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C-184-2003

19 de junio del 2003

Licenciado
Ovidio Pacheco S.
Ministro
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
S. O.

Estimado señor:

Con la aprobación del Procurador General Adjunto, me refiero a la solicitud planteada


mediante oficio de su Despacho NºDMT-259-2003, del 12 de marzo del 2003, recibido
en la Procuraduría General de la República el 13 de ese mismo mes y año.

I. OBJETO DEL DICTAMEN

Mediante el oficio señalado se remiten a este Despacho los expedientes con los cuales
se tramitó la solicitud de "Pensión de Guerra", según los imperativos de la Ley Nº1922
del 5 de agosto de 1955, de los señores Alain García Gamboa, Marino Donato
Magurno, Fernando Salguero Fonseca y Carlos Villegas, conocido como Carlos
Carter Villegas.

También se remite el expediente administrativo mediante el cual se instruyó, en forma


conjunta, la investigación sobre las presuntas nulidades absolutas, evidentes y
manifiestas de los actos antes relacionados. Se envían dos conjuntos de piezas
administrativas foliadas en forma independiente, que corresponden, aparentemente, una
a un procedimiento anulado y la otra al nuevo procedimiento, así como los expedientes
mediante los cuales se emitieron los actos que ahora se pretenden anular. En relación
con los señores Donato Magurno y Salguero Fonseca se remiten, además, los
expedientes que corresponden al otorgamiento de la "Pensión de Hacienda".

Se manifiesta en el oficio antes señalado:

"...

Que procediendo esta institución, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 173
de la Ley General de la Administración Pública y los Dictámenes C-145 –98 de 24 de
julio de 1998 y el Dictamen C-328-3001de 28 de noviembre de 2001 ambos de la
Procuraduría General de la República, mismos que establecen, en cuanto al carácter
evidente y manifiesto de la nulidad, que ésta debe referirse a la existencia de vicios del
acto que sean notorios, claros, de fácil comprobación, ya que el vicio es evidente,
ostensible y manifiesto y de tal magnitud y consecuencia, que hace que la declaratoria
de nulidad absoluta del acto sea consecuencia lógica, necesaria e inmediata, dada la
certeza, y evidencia palpable de los vicios, en el que se manifiesta, y siendo que el
suscrito jerarca considera que nos encontramos son lugar a dudas frente a una nulidad
evidente y manifiesta en los casos citados, me permito remitir a usted , los legajos de
investigación adjuntos, a fin de que la Procuraduría General de la República, rinda su
dictamen respecto a la declaratoria de nulidad de los actos declarativos de derechos de
los señores supracitados.

..."

(El énfasis con el subrayado es nuestro).

Emitimos este dictamen en relación con el caso del señor Fernando Salguero Fonseca.

II. ACTUACIONES Y RESOLUCIONES SEGÚN EL EXPEDIENTE REMITIDO

Según consta en los expedientes remitidos a este Despacho:

PRIMERO. Con fecha 24 de agosto de 1998, el señor Fernando Salguero Fonseca


presentó una solicitud para que se le otorgara la "Pensión de Guerra" (folios 1 a 16 del
expediente con el cual se tramitó).

SEGUNDO. Mediante resolución NºJPIG-418-99, de las 8:00 horas del 11 de junio de


1999, la Junta de Pensiones e Indemnizaciones de Guerra dispuso:

"...

Declarar con lugar la solicitud del señor SALGUERO FONSECA FERNANDO de


calidades antes dichas. En consecuencia se otorga una INDEMNIZACION DE
GUERRA POR LA SUMA DE VEINTICINCO MIL QUINIENTOS SETENTA Y
OCHO COLONES CON SETENTA Y OCHO CENTIMOS (¢25.578.78) mensuales a
partir del 24 de agosto de 1998 folio 3, fecha en que presentó el total de los
documentos probatorios que acreditan su derecho, lo anterior en aplicación analógica
del artículo 28 de la Ley Nº7302 del 15 de julio de 1992..."

(El énfasis con el subrayado es nuestro. Folios 17 a 20 del expediente con el cual se
tramitó esta pensión. No consta en el expediente con el cual se instruyó este
procedimiento).

TERCERO. El Ministro de Trabajo y Seguridad Social, según la resolución Nº472-PG-


99, dictada a las 10:00 horas del 16 de agosto de 1999, aprobó la resolución antes
parcialmente transcrita. (Folio 21 del expediente con el cual se tramitó esta pensión).

CUARTO. Mediante oficio NºDTS-99-058, de 6 de diciembre de 1999, dirigido al Lic.


German Eduardo Cascante Castillo, la Licda. Sarita Rodríguez Quesada, en condición
de Jefe del Departamento de Trabajo Social pidió:

"...de acuerdo con la situación planteada, le solicito revisar el expediente y los hechos
planteados, a efectos de establecer si el señor SALGUERO FONSECA FERNANDO
tiene derecho a el disfrute o no de la Pensión de Guerra y resolver de acuerdo con lo
que corresponda.

..."
(Folios 28 y 29 del expediente con el cual se tramitó esta pensión y 7 y 8 del expediente
correspondiente al procedimiento ordinario, presuntamente al primero).

QUINTO. Mediante oficio NºDAJ-AI-329-00, de 12 de junio del 2000, los licenciados


Rogelio Vargas Baldares (Asesor del Departamento de Asesoría Interna y
Resoluciones) y German Cascante Castillo (Director de Asuntos Jurídicos), y la Licda.
Patricia Steiner Batres (Jefe del Departamento de Asesoría interna y Resoluciones) se
refieren a los actos que se pretenden anular y manifiestan, entre otros comentarios:

"...para citar algunos, nos hemos encontrado con errores como los siguientes:

a) En general se confunden los términos "pensión" e "indemnización"

...

d) Se tiene una confusión respecto al impuesto sobre la renta, al creerse que éste deriva
de las propiedades que tenga el solicitante, y se comprueba con una certificación
municipal, cuando la ley es clara que debe ser una certificación emitida por la
Dirección General de Tributación Directa.

..."

(Folios 9 a 12 del primer expediente administrativo)

SEXTO. Mediante resolución Nº274-2000, dictada a las 10:30 horas del 14 de junio del
2000, el Ministro de Trabajo y Seguridad Social consideró y dispuso:

"...

CONSIDERANDO: Que la Dirección de Asuntos Jurídicos estima que existieron


errores en la tramitación de los cuatro casos supra mencionados, los cuales podrían
ser calificados como nulidades absolutas, evidentes y manifiestas, de conformidad con
el artículo 173, y

214 y siguientes y concordantes de la Ley General de la Administración Pública, SE


PROVEE: Nómbrase Organo Director del Proceso, a la Dirección Nacional de
Pensiones, para que realice los procedimientos ordinarios, a fin de investigar y
determinar las eventuales clases de nulidades de los trámites y actos declaratorios de
derechos a los señores SALGUERO FONSECA FERNANDO... VILLEGAS
VILLEGAS CARLOS... GARCIA GAMBOA ALAIN... y DONATO MAGURNO
MARINO..."

(El énfasis con el uso de negrita y el subrayado es nuestro. Folios 13 a 16 del expediente
del primer procedimiento y 15 y 16 del expediente "Nº2").

SEPTIMO. No obstante, con resolución NºDNP-OD-001-2001, dictada a las 8:00 horas


del 14 de mayo del 2001, la Dirección Nacional de Pensiones también consideró y
dispuso:

"...
Vista la resolución número 274-2000 de las diez horas treinta minutos del catorce de
junio de dos mil, del señor Ministro de Trabajo y Seguridad Social, en la que se ordena
a esta Dirección nombrar órgano director del proceso a fin de que se ejecute proceso
ordinario a fin de determinar la existencia de nulidades en los actos declaratorios de
derechos jubilatorios del Régimen de Pensiones e Indemnizaciones de Guerra de los
señores indicados, a fin de investigar los hechos denunciados... SE RESUELVE:
Nombrar como integrantes del Organo Director, a las funcionarias del Area de
Otorgamiento de Derechos de esta Dirección: LICENCIADA Andrea Serrano
Rodríguez, cédula de identidad número 1-891-478, y la Licenciada Sara Rodríguez
Quesada, cédula de identidad número 1-441-074, para que en forma conjunta o por
separado, realicen todos los actos necesarios y que en derecho correspondan, a fin de
investigar los hechos y determinar las eventuales nulidades de los trámites y actos
declaratorios de derechos de los señores SALGUERO FONSECA FERNANDO...
VILLEGAS VILLEGAS CARLOS... GARCIA GAMBOA ALAIN... Y DONATO
MAGURNO MARINO..." (folios 21 y 22)."

OCTAVO. El órgano antes indicado siguió un procedimiento el cual, de conformidad


con el dictamen NºC-276-2001, de 4 de octubre del 2001, emitido por la Procuraduría
General de la República, presentaba vicios que lo hacían insuficiente para garantizar el
debido proceso, lo que impidió dictaminar en ese momento sobre la existencia de las
presuntas nulidades absolutas, evidentes y manifiestas.

NOVENO. Dado lo anterior, mediante NºDNP-OD-002-2002, dictada a las 8:00 horas


del 11 de marzo del 2002, la Dirección Nacional de Pensiones, tuvo como "resultando",
consideró y dispuso, nuevamente y en lo que más interesa:

"...

RESULTANDO

1.-

Que por resolución número 274-2000 de las diez horas treinta minutos del catorce de
junio de dos mil, del señor Ministro de Trabajo y Seguridad Social nombra a esta
Dirección Organo Director del procedimiento a fin de que se ejecute proceso ordinario
a fin de determinar las eventuales clases de nulidades de los trámites y actos
declaratorios de derechos de los señores SALGUERO FONSECA FERNANDO,
VILLEGAS VILLEGAS CARLOS, GARCIA GAMBOA ALAIN Y DONATO MAGURNO
MARINO...

2.-

Que por resolución DNP-OD-001-2001 de las ocho horas del 14 de mayo de 2001, esta
Dirección nombra integrantes del Organo Director del procedimiento a las
Licenciadas Andrea Serrano Rodríguez y Sara Rodríguez Quesada.

...

CONSIDERANDO:
PRIMERO.-

Que de conformidad con el oficio C-276-2001 de la Procuraduría General de la


República se indica que en el proceso administrativo que al efecto llevó esta Dirección
contra los señores indicados se establecen una serie de vicios que provocan la nulidad
de todo lo actuado por el órgano director.

SEGUNDO.-

Que los vicios indicados por la Procuraduría General de la República causan nulidad
de lo actuado según lo establece el artículo 223 de la Ley General de la Administración
Pública.

TERCERO.-

Que la Ley General de la Administración Pública establece la posibilidad de revocar


sus actos por conveniencia, oportunidad o mérito. Establece expresamente los artículos
152 y 153 de la mencionada ley:

CUARTO. - Que por todo lo anterior procede es revocar las resoluciones NºDNP-OD-
001-2001 de las ocho horas del 14 de mayo de 2001, en el que esta Dirección nombra
integrantes del Organo Director del Procedimiento a las licenciadas Andrea Serrano
Rodríguez y Sara Rodríguez Quesada y la NºOD-IF-203-01 de las 12:24 horas del 26
de julio de 2001, que informe final del proceso ordinario, y todo lo actuado dentro del
mismo, por encontrarse ilegalidades que implican nulidad de los actos ejecutados por
el Organo Director y todo lo actuado dentro el proceso administrativo y realizar un
nuevo procedimiento administrativo como en derecho corresponde...

QUINTO.-

Que en atención a lo indicado en el considerando anterior, se nombra con ORGANO


DIRECTOD DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO en atención a la resolución
No 274-2000 de las 10:30 horas del 14 de julio del año 2000 del señor Ministro de
Trabajo y Seguridad Social, y a fin de INVESTIGAR Y DETERMINAR LA
PRESECENSIA DE ENVENTUALES CLASES DE NULIDADES DE LOS TRAMITES Y
ACTOS DECLARATORIOS DE DERECHOS A LOS SEÑORES SALGUERO
FONSECA FERNANDO, VILLLEGAS VILLEGAS CARLOS.... GARCIA GAMBOA
ALAIN Y DONATO MAGURNBO MARINO...

POR TANTO

LA DIRECCION NACIONAL DE PENSIONES

RESUELVE:

Con fundamento en...revóquese las resoluciones de esta Dirección NºDNP-OD-001-


2001 de las ocho horas del 14 de mayo de 2001, en el que esta Dirección nombra
integrantes del órgano Director del Procedimiento....y la resolución NºOD—IF-203-01
de las 12:24 horas del 26 de julio de 2001, que es informe final del proceso ordinario , y
todo lo actuado dentro del proceso administrativo instaurado bajo las mismas...y todo lo
actuado dentro del proceso administrativo de conformidad con el oficio C-276-
2001...Nómbrase ORGANO DIRECTOR DEL PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO en atención a la resolución No 274-2000 de las 10:30 horas del 14
de julio del año 2000del señor Ministro de Trabajo y Seguridad Social a fin de
INVESTIGAR Y DETERMINAR LA PRESENCIA DE ENVENTUALES CLASES DE
NULIDADES DE LOS TRAMITES Y ACTOS DECLARATORIOS DE DERECHOS A
LOS SEÑORES SALGUERO FONSECA FERNANDO, VILLLEGAS VILLEGAS
CARLOS...GARCIA GAMBOA ALAIN Y DONATO MAGURNO MARINO...a la
licenciada Andrea Serrano Rodríguez...y a la funcionaria Francela García Romero..."

(folios 4 a 8 del expediente administrativo "Nº2").

DECIMO. Mediante resolución NºR-DNP-OD-NEJA-1576-2002, dictada a las 11:57


horas del 18 de marzo del 2002, el Organo Director del Procedimiento citó al señor
Salguero Fonseca. (Folios 19 a 23 del expediente "Nº2").

DECIMO PRIMERO. En la resolución NºR-DNP-OD-NEJA-1576-2002 se tienen como


elementos constitutivos del expediente administrativo las resoluciones ya revocadas y
las actuaciones anuladas por la Dirección Nacional de Pensiones, según la resolución
NºDNP-OD-002-2002, dictada a las 8:00 horas del 11 de marzo del 2002.

DECIMO SEGUNDO. Entre los elementos que en forma expresa se tienen como
componentes del expediente administrativo, no se encuentran las piezas
correspondientes al acto que se pretende anular (otorgamiento de la Pensión de Guerra),
así como tampoco las que corresponden al acto con el cual se otorgó la Pensión de
Hacienda.

DECIMO TERCERO. De conformidad con la anterior resolución se señalan como


fechas para la comparecencia, según se consigna en el primer párrafo de los
considerandos: las "DIEZ HORAS DEL DIA DOS DE MAYO DEL AÑO DOS
MIL DOS" y, según la parte dispositiva: "DIEZ HORAS DEL DIA DE MARZO
DEL AÑO DOS MIL DOS". (Folios 19 a 23 frente y vuelto del expediente "Nº2").

DECIMO CUARTO. Esta resolución fue notificada el 8 de abril del 2002. (Folio 23
vuelto del expediente "Nº2").

DECIMO QUINTO. La audiencia oral se celebró el 2 de mayo del 2002. Según el acta,
se inició a las 10:47 horas y concluyó a las 10:58 horas del mismo día, es decir, once
minutos después. (Folios 43 y 44).

DECIMO SEXTO. Consta en el nuevo expediente administrativo un impreso titulado


"HISTORICO PAGOS PERSONALES", con fecha 31 de mayo del 2002, donde
aparece, bajo el rubro "SALARIO DEVENGADO" (que presuntamente debe entenderse
como monto percibido como "Pensión de Hacienda"), la suma de ¢385.971.15
(trescientos ochenta y cinco mil novecientos setenta y uno colones con quince
céntimos). ( Folio 48 del expediente "Nº2").

DECIMO SEPTIMO. Mediante resolución NºOD-IF-DAL-3639-02, dictada a las 15:24


horas del 1º de julio del 2002, el Organo Director se pronunció sobre la situación
investigada (folios 63 a 74 del expediente "Nº2").
DECIMO OCTAVO. Entre los elementos que expresamente se tienen como
componentes del expediente administrativo, según la resolución NºOD-IF-DAL-3639-
02 (antes identificada), tampoco se encuentran las piezas correspondientes al acto que se
pretende anular (otorgamiento de la Pensión de Guerra), ni las que corresponden al acto
con el cual se otorgó la Pensión de Hacienda.

III. IMPROCEDENCIA DEL DICTAMEN FAVORABLE

A. El carácter excepcional de la potestad administrativa de anular actos


declaratorios de derechos subjetivos

La Administración no puede volver sobre sus propios actos lesionando derechos


subjetivos. Ello, como reiteradamente lo ha expuesto este órgano, violentaría las raíces
mismas de nuestro sistema político.

Por ello, la potestad administrativa de anulación de actos declaratorios de derechos


subjetivos es excepcional y (por la misma naturaleza de los derechos, eventualmente
afectados con la eventual anulación) se requiere el cumplimiento previo del Debido
Proceso, de manera efectiva.

La Administración Pública no puede soslayar las dimensiones taxativamente limitadas


de esta potestad. Si lo hiciera, ello implicaría la inobservancia de Principios de Orden
Público y, consecuentemente, la imputación de eventuales responsabilidades de órdenes
diversos a los funcionarios y al Estado.

El legislador estableció y autorizó el ejercicio de esta potestad para el supuesto que él


mismo definió como "nulidad absoluta, evidente y manifiesta". La utilización de esta
expresión expresa una garantía para el ciudadano, frente a la posibilidad de una eventual
arbitrariedad de la Administración. Esta garantía constituye sin duda una de las
manifestaciones de nuestro sistema republicano consolidado y desarrollado sobre
valores fundamentales entre ellos: la seguridad jurídica.

Este carácter excepcional se garantiza por el mismo Ordenamiento Jurídico; en forma


específica, mediante el mismo artículo 173 de la Ley General de la Administración
Pública, con el que se dispone:

"...

1.-

Cuando la nulidad absoluta de un acto declaratorio de derechos fuere evidente y


manifiesta, podrá ser declarada por la Administración en la vía administrativa, sin
necesidad de recurrir al contencioso de lesividad señalado en los artículos 10 y 35 de
la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, No. 3667, de 12 de
marzo de 1966, previo dictamen favorable de la Procuraduría General de la República.

Cuando la nulidad versare sobre actos administrativos relacionados directamente con


el proceso presupuestario o la contratación administrativa, la Contraloría General de
la República deberá rendir el dictamen favorable.
2.-

Cuando se tratare de la administración del Estado, el órgano constitucional superior


que emitió el respectivo acto deberá declarar la nulidad. En los actos del Poder
Ejecutivo, el Ministro del ramo designará al órgano director del procedimiento
administrativo. Si se tratare de otros entes públicos o Poderes del Estado, deberá
declarar la nulidad cada jerarca administrativo. Contra lo resuelto por ellos, solo
cabrá recurso de reconsideración o reposición. Con la resolución de los recursos se
dará por agotada la vía administrativa.

3.-

Antes de anular los actos referidos en este artículo, el acto final debe estar precedido
por un procedimiento administrativo ordinario, en el que se hayan observado los
principios y las garantías del debido proceso y se haya brindado audiencia a todas las
partes involucradas.

4.-

En los casos anteriores, el dictamen deberá pronunciarse expresamente sobre el


carácter absoluto, manifiesto y evidente de la nulidad.

5.-

La potestad de revisión oficiosa consagrada en este artículo caducará en cuatro años.

6.-

La anulación administrativa de un acto contra lo dispuesto en este artículo, sea por


omisión de las formalidades previstas o por no ser la nulidad absoluta, evidente y
manifiesta, será absolutamente nula. Además, la Administración estará obligada a
pagar las costas, los daños y perjuicios, sin mengua de las responsabilidades
personales del servidor agente, conforme al segundo párrafo del artículo 199.

7.-

La pretensión de lesividad no podrá deducirse por vía de contrademanda.

8.-

Para los supuestos en los que la emisión del acto administrativo viciado de nulidad
absoluta, evidente y manifiesta, corresponda a dos o más Ministerios, o bien, se trate
de la declaración de nulidad de actos administrativos relacionados, pero dictados por
órganos distintos, regirá lo dispuesto en el inciso d) artículo 26 de esta ley. (Así
reformado por el artículo 1º de la ley No.7871 de 21 de abril de 1999)
(TRANSITORIO.-
El transitorio de la indicada ley No.7871 señala que, en los asuntos cuyo
procedimiento administrativo se haya iniciado en el seno del Consejo de Gobierno,
antes de la vigencia de esta reforma, serán de su conocimiento hasta que el Consejo
emita el acto final, previos dictámenes favorables de la Procuraduría General de la
República o la Contraloría General de la República, según el caso, y bajo la égida de
las normas rectoras del rito en mención).

..."

(Texto y observaciones que constan en el Sistema Nacional de Legislación Vigente).

Es claro entonces, que:

• La potestad de la anulación de los propios actos, por parte de la misma


Administración, en tratándose actos declaratorios de derechos, es limitada.
• La potestad administrativa de anulación de los propios actos sólo se encuentra
autorizada para los casos en los que concurre una nulidad absoluta, evidente y
manifiesta.
• Que, sin perjuicio de los objetivos específicos de la anulación de un acto que
presenta una nulidad absoluta, evidente y manifiesta, en un caso concreto, el
ejercicio de la misma constituye una aplicación concreta de la Justicia
Administrativa.

Lógicamente, estos aspectos de la realidad normativa llevan, además, a la exigencia de


un presupuesto esencial: la necesidad de cumplir con el Debido Proceso, de previo a
la declaratoria de una nulidad absoluta, evidente y manifiesta.

B. El requerimiento del debido proceso. Vicios en el caso concreto

Del mismo contenido de esta potestad, ahora incorporado en el contenido normativo del
artículo 173, se desprende claramente que no se puede dictaminar sobre la existencia de
la nulidad absoluta, evidente y manifiesta si previamente no se ha realizado un
procedimiento administrativo ordinario, fundamentalmente de conformidad con los
artículos 214, siguientes y concordantes y 308 siguientes y concordantes de la Ley
General de la Administración Pública.

El carácter excepcional de la potestad de anulación y la exigencia del Debido


constituyen principios que también se han consolidado con abundante jurisprudencia de
este órgano consultivo.

1. Vicios en relación con el Debido Proceso Substantivo

De previo, es preciso reiterar que el cumplimiento del Debido Proceso es de


interés público; que los imperativos constitucionales y legales no se pueden
soslayar y que el Organo Director del Procedimiento puede satisfacer
fácilmente esa exigencia, si ejerce las potestades y los deberes que el mismo
Ordenamiento le asigna y si respeta las prohibiciones de las cuales es
destinatario.

a. Organo competente para el nombramiento del Organo Director

Ya este órgano ha establecido, con abundante jurisprudencia, que el órgano


competente para declarar la nulidad absoluta, evidente y manifiesta es también el
competente para ordenar la apertura del procedimiento ordinario y hacer el
nombramiento del Organo Director, y que este órgano también debe ser el que
ordena la remisión del expediente a la Procuraduría General de la República.

La titularidad de la competencia para la declaratoria de la nulidad absoluta,


evidente y manifiesta se precisó con la última reforma del artículo 173 de la Ley
General de la Administración Pública, cuyo contenido vigente, en lo que interesa
se lee así:

"...

2.-

Cuando se tratare de la administración del Estado, el órgano

constitucional superior que emitió el respectivo acto deberá declarar la


nulidad. En los actos del Poder Ejecutivo, el Ministro del ramo designará al
órgano director del procedimiento administrativo. Si se tratare de otros entes
públicos o Poderes del Estado, deberá declarar la nulidad cada jerarca
administrativo. Contra lo resuelto por ellos, solo cabrá recurso de
reconsideración o reposición. Con la resolución de los recursos se dará por
agotada la vía administrativa.

..."

Igualmente, con oportunidad de esta reforma, la Procuraduría General de la


República emitió la circular NºGR-1207-2000, de 16 de agosto del 2000,
advirtiendo, en lo que más interesa:

"...

Por último, en relación con el jerarca administrativo de los otros entes públicos
o Poderes del Estado, el órgano asesor interpreta que el órgano competente
para declarar la nulidad, en principio, es el máximo jerarca de la institución.
No otra cosa puede interpretarse de la frase "contra lo resuelto por ellos, solo
cabrá recurso de reconsideración o reposición." No obstante lo anterior, es
necesario, dada la cantidad y diversidad de normas especiales que existen en
nuestro ordenamiento jurídico, investigar en cada ley especial con el fin de
precisar, en cada caso, a quien el legislador le ha asignado la posición de
jerarca administrativo. Lo anterior, por cuanto si en una ley especial se negara
la posibilidad de apelación contra los actos de un jerarca administrativo, que
obviamente no sea el jerarca máximo del ente, en ese supuesto la declaratoria
le correspondería a ese órgano y no al superior."

En el caso concreto podemos observar que el Ministro de Trabajo y Seguridad


Social (órgano competente para tomar esta decisión) nombró un órgano director
y que éste, a su vez, nombró otro órgano director para que instruyera el asunto
encargado, sin estar facultado para ello.

En consecuencia, concurre un vicio en la competencia y un nombramiento ilegal


que no se puede subsanar.
b. Vicios en la citación

Como ya adelantamos, en tratándose de la declaratoria de una nulidad absoluta,


evidente y manifiesta de un acto declaratorio de derechos, debe seguirse el
procedimiento administrativo ordinario, de conformidad con los artículos 214
siguientes y concordantes y 308 siguientes y concordantes de la Ley General de
la Administración Pública.

El incumplimiento de estas normas puede dar lugar a nulidades del mismo


procedimiento, nulidades que podrían ser de distinta gravedad y que, según
el caso, podrían impedir la declaratoria de la nulidad del acto que cuya
pretensión ha motivado la apertura del mismo procedimiento.

Por ello, el procedimiento debe desarrollarse con apego a la Ley. Es de especial


importancia que se observen las normas que garantizan debidamente el Derecho
a la Defensa, de quien es titular de los derechos que se han declarado con el acto
que se pretende anular y de quien, aun no siendo el destinatario específico del
acto declaratorio, hipotéticamente pueda resultar afectado con la eventual
declaratoria de nulidad.

En este sentido, debe darse especial atención a los requisitos de la citación,


según los artículos 249 y 254 de la Ley General de la Administración Pública.
Y, dentro de estos requisitos, a la intimación, que implica, entre otros aspectos,
asegurarse que la parte citada pueda conocer con precisión cuál es el acto que se
pretende anular y cuáles son los reproches que fundamentarían la eventual
declaratoria de la nulidad.

En el caso concreto podemos corroborar que se hace un reproche sobre la


presunta ilegalidad del acto que se pretende anular pero no sobre el carácter de
esa nulidad que supuestamente lo adecua a la hipótesis de la nulidad absoluta,
evidente y manifiesta.

Como ya advertimos, no es la mera ilegalidad la que permite a la


Administración anular un acto administrativo declaratorio de derechos.

También debemos observar que aunque en este caso el señalamiento de la fecha


para la audiencia se hizo en forma confusa y a la misma hora que para las demás
personas que también fueron citadas como partes, el señor Salguero Fonseca sí
compareció. Sin embargo, no podría afirmarse que el señor Salguero Fonseca
tuviera certeza del mismo con la debida antelación.

Mas, en todo caso, dados los demás vicios e ilegalidad que señalamos, los
efectos de esta confusión no son relevantes para el pronunciamiento.

Sobre las formalidades de la citación y el Derecho a la Defensa, pueden


consultarse, entre otras, las sentencias de la Sala Constitucional, números: 211-
95, de 11 de enero de 1995; 2526 -95, del 17 de mayo de 1995; 4557, del 16 de
agosto de 1995; 416-95, de 20 de enero de 1995 y 2736-98, de 1º de abril de
1998.
c. Insuficiencia de la instrucción

El objeto más importante del procedimiento administrativo es:

"...la verificación de la verdad real de los hechos que sirven de motivo al acto
final..."

(artículo 214, de la Ley General de la Administración Pública y 41 de la


Constitución Política)

No se puede realizar la Justicia Administrativa si no se busca la verdad real. Por


ello, el Ordenamiento Jurídico le ha encargado al Organo Director entre otros
deberes y poderes:

"...

1- Abstenerse de conocer y tramitar un asunto, cuando se incurra en alguna


causal prevista por la ley, siguiendo para ello con el trámite correspondiente
(artículo 230 al 238)...

2- El órgano director debe impulsar de oficio el procedimiento (artículo 222).

3- Cuando deba interpretar las normas del Libro Segundo de la Ley General de
la Administración Pública, deberá hacerlo en forma favorable a la admisión y
decisión final de las peticiones de los administrados (artículo 224).

4- El órgano debe conducir el procedimiento con la intención de lograr un


máximo de celeridad y eficiencia dentro del respeto al ordenamiento y a los
derechos e intereses del administrado (artículo 225.1). Este deber reviste
especial importancia si tomamos en consideración que ese mismo artículo
indica que serán responsables la Administración y el servidor por cualquier
retardo grave e injustificado.

5- Debe adoptar las resoluciones con apego al ordenamiento, y en caso de


actuaciones discrecionales, a los límites de racionalidad y razonabilidad
implícitos en aquél (artículo 216).

6- El órgano director debe observar las formalidades substanciales del


procedimiento, pues de lo contrario se causará nulidad de lo actuado en los
términos del artículo 223 de la Ley General de la Administración Pública. Así,
por ejemplo, el numeral 247 del mismo cuerpo legal se refiere a la nulidad de la
comunicación de actos del procedimiento, y el artículo 254 a la nulidad de la
citación.

7- La actuación administrativa debe tener lugar en la sede normal del órgano y


dentro de los límites territoriales de su competencia, so pena de nulidad
absoluta del acto, salvo que éste por su naturaleza deba realizarse fuera.

El servidor podrá actuar excepcionalmente fuera de sede por razones de


urgente necesidad (artículo 268).
8- El órgano director deberá resolver todas las cuestiones previas surgidas
durante el curso del procedimiento, aunque entren en la competencia de otras
autoridades administrativas; pero deberá consultarlas a éstas inmediatamente
después de surgida la cuestión y el órgano consultado deberá dictaminar en el
término de tres días (artículo 227.1).

9- Debe garantizar el derecho de defensa de las partes. Por ejemplo permitirles


el acceso al expediente (Artículo 217).

Las partes, sus representantes y cualquier abogado, tendrán derecho en


cualquier fase del procedimiento a examinar, leer y copiar cualquier pieza del
expediente, así como a pedir su certificación, (el costo de las copias y
certificaciones a cargo del petente) con las salvedades que indica el artículo
273 de la Ley General de la Administración Pública (artículo 272).

No se otorgará acceso al expediente cuyo conocimiento pueda comprender


secretos de Estado o información confidencial de la contraparte o, en general,
cuando el examen de dichas piezas confiera a la parte un privilegio indebido o
una oportunidad para dañar ilegítimamente a la Administración, a la
contraparte o a terceros, dentro o fuera del expediente (artículo 273).

Fuera de los casos citados, la Ley establece en el artículo 259.4 que se reputa
fuerza mayor y por ende pueden suspenderse los plazos si la Administración ha
negado u obstaculizado el examen del expediente.

10- Conservar en los supuestos de actos o actuaciones que deban consignarse


en acta, aquellos objetos presentados que puedan desaparecer, dejando en la
misma la constancia respectiva (artículo 270.6).

11- Al órgano director le es prohibido hacer nuevos señalamientos o prórrogas


de oficio (artículo 258).

12- El órgano director del procedimiento deberá respetar los plazos


establecidos en la Ley General de la Administración Pública.

En el caso de suspensión de plazo por fuerza mayor o si por cualquiera otra


razón el órgano no ha podido realizar los actos o actuaciones que le
corresponden, previstos dentro de los plazos señalados por los artículos 261 y
262, deberá comunicarlo a las partes y al superior dando las razones para ello
y fijando simultáneamente un nuevo plazo al efecto, que nunca podrá exceder
de los allí indicados.

Si ha mediado culpa del servidor en el retardo, cabrá sanción disciplinaria en


su contra y, si la culpa es grave, responsabilidad civil ante el administrado
tanto del servidor como de la Administración (artículo 263).

13- No puede reducir o anticipar los términos destinados a las partes o


terceros, pues ello corresponde al Poder Ejecutivo en virtud de razones de
urgencia (artículo 265.3)
14- El órgano director debe tomar en consideración que las reglas establecidas
en los artículos 239 al 247 acerca de la comunicación de los actos del
procedimiento deben ser observadas. Destaca dentro del articulado el numeral
245 que indica que la notificación debe contener el texto íntegro del acto con
indicación de los recursos procedentes, del órgano que los resolverá, de aquél
ante el cual deberán interponerse y del plazo para interponerlos.

15- Asimismo debe observar las reglas establecidas en los artículos 248 a 254
acerca de las citaciones.

El órgano director debe velar porque la citación incluya los requisitos


enunciados en el numeral 249. Respecto al punto c) del artículo, debe tomarse
en cuenta que al indicar el asunto a que se refiere la citación, el órgano
director debe limitarse a indicar los hechos absteniéndose de calificarlos
(artículo 249).

16- Debe adoptar todas las medidas probatorias pertinentes o necesarias, aún
si no han sido propuestas por las partes y aún contra la voluntad de ellas. Lo
anterior con el fin de verificar de la forma más fiel y completa, los hechos que
sirven de motivo al acto final. (Artículo 221)

17- Celebrar la comparecencia en su sede, salvo supuestos de inspección


ocular, prueba pericial, o bien, razones de economía de gastos o cualesquiera
otras ventajas administrativas evidentes, siempre que ello no cause pérdida de
tiempo y/o perjuicio grave para las partes (artículos 268 y 318).

18- Además de dirigirla, debe señalar la hora y la fecha de la comparecencia


oral y privada y citar a las partes con quince días de anticipación. Si el órgano
es colegiado la comparecencia será dirigida por el Presidente o por el miembro
designado al efecto (artículo 311 y 314).

19- En la evacuación de prueba, dirigir y controlar las preguntas que se


formulen (artículo 304.2). Igualmente deberá intervenir el órgano director por
iniciativa propia, con el fin de que la materia de cada pregunta quede agotada
en lo posible inmediatamente después de cada respuesta (artículo 304.4).

...

20- Evacuar la prueba ofrecida por la parte, incluso en ausencia de esta,


gozando para ello de las mismas facultades y deberes que las autoridades
judiciales (artículos 300 y 315.2).

En el procedimiento sumario el órgano director ordenará y tramitará las


pruebas en la forma que crea más oportuna, determinará el orden, términos y
plazos de los actos a realizar, así como la naturaleza de éstos, sujeto
únicamente a las limitaciones que señala la Ley General de la Administración
Pública (artículo 323).

21- Imponer multa al citado a confesión cuando no comparezca sin justa causa
(artículo 301.4).
22- Cuando la comparecencia ha sido grabada, el acta respectiva podrá ser
levantada posteriormente con la sola firma del funcionario director, antes de la
decisión final (artículo 313).

23- Recibir los recursos ordinarios que se formulen (artículos 342 y 349).

24- Resolver el recurso de revocatoria dentro de los ocho días posteriores a su


presentación, salvo la hipótesis prevista en el numeral 352.1.

25- Emplazar a las partes, en caso de recurso de apelación, ante el superior,


remitiendo el expediente sin admitir ni rechazar el recurso y acompañando un
informe sobre los motivos de éste (artículo 349.2).

..."

(Dictamen Nº173-95, de 7 de agosto de 1995. El énfasis es nuestro)

En el caso concreto, entre otras falencias, podemos corroborar que, como ya lo


advertimos, no se incorporaron en el procedimiento administrativo los
expedientes o las piezas correspondientes a los trámites de la "Pensión de
Guerra" y de la "Pensión de Hacienda", no obstante que, supuestamente esta
última habría sido la vía por la que el señor Salguero Fonseca habría alcanzado
la condición de "contribuyente del Impuesto sobre la Renta" y, con ello, la
deslegitimación para disfrutar la Pensión de Guerra.

2. Violación del Derecho de Defensa

Los vicios ya señalados ciertamente restringen el ejercicio del Derecho de


Defensa. La Administración debe respetar en forma estricta el Derecho de
Defensa pues la eventual anulación de un acto declaratorio de derechos es de
excepción, no sólo porque afecta los derechos subjetivos y derechos y valores
fundamentales, como la seguridad jurídica, sino porque incide en la esencia del
mismo Ordenamiento Jurídico.

Como bien explica Margarita Beladiez Rojo:

"...

Una de las características de todo orden jurídico es el deber de garantizar la


permanencia y estabilidad de las relaciones creadas a su amparo, pues como es
obvio, todo sistema de derechos y obligaciones descansa sobre la base de la
conservación de los actos o negocios de los que traen causa. De nada valdría
una declaración de voluntad por la que un determinado sujeto se obligara a
realizar una prestación si luego el obligado pudiera libremente revocarla. La
efectividad del Derecho no puede depender de la voluntad de aquellos a quienes
resulta de aplicación, pues ello supondría privarle de la imperatividad que le
caracteriza; de ahí que en todo el ordenamiento, la idea de la conservación es
esencial para asegurar la eficacia del mismo sistema..."
( Validez y Eficacia de los Actos Administrativos. Marcial Pons, Ediciones
Jurídicas, S.A., Madrid, 1994, pág.41).

Por ello, precisamente, la potestad de anulación de un acto declaratorio de


derechos es de carácter excepcional y eventualmente, en nuestra realidad, se
puede justificar, únicamente, en el caso de que se trate de una nulidad absoluta,
evidente y manifiesta; es decir, cuando se está ante vicios que, dada su entidad,
la persona titular de los derechos subjetivos afectados razonablemente no podía
esperar que el acto se mantuviera.

El señor Salguero Fonseca fue intimado sobre la presunta falta de un requisito en


el acto que le otorgó el derecho a la "Pensión de Guerra", no sobre los
fundamentos de la supuesta gravedad de ese incumplimiento.
Consecuentemente, no podemos afirmar que el señor Salguero Fonseca
conociera con certeza el objeto y justificación del procedimiento y, pudiera
ejercer una defensa consecuente.

3. Inaplicación de la Justicia Administrativa

Los vicios señalados dejan sin aplicación la Justicia Administrativa.

Pero, además, es preciso destacar que realmente no hubo una instrucción suficiente. No
se puede afirmar que se adoptaran en este caso "...todas las medidas probatorias
pertinentes o necesarias...con el fin de verificar de la forma más fiel y completa, los
hechos que sirven de motivo al acto final. (Artículo 221).

Entre otros aspectos, como ya advertimos, podemos corroborar que no se incorporan en


el expediente administrativo las piezas correspondientes al expediente con el cual se
tramitó la solicitud de la "Pensión de Guerra", ni el expediente o piezas
correspondientes al otorgamiento de la "Pensión de Hacienda", por ello, no se da
traslado de dichas piezas al señor Salguero Fonseca.

C. Ilegalidad del procedimiento

1. El carácter excepcional de la Potestad de Anulación del Acto Declaratorio


de Derechos

Las violaciones antes señaladas no permiten dictaminar favorablemente sobre la


existencia de la supuesta nulidad absoluta, evidente y manifiesta.

Sin embargo, en aplicación del Principio de Economía de la Energía


Administrativa, es importante advertir que, de conformidad con la misma
substanciación de los actos administrativos, esta no es la vía legal para la
declaratoria de la nulidad que se pretende.

Como advertimos al inicio de este dictamen, el carácter excepcional de esta


potestad se garantiza por el mismo Ordenamiento Jurídico, incluso dentro del
mismo artículo 173 de la Ley General de la Administración Pública, cuando se
dispone:
"...

6-La anulación administrativa de un acto contra lo dispuesto en este artículo,


sea por omisión de las formalidades previstas o por no ser la nulidad absoluta,
evidente y manifiesta, será absolutamente nula.

Además, la Administración estará obligada a pagar las costas, los daños y


perjuicios, sin mengua de las responsabilidades personales del servidor
agente, conforme al segundo párrafo del artículo 199..."

Este carácter excepcional es de fácil comprensión recurriendo a la misma


concepción del sistema republicano: la Administración no puede volver sobre
los actos propios y no puede tampoco sustituir al Organo Jurisdiccional. Para
una mayor ilustración es importante recurrir a las enseñanzas de Eduardo Ortiz
cuando, en la discusión legislativa del proyecto de la Ley General de la
Administración Pública, explicó:

"…

El juicio de lesividad es una protección a la seguridad jurídica del administrado


en el sentido de que si tiene un derecho derivado de un acto administrativo,
puede tener la confianza de que no le será suprimido sin un juicio con todas las
garantías de un proceso judicial.

Pero se dice, y la Comisión creyó que con razón, y esto empezó a decirse en
España, no en Costa Rica, que cuando la nulidad del acto es absoluta, evidente,
clara, el administrado no tiene derecho a esa seguridad, porque está refiriendo
un derecho en condiciones que obviamente no pueden garantizarse, porque él
mismo sabe que el acto que se está realizando es absolutamente nulo y en
consecuencia no tiene una expectativa bien fundada de poder mantenerse ese
derecho. Luego, en esos casos, la Administración puede deshacer ese derecho
en la vía administrativa, sin ir al juez, con la garantía y aquí nosotros hemos
alegado de nuestra cuenta para que no se trate simplemente de una volubilidad,
de una veleidad de la Administración, de que tendrá que haber previo dictamen
favorable de la Procuraduría General de la República y votación por mayoría
simple del Consejo de Gobierno. Esto significa que eso no lo va decidir un
Ministro, lo decide el Consejo de Gobierno y no lo va a decidir el Consejo de
Gobierno por sí y ante sí sino previo dictamen favorable, recomendando la
anulación, de la Procuraduría General de la República, sin el cual dictamen, ni
siquiera el Consejo de Gobierno podría dar lugar a esa anulación.

...

...si en lugar de hablar de la nulidad absoluta pusiéramos así: "La declaración


de la nulidad absoluta que sea manifiesta", en otras palabras, para acentuar el
hecho de que el administrado cuando sea evidente la nulidad no tiene derecho
al juicio de lesividad, Es decir, decir "La declaración de nulidad absoluta
cuando la nulidad absoluta sea evidente y manifiesta, podrá hacerse la
declaración de la misma por el Estado, es decir, eliminar simplemente el hecho
de que la nulidad sea absoluta, puede ser que sea absoluta, pero si no es
manifiesta, obvia, entonces jugará el principio de lesividad. Entiende la
modalidad que le estoy dando? Estoy restringiendo el concepto ya no en los
casos de nulidad absoluta, sino en los casos de nulidad manifiesta y
evidente…

…Yo por eso sugería, para hacer esto más tutelar del particular, poner en el
párrafo primero "cuando la nulidad absoluta sea evidente y manifiesta, " y
agregar uno quinto que diga: "cuando la administración prescinda ilegalmente
del juicio de lesividad, por tratarse de una lesividad relativa la que aqueja el
acto, deberá acogerse la demanda en su contra aún si se constata la nulidad
relativa" y con eso ponemos la administración en un jaque mate porque la
primera vez que la administración quiera anular un acto arbitrariamente se va
a encontrar ante esta alternativa…la administración puede decir, si hago el
juicio de lesividad porque esta nulidad es relativa, lo gano, dado que declaran
que es nulidad y anulan el acto, es decir, yendo a la lesividad, pero si no hago
el juicio de lesividad lo que va a ocurrir es que si el juez descubre que la
nulidad es relativa y ve arbitrario mi acto, pierdo el juicio aunque lo declare
nulo porque la ley lo dispone así como sanción para la arbitrariedad. Es decir,
yo veo que una administración puesta en esta alternativa, muy probablemente
opte por atenerse a la ley, porque no le conviene el riesgo de perderse un juicio
que de otro modo podría ganar, si actúa correctamente…" (Acta de la Sesión
Nº103, celebrada por la Comisión Permanente de Gobierno y Administración, a
las catorce horas con quince minutos del dos de abril de mil novecientos setenta,
págs. 2, 5 y 6. El énfasis es nuestro).

La Sala Constitucional también se ha referido reiteradamente al carácter


excepcional de esta potestad. Así, entre otras, en las siguientes sentencias:

"...Tal argumentación es manifiestamente improcedente toda vez que si bien es


cierto que la administración pública tiene la facultad de anular sus propios
actos cuando ella considere que son lesivos a sus intereses, tal facultad es
limitada cuando se está ante un acto declarativo de derechos, pues para ello
deberá ir al proceso de lesividad que para los efectos contienen los artículos 10
y 35 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contenciosa Administrativa, según
lo que establece el artículo 173 de la Ley General de la Administración Pública,
siempre y cuando no se esté ante una nulidad absoluta, manifiesta y evidente, en
cuyo caso podrá declararla de oficio..."

(Sentencia Nº458-90. El énfasis es nuestro).

"...Un acto declaratorio de derechos sólo puede ser declarado nulo por la
propia administración, cuando se esté en presencia de una nulidad absoluta,
manifiesta y evidente. Por manera que no se trata de cualquier nulidad
absoluta sino de aquella que se encuentre acompañada de una nota especial y
agravada. Consistente en que la nulidad absoluta sea perceptible fácilmente, o
lo que es igual sin necesidad de forzar las circunstancias para concluir ello..."

(Sentencia Nº1563-91. El énfasis es nuestro).


2. Inexistencia de una nulidad absoluta, evidente y manifiesta en el caso
concreto

Tal y como se desprende del artículo 173 ya citado, la primera condición que se
requiere para la declaratoria de una nulidad absoluta, evidente y manifiesta en sede
administrativa es, precisamente, que presente el vicio de la nulidad absoluta.

En el caso concreto, de conformidad con la misma resolución con la cual se inició el


procedimiento, se tienen como "resultandos":

"7.-

Que el objeto del presente procedimiento Ordinario es declarar si existen elementos de


hecho y de derecho, de conformidad con el artículo 173 de la Ley General de la
Administración Pública anteriormente citado, a fin de declarar la nulidad absoluta,
evidente y manifiesta del acto declaratorio de derechos contemplado en la resolución
Nº035-PG-2000 de las 8:00 horas del doce de enero del año dos mil, por los
fundamentos de hecho y de Derecho que se exponen a continuación:

A.-

La Ley de Pensiones e Indemnizaciones de Guerra Nº1922 del 5 de agosto de 1955 y


sus reformas, en su artículo 10 inciso ch), establece expresamente como requisito para
optar por la indemnización por este régimen, que el gestionante no debe ser
contribuyente del impuesto sobre la renta, sobre su trabajo personal dependiente o por
concepto de jubilación o pensión.

B. - Que la omisión de los requisitos establecidos en el Artículo 10 de la Ley 1922 del 5


de agosto de 1955, viciaría de nulidad absoluta, evidente y manifiesta cualquier acto
administrativo.

C.-

Mediante resolución Nº472--PG-99 de las 8:00 horas del diez del 16 de enero del año
1999, declaró la aprobación de la solicitud de Indemnización de Guerra y Gracia al
señor Salguero Fonseca Fernando.

D. Que previo a efectuar la respectiva inclusión en planillas y al realizar el cruce de


información con el Sistema de Históricos de Pagos Personales de la Dirección General
de Informática, se detecta que el señor Salguero Fonseca Fernando disfruta de una
Pensión del Régimen de Hacienda por un monto de trescientos veinticuatro mil
doscientos noventa y siete colones con cincuenta y cinco céntimos (324.297.55) al mes
de marzo del año 2000.

..."

En consecuencia, es importante tener en consideración que la Ley General de la


Administración Pública dispone:

"...
Artículo 166: Habrá nulidad absoluta del acto cuando falten totalmente uno o varios
de sus elementos constitutivos, real o jurídicamente.

..."

Y que, mediante la Ley Nº1922 del 5 de agosto de 1955 se establece: "...

Artículo 10.-

Los excombatientes de las actividades bélicas que tuvieron lugar durante los años de
1948 y de 1955, tendrán derecho a disfrutar de una pensión de diez mil colones
(¢10.000) mensuales y se les reconocerá, además, el derecho al decimotercer mes,
siempre y cuando reúnan los siguientes requisitos:

a) Haber luchado en combate en las actividades bélicas de los años 1948 y 1955 o
haber tenido una participación activa en estos combates, situación que será valorada
por la Junta de Pensiones de Guerra. La comprobación de este requisito se hará por
medio de la declaración jurada del interesado y de tres testigos a los cuales se les haya
otorgado con anterioridad la condición de excombatientes de conformidad con esta
Ley.

Esta declaración se rendirá ante los funcionarios competentes de la Oficina Nacional


de Pensiones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, bajo el apercibimiento de
las penas con que la ley castiga el perjurio y el falso testimonio.

b) Contar con sesenta o más años de edad.

c) No poseer bienes inmuebles a su nombre ni al de su cónyuge, salvo que se trate de


una propiedad afectada por el Régimen de Patrimonio Familiar o de una vivienda de
interés social. Este requisito se comprobará con una certificación emitida por el
Registro de la Propiedad.

ch) No ser contribuyente del impuesto sobre la renta, para cuya demostración deberá
presentar una certificación emitida por la Dirección General de Tributación Directa."

El objeto de reproche es únicamente el presunto incumplimiento de uno de los


requisitos. No se puede afirmar, en consecuencia, que falte en forma total el motivo del
acto mediante el cual se declaró el derecho en beneficio del señor Salguero Fonseca, es
decir, que concurra un vicio de nulidad absoluta, según este artículo.

Pero, en todo caso, la omisión de este requisito tampoco se encuentra substanciada en


los autos como causante de una nulidad absoluta, evidente y manifiesta, es decir, como
constitutiva del presupuesto único en el cual la Administración pueda declarar la
nulidad de un acto declaratorio de derechos.

Es importante señalar, además, que mediante resolución NºJPIG-418-99, de las 8:00


horas del 11 de junio de 1999, la Junta de Pensiones e Indemnizaciones de Guerra
dispuso:

"...
Declarar con lugar la solicitud del señor SALGUERO FONSECA FERNANDO de
calidades antes dichas. En consecuencia se otorga una INDEMNIZACION DE
GUERRA POR LA SUMA DE VEINTICINCO MIL QUINIENTOS SETENTA Y
OCHO COLONES CON SETENTA Y OCHO CENTIMOS (¢25.578.78) mensuales a
partir del 24 de agosto de 1998 folio 3, fecha en que presentó el total de los
documentos probatorios que acreditan su derecho, lo anterior en aplicación analógica
del artículo 28 de la Ley Nº7302 del 15 de julio de 1992..."

(El énfasis con el subrayado es nuestro. Folios 17 a 20 del expediente con el cual se
tramitó esta pensión. No consta en el expediente con el cual se instruyó este
procedimiento).

Y, correlativamente, el Organo Director utiliza, en forma frecuente, el término de


"indemnización", que como se señala en el oficio NºDAJ-AI-329-00, de 12 de junio del
2000 (ordinal "Quinto"), corresponde a un beneficio distinto.

La utilización de este término, eventualmente, podría implicar un trato distinto en la


exigencia del requisito echado de menos.

La importancia de la falta de substanciación de la existencia del carácter de nulidad


absoluta, evidente y manifiesta toma mayor importancia si consideramos que la
exigencia cuya omisión de cumplimiento se reprocha se enuncia en los siguientes
términos:

" ch) No ser contribuyente del impuesto sobre la renta, para cuya demostración deberá
presentar una certificación emitida por la Dirección General de Tributación Directa."

Y que, de conformidad con la Ley Nº7535 se dispuso:

"...

ARTICULO 30.-

Derogaciones.

Se derogan las siguientes normas:

a) El inciso ch) del artículo 15, el párrafo segundo del artículo 20 y los artículos 12 y
25, todos de la Ley del impuesto sobre la renta, No. 7092, del 21 de abril de 1988 y sus
reformas.

b) Todo lo correspondiente a las constancias o las certificaciones tributarias


establecidas en el inciso 5) del artículo 11 de la Ley No. 1155, del 29 de abril de 1950;
en el inciso c) del artículo 7 de la Ley No. 14, del 2 de diciembre de 1935; en el inciso
ch) del artículo 10 de la Ley No. 1922, del 5 de agosto de 1955 y sus reformas y en los
incisos a), c) y d) del artículo 48 de la Ley No. 7293, del 31 de marzo de 1992 y la
certificación para la titulación de vivienda campesina Ley No. 6154 reformada por Ley
No. 6244 del 2 mayo de 1978.

..."
Y que, no obstante, según el oficio NºDAJ-AI-329-00, de 12 de junio del 2000, entre
otros errores observados en la tramitación de la "Pensión de Guerra":

"...

d) Se tiene una confusión respecto al impuesto sobre la renta, al creerse que éste deriva
de las propiedades que tenga el solicitante, y se comprueba con una certificación
municipal, cuando la ley es clara que debe ser una certificación emitida por la
Dirección General de Tributación Directa.

..."

(Ordinal "Quinto". El énfasis es nuestro)

Finalmente, es importante considerar que no consta en el expediente, en forma


fehaciente, cuál era el monto de Pensión de Hacienda a la fecha en que se le otorgó la
"Pensión de Guerra".

IV. OBSERVACIONES FINALES

En este caso también se dio la intervención de la Sala Constitucional. Este hecho no se


encuentra incorporado en el expediente administrativo, que fue instruido con la
pretensión de declarar la nulidad del acto declaratorio de derechos, sin embargo, es
conveniente precisar lo siguiente.

Dado que al señor Salguero Fonseca no se le hizo efectivo el pago de la "Pensión de


Guerra", él planteó un Recurso de Amparo que se tramitó con el expediente Nº00-
002177-0007-CO.

Este recurso fue declarado sin lugar, mediante Sentencia Nº2000-03423, dictada a las
20:52 horas.

Mas, aunque el informe de la Dirección Nacional de Pensiones en este caso fue similar a
la respuesta dada ante la gestión de desobediencia, tramitada dentro del Nº01-000780-
0007-CO (recurso del señor Marino Donato Magurno), el Organo Contralor de
Constitucionalidad declaró sin lugar el recurso por considerarlo prematuro y, advirtió la
posibilidad de plantearlo nuevamente, disponiendo en los siguientes términos:

"...Por lo expuesto, se declara sin lugar el recurso, sin perjuicio de que el recurrente
acuda a la jurisdicción constitucional, en caso de que la Administración incurra en
un retraso que atenta contra el principio de justicia administrativa pronta y cumplida,
consagrado en el artículo 41 de la Constitución Política.

..."

(El énfasis es nuestro).

CONCLUSION
Según la substanciación del expediente administrativo remitido a este Despacho y de
conformidad con el Ordenamiento Jurídico, especialmente con los artículos 1º, 9, 11,
33, 34, 39 y 41 de la Constitución Política; 6º, 7º, 11, 13, 128, 30, 131, 132, 133, 134,
158, 165, 166, 167, 173, 214 11, 13, 214, y siguientes y concordantes y 308, siguientes
y concordantes, de la Ley General de la Administración Pública; 1922 del 5 de agosto
de 1955 y 7535 del 1º de agosto de 1995, no procede dictaminar favorablemente.

Con esta conclusión no se afirma la legalidad del acto cuestionado. La Administración


puede optar por el proceso judicial de lesividad, si lo considera pertinente.

Devolvemos a su Despacho los expedientes administrativos relacionados. Hemos


incluido, en el expediente con el cual se tramitó la "Pensión de Guerra", la copia de la
sentencia Nº2000-03423, dictada por la Sala Constitucional a las 20:52 horas del 25 de
abril del 2000.

Licda. María Gerarda Arias Méndez


Procuradora de Hacienda

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