Vous êtes sur la page 1sur 24

Desacatos

ISSN: 1607-050X
desacato@ciesas.edu.mx
Centro de Investigaciones y Estudios
Superiores en Antropología Social
México

K. Hareven, Tamara; de Gruyere, Aldine


La generación de enmedio. Comparación de cohortes de ayuda a padres de edad avanzada dentro
de una comunidad estadounidense
Desacatos, núm. 2, cuatrimestral, 1999, p. 0
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social
Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13900203

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
La generación de enmedi o
Comparación de cohortes de ayuda a padres
de edad avanzada dentro
de una comunidad estadounidense

p or Ta mar a K. H ar even y A ld i ne d e Gruy ere *

Introducción Al comparar dos cohortes de hijos adultos,


pretendemos identificar tanto los cambios

L
a literatura gerontológica por lo general ha en las prácticas de cuidado de los padres de
abordado los patrones de apoyo por parte edad avanzada, como en las actitudes de los
de hijos adultos hacia padres de edad hijos adultos con respecto a este cuidado.
avanzada desde una perspectiva contemporá­ Median­te un método histórico y de desarrollo,
nea y limitada a un solo punto en el tiempo anali­za­­mos las maneras en que los patrones de
(Beng­tson, Kasshau y Ragan, 1985; Bengston apo­yo entre las generaciones se desarrollaron
y Treas, 1980; Shanas, 1979; Antonucci, 1990; a tra­vés del curso de vida y cómo fueron
Cicirelli, 1981). Estos estudios casi nunca se revi­sadas o adaptadas durante los últimos
han formulado la pregunta de cómo se formó años de la vida. Una perspectiva de curso de
esta relación de cuidado durante el curso de vida ofre­ce una mane­ra de entender cómo se
vida. Con ciertas excepciones, los estudios con­ forman relaciones de apoyo mutuo durante
temporáneos de ayuda intergeneracional no la vida de las personas, y cómo éstas son
han analizado cómo cambia el apoyo de los modificadas por cir­cunstancias históricas
hijos adultos a través del tiempo; tampoco han tales como la mi­gra­ción, las guerras o el
considerado a los hijos cuidadores dentro del colapso de la econo­mía local. Las prime­ras
contexto de sus tiempos histórico-sociales. experiencias del curso de vida de cada co­horte
En este estudio abordaremos los apoyos —según los aconte­cimientos histó­ricos las
in­tergeneracionales desde una perspectiva hayan modificado— también influyen en la
his­tórica y de curso de vida (Hareven, 1981). disponibilidad de re­cursos de sus miembros,
formas de ayudar, niveles de tolerancia y
* Universidad de Delaware ex­pectativas. La ex­plo­ración de estas experien­
Hareven reconoce y agradece el apoyo del Instituto Na­cional cias tempranas nos permite relacionar pa­tro­
del Envejecimiento para el estudio de Manchester N.H/ nes de apoyo de los años de vida recientes
“El envejecimiento y las relaciones generacionales:
con las condiciones so­ciales y culturales que
cohorte de cambio”.
las co­hor­tes respectivas enfrentaron durante
su vida (Elder, 1978a; Hareven, 1978; Riley, exclusiva de la ayuda filial o familiar que las
1978). actitu­des dentro de la cultura estadounidense
Por lo tanto, una perspectiva de curso de dominan­te que se basa en el apoyo que ofrecen
vida proporciona un marco para comprender los programas gubernamentales y las agencias
la variabilidad de los apoyos, así como los comunitarias.
cambios en las expectativas tanto de los Este estudio se basa en entrevistas extensas
recepto­res, como de los cuidadores, quienes de la historia de vida con antiguos trabajado­-
están influidos por sus respectivos ambientes res de la industria textil en Manchester, New
cultural y so­cial. Nuestra investigación estudia Hampshire, y dos cohortes de hijos adultos de
hijos adultos al cuidado de padres de edad estos ex trabajadores. La generación de padres
avanzada en el contexto de oportunidades y en la que se basó Family Time and Industrial
experiencias ca­racterísticas de sus cohortes Time (El tiempo de la familia y el tiempo indus­
respectivas en diferentes periodos de sus vidas. trial ), (Hareven, 1982) emigró a Manchester
Vemos el comportamiento y las expectativas de con el objeto de trabajar en la fábrica de hilados
recibir y proporcionar apoyo como parte de un Amoskeag entre finales del siglo y la Pri­mera
proceso de interacción continuo entre padres e Guerra Mundial. La mayoría de ellos llegaron de
hijos y otros parientes durante su vida, y cómo Quebec, Polonia y Grecia y, en menor número,
cambian a través del tiempo histórico. de Escocia, Irlanda y Suecia. Durante el periodo
Las actitudes hacia la ayuda generacional de su llegada, la Compañía Amos­keag —la
en los últimos años de la vida están influidas fábrica de hilados más grande del mundo—
por los valores y experiencias que evolucionan estaba en la cima de su producción. Después de
o se modifican durante el curso de vida. la Primera Guerra Mundial, la compañía inició
Los valores étnicos arraigados en la cultura un descenso vertiginoso que terminó por cerrar
premi­gratoria exigen una dependencia más la fábrica en 1936, aconteci­miento desastroso
que paralizó la economía lo­cal du­rante casi una hijos eran presionados por sus padres para
década. Como Manchester era una ciudad de escapar del trabajo en las fábricas y lograr
una sola industria, el efecto del cierre en la vida el “sueño americano”. El ideal de los padres
de los trabajadores fue extraordinariamente para sus hijos varones, especialmente, era tener
fuerte (Hareven, 1982; Hare­ven y Langenbach, una edu­cación profesional y llegar a obtener
1978). un em­pleo de clase media, o poseer una tienda
Al estudiar la interacción de los hijos adultos de abarrotes o un restaurante. Como señaló
y sus padres de edad avanzada, comparamos un miembro de esta cohorte: “Mi padre me
las formas en las que dos cohortes de hijos decía: ‘Nada de fábricas allá para ti.’ Enton­
adultos, que pertenecen a la misma genera­ ces mi hermano era inspector postal, yo era
ción, han diferido tanto en el cuidado, como contador… fuimos a la escuela. En aquellos
en sus actitudes hacia proporcionar ayuda a días, sólo un pequeño porcentaje iba a la
sus padres. Estudiamos el rango de caminos universidad o a la preparatoria.”
de cur­so de vida de hijos adultos cuidadores La mayoría de los hijos de esta generación,
de sus padres débiles y ancianos. Al hacerlo, sin embargo, no logró cumplir las metas de los
intentamos identificar las maneras en que padres. El cierre de las fábricas de Amoskeag
las relaciones de cuidado surgieron en el en medio de la Gran Depresión bloqueó
transcurso de la vida, y el precio que los hijos esta forma de escape, especialmente para
cuidadores pagaron en esta relación. los hijos mayores quienes enfrentaron crisis
La “generación de enmedio” en quien se económicas en sus años de adolescencia. Los
enfoca este estudio consiste de hijos de la hijos me­nores se acercaron más a cumplir este
ge­neración en la que se basó Family Time and sueño, pero sólo tangencialmente. Los hijos
Industrial Time. La mayoría de los hijos nacie­ fueron la primera generación en sus familias
ron en los Estados Unidos o fueron llevados que habló inglés como primera lengua y que
allí por sus padres durante su infancia. Varias se “americanizó” de cierta forma a través
características los diferencian de sus padres. de la escuela. Aproximadamente la mitad de
Mientras que los padres constantemente se la generación de los hijos en ese momento
mudaron entre Manchester y sus comunidades se había casado fuera de su grupo étnico,
de origen o dentro de Nueva Inglaterra para pero conservaba sus creencias. Representan
buscar empleo en las fábricas en diferentes a un grupo de transición. Mientras que se
comunidades durante las crisis, la mayoría adherían a ciertos valores tra­dicionales de
de los hijos crecieron en Manchester “a la sus padres, también aceptaban los valores de
sombra” de la fábrica Amoskeag. Estos hijos la clase media estadounidense y aspiraban
eran demasiado pequeños para haber trabajado a ese estilo de vida. En contraste con los
en la fábrica, y no lo suficientemente mayores patrones migratorios erráticos de los pa­dres, la
para haber experimentado el periodo de mayoría de los hijos creció dentro de una sola
prosperidad de Amoskeag durante la preguerra, comunidad estadounidense.
etapa que indujo a sus padres a trabajar allí. Desde un punto de vista demográfico, estos
Los miembros mayores de la generación de hijos fueron la primera generación que experi­
los hijos eran lo suficientemente mayores para mentó la sobrevivencia de los padres después
haber experimentado directamente los efectos de los setenta años y enfrentó los problemas
negativos del cierre de la fábrica y la Gran de cui­dar padres “viejos-viejos”. Aunque la
Depresión de las familias de Manchester. Los mayo­ría de las familias tenía muchos hijos, la
principal responsabilidad de cuidar a un padre
an­ciano por lo general recaía sobre un hijo. durante el curso de vida
Por lo tanto, los miembros de esta generación
fueron los primeros en experimentar un “aprieto En cuanto a las familias étnicas de clase
de ciclo de vida”. Tenían que cuidar a padres trabajadora estudiadas aquí, la expectativa de
que envejecían en un momento de su vida en que los hijos adultos cuidasen a sus padres de
que ellos mismos estaban llegando a la madurez edad avanzada estaba estrechamente relacio­
y necesitaban preparar su propio retiro (Cantor, nada con los patrones tradicionales de ayu­da
1983; Brody, 1981). Además necesitaban educar y va­lores familiares de la generación de los
a sus hijos. Este aprieto se intensificaba es­pecial­ pa­dres. Los inmigrantes llevaron consigo sus
mente para las mujeres que habían desempeñado lazos fa­miliares y costumbres de ayuda desde
los papeles tradicionales de ma­dres y esposas al sus comu­nidades de origen y los adaptaron a las
mismo tiempo que cumplían con trabajos de necesidades y demandas del entorno urbano-
tiempo completo. industrial de los Estados Unidos. La mayoría
Con fines de un análisis de curso de vida, di­vi­ de los miembros de la generación de los
dimos a la generación de hijos en dos co­hortes
de acuerdo con los acontecimientos his­tóricos a tres horas. Las preguntas de la entrevista cubrieron un

que enfrentaron al llegar a la edad adul­ta: los que amplio rango de áreas pertenecientes a la historia de vida
del entrevistado. Muchas preguntas se enfocaron en gran
nacieron entre 1910 y 1919 y llegaron a adultos
detalle en el tema de la ayuda durante el curso de vida y
durante la Gran Depresión (primera cohorte), y
las redes de apoyo en la edad avanzada. Siempre que fue
los que nacieron entre 1920 y 1929 y llegaron
posible, extrajimos las percepciones de los hijos y de los
a adultos durante la Se­gunda Guerra Mundial padres, o de varios hermanos sobre el mismo tema cubierto
(se­gunda cohorte). Este estudio usa los datos por la entrevista.
his­tó­ricos que Hareven reunió para la cohorte de Además de las entrevistas, también construimos una
pa­dres, y en los que se basa Family Time and historia demográfica, migratoria, de trabajo y familiar para
Industrial Time (Hare­ven, 1982). En la cohorte cada individuo. Después relacionamos esta información
de hijos asociamos los datos históricos con secuencial en una “línea del tiempo”, reconstruyendo la
otros más que gene­ramos a partir de entrevistas vida del indivi­duo de manera cronológica, con relación a su
ex­haustivas de historias de vida durante el edad y al tiempo histórico. Esto nos permitió examinar en
periodo de 1981 a 1985, historias demográficas, cada individuo la sincronización de las transiciones trabajo-

historias de trabajo y de migración, incluidas en vida con las transiciones familiares, y relacionar patrones de
tiempo con los relatos subjetivos de los entrevistados acerca
los datos nuevos de las cohortes de hijos.1
del curso de vida durante las entrevistas. Las líneas de tiempo
Apoyos intergeneracionales también nos permitieron analizar las diferencias dentro de
cada cohorte.
1 Al rastrear a los hijos de la cohorte histórica, sus La reconstrucción detallada de las historias de vida, de
cónyuges, los hermanos de sus cónyuges y otros miembros migración y trabajo de estas cohortes nos permite relacionar
de la familia en Manchester, así como en otras partes de acontecimientos anteriores en su vida con acontecimientos
los Estados Unidos, seguimos a los parientes en redes de que después tuvieron lugar e identificar patrones de curso
pa­rentesco tan extensas como nos fue posible (Hareven, de vida como variables importantes en la ayuda familiar en
1982). Dispusimos esta cohorte de entrevistados con un la edad avanzada.
método de “bola de nieve” y entrevistamos a todos los La comparación de las dos cohortes ofrece una perspectiva
parientes que respondieron. Entrevistamos a cada persona en cuanto a los cambios a través del tiempo histórico y la
tres veces, usando preguntas abiertas en sesiones de dos comprensión de las formas en las que los patrones de ayuda
pa­dres llegó a Manchester en su adolescencia padres e hijos en el curso de vida surgieron
o como parejas con hijos pequeños. Muchos de varios tipos de ayuda a los ancianos. Los hijos,
ellos habían dejado a sus padres, pero conser­ especialmente las mujeres, ayudaban a sus
vaban estrechos lazos de parentesco con sus pa­dres de edad avanzada llevándolos de compras
comunidades de origen. En algunos casos, los o al médico, realizando tareas en la casa, abas­
padres los siguieron y se reunieron con ellos teciendo víveres y visitándolos con frecuencia.
más tarde. Especialmente los que llegaron de Esta ayuda constante dispuso las condiciones
Quebec se encontraban inmersos en redes de necesarias para soportar crisis subsecuentes,
parentesco en todo el territorio industrial de tales como la viudez, enfermedades graves
Nueva Ingla­terra del Norte y Quebec (Hare­ o crónicas de alguno de los padres, y la
ven, 1982). dependencia. Estos patrones de ayuda giraban
La ayuda entre generaciones se estrechaba principalmente alrededor del eje generacional
en el curso de vida y tendía a ser mutua, informal de padres e hijos. A pesar de la larga tradición
y recurrente bajo circunstancias normales, igual de ayuda familiar entre estas familias, sólo hay
que durante situaciones críticas. En el ré­gimen evidencias aisladas de que otros parientes (por
de inseguridad económica característica de fina­ ejemplo hermanos(as), sobrinos(as) o nietos(as)
les del siglo xix y la pri­me­ra parte de este siglo, de la persona de edad avanzada) cuidasen a
cuando la ayuda familiar era la única fuente de un familiar anciano. Otros parientes ofrecieron
apoyo constante, la so­bre­vivencia familiar exigía so­­ciabilidad y ayuda ocasional al pariente
necesariamente que las decisiones individuales an­cia­no, pero la responsabilidad principal del
se sometieran a las consideraciones y necesida­ cui­dado regular recayó en algún hijo adulto.
des familia­res. La ayuda mutua entre parientes, Los patrones de ayuda a los padres formados
aunque impli­cara intercambios extensivos, no era en una etapa de la vida anterior por lo gene­ral
planeada. Ésta más bien expresaba un principio continuaron en la edad avanzada. Los hijos que
general de reciprocidad a través del curso de vida habían experimentado una interacción diaria más
y en­tre las generaciones. cercana con sus padres en sus años de infancia
Los individuos que subordinaban sus pro­pias eran candidatos más probables que sus hermanos
carreras profesionales y necesidades a las de los para asumir la responsabilidad del cuidado de los
demás miembros de la familia como una unidad padres en años posteriores, excepto en los casos
colectiva, lo hacían con un cierto sentido de en que la relación se había roto por emigración,
responsabilidad, de afecto y obliga­ción familiar, muerte, deterioro previo o conflictos familiares.
más que con una expectativa de ga­nancia Aun en casos en que los hijos de la segunda
futura. El sentido de obligación hacia los cohorte (principalmente hijas) se habían ido de
parien­tes era una manifestación de “cultura” Manchester, tendieron a regresar al hogar paterno
familiar —apoyada por el compromiso con el si habían perdido a su pareja. Algunas de estas
bienestar, la confiabilidad o la sobrevivencia hijas dejaron el hogar de nuevo cuando hubieron
de la fami­lia— que cobraba prioridad sobre reconstruido sus vidas; otras permanecieron y
las necesidades individuales y la fe­licidad después se encargaron del cuidado de sus pa­dres
personal. La autonomía familiar, esen­cial para o de sus madres viudas.
el respeto a sí mismos y el bienestar del barrio Martha Smith McPherson (nacida en 1918)
o de la comunidad, era uno de los valores más es un caso clásico de la continuidad de la ayu­
profundamente arraigados (Hare­­ven, 1982). da familiar arraigada en varias generaciones
Durante los intercambios cotidianos entre y que inclusive regresó a los orígenes de la
familia en Escocia. Su padre llegó de Escocia tengo paz del alma… porque nunca quise que
con su madre viuda, después dispuso lo mi madre se fuera a un asilo, nunca quise que se
necesario para que los hermanos de él se fueran mi padre o mi tío. No los iba a sacar a la
le reu­nie­ran de uno en uno. La madre de calle.” En el momento de la entrevista, Martha
Martha, inmigrante irlandesa, hija de una esperaba que pudiera vivir con su hermana y el
familia de diez hermanos, se volvió la eterna esposo de su hermana en su enorme casa. Sin
“cuidadora de pa­­rientes” después de casarse embargo se sentía intimidada porque las formas
con el padre de Martha: cuidó a un sobrino de vida de ella y su hermana eran diferentes y
pequeño que llegó solo a los Estados Unidos tendrían que hacer algunos cambios. Martha
y también cuidó a su propio padre dentro pensaba que lo más probable era que pudiesen
de su casa. Más adelante, los padres de vivir juntas cuando el esposo de su hermana
Martha acogieron a la madre del padre y a un muriera.
hermano alcohólico del padre: “En lugar de En otro caso, dos hermanas, Marie Bouchard
internarlo en algún otro lugar, lo acogimos.” (nacida en 1917) y Joan Riley (nacida en 1914),
Con el tiempo, la responsabilidad de cuidar crecieron con una relación muy cercana a
a estos familiares dependientes re­ca­yó en la madre y se volvieron aún más interdepen­
Martha cuando ambos padres se enfermaron. dien­tes a la muerte del padre cuando ellas eran
Con el objeto de cuidar a sus parientes, niñas. La madre de hecho colocó a las dos
Martha abandonó los estudios. Mientras cuidó niñas en un orfanato para que las cuidaran
a varios familiares en un periodo de cuarenta du­rante el día —patrón bastante común entre
años, contrató enfermeras y continuó con su las mujeres trabajadoras de Manchester cuyos
trabajo. “Tomé mi propia decisión, porque mis ma­ridos estaban ausentes, enfermos o muertos.
parientes podían haberse sacrificado más, pero Des­pués del cierre de la fábrica de Amoskeag,
yo sentía que se sacrificaban lo suficiente, la madre no pudo encontrar otro empleo porque
porque acogieron a mi abuela, y acogieron a mi se le con­sideraba “demasiado grande” y su
tío… y yo no soportaba ver que ellos hicie­ran vista estaba muy deteriorada debido a tantos
un sacrificio mayor, entonces yo hice el mío años de trabajo textil. Las dos hijas apoyaron
[sacrificio] propio.” a la madre por el resto de su vida. Joan se fue
De hecho, cuidar a sus parientes ancianos de Manchester cuando se casó, pero Marie se
dio a Martha un papel nutriente, ya que lle­vó a su esposo al hogar familiar. Su madre se
su ma­trimonio se desintegró debido a su quería ir. Le decía: “Bien, conseguiré un lugar
incapacidad de procrear. Después de que propio. Ahora estás casada, tienes una vida que
su marido tuvo un hijo con su novia, Martha vivir.” Pero Marie insistía en que su madre se
se divorció de él y regresó a Manchester. Se que­dara: “No lo podíamos siquiera considerar.
quedó con sus pa­dres: “Me encantaba estar Sólo queríamos que ella estuviera con noso­tros.
con ellos.” Después de la muerte de su padre y No lo podíamos evitar. Mi esposo… estaba más
su tío, Martha ven­dió la casa de la familia para cerca de mi madre que de la suya.”
pagar el tra­ta­mien­to de cán­cer de su padre Durante la década de los cuarenta, Marie
y los gastos funerarios del padre y del tío. y su esposo se fueron a Connecticut a buscar
Su madre de 87 años se mudó con ella a un em­pleo, y de allí se mudaron a varios lugares,
departamento y pronto mu­rió. En retros­pectiva, incluyendo a Florida, debido a la carrera militar
Martha expresó que su compensación fue la del esposo de Marie. Mientras tanto, Joan regresó
“paz de su alma”. “No ten­go un hogar, pero a Manchester después de la muerte de su marido
y se quedó con su madre. No se vol­vió a casar el mismo edificio o en la misma cuadra— pero
porque su madre “se estaba volviendo vieja y yo no en la misma casa.
sabía muy bien que si me volvía a casar a ella En casos de enfermedad o necesidad, las
no le importaría, pero se iba a sentir…” Marie y hijas visitaban a sus padres diario y con
su esposo regresaron de Connec­ticut después de frecuencia se quedaban a dormir en la casa de
la muerte del hermano del esposo, para poderse los padres, en lugar de llevarse a sus padres
encargar del cuidado de su padre. Después de con ellos. Después de la muerte de uno de los
la muerte del marido, Marie continuó al cuidado padres, los hijos inicialmente acogían al padre
de su suegro duran­te otra década. El suegro, sobreviviente temporalmente o lo visitaban
agradecido por el apo­yo de Marie, le dejó su con frecuencia. Si el padre viudo podía cui­
casa. Joan y Marie, ambas viudas y sin hijos, darse a sí mismo, los hijos trataban de hacer
vivían en apartamen­tos se­parados en el mismo que se mudara a un departamento cercano. Los
edificio en el mo­mento de la entrevista. Sólo se hijos adultos con frecuencia estaban dispues­
tenían una a la otra como fuentes de apoyo. tos a sostener económicamente el hogar del
padre. En algunos casos, varios hermanos se
cooperaron para contratar a una enfermera que
Corresidencia entre generaciones se ocupase del cuidado diario del padre débil
que aún vivía en casa
En Manchester, como en la mayoría de las El modelo ideal de residencia de los padres
co­munidades urbanas estadounidenses, el de edad avanzada que aún podían cuidar­se a sí
pa­trón dominante de residencia era el de mismos lo representa la familia Du­champ, en
hogares nucleares. La generación más vieja la que la madre de Solange Duchamp se cambió
casi nunca residía con sus hijos adultos al departamento de arriba en la casa de los
casados en la mis­ma casa. Los hijos recién padres de su esposo.
casados o las fa­milias jóvenes ocasionalmente
vivían en la casa de sus padres durante periodos Claro que mi madre vive sola y yo siento que
cortos. Ten­dían a encontrar lugares donde vivir con Mamá y Papá C. abajo, claro, de todas
cercanos y con frecuencia recibían ayuda ma­neras siempre han sido buenos amigos, y
por parte de sus padres, especialmente para desde que nos casamos es como si ella fuera de
establecer su nuevo hogar o con el cuidado la familia y cuando llego del trabajo, ¡Ah!, una
de los hijos pe­queños (Chudacoff y Hareven, o dos veces, tú sabes… a veces entre se­mana,
1979). Les caigo y los visito arriba y los visito abajo.
Para la mayoría de la gente entrevistada, Todos están allí al mismo tiempo, y algunas
y para la población en general, la “intimidad veces llego y mi madre baja, o ellos suben, o
a distancia” pareció ser la fórmula preferida algo, y hablamos, y es muy gratificante porque
por los hijos adultos casados con respecto a todos se preocupan tanto por todos en esta casa,
la in­teracción con sus padres. Cuando ambos que si cualquier cosa pasa arriba sé que no
pa­dres vivieron hasta una edad avanzada, los tengo que preocuparme porque Mamá y Papá
hijos tendieron a intentar conservarlos en C. abajo van a llamar y viceversa. Si cualquier
el hogar de los propios padres. Cuando los cosa pasara abajo, mi madre hablaría. Entonces
pa­dres ancianos podían so­brevivir solos, los es una si­tuación libre de preocupaciones.
hijos hacían un esfuerzo para vivir cerca —en En casos en los que los padres podían que­
darse solos durante parte del tiempo, las hijas
se las arreglaban para tener una profesión y nar la ayuda que a él le tocaba afectaba su pro­
cuidar al padre; algunas viajaban distancias con­ pia salud. Pierre Bergeron (nacido en 1914)
side­ra­bles para conservar el equilibrio entre su explicó: “Mientras que John [el hermano de
pro­pia familia y las necesidades de sus pa­dres. Pierre que cuidaba al padre en su casa] estaba
Al­gu­nas hijas trataban de llevar una vida doble trabajando, yo vivía enfrente y tenía que ir dos
con el objeto de cumplir con sus obligaciones o tres veces, en ocasiones cuatro o cinco… se
hacia los padres sin mermar su contribución al volvió tan frecuente que yo mismo me empecé
desa­rrollo de sus propios hijos. a enfermar.” Los mismos hijos adultos de Pierre
Especialmente en la primera cohorte, el pa­trón insistieron en que la carga de preocupación
de ayuda más frecuente fue que un hijo asu­mía por el padre, quien no estaba seguro solo, era
la responsabilidad principal de cuidar a los demasiada para Pierre.
padres. Por lo general otros hijos contri­buían La gente aquí estudiada trascendió o modi­
a este es­fuerzo mediante un apoyo eco­nó­mico, ficó la arraigada costumbre de la separación
visitas o ha­ciendo rondas para llevar al padre a residencial entre las generaciones en la so­cie­
su propia casa. Un hijo, sin embargo, llevaba la dad estadounidense sólo en los casos de necesidad
respon­sa­bilidad principal del cuidado del padre y extrema, cuando los padres de edad avanzada
trataba de movilizar y coor­dinar los esfuerzos de experimentaban alguna enfermedad crónica,
los otros hijos conforme las necesidades se iban discapacidad o demencia, y necesitaban ayuda
presentando. Esto no se logró siempre libre de en sus actividades diarias (Chudacoff y Hare­
tensiones. ven, 1978). En estos casos, un hijo adulto, por
En un caso, el hermano, que era el apoyo lo general una hija, se llevó al padre a su casa.
principal del padre, descubrió que proporcio­ En algunos casos, una hija viuda, divorciada,
separada o incapacitada se mudó con los El mayor problema de ajustes al cuidar a un
pa­dres con el objeto de recibir otro tipo de ayu­ padre de edad avanzada en el hogar recaía en
da, especialmente en el cuidado de los niños. la hija o la nuera, especialmente cuando ella
Si esa hija continuó en la casa de los padres, trabajaba. Con algunas excepciones, las muje­
con el tiempo asumió la responsabilidad de su res llevaban la carga más pesada del trabajo
cuidado (cf. Matthews, 1987). diario, mientras que los hombres ofrecían la
Mientras que era común que las hijas asu­ ayuda económica y la sociabilización principal.
mie­ran el cuidado del padre dependiente, las La mayoría de las mujeres pertenecían a la
nueras con frecuencia también se hacían res­ fuerza laboral, por lo tanto se veían atrapa­das
ponsables del cuidado de alguno de los padres entre cuidar al padre de edad avanzada, su
del esposo, en ocasiones aún después de la propio empleo y las responsabilidades fami­
muerte del marido. Las mujeres realizaban el liares. Muchas de las mujeres cuidadoras
mismo esfuerzo cuando se trataba de alguno re­portaron conflictos ocasionados por la
de sus suegros que de sus padres. Sin embargo necesidad de pasar casi todo el día cuidando
el patrón más común fue que la madre se a uno de sus padres ancianos que vivía
mudara a la casa de la hija. En algunos casos, con ella y al mismo tiempo la de continuar
una nuera cuidaba a sus suegros en la casa su carrera profesional. Algunas tenían que
de ellos. Ocasionalmente, cuando las parejas trabajar durante el día y cuidar al padre por
tenían que cui­dar a uno de los padres de cada la noche. Algunas tuvieron que renunciar a un
uno simul­tán­ea­mente, establecían prioridades trabajo de tiempo completo, o sustituirlo con
con respecto a cuál de los padres acogerían e uno de medio tiempo y menos satisfactorio.
ideaban acuerdos alternativos con el resto de Estos cambios en las profesiones de la esposa
los hermanos. privaban a la familia de un ingreso adicional
Llevar a vivir a casa a un padre débil, necesario para comprar una casa o para dar
con una enfermedad crónica, o demente exigía a los hijos una mejor educación (cf. Brody,
reajus­tes considerables en el espacio de la 1981).
vivienda y dentro de las rutinas familiares Suzanne LaCasse Miller (nacida en 1916)
diarias. En ciertos casos, un espacio limitado tenía dos empleos mientras cuidaba a su esposo
implicaba que la pareja o los nietos cedieran enfermo y tenía a su madre en casa. Ella se
sus habitaciones. Helena Debski Wojek (nacida casó en 1941 y tuvo cuatro hijos. Durante los
en 1913) primero viajó de Manchester al años de crianza de sus hijos trabajó de manera
Hospital Gene­ral de Massachusetts en Boston interrumpida en las fábricas de hilados más
con el objeto de hacerse cargo de su madre, pequeñas que habían abierto exactamente
quien estaba siendo atendida allí. (El segundo antes de la Segunda Guerra Mundial en los
esposo de la madre se negó a encargarse de edificios vacíos de las fábricas Amoskeag y en
ella.) “Yo salía de trabajar y me iba corriendo Dunkin’Donuts. La enfermedad de su marido
a Boston, por­que ella no hablaba ni una la convirtió en el soporte principal de la fami­
palabra de in­glés.” Después su madre vivió lia. El padre y el hermano mayor de Suzanne
con ella durante seis meses. “Cedimos nuestra murieron en 1955; después de la muerte de su
cama y dormía­mos en un sillón en el ático. Mi hermano menor, dos años después, su madre
hijo le cedió su cama.” La familia tenía que se mudó con ella, ya que era la única hija
levantarse va­rias veces durante la noche para sobreviviente que vivía en Manchester. La
evitar que la an­cia­na se ahogara. hermana de Suzanne vivía en Center Harbor,
New Hampshire (a una hora de distancia La intención de casarse de una hija cui­
en auto), pero la madre no quería vivir allá: da­dora causaba una gran tensión entre las
“Quería que­darse aquí [en Manchester] porque ge­ne­raciones, y algunas parejas inclusive espe­
aquí estaban sus amigos.” ra­ban décadas a que los padres murieran
Al principio, la madre de Suzanne cuidaba antes de poderse casar. Marianne Trudeau
a los niños, cuando se acababa de mudar. Wiznewski (nacida en 1912), hija mayor,
Pero en los últimos años, ella estaba enferma tenía 47 años cuando por fin se casó. Hasta
“y yo tenía que correr a casa del trabajo y ese momento vi­vió con su madre. Cuando era
llevarla al hospital a que le dieran oxígeno. niña, ella y su her­mana fueron testigos del
Ella no acep­taba que nadie más lo hiciera”. En conflicto continuo entre su madre y su padre,
1964, el mismo año en que la madre enfermó, mismo que se in­ten­­sificó por la creencia de la
el marido de Suzanne, quien había estado madre con res­pec­to a que el padre había tenido
enfermo du­rante algún tiempo, murió. En un hijo ilegítimo. Marianne se volvió protectora
1966, la ma­dre también murió y su última hija de su madre: “Te­nía miedo de dejar sola a mi
se casó y se fue de la casa. Suzanne vivió sola madre. Mi padre era muy… y yo tenía miedo
durante sólo un breve periodo de tiempo antes de dejarla.” (Nun­ca explicó el origen de su
de que asu­miera el cuidado de un familiar temor.) Cuan­do Marianne finalmente decidió
anciano de la generación de sus padres, así casarse en la edad madura, su madre se opuso.
como el cuidado intensivo de sus nietos. “A ella no le gustaba [el novio]. Ella era viuda
y, no sé, no le tenía confianza.” El esposo de
Ma­rianne viajaba desde Massachusetts para
Cómo se hace un “cuidador verla y fi­nalmente se mudó con ella. La madre
de padres” de Ma­rianne murió de diabetes seis meses
después. “Y a mamá no le gus­taba. Y después
Un hijo único, especialmente una hija única, murió en di­ciembre. Me sentí tan mal… te
cae de manera natural en el papel de “cuidadora hace sentir horrible.”
de padres”. La madre de Ellen Wojek Mitchell Aun cuando una hija pretende compensar el
(nacida en 1922) tuvo un ataque a los 50 tiempo perdido casándose en la edad madura,
años, después tuvo dos más y murió a los enfrentaba las protestas de la madre. Lucille
57. Su pa­dre permaneció so lo y a Ellen la Martineau Grenier (nacida en 1915) tenía 48
educaron unos parientes en Vermont. Su padre años cuando se casó con un viudo de 62 años,
se casó de nue­vo, pero cuando la madrastra padre de cinco hijos casados. Su madre, de 68
murió, en 1946, el hermano de Ellen la hizo años, estaba disgustada por este matrimonio
regresar para en­cargarse del cuidado del “porque se le iba su brazo derecho… Yo vivía
padre. (Aparentemente, el hermano no fue con ella y veía por ella hasta que me casé.
capaz de asumir ese papel.) “Bueno, yo no Es­peraba tenerme ahí por el resto de su vida”.
estaba casada, y alguien se tenía que quedar Lucille ingresó a su madre en un asilo porque
con él”, recordaba Ellen. Ella se casó en 1955, estaba “muy enferma”. Más tarde, cuando su
después de que la madre de su marido murió. esposo se enfermó, Lucille pidió la ayuda de
Entonces el marido de Ellen se mudó con ella sus hijos para ingresarlo a él también en un
y el padre de ella. El padre ayudó a cuidar a su asilo. Tanto la madre como el esposo murieron
nieta mientras Ellen estaba en el trabajo. poco después de entrar en el asilo.
La mujeres jóvenes, conscientes de las
ex­pectativas culturales de que una hija perma­ Ellos [sus padres] vivían de la asistencia
nezca en el hogar para cuidar a los padres de pú­blica… aun en las peores épocas de mi
edad avanzada, desarrollaban diferentes es­tra­­ vida me di por vencida ni sentí lástima por
tegias para escapar antes. La Hermana Ma­rie mí, porque sábía cómo era la vida de mi
Lemay (nacida en 1926) fue advertida en su madre… Cuando faltan tus padres te pasan
juventud en cuanto a que si deseaba evitar muchas cosas por la cabeza… No te das
que se le cargara con el cuidado de sus padres cuenta cuando están vivos. Quieres vivir tu
an­cianos, tendría que apurarse si de­seaba ser propia vida; pero cuando tus padres se han
monja. Sus dos hermanas mayores, quienes ido y piensas en todas las cosas buenas que
se estaban casando, la previnieron: “Si no ahora tienes, deseas poderlas compartir con
ingresas [al convento] ahora, cuando nos ellos.
hayamos ido todas, va a ser muy difícil que tú
te vayas.” Anna nunca se liberó totalmente de la culpa
de su impresión de haber rechazado a sus
Entonces ellas me contaron sus planes para pa­dres. Las hijas que regresaban al hogar de
que de alguna forma las tres nos fuéramos los padres debido a rupturas en sus propias
el mismo año. Nuestro padre siempre decía: vidas con frecuencia cayeron de manera
“Exis­te la creencia francesa de que alguien natural en el papel de cuidadoras de padres.
se debe quedar en casa para cuidar a los Joan Riley (nacida en 1914), quien regresó
pa­dres ancianos…” Casi siempre parecía que de Providence, Rhode Island, después de la
le tocaba al menor de la familia, más bien a muerte de su es­po­so para vivir con su madre,
la menor. Los mayores crecían y se casaban, y explicó por qué nunca se volvió a casar: “Tenía
los padres se iban haciendo viejos. Para cuan­ que cuidar a mi madre. Ella estaba primero,
do los menores crecían, los padres ya eran se estaba vol­vien­do mayor y necesitaba tener
muy grandes… Entonces, en lugar de hacer a alguien.”
su vida, lo más natural era que al menor le En los casos en que el cuidador de padres
tocara el cuidado de la familia. no estaba ya viviendo con sus padres, los
principales factores que marcaban la elección
Anna Douville (nacida en 1907), era la de un cuidador estaban determinados por
menor de la familia y tuvo que competir con esa habilidad y deseo particular de un hijo
sus hermanas para no quedarse en casa al adulto para acoger al padre en casa, por
último. Cuando finalmente Anna anunció que alguna otra res­ponsabilidad como un hijo
se iba a casar, sus hermanas la presionaron o cónyuge enfermo en la propia familia del
para cancelar su compromiso argumentando cuidador, por el consentimiento o apoyo del
que su prometido era alcohólico. En realidad cónyuge del cuidador y por el consentimiento
“estaban haciendo lo posible para que yo me del padre para aceptar el plan. Si el resto de
encargara de nuestros padres hasta que ellos los hijos ya eran dema­siado grandes y ellos
mu­rieran… Pero mi madre me dijo: ‘Anna, no mismos necesitaban cui­dado, no estaban en
es­peres demasiado. ¿Qué pasará si tu padre o condiciones de acoger y lidiar con un padre
yo morimos? Insistirías en quedarte conmigo y en edad avanzada. La hermana de Frank
perderías a tu novio’.” Sin embargo ella se sen­ Kaminski (nacido en 1921), de 73 años, no se
tía culpable de abandonar a sus padres. casó porque su salario como trabajadora de una
fábrica de zapatos era necesario para ayudar a
la familia con el sostén de la casa durante la Los padres expresaron su preferencia con
Gran Depresión. Mucho tiem­po después de la res­pecto a qué hijo unirse, aun cuando ese
muerte del padre, esta hermana, quien para hijo, por lo general hija, viviera fuera de
entonces ya estaba muy débil, siguió viviendo Manchester. Estas ma­dres viajaban distancias
y cuidando a la madre, quien tenía casi 100 consi­derables porque preferían vivir con una
años. La familia pensó en nuevos arreglos, hija en particular, más que con cualquier otra
pero todos estos planes fa­llaron: “Querían aun­que esta última vi­viera en Manchester.
que mi otra hermana se en­cargara de ellas. Cuando Anna Charboneau Lessard (nacida en
Mientras tanto, el marido de su hermana murió 1928) y su familia se cambiaron a Nueva York
y ella cayó en cama, en­ton­ces ya no podía para administrar un edificio de apartamentos,
hacerlo. Entonces, se imagi­nan que esto acabó su madre al principio vivía con la hermana
con esta posible solución.” de Anna en Manchester. “Después se acercó
La mayoría de los cuidadores de padres a mí para preguntarme si podía vivir con
de­sa­rrollaron este papel durante todo el trans­ nosotros”. La madre se mudó a Nueva York
curso de vida; otros fueron llevados hasta allí y se encargó del cuidado de los cuatro hijos
en alguna crisis familiar. Las experiencias de Anna y su esposo. Sandra Ka­zantakis Wall
an­teriores en el curso de vida fueron factores (nacida en 1921), quien vivía con su segundo
importantes en la asig­nación de un cui­dador esposo en Maryland, debido a la insistencia de
de padres. La razón de mayor peso fue la su madre, se la llevó de Manchester después
continuidad o recurrencia de la cercanía de la muer­te del padre, aun­que otras de sus
de residencia de un hijo y el padre, y la hermanas vivían en Manchester: “Quiero ir a
ayuda mutua correspondiente. Las hijas que vivir contigo.” La madre de Sandra vivió con
mantuvieron un contacto cercano des­pués ella los últimos cinco años de su vida. “Dick [su
del matrimonio cayeron en el papel de cui­ esposo] era muy bueno con Mamá, ella lo amaba
dadoras de pa­dres especialmente cuando las como a un hijo… De hecho, en ocasiones ella
otras hermanas “sa­caron de apuros” casándose lo prefería a sus hijos.”
prime­ro. Algunas veces esto se lograba En ambos casos, la elección de la madre por
huyendo de casa. La po­si­­bilidad de que las un hijo geográficamente lejano estuvo relacio­
hermanas saca­ran de apu­ros aumentaba si la nada con experiencias anteriores. Por ejemplo,
muerte prematura del pa­dre exigía el apoyo de Sandra había estado particularmente cerca de
un hijo para la ma­dre viuda y el resto de los su madre. Ella se había escapado de casa con
hermanos. su primer marido a los 20 años; como su esposo
El lazo emocional entre el padre y un hijo era militar, vivió en distintos lugares fuera del
de­terminado con frecuencia significaba que ese continente y en los Estados Unidos, inclusive
hijo era considerado el más adecuado para adoptó un hijo en Alemania. Ella regresaba a
cuidar a ese padre en edad avanzada. Los lazos casa de vez en cuando, por lo general cuando
con frecuencia se fortalecían durante la última enfrentaba problemas maritales. “Mi madre y
etapa de la enfermedad crónica del padre; mi padre, ¡sí!, ésa era mi casa, ésa era mi vida y
algunos hijos reportaban soledad después de allí encontraba respuestas, con mis pa­dres.” En
la muerte del padre que vivía con ellos; algu­ 1959, cuando murió su esposo en un accidente
nos hijos cui­dadores se volvían a casar o inten­ aéreo en Alaska, Sandra y su hijo adoptado se
sificaban sus relaciones con sus propios hijos mudaron a Manchester a la casa de sus padres.
con el fin de mantener fuertes las relaciones. Después de este receso, Sandra se casó de
nuevo y se volvió a mudar a Maryland con un En el cuarto patrón, el padre se mudó a la
nuevo es­poso. Cuando su madre enviudó, se casa del hijo adulto en casos de necesidad
fue a vivir con Sandra. ex­trema de cuidado personal. Las hijas adultas
En otro caso, un hijo tuvo que aceptar de se mostraron gustosas de cuidar a un padre
mala gana la decisión de su padre de dejar en­camado o incontinente; recurrieron a un asi­lo
su casa en Manchester y mudarse con su sólo en casos en que se necesitó cuidado total.
hermana en Rhode Island. Los padres de En algunos casos, cuando el cónyuge del pa­dre
Jonathan Four­nier (nacido en 1926) insistieron enfermo aún vivía, el cónyuge continuó vi­vien­
en mudarse aunque el padre trabajaba para él do separado en una vivienda independiente o
en Manchester: “¿Por qué te quieres regresar con otro hijo. Si ambos padres necesitaban cui­
si has estado conmigo durante 15 años?” les dado, algunas veces cada uno se fue a la casa
preguntó Jonathan; sus padres contestaron de un hijo diferente —un concepto ex­traño en
que en Rhode Island los podrían cuidar mejor. nuestra época, pero común dentro de la cultu­ra
“¿Cómo diablos los van a cuidar mejor que de inmigrantes. Algunas familias, especialmen­
yo?” Pero la madre de Jonathan insistió en el te cuando todos los miembros co­laboraban,
cambio. Des­pués de mudarse el padre viajaba lo­graban cuidar a un padre anciano en casa.
de Rhode Island a Manchester. Continuó Estos hijos adultos estaban atrapados entre sus
trabajando con Jonathan y se quedaba con él obligaciones hacia los padres y sus deseos de
de lunes a jue­ves, después volvía a Rhode sacar adelante a sus propios hijos. En otros
Island. casos, cambios en las relaciones fa­mi­liares
En resumen, fueron varias las trayectorias y el compromiso de la mujer con res­pecto al
de los cuidadores de padres: algunos hijos, trabajo volvía irreal la expectativa de cuidar a
cuando adultos, permanecieron con la familia un padre incapacitado.
en la cual crecieron y gradualmente asumieron La lucha de un hijo adulto, que con frecuen­
el cuidado de los padres. La cuidadora por lo cia él mismo se aproximaba a la edad avanzada,
ge­neral fue la hija menor. En otros casos, los para conservar a alguno de sus padres en su
hijos volvieron a casa debido a que el curso de propia casa, tenía un precio muy alto. El tra­bajo
su propia vida sufrió alguna ruptura o como res­ adicional de cuidar a padres débiles cambiaba
puesta a la necesidad de ayuda de alguno de los la rutina diaria y, para algunos, inclusive
padres. Ésta fue por lo general una acción de ocasionaba rupturas en el curso de sus vi­das.
contingencia provocada por acontecimientos y La salud de algunos hijos se veía mermada
necesidades que no se habían previsto en el debido a la tensión; otros pasaban por crisis
curso de vida. El hijo adulto que regresaba maritales o sufrían pérdidas económicas de­bi­
por lo general estaba soltero, divorciado o do a que las esposas abandonaban la vida labo­
viudo y podía dividir su vida más fácilmente ral; y otros más no podrían preparar su pro­pio
que algún hermano casado. Más hijas que hijos retiro y vejez debido a limitaciones eco­nómicas
adultos regresaron a casa. Otro patrón fue y a las exigencias de tiempo de la es­po­sa.
que algunos hijos no se fueron a vivir con los Algunos cuidadores de padres se preocu­paban
padres pero sí se encargaron de las principales acerca de los límites en los planes de vida de
responsabilidades de su cuidado. Estos hijos, sus propios hijos (cf. Ory, 1985).
por lo general hijas, viajaban de su casa a la Por lo tanto no es sorprendente que todos
de sus padres y con frecuencia también tenían los hijos que fueron entrevistados y habían
la responsabilidad de un empleo. cui­dado a sus padres en edad avanzada en
sus ca­sas expresaran un fuerte deseo de posible, me iré a un asilo.” Aunque defendían
nunca tener que depender de sus hijos en su inde­pen­den­cia, e ingresaron a su hija débil
su vejez. Consi­de­raron que vivir con los mental de 34 años en una institución, los
hijos era el mayor obstáculo para mantener St. Pierre, cuando se les preguntó acerca de
su independencia. Sarah Butterick, quien las diferencias de las fami­lias actuales, con
había cuidado a su pa­dre en su casa después relación a las de su épo­ca, contestaron: “Son
de un ataque cardiaco, expresó que nunca demasiado in­de­­pen­dientes.” Yvonne Lemay
tomaría en cuenta la posibilidad de vivir con Cagne (nacida en 1916) y Pierre Cagne (nacido
sus hijos: “Espero que no; espero morirme en 1916) estuvie­ron ambos de acuerdo en que
antes… Espero simplemente no despertar prefe­ri­rían vivir en un asilo a vivir con sus
una mañana.” Helena Debski Wo­jek (nacida hijos: “De ninguna forma estaría feliz. Cuando
en 1913), cuya madre enferma vivió con ella sabes que estás estorbándole a alguien no te
durante seis meses, explicó por qué vivía sola sientes bien.” Al principio, Yvonne fue menos
(después de la muerte de su esposo). “Bien, radical: “Primero me sentiría sola en un asilo.
trato de hacerlo porque sé lo que es cuidar a Sentiría: ¡No necesitan a la vieja cerca!” Pero
alguien que está verdaderamente en­fermo, y después estuvo de acuerdo con su marido, la
no quisiera que mis hijos tuvieran que pasar pa­reja defen­dió su preferencia por el asilo casi
por eso… No me gustaría vivir con algu­no de al unísono.
mis hijos porque ellos tienen su propia vida y Al afirmar los pronunciamientos definitivos
yo tengo la mía.” de los hijos acerca de su deseo de independen­
En algunos casos, miembros de la cohorte de cia en su propia vejez, no debemos olvidar
hijos no quisieron tener que vivir con sus hijos el momento de su vida en el que fueron
en el futuro por lo que conlleva el control de los entrevistados. No se puede decir nada en
padres que ellos había experimentado. Stephen cuanto a si habrá o no algún cambio cuando
Livak (nacido en 1911), quien vivió durante lleguen a la vejez dependiente. Como señaló
varios años tanto con su madre como con su Raymond Cham­pagne, de 52 años: “Creo que
suegra, dijo que nunca querría vivir con su hijo aún así trataría de arreglármelas solo. A unos
porque “yo supe lo que tuve que pasar cuando años de ahora, quizá piense diferente.”
viví amarrado con las cintas del delantal. A mí
no me gustaría que él estuviera amarrado con
las cintas de mi delantal. Quisiera que él fuera La sombra del asilo
li­bre y yo no ser una obligación para él.”
Yves St. Pierre (nacido en 1910) y Cora La alternativa insatisfactoria de mantener a
Le­may St. Pierre (nacida en 1910) ayudaron los padres en casa fue llevarlos a un asilo.
en el cuidado del padre de Ives durante los Los pa­dres generalmente fueron al asilo en
pri­meros tres años de su matrimonio, después casos de en­fermedad física extrema, parálisis
de que el padre quedó paralítico. “Les tengo o de­men­cia. Por ejemplo, cuando los padres
que decir que fueron tres años largos.” Tanto deambulaban, eran irracionales, impulsivos e
Yves como Cora rechazaban la idea de vivir imprede­ci­bles, o no podían ser manejados por
con sus hijos en el futuro: “Siempre hemos un hijo adulto, los hijos buscaron otra solución.
sido in­de­pen­dientes y si viviéramos con los En realidad, en varios casos parejas de ancianos
hijos senti­ría­mos que no lo éramos. Prefiero enfrentaron este dilema con respecto a sus pro­
vivir solo mientras pueda, y cuando ya no sea
pios cónyuges y los ingresaron en asilos. ochenta años y aún vivía en un apartamento.
En casos en que los hijos vivían en otra Mi hermano tenía contactos en la po­lítica, como
ciudad y no podían cuidar al padre de una para ponerla en uno de esos edificios altos
mane­ra regular, el asilo fue la única solución. que se estaban construyendo en Manchester;
Su­sanne Robert (nacida en 1927), por ejemplo, mientras esperábamos que se construyera
tuvo una relación cercana con sus padres des­ uno, ella se fue a meter a un asilo en el lado
de la infancia. Después de su matrimonio, en oeste, donde estaba el antiguo hospital.
1950, el padre de su esposo rentó un apartamen­
to cercano para la nueva pareja. Los padres de Los padres más ancianos que fueron a vivir
Susanne también ayudaron con un préstamo a un asilo lo hicieron durante el periodo final
para comprar un automóvil, y la madre cuidaba de una enfermedad crónica y murieron al poco
a sus hijos una vez a la semana. Cuando la tiempo. Los hijos que vivían en Manchester
madre de Susanne enfermó, después de que vi­sitaban a sus padres en el asilo de manera
Susanne y su familia nueva se había mudado a re­gular, con frecuencia lo hacían a diario. Las
Maine, en 1955, su madre ingresó a un asilo, hijas se encargaban de la lavandería, los cortes
mientras que el padre continuó viviendo en el de pelo, compraban detalles, llevaban al padre
apartamento. an­ciano a algunas “saliditas”. Si los hijos
vi­vían en alguna comunidad lejana, el cuidado
Mi intención era cuidarlos, pero mamá diario quedaba en las manos de el/la herma­
terminó en un asilo porque papá no la podía no/a lo­cal. Jonathan Fournier, cuyos padres,
cui­dar y en ese tiempo nosotros vivíamos en por deci­sión propia, dejaron la casa de él y
Maine. Mi hermana estaba en California y mi se fueron a Rhode Island, perdió contacto con
hijo más pequeño apenas tenía dos meses… su madre. Después de la muer­te del padre, la
Ella estuvo paralizada durante semanas y hermana de Jonathan ingresó a su madre en un
terminó en un asilo, lo que de cierta forma asilo en Rhode Island. Jonathan dejó en manos
nos rompió el corazón, pero la cuidaban muy de su hermana la decisión y los planes, y ella
bien, y allí estuvo durante tres años. Papá se encargó del cuidado de la ma­dre, pero él se
falleció antes que ella. Tuvo un ataque al sintió culpable:
corazón y enton­ces murió.
Me da pena decirlo. No he visto a mi madre
Casi simultáneamente, Susanne enfrentó otras durante año y medio, dos años. Me siento mal
necesidades de cuidado de padres en la fami­ al respecto. En realidad me debería mover
lia. Su esposo ingresó a su padre en un asilo e ir para allá… Sólo durante los últimos
y trató de colocar a su madre en un hogar seis meses me ha estado remordiendo la
para ancianos subsidiado por el gobierno. Sin consciencia la idea de ir para allá. No es que
em­bargo, según Susanne, la madre siguió sus no res­pete o ame a mi madre, es que siempre
propios planes. salen otras cosas… Creo que está mal, pero
se tomó la decisión de llevarla a un asilo. No
Bien, mi padre fue el que se enfermó primero voy a pelearme por eso.
y ella [la madre de él] trató de cuidarlo en la En algunos casos, la consciencia de la
medida de sus posibilidades, pero fue de­ma­ creciente inseguridad de los padres dio como
siado. Por eso tuvimos que llevarlo a un asilo. re­sultado un largo periodo de ansiedad entre
Esto lo hizo mi madre. Ella tenía cerca de los hermanos antes de buscar alguna solución
para el ambiente del hogar. Pierre Bergeron
(nacido en 1910) describió los problemas que
su hermano John tenía para cuidar a su padre
en la casa. “Un día John llegó a casa y encontró
todas las llaves de agua totalmente abiertas.
Otro día encontró los quemadores de la estufa
eléctrica encendidos.” El padre decidió hacer
viajes en los autobuses públicos; en uno de
estos viajes se cayó y se rompió la cadera. Esto
fue la gota que derramó el vaso con los hijos;
decidieron llevarlo a un asilo. Pierre sentía que
no era él quien tenía que tomar la decisión: “Yo
decía que no le iba a dar [a John] una solución
porque pensaba que él se había encargado de
tomarlas toda la vida y a él le tocaba hacerlo.”
En otros casos, los hijos cre­ían en un plan
aceptado de común acuerdo consistente en
que los padres irían a un asilo cuando fuera
necesario. Vincent Duchamp (nacido en 1922)
ex­plicó: “Ya se hicieron los arreglos. Si algo
le sucede a uno o a otro [pa­dre], el que quede sabía. Me llamó y me dijo: “Espero que no te
no podrá estar solo y automáticamente se irá enojes, pero ya me voy.” Vendió sus muebles.
a un asilo.” Pero su madre (nacida en 1899), ¿Qué podía yo decir? Era lo mejor, porque
quien estaba al cuidado de su esposo y de una ahora, a los 87 años, no podría.
hija con retraso mental, pensaba diferente: “Aun
no hemos pensado en eso… cuando llegue el Aun cuando los asilos se habían popularizado
momento veremos.” al final de los años sesenta, existía un estigma
Otro caso de situaciones conflictivas con relacionado con tener a un padre en un asilo.
res­pecto al ingreso de un padre en un asilo Los entrevistados, sin excepciones, se sentían
sucedió cuando entrevistamos a la madre de forzados a ofrecer una excusa o justificación por
87 años de Alice Robert St. Martin (nacida en tener a un padre en un asilo. El tema de que los
1925) en un asilo en presencia de Alice. La padres habían ingresado por iniciativa propia al
entrevista terminó porque la madre rompió asilo, así como el de que se habían presentado
en llanto debido a sus sentimientos de a los hijos con un fait accompli era recurrente
abandono por estar en ese lugar. Alice había en los relatos retros­pectivos de los hijos. Mary
sostenido, en una entrevista anterior, que su Grzwinski Pe­trowski (nacida en 1918), por
madre había sido llevada al asilo a petición ejemplo, quien había ingresado a su madre de 82
suya [de la madre]: años en un asilo cuando ella fue incapaz de vivir
Mi madre deseaba un asilo y nosotros nunca sola, dijo que lo había hecho “sencillamente
lo supimos, nos lo dijo un día antes de porque ella [su madre] se lo había pedido. Ella
irse. Ella hizo los arreglos con la gente que no que­ría vivir con nosotros; creía que nosotros
trabajaba en el hospital. Pienso, en realidad tenía­mos nuestra propia vida y decía: ‘¿Por qué
no sé si Donald [el hijo] sabía. Sé que yo no lo no me lle­­van a un asilo?’ Entonces lo hicimos.”
La ma­dre permaneció en el asilo durante seis exclusiva a través de la vida. Por esa razón,
me­ses hasta que murió. “Pero fue su decisión, esperaban también que su principal sustento
porque yo iba a tomar un año sabático. Mi ma­dre en la edad avanzada proviniera de sus hijos.
era muy inteligente, era independiente y sentía A pesar de que trataban de ser autosuficientes
“és­ta es tu vida y ¿por qué dejar de trabajar sólo el mayor tiempo posible, consideraban el
para sentarte conmigo?”De haber Mary dejado apoyo total de sus hijos como parte de la
de trabajar, tanto sus planes de retiro como los de autosuficiencia familiar. En palabras de
su esposo se habrían visto económicamente afec­ Andrew Pro­wix (nacido en 1922):
tados (cf. Scharlach, 1987).
Florida Sr. Honore Rouillard (nacida en 1926), Pues en esos días no existían asilos para los vie­
cuya madre vive con su hermano me­nor, expresó jos como ahora. En esos tiempos eran los hijos
la ambivalencia hacia los asilos “[En el pasado] quienes se hacían cargo de los padres. Hoy en
uno se encargaba de ellos, no existía la idea de día a los viejos los meten en algún lado. ¡Se des­
los asilos, ahora hay uno en cada esquina… de ha­cen de ellos! Bueno, es que los hijos quieren
cierta forma, probablemen­te ahora han mejorado un poco más de libertad, y no quieren la carga
pero, por supuesto, el sentimiento es mucho más de los padres seniles, enfermos, o lo que sea.
distante. Yo visito asilos y sé de lo que estoy
hablando.” Florida espera que ella y su esposo Los miembros mayores de la cohorte de los
terminen en un asi­­lo y no con sus hijos. “Por las padres (entre los 80 y 90 años en el momento
hermosas instalaciones que ahora tienen; enton­ de la entrevista) fueron especialmente claros
ces no las tenían. Ahora tienen enfermeras, el en este punto. Habiendo pasado la parte más
mejor cui­dado, son profesionales.” im­portante de su vida en una época en la que
no existían prestaciones por parte del Estado,
el hecho mismo de depender de agencias pú­bli­
Localización de la cohorte cas resultaba ajeno a sus principios y a su
en el tiempo histórico educa­ción. La idea de la autosuficiencia de
la familia los hacía ver a la asistencia pública
La fuerza participativa de los hijos en el cui­ como algo peyorativo. Estos fueron los valores
dado de sus padres de edad avanzada tuvo una que les en­señaron a sus hijos. Al jerarquizar
relación estrecha con los patrones antiguos sus prefe­rencias en cuanto a fuentes de asisten­
de vida, sobre los cuales ejercieron diferentes cia, con­side­raron el apoyo del núcleo familiar
grados de control, y con las tradiciones étnicas como la prio­ri­dad por excelencia, seguida del
y culturales que gobernaban sus relaciones apoyo de la familia política y lejana. Como se
familiares. Una comprensión más exhaustiva puede es­pe­rar, citaron a la asistencia pública
de las diferencias en sus actitudes depende de como último recurso. Los padres sostuvieron con
que identifiquemos las modificaciones de los or­gullo haber evitado la ayuda pública incluso
contextos social e histórico que afectaron la vida durante la Gran Depresión. Los que recurrie­ron
de las cohortes respectivas de los hijos. a las agencias de seguridad social lo hicieron
Los miembros de la cohorte de los padres de manera su­brepticia y más adelante negaron
habían sido los proveedores principales de los haber recibido ayuda (Hareven, 1982).
padres de edad avanzada. Ellos consideraban La confianza de los padres en el apoyo
a los parientes una fuente de apoyo casi de los parientes y no en el de las agencias
públicas partía también de sus antecedentes
étnicos. La ideología de la ayuda de los de ahorros, y siendo propietarios de su casa,
parientes formaba parte de su tradición y con la idea de apoyarse en la seguridad
constituía una estrategia de supervivencia social y, si fuera necesario, en la asistencia
proveniente de sus respectivas culturas gubernamental. En caso de enfermedad o
premigratorias. Después de establecerse en los invalidez, planearon ir a un asilo. Lo más que
Estados Unidos, los pa­dres modificaron esta esperaban de sus hijos era apoyo emocional
ideología para adaptarla a sus necesidades, a y sociabilidad. Esta actitud también fue
sus requisitos y limitaciones impuestos por la producto de que la cohorte se acostumbró a la
inseguridad del am­biente industrial. De modo ayuda de agencias públicas y a interactuar con
que su participación en el apoyo mutuo a los instituciones burocráticas.
parientes representaba tanto una continuación Los hijos de ambas cohortes compartían
de la antigua práctica del cuidado de la familia una gran participación en el cuidado de sus
entre las generaciones, como una ideología padres de edad avanzada. Como se comentó
que le daba forma a las expectativas de los anteriormente, sus obligaciones nacían de sus
demás y a las de la generación joven. antece­dentes de vida y se reforzaban a través de
Ambas cohortes de hijos socializaron con las tradiciones étnicas y la cultura familiar. Sin
expectativas e ideologías de ayuda a los parien­ em­bargo, hubo variaciones importantes en este
tes similares a las de sus padres, pero su reto fue tema común. Los miembros de la primera co­hor­te
poner en marcha estas normas en circuns­tancias de hijos estaban resignados a permane­cer dentro
históricas y sociales diferentes. Los hijos se de su clase social, debido al impac­to devasta-
vieron atrapados por un deber, con una po­sición dor de la Gran Depresión y al cierre de los tela­res
ambivalente ante la obligación de ser casi los de Amoskeag. Su mayor prioridad se centraba
únicos responsables de cuidar a sus pa­dres de en recuperarse de la Depresión y mantenerse
edad avanzada. Las estrategias a las que recu­ a flote económicamente. Para lo­grarlo unieron
rrieron pretendían cumplir con los va­lores del los recursos de los parientes, duplicaron la
apoyo familiar aprendidos de sus pa­dres, pero ca­pacidad de las viviendas y se mudaron con
las nuevas presiones, las nuevas aspiraciones familiares dentro de Manchester, y algunas veces
y el surgimiento de agencias demo­cráticas los alrededor de Nueva Inglaterra u otras partes de
con­dujo a modificar estos ideales. El deseo de los Estados Unidos. Para ellos la supervivencia
cumplir con las expectativas de sus padres y de la familia a modo de uni­dad colectiva
al mismo tiempo impulsar a sus hijos se sumó se mantuvo como meta fundamental sobre la
al conflicto generacional como consecuencia consecución de proyectos in­dividuales. En este
de sus obligaciones hacia am­bos. Estos hijos contexto, se suponía que los hijos debían hacer
jerarquizaron sus obligacio­nes, trabajaron rendir al máximo sus recursos para tener a los
horas extra, reformularon el significado de padres de edad avanzada dentro de la familia, y
las obligaciones familiares ante los cuidados, mantenerlos el ma­yor tiempo posible.
esperando que su constreñido patrón de vida no Por otro lado, los hijos de la segunda co­horte
se repitiera en la edad adulta de sus hijos. se hicieron adultos durante la Segunda Guerra
En tanto que los padres esperaban que sus Mundial. Habiendo experimentado de manera
hijos los cuidaran en su vejez, los hijos no menos directa la Gran Depresión y el cierre de
esperaban (ni deseaban) tener que depender los telares de Amoskeag, se vieron ex­puestos a un
del apoyo económico de sus hijos. Se prepa­ menor grado de esa fuerte in­ter­dependencia con
raron para la vejez con planes de jubilación, los parientes que tuvo su momento más dramático
durante la Gran Depre­sión. Obviamente, la se centraba en su propio futuro y en el de sus
mayor parte de la segunda cohorte tenía padres hijos, en vez de sus padres. Los miembros de
jóvenes; para muchos su periodo de prueba no esta cohorte ex­pre­saban ambivalencia sobre sus
llegaba todavía. En esta cohorte la asis­tencia obligaciones eco­nómicas ante los padres de edad
generacional fluía más comúnmente de padres avanzada y so­bre acogerlos en su casa cuando
a hijos, que de manera inversa. Los padres les fueran incapaces de vivir solos. Al mismo tiempo,
ayudaban a los recién casados a rentar viviendas ayudaban a sus pa­dres, más bien con servicios
cercanas, les pres­taban dinero para comprar un que con apo­yo fi­nanciero fijo. Se mostraron
auto y les ayuda­ban a cuidar a los niños. En menos dispuestos a mantener en su casa a un
algunos casos, los hijos de la cohorte joven se padre des­va­lido o viejo que los hijos miembros
beneficiaron aún de la ayuda de los padres, la de la pri­mera co­horte. La ambivalencia de esta
cual recibieron toda su vida. co­horte más joven fue qui­zá el resultado de la
La ventaja de la recuperación económica tras erosión de la in­terdepen­dencia mutua entre los
la Segunda Guerra Mundial y de los bene­ficios parientes y de la expectativa de apoyo por parte
del entrenamiento profesional y educativo que del sector pú­blico. Aunque fue­ron educados
adquirieron los jóvenes en el servicio militar, fue con valores muy firmes de responsabilidad
que la cohorte de los hijos se dedi­có a cons­truir­ familiar, la segunda cohorte de hijos hizo la
se una vida nueva y a mejorar sus con­diciones transición hacia un modo de pensamiento más
de vivienda. Trataron de salir de su situación de individua­lista, y hacia una mayor acepta­ción de
clase trabajadora, oprimida, des­empleada hacia la asistencia pública como extensión del apoyo
un estilo de vida de clase me­dia (Elder y Hare­ de los parientes con la expectativa de que este
ven, 1992). Conscientes de sus li­mitaciones, le cambio continuara en la vida de sus hijos.
asignaron una prioridad a las opor­tunidades de En algunos aspectos, los miembros
estudios de sus hijos. Iró­nica­mente, la segunda de la se­gunda cohorte de hijos resultaron
cohorte de hijos ha sido asesorada por sus emocionalmente más distantes de sus padres.
propios padres para aspirar a mejores posiciones A diferencia de la primera cohorte, que
la­borales y lograr un esti­lo de vida clase media. permanecía en casa hasta el momento del
Pero al alcanzar estas me­tas, se redujo su dispo­ matrimonio, los miem­bros de la segunda cohorte
nibilidad ante los padres, en especial para los que se que­daron en Manchester tendieron
que necesitaban apoyo en su vejez. Florida Roui­ a salir de casa para vivir independientes
llard (nacida en 1926) explicó cómo su hija cum­ antes de casarse, si bien cerca de sus padres.
plió con el sueño que para ella fue irrealizable: Muchos hijos salie­ron de casa por la Segunda
“Nunca logré ser en­fermera, pero mi hija sí. Es Guerra Mundial. Los hombres (y en algunos
curioso cómo resul­tó.” William Silvers (nacido casos las mujeres) entraron al servicio militar;
en 1927) observó: “Quisiera que todos mis las mujeres en oca­siones siguieron a los
hijos tuvieran más que yo, y nosotros los padres esposos asignados en otros lugares. La partida
tratamos de impulsarlos en esa dirección.” La de los hijos al inicio de su edad adulta
segunda cohorte tuvo una orientación más in­divi­ produjo una separación más temprana entre
dua­lista. Se trazaron metas más firmes, tanto las generaciones que la pri­mera cohorte. Vivir
den­tro del núcleo fami­liar como en el círculo de fuera de casa aumentó tam­bién la separación
los pa­rientes, lo mismo que entre la generación psicológica. Alice Robert St. Martin (nacida
mayor y la joven. Le dieron valor a la privacía en 1925) explicó que des­pués de casarse se
de la vida del ma­trimonio. Su ener­gía principal sintió más separada de sus padres. “Cuando
iba a casa de mis padres era como ir de visita. Ka­mins­ki (nacida en 1925), por ejemplo, dijo
Así lo sentía.” haber ejercido una mayor separación entre
La segunda cohorte de hijos expresó una ella y sus hijos, como reacción ante la actitud
cla­ra preferencia por que las generaciones demandan­te de su madre:
vi­vieran separadas. Pierre Gagnou (nacido en
1926) explicó: “No sería vida familiar [más que Es que, cuando miro hacia atrás digo “Qué
de pareja] si el padre y la madre vivieran ahí.” horror, nunca tuve… en realidad una vida pro­
Pensando en sus hijos agregó: “Si por al­gún pia.” Porque pasé de que mi madre me diera
motivo se presentara una discusión, sería órdenes a que me las diera mi esposo y [se ríe]
más difícil para ellos.” Raymond Champagne nunca supe lo que significaba vivir sola. Y ahora
(nacido en 1926) enfatizó la necesidad de que Marcha [su hija] se mudó a Merrimack, que no
la pareja residiera por separado: “Creo que el queda lejos de aquí. Pero no estoy desesperada
matrimonio es algo sagrado. Tiene que ser una ni enojada porque no me llama diario, porque
situación de marido y mujer, sin nadie más... y siento que, en mi caso, mi madre se enojaba
de chico escuchaba de familias que tenían con tanto si no la llamaba diario para decirle cómo
ellos a los viejos, y siempre pensé que esas había pasado el día, que me resultó una cierta
personas [que recogían a los padres viejos] no carga tener que hacerlo. Así que hay veces
llevaban una vida de matrimonio completa… que no sé de mi hija en toda la semana. No lo
No me gustaría estar en su lugar, ni quisiera resiento en ab­soluto, de verdad. Y yo, yo no
que mis hijos pasaran por eso.” traté de decirles a mis hijos cómo vestirse, y
Los miembros de la segunda cohorte tuvie­ esto y el otro…
ron mucha menos experiencia en el cuidado
de sus padres dentro de su casa que la primera Sin embargo, Marlene sí trató de manejar
cohorte. En el segundo hubo más posibilidad la vida de su madre. Cuando su madre, viuda
que en el primero de ubicar a los padres con dos veces, quiso salirse de la casa de Marlene
problemas físicos o mentales en asilos, o de para volverse a casar, ella le advirtió: “Ya te
buscar apoyo institucional. Los que se hicie­ han pa­sado tantas cosas: dos esposos, con
ron cargo con mayor frecuencia de un padre enfermedades, todas las alteraciones; y ahora
anciano dentro de la misma casa fueron los que tienes un buen trabajo, que puedes mantener­
hijos únicos, en general las mujeres. En otros te, vive aquí… Ésta es tu casa.” Pero su madre
casos, el padre iba de una casa a otra con insistió en su independencia: “Tu tienes a tu
los hijos de la segunda cohorte. Estos hijos marido y una familia, y aunque yo viva en esta
adultos jóvenes tuvieron menos disposición casa, no tengo a nadie que verdaderamente me
o capa­cidad que la primera cohorte para pertenezca.”
dedicarse de tiempo completo al cuidado de Sin embargo, ninguna de las dos cohortes fue
los padres. libre de las complejidades del manejo de los pro­
Al considerarse separados de sus orígenes blemas del apoyo generacional. Mientras que la
familiares, los miembros de la segunda cohorte primera cohorte de hijos tuvo un compromiso más
asumieron su propio núcleo familiar como una definido hacia los valores familiares colectivos y
entidad separada. Algunos de ellos contras­ a la ayuda familiar, sus miembros, quie­nes en
taron su estilo de vida familiar con el de sus realidad habían cuidado a sus padres ancia­nos
padres, considerándose ajenos a los valores en su casa, o habían sacrificado su matrimonio
de la generación anterior. Marlene Bertram en aras del cuidado de los padres, no lo hicieron
libres de ambivalencias, dudas, amargura, o más inclinada a vivir el patrón cultural de sus
el espectro de una vejez solitaria para ellos padres, a pesar del hecho de que sus miembros
mismos. Su postura con frecuencia fue de estaban más vulne­rables, ya que su propia
resignación a las normas familiares y aceptación “vejez” era más cercana. La segunda cohorte
de un “destino” más que de una decisión libre. fue más ambivalente y más conflictiva acerca
Los miembros de la segunda cohorte, por otra de contraer un compromiso de cuidado a largo
parte, quienes siguieron un curso más indivi­ plazo con respecto a un padre dé­bil o con alguna
dualista, no estuvieron libres de culpa con enfermedad crónica; sus miem­bros se mostraron
respecto a la forma en la que habían resuelto el especialmente dudosos en cuanto a cuidar a ese
cuidado de los padres en edad avanzada. padre en casa.
Ambas cohortes fueron, hasta cierto punto, La diferencia entre las dos cohortes por lo
una transición entre un medio ambiente de tanto refleja un proceso histórico de aumento en
estar profundamente involucrados en la ayuda la individualización en las relaciones fami­liares
generacional reforzado por valores étnicos y un aumento en la dependencia de agencias
y familiares muy fuertes, y uno de valores públicas e instituciones gubernamentales para
individualistas que surgió después de la Segunda el cuidado de los ancianos dependientes. El
Guerra Mundial. En este proceso histórico, las proceso histórico es bien conocido, y el aná­lisis
vidas de la primera cohorte se conformaron detallado de las entrevistas con los miembros
de manera más apegada a la cultura étnica y de estas cohortes ofrece testimonios de primera
fa­mi­liar tradicional, mientras que la segunda mano acerca de la percepción y experiencia de
co­hor­te, dada su america­nización, gravitó hacia este cambio por parte de las muje­res y hombres
los valores individualistas clasemedieros. La que lo estaban viviendo. Estos cuidadores
tran­sición no se completó en ningún sentido. revelaron un compromiso con sus padres,
Los miembros de la segunda cohorte no se así como cierta ambivalencia acerca de sus
habían liberado totalmente de su crianza tra­ roles, conflictos internos y estrategias que
di­cional. Ambas cohortes fueron la generación han dado como resultado varios compromisos
de enmedio: Aún expresaron los va­lores de sus al intentar cumplir con sus obligaciones.
padres, pero la segunda cohorte se sentía menos También trataban de redefinir sus obligaciones
capaz de o inclinada a cumplirlos. de la misma forma en que la ayuda del sector
Nuestra comparación de cohortes de las público se volvió más aceptada y empleada.
ge­neraciones de hijos dejan ver diferencias en Al identificar estas diferencias entre las
la práctica del cuidado y en las actitudes de co­hortes, necesitamos recordar que estos relatos
cada uno de las cohortes hacia el cuidado de surgen principalmente de entrevistas con los
los pa­dres en edad avanzada. Ambas cohortes padres y los hijos. Sus afirmaciones parten de
fueron transicionales en el sentido que estaban su propia reconstrucción subjetiva de su curso
fuertemente unidas a los valores y expectativas de vida y de sus percepciones de sus situaciones
de los padres con respecto a que los hijos actuales.
deberían fungir como cuidadores principales. Las meras circunstancias históricas que
Ambas cohor­tes trataron de seguir este patrón, influyeron en la conducta y actitud hacia el
algunas veces pagando el alto precio de su cuidado de los padres en edad avanzada entre
propio matrimonio, o la educación de sus hijos ambas cohortes de hijos también dieron forma
en crecimiento, o su propia preparación para la a las maneras en las que ellos recordaron
“vejez”. La primera cohorte de hijos se mostró e in­terpretaron estos patrones durante las
entrevistas. Las maneras en las que los Chicago, University of Chicago Press.
miembros de las dos cohortes articularon sus Elder, G.H.; Hareven, T.K., 1992, “Rising above
problemas, por lo tanto, tomaron forma a partir life’s disadvantages”, en G.H. Elder, R. Parke,
de sus pro­pias experiencias históricas durante J. Modell (comps.), Children in Place and Time.,
Cambridge, Cambridge University Press.
su curso de vida. Luego pues, no sólo los
Hareven, T.K. (comp.), 1978, Transitions: The Fami­­
mapas de los respectivos patrones de curso de
ly and the Life Course in Historial Perspective.,
vida de las co­hortes fueron determinados por sus
Nueva York, Academic Press.
experien­cias de vida anteriores, sino también ——, 1981, “Historial Changes in the Timing of
las coordena­das que ellos superpusieron en Family Transitions" Their Impact on Generationl
estos mapas, con el objeto de dar sentido a su Relations”, en Aging: Stability and Change in
propia vida, fueron producto de su localización the Family, Nueva York, Academic Press.
en el tiempo histórico (Hareven, 1986). ——, 1982, Family Time and Industrial Time.,
Cambridge, Cambridge University Press.
——, 1986, “Historical changes in the social construc­
Bibliografía tion of the life course”, en Human Development,
29.
Adams, B.N., 1970, “Isolation, function and Hareven, T.K., Chudacoff, H.P., 1978, “The last
beyond: American kinship in the 1960’s, Journal years of life and the family cycle”, en Historical
of Marrige and Family, núm. 32. Perspective, Nueva York, Academic Press,.
Antonucci, T. C., 1990, “Social Supports and Social Hareven, T.K., Langenbach, R., 1978, Amoskeag:
Relations”, en R.H. Binstock y L. George (comps.), Life and World in an American Factory City,
Handbook of Aging and the Social Sciences, Nueva Nueva York, Pantheon.
York, Academic Press, Tercera Edición. Matthews, S.H., 1987, “Provision of care to old
Bengston, V.L., Treas, J., “International Relations Pa­rents: Division of responsibility among adult
and Mental Health”, en J. E. Birren y R.B. Sloore children”, en Research on Aging, 9.
(comps.), 1980, Handbook of Mental Health Ory, M.G., 1985, “The Burden of Care”, en
and Aging, Nueva Jersey, Englewood Cliffs, Prentice Generations, 10.
Hall. Riley, M.W., 1978, “Aging, social chance and the
Broody, E.M., 1981, “Women in the middle and power of ideas”, Daedalus: Generations, 10.
family help tp older people”, The Gerontologist, Scharlach, A.E., “Role strain in mother-daughter
21. relationship in later life, en The Gerontologist,
Cantor, M.H., 1983, “Strain among caregivers: A 27.
study of experience in the United States, The Shanas, E., 1979, “Social myth as hypothesis: The
Gerontologist, 23. case of family relations of old people”, en The
Chudacoff, H.P., Hareven, T.K., 1979, “From the Gerontologist, 19.
empty nest to family dissolution: Life course
transitions into old age”, Journal of Family
History, 4.
Cicirelli, V.G., 1981, Helping Elderly Parents: The
Role of Adult Children, Boston, Auburn, House.
Elder, G.H. Jr., 1978a, “Family history and the life
course”, en T.K. Hareven (comp.), Transitions:
The Family and the Life Course in Historial
Perspective, Nueva York, Academic Press.
——, 1978b, Children of the Great Depression,

Vous aimerez peut-être aussi