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COMPARECENCIA:

Buenas tardes Señorías


Con carácter previo a contestar a la cuestión que me han formulado, permítanme que
les pregunte si consideran que mi comparecencia, solicitada expresamente por el grupo
del Partido Popular, sigue siendo necesaria dado que han adoptado una decisión que
parece que la hace superflua. Haciendo uso de la mayoría de la que disponen en esta
Cámara, el Partido Popular y Ciudadanos ya se han pronunciado de forma taxativa sobre
los hechos que, se supone, vengo hoy a explicar aquí, declarando mi cese como
consejera de RTVM. Entenderán que, si bien mi ánimo siempre ha sido el de cooperar y
colaborar con quien me lo ha solicitado, en esta ocasión he sido juzgada y condenada
sin haber tenido la más mínima posibilidad de defenderme. Desde tiempos pretéritos
pero no tan lejanos no se producía en nuestro país un juicio político sumarísimo como
el que se ha efectuado sobre mi persona. Señores diputados del Partido Popular y de
Ciudadanos, basta ya de causas generales. Afortunadamente vivimos en una época en
la que prevalece el imperio de la ley, esa misma que ustedes y parte del consejo de
administración de RTVM han conculcado de manera palmaria. Pero las actuaciones
políticas, ni siquiera las cobijadas en mayorías parlamentarias o de un consejo de
administración, pueden sustraerse al imperio de la ley, sobre todo cuando lo que está
en juego, como en mi caso, es el respeto a principios básicos como el derecho de defensa
o la seguridad jurídica. Me dirijo a los miembros del Consejo de Administración de RTVM
que han impulsado este pseudo-procedimiento y a los señores diputados del Partido
Popular y de Ciudadanos que han hecho caso omiso a sus mínimos deberes de prudencia
antes de tomar una decisión como la de declarar mi cese: han actuado ustedes
arbitrariamente. Han incurrido en uno de los peores vicios que el ordenamiento jurídico
atribuye a los poderes públicos: la arbitrariedad. Han pisoteado, entre muchos otros, el
artículo 9.3 de nuestra Constitución que establece la interdicción de la arbitrariedad.
En una decisión inaudita en la historia de los medios públicos de este país, el Partido
Popular y Ciudadanos, cesan a una consejera elegida por unanimidad de la Asamblea de
Madrid. Y lo hacen sin darme el más mínimo trámite de audiencia para ejercitar mi
derecho de defensa; sin consultar a los servicios jurídicos de esta cámara sobre el fondo
del asunto y sin cerciorarse de que el procedimiento utilizado para mi destitución sea
ajustado a derecho. En definitiva, una grotesca chapuza política que no tiene otro
objetivo que alterar por la fuerza de las mayorías parlamentarias la composición de un
consejo de administración que fue elegido, repito, por unanimidad.
Entrando ya a responder a su pregunta, creo imprescindible que, en primer lugar, tengan
constancia exacta del devenir de los hechos que se han sucedido en relación con esa
supuesta incompatibilidad entre el ejercicio de mi cargo como Consejera de RTVM y el
de Experta de la Comisión constituida para la renovación de los cargos del Consejo de
Administración de RTVE, a fin de que ustedes mismos comprueben que las decisiones y
actos que se han ejecutado han prescindido del más elemental principio de seguridad
jurídica y me han privado del ejercicio de mi derecho de defensa.

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Durante el transcurso de la sesión del Consejo de Administración de fecha 10 de
septiembre de 2018, se solicitó al Secretario no consejero del Consejo de
Administración de RTVM que emitiera un informe sobre la situación jurídica respecto de
mi posible incompatibilidad como Consejera de RTVM y como miembro del Comité de
expertos de RTVE.
El Secretario del Consejo envío dicho informe el viernes 21 de septiembre,
debatiéndose en el Consejo que se celebró el lunes 24 de septiembre, es decir, apenas
24 horas hábiles después de tener conocimiento del mismo.
Pese a que, en esa reunión, dado que no soy jurista, solicité un plazo para solicitar
asesoramiento jurídico sobre ese informe, a fin de poder ejercer mi derecho de defensa,
el Consejo acordó su remisión inmediata a la Asamblea de Madrid y al accionista único
de la sociedad, sin concederme trámite alguno y sin esperar un plazo prudencial que me
hubiera permitido efectuar mis alegaciones al informe.
El Consejo de Administración procedió a dar traslado del informe mediante escrito de
fecha 26 de septiembre, es decir, dos días después de que se celebrara la reunión en la
que se analizó el mismo.
Sorprendentemente, según me han informado, ya que en este momento no tengo
absolutamente ninguna notificación, este lunes, 1 de octubre de 2018, con una
celeridad inusual, la Mesa de la Asamblea ha decidido estimar las conclusiones de ese
informe y proceder a declarar mi cese como Consejera de RTVM. Todo ello,
nuevamente, sin seguir ningún procedimiento, no dándome trámite alguno a fin de
posibilitarme una mínima defensa jurídica y, lo que es más llamativo, sin esperar a
escucharme en la comparecencia que estaba señalada para el día de hoy y a la que se
supone que me han convocado para escuchar mis alegaciones, ahora ya parece que
innecesarias.
La rapidez con la que se ha tramitado el informe dice suficiente por sí misma y, a mi
juicio, es sumamente significativa: tenían que conseguir a toda costa un objetivo,
totalmente ajeno al ejercicio de mi cargo de Consejera de RTVM y con una finalidad que
subyace de manera evidente.
El Consejo de Administración tramita un informe en menos de 48 horas que la Mesa de
la Asamblea analiza y estima en menos de 3 días hábiles. Coincidirán conmigo en que
no existe ningún otro cese de un Consejero de una sociedad pública que se haya
tramitado con esa misma rapidez y, lo que es más gravoso, sin haber dado la más mínima
posibilidad de defenderme, ni de ser oída, pese a que estaba prevista mi comparecencia.
No sólo no se ha seguido ningún tipo de procedimiento para adoptar esa decisión, sino
que, además, la rapidez que exigía tomar esa decisión vulnera los más mínimos derechos
fundamentales, incluido el de defensa y el de seguridad jurídica.
Como ya les he indicado, no soy abogada, por lo que me he visto obligada a contratar a
un despacho de abogados que me asesore en este procedimiento, con todo lo que ello
implica, incluido el coste económico. Como es obvio, dicho despacho requiere un tiempo

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para analizar el informe, estudiar la normativa aplicable y, posteriormente, elaborar su
propio dictamen. Ese plazo es superior a las 48 horas y a los 3 días hábiles a los que antes
me he referido.
Repito, no se ha respetado ningún procedimiento jurídico en la tramitación de un
informe jurídico, no se me ha permitido hacer alegaciones al mismo y no se ha esperado
a escuchar mis alegaciones en esta comparecencia, a la que se supone que me han
convocado para “informar sobre mi designación como integrante del Comité de Expertos
de Radio televisión Española, por parte de la Comisión Mixta de RTVE del Congreso y el
Senado, y su posible incompatibilidad con lo establecido en la Ley 8/2018 de RTVM.”
Francamente, después de la decisión que parece que se ha adoptado por la Mesa de la
Asamblea, informar sobre una cuestión que ya se ha resuelto, con una rapidez
impresionante, parece totalmente innecesario, más aún cuando en estos momentos ni
siquiera sé con total certeza si mis alegaciones tienen alguna finalidad o se trata
simplemente de una nueva pantomima en la que, como comprenderán, no tengo ningún
interés en participar.
Porque señores diputados del Partido Popular y de Ciudadanos, como representantes
de la voluntad popular, deberían ser los primeros interesados en vigilar que en el seno
de esta institución que es la Asamblea de Madrid no se pisoteen derechos tales como el
derecho a la defensa, el derecho a tener un procedimiento reglado y el derecho a la
seguridad jurídica. No señorías. En este caso ustedes no han actuado como
representantes de esa soberanía popular sino más bien como fieles aliados de consignas
partidistas que, por la fuerza de las mayorías, revierten decisiones adoptadas por
unanimidad y cercenan derechos fundamentales que, como es lógico, haré valer ante
las instancias oportunas.
La cronología de los hechos ha sido esta:

• Durante el mes de julio de 2018 recibo la proposición de formar parte del Comité de
Expertos constituido por la Comisión Mixta de Radiotelevisión Española del
Congreso y del Senado, que ha de participar en la elección por concurso público de
los miembros del Consejo de Administración y presidente de la Corporación.
• Acepto dicha propuesta, puesto que, dada mi trayectoria académica y profesional, y
mi conocida (y reconocida) defensa del servicio público creo que mi criterio puede
contribuir al buen fin del concurso. A tal efecto, remito mi CV, para que sea evaluada
mi idoneidad y mi compatibilidad, se me contesta que la Cámara considera que soy
perfectamente compatible, el 27 de julio soy elegida miembro del mencionado
Comité.
• Quiero significar que, en todo ese proceso, ni por lo más remoto considero que dicha
función de experto, de carácter consultivo, puntual y no remunerado, pueda entrar
en conflicto o ser incompatible con mi puesto en el Consejo de Administración de
Radio Televisión Madrid, y ninguno de los intervinientes en el proceso plantea la más
mínima duda al respecto.

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• Hay que esperar al mes de septiembre para que, en una secuencia de hechos
aparentemente concatenada, algún medio de comunicación plantee una posible
cuestión de incompatibilidad; algunos miembros de la Asamblea se pronuncien
sobre esa posibilidad (planteando incluso el imposible de que yo pudiera participar
en el Comité de Expertos y postularme al Consejo de Administración o a la
presidencia) y finalmente, por iniciativa de algunos consejeros de RTVM, se incluye
el asunto en el orden del día la sesión ordinaria del día 10 de septiembre y desde
aquí los hechos que he relatado al principio: 24 horas para que presente mis
alegaciones, 3 días para que la mesa de esta comisión, decida cesarme, sin tan
siquiera escucharme.

2.- y su posible incompatibilidad con lo establecido en la Ley 8/2015, de 28 de


diciembre, de Radio Televisión Madrid.
Como ya he señalado, en ningún momento consideré, ni así se me indicó por parte de
Las Cortes Generales encargadas de evaluar mi posible pertenencia al Comité de
Expertos (insisto: consultivo, puntual y sin remuneración alguna), que pudiera existir la
más mínima incompatibilidad entre esa pertenencia y el Consejo de Administración de
Radio televisión Madrid. Esta tarde, al finalizar mi comparecencia, registraré en relación
al informe elaborado por el secretario el dictamen elaborado por un despacho de
abogados y, espero en pocos días entregar otro que todavía no está finalizado. Ambos
dictámenes coinciden en señalar no sólo que el secretario ha sido incapaz, a pesar de
sus esfuerzos y empeño, de demostrar ni remotamente que tal incompatibilidad existe,
y mucho menos de naturaleza no subsanable (que es lo que es su coartada para acudir
al artículo 16.1), sino que además evidencian en positivo nítidamente mi compatibilidad
entre ser consejera de Telemadrid y formar parte del Comité de Expertos. En esos
informes hay sustento legal de diferente orden, así como jurisprudencia al respecto
(tribunales superiores de justicia de Baleares, Canarias y otros), incluso con sentencias
del tribunal constitucional. Por ello me permitirán que no entre en un terreno en el que
puedo perderme fácilmente, por ello, en esta comparecencia recurro al sentido común
a partir del análisis de contenido de los textos, técnica metodológica que me es más
próxima y adjunto el informe proporcionado por el bufete.
Señala el BOCG del 17 de julio que “Para cada convocatoria se constituirá un Comité de
Expertos compuesto de personas de reconocida competencia profesional, docente o
investigadora en el ámbito de la comunicación y con experiencia acreditada en el
mismo no inferior a diez años.
Hay que destacar dos aspectos de este texto: en primer lugar, el carácter temporal del
comité de expertos pues su asesoramiento sólo es pertinente para cada una de las
convocatorias. En segundo lugar, el carácter de expertos, soy Catedrática de
Comunicación audiovisual desde 2002 y profesora, en diferentes categorías
contractuales, desde 1975 en la UCM y en la URJC. Desde este lugar he podido estudiar,
enseñar, investigar y publicar detenidamente la evolución del sistema audiovisual en
este país.

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En abril de 2004 soy nombrada directora general de RTVE hasta enero de 2007, en este
puesto afronto, entre otras cosas, la regeneración democrática del entonces Ente
Público, la pluralidad e independencia de los servicios informativos, el cambio
estructural de la empresa, el cambio legal del obsoleto estatuto de 1980, etc.;
En agosto de 2016, soy nombrada por la Asamblea de Madrid para formar parte del
Consejo de Administración de RTV Madrid. Creo que no hay duda de mi carácter de
experta para juzgar a los candidatos y a ocupar un puesto en el Comité de expertos. Si
fuera odontóloga, no habría ninguna duda sobre una posible incompatibilidad, pero no
sería experta.
El Comité de expertos se constituye el lunes 30 de julio en el Congreso de los diputados,
en esa reunión, asistida por la letrada Clara Garrido Criado elegimos los cargos de
presidente y secretario y nos damos las normas de actuación para regular las
actuaciones del comité mientras dure. En ese momento no conocemos el número ni los
nombres de los candidatos.
Cabe señalar que el comité de expertos no tiene capacidad decisoria, sino sólo de
asesoramiento, ya que nuestra misión es ver qué candidatos son idóneos para los
puestos a los que optan adjuntando para ello una puntuación numérica y un informe
razonado. Serán después el Congreso y el Senado quienes decidirán, entre todos los
candidatos idóneos, quiénes formarán parte del Consejo de Administración de RTVE.
Por último, quiero reiterar que no percibimos remuneración alguna por formar parte de
este Comité de expertos y ni tan siquiera tenemos ayuda administrativa o
infraestructura específica para nuestro trabajo.
Una cosa más: desliza el secretario en su informe, y ello ha sido machaconamente
repetido en los medios de comunicación, que en todo caso podría existir un conflicto de
intereses en mi participación en el Comité de Expertos, dado que al concurso se han
presentado personas con las que coincidido en el Consejo de Administración de Radio
Televisión Madrid. Dejando de lado la cuestión de que esas situaciones de coincidencia
profesional pueden ser, y son, comunes en el caso de otros miembros del Comité (es
difícil ser experto en un ámbito como el audiovisual y no conocer o haber coincidido
personalmente con personas relevantes en ese ámbito, como lo son muchas de las que
se presentan al concurso), quero aclarar que no he valorado los curricula de mis
compañeros y que el resto de la documentación se nos entrega anonimizada. Al
respecto hay prueba documental de los correos intercambiados entre los miembros del
Comité en los que algunos, a los que les ha tocado evaluar a candidatos que podrían
suponer un conflicto de intereses se van a abstener, otros, como los propuestos por el
PP, dicen textualmente que no se van a abstener y eso que les ha tocado evaluar a
compañeros de RTVE que les nombraron para cargos y a otros que les cesaron.
Muchas gracias por su atención.

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