Vous êtes sur la page 1sur 3

Influencers: ¿un negocio del ego?

El sector de la publicidad apuesta por la profesión más joven y


polémica de la era digital
 Por LIDIA BAÑOS, SOPHIADIGITAL

 10 de agosto de 2018

El mundo de la publicidad ha ido variando mucho con el paso de los años y poco tienen
que ver los clásicos anuncios en los que se describían al dedillo las bondades de un producto
con las campañas publicitarias de la actualidad. Y es que hoy en día se está apostando por
otras alternativas como trabajar con influencers, una nueva profesión que desde sus
inicios ha dado mucho de qué hablar. A continuación definimos qué es un influencer, los
tipos que hay, a qué se dedican y la controversia que generan.

¿Qué es un influencer?
¿Qué hay que tener para convertirse en influencer? Básicamente, deben inspirar
credibilidad sobre un determinado tema, ya sea la moda, el deporte o la alimentación. De
esta forma, pueden posicionarse como figuras influyentes y referentes para muchas
personas, con las que deben saber cómo comunicarse.

Gracias a este prestigio y a la reputación que van forjándose en el ámbito digital, muchas
empresas acaban interesándose en ellos y les convierten en prescriptores de su marca
para que la promocionen entre sus seguidores. Y no es de extrañar, ya que para el 67 % de
los usuarios, los influencers mejoran la percepción de una marca, según el 'Estudio de
Content & Native Advertising' de IAB Spain y nPeople.

Tipos de influencers
No todos los influencers tienen por qué encajar con una marca en concreto. La clave está en
encontrar el adecuado, el que mejor represente los valores de esa marca. En este sentido,
existen varios tipos de influencers:

 Según temática

Uno de los parámetros por los que clasificarles es el tema en el que están especializados o
con el que más se identifican. Esto hace que algunos de ellos promocionen determinados
productos relacionados con ese ámbito de especialización. Son fashion
influencers (dedicados al sector de la moda, las tendencias y la belleza), foodies(enfocados
al mundo de la cocina, las recetas y la restauración), fitness (especializados en el deporte y
en hábitos para llevar una vida sana), gamers (expertos en videojuegos)
y entretenimiento (producen contenido más genérico destinado a divertir y distraer a su
comunidad).

 Según soporte

El medio en el que cuelgan sus contenidos e interactúan con la audiencia también resulta
relevante al clasificarlos. Así, hay influencers vloggers (personas con un vídeo blog) que se
mueven como pez en el agua en plataformas de vídeo como YouTube, pero también los
hay instagramers y más especializados en Facebook. Y, por supuesto, muchos de ellos
combinan distintas plataformas y redes sociales, pues están presentes en varias de ellas.

 Según alcance

El número de seguidores también influye en las tipologías de influencers, al igual que hacen
variar su caché para las marcas. Según datos del semanario estadounidense de
publicidad AdWeek, los tipos van desde el microinfluencer (5.000 a 25.000 seguidores) y
el pequeño (25.000 a 100.000), hasta el medio (100.000 a 250.000), el grande (250.000 a 1
millón), el mega (1 a 7 millones) y la celebrity (más de 7 millones de seguidores).

¿Qué hacen los influencers?


Los influencers pueden llegar a ganar mucho dinero con su actividad. Pero ¿a qué se dedican
exactamente? ¿Para qué los requieren las marcas?

Por un lado, su función puede ser promocionar el lanzamiento de un nuevo producto o


servicio, pero también de una nueva marca, convirtiéndose en la imagen de la misma. Por
otro lado, la unión del influencer con la marca puede ser más pasajera y estar ligada a una
acción publicitaria concreta. Por último, muchos que se dedican sobre todo a promocionar
eventos, dándolos a conocer antes y formando parte de ellos.

La polémica está servida


El youtuber ElRubius, Dulceida, Patry Jordán... son solo algunos de
los influencers españoles más populares. Todos ellos están en nuestro día a día y cada vez
estamos más acostumbrados a este concepto. Sin embargo, todavía es una profesión que
genera mucha controversia.
Por un lado, las ganancias de este sector despiertan cierto recelo. De hecho, el 71 % de los
profesionales digitales considera que los cachés de los influencers deberían ser objeto
de regulación, según el 'Estudio de Content & Native Advertising'.

Además, no todos los influencers son capaces de asimilar y gestionar la fama y han
acabado cayendo en problemas como ansiedad o depresión, una situación similar a la de
los niños youtubers, que desde edades muy tempranas se convierten en figuras públicas.

En definitiva, la profesión del influencer aún tiene luces y sombras, pero actualmente no
podríamos concebir el mundo digital sin ella.

Fuente http://www.consumer.es/web/es/tecnologia/internet/2018/08/10/226141.php

Vous aimerez peut-être aussi