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NUTRICIÓN DE CAPRINOS EN AGOSTADEROS DEL NORESTE DE

MÉXICO.

Roque Gonzalo Ramírez Lozano


Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma de Nuevo León. Cd. Universitaria, San Nicolás de los
Garza, N.L. C.P. 66450.
CE: roque.ramirezlz@uanl.edu.mx

Resumen
Estudios en el Noreste de México sobre la nutrición de caprinos, bajo condiciones de
manejo extensivo en un Matorral Xerófilo Tamaulipeco, son discutidos en este escrito. Durante
tres años consecutivos, mensualmente la composición de la dieta de cabras fue estimada de
muestras esofágicas. Se estimaron índices de selectividad, consumo voluntario de forraje por
medio de la técnica de la colección total de heces y se estimó la composición química de
extrusas. Las cabras seleccionaron mayores cantidades de forraje proveniente de arbustos
(ramoneo) que hierbas o pastos a través del año. Aparentemente, altos niveles del arbusto
Acacia rigidula (chaparro prieto) en sus dietas, pudieron haber influido negativamente sobre el
consumo de nutrientes. Sin embargo, los niveles de proteína cruda y minerales en las dietas
anuales fueron suficientes para cubrir los requerimientos de una cabra adulta. Durante la
primavera y verano las cabras seleccionaron dietas con niveles adecuados de macro y micro
minerales para cubrir los requerimientos de cabras adultas, con excepción del Cu el cual fue
deficiente en la mayoría de los meses. Aparentemente, durante los meses de finales del otoño y
principios del invierno, que corresponde, en gran medida, al período de gestación y cuando
escasea el forraje de calidad, las cabras tienen que ser suplementadas, con ingredientes
energéticos o forrajes comerciales de temporada, para mantener su productividad y asegurar
altos índices de prolificidad.

Introducción
Información acerca de la composición botánica de la dieta de rumiantes, bajo
condiciones de pastoreo, es esencial para determinar la competencia por el alimento. Sin
embargo, la composición botánica de la dieta varía bajo condiciones de pastoreo, debido a la
composición natural de la vegetación y los cambios climáticos. El propósito de cualquier
estudio, para tratar de identificar los hábitos alimenticios de rumiantes en pastoreo, es conocer
las especies de plantas que componen sus dietas, su distribución en el agostadero, su valor
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nutricional y la cantidad de forraje seleccionado. En el Matorral Xerófilo Tamaulipeco del


Noreste de México las plantas arbustivas constituyen la principal fuente de alimento para
cabras, venado cola blanca, y borregos en pastoreo 1 2 3
. Se ha encontrado que para los
rumiantes en pastoreo, el ramoneo es complementario a los pastos, especialmente durante la
estación seca, ya que los arbustos proveen proteína esencial cuando los pastos están en
dormancia4.
Si se desea identificar a los factores que afectan la productividad de los agostaderos es
importante conocer la calidad y cantidad del forraje que consumen los animales en pastoreo. La
restricción en el consumo de nutrientes es probablemente el principal factor que limita el
comportamiento de los animales en pastoreo. En rumiantes, sin embargo, el consumo está muy
relacionado con el valor nutritivo y la disponibilidad de la materia seca de los forrajes. En
pastoreo, la calidad y cantidad del forraje varía apreciablemente con el clima y algunas veces
conduce a una nutrición animal inadecuada5.
El uso de forraje proveniente de arbustos y árboles, como complemento, puede ser una
alternativa estratégica, que quizás no se le ha dado una adecuada atención en la investigación.
Debido al alto valor nutritivo (proteínas, minerales y vitaminas) y su bajo costo, este
planteamiento tiene un alto potencial para su aplicación en rumiantes, especialmente donde los
animales son abundantes y manejados bajo sistemas extensivos6.

Composición de la dieta y selectividad de las cabras en pastoreo


Las cabras son forrajeras oportunistas, ya que pueden mantener una alta calidad de sus
dietas bajo diversas condiciones7. Por lo tanto, las cabras han adquirido la reputación de
sobrevivir en agostaderos donde la vegetación es escasa y degradada 8. La mayoría de los
agostaderos en el noreste de México y sur de Texas, EUA, ofrecen un importante potencial para
la producción de ganado caprino de carne. El forraje potencial para las cabras está compuesto
de hojas, yemas y talluelos de plantas arbustivas y, durante la estación de lluvias, de hierbas y
pastos nativos9. Sin embargo, es necesario conocer la composición botánica de las dietas de
las cabras en pastoreo, para identificar las diferentes especies de plantas y poder formular
programas de suplementación, sobre todo en agostaderos nutricionalmente deficientes 10 11
.
Asimismo, es necesario estimar la composición botánica de las áreas de pastoreo, para
identificar la cantidad de especies que crecen en los diferentes sitios, con el propósito de
estimar la selectividad de las cabras12 13.
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Durante tres años consecutivos, mensualmente la composición de la dieta de cabras fue


estimada de muestras esofágicas (Figura 1) 14 15 16. Las especies de plantas fueron identificadas
por medio del análisis microhistológico. La dieta promedio anual (tres años) estuvo compuesta
de 82%, 11% y 7% de arbustos, hierbas y pastos, respectivamente. Durante diciembre, enero,
marzo, abril y mayo las cabras seleccionaron más arbustos que en ningún otro mes del año. En
marzo las cabras consumieron el más alto porcentaje de arbustivas (89.0%) y el más bajo fue
en junio (69.0%). Sin embargo, en este mes las cabras incrementaron su consumo de hierbas y
zacates.
El follaje proveniente de plantas arbustivas ha sido reportado como el principal
componente en la dieta de cabras en pastoreo, no solo en las regiones semiáridas, sino
también en las regiones tropicales17. Las dietas promedio mensuales estuvieron compuestas
aproximadamente de 22 arbustos1, aunque Acacia
rigidula, Leucophyllum texanum, Cercidium macrum,
Celtis pallida, Porlieria angustifolia y Cordia boissieri
fueron las especies más seleccionadas por las cabras.
Además, A. rigidula representó alrededor de 50% de la
dieta anual.
El consumo de hierbas por las cabras en el
noreste de México fue variable a través del año, aunque
durante junio (18%) y septiembre (18%) las cabras
seleccionaron más hierbas que en otros meses.
Figura 1. Cabra canulada del esófago con una
bolsa colectora de extrusas, para Polianthes maculosa, Zephyranthes arenicola, Ruellia
estimar la composición botánica de
su dieta corzoi, Ruellia pedunculata, Coldenia greggii,
Heliotropium angiospermum, Cynanchum barbigerum y Palafoxia texana, fueron las especies
más consumidas por las cabras durante el año. Otros estudios llevados a cabo en la misma
región18 reportaron que Ruellia corzoi fue ávidamente seleccionada por las cabras.
Los pastos representaron el grupo de plantas menos preferido por las cabras durante el
año. Sin embargo, durante los meses de verano las cabras seleccionaron más pastos que en
otras estaciones. En junio (13%) y julio (9%) las cabras, ávidamente, seleccionaron la mayor
cantidad de zacates, probablemente debido al crecimiento vegetativo durante este período. El
consumo de pastos estacional también, ha sido reportado en cabras brasileñas 19. Los
principales pastos seleccionados por las cabras durante el año fueron: Cenchrus ciliaris,
Aristida spp, Panicum hallii, Setaria macrostachya y Tridens muticus.
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La composición botánica del agostadero se estimó por medio de transectos usando la


Línea Canfield (Figura 2). Usando la relación de la composición botánica de la dieta y del
agostadero se estimaron los índices de selectividad20 de las cabras. Éstas fueron altamente
selectivas por las especies de plantas presentes en el agostadero. Arbustos como A. rigidula, C.
macrum, C. pallida y P. angustifolia fueron altamente seleccionadas por las cabras y, A. rigidula
fue la única especie seleccionada durante todos los meses del año. Los índices de preferencia
de las cabras por las hierbas fueron inconsistentes, Z. Arenicola, R. corzoi y P. maculosa fueron
las hierbas más preferidas por las cabras; sin embargo, Oxalis dichondraefolia, Agrythamnia
neomexicana, Coldenia greggii, H. Angiospermum, Sida filicaulis, Acleisanthes longiflora,
Haplopappus spinolosus, Ruellia pedunculata, Cynanchum barbigerum y Physalis cordata
fueron consumidas en proporción a su ocurrencia en el agostadero, o sea, en baja proporción.
Estos datos coinciden con otros reportes21 que indicaron que las cabras Españolas y Angora,
seleccionaron muchas hierbas, pero los índices de preferencia fueron inconsistentes.
Cenchrus ciliaris fue el único pasto preferido por las cabras durante todo el año, con
excepción de los meses de septiembre y abril. Aristida spp y Panicum hallii fueron
seleccionados solo durante ciertos meses. La mayoría de los índices de preferencia no fueron
determinados, debido a que ciertas especies, ya
sea que no se detectaron en los transectos,
aunque ocurrieron en las dietas o no ocurrieron
en las dietas aunque si se observaron en los
transectos. Aparentemente, factores
climatológicos afectaron la selección de plantas
por las cabras. La precipitación, probablemente,
influenció negativamente en consumo de
arbustos y positivamente el consumo de hierbas.
Figura 2. Transectos para estimar la composición
botánica del agostadero

Consumo de nutrientes de las cabras


El consumo voluntario de forraje depende de numerosos factores intrínsecos de las
plantas y de los animales22. Los metabolitos secundarios en los arbustos pueden influenciar la
palatabilidad y el consumo23 y la digestibilidad in vitro de la materia orgánica24.
Se ha documentado que las cabras en el noreste de México usan un amplio rango de
plantas nativas del pastizal. Durante la estación seca, el ramoneo es la más importante fuente
de forraje. La PC en el forraje de los arbustos es relativamente constante durante el año, y
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usualmente es más alta que en los pastos. Sin embargo, la energía disponible en las arbustivas
es usualmente más baja24. Es necesario conocer las plantas, la cantidad consumida de ellas
durante el año y su contribución de nutrientes para los animales que las consumen. El consumo
de nutrientes de la materia seca de las cabras se estimó por medio de la colección total de
heces y su relación con la indigestibilidad de su dieta, para lo cual se usaron chivos adultos
equipados con bolas colectoras de heces (Figura 3) midiendo la excreción total y relacionándola
con la digestibilidad in vitro de las muestras esofágicas. Al agrupar datos de tres años, se
concluyó que el contenido de PC es alto en las dietas seleccionadas por las cabras en el
noreste de México1. El promedio de PC de tres años fue de 18.0%. Aparentemente, el contenido
de PC de las hierbas, contribuyó en gran medida al consumo de PC en las cabras. Altos
porcentajes de hierbas en las dietas en el agostadero correspondieron a altos porcentajes de
PC en las dietas. Además, se ha reportado 25 que las hierbas nativas de Nuevo México, EUA,
contienen altos niveles de PC comparadas con arbustivas y zacates de la misma región.
Asumiendo un consumo de materia seca26 (MS) de 76.3 g/kg de peso metabólico, el
consumo reportado27 en cabras de esta región, sería suficiente para satisfacer los
requerimientos de MS de una cabra adulta pesando 40
kg28 durante todos los meses, excepto en los meses de
enero y abril. Los componentes de la pared celular de
las dietas de las cabras fueron altos durante todo el
año. En general, en aquellos meses con alto contenido
de fibra y lignina, correspondieron a los meses con altos
niveles de arbustos y bajos niveles de hierbas en las
dietas.
Las concentraciones de minerales (Ca, Mg, Na,
K, Cu, Mn, Zn y Fe) en las dietas seleccionadas por las
Figura 3. Chivos equipados con bolsas cabras en el noreste de México fueron variables durante
colectoras de heces, para estimar
consumo voluntario todos los meses del año. Asimismo, el consumo de
minerales fue variable entre meses. El consumo de Ca (15.9 g/kg en base orgánica (MO);
media anual), Mg (4.7 g/kg MO), Na (15.4 g/kg MO) y K (18.4 g/kg MO), al parecer cubren los
requerimientos para una cabra de 40 kg de peso vivo (PV) durante todo el año 29; de K (7 g/kg),
para el mismo tipo de cabra, pero al final de la gestación 29; y de Mg y Na para los
requerimientos durante el crecimiento y la lactación (0.14 y 0.6 g/kg/día, respectivamente). No
hay datos exactos de los requerimientos de Fe, Cu, Zn y Mn para las cabras; sin embargo, se
ha mencionado1 que las cabras en el noreste de México, consumieron dietas con niveles de
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estos minerales para satisfacer sus requerimientos 27. Además, se recomienda1 tener cuidado al
determinar el contenido de minerales de muestras esofágicas, debido a la contaminación de
minerales presentes en la saliva30.

Conclusiones
El follaje de arbustos, hierbas y zacates nativos del Noreste de México, representan una
importante fuente de alimento para caprinos bajo sistemas de manejo extensivo. Las cabras
consumen más forraje de arbustos que otras especies de ganado. En general, los arbustos son
preferidos y seleccionados sobre otro tipo de vegetación. Las dietas seleccionadas contienen
cantidades adecuadas de proteína cruda y minerales, aunque son deficientes en energía,
durante todo el año. Elevados niveles de lignina en las dietas pudieron haber disminuido la
utilización energética por las cabras.

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