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Producción de Plantas en Maceta: Manejo, Nutrición y Cuidados

Conference Paper · April 2013

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Luis A. Valdez-Aguilar
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN)
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PUEBLA
PONENCIAS del 17 al 19 Abril 2013

Dr. Luis Alonso Valdez Aguilar


Producción de plantas en maceta: manejo,
nutrición y cuidados

Dr. Adalberto Benavides-mendoza


Departamento De Horticultura
Universidad Autonoma Agraria Antonio Narro
PRODUCCIÓN DE PLANTAS EN MACETA: MANEJO,
NUTRICIÓN Y CUIDADOS

DR. LUIS ALONSO VALDEZ-AGUILAR


DR. ADALBERTO BENAVIDES-MENDOZA
DEPARTAMENTO DE HORTICULTURA
UNIVERSIDAD AUTONOMA AGRARIA ANTONIO NARRO

INTRODUCCION
La producción de plantas ornamentales en maceta es una actividad hortícola de
impacto considerable en algunas entidades en México. Aunque las estadísticas son escasas y
en ocasiones contradictorias, es posible resaltar a los estados de Morelos, Puebla, y al
Distrito Federal, como las entidades líderes en este sector, destacando también Michoacán
y el Estado de México. Moran-Medina (2004) ha reportado que el 32 % de la superficie
cultivada con ornamentales en México, es decir 2100 ha, se ubican en el estado de Morelos,
lo que genera 11 mil empleos directos. Por su parte, el Sistema Producto Ornamentales
estimó en el 2004 que en el Distrito Federal la superficie cultivada con ornamentales en
maceta era de 140 ha mientras que las áreas de producción en Puebla se concentran en
Atlixco y Huauchinango, en las que se cultivan aproximadamente 50 ha solamente de flor
de nochebuena. En el siguiente cuadro se proporciona una relación de las especies más
cultivadas en estas localidades.

Entidad Flor en maceta Follajes en maceta


Distrito Geranio, malvón, rosa, belén y crisantemo,
Federal nochebuena, impacientes, petunias, kalanchoe,
crisantemo, zepasuchitl, pensamiento, begonia,
vinca, alcatraz, gerbera, cyclamen
Morelos Impacientes, petunias, kalanchoe, nochebuena, Ficus, helechos,
anturio, crisantemo, araucarias, teléfonos,
zepasuchil, pensamiento, begonia, vinca, alcatraz, hiedras, coleos,
spathiphyllum, lilium, cedros, cissus,
bromelia, orquídeas, hortensia, gerbera, ciclamen phylodendrum
Puebla Azalea, kalanchoe, cineraria, primula, ranúnculos, Helechos diversos,
primavera, perritos, dalias, ciclamen, lilium, tulipán ficus
holandés, nocehbuena, malvón, belén impacientes
nueva guinea, petunias, begonias, clavelina,
pensamiento, impacientes, coleus, vinca, gloxínea,
alcatraz, camelia, hortencia, azucena, geranio,
huele de noche, cuna de moisés, crisantemos,
zempasúchil
bromelias.

Por producción de plantas en maceta se entiende el cultivo de especies que por el


valor estérico de sus flores y/o follaje son crecidas en un contenedor de volumen reducido
durante todo su ciclo de cultivo. En algunas ocasiones la presencia de modificaciones en los
tallos o estructuras que se alejan del concepto común es también motivo de interés para el
cultivo de plantas en maceta. En comparación con la producción de plantas para flor
cortada, la producción de plantas en maceta impone un reto para técnicos y productores ya
que este sistema es muy exigente en cuanto al conocimiento de aspectos particulares. Por
ejemplo, el volumen del sustrato o medio de cultivo en donde se desarrolla la raíz es muy
reducido en comparación con las raíces de plantas que crecen en suelo o camas de cultivo.
Este hecho obliga a los productores a proveer todos los elementos necesarios para la planta
de una manera más intensiva, a fin de suplementarlos en los niveles requeridos para un
adecuado desarrollo.
La producción de plantas en maceta es un sistema que involucra varios
componentes como el propio contenedor, el sustrato de cultivo, la solución nutritiva y el
sistema de riego. Estos componentes pueden interactuar entre sí para determinar como el
otro componente se comportaría, afectando la respuesta de las plantas. En este documento
se pretende proporcionar una introducción a como los componentes de un sistema de
producción de plantas en maceta interactúan entre ellos.

EL CONTENEDOR
El contenedor es el recipiente en el cual se deposita el sustrato de cultivo. Estos
pueden ser de diversos materiales pero el predominante a nivel de producción comercial
son los contenedores de plástico rígido o semirrígido. Otros podrían ser los de barro,
cemento, piedra, hypertufa, metal, peat, y madera. El material, el color y la calidad de
fabricación del contenedor pueden afectar la penetración de luz hacia la zona de las raíces,
la tasa de evaporación de agua en el sustrato, y la temperatura del mismo.
Los materiales muy porosos como la hypertufa, el peat o turba comprimido, el barro
y la madera, succionan el agua del sustrato, desecándolo más rápido de lo normal,
modificándose la frecuencia de riego así como las necesidades de fertilización. Los riegos en
este caso deberán ser más frecuentes y la dosis de fertilización deberá disminuirse pare
evitar incrementar la conductividad eléctrica del sustrato a niveles peligrosos.
Si el contenedor es de plástico y este no es fabricado con la concentración adecuada
del pigmento se obtiene en consecuencia recipientes que permiten la transmisión de luz
hacia las raíces. Lo anterior puede tener consecuencias negativas pues en algunas especies
las raíces pueden sintetizar clorofila en presencia de luz, además de que se pueden
desarrollar algas que utilizarían los nutrimentos incluidos en la solución y compitiendo con
las plantas de interés comercial.
En algunos casos, a los contenedores se les agrega unos aditivos al material plástico
para modificar el crecimiento de las raíces. Este es el caso del sulfato de cobre con el cual se
impregna la cara interna de los contendores. El cobre en alta concentración ocasiona la
muerte del meristemo apical, con lo cual se promueve la ramificación de las raíces y se
evita que estas den vueltas en círculos. Este hecho es especialmente importante en la
propagación de especies leñosas como los arboles ornamentales o frutales.
El color de los contendores de plástico puede tener un efecto marcado sobre la
temperatura del sustrato y por lo tanto afectar el crecimiento de las raíces. Los contendores
de color negó y de volumen reducido se calientan hasta 5 °C por encima de la temperatura
del aire, suficiente para causar un estrés que demanda ajustes en las plantas para adaptarse
a estas condiciones, resultando en crecimiento reducido pues tales ajustes requieren del
empleo de reservas de energía. Si la planta en un contendor negro es cultivada a la
intemperie en los meses calurosos del año, el problema se agrava.
La forma y tamaño del contenedor también afecta las propiedades físicas del
sustrato. En general, un contenedor de menor altura retiene proporcionalmente más agua
que otro de mayor altura, aunque el volumen de ambos y el sustrato sea el mismo.
Similarmente un contenedor de menor volumen retiene más agua que otro más grande
aunque tengan la misma forma y con el mismo sustrato. Esto es debido a la fuerza de
gravedad que permite el drenaje de la solución nutritiva; la fuerza de la gravedad es mayor
entre mayor sea el volumen y la altura de los contenedores. Este fenómeno impacta otros
aspectos de suma importancia colo lo es el espacio poroso y disponibilidad de aire asi como
la frecuencia de los riegos.

EL SUSTRATO
El sustrato es un factor de primordial importancia en la producción de plantas
ornamentales en maceta. Puesto que en escasas situaciones se emplea suelo como un
sustrato para plantas en contenedor, es necesario seleccionar un material que lo sustituya
tanto en sus propiedades físicas como químicas, tales como la capacidad de intercambio
catiónico, el espacio poroso, la capacidad de retención de agua fácilmente disponible, el pH
y le conductividad eléctrica. Sin embargo, no se trata solo de sustituir al suelo al suelo es
estas propiedades sino que en algunas de ellas deben de ser incluso superadas por el
material seleccionado.
Un sustrato para cultivo en maceta puede estar conformado por un solo
componente o bien por una mezcla de varios de ellos. En general ningún material es capaz
de brindar las propiedades físicas y/o químicas que se requieren para el adecuado
crecimiento de las plantas en maceta, por lo que deben utilizarse mezclas de varios
componentes para lograr amalgamar un sustrato cercano al óptimo parta cada especie. A
pesar de esta recomendación, no se considera positivo el mezclar más de tres componentes
distintos para elaborar un sustrato.
Se considera que las propiedades químicas de un sustrato ya colocado en el
contenedor pueden ser modificadas aun después del trasplante, sin embargo, las
propiedades físicas son casi imposible de modificarlas después de esta práctica. Es por eso
que se debe prestar especial atención a la formulación de una mezcla que desde antes del
trasplante ya cuente con los requerimientos de la especie de interés. En general, la mayoría
de las ornamentales en maceta demandan un sustrato con un 10-20 5 de espacio poroso
con aire después de que el drenaje ha cesado, aunque especies como anturio, las orquídeas
y otras epifitas demandan de más de un 30 %. Sin embargo, como se mencionó
anteriormente, la forma y volumen del contendor afectan los niveles de retención de
humedad y en consecuencia el espacio poroso, por lo que el técnico y productor deben
diseñar la mezcla de sustrato también en función del contenedor.
La capacidad de intercambio catiónico en un sustrato para cultivo de ornamentales
en maceta debe ser lo más alta posible. A pesar de su alto costo, la turba acida es uno de los
sustratos más empleados a nivel mundial; en parte, ello se debe a que es un material cuya
capacidad de intercambio catiónico oscila entre 90 a 140 meq/100 g. en México se cuenta
con el polvo de coco, un material mucho más económico y con propiedades muy similares
a la turba; sin embargo tiene algunas desventajas que deben ser conocidas por los técnicos y
productores para remediarlas adecuadamente. Entre ellas se encuentra el que su capacidad
de intercambio es de entre los 30 y 60 meq/100g. Con el manejo adecuado estas
desventajas pueden ser superadas y lograr plantas de calidad similar a las obtenidas con
turba acida.
Algunos productores usar suelo o ´tierra de bosque´ o hojarasca en baja proporción
como un componente de la mezcla del sustrato. Con las reservas que el caso amerita pues el
empleo de este material de origen boscoso acarrea problemas de daño al medio ambiente,
es un excelente material pues le proporciona a la mezcla una capacidad buffer que permite
amortiguar cambios bruscos en el pH, además de elevar la capacidad de retención de
nutrientes. Sin embargo, usado en altas proporciones en un contendor de volumen
pequeño, trae más problemas que beneficios pues su manejo conlleva la perdida de la
estructura y con ello del espacio poroso con aire y drenaje.

LA SOLUCION NUTRITIVA
Esta parte del sistema de producción de ornamentales en maceta es también de
suma importancia para el éxito de una empresa. Así como en el caso de los componentes de
un sustrato, no es posible establecer una solución nutritiva ideal que pueda emplease sin
considerar variables como le especia cultivada, el estado fenológico de la planta, la estación
de crecimiento, la interacción con el sustrato, la interacción entre nutrimentos, la calidad
del agua disponible para riego, entre otros.
Si bien en estricto sentido de la palabra, el cultivo en sustratos no es lo mismo que el
cultivo hidropónico, debido a que la mayoría de los componentes de una mezcla, con
excepción del suelo, modifican muy poco la concentración de la solución nutritiva, para
todo fin práctico se les considera como sinónimos.
La calidad del agua debe ser considerada en el diseño de una solución fertilizante.
Aspectos como la alcalinidad (concentración de bicarbonatos y carbonatos), la
conductividad eléctrica (concentración de sales solubles), el pH, y la concentración de iones
como el sulfato, calcio y magnesio en gran medida intervienen en los cálculos necesarios
para suplementar los nutrimentos requeridos por las plantas. Una alta concentración de
sulfatos en el agua de riego puede reaccionar con el calcio en condiciones de pH alcalino
produciendo un precipitado insoluble que deja no disponible al calcio para la absorción por
la raíz. Una alta alcalinidad combinada además con un pH por encima de 9.3 puede
producir la formación de fosfatos y carbonatos de calcio insolubles, ocasionando la posible
presencia de síntomas de deficiencia de estos nutrimentos. El pH y la alcalinidad pueden
ser ajustados mediante la adición de ácidos en una cantidad equivalente a la alcalinidad que
se desea controlar.
Durante los meses finales del otoño y durante el invierno, la traspiración de las
plantas disminuye por efecto de un menor déficit de presión de vapor. Esto se relaciona con
una menor absorción de agua y de los nutrimentos que se encuentran en la solución del
sustrato. Por este motivo, la concentración de la solución nutritiva debe elevarse durante
estos meses para compensar los nutrientes que no serían absorbidos con el agua y así
mantener los niveles adecuados en los tejidos vegetales para un máximo crecimiento.
Las plantas toman los nutrimentos de la solución del sustrato ya sea en función de la
concentración externa o bien en función de las propias necesidades que se tenga de ellos.
En varias especies de hortalizas ya se han publicado información de la extracción de
nutrimentos en función de la etapa fenológica de los cultivos, pero desafortunadamente en
ornamentales existe muy poca información sobre este aspecto. Ello permitiría establecer
programas de fertilización a través de la solución nutritiva en función del momento en que
la planta más lo requiere, incrementándose así la eficiencia en el uso de los fertilizantes de
manera significativa.
En algunos sutratos que contienen una alta relación carbono : nitrógeno además de
una rápida descomposición, los microrganismos que degradan los materiales celulósicos
fijan una porción considerable de nitrógeno, fosforo y potasio que toman de la solución
nutritiva, ello provoca que las plantas cultivadas computan con estos microrganismos por
los nutrimentos esenciales. Cuando se empleen este tipo de componentes en una mezcla de
sustratos es necesario considerar elevar la concentración de la solución nutritiva a fin de
suplementar los nutrimentos que las plantas ahora no pueden absorber debido a la fijación
biológica.

BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
Ayala-Sierra, A.; Luis A. Valdez-Aguilar. 2008. El polvo de coco como sustrato alternativo
para la producción de plántulas ornamentales. Revista Chapingo. Serie
Horticultura. 14(2):161-167.
Cadahia-López, C. 2005. Fertirrigación. Cultivos hortícolas, frutales y ornamentales. 3a
edición. Mundi Prensa. 681 pp.
Handreck, H., N. Black. 2002. Growing media for ornamental plants and turf. 3rd Edition.
UNSW Press.
Reed, D.Wm. (Editor). 1996. Water, Media, and Nutrition for Greenhouse Crops. Ball
Publishing, Batavia, IL.
Urrestarazu-Gavilán, M. 2003. Tratado de cultivos sin suelo. Mundi Prensa. 914 pp.

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