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LA EMPRESA COMERCIAL.

El Código de Comercio no se encarga de definir a la empresa y que en todo su


articulado contiene sólo una norma que se refiere a un tipo de empresario, el de
transporte, norma que se encuentra contenido en el inciso final del artículo 166.

Art. 166 Código de Comercio: “El transporte es un contrato en virtud del cual uno se
obliga por cierto precio a conducir de un lugar a otro, por tierra, canales, lagos o ríos
navegables, pasajeros o mercaderías ajenas, y a entregar éstas a la persona a quien vayan
dirigidas.

Llámase porteador el que contrae la obligación de conducir. El que hace la conducción por
agua toma el nombre de patrón o barquero.

Denomínase cargador, remitente o consignante el que por cuenta propia o ajena encarga la
conducción.

Se llama consignatario la persona a quien se envían las mercaderías. Una misma persona
puede ser a la vez cargador y consignatario.

La cantidad que el cargador o, en su caso, el consignatario, están obligados a pagar por la


conducción, se llama porte.

El que ejerce la industria de hacer transportar personas o mercaderías por sus dependientes
asalariados y en vehículos propios o que se hallen a su servicio, se llama empresario de
transportes, aunque algunas veces ejecute el transporte por sí mismo.”
Obviamente, a partir de esta definición, no es posible arribar a un concepto
genérico de lo que debe entenderse por empresa, de modo que resulta indispensable
recurrir a otras fuentes.

En el resto de la legislación, solo encontramos un concepto de empresa en el


penúltimo inciso del artículo tercero del Código del Trabajo, que señala que, “para
que los efectos de la legislación laboral y de la seguridad social, se entiende por empresa toda
organización de medios personales, materiales e inmateriales ordenados bajo una dirección,
para el logro de fines económicos, sociales, culturales o benéficos, dotada de una
individualidad legal determinada”.

Sin embargo, la sola enunciación de este concepto nos revela de inmediato sus
limitaciones: es un concepto que, en las propias palabras del Código del Trabajo, se
ha elaborado “para los efectos de la legislación laboral y de seguridad social” y que,
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por lo tanto, es mucho más amplio que el concepto de empresa a la luz del Derecho
Comercial.

En efecto dicha disposición se alude a la empresa como cualquier entidad que tenga
una individualidad legal determinada, que persiga fines económicos, sociales,
culturales o benéficos, y resulta de toda evidencia que desde el punto de vista del
Derecho Mercantil las instituciones sociales, culturales o benéficas no constituyen
una empresa mercantil, por la muz sencilla razón de que no persiguen fines de
lucro.

De allí que, recurriendo a la doctrina, podríamos intentar definir desde el punto de


vista del Derecho mercantil diciendo que es una organización formada con el objeto de
poner sistemáticamente en acción todos los elementos materiales y jurídicos necesarios para
realizar permanentemente una actividad económica determinada con fines de lucro.

A la luz de esta definición se pueden extraer los elementos característicos de la


empresa:

1. Se trata de una actividad organizada y planificada, o sea, la empresa trata de


enfrentar una cierta actividad productiva o de intermediación determinada, de un
modo profesional, organizado y permanente. El ejercicio ocasional de actividades
mercantiles no constituye empresa.

2. Siendo el empresario un profesional, actúa como una persona con conocimiento


en el tema y utilizando la técnica y el manejo de su actividad del modo más racional
posible, de modo que mientras mayor sea su profesionalismo, mayores posibilidades
de éxito tendrá la empresa.

3. La finalidad de la actividad empresarial es la producción de bienes y servicios, o


el cambio o intermediación de éstos en el mercado, y en ningún caso el
autoconsumo. Es decir, el empresario usa la empresa para vender, intercambiar,
etc., pero no para aprovechar personalmente dichos bienes o servicios.

4. La finalidad de lucro, que constituye el propósito esencial de la actividad


mercantil. El lucro es lo que mueve al empresario, es su incentivo, y por ellos la
necesidad de la especialización del empresario, porque mientras mayor sea su
especialización mayor es la eficiencia y el lucro que puede obtener de la actividad
que emprende.

El empresario dirige y organiza los elementos productivos que son las materias
primas, máquinas herramientas, instalaciones o infraestructuras físicas, el capital en
dinero y los recursos humanos o personal de la empresa.
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Ahora bien, la empresa no es sinónimo de sociedad. Quien desarrolla una


actividad lucrativa es un empresario, bajo cualquier forma que la emprenda, incluso
si actúa personalmente.

En el Derecho comparado encontramos:

a) Sociedades unipersonales: permiten que una sola persona conforme la sociedad.


En nuestro país no se permite “estrictamente”, salvo la sociedad por acción.

b) Patrimonio de afectación: se le permite a alguien separar parte de sus bienes y


destinarlos a un fin comercial, en cuyo caso la responsabilidad solo recaerá en esos
bienes.

EMPRESA INDIVIDUAL DE RESPONSABILIDAD LIMITADA.

Por sobre todo en los países de tradición romanista, cuyos códigos civiles se
inspiran, corrientemente en el Código Civil Francés, es común la existencia de
normas similares a las contenidas en el artículo 2465 de nuestro Código Civil, que
expresa: “Toda obligación personal da al acreedor el derecho a perseguir su ejercicio sobre
todos los bienes raíces o muebles del deudor, sean presentes o futuros, excepto los no
embargables, designados en el artículo 1618”.

Esto es lo que se conoce comúnmente como la institución del derecho de prenda


general de los acreedores sobre todos los bienes del deudor, que acarrea la
consecuencia prevista en el art. 2469, que da derecho a los acreedores a exigir que
se vendan todos los bienes del deudor hasta la concurrencia de sus créditos, incluso
los intereses y costas, para que con el producto se les satisfaga íntegramente si
fueren suficientes, o a prorrata, si no lo fueren, a menos que hayan causas especiales
de preferencia.

La existencia de esta norma expone a toda persona natural que emprende un


negocio a responder de sus consecuencias patrimoniales, no sólo con los fondos que
puso o arriesgó en la operación, sino que con todo su patrimonio.

Así, por ejemplo, si una persona es un profesional que, al cabo de algunos años ha
logrado formar un patrimonio en el que se incluye casa propia, oficina y algunos
ahorros, si decide emprender paralelamente algún negocio y destina, por decir una
cifra, $10.000.000, en caso de que el negocio fracase y se originen deudas por
$50.000.000, no sólo habrá perdido los diez millones de pesos aludidos, sino que
responde con su casa, oficina y el resto de sus ahorros, si algunos le quedan, del
pago de las obligaciones originadas en ese negocio.
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La amplitud de la responsabilidad que consagra la legislación produce una


restricción en las actividades industriales y comerciales, por el temor a un fracaso
que se traduzca en la ruina o quiebra de todo patrimonio, de modo que los
empresarios han buscado soluciones jurídicas para poner un límite a su
responsabilidad.

En nuestro derecho, tales limitaciones de responsabilidad se pueden obtener tan


sólo mediante la celebración de contratos de sociedad de algunos de los tipos que
permiten la limitación de la responsabilidad, como son las sociedades de
responsabilidad limitada y las sociedades anónimas o de capital.

Pero muchas veces resulta que esta solución no es la más conveniente a los
intereses del intervencionista, porque los que éste busca es trabajar solo en el
negocio y no asociarse con nadie.

De allí que surgió en la doctrina mercantil internacional una teoría que propugna la
legalización de las empresas individuales de responsabilidad limitada y las
sociedades de un solo socio.

La primera institución es más amplia que la segunda, porque la empresa individual


de responsabilidad limitada no requiere forzosamente de la existencia de la
sociedad.

Basta que la ley reconozca la posibilidad de que inversionista o comerciante decida


y materialice a través de un solemne, público y ostensible, en resguardo de los
intereses de terceros que negocian con él, la creación de una empresa de la que él
sería dueño, pero a la cual destinará o pondrá en riesgo solamente una parte
determinada de su capital.

Esta figura está siendo cada vez más reconocida en la doctrina internacional y fue,
hace poco tiempo, consagrada legalmente en Chile.

También tiene consagración legislativa en varios países aquella que permite el


funcionamiento de las sociedades de un solo socio, figura que ha venido a ser
recogida en nuestra legislación también, en la forma de las Sociedades de Acciones,
reguladas por el nuevo párrafo 8° del Título VII del Libro II del Código de
Comercio que fue agregado por la letra b) del número 1 del art. 17 de la ley 20.190,
publicada en el Diario Oficial de 5 de junio de 2007.

Para ello se ha desligado la naturaleza de la sociedad de su origen contractual para


acentuar su carácter de institución.
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En efecto, si bien las sociedades nacen por contrato, una vez creadas, devienen en
una institución y de allí que las estipulaciones de las escrituras respectivas reciben
comúnmente el nombre de “Pacto Social” o “Estatutos”.

Volviendo a las empresas individuales de responsabilidad limitada, ellas han sido


consagradas en Chile por la ley N° 18.857, publicada en el Diario Oficial de fecha
11 de febrero de 2003.

Como se señaló la amplitud de la responsabilidad que consagra la legislación


produce una restricción en las actividades industriales y comerciales, por el temor a
un fracaso que se traduzca en la quiebra o la pérdida sustancia o todo el patrimonio,
de modo que los empresarios buscan soluciones jurídicas para poner un límite a su
responsabilidad.

La empresa de responsabilidad limitada se encuentra definida en el art. 2 de la ley


19.857 de la siguiente forma: “es una persona jurídica con patrimonio propio distinto al
del titular, es siempre comercial y está sometida al Código de Comercio cualquiera que sea
su objeto; podrá realizar toda clase de operaciones civiles y comerciales, excepto las
reservadas por la ley a las sociedades anónimas”.

En cuanto a su formación u organización, el art. 1° de la ley señala que se autoriza a


toda persona natural el establecimiento de estas empresas individuales de
responsabilidad limitada, las que se constituyen por escritura pública (art. 3°), que
debe contener las menciones que indica el art. 4 °, que son las siguientes:

a) El nombre, apellidos, nacionalidad, estado civil, edad y domicilio del


constituyente (individualización);

b) El nombre de la empresa, que contendrá, al menos, el nombre y apellido del


constituyente, pudiendo tener también un nombre de fantasía, sumado al de las
actividades económicas que constituirán el objeto o el giro de la empresa y deberá
concluir con las palabras "empresa individual de responsabilidad limitada" o la
abreviatura "E.I.R.L.";

c) El monto del capital que se transfiere a la empresa, la indicación de si se aporta


en dinero o en especies y, en este último caso, el valor que les asigna;

d) La actividad económica que constituirá el objeto o giro de la empresa y el ramo o


rubro específico en que dentro de ella se desempeñará;

e) El domicilio de la empresa, y
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f) El plazo de duración de la empresa, sin perjuicio de su prórroga. Si nada se dice,


se entenderá que su duración es indefinida.

Giro de la empresa.

En cuanto a su giro, la ley exige que en el acto fundacional se especifique no sólo la


actividad económica general que constituirá su objeto, sino también el ramo o
rubro específico en que se desempeñará la empresa, para evitar vaguedades que
confundan a los terceros, especialmente sobre los actos propios de la E.I.R.L. y los
que realice su titular por su propia cuenta y responsabilidad (art. 4° letra d).

La ley no establece limitaciones en cuanto al tipo de giro que puede realizar una
empresa individual de responsabilidad limitada, con la sola excepción de que no
pueden ser realizadas bajo esta forma aquellos actos u operaciones que están
reservados por la ley a las sociedades anónimas (art. 2°), como es el caso de los
bancos, compañías de seguros, AFP, etc.

Plazo de duración de la empresa.

En lo que respecta al plazo de duración de la empresa, la ley señala que si nada se


dice en los estatutos se entenderá que su duración es indefinida (art. 4° letra f). Sin
embargo, podrá establecerse cualquier plazo de duración, así como prorrogarlo, aun
automáticamente, de acuerdo a la cláusula de reconducción tácita que es usual en
las sociedades colectivas.

Administración de las E.I.R.L.

La E.I.R.L. es una persona jurídica que puede ser representada judicial y


extrajudicialmente.

Son actos propios de la E.I.R.L., los ejecutados a su nombre y representación por su


administrador. Corresponderá la administración al titular de la empresa, quien la
representada judicial y extrajudicialmente para el cumplimiento del objeto social,
con todas las facultades de administración y disposición.

Art. 9 ley 19.857: “Son actos de la empresa los ejecutados bajo el nombre y representación
de ella por su administrador.

La administración corresponderá al titular de la empresa, quien la representa judicial y


extrajudicialmente para el cumplimiento del objeto social, con todas las facultades de
administración y disposición.
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Profesor Dante Martínez B.

El titular, o su mandatario debidamente facultado, podrá designar un gerente general, que


tendrá todas las facultades del administrador excepto las que excluya expresamente,
mediante escritura pública que se inscribirá en el registro de comercio del domicilio de la
empresa y se anotará al margen de la inscripción estatutaria. Lo dispuesto en este inciso no
obsta a la facultad del titular de conferir mandatos generales o especiales para actuar a
nombre de la empresa, por escritura pública que se inscribirá y anotará en la forma
señalada en este inciso.

Las notificaciones judiciales podrán practicarse indistintamente al titular de la empresa o a


quien éste hubiere conferido poder para administrarla, sin perjuicio de las facultades de
recibirlas que se hayan otorgado a uno o más gerentes o mandatarios”.

Sin embargo, el dueño de la E.I.R.L., que es un administrador, o su mandatario


debidamente facultado puede designar a un gerente general, el que tendrá todas las
facultades del administrador excepto las que se excluyan expresamente, lo que es
un importante particularidad, toda vez que la regla de general aplicación exige
precisar las facultades que se otorgan.

También puede el titular conferir mandatos generales o especiales para actuar a


nombre de la empresa.

Es importante destacar que según la ley, tanto la designación del gerente general,
como los mandatos generales o especiales, están sujetos a la obligación de
otorgamiento por escritura pública, de inscripción en el registro de comercio y de
anotación al margen de la inscripción estatutaria.

El titular, el gerente y los mandatarios deben actuar a nombre y en representación


de la E.I.R.L. y, en caso de no hacerlo, las obligaciones contraídas por ellos pueden
perseguirse ilimitadamente sobre el patrimonio del titular (art. 12 letra b).

Actos y contratos entre la empresa y su titular.

Al reconocer una personalidad separada a la empresa individual de responsabilidad


limitada y a su titular, la ley contempló la posibilidad de actos y contratos entre
ellos, exigiendo solemnidades y publicidad.

El art. 10 de la ley N° 19.857 expresa que los actos y contratos que el titular de la
empresa celebre “con su patrimonio no comprometiendo la empresa”, o lo que es lo
mismo, entre la E.I.R.L. y su dueño actuando éste a título personal,
comprometiendo su patrimonio propio y distinto de aquélla, sólo tendrán valor si
constan por escrito y desde que se protocolicen ante notario público, debiendo
además ser anotados al margen de la inscripción estatutaria dentro del plazo de
sesenta días contados desde su otorgamiento.
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Profesor Dante Martínez B.

La empresa ¿tiene responsabilidad de los actos del titular?

Por regla general no. Desde el punto de vista del acreedor, esto es, para hacer
cumplir su crédito, no puede demandar a la empresa cuando se trate de una
obligación contraída con el titular, pues son patrimonios distintos. Excepción:
liquidación de la empresa.

Responsabilidad de las E.I.R.L.

Artículo 8º ley N° 19.857: “La empresa responde exclusivamente por las obligaciones
contraídas dentro de su giro, con todos sus bienes.

El titular de la empresa responderá con su patrimonio sólo del pago efectivo del aporte que
se hubiere comprometido a realizar en conformidad al acto constitutivo y sus
modificaciones”.

Así respecto de las obligaciones contraídas, la empresa responde ilimitadamente


con su patrimonio siempre y cuando el acto haya sido realizado por su titular,
agente o mandatario y además que se encuentre dentro del giro. Se responde solo
con su capital no con éste y más el incremento del mismo.

Sin embargo, los acreedores de la empresa pueden perseguir la responsabilidad


personal del titular, sobre todos sus bienes, en ciertos y determinados casos.

Casos en que el titular responde con su patrimonio personal.

El titular responderá de las obligaciones de la empresa con sus bienes propios en


los casos de nulidad de E.I.R.L., de acuerdo al art. 7°, y también en los siguientes
casos especificados en el art. 12 de la ley 19.857.

Artículo 12 ley 19.857: “El titular responderá ilimitadamente con sus bienes, en los
siguientes casos:

a) Por los actos y contratos efectuados fuera del objeto de la empresa, para
pagar las obligaciones que emanen de esos actos y contratos;

b) Por los actos y contratos que se ejecutaren sin el nombre o representación


de la empresa, para cumplir las obligaciones que emanen de tales actos y contratos;

c) Si la empresa celebrare actos y contratos simulados, ocultare sus bienes o


reconociere deudas supuestas, aunque de ello no se siga perjuicio inmediato;
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* Solo basta acreditarlos no se acredita el daño a terceros lo que constituye


requisito en materia civil.

d) Si el titular percibiere rentas de la empresa que no guarden relación con la


importancia de su giro, o efectuare retiros que no correspondieren a utilidades líquidas y
realizables que pueda percibir, o

e) Si la empresa fuere declarada en quiebra culpable o fraudulenta.

Transformación de sociedad des en E.I.R.L. y viceversa.

Art. 14 ley 19.857: “En el caso que se produzca la reunión en manos de una sola persona,
de las acciones, derechos o participaciones en el capital, de cualquier sociedad, ésta
podrá transformarse en empresa individual de responsabilidad limitada,
cumpliendo su propietario con las formalidades de constitución establecidas en la presente
ley. Para tal efecto, la escritura pública respectiva, en la que deberá constar la
transformación y la individualización de la sociedad que se transforma, deberá extenderse
dentro de los treinta días siguientes a la fecha en que dicha reunión se produzca, y el
extracto correspondiente deberá inscribirse y publicarse dentro del término establecido en la
presente ley.

Una empresa individual de responsabilidad limitada podrá transformarse en


una sociedad de cualquier tipo, cumpliendo los requisitos y formalidades que establece
el estatuto jurídico de la sociedad en la cual se transforma”.

Causales de terminación de las E.I.R.L.

Art. 15 Ley 19.857: “La empresa individual de responsabilidad limitada terminará:

a) por voluntad del empresario;

b) por la llegada del plazo previsto en el acto constitutivo;

c) por el aporte del capital de la empresa individual a una sociedad, de acuerdo con lo
previsto en el artículo 16;

d) por quiebra, o

e) por la muerte del titular. Los herederos podrán designar un gerente común para la
continuación del giro de la empresa hasta por el plazo de un año, al cabo del cual terminará
la responsabilidad limitada.

Cualquiera que sea la causa de la terminación, ésta deberá declararse por escritura pública,
inscribirse y publicarse con arreglo al artículo 6º. En el caso de la letra e), corresponderá a
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cualquier heredero declarar la terminación; excepto si el giro hubiere continuado y se


hubiere designado gerente común, pero, vencido el plazo, cualquier heredero podrá hacerlo.
Valdrán los legados que el titular hubiere señalado sobre derechos o bienes singulares de la
empresa, los que no serán afectados por la continuación de ésta, y se sujetarán a las normas
de derecho común.

Las causales de terminación se establecen tanto en favor del empresario como de sus
acreedores.

La liquidación la debe efectuar el propio titular. El titular se ve limitado a realizar


un tráfico comercial de masa. Dado que:

1° Límite al desarrollo económico. Los recursos de un solo individuo,


necesariamente van a parecer insuficientes cuando se trate de una empresa de una
dimensión determinada.

2° Además está afectado por una insuficiencia natural, que es que no tiene una
existencia real distinta a la del propio empresario. El empresario no está bien
“capacitado para el negocio”.

La solución individual frente al comercio es insuficiente.

LAS SOCIEDADES EN GENERAL.

El comerciante puede actuar individualmente o bajo diversas formas jurídicas en


que puede manifestarse su unión o vinculación con otras personas.

De ellas, la de mayor importancia es la figura de la sociedad.

Al igual que muchos otros contratos, la sociedad se encuentra regulada tanto por el
Código de Comercio como por el Código Civil.

En efecto, el Código Civil le dedica a la sociedad las normas contenidas en el Título


XXVIII del Libro Cuarto, artículos 2053 y siguientes, en tanto que el Código de
Comercio destina regularla en el Título Séptimo del Libro Segundo, artículos 348 y
siguientes.

Además, están destinadas a tratar algunos tipos especiales de sociedad, las Leyes
N° 3.918, sobre Contrato de Sociedad Colectiva de Responsabilidad Limitada, y la
Ley N° 18.046, sobre Sociedades Anónimas.

La sociedad está definida sólo por el Código Civil, cuyo artículo 2053 expresa que
“La sociedad o compañía es un contrato en que dos o más personas estipulan poner algo en
común con la mira de repartir entre sí los beneficios que de ello provengan.
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Profesor Dante Martínez B.

La sociedad forma una persona jurídica, distinta de los socios individualmente


considerados”.

A Pesar que se refiere a todas las especies de sociedad, con excepción de la Sociedad
de Responsabilidad Limitada, que no era conocida a la época de su dictación, el
Código Civil solo contiene normas relacionadas con la Sociedad Colectiva Civil.
Todos los demás tipos de sociedades, sean ellas civiles o comerciales, se rigen por el
Código de Comercio o por leyes complementarias a éste.

Clasificaciones de las Sociedades.

Las principales clasificaciones de sociedades son las siguientes:

a) Comerciales y Civiles

Son comerciales las que se forman para ejecutar negocios que la ley califica de actos
de comercio.

Basta que uno de los varios objetivos para los cuales se puede formar una sociedad
sea de carácter mercantil, para que la sociedad toda tenga esa característica.

Las sociedades que se forman para negocios que no estén calificados de mercantiles
son civiles.

Entre ambos tipos de sociedades existen diversas diferencias, partiendo porque las
sociedades comerciales son generalmente solemnes mientras que las civiles son
generalmente consensuales.

Se diferencian, también, en que la quiebra de las sociedades comerciales es más


severa y en general, la responsabilidad de los socios es más amplia.

En realidad, las sociedades comerciales son las más importantes de todas, porque
fuera de que son inmensamente superiores en número que las civiles, concentran la
gran parte de la propiedad de los medios de producción y de la riqueza en los países
que se rigen por el sistema capitalista.

b) La segunda clasificación de las sociedades es aquella que distingue entre


Sociedades Colectivas, En Comandita, Por acciones, Anónimas y de
Responsabilidad Limitada.

Las tres primeras se encuentran reguladas en el Código Civil y/o el Código de


Comercio, en tanto que las Sociedades Anónimas y de Responsabilidad Limitada, lo
son por las leyes especiales que más arriba se citaron, esto es, la Ley N ° 3.918,
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sobre Sociedades de Responsabilidad Limitada, y la Ley N ° 18.046, sobre


Sociedades Anónimas. La principal diferencia entre ellas consiste en que la
responsabilidad de los socios, que es limitada en las sociedades colectivas, está
limitada al aporte o la cantidad que se señale, en el caso de las sociedades por
acciones, anónimas y las de responsabilidad limitada.

En cuanto a la administración, las sociedades anónimas son administradas por


medio de mandatarios revocables, en tanto que en las otras, la administración recae,
generalmente, en los mismos socios. En cualquiera de ellos, en las simplemente
colectivas, las de responsabilidad limitada y las por acciones, o en los socios
gestores, tratándose de las sociedades en comandita.

Por último, en cuanto a la admisibilidad de la transferencia de derechos sociales a


terceros, la cesión es por regla general libre en las sociedades anónimas y por
acciones, y sujeta a la aprobación de los socios en las demás.

c) Otra clasificación es aquella que distingue entre sociedades de personas, que


son aquellas en que importa más la persona de los socios que el aporte que ellos
hagan, y las sociedades de capital, donde por el contrario lo único importante es
el aporte y el capital que se forma con ellos, de modo que es indiferente la persona
de los socios o accionistas, siendo por el mismo motivo, libre la cesibilidad de las
acciones.

Son sociedades de personas: la sociedad colectiva, la sociedad en comandita y la


sociedad de responsabilidad limitada. Son de capital las sociedades anónimas y las
por acciones.

Naturaleza de la Sociedad.

Siguiendo la tradición romanista y las fuentes francesas que los inspiran, tanto el
Código Civil como el Código de Comercio estudian a la sociedad sólo como un
contrato, concepción que, además, está de acuerdo con el principio de autonomía de
la voluntad que inspira al liberalismo económico.

Nadie puede negar que la sociedad, efectivamente, nace de un acto jurídico que
voluntariamente ejecuta el hombre, pero con el curso de los años se ha hecho
evidente que la sola perspectiva del contrato es insuficiente para analizar la
institución societaria.

En efecto, en algunos casos las sociedades se forman previo un acto jurídico que
voluntariamente ejecuta el hombre, pero con el curso de los años sea hecho
evidente que la sola perspectiva del contrato es insuficiente para analizar la
institución societaria.
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Profesor Dante Martínez B.

Por otro lado, en otros casos los socios ingresan a la sociedad sin tener
participación alguna en el acto de su constitución, como sucede con los socios de
sociedades anónimas que compran acciones en una bolsa de comercio.

En atención a todas las dificultades anteriormente mencionadas, la Teoría


Contractual que había reinado son contrapeso, se ha enfrentado progresivamente a
la consolidación de la moderna Teoría de la Institución según la cual la sociedad,
tenga su origen en un contrato, en un simple acto jurídico, incluso unipersonal, o en
la autorización de la potestad pública, al nacer forma una institución destinada a
actuar en el medio jurídico con permanencia.
Si bien no fue el primero, indudablemente que Maurice Hauriou con su obra
“Teoría de la Institución” publicada en 1935 abrió un amplio campo a la
consolidación del pensamiento de aquellos que sostienen que la sociedad es mucho
más que un puro contrato.

Una institución es la idea de obra o empresa que se perpetúa y dura jurídicamente


en el medio social. En ella, los administradores no son sólo unos simples
mandatarios de los socios, sino que constituyen la autoridad encargada de asegurar
la realización del propósito común.

La sociedad pasa a ser una manifestación de un tipo de actividad conocida como


negocios plurilaterales, los que se diferencian de otros contratos en que imponen
obligaciones a muchas personas, entre ellas, a todas aquellas que entran a formar
parte del negocio, por un acto posterior al de su formación.

Los sostenedores de la Teoría de la Institución estiman que el contrato que le da


origen en o en otras palabras, la forma en que se constituye la sociedad es un
“contrato de organización”.

El surgimiento de la Teoría de la Institución permite explicar la existencia de


dos fenómenos, uno de los cuales se da en todas partes, incluso en aquellos países
en los que, como en el nuestro dicha teoría no tiene cabida.
El otro fenómeno sólo ha sido recogido recientemente por la legislación nacional.

El primero consiste en que la sociedad, si bien todos los socios tienen la intención
de obtener beneficio, no tienen por qué estar de acuerdo en las metas y en la forma
de cómo alcanzarlos. Los socios conviven dentro de un régimen jurídico, asociados
a otros con los cuales pueden discrepar profundamente, pero la institución social
está por encima de ellos, y a través de las prescripciones normativas
correspondientes, se dará solución a las discrepancias, de modo que la sociedad se
presentará frente a terceros con una voluntad propia, que es distinta de la voluntad
particular de cada uno de los socios.
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Profesor Dante Martínez B.

El segundo fenómeno guarda relación con la admisibilidad de las sociedades de un


solo socio.

Para quienes sostienen la Teoría de la Institución, no hay nada extraño en que


formen sociedades con un solo socio, del mismo modo que sociedades originadas en
un principio por dos o más socios terminan perteneciendo a una persona.

Esta forma de pensar proporciona, asimismo, una salida lógica para los que quieren
buscar una fórmula legal para que las personas naturales puedan consagrar, a un
negocio determinado, una parte limitada de su patrimonio, sin poner en riesgo la
integridad del mismo, amenazado por el derecho de prenda general de los
acreedores, que en nuestra legislación consagra el artículo 2465 del Código Civil. 1
Atributos de la personalidad jurídica social.

La misma definición del Código civil consagra el principio de que la sociedad


“forma una persona jurídica distintos de los socios individualmente considerados”.

La existencia de dicha personalidad jurídica social es otro de los fundamentos que


esgrimen los sostenedores de la Teoría Institucional.

En cualquier caso, aun en los países en los que la Teoría Institucional no se admite,
la existencia de la personalidad jurídica social está consagrada.

Para algunos, la existencia de la personalidad jurídica o moral está unida de un


patrimonio de afectación.

Para otros, la personalidad moral existe en todo grupo humano, cuando se


constituye un centro de interés distinto al grupo, que tiene una actividad voluntad
colectiva y una actividad orientada hacia un fin jurídicamente protegido.

Una tercera concepción sostiene que, en realidad, la personalidad moral no existe,


que es una ficción otorgada por el legislador a ciertos grupos cuando ellos cumplen
determinados requisitos. Atendidas las características de nuestra legislación, cabe
sostener que en ella se da aplicación a esta última concepción, es decir, a la teoría de
la ficción.

Cualquiera sea el caso, la personalidad moral de las sociedades es reconocida por la


ley, y en el caso de las sociedades de personas, nace desde que el contrato de
sociedad se perfecciona, en tanto que en ciertas sociedades capitales, la personalidad
jurídica nace cuando una autoridad pública emite una resolución que autoriza su
existencia.

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Art. 2465 Código Civil: “Toda obligación personal da al acreedor el derecho de perseguir su ejecución
sobre todos los bienes raíces o muebles del deudor, sean presentes o futuros, exceptuándose solamente los no
embargables, designados en el artículo1618”.
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Profesor Dante Martínez B.

La personalidad jurídica dura en tanto la sociedad conserve su existencia legal y se


prolonga incluso durante su liquidación, una vez que ha sido disuelta.

La personalidad moral de que dispone la sociedad acarrea diversas consecuencias de


orden jurídico.

En efecto, y en primer término, el patrimonio de la sociedad es propio de ella y


distinto del patrimonio de los socios y es administrado en forma autónoma por los
órganos de administración de la sociedad.

En segundo término, la sociedad tiene un nombre o razón social que la distingue de


otras.

En tercer término la sociedad tiene un domicilio o sede social que, en general, es


aquel en donde están ubicados los órganos de dirección y control y del cual debe
quedar constancia en los estatutos de la sociedad.

Por último, la sociedad tiene una nacionalidad, que es el vínculo que la une con un
Estado determinado y que atribuye, en general, la legislación que le es aplicable, la
jurisdicción a que están sometidas ella y sus socios, que son en la mayoría de los
casos la ley y los tribunales del Estado al amparo de la cual la sociedad se ha
constituido.

Requisitos Generales y Específicos.

Como la mayoría de los contratos, civiles o mercantiles, hay que distinguir entre
los requisitos generales, propios a todo contrato, y los particulares o especiales
propios del contrato de sociedad.

Requisitos Generales.

a) El consentimiento de las partes. En principio, el contrato de sociedad, tal


como es concebido en el Derecho Civil, es un contrato consensual, que se
perfecciona por el mero acuerdo de voluntades entre las partes. Las sociedades por
acciones, que pueden ser formadas por un solo socio, requieren en ese caso, la
declaración unilateral de voluntad de la persona que las forma.

El consentimiento de las partes debe estar exento de los vicios que puedan
afectarlo, esto es, error, el dolo y la fuerza, vicio éste último, que no tiene ninguna
influencia en la práctica, por la naturaleza del contrato de sociedad, destinado a
gobernar una institución que durará muchos años.
16
Profesor Dante Martínez B.

Por la misma razón, la posibilidad de que se den en la sociedad los otros vicios que
pueden afectar el consentimiento, es escasa, aun cuando no por completo
descartable.

b) Capacidad de las partes. Para celebrar el contrato de sociedad es preciso que


las partes sean legamente capaces, aplicándose en la especie las reglas generales del
derecho común, conforme a las cuales todos son capaces menos aquellos a quienes
le ley considera incapaces.

Es preciso tener en cuenta que puede ser socio o parte de una sociedad, otra
sociedad, lo que implica que desde el punto de vista de la capacidad, que los
representantes legales de esta última deben tener personería o capacidad para
obligarla legítimamente en la formación de aquélla.

c) Objeto de la sociedad. El objeto de la sociedad consiste en las actividades o


negociaciones para las cuales se forma, lo que en el lenguaje del Derecho Societario
se denomina “el objeto social”.

El objeto social debe figurar en los estatutos de la sociedad y éste debe ser lícito, lo
que excluye las actividades ilícitas, contrarias al orden público o las buenas
costumbres.

d) La causa en la sociedad. En la sociedad la causa no reconoce grandes


diferencias con el objeto. De hecho, se confunde con éste, puesto que la sociedad se
forma con la finalidad de llevar a cabo ciertas actividades que proporcionen a sus
socios un ingreso económico.

e) Solemnidades. Salvo la sociedad colectiva civil, todos los otros tipos de sociedad
son solemnes, pasando por grados distintos de solemnidades, que van desde la
simple necesidad de escritura, pública o privada, hasta grados muy complejos que
incluyen escritura de formación, inscripción y publicación de un extracto de ella, e
incluso autorización de la autoridad pública, como en el caso de las sociedades
anónimas especiales.

Requisitos específicos.

Los requisitos propios y específicos del contrato de sociedad, aquellos que lo


distinguen como tal entre otros contratos, son los siguientes:

a) La estipulación de un aporte. Ya en la definición del Código Civil queda en


claro la importancia de este requisito según el cual la sociedad es un contrato por el
cual los socios estipulan “poner algo en común”.

El aporte puede consistir en cualquier bien apreciable en dinero.


17
Profesor Dante Martínez B.

La existencia del aporte está estrechamente ligada con el propósito de los socios de
repartirse los beneficios de que ellos resulten, lo que equivale a decir que todos los
socios deben procurar no solo obtener beneficios, sino también el repartirlos.

Los aportes de los socios se convierten en o forman el capital social y sobre éste
cada socio pasa a ser titular de derechos que serán correspondientes a una parte del
interés social, en las sociedades de personas, o a un cierto número de acciones, o en
las sociedades de capital.

Por la circunstancia de que cada socio tiene sobre el capital el derecho a una parte
proporcional a sus aportes, y que éste se forma con el conjunto de dichos aportes, el
capital constituye una deuda de la sociedad con respecto a sus socios.

Por ello, al producirse la disolución y liquidación de la sociedad, los socios tienen


derecho a que ésta les devuelva los aportes con sus incrementos, si hay bienes
suficientes para ello, luego de ser pagados todos los acreedores sociales.

De este modo el capital figura contablemente en el pasivo de la sociedad.

En la práctica, los aportes pueden consistir en dinero, en otro tipo de bienes raíces
o muebles, en conocimientos, tecnología, servicio en general y, en particular,
trabajo.

b) Participación en los beneficios. La sociedad persigue obtener ganancias para


sus socios, lo que distingue a este tipo de personas jurídicas, de otras sin fines de
lucro, como las corporaciones o fundaciones.

Este requisito se cumple estrictamente sólo con la búsqueda de beneficios, ya que


no es indispensable para la validez del contrato, que efectivamente se obtengan.

Son muchas las sociedades que se forman con la intención de las partes de obtener
beneficios y que, en definitiva, no obtienen ninguno y la sociedad termina
disolviéndose o, peor aún, quebrando.

Existiendo beneficios, ellos deben ser repartidos, porque esa es la finalidad del
contrato, lo que no obsta a que los socios acuerden postergar, en todo o en parte, la
percepción de los mismos para fortalecer la caja social que decidan, simplemente,
reinventar las utilidades.

La repartición de los beneficios se efectúa de acuerdo a los resultados anuales del


ejercicio u no sobre el resultado preliminar de una determinada negociación
puntual.
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Profesor Dante Martínez B.

c) Contribución a las pérdidas. Este requisito es esencial a la sociedad, aun


cuando no fue estatuido en forma expresa por la ley, toda vez que ésta reparó sólo
en los fines de la sociedad y, obviamente, los fines de ésta son obtener utilidades y
no pérdidas.

En la mayoría de las sociedades modernas, el socio contribuye a las pérdidas sólo


con lo que dio por concepto de aporte o la cantidad que, a más del aporte se obligó.
Pero tratándose de las sociedades colectivas, el socio responde de las deudas
sociales con su patrimonio personal en forma indefinida y solidaria.

d) La affectio societatis. Consiste en la intención de cada socio de formar


sociedad, de unir el destino propio con el de otras personas para un objetivo común
lucrativo.

La existencia de este requisito es más perceptible en las sociedades de personas, que


las forman justamente personas unidas en la intención de formar un equipo en
busca de un objetivo común. En las sociedades de capital, en cambio, la persona del
socio se limita a pagar las acciones, sea a la sociedad misma, cuando suscribe
acciones de emisión y pago, o a terceros, cuando las adquiere de un anterior
accionista. Si bien el socio, dueño de tales acciones, tiene un interés social, que será
mayor cuanto mayor sea el porcentaje de acciones que posea, no tiene respecto de
este mayor tipo de sociedades un vínculo tan directo como en las personas y es por
ello que la ley, reconociendo esta realidad, permite la libre cesibilidad de las
acciones a terceros, en tanto que en las sociedades de personas ningún socio puede
transferir sus derechos sociales a terceros sin el consentimiento unánime de los
demás.

Así, la sociedad de personas se pacta en consideración al otro. La primera sociedad


de personas es la colectiva que es aquella en que los socios responden
ilimitadamente con su patrimonio a la obligación social.

SOCIEDADES COLECTIVAS.

No corresponde en propiedad al Derecho Comercial el estudio de la Sociedad Civil


ya que correspondería a un instituto propio del Derecho Civil, toda vez que la
Sociedad Colectiva Comercial se funda sobre la base de la colectiva civil y aquella es
el sustento, a su vez, de la Sociedad de Responsabilidad Limitada, que es una de las
más importantes especies de sociedades de hoy en día.

Así, muchas de las disposiciones de la Sociedad Colectiva Civil se aplican supletoria


o directamente a las mercantiles, como es el caso de las causales de disolución, que
no están tratadas en el Código de Comercio, que al efecto se emite al Código Civil.
19
Profesor Dante Martínez B.

En cuanto al concepto se encuentra en el inciso 2° del art. 2061 del Código Civil:
aquella en que todos los socios administran por sí o por un mandatario elegido de común
acuerdo.

En el Derecho Civil, la sociedad colectiva es un contrato simplemente consensual.


Así se desprende del artículo 2053 Código Civil, el que, pertinente, establece que
por este contrato “… dos o más personas estipulan poner algo en común con la
mira…”, sin establecer formalidad alguna para materializar tal estipulación. En la
práctica, sin embargo, tratándose la sociedad de un contrato de tracto sucesivo que
está destinado a regir una institución que puede durar muchos años y que va a
interrelacionarse jurídicamente con muchos terceros, es absolutamente
recomendable materializarla en un texto escrito. Una sociedad constituida
verbalmente difícilmente va a poder funcionar en la práctica.

Duración o vigencia de la sociedad.

Los socios son libres de estipular la duración de la sociedad. Pero si nada dicen
sobre la época en que comienza, “se entenderá que la sociedad principia a la fecha
del mismo contrato” y si nada dicen sobre la fecha de su expiración, “se entenderá
contraída por toda la vida de los asociados salvo el derecho de renuncia”.

Pero las sociedades que formen para la ejecución de un negocio de duración


limitada, se entenderán contraídas “por todo el tiempo que durare el negocio”
(artículo 2065 del Código Civil).

División de ganancias perdidas.

El principio general es que los socios pueden fijar las reglas que estimen
convenientes para la decisión de las ganancias y pérdidas (art. 2066 del Código
Civil).

A falta de estipulación expresa, se entenderá que la división de garantías y pérdidas


será a prorrata de los aportes de cada socio al fondo social (art. 2068 del Código
Civil).

Si uno de los socios contribuye sólo con su industria, servicio o trabajo y no se


hubiere convenido la cuota que le deba corresponder en los beneficios sociales, a
falta de acuerdo, la cuota será fijada por el juez, y si ninguna estipulación haya
determinado la cuota que le quepa en las pérdidas, se entenderá que no pierde otra
cosa que su industria, trabajo o servicio (art. 2069 del Código Civil).

El Código Civil establece que la distribución de beneficios y pérdidas no estará


vinculada a la gestión de cada socio ni respecto de cada socio en particular, así como
también los negocios en que la sociedad sufre pérdidas deberán compensarse con
20
Profesor Dante Martínez B.

aquellos en que reporta beneficios, de tal modo que la proporción de beneficios y


pérdidas que corresponda a los socos, recaerá sobre el resultado del negocio en su
conjunto (art. 2070 del Código Civil).
Administración de la sociedad colectiva civil.

1. Principio general: el principio básico es que la administración de la sociedad


puede confiarse a uno o más de los socios, sea por el contrato de sociedad o por un
acto posterior unánimemente aceptado (art. 2071 del Código Civil).

2. Gerente Estatutario. Si el o los socios administradores son designados en el


pacto social, las facultades administrativas de dicho socio o sucios forman parte de
las condiciones esenciales de la sociedad, a menos de expresarse otra cosa en el
contrato (art. 2071 Código Civil).

En tal caso, el socio o socios encargados de la administración no pueden renunciar a


su cargo, salvo por causa prevista en el contrato aceptada únicamente por los
demás. Tampoco pueden ser removidos de su cargo sino en los casos previstos en el
contrato o por causa grave, entendiéndose por tal, la que los haga indignos de
confianza o incapaces de administrar útilmente, pudiendo en tal caso solicitar su
remoción cualquiera de los socios, debiendo justificar la causa.

Si la causal no está prevista en el contrato, la renuncia o remoción del gerente


estatutario pone fin a la sociedad (art. 2072 del Código Civil).

No obstante, en dicho evento podrá continuar la sociedad si todos los socios


convienen en ello y en la designación de un nuevo administrador o en que
convengan que la administración corresponderá en común a todos los socios.
Asimismo, podrá también continuar la sociedad si, habiendo varios socios
administradores, se remueve o renuncia uno y se acuerda unánimemente que
ejerzan la administración los que restan (artículo 2073 Código Civil).

3. Administración conferida por acto posterior. Si la designación del


administrador se efectúa por acto posterior al Estatuto, el administrador podrá
renunciar o ser revocado según las reglas generales (art. 2074 Código Civil).

4. Administración conferida a dos o más socios. Cuando se designa como


administradores a dos o más socios, sea por el contrato de formación de sociedad o
por convención anterior, en principio se entiende que cada uno de los
administradores podrá ejecutar por sí solo cualquier acto administrativo.

Por si se les hubiere ordenado actuar en conjunto, no podrá obrar separadamente ni


aun a pretexto de urgencia (art. 2076 del Código Civil).
21
Profesor Dante Martínez B.

5. Facultades de los administradores. El administrador debe ceñirse a los


términos del mandato y en todo lo no previsto por éste, se entenderá que el
mandatario no tiene otras facultades ni podrá contraer a nombre de la sociedad
otras obligaciones, ni hacer otras adquisiciones o enajenaciones, que las
comprendidas en el giro ordinario de la sociedad (art. 2077 del Código Civil).

El administrador está obligado a cuidar de la conservación, reparación y mejora de


los objetos que forman el capital fijo de la sociedad, pero no puede empeñarlos, ni
hipotecarlos ni alterar su forma, aun cuando parezca conveniente (art. 2078 Código
Civil).

El administrador que obra dentro de los límites legales o con poder especial de sus
consocios obliga a la sociedad, pero si obra fuera de sus facultades, él solo será
responsable (art. 2079 Código Civil).

Obrando dentro de sus atribuciones y de las restricciones legales, podrá actuar


incluso con el parecer de los otros socios.

Sin embargo, si el acto aún no ha producido sus efectos legales, la mayoría de los
consocios podrá oponerse al acto (art. 2075 Código Civil).

6. Obligación de rendir cuentas. El o los socios administradores están obligados a


rendir cuentas de su gestión, en los períodos designados en el acto de su
designación y a falta de norma al respecto, anualmente (art. 2080) Código Civil).

7. Regla subsidiaria de carácter general. Si no se ha conferido poder de


administración a uno o más de los socios, se entenderá que cada uno ha recibido de
los otros el poder de administrar con las facultades generales de administración
contempladas en el Párrafo 4° del Título XXVIII, del Libro 4° del Código Civil
(art. 2081 Código Civil).

Deberán observarse especialmente en este caso las reglas siguientes:

1°. Derecho de oposición: cualquier socio podrá oponerse a los actos


administrativos de otro mientras esté pendiente su ejecución o no hubiere
producido efectos legales;

2° Derecho a servirse de los bienes sociales: cada socio podrá servirse para su uso
personal de las cosas sociales debiendo ocuparlas según su destino ordinario y sin
perjuicio ni de la sociedad ni de los demás socios;

3°.Obligación contribuir a las expensas sociales: todo socio que ejerce actos de
administración, podrá obligar a los demás socios a contribuir con las expensas
necesarias para la conservación de las cosas sociales;
22
Profesor Dante Martínez B.

4°. Prohibición de hacer alteraciones en los inmuebles sociales: ningún socio podrá
hacer innovaciones en los inmuebles sociales sin el consentimiento de los demás.

Obligaciones de los socios entre sí. El aporte.

1. Obligación de efectuar el aporte. Esta es una obligación del socio para con los
demás socios, pero también con la sociedad misma, de modo que podrán reclamar
aquéllos o ésta.

Los aportes de bienes se pueden efectuar en propiedad o en usufructo y en uno o en


otro caso, los frutos pertenecen a la sociedad desde el momento del aporte (art.
2082 Código Civil).
El socio que retarde la entrega de su aporte, aun por culpa leve, es obligado a
resarcir a la sociedad todos los perjuicios que le haya causado el retardo. En esta
obligación está comprendido el retardo en el aporte del servicio industrial del socio
que tenga este carácter (art. 2083 Código Civil).

2. Efectividad del aporte.

El aporte debe ser real y efectivo. De allí que si en acto constitutivo de la sociedad
se asegura a una persona que ofrece su in, industria una cantidad fija, que deberá
pagársele íntegramente aun cuando la sociedad se halle sufriendo pérdidas, la
cantidad ofrecida se mirará como retribución o pago de la industria “y el que la
ejerce no será considerado como socio” (art. 2086 Código Civil).

Asimismo, si se le asigna una cuota del beneficio eventual, el socio industrial no


tendrá derecho a ella si la sociedad se encuentre sufriendo pérdidas, aunque se le
haya asignado esa cuota como precio de su industria.

3. Exigencia de un aporte mayor que el pactado.

No podrá exigirse a ningún socio que aporte más que lo pactado. Pero, si por
circunstancias sobrevinientes no pudiere alcanzarse el objeto social sin dichos
aportes extraordinarios, el socio que no consienta en efectuarlos deberá hacerlo si
sus consocios lo exigen (art. 2087 del Código Civil).

Cesibilidad de los Derechos Sociales en las Sociedades Colectivas. Las


Sociedades Particulares.

Los socios de una sociedad colectiva están afectos a una prohibición, consagrada en
el Código Civil, de enajenar sus derechos sociales sin el consentimiento de los
demás socios y la participación activa de éstos en el contrato respectivo (art. 2088
23
Profesor Dante Martínez B.

del Código Civil). Esa prohibición se extiende a todo tipo de sociedades colectivas,
civiles o comerciales, e incluso a las colectivas de responsabilidad limitada.

En ese tipo de sociedades, entonces, no es posible, bajo ninguna forma o concepto,


que los socios puedan transferir sus derechos sociales sin el consentimiento de los
demás consocios.

En relación a este tema, cabe analizar la disposición contenida en el párrafo final del
citado artículo 2088 del Código Civil, que establece una figura especial, pocas veces
considerada con suficiente detención.

En efecto, esta disposición contempla lo que se denomina “Sociedades Particulares”


que no son propiamente sociedades sino que asociaciones. Respecto de éstas, cabe
señalar que las asociaciones o cuentas en participación son contratos en los que dos
o más comerciantes toman interés en una o muchas operaciones mercantiles,
instantáneas o sucesivas que ejecuta uno de ellos a su solo nombre y bajo su crédito
personal, a cargo de rendir cuentas y dividir con su o sus asociados las ganancias o
pérdidas en la proporción convenida (art. 507 del Código de Comercio).

Volviendo con el artículo 2088 del Código Civil, éste contempla que el socio de una
sociedad colectiva que, como se ha dicho, no puede transferir sus derechos sociales
a un tercero, puede, sin el consentimiento de los demás socios, asociarse con un
tercero, respecto de su participación en la sociedad y lo que ocurre en ese caso es
que forma, en el lenguaje del Código “una sociedad particular”, que sólo será
relativa a la parte del socio en la sociedad colectiva.

En realidad no se forma ninguna alianza o vínculo entre esa persona extraña a la


sociedad, y la sociedad misma o los otros socios, sino que simplemente una relación
que vincula al socio que ha decidido participar de sus utilidades y la tercera persona
ajena a la sociedad con la que éste se ha asociado.

Por ejemplo, ese tercero no podrá exigir directamente a la sociedad que le pague
beneficios y, desde otro punto de vista, la sociedad no podrá exigirle que contribuya
a las pérdidas porque éste es ajeno a ella. Es decir, no existe ninguna relación oficial
entre ese tercero y los socios y la sociedad misma. El vínculo es únicamente entre
esa persona (tercero) y el socio que se relacionó con él al amparo de esa figura legal.

Los Derechos de los Socios entre sí, y de éstos con la Sociedad.

El art. 2089 del Código Civil establece que todos los socios tienen derecho a que la
sociedad les reembolse las sumas que aquéllos les hubieren- según la terminología
del Código- “adelantado” con conocimiento de ella, vale decir, de la sociedad, por
obligaciones que ese socio hubiere contraído para los efectos de realizar los
negocios sociales.
24
Profesor Dante Martínez B.

En otras palabras, para que los socios tengan el derecho de que la sociedad
reintegre el dinero que ellos hayan puesto, es preciso de que se trate de negocios
sociales realizados por el socio en nombre, por y para la sociedad y que estén
incluidos en su rubro u objeto social.

Del mismo modo, el socio tiene derecho a que la sociedad le pague los perjuicios
que pudiera haber sufrido en razón de haber ejecutado actos por y para la sociedad
y que, con motivo de ellos, el socio se haya expuesto y ha sufrido un perjuicio
personal.

Así, por ejemplo, si el socio proporciona un vehículo de su propiedad para


transportar bienes que pertenecen a la sociedad y ese vehículo sufre un accidente
prestando ese servicio, la sociedad deberá pagarle dichos daños.

La ley señala que los actos ejecutados por los socios y los productos que deriven de
ellos, cuando dichos actos sean ejecutados en el interés común de la sociedad,
pertenecen a ella, y por lo tanto, si uno de los socios ejecuta actos que, en definitiva,
son más lucrativos para la sociedad, que le proporcionan a ésta un mayor ingreso de
dinero, no por ello le confieren al socio la facultad de pedir en los beneficios sociales
una participación mayor que aquella que está estipulada en el pacto social.

Esta disposición, contemplada en el artículo 2091 del Código Civil, debe ser objeto
de un análisis muy de fondo respecto de sus virtudes y desventajas.

En efecto, cuando se forma una sociedad es necesaria la existencia de la “affectio


societatis” y esto no es otra cosa que la intención consciente, reflexionada,
meditada, de compartir la suerte en común con otras personas en un negocio
determinado y ello adquiere mucha importancia tratándose de las sociedades de
personas, en las cuales, como su nombre lo indica, más importantes son las
personas que el capital.

En las sociedades de capital (v. gr. Sociedades anónimas), las relaciones sociales son
más impersonales, no así en las sociedades de personas y, por lo tanto, una de las
causas por las cuales se pierde la affectio societatis se produce cuando sucede con
frecuencia excesiva el caso de del artículo 2091, vale decir, cuando uno de los socios
es el que, permanentemente o constantemente, obtiene para la sociedad mayores
beneficios que los demás. En definitiva, se produce invariablemente el fenómeno de
que dicho socio comienza a preguntarse por qué siempre es él quien más
contribuye, y a discurrir que de acuerdo a la proporción acordada no le corresponde
a una participación “justa” en los beneficios sociales ni proporcionada a sus
esfuerzos. Ahí es cuando se pierde la affectio societatis, esto es, la intención de
perseverar en la sociedad.
25
Profesor Dante Martínez B.

Pero, por otro lado no podía la ley sino establecer la disposición del artículo 2091,
porque si no existiera esta norma habría una permanente indefinición sobre cuál es
la participación que le corresponde a cada uno de los socios.

Por el contrario, los socios son responsables de los perjuicios que ellos ocasionaren
por culpa leve y, para hacer más fuerte esta obligación, la lay ha dicho que el socio
que causa perjuicios a la sociedad no puede oponer en compensación a las sumas
que deba pagar por concepto de tales perjuicios, el derecho a percibir los
emolumentos que su industria o su trabajo hayan procurado a la sociedad en otros
negocios, a menos que dicha industria o dicho trabajo correspondan a un giro
distinto al giro social (art. 2093 del Código Civil). En otros términos, si el socio hace
una gestión por cuenta de la sociedad, pero esa gestión corresponde exactamente al
giro de la sociedad, no podría ese socio que ha ejecutado un acto comprendido
dentro del giro social, compensar con el fruto de ese trabajo, los perjuicios que él le
hubiere causado a la sociedad.

En cambio, si esos beneficios provienen de un acto ejecutado por un socio, cuya


naturaleza sea distinta de los actos que corresponden al giro social, se permite la
compensación y la razón es muy simple: cuando el socio está haciendo la
compensación con algo ajeno al giro social, que él ha hecho en beneficio de la
sociedad, en realidad está compensando con algo por lo cual él tendría,
teóricamente al menos, un crédito en contra de la sociedad, porque ningún socio
está obligado a ejecutar gestiones ajenas al giro social. En este caso se permite la
compensación, porque tanto el perjuicio causado por el socio como el beneficio que
proviene de una actividad ajena a una actividad social, son “ajenos” al giro social.

Obligaciones de los Socios respecto de Terceros.

El principio general es que, cuando los socios contratan a su propio nombre y no en


nombre de la sociedad, no la obligan respecto de terceros y la ley dice que no la
obligan ni aun en razón del beneficio que ella reporte del contrato.

Como consecuencia, el tercero no podrá reclamar nada en contra de la sociedad sino


que directamente en contra del socio que ha actuado, porque este socio ha actuado a
nombre propio y no a nombre de la sociedad.

Sin embargo, este principio aparentemente absoluto, tiene una limitación bastante
importante en el párrafo final del primer inciso del artículo 2094 del Código Civil.
Allí se dice que el acreedor podrá intentar contra la sociedad sólo acciones del socio
deudor, lo que significa, en el fondo, una subrogación. Se trata de que el socio que
actúa a su propio nombre puede haber ejecutado ese acto en beneficio de la
sociedad: él actuó en nombre propio, se obligó en forma propia, pero lo que él
pretendía era que los beneficios de sus actos fueran a aparar en beneficio de la
sociedad. Si eso ocurre, el tercero podrá ejercer en contra de la sociedad en los
26
Profesor Dante Martínez B.

mismos derechos que tendría aquel socio: “perseguir que la sociedad le reembolse el
importe de los gastos”.

La obligación de esta, de reembolsar al socio que ejecuta tales actos en beneficio de


la sociedad. Si eso ocurre, el tercero podrá ejercer en contra de la sociedad los
mismos derechos que tendrá aquel socio: “perseguir que la sociedad reembolse el
importe del gastos”.

La obligación de ésta, de reembolsar al socio que ejecuta tales actos en beneficio de


la sociedad lo que haya gastado, proviene del artículo 2089 que, como se ha dicho,
expresa que cada socio tendrá derecho a que la sociedad le reembolse las sumas que
él hubiere adelantado con conocimiento de ella por las obligaciones que para los
negocios sociales hubiere contraído legítimamente y de buena fe.

Por lo tanto, frente a la sociedad, el tercero que contrató con el socio, actuando ése
a su propio nombre, no tiene acción directa en contra de la sociedad. Por
subrogación de derechos, tiene las acciones de que el socio dispone para cobrarle a
la sociedad a título de reembolso.

¿Cuándo se entiende que el socio contrata a nombre de la sociedad?

Es necesario que el socio manifieste en todos los casos de un modo explícito.

Digamos que la regla general, la forma obvia en que un socio contrata a nombre de
la sociedad, o se entiende que contrata a nombre de ella, es cuando él mismo lo
manifiesta de un modo explícito (art. 2094, inciso segundo) o “ cuando las
circunstancias lo manifiesten de un modo inequívoco”.

Para no dejar sobra alguna de duda respecto de los que ha querido decir con la
expresión “de un modo inequívoco”, el legislador dice que en caso de cualquier duda
al respecto se entenderá que la obligación ha sido contraída a nombre propio por el
socio, por lo tanto, la regla sigue siendo que, para que el socio obligue a la sociedad,
tiene que actuar por ella y manifestarlo así, y que sólo puede suponerse que actúa
en nombre de la sociedad- cuando no la manifiesta de un modo ostensible- en los
casos en que de la circunstancias del contrato se legue a la conclusión ineludible de
que realmente estaba actuando a nombre de ella.

Podría darse el caso de que un socio actúe en nombre de la sociedad sin poder suficiente,
vale decir, él es el apoderado, pero sus facultades no son suficientes para convenir
en el contrato que celebró por su cuenta.

En este caso, el socio obliga a la sociedad subsidiariamente, o sea, él es el obligado


principal y la sociedad es obligada en subsidio suyo, sólo hasta concurrencia del
beneficio que el acto le hubiere reportado a la sociedad.
27
Profesor Dante Martínez B.

La ley establece que las disposiciones de este artículo comprenden al socio


exclusivamente encargado de la administración (inciso final del art. 2094); es decir,
no sólo en caso de que todos o algunos de los socios fueran administradores, sino
también en el evento de que sea uno solo el socio encargado y él solo sea el que
actuó fuera de su mandato, o sin poderes suficientes, o hubo dudas respecto a si
contrató a nombre propio o de la sociedad.

Si la obligación es válidamente contraída, ella, esto es, la sociedad, resulta obligada


plenamente frente a los terceros y en este caso se aplica la regla general que
caracteriza a este tipo de sociedades: el hecho de que los socios responden
indefinidamente (ilimitadamente), con todo su patrimonio, de las deudas
sociales.

Esta regla básica está contemplada en el artículo 2095 del Código Civil en la
siguiente forma: “Si la sociedad colectiva es obligada respecto de terceros-
recordemos que estamos en el supuesto de que es válidamente obligada respecto de
terceros- la totalidad de la deuda se dividirá entre los socios a prorrata de su interés
social y la cuota del socio insolvente gravará a los otros”.

Supongamos, por ejemplo, que una sociedad de este tipo contrae una deuda por
fertilizantes por la suma de cuatro millones de pesos, que hay cuatro socios, todos
tienen un 25% de participación en las utilidades y pérdidas y a raíz de calamitosos
eventos propios de la naturaleza, la totalidad del fertilizante, de las semillas y del
trabajo, se perdió porque el sembradío, supongamos, se quemó con heladas, no se
puedo cosechar y la sociedad que ya se encontraba en mala situación económica a
raíz de esto cerró con pérdidas y no tiene nada con que responder de esa deuda. En
este caso, la deuda social grava a los socios y éstos están obligados a pagarla en la
misma proporción en que participaban de las utilidades y pérdidas. Por lo tanto,
cada uno de ellos responderá, en principio, por $1.000.000, puesto que son cuatro
socios; pero podría haber un socio caído en insolvencia en ese caso ese millón de
pesos grava a los otros por iguales partes, por lo tanto, cada uno de los otros tres
responderá por $ 1.333.333.

Dijimos que la sociedad colectiva civil se diferenciaba de la sociedad colectiva


comercial en cuanto a que en la sociedad colectiva comercial la responsabilidad
de los socios no sólo es indefinida sino también solidaria.

En efecto, en la Sociedad Colectiva Civil la responsabilidad es conjunta y el artículo


2095 del Código Civil, en su inciso segundo, señala que no se entenderá que los
socios son obligados solidariamente o de otra manera que a prorrata de su interés
social, sino cuando así se exprese en el título de la obligación y ésta se haya
contraído por todos los socios o con poder especial de ellos.
28
Profesor Dante Martínez B.

Los acreedores de un socio no tienen acción sobre los bienes sociales, porque la
sociedad es una persona jurídica distinta de los socios que la componen (art. 2096
del Código Civil).

Por excepción la tienen en los siguientes casos:

a) Por hipoteca anterior a la sociedad;

b) Por hipoteca posterior, cuando el aporte del inmueble por el socio a la sociedad
no conste inscrito en el Registro de Propiedad respectivo, y

c) Pueden ejercer las acciones indirecta y subsidiaria que les concede el art. 2094
del Código Civil, que se refiere a que el acreedor de un socio puede intentar contra
la sociedad las acciones que éste último tuviera en contra de ella por concepto de
reembolso de gestiones hachas en beneficio social, legítimamente y de buena fe.
Estas acciones están indicadas en el art. 2089 del Código Civil.

Disolución de la Sociedad Colectiva Civil.

Las que contempla el Código Civil, en los artículos 2098 y siguientes, se aplican
también a la sociedad colectiva comercial por mandato del artículo 407 del Código
de Comercio.

Causales de disolución.

Los artículos 2.098 y siguientes contemplan las causales de disolución de la


sociedad colectiva civil, éstas son:

a). La llegada del plazo o el cumplimiento de la condición. (Art. 2.098) La


sociedad se disuelve en estos casos, puesto que la duración de la misma puede
quedar sujeta a un plazo o una condición. En caso de prórroga, debe pactarse antes
del vencimiento del plazo y deben cumplirse las mismas formalidades que para la
constitución (si bien es consensual, si se constituyó por escrito, la prórroga también
debe constar por escrito).

b). Término del negocio. (Art. 2.099) La sociedad se disuelve por la finalización
del negocio para la cual se creó.

c). Insolvencia de la sociedad y pérdida total de los bienes sociales. (Art. 2.100
y 2.102).

d). En el evento de que uno de los socios no efectúe su aporte y los demás
decidan disolverla (Art. 2.101).
29
Profesor Dante Martínez B.

e). Por la muerte de cualquiera de los socios. Por ser la sociedad colectiva un
contrato intuito personæ, la muerte de uno de los socios es una causal de disolución
de la misma. Esta regla no es absoluta, puesto que los mismos contratantes pueden
en el contrato social, pactar la cláusula de continuación con los herederos del socio
difunto (art. 2.014).

f). Por acuerdo entre las partes, mutuo discenso o resciliación (Art. 2.107).

g). Por renuncia de cualquiera de los socios. La renuncia, como acto unilateral
de un socio que manifiesta su voluntad de retirarse solo constituye causal de
terminación de las sociedades de duración indefinida. Los efectos de la renuncia se
regulan en los artículos 2.108 inciso segundo y 2.109.

Art. 2.108: “La sociedad puede expirar también por la renuncia de uno de los socios.
Sin embargo, cuando la sociedad se ha contratado por tiempo fijo, o para un negocio de
duración limitada, no tendrá efecto la renuncia, si por el contrato de sociedad se hubiere
dado la facultad de hacerla, o si no hubiere grave motivo, como la inejecución de las
obligaciones de otro socio, la pérdida de un administrador inteligente que no pueda
reemplazarse entre los socios, enfermedad habitual del renunciante que le inhabilite para las
funciones sociales, mal estado de los negocios por circunstancias imprevistas, u otros de igual
importancia.”

Art. 2.109: “La renuncia de un socio no produce efecto alguno sino en virtud de su
notificación a todos los otros.
La notificación al socio o socios que exclusivamente administran, se entenderá hecha a
todos.

Aquellos de los socios a quienes no se hubiere notificado la renuncia, podrán aceptarla


después, si vieren convenirles, o dar por subsistente la sociedad en el tiempo intermedio.”

Por último, diremos que conforme al artículo 2.110 la renuncia del socio no puede
ser de mala fe o intempestiva. Es renuncia de mala fe, aquella que se hace para
apropiarse de alguna ganancia que debía pertenecerle a la sociedad (art. 2.111). Es
renuncia intempestiva, aquella que se verifica cuando su separación es perjudicial
para los intereses sociales (art. 2.112).

Efectos de la disolución.

Si la sociedad es civil, se produce el término de la personalidad jurídica y debe


procederse a su división en los términos del artículo 2.115, esto es se aplican las
reglas de la partición de los bienes hereditarios al caudal social.
Si la sociedad es comercial, persiste la personalidad jurídica durante la liquidación
de la sociedad y el haber y pasivo de la sociedad deben liquidarse conforme a los
artículos 408 y siguientes del Código de Comercio.
30
Profesor Dante Martínez B.

Al producirse la disolución, termina la representación de sus administradores y


mandatarios.

Finalmente, los derechos de los socios contra la sociedad “en liquidación” o contra la
comunidad resultante de la disolución, son libremente transferibles por éstos.

En cuanto a los terceros, la disolución de la sociedad sólo produce efecto en los


siguientes casos (art. 2.114):

i) cuando la sociedad se disuelve por la llegada del plazo pactado para su vigencia;

ii) se puede oponer la disolución cuando se ha publicado este hecho por tres veces
en periódicos de la capital la región

iii) cuando haya prueba de que los terceros conocieron oportunamente de la


disolución de la sociedad.

SOCIEDAD COLECTIVA COMERCIAL.

1. Es solemne se exige escritura pública. Según el art. 352 del Código de Comercio:
“La escritura social deberá expresar:

1° Los nombres, apellidos y domicilios de los socios;

2° La razón o firma social;

3° Los socios encargados de la administración y del uso de la razón social;

4° El capital que introduce cada uno de los socios, sea que consista en dinero, en créditos o
en cualquiera otra clase de bienes; el valor que se asigne a los aportes que consistan en
muebles o en inmuebles; y la forma en que deba hacerse el justiprecio de los mismos aportes
en caso que no se les haya asignado valor alguno;

5° Las negociaciones sobre que deba versar el giro de la sociedad;

6° La parte de beneficios o pérdidas que se asigne a cada socio capitalista o industrial;

7° La época en que la sociedad debe principiar y disolverse;

8° La cantidad que puede tomar anualmente cada socio para sus gastos particulares;

9° La forma en que ha de verificarse la liquidación y división del haber social;


31
Profesor Dante Martínez B.

10° Si las diferencias que les ocurran durante la sociedad deberán ser o no sometidas a la
resolución de arbitradores, y en el primer caso, la forma en que deba hacerse el
nombramiento;

11° El domicilio de la sociedad;

12° Los demás pactos que acordaren los socios”.

2. Tiene un requisito de publicidad, inscripción en el registro de Comercio, según el


art. 354 del Código de Comercio: “Un extracto de la escritura social deberá inscribirse
en el registro de comercio correspondiente al domicilio de la sociedad.

El extracto contendrá las indicaciones expresadas en los números 1°, 2°, 3°, 4°, 5° y 7° del
artículo 352, la fecha de las respectivas escrituras, y la indicación del nombre y domicilio del
escribano que las hubiera otorgado.

La inscripción deberá hacerse antes de expirar los sesenta días siguientes a la fecha de la
escritura social”.

Art. 356: “La sociedad que no conste de escritura pública, o de instrumento reducido a
escritura pública o de instrumento protocolizado, es nula de pleno derecho y no podrá ser
saneada.

No obstante lo anterior, si existiere de hecho dará lugar a una comunidad. Las ganancias y
pérdidas se repartirán y soportarán y la restitución de los aportes se efectuará entre los
comuneros con arreglo a lo pactado y, en subsidio, de conformidad a lo establecido para la
sociedad.

Los miembros de la comunidad responderán solidariamente a los terceros con quienes


hubieren contratado a nombre y en interés de ésta; y no podrán oponer a los terceros la falta
de los instrumentos mencionados en el inciso primero. Los terceros podrán acreditar la
existencia de hecho por cualquiera de los medios probatorios que reconoce este Código, y la
prueba será apreciada de acuerdo a las reglas de la sana crítica”.

Art. 357: “La sociedad que adolezca de nulidad por incumplimiento de lo


prescrito en el artículo 350 gozará de personalidad jurídica y será liquidada
como una sociedad si consta de escritura pública o de instrumento reducido a escritura
pública o protocolizado. Todo ello, sin perjuicio del saneamiento del vicio en conformidad
con la ley.

Los socios responderán solidariamente a los terceros con quienes hubieren contratado a
nombre y en interés de la sociedad de hecho”.

Su funcionamiento tiene dos ámbitos:


32
Profesor Dante Martínez B.

a) Que se refiere a las relaciones de los socios entre sí.

b) Vinculación de la sociedad con los terceros.

El contrato queda estático, inmóvil. Pero sin embargo lo que genera la sociedad es
un constante movimiento por lo que la administración de la sociedad no puede
agotarse en el contrato.

Administración de la Sociedad. (Artículos 385 a 403 del Código de


Comercio).

Cómo se regula las relaciones de los socios entre sí.

El régimen de la administración es la expresión de la voluntad de la propia


compañía no de las personas que la conforman.

Regímenes de administración ¿Cómo se manifiesta la voluntad social?

Como institución se manifiesta en órganos. Como contrato se manifiesta a través


del mandatario.

El art. 384 del Código de Comercio permite recoger la Teoría de la Institución de


la naturaleza jurídica de la sociedad.

Art. 384 Código de Comercio: “El régimen de la sociedad colectiva se ajustará a los
pactos que contenga la escritura social, y en lo que no se hubiere previsto en ellos, a las reglas
que a continuación se expresan”.

Los artículos 385 y siguientes contienen un régimen supletorio. Por lo tanto los
socios pueden realizar todos los actos y contratos dentro del giro, reconociendo el
derecho de oposición del otro socio.

Art. 385 Código de Comercio: “La administración corresponde de derecho a todos


y cada uno de los socios, y éstos pueden desempeñarla por sí mismos o por sus
delegados, sean socios o extraños”.

Art. 386 Código de Comercio: “Cuando el contrato social no designa la persona


del administrador, se entiende que los socios se confieren recíprocamente la
facultad de administrar y la de obligar solidariamente la responsabilidad de todos
sin su noticia y consentimiento.

Art. 387 Código de Comercio: “En virtud del mandato legal, cada uno de los socios
puede hacer válidamente todos los actos y contratos comprendidos en el giro ordinario de la
33
Profesor Dante Martínez B.

sociedad o que sean necesarios o conducentes a la consecución de los fines que ésta se hubiere
propuesto”.

Art. 388 Código de Comercio: “Cada uno de los socios tiene derecho de oponerse a la
consumación de los actos y contratos proyectados por otro, a no ser que se refieran a la mera
conservación de las cosas comunes”.

Art. 389 Código de Comercio: “La oposición suspende provisoriamente la ejecución del
acto o contrato proyectado hasta que la mayoría numérica de los socios califique su
conveniencia o inconveniencia”.

Art. 390 Código de Comercio: “El acuerdo de la mayoría sólo obliga a la minoría
cuando recae sobre actos de simple administración o sobre disposiciones comprendidas en el
círculo de las operaciones designadas en el contrato social”.

Resultando en las deliberaciones de la sociedad dos o más pareceres que no tengan la


mayoría absoluta, los socios deberán abstenerse de llevar a efecto el acto o contrato
proyectado”.

Art. 391 Código de Comercio: “Si a pesar de la oposición se verificare el acto o contrato
con terceros de buena fe, los socios quedarán obligados solidariamente a cumplirlo, sin
perjuicio de su derecho a ser indemnizados por el socio que lo hubiere ejecutado”.

Art. 392 Código de Comercio: “Delegada la facultad de administrar en uno o más de los
socios, los demás quedan por este solo hecho inhibidos de toda ingerencia en la
administración social”.

Art. 393 Código de Comercio: “La facultad de administrar trae consigo el derecho de
usar de la firma social”.

Art. 394 Código de Comercio: “El delegado tendrá únicamente las facultades que
designe su título; y cualquier exceso que cometa en el ejercicio de ellas, lo hará responsable a
la sociedad de todos los daños y perjuicios que le sobrevengan”.

Art. 395 Código de Comercio:“Los administradores delegados representan a la sociedad


judicial y extrajudicialmente; pero si no estuvieren investidos de un poder especial, no
podrán vender ni hipotecar los bienes inmuebles por su naturaleza o su destino, ni alterar su
forma, ni transigir ni comprometer los negocios sociales de cualquiera naturaleza que
fueren”.

Art. 396 “Las alteraciones en la forma de los inmuebles sociales que el administrador
hiciere a vista y paciencia de los socios, se entenderán autorizadas y aprobadas por éstos
para todos los efectos legales”.
34
Profesor Dante Martínez B.

Art. 397 Código de Comercio: “No necesitan poder especial los administradores para
vender los inmuebles sociales, siempre que tal acto se halle comprendido en el número de las
operaciones que constituyen el giro ordinario de la sociedad, ni para tomar en mutuo las
cantidades estrictamente necesarias para poner en movimiento los negocios de su cargo,
hacer las reparaciones indispensables en los inmuebles sociales, alzar las hipotecas que los
graven o satisfacer otras necesidades urgentes”.

Art. 398 Código de Comercio: “Los administradores tienen la representación legal de la


sociedad en juicio, sea que ella obre como demandante o como demandada”.

Art. 399 Código de Comercio:“Habiendo dos administradores que según su título hayan
de obrar de consuno, la oposición de uno de ellos impedirá la consumación de los actos o
contratos proyectados por el otro.

Si los administradores conjuntos fueren tres o más, deberán obrar de acuerdo con el voto de
la mayoría y abstenerse de llevar a cabo los actos o contratos que no lo hubieren obtenido.

Si no obstante la oposición o el defecto de mayoría se ejecutare el acto o contrato, éste surtirá


todos sus efectos respecto de terceros de buena fe; y el administrador que lo hubiere celebrado
responderá a la sociedad de los perjuicios que a ésta se siguieren”.

Art. 400 Código de Comercio: “El administrador nombrado por una cláusula especial de
la escritura social puede ejecutar, a pesar de la oposición de sus consocios excluidos de la
administración, todos los actos y contratos a que se extienda su mandato, con tal que lo
verifique sin fraude”.

Pero si sus gestiones produjeren perjuicios manifiestos a la masa común, la mayoría de los
socios podrá nombrarle un coadministrador o solicitar la disolución de la sociedad”.

Art. 401 Código de Comercio: “La facultad de administrar es intransmisible a los


herederos del gestor, aun cuando se haya estipulado que la sociedad haya de continuar entre
los socios sobrevivientes y los herederos del difunto”.

Art. 402 Código de Comercio: “Si al hacer el nombramiento de administrador los socios
no hubieren determinado la extensión de los poderes que le confieren, el delegado será
considerado como simple mandatario, y no tendrá otras facultades que las necesarias para
los actos y contratos enunciados en el artículo 387”.

Art. 403 Código de Comercio: “Los administradores están obligados a llevar los libros
que debe tener todo comerciante conforme a las prescripciones de este Código, y a exhibirlos
a cualquiera de los socios que lo requiera”.

Saneamiento de los vicios de Nulidad que afectan a las Sociedades.


35
Profesor Dante Martínez B.

La ley N° 19.499, publicada en el Diario Oficial del 11 de abril de 1997, estableció


un procedimiento para permitir el saneamiento de los vicios de nulidad de tipo
formal que afecten la constitución o modificación de una sociedad.

Sus disposiciones son aplicables solamente a las sociedades colectivas mercantiles, a


las de responsabilidad limitada, a las en comandita por acciones, a las sociedades
por acciones y a las sociedades anónimas, como asimismo, a las empresas
individuales de responsabilidad limitada.

Su artículo primero declara que para los efectos de la ley se consideran vicios
formales aquellos que consisten en el incumplimiento de alguna solemnidad formal,
tales como la inscripción o publicación tardía del extracto o la falta de
cumplimiento o cumplimiento imperfecto de las menciones que la falta de
cumplimiento ordena incluir en las respectivas escrituras, señalando como ejemplo,
lo relacionado con la razón social.

Para proceder al saneamiento de la nulidad por vicios formales es necesario que los
actos de constitución o modificación de una sociedad consten de escritura pública o
instrumento reducido a escritura pública o protocolizado, según corresponda.

Vicios que no pueden ser saneados. Comunidad.

Según el nuevo texto del artículo 356 del Código de Comercio, introducido por la
aludida Ley N° 19.499, la sociedad que no conste de escritura pública o de
instrumento protocolizado, es nula de pleno derecho y no podrá ser saneada
(nulidad absoluta).

No obstante si existiera de hecho dará lugar, no a una “sociedad de hecho”, sino a


una comunidad, en las que las ganancias y pérdidas se repartirán y soportarán y la
restitución de los aportes se efectuará entre los comuneros, con arreglo a lo pactado
y, en subsidio, de conformidad a las reglas prescritas para la sociedad.

Administración Delegada de las Sociedades Colectivas Comerciales:

En virtud de una estipulación del contrato se permite la delegación a una persona o


mandatario.

Se presume la existencia de un mandato legal.

La administración delegada puede ser de administradores sociales o de mandatarios


sociales.
36
Profesor Dante Martínez B.

Los administradores sociales son personas naturales a quien la sociedad encomienda


la administración, pudiendo ser uno o más socios o un tercero.

Cuando se habla de mandatarios sociales, los administradores delegan un mandato


general, son conocidos como gerentes.

Administrador social: si nada se dice la regla general es que todos los socios
administran individualmente. Pueden administrar dos o más socios y terceros.
Tiene que constar un mandato expresamente.

Mandatario social: se le encarga solo un negocio al gerente o al factor.

Facultades de los administradores.

Tienen la facultad para actuar dentro del giro y del objeto social, además de las
facultades que consten en el título.

La administración delegada siempre debe ser dentro del giro.

Tiene dos límites: actuar en virtud de un mandato y dentro del giro.

Existen algunos que piensan que es aplicable art. 328 en relación a cuando el factor
actúa por sí solo no obligando a la sociedad. Pero el acto en realidad es válido, pero
no es aplicable a la sociedad.

Art. 328 Código de Comercio: “Los factores o dependientes que obraren en su propio
nombre quedan personalmente obligados a cumplir los contratos que ajustaren; pero se
entenderá que los han ajustado por cuenta de sus comitentes en los casos siguientes:

1° Cuando tal contrato corresponda al giro ordinario del establecimiento que administran;

2° Si hubiere sido celebrado por orden del comitente, aun cuando no esté comprendido en el
giro ordinario del establecimiento;

3° Si el comitente hubiere ratificado expresa o tácitamente el contrato, aun cuando se haya


celebrado sin su orden.

4° Si el resultado de la negociación se hubiere convertido en provecho del comitente”

Socios administradores (art. 400 Código de Comercio): el socio administrador es en


definitiva la voluntad social por lo que siempre va a obligar a la sociedad.

La administración que hace el socio administrador es intransmisible e indelegable


(art. 404 Código de Comercio).
37
Profesor Dante Martínez B.

Si lo miramos así el contrato social sería intuito personae.

En cuanto a Responsabilidad de los Administradores.

Con el fin de la obtención de utilidades tiene que ir junto a la eficiencia de la


ganancia obtenida. Además de evaluar el resultado final balance es necesario
evaluar el diseño, la gestión.

Los administradores responden de la culpa levísima (art. 46 Ley N° 18.046).

Razón Social.

La manifestación externa de la personalidad jurídica de que goza la sociedad es la


razón social. Lo que es el nombre para una persona natural, lo es la razón social
para la sociedad. La individualiza y distingue de otras sociedades, sirve para
contratar con terceros y cuando ella se emplea, la sociedad queda obligada con
ellos.

Cabe hacer presente que las normas del Código de Comercio define la razón social
se aplican a las sociedades colectivas civiles, porque el Código Civil no contiene
normas propias relativas a la razón social.

El artículo 365 del Código de Comercio define la razón social de la sociedad


colectiva comercial como la forma enunciativa de los nombres de todos los socios o
de algunos de ellos, a la que se agrega las palabras “y Compañía”.

Características:

1. La veracidad. Es un atributo de la personalidad jurídica, por lo que los socios


quedan obligados solidaria e ilimitadamente a las obligaciones sociales.

Por esto de la característica anterior se desprende que en el nombre de la sociedad


solo deben ir los nombres de los socios, no de un tercero extraño.

Art. 366 Código de Comercio: “Sólo los nombres de los socios colectivos pueden entrar en
la composición de la razón social.

El nombre del socio que ha muerto o se ha separado de la sociedad será suprimido de la


firma social.

Art. 367 Código de Comercio.: “El uso que se haga de la razón social después de disuelta
la sociedad, constituye un delito de falsedad, y la inclusión en aquélla del nombre de una
persona extraña es una estafa.
38
Profesor Dante Martínez B.

La falsedad y la estafa serán castigadas con arreglo al Código Penal”.

Art. 368 Código de Comercio: “El que tolera la inserción de su nombre en la razón de
comercio de una sociedad extraña, queda responsable a favor de las personas que hubieren
contratado con ella”.

2. Respecto a la esencialidad. Existen dos posiciones doctrinales:

a) La razón social no es esencial en la sociedad, bastaría con el nombre de los socios.

b) No se puede admitir una sociedad colectiva sin razón social.

3. No se puede ceder. Es intransmisible.

4. Exclusividad. El uso de la razón social le pertenece solo a la sociedad.

5. Es invariable. Está en relación con la veracidad, mientras no cambie la relación de


los socios no se puede cambiar la razón social.

¿A quién le corresponde el uso de la razón social?

Al socio (s), a quien esté confiada la administración en el caso de la administración


delegada. Si nada se dice correspondería a cada uno de los socios.

¿Se puede separar la facultad de administrar con la facultad de usar la razón social?

Los administradores actúan por la sociedad cuando anteponen su firma, en virtud


de la razón social por lo que deberían ir unidos.

En resumen, la persona que actúa usando la razón social teniendo facultades para
ello obliga a la sociedad.

¿Cuándo se entiende que la sociedad queda obligada?

Cuando se contraen obligaciones legalmente, y que el representante haya


manifestado que obra en nombre de la sociedad.

¿Qué pasa cuando un socio que tiene poder suficiente contrata a nombre de la
sociedad? ¿Obliga a la sociedad?

No obligaría a la sociedad según los artículos 2094 del Código Civil y 374 del
Código de Comercio.
39
Profesor Dante Martínez B.

Art. 2094 del Código Civil: “El socio que contrata a su propio nombre y no en el de la
sociedad, no la obliga respecto de terceros, ni aun en razón del beneficio que ella reporte del
contrato; el acreedor podrá sólo intentar contra la sociedad las acciones del socio deudor.
No se entenderá que el socio contrata a nombre de la sociedad, sino cuando lo exprese en el
contrato, o las circunstancias lo manifiesten de un modo inequívoco.

En caso de duda se entenderá que contrata en su nombre privado.

Si el socio contrata a nombre de la sociedad, pero sin poder suficiente, no la obliga a terceros
sino en subsidio y hasta concurrencia del beneficio que ella hubiere reportado del negocio.

Las disposiciones de este artículo comprenden aun al socio exclusivamente de la


administración”.

Art. 374 Código de Comercio: “La sociedad no es responsable de los documentos suscritos
con la razón social, cuando las obligaciones que los hubieren causado no le conciernan y el
tercero los aceptare con conocimiento de esta circunstancia”.

¿Cuál es la responsabilidad respecto de las obligaciones contraídas bajo la razón


social?

Los socios son responsables solidariamente entre sí.

- Si la sociedad no paga, recién se acude a los socios quienes responden


solidariamente.

Prohibiciones de los Socios.

Art. 404 Código de Comercio:

“1° Extraer del fondo común mayor cantidad que la asignada para sus gastos particulares.

La mera extracción autoriza a los consocios del que la hubiere verificado para obligar a
éste al reintegro o para extraer una cantidad proporcional al interés que cada uno de ellos
tenga en la masa social.

La sanción según se desprende del n° 1 sería:

a) Que los demás socios obliguen a devolver lo extraído al socio.

b) Si ese socio extrajo más, todos los demás socios extraen la misma cantidad.

2° Aplicar los fondos comunes a sus negocios particulares y usar en éstos de la firma social.
El socio que hubiere violado esta prohibición llevará a la masa común las ganancias, y
40
Profesor Dante Martínez B.

cargará él solo con las pérdidas del negocio en que invierta los fondos distraídos, sin
perjuicio de restituirlos a la sociedad e indemnizar los daños que ésta hubiere sufrido.

Podrá también ser excluido de la sociedad por sus consocios.

La sanción según se desprende del n° 2 sería:

a) Se debe entregar a la sociedad los fondos utilizados y soportar las pérdidas.

b) Deberá restituir a la sociedad los fondos utilizados y además puede el socio ser
excluido de la sociedad.

3° Ceder a cualquier título su interés en la sociedad y hacerse sustituir en el desempeño de


las funciones que le correspondan en la administración.

La cesión o sustitución sin previa autorización de todos los socios es nula”.

4° Explotar por cuenta propia el ramo de industria en que opere la sociedad, y hacer sin
consentimiento de todos los consocios operaciones particulares de cualquiera especie cuando
la sociedad no tuviere un género determinado de comercio.

Los socios que contravengan a estas prohibiciones serán obligados a llevar al acervo común
las ganancias y a soportar individualmente las pérdidas que les resultaren.

Liquidación o disolución de la Colectiva.2

El término (disolución) puede ser por causas legales, contractuales, o por la voluntad de
los socios.

La diferencia ente la disolución de tipo contractual y la que opera por voluntad de


los socios es que la primera operaría por clausulas contenidas en el contrato de
constitución. En cambio, cuando se disuelve por la voluntad de los socios ésta se
daría con posterioridad a la constitución del contrato.

En cuanto a las causales legales, éstas se encuentran en el art. 407 del Código de
Comercio que, como sabemos, se remite al art. 2098 y siguientes del Código Civil.

Al concebir a la sociedad como un contrato las causales pueden ser voluntarias,


involuntarias, de pleno derecho o por resolución juridicial.

2
Recordar que la forma de disolución de las sociedades colectivas es la misma tanto para las civiles como
para las comerciales.
41
Profesor Dante Martínez B.

Causales de disolución de la Sociedad Colectiva:

1° Llegado el plazo o condición.

2° Finalización del negocio para lo cual la sociedad fue convenida.

3° La insolvencia de la sociedad. Falta de capacidad de pago por parte de alguien.


Situación de hecho. Se diferencia de la quiebra que es una cuestión de derecho.
Basta con que se certifique, se constate la situación de insolvencia para que un juez
declare la insolvencia de la sociedad.

La quiebra es un juicio universal que parte de la sentencia definitiva donde se


señala que determinados sujetos por no pago se declaran fallidos. Y se juntan los
juicios pendientes y se llama a todos los acreedores a que verifiquen sus créditos.
Luego el síndico junta los bienes, los realiza y hace pago a los acreedores.

El fallido tiene la ventaja de que lo que no pagó no se pagará y además corre la


prescripción.

Con lo anterior la simple insolvencia no podría asemejarse a la quiebra.

4° Extinción de la cosa o cosas que forman el objeto social.

5° Falta de cumplimiento de la obligación de aportar. Si cualquier socio falta por culpa


al cumplimiento del aporte se disuelve. No opera de pleno derecho, porque los
socios pueden demandar para que el socio cumpla con su aporte.

6° Pérdida de la cosa aportada en propiedad o usufructo. En el caso del usufructo,


perecería en el caso de que el socio no reponga.

En el caso de la propiedad ¿Qué más puede aportar? Nada más, lo entregó todo. En
cambio, en el usufructo solo se entrega el uso de la cosa.

7° Muerte de los socios. Opera de pleno derecho, no obstante la ley establece tres
posibilidades de que la sociedad pueda continuar aun con la muerte de los socios:

i) Que continúe aún con la muerte de uno.

ii) Que continúe con los socios sobrevivientes y con los herederos (todos).

iii) Que continúe con los socios sobrevivientes y con algunos de los herederos del
socio fallecido.
42
Profesor Dante Martínez B.

8° Incapacidad sobreviniente o insolvencia de un socio. Esto dada la affectio societatis y


la responsabilidad.

9° Consentimiento mutuo de los socios.

10° Renuncia de un socio. Si se pierde la affectio societatis debe existir posibilidad de


terminar con la sociedad. Es necesario notificar a los socios que administran,
además en la renuncia debe existir buena fe y además no debe ser intempestiva pues
de ser así, sería perjudicial para los intereses sociales.

Efectos de la Disolución Social.

1°. Comienza el periodo de liquidación.

2° La personalidad jurídica de la sociedad subsiste solo para efectos de la


disolución.

3° Los administradores pierden la facultad de obligar la sociedad.

Una cosa es la disolución de una sociedad y otra distinta es su liquidación.

La liquidación es una institución jurídica que consiste en una serie o conjunto de


actos cuya última finalidad consiste en poner término definitivo a las operaciones de
una sociedad que ha incurrido en una causal de disolución. Por lo tanto, comprende
la terminación de las operaciones pendientes, la realización o liquidación de sus
bienes, el pago de los acreedores por las deudas pendientes y el reparto del saldo, si
quedare, a los socios, según su porcentaje en el interés social.

Siguiendo de cerca, entre todas las definiciones que existen en la doctrina, la de


Cesare Vivante, diremos que la liquidación es el conjunto de operaciones posteriores a la
disolución de la sociedad que son necesarias para terminar las operaciones pendientes,
obtener el pago de los créditos, reducir a dinero los bienes sociales, pagar las deudas y
repartir el saldo entre los socios.

Entonces la liquidación es la institución que tiene por fin poner término definitivo a
las operaciones de una sociedad ya que:

1° termina operaciones pendientes;

2° realiza los bienes;

3° pagar a los acreedores; y

4° repartir el saldo (si es que queda) a los socios según su aporte en el interés social.
43
Profesor Dante Martínez B.

Cuando la sociedad se disuelve, queda un patrimonio, que se asemeja al patrimonio


de una persona natural que muere, porque al igual que las personas físicas, durante
la vida la persona jurídica ha desarrollado actividades económicas que se han
traducido, entre otras cosas, en adquisición de bienes, en la formación de fondos de
inversiones, en la celebración de contratos en virtud de los cuales la persona está en
calidad de acreedor de otros y de otros contratos en los cuales está en calidad de
acreedor de otro y de otros contratos en los cuales está en calidad de deudor y, por
último, al morir la persona natural o disolverse la jurídica existen, además de
bienes, trabajos por hacer, operaciones por ejecutar, créditos por cobrar, deudas que
pagar, etc. A todo ello es preciso darle fin, liquidarlo, tal y de la misma manera que
como cuando muere una persona natural es preciso realizar una serie de trámites
que terminan en una participación de bienes, cuando se disuelve una sociedad es
menester realizar una serie de trámites, operaciones y diligencias que constituyen
la liquidación social, reglamentada en los artículos 408 y siguientes del Código de
Comercio.

Art. 408 Código de Comercio: “Disuelta la sociedad, se procederá a la liquidación por


la persona que al efecto haya sido nombrada en la escritura social o en la disolución”.

Como se dijo la personalidad jurídica subsiste mientras la sociedad esté en liquidación. No


hay regla expresa al respecto, como la que contempla el Código Francés, pero
diversas disposiciones legales han llevado a la unanimidad de la doctrina y la
jurisprudencia a determinar que la personalidad jurídica de la sociedad subsiste
durante el proceso de liquidación, pero sólo para dicho efecto.
Cabe mencionar los artículos 410, 411 y 413 número 6 del Código de Comercio. El
que subsista la personalidad jurídica para el solo efecto de la liquidación, significa
que el liquidador no puede emprender nuevos negocios porque eso no sería
liquidación, pero sí puede terminar los pendientes o en estado de ejecución.

El liquidador (como límite) no puede emprender nuevos negocios. Si puede


terminar con los que estaban en ejecución.

El patrimonio sigue siendo social, los acreedores tendrán que ir primero en contra
de la sociedad y no de los socios pues aún existe.

El liquidador puede vender u operar libremente pues es el representante de la


sociedad.

Según el art. 413 del Código de Comercio la obligación de liquidar comprende:


“Aparte de los deberes que su título imponga al liquidador, estará obligado:

1° A formar inventario, al tomar posesión de su cargo, de todas las existencias y deudas de


cualquiera naturaleza que sean, de los libros, correspondencia y papeles de la sociedad;
44
Profesor Dante Martínez B.

2° A continuar y concluir las operaciones pendientes al tiempo de la disolución;

3° A exigir la cuenta de su administración a los gerentes o cualquiera otro que haya


manejado intereses de la sociedad;

4° A liquidar y cancelar las cuentas de la sociedad con terceros y con cada uno de los socios;

5° A cobrar los créditos activos, percibir su importe y otorgar los correspondientes finiquitos;

6° A vender las mercaderías y los muebles e inmuebles de la sociedad, aun cuando haya
algún menor entre los socios, con tal que no sean destinados por éstos a ser divididos en
especie;

7° A presentar estados de la liquidación cuando los socios lo exijan;

8° A rendir al fin de la liquidación una cuenta general de su administración.

Si el liquidador fuere el mismo gerente de la sociedad extinguida, deberá presentar en esa


época la cuenta de su gestión”.

Las facultades del liquidador son las del mandato ya que representa a la sociedad en
liquidación.

La comparecencia obligatoria se encuentra en el art. 414 del Código de Comercio:


“Las cuestiones a que diere lugar la presentación de la cuenta del socio gerente o del
liquidador se someterán precisamente a compromiso”.

SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA.

Este tipo de sociedad surgió a finales del siglo XIX, y en Chile se introdujo en el
año 1923 con la Ley N° 3.918.

Pueden ser mercantiles o civiles según su giro.

Es aquella en que todos los socios administran entre sí o por medio de mandatarios
con acuerdo. Y responden limitadamente con su patrimonio al monto de su aporte.
(Art. 2 Ley n° 3.918).

Es una sociedad de personas. Los socios responden con cierta suma de dinero y no
con la totalidad de su patrimonio. Se limita en número de socios (no puede tener
más de cincuenta).
45
Profesor Dante Martínez B.

El capital social se constituye por la suma que aportan los socios. Y esta suma
representa el interés social, estos derechos no son cedibles porque es una sociedad
de personas.

La garantía de la sociedad es su capital porque aquí si importa la cantidad del


mismo, a diferencia de la sociedad comercial ya que en ese caso se respondía
solidariamente.

Se puede solicitar una suma más sobre el aporte que da cada socio pero éste no
responde con ese aporte ya que pasa a ser parte del capital. Porque teniendo más
capital la sociedad se hace más atractiva para terceros.

Se constituye por escritura pública y sus menciones son las del art. 352 del Código
de Comercio y se agrega que la responsabilidad se limita sus aportes.

Si no se hace mención la limitación de aportes no se podrá entender como una


sociedad limitada.

Se exige inscripción en el registro de comercio. Publicación en el Diario Oficial en


un plazo de sesenta días. La fecha de nacimiento de la sociedad se retrotrae al
momento de la subinscripcion de la escritura.

Se pueden sanear vicios formales en su constitución pero a lo menos deben


reducirse a escritura pública.

La razón social debe contener el nombre de los socios, la palabra compañía y la


expresión “limitada”.

Respecto a la administración nada se dice, por lo que se puede aplicar la


administración relativa a la sociedad colectiva comercial.

Respecto a la disolución nada se dice, sin embargo si fallece un socio puede


continuarse con los herederos del fallecido.

Crítica: falta de protección a los terceros, no hay ninguna forma de garantizar la


efectividad de ese patrimonio. La protección no es real.

LEY 20.659 QUE SIMPLIFICA EL RÉGIMEN DE CONSTITUCIÓN, MODIFICACIÓN Y


DISOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES.

Esta ley publicada el 08 de febrero de 2013 y su reglamento, permitiría generar o


constituir una sociedad a través de un sistema, así la creación de una empresa
podría realizarse en un día si así se quiere. Dispone la ley:
46
Profesor Dante Martínez B.

Artículo 1°.- “Las personas jurídicas enumeradas en el artículo siguiente podrán ser
constituidas, modificadas, transformadas, fusionadas, divididas, terminadas o disueltas
cumpliendo solamente con las solemnidades establecidas para estos efectos en la presente ley.
Sin perjuicio de lo anterior, en todo lo que no sea contrario o no se encuentre previsto por
esta ley, les serán aplicables las disposiciones legales y reglamentarias que las establecen y
regulan, según corresponda a su singular naturaleza jurídica.

Lo establecido en esta ley rige para todas las personas jurídicas que voluntariamente se
constituyan o acojan a ésta, de manera que todos los actos jurídicos indicados en el inciso
anterior deberán celebrarse o ejecutarse conforme a sus disposiciones. Las personas jurídicas
que no se acojan a esta ley deberán celebrar o ejecutar dichos actos de acuerdo a las normas
que las establecen y regulan, y no les serán aplicables las disposiciones del presente cuerpo
legal.

Artículo 2°.- Las personas jurídicas que pueden acogerse a la presente ley son las siguientes:

1. La empresa individual de responsabilidad limitada, regulada por la ley N° 19.857.

2. La sociedad de responsabilidad limitada, contemplada en la ley N° 3.918.

3. La sociedad anónima cerrada, establecida en la ley N° 18.046.

4. La sociedad anónima de garantía recíproca, regulada por la ley N° 20.179.

5. La sociedad colectiva comercial, contemplada en los Párrafos 1 a 7, ambos inclusive, del


Título VII del Libro II del Código de Comercio.

6. La sociedad por acciones, establecida en el Párrafo 8 del Título VII del Libro II del
Código de Comercio.

7. La sociedad en comandita simple, contemplada en los Párrafos 10 y 11 del Título VII


del Libro II del Código de Comercio.

8. La sociedad en comandita por acciones, establecida en los Párrafos 10 y 12 del Título


VII del Libro II del Código de Comercio”.

Ventajas:

i) Abaratar costos en asesoría respecto de abogados, notarios y publicación.

ii) Gratuidad y rapidez. Si no se tiene firma electrónica avanzada el notario puede


firmar.

Desventajas:
47
Profesor Dante Martínez B.

i) No hay profesional del derecho que participe en la constitución y por ende las
sociedades generalmente pueden ser anulables o estar viciadas.

ii) La calidad de ministro de fe que se está atribuyendo al subsecretario de


economía. Si bien no funciona como ministro de fe se puede dudar de la certificación
que otorga.

El art. 8 de la ley 20.659 señala la oportunidad del aporte: “Sin perjuicio de que se
cumpla en el formulario con la mención al capital según la especie de persona jurídica de
que se trate, cuando se requiera de formalidades o solemnidades especiales para
enterar el aporte, según el tipo de bien, deberá efectuarse conforme a ellas .

Mientras no se dé cumplimiento a lo señalado en el inciso anterior, las estipulaciones, pactos


o acuerdos que establezcan los interesados no producirán efectos frente a terceros, sin
perjuicio de las demás sanciones que a este respecto dispongan las leyes que establecen y
regulan a las respectivas personas jurídicas”.

La ley al formulario de inscripción no le da el carácter de instrumento público por


lo que no se podrá inscribir en el conservador.

No existiría certificación del aporte por lo que no tendría personalidad jurídica lo


que la haría inoponible ante terceros.

El problema que genera el art. 8 de la ley es que le “quita” la perfección del


contrato, se supone que debiese ser un contrato solemne pero con esta
implementación sería consensual.

SOCIEDAD EN COMANDITA.

Este tipo de sociedades tiene un origen muy antiguo; datan de la Edad Media y,
originalmente, en el idioma castellano se llamaban contrato de comanda, que era el
que celebraba un particular capitalista con un capitán de navío para realizar ciertos
tipos de operaciones de comercio marítimo, en las que el capitalista permanecía
oculto frente a terceros, ante los cuales aparecía solamente la persona del capitán
del buque.

De acuerdo con la aplicación combinada de los artículos 470 del Código de


Comercio y 2061 inciso tercero del Código Civil, las sociedades en comanditas son
aquellas que forman una o más personas que se comprometen a llevar a la caja social un
determinado aporte, obligándose sólo hasta concurrencia de éste y una o más personas que se
obligan a administrar exclusivamente la sociedad, por sí o por delegados.
48
Profesor Dante Martínez B.

Estos últimos socios, llamados gestores, administran la sociedad y son los únicos
que figuran con sus nombres en la forma o razón social; en cambio los primeros, los
socios anónimos o comanditarios, aportan sólo capital y no pueden administrar la
sociedad.

Mientras que los socios comanditarios responden sólo hasta el monto de sus
aportes, los socios gestores responden igual que los socios en la sociedad colectiva
comercial, es decir, ilimitada y solidariamente.

El socio gestor puede también aportar capital. No está prohibido que el socio gestor
aporte capital; lo que en verdad importa es que él, además, es el único que está
facultado para administrar y cuyo nombre figura en la razón social.

La sociedad en comandita representa una especie de etapa intermedia entre las


sociedades de personas y las sociedades de capital, porque son sociedades de
personas en todo cuanto se relaciona con los socios gestores, en cambio, son
sociedades de capital, en todo lo que guarda relación con los socios comanditarios.

La sociedad en comandita no tiene un gran interés actual, porque ha sido


paulatinamente dejada de lado y su lugar ocupado derechamente por las sociedades
de responsabilidad limitada y por las sociedades anónimas. En resumen la trilogía
que forman las sociedades colectivas, las sociedades de responsabilidad limitada y
las sociedades anónimas, domina ampliamente en la práctica de los negocios en
Chile, a las que se están agregando las sociedades por acciones y las empresas
individuales de responsabilidad limitada, recientemente incorporadas a nuestra
legislación.

Art. 471 Código de Comercio: “Hay dos especies de sociedad en comandita: simple y por
acciones”.

Art. 472 Código de Comercio: “ La comandita simple se forma por la reunión de un


fondo suministrado en su totalidad por uno o más socios comanditarios, o por éstos y los
socios gestores a la vez”.

Art. 473 Código de Comercio: “La comandita por acciones se constituye por la reunión de
un capital dividido en acciones o cupones de acción y suministrado por socios cuyo nombre
no figura en la escritura social”.

La sociedad en comandita puede ser civil o comercial según el objeto.

El nombre del socio comanditario no debe figurar ni en la razón social ni en el


extracto de la escritura.

Se forma de la misma manera que la sociedad colectiva comercial.


49
Profesor Dante Martínez B.

En cuanto a los aportes el socio comanditario no puede aportar industria solo


capital.

En cuanto a la administración pertenece a los socios gestores, sin perjuicio de que


el comanditario tiene un voto consultivo. Según el artículo 481 del Código de
Comercio: “El comanditario puede, sin perder el carácter de tal, asistir a las asambleas, y
tendrá en ellas voto consultivo”.

Tiene acceso a los libros y papeles de la sociedad, pero no está la facultad para
tomar decisiones de administración.

Lo que diferencia al socio comanditario del gestor es si administra o no. No es


relevante quien aporta más.

En cuanto a la cesión de los derechos sociales, el socio comanditario si podrá ceder


sus derechos capitales (se mira como sociedad de capital para él).

El socio gestor no puede ceder ya que para él la sociedad es de personas no de


capital.

La disolución de la sociedad en comandita es igual forma que la de sociedad


colectiva.

En la sociedad en comandita por acciones: esta es siempre comercial, en donde el


capital se divide en acciones (o parte de ellas), cupones de acciones y es
administrada por dos socios cuyo nombre no figura en la escritura social.

ASOCIACIÓN O CUENTAS POR PARTICIPACIÓN.

Un contrato mediante el cual dos o más comerciantes toman interés en una o más
actuaciones mercantiles pero ejecuta una sola a nombre de ellos, con cargo a rendir
cuentas y dividirse las ganancias.

La diferencia con el mandato es que en éste el mandatario también posee interés en


la realización del negocio. Esta asociación no tiene personalidad jurídica,

SOCIEDAD ANÓNIMA.

Dentro de la estructura jurídica societaria la más avanzada de ellas es la sociedad


anónima ya que permite obtener la cooperación económica de un gran número de
personas.
50
Profesor Dante Martínez B.

En el siglo XIX ocurre el fenómeno de la revolución industrial en donde se masificó


la producción de bienes. Por lo que el soporte que podía dar una persona o una
sociedad de personas no era suficiente para los negocios de gran magnitud.

Se facilita el aporte de muchos, además de arriesgar una parte del capital se tiene la
posibilidad de liquidar rápidamente el aporte.

Administra un directorio que le responde a sus accionistas.

La sociedad anónima no es la empresa sino la forma en que se organiza frente al


derecho la empresa.

La ley N° 18.046 en su artículo 1 la define como: “La sociedad anónima es una persona
jurídica formada por la reunión de un fondo común, suministrado por accionistas
responsables sólo por sus respectivos aportes y administrada por un directorio integrado por
miembros esencialmente revocables.
La sociedad anónima es siempre mercantil, aun cuando se forme para la realización de
negocios de carácter civil”.

La crítica que se hace a la definición es que no destaca el rango esencial de las


sociedades anónimas que es la división de capital en base a las acciones.

Es una persona jurídica pero también es una sociedad de capitales. Una vez que el
accionista se convierte en accionista no tiene ninguna obligación respecto de la
sociedad en la que tiene acciones. No así el socio de la sociedad de personas. El
accionista no tiene ningún deber.

Consecuencias de lo anónimo.

La voluntad de la sociedad anónima se manifiesta a través de órganos especiales


que la administran.

Es derecho de los socios estar representados por estas acciones o valores


mobiliarios a pesar que el patrimonio de la sociedad esté constituido por inmuebles,
incluso si es una sociedad inmobiliaria.

La única forma de que exprese su voluntad es a través de un órgano que es el


directorio (cuyos miembros no deben tener necesariamente acciones).

El derecho de los socios está representado en la acción, que tiene carácter de título
de valor.

La sociedad anónima es siempre mercantil. Aclarando que la sociedad anónima no


es un acto de comercio sino un sujeto de derecho comercial. No identifica la ley con
51
Profesor Dante Martínez B.

el acto de comercio sino que con el comerciante. No importa que la sociedad no


realice actos de comercio.

La sociedad anónima siempre es un comerciante.


En cuanto a la administración la ley dice que es administrada por un directorio con
miembros esencialmente revocables.

La sociedad anónima no es administrada por “directores”, sino por un directorio


(órgano colegiado).

Que sean esencialmente revocables los directores quiere decir que no hay una
relación de mandato entre los accionistas y el directorio ya que ellos representan a
la sociedad anónima por el solo ministerio de la ley no por mandato.

Se descarta la noción de contrato, esto es, hay que analizar a la sociedad anónima
como institución. El estatuto social que le da origen es un acto fundacional no un
contrato.

Se podría decir que la sociedad anónima podría verse como un órgano corporativo
en su forma de regirse.

El interés de los accionistas no es relevante, el interés del directorio es el que


importa, por ende se crean instituciones como la OPA (oferta pública de adquisición
de acciones) para proteger a los accionistas minoritarios.

Así y como características se podría decir que en la sociedad anónima:

1. La voluntad social se expresa a través de los órganos que la administran.

2. Que el derecho de los socios está representado por acciones.

3. Siempre es mercantil.

4. El elemento fundamental es el patrimonio no las personas.

Clasificación de las Sociedades Anónimas.

Las sociedades anónimas pueden clasificarse de distintos modos, a saber:

I. Sociedades anónimas abiertas, sociedades anónimas cerradas y sociedades anónimas


especiales.
52
Profesor Dante Martínez B.

El criterio de diferenciación no dice relación con la magnitud de la empresa ni con


los grandes capitales introducidos en ella, sino que se relaciona con el control a que
deben someterse las sociedades anónimas.

a) Sociedades anónimas abiertas.

El inc. 2° del artículo 2° de la Ley N° 18.046 dispone que son sociedades anónimas
abiertas aquellas que inscriban voluntariamente o por obligación legal sus acciones
en el Registro de Valores. Complementa esta disposición le letra d) del inciso
segundo del art. 5° de la Ley 18.045 que dispone que deben inscribir en el Registro
de Valores las acciones de sociedades anónimas que tengan 500 o más accionistas o,
al menos, el 10 % de su capital suscrito pertenece a un mínimo de 100 accionistas
(excluidos los que individualmente o a través de otras personas naturales o
jurídicas exceden de dicho porcentaje).

Respecto de la inscripción de las acciones de las acciones en el Registro de Valores,


ella guarda relación con la regulación legal de las acciones que se transan en el
mercado y de las que se hace oferta pública, materia reguladas por las normas de la
Ley N° 18.045, publicada en el Diario Oficial de 22 de octubre de 1981, la que en su
artículo primero establece que a las disposiciones de dicha ley queda sometida la
oferta pública de valores y sus respectivos mercados e intermediarios, lo que
comprenden las bolsas de valores, los corredores de bolsa y los agentes de valores;
los emisores e instrumentos de oferta pública y los mercados secundarios de dichos
valores que tengan su origen en ofertas públicas de los mismos o que se efectúen
con intermediación por parte de corredores o agentes de valores.

El artículo 3° agrega que, para los efectos de esta ley, se entiende por valores:
“cualesquiera títulos transferibles, incluyendo acciones, opciones a la compra y venta de
acciones, bonos, debentures, cuotas de fondos mutuos, planes de ahorro, efectos de comercio y,
en general, todo crédito o inversión”.

El artículo 4° dice que se entiende por oferta pública de valores dirigida al público
general o a ciertos sectores o grupos específicos de éste.

Sólo puede hacerse oferta pública de valores cuando éstos y su emisor hayan sido
inscritos en el Registro de Valores (art. 6°). Este registro lo lleva la
Superintendencia de Valores y Seguros y es público. En él se inscriben: los
emisores de valores de oferta pública, los valores que sean objeto de oferta pública,
etc. (véase artículo 5° de la Ley N° 18.045).

Las sociedades anónimas abiertas quedarán sometidas a la fiscalización de la


Superintendencia de Valores y seguros, y deberán inscribirse en el Registro de
Valores y observar las disipaciones legales especiales que sean aplicables.
53
Profesor Dante Martínez B.

Conforme al inciso séptimo del artículo 2 ° de la Ley N° 18.046, cada vez la ley
establece como requisito que una sociedad se someta a las normas de las sociedades
anónimas abiertas o que dichas normas le sea aplicables o haga referencia a las
sociedades sometidas a la fiscalización, al control o a la vigilancia de la
Superintendencia o se emplean otras expresiones análogas, se entenderá, salvo
mención expreso en contrario, que la remisión se refiere exclusivamente a las
normas aplicables a las sociedades anónimas abiertas, en cuanto a las obligaciones
de información y publicidad para con los accionistas, la Superintendencia y el
público en general. En todo lo demás, esas sociedades se regirán por las
disposiciones de las sociedades anónimas cerradas y no estarán obligadas a
inscribirse en el Registro de Valores, salvo que fueran emisores de valores de oferta
pública.

b) Sociedades anónimas especiales.

El inciso tercero del artículo 2° de la Ley N °18.046 las define como las indicadas
en el Título XIII de la Ley N° 18.046. Existen algunas sociedades anónimas que
están reguladas de manera específica en los artículos 126 y siguientes de la Ley N°
18.046, como por leyes especiales, distintas a la ley de sociedades anónimas. Entre
ellas, se pueden citar las compañías de seguros, los bancos e instituciones
financieras, las sociedades administradoras de fondos de pensiones, etc. Dichas
sociedades anónimas especiales se caracterizan, entre otras cosas, porque para su
constitución requieren de la obtención de una resolución de la Superintendencia
que autorice su existencia y de la inscripción y publicación del certificado especial
que otorgue dicho organismo de control. Además, las escrituras públicas de
constitución deben contener, además de las menciones generales exigidas por Ley
N° 18.046, las especiales requeridas por las leyes particulares que las rijan.

c) Sociedades anónimas cerradas.

El inciso tercero del artículo 2° de la Ley N° 18.046 las define como aquellas que no
califican como abiertas o especiales.

En otros términos, las sociedades anónimas cerradas son aquellas que no están
sometidas a la fiscalización de las Superintendencias de Valores y Seguro, salvo que
emitan valores de oferta pública distintos de sus acciones.

Principales diferencias entre las sociedades anónimas abiertas y las cerradas:

1. La sociedad abierta queda sujeta a la fiscalización de la Superintendencia de


Valores y Seguros. Además la abierta debe contar con el sistema de auditores
externos. Ninguna de estas circunstancias ocurre por regla general en las
sociedades cerradas.
54
Profesor Dante Martínez B.

2. La sociedad abierta debe inscribirse en el Registro de Valores que lleva la


Superintendencia. En consecuencia, queda regida además por las disposiciones de la
Ley N° 18.046, por las disposiciones de la Ley N° 18.045 sobre Mercados de
Valores, que, grosso modo, establece mayores exigencias en cuanto al deber de la
sociedad de dar información al público, a la Superintendencia y a sus accionistas.

Las sociedades cerradas sólo están obligadas a inscribirse en el Registro de Valores


cuando reúnan algún requisito para estimarla abierta, como asimismo, cuando sean
emisores de valores de oferta pública distintos de sus acciones. Las obligaciones de
información son menores y sus acciones sólo pueden rematarse en bolsa, pero no
enajenarse en rueda de bolsa como ocurre con las abiertas.

3. Los estatutos de una sociedad anónima abierta no pueden establecer restricción


en cuento a la obligación de repartir el 30% de la utilidad anual, ni se permite
limitar la libre cesibilidad de sus acciones ni tener un directorio de menos de cinco
miembros, disposiciones que no rigen respecto de la sociedad anónima cerrada.

II. Sociedades matrices y filiales o subsidiarias.

La sociedad filial o subsidiaria es aquella en que una sociedad anónima, que se


denomina matriz, controla directamente o a través de otra persona natural o
jurídica más del 50 % de su capital, con derecho a voto, o si se trata de una sociedad
de personas, más del 50 % de su capital o puede elegir o designar a la mayoría de
sus directores o administradores. Además, se considera filial de una sociedad
anónima, la sociedad en comandita que haya otorgado a la matriz un poder para
poder orientar o dirigir la administración del gestor (art. 86).

III. Sociedades coligantes o coligadas.

De acuerdo al artículo 87 de la ley N° 18.046, es sociedad coligada con una sociedad


anónima aquella en la que ésta, que se denomina coligante, sin controlarla, posee
directamente o a través de otra persona natural o jurídica el 10 % o más de su
capital con derecho a voto, o del capital, si no se tratare de una sociedad por
acciones, o pueda elegir o designar o hacer elegir o designar a lo menos un
miembro del directorio o de la administración de la misma.

Función Económica de la Sociedad Anónima.

- Constituye una organización estable y permanente que pone la contingencia


colectiva por sobre la individual.

- Es la estructura de asociación que permite acometer grandes empresas por mucho


tiempo, al no estar sometida a la vida de los socios.
55
Profesor Dante Martínez B.

- La sociedad anónima incluye dentro de la economía nacional a los pequeños


ahorrantes (función social).

- Cumple una función financiera porque permite a los inversionistas comprar y


vender acciones que las empresas están constantemente colocando.

FORMACIÓN DE LA SOCIEDAD ANÓNIMA.

Sobre este punto debe distinguirse entre la formación del patrimonio y la constitución
de la sociedad anónima.

La formación del patrimonio es una subinscrpción que en su origen puede ser


simultánea (sociedades cerradas) o sucesiva (sociedades abiertas).

En el sistema simultáneo, la sociedad nace en un solo acto, por convenio entre los
fundadores. Se forma mediante el concurso de las declaraciones de todos los socios
suscriptores de las acciones que conforman la totalidad del capital social.

En el sistema sucesivo, la sociedad se constituye por medio de una serie de actos, que
culminan con la suscripción íntegra del capital. En los casos en que la sociedad
anónima se constituye por el sistema simultáneo, los fundadores de la empresa son
los primeros accionistas, porque son ellos quienes suscriben la totalidad de las
acciones y, por tanto, son ellos quienes suscriben la totalidad de las acciones y, por
lo tanto, son ellos quienes asumen la obligación de pagarlas. En otros términos, el
capital de la sociedad se constituye por las estipulaciones de aportes de los
fundadores.

La Constitución legal de la Sociedad Anónimas dice relación con que éstas se forman,
existen y prueban por escritura pública, escrita y publicada, cuyo extracto debe ser
inscrito en el Registro de comercio correspondiente al domicilio de la sociedad y
publicado en el Diario Oficial.

La escritura social debe contener:

1°. La individualización de los accionistas que concurren a su nombramiento.

2° Nombre y domicilio de la sociedad, debe incluir la palabra sociedad anónima o la


expresión S.A.

3°. Enunciación del o los objetos específicos de la sociedad (mención esencial).

Antiguamente el objeto era lo que marcaba el carácter civil o comercial de la


sociedad y también se permitía solo un objeto por sociedad anónima. Ahora, en
56
Profesor Dante Martínez B.

cambio, tosas las sociedades anónimas son comerciales y pueden tener muchos
objetos pero específicos.

4°. Duración de la sociedad anónima, puede ser indefinida si nada se dice.

5° Capital social, número de acciones en que es dividido el capital, si las acciones


tienen o no valor nominal.
El estatuto debe señalar cuál es el monto del capital que es permanente, si se
quisiera cambiar el capital deben de igual forma cambiar el estatuto.

No se admiten aportes de industria (cómo hacer o saber cómo). Tiene que ser
valorado dado que en la sociedad anónima no se valoriza la calidad de la persona.

El capital siempre va a estar dividido en acciones de un mismo valor, esto es, una
acción no puede valer más que otra. Lo que sí se puede realizar es que se dividan en
series. Las series pueden tener un valor distinto pero las acciones no (valor
proporcional dentro de las acciones).

La estipulación de aporte en la sociedad anónima se llama suscripción de acciones,


que es un contrato en virtud del cual una persona se compromete a entregar el
valor de las acciones que dijo que iba a suscribir, por lo que también el estatuto
social debe contener los plazos para hacer efectiva la suscripción (forma en que se
materializa el aporte).

6°. Utilización y modalidad de la administración social y la forma de su finalización


por los accionistas.

Tres órganos son los que administran la sociedad anónima:

i) Directorio;

ii) Junta de accionistas; y

iii) Gerente.

Por lo tanto el estatuto o escritura social deberá señalar la forma en que van a estar
constituidos.

En cuanto a la fiscalización de la sociedad anónima se distingue entre sociedades


anónimas abiertas o cerradas. Las primeras son fiscalizadas empresas auditoras
externas y además por la Superintendencia de Valores y Seguros. Las sociedades
anónimas cerradas son fiscalizadas por inspectores de cuenta (designados por la
junta de accionistas).
57
Profesor Dante Martínez B.

7°. Fecha en que debe cerrarse y confeccionarse el balance y la época en que debe
celebrarse la junta de accionista para aprobar el balance.

Esta mención es importante porque el ejercicio de la sociedad anónima, tiene que


también responder a sus obligaciones como sociedad o sea, en llevar los debidos
registros, libros, etc., lo que permite la realización del control tributario y de las
utilidades.
8°. Debe contener la forma de distribución de las utilidades que reciben el nombre
de dividendos. El legislador establece ciertos mínimos de distribución para las
utilidades pensando en los accionistas minoritarios. En las sociedades cerradas se
distribuyen según sus estatutos. En las sociedades abiertas se debe distribuir al
menos el 30% de las utilidades líquidas.

9°. Forma en que se hará la liquidación de la sociedad anónima.

10°. Designarse los integrantes del directorio provisorio el que es fiscalizado por
auditores externos en su primer ejercicio.

11°. Se pueden incorporar los demás pactos que integren los accionistas.

La sociedad anónima se constituye por un contrato solemne, que requiere además,


de una inscripción y publicación. El extracto lo confecciona el notario de donde se
otorgó la escritura. Y este extracto se inscribe en el registro respectivo y se publica
en el Diario Oficial, en un plazo de sesenta días.

Las menciones que debe contener el extracto están en el art. 5 de la ley de


Sociedades anónimas.

Sanciones por el Incumplimiento en la Constitución de las Sociedades


Anónimas.

Se distinguen dos tipos de nulidad:

i) De pleno derecho, (se puede repactar la sociedad). No necesita ser declarada


judicialmente, se mirará como una comunidad en donde responderán de forma
solidaria de las deudas adquiridas por la comunidad, no hay límite porque no es
sociedad.

Art. 6 A Ley 18.046: “No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, la sociedad


anónima que no conste de escritura pública, ni de instrumento reducido a
escritura pública, ni de instrumento protocolizado, es nula de pleno derecho
y no podrá ser saneada.
58
Profesor Dante Martínez B.

No obstante lo anterior, si existiere de hecho dará lugar a una comunidad entre sus
miembros. Las ganancias y pérdidas se repartirán y soportarán y la restitución de los
aportes se efectuará entre ellos con arreglo a lo pactado y, en subsidio, de conformidad a lo
establecido para las sociedades anónimas.

Los miembros de la comunidad responderán solidariamente a los terceros con quienes


hubieren contratado a nombre y en interés de ésta; y no podrán oponer a los terceros la falta
de los instrumentos mencionados en el inciso primero. Los terceros podrán acreditar la
existencia de hecho por cualquiera de los medios probatorios que reconoce el Código de
Comercio, y la prueba será apreciada de acuerdo a las reglas de la sana crítica.

La modificación cuyo extracto no haya sido oportunamente inscrito y publicado no


producirá efectos ni frente a los accionistas ni frente a terceros, salvo el caso de saneamiento
en conformidad a la ley y con las restricciones que ésta impone. Dicha privación de efectos
operará de pleno derecho, sin perjuicio de la acción por enriquecimiento sin causa que
proceda”.

ii) Saneable (sociedad mal “hecha”). Art 6 Ley 18.046: ““Sin perjuicio de lo que
dispone el artículo 6º A, la sociedad anónima que no sea constituida por escritura pública o
en cuya escritura de constitución se omita cualquiera de las menciones exigidas en los
números 1, 2, 3 ó 5 del artículo 4º, o cuyo extracto haya sido inscrito o publicado
tardíamente o en el cual se haya omitido cualquiera de las menciones que para él se exigen
en el artículo 5º, es nula absolutamente, sin perjuicio del saneamiento en conformidad a la
ley. Declarada la nulidad de la sociedad, ésta entrará en liquidación. La sociedad nula, sin
embargo, gozará de personalidad jurídica y será liquidada como una sociedad anónima si
consta de escritura pública o de instrumento reducido a escritura pública o protocolizado.

De la misma nulidad adolecerán las reformas de estatutos y el acuerdo de disolución de una


sociedad oportunamente inscritos y publicados pero en cuyos extractos se omita cualquiera de
las menciones exigidas en el artículo 5º; sin embargo, estas reformas y acuerdo producirán
efectos frente a los accionistas y terceros mientras no haya sido declarada su nulidad; la
declaración de esta nulidad no produce efecto retroactivo y sólo regirá para las situaciones
que ocurran a partir del momento en que quede ejecutoriada la resolución que la contenga;
todo sin perjuicio del saneamiento en conformidad a la ley.
Se equipara a la omisión cualquiera disconformidad esencial que exista entre las escrituras
y las inscripciones o publicaciones de sus respectivos extractos. Se entiende por
disconformidad esencial aquella que induce a una errónea comprensión de la escritura
extractada.

Los otorgantes del pacto declarado nulo responderán solidariamente a los terceros con
quienes hubieren contratado a nombre y en interés de la sociedad”.

En todo caso, no podrá pedirse la nulidad de una sociedad o de una modificación


59
Profesor Dante Martínez B.

del estatuto social, luego de transcurridos cuatro años desde la ocurrencia del
vicio que la origina”.

Elementos de la Sociedad Anónima.

i) Nombre Social;

ii) Objeto Social; y

iii) El Capital.

i) Nombre social. Puede ser cualquier nombre y a continuación de él la expresión


sociedad anónima o las siglas S.A.

No tiene razón social por lo tanto no podrá tener el nombre de los socios.

ii) Objeto Social. Cualquier actividad lucrativa que no sea contraria a la moral, las
buenas costumbres y la seguridad nacional.

iii) El capital de la sociedad anónima. Fondo común suministrado por los accionistas,
dividido en títulos negociables representativos de una parte del capital denominado
acciones. Puede ser dinero o bienes avaluados que representen dinero.

Se podría decir que el capital es el fondo común suministrado por los accionistas, dividido
en títulos negociables representativos de una parte de él, denominados acciones, que pueden
tener un mismo valor, si las acciones son de una sola serie, o un distinto valor, si las
acciones tienen distintas series, debiendo en este último caso, aquellas acciones que pertenecen
a una misma serie, tener el mismo valor.

En la sociedad anónima la participación social se denomina acción y es transable a


diferencia de la sociedad de personas, ya que los derechos sociales no podrían
venderse sin consentimiento de los demás socios.

Rigen el principio de efectividad de la sociedad y el principio de conservación

Según el principio de efectividad de la sociedad las acciones deben representar un


valor real pagado.

Art. 11 Ley N° 18.046: “El capital social estará dividido en acciones de igual valor. Si el
capital estuviere dividido en acciones de distintas series, las acciones de una misma serie
deberán tener igual valor.
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Profesor Dante Martínez B.

El capital inicial deberá quedar totalmente suscrito y pagado en un plazo no superior a tres
años. Si así no ocurriere, al vencimiento de dicho plazo el capital social quedará reducido al
monto efectivamente suscrito y pagado.

Lo dispuesto en el inciso anterior es sin perjuicio de lo previsto en leyes especiales”.

El principio de conservación dice relación con que el capital se mantenga y siga igual
que al momento de constituir la sociedad. Por lo que se prohíbe a la sociedad
anónima comprar sus propias acciones pues disminuye su capital.

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