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Aunque desde sus inicios, por 1842, la Filosofía Latinoamericana se ha mantenido con un
inclinado interés por lo político y social, por lo ético y pedagógico, cada vez es más notorio
el camino de nuestro filosofar por disciplinas “menos prácticas” pero que exigen
igualmente un compromiso con nuestra realidad. La realidad latinoamericana, tan rica en
multiplicidad de aspectos y posibilidades, también ha llevado a un grupo de investigadores
a retomar la vieja y clásica pregunta de la metafísica con renovado interés y buscando
comprenderla desde este horizonte de comprensión que implica la geocultura desde la que
elaboramos nuestros interrogantes. Es por ello que autores como Alberto Wagner de Reyna,
Carlos Astrada, José Vasconcelos, Raúl Echauri y Rodolfo Kusch se presentan ahora como
pensadores que se han comprometido por investigar en filosofía una parte de la realidad
que va más allá de lo meramente cotidiano, práctico, y concreto de nuestras circunstancias,
aunque siempre partiendo de ellas y de nuestra historia, posibilitando señalar la pregunta
por el ser con un nuevo aire y desde una nueva mirada, a cuya tarea se une el filósofo
mexicano Agustín Basave Fernández del Valle, ya que entre sus obras nos contamos un
tratado de metafísica, que por desconocimiento de su existencia poco se le ha estudiado;
por ello acá nos preguntamos: ¿Cuáles son los fundamentos ontológicos en la obra
filosófica de Agustín Basave Fernández del Valle?, un pensador mexicano que también se
interesó por el problema del ser y que avanza una propuesta en la que la concepción
ontológica es principalmente una construcción de ser, es decir, es una concepción de ser
que se construye en aras de la perfección, y que en este caso en particular se fabrica de la
memoria del latinoamericano, intentando encontrar en ello el significado profundo de la
propia vida.
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Estudiante de Maestría en Filosofía Latinoamericana de la Universidad Santo Tomás.
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Justificación
Agustín Basave Fernández del Valle es un pensador del cual es posible estudiar una
perspectiva ontológica, puesto que dentro de su panorama filosófico encontramos, al igual
que Rodolfo Kusch, José Vasconcelos y Juan Cepeda, una preocupación por aprender lo
ontológico en términos latinoamericanos, que lejos de separarse de la ideas que hasta el
momento se conoce, busca dar una mayor claridad de “lo que es” y desde allí hallar una
respuesta a la pregunta por el ser, pues como otros pensadores, Basave fundamenta sus
hipótesis metafísicas desde una particular categoría que en este caso se entiende en
términos de la “habencia”.
Además, hay que demarcar que como joven investigadora interesada en la ontología en
Latinoamérica, indagar en un autor que ha sido casi nada estudiado por su poca recepción
académica, como ocurre con este autor, es necesario realizar una investigación pertinente
que permita contribuir al quehacer filosófico en el campo de la ontología latinoamericana,
aparte de ser una buena oportunidad para incursionar en una perspectiva novedosa producto
del trabajo riguroso de este filósofo mexicano.
Finalmente, con el fin de favorecer las investigaciones sobre ontología en América Latina,
resulta oportuno contribuír a la investigación que avanzan grupos como Tlamatinime y
SEMEyON, que liderados desde la Universidad Santo Tomás, se preocupan por
comprender el problema del ser desde la geocultura latinoamericana. Los aportes que se
hallen desde la obra filosófica de Agustín Basave enriquecerán los resultados de
investigación que en esta línea dichos equipos de trabajo vienen avanzando.
Objetivo general
Analizar el pensamiento de Agustín Basave del Valle, expuesto en su obra filosófica, para
identificar y exponer sus fundamentos ontológicos.
Objetivos específicos
Realizar una revisión bibliográfica de las obras filosóficas del pensador Agustín
Basave Fernández del Valle, buscando obtener un panorama global del pensamiento
que él expone.
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Antecedentes/Estado de la cuestión
Muestra de ello es el trabajo realizado por autores como Agustín Basave Fernandes del
Valle, que como representante mexicano ha resultado ser un exponente político y filosófico
para la sociedad del siglo XX, que además de destacarse por su gran preocupación social,
demuestra un sentido de pertenencia a su cultura y sus costumbres, que indiferente al hecho
de haber sido implantadas desde la época del nuevo mundo, son tomadas como aquella
realidad próxima con la que hay que enfrentarnos en términos propios, rescatando lo
valioso de la cultura y las costumbres españolas, en donde, mucho antes de colocar en tela
de juicio lo ocurrido hace ya cinco siglos, lo que se ha procurado es construir ideas propias
que logren captar la esencia de un continente como el nuestro, por ello no es de más que en
los terrenos de la ciencia del Derecho, el profesor Luis Recasens Siches lo incluyera con un
extenso comentario a su obra y pensamiento:
Panorama del Pensamiento Jurídico del Siglo XX”. De él afirmó en otra ocasión el
profesor Recasens: “porque es un hecho, que es imperativo subrayar, que Basave,
ya a mediados del cuarto decenio de su vida, ha probado ser una de las cabezas
jóvenes mayor dotadas para la filosofía en el hemisferio occidental y su fama ha
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rebasado los límites americanos para hallar eco en Europa, hasta el hecho de que
alguno de sus libros ha sido ya traducido al alemán. Basave ha producido en el
campo de la filosofía de la vida humana, una nueva antropología filosófica con raíz
cristiana y a la vez muy en la corriente del siglo XX. Ha trabajado además, muy
logradamente en la Teoría General del Estado y la filosofía política. Ha explorado
críticamente las varias aportaciones de las corrientes existencialistas y afines… Sus
contribuciones a los congresos internacionales de filosofía han enaltecido a
México… Profundamente mexicano, reciamente hispánico, y con una visión
universal, desarrolla un pensamiento que revela su propia autenticidad sin
sofisticaciones (Recasens en Botero, 1990, 14).
Evidenciando el fuerte impacto que un pensador como éste pudo conseguir en América por
sus propios medios y desde su más próxima realidad. Sus trabajos y aportes filosóficos, han
sido de gran alcance en el campo de la política y la filosofía, como bien lo evidencia el
profesor Luis Recasens Siches y es por lo mismo que su participación y aporte ontológico
al pensamiento filosófico, no se debe dar por sentado, puesto que se trata de un pensador
que se ha considerado, como se puede ver en el diario El Colombiano, un representante de
la filosofía y el derecho, en donde podemos rescatar obras en torno a filósofos como
Unamuno, Ortega y Gasset, Max Sheler, Martin Heidegger, Peter Wust, Franz Kafka, José
Vasconcelos, entre otros tantos pensadores que demuestran su amplio bagaje histórico y
filosófico en el campo del pensamiento. Por ello no está demás que en el artículo
mencionado anteriormente William Botero Duque exalte el trabajo de Basave,
principalmente el de las obras de carácter ontológico, como uno de los más valiosos para la
historia del pensamiento de Latinoamérica.
Este último texto mencionado por William Botero, en conjunto con los demás presentan
temas netamente metafísicos, evidenciando lo importante de éste autor para la filosofía
latinoamericana y por lo mismo su participación en el presente trabajo, como un gran
exponente merecedor de estudio y dedicación en el horizonte ontológico. El cual ha
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mantenido una tradición filosófica que Aristóteles designa en términos de “filosofía
primera”, es decir, “la ciencia que se ocupa de lo primario y fundamental del pensar”
(Botero, 1990, 15). O como bien se sabe en la historia una filosofía primera que preguntaba
por el principio de todo lo que hay, que se tradujo finalmente en la pregunta por el “ser” y a
su vez en la pregunta por el ser del “ente”. Por lo mismo todo Occidente dedicó como tarea
de la metafísica, el estudio del ser del ente que, según como Botero lo expresa, en cierta
medida es en la actualidad la tarea a la que se han dedicado las ciencias en sus distintas
ramas, sumiendo a la metafísica en una crisis absoluta. Sin embargo a mediados del siglo
XIX se generaron algunos cambios intentando subsanar la crisis en la que se encontraba la
metafísica, pero que, aunque se presentaron como “sistemas de la totalidad del pensar”, a la
manera de ver de Botero no contribuyeron a la auténtica de la propia metafísica, por lo
cual, movimientos como el positivismo entre otras formas adoptadas en la época
terminaron disgregando la construcción de fundamental del pensar, abriendo paso a la
“filosofía materialista” y su sistema totalizante de realidad.
El siglo XX en cierto modo marco la culminación de todos estos sistemas, para dar inicio a
la restauración de la metafísica, por lo que empezamos a reconocer a autores con
pensamientos nuevos entre los cuales se destaca según Botero tres intentos por lograr una
comprensión de la metafísica, uno de ellos es el propuesto por Heidegger quien nos
propone un replanteamiento de la pregunta por el ser; además está el de Xavier Zubiri, que
nos propone una filosofía primera como pregunta por la realidad y finalmente la propuesta
de Basave y su teoría de la “habencia” que “no es la esencia, ni la unidad estructural de la
cosa, sino el modo primario de entrar en presentación dentro de contexto” (Basave, 2000,
63-64).
Pero ésta no es la única vez que se retoma su propuesta metafísica, pues, ya más cercanos a
la actualidad, nos encontramos con un artículo, que reconoce el valor del aporte ontológico
por parte de Basave, además de lo novedoso del mismo en la Revista de Investigación
Hallazgos No. 11, de los meses enero-junio del año 2009, en el cual en un artículo escrito
por Juan Cepeda H., magister en filosofía latinoamericana e investigador en ontología
latinoamericana, de la Universidad Santo Tomás, se retoma nuevamente las ideas del
pensador mexicano, confirmando el hecho de que Basave contribuye de una forma positiva,
en los avances filosóficos que ha logrado Latinoamérica en el campo de la ontología. En el
artículo se puede evidenciar que en Basave la percepción metafísica está y ha estado en
crisis desde hace bastante tiempo, pues ni Heidegger con su olvido del ser acierta en el
problema real.
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pues, según él, no ha habido filósofo que explique en qué consiste el ser, por lo que
se mantiene en trance de muerte; [por ello]se debe abandonar el problema del ser –
cuyo olvido anda en conjunto con el olvido de Dios–, para proponernos el estudio
de la habencia (Basave, 1982, pp. 45-58), con una metodología apropiada que no se
podrá reducir a meramente deductivo ni exclusivamente inductivo (Basave, 1982,
pp. 59-65) [en esta labor] (Cepeda, 2009, 63). Dedica dos capítulos a cuestiones
ontológicas generales: ser en concreto, ser en abstracto, ser subsistente, esencia y
existencia, las propiedades del ser, los predicamentos del ser [entre otras tantas
preocupaciones ontológicas] (Cepeda, 2009, 63).
Cepeda expone las preocupaciones que para el mexicano son el problema principal de la
metafísica, en donde, a diferencia de las concepciones pasadas, el ser es desplazado, por
Dios, convirtiéndose en el Ser Absoluto, que tanto menciona Basave en sus obras. Por lo
mismo su aporte ontológico no se detiene allí, ya que su propuesta de metafísica de la
habencia ha generado ecos en la sociedad, generando temas de mucho interés, en particular
el religioso cristiano, desde el cual está sustentada toda su lógica, en vista de que Basave
coloca a Dios como el generador de todo aquello que se encuentra dentro de la habencia, e
incluso lo que se alcanza a comprender, es gracias a que Dios o, como le llama él, el Ser
Absoluto, el cual sólo se puede entender en términos habenciales, es decir, hasta donde
nuestras capacidades nos lo permitan, es decir que el conocimiento en el ámbito de la
habencia es aquel que se presenta ante nosotros dentro de nuestras capacidades de entes-
humanos.
La angustia existencial proviene, de acuerdo con Agustín Basave, del saber que la
existencia está amenazada por la muerte, la cual conduce al hombre a la nada. Ante
esta actitud, la metafísica cristiana propone el conocimiento amoroso de Dios para
redimir al hombre de su angustia (Valdez, 1995, 32).
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olvido del “ser” como alguna vez lo enunció Heidegger en Sein und Zeit, sino el olvido de
Dios.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS