La cultura Mochica se estableció en la costa norte, entre los valles de Lambayeque y
Huarmey. Tenía como centro cultural el valle de Moche y Virú cerca de Trujillo. Ocuparon distintos valles de la costa norte peruana, como Piura (Piura), La Leche (Lambayeque), Lambayeque (Lambayeque), Zaña (Lambayeque), Jequetepeque (La Libertad), Chicama (La Libertad), Moche (La Libertad), Virú (La Libertad), Chao (La Libertad), Santa (Áncash), Nepeña (Áncash) Según los modernos estudios demuestran que hubo dos regiones mochicas bien diferenciadas, una al norte y otra al sur, geográficamente separadas por la Pampa de Paiján. DESCUBRIMIENTO Y ESTUDIOS: Fue identificada por Max Uhle en 1909, quien la clasificó como proto-chimú (es decir, antecesora de la cultura chimú). Uno de sus principales investigadores fue el alemán Enrique Brüning. En 1899, Brüning excavó 31 yacimientos funerarios en las inmediaciones de la Huaca del Sol y de la Huaca de la Luna (cercanos a Moche, el pueblo actual que dio su nombre a la antigua cultura). Esta cultura también fue estudiada por los arqueólogos peruanos Julio C. Tello y Rafael Larco Hoyle (1901-1966). En particular, destaca la labor de Larco Hoyle, quien identificó de manera científica los diversos períodos de esta cultura, a base de los estilos y la técnica de su cerámica. El descubrimiento de tumbas intactas de dos gobernantes mochicas en 1987 y 2006 (el Señor de Sipán y la Dama de Cao, respectivamente) fue clave para relanzar el estudio científico de la cultura. HISTORIA: Se desenvuelve en el llamado Intermedio Temprano, periodo de la civilización andina caracterizado por el desarrollo de culturas regionales, tras la decadencia del Formativo Andino. Contemporáneos con la cultura moche fueron la cultura nazca, la cultura recuay, la cultura lima, la cultura cajamarca y la cultura tiahuanaco. Teniendo como base las periodizaciones de Rafael Larco Hoyle, de Luis Jaime Castillo Butters y de Christopher Donnan, se puede dividir la historia moche de la siguiente manera: El período del Comienzo, que abarcaría entre 150 y 300 d.C. Durante esta época los mochicas se imponen sobre la cultura Virú-Gallinazo, tanto en el plano militar como en el ideológico, es decir, imponen sus creencias. De fines de esta época data el llamado Señor de Sipán. El periodo de la Expansión, aproximadamente de 300 a 600 d.C. Constituye el periodo de apogeo de la cultura moche, con sus máximos logros, en lo político, militar, económico y cultural. Se forma el Estado Mochica del Norte (en el valle de Jequetepeque y otros del actual departamento de Lambayeque) y el Estado Mochica del Sur (en los valles de Moche y Chicama, y otros más al sur). Sipán (Huaca Rajada) fue indudablemente uno de los principales centros del Estado norteño, mientras que las huacas del Sol y de la Luna (en el valle de Moche) y las del Complejo El Brujo (en el valle de Chicama), lo fueron del Estado sureño. De esta época es la gobernante moche conocida como la Señora de Cao. La ideología moche se hace más guerrera, como se deduce de sus representaciones artísticas. El periodo del Ocaso, es un periodo de decadencia que empieza entre el 650 y 700 d.C., aparentemente debido a la devastación climatológica ocasionada por un fortísimo fenómeno del Niño. La alta jerarquía moche debió perder de manera creciente su poder sobre la población, la cual se hallaría muy revoltosa ante las secuelas dejadas por la furia de los elementos (pérdida de cosechas, hambrunas, colapso de los santuarios). Esta decadencia afectó principalmente a los mochicas del Sur, quizás por la pérdida de la huaca de la Luna. Mientras que los mochicas del Norte resistieron por más tiempo, teniendo como nueva capital a Pampa Grande, hacia donde, según una hipótesis del arqueólogo Luis Chero Zurita, se habría trasladado la élite de Sipán. ECONOMÍA: -Agricultura: Los mochicas tuvieron una especial preocupación por el desarrollo agrícola. En este sentido, cultivaron maíz morado, camote, yuca, papa, calabaza; frutas, tales como tuna, lúcuma, chirimoya, tumbo, maní y papaya. Cultivaron además el algodón en sus colores naturales (blanco, marrón, rojizo y morado), para uso industrial. También cultivaron totora. -Ingeniería hidráulica: Como precisaban llevar agua para cultivar tierras secas, construyeron canales (Wachaques) que se muestran como notables obras de ingeniería hidráulica, como el de Ascope y el de La Cumbre. Asimismo, construyeron represas como la de San José, cuyas aguas almacenadas servían para irrigar las tierras en tiempo de sequía y escasez. Quedó registrada una sequía de varios años, que se cree que está relacionada con una erupción del volcán Krakatoa, que generó un invierno de dos años en todo el mundo (Véase cambio climático en el año 535). Es más probable, sin embargo, que se debiera al fenómeno de El Niño, que hacia el 650 d.C. ocasionó una terrible crisis en la producción agrícola, que llevó al abandono de muchas tierras de cultivo y a la reducción del territorio moche. Entre los animales que consumieron están la llama, el cuy, el pato, el venado, la pava de ala blanca y los cañanes (lagartijas). -Pesca: Los mochicas tuvieron gran experiencia como pescadores y eso lo demuestra las antiguas embarcaciones que usaban y que hasta ahora se siguen fabricando, denominadas caballitos de totora. Pescaron tollos, rayas, lenguados, etc. y recolectaron mariscos como erizos y cangrejos. -Navegación y comercio: El mar ejerció sobre los mochicas un atractivo especial. Provistos de sus caballitos de totora, que ya tenían cerca de tres mil años de antigüedad entonces, se convirtieron en diestros pescadores. Con embarcaciones más grandes (balsas de totora y cañas, o posiblemente, troncos) organizaron expediciones que arribaron hasta las islas Chincha para extraer el guano, tan eficiente para el abono de las chacras. Hay indicios incluso que hicieron expediciones hasta el Ecuador, por el norte, y hasta Chile, por el sur. Del Ecuador traían las conchas de Spondyllus, sagradas para los moches, de las cuales hacían pectorales y brazaletes o los trituraban y los espolvoreaban en los templos y palacios; y de Chile traían lapislázuli.