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JULIA CODESIDO
Primeros años
El Perú, en ese entonces, era gobernado por segunda vez por José Pardo y Barreda, quien fuera el impulsador de
la instrucción pública y quien además promulgó la ley de las ocho horas laborales y reglamentó el trabajo para
mujeres y niños además de establecer el calendario laboral. Dentro de este marco social y político arribó
Codesido, siendo su principal interés informarse del entorno artístico de Lima. Hizo sus primeras prácticas
artísticas formales en la Academia de Teófilo Castillo en la Quinta Hereen.
Para 1919 se encontraba en la Escuela Nacional de Bellas Artes del Perú, en el taller de Daniel Hernández, y
solicitó, en el año de 1922, su traslado al taller de José Sabogal quien había sido nombrado profesor auxiliar de
pintura en 1920.
OBRA PLÁSTICA
La obra plástica de Julia Codesido se puede resumir en tres etapas: la primera, que abarca los años 1919 hasta
1924, comprende formación académica en la Escuela Nacional de Bellas Artes dirigida por Daniel Hernández,
aquí vemos sus primeros trabajos de marcada tendencia naturalista, como por ejemplo los diversos desnudos y
retratos, que si bien mantiene la tendencia naturalista, se vislumbra el estilo propio que irá desarrollando a lo
largo de su carrera.
La llegada de José Sabogal a la escuela de Bellas Artes en 1920, influyó en su estilo y, para 1925, los autores
señalan el inicio de su segunda etapa peruanista denominada "indigenista". En este período es innegable la
influencia de Sabogal tanto en la temática como en la técnica; abunda la temática indígena y mestiza, los colores
son vivos y el trazo fuerte que remarca las facciones indígenas con los pómulos angulosos, ojos grandes y fijos y
las pupilas dilatadas. A esta etapa pertenecen las obras: Morena limeña, Las tapadas y los grabados donde se
constata la marcada influencia de Sabogal. Debido al viaje que realizó a México y en donde expuso en la Galería
de Exposiciones del Palacio de Bellas Artes en 1935, su pintura sufrió una evolución al recibir la influencia de la
pintura mural mexicana.
La obra de Julia Codesido destacó del grupo "Indigenista" porque fue una artista que trascendió a la tendencia,
ya que su pintura no solo recibió influencia externa, como la pintura mural mexicana o europea, sino que la
asimiló y reelaboró, obteniendo como resultado una pintura con características propias, a este período se le
conoce como su tercera etapa que abarca desde 1945 hasta sus últimos días.
Obras
FRANCISCO FIERRO
Pocos datos biográficos se tiene sobre Pancho Fierro. Se sabe que nació
en Lima el 5 de octubre de 1807 y se le bautizó el 5 de febrero de 1809 en
la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús (Parroquia de Los Huérfanos) en
ese entonces Vice-Parroquia de la Catedral.
Fue mulato, hijo de don Nicolás Rodríguez del Fierro, criollo español
ordenado de sacerdote y de Carmen Fierro, esclava de la casa familiar de
don Antonio Rodríguez del Fierro y Pollos, prior del Tribunal del Consulado
de Lima y coronel del Batallón de Milicias del Comercio de Lima, y doña
Nicolasa Ignacia de Robina y Gallegos, dama perteneciente a importantes
familias de la sociedad virreinal limeña, padres de don Nicolás y abuelos
paternos del pintor.
Fue manumitido desde su nacimiento, es decir, nació libre siguiendo la regla no sancionada que
rezaba que el hijo de un español no debía nacer esclavo. No se conoce que realizará estudios de
pintura pero desde temprana edad mostró su talento para este arte. En el mes de mayo de 1828
contrae matrimonio en Lima con Gervasia Rosa Cornejo Belzunce, natural de la Hacienda
Mataratones en la provincia de Cañete, pero también formó familia con otras mujeres de las que dejó
dilatada descendencia.
Artista bohemio, de lento intuitivo, se ganaba el sustento pintando letreros comerciales y carteles de
toros o moldeaba figuras toscas para los nacimientos. También practicó la pintura mural en las
paredes hoy derruidas o borradas de muchas casas limeñas. Pero sus mejores dotes de artista las
volcó en numerosas acuarelas sobre cartulinas, en las que retrató tipos y costumbres de finales de la
época colonial y de las primeras décadas de la República del Perú, transmitiéndonos la imagen de un
mundo pintoresco, que abarca todas las clases sociales. En ese campo tuvo imitadores y
competidores nacionales y extranjeros pero Pancho Fierro destacó por su talento. Así lo atestigua los
diversos padrones de los gremios de empresarios de los diferentes ramos industriales elaborados
para el pago de la patente presentados a la Prefectura de Lima, en cuyas relaciones de pintores
Pancho Fierro figuró como pintor de segunda y luego de primera clase al lado de otro afamado pintor,
el mulato José Gil de Castro.
Según Ismael Portal, era “de color honesto, mulato, de más de mediana estatura, grueso, de barba
cerrada, mirada penetrante, habilísimo y de lo más agudo”.
Falleció en el hospital Dos de Mayo, el día de Fiestas Patrias de 1879, a la edad de 70 años
probablemente calculando su edad a partir de su bautismo ocurrido en 1809 y no la de su nacimiento
en 1807. La nota necrológica publicada en el diario El Comercio, asegura que, además de sus
acuarelas, dejó numerosos cuadros al óleo y retratos a carboncillo "única herencia de su
desconsolada familia". También resalta su importancia como artista costumbrista, habiendo sido para
la pintura peruana lo que Manuel Ascencio Segura lo fue para la literatura.
Acuarelas
Se calcula que llegó a pintar aproximadamente 1200 escenas de la vida de
la capital peruana, que abarcan las actividades cotidianas, las costumbres y
los personajes más característicos de todas las clases sociales. Esas obras
las ofreció a la venta a través de la casa Ricordi, las mismas que tuvieron
demanda de los aficionados y entendidos del tema, entre nacionales y
extranjeros. Inclusive hubo artistas que las imitaron o plagiaron.
La colección más conocida fue formada por el pedagogo Agustín de la Rosa
Toro quien cedió posteriormente al literato Ricardo Palma creando el "Álbum: Lima, tipos y
costumbres", cuyos herederos la entregaron a la Municipalidad de Lima. Actualmente se encuentran
en la Pinacoteca Municipal Ignacio Merino y abarca 254 acuarelas, entre las donadas por Palma y
adquiridas posteriormente.
Entre otras colecciones importantes están las formadas por el pintor francés Léonce Angrand y la
colección del etnógraforuso Leopoldo Shrenk, cuyas 78 acuarelas se hallan en el Museo de
Antropología y Etnografía de Leningrado, y la que se conserva en la Hispanic Society de Nueva York.
Una cabal evaluación de los antecedentes y el carácter del arte de Pancho Fierro ha sido publicada
por Manuel Cisneros Sánchez en 1975, con reproducciones a color.
Pancho Fierro fue admirado por artistas de diversas épocas. En 1937 el cajabambino José
Sabogal publicó un trabajo sobre el pintor mulato. Además, el Instituto de Arte Peruano (IAP), que
Sabogal presidió, reconoció a Pancho Fierro "como el primer artista peruano". Para honrarle, una sala
del IAP llevaba su nombre
VICTOR HUMAREDA
Obras destacadas
Entre sus obras destacan:
Los camioneros Torero sentado
Procesión en Lampa Arlequín tapándose
Arlequín con gato la cara
Los viejos zapatos Marilyn, la vitrola y yo
Don Quijote y Sancho Panza Vendedores
Procesión serrana (o La diablada puneña) ambulantes
Carnaval Silvia Kristel
Frailes La chingana
Marinera con guitarra y cajón Uchuraccay
Autorretrato El puente de los suspiros
Jarana (o Callejón de un solo caño) Arlequín con mandolina
Procesión del Señor de los Milagros Hamlet
FRANCISCO LASO
La Pascana
Indio alfarero
La lavandera
El entierro del mal cura o El Manchaypuito.
Entre los retratos más significativos tenemos:
José Sabogal recorrió España, el sur de Francia, Italia y el norte de África entre 1908 y 1913 antes de
empezar a estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes en Buenos Aires (Argentina), donde
estudió por cinco años.
De procedencia española por el lado paterno, Sabogal se dedicó a promover la cultura y estéticas
precolombinas. Durante una estadía de seis meses en Cuzco, Sabogal se empezó a interesar en
representar a la ciudad y sus habitantes en sus pinturas. En 1919, realizó una exhibición de sus
pinturas en la Casa Brandes en Lima, la cual atrajo la atención de la crítica y el público.
Sabogal decidió promover el arte peruano internacionalmente después de una visita a México, en
donde conoció a Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. A partir de 1920,
Sabogal enseñó en la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú. Fue director
astístico de la revista Amauta, cuyo primer número, aparecido en 1926, lleva un dibujo de su autoría
en la carátula. Entre 1932 y 1943, sirvió como director de esta institución. Posteriormente, Sabogal y
Luis Eduardo Valcárcel fundaron el Instituto Libre de Arte Peruano en el Museo Nacional de la Cultura
Peruana.
Entre sus discípulos figuran Camilo Blas, Enrique Camino Brent, Julia Codesido, Cota Carvallo, Jorge
Segura, Aquiles Ralli, Gamaniel Palomino, Pedro Azabache Bustamante, Andrés Zevallos y Eladio