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Este artículo, con algunas pequeñas modificaciones, apareció publicado en la Revista de Ser- 1

vicios Sociales y Política Social, del Consejo General de Colegios Oficiales de Diplomados en
Trabajo Social, nº 73, año 2006, pp. 135-144.

LA ÈTICA APLICADA A LA INTERVENCIÓN SOCIAL

Joan Canimas i Brugué *

1. La ética y el trabajo social zaciones y ha dado lugar a conceptos


como Responsabilidad Social Empresa-
Hasta hace poco, hablar de ética aplica- rial (RSE) o Responsabilidad Social
da era hacerlo de bioética, es decir, Corporativa (RSC), que suponen tam-
hablar de una reflexión dirigida a orien- bién un camino para conseguir mayores
tar o resolver las situaciones moralmente cotas de justicia social. En todo caso, la
problemáticas que se producen a diario introducción de la ética aplicada al
en el ámbito de la biomedicina. La histo- mundo de las organizaciones ha hecho
ria de la bioética es breve pero intensa: que muchas profesiones antes ajenas a la
en la década de 1950 se crean en ética se vean ahora afectadas por ella.
EE.UU. los primeros comités para su-
pervisar las investigaciones médicas en En este panorama, lo primero que parece
humanos; en la década de los sesenta se obligado plantearse es si la ética aplica-
multiplican en este país los comités en- da esta presente y en qué grado en el
cargados de dar respuesta a los dilemas ámbito de los servicios sociales. Consi-
éticos que surgen en la práctica médica; dero que es fácil constatar que la ética
en la de los setenta se hace ya impres- aplicada tiene una presencia muy escasa,
cindible disponer de un término que por no decir casi inexistente, en el ámbi-
designe esta nueva ciencia (aparece el to de los servicios sociales. Esta afirma-
término bioética) y de un corpus teórico ción reclama que se explique rápidamen-
que la fundamente (se publica el Bel- te qué se entiende por ética aplicada,
mont Report y los Principles of Biome- pues dicha afirmación podría llegar a
dical Ethics, de Beauchamp y Childress) malinterpretarse en el sentido de que “en
y los Comités de Ética Asistencial llegan los servicios sociales no se aplica la
a Europa; finalmente, la década de los ética”, lo cual, evidentemente, no es
ochenta y de los noventa supone la plena cierto.
incorporación de la cuestión ética en la
legislación y en lo que se consideran Algunos pensadores han considerado
buenas prácticas sanitarias y se multipli- que el uso de la expresión ética aplicada
can los comités, observatorios, congre- no tiene sentido o que incluso es contra-
sos y publicaciones de bioética. producente porqué parece designar algo
distinto a la ética o que la complementa.
Hoy, sin embargo, referirse a la ética No tiene sentido, dicen, porqué la ética
aplicada ya no es hablar solo de bioética. ha aparecido y se ha movido siempre a
La ética aplicada ha irrumpido en mu- partir y alrededor de aquello que hago o
chos ámbitos, de los cuales cabe desta- debo hacer, es decir, de la práctica1;
car el mundo de las organizaciones,
puesto que la práctica totalidad de las
* Joan Canimas i Brugué es doctor en filoso-
actividades profesionales se dan en el
fía y coordinador técnico del Observatorio
seno de una organización. La ética em- de Ética Aplicada a la Intervención Social.
presarial (business ethics) persigue au-
mentar la eficacia, la eficiencia, la com- 1
Ya Kant, en su Crítica del discernimiento,
petitividad, la innovación, la calidad del advertía que estaba de acuerdo con la clásica
servicio y el capital social de las organi- división de la filosofía en teórica y práctica y
que esta última, como todos sabían, corres-
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contraproducente, porqué el adjetivo ambas se alimentar y necesitan mutua-


aplicada parece indicar que hay unos mente.
principios y una reflexión ética indepen-
dientes y al margen de las acciones Considero, por las razones que a conti-
humanas. Sin embargo, para la mayoría nuación se exponen, que es fácil consta-
de autores la expresión ética aplicada tar que la ética aplicada no se ha intro-
permite señalar la transformación que se ducido aún en el ámbito de los servicios
produjo en la segunda mitad del siglo sociales. Es necesario insistir una vez
XX respecto a los nuevos protagonistas más que por ética aplicada se entiende
e incluso nuevos usos de la ética. Como una ética que reflexiona e intenta orien-
hemos señalado al inicio de estas pági- tar prácticas concretas y que lo hace a
nas, a partir de 1950 la reflexión ética través de un proceso intersubjetivo or-
dejó de ser un trabajo exclusivo de filó- ganizado. En absoluto significa que no
sofos y teólogos y pasó a serlo también se aplique la ética en el ámbito de los
de los afectados y de los profesionales servicios sociales. Buena prueba de que
de diversos ámbitos (de la medicina, la la ética aplicada no está presente en la
biología, el derecho, la economía, la medida que seria deseable en el ámbito
política…). Al formarse comisiones de los servicios sociales es (a) que no
interdisciplinarias para reflexionar e existen o si existen son muy poco cono-
intentar resolver los problemas morales cidos, grupos o comités interdisciplina-
concretos que plantean situaciones con- rios de ética aplicada dedicados a abor-
cretas, la reflexión y el debate ético tras- dar, reflexionar y orientar actuaciones
pasaron los muros de las academias y las concretas, al menos de la forma organi-
parroquias y se convirtieron en un bien zada y sistemática existente en el ámbito
público. Así pues, cuando hablamos de de la sanidad; y (b) que son casi inexis-
ética aplicada hablamos de (a) una ética tentes las publicaciones que aborden,
que reflexiona e intenta orientar prácti- reflexionen y orienten situaciones profe-
cas concretas y (b) que lo hace a través sionales concretas que plantean proble-
de un proceso intersubjetivo, es decir, mas morales que podrían considerarse
incorporando o teniendo en cuenta las “propios de los servicios sociales” (los
distintas opciones y puntos de vista, profesionales de los servicios sociales,
entre las cuales y sobre todo está la voz entre los cuales hay médicos, disponen
de los afectados. En este sentido, el ob- evidentemente de la literatura que pro-
jetivo de la ética aplicada no es tanto duce la bioética). En el ámbito sanitario,
reflexionar sobre el fundamento de los en cambio, las publicaciones, congresos
principios morales y las acciones (de eso y debates son numerosísimos; muchísi-
ya se ocupa la ética a secas o la metaéti- mos hospitales disponen de un Comité
ca), sino orientar la acción en aquellas de Ética Asistencial y de un Comité de
situaciones concretas que plantean pro- Ética en Investigación Clínica, cuya
blemas morales. En otras palabras, la acreditación y funcionamiento están
ética aplicada se ocupa más bien del regulados por ley2; las comunidades
“qué hacer” y de explicar “porqué debe- autónomas disponen de comités de bio-
ría hacerse”, mientras que la ética a se-
cas se ocupa de reflexionar y profundi-
2
zar sobre los fundamentos (es decir del Los comités de ética asistencial suelen
porqué) del “porqué debería hacerse”. estar regulador por las comunidades autó-
No es necesario decir que la una hace nomas (por ejemplo, en Cataluña lo están
incursiones en el terreno de la otra y que por la Orden de 14 de diciembre de 1993 de
acreditación de los comités de ética asisten-
cial) y los comités éticos de investigación
clínica se rigen por el Real Decreto
pondía a la filosofía moral, es decir “a la 223/2004, de 6 de febrero, por el que se
legislación práctica de la razón conforme al regulan los ensayos clínicos con medica-
concepto de libertad”. mentos.
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ética que suelen tener por objetivo ase- te inexistentes y, en algunos temas,
sorar al gobierno y estimular la re- completamente inexistentes, con lo cual
flexión, dar soporte e informar a los la soledad de los profesionales de los
profesionales y ciudadanos en general; servicios sociales es a veces extrema.
existen numerosos observatorios e insti- ¿Significa esto que no hay obras o artí-
tutos dedicados a la investigación, for- culos que traten de los aspectos éticos en
mación y promoción de debates; la for- dicho ámbito? No, por descontado. Pero
mación ética y deontológica forma parte la mayoría de las obras sobre ética pu-
de la estructura curricular obligatoria de blicadas en el campo de los servicios
medicina y enfermería; los aspectos sociales son de carácter principialista, es
éticos y deontológicos están muy pre- decir, se dedican más bien a proclamar o
sentes en la legislación y en los conve- reflexionar sobre los principios morales
nios y declaraciones nacionales e inter- que deben orientar la práctica profesio-
nacionales3, etc. nal.

La segunda cuestión a indagar sería el La filosofía moral suele distinguir dos


porqué de esta situación, es decir, las grandes corrientes metodológicas para
causas de que la ética aplicada no se abordar las cuestiones morales: el prin-
haya introducido aún en el ámbito de los cipialismo y la casuística. El principia-
servicios sociales. Sin embargo nos lismo es una especie de ética de la con-
permitiremos saltar directamente a la vicción, es decir, una ética que aborda
que podría considerarse la tercera cues- los problemas morales con la aplicación
tión: si es o no necesario introducir la directa de principios y reglas generales
ética aplicada en los servicios sociales y sin considerar o considerar muy poco las
cómo hacerlo. Que la ética aplicada no circunstancias y las consecuencias parti-
esté presente, tal como hemos dicho y en culares del caso que se está tratando. La
los términos en que se ha dicho, en los casuística procede a la inversa: aborda
servicios sociales, no significa que la los problemas morales concretos bus-
reflexión ética no esté presente en ellos. cando la obtención de los mejores resul-
Es indudable que los profesionales de tados y consecuencias posibles sin aten-
los servicios sociales deben afrontar a der principio alguno o atendiéndolos
menudo problemáticas morales. Sin muy poco. Como se ha dicho, la práctica
embargo, la mayoría de las veces deben totalidad de la literatura ética existente
hacerlo en solitario y, en el mejor de los en el ámbito de los servicios sociales se
casos, compartiendo sus inquietudes y sitúa en el campo del principialismo, con
reflexiones de forma improvisada con lo cual -si se me permite la expresión-
los compañeros de trabajo o con el equi- puede permitirse el lujo de proclamar y
po técnico o de dirección. Asimismo, los moverse en el ámbito de los grandes
referentes literarios sobre la forma de principios sin bajar al terreno de las
abordar la casuística en que se encuen- situaciones concretas, que es donde uno
tran son, como se ha dicho, prácticamen- empieza a embarrarse. Sin embargo, los
problemas concretos son los que los
3
Por ejemplo en la Ley 14/1986, de 25 de profesionales de los servicios sociales
abril, General de Sanidad; la Ley 41/2002, afrontan cada día y es a ellos a los que
de 14 de noviembre, básica reguladora de la es necesario buscar respuestas. No dis-
autonomía del paciente y de derechos y poner de instrumentos de deliberación
obligaciones en materia de información y para abordarlos, ni de literatura y en
documentación clínica; el Convenio del algunos casos ni tan siquiera de legisla-
Consejo de Europa para la protección de los
ción al respecto, provoca la soledad a la
Derechos Humanos y la dignidad del ser
humano con respecto a las aplicaciones de la que hacíamos referencia anteriormente,
Biología y la Medicina, hecho en Oviedo el una soledad que, en el peor de los casos,
4 de abril de 1997 (en vigor en España desde desemboca en ignorar los problemas
1 de enero de 2000). éticos o en abordarlos buscando los me-
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nores problemas posibles, todo ello 2. El trabajo social: una profesión “de
acompañado, muy a menudo, por la alto riesgo ético”
angustia.
En todas las profesiones se plantean
El momento actual los servicios sociales problemas éticos. Sin embargo, los pro-
están sobrados de principios éticos y fesionales del trabajo social se sitúan
necesitados de casuísticas éticas. Cuan- entre aquellos que más problemáticas
do se habla de la relación entre princi- éticas plantean o deberían plantear, y eso
pios y casos suele recurrirse a una pro- por las razones que a continuación se
clama kantiana y adaptarla de la siguien- intentan exponer brevemente:
te forma: los principios sin casos prácti-
cos están vacíos y los casos prácticos sin a) Porqué el trabajo social consiste
principios son ciegos. En este sentido, es muchas veces en cuestionar y cambiar
urgente que los profesionales de los la moral de los destinatarios. El oficio
servicios sociales se doten de instrumen- de trabajador y educador social consiste
tos teóricos y prácticos para desarrollar muy a menudo precisamente en ayudar a
una ética que proclame y reflexione los que las personas tomen buenas decisio-
principios a la luz de los casos concretos nes e incluso en intentar transformar
y, a la vez, que aborde casos concretos a maneras de ser o de ver las cosas, en
la luz de los principios que orientan la intentar cambiar valores, hábitos y cos-
acción. En definitiva, que dispongan de tumbres. Es decir, el trabajo social con-
las condiciones para poder practicar una siste muy a menudo en ayudar a tomar
ética de la responsabilidad, una ética de decisiones morales e incluso en intentar
sabiduría práctica y prudencia a la cual transformar la moralidad de las persona
Aristóteles llamaba phónesis. A pesar de o de los colectivos a los cuales se dirige.
que la ética de la responsabilidad es Esto puede parecer escandaloso si se
practicada a diario por muchísimos pro- reduce la moralidad al ámbito de la sa-
fesionales de los servicios sociales, la cralidad, a un diálogo “con lo más ínti-
ética aplicada a la cual me refiero aquí mo del ser” o incluso “con el Ser por
es una ética de la responsabilidad delibe- excelencia que es Dios”. Sin embargo,
rativa como acto intersubjetivo, un pro- intentar cambiar o ayudar a cambiar
ceso en el cual deben participar, en la valores y tipos de vida que se consideran
medida de lo posible, todos los afectados perniciosos (por ejemplo intentar cam-
e incluso los ausentes. La búsqueda co- biar valores o actitudes racistas, machis-
operativa de respuestas requiere tener tas, antisociales, de sumisión, o hábitos
presente la voz de los afectados directa o de dependencia respecto a las drogas, o
indirectamente y también “la voz de los actitudes de despreocupación por los
ausentes”, es decir, la voz de todos aque- hijos…) tiene que ver, nos guste o no,
llos que pueden aportar sabiduría al pro- con la moralidad de las personas.
ceso y que viven en otros lugares e in-
cluso pertenecen a otras épocas. De ahí Moral proviene de mos moris, que es la
la importancia de que los profesionales traducción latina de los términos griegos
de los servicios sociales dispongan de êthos i éthos, que significan carácter,
espacios de encuentro para considerar manera de ser, hábito, costumbre. Así
atenta y detenidamente la voz de los pues, moral es el conjunto de cualidades
afectados, el pro y el contra de los moti- que hacen que uno sea como es, que
vos de una decisión y que dispongan de actué como lo hace, que se sitúe ante la
abundante literatura que les permitan vida y responda a sus retos de una u otra
conocer las reflexiones y las soluciones forma. De ahí que cuando uno “está alto
adoptadas en otros lugares. de moral” dé lo mejor que tiene de sí y
“sea él mismo”. “Ser como uno es”, o
“actuar como uno actúa” o “situarse de
una u otra forma ante los retos y pro-
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blemas de la vida” tiene que ver, y mu- ambas comparten (ser persona) para
cho, con lo que uno (y también los otros) centrarse en aquello y sólo en aquello
considera que está bien o mal. La moral, que las convoca en su encuentro: la ley.
por lo tanto, no se refiere únicamente (ni La ley se alza como el área intermedia
principalmente) a aquella esfera privada que separa al juez (que la hará cumplir)
e íntima de la persona que pertenece al del reo (que la sufrirá). Y con el fin de
ámbito de lo sagrado y en la cual cual- que esta área intermedia que separa y
quier intromisión vulnera el derecho a la convoca a ambos sea incluso visualiza-
intimidad, sino también (y principalmen- da, se señala con por toda una simbolo-
te) a la esfera de lo público. gía y liturgia de togas y procedimientos.

b) Por la inexistencia o dificultad de En su esfuerzo de profesionalización, el


disponer de “áreas intermedias de trabajo social ha intentado crear un área
separación” entre el profesional y el intermedia entre la persona-profesional
usuario. El oficio de trabajador y edu- y la persona-usuario. Esta área interme-
cador social tiene por objeto la vida de dia -que no es otra cosa que el saber
las personas. Fíjense que, ya de entrada, técnico- debería evitar los apegos y con-
el mismo enunciado que acabamos de flictos vivénciales y morales que genera
formular (“tiene por objeto la vida de las la relación entre personas y facilitar una
personas”) suscita un tipo de incomodi- relación y una mirada objetiva. Sin em-
dad y de reflexiones éticas que, por bargo, el trabajo social continúa en bue-
ejemplo, no provoca la afirmación “el na parte inmerso en una relación directa
oficio de carpintero tiene por objeto la entre personas porqué es difícil e incluso
madera”. Esta es una primera diferencia peligroso evitarla del todo4. En muchos
importante y sitúa el trabajo social en casos la relación entre personas forma
aquel grupo de profesiones que, para parte de las estrategias profesionales del
diferenciarlas de otras, decimos que trabajador social, por ejemplo para es-
“trabajan con personas”. Nótese aquí tablecer vínculos de confianza.
que la preposición con no se refiere a al
lado de o conjuntamente con otras per- c) Por la dificultad de diferenciar las
sonas, sino que la persona es “aquello” a problemáticas éticas. Las profesiones
lo que nos dirigimos y sobre lo cual se que han emprendido el camino de las
pretende incidir (por ejemplo, aumentar ciencias positivas han podido establecer
su bienestar o disminuir su angustia). El con relativa facilidad una clara distin-
trabajador social pertenece a aquel grupo ción entre aquellas problemáticas que
de profesionales que habla a las perso- pertenecen al ámbito del saber científi-
nas, a diferencia de, por ejemplo, el an- co-técnico (por ejemplo la efectividad de
tropólogo, el sociólogo o el historiador, una transfusión sanguínea en determina-
que hablan de las personas, o del charla- dos cuadros clínicos) de aquellas otras
tán que habla junto a las personas. que pertenecen al ámbito ético (¿debo
realizar una transfusión sanguínea a un
Sin embargo hay muchas otras profesio- joven Testigo de Jehová de 16 años que
nes que “trabajan con personas” o se niega a ella?). Así mismo, de las pro-
“hablan a las personas” en el sentido blemáticas éticas han conseguido dife-
antes apuntado, por ejemplo los jueces. renciar aquellas que son fruto de la apli-
Es necesario hacer notar aquí la segunda cación de una técnica, o de la gestión y
diferencia importante: el trabajador so-
cial pertenece a aquel grupo de profe- 4
Un testimonio terrible del peligro que, allá
sionales que se dirige directamente a la
a lo lejos, se cierne sobre las relaciones que
persona sin ninguna o muy poca área persiguen ser “absolutamente profesionales”
intermedia de separación. Entre la per- es el descrito por Primo Levi en el capítulo
sona-juez y la persona-reo, por ejemplo, “Examen de química” de su obra Si esto es
es posible dejar de lado aquello que un hombre.
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organización del centro, o de las condi- sistema binario porqué entre tener y no
ciones laborales, o de las políticas go- tener autonomía (si es que estos dos
bernantes, o de la legislación existente… extremos existen de una forma pura) hay
una enorme superficie de matices y gra-
En los servicios sociales las problemáti- dos (por ejemplo, una persona no puede
cas éticas suelen estar confundidas o ser ser autónoma para decidir casarse pero
difusas y transversales. Esta falta de sí para decidir qué camisa le gusta más),
definición y localización dificulta el de lo cual se desprende que la autonomía
abordaje de los problemas éticos y pro- no tiene que ver sólo con aquello que
voca desazón en los profesionales. Suele siempre se han considerado grandes
alegarse que la propia naturaleza del cuestiones morales, sino también con las
trabajo social no aconseja o no permite pequeñas decisiones que hacen la vida
una división cartesiana de la totalidad en más agradable.
tantas partes como sea posible hasta
conseguir una visión clara y distinta de Pues bien, los profesionales del trabajo
cada problema. Sin embargo, incluso el social intervienen a menudo con perso-
método cartesiano persigue disponer de nas o colectivos en los cuales la auto-
una idea de totalidad y la división y nomía y el diálogo son de difícil recono-
localización de las problemáticas no cimiento, determinación y/o articula-
debería entorpecer el análisis de las rela- ción. Por ejemplo, personas con disca-
ciones de interdependencia. En todo pacidades intelectuales importantes o
caso, es absolutamente imprescindible con trastornos mentales o psicosociales;
localizar y definir los problemas éticos colectivos que consideramos marginales
que se plantean en el trabajo social para precisamente porqué “no hablan” nues-
empezar a encontrarles soluciones. tro mismo lenguaje (no respetan la auto-
nomía de los demás, no aceptan el diá-
d) Por la dificultad o imposibilidad de logo como forma de resolución de con-
entender la voz del otro. En la ética flictos, no hacen sus demandas a través
contemporánea hay dos valores que se de aquellas formas que nosotros consi-
consideran muy importantes: el respeto a deramos “correctamente organizadas”,
la autonomía de las personas y la nece- etc.).
sidad de diálogo. Estos dos valores van
juntos por dos razones. La primera es e) Por la tensión entre el control y la
que donde no hay reconocimiento y ayuda. Gran parte de los profesionales
respecto a la autonomía de las personas de los servicios sociales gestionan e
no cabe el diálogo, pues impera la impo- intentan paliar directamente los efectos
sición. La segunda es que el reconoci- de la desigualdad y la injusticia existen-
miento de la autonomía de las personas tes en nuestras sociedades a través de lo
obliga al diálogo, ya sea para determinar que se han denominado prácticas “com-
cuáles son los límites de dicha autono- pensadoras”, “asistenciales”, “normali-
mía (la famosa consideración de que “la zadoras” o “de gestión de riesgos”. Una
libertad de uno termina donde empieza mayoría de ellos gestionan e intentan
la de los demás”) o simplemente porqué paliar los efectos de una modernidad
es necesario conocer en qué se materia- que, en las crueles palabras de Zygmunt
liza esta autonomía (por ejemplo cono- Bauman, es una fábrica que también
cer qué se desea exactamente). genera “residuos humanos”. Por todo
ello, los profesionales de los servicios
La autonomía, es decir, la capacidad de sociales viven, más que en ninguna otra
las personas de guiar-se por su propia profesión, la tensión entre la ayuda pro-
(autós) ley o costumbre (nómos), no es fesional que deben y pueden prestar y lo
ni un sistema binario ni algo que tiene que en algunas situaciones perciben
que ver única y exclusivamente con “las como un control o una actuación que
grandes decisiones de la vida”. No es un forma parte del mismo sistema, con lo
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cual la pregunta ética por excelencia ya mos de antemano cuál de ellos es más
no es tanto “qué debo hacer” sino más importante, sólo será posible establecer
bien “qué hago aquí” o “hasta qué punto una jerarquía deseable cuando se hayan
participo o formo parte de esta máqui- considerado qué principios están en
na”. juego en cada caso y se hayan analizado
detenidamente las circunstancias de cada
situación concreta. En el campo de la
3. Mecanismos de respuesta a los pro- bioética, los cuatro deberes prima facie
blemas éticos que plantea la profesión. más aceptados por la comunidad profe-
sional son, como se sabe, el principio de
Los códigos deontológicos y las declara- autonomía, de beneficencia, de no male-
ciones nacionales e internacionales so- ficencia y de justicia, y son fruto del
bre derechos y deberes suelen situarse Informe Belmont (1978) y del trabajo
en el ámbito del principialismo, es decir que Tom L. Beauchamp y James F.
y como se ha dicho, suelen proclaman Childress publicaron al año siguiente.
los grandes principios que deben orien-
tar la acción haciendo pequeñas incur- Como hemos dicho, la ética aplicada
siones -cuando pueden y en la medida consiste en interpretar y aplicar a situa-
que pueden- en el ámbito de la casuísti- ciones concretas los protocolos de bue-
ca. En tanto que pretenden ser punto de nas prácticas y los principios morales
referencia o de cumplimiento para todas que señalan los códigos deontológicos,
aquellas personas a las cuales se dirige y las declaraciones nacionales e interna-
para una gran variedad de casos, no cionales y la legislación y la jurispru-
pueden bajar al ámbito de la casuística dencia nacional e internacional5. No
puesto que en cada caso particular inter- cabe decir que si de lo que se trata es de
vienen variables distintas que a su vez se interpretar, el problema está servido. Los
combinan de diferente forma e intensi- creyentes en un dios único del cual ema-
dad. Los códigos deontológicos y las na toda moralidad lo han resuelto con
declaraciones nacionales e internaciona- relativa facilidad, pues disponen de in-
les reclaman, por lo tanto, ser interpreta- térpretes o hermeneutas que van adap-
dos a la luz de cada situación concreta. tando la palabra de Dios a las diferentes
épocas y casuísticas. Durante doscientos
Los problemas éticos suelen plantearse años, los creyentes en la racionalidad
no tanto porqué no haya respuesta a una también lo tuvimos relativamente fácil
situación, sino más bien porqué hay pues disponíamos de una razón pura que
varias respuestas y es necesario sospesar garantizaba la infalibilidad y la universa-
cuál de ellas es la mejor. Efectivamente, lidad. Como se sabe, el siglo XX destru-
los problemas éticos aparecen cuando yó parte de este sueño pero no las ganas
atender un principio moral (por ejemplo (o la necesidad) de entendernos, ahora
“respetar la autonomía de las personas”) ya no sólo a nivel universal sino también
nos indica que debemos actuar de una en los pequeños planetas multiculturales
manera; atendiendo otro principio moral que se forman en nuestras ciudades e
(por ejemplo “ayudar a las personas”) instituciones. Puesto que en el peligro
que debemos hacerlo de otra manera crece también lo que salva, fueron y son
distinta y atendiendo otro principio mo- distintos los pensadores que construye-
ral (por ejemplo “cumplir las prome- ron balsas a las que agarrarse. De todos
sas”), de otra. W. D. Ross abordó esta
cuestión y creó la teoría de los deberes 5
Entiéndase bien: no es que la ética aplicada
prima facie. Esta teoría dice que tene-
sustituya a la justicia y que los miembros de
mos unos “deberes en principio” (por un comité de ética se erijan en jueces. En
ejemplo respetar la autonomía de las absoluto. Sin embargo, cualquier delibera-
personas, ayudar a los demás o cumplir ción ética sobre una situación concreta debe
las promesas) pero que como no sabe- tener en cuenta qué dice la ley al respecto.
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ellos cabe citar aquí a Jürgen Habermas, discusión haciendo que salgan a la
puesto que su teoría de la acción comu- superficie las incoherencias e irra-
nicativa y su ética discursiva están pre- cionalidades. Su objetivo debería
sentes, de una u otra forma, en los me- ser mediar en el conflicto, estimu-
canismos de respuesta actuales a los lar la reflexión, poner de manifies-
problemas éticos. Resumiendo muchí- to la diversidad de puntos de vista
simo, se podría decir que para la ética existentes en las sociedades plura-
discursiva los problemas éticos no son les, tratar problemas de comunica-
tanto cuestiones de principio sino de ción, desvelar malentendidos, ad-
procedimiento y que en el procedimiento ministrar la discrepancia social, y
lo decisivo es la búsqueda cooperativa acabar acercando puntos de vista
de respuestas teniendo en cuenta los divergentes. Aunque no siempre
intereses de todos los implicados. funcionan para recabar consensos,
habría que recordarles a los comi-
La búsqueda cooperativa de respuestas a tés que el consenso no es deseable
los problemas éticos que, por poco que por si mismo y que su función de-
estemos atentos, tenemos planteados, bería estar más cerca del foro que
exige el encuentro y la deliberación. En estimula el debate que del órgano
el ámbito sanitario, este procedimiento de consulta. Es bueno que los co-
se ha articulado principalmente entorno mités incidan en la reflexión y la
a los Comités de Ética Aplicada, que discusión y no pretendan ser el es-
deberían ser un buen referente para los cenario de decisiones realmente
servicios sociales. El proceso a través vinculantes6.
del cual se delibera y se toman las deci-
siones en los CEA depende de sus res- Asimismo, la mayoría de los autores
pectivos reglamentos y del talante de sus considera que, tal como se ha señalado
miembros. La función de un CEA parece en el primer apartado de estas páginas,
situarse en el abanico que va de aquellos en el proceso de deliberación de los
que consideran que su función es acon- CEA deberían atenderse al menos los
sejar la mejor actuación posible hasta siguientes aspectos: en todo proceso
aquellos que consideran que no es esta deben tenerse en cuenta los intereses y
su función. Para unos, los CEA deben opiniones de los afectados, que, a ser
aconsejar la mejor actuación posible posible, deberían ser expuestos y defen-
después de haber detectado y analizado didos por ellos mismos; siempre que sea
los problemas éticos que despliega un posible, los afectados deben participar
caso, con lo cual es necesario llegar al como personas libres e iguales en la
menos a la posición que todos los búsqueda cooperativa de la verdad; la
miembros del comité consideran moral- única coacción lícita es la del mejor
mente respetable. En el supuesto de que argumento y en la deliberación deben
hubiera varias respuestas moralmente atenderse los principios morales pero
respetables, los defensores de esta posi- también las consecuencias.
ción consideran que debería al menos
intentarse ordenar las distintas posicio-
nes en una jerarquía deseable y señalar 4. El Observatorio de Ética Aplicada a
aquellas problemáticas sobre las cuales y la Intervención Social.
de momento no se ha encontrado res-
puesta y que, por lo tanto, quedan abier- La primavera de 2003, la Fundación
tas. Para otros, la función de los CEA no Campus Arnau d’Escala de Girona7
debería ser esta, sino más bien y tal co-
mo señala Victoria Camps, 6
Camps, V. (2001): Una vida de calidad, Ares y
Mares, Barcelona, p. 236.
debería orientarse no tanto a con- 7
Los patrones de la Fundación Campus
seguir acuerdos como a ordenar la Arnau d’Escala son la Generalidad de Cata-
Este artículo, con algunas pequeñas modificaciones, apareció publicado en la Revista de Ser- 9
vicios Sociales y Política Social, del Consejo General de Colegios Oficiales de Diplomados en
Trabajo Social, nº 73, año 2006, pp. 135-144.

encargó un estudio sobre la situación de la colaboración en diversos actos sobre


la ética aplicada en el ámbito de los ser- ética organizados por residencias para
vicios sociales. El resultado de dicho personas mayores; la redacción de un
encargo fue la presentación, en Agosto dictamen sobre los aspectos éticos del
del mismo año, del informe El estado de Anteproyecto de ley de servicios socia-
la cuestión de la ética aplicada en los les encargado por la Generalidad de
servicios sociales y la acción educativa, Cataluña y la publicación del estudio
con una propuesta de constitución de un Las personas mayores y el derecho a
Observatorio de Ética Aplicada. Unos decidir. Análisis de un caso práctico
meses después, un grupo de personas sobre la dignidad, autonomía y prejui-
empezaba a trabajar de forma desintere- cios respecto a las persona mayores, el
sada en el proyecto y el septiembre del primer volumen de una colección que
2004 se presentaba públicamente el Ob- pretende abordar diversas problemáticas
servatorio de Ética Aplicada a la Inter- éticas presentes en los servicios sociales
vención Social. Dicho Observatorio a partir del análisis de casos concretos.
pretende ser un lugar de debate, de estu- Agradeceremos pues cualquier sugeren-
dio, de sensibilización y de generación cia o colaboración8.
de respuestas a aquellas problemáticas
éticas que, explícita o implícitamente,
plantea la intervención social en todos
sus ámbitos. Agrupa a profesionales de
distintos sectores (trabajo social, educa-
ción social, magisterio, pedagogía, psi-
cología, psicopedagogía, filosofía, dere-
cho, medicina, psiquiatría, antropología,
sociología…) que participan de la in-
quietud de que nuestro siglo ha hereda-
do, entre otros, el reto de cuatro aconte-
cimientos muy importantes: la pérdida
de una moral única; el ahondamiento y
extensión de los derechos humanos; la
irrupción de la voz del otro (de la mujer,
del enfermo, del menor de edad, del
homosexual, del discapacitado, del ex-
tranjero…) y la necesidad de una bús-
queda cooperativa de respuestas a las
antiguas y nuevas problemáticas éticas.

De la actividad del Observatorio de Éti-


ca Aplicada a la Intervención Social en
su breve período de existencia y dentro
de los limitados recursos de que dispone,
cabe destacar la organización de un cur-
so de verano en la Universidad de Giro-
na sobre la Ética aplicada a los servicios
sociales; la realización de diversos cur-
sos de introducción a la ética aplicada en
entidades del ámbito de los servicios
sociales y dirigidos a sus profesionales;
8
Para ello pueden escribirnos a
luña, la Universidad de Girona, el Instituto etica@campusarnau.org y consultar nuestro
de Asistencia Sanitaria i la Fundación Dris- portal http://www.etica.campusarnau.org
sa.

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