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PINTORES PERUANOS

JULIA CODESIDO

Julia Manuela Codesido y Estenós (Lima, 1892-1979) fue una pintora


peruana y una de las representantes más significativas del denominado
movimiento plástico peruanista, mal llamado indigenista. Fue galardonada
con el Premio Nacional de Cultura de Perú en el área de arte en 1977.1

Primeros años

Codesido viajó a los diecisiete años a Europa junto a su familia, visitando


Suiza, España, Inglaterra y Francia; estos dos últimos debido al
nombramiento de su padre como cónsul del Perú. Durante su estadía en
Europa, que coincidió con la denominada "Belle Époque", Julia Codesido
tuvo sus primeras inclinaciones por el arte. Visitó los grandes museos y
galerías absorbiendo las diferentes tendencias europeas. Sin embargo,
durante los dieciocho años de su estancia en Europa, no dejó de visitar Lima donde retornó definitivamente en
1918.

El Perú, en ese entonces, era gobernado por segunda vez por José Pardo y Barreda, quien fuera el impulsador de
la instrucción pública y quien además promulgó la ley de las ocho horas laborales y reglamentó el trabajo para
mujeres y niños además de establecer el calendario laboral. Dentro de este marco social y político arribó
Codesido, siendo su principal interés informarse del entorno artístico de Lima. Hizo sus primeras prácticas
artísticas formales en la Academia de Teófilo Castillo en la Quinta Hereen.

Para 1919 se encontraba en la Escuela Nacional de Bellas Artes del Perú, en el taller de Daniel Hernández, y
solicitó, en el año de 1922, su traslado al taller de José Sabogal quien había sido nombrado profesor auxiliar de
pintura en 1920.

OBRA PLÁSTICA

La obra plástica de Julia Codesido se puede resumir en tres etapas: la primera, que abarca los años 1919 hasta
1924, comprende formación académica en la Escuela Nacional de Bellas Artes dirigida por Daniel Hernández,
aquí vemos sus primeros trabajos de marcada tendencia naturalista, como por ejemplo los diversos desnudos y
retratos, que si bien mantiene la tendencia naturalista, se vislumbra el estilo propio que irá desarrollando a lo
largo de su carrera.

La llegada de José Sabogal a la escuela de Bellas Artes en 1920, influyó en su estilo y, para 1925, los autores
señalan el inicio de su segunda etapa peruanista denominada "indigenista". En este período es innegable la
influencia de Sabogal tanto en la temática como en la técnica; abunda la temática indígena y mestiza, los colores
son vivos y el trazo fuerte que remarca las facciones indígenas con los pómulos angulosos, ojos grandes y fijos y
las pupilas dilatadas. A esta etapa pertenecen las obras: Morena limeña, Las tapadas y los grabados donde se
constata la marcada influencia de Sabogal. Debido al viaje que realizó a México y en donde expuso en la Galería
de Exposiciones del Palacio de Bellas Artes en 1935, su pintura sufrió una evolución al recibir la influencia de la
pintura mural mexicana.

La obra de Julia Codesido destacó del grupo "Indigenista" porque fue una artista que trascendió a la tendencia,
ya que su pintura no solo recibió influencia externa, como la pintura mural mexicana o europea, sino que la
asimiló y reelaboró, obteniendo como resultado una pintura con características propias, a este período se le
conoce como su tercera etapa que abarca desde 1945 hasta sus últimos días.
Obras

 Caballito de Totora amarillo


 Desnuda echada
 Elevación
 Desnuda en la villa
 Vuelo
 Santa Rosa

FRANCISCO FIERRO

Pocos datos biográficos se tiene sobre Pancho Fierro. Se sabe que nació
en Lima el 5 de octubre de 1807 y se le bautizó el 5 de febrero de 1809 en
la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús (Parroquia de Los Huérfanos) en
ese entonces Vice-Parroquia de la Catedral.
Fue mulato, hijo de don Nicolás Rodríguez del Fierro, criollo español
ordenado de sacerdote y de Carmen Fierro, esclava de la casa familiar de
don Antonio Rodríguez del Fierro y Pollos, prior del Tribunal del Consulado
de Lima y coronel del Batallón de Milicias del Comercio de Lima, y doña
Nicolasa Ignacia de Robina y Gallegos, dama perteneciente a importantes
familias de la sociedad virreinal limeña, padres de don Nicolás y abuelos
paternos del pintor.
Fue manumitido desde su nacimiento, es decir, nació libre siguiendo la regla no sancionada que
rezaba que el hijo de un español no debía nacer esclavo. No se conoce que realizará estudios de
pintura pero desde temprana edad mostró su talento para este arte. En el mes de mayo de 1828
contrae matrimonio en Lima con Gervasia Rosa Cornejo Belzunce, natural de la Hacienda
Mataratones en la provincia de Cañete, pero también formó familia con otras mujeres de las que dejó
dilatada descendencia.
Artista bohemio, de lento intuitivo, se ganaba el sustento pintando letreros comerciales y carteles de
toros o moldeaba figuras toscas para los nacimientos. También practicó la pintura mural en las
paredes hoy derruidas o borradas de muchas casas limeñas. Pero sus mejores dotes de artista las
volcó en numerosas acuarelas sobre cartulinas, en las que retrató tipos y costumbres de finales de la
época colonial y de las primeras décadas de la República del Perú, transmitiéndonos la imagen de un
mundo pintoresco, que abarca todas las clases sociales. En ese campo tuvo imitadores y
competidores nacionales y extranjeros pero Pancho Fierro destacó por su talento. Así lo atestigua los
diversos padrones de los gremios de empresarios de los diferentes ramos industriales elaborados
para el pago de la patente presentados a la Prefectura de Lima, en cuyas relaciones de pintores
Pancho Fierro figuró como pintor de segunda y luego de primera clase al lado de otro afamado pintor,
el mulato José Gil de Castro.
Según Ismael Portal, era “de color honesto, mulato, de más de mediana estatura, grueso, de barba
cerrada, mirada penetrante, habilísimo y de lo más agudo”.
Falleció en el hospital Dos de Mayo, el día de Fiestas Patrias de 1879, a la edad de 70 años
probablemente calculando su edad a partir de su bautismo ocurrido en 1809 y no la de su nacimiento
en 1807. La nota necrológica publicada en el diario El Comercio, asegura que, además de sus
acuarelas, dejó numerosos cuadros al óleo y retratos a carboncillo "única herencia de su
desconsolada familia". También resalta su importancia como artista costumbrista, habiendo sido para
la pintura peruana lo que Manuel Ascencio Segura lo fue para la literatura.
Acuarelas
Se calcula que llegó a pintar aproximadamente 1200 escenas de la vida de
la capital peruana, que abarcan las actividades cotidianas, las costumbres y
los personajes más característicos de todas las clases sociales. Esas obras
las ofreció a la venta a través de la casa Ricordi, las mismas que tuvieron
demanda de los aficionados y entendidos del tema, entre nacionales y
extranjeros. Inclusive hubo artistas que las imitaron o plagiaron.
La colección más conocida fue formada por el pedagogo Agustín de la Rosa
Toro quien cedió posteriormente al literato Ricardo Palma creando el "Álbum: Lima, tipos y
costumbres", cuyos herederos la entregaron a la Municipalidad de Lima. Actualmente se encuentran
en la Pinacoteca Municipal Ignacio Merino y abarca 254 acuarelas, entre las donadas por Palma y
adquiridas posteriormente.
Entre otras colecciones importantes están las formadas por el pintor francés Léonce Angrand y la
colección del etnógraforuso Leopoldo Shrenk, cuyas 78 acuarelas se hallan en el Museo de
Antropología y Etnografía de Leningrado, y la que se conserva en la Hispanic Society de Nueva York.
Una cabal evaluación de los antecedentes y el carácter del arte de Pancho Fierro ha sido publicada
por Manuel Cisneros Sánchez en 1975, con reproducciones a color.
Pancho Fierro fue admirado por artistas de diversas épocas. En 1937 el cajabambino José
Sabogal publicó un trabajo sobre el pintor mulato. Además, el Instituto de Arte Peruano (IAP), que
Sabogal presidió, reconoció a Pancho Fierro "como el primer artista peruano". Para honrarle, una sala
del IAP llevaba su nombre
VICTOR HUMAREDA

Víctor Humareda fue un pintor expresionista peruano reconocido


por su creatividad considerada fruto de una personalidad turbada.
Artista marginal y solitario, en su obra palpita el silencio, la
melancolía y las oscuridades de su propia vida. nació en Lampa,
el 6 de marzo de 1920. Sus padres fueron Emilio Humareda
Caballero y Eudocia Gallegos Andía. A los cuatro años de edad
perdió a su padre, quien al parecer fue víctima de un crimen
pasional. En 1927 inició sus estudios escolares en la escuela
fiscal de su pueblo natal, pero los abandonó en el tercer año de
secundaria, para dedicarse a la enseñanza. Ya por entonces soñaba con ir a Lima para estudiar
dibujo y pintura.
En 1939 fugó de su hogar y marchó a Arequipa. Poco después pasó a Lima, donde se hospedó en
casa de sus tíos abuelos y logró ingresar a la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima. Sin
embargo, luego de unos meses de estudio las necesidades económicas le apremiaron. Debió trabajar
y estudiar al mismo tiempo, por lo que al regresar a la casa de su tía abuela llegaba con el cuerpo
molido. Por las mañanas caminaba por la calle Capón, deteniéndose en los restaurantes, ofreciendo
pintar rostros a pedido del cliente; por ellos recibía unos cuantos soles que le servían para comprar
lápices de carboncillo y alimentarse en el restaurante limeño Cordano. Dejó de estudiar un año, pero
en 1941 reingresó a la Escuela de Bellas Artes, dirigida entonces por José Sabogal. Tuvo por
maestros a destacados pintores como Julia Codesido, Ricardo Grau y Juan Manuel Ugarte Elespuru.
Al ingresar en 1947 ocupó el segundo lugar en su promoción y ganó una beca a la Argentina, pero
por motivos de salud lo postergó. Volvió a su tierra natal, donde se dedicó a pintar paisajes.
En 1950 hizo al fin efectiva su beca a Buenos Aires, donde estudió en la Escuela Superior de Bellas
Artes de la Nación Ernesto de la Cárcova. En 1952 retornó a Lima y en septiembre inauguró en el
Instituto Cultural Peruano Argentino su primera exposición individual, compuesta por 19 óleos.
Hasta 1956 presentó en total 21 exposiciones individuales, así como numerosas muestras colectivas.
En busca de mayores experiencias, en 1966 viajó a Europa, arribando sucesivamente
a Barcelona y París, donde permaneció apenas un mes, prefiriendo retornar a su patria. En Lima
continuó realizando exposiciones individuales (1966, 1967, 1968 y 1970).
Humareda era un pintor excéntrico, que no tomaba ni fumaba, un hombre tierno al que le gustaba la
soledad, aunque sin perder nunca su buen humor. No tenía domicilio fijo; vivía en hostales de la La
Parada en La Victoria, un barrio populoso plagado de delincuentes y meretrices, aunque también de
ambulantes o trabajadores informales provenientes, como él, del interior del país.
En 1983 fue sometido a cirugía al detectársele un tumor en el cuello y al año siguiente le fueron
extirpadas la laringe y las cuerdas vocales. Pese a ello, no flaqueó en su creación artística y expuso
en la galería Moll de Miraflores ese mismo año. En julio de 1984, el alcalde de Lima Alfonso
Barrantes le hizo entrega de la Medalla de la Ciudad y, en noviembre del mismo año, el grupo
“Quaternario”, integrado por artistas puneños, le dedicó el segundo Salón de Arte Contemporáneo,
exhibido en la galería municipal de Puno.
En octubre de 1986, en la galería del Centro Cultural de la Municipalidad de Miraflores fueron
exhibidos 42 de sus óleos, realizados entre 1948 y 1986. La muestra se denominó “Homenaje a
Víctor Humareda” y fue promovida por el pintor Eduardo Moll y el crítico Luis Lama.
El 16 de noviembre de 1986 Humareda empezó a pintar la que sería su última obra: La Quinta
Heeren de noche, por encargo del Banco Central de Reserva. Lo terminó el día 18 y al día siguiente
sufrió una hemorragia nasal, causada por las emanaciones de sus óleos. Falleció dos días después,
recibiendo homenajes tanto en la Escuela Nacional de Bellas Artes como en el mismo Cementerio
Presbítero Maestro, donde reposan sus restos.

Obras destacadas
Entre sus obras destacan:
 Los camioneros  Torero sentado
 Procesión en Lampa  Arlequín tapándose
 Arlequín con gato la cara
 Los viejos zapatos  Marilyn, la vitrola y yo
 Don Quijote y Sancho Panza  Vendedores
 Procesión serrana (o La diablada puneña) ambulantes
 Carnaval  Silvia Kristel
 Frailes  La chingana
 Marinera con guitarra y cajón  Uchuraccay
 Autorretrato  El puente de los suspiros
 Jarana (o Callejón de un solo caño)  Arlequín con mandolina
 Procesión del Señor de los Milagros  Hamlet
FRANCISCO LASO

josé Francisco Domingo Laso de la Vega y de los Ríos, conocido


como Francisco Laso (Tacna, 8 de mayo de 1823 - San Mateo, 14 de
mayo de 1869), fue un pintor peruano del siglo XIX, precursor
del indigenismoperuano. Destacó como retratista.

Nació en el pueblo de Aquia, Tacna, el 8 de mayo de 1823. Nacido en el


seno de una familia de la aristocracia colonial, sus padres fueron el prócer
arequipeño Benito Laso de la Vega y Quijano y la dama puneña Juana
María de los Ríos y Tamayo de Mendoza, hermana del marqués de
Villahermosa de San José. En 1830, cuando tenía siete años, su madre
falleció en Copacabana por lo que su familia se trasladó a Arequipa, en
donde su padre volvió a casarse al año siguiente con Petronila García
Calderón, tía del jurista Francisco García Calderón.
Pasó su infancia en Arequipa. Más adelante se traslada a Lima a estudiar derecho, pero lo abandona
al poco tiempo. Se inscribe en la Academia de Dibujo y Pintura que dirigía el pintor ecuatoriano Javier
Córtez, donde conoce al pintor peruano Ignacio Merino, quien lo anima a perfeccionarse en Europa.
Laso viaja a París en 1843, donde practica en el taller del pintor suizo Charles Gleyre, de quien
también aprenden Monet, Renoir, Sisley, entre otros. En 1847 se traslada a Italia; en Venecia aprecia
las pinturas del Veronés y otros maestros de la escuela veneciana. Visita también Florencia y Roma.
En 1849 retorna a Lima luego de seis años de trabajo, donde abre un estudio. Visita también varios
lugares de la costa y la sierra peruana, pintando notables obras influenciado por la vida y costumbres
de la región.
Hace un segundo viaje a Europa en 1851, esta vez gracias a una beca otorgada por el entonces
gobierno de José Rufino Echenique, volviendo al taller de Gleyre. Difunde los temas indigenistas en
esta etapa.
Regresa nuevamente al Perú en 1855. Al año siguiente se instala en Arequipa. A pedido del
obispo José Sebastián de Goyeneche y Barreda pinta varios cuadros de carácter religioso. Se dedica
también al retrato.
Se casa con Manuela Enríquez, y hace un tercer viaje a Europa en 1863. Al retornar, en 1866,
participa en el Combate del 2 de mayo. Al año siguiente es elegido diputado por Lima al Congreso
Constituyente. Fue objeto de anónimas censuras por haber usufructuado de la pensión que le
permitió completar su formación en Europa, y para acallar tal crítica obsequió al Estado tres cuadros
(Santa Rosa de Lima, La justicia y El cantollano).
En 1868, al estallar una terrible epidemia de fiebre amarilla en Lima, colabora intensamente con
la Cruz Roja en la campaña destinada a erradicar dicha enfermedad. Por su delicada constitución
física contrae la enfermedad y es llevado a la sierra para atender su curación, pero lamentablemente
solo llega hasta el pueblo de San Mateo, donde fallece. Tenía apenas 46 años de edad. Fue
enterrado en el Cementerio Presbítero Maestro de Lima.
Obras:

Algunas de sus obras de tipo indigenista son:

 La Pascana
 Indio alfarero
 La lavandera
 El entierro del mal cura o El Manchaypuito.
Entre los retratos más significativos tenemos:

 Retrato de doña Manuela Enríquez de Laso (esposa suya)


 Caballero español
 Santa Rosa de Lima
 Felipe Pardo y Aliaga
 Bartolomé Herrera
 Juan Norberto Eléspuru
 Retrato de un desconocido
Francisco Laso además de ser pintor, también se dedicó a las letras, publicó "Aguinaldo para las
señoras del Perú", además de algunos ensayos.
JOSE ARNALDO SABOGAL

José Arnaldo Sabogal Diéguez (Cajabamba (Perú), 19 de marzo de


1888 - Lima 15 de diciembre de 1956) fue un pintor y escritor peruano.
Fue uno de los primeros promotores y uno de los líderes del movimiento
indigenista peruano.

Sabogal nació en Cajabamba (Perú) en 1888 en una familia mestiza,


siendo hijo de Matías Sabogal y Manuela Diéguez de Florencia. En
1922 se casó con la escritora María Wiesse Romero (1894-1964), hija
del historiador Carlos Wiesse Portocarrero. El matrimonio tuvo dos hijos:
José Sabogal Wiesse (1923-1983) y Rosa Teresa Sabogal Wiesse
(1925-1985).

José Sabogal recorrió España, el sur de Francia, Italia y el norte de África entre 1908 y 1913 antes de
empezar a estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes en Buenos Aires (Argentina), donde
estudió por cinco años.

De procedencia española por el lado paterno, Sabogal se dedicó a promover la cultura y estéticas
precolombinas. Durante una estadía de seis meses en Cuzco, Sabogal se empezó a interesar en
representar a la ciudad y sus habitantes en sus pinturas. En 1919, realizó una exhibición de sus
pinturas en la Casa Brandes en Lima, la cual atrajo la atención de la crítica y el público.

Sabogal decidió promover el arte peruano internacionalmente después de una visita a México, en
donde conoció a Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. A partir de 1920,
Sabogal enseñó en la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú. Fue director
astístico de la revista Amauta, cuyo primer número, aparecido en 1926, lleva un dibujo de su autoría
en la carátula. Entre 1932 y 1943, sirvió como director de esta institución. Posteriormente, Sabogal y
Luis Eduardo Valcárcel fundaron el Instituto Libre de Arte Peruano en el Museo Nacional de la Cultura
Peruana.

Entre sus discípulos figuran Camilo Blas, Enrique Camino Brent, Julia Codesido, Cota Carvallo, Jorge
Segura, Aquiles Ralli, Gamaniel Palomino, Pedro Azabache Bustamante, Andrés Zevallos y Eladio

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