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LEWIN Y EL GRUPO OPERATIVO

Mario Woronowski.

No toda la práctica del grupo operativo desconoció a Lewin, por ejemplo, el mismo
Pichon-Riviere reconoció su aporte, el cual revisaremos más adelante. La aportación de la
teoría del campo de Kurt Lewin ha sido resumida por Bleger.

Es notable que José Bleger (1963) si toma en cuenta sus contribuciones básicas, sin
atenerse estrictamente a sus teorías y conceptos; por ejemplo, asimila la noción de
campo, lo clasifica como campo psicológico inconsciente, y bajo esta egida elabora las
nociones de los ámbitos psicosocial (individuo), sociodinámico (grupo) e institucional
(relaciones de los grupos entre si y las instituciones que la regulan); considera
fundamental el encuadre situacional que comprende la configuración del sujeto o grupo
inscrito en un campo ecológico y geográfico, y el enfoque sistemático y a-histórico en el
sentido de que la relación del grupo es del aquí y el ahora, sin desdeñar el punto de vista
histórico, pero lo jerarquiza.

Además es importante el concepto de conflicto de aceptación-rechazo, rechazo-rechazo y


aceptación-aceptación. Según Armando Bauleo (1970), Lewin se encuentra en la línea que
entiende al grupo como un todo, e incluye a Moreno y Bion junto con el punto de visa de
grupo operativo. Baremblitt (1993) sostiene que le aplico modelos matemáticamente
formalizados, como Bion. Considera que Lewin y el grupo operativo se fundamentan en el
modelo físico de la teoría de los campos electromagnéticos de Faraday y, en términos
particulares, que se apoya en las metáforas químicas con el concepto de valencia.

Lewin y el campo del grupo operativo

La Escuela de Psicología Social de Pichon-Riviere fue fundada en 1953. Su objetivo estuvo


dirigido a la formación de profesionales en el campo de la salud mental. El interés estuvo
focalizado en la reflexión sobre el sujeto y el comportamiento, sujeto que interioriza
vínculos constituidos en una red de relaciones productoras de la subjetividad. El tema de
análisis de la psicología social es la relación entre ciencia e ideología. Para Matrajt (1985)
la familia, los grupos primarios y secundarios y las instituciones son los espacios de
producción de la ideología. Es una psicología social promovida como critica de la vida
cotidiana que apunta al cuestionamiento de lo instituido.

El fundamento teórico es la operatividad del grupo. El grupo es entendido como una


estructura de operación y la técnica de grupo operativo esta centrada en la interacción
sobre la tarea. Toda indagación coincide con una operación. Según Scherzer (1983), es una
palabra árabe que significa trabajo. Para Ana María P. de Quiroga (1986) en el esquema
conceptual de Pichon-Riviere se articulan aportes del psicoanálisis, del surrealismo, de la
psiquiatría francesa, de la fenomenología, de la dialéctica materialista, de la psicología
social americana y de la teoría del campo de Kurt Lewin.

Pichon-Riviere (1969) escribió: "Nuestro esquema conceptual, referencial y operativo esta


constituido, sobre todo en su aspecto genético, histórico y estructural, por las ideas de
Freud y Melanie Klein, mientras que en el aspecto social nos apoyamos en Kurt Lewin,
cuyo método es doblemente experimental: a) es un esfuerzo para hacer practica la
experimentación sociológica, y 6) tiende a una forma nueva de experimentación: la
investigación acción (Action Research)" (p. 155).Pichon-Riviere (1951), en relación con la
dinámica de grupo de Lewin, asimiló la noción de campo, la de situación y algunos
principios topológicos.

Cuando Pichon-Riviere y otros estudiosos realizaron la práctica de grupos operativos en la


experiencia de Rosario, Argentina, en 1958, emplearon las técnicas que Kurt Lewin utilizó
en su laboratorio social y los métodos de investigación - acción, que denominaron
indagación operatoria, con el objeto de planificar y transformar la situación de
intervención en el campo. Consideraron los problemas de decisión de grupo, la relación
entre la motivación, la acción y el efecto que la estructura grupal imprime sobre la
disponibilidad del sujeto para modificar o conservar ciertas pautas de comportamiento
(Pichon-Riviere, Bleger, Liberman y Edgardo Rolla, 1960).

Graciela Jasiner (1992) considera que Pichon-Riviere es heredero del laboratorio social de
Lewin, quien pretende que del grupo surjan proyectos de modificaciones para la
comunidad y en los cuales la acción y la investigación son instancias inseparables. En este
sentido podríamos pensar al grupo operativo como un grupo destinado en algún punto a
producir algo de la intervención comunitaria, social e institucional y en ese sentido operar.

Por lo tanto, una de las referencias de Pichon-Riviere es la investigación acción de Lewin,


que resulta doble soporte porque, primero, le permite sostener la lucha contra el
empirismo conductista y la institución medico psiquiátrica en su propio terreno y, desde
su propio terreno, demostrar un criterio de cientificidad; y, segundo, la investigación -
acción tiene como terreno propio a los grupos y es a& donde Pichon-Riviere intuye que
pueden gestarse condiciones para el cambio desde sus primeras experiencias en el juego y
el deporte (Woronowski, 1992b: 99). Por su parte, Bauleo (1982)

Supone que el grupo debe de proponer un triangulo: coordinación, organización grupal y


la tarea; a mí me parece esta propuesta semejante al triangulo de la investigación - acción
de Lewin: acción-investigación-entrenamiento. García (1978), desde una lectura lacaniana,
considera que Pichon- Riviere incorporo el aquí y ahora de Lewin para convertir el acto
analítico en situación experimental donde la interpretación esta pensada como una
variable cuyos efectos pueden ser registrados. De cualquier manera, es importante no
perder de vista que la práctica clínica con los pacientes y el marco teórico psicoanalítico,
en la línea Freud-Fairbairn-Klein, alimentaron la visión del mundo de Pichon-Riviere.

Método de intervención del grupo operativo

Para Bleger (1971), el método de intervención en grupo operativo consiste en establecer


un encuadre que contemple el rol del coordinador que facilite el dialogo, los resultados de
la tarea, en un tiempo de sesiones de más de una hora y con una frecuencia regular.
Mario Woronoswki sostiene que el grupo es un dispositivo técnico, una práctica, y la
práctica es el dispositivo central. Kaminsky (1983) considera que en la práctica liberal se
establece un contrato como dispositivo en el que dos partes intervienen; con otras
palabras, es una relación privada que se matiza can las convenciones públicas. Kaës (1987)
apunto la importancia del contrato narcisista en la estructura inconsciente de la
institución. Esta, de alguna o de otra manera, sostiene el narcisismo de los sujetos que
pertenecen a ella; cuando se sufre una decepción o desilusión, la tarea primaria de la
institución los expone a los ataques y peligros violentos, el sujeto experimenta una
angustia paranoide o depresiva.

Kesselman, Pavlovsky y Frydlewsky (1978) elaboraron un programa para entrenar


coordinadores de grupo con el fin de que encararan las escenas temidas, consideradas
como secretos o misterios del coordinador, y se refieren a la angustia persecutoria o
depresiva, al pánico o involucrarniento al que esta sometido el coordinador frente al
grupo habitual de trabajo, ya sea de psicoanálisis o de grupo operativo. A partir de los
modelos de entrenamiento de la escuela de Bion y de la psicología social lewiniana
elaboraron su propia propuesta.

El plan de los autores emplea técnicas de laboratorio social, técnicas de conducción de


grupos operativos, técnicas psicodramáticas, técnicas sensitivas, transaccionales y
gestálticas, integradas a la visión general de orientación psicoanalítica El programa
consiste en un seminario de investigación de escenas temidas para 24 coordinadores de
grupo, cada uno trabajando en conjunto y en pequeños grupos; en el estudian sus escenas
temidas y las de sus compañeros de seminario, y construyen un método de trabajo para
entrenar a cada coordinador en la habilidad para entrar y salir de las situaciones
regresivas del grupo que lo comprometen cotidianamente.

Según los autores, la diferencia entre Bion y Lewin es la siguiente: la orientación de Bion
consiste en habilitar las capacidades de observación del proceso regresivo colectivo que el
"aquí y ahora" de la dinámica situacional produce en cada paciente. Entrena para que el
coordinador aprenda a formular interpretaciones verbales sobre la angustia básica, los
modos de relación intragrupal, para que pueda sacar al grupo de la regresión. El grupo es
tratado como una Gestalt y de nuevo nos recuerda el constructo lewiniano. La dinámica
de grupo del laboratorio social, del socioanálisis de Slavson, el psicodrama de Moreno,
etcétera, intentan crear, conducidos por el coordinador que interviene grupal o
individualmente, un clima entre sus participantes. Se prepara para que el monitor
conduzca al grupo, a través de juegos dramáticos, consignas lúdicas e interpretaciones,
ofrecidas a la persona en cuestión, y provocar la salida de la regresión.
El grupo operativo y la subjetividad

En otro lugar he señalado la vertiente del psicoanálisis y el marxismo en el grupo


operativo: Freud y Melanie Klein, quienes aportaron el marco referencial psicoanalítico.
Para Bauleo (1983), el antecedente nace de la síntesis de la psicología y el psicoanálisis de
Freud y Melanie Klein. Y desde el marxismo, Marx y Politzer (de la fase pre comunista)
influyeron en Bleger.

En los años sesenta, los trabajos de Althusser sobre los aparatos ideológicos del Estado
marcaron a los seguidores del grupo operativo. Manero (1990b) supone que la
incorporación del grupo como mediación de la estructura psíquica y la estructura social
proceden de la influencia althusseriana; sin embargo, Bauleo (1977; 1983) fue quien
propuso que el grupo es la mediación entre estructura individual y social. Ana María
Fernández (1989) considera que la categoría de mediación resolvía la tensión entre el
individuo y la sociedad, pero que en la actualidad es un reduccionismo; para la
singularidad y la colectividad posibilitan reflexionar sobre la dimensión subjetiva,
atravesada por el deseo y la historia.

A mí me parece que la subjetividad del sujeto inscrito en la cultura es concebida por


Marcuse (1953) cuando considero que el grupo es la mediación entre el sujeto y la cultura.
Scherzer (1988), por su parte, propone extender la noción de grupo operativo hacia una
psicología social operativa, que incluya además del estudio del grupo, del vinculo, el
análisis de la relación en los sujetos, sus intersubjetividades, sus mecanismos ideológicos,
el sentido de la acción, el análisis de las formas de organización de los sujetos en los
ámbitos grupal, familiar e institucional, y las relaciones entre estructura psíquica y social.
'La concepción operativa de grupo es un eje histórico, teórico y práctico sobre el cual
bascula esta psicología social aun sin nombre" (p. 50).

Es evidente que ambos procedimientos de intervención han vuelto la escucha hacia la


subjetividad y el sujeto en el grupo y en la institución, incluso han incorporado el discurso
del poder de Foucault a la noción de imaginario social. Nora Wassner (1991) incluye la
"caja de herramientas" para que el coordinador utilice los instrumentos necesarios de los
diversos dispositivos en función del encargo grupa1 o institucional. Para Rozitchner (1987)
el aparato psíquico interioriza la estructura social y el poder en lo subjetivo.

Según De Brasi (1990), 'las subjetividades son producidas en constelaciones sociales e


históricas que no se dejan apresar como historia historizada, marcada por un eje temporal
lineal regresivo o progresivo, o núcleo central de una concepción sobre la misma" (p. 27).
El grupo operativo ha tenido su propio desarrollo, en un sentido ubicuo a la génesis y, por
lo tanto, en el estado actual es diferente de aquel entonces. El grupo operativo se
fundamenta en Freud y Lewin. Para García (1978), el psicoanálisis argentino se fundó
sobre la medicina psicosomática. El primer gobierno peronista disperso a la psicología, y
hasta 1958 se funda la carrera en la universidad, su fundamento es el positivismo de la
sociología y de la psicología social norteamericana Bleger se fundamenta en Politzer;
promueve en los psicólogos convertirse en auxiliares del psicoanálisis, pero, obviamente,
sin practicar el psicoanálisis.

El aspecto social del psicoanálisis es tomado del culturalismo de Horney, Suliivan y


Frornrn. 'Xsta psicología 'social', que se instituye como carrera en 1958 y se propone como
alternativa al psicoanálisis, se encuentra en 1970 tratando de liberarse de la 'tiranía' del
psicoanálisis medico mediante un uso estratégico del discurso de Lacan" (Garua,
1978948).

Por último, en 1981, se instituyo en Argentina la Escuela Abierta de Psicología Operativa,


fundada por Paco O'Donnell, discípulo de Pichon- Riviere, fundamentando su operatividad
en los aportes del psicodrama de Moreno, el rol playing y la escucha de lo inconsciente de
Lacan. Mercedes Baudes de Moresco (1991) establece la diferencia del modelo de grupo
operativo a la de Pichon-Riviere porque no homologan el psicoanálisis de la psicología
social.

Hoy día, la psicología social de la comente de grupo operativo original asimila


aportaciones de la fantasía inconsciente del grupo de la escuela de Anzieu y Kaës, y del
socioanálisis de Lourau, Lapassade... (García y Moragues, 1992). Por su parte, Kaës, en la
conferencia: 'El estatuto teórico -clínico del grupo. De la psicología social al psicoanálisis",
dictada en la UAM-X, el 16 de abril de 1996, reconoce las aportaciones de Marie Langer,
Pichon-Riviere y José Bleger, sin embargo, distingue nítidamente los campos de
intervención del psicoanalista y del psicosociólogo.
Estilos de liderazgo de Kurt Lewin

La teoría del liderazgo de Lewin no es útil sólo para analizar el contexto de las
organizaciones, sino que puede aplicarse a cualquier grupo humano con características
estructurales como la jerarquización o el intento de alcanzar uno o más objetivos. Por
supuesto, el entorno organizacional ha mostrado un particular interés por este tipo de
teorías.

Las investigaciones de Lewin llevaron a este pionero a describir tres tipos distintos de
liderazgo en entornos de gestión organizacional: el autoritario, que tiene un carácter
dictatorial, el democrático, en que la toma de decisiones es colectiva, y el “laissez-faire”,
en que la supervisión que lleva a cabo el líder de las tareas que ejecutan sus subordinados
es mínima.

Cada uno de estos estilos de liderazgo se relaciona con patrones conductuales, dinámicas
de interacción y un entorno socioemocional distinto. Los tres tipos de líder presentan sus
propias ventajas y desventajas, y no se puede decir que ninguno sea superior en todos los
aspectos; no obstante, Lewin afirmó que el democrático es el más efectivo de los tres.

Los entornos de trabajo autoritarios se caracterizan por el hecho de que el líder


monopoliza la toma de decisiones. Es esta persona quien determina los roles de los
subordinados, las técnicas y métodos que deben seguir para completar sus tareas y las
condiciones en que se desarrolla el trabajo. Se trata de un estilo de liderazgo muy
extendido en la mayor parte de organizaciones.

LÍDER AUTORITARIO

A pesar de las connotaciones negativas de la palabra “autoritario”, Lewin insiste en que


este tipo de líder no siempre genera un entorno socioemocional desagradable; las críticas
a los empleados son habituales, pero también lo son las alabanzas. Los líderes autoritarios
también se caracterizan por participar poco en realización de las tareas laborales en sí
mismas.

Según las observaciones de Lewin, el liderazgo de estilo autoritario conlleva el riesgo de


que se produzca una “revolución” por parte de los subordinados. La probabilidad de que
esto suceda será mayor cuanto más marcado sea el carácter autoritario del líder.
Democrático

El estilo democrático que describió Lewin es muy distinto al liderazgo de tipo autoritario.
Los líderes que siguen este patrón no toman las decisiones solos, sino que estas surgen
como resultado de un proceso de debate colectivo; en éste el líder actúa en un rol de
experto que aconseja a los subordinados, y por supuesto puede intervenir en la decisión
final si es necesario.

La mayoría de personas tienden a preferir el liderazgo de tipo democrático por encima del
autoritario y del “laissez-faire”, sobre todo cuando han tenido malas experiencias con uno
de estos estilos. Sin embargo, el liderazgo democrático conlleva cierto riesgo de que se
produzca una pérdida de eficiencia, especialmente en relación a la toma de decisiones
colectiva.

Laissez-faire

El concepto francés “laissez-faire” se podría traducir aproximadamente como “dejar


hacer”, “no intervencionismo” o “liberalismo”, siguiendo la terminología político-
económica utilizada por Lewin. Los líderes de este tipo dejan que los subordinados tomen
sus propias decisiones, aunque no necesariamente se responsabilizan de los resultados de
estas.

En general se considera que este estilo de liderazgo es el menos eficaz de los tres puesto
que puede llevar a la falta de productividad y de consistencia; es mejor tener un líder
activo. No obstante, funciona muy bien cuando los subordinados son personas capaces y
con un alto nivel de motivación y además no existe una gran necesidad de comunicación
entre los trabajadores.

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