Lenguajes del Cuerpo

Cuando se descubren los elementos imaginarios que nos construyen como

seres en una sociedad, y se quitan los ropajes culturales, el ser se queda en
silencio, ya no hay palabras, letras, normas, patrones de pensamiento o
modelos culturales, solo quedan cuerpos, masas de carne en contacto directo
con el mundo, sentidos, órganos, piel, sensación… algo se mueve en las
sombras, un torso, una cabeza, piernas, caderas, manos, todo junto,
movimientos torpes rompen el silencio, se acomodan los huesos, vibra el
espacio.

La siguiente exposición propone dos diferentes formas de concebir al cuerpo y

sus acciones, siendo y viviendo a través de las sensaciones en el espacio.(
muy acertado) ¿Por qué ignorar el impulso de nuestra corporeidad?

Partiendo del pensamiento de que la sensación precede a la razón, se expresa

como lo que sentimos, lo que percibimos del mundo a través de nuestro cuerpo
es por sí misma potencial, mucho antes de que lo podamos razonar e
interpretar, sólo se vive, sólo se siente. Sólo dejando nacer este lado sensitivo
podremos ser capaces de ver desde otro punto nuestro cuerpo cuantas cosas
llegan a convertirse parte de nosotros por la misma consciencia de la influencia
que tiene el espacio( decir que pasaría si se deja nacer el lado sensitivo sería
muy pretensioso), el mundo para con nosotros.

La propuesta al espectador es el dialogo entre estas piezas y los espacios que

regularmente ocupamos sin tener una consciencia de nuestro cuerpo. Como si
fuera una manera de provocar en el espectador que reconsidere cómo se
siente o se percibe en estos lugares, la comodidad con nuestra carne es
esencial para una liberación total, casi meditativa, en un espacio.