“La violencia
un documental, tampoco historia. La
política afectó
nuestra intimidad”
José de Piérola, premio
Concurso Novela Corta del
Banco Central de Reserva del
Perú
POR PEDRO ESCRIBANO
José de Piérola a finales de los 90 se vio
en el difícil dilema de decidir entre seguir
haciendo cálculos como ingeniero o de
fabular como escritor. Optó por inventar
mundos, transitar los senderos de la
imaginación, para llegar más rápido a la
realidad.
“Fue difícil —dice—, pero escribir era
un sueño que perseguí desde cuando era
niño”.
No le ha ido mal. Desde que decidió
ser escritor, ha obtenido no pocos pre-
mios literarios y menciones honrosas. En
1998, obtuvo el premio internacional de
cuentos Max Aub, en España. En el
2000, ganó la Bienal de Cuentos Copé y
en ese mismo año obtuvo el premio del
Concurso Novela Corta del Banco Central
de Reserva del Perú con Un beso de in-
vierno, la misma que acaba de publicarse
y que forma parte de una saga sobre la
violencia política que vivió el país.
José de Piérola nació en Lima, en
1962, vivió su infancia en Cajamarca y
hace algunos años reside en California.
Su novela, Un beso de invierno, situada a
finales de los años de la violencia subver-
siva, narra la historia de un grupo de jó-
venes que se van de campamento a la sie-
rra de Lima y que se ven envueltos en la
tragedia de que un amigo común, Catulo,
ha sido asesinado misteriosamente. El di-
lema al principio es si el asesino está en-
tre ellos, los amigos, o si es un delincuen-
te común o si el asesinado es una víctima
más de la violencia política.
—¿Un beso de invierno invita a medi-
tar sobre lo que fue la violencia subver-
siva en nuestro país?
—Definitivamente. Esa es la idea. Pe-
ro no en un afán de describir la violencia
tal como se dio, sino en hurgar cómo ésta
afectó y afecta a las relaciones humanas.
La violencia nos puso en situaciones lími-
tes que a muchos nos ha cambiado la vi-
da.
LA VIOLENCIA POLÍTICA AFECTÓ NUESTRA INTIMIDAD.DOC – [ 1 / 1 ]
—Has dicho que no intentas ofrecer
al lector en tanto es lector y no en tanto
es cliente.
saga que anuncias —Cuaderno de San-
tiago y La sombra del fuego—, ¿acaso no
buscas eso?
—Es verdad, tiene que ver con la vio-
lencia, pero no intento hacer un docu-
mento ni reflejarla tal como fue. Más
bien me valgo de la materia de la violen-
cia para exponer las secuelas que ésta nos José de Piérola,
ha dejado. al lado,
su novela pre-
—¿Hurgar lo íntimo, no el entorno?
miada
—Exacto. Es importante saber cuánto
"Un beso de in-
nos ha afectado la violencia en nuestra
vierno".
intimidad.
—¿Por eso es que Un beso..., a pesar
del tema, tiene mucho de corte de novela
psicológica y de policial? © La República (31 de julio 2001)
—Es cierto. Tiene mucho de eso. A mí
me gusta aprovechar las distintas estra-
tegias para narrar. En Un beso... quise
ofrecer sobre la violencia otro enfoque
desde un punto de vista más interior,
más íntimo. Esta es la novela más inti-
mista de la saga. En las otras son más
tradicionales en su estructura y punto de
vista. En la tercera, Sombra del fuego es
más épica. Por ejemplo, la agrupación
Vanguardia Roja —en la realidad, Sende-
ro Luminoso— aparece mucho más. En
Un beso... apenas sí se la menciona.
—Otros escritores abordan la violen-
cia en su dimensión social, histórica.
¿Por qué optaste el registro íntimo?
—Porque era el que mejor se ajustaba
a lo que quería hacer. Además, hoy en día
existe más apertura y diversidad para
ejercer la escritura.
—Hablemos de crítica. Hoy en día
aún se habla de narrativa urbana en
oposición de la narrativa rural-andina,
y viceversa. ¿Es correcto?
—No. Esa discusión contiene una po-
laridad artificial. Como dije, hoy existen
muchos registros y ya debemos olvidar-
nos de esa falsa polarización en que se ha
venido moviendo la literatura peruana.
—¿Te consideras un escritor verista?
—La única verdad es la que tiene cada
uno de mis personajes. Procuro que ellos
tengan sus propios pensamientos y sean
independientes de mis convicciones.
—Como escritor, ¿eres independien-
te?
—Sí, por supuesto.
—¿Independiente del mercado?
—Me interesa el lector, no el merca-
do. Es decir, ansío que mis libros lleguen