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Bolívar Echeverría.

El mundo no se cambia por las ideas sino por la acción física, material y práctica.
La lápida de Marx lleva el mensaje grabado: "¡Proletarios de todos los países, uníos!",
presente en la última línea del Manifiesto Comunista y la frase de la Tesis XI sobre
Feuerbach (editada por Engels): "Los filósofos sólo han interpretado el mundo de distintos
modos, pero de lo que se trata es de transformarlo"

El materialismo de Marx. 1846.


¿Cómo se da y en qué consiste este carácter original e irreductible del mensaje transmitido
en su texto? Cuestiones tendientes a la definición del carácter y el tipo esenciales del
discurso teórico comunista, y que contiene por tanto el problema de la especificidad de la
teoría marxista.
Grupo A. Determinación del carácter dialéctico materialista (o práctico) como carácter
específico del discurso teórico marxista (Tesis I, V, II, III). A manera de corolario, de
determina la actividad teórica como momento constitutivo de la praxis social material.
1) Aquí Marx califica de “abstracta” el discurso teórico idealista-racionalista, “Este
desarrollo es abstracto porque la estructura teórica básica en que tiene lugar se ha formado
también en referencia (abstracta) a un solo nivel de la praxis social: al nivel de la actividad
espiritual o teórico especulativa. La definición idealista racionalista de objetividad se da
dentro de una problemática fundamental que no conoce la actividad real, material, en
cuanto tal, o que conoce únicamente la actividad en que la razón o la fantasía parecen
expresarse soberanamente en un medio pasivo a su entera disposición.
2) La dialéctica se sustenta en la aprehensión teórica de la objetividad como proceso o
praxis fundante de toda relación sujeto-objeto y, por lo tanto, de toda presencia de sentido
de lo real. En una aprehensión teórica de ese proceso fundante como un proceso
básicamente material, como un proceso de metabolismo práctico entre el hombre y la
naturaleza.
3) La actividad es condición del pensamiento y no su producto o resultado. La praxis social,
que funda toda la relación sujeto-objeto, es ella misma proceso de constitución de sentido
en lo real.
Grupo B. Determinación de la historia de las configuraciones de la sociedad (IV, VI y VII).
1) La base mundana no es una sustancia ya constituida y permanente, sino el proceso en el
que constituye la totalidad de un sujeto social y un objeto práctico, y en el que, por tanto,
esas “autocontradicciones” se producen como momentos necesarios.
2) Concepto materialista humanista de transformación social. El discurso dialéctico-
marxista se define, así, concretamente en referencia a la problemática específica de la
historia de las formas sociales dentro de las cuales se realiza el proceso productivo, la praxis
o la actividad práctica constituyente; se configura como materialismo histórico, como teoría
materialista y dialéctica de la sociedad y su historia.
3) En contra del escencialismo
Grupo C. Necesidad histórica del discurso teórico dialéctico materialista (IX y X y la última
parte de la tesis I).
1) El nivel civil de la socialidad es, de acuerdo a Hegel, aquel nivel de comportamiento y de
la estructura sociales compuesto por el conjunto de las relaciones que mantienen entre sí
los hombres en calidad de personas libres o aisladas, interconectadas solo por medio del
dinero.
Grupo D. Determinación del concepto dialéctico materialista de la transformación social (III
y XI).
1) O bien se define al medio social como resultado del medio (material y espiritual) del
sujeto, y entonces olvida la actividad humana (olvida que las circunstancias son
transformables por él), o bien define al medio social como pura construcción o creación
(material y espiritual) del sujeto, y entonces olvida la vigencia autónoma de las instituciones
(olvida que las circunstancias “educan” al hombre).
2) La transformación social decisiva es el momento del proceso o la praxis social en que sus
dos dinámicas interrelacionadas (el cambio en las circunstancias y la actividad humana)
coinciden en el plano de lo concreto: es un proceso o “praxis revolucionaria”. Actividad
teórica como elemento constitutivo del proceso práctico.
3) Revolución en el pensamiento, superar las limitaciones ideológicas en lugar de someterse
a ellas.
Exposición Dubet
De la utilidad de la sociología
1) Las sociedades deben conocerse. El conocimiento objetivo de la vida social y de los
mecanismos de funcionamiento de las sociedades puede incrementar el grado de
conciencia de los actores sociales, puede volverlos más libres, más eficaces, más racionales.
2) Tres conceptos sobre la utilidad de la sociología: Ciencia como ciencia del develamiento
y la crítica, otros piensan más directamente que la sociología debe incrementar el grado de
racionalidad de las sociedades y participar en lo que allí denominamos “buen gobierno”, la
tercera se encuentra volcada hacia la formación de actores sociales, propiciando el
nacimiento de nuevos movimientos sociales.
- La sociología en entredicho y los puntos débiles de la disciplina
Los mismos enemigos ponen en entredicho la sociología: todos aquellos a quienes les
desagrada que les disputen el monopolio de la representación de la vida social. Ejemplos:
el fracaso escolar, el crimen violento, el uso de las drogas, los supuestos efectos disruptivos
de la inmigración.
Las falsas disputas de la sociología. La sociología puede quedar en entredicho porque es
plural. No existe en ella, como sí en las ciencias de la naturaleza, una teoría hegemónica o,
como en ciertas ciencias sociales, la economía, por ejemplo-, un conjunto teórico
dominante. La manera en que la sociología asume y administra su pluralismo la debilita
indiscutiblemente. Nuestra disciplina sería más fuerte si llegase a enunciar cuál es el
background, los métosos y razonamientos que la sustentan.
¿Qué es una buena sociología?
La sociología se vuelve una faena de desnaturalización de lo social, de deconstrucción de
los discursos que las sociedades sostienen acerca de sí mismas en una espiral que nada
interrumpe, ya que la deconstrucción puede a su vez ser deconstruida.
La sociología sigue siendo fundamentalmente útil cuando exhibe lo que uno ignoraba,
cuando muestra mecanismos ocultos, cuando devela porciones de realidad. Esa exigencia
de rigor y precisión, esa necesidad de saber con exactitud de qué se habla, esa capacidad
de situar las afirmaciones entre conjuntos más amplios es una de las cualidades esenciales
de la buena sociología que, en muchos aspectos, es una disciplina naturalista, descriptiva.
Me siento más bien satisfecho de vivir en una sociedad en que la sociología y las demás
ciencias sociales, tan “blandas” como sean, impiden que se diga cualquier cosa en términos
totalizadores.
De los razonamientos y los mecanismos.
De nada sirve acumular hechos si nada dicen, y solo hablan si uno les hace preguntas. Todos
los tratados de sociología lo afirman, no podría haber trabajo de campo sin que de
antemano se hubieran formulado algunas hipótesis.
La sociología debe derivar conjuntos de significados, formas de lógica y de racionalidad de
la acción, tipos de interacción social que pueden ser válidos más allá de las meras
observaciones y los materiales recopilados durante una investigación. La buena sociología
debe tener validez más allá de su propio material. Tipos de acción y de relación
relativamente estables.
La sociología echa luz sobre los mecanismos sociales que no recaen todos en la acción
subjetiva, sino que son consecuencias independientes de la conciencia de los actores.
De los sistemas de significación hacia los mecanismos objetivos, o cómo los mecanismos
objetivos enmarcan en mayor o menor medida los sistemas de acción. La buena sociología
es la que nos habla, a la vez, de los actores y la sociedad.
Por el cauce de los problemas sociales la sociología entra en los debates y demuestra su
utilidad: también, en cierta medida, por esa senda se asegura de su pertenencia y similitud.

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