pensado en ello jamás había considerado la posibilidad de que alguien
deliberadamente hubiera matado a Rachel.
202
Ciertamente se ahogó pero la lesión puede haber significado, junto al alcohol, que
no estuviera en buen estado para nadar o sostenerse de los escalones del muelle y
Página
ayudarse a sí misma de algún modo.
—Quizás Tim Baker… Quizás después de que Tania se fue a la escuela él estaba
cerca y encontró a Rachel con el vodka. Quizás tomó la botella de su mano y la
golpeó con ella.
Rose se sentó. Se sentía cansada; la noche anterior fue pesada para ella. La
euforia que había sentido en la cabaña y en el camino de regreso a la escuela la
había dejado exhausta.
—Brendan Johnson.
Rose asintió.
—¿Sabías qué, por cierto, Rachel Bliss había hecho un gran trabajo de
investigación acerca de tu madre y su compañero? Hay archivos completos de
203
cosas en su computadora.
Rose asintió.
Página
—Cuando nos hicimos amigas ella estaba fascinada con eso.
—Sí, hizo un poco entonces, pero también paso mucho tiempo revisando el caso
hace seis meses. Como si hubiera tenido un renovado interés. Me pregunto por qué
fue.
—De todos modos, voy a dejarte seguir tu camino. Ten un viaje a salvo a
Londres.
—¿Un sufrimiento?
La Sra. Abbott estaba esperando fuera. La directora tenía una ansiosa mirada en
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su cara. Guió a Rose a su oficina.
Página
—Oí que te quedabas una noche extra, Rose. Espero que tu amigo se haya
recuperado de su caída.
Rose tuvo que pensar por un momento. Luego recordó la historia que le había
contado a Martha Harewood.
—Tengo algo para ti. El Sr. y la Sra. Bliss me lo dieron. Lo encontraron entre las
cosas de Rachel.
La Sra. Abbott sostenía un inflado sobre. Era de tamaño A4. Rose lo tomó. En el
frente estaba su nombre y su dirección en Belsize Park. Era en la caligrafía de
Rachel. Había varias estampillas en ella.
—Gracias.
—Ha sido un momento horrible. Deberías volver alguna vez para una visita
cuando las cosas se calmen. Ya sabes, Rose, eras una chica triste cuando llegaste
aquí. Con buenas razones, por supuesto. Espero que hayamos sido capaces de
ayudarte de alguna manera.
205
Cerrando la puerta de la oficina de la Sra. Abbott, puso el sobre bajo su brazo y
se dirigió a encontrarse con Joshua en el área de recepción.
Página
Veintiséis
Traducido SOS por Celesmg
Rose y Joshua llevaron sus mochilas al auto. Eran casi las dos en punto. El día
había desaparecido y aún tenían un largo camino por delante. Mientras empacaban
sus cosas atrás, Rose vio a Amanda dirigiéndose hacia ella.
—Sí.
—Vi a Tania. Dice que la policía tiene que entrevistar a Tim Baker. Dice que
alguien golpeó a Rachel en la cabeza con una botella y que la policía estaba
preguntándole a Tim por ello.
—Oí algo sobre eso, pero no es seguro. Pudo haber sido un accidente —dijo
Rose débilmente, sin querer darle mucha importancia—. Independientemente,
parece que Tim Baker no es una buena persona. Sin duda terminará con Tania,
luego buscará a alguien nuevo. Asegúrate de que no sea alguien que conozcas.
206
Rose y Amanda.
Página
—Puedes presentarme, Rose.
Joshua asintió.
Rose interrumpió.
Las otras chicas las alcanzaron. Eran Moira y Sandy, dos chicas con las que Rose
pasaba el rato. Ambas tenían tontas miradas en sus rostros, mirando de arriba
abajo a Joshua.
—La vimos hace media hora, después del almuerzo. Estaba yendo al lago. No
estoy segura de por qué iría allí de nuevo después de lo de Rachel.
Lo de Rachel. ¿Es así como terminará?, se preguntó Rose. Esas palabras, lo de Rachel,
cubren los eventos de la semana pasada. El cuerpo de una chica fue sacado del lago
de la escuela. Un pálido cadáver tumbado en el muelle mientras el encargado y el
jardinero trataban de resucitarla. Una triste chica que esparció su miseria a otra
gente. Ahora se había ido y sería recordada como lo de Rachel.
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—Nos vemos, chicas.
Página
Cada una de ellas dio un paso adelante para besar a Rose. Avergonzada por su
muestra de simpatía, Rose sostuvo su mejilla hacia afuera.
Joshua dio marcha atrás, se alejaron del edificio de la escuela y fueron a lo largo
de una sinuosa carretera, yendo sobre badenes, deteniéndose para dejar a algunas
estudiantes pasar frente a ellos. Unos metros más adelante Rose miró alrededor y
las chicas se habían ido. Se giró hacia atrás sobre su izquierda y vio el lago y el
cobertizo. Molly había ido allí, dijo una de las chicas. Recordaba cuán brusca había
sido con ella. Eso le hizo sentir horrible. Molly había sido la única persona a la que
parecía importarle la muerte de Rachel. Molly, había perdido una amiga. ¿Por qué
en la tierra Rose no había sido cariñosa con ella, dándole algunos minutos extra de
su tiempo?
—¿Joshua?
—¿Sí?
—¡Otro retraso!
—Vamos. Volví a la cabaña contigo. Serán diez minutos. No más. La chica con la
que quiero hablar puede que ni siquiera esté allí, pero al menos voy a intentarlo.
—Gracias —dijo.
Molly estaba al final del muelle. Rose la vio tan pronto como giró en la esquina
del cobertizo. Estaba sentada en el suelo, su espalda contra la pared, mirando
fijamente al lago. Rose la saludo y sonrió, pero Molly no respondió. Por un
momento Rose se preguntó si Molly no la había visto o si estaba molesta por como
Rose había sido de cortante con ella antes.
208
Miró atrás a Joshua sentado en el asiento delantero del auto. Había aparcado al
lado de uno de los minibuses de Mary Linton. Estaba hablando por su teléfono. Sin
Página
duda otra conversación con Skeggsie sobre lo que había sucedido y lo que estaban
haciendo.
Rodeó el cobertizo y fue hacia el muelle. El lago estaba tranquilo y frío con una
leve capa de niebla formándose en la superficie. Sus pies hicieron ruido en la
madera y mantuvo la sonrisa en su rostro, esperando que Molly la saludara
cuando la viera acercarse.
—Oh, hola —dijo Molly como si hubiera notado que Rose estaba allí.
Molly tenía el cabello ajustado en un moño y vestía una chaqueta oscura sobre
su uniforme. Tenía sus gruesos muslos apoyados en botas de caña alta. Por una
vez no tenía esos tontos pasadores en el cabello.
—¿Tomando un respiro aquí fuera? —dijo Rose, bajando la mirada hacia ella.
Molly asintió.
Asintió de nuevo.
—Mira, Molly, fui un poco ruda antes cuando me contabas sobre Rachel viendo
a Tania vestirse…
—Creo que la policía está empezando a unir las piezas de lo que pasó. Saben
209
que Rachel vino aquí tarde la noche del lunes y encontró a Tim y Tania juntos en el
cobertizo. Hubo una discusión y Rachel se fue enojada con su botella de vodka.
Página
Amenazó con contárselo a la Sra. Abbott, pero luego creo que vino aquí sola y se
sentó a beber su vodka.
Molly asintió.
―Por lo que esto acabará pronto —dijo Rose, usando una voz dulce y
palmeando el brazo de Molly.
—No soy una niña, Rose, no me trates como una —dijo Molly, quitando su
brazo.
—No estaba…
—Todos me tratan como si fuera una niña. No lo soy. Tengo cerebro. Tengo
sentimientos. Es por eso que me gustaba ser amiga de Rachel. Nunca me trató
como una niña.
—Sabía todo eso. Sabía cómo era ella. La vi por años. Cuando nosotras
estábamos juntas parecía diferente. Acostumbrábamos a pasar mucho tiempo en su
habitación y hablábamos, me preguntaba sobre mi vida y luego me contaba sobre
la suya.
—Lo sé.
—Cuando necesitaba a alguien sabía que podía confiar en mí. Cuando estaba
viendo a Tim Baker y escabulléndose por la noche sabía que dependía de mí
traerla de regreso a la escuela. Mantenía mi teléfono bajo mi almohada y cuando
210
enviaba un texto yo bajaba las escaleras y abría la puerta para dejarla entrar.
Nunca fue atrapada y eso era por mí.
Página
Rose recordó salir de la lavandería muy temprano esa mañana. Había dejado la
puerta trabada para evitar que se cierre.
—Pero las últimas semanas ella había sido diferente. Triste. Decía que estaba
siendo poseída y eso la había hecho irritable y horrible. Sentía lástima por ella.
Traté de convencerla de ello. No pensé ni por un minuto que hubiera un fantasma,
pero ella sí. Por eso era por lo que estaba furiosa cuando vio a Tania vistiéndose y
lucir como Juliet Baker. Fue a mi habitación. ¡Esa fue la primera vez! Entró a mi
habitación y se volvió loca.
Rose instintivamente iba a palmear el brazo de Molly pero retrocedió. Molly
estaba cansada, hablando sin parar. Los ojos de Rose se dirigieron al cobertizo y al
auto aparcado detrás de él. ¿Joshua se estaba poniendo impaciente? Tendría que
esperar.
—Se quedó en mi habitación toda la noche y fue como si fuera la Rachel que era
mi amiga al principio. Pero al día siguiente se puso furiosa de nuevo. Continuaba
diciéndome que me fuera. Me dijo algunas cosas crueles. Eres solo una niña. Crece.
Déjame sola. Deja de seguirme. Dijo que yo era como un cachorrito.
Rose sintió un destello de culpa. Había sido parte de eso esta vez.
Molly sacó su teléfono del bolsillo de su abrigo. Lo manipuló. Rose restregó sus
manos juntas. Molly le pasó su móvil. Rose leyó el texto de Rachel. Acabo de ver a
Tania saliendo con una linterna. ¿Se trata de la rutina del fantasma de nuevo? Voy a
seguirla. Te enviaré un texto cuando necesite que abras la puerta.
—Incluso aunque no me había dado importancia en todo el día aún quería que
le abriera la puerta.
211
—Molly, mi amigo está en su auto allí. ¿Por qué no entras y te llevamos de
regreso a la casa Eliot? Tu madre puede haber llegado.
Página
—¡No quiero!
—¿Qué?
—Tim Baker no estaba cerca. Cuando llegué aquí Rachel estaba sola.
—Se levantó cuando me vio. Vino hacia mí. Estaba tambaleándose por todo el
lugar. Borracha. Podía oler el alcohol en ella. Era amargamente frío y tenía su
abrigo colgando abierto. Agarré su mano y dije que debía volver y dormir.
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Comenzó a hablar de Tim y Tania, llamando a Tania con horribles nombres. Traté
de calmarla, pero estaba como loca y entonces se giró hacia mí. Dijo, ¿qué estás
Página
haciendo aquí? Déjame sola. Estoy enferma de verte. Estaba tambaleándose por todo el
lugar. Dije, ten cuidado, vas a caerte y solo se rió de mí. Regresa adentro niñita, dijo.
—Vino como loca hacia mí y empujó la botella hacia mí. Toma un trago, dijo. Oh
no, se me olvidaba que eres solo una niñita. No puedes beber…
—Oh, Molly.
—Bajé los escalones, grité. Esperaba verla chapotear, pero no había sonido. Era
todo negro y no había movimiento, nada.
Rose pudo ver a Joshua en la entrada del muelle. Empujó a Molly para ponerla
de pie.
213
Página
Veintisiete
Traducido por Girls-&-Peace
El viaje de regreso a Londres comenzó casi una hora después de lo que habían
planeado. La primera parte del viaje vio a Rose mirando por la ventana, la
carretera pasando en un borrón. Estaba soleado pero queriendo llover, puntos
golpeando el vidrio, haciendo relucir antes de desvanecerse en el sol de la tarde. Se
veía frío. Pasaron a personas que estaban apretando sus chaquetas. Dentro del auto
se sentía caluroso. Rose ya se había sacado su chaqueta.
Así que salieron por los caminos del país y luego continuaron hacia la carretera
principal. Joshua mantuvo un ritmo constante y no pasó mucho antes de que
hubiera señales de Swaffman. El tráfico se ralentizó y Rose vio diferentes
214
uniformes escolares mientras padres e hijos charlaban en el pavimento. Los
adolescentes rondaban en grupos y vio sus bocas abrirse y cerrarse; un chisme del
Página
día saliendo, una historia tras otra sobre esta lección y esa amistad. Luego ellos
desaparecerían en el bus y se dirigirían a casa.
Molly había dicho que estuvo silencioso cuando ella entró al agua. ¿Había
Rachel golpeado su cabeza en el embarcadero y se hundió en el lago inconsciente?
¿Era ese el por qué se había hundido sin luchar? Un objeto inerte que cae en picado
hasta el fondo del lago y flota de regreso a la superficie más tarde para ser
encontrado por el jardinero cuando irrumpió la luz del día. Ella cerró sus ojos. Se
sentía pesada con cansancio o tristeza o ambos. Rachel Bliss, una chica dañada y
peligrosa quien se había estrellado en la vida de las personas. Molly Wallace, una
chica solitaria que era largamente ignorada por la gente debido a su supuesta
inmadurez. La vida de Molly nunca sería la misma.
Que desastre.
Una vez fuera del pueblo, la carretera estatal era como una pálida cinta
ondeándose a través de los campos. Se dirigieron hacia el crepúsculo y los ojos de
Rose buscaron hasta encontrar la débil luz. Pronto estaría oscuro. Había hecho este
recorrido varias veces con Anna pero su auto era más grande y ella había estado
más alta. El Mini de Skeggsie era bajo hasta el suelo y cada vez que otro auto los
pasaba ella sentía como si estuviera retumbando con la pista de aterrizaje. No
había notado esta incomodidad en el viaje hasta la escuela hace tres días. Cuanto
tiempo atrás parecía.
215
Joshua puso algo de música y mientras se reproducía ella lo sintió alcanzar su
mano y darle un apretón. Miró su perfil y se preguntó sobre la cercanía que habían
Página
tenido por el pasado par de días. ¿Había sido solo el afecto de un hermano
sustituto? ¿O algo más había estado pasando? ¿Podían sus sentimientos por ella
estar cambiando? ¿O estaba leyendo demasiado entre líneas? Proyectando el deseo
que sentía por él, porque así era como ella quería que fuera.
Rose se giró para agarrar algo de agua de su mochila en el asiento trasero del
auto. Se percató del sobre acolchado y lo recogió.
El sobre se veía viejo, las esquinas arrugadas como si hubiera estado asentado
en algún lugar por un tiempo.
—¿Lo abriste?
216
—¿Te sientes algo mejor?
Página
—Un poco. Mientras más lejos consigamos estar de la escuela, mejor me sentiré.
Continuaron a lo largo de los caminos oscuros como boca de lobo del país.
Después de un tiempo se unieron a un carril doble donde el tráfico era más pesado
y luego a la autopista dirigiéndose a Londres. La lluvia era torrencial y el rocío se
levantaba hacia ellos por los vehículos que pasaban. Rose estiró sus brazos hacia
afuera, moviendo su cabeza de lado a lado para evitar entumecerse.
—Está regresando esta tarde. Supongo que la veré entonces. ¿Puedo regresar a
tu lugar por un tiempo?
—Necesito hacerlo esta noche. Necesito sacar todas estas otras cosas de mi
cabeza.
—Bueno.
Rose asintió, de pie en frente de la puerta de Joshua, mirando hacia delante para
217
ver a Skeggsie con sus gruesos lentes con bordes negros y ropas abotonadas y el
cuarto lleno de computadoras. Tenían información que intercambiar y cosas que
Página
hacer. Después de estar atascados en los detalles de las últimas horas de Rachel,
Rose estuvo agradecida de estar lejos, sumergida en el ruido y publico de Camden,
y entusiasmada de estar más envuelta en el proyecto de El Cuaderno. La puerta
hacia el piso se abrió. Rose esperaba escuchar los pernos siendo retirados pero
luego recordó que Skeggsie había dejado de encerrarse.
—¿Qué pasa, Skeggs? —dijo Joshua, empujando por delante de él, haciendo su
camino hacia las escaleras de a dos escalones.
—Hola, Skeggsie —dijo Rose, dando unos pasos dentro del pasillo.
—¿Visitante?
Rose comenzó a subir las escaleras. Podía escuchar la voz de Joshua por encima.
Cuando llegó arriba vio a un hombre de pie en medio de la entrada. Estaba usando
una chaqueta Crombie. Se veía familiar y aun no podía ubicarlo.
Ella estrechó sus ojos. Su cadera aún se sentía adolorida por la paliza que habían
tenido la tarde del domingo. Y estaba rígida después de estar sentada tanto tiempo
en el auto. Ella conocía a este hombre. Había algo sobre él. Entonces le llegó.
Él sonrió.
—Ex-inspector en jefe. Dejé la fuerza hace un par de años. Soy un servidor civil
ahora. Por eso las ropas urbanas.
218
polarizadas. Ella lo recordó sentándose a través de la mesa de café en el cuarto de
dibujo de Anna, diciéndole que la policía no dejaría de buscar la verdad, que
Página
descubrirían lo que le había pasado a su madre y Brendan. Ella se volteó hacia
Joshua. Él se veía confuso. No conocía al Inspector en jefe Monroe.
Joshua abrió la puerta de la cocina. James Munroe caminó por delante de ellos.
Desabotonó la Crumbie pero no se la sacó. Se sentó, su chaqueta hundiéndose en el
suelo.
—¿Qué quiere? —dijo Joshua.
—Cierto.
Skeggsie ingresó al cuarto y sacó una silla y se sentó. James Munroe lo ignoró,
mirando a Joshua y luego Rose y entonces de regreso a Joshua.
—¿Por qué?
—Creo que es tiempo de que los dos conozcan un poco más sobre lo que les
pasó a sus respectivos padres. Si estuvieron al corriente de todos los hechos
entonces la escena en Stiffkey pudo haber sido evitada.
219
—Lev Baranski es un joven que ha perdido a su padre. Tú has perdido a tu
Página
padre. Debe estar destinado a haber algún tipo de punto muerto.
Rose estrechó sus ojos hacia James Munroe. Él estaba hablando como si solo
Brendan estuviera involucrado. ¿Qué había sobre su madre, Kathy Smith? ¿No le
había dicho James Munroe que había conocido a su madre de la primera vez que se
había unido a la fuerza policiaca? ¿No tenía nada que decir de ella?
—¿Era tu gente los que limpiaron la cabaña? —dijo Joshua. —¿Los que
movieron el bote?
—No podemos tener nada como esto pasando nuevamente. Ambos necesitan
saber toda la verdad y por eso van a venir conmigo mañana a Childerley Waters.
Ya le he hablado a tu abuela, Rose. Enviaré a un auto por ti y luego recogerá a
Joshua.
—No —dijo Joshua—. Iremos en nuestro auto. ¿Eso está bien, Skeggs?
—Denle un vistazo en Google Maps. Es un lugar fuera del camino pero más
efectivo que tener un centro de investigación. Deberíamos encontrarnos ahí, diría,
¿a las once en punto? Es cerca de una hora conduciendo desde aquí, más o menos
del tráfico. Aquí está mi tarjeta. Mi número móvil está ahí. Yo ya tengo el tuyo,
Rose.
Él se puso de pie.
220
Él salió de la cocina. Rose permaneció de pie. Joshua lo siguió.
—Él llegó aquí como diez minutos antes que ustedes —dijo Skeggsie—. Como si
Página
supiera que estaban a punto de llegar. Lo dejé en el pasillo. Alejé todas nuestras
cosas. Él nunca vio algo. Ni siquiera una.
221
Página
Veintiocho
Traducido por Girls-&-Peace
El viaje a Childerley Waters solo tomó un poco más de una hora. Llegaron
temprano y se encontraron a un par de kilómetros fuera de la villa, sentados en la
cerca perimetral de un lugar llamado El Centro Cambridge. Era un edificio
cuadrado de ladrillo de un piso casi del tamaño de una cancha de tenis. En frente
de él había un área de estacionamiento, las líneas de cada espacio pintadas
claramente. El asfalto era liso, sin malas hierbas o roderas. Se veía prístino, como si
nada nunca hubiera conducido por allí. Las ventanas del edificio tenían persianas
verticales que parecían crisparse y elegantes. Las puertas de la entrada estaban
cerradas.
La cerca era sólida y la única forma de entrar era vía una compuerta en la cima
que era una cámara CCTV. A un lado de la compuerta, cerca de la altura de un
conductor, había un altavoz. Una luz roja parpadeó encendida y apagada. Era la
única señal de actividad en todo el lugar.
222
Se estacionaron a través del camino y se sentaron y esperaron. Había tensión en
el auto. La mezcla de ansiedad y excitación que habían sentido la tarde anterior se
Página
había aplanado en el viaje. Skeggsie había conducido y la navegación satelital los
había guiado ahí. Skeggsie tosió de vez en cuando entre la monótona voz
diciéndoles Siga derecho, Únase a la autopista o Tome la tercera salida en la rotonda.
Joshua era el único que tenía un montón que decir. Dijo que había pasado toda la
noche anterior pensando en los cuadernos por lo que hablaba de seguridad
nacional, espías, y terrorismo internacional. El hecho de que James Munroe ya no
era un oficial le había dado gasolina a sus teorías. —¡Es un servidor civil! —dijo
una y otra vez—. Ese es un código para los servicios secretos. Espías.
Su abuela, Anna, había pasado algo de tiempo con ella, contándole sobre la
llamada del Ex-Inspector en Jefe Munroe y su deseo de informarles a todos sobre lo
que había pasado con Kathy Smith y Brendan Johnson. Rose y Joshua iban a ser
informados primero. Luego Munroe le había dicho a Anna que él la visitaría en la
tarde y le daría información relevante sobre su hija. Anna estaba ligeramente
ofendida de no ser incluida en el viaje a Childerley Waters pero dijo que tenía
paciencia y esperaría. Al final ella sabría lo que le había pasado a Kathy.
Esa mañana, cuando ella estaba esperando a que Skeggsie llegara y la recogiera,
se echó atrás. No quería ir. Los pocos días anteriores la habían agotado y no sabía
si quería cualquier otra confusión emocional. Cuando el auto arrancó, le dijo adiós
a Anna y se fue, tirando su abrigo gris a su alrededor y poniéndose un gorro negro
de lana en su cabeza.
223
habían quedado en silencio. Tenían diez minutos o más hasta la hora de la reunión.
Rose estaba atrás y miraba por fuera de la ventana al Centro Cambridge y se
Página
preguntaba qué historia estaban por descubrir aquí. Lo último que había
escuchado por parte de Frank Richards era que su madre y el padre de Joshua
estaban vivos. Rose tenía un terrible presentimiento en su interior de que esto no
sería confirmado hoy. Se quedó viendo al edificio, sus ojos tratando de ponerle
algún sentido a ello. Había una quietud en él, como si nada nunca hubiera pasado
ahí. El camino estaba silencioso, ningún auto había pasado desde que se habían
estacionado. Los árboles estaban estáticos, ningún aliento de viento por ningún
lado. Había un humor fúnebre. Incluso Joshua se veía melancólico.
El auto negro los pasó y Rose esperó que girara en la entrada de El Centro
Cambridge. En cambio entró enfrente de ellos y James Munroe salió del asiento del
conductor y caminó hacia su auto. Él ignoró a Skeggsie y fue por la ventana del
pasajero que Joshua había abierto.
Había anticipación en el auto. Rose estaba estirando su cuello para ver a donde
estaban yendo. Desabrochó su cinturón de seguridad y se movió hacia el centro del
asiento trasero para poder ver con más facilidad. Un sobre acolchado estaba en el
camino y la recogió. Era la carta que había recibido de parte de los abuelos de
Rachel Bliss. Se había olvidado de sacarla del auto la tarde anterior. Lo empujó a
un lado y se inclinó entre Joshua y Skeggsie, mirando directo al frente para ver a lo
que se estaban dirigiendo.
224
hubiera leído sus emociones y sabido que sus sentimientos por Joshua se habían
salido de su control. Ella retiró su mano consciente que el auto negro tenía su
Página
indicador encendido y estaba desviándose del camino a una pista.
—Recuerda lo que dijimos anoche. Lo que sea que nos diga no mencionaremos
El Proyecto Mariposa ni los cuadernos. Podemos hablar sobre Frank Richards y los
Rusos porque probablemente ya sabe sobre eso pero el resto lo mantendremos
entre nosotros.
Nadie habló. Nadie tenía la necesidad de hacerlo. Habían repasado esto la tarde
anterior.
Giraron hacia el camino y pasaron una señal de sendero público y otra que decía
Childerley Waters. Por debajo estaban las palabras Servicios de Hidratación Sureste.
Por favor manténgase en el sendero.
—No —dijo Skeggsie—. Esos son viejos pozos de tiza que han sido rellenados.
Son usados para algunos sistemas hidráulicos pero mayoritariamente son
facilitadas no oficiales deportivas y de navegación. Hay unas pocas compañías que
lo usan como un lugar para practicar submarinismo. Lo investigué.
Viejos pozos de tiza que habían sido rellenados con agua. Rose sintió un terrible
presentimiento se apoderó de ella. No le gustaba la idea de que este lugar estaba
de alguna forma asociado con su madre y Brendan. Se echó hacia atrás en su
asiento, no más entusiasmada de ver hacia donde iban. Una gran piscina parecía
formarse en la parte de atrás de su garganta y ella tragó unas cuantas veces.
Ellos salieron, Rose esperó hasta que Skeggsie tiró su asiento hacia delante. Una
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vez fuera del auto los tres miraron hacia la derecha. Una vasta piscina de agua se
asentaba allí, como una laguna. Los bordes eran rocosos y gris y no había nada del
Página
verde follaje que rodeaba el lago para botes en Mary Linton. Se veía desolado, el
agua quieta y oscura. Muy lejos, atravesando hasta el otro lado, podía distinguir
algunas canoas y botes de motores más grandes tirando a un esquiador acuático.
James Munroe estaba de pie sosteniendo un archivo café. Rose miró a ambos
lados y pudo ver la palabra Clasificado en él. Estaba recordando las palabras de
Lauren Clarke en día anterior. Ellos deben de haber sido personas importantes, Rose.
Solo ahora registró que él oficial había usado el tiempo pasado. Haber sido, en el
pasado, ya no más.
—¿Por qué no entran a mi auto? Esta más cálido allí.
—Sé que por los pasados meses tú y Joshua y tu amigo han estado investigando
la desaparición de sus padres. En efecto, todo esto es más bien una coincidencia.
Recientemente ciertos misterios sobre su desaparición han sido resueltos. No había
forma de que quisiera informarles de esto hasta que estuviera completamente
seguro.
—¿Por qué algo de esto tiene que ver contigo? —dijo Joshua. —Pensé que ya no
estaban en la policía.
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Joshua simplemente no podía esperar. Tenía que desplegar todas sus cartas en
la mesa. De una vez.
Página
James Munroe sacudió su cabeza.
—Si me dejan hablar les diré lo que hemos descubierto. Los verdaderos detalles
de ello están en este documento. Esto es para que lo examinen en su propio
tiempo. Mi número en el Ministerio de Interior está ahí por si quisieran
contactarme. Estaré disponible para ustedes. Esta es una línea directa hacia mí.
Joshua se veía como si quisiera decir algo más pero no lo hizo. Rose miró
pasando a James Munroe al agua más allá. Yacía como seda, como si pudiera ser
cortada con un par de tijeras.
—Sus padres estaban mirando a un viejo caso de cinco adolescentes que habían
sido sofocadas en la parte trasera de un camión contenedor en 2003. Fueron parte
de alguna trata de personas que habían estado teniendo lugar. Estas chicas iban de
13 a 16 años. Venían de Kyrgyztan, Uzbekistan, Belarus. Dos de ella nunca fueron
denunciadas. Ningún padre se presentó, nadie estaba conectado a ellas. Esas dos
fueron eventualmente enterradas en un cementerio de Whitechapel.
—Sus padres vincularon este caso con Viktor Baranski, un tan llamado
empresario que vive en Kensington con su familia. Respetable. Ex-marino ruso,
rumoreado de haber vendido secretos al gobierno Británico. Todos disparates
pensamos. Una portada. Él era un gánster que traficaba con jóvenes y los vendía
alrededor de UK y Europa por tanto como pudiera conseguir. En 2006 se vio como
si tuviéramos un gran caso en contra de Baranski. Ciertamente, un montón de ello
estaba descansando con la Fiscalía de la Corona. Teníamos que estar seguros que
podíamos atraparlo y luego, inesperadamente, él desapareció y días después fue
encontrado en el mar en Cromer.
—El problema era que Baranski le debía dinero a algunos gángsteres más
grandes. Alemania. Dos millones de libras. Cuando el cuerpo de Baranski fue
encontrado en la bahía los alemanes pensaron que Kathy y Brendan habían
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informado deliberadamente al servicio secreto Ruso para que pudieran poner sus
manos en el dinero de Baranski. Los alemanes querían su dinero de regreso.
Página
Querían a Kathy y Brendan.
Dos millones de libras. Sonaba como un juego de Monopolio. Rose los imaginó
apilados en la mesa, junto a la tabla.
—Así que tuvieron que desaparecer. Verse como si hubieran salido del país.
Tenía que verse como si ellos hubieran escapado con dinero. Es por qué tenía que
dejarlos a los dos atrás. Nadie pensaría que era un trabajo planeado si dejaban a
sus hijos. Tres o cuatro semanas, eso es lo que pensamos que tomaría para
despistar a los gángsteres. Era realmente un caso importante. La vida de sus
padres estaban en peligro y de hecho también las suyas lo hubieran estado si no
hubiéramos dado con la gente a la que Baranski les debía dinero. Nos pusimos en
contacto con la policía en Alemania y allí había trampas instaladas para intentar y
atrapar a la gente en la organización. Entre tanto Brendan y Kathy regresaban de
Warsaw bajo nombres falsos y se quedaban en la cabaña en Stiffkey. Eran
apoyados por nosotros. Tres semanas pasaron y la operación Alemana concluyó
con éxito. Estábamos a punto de sacarlos del escondite cuando…
—¿Qué?
—Se desvanecieron.
—¿Entonces no saben dónde están o qué les pasó? —dijo Joshua, mirando abajo
a sus nudillos.
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Hemos continuado con la búsqueda. Nunca nos hemos detenido.
Página
James Munroe sacudió su cabeza con irritación.
—Frank era la persona de apoyo en Stiffkey. Él los buscó por tres semanas.
Nunca los ha visto desde entonces. Es una bala perdida, un disidente. No sabe de
lo que está hablando.
—¿Por qué estamos aquí? ¿Por qué no has traído a este lugar?
—Quiero mostrarles algo. Vengan conmigo. Aquí, pongan esto en su auto, por
seguridad.
É le ofreció el documento Clasificado a Skeggsie. Salieron del auto y esperaron
mientras él ponía el documento en el Mini. Luego todos caminaron por la pista
hacia el borde del agua. Tomó cinco minutos o más. Había marcas de neumáticos
bajando por el borde del agua. Joshua las estaba mirando.
—Las personas traen sus veleros aquí. En un día ventoso —dijo James Munroe,
como si anticipara la pregunta—. Y pueden ver que tan cerca esta esté lugar de El
Centro Cambridge, el centro de Casos Fríos. Cualquier cosa que pase aquí puede
ser un mensaje directo del equipo de Casos Viejos. Miren, podemos hacer esto, incluso
en tu peldaño.
Algo estaba apretando el brazo de Rose. Bajó la mirada para ver que era su
propia mano.
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En su corazón había sabido que estaban muertos hace cinco años. Pero las
Página
semanas recientes habían lanzado reales dudas y había empezado a tener
esperanzas nuevamente. Ahora era como si ella fuera esa chica de doce años otra
vez y James Munroe estaba en el cuarto de dibujo de Anna sentado a través de la
mesa de café frente a ella y diciéndole que sea una chica valiente.
El apartamento en Camden parecía frío y vacío. Por primera vez desde que reavivó
su relación con Joshua quería levantarse e irse a su hogar en la casa de Anna. No
podía, aunque, James Monroe iba a ver a Anna y ella no quería estar ahí cuando la
visitará. Lo visualizaba vestido de negro con un sombrero de copa; el doliente
principal. En su mente él siempre estaría asociado a la muerte. Cinco años antes él
le había dicho que tomara las noticias como un adulto. Ahora que ella era un
adulto lo tomó como si fuera una niña de cinco años.
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aclaraba su garganta. Cuando se secó se quedó mirando hacia afuera hacia el
campo que pasaba. De vez en cuando su cuerpo daba una pequeña sacudida, una
Página
réplica de tanto molestar.
—No le creas solo porque una vez fue policía —dijo Skeggsie, tosiendo de vez
en cuando.
Así que Rose lloró de nuevo. Su piel estaba húmeda, sus ojos hinchados y
seguía y seguía. Cuando alcanzaron Camden su cabeza se sentía más grande de su
tamaño normal, sus parpados irritados. Se dirigió directamente al baño y dejó
correr algo de agua fría en el lavabo. Se sentó a la orilla de la bañera y ahuecó sus
manos hacia arriba para tapar sus ojos. Cuando se secó los ojos encontró a Skeggie
y Joshua sentados en la mesa de la cocina. En medio de la mesa se encontraba el
expediente marcado Clasificado. Se parecía a los que ella utilizaba en sus trabajos de
la universidad. Dentro estaba la simple verdad, la que había querido por cinco
años. Si solo supiéramos la verdad, decían una y otra vez. Solo queremos saber qué es lo
que pasó, decían.
Los médicos forenses no podían dar un tiempo exacto en el que el Audi plateado
había estado en el agua. La mejor estimación era de cuatro a cinco años. La
investigación aun estaba abierta y terminada pero era la visión de James Munroe
de que Kathy y Brendan habían sido tomados de la cabaña en Stifkey y sido
asesinados poco después.
El expediente contenía las notas detalladas, y aun así estaba sobre la mesa sin
tocar. Joshua quién había sido el primero en moverse e investigar sobre la muerte
de sus padres no lo tomó, no lo había abierto, no estaba interesado. Skeggie se veía
como si le gustara abrirlo pero se contuvo. Fue Rose quien tuvo que alcanzar por
él. Rose, quien había estado reacia a verse involucrada en la búsqueda de sus
padres, quien ha tratado con su dolor y quien quería que los muertos descansaran
en paz. Pero había sido seducida por el fervor de Joshua. Había sido arrastrada a
pesar de su reticencia solo para descubrir que tenía que pasar por el proceso de
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duelo nuevamente. Abrió la tapa del expediente y sacó un fajo de papeles. En la
parte superior había una fotografía del auto. Su respiración se atoró en la garganta
Página
cuando la vio. Había sido tomada en el lugar donde habían parado horas antes,
Chiderley Waters.
El disparo había sido echo desde la distancia. El auto plateado había sido sacado
del agua. Ella pensó en Rachel Bliss siendo sacada del lago por el jardinero y el
encargado del jardín. La fotografía en su mano mostraba una gran grúa. Había
poleas atadas a la parte trasera del Audi y lo estaba arrastrando de donde se había
asentado en las profundidades por tanto tiempo. Había gente a su alrededor, un
buzo, un oficial de policía, el hombre que estaba manejando la maquinaria.
Nadie respondió.
Quería regresar a casa de Anna. Quería estar en cualquier parte menos ahí.
Joshua se levantó y caminó fuera de la cocina. Ella escuchó la puerta del cuarto
de él cerrarse. Frunció el ceño y estaba a punto de seguirlo cuando Skeggie le tocó
el brazo.
—No lo sé —dijo Skeggie—. Solo sé por lo que dijo mi papá que hay mucha
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información sobre la que el público no sabe nada. Este James Munroe, ¿Por qué ya
no es policía? ¿Cómo es que él no se acercó a Joshua o a ti con esta información
Página
hasta que ustedes fueron a la cabaña? Hay un montón de preguntas sin respuesta.
—¿Qué hay acerca de Frank Richards y los cuadernillos? Sabes que encontré
uno de los códigos. Es el número de una página, el número de una línea, el número
de una letra. Así que si el código es 892 es la página 8, línea 9, letra 2. Asá que tal
vez esa letra es “A”. El problema es la próxima vez que haya una “A” será un
número diferente. ¿Lo ves? Tengo a la computadora haciéndolo pero cada unas
pocas palabras se traduce en incomprensible así que eso significa que el orden ha
cambiado. Así que 892 se convierte en la página 2, línea 9, letra 8 lo que resulta
convertirse en una “P” o algo así. Hasta ahora he descifrado cerca de media página
y es todo acerca de Stiffkey y lazos, blah, blah…
—¿Qué es eso? —dijo, sacando las llaves, abriendo la puerta del Mini con un
pop.
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Él se inclinó dentro de la parte trasera de auto y sacó un sobre acolchado que
Página
Rose había dejado el día anterior. Rose chasqueó la lengua al verlo. Ella lo había
olvidado nuevamente. Lo tomó de Skeggie, lo dobló a la mitad y lo metió a una de
las bolsas de compra.
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la abertura y la solapa se separó del sobre. Metió su mano y sacó algunas
fotografías. Ahí había una nota también y movió sus ojos sobre ella.
Página
Querida Rose, tomé estas el día de hoy para demostrarte que estaba
diciéndote la verdad. Rachel
Era breve, para Rachel, ninguno de los histrionismos a los que ella estaba
acostumbrada. Miró hacia las fotografías. A primera vista parecían de alguien que
estuviera sosteniendo un periódico. Tres fotografías tamaño A4 de la parte
superior o en la esquina de un periódico con la gente en el fondo.
¿Qué era?
—Esto fue escrito para mí el 10 de Junio. Hace cinco meses. ¿Qué es? No lo
entiendo.
—Rachel Bliss quería mandarme esto hace siete meses pero nunca lo envió. Son
unas fotografías extrañas de gente en la playa y está este periódico en la parte
inferior de cada una como si ella no estuviera enfocando la toma adecuadamente.
Skeggie tomó las fotos. Rose miró brevemente la carta de nuevo. Tomé estas el día
de hoy para demostrarte que estaba diciéndote la verdad. Junio 10. Justo después de los
exámenes, un par de días antes de que ella dejara Mary Linton para bien. Rose
recordó el día en que Rachel vino y se sentó a su lado en el patio y le dijo que había
visto a su madre y a su padrastro en el muelle de Cromer. Había sido otra más de
las mentiras de Rachel y Rose le había prestado poca atención.
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—Videos de rescate. Haz estado viendo muchas películas últimamente —dijo
Joshua sombríamente.
Página
Rose arrebató las fotos de Skeggie. Las puso todas sobre la mesa en la cocina.
Puso los platos y la ensalada y las papas fritas fuera del camino.
Se hizo hacia atrás y le entregó a Joshua la lupa. Sus lágrimas se mezclaban con
la más grande sonrisa que ella podía manejar.
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Skeggie parecía perplejo. Joshua tomó la lupa. Después de unos momentos él
parecía hablar directamente a las fotografías, sus dedos corriendo sobre las
Página
imágenes como si él pudiera tocar de hecho a las personas en ellas.
—Papá —dijo.
Después de todas las mentiras que Rachel le había dicho finalmente había dicho
la verdad. Rose cerró sus ojos.
Fue en una pequeña iglesia en Hampstead. Lo arregló Anna y Rose tenía que
atender. Sería una cosa sencilla, solo unos amigos cercanos y una oportunidad para
Anna de despedirse formalmente de su hija Katherine. Anna tentativamente
preguntó a Rose si estaría bien si ella tuviera una fotografía y flores dedicadas a
Khaterine Christie ya que ese era el nombre por el que Anna había conocido que le
llamaban a su hija. Rose no lo objetó. Rose era de apoyo. Joshua había
argumentado que era lo correcto por hacer dadas las circunstancias presentes.
James Munroe había ayudado a Anna con los arreglos. Le había dicho él que
debería de ser de bajo perfil ya que las investigaciones aún se estaban realizando.
Había explicado que los cuerpos no podían ser liberados porque aún eran parte de
la investigación.
Anna había parecido animada por el evento y había hablado con Rose algunas
veces sobre su hija. En el pasado había dicho cosas hirientes sobre como Katherine
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había abandonado la casa, cambiado su nombre, ser una mujer con carrera y tener
un bebé. Como rechazaba la forma de vivir de Anna y hacer lo que ella quería
Página
hacer. Anna había visto esto como una traición y parecía más molesta por eso que
por el hecho de que Katherine se había ido extraviada cinco años antes.
Pero todos eran aliados. La historia acerca del auto y la gente de su interior era
incierta. Rose había batallado con eso en los días posteriores después de ver las
fotografías de Rachel Bliss. Había tenido un duro momento creyendo que el Ex-Jefe
Inspector James Munroe en realidad había mentido.
No se han cometido errores. Era una historia inventada. Rose y Joshua lo sabían
porque ellos habían visto tres fotografías de sus padres en la playa en Cromer
cinco meses antes, cuatro y medio años después de que suponía que había sido
hundidos en un auto en Childerley Waters. Munroe era un mentiroso.
—Simplemente no creo que debería haber dejado que esto siguiera adelante —
dijo Rose.
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—Debí haberle dicho la verdad a Anna. Está atravesando esto y es una charada.
—Recuerda lo que dijimos. Tenemos que hacer que Munroe piense que creemos
Página
cada palabra que dijo. Él es la clave para esto.
—Rosie, tenemos que mantener nuestras cabezas aquí. Nos tropezamos con algo
realmente importante para Munroe, algo que tiene que ver con nuestros padres y
Viktor Baranski y la policía británica. Encontramos la cabaña, el bote, tenemos a
Lev Baranski involucrado. Frank Richards te estaba buscando —dijo—, y te dio el
número telefónico y lo usaste y sacudió todo. ¿El archivo Clasificado? Era un trabajo
de ficción. Pero al menos ahora lo sabemos. Esto no tiene que ver con el Servicio
Secreto o seguridad nacional. Esto tiene que ver con la policía. Si le dices a tu
abuela hará un escándalo y Munroe sabrá. Se esconderá y nunca encontraremos
ninguna otra cosa sobre lo que les pasó.
Había una docena más o menos de los amigos de Anna en la pequeña iglesia.
Rose y Joshua se sentaron un par de bancas más atrás. Al frente estaba una foto de
su madre que no había visto antes. Era de cuando era una adolescente, no más
grande que Rose. Su cabello estaba lleno y estilizado y tenía labial puesto y se veía
un poco como la misma Anna. Rose se preguntaba si estaba usando ropa de la calle
Bond. Poco después de esa fotografía de Katherine dejó a su madre y se convertiría
en Kathy Smith.
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El servicio fue corto con una mezcla de oraciones y lecturas de la Biblia y
Shakespeare. Algunas veces Rose sentía una picazón en sus ojos como si pensara
Página
que estaba a punto de llorar. Entonces se hacía mirar la foto de su madre en el
comulgatorio. Katherine Christie era alguien a quien nunca conoció. En su bolsa
Rose tenía una fotografía cuadrada cortada de una más grande. Su madre, Kathy
Smith, mirando hacia el océano en la playa en Cromer cinco meses antes. Viva.
—Los encontraremos.
Ella se volteó a verlo asintiendo, los inicios de un sollozo saliendo de su boca.
Lanzó su brazo alrededor de su cuello y lo abrazó con fuerza. Él estaba en lo
correcto. Seguirían buscando hasta encontrarlos.
FIN
240
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Sobre la autora
Anne Cassidy
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involuntario por un crimen que cometió cuando tenía diez años de edad. Este libro
fue nominado para el Premio Whitbread Children’s Book Award 2004 y ganó el
Página
Premio Booktrust Teenage Prize.
Así como novela negra, Anne Cassidy también ha escrito libros para niños más
jóvenes, con el objetivo de conseguir atraerlos a la lectura. Estos incluyen la gama
Tadpoles Range, por ejemplo, de Ben Rocket (2015) y The Must Know Stories
Range, incluidos clásicos como Cinderella (2014).
Sus libros más recientes incluyen The Story of my Life (2007), the Story of Kevin,
un adolescente que se adentra en la delincuencia; Forget Me Not (2008); Just
Jealous (2009); and Heart Burn (2011).
OTROS LIBROS DE LA SAGA
Butterfly Grave (The Murder Notebooks
#3)
El tío de Joshua ha sobrevivido a un accidente
casi fatal y Rose y Joshua conducen a Newcastle
a visitarlo, junto con su amigo Skeggs.
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Alguien por ahí realmente no quiere que Rose
y Joshua encuentren a sus padres.
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¿Pero quién? ¿Y por qué?
Celesmg belisrose
Traducción
Belisrose
Recopilación y Revisión
Pily Celesmg
Corrección
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PrisAlvS Bibliotecaria70
Página
Celesmg Pily
Diseño
Celesmg
Traducido, corregido y diseñado en:
Visítanos
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