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El Papa Francisco hizo un llamamiento a la comunidad católica en China para que supere las
divisiones y ayude a abrir una nueva fase que permita "restablecer y mantener la plena
comunión", después del histórico acuerdo entre el Vaticano y el país asiático sobre el
nombramiento de los obispos firmado la semana pasada.
En un mensaje dirigido a los fieles chinos y a las autoridades del país asiático, el
Pontífice invita a todos los católicos chinos a ser "artífices de la reconciliación" y
explica las razones del compromiso alcanzado entre la Santa Sede y la República
Popular de China, que supone un paso a favor del deshielo entre ambos Estados
después más de siete décadas de distanciamento.
El acuerdo provisional y revisable es fruto de "un largo y complejo diálogo institucional
entre la Santa Sede y las Autoridades chinas, iniciado ya por san Juan Pablo II y seguido
por el Papa Benedicto XVI", explica el Pontífice en el documento. "A lo largo de dicho
recorrido, la Santa Sede no tenía -ni tiene- otro objetivo, sino el de llevar a cabo los
fines espirituales y pastorales que le son propios".
Francisco insiste en su mensaje en que se trata únicamente de un acuerdo de carácter
religoso que de momento no implica el restablecimiento pleno de las relaciones
diplomáticas entre ambos países, rotas desde 1951 cuando Pekín expulsó al nuncio
apostólico en el país, dos años después de la llegada al poder de Mao Zedong. Desde
entonces en China los más de 12 millones de católicos estaban divididos entre quienes
pertenecen a la Asociación Patriótica Católica, controlada por el Gobierno asiático, y
quienes reconocían la autoridad del Papa y del Vaticano, la llamada Iglesia clandestina.
El Gobierno de Pekín se encargaba del nombramiento de los obispos sin el
consentimiento del Vaticano, lo que ha provocado tensiones desde hace más de medio
siglo.
Con la firma de este histórico acuerdolas autoridades chinas reconocen al Papa como
máxima autoridad de la Iglesia católica. A partir de ahora, será el Pontífice quien
nombrará a los obispos, como confirmó Francisco durante el vuelo de regreso a Roma
de su viaje a los países bálticos. "Las cosas se hacen con el diálogo, pero Roma hará
los nombramientos. El Papa es el que nombra. Eso queda claro". China, por su parte,
se comprometió a dejar de nombrar obispos sin el mandato papal, como ocurría en el
pasado, pero deberá ser consultada por los candidatos. "Cuando se hace un acuerdo de
paz o una negociación, las dos partes pierden algo. Es la regla", reconoció el Pontífice
ante los periodistas en el vuelo papal.
En la carta difundida este miércoles por el Vaticano, Francisco no rehúye las críticas
de quienes le acusan de haber "vendido" la Iglesia católica en China, cuyas
autoridades persiguieron y encarcelaron durante décadas a multitud de religiosos y
sacerdotes que estaban en comunión con Roma. Francisco reconoce la "confusión" y
"perplejidad" que el acuerdo ha podido originar en gran parte de la comunidad
católica china que tienen "la sensación de que han sido abandonados por la Santa Sede
y, al mismo tiempo, se preguntan inquietos sobre el valor del sufrimiento vivido en
fidelidad al Sucesor de Pedro". Y hace un llamamiento para que "todos los cristianos,
sin distinción, hagan ahora gestos de reconciliación y de comunión". "La comunidad
católica en China está llamada a permanecer unida, para superar las divisiones del
pasado que tantos sufrimientos han provocado", escribe.
Como parte de este acuerdo, el Papa Francisco reconoció a ocho obispos que habían
sido nombrados por las autoridades chinas sin el consentimiento del Vaticano, entre
ellos a monseñor Antonio Tu Shihu, que falleció en 2017 y que antes de morir expresó
su deseo de ser legitimado por Roma. "He decidido conceder la reconciliación a los
siete restantes obispos 'oficiales' ordenados sin mandato pontificio y, habiendo remitido
toda sanción canónica relativa, readmitirlos a la plena comunión eclesial", confirmó el
Pontífice en la carta. "Al mismo tiempo, les pido a ellos que manifiesten, a través de
gestos concretos y visibles, la restablecida unidad con la Sede Apostólica y con las
Iglesias dispersas por el mundo, y que se mantengan fieles a pesar de las dificultades".
Además, por primera vez, dos obispos chinos han sido autorizados a participar en el
próximo Sínodo Mundial de Obispos que se celebrará en el Vaticano entre el 3 y el 24
de octubre.
"Con las decisiones adoptadas -escribe Francisco- podemos iniciar un camino inédito,
que confiamos en que ayudará a sanar las heridas del pasado, a restablecer la plena
comunión de todos los católicos chinos y a abrir una fase de mayor colaboración
fraterna".
Por: Redacción EC
Asegura que el acuerdo provisional firmado con Pekín "no tiene otro objetivo
para la Santa Sede más que llevar a cabo los fines espirituales y pastorales
que le son propios... promover el anuncio del Evangelio, así como alcanzar y
mantener la plena y visible unidad de la comunidad católica en China".
"Con este espíritu y con las decisiones adoptadas, podemos iniciar un camino
inédito, que confiamos en que ayudará a sanar las heridas del pasado, a
restablecer la plena comunión de todos los católicos chinos y a abrir una fase
de mayor colaboración fraterna", añade el papa.
Se dirige también a los jóvenes católicos chinos, para pedirles "que colaboréis
en la construcción del futuro de vuestro país"
El papa asegura que China y el Vaticano afrontan en estos momentos "una
tarea difícil pero apasionante" para superar las contraposiciones del pasado.
Fuente: EFE
Admiración por los católicos chinos, testimonios del Evangelio hasta dar la vida
Francisco expresa su “sincera admiración”, que “es la admiración de
toda la Iglesia Católica”, por el don de la fidelidad de los católicos
chinos, “de constancia en la prueba, de la confianza profundamente
arraigada en la Providencia de Dios, incluso cuando ciertos eventos se
han demostrado ser particularmente adversos y difíciles. Tales
experiencias dolorosas pertenecen al tesoro espiritual de la Iglesia en
China y de todo el Pueblo de Dios peregrino en la tierra “. Por lo tanto,
afirma que el Señor, “a través del crisol de las pruebas, nunca deja de
colmarnos con sus consolaciones y nos prepara para una mayor
alegría”, y exhorta “a fijar nuestra mirada en el ejemplo de tantos fieles
y pastores que no dudaron en ofrecer su “hermoso testimonio” (1 Tim
6:13) al Evangelio, hasta donar su propia vida. ¡Deben ser considerados
verdaderos amigos de Dios! “.
Pido a los obispos “reconciliados” que expresen la unidad encontrada con gestos
visibles
Francisco revela de haber sentido un “gran consuelo al constatar el
sincero deseo de los Católicos chinos de vivir la propia fe en plena
comunión con la Iglesia universal y el sucesor de Pedro”, incluyendo a
los obispos “que han herido la comunión en la Iglesia, por debilidad y
errores, pero también, no pocas veces, por una fuerte e indebida
presión externa”. “Por lo tanto – añade – después de haber examinado
atentamente cada situación individual, personal, y escuchado
diferentes opiniones, he reflexionado y rezado mucho buscando el
verdadero bien de la Iglesia en China” y “ante el Señor y con serenidad
de juicio, en continuidad conla orientación de mis inmediatos
predecesores, he decidido conceder la reconciliación a los restantes site
Obispos ‘oficiales’ ordenados sin el Mandato Pontificio y, haber
eliminado las sanciones canónicas relacionadas con la readmisión en la
plena comunión eclesial. Al mismo tiempo, les pido a expresar, a través
de gestos concretos y visibles, la unidad reencontrada con la Sede
Apostólica y con las Iglesias esparcidas por el mundo, y mantenerse
fieles a pesar de las dificultades “.