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Los 22 Concilios Ecuménicos

De Enciclopedia Católica

El presenta artículo trata principalmente de los asuntos teológicos y canónicos


relativos a los concilios que son ecuménicos en el sentido estricto del término.
Artículos especiales dan la historia de cada sínodo importante bajo el título de
ciudad o la sede en la que se celebró. Pero para dar al lector una base para la
discusión de los principios que seguirán, se adjunta una lista de los veintidós
concilios ecuménicos con unos breves párrafos sobre cada uno.

Primer Concilio Ecuménico: Primer Concilio de Nicea (325). El concilio de


Nicea duró dos meses y doce días. Contó con la asistencia de trescientos
dieciocho obispos. Hosio, obispo de Córdoba, asistió como legado del Papa
San Silvestre I. El emperador Constantino también estaba presente. A este
concilio le debemos el Credo (Symbolum) de Nicea, que definió
contra Arrio la verdadera divinidad del Hijo de Dios(homoousion), así como
la fijación de la fecha para celebrar la Pascua de Resurrección (contra los
cuartodecimanos)

Segundo Concilio Ecuménico: Primer Concilio Ecuménico de


Constantinopla (381). A este concilio, bajo el Papa Dámaso y el
emperador Teodosio I, asistieron 150 obispos. Se dirigía contra
los macedonios, los cuales impugnaban la divinidad del Espíritu Santo.
Añadió al Credo de Nicea las cláusulas que se refieren al Espíritu Santo (qui
simul adoratur) y todo lo que sigue hasta el final.

Tercer Concilio Ecuménico: El Concilio de Éfeso (431), con más de


doscientos obispos, fue presidido por San Cirilo de Alejandría representando
al Papa San Celestino I, definió la verdadera unidad personal de Jesucristo,
declaró a María la Madre de Dios (theotokos) contra Nestorio, obispo de
Constantinopla y renovó la condena de Pelagio.

Cuarto Concilio Ecuménico: En el Concilio de Calcedonia (451) doscientos


cincuenta obispos, bajo el Papa San León I Magno y el emperador Marciano,
definió las dos naturalezas (Divina y humana ) en Cristo contra Eutiques,
quien fue excomulgado.

Quinto Concilio Ecuménico: El Segundo Concilio Ecuménico de


Constantinopla (553), de 615 obispos bajo el Papa Vigilio y el emperador
Justiniano I, condenó los errores de Orígenes y ciertos escritos (los Tres
Capítulos) de Teodoreto, de Teodoreto, obispo de Mopsuestia y de Ibas,
obispo de Edesa. Confirmó los cuatro primeros concilios generales,
especialmente el de Calcedonia, cuya autorizad era discutida por algunos
herejes.
Sexto Concilio Ecuménico: Al Tercer Concilio Ecuménico de
Constantinopla (680-681), bajo el Papa Agatón y el emperador Constantino
Pogonato, asistieron los patriarcas de Constantinopla y Antioquía, 174 obispos
y el emperador. Puso fin al monotelismo definiendo las dos voluntades en
Cristo, la divina y la humana, como dos principios distintos de
operación. Anatematizó a Sergio, Pirro, Pablo, Macario y a todos sus
seguidores.

Séptimo Concilio Ecuménico: Nicea II (787). El Segundo Concilio de


Nicea (787) fue convocado por el emperador Constantino VI y su madre
Irene, bajo el Papa Adriano I; presidido por los legados del Papa Adriano;
reguló la veneración de imágenes sagradas. Asistieron entre 300 y 367
obispos.

Octavo Concilio Ecuménico: IV (869). El Cuarto Concilio Ecuménico de


Constantinopla (869), bajo el Papa Adriano II y el emperador Basilio, contó
102 obispos, 3 legados Papales y 4 patriarcas, arrojó a las llamas las Actas de
un concilio irregular (conciliabulum) reunido por Focio contra el Papa San
Nicolás I e Ignacio, el patriarca legítimo de Constantinopla. Condenó a Focio,
que se había apoderado ilegalmente de la dignidad patriarcal. El cisma de
Focio, sin embargo, triunfó en la Iglesia Griega y ya no volvió a celebrarse en
Oriente ningún otro concilio general.

Noveno Concilio Ecuménico: El Primer Concilio de Letrán (1123), el


primero celebrado en Roma, se reunió bajo el Papa Calixto II. Asistieron
alrededor de 900 obispos y abades. Abolió el derecho que reclamaban los
príncipes laicos de la investidura con un anillo y báculo de
los beneficios eclesiásticos y trató de la disciplina de la Iglesia y de la
recuperación de Tierra Santa de manos de los infieles.

Décimo Concilio Ecuménico: El Segundo Concilio de Letrán (1139) se


celebró en Roma bajo el Papa Inocencio II, con la asistencia de unos
mil prelados y el emperador Conrado. Su objetivo fue poner fin a los errores
de Arnoldo de Brescia.

Undécimo Concilio Ecuménico: El Tercer Concilio de Letrán (1179) se


efectuó bajo el Papa Alejandro III y el emperador Federico I. Hubo trescientos
dos obispos presentes. Condenó a los albigenses y valdenses y emitió
numerosos decretos para la reforma de la moral.

Duodécimo Concilio Ecuménico: El Cuarto Concilio de Letrán (1215) se


realizó bajo el pontificado del Papa Inocencio III. Estuvieron presentes los
patriarcas de Constantinopla y Jerusalén, 71 arzobispos, 412 obispos y 800
abades, el primado de los maronitas y Santo Domingo Guzmán. Emitió un
credo ampliado (símbolo) contra los albigenses (Firmiter credimus), condenó
los errores trinitarios del abad Joaquín y publicó setenta importantes decretos
reformatorios. Es el más importante concilio de la Edad Media y marca el
punto culminante de la vida eclesiástica y del poder Papal.

Décimo Tercer Concilio Ecuménico: El Primer Concilio General de


Lyons (1245) fue presidido por el Papa Inocencio IV, los patriarcas de
Constantinopla, Antioquía y Aquilea (Venecia), 140 obispos, el emperador de
oriente Balduino II. Asistió San Luis rey de Francia. Excomulgó y depuso al
emperador Federico II y dirigió una nueva cruzada, bajo el mando de San Luis
contra los sarracenos y mongoles.

Decimocuarto Concilio Ecuménico: El Segundo Concilio General de


Lyons (1274) fue realizado por el Papa Gregorio X, los patriarcas de
Constantinopla y Antioquía, 15 cardenales, 500 obispos y más de 1000 otros
dignatarios. Logró una reunión temporal de la Iglesia Griega con Roma. Se
añadió al símbolo de Constantinopla la palabra Filioque y se intentó encontrar
medios para recuperar Palestina de los turcos. Se establecieron reglas para
las elecciones Papales.

Decimoquinto Concilio Ecuménico: El Concilio de Viena (1311-1313) fue


celebrado en esa ciudad francesa por orden del Papa Clemente V, el primero
de los Papas de Aviñón. Asistieron los patriarcas de Alejandría y Antioquía,
300 obispos (114 según algunas autoridades) y 3 reyes---Felipe IV de Francia,
Eduardo II de Inglaterra y Jaime II de Aragón. El sínodo trató sobre los
crímenes y errores atribuidos a los Caballeros Templarios, los Fraticelli y
los Beguines y Beghards, proyectando una nueva cruzada, la reforma del clero
y la enseñanza de idiomas orientales en las universidades.

Decimosexto Concilio Ecuménico: El Concilio de Constanza (1414-1418) se


celebró durante el Gran Cisma de Occidente con el objeto de terminar con las
divisiones dentro de la Iglesia. Solamente se convirtió en legítimo cuando
el Papa Gregorio XI lo convocó formalmente, y por ello logró poner fin
al cisma eligiendo al Papa Martín V, lo que el Concilio de Pisa (1403) no
había logrado conseguir por su ilegalidad. El Papa legítimo confirmó los
decretos anteriores del sínodo contra John Wyclif y Jan Hus. Así pues este
concilio es ecuménico sólo en sus últimas sesiones (XLII - XLV inclusive) y
respecto a los decretos de las sesiones anteriores aprobados por Martín V.

Decimoséptimo Concilio Ecuménico: Basilea-Ferrara-Florencia (1431-


1439). El Concilio de Basilea se reunió primero en esa ciudad, siendo bajo el
pontificado de Eugenio IV y Segismundo emperador del Sacro Imperio
Romano. Su objetivo fue lograr la pacificación religiosa de Bohemia.
Surgieron dificultades con el Papa y el concilio se trasladó primero
a Ferrara (1438), y después a Florencia (1439), donde se logró una unión
breve con la Iglesia Griega, habiendo aceptado los griegos las definiciones de
los puntos controvertidos del concilio El Concilio de Basilea es sólo
ecuménico hasta el final de la vigésimo quinta sesión y de sus decretos,
Eugenio IV aprobó solamente los que trataban de la extirpación de la herejía,
la paz en la cristiandad y la reforma de la Iglesia y los que al mismo tiempo no
derogaban los derechos de la Santa Sede. ( Ver también Concilio de
Florencia.)

Decimoctavo Concilio Ecuménico: (1512-1517). El Quinto Concilio de


Letrán (1512–1517), bajo los Papas Julio II y León X, siendo emperador
Maximiliano I. Asistieron 15 cardenales y alrededor de 80 arzobispos y
obispos. Sus decretos son principalmente disciplinarios. Se planteó también
una nueva cruzada contra los turcos, que quedó en nada, debido al cataclismo
religioso en Alemania causado por Martín Lutero.

Decimonoveno Concilio Ecuménico: El Concilio de Trento duró 18 años


(1545-1563), bajo cinco Papas, Paulo III, Julio III, Marcelo II, Paulo IV y Pío
IV, y bajo los emperadores Carlos V y Fernando. Estuvieron presentes 5
cardenales legados de la Santa Sede, 3 patriarcas, 33 arzobispos, 235 obispos,
7 abades, 7 generales de órdenes monásticas y 160 doctores en teología. Se
convocó para examinar y condenar los errores promulgados por Lutero y
otros reformadores y para reformar la disciplina eclesiástica. Es el concilio de
más larga duración, publicó la mayor cantidad de decretos dogmáticos y
reformatorios y produjo los resultados más benéficos.

Vigésimo Concilio Ecuménico: El Concilio Vaticano I (1869-1870) fue


convocado por el Papa Pío IX. Se reunió el 8 de diciembre de 1869 y duró
hasta el 18 de julio de 1870, y no terminó sino que fue interrumpido por la
invasión de los Estados Pontificios por las tropas piamontesas. El 20 de
octubre el Papa publicó la bula Postquam Dei munere", la cual prorrogaba el
concilio indefinidamente. Estaban presentes 49 cardenales, 11 patriarcas, 680
arzobispos y obispos, 28 abades, 29 generales de órdenes religiosas; 803 en
total. Además de importantes cánones sobre la fe y la constitución de la
Iglesia, el concilio decretó la infalibilidad del Papa cuando habla ex cathedra,
es decir, cuando como pastor y maestro de todos los cristianos define
una doctrina sobre la fe o moral que ha de observar toda la Iglesia.

Vigésimo Primer Concilio Ecuménico: Concilio Vaticano II (1962-1965).


(N. del T.). El artículo es de principios del siglo XX., por lo que añado
provisionalmente una breve nota sobre este concilio: fue convocado por
el Papa Juan XXIII, tuvo cuatro sesiones; la primera la presidió en 1962, Juan
XXIII que murió el 3 de junio de 1963. Las otras tres etapas fueron
convocadas y presididas por su sucesor, Papa Paulo VI, hasta su clausura en
1965. Ha sido el concilio más representativo de todos; asistieron alrededor de
mil padres conciliares de todo el mundo y miembros de otras confesiones
cristianas. La finalidad del concilio fue el "aggiornamento" o puesta al día de
la Iglesia, renovando lo viejo, revisando el fondo y la forma de su acción, en
un diálogo con el mundo moderno. No hubo definiciones dogmáticas.

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