EL n o \ D E DE BERNSTORFP

NUMERO 1 3 0 4 0 CÉNTIMOS
 ILUSTRADA
DIRECTOR
AUGUSTO RIERA
LA SITUACIÓN
La bnlalla que empezó al este de Amiéns con el objeto
(le romper el ('rente de los aliados en el punto de unión
([(' los dos ejércitos francés e inglés, se ha corrido hacia
el norte, más allá de Arras, con la evidente intención de
dividir el ejército inglés en dos pedazos, uno de los cuales,
el que se enlaza con el ejército belga, quedarla en situación
apurada. Una ruptura por el frente qué atacan en estos
momentos los alemanes, daría a éstos el trozo de costa
francesa que codician y por el que tanta sangre derra-
maron en vano en la primera batalla del Yser.
Hasta ahora los alen;^anes han conseguido apoderarse,
en uno y otro campo de batalla, de bastantes pueblos, de
algunos miles de prisioneros y de varios cientos de caño-
nes. Pero no lograron abrirse camino hacia París ni hacia
Amiéns. Sus adversarios retrocedieron, pero dando la
La reina María de Inglaterra revistando una numerosa sección de trabajadoras del campo, en el patio del palacio de Buckingliam, Londres
(Fot. Central News)
cara, haciendo pagar con ríos de sangre los avances reali-
zados. Como no ha terminado la batalla, como quizá, den-
tro de poco, será preciso sostenerla en otros puntos, aun
]io puede decirse que ha sido un fracaso; pero cualquiera
diría que lo ha sido.
Hace casi un mes que emjiezó, y la línea francesa
no se ha roto, no se ha producido el menor pánico; conti-
núan cerrados los caminos de Amiéns y París. La presen-
cia del emperador alemán, con haber enardecido a sus tro-
pas no consiguió asustar a las contrarias, y éstas oponen
una resistencia firme a los ataques más furiosos y deses-
perados. La conquista de unos miles de kilómetros cua-
drados no compensa para los alemanes las pérdidas que
han sufrido. La ruda lucha en que están empeñadas sus
mejores tropas no produce los efectos esperados por los
alemanes. La paz no parece aproximarse. Y como se de-
sea en Alemania, como se había hecho esperar al pueblo
 IsBO LA GUERRA ILUSTRADA
El alcalde y otras personalidades de Lichfleld en el momento de inaugurar la suscripción pública para la compra de un aeroplano
(Fot. Central News)
que esa potente ofensiva la daría en breve plazo, de ahí
que, si muy pronto no sobreviene algún acontecimiento
decisivo, pueda considerarse como un gran fracaso la gran
ofensiva que se desarrolla en estos momentos. De ahí tam-
bién que creamos que, a pesar de las pérdidas experimen-
tadas por los regimientos del Imperio, continuará la ofen-
siva durante algún tiempo.
Desde que empezó dicen los periódicos de Francia e
Inglaterra que, una vez disponibles las tropas germánicas
que peleaban en el frente de Rusia, han quedado los ale-
manes en condiciones de superioridad en el frente francés.
Si no han empleado tropas austríacas los generales del
kaiser alemán no se comprende cómo pueden tener supe-
rioridad numérica. De no estar equivocados los datos es-
tadísticos del ahnanaque Gotha, Francia e Inglaterra con-
taban con una población total de Si'millones de habitan-
tes. Alemania tenía 67 al emprender la guerra, y no es pro-
bable que haya crecido mucho su población desde enton-
ces, sino todo lo contrario. Inglaterra ha dispuesto, ade-
más de los propios, de unos 300,000 soldados canadienses,
australianos y neozelandeses, así como de numerosos con-
tingentes indios. Los franceses pudieron emplear unos
quince mil soldados negros.
Es verdad que los ingleses han debido distraer tropas
para guarnecer Egipto, para acometer a los turcos en Me-
sopotamia, para acabar con la resistencia que les oponían
los alemanes en sus colonias de África. Pero también los
alemanes tienen tropas en Turquía, en Anatolia, en Ru-
sia, en Finlandia. Y el ejército aliado que se bate en Fran-
cia contra los alemanes ha recibido refuerzos rusos y por-
tugueses y a última hora unos 200,000 hombres de tropas
norteamericanas.
¿Dónde está la inferioridad numérica?
Gaso de que así sea, sólo puede provenir de que los
ingleses no han llevado a Francia tantos soldados como
dicen. De otro modo no es cierto que tengan menos tro-
pas que sus adversarios, pues éstos han peleado y perdido
muchos cientos de miles de hombres en Rusia, y la infe-
rioridad numérica inicial estaba de su parte.
En la presente ofensiva alemana todo el peso del ata-
que han tenido que soportarlo los ingleses, así en Amiéns
como en Armenliéres. El grueso de las fuerzas alemanas,
que disponía de enormes elementos ofensivos, lia acouie-
'Lldo a los britanos y causado estragos en sus filas, siquiera
a costa de pérdidas más enormes todavía. Homo el ejér-
cito inglés resiste seinejanle ahirl, es iiidiidablo (|iie niieu-
Iras ingleses y alemanes se baten a la desespei'ada y ex-
perimentan cientos de millares de bajas, el ejéi'cito reali-
ces permanece poco menos que espectador de la tremenda
lucha, sin perder hombres ni material. Como dure unas
cuantas semanas más la ofensiva con la intensidad de aho-
ra, los alemanes tendrán que hacer (Vente, según todas
las apariencias, a un formidable ataque francés.
La decisión de la ofensiva alemana no pariere, pues,
lan próxima como algunos creen.
LOS SEMTDIOSES
Habíamos quedado en (pie, lliii(l(!iibiirg era un gran
caudiho, el caudiho por excelencia, el salvador de la pa-
tria en la región de los lagos Mazurianos, un estratega
sin par en lo pasado y en lo presente, un organizador in-
comparable, un hombre de hierro, en comparación del cual
Bismarck era un hombre de cartón o de cartón piedra a lo
sumo. Se le levantó una estatua colosal; su retrato ador-
naba las paredes de los hogares alemanes; resonaban las
 LA GUERRA ILUSTRADA
alabanzas del viejo mariscal en lodas las bocas; los perió-
dicos le jaleaban, le incensaban, le divinizaban a todas
horas; temblaba el orbe cuando fruncía el ceño, y rebaños
innumerables de hombres obedecían sus órdenes augus-
tas. Era el héroe, el dios de los germanos. ¿Quién era capaz
de igualarle, de medirse con él, de arroslrar su enojo?
Los más ilustres caudillos eran pigmeos a su lado., ¡De
i'odillas, miserables! ¡De rodillas ante el icono de los dos
Imperios centrales y de sus apéndices balkánicos!
((67ifl/>efl?i bas, yrands xeigneurs; chapean han, suns
culottes! Pasa un soldado heroico, un general incompa-
rable, el salvador de la patria, el taumaturgo sin rival que,
por medio de una concepción no igualada contuvo una
marea humana que amenazaba sumergir, al propio tiem-
j)0 que a Francia, la civilización entera.» ¿No le conocéis?
Alto, fornido, sereno, majestuoso, reflexivo, tiene la su-
blime sencillez de todo lo grande, de todo lo que la His-
toria juzga eterno. Lo ha de ser su nombre, que va unido
al de la gran batalla, al de la victoria milagrosa del Mar-
ne. Le aclaman sus soldados, le alaban todos los france-
ses, le felicitan propios y.extraños y amenaza quedar se-
]Hiltado bajo la balumba de álbumes, de pergaminos, de
libros, de folletos que invaden su casa, que le llegan de
lodos lados, que le sumergen, que le ahogan. Parece que
va a hundirse bajo el peso de su gloria. No hay estratega
que le llegue a la suela del zapato. Retrocedió ante el ene-
migo su])erior en número y en armamento; pero retro-
cedió, como el toro, para tomar em])uje, para acometer
con más brío, para deshacer las huestes que creían lle-
gada la hora del acoso. Cuando hubo llegado a los puntos
donde la defensa era posible, inmovilizó a los combatien-
tes, dio una orden breve y cientos de miles de hombres
La señora Wheeler, de la colonia, inglesa, de Nueva York, excitando a sus compatriotae a engrosar las filas del ejército británico
(fot. Cenpral WetfsJ
1851
se precipitaron sobre el enemigo que, despavorido bajo
el tremendo choque, ció en desorden, abandonó 'campos,
bosques, pueblos, ciudades que ya creía suyos. ¡ Honor a
Joffre! ¡Sólo él es grande!
«¿Qué se hizo el rey don Juan? Los infantes de Ara-
g(')n, ¿qué se hicieron?...»
Gomo el rey de Castilla, como los rebeldes infantes ha
j)asado, ¡cuan rápidamente!, la gloria de los dos grandes
caudillos de la guerra. Fué un relámpago fugaz. Fuego
(pie deslumhra, pero que no persiste; flor de un día que
brotó de unas páginas ennegrecidas con letras de molde.
Primeramente se apagó la estrella del caudillo fran-
cés. Se le dejó sin mando. La edad, los achaques, su afi-
ción a la defensiva... Se le dio un cargo honorífico... Sal-
vó en el A'Iarne a los ejércitos franceses... pero no realizó
él solo el milagro. Gallieni y Foch fueron los artesanos
de la gran obra. Gallieni fué genial. Supo infringir sus
deberes para cumplir mejor con el deber supremo. En
cuanto a Foch... Ese, ése fué el héroe de la gran batalla.
Sus maniobras alcanzaron la victoria. Y combatió luego
junto a los ingleses, y animó a French cuando French se
creía vencido; se dispuso a morir y vivió, rechazó a los
alemanes y salvó a Francia después de una pelea desco-
munal, eternamente admirable... ¿Joffre? Una buena
persona... un general inteligente... gran corazón... gran
patriota... una medianía...
¿Qué se ha hecho de la fama del gran mariscal, del
héroe de los lagos Mazurianos? Cuatro años de lucha sin
alcanzar una victoria decisiva han dado en tierra con el
prestigio del caudillo alemán. No ha vencido a los rusos,
no acogota a los franceses. Ha concebido atrevidas ma-
niobras en Oriente; pero ahora se cree que Luddendorff
 1862 LA GUERRA ILUSTRADA

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Escuadrón' de caballería de circasianos, que resisten a loe turcos en el Caucase (Fot. Central News)

Tipos de infantes del nuevo ejército de Servia (Fot. Central News)

 LA GUERRA ILUSTRADA 1853

Regimiento do caballería servia en operaoionea en el frente búlgaro (Fot. Central News)

Sección de médicos militares japoneses en traje de marcha (Fot. Central Neics)

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Annequin- y Cnnecounb
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^Lapoupse LoFFnande
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[Nqyelles les\é^n^ell< ^Vepmelles
Les Deuxyilles
leFoPb^ MonSenPev

MAPA DE LA REGIÓN DE FLANDES

S i t u a c i ó n d e los e j é r c i t o s el d í a 9 de Abril al empezar la ofensiva, a l e m a n a Situación el d í a 15 de Abril
 LA GUERRA lUUSTRADA

EESTOS DE UNA FABEICA DE MODERNA CONSTRUCCIÓN D E S T R U I D A POR LA A R T I L L E R Í A ALEMANA EN LAS CERCANÍAS DE T P R É S

(Fot. Central Jfetos)
 LA GUERRA ILUSTRADA
fué elque se las inspiró. Hindenburg es un reitre, une
íianaclic... Se ríen de él muchos que le adoraron. Ludden-
dorf[ se impone al jefe supremo. Richelieu se eclipsa ante
la Eminencia Gris.
¡De qué modo tan grosero y vil se engaña a las mu-
chedumbres ! ' mera, la que se deriva de la ofensiva. Antes de romper el
EL ESFUERZO BRITÁNICO
La arremetida de los alemanes contra los ingleses no lia abatido a
los políticos isleños. He aquí lo que acaba de decir el primer ministro en
la Cámara de los Comunes, y las medidas que ha propuesto—y que se
aceptaron—para hacer trente al enemigo :
«Hemos entrado en la fase más crítica de la guerra,
pues aunque ahora haya una tregua en la tempestad, el
huracán no se ha calmado. La suerte del Imperio, de Eu-
ropa y de la liberlad puede depender del éxito con que
resistamos el empujón presente y lo contestemos con las
armas.
))En conspcuenria, el Gobierno va a proponer al Par-
Batería de cañones japonesa cruzando un río
lamento ciertas y determinadas medidas urgentes, que im-
plican enormes sacrificios jiara una gran'parle del país,
pero que están plenamente justificadas, si se considera que
combatimos por todo lo que es esencial y sagrado en la
vida nacional.
))No es fácil todavía, a la hora actual, resumir con
exactitud lo ocurrido en nuestro frente de bataha de po-
cosdías acá. Baste decir que se están librando los más
duros combates de la guei'i'a presente en una línea de 80
kilómetros.
))A1 comenzar el año 1918, el ejército inglés en Fran-
cia era más poderoso que nunca. Hasta Octubre de 1917
la fuerza combativa de los alemanes en Francia era de
una proporción de,dos contra tres,, comparada con la de
los aliados. Pero sobrevino el hundimientomilitar de Ru-
sia y.'los alemanes pudieron disponer de los elementos
militares sacados de aquel frente, a ios cuales vino a su-
marse una aportación austríaca énhornbrés y material
de guerra.
1857
))A pesar de eso, y a causa del acrecentamiento de nues-
tra fuerza durante el año 1917, al promoverse la gran ba-
talla, el ejército alemán en el frente occidental no igua-
laba todavía al de los abados. Sin embargo, los alemanes
contaban con dos ventajas bastante importantes : la pri-
fuego, los alemanes acumularon durante la noche y con
todo sigilo sus divisiones de la parte norte de la línea y
del frente opuesto a las posiciones francesas, sin que por
eso pueda decirse que burlaron nuestros cálculos, pues
el ataque estaba previsto por el Estado Mayor de Versa-
lles. La segunda ventaja del enemigo ha dependido de la
unidad del mando. Sin duda alguna, los alemanes confia-
ban grandemente la victoria a esa unidad, pues se de buen
origen que el Kaiser había dicho, no ha mucho, al exrey
Constantino de Grecia:
«—Espero batir al enemigo, porque sus ejércitos no
«obedecen a un mando central y único.»
»En un cierto momento la situación alcanzó*extraor-
dinnria gravedad. El enemigo había niiierto brecha entre
(fot. Central News)
el tercero y (|uinlu cuer^jos. La abertura era peligrosísi-
ma; pero fué tapada sin pérdida de tiempo merced al es-
pléndido arrojo de nuestras tropas, que se replegaron en-
hilen orden y consiguieron restablecer el contacto entre
nuestras frierzas y las de nuestros aliados, bnrlando los
])lanes del enemigo. No conocemos todavía las circunstan-
cias que provocaron el retroceso del quinto cuerpo, que
mandaba el general Gough; pero aunque sería injusto
el anticipo de censuras a este soldado, el Gobierno, al des-
pojarle del mando, ha entendido obedecer a un principio
de equidad que nada prejuzga pues toda medida defini-
tiva queda supeditada a los resultados de la información
que hemos abierto.
))Después del repliegue del quinto cuerpo, los refuer-
zos franceses llegaron a nuestra línea con increíble rapi-
dez, lo que prueba la admirable organización de nuestros
aliados.
»Su concurso, verdaderamente fraternal, fué tan efi-
caz que dio por el momento estabilidad a la situación;
 1858 LA GUERRA ILUSTRADA
Un puesto de ametraUadoras del frente seívio
jici'o es claro que el enemigo se preparaba a lanzar un ata-
([ue todavía más duro, violento e impetuoso sobre nues-
tras fuerzas.
«Sin negar que los alemanes han conseguido un gi'an
éxito inicial, importa, sin embargo, reconocer que no
lian logrado sus objetivos inmediatos, que eran la rotura
de junción de los ejércitos anglo-franceses y la toma de
Ainiéns.
))E1 Gobierno ha tomado todas las medidas para apresu-
rar el envío de refuerzos a aquel frente. Importa declarar
que el enemigo ha exagerado groseramente el número de
j)risioneros y de cañones capturados, y dicho eso, urge aña-
dir que el ministro de Municiones dispone de recursos
suficientes para suplir sustancialmente aquellas pérdi-
das. El Gobierno confía, pues, en que los ejércitos ingle-
ses sabrán mostrarse en los próximos choques a la altura
de las circunstancias.
»Los aliados creían contar con Un gran ejército ameri-
cano para la primavera; pero ha sido necesario mucho
m á s tiempo del calculado para oi'ganizarlo, hasta el punto
de que puede afirmarse que si América espera couipletar
aquella organización no será posible que sus valientes tro-
lias intervengan en gran número en esta batalla, que bien
pudiera ser la batalla decisiva. Esa fué una de las más
graves decepciones de los aliados y una de las principales
causas de nuestra ansiedad. Entonces el señor Balfour
abordó al ministro de la Guerra yanqui, señor Baker, con
el consentimiento de Cleménceau, y le hizo proposiciones
que fueron sometidas al presidente Wilson, proposicio-
nes que se resumían en la necesidad de que los ejércitos
americanos acampados ya en Francia entrasen inmedia-
tamente en batalla.
»Otra medida inq>ürtantc fué adoptada al mismo tiem-
1'": lii de unificar el mando, acordándose nombrar al ge-
neral Poch jete supremo de la estrategia de los ejércitos
aliados en el frente occidental.
(Fot. Central News) •
»Esta designación no obedeció al simple nioLivo de tra-
tarse de uno de los más brillantes soldados de Europa,
sino también al recuerdo de sus éxitos personales en la
primera batalla de Yprés, pues era él quien ordenó, al
frente de sus tro])as la hábil maniobra que decidió aque-
lla gran victoria de los aliados. La lealtad y el espíritu
fraternal del general Poch son incontestables.
))Se ha dicho que hemos usado inmoderadamente de
nuestras reservas para reparar pérdidas. Si la batalla con-
tinúa en las mismas projiorciones, su iidluencia sobre nues-
tro man poiver—reserva de hombres—sería inquietante,
a no acudir el Gobierno a remediarla con las medidas ade-
cuadas. La batalla puede prolongarse siete u ocho meses,
y aunque el país ha dado a la Marina y abEjército cerca
de seis millones de hombres, no bastan esos elementos.
))E1 Gobierno se propone nuevos sorteos en el personal
de las industrias esenciales. Sólo de las riiinas habrá que
sacar 50,000 hombres más. Los Servicios de transportes y
los servicios oficiales suministrarán nuevos contingentes.
«Ahora l)ien; como el enemigo ha tomado la resolución
ilefinitiva de obtener en esle año un resultado inililar de-
cisivo, lo que quiere decir que la batalla se prolongará
tlesde el mar del Norle al Adi'iálíco, debemos prejjai'ar-
nos a esa contingencia. Todo deiiende de que sostengamos
la fuerza de nuestros ejércitos, y eso, con el concurso mi-
litar americano, se conseguirá.»
DOCUMENTOS HISTÓRICOS
AUSTRIA QUISO LA PAZ
Una carta compromeledora
He aquí el texto de la carta autógrafa, comunicada en
31 de Marzo de 1917, por el píncipe Sixto de Borbón her-
 LA GUERRA ILUSTRADA
mano político d e l eniperadoi' Carlos, al scñoi' Poincarú,
presidente de la República francesa, y comunicada inme-
diatamente, con la aquiescencia del príncipe, al presiden-
te del Consejo francés:
Dice así la carta :
«Mi ciuerldo Sixto : Se acerca el fin del tercer año de esta guerra que
tantos lutos y tanto dolor causó al mundo. Todos los pueblos de mi Im-
uerio están unidos más estrechamente que nunca en la voluntad común
de dejar a salvo la integridad de la Monarquía, incluso a costa de los
más pesados sacrificios. Merced a su unión y al concureo generoso de to-
das las nacionalidades de mi Imperio, la Monarquía ha podido resistir
desde hace casi tres años contra los más graves asaltos. Nadie puede
poner en duda las ventajas militares obtenidas por mis tropas, parti-
cularmente en el teatro de la guerra balkánico.
«Francia ha mostrado, por su parte, una fuerza de resistencia y un
ímpetu magníficos. Admiramos todos, sin reseiHva, la admirable bravura
tradicional de su Ejército y el abnegado espíritu de sacrificio de todos
los franceses.
«Me es particularmente agradable ver que, si bien momentáneamente
adversarios, no existe ninguna verdadera divergencia de miras o de as-
piraciones que separen a mi Imperio de Francia, y estoy en el derecho de
poder esperar que mis vivas simpatías para Francia, en unión de las que
reinan en toda la Monarquía, evitarán para siempre el retorno a un esta-
do de guerra, en el cual no puede incumbirme ninguna responsabilidad.
»A este efecto, y para testimoniar de un modo preciso la realidad de
estos sentimientos, te ruego transmitas secretamente e inoficialmeníe al
señor Poincaré, Presidente de la República francesa, la declaración de que
apoyaré por todos los medios, y haciendo uso para ello de toda mi influen-
cia personal cerca de mis aliados, las justas reivindicaciones francesas
referentes a Alsacia-Lorena.
..En cuanto a Bélgica, debe ser restablecida, íníegramente en su sobe-
ranía, guardando el conjunto de sus posesiones africanas y sin perjuicio
de las indemnizaciones que pueda recibir por las pérdidas que h a sufrido.
«Respecto a Servia, será restablecida en su soberanía, y en prenda de
nuestra buena voluntad, estamos dispuestos a asegurarle un acceso vital
y natural al mar Adriático, así como amplias concesiones económicas.
«Por su parte, Austria-Hungría pedirá, como condición primordial y
absoluta, que el reino de Servia cese, de aquí en adelante, todas sus rela-
ciones con todas las asociaciones o agrupaciones cuyo fin político tiende
a la disgregación de la Monarquía, y en especial con la «Narodna Obra-
na»; que impida, lealmente, y por cuantos medios estén a su alcance,
toda especie de agitación política, ya en Servia, o ya en el exterior de sus
Artillero de los ejércitos aliados poniendo un cartucho de pólvora en la recámara de un cañón de 15 cm.
(Fot. Central Newa)
1859
fronteras, y que, en tal sentido, dé seguridad de ello con la garantía de
las potencias de la Entente.
«Los sucesos que se han producido en Rusia me obligan a reservar mis
ideas a este respecto, hasta el día en que se haya establecido un Go-
bierno legal y definitivo.
«Después- de exponer mis ideas, te rogaré me comuniques, a tu vez,
y después de haberlas señalado a las dos potencias, la opinión, en primer
término, de Francia y de Inglaterra, con objeto de preparar así un terre-
no de acuerdo, sobre cuya base pudieran eutablaree conversaciones oficia-
les, y que éstas tuvieran éxi'.o a satisfacción de todos.
«Confiando en que las circunstancias nos permitirán pronto, de una y
otra parte, poner fin a los sufrimientos de tantos millones de hombres
y tantas familias, que están sumidas en la aflicción y en la angustia, te
reitero mi vivo y fraternal afecto.—Firmado, Carlos.»
HECHOS CULMINANTES
2 de AbriL —Cabina en el [rente de Francia. Los ale-
manes se deciden a reanudar sus ataques. Cavan trincheras
y las artillan, pero continúan recibiendo tropas de re-
fuerzo.
3 de AbrU. — Ataques parciales seyuidos de conlraala-
íjnes en la reqión cercana de Amiéns. Los alemanes avan-
zan en algunos puntos y retroceden en otros, obligados a
e!lo por el enemiga.
.Los ingleses de Palestina, atacados por los turcos, re-
troceden a la línea del .Jordán.
Los italianos dicen que se nota gran actividad en el
campo austríaco, que quizá denota intención de acometer
por algún punto de la linea de batalla.
4 de AbrU. — Reanudan los alemanes su ofensiva en
una extensión de 15 kilómetros con fuerzas numerosas.
Atacan con energía hasta diez veces en un mismo punto
y se apoderan de Mailly, Ravenal y Morisel; pero no pue-
den tomar Grivesnes a pesar de su empeño.
La lucha ha durado por espacio de catorce horas sin
interrupción. En conlunto es un fracaso de los alemanes,
 1860 LA GUERRA ILUSTRADA

Góndola de dirigible, que ha sido instalada en la plaza de Trafalgar de Londres, para atraer a los suscriptores del nuevo empréstito de guerra
CFot. Central News)

que han perdido mucha gente sin conseguir avanzar sino
unos cientos de metros.
Tropas alemanas han desembarcado en Finlandia con
permiso del gobierno finlandés.
5 de Abril. —Los aviadores franceses e ingleses bom-
bardean Colonia, Metz y Mulheim, produciendo grandes
destrozos y matando e hiriendo a muchos paisanos. En
Colonia es grande la indignación entre el paisanaje, que
ahora comprende la que sentían ingleses y franceses cuan-
do los alemanes bombardeaban Londres y París.
6 de Abril. — Ataques parciales sin importancia. Los
alemanes permanecen inactivos y se limitan a bombanhuir
las posiciones de sus adversarios
7 de Abril. —Continúa la calma en el frente francés.
La ofensiva alemana está nuevamente contenida.
8 de Abril.—Los alemanes toman dos aldeas en el fren-
te inglés.
9 de Abril. — Los franceses evacxian el bosque de Cou-
cy y el pueblo de Coucy-le-Chateaii.
La resistencia inglesa no cede en el sector de Yprés-
Givenchy. Todos los ataques alemanes son rechazados.
Llegan a las lineas inglesas numerosos refuerzos norte-
americanos y franceses. Los contraataques se suceden
unos a otros.
Los alemanes se apoderan de Kharkov y desembarcan
en Finlandia.
10 de Abril. — Los ingleses abandonan la ciudad de Ar-
mentieres. Los alemanes avanzan lentamente, sin poder
abrir brecha en las líneas enemigas. Llegan hasta Neuve
Chapelle, la toman y son arrojados de la población por los
ingleses que contraatacan. Los ingleses pierden 3,000 pri-
sioneros.
12 de Abril. — Continúa la batalla en la región de Ar-
mentiéres. Los alemanes ya no avanzan sino metro a me-
tro y por el centro. En las alas fueron rechazados todos sus
ataques.
En el campo de batalla del Soma los franceses conquis-
tan dos aldeas y hacen 270 prisioneros.
En Alsacia los norteamericanos rechazan varios ama-
gos de los alemanes.
15 de Abril. — Prosiguen los combates cerca de Neuve
Chapelle, que vuelve a caer en manos de los teutones.
Los franceses atacan entre Montdidier y Noyón; pero
no ganan terreno. En cambio hacen prisioneros.
Vivísimo duelo de artillería en la meseta de Asiago
(Italia).
16 de Abril. — Prosigue la ludia en la región de Armen-
tiéres; pero no el avance alemán.
NOTAS
LOS COSACOS, EL CURA Y LOS JUDÍOS
Cuatro cosacos, en una aldea de Polonia, se alojaron en casa del cura,
quien les dio de comer admirablemente y de beber, como Dios manda. (El
Dios de los cosacos es muy exigente en esto del beber.) Manifestaron los
cosacos deseo de pagar el gasto, pero el sacerdote protestó; su casa no
era una hostería. Su casa era la de todos. Y como los cosacos habían de
partir de madrugada, el buen cura les dio su bendición y se fué a dormir.
Los cuatro cosacos revolvieron en su magín durante la noche de que
manera pagarían al cura sus atenciones. Era menester hacer algo que le
produjese gran satisfacción. Habiendo, sin duda, hallado una idea satis-
factoria, durmieron tranquilos, y al r a y a r el alba partieron, dejando pre-
parada a su huésped la sorpresa que había de compensarle de su genero-
sidad. Cuando el buen sacerdote abrió la ventana de su alcoba, cuatro
judíos de la aldea pendían de un árbol de eu jardín.

En el próximo número publicaremos el retrato del general A n t h o l n e ; el mapa del frente occidental del teatro de la g u e -
rra, hoja número S, tamaño «O x 60, e n colores, y retratos y grabados de actualidad en negro
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EL MEJOR LIBRO DESTINADO A UN HIJO ES l A HISTORIA DE s u PATRIA ^3 Í 3 Í 3 ^

mSTORIA><£SPANA
y de los Pueblos Hispano^Americanos hasta su Independencia
por
Manuel Rodríguez Codolá
Profesor de la Escuela de Artes y Oficios y Bellas Artes de Barcelona, indífídao de la Academia Provincial de Bellas Artes y de la
de Ciencias y Artes, correspondiente de la de San Fernando y de la de Buenas Letras de Sevilla
sesfuido cada período histórico de un juicio, por
Miguel S. Oliver
Correspondiente de la Academia de la Historia

i l [ AQUÍ DII2IIII20IIIS POR QVE fSTH Ollllll Hll OBUNlDO THH mtlLlUlin ÍXITO
1 1 / Por ser la historia de la patria. 0.' Por su novísima presentación. i
• 2 / Porque la historia de la patria es el 7.^ Porque a la vez que instruye, deleita, i
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