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Nutrición y Fertilización Forestal en Regiones Tropicales

Book · April 2012

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2 authors, including:

Alfredo Alvarado-Hernandez
University of Costa Rica
89 PUBLICATIONS   229 CITATIONS   

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NUTRICIÓN y FERTILIZACIÓN

en REGIONES TROPICALES
NUTRICIÓN y FERTILIZACIÓN

en REGIONES TROPICALES

2012
Editado por:
Alf redo Alvarado y Jaime Raigosa

UNIVERSIDAD DE COSTA RICA


CENTRO DE INVESTIGACIONES AGRONÓMICAS
FACULTAD DE CIENCAS AGROALIMENTARIAS
EDITORES: Alfredo Alvarado y Jaime Raigosa
REVISIÓN: Alfredo Alvarado Hernández
Jaime Raigosa Echeverri
Comité de Publicaciones
ACCS
FOTOGRAFÍA PORTADA: Alfredo Alvarado Hernández

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: Eugenia Murillo H.


PRIMERA EDICIÓN: 2012
PUBLICADO POR: ACCS

Teléfono/fax: (506) 2225 3500


Costa Rica
San José
Sabanilla
CIA -UCR
Correo electrónico: accs.cia@ucr.ac.cr
Página web: www.suelos.ucr.ac.cr

AGRADECIMIENTO DE LAS FOTOGRAFÍAS:


Como documento de compilación de información en español, en el
texto del libro aparecen 121 figuras y fotos pertenecientes a inves-
tigadores en el área de interés de varias partes del mundo forestal
tropical. A todos ellos se les reconoce el mérito de manera explícita
en el título de la figura o foto y en casos excepcionales, cuando la
información incluida es de más de tres fotografías, en el resumen
del capítulo correspondiente. Los editores dejan constancia y agra-
decimiento a los colegas que publicaron o compartieron dicha
información, haciéndola disponible para las futuras generaciones.
En el caso de las fotos o figuras propias de los autores de cada uno
de los capítulos del libro no se menciona su fuente original.

631.47
A472n Alvarado Alfredo, Raigosa Jaime.
Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales
/ editado por Alfredo Alvarado Hernández, Jaime Raigosa
Echeverri. – 1 ed.— San José, C.R. : Asociación Costarri-
cense de la Ciencia del Suelo, 2012.
416 p. : 22 cm X 28 cm.
ISBN: 978-9968-9422-5-6
1. Nutrición Forestal. 2. Suelos Forestales. 3. Índices de
Sitio. 4.Trópico. I. Raigosa Echeverri, Jaime. II. Título.

6
DEDICATORIA

Los editores del presente trabajo damos infinitas gracias a Dios por permitirnos llevar
a buen término la edición de este documento. Asimismo, dedicamos nuestro esfuerzo a
aquellas personas que nos acompañaron en el camino, pero que en el mismo partieron a
un mundo mejor.

En particular, se dedica el documento a colegas que por su trabajo permitieron a un gran


número de compañeros y amigos en América Latina y en el mundo tropical especializarse
y producir mucho del material que aquí se resume. Entre ellos:

Ing. Agron. Alberto Saénz Maroto (q.d.D.g.)


Pionero y mentor de muchos agrónomos
hoy especialistas en suelos en Costa Rica

Drs. Elemer Bornemisza (q.d.D.g.) y Standley W. Buol


Mentores de muchos colegas agrónomos y forestales
en el campo de los suelos tropicales

Alfredo Alvarado

Dr. Gerardo Budowski y M Sc. César Pérez (q.d.D.g.)


Pioneros y mentores de muchos estudiantes de regiones tropicales
en ecología y forestería tropical

Jaime Raigosa

7
8
AGRADECIMIENTOS

Los editores deseamos agradecer a amigos, colegas y casas editoras la colaboración pres-
tada durante la realización del presente trabajo. Muchos son los que han proporcionado
información pertinente al tema, o han contribuido con su aprobación para incluir mate-
rial publicado con anterioridad.

En el esfuerzo por completar la información disponible sobre la temática del documento,


se consultó un gran número de personas de instituciones de la Universidad de Costa Rica,
la Universidad Nacional, el Instituto Tecnológico de Costa Rica, el Centro Agronómico
Tropical de Investigación y Enseñanza y la Organización de Estudios Tropicales. Se agra-
dece a todos los estudiantes de posgrado que de muchas formas colaboraron en darle for-
ma al documento, empleando tiempo e intelecto en este esfuerzo. En particular, colabo-
raron con suministrar información para la preparación del documento Dagoberto Arias,
José F. Di Stefano, Luis D. Gómez (q.d.D.g.), Florencia Montagnini, Marcelino Montero,
Fernando Mora, Amelia Paniagua, Antonio Rodríguez y Luis Ugalde. De la empresa priva-
da, también colaboraron con ideas y fotos Ricardo Luján, Juan L. Fallas, Ronald Guerrero,
Pablo Camacho, Víctor Arce, Juan José Jiménez y Alvaro Castillo.

El trabajo se basa principalmente en búsquedas en bases de datos como SIDALC, BINA-


BITROP y CABI, consultando un gran número de publicaciones en bibliotecas públicas
y privadas nacionales e internacionales. Mucha de la información utilizada fue generada
por empresas o instituciones como SMURFIT-Cartón de Colombia, las Universidades de
Viçosa y São Paulo en Brasil y el Centro Internacional de Investigación Agrícola de Aus-
tralia (ACIAR). En este esfuerzo, merecen reconocimiento las siguientes personas: Lisseth
Brenes, Gilbert Fuentes, Rigoberto Aguilar, Susana Aguilar, Jack Ewell y Jean Mark Ver-
jans, quienes compartieron gran cantidad de información y Ana Beatriz Azofeifa en la
revisión de la bibliografía del documento.

9
10
PRESENTACIÓN

Es un gran placer presentar la obra de Alfredo Alvarado, Jaime Raigosa y colegas,


“Nutrición y Fertilización Forestal en Regiones Tropicales” la cual constituye un gran
aporte al conocimiento de la ciencia de suelos tropicales y cultivos forestales.

No existe algo comparable en la literatura y me encanta la forma que trata directamente


el manejo de nada menos 13 especies forestales de importancia en los trópicos. La gran
mayoría de los libros sobre suelos se concentra en la relación con cultivos, y en segundo
lugar, pastos.

Un cambio de paradigma ocurrió hace casi cuarenta años con la publicación de “Trees as
Crop Plants” editado por Roger Leakey y colegas en Escocia, cuando por primera vez se
estableció el concepto que las plantaciones forestales pueden ser tratadas como cultivos,
aunque con mayores dimensiones de espacio y tiempo. El desarrollo de la agroforestería
como un campo científico dio otro gran impulso ya que muchas plantaciones forestales
se combinan con cultivos alimentarios o pasturas durante las primeras etapas de
crecimiento.

Es un magnífico libro y debe de ser traducido al inglés y francés para que todos los que
trabajan en el trópico puedan beneficiarse.

Pedro A. S ánchez
Universidad de Columbia
Nueva York
11
12
CONTENIDO

13
CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN 21

2. CARACTERIZACIÓN DE LAS TIERRAS PARA USO FORESTAL 25


Alfredo Alvarado y Bernal Herrera
PAPEL DE LOS BOSQUES Y PLANTACIONES FORESTALES EN
EL ORDENAMIENTO DEL TERRITORIO 26
EL ÍNDICE DE SITIO COMO HERRAMIENTA PARA LA ESCOGENCIA
DE TIERRAS EN FORESTERÍA 27
Importancia de la determinación de la calidad de sitio en el manejo forestal 27
Métodos de evaluación de la calidad de sitio en rodales coetáneos 28
Métodos directos 29
Métodos indirectos 31
ALGUNOS RESULTADOS DE ESTUDIOS SOBRE RELACIONES ENTRE
EL ÍNDICE DE SITIO Y LAS VARIABLES AMBIENTALES 33
DETERMINACIÓN DEL ÍNDICE DE SITIO 36
OTROS FACTORES RELACIONADOS CON EL ÍNDICE DE SITIO 38
CARACTERIZACIÓN GENERAL DE SUELOS Y TIERRAS 39
TAXONOMÍA DE SUELOS 40
CLASIFICACIÓN DE TIERRAS 44
ADAPTACIÓN DE ESPECIES FORESTALES A SITIOS (SUELOS) ESPECIALES 45
MODIFICACIONES DEL SITO INDUCIDAS POR ESPECIES ARBÓREAS 47

3. RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES 51


Alfredo Alvarado
EL CICLO DE LOS RESIDUOS ORGÁNICOS 56
Producción de biomasa 57
Nutrimentos asociados a la biomasa aérea 59
Deposición de residuos 59
Nutrimentos asociados a la biomasa 62
Adición de nutrimentos vía lluvia y lavado de tejidos 68
Fijación de N atmosférico 70
Nutrimentos provenientes de la meteorización del suelo 70
Acumulación de residuos sobre el suelo 71
Descomposición de los residuos 71
Nutrimentos liberados de la descomposición de residuos 75
Inmovilización de nutrimentos liberados de la descomposición de residuos 76
LA QUEMA DE LA VEGETACIÓN Y LOS RESIDUOS Y LA LIBERACIÓN
RÁPIDA DE NUTRIMENTOS 76
CAMBIOS EN LA FERTILIDAD DE LOS SUELOS DE BOSQUE Y PLANTACIONES FORESTALES 81
Cambios en el contenido de materia orgánica 81
Cambios en la fertilidad de los suelos de plantaciones forestales 86
BALANCE ECOLÓGICO DE NUTRIMENTOS 94
14
4. DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES 97
Alfredo Alvarado
ELEMENTOS ESENCIALES DE LOS ÁRBOLES 97
ESTADO NUTRICIONAL DE LOS BOSQUES O PLANTACIONES FORESTALES 100
Variables edáficas asociadas a la absorción de nutrimentos 100
Variables de manejo silvicultural 101
DEFICIENCIAS NUTRICIONALES 101
MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO NUTRICIONAL 104
Análisis foliares 104
Análisis de suelos 123

5. REQUERIMIENTO, FERTILIZACIÓN Y MANEJO DE NUTRIMENTOS 125


EN PLANTACIONES FORESTALES
Alfredo Alvarado
CURVAS DE ABSORCIÓN (REQUERIMENTOS) 125
EXPERIMENTOS DE FERTILIZACIÓN 127
EFECTO DE LA FERTILIZACIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES 127
RESPUESTA A LA FERTILIZACIÓN 129
FERTILIZACIÓN EN LA ETAPA DE VIVERO 130
FERTILIZACIÓN AL TRASPLANTE 133
FERTILIZACIÓN EN LA ETAPA DE PLANTACIÓN 135
RENTABILIDAD DE LA FERTILIZACIÓN 137
ALTERNATIVAS AL USO DE FERTILIZANTE 139

6. CARACTERÍSTICAS Y MANEJO DE LOS FERTILIZANTES 141


Eloy Molina
FERTILIZANTES CON N, P y K 143
Nitrógeno 143
Manejo de fertilizantes nitrogenados 144
Fósforo 146
Manejo de fertilizantes con P 147
Potasio 147
FERTILIZANTES CON Ca, Mg y S 149
Calcio y Magnesio 149
Azufre 150
FERTILIZANTES CON MICRONUTRIMENTOS 151
Fuentes inorgánicas 151
Quelatos 151
Complejos orgánicos naturales 151
FERTILIZANTES DE LIBERACIÓN CONTROLADA 152
Tipos de fertilizantes de liberación controlada 152
FÓRMULAS DE FERTILIZANTE COMPLETAS 154
Uso de fórmulas completas en especies forestales 155
FERTILIZANTES FOLIARES 156
Fertilizantes foliares a base de sales minerales inorgánicas 156
Fertilizantes foliares a base de quelatos 157
Uso de fertilizantes foliares en especies forestales 158
ABONOS ORGÁNICOS 158
Fuentes de abonos orgánicos 159
Calidad del abono orgánico 160
Uso de abonos orgánicos en especies forestales 161

15
7. MANEJO DE LA ACIDEZ Y EL ENCALADO DEL SUELO 163
Eloy Molina y Alfredo Alvarado
LA ACIDEZ DEL SUELO 164
RAZONES DE BAJA FERTILIDAD DE LOS SUELOS ÁCIDOS 167
CRITERIOS PARA DIAGNOSTICAR PROBLEMAS DE ACIDEZ 168
CORRECCIÓN DE LA ACIDEZ DEL SUELO 169
RESPUESTA DE LAS PLANTACIONES FORESTALES AL ENCALADO 177
SOBRE ENCALADO 179
USO DE YESO 180
8. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Acacia mangium 183
Jaime Raigosa, Alfredo Alvarado y Yorleny Badilla
ESCOGENCIA DEL SITIO 184
PREPARACIÓN DEL TERRENO DE LA PLANTACIÓN 186
ABSORCIÓN DE NUTRIMENTOS 187
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS 187
NIVELES DE DEFICIENCIA FOLIAR 189
FERTILIZACIÓN EN VIVERO 189
FERTILIZACIÓN DE MANTENIMIENTO DE LA PLANTACIÓN 191
PÉRDIDA DE NUTRIMENTOS POR EROSIÓN, LAVADO Y QUEMAS 191
CORRECCIÓN DE LA ACIDEZ DEL SUELO 192
9. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Alnus acuminata 193
Manuel Segura, Álvaro Castillo y Alfredo Alvarado
ESCOGENCIA DEL SITIO 194
PREPARACIÓN DEL TERRENO DE LA PLANTACIÓN 195
FIJACIÓN BIOLÓGICA DE NITRÓGENO 195
ABSORCIÓN DE NUTRIMENTOS 196
NIVELES DE DEFICIENCIA FOLIAR 199
FERTILIZACIÓN EN VIVERO 202
FERTILIZACIÓN AL ESTABLECIMIENTO DE LA PLANTACIÓN 203
CORRECCIÓN DE ACIDEZ DEL SUELO 204
10. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Calophyllum brasiliense 207
Jaime Raigosa, Alfredo Alvarado y Jorge A. Leiva
ESCOGENCIA DEL SITIO 208
PREPARACIÓN DEL TERRENO DE LA PLANTACIÓN 208
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS 208
FERTILIZACIÓN EN VIVERO 208
FERTILIZACIÓN AL TRASPLANTE 210
CORRECCIÓN DE LA ACIDEZ 211
11. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Cedrela odorata 213
Alfredo Alvarado
ESCOGENCIA DEL SITIO 214
REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES 214
NIVELES DE DEFICIENCIA FOLIAR 215
SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA FOLIAR 215
FERTILIZACIÓN EN VIVERO 218
FERTILIZACIÓN AL TRASPLANTE 219

16
12. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE CONÍFERAS: Pinus spp., Cupressus spp. 221
Alfredo Alvarado, Jaime Raigosa y Jessica Oviedo
ASPECTOS GENERALES 221
Escogencia del sitio 221
Requerimientos nutricionales 222
Absorción de nutrimentos 223
Reciclaje de nutrimentos 223
Niveles de deficiencia foliar 224
Síntomas de deficiencia foliar 225
Fertilización en vivero 225
Fertilización de mantenimiento de la plantación 227
Acidificación y encalado del suelo en plantaciones de coníferas 227
Nutrición, fertilización y asociaciones micorrízicas 228
Pérdida de nutrimentos por erosión del suelo 228
Efecto del abono sobre la calidad de la madera 228
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN POR ESPECIE 229
Pinus caribaea 229
Pinus oocarpa 234
Pinus patula 237
Pinus elliottii 241
Pinus taeda 243
Cupressus lusitanica 245

13. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Cordia alliodora 249


Alfredo Alvarado y Jaime Raigosa
ESCOGENCIA DEL SITIO 250
PREPARACIÓN DEL TERRENO DE LA PLANTACIÓN 251
ABSORCIÓN DE NUTRIMENTOS 251
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS 252
NIVELES DE DEFICIENCIA FOLIAR 252
SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA FOLIAR 253
FERTILIZACIÓN EN VIVERO 255
FERTILIZACIÓN AL TRASPLANTE 256
FERTILIZACIÓN DE MANTENIMIENTO DE LA PLANTACIÓN 257
CORRECCIÓN DE LA ACIDEZ DEL SUELO 259

14. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL EUCALIPTO (Eucalyptus spp.) 261


Alfredo Alvarado y Helga Thiele
ESCOGENCIA DEL SITIO 262
PREPARACIÓN DEL TERRENO DE LA PLANTACIÓN 263
REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES Y ABSORCIÓN DE NUTRIMENTOS 263
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS 266
NIVELES DE DEFICIENCIA FOLIAR 269
SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA FOLIAR 270
FERTILIZACIÓN EN VIVERO 273
FERTILIZACIÓN AL TRASPLANTE 274
FERTILIZACIÓN DE MANTENIMIENTO DE LA PLANTACIÓN 275
RESPUESTA A LA FERTILIZACIÓN DE PLANTACIONES DE E. grandis 276
RESPUESTA A LA FERTILIZACIÓN DE PLANTACIONES DE E. deglupta 279
RESPUESTA A LA FERTILIZACIÓN DE PLANTACIONES DE E. saligna 279
RESPUESTA A LA FERTILIZACIÓN DE PLANTACIONES DE E. camaldulensis 279
RESPUESTA A LA FERTILIZACIÓN DE PLANTACIONES DE E. globulus 280
TOLERANCIA DEL EUCALIPTO A LA ACIDEZ DEL SUELO 281
RESPUESTA AL ENCALADO 282

17
PÉRDIDA DE NUTRIMENTOS POR LA EROSIÓN DEL SUELO 282
EFECTO DE LAS PLANTACIONES DE EUCALIPTO SOBRE LAS PROPIEDADES
DEL SUELO 283

15. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Gmelina arborea 285


Rafael Murillo y Alfredo Alvarado
ESCOGENCIA DEL SITIO 286
PREPARACIÓN DEL TERRENO DE LA PLANTACIÓN 289
REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES 291
ABSORCIÓN DE NUTRIMENTOS 292
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS 293
NIVELES DE DEFICIENCIA FOLIAR 294
SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA FOLIAR 295
FERTILIZACIÓN EN VIVERO 297
FERTILIZACIÓN AL TRASPLANTE 297
FERTILIZACIÓN DE MANTENIMIENTO DE LA PLANTACIÓN 297
CORRECCIÓN DE LA ACIDEZ DEL SUELO 298

16. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Hyeronima alchorneoides 299


Alfredo Alvarado
ESCOGENCIA DEL SITIO 299
PREPARACIÓN DEL TERRENO DE LA PLANTACIÓN 300
ABSORCIÓN DE NUTRIMENTOS 300
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS 301
SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA FOLIAR 301
FERTILIZACIÓN EN VIVERO 304
FERTILIZACIÓN AL TRASPLANTE 305
FERTILIZACIÓN DE MANTENIMIENTO DE LA PLANTACIÓN 306
CORRECCIÓN DE LA ACIDEZ 306

17. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Swietenia macrophylla 307


Alfredo Alvarado y Jorge A. Leiva
ESCOGENCIA DEL SITIO 308
PREPARACIÓN DEL TERRENO DE LA PLANTACIÓN 309
NIVELES DE DEFICIENCIA FOLIAR 309
SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA FOLIAR 309
FERTILIZACIÓN EN VIVERO 314

18. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Tectona grandis 317


Alfredo Alvarado
ESCOGENCIA DEL SITIO 318
PREPARACIÓN DEL TERRENO DE LA PLANTACIÓN 320
REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES 321
ABSORCIÓN DE NUTRIMENTOS 322
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS 325
NIVELES DE DEFICIENCIA FOLIAR 329
SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA FOLIAR 331
RESPUESTA A LA FERTILIZACIÓN 335
FERTILIZACIÓN EN VIVERO 335
FERTILIZACIÓN AL TRANSPLANTE 337
FERTILIZACIÓN DE MANTENIMIENTO DE LA PLANTACIÓN 337
CORRECCIÓN DE LA ACIDEZ DEL SUELO 340
PÉRDIDA DE NUTRIMENTOS POR LA EROSIÓN DEL SUELO 342

18
19. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Terminalia amazonia 345
Jesús Fernández-Moya y Alfredo Alvarado
ESCOGENCIA DEL SITIO 346
ESTABLECIMIENTO DE LA PLANTACIÓN 349
REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES 350
VARIACIÓN DE LA CONCENTRACIÓN FOLIAR 351
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS 352
RESPUESTA A LA FERTILIZACIÓN EN VIVERO 354
FERTILIZACIÓN AL TRASPLANTE 354
T. ivorensis y T. superba 355

20. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Vochysia ferruginea 357


Alfredo Alvarado
ESCOGENCIA DEL SITIO 358
REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES 358
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS 358
FERTILIZACIÓN EN VIVERO 358
ENCALADO AL TRASPLANTE 358

21. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Vochysia guatemalensis 361


Alfredo Alvarado
ESCOGENCIA DEL SITIO 362
PREPARACIÓN DEL TERRENO DE LA PLANTACIÓN 362
ABSORCIÓN DE NUTRIMENTOS 362
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS 367
NIVELES DE DEFICIENCIAS FOLIARES 368
FERTILIZACIÓN EN VIVERO 368
FERTILIZACIÓN AL TRASPLANTE 369

22. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE OTRAS ESPECIES FORESTALES TROPICALES 371


Alfredo Alvarado
Bombacopsis quinata 371
Escogencia del sitio 371
Preparación del terreno de la plantación 372
Reciclaje de nutrimentos 373
Fertilización en vivero 373
Fertilización de mantenimiento de la plantación 373
Pérdida de nutrimentos por erosión 373
Stryphnodendron microstachyum 374
Reciclaje de nutrimentos 374
Casuarina equisetifolia 375
Escogencia del sitio 375
Niveles de deficiencia foliar 375
Fertilización en vivero 375
Fertilización al trasplante 375

23. LITERATURA CITADA 377

19
20
1
INTRODUCCIÓN

D
urante los últimos 60 años se ha gene- tintas desde el punto de nutrición forestal: 1) El
rado mucha información relacionada reciclaje de nutrimentos en bosques primarios y
con los compartimentos y la cantidad secundarios y 2) la fertilización de plantaciones
de nutrimentos en el bosque tropical forestales. Estos dos aspectos serán analizados en
húmedo, sobre reciclaje de los nutrimentos y las el presente trabajo.
propiedades que le son peculiares a este tipo de
bosques y sus suelos. En contraste, se conoce ex- Algunos textos importantes sobre suelos foresta-
tremadamente poco acerca del grado de limitación les incluyen los escritos por Wilde (1958), Zöttl y
que representa para el bosque tropical, en particu- Tschinkel (1971), Armson (1977), Cannon (1983),
lar el estacionalmente seco, la falta de nutrimen- Bowen y Nambiar (1984), Jordan (1985), Prichett
tos o cómo su adición puede afectar a cada especie (1986), Binkley (1986), Salas (1987), Evans (1992),
y tipo de suelo en el que desarrolla (Grubb 1995). Fisher y Binkley (2000) y Hartemink (2003), los
cuales abarcan más de cincuenta años de expe-
Hace algunas décadas, mencionar el tema de fer- riencias sobre el tema, principalmente en regio-
tilización forestal se consideraba un sin sentido, nes templadas. El conocimiento de la fertilización
pues los árboles debían “crecer solos” y de acuerdo forestal en regiones tropicales se desarrolla alre-
con la usanza de entonces, “en suelos de vocación dedor de la segunda mitad del siglo XX, tal cual
forestal”, es decir, aquellos en los que no se podía mencionan Mustanoja y Leaf (1965) cuando de
realizar actividades agrícolas. La idea de que los ár- 1.215 citas bibliográficas consultadas, tan solo el
boles forestales debían ocupar suelos pobres para 3% se referían a los trópicos; debe recordarse que
darle espacio a los sembradíos agrícolas en los me- en los trópicos la expansión de plantaciones fores-
jores terrenos, parecía ser aceptada por los espe- tales se inicia alrededor de 1950 (Evans 1992). Se-
cialistas forestales, sin considerar las necesidades gún Boardman y McGuire (1990), el conocimiento
nutricionales de los árboles (Nwoboshi 1975), ten- sobre el contenido de elementos menores en la li-
dencia que aún perdura. Hasta 1960, Stoeckeler y teratura sobre fertilización forestal hasta antes de
Arneman mencionan que en los Estados Unidos 1975 era inexistente.
la fertilización de plantaciones forestales era tan
reciente, que para hacer recomendaciones de este En Centro América, la evolución del conocimiento
tipo, debían basarse en experimentos realizados tanto de la ciencia forestal como de la edafológi-
en Europa, donde la experiencia forestal era más ca es relativamente reciente y ocurre solo en los
antigua. últimos años del siglo XX (Alvarado et al. 1997);
la relación entre la calidad del sitio, equivalente a
Hoy en día, no se duda de que los árboles puedan capacidad de uso de la tierra en el área agrícola, y
crecer de esa manera y en esos sitios; sin embargo, los factores ambientales que afectan el crecimien-
se trata de maximizar su rendimiento, sea a través to de una especie de interés ecológico y forestal,
de buscar especies adaptadas a condiciones espe- es igualmente reciente (Herrera y Alvarado 1998;
cíficas o de mejorar el medio en el que los árboles Alvarado y Herrera 1998), y han servido para de-
deben crecer a través de la aplicación de enmien- mostrar que, al contrario de lo que se pensaba en
das. Surgen así dos corrientes de pensamiento dis- años anteriores, los suelos degradados, infértiles,
21
INTRODUCCIÓN

poco profundos y mal drenados, no son en gene- La necesidad de contar con un trabajo que docu-
ral, aptos para la producción forestal de alto ren- mente, para diferentes tipos de especialistas, la
dimiento. información disponible en aspectos agronómico,
forestal, agroforestal, ecológico y de otras discipli-
El aumento en el uso de fertilizantes en el sector nas, es cada vez más apremiante, debido princi-
forestal ocurre al cambiar el concepto de bosque palmente al hecho de que los productores de ma-
como “cultivo extensivo” o reserva de materias dera (en cualquier tipo de sistema) deben maxi-
primas, al concepto de “cultivos intensivos”, prin- mizar los volúmenes de producción, reducir los
cipalmente al incrementarse el área de plantacio- turnos de corta y minimizar el deterioro ambien-
nes. Este cambio a su vez obedece, entre otras co- tal. Además, se considera que la falta de dominio
sas a: 1) la necesidad de producir madera y pulpa por un buen número de técnicos de los principios
bajo el concepto empresarial que obliga a obtener asociados a la práctica del manejo nutricional en
ganancias a corto y mediano plazo (Hallsworth ambos sectores, está retardando el empleo del uso
1982); 2) la necesidad de cubrir las áreas de vo- de nutrimentos en plantaciones forestales, por lo
cación forestal (uso correcto del suelo) con árbo- que urge que se resuman las experiencias más sig-
les, preferiblemente a través de programas de se- nificativas sobre el tema.
cuestración de carbono que permitan rehabilitar
el suelo, rejuvenecer la biodiversidad y proteger En el presente documento, se trata de resumir la
las cuencas hidrográficas (Hartemink 2003) y 3) información disponible sobre nutrición y fertiliza-
estimar el efecto que la contaminación ambiental ción de especies forestales tropicales, con énfasis
en la América Tropical. El tema se aborda enten-
tiene sobre el comportamiento de los suelos y las
diendo por nutrición mineral, las necesidades y
especies forestales, en particular de aquellas espe-
usos por las plantas de los elementos químicos bá-
cies en peligro de extinción (Vanmechelen et al.
sicos y por fertilización, el suministro de estos ma-
1997). En este contexto la interacción agronomía/
teriales a las plantas como fuentes de nutrimen-
forestería adquiere una relevancia especial pues
tos. Se asume que la mayoría de los lectores son
ambas disciplinas pueden beneficiarse mutua-
profesionales en forestería, biología o agronomía
mente del conocimiento que por muchos años se
y que por lo tanto tienen conocimientos básicos
desarrolló en forma separada, en particular sobre
sobre edafología y fertilidad de suelos. Por esta
nutrición de especies perennes en agricultura y de razón, no se mencionan aspectos específicos sobre
crecimiento y adaptación de especies en el sector estas materias, los cuales pueden consultarse en
forestal. Como disciplinas emergentes, aparecen libros disponibles en varios idiomas. De la misma
la agroforestería y la agroecología, todo dentro de manera, tampoco se abordan principios de botáni-
un mundo cada vez más integrado en conocimien- ca sistemática ni de ecología general, pues se en-
to y con una enorme producción de “literatura tiende que el lector maneja los conceptos de estas
gris”, de difícil acceso. disciplinas, al menos en lo referente a nombres
Durante los años en que no se presentó una de- científicos, manejo forestal y etapas de sucesión.
manda elevada de madera, su oferta y su produc- Se trató de reunir la información “disponible” so-
ción, extraída del bosque natural, fue suficiente bre el tema para el período 1970-2010, compilan-
para llenar las necesidades de la población cre- do la bibliografía para 26 especies forestales, en su
ciente. Hoy en día, la madera debe obtenerse de mayoría de importancia económica. De todos los
plantaciones y en períodos de tala más cortos que documentos consultados, 395 eran pertinentes a
los naturales, por lo que cualquier técnica que per- la temática de estudio, algunos de ellos resumien-
mita reducir la permanencia del árbol en el campo do la literatura disponible de períodos anteriores
es bienvenida, no solo para llenar la demanda por al alcance del trabajo. Se encontró que los temas
el producto, sino también para reducir la presión más investigados fueron (68% del total) la ferti-
que pesa sobre el bosque natural que aún subsiste lización de las plantaciones (vivero, trasplante y
en parques nacionales y áreas privadas. mantenimiento), los aspectos ecológicos relacio-
22
1
nados con la nutrición (reciclaje de nutrimentos, Como es de esperar, la cantidad de información
adiciones de nutrimentos en agua de lluvia y que- disponible sobre el tema, en su mayoría proviene
mas) y la escogencia de tierras (metodologías y de estudios no coordinados y realizados en regio-
factores de sitio que afectan el crecimiento de los nes tropicales muy variadas. Sin pretender que la
árboles). Del total de publicaciones, el 59% fue- información incluida obedezca a una búsqueda ex-
ron generadas en Latinoamérica y, en el tema de haustiva, los resultados que se discuten pretenden
la fertilización, principalmente sobre plantaciones ser ejemplos de situaciones relevantes al tema, en
de Eucalyptus ssp., Tectona grandis y Pinus spp.; algunos casos recopilados por estudiantes a través
más del 75% de la información disponible sobre de trabajos domiciliarios y de tesis de maestría y
reciclaje de nutrimentos se obtuvo en bosques hú- doctorado. A todos los que han permitido que este
medos y muy húmedos del trópico bajo (Cuadro primer documento sea una realidad, se les extien-
1.1). de un abrazo y una disculpa por no mencionarlos
uno a uno.

Cuadro 1.1. Áreas de interés de investigación en nutrición y fertilización forestal tropical


durante el período 1970-2005.

Números de trabajos en
Temática Total
América Latina Otros trópicos
Fertilización 71 46 117
Ecología de la nutrición 59 41 100
Escogencia del sitio 39 14 53
Microorganismos 16 16 32
Corrección de acidez 13 9 22
Niveles deficiencia foliar 9 7 16
Síntomas deficiencia foliar 5 7 12
Preparación del terreno 8 4 12
Absorción de nutrimentos 3 7 10
Exportación de nutrimentos 4 2 6
Erosión de suelos 5 1 6
Varios 2 7 9
Total 234 161 395

23
Alfredo Alvarado y Bernal Herrera
2
CARACTERIZACIÓN DE LAS
TIERRAS PARA USO FORESTAL

En este capítulo se discute la necesidad de escoger las tierras más apropiadas para rea-
lizar aprovechamientos forestales en términos económicos, rentables y sostenibles. Para
ello, primero se mencionan los principios de ordenamiento territorial, marco dentro del
cual debe ubicarse las áreas dedicadas a forestería y luego se discuten los principales
sistemas de clasificación de suelos y tierras empleados en los trópicos. El índice de sitio
se discute en primer lugar por ser la herramienta más empleada por los especialistas
en forestería; en segundo lugar, se discuten los sistemas de clasificación de suelos y
tierras empleados en agricultura, así como otros sistemas que pueden utilizarse para
la mejor caracterización de los sitios que se desea aprovechar. Una vez discutidos los
principales conceptos teóricos de cada sistema, se espera que el lector, con un poco de
guía en el campo, esté en capacidad de distinguir entre las principales propiedades de
cada sitio, las cuales ligadas a los requerimientos de cada especie forestal, presentados
más adelante, permitirán decidir sobre las bondades de cada lugar para la especie que
interesa. Se considera que la escogencia del mejor sitio para una especie forestal en
particular, es el mejor tratamiento de fertilidad de suelo para la misma.

uizás el aspecto más importante que económicos debidos al pobre crecimiento de los
debe considerarse antes de realizar árboles. No se debe olvidar que existe una rela-
una inversión a largo plazo, caso del ción estrecha entre las características bióticas de
sector forestal, es escoger el sitio en la especie forestal y las características bióticas y
el que se van a llevar a cabo las inversiones y la abióticas del sitio y que todas ellas deben anali-
especie o procedencia apropiada. La escogencia zarse con cuidado.
de un buen terreno para establecer la plantación
equivale a la escogencia de pareja de un ser hu- Hasta hace pocos años (Laban 1981), el conoci-
mano para convivir por toda la vida (o una buena miento de las técnicas para evaluar el potencial
parte de ella), decisión crucial si se desea llegar a de las tierras para uso forestal era muy limitado,
un final feliz. En términos de plantaciones foresta- situación que ha cambiado para la mayoría de las
les, la mala escogencia de la finca para la especie especies forestales de mayor relevancia comercial,
(o viceversa) que se desea aprovechar, conduce a aunque no para las especies nativas. Al presente,
costos de producción elevados y en muchos ca- el sistema más utilizado, y desarrollado por espe-
sos a cancelar la operación por malos resultados cialistas en forestería, para escoger las tierras más

ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.
25
CARACTERIZACIÓN DE LAS TIERRAS PARA USO FORESTAL

adecuadas para llevar a cabo una plantación es do las zonas de amortiguamiento circundantes),
determinar el Índice de Sitio, basado en el creci- así como áreas intervenidas por el hombre (entre
miento que tiene cada especie a diferentes edades ellas agrícolas, urbanas, forestales, etc.).
y en varios lugares, unos mejores que otros. Otros
Ordenamiento territorial significa disponer con
métodos de clasificación empleados en ciencias
orden o en orden los elementos constitutivos de
agronómicas, también permiten identificar áreas
un territorio, lo que implica orientar voluntaria-
con características similares que pueden utilizar-
mente (de preferencia con criterio ecológico) la
se para fines específicos, tales como plantar una
localización de las actividades económicas, en
especie forestal con requerimientos ambientales
contraposición a su distribución espontánea o de
específicos (Taxonomía de Suelos) o de estimar
acuerdo con las leyes de mercado. Su objetivo es
la posibilidad de que esta explotación tenga una
el de organizar armónicamente el espacio terres-
mayor probabilidad de ser rentable o no (Clasi-
tre con base en los recursos naturales, los usuarios
ficación de Tierras). A continuación se describen
y el espacio (Zinck 1996). El ordenamiento territo-
las tres metodologías de evaluación de “sitios o
rial es una política de Estado y un instrumento de
tierras”, a fin de que los posibles usuarios se fami-
planificación del desarrollo desde una perspectiva
liaricen y puedan sacar ventaja de los conceptos
holística, prospectiva, democrática y participativa
principales de ellas.
que permite la organización política-administrati-
va de una nación y la proyección espacial de las
Papel de los bosques y políticas sociales, económicas, ambientales y cul-
turales de la sociedad (Lücke 1999).
plantaciones forestales en el
ordenamiento del territorio Planificar, hacer un plan o un proyecto de una ac-
ción, adquiere un sentido especial cuando se trata
Una de las principales acciones que debe tomar- del recurso tierra, definido como un área de la su-
se en planes de desarrollo, consiste en delinear perficie del planeta cuyas características abarcan
las características ambientales más relevantes del aquellos atributos estables o predeciblemente cí-
territorio, de manera que cada unidad de tierra clicos de la biosfera, verticalmente por encima y
se dedique al uso más apropiado y con ello dismi- por debajo de esta área, incluidos los de la atmós-
nuir su deterioro para lograr la sostenibilidad en el fera, el suelo y la geología subyacente, población
tiempo o viceversa. Así, se entiende que el sujeto vegetal y animal, y los resultados de la actividad
de la planificación del uso de la tierra es el medio humana pasada y presente, en la medida en que
ambiente, definido como el conjunto de elementos estos atributos ejercen una influencia significativa
naturales, los organismos vivos y la materia inerte sobre los usos presentes y futuros de la tierra por
que existen en la litosfera, hidrosfera y atmósfera parte del hombre (Richters 1995). El concepto tie-
terrestre, así como las interacciones que se dan rra comprende el ambiente físico (clima, relieve,
entre los organismos y con la materia circundante suelo, hidrología, vegetación, etc.), así como las
(Lücke 1999). En él se pueden definir áreas silves- actividades humanas pasadas y actuales (relación
tres (áreas de suelo y agua apenas tocados por el ambiente físico y las actividades humanas). Aun-
ser humano o que han sido abandonados y han que a menudo se confunden el concepto tierra con
vuelto a su estado natural), áreas protegidas (áreas el de suelo, debe recordarse que el concepto suelo
silvestres a las que se les ha asignado alguna cate- es mucho más restringido en acepción y se define
goría de manejo, tales como parques nacionales, como la capa más externa de la corteza terrestre
reservas biológicas, zonas protectoras, reservas fo- (comúnmente no más de dos metros de espesor),
restales, refugios de vida silvestre, áreas de recar- considerada como un cuerpo natural, vivo, diná-
ga acuífera, entre otras y que cuentan con algún mico, compuesto de partículas minerales, materia
tipo de estatus legal de protección), áreas de con- orgánica y numerosas especies de microorganis-
servación (agrupaciones geográficas administrati- mos, sintetizado en un perfil con varios horizontes
vas de diferentes categorías de manejo incluyen- de diagnóstico.
26
2

La planificación del uso de la tierra (PLUT) es un potencial ambiental o capacidad de los sistemas
instrumento cuya función es la de orientar a pla- ambientales y su potencial para contribuir al de-
nificadores, autoridades políticas y facilitadores sarrollo socioeconómico sin afectar el ambiente,
de procesos de desarrollo en su afán por lograr evitando los efectos negativos sobre la sostenibili-
la utilización sostenible y la conservación de los dad ecológica (Ramakrishna 1997).
recursos naturales (Müller 1999). Entendida como
proceso, la PLUT tiende a ordenar objetivos y ac- El impacto de la utilización de la tierra se usa para
ciones en el tiempo y debe llevar al establecimien- describir los cambios producidos por los sistemas
to de políticas y regulaciones (principalmente de socioeconómicos sobre el potencial ambiental, o
tierras del Estado o baldías), basadas en la preocu- sea, el grado de afectación de la sostenibilidad
pación de mantener una base de recursos para el ecológica por las actividades de producción y/o
futuro. El término se ve restringido en superficie, consumo (Ramakrishna 1997). La sobre posición
cuando se delimita su utilización a los confines de de los mapas (capas) de uso actual de la tierra y
una cuenca. los de su capacidad de uso permite diferenciar las
áreas de uso correcto (coincidencia entre el uso
La PLUT para una cuenca hidrográfica, se refiere que se le da a la tierra y su capacidad de uso), así
a la planificación que se plantee para una cuenca como las áreas subutilizadas (cuando el uso ac-
definida como un área natural en la que el agua tual está por debajo de su capacidad como ocurre
proveniente de la precipitación forma un curso cuando se siembran árboles en zonas con poten-
principal, a menudo llamado río. La cuenca hi- cial para cultivos) y sobre utilizadas (en Centro-
drográfica es la unidad fisiográfica conformada américa principalmente cultivo de pastos en áreas
por el conjunto de los sistemas de cursos de agua para bosque o cultivos limpios desarrollados en
definidos por el relieve. Los límites de la cuenca áreas montañosas) (Vargas 1992). Al final de cuen-
o “divisoria de aguas” se definen naturalmente y tas, se trata de “desarrollar sin destruir”, o sea
corresponden a las partes más altas del área que lograr el “desarrollo sostenible”, empleando los
encierra a un río. El área así definida, constituye recursos disponibles con cierto orden y criterios
una unidad para el desarrollo y conservación de preferiblemente de consenso.
los recursos de agua, suelo, bosque y fauna y la
gestión que realiza el hombre a nivel de cuenca,
para el aprovechamiento, protección y conserva- El índice de sitio como
ción óptima y racional de los recursos naturales
herramienta para la escogencia
que ésta le ofrece, se conoce como manejo de la
cuenca (Ramakrishna 1997). de tierras en forestería
Con el fin de efectuar una PLUT congruente con Importancia de la determinación de la
las definiciones y postulados anteriormente men- calidad de sitio en el manejo forestal
cionados, es necesario referirse al término capaci-
dad de uso de la tierra, sinónimo de “capacidad de La Sociedad de Forestales Americanos (Society of
uso mayor de la tierra” (sensu Tosi 1985), el cual American Foresters 1958), define “sitio” como: “un
se refiere al uso más intensivo que una unidad de área considerada en términos de sus factores, con
tierra puede soportar sin deterioro de su capacidad referencia a su capacidad de producir bosques u
productiva y sin excluir usos de menor intensidad otra vegetación; lo que es la combinación de las
(Lücke 1999). Por uso potencial de la tierra, se en- condiciones bióticas, climáticas y edáficas de un
tiende la combinación de la capacidad de uso de área”. El término “calidad de sitio”, se utiliza para
la tierra, cuando en adición se consideran factores denotar la productividad relativa de un sitio para
económicos, sociales, culturales, institucionales, una especie forestal particular (FAO 1985), lo cual
tecnológicos, políticos y otros, los que pueden au- permite realizar clasificaciones según la calidad
mentar o disminuir su potencial (Lücke 1999). De del terreno. Este concepto puede comprenderse
cierta manera esta definición se asemeja a la de aún mejor si se toma como ejemplo el sector agrí-
27
CARACTERIZACIÓN DE LAS TIERRAS PARA USO FORESTAL

cola, donde se clasifica el terreno según la produc- (volumen producido, valor y clase de madera), así
tividad en términos del promedio anual obtenido como en la planificación y ejecución de las acti-
por cultivo. En igual forma el silvicultor desea vidades silviculturales (Tschinkel 1972). Existen
clasificar la producción de los rodales en términos ventajas en concentrar el manejo forestal inten-
del volumen de madera por unidad de superficie sivo en los sitios de mayor producción, las cuales
y en un período de tiempo determinado (Vincent según Carmean (1975) son:
1980). La calidad de sitio, y por ende todas las im-
plicaciones que conlleva respecto al manejo, tiene • Sitios de alto rendimiento producen una
significado solamente con respecto a la especie mayor cantidad y una mejor calidad de los
o especies que puedan ser consideradas para el productos (Carmean y Boyce 1974, citados
manejo de una determinada área; un sitio puede por Carmean 1975).
tener una excelente calidad de sitio para una es-
• estos mismos sitios producen más
pecie (potencial productivo alto) pero muy pobre
rápidamente árboles de tamaño comercial,
para otra (Clutter et al. 1983). acortando las rotaciones y ayudando a
La relevancia de la determinación de la calidad de minimizar el interés compuesto de la
sitio en el contexto del manejo forestal radica en inversión.
que el aumento de la población hace inaplazable • las especies de mayor valor comercial con
la necesidad de estudiar y clasificar la calidad de frecuencia requieren buenos sitios para su
las tierras para diferentes usos (Salas 1974). Des- desarrollo.
de el punto de vista del manejo forestal es im-
portante realizar dichas actividades para lograr el • los sitios de alto rendimiento pueden
objetivo de alcanzar la producción sostenida del responder mejor a las prácticas
silviculturales intensivas, como pueden ser
bosque (Jadán 1972). Según se desprende de las
definiciones de sitio y calidad de sitio, la calidad la fertilización, raleos y sistemas de drenaje.
del terreno y el potencial productivo del sitio es- Bajo condiciones económicas dadas, los sitios bue-
tán determinados por variables ambientales. A nos responden y justifican un manejo más intensi-
estas variables se les denomina factores de sitio vo para la producción de madera que los sitios de
(Donoso 1981) o factores efectivos de sitio (Hei- baja producción, y por el contrario, sitios pobres
berg y White 1956). pueden justificar solamente un manejo extensivo
Dentro de este contexto, se pueden señalar los (Davis 1966; Auten 1945, citado por Ortega 1986)
objetivos de la evaluación de la calidad de sitio (Figura 2.1).
(Vincent 1980): 1) estimación del rendimiento glo-
bal de las plantaciones forestales; 2) planificación
y ejecución de trabajos de investigación (ensayos Métodos de evaluación de la calidad
de regímenes de aclareos y poda); 3) estudios de de sitio en rodales coetáneos
costos de las faenas, etc.; 4) programación y ejecu-
Existen diferentes formas de clasificar los méto-
ción de trabajos de mantenimiento (limpias, acla-
dos de evaluación de la calidad de sitio, de acuer-
reos, podas, etc.) de las plantaciones existentes; 5)
do al criterio que se utilice para su estimación. En
extrapolación o extensión de la clasificación de ca-
general, la tendencia entre los investigadores es
lidad de sitio a áreas aún sin plantar y 6) selección
seguir:criterios ecológicos, dasométricos y aspec-
de los mejores genotipos (especies y procedencias)
tos florísticos (Herrera 1993). Los criterios ecoló-
para uno o más sitios en particular.
gicos incluyen elementos del clima, la topografía
Las prácticas de manejo tienen que estar estrecha- y del suelo, especialmente los correlacionados con
mente relacionadas al sitio (Davis 1966; Loetsch et el crecimiento de los árboles. Los criterios daso-
al. 1973), debido a que la calidad de sitio tiene un métricos, involucran el estudio de la producción
significativo efecto sobre el “vuelo” propiamente de masas forestales, relacionando con éstas últi-
28
2

Marginal Medio Alta

Figura 2.1. Sitios de calidad marginal (izquierda), media (centro)


y alta (derecha) en plantaciones de teca en Panamá.

mas el desarrollo y evolución de las características tiempo) (Clutter et al. 1983). Existen pocas áreas
métricas estrechamente ligadas con el volumen en el mundo donde tales estimaciones pueden ser
maderable. El aspecto florístico, tiene como pun- aplicadas con éxito hoy en día, ya que los bosques
to de partida el estudio fitosociológico del medio se aprovechan intensamente y en consecuencia
donde se estableció el rodal (Herrera 1993). A par- sus rendimientos son más afectados por las va-
tir de estos criterios es posible entonces clasificar riaciones del rodal y el manejo y la composición
los métodos para la estimación de la calidad de de especies, que por las diferencias en la calidad
sitio en métodos directos y métodos indirectos de sitio.
(Rennie 1963; Carmean 1975; Clutter et al. 1983)
Estimación de la calidad de sitio con base en
(Figura 2.2).
datos del volumen del rodal: Cuando se trata de
rodales coetáneos, es posible obtener información
Métodos directos de la calidad de las tierras a partir de la relación
volumen - edad. Así, la medida de la calidad se
Los métodos directos para la evaluación de sitios expresa como el volumen (por unidad de super-
son aquellos querequieren la existencia actual o ficie) a una edad particular (Mader 1973, citado
pasada de la (s) especie (s) de interés, y sus per- por Vincent 1980; Clutter et al. 1983). En bosques
tinentes mediciones (Clutter et al. 1983). Según donde se aplique un manejo silvicultural consis-
estos autores, la estimación de la calidad de sitio tente, es posible usar la información del volumen
puede realizarse en una forma directa por medio como indicador de la calidad de sitio.
de los siguientes métodos:
Los dos métodos señalados, están supeditados a
• Estimación a partir de registros históricos los datos del volumen para la estimación de la
del rendimiento. calidad de sitio, el cual presenta contrariedades
• Estimación con base en datos del volumen importantes, al verse afectado por los siguientes
del rodal. factores (Vincent 1980; Clutter et al. 1983; Davis
• Estimación a partir de datos de la altura del 1966): densidad, edad y turno, prácticas culturales
rodal. (raleos y rendimientos parciales), composición de
especies (en el caso de bosques naturales), aspec-
Estimación de la calidad de sitio a partir de da- tos patológicos y factores genéticos (variedades,
tos históricos del rendimiento: Este método parte razas, ecotipos, etc.). Tales factores, limitan la apli-
del mismo principio de evaluación de la calidad cación de estos métodos (aunque los dos últimos
de las tierras utilizado en la agricultura, y se basa afectan cualquier método), a pesar de que son
en el promedio de los rendimientos previos a la considerados los más indicados y precisos (Clutter
cosecha obtenidos en un campo determinado (por et al. 1983). Además debe agregarse que el cálculo
ejemplo toneladas de maíz por hectárea/unidad de del volumen del vuelo de una masa forestal, es
29
CARACTERIZACIÓN DE LAS TIERRAS PARA USO FORESTAL

una operación de campo laboriosa, compleja, cos- las alturas que han sido más frecuentemente utili-
tosa y que demanda mucho tiempo (Davis 1966; zadas en los estudios de calidad de sitio mediante
Carpenter 1964, citado por Pulido 1971). índices son: altura media de todos los árboles, al-
tura dominante y altura media de árboles domi-
Estimación a partir de datos de la altura del ro-
nantes y codominantes.
dal: De todas las mediciones que han sido evalua-
das en rodales coetáneos, la altura de los árboles Altura media de todos los árboles: La altura me-
se identifica como el indicador más práctico, útil y dia de los árboles, corresponde al promedio de la
consistente de la calidad de sitio (Davis 1966). Lo altura del total de individuos que componen la
anterior se debe a que el crecimiento en altura es muestra. Las ventajas de utilizar la altura media
menos influenciado por la densidad del rodal que, son las siguientes (Ortega y Montero 1988): es de
por ejemplo, el crecimiento diamétrico, el cual fácil medición y la transformación de la altura
está fuertemente correlacionado con la densidad media a altura dominante es relativamente sim-
del rodal y los tratamientos silviculturales (Davis ple, pues ambas están muy correlacionadas. Sus
1966; Donoso 1981). Además, el crecimiento en principales desventajas, según los mismos autores
altura está muy correlacionado con el crecimiento son: en rodales muy densos la altura media se ve
en volumen, cuando las variaciones en altura y más afectada que la dominante (Baker 1950; Da-
en volumen obedecen a cambios de los factores niel et al. 1979; Ortega y Montero 1988); es sensi-
de sitio (Davis 1966; Vincent 1975; Donoso 1981; ble a los raleos por lo bajo, los cuales producen un
Clutter et al. 1983). mayor desarrollo de la altura (Clutter et al. 1983;
Ortega y Montero 1988) y consume más cantidad
Uno de los índices más citados en la literatura es de tiempo medir la totalidad de las alturas.
el denominado índice de sitio, que se define como
el promedio de la altura de los árboles domi-
nantes, o los dominantes y los codominantes,
de un rodal coetáneo a una edad específica,
comúnmente llamada edad base o
edad índice (Hägglund 1981). En su
revisión sobre el tema, este último
autor, señala que el índice de sitio
es la expresión más comúnmente
utilizada a nivel mundial para deter-
minar la capacidad productiva de un
sitio forestal. La mayoría de los mé-
todos de estimación de la calidad de
sitio basados en la altura involucran
el uso de las curvas de índice de sitio.
Estas son simplemente una familia de
patrones gráficos de desarrollo en altura,
con números asociados para propósitos de
clasificación (Clutter et al. 1983). Ortega y
Montero (1988) señalan que dichas curvas
han sido y son ampliamente utilizadas tan-
to por su fácil interpretación y alta signifi-
cancia productiva; así como por su utilidad
práctica. Los criterios para la elección de los ár- Figura 2.2. Métodos para estimar la capacidad
boles en los que se medirá la altura son variables productiva del sitio (tomado de Carmean 1975;
Clutter et al. 1983).
y han evolucionado desde los primeros trabajos
realizados (Ortega y Montero 1988). En general,
30
2

Altura dominante: La altura dominante corres- Dado que la estimación de la productividad ha


ponde al promedio de la altura de los árboles sido de mucha más utilidad práctica en nuestro
más altos o más gruesos por unidad de superficie medio, este será desarrollado con mayor detalle.
(Baker 1950; Vincent 1975; Alder 1980). Esta altu-
ra presenta la ventaja de ser menos sensible tanto Estimación a partir de relaciones entre especies
a cualquier tratamiento silvícola, como a la his- del dosel superior: Este método, se aplicó inicial-
toria de la competencia en el rodal (Baker 1950; mente en Carolina del Norte (EEUU) en el año
Daniel et al. 1979; Smith 1986; Ortega y Mon- 1948, para evaluar la calidad de un sitio en ausen-
tero 1988). Se ha encontrado que este parámetro cia de la especie de interés (Carmean 1975; Clut-
presenta una alta correlación con otros indicado- ter et al. 1983). En estos casos, donde se encuen-
res de la productividad del rodal (Spurr y Barnes tren árboles dominantes y codominantes de otra
1980), aunque en contraposición, se señalan las especie, pueden ejecutarse algunas medidas sobre
siguientes desventajas (Ortega y Montero 1988): esta vegetación para evaluar la calidad de sitio de
los árboles dominantes no son los mismos en cada la especie de interés. Estas comparaciones son úti-
momento del turno, al menos en las primeras eda- les cuando se presentan áreas donde el suelo y
des de la masa, aunque posiblemente por un lapso el sitio son muy heterogéneos (Carmean 1975). El
muy corto del desarrollo, y que estos árboles, en uso de esta técnica depende del conocimiento de
algunas ocasiones, pueden representar excepcio- la relación entre el patrón de crecimiento de la
nes desde la perspectiva del origen genético de los especie de interés y el patrón de crecimiento de
individuos o las condiciones del micrositio, que las especies presentes en el área y con las cuales
pueden resultar no representativas de la calidad se va a trabajar (Clutter et al. 1983) y se emplea
de sitio. comúnmente para relacionar los índices de sitio
de dos especies, aunque ha sido aplicado para ob-
Altura media de árboles dominantes y codomi-
tener relaciones entre varias especies (Olson y De-
nantes: Según Vincent (1980), es la altura pro-
llaBianca 1959, citados por Clutter et al. 1983).
medio de los árboles dominantes y codominan-
tes. Esta altura presenta el inconveniente de que Estimación a partir de las características de la
puede estar influenciada por la densidad, pues los vegetación menor: La calidad de sitio puede ser
árboles codominantes son más afectados por la determinada mediante las diversas especies que se
competencia de los árboles más altos, pese a no pueden encontrar en el bosque, las cuales por su
afectar el crecimiento en altura en forma signifi- presencia, abundancia y tamaño relativo, reflejan
cativa (Vincent 1975). la naturaleza del ecosistema del cual forman parte
(Spurr 1964). Tanto las especies arbóreas como las
Métodos indirectos del sotobosque sirven para este propósito. Dentro
de las ventajas que presentan los árboles para la
A diferencia de los métodos directos, las formas
determinación de la calidad de sitio se citan: tie-
de estimación indirecta no requieren de registros
de mediciones acerca del rodal donde se va a de- nen vida prolongada, son de fácil identificación
terminar la calidad de sitio (Clutter et al. 1983). en todas las estaciones del año y algunas especies
Varios autores (Rennie 1963; Carmean 1975; Clut- tienen una amplitud ecológica tan estrecha que
ter et al. 1983) citan dentro de estos métodos los su presencia es indicativa de un sitio particular
siguientes: (Ortega y Montero 1988). Estos autores señalan,
que las especies del sotobosque, por su parte, a
• Estimación a partir de relaciones entre pesar de que son más propensas a estar influidas
especies del dosel superior. por la densidad, la historia pasada y la composi-
• Estimación a partir de las características de ción del bosque -en mayor grado que las especies
la vegetación menor. arbóreas-, en muchos casos, tienen una tolerancia
• Estimación a partir de factores edáficos, ecológica más restringida y pueden ser más útiles
topográficos y climáticos. como indicadores vegetales.
31
CARACTERIZACIÓN DE LAS TIERRAS PARA USO FORESTAL

Estimación de la calidad de sitio a partir de fac- como indicadores de la calidad de sitio (Donoso
tores climáticos, topográficos y edáficos: Existen 1981). A pesar de que el clima puede variar local-
algunas situaciones en que la vegetación no puede mente en forma significativa de un lugar a otro,
ser usada como indicador de la calidad de sitio o ha sido difícil obtener correlaciones aceptables
de la productividad forestal, como es el caso de entre el clima y el crecimiento de los árboles (Pu-
áreas deforestadas, intervenidas por faenas agrí- lido 1971). Según Vanclay (1994) la mayor parte
colas, forestales o ganaderas o de otro tipo (Spurr de los estudios que emplean sólo factores climáti-
1964). En estos casos se puede efectuar un análi- cos para determinar la calidad de sitio a través de
sis de los factores del medio ambiente físico que índices, han sido desarrollados a nivel regional o
influyen en el área (Donoso 1981), para luego re- mundial y como lo señala Myssonen (1971, citado
lacionar el crecimiento del árbol con dichos facto- por Donoso 1981), un índice basado sólo en fac-
res del medio y así predecir la calidad de sitio en tores climáticos, no es lo suficientemente preciso
forma indirecta (Clutter et al. 1988). como para determinar la calidad de los sitios en
áreas relativamente pequeñas.
Cualquier factor del medio ambiente, simple o
combinado, de cualesquiera de todos los factores Probablemente debido a las razones anteriores,
climáticos, edáficos o topográficos, puede ser usa- es común encontrar en algunos estudios, la in-
do como un índice de la calidad de sitio, siempre y tegración de las variables climáticas en los mo-
cuando sea útil, su medición sencilla y económica delos de predicción junto con factores edáficos y
y además estar altamente correlacionado con la topográficos (p.e. Navarro 1987; Campos 1990).
productividad del bosque (Spurr y Barnes 1980). En Costa Rica, Navarro (1987) ajustó un modelo
Los factores ambientales más útiles para los pro- de predicción del índice de sitio para la especie
pósitos de los índices de sitio, según el concepto Bombacopsis quinata, donde el crecimiento de la
de la ley del mínimo, son aquellos que están poco misma se asocia con la precipitación media anual
disponibles para satisfacer la demanda de los árbo- (r=0.46) y el número de meses secos (r=0.51);
les del bosque, de tal forma que pequeños cambios mientras que el número de meses muy secos (p.e.
en el suministro del factor, resultan en cambios precipitación < 30 mm) afecta negativamente el
posibles de medir en el crecimiento de los árboles crecimiento de la misma (r=-0.48) al igual que el
(Spurr y Barnes 1980). porcentaje de pendiente (r=-0.56).
Dada la diversidad de los factores ambientales Evaluación de la calidad del sitio a partir de fac-
que interactúan con el bosque, y el diferente efec- tores topográficos y edáficos: La razón de las
to que cada uno puede ejercer sobre el “sitio” y técnicas de evaluación del sitio a través de las
su calidad, se consideran dos grupos generales y características del suelo (Coile 1952a, citado por
sus combinaciones, a través de los cuales se pue- Donoso 1981) fue dada en términos de que “si
de realizar las valoraciones de la calidad de sitio: todos los terrenos forestales estuvieran cubiertos
evaluación a partir del clima y evaluación a partir por vuelos de densidad normal, de edad suficien-
de factores topográficos y edáficos. Es importante te, como para que todo el suelo y la parte superior
señalar que las evaluaciones mencionadas ante- del substrato hubieran afectado su crecimiento,
riormente, tienen como objetivo la estimación del habría poca necesidad de estudiar la relación en-
índice de sitio, relacionando la altura dominante tre las propiedades del suelo y el crecimiento, ya
a una edad dada, u otro índice dasométrico, y los que el volumen de madera por unidad de área a
factores ambientales; lo cual permite estimar el una edad dada, sería una medida directa de la
índice de sitio en ausencia de la población. productividad”.
Evaluación de la calidad del sitio a partir del cli- Como principales ventajas de las evaluaciones del
ma: El crecimiento de los árboles está fuertemen- sitio a partir de factores del suelo se considera
te relacionado con los factores climáticos que con- que muchos de los factores son fáciles de medir
forman su medio ambiente, hecho poco utilizado y pueden cuantificarse (Salas 1974) y el hecho de
32
2

que existe dependencia (al igual que en el caso de Algunos resultados de estudios
variables climáticas) entre las medidas del suelo y sobre relaciones entre el
el vuelo del rodal (Davis 1966). La determinación
índice de sitio y las variables
indirecta de la calidad de sitio a partir de factores
edáficos y topográficos, ha tenido básicamente dos
ambientales
enfoques metodológicos. El primero, se ha desa-
rrollado a partir de factores individuales del suelo En bosques coetáneos de los EEUU se han realiza-
do estudios sobre las relaciones entre los factores
(propiedades físicas y químicas y características
individuales del suelo y la productividad de un de-
del relieve). Este se conoce como estudios facto-
terminado rodal, demostrando que las característi-
riales de la productividad del sitio (Duane 1983)
cas que frecuentemente explican la variación aso-
y como evaluaciones sitio-suelo (Carmean 1975).
ciada (variación explicada) y que se relacionan con
El segundo enfoque, consiste en desarrollar mode-
la calidad de sitio son: la profundidad del suelo y
los de predicción de la calidad de sitio, utilizando la textura del subsuelo, propiedades que influyen
series de suelo (Duane 1983) o unidades de suelo sobre la cantidad y calidad del espacio disponible
(Carmean 1975). para las raíces de los árboles (Coile 1938, citado
En ambos casos, los modelos de predicción de la ca- por Donoso 1981). La profundidad y distribución
lidad de sitio se han desarrollado utilizando como de las raíces de los árboles en el suelo se afecta
variable dependiente la altura del árbol o el índice considerablemente por la humedad, el drenaje y
de sitio. Este último presenta la ventaja sobre la la aireación del suelo, por lo que estos factores
deben de ser considerados (Donoso 1981; Ralston
altura, que descuenta el efecto de la edad. Como
y Carmean s.f., citados por Pritchett 1986). La per-
variables explicativas ambos enfoques han utiliza-
meabilidad del suelo, la profundidad de la capa
do la edad y los factores individuales del suelo o
de agua, los nutrimentos del suelo, la textura, la
las series de suelo, según la metodología de que se
profundidad efectiva, el pH, la materia orgánica,
trate. Este enfoque es útil en áreas donde se pre-
la pedregosidad, la resistencia del suelo a la ero-
sentan las siguientes condiciones (Carmean 1975): sión, han sido evaluados solos o combinados con
1) la calidad de sitio, el suelo y las condiciones otros factores catalogados como determinantes del
del rodal son extremadamente variables y 2) los índice de sitio (Salas 1987).
rodales no presentan las características necesarias
para identificar la calidad de sitio por los méto- El aspecto y la posición de la parcela en la pendien-
dos directos tradicionales. Los rodales pueden ser te están frecuentemente asociados con el índice de
discetáneos, muy jóvenes o fuertemente interveni- sitio; donde los estudios más exitosos logran expli-
dos; además pueden presentar pocos árboles para car entre un 65 y un 85 por ciento de la variación
las medidas requeridas de altura y edad. de la altura o el índice de sitio (Carmean 1975). En
Colombia, Tschinkel (1972), utilizó dos variables:
La precisión de estos estudios, está en función de código topográfico y grado de pendiente, para pre-
los siguientes elementos (Carmean 1975): áreas decir la calidad de sitio en C. lusitanica; obtenien-
con un tamaño adecuado, de tal forma que las con- do una bondad de ajuste del 72% y un error están-
diciones de suelo, topografía y clima estén bien re- dar asociado de 1,9 m. En Guanacaste, Costa Rica,
presentadas; las muestras deberán de representar Vásquez y Ugalde (1994) encontraron que para la
todo el rango (incluyendo las condiciones menos especie G. arborea los factores que determinan la
comunes o extremas) de variación en lo que se calidad de sitio son la elevación sobre el nivel del
refiere al índice de sitio, suelo, topografía y clima mar (r=-0,66), la posición topográfica (r=0,60),
presentes en el área y selección adecuada de las el efecto del viento (-0,52), el contenido de calcio
variables que integrarán el modelo final. en el primer horizonte (r=0,49) y el contenido de
magnesio en el primer horizonte (r=0,47). Una
vez realizado el análisis de regresión múltiple, se
33
CARACTERIZACIÓN DE LAS TIERRAS PARA USO FORESTAL

determinó que del total de la variación asociada al Giraldo et al. (1980), en un estudio llevado a cabo
sitio, un 48% de la misma era posible de explicar en Antioquía, Colombia; detectaron en plantacio-
utilizando la posición topográfica y el efecto del nes de café en asocio con regeneración natural de
viento. C. alliodora, con edades que oscilan entre los 16
y 46 años, que las únicas propiedades químicas
Estudios sobre los factores edáficos que afectan correlacionadas significativamente con el índice
el crecimiento de G. arborea llevados a cabo en de sitio fueron el pH y la capacidad de intercam-
la zona del Atlántico Norte de Costa Rica (Stu- bio catiónico. Ajustando estas variables utilizando
hrmann et al. 1994), reportan que el grosor del como modelo la función gama, lograron explicar
horizonte A, la disponibilidad del potasio, la den- cerca de un 75% de la variabilidad asociada con
sidad de partículas y el porcentaje de saturación el índice de sitio.
de aluminio, son las variables que mayor afectan
el crecimiento en altura de dicha especie. Las tres Otros estudios sobre el tema (Giraldo et al. 1980;
primeras variables explican hasta un 91 por cien- Vásquez y Ugalde 1994; Vallejos 1996; Montero
to de la variación asociada con el incremento en 1999), demuestran que las variables ambientales
altura. En plantaciones forestales de G. arborea y (p.e. precipitación, temperatura, viento, pendien-
C. alliodora a los 2 años de edad, ubicadas en la te, drenaje, fertilidad y profundidad del suelo) que
correlacionan con el índice de sitio a una determi-
Región Huetar Norte de Costa Rica, se encontró
nada edad, para cada especie, son dependientes
que cuando el grado de pendiente es mayor (en el
del número de parcelas de medición consideradas
caso de G. arborea si sobrepasa los 8°), se presenta
en la determinación de la correlación. En algunos
una importante disminución en el incremento en
casos, por ejemplo la posición de la plantación en
altura; obteniendo coeficientes de correlación en-
el relieve, normalmente considerada como “dis-
tre la pendiente y el crecimiento de -0,52 para G.
tancia de la cima”, pueden presentar situaciones
arborea y de -0,68 para C. alliodora (Zech 1994). discrepantes. Para el caso de la teca en Guana-
caste, Costa Rica (Vallejos 1996; Montero 1999) se
Este último autor señala que otros factores de-
encontró que el crecimiento de los árboles se ven
terminantes en el crecimiento de estas especies
severamente afectados por el fuerte viento de la
son: la compactación superficial (aumento en los
región cuando esta se planta en las cimas (Figura
valores de la densidad de partículas del suelo), la
2.3), mientras que Zech (1994) demostró que en
distancia de la cima, la forma del terreno (en te-
la Zona Norte del país, donde los suelos más áci-
rrenos de forma convexa el crecimiento fue pobre, dos ocupan la parte media y erosionada de la pen-
mientras que en terrenos de forma cóncava y li- diente, estas posiciones son las que impiden en
neal, el crecimiento fue mejor), el grosor del ho- mayor grado el desarrollo de la teca y Zech y Dre-
rizonte superficial y la intensidad del uso anterior chsel (1991) mencionan que en Liberia, África, la
del sitio reforestado. misma especie crece mejor en la parte media de
la pendiente donde no se presentan condiciones
Bergmann et al. (1994), en plantaciones de 2,5
hidromórficas ni suelos poco profundos. Para el
años de edad de C. alliodora en el Atlántico Nor- caso del ciprés, en Colombia, se mencionan roda-
te de Costa Rica, encontraron que esta especie les tres veces más altos en las partes bajas del re-
demanda cantidades importantes de macronutri- lieve, que en las divisorias de la región montañosa
mentos. Señalan que los principales factores que (Zott y Tschinkel 1971).
determinan el crecimiento de la especie son el
grosor del horizonte A, la reserva de potasio a 30 Entre otros, el método de correlacionar variables
cm de profundidad, la densidad de partículas y ambientales con el índice de sitio representa una
las reservas de fósforo disponible. Estos factores de las posibilidades para determinar la relación
explican un 71 por ciento de la variación asociada que existe entre el crecimiento de la plantación y
con el incremento en altura. los factores ambientales que lo afectan. De la ex-
34
2

Figura 2.3. Efecto de “bandera” en árboles nativos (izquierda) y daño de copa en árboles de teca (dere-
cha) por efecto de vientos fuertes en Guanacaste, Costa Rica.

periencia adquirida en Centro América (Herrera y mico tipo ln H = a + b (1/E). De esta manera, el
Alvarado 1998), puede concluirse que las variables índice de sitio (IS) puede calcularse para una edad
ambientales de orden físico son las que con más determinada (por ejemplo 10 años), de la siguiente
frecuencia determinan el índice de sitio. Cuando manera:
la población de parcelas empleadas para determi-
narlo es muy pequeña o son muy diferentes, es
difícil encontrar una buena correlación entre las ln IS10 = ln H – a (1/10 – 1/E)
variables ambientales y el crecimiento de la po-
blación. En general, por este método se obtienen
valores de r2 inferiores a 0,5. Si se escoge una edad cualquiera, por ejemplo 10
años, el índice de sitio de base 10 (IS10) puede co-
Comúnmente, la relación entre la altura (H, m) de rrelacionarse con otras variables ambientales (X)
los árboles dominantes y el recíproco de la edad para determinar los factores que mejor explican,
de la plantación (1/E, años) se aproximan a una positiva o negativamente, el crecimiento de la es-
línea recta tipo H = a + b (1/E), aunque también pecie en un sitio o región, a través de modelos
es común relacionar la altura dominante con el matemáticos como los siguientes (Giraldo et al.
inverso de la edad, utilizando un modelo logarít- 1980):

Nombre Modelo Modelo linearizado

1. Lineal IS = Bo + B1X IS = Bo + B1X

2. Logarítmico IS = BoXB1 ln IS = ln Bo + B1 ln X

3. Geométrico IS = BoB1X ln IS = ln Bo + X ln B1

4. Cuadrático IS = Bo + B1X + B2X2 ln IS = ln Bo + ln B1X + lnB2X2

5. Gamma IS = BoXB1 e-B2X ln IS = ln Bo + B1lnX – B2X ln e

35
CARACTERIZACIÓN DE LAS TIERRAS PARA USO FORESTAL

En la Figura 2.4 se presenta la relación de índice en los cuales se ve afectado el crecimiento radical
de sitio para el pochote (B. quinatum) y la teca (T. y se presentan con frecuencia deficiencias de N, P
grandis) definiéndose los sitios marginales, bajos, y Mn (Drechsel et al. 1989).
medios, altos y excelentes, según el crecimiento
normal de las especies, todo en función de la al-
tura de los árboles dominantes o codominantes
(Montero 1999). B. quinata
En Costa Rica, se han utilizado modelos de regre-
sión múltiple del tipo IS = Bo + B1X1 + B2X2 … +
BnXn para correlacionar variables edáficas con el
índice de sitio, de la siguiente manera:

IS10 melina = 41 – 3,1 Da + 2,5 UA + 0,3Epi + 3 Dic

IS10 laurel = 7,1 – 9,2 Da + 0,43 UA + 0,4 Epi +0,47 Dic + 0,11 Pen

IS10 teca = 2,2 + 0,01 PPT + 0,18 Ca

IS10 teca = 109,416 – 1,709 DEFHID + 1,095 PPT – 3,211 TMA

IS10 pochote = 14,8 – 2,4 Vi + 0,36 Mg

T. grandis
En donde Da = densidad aparente, UA = años de
uso anterior del terreno, Epi = grosor del epipe-
dón (capa superior del suelo), Dic = distancia de
la cima, Pen = pendiente del terreno, Vi = veloci-
dad del viento. PPT = precipitación, Ca = conte-
nido de calcio intercambiable y Mg = contenido
de magnesio intercambiable, DEFHID = número
de meses secos, TMA = temperatura media anual
en °C.
Como ejemplo, para el caso de la teca, puede in-
ferirse que entre más Ca disponible en el suelo, Figura 2.4. Ubicación de parcelas de
observación de B. quinata y T. grandis
o menos Al intercambiable haya, mejor es el cre- con base a la altura dominante (m)
cimiento de la plantación, la cual también se ve- con las curvas que definen 5 clases
ría favorecida por un aumento de la precipitación de sitio en Costa Rica (tomado de
Montero 1999).
pluvial y valores de temperatura menores a la
media de la región en que se generaron las ecua-
ciones anteriormente mencionadas. Se considera Determinación del índice de
que sitios en los cuales además de la época seca sitio
normal, se puede presentar un veranillo o canícu-
la que promueva la caída de las hojas por segunda La calidad de un sitio para plantar una especie
vez en el año, no son favorables para plantar la determinada también puede calcularse en forma
teca (Drechsel y Zech 1994), de la misma manera manual, utilizando tablas apropiadas (Zech 1994;
que deben evitarse sitios en los cuales dominen Vásquez y Ugalde 1994). En primer lugar, debe
los Vertisoles en los que se presentan condiciones estimarse los requerimientos ambientales de cada
prolongadas de encharcamiento y resquebraja- especie (Cuadro 2.2), de manera que puedan
miento y los Entisoles poco profundos o arenosos, codificarse estos valores (Cuadro 2.3) para luego

36
2

Cuadro 2.2. Requerimientos ambientales del pochote (B. quinatum), la teca (T. grandis), la melina (G. arborea) y el pino (P.
caribaea) bajo condiciones de Guanacaste, Costa Rica (tomado de Vásquez y Ugalde 1994).

Factor ambiental Pochote Teca Melina Pino


Precipitación >1.500 >1.800 >2.000 >2.000
Viento Moderado Moderado Poco Moderado
Meses secos (<100 mm) <5 <5
Meses muy secos (<30 mm) <3
Profundidad suelo (cm) >75 >90 >75 >60
Ca (cmol (+) 100 ml ) -1
>15 >8 >10
Mg (cmol (+) 100 ml-1) >9 >6
Altitud (msnm) <500 <700 >500
Pendiente (%) <25 <25 <40 <40
Posición en ladera Inferior o fondo plano
Plantas indicadoras de sitio malo No hay No hay Coyol Cualquiera
Uso anterior en pastura (años que tolera) <15 <15 <30

Cuadro 2.3. Codificación de valores reales de los parámetros que


afectan el crecimiento de las especies forestales (adaptado de Vás-
quez y Ugalde 1994).
emplear los valores del Cuadro 2.4 y tomar la
decisión de que especie plantar.
Puntos de codificación a asignar
Factor ambiental A manera de ejemplo en el Cuadro 2.5 se presen-
1 2 3 tan las características de un sitio particular con su
Pendiente (%) >40 25-40 0-20
correspondiente codificación, el cual arroja una
Profundidad del
suelo (cm)
60-75 75-90 >90 sumatoria de 24 puntos, valor que referido al Cua-
Suma de bases dro 2.4 permite concluir que en ese sitio pueden
<5 5-15 >15
(cmol (+) L-1) plantarse con un alto grado de éxito las especies
Cima o Parte pochote, gallinazo y teca, pero no así las otras es-
Posición del sitio
parte Parte media inferior o pecies mencionadas en el mismo Cuadro.
en la ladera
superior plano
Viento Muy fuerte Moderado Poco a nulo El modelo aditivo anteriormente mencionado
Jícaro, tiene algunas limitaciones importantes y según
Indicadores de Malezas
chumico,
calidad de sitio hoja ancha Udawatta y Henderson (2003), el grado de sufi-
coyol, nance
Precipitación (mm) <1.500 >2.000
Cuadro 2.5. Codificación y puntaje total de un sitio particular
Años de uso
>30 16-30 0-15 para reforestación en Costa Rica.
anterior
Altitud (msnm) >700 500-700 <500 Valor
Parámetro Valor real
codificado
Cuadro 2.4. Puntaje ambiental requerido para la plantación de di-
ferentes especies forestales en Costa Rica (adaptado de Vásquez y Pendiente (%) 10 3
Ugalde 1994). Profundidad del suelo (cm) >120 3
Suma de bases (cmol (+) L-1) 10 2
Puntaje Especies 1
Posición del sitio en la
9-12 Pino, Amarillón y Mangium Parte media 2
ladera
13-16 Gavilán, Ron ron y Cocobolo Viento Poco 3
17-19 Deglupta Indicadores de calidad de Malezas hoja
3
19-21 Melina sitio ancha
22-24 Pochote, Gallinazo y Teca Precipitación (mm) 1.600 2
>24 Teca Años de uso anterior 4 3
1
Pino = P. caribaea var hondurensis, Amarillón = T. amazonia, Gavilán = A. guachepele, Altitud (msnm) 350 3
Cocobolo = Diphysa rubinoides, Melina = G. arborea, Gallinazo = S. parahybum, Mangium =
A. mangium, Deglupta = E. deglupta, Pochote = B. quinatum, Teca = T. grandis Índice de sitio (suma de valores) 24

37
CARACTERIZACIÓN DE LAS TIERRAS PARA USO FORESTAL

ciencia de un ecosistema representado por un composición, evitando el mecanismo de fijación


indicador (p.e., Índice de Sitio) puede calcular- de los mismos en el suelo (Jordan 1981); sin em-
se mejor utilizando métodos multiplicativos o bargo este tipo de actividad ha sido criticado pues
geométricos. Las interacciones entre las propieda- sugiere que el hongo es el único o más importante
des comparadas no se contemplan en el modelo mecanismo en la descomposición de los residuos
aditivo, mientras que si son consideradas en los y también porque en adición a la descomposición
modelos multiplicativos y geométricos. La com- de los residuos, el hongo incorpora gran cantidad
binación geométrica le da el mismo peso a todas de esos nutrimentos en la biomasa microbial y por
las suficiencias, de manera que no contempla el lo tanto no los deja de inmediato a disposición de
principio del factor individual más limitante, tam- los árboles.
bién conocido como la ley del mínimo de von Lie-
big. En contraste, el enfoque multiplicativo le da
mayor peso a los factores más limitantes y por lo
tanto permite obtener un valor final inferior al de
algunas suficiencias individuales, hecho reconoci-
do en el sector forestal años atrás (Storie 1970).

Otros factores relacionados


con el índice de sitio
En sitios considerados como “malos” o poco férti-
les, o sea bajos en P, K. Ca, Mg o la suma de los
elementos mencionados (Huston 1980), el núme- Figura 2.5. Respuesta a la micorrización en plantaciones forestales
ro de especies del bosque secundario por unidad según la fertilidad natural del sitio (tomado de Davey 1995).
de superficie de terreno se eleva, quizás como una
respuesta de la naturaleza para colonizar un me-
Es importante mencionar que la necesidad de
dio en el cual solo algunas de esas especies podrán
aplicar micorrizas al suelo al inicio de la plan-
surgir. El mismo autor (Huston 1997), menciona
tación con especies nativas es mínima, pues la
que la diversidad de plantas es baja en suelos poco
presencia de esporas de hongos en el ecosistema
fértiles, aumenta conforme mejora la fertilidad y
suelo sigue siendo alta después de largos períodos
vuelve a disminuir cuando el suelo tienen una fer-
de uso en otras actividades (Rojas 1992; Fisher et
tilidad alta; según esta hipótesis, pocas especies
al. 1994; Johnson y Wedin 1997). Sin embargo,
pueden sobrevivir en condiciones extremas, se di-
cuando se introducen especies nuevas a un medio
versifican cuando la fertilidad del suelo es media
degradado, el chance de respuesta a la micorriza-
y se reduce cuando algunas especies calificadas
ción es elevado, como ocurrió con P.caribaea en
tienden a dominar el sitio de fertilidad elevada
Costa Rica (Vega 1964), situación que también es
(Clark 2002).
frecuente a nivel de vivero, donde el medio se es-
Según menciona Davey (1995), como consecuen- teriliza para evitar problemas de enfermedades en
cia de la baja fertilidad natural del ecosistema, las plántulas.
también se ha encontrado que la respuesta a la mi-
corrización en sitios malos es mucho mayor que la En el caso de que se requiera adicionar inoculante
que ocurre en sitios medios y buenos, ya que los a base de micorrizas, debe tenerse en cuenta lo
árboles pueden absorber mayores cantidades de siguiente (Marx et al. 2002):
P a través de la micorriza en la primera situación • Que el producto esté certificado, en el
(Figura 2.5). Este fenómeno puede atribuirse a sentido de contener un número suficiente
que el hongo es capaz de obtener nutrimentos di- de propágalos con capacidad de infectar las
rectamente de la superficie de los residuos en des- raíces de la especie que lo requiera.
38
2

• Contener una mezcla de especie de hongos Caracterización general de


que se adapten a variadas condiciones de
suelos y tierras
suelo, tales como pH.
• Causar un efecto positivo sobre la A diferencia del caso forestal, en agricultura con-
sobrevivencia, crecimiento y vigor de las vencional los suelos se clasifican no por el rendi-
plántulas. miento que puede obtenerse de los cultivos que
en él prosperen, sino por sus características (pre-
• Una vida media larga bajo condiciones de sencia de acumulaciones de arcilla, saturación de
almacenamiento adecuadas.
bases, grado de desarrollo, etc.). Cuando se com-
• Estar certificado de no contener otros binan el factor suelo con la pendiente, el clima,
organismos dañinos. y a veces factores socio-económicos, los sistemas
se consideran como de “clasificación de tierras”.
• Ser compatible con otros productos que
El conocimiento de los sistemas de clasificación
formen parte de la formulación.
de suelos y tierras, se asocia a ciertas característi-
• De costo asequible y de fácil utilización. cas de manejo de plantaciones, por lo que a conti-
nuación se incluye una descripción somera de los
En la Figura 2.6 puede observarse el porcentaje de principales sistemas de clasificación en boga.
infección con micorrizas y el número de esporas A la hora de evaluar tierras para la producción
en suelos ácidos (Ultisoles y Alfisoles) y en otros forestal, deben considerarse aspectos generales
suelos de 41 plantaciones de teca en Costa Rica, relacionados con las posibilidades económicas
notándose que en sitios con crecimiento pobre de de llevar a cabo la explotación (acceso, tenencia
la teca (bajos en bases y altos en saturación de y valor de la tierra, disponibilidad de servicios,
aluminio), el proceso de micorrización se ve seve- etc.) y específicos de cada sitio, que afectan direc-
ramente afectado (Alvarado et al. 2004). Otros au- tamente el crecimiento de las especies forestales
tores trabajando bajo condiciones de invernadero, de interés. De manera global, deben estimarse
encontraron que el crecimiento de Frankia en raí- la pendiente de los terrenos, la profundidad del
ces de Alnus glutinosa (Figura 2.7), también se ve suelo, la pedregosidad, las características internas
severamente disminuido cuando el pH del suelo y externas del drenaje, los parámetros climáticos
es inferior a 5,5 (Griffiths y McCormick 1984) y
de Alnus incana por la deficiencia de B (Lohto et
al. 2010).

Figura 2.6. Variación del contenido de esporas en suelos aluvia-


les, Ultisoles, Alfisoles y otros y del porcentaje de infección en Figura 2.7. Masas de nódulos de Frankia spp. en árbo-
la raíz en 41 plantaciones de teca en Costa Rica (tomado de les de jaúl (A. acuminata) creciendo en Andisoles de
Alvarado et al. 2004). La Nubes de Coronado, Costa Rica.
39
CARACTERIZACIÓN DE LAS TIERRAS PARA USO FORESTAL

(precipitación, temperatura, vientos). Para cada tiene en el sector forestal, gracias al sistema de
especie forestal, deben medirse los parámetros de clasificación de “zonas” de vida desarrollado por
suelo específicos para la misma, entre ellos pH, Holdridge (1967).
textura, estructura, acidez, disponibilidad de nu-
Aunque hoy en día persisten en la literatura va-
trimentos, profundidad del horizonte A, presencia
rios sistemas de clasificación de suelos, probable-
de capas que impidan el crecimiento normal del
mente el más utilizado en su última versión, es la
sistema radical, etc. En el caso del grosor del hori-
Taxonomía de Suelos (Soil Survey Staff 1999), tra-
zonte A, es importante recordar su papel en el re-
ducida recientemente al español (Gisbert 2002).
ciclaje de nutrimentos (materia orgánica asociada
En este sistema, se definen varias categorías, de
a este horizonte), por lo que es esencial mantener
mayor a menor: Orden, Suborden, Gran Grupo,
su presencia en el perfil del suelo, en vez de ba-
Subgrupo y Familia, reservándose para niveles de
rrerlo durante el proceso de preparación de las cartografía de suelos los niveles de Serie y Fase. El
tierras para la plantación. sistema funciona de tal manera que a niveles altos
En general, cuando se procuran nuevas tierras se trata de agrupar suelos con características simi-
para plantar árboles, se acostumbra realizar un lares (simulando el concepto de “zonas”), mientras
estudio de tierras a nivel de reconocimiento, en que en los niveles inferiores se utilizan caracterís-
el cual se identifican las variables ambientales ticas que permiten diferenciarlos. Con el fin de
generales que llenen los requisitos de la especie; mantener una nomenclatura universal, se creó un
estos estudios se realizan utilizando información lenguaje basado en vocablos mayormente del la-
existente de la región o país y pueden llevarse a tín, los cuales se deben respetar hasta donde sea
cabo empleando técnicas como sistemas de infor- posible. La importancia de utilizar la clasificación
mación y posicionamiento geográfico. La adquisi- de suelos en el sector forestal, ha sido discutida
ción de los terrenos para plantar, debe basarse en por Sollins (1989,1998), quien menciona que este
estudios de semi-detalle, en los cuales se identifi- sistema agrupa suelos con características quími-
can las variables de suelo que más pueden afectar cas, físicas y mineralógicas que permiten explicar
el crecimiento de la especie seleccionada y el por- en muchos casos el porqué de ciertos fenómenos
centaje de área útil de la propiedad para plantar que ocurren, por ejemplo, en el reciclaje de nutri-
dicha especie en las regiones identificadas como mentos, en la respuesta de las diferentes espe-
cies a condiciones específicas, etc. En adición,
promisorias en el estudio generalizado.
Hartemink (2003), mencionan que los cambios
de fertilidad que ocurren en el suelo en función
Taxonomía de suelos del tipo de cobertura que sustenten (incluyendo
A finales del siglo XIX, el científico ruso Doku- plantaciones forestales), aumentan en el orden
chaiev concibe por primera vez al suelo como Alfisoles>Oxisoles=Ultisoles>Entisoles/Incep-
un cuerpo natural con génesis definida, natura- tisoles, todo en función de las características in-
leza propia y con un lugar independiente en la trínsecas de formación de cada orden de suelo,
es decir, su mineralogía de arcillas, contenido de
serie de formaciones de la corteza terrestre. En
bases cambiables, etc.
su esquema de clasificación de suelos, introduce
el concepto de suelos normales, de transición y A nivel superior, todos los suelos del mundo se en-
anormales, posteriormente reconocidos como sue- casillan en 12 órdenes, lo que permite separar los
los zonales, intrazonales y azonales, para referirse suelos en forma jerarquizada, de manera que el
a suelos que por sus características representaban primero de ellos tiene prioridad sobre el siguiente
la variación climática de la región en que ocurrían y así sucesivamente. Por razones de nomenclatu-
y en algunos casos, porqué no la representaban. ra, al final de cada orden se incluye en paréntesis
Aunque este concepto ya no se utiliza explícita- el elemento de nomenclatura que permite identi-
mente en los sistemas actuales de clasificación ficarlo al momento de utilizar niveles de clasifica-
de suelos, se menciona por la relevancia que aún ción más bajos. Los órdenes son los siguientes:
40
2

1. Gelisoles (el): 4. Andisoles (and): El


Suelos de regio- orden incluye la mayoría
nes muy frías (po- de los suelos formados a
lares), los cuales partir de cenizas volcáni-
permanecen con- cas, en los cuales la frac-
gelados (perma- ción arcillosa dominante
frost) o presentan presenta un bajo grado
condiciones muy de cristalización (propie-
relacionadas con dades ándicas). En su
los procesos do- mayoría se encuentran
minantes en este en regiones montañosas donde predominan géneros
tipo de regiones. Normalmente presentan contenidos como: Quercus, Alnus, Cedrela, etc.
altos de materia orgánica y en algunos casos acumula-
ción de sales.

2. Histosoles 5. Oxisoles (ox): Son


(ist): Suelos orgá- suelos generalmente
nicos, formados bajo ácido, los más evolucio-
condiciones que nados del planeta, en
favorecen la acumu- los cuales solo quedan
lación de este tipo rastros de minerales
de materiales, tales primarios meteorizables
como: oxireducción, (horizonte óxico). Abun-
baja temperatura, dan en los Llanos Orien-
o presencia de ma- tales y la Amazonía en la
teriales orgánicos América Tropical donde
difíciles de descomponer debido a su composición química. En crecen un sin número de especies arbóreas de impor-
regiones tropicales son comunes en páramos y en regio- tancia económica.
nes depresionales saturadas con agua.

6. Vertisoles (ert): Este


orden incluye los suelos
con dominancia de arci-
3. Espodosoles (od): Anti- llas retículo expandible,
guamente conocidos como típicos de zonas depre-
Podsoles, se consideran como sionales con época seca
aquellos suelos en los que por definida y en su mayoría
algún medio ocurre transloca- con altos contenidos
ción del Fe y/o materia orgáni- de bases. En general
ca de un horizonte a otro, en son poco aptos para la
el cual se acumula y que se plantación de árboles en
denomina horizonte espódico. forma comercial aunque
Son comunes en materiales algunas especies legumi-
parentales arenosos cubiertos nosas para producción de leña prosperan en ellos ade-
por confieras. cuadamente. En Vertisoles de tierras altas de Etiopía, se
menciona como promisoria la plantación de Eucalyptus
globulus y algunas especies de Acacia spp. (Kidamu et
al. 2005; Mekonnen et al. 2006).
41
CARACTERIZACIÓN DE LAS TIERRAS PARA USO FORESTAL

7. Aridisoles (id): Domi- 10. Alfisoles (alf): Este


nan en regiones muy secas tipo de suelos es similar al
(régimen de humedad arí- de los Ultisoles, solo que
dico), por lo que presentan presentan un mayor conte-
un desarrollo restringido y a nido de bases en el subsue-
menudo acumulaciones de lo, por lo que los árboles
carbonatos y sulfatos de cal- pueden explorar más volu-
cio y/o sodio. La presencia men del mismo en procura
de horizontes petrocálcicos y de nutrimentos y agua. Una
petrogípsicos impide el cre- buena cantidad de planta-
cimiento libre de raíces limitando el desarrollo de las ciones de Tectona, Gmelina y Bombacopsis se ubican en
pocas especies arbóreas que prosperan en este tipo de este tipo de suelos.
ambiente.

11. Inceptisoles (ept): Re-


úne a un grupo de suelos
muy heterogéneo con un
8. Ultisoles (ult): En este desarrollo incipiente (hori-
orden se agrupan los suelos zontes cámbico y úmbrico)
desarrollados que además pero mayor que el requeri-
de tener una fertilidad baja, do para el siguiente orden.
presentan una acumulación Debido a que se presenta
de arcilla en el horizonte B bajo muy diversas condi-
(horizonte argílico). En ellos ciones ecológicas muchos
se recomienda la siembra de tipos de árboles crecen
especies forestales tolerantes adecuadamente sobre este
a la acidez o de otro tipo de especies bajo un régimen sustrato.
de fertilización y encalado.

12. Entisoles (ent): Clasi-


fican como tales los suelos
sin ningún desarrollo apre-
ciable, incluyendo aluviones
recientes, cenizas volcáni-
cas frescas, afloramientos
9. Mollisoles (oll): Los rocosos, etc.
mejores suelos del mundo,
se agrupan en este orden, Los mismos factores am-
considerando como tales los bientales que inhiben la
suelos de texturas medias, formación de estos suelos
friables, oscuros profundos impiden el desarrollo ade-
y con buenas propiedades cuado de especies fores-
de fertilidad. Aunque pueden tales exigentes. En Centro-
sembrarse con árboles se américa, muchos Entisoles
prefiere utilizarlos para producción de alimentos. están poblados por varias
especies del género Pinus.

42
2

El siguiente nivel de clasificación lo representan tes actividades, incluyendo la forestal. A manera


los subórdenes, los cuales se denominan agregan- de ejemplo se citan los siguientes casos de posible
do un prefijo al elemento formativo que identifica interés forestal.
al orden y de los cuales se reconocen setenta a
Caso 1, Lithic Melanudands: Estos suelos se
nivel mundial. Las diferencias entre subórdenes
forman en laderas a partir de cenizas volcánicas
varían con el orden pero en la mayoría de los ca-
recientes, en climas en los que no se dan épocas
sos se basan en los regímenes de humedad y tem-
secas prolongadas; están dominados por materia-
peratura del suelo. Por ejemplo, en los Alfisoles
les secundarios de corto rango de cristalización,
(similar a lo que ocurre en Andisoles, Inceptisoles,
asociados a un alto contenido de materia orgánica
Mollisoles, Oxisoles, Ultisoles y Vertisoles), el su-
en todo el perfil. Presentan una fertilidad natural
borden Aqualfs incluye los suelos saturados por
media a baja y no tienen problemas de acidez. El
agua en los cuales los colores dominantes son los
drenaje natural interno y externo es normal a ex-
grises. Un segundo suborden incluye los Cryalfs
cesivo, por lo que no presentan problemas de mal
que representan los Alfisoles fríos y que tienen
drenaje pero si de lavado de nutrimentos, aunque
una estación muy corta de crecimiento de los ár-
tienen poca profundidad efectiva. En ellos cre-
boles. Un tercer suborden (Udalfs) incluye los
cen bien algunos eucaliptos, ciprés, pino caribe y
suelos que tienen un régimen de humedad údico
jaúl.
en el que en pocas ocasiones no se encuentra agua
disponible para las plantas. Un cuarto suborden Caso 2, Typic Hapludults: Suelos comúnmente
(Ustalfs) es el que presenta un régimen de húme- rojos, arcillosos, ácidos y profundos, típicos de re-
da ústico en el cual ocurren períodos extensos y giones tropicales bajas a medias en relieves planos
frecuentes en los que las plantas no tienen agua a muy ondulados. Tiene fertilidad natural baja,
disponible para las plantas mesofíticas en todos presentan problemas de acidez y buen drenaje in-
o algunos de sus horizontes. El quinto suborden terno y externo, lo que favorece el crecimiento de
(Xeralfs) representa los Alfisoles que tienen un especies que no soportan el exceso de humedad
régimen de humedad xérico, siendo suelos fríos en climas en que el suelo no permanece seco por
y húmedos en invierno pero secos durante largos períodos prolongados. Este tipo de suelos permi-
períodos en el verano. En los demás órdenes (En- te obtener un buen crecimiento de géneros como
tisoles, Aridisoles, Gelisoles, Histosoles y Espodo- Terminalia, Vochysia, Virola, Hyeronima, etc.
soles), los criterios escogidos para diferenciar los
subórdenes reflejan diferencias que parecen ser Caso 3, Calcidic Paleustalfs: Las características
las más importantes dentro de cada orden. principales de estos suelos incluyen una textura
El sistema incluye la posibilidad de clasificar los arcillosa, buen drenaje, un período prolongado de
suelos del mundo en 390 Grandes Grupos, los sequía, una fertilidad natural media a alta y buena
cuales agrupan 2.400 Subgrupos, de manera que profundidad efectiva. Algunos géneros que pros-
estas serían hasta este nivel de clasificación las peran muy bien en ellos incluyen Tectona, Bomba-
posibilidades de diferenciar suelos para diferen- copsis, Pseudosamanea, Cassia, Melina, etc.

Caso Orden Suborden Gran Grupo Subgrupo


Lithic
1 Andisol Udands Melanudands
Melanudands
Typic
2 Ultisol Udults Hapludults
Hapludults
Calcidic
3 Alfisol Ustalf Paleustalfs
Paleustalfs

43
CARACTERIZACIÓN DE LAS TIERRAS PARA USO FORESTAL

Clasificación de tierras Clase I Tierras con pocas limi-


taciones o ninguna que restrin-
jan su uso para el desarrollo de
Existen varios sistemas de clasificar tierras o de actividades agrícolas, pecuarias
determinar su capacidad de uso, unos más sim- o forestales adaptadas ecológi-
camente a la zona. Las tierras
ples que otros, en el sentido de que pueden utili-
de esta clase se encuentran en
zar solo dos variables diferenciadoras de las cla- superficies planas o casi pla-
ses, como propuso Plath (1968) al considerar la nas, con erosión sufrida nula (pendiente menor al 1%),
temperatura y la precipitación como parámetros con suelo profundo, de textura media, sin piedras, sin
problemas de toxicidad o salinidad, drenaje bueno, sin
diferenciadores, o Sheng (1971) al emplear solo la riesgo de inundación y en zonas de vida húmedas, con
pendiente y profundidad del suelo. Sin embargo, período seco corto y sin efectos adversos por neblina y
otros sistemas consideran un mayor número de va- viento.
riables tanto edáficas como climáticas y de relieve
Clase II Tierras con algunas
(Beek 1978; Molina y Sharma 1993; INAB 1999). limitaciones que reducen la es-
El sistema más utilizado internacionalmente es el cogencia de especies, o que re-
desarrollado por el Departamento de Agricultura quieren de prácticas de conser-
vación moderadas (pendientes
de los Estados Unidos (Klingebiel y Montgomery del 1 al 3%). Las limitaciones
1961), en el cual las tierras se agrupan de acuerdo que pueden presentar son: re-
a las limitaciones relativas que determinan el ren- lieve ligeramente ondulado, ero-
sión sufrida leve, suelos profun-
dimiento o la posibilidad de cultivar una especie
dos, texturas moderadamente
en forma intensiva. finas o moderadamente gruesas, ligeramente pedregosos,
fertilidad media, toxicidad y salinidad leves, drenaje mo-
Las clases se identifican con números romanos, deradamente excesivo o moderadamente lento, riesgo de
aumentando las limitaciones o el riesgo de ero- inundación leve, zonas de vida secas o muy húmedas y
condición de neblina y viento moderada.
sión del terreno al pasar de la clase I a la clase
VIII. Las clases I, II y III permiten el desarrollo
Clase III Tierras con limitacio-
de cualquier actividad, incluyendo la producción nes moderadas solas o combi-
de cultivos anuales cuya selección depende de nadas, que reducen aún más
criterios socioeconómicos. El uso de las clases IV, la escogencia de especies, o
que requieren de prácticas de
V y VI se restringe al desarrollo de cultivos se- conservación especiales que
mipermanentes y permanentes, con posibilidad incrementan los costos de pro-
de sembrar cultivos anuales en forma ocasional ducción, o ambos (pendiente
del 3 al 5%). Para desarrollar
solamente en a clase IV. La clase VII tiene limi- cultivos anuales se requiere del
taciones tan severas que solo se permite el ma- uso de prácticas intensivas de manejo y conservación de
nejo del bosque natural primario o secundario y agua. Entre sus limitaciones se encuentran: relieve mode-
radamente ondulado, erosión sufrida leve,, suelos mode-
en el caso de tierras denudadas debe procurarse radamente profundos, texturas moderadamente finas u/o
el restablecimiento de la vegetación natural. La gruesas en el suelo y subsuelo, pedregosidad moderada,
clase VIII la conforman terrenos que no permiten fertilidad media, toxicidad moderada, salinidad leve, dre-
naje moderadamente excesivo y riesgo de inundación mo-
ninguna actividad productiva agrícola, pecuaria o
derado.
forestal, siendo por tanto, adecuada únicamente
para la protección del recurso natural. En forma Clase IV Tierras con limitacio-
abreviada, la siguiente es una definición de cada nes muy severas, solas o com-
una de estas clases: binadas, que reducen a un mí-
nimo la escogencia de especies
semipermanentes y permanen-
tes, y que requieren de un ma-
nejo muy especializado, o am-
bas (pendiente del 5 al 10%).
Se presentan bajo condiciones
de relieve ondulado, erosión su-
frida moderada, suelos modera-
damente profundos, texturas muy finas u/o gruesas en el

44
2

suelo y subsuelo, pedregosos, fertilidad media, toxicidad Como este sistema de clasificación de tierras fue
moderada, salinidad leve, drenaje moderadamente lento o
excesivo y riesgo de inundación moderado.
diseñado para la escogencia de tierras para culti-
vos anuales y mecanizados, el criterio de pendien-
Clase V Tierras con poco o nin- te se considera como el más importante (limita el
gún riesgo de erosión pero con tamaño de la maquinaria que se pueda utilizar).
otras limitaciones imposibles de
De esta manera, las tierras con más pendiente se
superar o remover y que limitan
su uso a praderas, ganadería ex- recomendaban para uso forestal (bosque), sin que
tensiva, bosque o vida silvestre. mediaran consideraciones económicas sobre la
En la práctica, esta clase se usa posible plantación de árboles bajo tales condicio-
para fondos de valle con exceso
de humedad o sujetas a inunda- nes. Este error, hizo que el desarrollo de planta-
ciones frecuentes. ciones forestales se viera restringido en el pasado,
dado que el empleo de tecnología apropiada para
Clase VI Tierras con limitacio- el crecimiento de los árboles en tierras de clase V
nes tan severas que general-
o superior.
mente no permiten ningún tipo
de cultivo y que limitan su uso
a praderas, ganadería extensiva, Adaptación de especies forestales a
bosque o vida silvestre (pendien- sitios (suelos) especiales
tes entre 18 y 35%). Las limita-
ciones que se pueden presentar La dinámica de los bosques tropicales es el produc-
solas o combinadas incluyen
relieve fuertemente ondulado, to de factores y procesos que ocurren a diferentes
erosión sufrida severa, suelos escalas espaciales y temporales, como sucede con
moderadamente profundos, fuertemente pedregosos, la aparición de barreras físicas en grandes áreas en
drenaje excesivo o lento y zonas de vidas secas y pluviales
(excepto el páramo). tiempos geológicos, o las variaciones en la intensi-
dad de la luz que ocurren en unos pocos segundos
Clase VII Tierras con limitacio- y abarcan unos pocos metros cuadrados (Scatena
nes tan severas que restringen 2002). Otros autores consideran que la adaptación
al manejo forestal en el caso de y por ende la existencia de ciertos tipos de vegeta-
que aún exista cobertura bosco-
sa (pendiente mayor al 35%). ción sobre superficies a gran escala, dependen de
Sus limitaciones incluyen el re- las condiciones climáticas, la fertilidad del suelo
lieve escarpado, erosión sufrida y la frecuencia de las quemas (Modelo de Migra-
severa, suelos poco profundos,
texturas extremas en el suelo y ción Ecológica de Jackson, citado por Bowman y
el subsuelo, fuertemente pedre- Wood 2009) y en menor magnitud por efecto de
gosos, fertilidad muy baja, toxi- la presencia de animales o del hombre. A escalas
cidad y salinidad fuertes, drenaje excesivo o nulo, riesgo
de inundación muy severo y condiciones climáticas muy
de paisaje, el tipo de suelo influencia fuertemen-
adversas de viento y neblina. te la vegetación del bosque amazónico que crece
sobre arenas blancas (Varillal), el cual difiere es-
Clase VIII Estas tierras no re- tructuralmente del que crece en tierra firme, pues
únen las condiciones mínimas el primero es un ecosistema de pequeños arbus-
para actividades de producción tos y árboles de estructura menos compleja y de
agropecuaria o forestal alguna
y sus limitaciones son tales menor diversidad que el bosque de tierra firme
que solo se usan áreas de re- (Clark 2002). Entre tanto, a pequeñas escalas, la
creación, vida silvestre, alma- dinámica de claros y las variaciones topográficas
cenamiento de agua o propó-
sitos estéticos. Para esta clase crean microhábitats que cambian las condiciones
se incluye cualquier categoría ambientales y producen diferencias en el bosque
de parámetros limitantes, inclu- (Svenning 1999).
yendo cualquier pendiente.
En el sistema de clasificación de zonas de vida de
Holdridge (1967), se menciona el concepto de aso-
ciaciones edáficas para denotar el hecho de que
45
CARACTERIZACIÓN DE LAS TIERRAS PARA USO FORESTAL

algunos ecosistemas vegetales se ajustan a condi- El conocimiento del tipo de ambiente en que una
ciones edáficas específicas como desviación de la especie en particular evolucionó es importante al
asociación climática. Otros autores (Duivenvoor- momento de escoger nuevos sitios para introdu-
den 1996; Duivenvoorden et al. 2005) han demos- cirla, ya que plantarla bajo condiciones diferentes
trado que existen asociaciones entre los compo- a las suyas generalmente causa una merma en su
nentes del suelo y entre especies y tipos de suelo. crecimiento, a no ser que se modifique el medio
de crecimiento.
Aunque Clark (2002) discute las dificultades que
se suscitan al tratar de encontrar el efecto de los La disponibilidad de agua en el suelo para el creci-
factores edáficos con la distribución de plantas en miento normal de los árboles depende no solo de
bosque, Huston (1997) y Clark (2002) mencionan las características de retención del suelo, sino tam-
que la diversidad de plantas es baja en suelos poco bién de su profundidad efectiva. Waterloo (1994)
fértiles, aumenta conforme mejora la fertilidad y encontró que el déficit de humedad disponible en
vuelve a disminuir cuando el suelo tienen una fer- suelos poco profundos (<60 cm) en regiones con
tilidad alta; según esta hipótesis, pocas especies estación seca marcada no solo causó una fuerte
pueden sobrevivir en condiciones extremas, se di- caída de acículas en P. caribaea, sino que también
versifican cuando la fertilidad del suelo es media disminuyó la productividad de la plantación, indi-
y se reduce cuando algunas especies calificadas ferentemente de que el contenido nutricional de
tienden a dominar el sitio de fertilidad elevada. los suelos fuera alto o bajo.
Clark y Clark (2000) encontraron que el área ba-
sal y la densidad de individuos era menor en sue- Cuadro 2.6. Algunas especies forestales adaptadas a condiciones
los fértiles de Costa Rica y Duivenvoorden et al. edáficas específicas.
(2005) encontraron que la densidad de individuos
Orden de suelo Especie o género
era menor en suelos de fertilidad relativamente
alta en el noroccidente del Amazonas, por lo que Simarouba sp., Nectandra sp.,
Hymenea sp., Iryantherra sp.,
se sugiere que las comunidades de plantas se es- Ultisoles y Oxisoles
Lecythis sp., Jusenia sp.,
(generalmente rojos,
tructuran en el espacio en respuesta a factores Oenocarpus sp., Vochysia sp.,
arcillosos y ácidos)
abióticos (Guo et al. 2002; Schwarz et al. 2003). Terminalia amazonia, Virola
koschnyi
En el Cuadro 2.6, se mencionan algunas especies
Bombax sp., Manikara sp.,
forestales que soportan condiciones particulares Hevea sp., Protium sp., Prioria
de ciertos tipos de suelos, entre ellos los suelos copaifera, Carapa guianensis,
ácidos, los mal drenados, los fértiles, los arcillo- Anacardium excelsum,
Inceptisoles mal drenados
Virola sp., Pterocarpus
sos del trópico seco y los de regiones tropicales officinalis. En manglares
áridas. también: Mora magitosperma,
Euterpe cuatrecasama.
Como ejemplo, Herrera y Finegan (1997), Tilki y Cordia alliodora, Gmelina
Inceptisoles y Mollisoles de
Fisher (1998) y Montagnini (2000) encontraron que arborea, Bombacopsis quinata,
fertilidad natural elevada
Leucaena leucocephala,
algunas especies exitosas para recuperar potreros (neutros a básicos)
Tectona grandis.
abandonados en suelos ácidos del trópico húme- Vertisoles (negros, Acacia senegal, Acacia
do de Costa Rica son Terminalia amazonia, Virola arcillosos y con grietas) mellifera, Codaba rotundifolia.
koschnyi, Acacia mangium, Styphnodendron micros- Acacia arabiga, Buttea
tachyum, Vochysia ferruginea, debido a su toleran- Aridisoles (de regiones monosperma, Capparis aphilla,
secas) Capparis horrida, Prosopis
cia a la acidez natural del suelo. Bajo condiciones
juliflora.
naturales de hidromorfismo (humedales), ocurren
algunas específicas como los cativales (Prioria co-
paifera), caobilla (Guarea spp) en Costa Rica o el
sajal (Camnospeerma panamensis) y el cuangaral
(Virola sebifera) en Colombia y Ecuador.

46
2

Modificaciones del sitio


inducidas por especies arbóreas
Así como algunas especies arbóreas se “acomo-
dan” a ciertas condiciones ambientales, también
se conocen casos en los que la especie arbórea
modifica el medio edáfico. Duchaufour (1977),
menciona el caso de especies que al producir hu-
mus tipo mull (en los cuales los animales del suelo
reducen de tamaño y mezclan las partículas orgá-
nicas con el suelo mineral) tienden a enriquecer
el suelo con bases extraídas del subsuelo y acu-
muladas en la superficie a través de deposición de
residuos (Figura 6), como la mencionan Márquez
et al. (1993) para plantaciones de teca; para esta
misma especie, Nath et al. (1988) mencionan cam- Figura 2.8. Efecto de algunas especies forestales sobre las
bios en la taxonomía de suelos bajo plantaciones propiedades del suelo (modificado de Duchaufour 1977).
de 28 años en India, en los cuales por aumentos
en pH y saturación de bases, los suelos pasaron
de dos tipos de suelo desarrollados a partir de un
de Inceptisoles a Mollisoles, fenómeno atribuido
mismo material parental (cenizas volcánicas) pero
al proceso de formación de suelos conocido como
dominados por una cobertura vegetal diferente.
“enriquecimiento biológico de cationes básicos” (Boc-
Debajo del bosque mixto de encino (Chusquea ta-
kheim y Gennadiyev (2000).
lamancensis, Quercus costaricensis, Grammadenia
Por el contrario, las especies forestales que produ- myricoides, Prunus cornifolia y Vaccinium consangui-
cen humus tipo mor (en los cuales la materia or- neum) se forman Plancandepts, mientras que bajo
gánica depositada se mantiene separada del suelo el bosque de roble blanco (C. tormentosa. Ardisia
mineral) tienden a acidificar el suelo al favorecer glandulosa-marginata, Q. copeyensis, Weinmannia
el lavado neto de bases cambiables (Figura 2.8). pinnata, Ocotea, Nectandra spp., Styrax argenteus
Esta aseveración solo es cierta en el sentido de e Ilex spp.) se forman Dystrandepts, mostrando
que los suelos forestales más fértiles tienen una así un movimiento y acumulación diferencial del
macrofauna capaz de mezclar los residuos que se Fe en el perfil debido al tipo de vegetación domi-
adicionan, mientras que los más pobres no (Fisher nante. Widmer (1999a,b) menciona que bajo las
y Binkley 2000). El incremento en nutrimentos en mismas condiciones bioclimáticas, se puede dife-
el suelo observado en bosques secundarios recien- renciar dos tipos de suelo: Andic Humitropepts
tes se debe a adiciones atmosféricas, meteoriza- asociados con humus tipo mor, dominados por
ción de minerales primarios, translocación de nu- vegetación de C. talamacensis y Typic Hapludands
trimentos del subsuelo al suelo, transformaciones asociados a humus tipo mull dominados por C.
de formas química menos solubles a más solubles tormentosa; los suelos bajo C. talamacensis contie-
y a la fijación biológica de N2, en el caso de suelos nen más materia orgánica y una relación C:N más
infértiles (<1 cmol Ca intercambiable kg-1 suelo), alta que los que se forman bajo vegetación de C.
mientras que la translocación de nutrimentos del tormentosa.
subsuelo al suelo puede considerarse desprecia-
La introducción de especies forestales exóticas ha
ble, dado que las raíces no llegan a colonizar el
sido una práctica común en muchos países tropi-
subsuelo (Szott et al. 1999).
cales motivados por supuestos crecimientos más
En el bosque nuboso (bosque muy húmedo mon- rápidos, madera de fácil comercialización a nivel
tano tropical) del Cerro de la Muerte, Costa Rica, nacional o internacional, mayor conocimiento au-
Blazer y Camacho (1991) mencionan la ocurrencia toecológico y de su manejo, y en general, mayor
47
CARACTERIZACIÓN DE LAS TIERRAS PARA USO FORESTAL

facilidad para conseguir semillas de buena calidad. Los bosques naturales están siendo destruidos año
Sin embargo, no siempre se ha valorado el posible tras año por tala total (extracción de su biomasa y
impacto ecológico que estas especies pueden tener nutrimentos) y el sistema de regeneración natural
sobre el nuevo ambiente, por ejemplo al producir bajo pastoreo, con raleas selectivas y otras formas
sustancias alelopáticas (Bernhard y Loumeto 2002). extractivas de nutrimentos completan el deterioro
Se entiende por alelopatía, el acto de suprimir el del ecosistema. Como consecuencia de la pérdida
crecimiento de una especie de planta por otra al ge- de nutrición, los árboles nuevos ya no son tan sa-
nerar sustancias tóxicas. Algunas especies de coní- ludables y sus niveles de concentración foliar de
feras (p.e. Pinus, Cupressus) o mirtáceas (ej. Eucalyp- N, P y Ca son inferiores a los que se encuentran
tus, Melaleuca), poseen sustancias alelopáticas, las en plantaciones de teca con buen mantenimiento
cuales se ha demostrado afectan la germinación y (Chaubey et al. 1988).
crecimiento de plantas nativas y poseen cierto tipo
de resinas u otros compuestos orgánicos que apa- La presencia de árboles en sistemas agroforesta-
rentemente pueden llegar a reducir el pH del suelo les también es importante en cuanto a los cam-
(Del Moral y Muller 1970; Rice 1979; Di Stefano y bios que esta asociación puede ocasionar al suelo
Fisher 1983; Ramírez y Di Stefano 1994). (Mongi y Huxley 1979; Nair 1984; MacDiken y
Vergara 1990; Szott et al. 1991), pues se ven afec-
En una revisión de literatura sobre el tema, tados los ciclos de nutrimentos y el contenido de
Ladrach (1992, 2005) menciona que si bien, en materia orgánica del suelo, principalmente a tra-
algunos casos ocurre alelopatía en plantaciones vés de las salidas de nutrimentos y la producción,
de varias especies forestales, en ocasiones se la calidad y la velocidad de descomposición del
confunde el “efecto fitotóxico” de sustancias mantillo; también se reduce la velocidad de pér-
extraídas de tejidos de especies arbóreas en dida de suelo por erosión, al mejorarse la poro-
estudios de laboratorio con alelopatía; en este sidad y aumentarse la cobertura, lo que a su vez
caso se trata de concentraciones muy elevadas reduce el impacto de las gotas de agua. Cuando
de los compuestos extraídos que no ocurren los árboles se plantan como barreras antierosivas,
bajo condiciones de campo. Por el contrario, se puede facilitar la formación de terrazas natura-
el mismo autor menciona el efecto opuesto, les en terrenos con pendiente moderada, dismi-
encontrado en Colombia e Indonesia, donde nuyéndose así la erosión del suelo y mejorándose
se ha comprobado que ciertos pastos y malezas otras variables de fertilidad tales como la profun-
tienden a ser fuertemente alelopáticas (Melinis didad efectiva y la capacidad de almacenamiento
minutiflora, Pennisetum clandestinum, Brachiaria de agua (Figura 2.9).
sp. e Imperata cilindrica) y son capaces de causar
efectos dañinos en árboles jóvenes de Eucalyptus En los llamados “sistemas de callejones”, en los
grandis, Eucalyptus globulus, Cupressus lusitanica, cuales se siembran especies arbóreas capaces de
Pinus merkusii y Acacia auriculiformia. fijar N, la corta del follaje y la adición del mismo
para mejorar el crecimiento de los cultivos sem-
Varios estudios sugieren que las plantaciones pue- brados en los callejones, además de adicionar N
den catalizar la restauración de especies forestales se logra trasladar del área radical de los árboles al
nativas en sitios degradados a través de tres meca- área de los cultivos, otros nutrimentos ligados al
nismos: 1) mejor dispersión de semillas por aves mismo follaje.
que se refugian en los árboles de la plantación; 2)
al menos a corto plazo, mejorando las propieda- Una forma más simple y menos precisa, de me-
des del suelo (densidad aparente, disponibilidad dir los cambios en la extracción de nutrimentos
de nutrimentos y producción y acumulación de debida a la plantación de árboles, es estimar los
materia orgánica) y 3) con el cierre de la copa se cambios en concentración de los diferentes ele-
favorece las condiciones de germinación de se- mentos en una cronosecuencia, en la que se man-
millas y se reduce la competencia con gramíneas tiene constante todas las variables ambientales y
agresivas (Healy y Gara 2003). solo varía la edad de las plantaciones (Márquez
48
2

Figura 2.9. Efecto de terraceo debido a la siembra de árboles


en sistemas agroforestales (tomado de Mongi y Huxley 1979)
y terrazas incaicas asociadas a eucalipto alrededor del lago
Titicaca, Bolivia.

et al. 1993; Zeaser 2000). Este enfoque requiere el nivel de 50-80 cm de profundidad ocurre en
que la diferencia en edad entre las plantaciones plantaciones de ciprés (493 mm), seguido de pino
comparadas sea mayor a 10 años, de manera que pápula (14 mm) y roble (2 mm), similar a lo que
los cambios en concentración para cada elemento ocurrió con la pérdida de nutrimentos. Así, para
debido a su extracción o deposición sean signifi- roble, pátula y ciprés, en su orden se presentaron
cativos; en adición, debe recordarse que solo por los siguientes valores de pérdida: Ca: 0,004, 0,084
error en la metodología de análisis, los datos sumi- y 2,270 kg ha-1 año-1; P: 0,008, 0,052 y 1,234 kg
nistrados por el laboratorio pueden tener un error ha-1 año-1; Mg: 0,004, 0,022 y 0667 kg ha-1 año-1.
permisible del 10%, por lo que un valor de Ca De K se registraron 0,08 y 7,092 kg ha-1 año-1 para
pueden variar en esa magnitud; por ejemplo si el roble y ciprés, respectivamente. Estos flujos si-
valor mencionado en el informe es de 10 cmol(+) guieron el siguiente orden según cobertura, roble:
L-1 suelo, este puede oscilar entre 9 y 11 sin que el K>P>Ca>Mg, pátula: Ca>Fe>P>Mg>Zn>Mn
efecto se deba a efecto de la plantación. y ciprés: K>Mn>Ca>P>Fe>Zn>Mg.
Los cambios edáficos asociados al desarrollo de Cuadro 2.7. Cambios en las propiedades químicas del suelo bajo
plantaciones de teca entre 2 y 12 años de edad se plantaciones de teca a diferentes edades. Los valores representan
presentan en el Cuadro 2.7; se encontró que las las medias y en paréntesis las desviaciones estándar (tomado de
Márquez et al. 1993).
variables Mg, N, materia orgánica, N, capacidad
de intercambio catiónico y pH aumentaron signi- Edad de la plantación
ficativamente con la edad de la plantación (entre Variables (años)
7 y 12 años), mientras que no se observaron cam-
2 7 12
bios significativos en el contenido de Ca y sí una
pH 5,10 5,20 5,60
disminución del contenido de P (Márquez et al.
P (ppm) 3,11 1,99 1,13
1993), cambios que se atribuyen a la liberación
Ca (cmol (+) kg-1) 2,06 2,43 5,86
de nutrimentos producto de la biodegradación de
Mg (cmol (+) kg-1) 1,37 1,02 2,57
la hojarasca sobre el horizonte A, provocando un
K (cmol (+) kg-1) 0,30 0,25 0,28
aumento en la fertilidad del suelo. Ca/Mg 1,70 1,70 3,30
Londoño et al. (2007) estudiaron el reciclaje y la Al (cmol (+) kg-1) 0,50 0,70 0,30
pérdida de nutrimentos del suelo en bosques alto CIC (cmol (+) kg-1) 8,26 8,31 14,15
andinos de Antioquia, Colombia, encontrando M.O. (%) 2,90 3,40 4,80
que el mayor volumen de agua gravitacional en N (%) 0,15 0,16 0,23

49
Alfredo Alvarado
3
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN
PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

La usanza forestal en bosques naturales primarios y secundarios no considera la utili-


zación de fertilizantes, excepto en casos notables, contrario a lo que ocurre en planta-
ciones forestales de ciclo corto y largo. Sin embargo, los principios de adición, reciclaje
y pérdida de nutrimentos en la primera situación, también se aplican al segundo caso.
El capítulo incluye la información relevante sobre aspectos de reciclaje con énfasis en
bosques y plantaciones forestales tropicales, recomendando al final la reposición de
nutrimentos extraídos como cosecha o como pérdidas causadas por acción antrópica
(p.e. exceso de erosión por extracción de madera), con el fin de mantener el potencial
nutricional del suelo a largo plazo.

l objetivo tradicional de la extracción XVIII y XIX (p.ej. Evans 2009) y se explica por: 1)
de madera tanto en plantaciones como la planificación del manejo forestal con rotaciones
de bosques, cualquiera sea el uso que largas de manera que la poca extracción de nutri-
se le dé al producto, ha sido el de mentos contenidos en la madera, comparada con
producirla sin o con pocos insumos, en especial los nutrimentos contenidos en ramas y follaje que
fertilizantes y enmiendas. Este objetivo, implica quedaban en el sitio y se reciclaban se compen-
adicionar un mínimo de agroquímicos, lograr el saba por las adiciones en forma de meteorización
balance de nutrimentos del ecosistema (reposición y, sobre todo, de nutrimentos disueltos en agua
de pérdidas) y preservar el ambiente, lo que obliga de lluvia; estas adiciones, que anualmente no su-
a reconsiderar el proceso extractivo que tiende a ponían mucho en base a rotaciones de 80-100 o
minar nutrimentos del ecosistema. Bajo estas con- incluso más años, suponen un gran aporte de nu-
diciones, el reciclaje de nutrimentos es la alterna- trimentos y 2) la falta de desarrollo tecnológico
tiva más utilizada, si no la única, para “asegurar” en la producción y distribución de fertilizantes
la nutrición adecuada de plantaciones y bosques. químicos. No obstante, en varios periódicos his-
En esta modalidad, la mayoría de los problemas tóricos el sector forestal ha visto como después
nutricionales de los árboles del bosque se relacio- de varias rotaciones las tasas de crecimiento y
nan con el reciclaje de nutrimentos, el hábito de producción disminuían (Evans 2009) posiblemen-
crecimiento de sus raíces, su largo período de cre- te a causa de un empobrecimiento de los suelos
cimiento y su gran tamaño (Ballard 1980). al no existir un manejo de nutrimentos que su-
pliese de forma adecuada las exportaciones de
La poca o nula adición de fertilizantes en áreas madera y leña. La innovación en áreas como la
forestales manejadas (plantadas o no) tiene como silvicultura, la ordenación de montes y los mode-
origen en la base de la silvicultura moderna se los estadísticos-informáticos y la genética forestal,
encuentra en Europa Central durante los siglos así como la tendencia a establecer plantaciones

ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.
51
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

en áreas tropicales con climas que permiten un plican el funcionamiento del mismo. Otros auto-
mayor crecimiento ha hecho que la tendencia res (Stone 1968), mencionan que el reciclaje y la
actual en el sector forestal mundial y sobre todo conservación de nutrimentos no permiten suplir
en el de áreas tropicales sea cada vez más el de de manera sostenible los requerimientos de los
establecer plantaciones forestales con un mane- árboles en muchos suelos, aunque con el tiempo,
jo silvícola intensivo con rotaciones cortas (15-25 en los ecosistemas naturales se han seleccionado
años) e inversiones económicas altas, las cuales especies e individuos adaptados a los atributos
permiten minimizar la extracción de madera de químicos y físicos del ambiente.
bosques primarios o secundarios. Para el manejo
sostenible de estas plantaciones de rotaciones cor- Aparte de los procesos de orden físico que puedan
tas, especialmente si se encuentran en suelos con afectar la nutrición de los árboles, algunos autores
deficiencias, se hace imprescindible la existencia (Vitousek 1984; Reis y Barros 1990) consideran
de buenos planes de fertilización y manejo de nu- que todos los procesos envueltos en el reciclaje
trimentos, además de verse beneficiadas de ellos de nutrimentos pueden agruparse en los de tipo
gracias al aumento de las tasas de crecimiento. geoquímico (adiciones por meteorización, atmos-
féricas, fijación biológica de N, adición de fertili-
Heal et al. (1997), hacen un recuento histórico de zantes, lixiviación, pérdidas por quema y erosión),
la evolución del conocimiento sobre calidad y des- de tipo biogeoquímico (absorción y acumulación
composición de residuos, de manera que para am- de nutrimentos, acúmulo de residuos, descompo-
pliar conceptos sobre el tema, el lector puede refe- sición de residuos), o de tipo bioquímico (translo-
rirse a este documento. Se acepta que el reciclaje de cación de nutrimentos).
nutrimentos asociado a bosques tropicales es muy
variado, tanto como lo es su producción de bioma- La circulación de un elemento en el sistema sue-
sa, la adición de residuos y la descomposición de los lo-planta se inicia con el proceso de absorción y
mismos, y puede explicarse con modelos simples y concluye con su retorno al mismo después de la
coherentes con criterios fisiológicos y edafológicos. descomposición de los residuos orgánicos y del
Lo anterior se debe a que el ciclo de nutrimentos lavado de nutrimentos de las partes de la planta.
está definido por procesos biológicos, atmosféricos El tiempo necesario para que este ciclo se com-
y geoquímicos que interactúan con las superficies plete es muy importante desde el punto de vista
expuestas a su influencia (Hedin et al. 2003). nutricional y silvicultural y depende de factores
ligados a la planta, tales como la exigencia nu-
Los primeros estudios sobre reciclaje de nutri- tricional, la distribución y capacidad de translo-
mentos en bosques tropicales húmedos descri- cación del nutrimento, la función fisiológica del
bían estos ecosistemas como ricos en nutrimen- nutrimento, y de otros factores ambientales como
tos y con tasas altas de producción primaria neta. las condiciones climáticas y edáficas, las prácticas
Luego se encontró que los suelos de los bosques silviculturales y la actividad biológica de los orga-
de estos ecosistemas eran muy variados y que el nismos descomponedores.
crecimiento de los bosques afectaba de diferente
manera el desarrollo edáfico (Vitousek y Standfor Ecosistemas eutróficos y distróficos: Aunque
1984). Por otra parte, Silver (1994) menciona que desde el punto de vista edáfico los ecosistemas eu-
la mayoría de las teorías que gobiernan el pen- tróficos y distróficos se habían identificado al sepa-
samiento de la ecología de los bosques tropicales rar los suelos del mundo en “pedocales” y “pedal-
se basa en la premisa de que la productividad de feres” (Marbut 1927) para referirse a los suelos en
estos ecosistemas a menudo está limitada por la que se acumulaban bases (principalmente Ca) o en
disponibilidad de nutrimentos. Sin embargo, no los que se acumulan Al y Fe, no es sino mucho des-
hay mucho acuerdo al definir cómo estimar la dis- pués que la idea permea el área de la ecología (Fi-
ponibilidad de nutrimentos en el suelo del bosque gura 3.1). En ese sentido, muchas especies también
o de cómo relacionar esta disponibilidad con las han sido tradicionalmente clasificadas como calcí-
preguntas relacionadas con los procesos que ex- colas o calzófilas y como calcífugas o acidófilas en
52
3

función de si su hábitat natural eran suelos calizos Mecanismos de adaptación: En relación a los
o básicos en general o suelos ácidos o pobres. suelos distróficos, se han descrito varios mecanis-
mos de adaptación de árboles a condiciones de es-
Así, la información disponible sobre reciclaje de trés nutricional, sin que ninguna especie manifies-
nutrimentos (Jordan y Herrera 1981; Sarmiento te todos estos mecanismos (herencia poligenética)
1984) se considera proviene de: 1) sistemas oli- y son raros los casos en que solo dos o más me-
gotróficos o distróficos, en los cuales los suelos canismos ocurren al mismo tiempo. De acuerdo
son de fertilidad natural baja, o 2) eutróficos en con Chapin (1980), en suelos infértiles de zonas
los que la fertilidad natural es elevada. Según Sar- templadas, la mayoría de las especies que crecen
miento (1984) y Bruijnzeel (1991), en los ecosiste- son tolerantes a condiciones de estrés nutricio-
mas distróficos: 1) el reciclaje de nutrimentos y la nal, tolerancia que puede adquirirse a través de
producción de biomasa es posible a través de una mecanismos como: 1) tasas de crecimiento lentas
serie de mecanismos que mantienen un sistema sincronizadas con una capacidad fotosintética y de
cerrado y con poca pérdida de nutrimentos, 2) en absorción de nutrimentos baja, 2) biomasa y lon-
bosques secundarios la poca cantidad de nutri- gevidad de raíces alta, comúnmente asociada con
mentos disponible en parte determina la duración micorrizas, 3) poca respuesta a flujos o adiciones
de las etapas de sucesión y 3) una gran cantidad de nutrimentos y 4) poco requerimiento de nutri-
de nutrimentos en bosques naturales y en planta- mentos al año debido a su baja capacidad para pro-
ciones forestales se encuentra almacenada en la ducir tejido nuevo y poco lavado de nutrimentos
biomasa aérea o en los residuos que caen al suelo en hojas viejas. Otros autores, mencionan meca-
proveniente del follaje. Por el contrario, en los sis- nismos específicos de adaptación de las especies
temas eutróficos (Grimm a condiciones edáficas
adversas como exceso
y Fassbender 1981a,b;
Pedocales Pedalferes de acidez, salinidad, fal-
Graff 1982; Bruijnzeel
1991): 1) el sistema de (eutróficos) (distróficos) ta de agua, etc. (Borne-
reciclar nutrimentos es misza y Alvarado 1975;
más abierto y permite la Wrigth 1976; Bouldin
pérdida o salida de los 1979; Robson 1989; Ba-
mismos y 2) la mayoría ligar y Duncan 1990;
de los nutrimentos se en- Montagnini et al. 1993;
cuentran en el suelo. Sin do Vale et al. 1996; Vi-
embargo, Aerts (1996) torello et al. 2005).
concluye que la hipóte-
sis de una adaptación La eficiencia de uso de
de especies naturales de Vertisoles Alfisoles nutrimentos alta podría
sistemas distróficos me- considerarse como un
diante un sistema más mecanismo importante
eficiente de reciclaje Mollisoles Ultisoles de adaptación de las es-
(translocación) de nutri- pecies a ambientes con
mentos es falsa y que in- estrés nutricional; sin
cluso puede observarse embargo esta eficiencia,
una mayor reabsorción generalmente definida
de nutrimentos en siste- como la cantidad de ma-
mas eutróficos dado que teria seca producida por
la biomasa foliar es ma- unidad de nutrimento,
yor así como la concen- es simplemente el inver-
tración de nutrimentos Figura 3.1. Ejemplos de suelos considerados como pedoca- so de la concentración
en los tejidos. les (eutróficos) o pedalferes (distróficos). en el tejido y podría ser
53
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

afectada por varios procesos con diferente poten- En los suelos más desarrollados, Hedin et al.
cial sobre la productividad futura, por ejemplo: 1) (2003) encontraron que la meteorización es el ma-
consumo de lujo y almacenamiento de nutrimen- yor determinante de las pérdidas de P, de cationes
tos en las vacuolas (25-70% del total de N y P), 2) cambiables y Si, así como de la acidificación del
formación de fibras y materiales cuticulares (25- ecosistema; después de 20.000 años de desarrollo,
85% del peso seco), ó 3) acumulación de azúcares los bosques causaron una merma en la pérdida de
y polisacáridos en tejidos de almacenamiento (1- P (~65%), Ca (~99%) y Si (~94%) hasta niveles
45% del peso seco). Medir la respiración, la foto- similares a las adiciones causadas por deposición
síntesis o la rata de asimilación neta por unidad de aerosoles diluidos de origen marino y polvo. La
de nutrimento podrían ser mejores indicadores de producción de ácidos orgánicos, en combinación
eficiencia o adaptación de las especies. con bajas tasas de meteorización causaron la aci-
dificación de la solución del suelo (pH <5,0) con
Respuesta a la fertilización en bosques del valores de Al de hasta 300 µg L-1 y una relación
trópico bajo: Aunque pocos, algunos estudios de Ca:Al <0,3, valor considerado como crítico para
fertilización en bosques siempreverdes de áreas el desarrollo de muchas especies forestales. De
tropicales bajas corroboran la hipótesis de falta de esta manera, los bosques desarrollaron una rela-
nutrimentos en estos ecosistemas, ya que demues- ción N:P alta con el tiempo debido a un reciclaje
tran una respuesta en incremento del diámetro de eficiente de P y adiciones inesperadas de N (4-9
los árboles a la adición de fertilizante con N, P, K, kg N ha-1 año-1) por fijación biológica y/o deposi-
Mg, S, B, Cu y Zn (Gerrish y Bridged 1984), o de ción de N; a este fenómeno puede contribuir la
N (Vitousek et al. 1987). pérdida de formas orgánicas hidrosolubles de P
(Cleveland et al. 2002).
La respuesta diferenciada de los bosques tropica-
Como consecuencia de lo anterior, es de esperar
les de zonas bajas a la adición de fertilizantes con
una mayor deficiencia de P en los suelos más de-
N y P se explica en términos de desarrollo edáfico
sarrollados; al respecto Silver (1984) sugiere que
en diferentes partes del mundo tropical. Varios au-
el P total en el suelo se refleja en el índice masa
tores (Silver 1984; Harrinton et al. 2001; Hedin et
foliar/P, lo que confirma que este elemento limita
al. 2003; Santiago et al. 2005) han encontrado que
en mucho la productividad primaria neta en algu-
en el bosque tropical húmedo joven, la deficiencia
nos bosques tropicales húmedos y aunque de ma-
de N es frecuente, mientras que en los bosques
nera menos clara, el autor encontró una relación
de mayor edad la deficiencia de P es la más co-
entre la masa foliar/Ca intercambiable y ninguna
mún. Harrinton et al. (2001) encontraron que el N
relación con la concentración de N. Harrinton et
limita la productividad primaria neta del bosque
al. (2001) encontraron que en bosques deficien-
en suelos relativamente jóvenes, mientras que la
tes en N y P sobre suelos de desarrollo reciente,
disponibilidad de P es alta en etapas tempranas de
la adición de N elevó la productividad primaria
desarrollo del suelo, cuando los minerales meteo-
neta aérea, mientras que la aplicación de P en los
rizables frescos son abundantes, pero decrece con-
bosques sobre suelos maduros (4,1 millones años)
forme pasa el tiempo y ocurre lixiviación, oclusión
causó el mismo efecto, debido a un aumento en
en minerales secundarios y la formación de com-
el índice de área foliar, una mayor eficiencia de
puestos orgánicos recalcitrantes. Cabe mencionar
la conversión de la radiación y un incremento en
que bajo condiciones naturales, es poco probable
las concentraciones de N y P en el follaje y los
determinar en forma visual la deficiencia de N en
residuos depositados sobre el suelo.
los bosques tropicales, posiblemente por incorpo-
ración de cantidades significativas del elemento a Al estudiar el reciclaje de nutrimentos en una gra-
través del agua de lluvia y la fijación biológica por diente de precipitación en el bosque tropical bajo
organismos ligados al sistema radical (Baron 2007; de Panamá, Santiago et al. (2005) encontraron que
Hedin et al. 2009), al tejido foliar (Freibrerg 1998) las concentraciones foliares de P, K, Ca, y Mg dis-
o termitas (Cook 2003). minuyeron al aumentar la precipitación pluvial,
54
3

mientras que la relación C:N aumentó con la mis- como una respuesta a la distrofia del ecosistema;
ma. La relación foliar N:P varió entre 16,4-23,8 lo 2) el crecimiento tortuoso de muchos árboles de
cual sugiere que estos sitios tienen limitaciones montaña se ha relacionado con el tipo de creci-
de P. En el mismo país, Cavalier (1992), encontró miento encontrado en los bosques tropicales in-
que la distribución de raíces de un bosque semi- fértiles de bajura y en medios de cultivo bajos en
deciduo y otro montano bajo disminuyeron expo- nutrimentos; 3) las bajas tasas de mineralización
nencialmente con la profundidad del suelo, sin y humificación de los residuos se supone retiene
que se presentaran diferencias significativas en la la mayoría del N y del P como formas orgánicas
masa de raíces de los dos tipos de bosque (9,45 t no disponibles para los árboles; 4) el crecimiento
ha-1), disminución explicable por la merma de la de los bosques en los sitios muy lixiviados y poco
disponibilidad de N en el suelo. Los resultados de- profundos como las crestas o cimas y bordes de
muestran que la alta producción de raíces gruesas montaña y 5) la mayoría de los bosques “enanos”
en los bosques montanos se relacionan con bajas se encuentran en suelos orgánicos con pH ≤3,5,
concentraciones de nutrimentos en sus suelos, como suele suceder en los suelos de los bosques
diluidos en horizontes altos en materia orgánica, montanos a mayor altura.
con alta capacidad de intercambio de cationes y
baja densidad aparente, mientras que en el bos- En los bosques tropicales montanos y fríos, la acu-
que semi-deciduo, la distribución de raíces finas mulación de residuos ocurre por ser estos más di-
se relaciona de manera inversa con la disponibili- fíciles de mineralizar (Tanner et al. 1998) debido
dad de Ca y no con la de P, como comúnmente se a que los residuos: 1) presentan un bajo contenido
menciona en la literatura (Silver 1984; Harrinton de N y Cu (Grubb 1977; Heaney y Proctor 1989);
2) son duros y cerosos (Holdridge et al.1971); 3)
et al. 2001).
contienen altas cantidades de fenoles (Montagnini
Respuesta a la fertilización en bosques del y Jordan 2002; Santiago et al. 2005); 4) son so-
trópico montano: La diferencia entre formacio- metidos a mineralización por pocas especies de
nes vegetales con la elevación desde el nivel del artrópodos (Bruhl et al. 1999) y 5) se combinan
mar hasta los 4.000 m ha sido reconocida por va- con materiales amorfos, resultado de la meteoriza-
rios autores (Holdridge et al.1971; Grubb 1977). ción de cenizas volcánicas, comunes en altitudes
Algunas de las características más obvias de la medias (Powers y Schlesinger 2002). Además, la
vegetación que varían con la elevación son: 1) velocidad de las reacciones químicas en el pro-
la disminución de la altura de los árboles (de 40 ceso se ven reducidas por la disminución de la
hasta 2 m) en distancias muy cortas y por ende temperatura (Pregitzer y King 2005), la cual de-
de la biomasa; 2) como consecuencia del punto crece con la elevación. Todo lo anterior, tiende a
anterior, la producción de residuos (en particular causar una baja disponibilidad de nutrimentos en
hojas) también decrece aunque mucho menos que estos ecosistemas, de manera que no sorprende la
la porción de madera; 3) el índice de área foliar respuesta encontrada por Mirmanto et al. (1999)
decrece mucho más que la cantidad de hojas en a la adición de fertilización con +N, +P y +N+P
la biomasa aérea porque las hojas se vuelven más en el bosque siempreverde de bajura en Kali-
pequeñas, gruesas, cerosas y coriáceas; 4) una mantan Central, Indonesia, quienes encontraron
reducción brusca en riqueza de especies (compo- un incremento significativo de la masa de follaje
sición florística) y 5) una dependencia de la vege- caída y de su concentración de P en todos los tra-
tación de factores climáticos y edáficos que deter- tamientos con fertilizante, sin que aumentaran el
minan su crecimiento. diámetro a la altura del pecho de los árboles con
relación al testigo.
Grubb (1977) resume de la siguiente manera las
razones por las cuales se sugiere que la produc- Kitayama y Aiba (2002) al estudiar la producti-
ción primaria neta de los bosques de montaña vidad primaria neta aérea (PPNA) del bosque
depende de la suplencia de nutrimentos: 1) la tropical lluvioso de Borneo, encontraron que los
formación de cutículas cerosas se ha interpretado compartimentos de P total y P inorgánico dispo-
55
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

nible fueron menores en suelos derivados de ro- los residuos. Algunos autores (Heaney y Proctor
cas ultra-básicas que sobre rocas sedimentarias, 1989), consideran que el análisis de los residuos
aunque las diferencias a diferentes alturas (700, puede ser un mecanismo de diagnóstico de la nu-
1.700, 2.700 y 3.100 msnm) fueron iguales; la trición del bosque o de la plantación, más seguro
PPNA disminuyó por igual con la altura en los que el análisis foliar, ya que estos representan la
dos sustratos, mientras que la concentración fo- concentración nutricional del árbol o el bosque,
liar media de N y P aumentó con la elevación del incluyendo el fenómeno de reabsorción durante
terreno, con valores inferiores en los sitios sobre la senescencia del follaje y además todo el mate-
rocas ultra-básicas. rial producido por los árboles.

En la Figura 3.2 se incluye un esquema simplifi-


cado de las principales funciones que tienen los
El ciclo de los residuos
residuos en el ecosistema, separándose las funcio-
orgánicos nes de mineralización (liberación de nutrimentos
ligados a los residuos depositados sobre el suelo) y
El ingreso de nutrimentos al ecosistema está más
de la humificación (proceso que conlleva a la for-
ligado a su reciclaje que a la forma en que funcio-
mación de sustancias orgánicas que se depositan y
na la adición de residuos provenientes del mismo,
tienden a acumularse dentro en el suelo) y de allí
sin que se encuentren diferencias significativas
en adelante, los efectos específicos que cada una
entre lo que ocurre en las plantaciones foresta-
de estas dos fracciones juega sobre las propieda-
les o en los bosques de regiones tropicales (Bern-
des del suelo (Bernhard y Loumeto 2002). Otras
hard y Loumeto 2002). Se entiende por residuos
opciones incluyen 1) la acumulación de residuos
los productos orgánicos acumulados en los suelos
orgánicos recalcitrantes, en particular cuando las
provenientes de la vegetación viva que crece so-
condiciones de mineralización o humificación son
bre ellos (hojas, ramas, flores, corteza y madera),
restringidas (reducción o exceso de humedad y
aunque el concepto puede ampliarse para incluir
temperaturas bajas), en cuyo caso los materiales
raíces en descomposición y los residuos de anima-
se acumulan sobre la superficie del suelo y pue-
les muertos que viven en o sobre el suelo.
den llegar a formar suelos orgánicos y 2) la quema
Los residuos que se depositan en los suelos pro- total o parcial de los residuos, con la consecuente
venientes del bosque o de la plantación forestal liberación inmediata de los nutrimentos ligados a
sirven para una serie amplia de funciones, las los residuos y la pérdida de algunos de ellos por
cuales se concatenan y representan el ciclo de volatilización.

Figura 3.2. Esquema simplificado del


reciclaje de residuos orgánicos de
plantaciones y bosques (adaptado de
Bernhard y Loumeto 2002).

56
3

Producción de biomasa se considera que los nutrimentos absorbidos por


la biomasa radical son reciclados posteriormente
Factores que la determinan: Los estudios de
por lo que no suelen ser tomados en cuenta dada
producción de biomasa son importantes para pre-
la dificultad y el costo de su muestreo.
decir la productividad, la dinámica de los nutri-
mentos y la determinación de la edad de ro-
tación de plantaciones forestales; en este sen-
tido, son esenciales para el manejo eficiente
y sostenible de las mismas. La cantidad total
de biomasa producida por un árbol o un bos-
que, corresponde a la suma de su producción
de hojas, ramas, tronco, raíces y en menor
escala de estructuras reproductivas. Haggar
y Ewel (1994) mencionan que en el bosque
húmedo tropical los árboles de especies di-
cotiledóneas tienden a presentar muchos
meristemos (elevada diferenciación y poca
elongación) y son relativamente pequeños (al
presentar menos crecimiento ortotrópico), a Figura 3.3. Efecto de la edad sobre la producción de bio-
masa en árboles de jaúl (Alnus acuminata) en Andisoles de
menudo tienen hojas dispuestas en posición hori- Costa Rica (tomado de Segura et al. 2006).
zontal y una corona abierta, mientras que los ár-
boles de especies monocotiledóneas perennes se Biomasa en diferentes ecosistemas: Bruijnzeel
caracterizan por tener un solo meristemo (mayor (1991) distingue entre: 1) los bosques primarios y
elongación que diferenciación), una capacidad de bosques secundarios en etapas de sucesión avan-
crecimiento secundario restringida y hojas gran- zado (los cuales han alcanzado o están cercanos
des, arqueadas o dispuestas en posición vertical, a alcanzar un estado de equilibrio dinámico) y 2)
factores que afectan su producción de biomasa al las plantaciones forestales y bosques secundarios
determinar principalmente la altura del tronco. en sus primeras etapas de sucesión (los que gene-
ralmente representan ecosistemas con un requeri-
En la fase inicial del crecimiento de los árboles, miento de nutrimentos muy activo). En el primer
los pesos de materia seca de los tallos y las copas tipo de bosques, la absorción de nutrimentos para
son equivalentes, mientras que con el desarrollo producir una cierta cantidad de biomasa depende
del árbol, el aumento en materia seca del tronco casi exclusivamente del reciclaje de nutrimentos
crece en forma exponencial y el de la copa sigue liberados por descomposición de residuos, la inco-
el mismo comportamiento de crecimiento inicial poración de N y otros nutrimentos al ecosistema
(Haag 1983). Debido a que normalmente se con- por organismos libres fijadores y vía adiciones hú-
sidera que es en la copa donde se encuentran la medas (agua de lluvia) y secas (polvo y erosión).
mayoría de los minerales que posteriormente se
consideran en el reciclaje, varios autores reco- En plantaciones y bosques secundarios en etapas
miendan limitar los turnos de plantación, para de sucesión tempranas, el rápido crecimiento de
evitar así la exportación de nutrimentos y el dete- los árboles requiere de un fuerte proceso de absor-
rioro nutricional del ecosistema y reducir el costo ción de nutrimentos en períodos de tiempo cortos,
de reposición de nutrimentos a través de la aplica- el cual excede en mucho la cantidad de nutrimen-
ción de fertilizantes. Es común encontrar informa- tos producto de la descomposición de residuos o
ción referente a la adición de biomasa aérea, sin de su lavado de la biomasa, en particular durante
considerar la biomasa radical, sobre todo en los los primeros 5-10 años de crecimiento; una vez
trabajos relacionados con las curvas de absorción pasada esta primera fase, si los requerimientos
de nutrimentos con la edad, donde es imperativa nutricionales han sido satisfechos, el árbol se
su medición (Figura 3.3). En este tipo de trabajos mantiene en buen estado nutricional gracias al
57
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

reciclaje expuesto anteriormente, ya que sus re- sión, las plantas herbáceas normalmente alcanzan
querimientos nutricionales se supone disminuyen tasas de fotosíntesis altas, incrementos rápidos de
con la edad al disminuir las tasas de crecimiento área y biomasa foliar y concentraciones de nutri-
en los últimos años de la rotación (Miller 1981, mentos mayores que las de bosques secundarios
Miller 1995). Davidson et al. (1998) mencionan de mayor edad, por lo que en la etapa de estable-
que las especies arbóreas de etapas de sucesión cimiento del bosque ocurre una alta demanda de
temprana tienen una mayor concentración foliar nutrimentos, una elevada producción de residuos
de nutrimentos que las especies de etapas de su- y el establecimiento rápido de la cobertura del
cesión tardías; además el mismo efecto puede no- suelo, con una reducción neta del lavado y ero-
tarse por su concentración de nutrimentos en la sión de nutrimentos y una conversión de formas
madera (ver Cuadro 3.29), hecho que se relaciona menos solubles a disponibles de P y K. Una vez
con altas tasas de crecimiento, sistema radical fi- establecido el bosque, cuando cierra el dosel, se
broso superficial, cobertura del suelo y reducción inicia la redistribución interna de nutrimentos
de pérdida de nutrimentos por erosión y lavado. dentro de los individuos del mismo y este meca-
Gonçalves et al. (2005) documentan que especies nismo es más importante que la absorción de nu-
como S. macrophylla (de sucesión media) y D. trimentos del suelo, decreciendo la velocidad de
odorata (de sucesión tardía), presentan diferentes acumulación de nutrimentos en la biomasa (Mi-
mecanismos de adaptación a la sombra provocada ller 1981, 1995).
por otras especies arbóreas, incluyendo cambios
Datos de Nambiar (1998) y Montagnini (2002),
en la forma de acumular nutrimentos en el tejido
muestran que el incremento anual de biomasa
foliar (Cuadro 3.1).
de madera (tronco) de especies de hoja ancha en
Szott et al. (1999) mencionan que la acumulación plantación oscilan entre 1 y 28 t ha-1 año-1; la pro-
de biomasa en bosques tropicales secundarios es ductividad de plantaciones forestales de rotacio-
esencialmente lineal durante los primeros 10 años nes cortas y medias varía entre 1-2 a 25-30 m3 ha-1
de crecimiento y del orden de 4-15 t ha-1 año-1 en año-1. Para especies de crecimiento rápido como
regiones húmedas, mientras que solo alcanza en- G. arborea y E. saligna, varía entre 10-20 y 8-28 t
tre 1-8 t ha-1 año-1 en regiones más secas, debido ha-1 año-1, respectivamente y en otras especies de
a la limitación de humedad. Los mismos autores un crecimiento relativamente menor como Swie-
mencionan que en las primeras etapas de suce- tenia spp. y T. grandis entre 1-4 y 3-12 t ha-1 año-1,

Cuadro 3.1. Contenido foliar de nutrimentos de S. macrophylla y D. odorata a la sombra y a


pleno sol (adaptado de Gonçalves et al. (2005). Valores promedio (n=6) y prueba de Tukey
para diferencias de los promedios según la fila (letras mayúsculas) y la columna (letras
minúsculas).

Swietenia macrophylla Dipteryx odorata


Nutrimento (sucesión media) (sucesión tardía)
A la sombra A pleno sol A la sombra A pleno sol
N (g kg )
-1
15,9Bb 18,1Aa 20,0Aa 18,8Aa
P (g kg-1) 1,9Aa 1,8 Aa 1,7Ab 1,5Ab
K (g kg-1) 3,7Ba 5,5 Aa 4,1Ba 6,5Aa
Ca (g kg-1) 7,6Aa 7,9 Aa 3,4Ab 3,2Ab
Mg (g kg-1) 1,3Aa 1,1 Aa 0,7Bb 1,2Aa
Fe (mg kg-1) 176Ba 328 Aa 192Aa 207Ab
Zn (mg kg-1) 15Ab 16Ab 22Aa 19Aa
Cu (mg kg-1) 7,4Aa 6 Aa 4Ab 5Aa
Mn (mg kg ) -1
16Bb 23Ab 77Ba 174Aa

Letras diferentes indican diferencias significativas (α=0,05) según la prueba de Tukey.


58
3

Cuadro 3.2. Promedio de biomasa aérea e incrementos anuales de cuatro especies nativas en La Selva, Costa Rica
(tomado de Montagnini 2002).

Incremento medio
Biomasa aérea viva (t ha-1)
Especie anual (t ha-1 )
Tronco Ramas Hojas Total Tronco Total
Stryphnodendron microstachyum 35,2a 15,2a 4,3a 54,8a 8,8a 13,7a
Vochysia ferruginea 24,8b 14,2a 5,9a 44,9b 6,2b 11,2b
Vochysia guatemalensis 41,8a 6,5b 7,2a 55,5a 10,4a 13,9a
Hyeronima alchorneoides 26,2a 12,2a 5,4a 43,8b 6,5b 12,0b
Letras diferentes indican diferencias significativas (α=0,05) según la prueba de Tukey.

respectivamente. En el Cuadro 3.2, se observa la se pierdan por lixiviación u otras causas, volvién-
producción de biomasa aérea de cuatro especies dolo a incorporar al sistema posteriormente cuan-
nativas de Costa Rica. do la absorción por parte de los árboles aumenta,
actuando así como una reserva (Folster y Khanna
En las plantaciones forestales puede crecer un
1997). De la misma manera, aunque no aconse-
sotobosque ralo o abundante, en función sobre
jable, otros dejan pastar animales en las planta-
todo de la especie que se utilice como componen-
ciones, lo que puede mejorar el reciclaje, pero
te arbóreo principal, aunque también del manejo
afectar negativamente la forma de los árboles y, si
que se dé a la plantación. De esta manera muchos
la carga es excesiva, puede degradar el suelo por
nutrimentos pueden asociarse a este sotobosque
compactación (Figura 3.4).
y mejorar el reciclaje de los mismos en el eco-
sistema; lo anterior ocurre principalmente como
resultado de que las raíces de las variadas espe- Deposición de residuos
cies exploran espacios radicales diferentes. La alta La adición de residuos del bosque tropical húme-
disponibilidad, sobre todo de N, en el suelo como do aporta una gran cantidad de nutrimentos, los
consecuencia de la mineralización de los residuos cuales pueden ser utilizados por los individuos del
dejados tras la corta final de la plantación supone bosque a través del proceso de reciclaje natural,
un aporte de nutrimentos para las plántulas pero proceso que ocurre principalmente a través de la
también para las malezas que compiten con ellas, adición y descomposición de residuos, excepto por
lo cual ha de tenerse en consideración en el mane- el K en el bosque lluvioso que además se libera
jo de las mismas. Por otro lado, la proliferación de del tejido foliar por acción del agua de la lluvia. El
malezas podría revertir beneficios para el sistema reciclaje de nutrimentos es de especial importan-
ya que éstas podrían manejarse como un sumide- cia en bosques secundarios en sistemas distrófi-
ro que absorba esos nutrimentos tan abundantes cos, en los cuales la poca cantidad de nutrimentos
después de la corta, reteniéndolos y evitando que disponible determina, en parte, la duración de las

Figura 3.4. Tipos de sotobosque en plantaciones de teca sin (izquierda) y con (derecha) asocio de animales.
59
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

Figura 3.5. Residuos por caída de hojas en plantaciones de teca (T. grandis) durante la época la
época seca (izquierda), de ramas y hojas por raleo fitosanitario en plantaciones de A. acuminata
(centro) y de agujas de coníferas (derecha).

etapas de sucesión. Jordan (1985) estudia el fenó- residuos ya que al comienzo de la siguiente tem-
meno bajo la nomenclatura de “sistema de tumba porada de lluvias las plantas habrán recuperado
y mulch” para referirse a la situación en que los las hojas y estarán en disposición de absorber la
residuos no se queman sino que se descomponen mayoría de los nutrimentos según se vayan libe-
en forma natural, actuando como un fertilizante rando al medio; no obstante, los residuos de cose-
de descomposición lenta. Estudios en plantacio- chas finales son “booms” a los que la vegetación
nes tropicales húmedas muestran que la adición podría tener menor capacidad de adaptación, lo
de residuos al suelo oscila entre 5 y 20 t ha-1 año-1 cual podría suponer pérdidas de nutrimentos.
y que el contenido de nutrimentos en los residuos
Un problema encontrado en plantaciones comer-
representa el 50% del total de nutrimentos aso-
ciales cuando se dejan los residuos para lenta
ciados a la biomasa aérea, 40-45% del N, 54% del descomposición, es el aumento en el riesgo de
K, 56% del Mg y 28% del P (Montagnini 2002), incendios, enfermedades y plagas asociados a
coincidiendo con los datos recopilados por Aerts los residuos. Algunos estudios (Akinnifesi et al.
(1996) en los que se expone que aproximadamente 2002) indican que conforme aumenta la edad de
el 50% del N acumulado en el follaje se transloca las plantaciones se eleva la cantidad de residuos
antes de caer al suelo como residuo. en forma lineal, dado que incrementa la biomasa
Aparte de la adición de residuos por podas, raleos foliar y la de ramas, de manera similar a la acu-
y cosecha final de árboles practicadas en bosques mulación de nutrimentos que se observan en la
o plantaciones forestales, otros residuos se deposi- curvas de absorción, notándose una reducción de
tan y reciclan en función de la edad y del tipo de los incrementos anuales en ambos valores cuando
bosque, de la época del año, ocurrencia de fenó- los árboles alcanzan su crecimiento máximo a los
menos atmosféricos devastadores (p.e. huracanes 8-10 años de edad (Cuadro 3.3).
y terremotos) y de la fertilidad natural del suelo.
En el caso de bosques naturales caducifolios, al Cuadro 3.3. Cantidad de biomasa depositada sobre el suelo
en plantaciones de Alnus nepalensis y Pinus patula en regio-
inicio de la época seca ocurre un pico de caída de nes tropicales (tomado de Akinnifesi et al. 2002).
hojas, el cual es similar al que ocurre en planta-
ciones forestales después de la poda de formación Especie País Edad Masa
o como producto de los raleas, por lo que no debe (años) (t ha-1)
asumirse que la adición de residuos o su descom- A. nepalensis India 7 13-15
posición sea constante en el tiempo (Figura 3.5). A. nepalensis India 17 17-21
Con las altas tasas de descomposición y minerali- A. nepalensis India 30 17-21
zación que se dan en general en áreas tropicales, A. nepalensis India 46 22-26
la adición de esos residuos de forma puntual en A. nepalensis India 56 28-33
el tiempo supone un “boom” de nutrimentos que P. patula Swazilandia 11-15 51-156
debe manejarse. En el caso de los bosques o plan- P. patula Tanzania 10-30 25-35
taciones caducifolias, pocos nutrimentos se perde- P. patula India 12-34 21-70

rán debido a estas intensas adiciones puntuales de P. patula Sudáfrica 44 217

60
3

La densidad de plantación también juega un La producción de biomasa en los bosques de


papel importante en la cantidad de residuos que altura es menor que la de los bosques de bajura
se depositan sobre el suelo. En general, a mayor debido, entre otras, a una menor tasa de fotosín-
densidad, mayor es la cantidad de residuos debido tesis y exposición a vientos fuertes, lo que incide
a una mayor de producción de biomasa y a la en una menor cantidad de residuos adicionados al
competencia intra específica por espacio entre suelo. La cantidad de residuos que caen al suelo
individuos. Sin embargo, esta variable depende en bosques naturales decrece con la altura sobre
de la especie y mientras aumenta con la densidad el nivel del mar en el orden de 9,0; 6,6; 5,8 y 5,3 t
en el caso T. grandis, no varía en el caso de Shorea ha-1 año-1 a 100, 1 000, 2 000 y 2 600 m de altitud,
robusta y disminuye en el caso de plantaciones respectivamente (Heaney y Proctor 1989).
jóvenes de E. camaldulensis y Pinus roxburghii
Muchos de los residuos que caen al suelo, espe-
(Akinnifesi et al. 2002).
cialmente en rodales de coníferas en regiones tro-
Una gran cantidad de los nutrimentos en bosques
picales de montaña, se acumulan o inmovilizan en
naturales y en plantaciones forestales se encuen-
esta fracción. La cantidad de residuos (hojarasca)
tra almacenada en la biomasa aérea o en los re-
acumulados en el suelo en plantaciones de conífe-
siduos que caen al suelo proveniente del follaje
ras entre 9 y 12 años en el altiplano de Popayán,
(Cuadro 3.4), particularmente en ecosistemas dis-
Colombia, mostró valores mayores para P. kesiya
tróficos. En el bosque sobre suelos distróficos, las
(3.352 kg ha-1), que P. patula (2.090 kg ha-1), que P.
cantidades de K y P acumulados en la vegetación
oocarpa (1.888 kg ha-1) y que C. lusitanica (1.590
son mayores que los encontrados en el suelo tanto
kg ha-1), por lo que se puede asumir que P. kesiya
en forma soluble como total; el contenido tiende a
es más eficiente en extraer y reciclar nutrimentos
ser similar en la biomasa que en el suelo, mientras
del suelo que las otras especies comparadas; ade-
que los contenidos de Ca y Mg son mayores en el
más, el hecho de que el ciprés funciona con endo-
suelo (Sarmiento 1984). Sin embargo, la contribu-
micorrizas, al contrario de los pinos que forman
ción relativa de los diferentes compartimientos de
asociaciones con ectomicorrizas, puede explicar
nutrimentos en el ecosistema depende del tipo de
en parte la menor tasa de mineralización de mate-
suelo y se ha demostrado que la mayoría de los
ria orgánica y nutrimentos en el sistema de ciprés
mismos se encuentran en el suelo, en particular
(Cannon 1983).
en ecosistemas eutróficos (Grimm y Fassbender
1981a,b; Graff 1982; Bruijnzeel 1991). El ámbito de producción anual
de residuos de una plantación
Cuadro 3.4. Nutrimentos acumulados (kg ha-1) en los diferentes compartimentos del varía entre sitios y entre espe-
sistema suelo-bosque en Kabo, Surinam (tomado de Graff 1982).
cies. En Ibadan, Nigeria, Akin-
Biomasa N P K Ca Mg nifesi et al. (2002) mencionan
Compartimiento que en plantaciones de 10 años
t ha -1
kg ha -1
de C. alliodora, G. arborea, Irvin-
Hojas 16,5 217 13 164 86 27
gia gabonensis, Leucaena leuco-
Ramas 117,9 450 38 394 848 75
cephala y Pterocarpus soyauxii se
Tallos 280,4g 811 51 712 1.716 139
depositaron residuos en el rango
Raíces 65,3 561 37 246 272 50
de 4,6 a 9,7 t ha-1 y en otras de P.
Total biomasa 480,1 2.039 139 1.516 2.922 291
caribaea de 7-10 años de edad en
Mantillo grueso a
22,6 82 4 13 99 12
promedio depositaron 5,9 t ha-1.
Mantillo fino 12,2 149 5 30 112 18
La deposición de residuos en
Suelo (0-50 cm) 79,8e 3.861b 13c 66d 126d 40d
especies de crecimiento rápido
Suelo (50-170 cm) 49,5e 4.008b 7c 47d 47d 43d
como la de Eucalyptus terricor-
Total del ecosistema 644,2 10.139 169 f
1.672 3.306 404
mis, Eucalyptus globulus y P. pa-
a
Incluye el material muerto en pié; b Nitrógeno total; c P disponible en Bray 1; d Intercam-
biable; e Materia orgánica del suelo; f Subestimado; g Volumen de tronco calculado a una tula normalmente excede las 2 t
densidad de madera de 0.75 g cm-3. ha-1 año-1, en particular durante
61
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

los estados juveniles de crecimiento. Valores ex- tes. En los Oxisoles y Ultisoles, las pérdidas son
cepcionalmente altos (8,7-29,6 t ha-1 año-1) se re- un tanto mayores, excepto la de K que es mucho
portan para especies como Casuarina equisetifolia mayor. En los Inceptisoles las pérdidas de nutri-
en plantaciones de diferente edad en India, cre- mentos del ecosistema son aún mayores que en
ciendo bajo condiciones óptimas de suelo y 2.000 el ecosistema dominado por Oxisoles y Ultisoles
mm de precipitación. y en los Vertisoles y Mollisoles ocurre la mayor
pérdida de Ca y Mg, sin que se pierda nada de
Las concentraciones de Ca y N en todos los resi-
K. En todos los bosques estudiados se presentó
duos, normalmente son más elevadas que las de
una acumulación neta de P en el suelo, el cual se
K, Mg y P, mayores en los residuos de hojas que en
encuentra asociado a las fracciones orgánicas y
los de ramas y, en general, mayores en las especies
su contenido de aluminosilicatos.
caducifolias (p.e. teca) que en las siempre verdes
(p.e. pinos y eucaliptos). La concentración de nu-
Nutrimentos asociados a la biomasa
trimentos en los residuos de hojas correlaciona en
forma negativa con la magnitud de su caída y con Biomasa en diferentes ecosistemas: La canti-
aumentos en la biomasa; la caída de hojas aumen- dad de nutrimentos asociada a la parte aérea del
ta hasta el cierre de copa de la plantación y des- bosque depende, entre otros factores, de la edad
pués es proporcional a la productividad primaria y la composición florística del bosque, la región
neta, para decrecer en la fase de crecimiento len- bioclimática en que se desarrolla y la fertilidad
to de los árboles (Sharma y Pande 1989). Wood et natural del ecosistema. La biomasa y el total de
al. (2009) al aplicar residuos de bosque primario nutrimentos acumulados en el bosque aumen-
a otros tipos de bosque tropical lluvioso, notaron tan con la edad del mismo hasta que este alcanza
una mayor producción de biomasa de hojas, poco su madurez (Cuadro 3.5). Los datos de trabajos
o ningún efecto sobre el incremento diamétrico de pioneros sobre el tema (Nye y Greenland 1960)
los árboles y pocos cambios en la fertilidad de los permiten concluir que para las condiciones de los
suelos. bosques estudiados en África, la proporción rela-
tiva de elementos asociados a la biomasa es muy
Bruijnzell (1991) demuestra que al separar eco- variable siendo el Ca, K y N los elementos más
sistemas forestales (sub)tropicales tanto de bajura abundantes, con contenidos de P muy inferiores
como de altura, de acuerdo a su fertilidad natu- a los de los elementos mencionados. El bajo con-
ral en: 1) suelos de fertilidad
muy baja (Espodosoles, Psa- Cuadro 3.5. Nutrimentos almacenados en la biomasa de diferentes tipos de bosques
ments, Histosoles, suelos lí- tropicales en África (adaptado de Nye y Greenland 1960).
ticos y pedregosos), de otros
2) con fertilidad moderada a Lluvia Edad Biomasa Nutrimentos almacenados
País (mm año -1
) (años) (t ha -1
) (kg ha-1)
baja (Oxisoles y Ultisoles) y
3) de los que tienen fertili- N P K Ca Mg
dad moderada (Inceptisoles) Bosque lluviosos siempre verde
y moderada a alta (Alfiso- Gana 1.651 40 336 1.830 125 819 2.524 346
les, Vertisoles y Rendolls), Congo 1.854 18 146 559 73 404 561
pueden determinarse dife- Congo 1.854 5 87 391 24 344 392
rencias importantes en el Bosque lluvioso semi caducifolio
reciclaje de nutrimentos. En Congo 1.270 nd 332 1.235 123 953 2.117 325
los suelos de fertilidad muy Gana 1.524 20 123 572 39 409 523 213
baja, ocurren pérdidas lige- Nigeria 1.829 6 47 310 27 174 230 147
ras de Ca, Mg y K, que aun- Congo 1.778 2 40 327 22 448 100 141
que sean ligeras en suelos de Bosque seco
muy baja fertilidad pueden Rodesia 1.270 nd 150 nd 50 171 393 101
suponer pérdidas importan- Gana 952 10 58 281 28 278 441 104

62
3

tenido de P en plantas, se asocia con el bajo con- de suelo de los sitios; debido a la ya mencionada
tenido del elemento en la corteza terrestre desde menor concentración de P en la biomasa, la can-
el inicio de la formación del planeta (Schlesinger tidad de este elemento que se recicla también es
1997). inferior a las de otros elementos (Cuevas y Medi-
na 1986).
Efecto de la especie arbórea: La cantidad de
nutrimentos asociada a cada componente de la La habilidad de un árbol o de un ecosistema para
biomasa total también depende de la especie ar- producir biomasa con pocos nutrimentos, es una
bórea de que se trate, de manera que los conte- característica importante a utilizar cuando se es-
nidos en E. globulus son mayores que los men- cogen especies para suelos degradados y pobres
cionados para otras especies arbóreas en la India en nutrimentos; bajo tales condiciones, la ferti-
(Totey 1992), citadas en el Cuadro 3.6. También lidad del suelo es una limitante frecuente para
puede observarse que los elementos que requie- lograr la restauración del bosque o el estableci-
ren más las especies arbóreas comparadas en la miento de una plantación. En ese sentido cobra
India son el N y el Ca, así como que la mayoría mayor importancia el estudio de especies nativas
de los nutrimentos se acumulan en el tronco de (Montagnini 2002), adaptadas a estas condiciones
las mismas (Grimm y Fassbender 1981a, b; Totey en suelos de fertilidad baja como por ejemplo
1992) y en el caso de la teca y los eucaliptos en Oxisoles y Ultisoles. Para estudiar los procesos de
mucho mayor cantidad en la corteza del tronco. acumulación y distribución de biomasa, se dispo-
En la situación de Costa Rica, las especies com- ne del análisis de crecimiento vegetal mediante
paradas absorben más N y K que cualquiera de índices de eficiencia fisiológica, tales como la tasa
los otros elementos estudiados y la mayoría de de asimilación neta (TAN), la tasa absoluta de
los elementos tiende a acumularse en mayor pro- crecimiento (TAC), la tasa relativa de crecimiento
porción en el tronco (Stanley y Montagnini 1999), (TRC), el índice de área foliar (IAF), el incremento
probablemente debido a que los suelos en este medio anual (IMA), el incremento corriente anual
sitio son más ricos en estos elementos que los que (ICA), la eficiencia en el uso de los nutrimentos
se encuentran en África, al tratarse de especies (EUN), el índice de reciclaje de nutrimentos (IRN)
nativas están adaptadas a sistemas en los que el
y el índice de estabilidad de la plantación (IEP,
Ca no es abundante.
en inglés “plantation stability index” o PSI). Otros
La liberación de nutrimentos al suelo, asociada al índices mencionados en la literatura incluyen la
bosque tropical húmedo, puede observarse en el productividad primaria neta sobre o dentro del
Cuadro 3.7, en el cual se nota que la cantidad de suelo/contenido de nutrimentos, las comparacio-
biomasa aérea total promedio de este tipo de eco- nes entre los contenidos de nutrimentos en los
sistema es de 6,2 t ha-1 año-1, con contenidos de diferentes tejidos, los contenidos de residuos en
N>Ca>Mg>K>P y una enorme variación en los la lluvia total o la lluvia drenada por los troncos
contenidos de Ca y Mg, lo que se asocia a diferen- o el índice de residuos (masa de residuos/relación
cias de material parental y procesos de formación de nutrimentos).

63
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

Cuadro 3.6. Nutrimentos asociados a la biomasa total y a sus componentes en algunas especies forestales en la India
(adaptado de Totey 1992) y Costa Rica (adaptado de Stanley y Montagnini 1999).

Especie forestal, Contenido Nutrimento retenido y su distribución


lugar y edad de la Nutrimento total en el árbol (%)
plantación (kg ha-1 ) Follaje Corteza Tronco Ramas
N 1.042 13 13 61 13
E. globulus P 53 13 12 64 11
Nilgiris (11 años) K 227 20 22 40 18
153 t ha-1 biomasa Ca 1.044 9 65 8 18
Mg 116 10 39 39 12
N 185 23 14 16 47
A. auriculiformis P 6 39 9 18 34
Bihar (9 años) K 76 28 12 10 50
38 t ha-1 biomasa Ca 151 12 17 21 50
Mg 68 8 6 34 52
N 370 24 14 39 23
T. grandis P 108 6 7 69 18
Dehra Dun (38 años) K 331 9 20 34 37
94 t ha-1 biomasa Ca 973 10 44 18 28
Mg 128 8 17 49 26
N 350 18 17 37 28
G. arborea P 58 10 9 69 12
Tripura (20 años) K 486 5 10 66 19
135 t ha-1 biomasa Ca 658 10 28 41 21
Mg 91 11 19 44 26
N 303 46 9 26 19
P. patula P 29 51 5 20 24
Darjeelig (12 años) K 178 33 14 34 19
108 t ha-1 biomasa Ca 151 21 14 32 33
Mg 85 12 12 50 26
N 241 16 nd 74 10
P. elegans P 48 5 nd 82 13
La Selva, (3.5 años) K 237 5 nd 79 16
33.2 t ha-1 biomasa Ca 68 8 nd 76 16
Mg 38 10 nd 76 13
N 159 40 nd 40 20
H. alchorneoides P 38 16 nd 63 21
La Selva (3.5 años) K 126 18 nd 50 32
35.9 t ha-1 biomasa Ca 100 22 nd 62 16
Mg 22 35 nd 42 23
N 129 50 nd 32 18
V. ferruginea P 35 15 nd 65 20
La Selva (3.5 años)
K 124 17 nd 52 31
31.1 t ha-1 biomasa
Ca 74 36 nd 43 21
Mg 23 27 nd 52 21
N 107 23 nd 46 31
G. americana P 23 15 nd 62 23
La Selva (3.5 años)
K 109 21 nd 41 38
18.2 t ha-1 biomasa
Ca 58 11 nd 51 38
Mg 24 17 nd 48 35

64
3

Cuadro 3.7. Producción de residuos y concentración de nutrimentos en diferentes bosque tropicales húmedos (tomado de
Cuevas y Medina 1986).

Biomasa N P K Ca Mg
Localidad (t ha-1 año-1)
(% en base a peso seco)
África
Banco I, Costa de Marfil 8,2 1,54 0,07 0,22 0,56 0,46
Banco II, Costa de Marfil 7,4 1,80 0,16 0,91 0,95 0,41
Yapo I, Costa de Marfil 7,1 1,40 0,05 0,28 1,32 0,29
Yapo II, Costa de Marfil 6,2 1,39 0,05 0,49 1,36 0,32
Asia
Bosque Pasoh 6,4 1,16 0,03 0,37 0,70 0,22
Bosque Sarawak, Malu 6,6 0,90 0,03 0,26 2,44 0,20
Keranga, Malu 5,,6 0,57 0,01 0,23 0,88 0,16
Dipterocarpus, Malu 5,4 0,95 0,01 0,45 0,15 0,11
Bosque, Malu 7,3 1,17 0,04 0,16 3,18 0,33
América
Bosque húmedo tropical, Colombia 6,6 1,28 0,04 0,23 1,08 0,06
Mora excelsa, Trinidad 6,9 0,95 0,04 0,16 0,91 0,22
Tierra Firme, Manaus 6,0 1,55 0,03 0,20 0,20 0,20
Tierra Firme, Venezuela 7,6 1.63 0,03 0,24 0,17 0,07
Caatinga Alta, Venezuela 4,0 0,70 0,05 0,21 0,17 0,31
Bana, Venezuela 2,1 0,58 0.02 0,47 0,74 0,25

Eficiencia de uso de nutrimentos: Para explicar nes importantes del promedio debido a variables
la relación entre la disponibilidad de nutrimentos ambientales que determinan, sobre todo, la dispo-
y los procesos ecológicos de los bosques, se han nibilidad de nutrimentos; los autores encontraron
desarrollado varios índices, entre ellos la eficien- que en plantaciones en monocultivo la EUN sigue
cia en el uso de los nutrimentos (EUN); en bos- el orden Hyeronima>Cedrela>Cordia, pero cuan-
ques maduros se considera que si la EUN es alta do se incluyeron heliconias y palmas al policul-
pueden ocurrir limitaciones en la productividad tivo, la EUN siguió el orden Cedrela > Cordia>
primaria neta, mientras que los ecosistemas me- Hyeronima, por lo que no se puede asumir que el
nos eficientes se presentan cuando la disponibili- cálculo de esta variable en monocultivo tenga im-
dad de nutrimentos es adecuada (Vitousek 1982). plicaciones para el ecosistema de policultivo.
Para mejorar la EUN de una especie arbórea en En la mayoría de los ecosistemas forestales, la
particular, pueden utilizarse diferentes mecanis- EUN para N, K, Ca y Mg es casi la misma; una
mos, entre ellos el mejoramiento genético para EUN alta ocurre en bosques tropicales en los cua-
obtener materiales con mejor producción foto- les el contenido natural de P es bajo y se asocia
sintética, o lograr arreglos de plantación que per- con la presencia de micorrizas adaptadas a las es-
mitan maximizar la mayor cantidad de absorción pecies que crecen en este tipo de ambiente. Sin
de nutrimentos y producción de biomasa (Ewel y embargo, especies como Bombax macrophyllum y
Hiremath 1998). Al comparar la EUN en planta- Plathymenia foliolosa (Cuadro 3.8), que presentan
ciones de especies arbóreas solas y combinadas, valores de la EUN elevados para la mayoría de los
Hiremath et al. (2000) y Hiremath y Ewell (2001) elementos, son excepciones y se consideran como
encontraron que a nivel de ecosistema, la EUN no aptas para restaurar sistemas degradados (Mon-
es constante y que puede encontrarse desviacio- tagnini y Jordan 2002).
65
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

Cuadro 3.8. Eficiencia en el uso de nutrimentos (EUN) (mega gramos de incremento de biomasa kg-1 nutrimento en la
hojarasca) para especies de plantaciones en Brasil y en Costa Rica (tomado de Montagnini y Jordan 2002).

Localidad/especie Nutrimento
Porto Seguro, Bahía, Brasil N Ca Mg K P
Bombax macrophyllum 0,36 0,20 0,88 20,70 20,70
Buchenavia grandis 0,05 0,04 0,38 0,68 1,70
Caesalpinea echinata 0,04 0,03 0,54 0,78 1,81
Centrolobium robustum 0,05 0,05 0,37 0,87 1,74
Escheweilera ovata 0,12 0,10 0,44 0,96 5,73
Hymenaea aurea 0,06 0,09 0,45 0,64 1,91
Lecythis pisonis 0,12 0,11 0,89 1,58 3,56
Platimenia foliolosa 0,08 0,34 7,00 3,51 4,66
Est. Biol. La Selva, Costa Rica N Ca Mg K P
Hyeronima alchorneoides 0,09 0,03 0,15 0,22 0,45
Strypnodendrum microstachyum 0,08 0,06 0,35 0,63 0,53
Vochysia ferruginea 0,08 0,03 0,26 0,38 0,56
Vochysia guatemalensis 0,16 0,05 0,29 0,84 1,07
Ámbito variación 0,05-0,36 0,03-0,20 0,15-7,00 0,22-20,70 0,45-20,70

Algunas especies deciduas como la teca son muy locación puede estudiarse realizando análisis de
eficientes en conservar nutrimentos y en retornar concentraciones directamente en la savia del floe-
pocas cantidades al suelo. Por el contrario, espe- ma, empleando isótopos, desarrollando síntomas
cies siempre verdes de crecimiento rápido como de deficiencia, estimando el flujo de nutrimentos
los pinos y los eucaliptos, tienen una conservación durante el desarrollo de los frutos, comparando lo
de nutrimentos pobre y retornan al suelo vía folla- medido en diferentes partes de la planta y com-
je la mayor parte del N y del P. En el caso de los parando gradientes de concentración entre hojas
eucaliptos, la baja conservación y la elevada tasa viejas y jóvenes (Konsaeng et al. 2005).
de uso de nutrimentos conllevan a una alta tasa
Estimados de la cantidad de nutrimentos translo-
de salida de nutrimentos, la cual se incrementa
cados, sugieren que estos varían entre 0-83% en
por el lavado de los mismos, en particular en sue-
especies silvestres (Chapin 1980). En árboles, este
los arenosos (Samra y Riazada 2002). Según Aerts
mecanismo está altamente desarrollado y ocurre
(1996), la resorción de N en caducifolias es del
durante toda su vida; los árboles retienen grandes
54%, mientras que en perennifolias es del 47%,
cantidades de nutrimentos, especialmente en el
sin que se encuentren diferencias en cuanto a la
follaje y el tronco y poseen la habilidad de mo-
translocación de P que se encontró en 50 y 51%
vilizarlos para mantener su crecimiento a corto
para ambos tipos de especies.
o largo plazo (Nambiar 1984). Algunos nutrimen-
Translocación (resorción) de nutrimentos tos como N se translocan hacia los tejidos leño-
dentro de la biomasa: Todos los nutrimentos se sos antes de la senescencia en especies deciduas,
mueven vía xilema hacia los ápices de crecimien- mientras que este mecanismo de conservación es
to, desde donde se transfieren vía floema (trans- menos eficiente en especies siempre verdes. En
locación) a los diferentes tejidos (raíces, tallos y especies deciduas, la producción de follaje nue-
células de las hojas), pero su movilidad varía nota- vo cada año hace necesario que en los árboles se
blemente en el floema (Konsaeng et al. 2005). Los transloquen los nutrimentos hacia las hojas, ya
nutrimentos que se almacenan en tejidos y órga- que la absorción de los mismos desde el suelo re-
nos pueden translocarse vía floema a otras partes quiere mucha más energía (Samra y Riazada 2002)
de los árboles que transpiran menos (por ejemplo así como pérdidas por lixiviación fuera del siste-
nuevos ápices y tejidos reproductivos). La trans- ma; en el caso de la teca, Karmacharya y Singh
66
3

(1992) documentan la translocación de nutrimen- En el Cuadro 3.10, puede observarse que el ma-
tos entre tejidos reproductivos, mencionando que terial depositado en cinco plantaciones de euca-
el 90% de los nutrimentos del pedúnculo floral se lipto varió entre 2.090 y 6.824 kg ha-1 año-1 y que
reabsorben en las semillas. Las variaciones men- la cantidad de nutrimentos en la misma siguió el
suales en el tejido foliar de N, P y K son mayores orden Ca>N>K>Mg>P, indiferentemente de
que las de Ca y Mg, fenómeno asociado a pér- la especie. Aunque los autores (Samra y Riazada
didas por lavado y translocación de los primeros 2002) no indican si la concentración de nutrimen-
elementos mencionados, aunque podría deberse a tos es total o solo la fracción disponible de los
que las especies no han necesitado adaptarse a un mismos, puede notarse que excepto para E. pro-
ambiente en el que reciclar eficientemente esos pinqua, el contenido de nutrimentos en el suelo
nutrimentos supusiese una ventaja competitiva fue N=Ca>>K>P>Mg; este hecho demuestra
frente a otras especies. Este fenómeno se presen- que no necesariamente existe una relación direc-
ta en regiones templadas antes de que las hojas ta entre la cantidad de nutrimentos en el suelo y
caigan en el otoño, y de manera similar, en regio- la encontrada en la biomasa. Debido a la absor-
nes tropicales, cambios en el fotoperíodo, ligeras ción diferenciada entre especies arbóreas y a su
disminuciones de la temperatura ambiente ó la deposición vía residuos, es común encontrar que
ocurrencia de una época seca marcada, causan la la cantidad de nutrimentos asociada al suelo bajo
caída de las hojas como mecanismos de defensa plantaciones de diferentes especies sea diferente
(Cuadro 3.11).
a la cantidad de luz, al frío o a la sequía en espe-
cies caducifolias (Reich y Borchert 1984; Borchert Índice de reciclaje de nutrimentos: Es impor-
1994; Borchert y Rivera 2001). Esto es relevante tante considerar la relación entre la habilidad de
ya que se considera que aproximadamente el 70% reciclar nutrimentos de una especie y su impacto
de los residuos que llegan al suelo son hojas se- a corto y mediano plazo en la restauración de nu-
nescentes. trimentos en el suelo. El Índice de Reciclaje de
Nutrimentos (IRN), definido como el inverso del
La cantidad de nutrimentos proveniente de los
EUN, representa la cantidad de nutrimentos en
residuos que retorna al suelo, se relaciona con la los residuos depositados durante un año en rela-
cantidad de residuos y su concentración en los ción a la producción de biomasa del mismo año.
mismos, los cuales varían con la especie y la edad La escogencia de especies en plantaciones foresta-
de la especie. En el Cuadro 3.9, puede verse como les puede hacerse en función de la eficiencia en el
la cantidad de nutrimentos aumenta con la edad uso de nutrimentos y en su capacidad de reciclaje,
de las plantaciones de P. patula debido principal- de manera que sean altamente productivas y tam-
mente al aumento de la biomasa con la edad, más bién ayuden a restaurar los ecosistemas degrada-
que a la concentración de los diferentes elemen- dos (Samra y Riazada 2002).
tos en los tejidos que la componen.
Aunque la literatura sobre este tema no es muy
Cuadro 3.9. Cantidad de nutrimentos devueltos al suelo en plan-
amplia, Killengbeck (1996) menciona los fenóme-
taciones de P. patula de diferente edad en Nilgiris, India (toma- nos conocidos como “resorción potencial” (canti-
do de Samra y Riazada 2002). dad mínima de nutrimentos encontrados en ho-
jas secas) y “eficiencia de resorción” (la relación
N P K Ca Mg
porcentual entre el contenido de un elemento en
Edad (años) Nutrimentos adicionados hojas verdes y secas), conceptos empleados para
(kg ha-1 año-1) estudiar la adaptación genética de las especies ar-
6 16,6 0,2 2,5 17,9 2,3 bóreas y que demuestran que el N y el P pueden
8 70,0 1,8 3,3 64,5 11,0 trasladarse en cantidades importantes de los te-
10 64,7 2,7 7,7 65,8 4,5 jidos viejos a los jóvenes antes de su caída; por
12 89,3 3,8 8,6 72,8 15,0 ejemplo, Jha (1999) menciona valores de translo-
14 75,4 1,0 12,5 79,8 10,0 cación del 45,6% de N y del 27,5% de P en bos-
67
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

Cuadro 3.10. Materia orgánica y nutrimentos asociados en la capa de residuos superior (L) y la capa de
residuos en descomposición (F) en cinco plantaciones de Eucalyptus en Nilgiris, India (tomado de Samra
y Riazada 2002).

Materia Orgánica Nutrimentos adicionados al sistema


Plantación (kg ha-1 año-1) (kg ha-1 año-1)
L F Total N P K Ca Mg
E. acemoides 2.068 6.808 8.876 43 3 12 34 3
E. eugenoides 1.692 6.160 7.852 47 2 10 27 3
E. paniculata 5.020 6.428 11.448 63 4 20 160 5
E. pilularis 1.746 6.824 8.570 30 2 6 18 2
E. propinqua 1.330 2.090 3.420 22 2 4 22 1

Cuadro 3.11. Materia orgánica (t ha-1) y contenido de nutrimentos (kg ha-1) en el suelo (0-25 cm de profundi-
dad) bajo diferentes plantaciones de Eucalyptus en Nilgiris, India (tomado de Samra y Riazada 2002).

Relación Materia Nutrimentos en el suelo


Plantación orgánica
C:N N P K Ca Mg Na
E. acemoides 8 127 8.767 646 9.871 4.160 291 1.167
E. eugenoides 7 107 9.068 462 11.580 4.815 420 1.136
E. paniculata 8 133 9.564 596 12.668 5.118 168 1.142
E. pilularis 9 103 6.969 407 2.822 4.719 508 1.299
E. propincua 15 144 5.641 457 15.514 5.407 168 992

ques naturales de teca en Tarai, India. Desde el Adición de nutrimentos vía lluvia y
punto de vista de los conceptos que se discutirán lavado de tejidos
a continuación, esto es relevante ya que se consi-
El cálculo de la cantidad de nutrimentos que se
dera que aproximadamente el 70% de los residuos
adicionan por caída de lluvia al ecosistema pre-
que llegan al suelo son hojas senescentes.
senta un sin número de problemas, por lo que la
A plazo largo, el impacto de las plantaciones so- información disponible es solamente indicativa
bre las propiedades del suelo depende de: 1) la de la realidad. Según Bruijnzeel (1991), algunos
cantidad total de nutrimentos absorbidos por los de los problemas a resolver con relación al tema
árboles en relación a la capacidad de suplir nutri- son: 1) la representatividad de las estaciones de
mentos por el suelo, 2) la cantidad y velocidad de muestreo de los diferentes ecosistemas, 2) la uni-
descomposición de los residuos de hojas adiciona- formización de las metodologías de análisis de
dos al suelo (generalmente alta en áreas tropica- las muestras y 3) la descripción del protocolo de
les dadas la alta temperatura), 3) la acumulación muestreo (de manera que se consideren aspectos
de nutrimentos en los diferentes tejidos del árbol como frecuencia de observación, contaminación
(tronco, ramas, hojas, raíces, etc.) y 4) las partes de las muestras, etc.).
del árbol que se remueven del ecosistema como
La cantidad de nutrimentos que entra al sistema
cosecha y los nutrimentos asociados a la misma
por precipitación, se calcula multiplicando el total
(Montagnini 2002).
caído durante un período dado por las concen-
traciones de cada nutrimento; algunos valores de
deposición de nutrimentos en agua de lluvia en
bosques lluviosos neotropicales recopilados por
Vitousek y Standfor (1984), Montagnini y Jordan
(2002), (Folster y Khennan 1997), Hendry et al.
68
3

(1984) y Eklund et al. (1997) se incluyen en el Bajo condiciones de bosque tropical, el agua de
(Cuadro 3.12). La cantidad de nutrimentos que lluvia sufre cambios importantes desde su estado
entra al sistema por precipitación en ecosistemas natural de entrada, hasta que sale del ecosistema
tropicales oscila entre (kg ha-1 año-1) 5,0-21,0 de N, (McColl 1970; Grim y Fassbender 1981a, b; Hi-
0,2-1,1 de P, 2,5-24,0 de K, 1,4-34,0 de Ca, y 1,1- remath et al. 1997; Wilcke et al 2001; Cleveland
26,0 de Mg. Si bien estas cantidades pueden no et al. 2004; Jiménez et al. 2006). En un estudio
parecer importantes, si se consideran constantes realizado en La Selva, Costa Rica, McColl (1970),
a lo largo de los 20-25 que puede suponer una ro- encontró que el pH del agua de lluvia (5,8) decre-
tación en una plantación comercial convencional ció al pasar por el tallo de los árboles (pH 3,5-4,1),
suponen valores relevantes para el ecosistema. aumentó en la solución de los residuos sobre el
Cuadro 3.12. Nutrimentos adicionados por la precipitación en varios
suelo (pH 6,0) y la solución del suelo (pH 5,9) y
bosques lluviosos neotropicales. aún más en el agua de los drenajes naturales del
sitio (pH 6,5-7,5). Grim y Fassbender (1981a,b),
Nutrimento (kg ha-1 año-1) encontraron un resultado similar en un bosque
Localidad N P K Ca Mg montano de Venezuela, donde notaron que el rá-
Panamá nd 1,0 9,5 29,3 4,9 pido movimiento de nutrimentos por el follaje de-
Puerto Rico 14,0 nd nd 34,0 26,0 crecía al llegar al suelo. Wilcke et al (2001), men-
Venezuela, bajura 21,0 nd 24,0 28,0 3,0 cionan que en el bosque tropical montano húme-
do del Ecuador, el agua de lluvia contiene menos
Venezuela, montano 9,9 1,1 2,6 5,6 5,2
nutrimentos que el agua que pasa por el follaje
Brasil 10,0 0,3 nd 3,7 3,0
de los árboles, esta última con mayores cantida-
Costa Rica, Turrialba 5,0 0,2 2,5 1,4 1,1
des de Al, carbón orgánico total, Ca, K y Mg. La
Costa Rica, La Selva 9,7 nd 3,3 5,7 3,9
cantidad de materia orgánica disuelta (MOD) en
PROMEDIO 11,6 0,7 8,4 15,4 6,7 agua de lluvia puede mover nutrimentos tanto
Rango estimado 2-10 2-8 2-12 1-5 dentro como entre ecosistemas y de esta manera
se pierden cantidades importantes de P, lo que
De manera indirecta, la cantidad de agua de lluvia causa un efecto negativo sobre la mineralización
afecta la concentración de los niveles foliares de de los residuos provenientes del bosque tropical
P, K, Ca y Mg, los cuales disminuyen con aumen- (Cleveland et al. 2002; Cleveland et al. 2004).
tos en la precipitación, mientras que la relación El agua de lluvia contiene una pequeña cantidad
C:N aumenta con la elevación de los niveles de de nutrimentos, que en regiones cercanas al mar
lluvia en los trópicos bajos de Panamá (Santiago proviene de sales en suspensión y disueltas (Na,
et al. 2005). Parte de los nutrimentos asociados B, Mg, Cl y SO4), lo que puede afectar el ciclo
a la biomasa aérea se integran al ecosistema sue- de nutrimentos tanto de la vegetación de “terra
lo por lavado con agua de lluvia; la intercepción firme” como de “cerrado” en Brasil (Forti et al.
y el lavado de nutrimentos del follaje, dependen 2000). En áreas cercanas a regiones desérticas o
de la forma y el tamaño de la copa de los dife- semidesérticas se deposita principalmente Ca, pro-
rentes árboles (Hiremath et al. 1997). Aunque en veniente de partículas del suelo en suspensión y en
pequeñas cantidades, el N y P pueden perderse regiones cercanas a centros industriales y con fuerte
de la biomasa aérea vía lavado por efecto de las actividad volcánica (Figura 3.5) pueden ser ácidas
lluvias y entran en el proceso de descomposición y tener niveles más altos de SO4 y NO3 (Hendry et
de los residuos del bosque en forma indirecta; en al. 1984; Rodríguez et al. 1995; Eklund et al. 1997;
el caso del K, las pérdidas por lavado pueden ser Schlesinger 1997; Montagnini y Jordan 2002).
considerables, mientras que las de Ca, constitu-
yente estructural de los tejidos, suelen ser míni- Fabian et al. (2009) encontraron que los nutrimen-
mas (Sharma y Pande 1989). Mayor información tos en el agua de lluvia en muestras de agua toma-
sobre el tema puede encontrarse en el trabajo de das semanalmente en una gradiente de elevación
Cavalier y Vargas (2002). entre 1.960-3.180 msnm en la Cordillera de los
69
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

vioso premontano en Costa Rica, depende


de la precipitación durante la época lluvio-
sa y oscila entre 2-5 kg N ha-1 año-1. Los
autores encontraron que la fijación correla-
cionó con el área de las hojas cubierta por
Scytonema, siempre que las hojas estuvie-
ran mojadas, pues en períodos de sequía
de 2-3 días de duración la fijación fue nula;
otros factores como temperatura e intensi-
dad de luz también afectan la fijación de N
Figura 3.6. Emisión de gases causantes de la lluvia ácida en los volcanes pero en mucho menor magnitud. De esta
Poás (izquierda) en Costa Rica (nótese el efecto sobre la barrera rompevien- manera, podría explicarse en parte el por-
to y el techo de la vivienda). qué la mayoría de los ecosistemas foresta-
Andes del Ecuador, se vio afectada por contami- les tropicales no sufren de deficiencia de N
nantes provenientes de polvo del Sahara, aerosoles (Hedin et al. 2009), así como los elevados niveles
marinos, gases volcánicos (Figura 3.6) y quemas del elemento encontrados en estudios de curvas
de biomasa. Los autores notaron que el 35% de las de absorción de nutrimentos en teca (Nwoboshi
muestras recolectadas tenían un pH mayor a 5 y 1984) y melina (Rodríguez 2006).
conductividad eléctrica menor a 10µS cm-1 cuando
las masas de aire no se vieron afectadas por efec- Nutrimentos provenientes de la
tos anteriormente mencionados. Por el contrario, meteorización del suelo
el 65% de las muestras contenían grandes canti- La cantidad de nutrimentos disponibles para la
dades de cationes y aniones, con un pH entre 3,5- nutrición del bosque o de plantaciones forestales
4,0 y una conductividad eléctrica hasta de 50µS que se hacen disponibles provienen del suelo a
cm-1 como consecuencia de que las nubes pasaron través de la meteorización no es muy elevada, en
previamente por regiones de vulcanismo activo, especial cuando los suelos se forman a partir de
con quemas de vegetación o sobre los desiertos materiales silicatosos, son de textura gruesa y se
de Sahara y Namibia. Los incrementos en SO4 y encuentran en regiones muy lluviosas (Klamin-
NO3 se identificaron con las quemas, y el 10% del der et al. 2011); los autores discuten las diferen-
SO4 se correlacionó con las actividades volcánicas. tes formas de estimar la contribución del suelo
Los incrementos en Na, K y Cl fueron causados en nutrimentos (Ca y K) por varios métodos, en
por la influencia de grandes masas provenientes especial para suelos ácidos del norte de Europa.
del Atlántico en eventos de 5 días, mientras que lo
altos contenidos de Ca y Mg, y en menor magnitud Varios autores, al estudiar la transferencia o adi-
de P, se relacionaron con episodios atmosféricos ción de nutrimentos solubles producto de la me-
relacionados con los desiertos del África y el P con teorización de rocas de origen volcánico a suelos
masas de aire originadas sobre áreas de minas de del bosque húmedo tropical de la zona norte de
fosfatos en África. Boy et al. (2008) mencionan el Costa Rica a través de aguas subterráneas (Pringle
efecto de acidificación de las lluvias por quemas et al. 1986, Pringle et al. 1990, Pringle et al. 1993,
en el bosque amazónico, afectando las laderas de Generoux y Pringle 1997, Generoux et al. 2002,
la Cordillera Andina del Ecuador. Jordan 2003), encontraron que en las aguas de los
riachuelos cerca de la base de las montañas, el
balance de aniones es positivo (sale menos Cl y
Fijación de N atmosférico
SO4 que lo que entra), pero negativo en cuanto a
Según Freiberg (1998) la capacidad de los organis- lo que sale de K y Mg, lo que puede afectar nega-
mos libres fijadores de N (Scytonema, Cyanobacte- tivamente el crecimiento de los árboles en el am-
ria) en la filosfera ligada a las hojas de diferentes biente distrófico de los suelos del bosque húmedo
forófitas bajo condiciones naturales del bosque llu- tropical de La Selva.
70
3

Acumulación de residuos sobre el microorganismos del suelo. Bajo condiciones de


suelo África, las acacias australianas producen mucho
más residuos que terminalia, teca, eucalipto y
La acumulación de grandes cantidades de residuos
en último lugar ciprés y pino. Si solo se conside-
en plantaciones forestales es poco frecuente. En
ra la información para una especie determinada
los bosques tropicales de zonas bajas y húmedas,
proveniente de un sitio, la cantidad de residuos
la alta temperatura y humedad relativa facilitan
provenientes de la especie aumenta con la edad
el reciclaje de los residuos, por lo que tienen un
de la plantación, efecto que se enmascara cuando
tiempo de residencia corto en el sistema (Montag-
se considera la información proveniente de varios
nini 2002). En regiones bajas y secas, la acumu-
sitios, debido a variaciones introducidas por cam-
lación de residuos depende de la duración de la
bios en suelo y clima.
estación seca que define la poca producción de los
mismos y a su rápida mineralización durante la
estación lluviosa; no se han establecido relaciones Descomposición de los residuos
entre la deposición de residuos y la longitud de la Duración del período de descomposición de
estación seca, aunque si se observa un aumento residuos: La duración del período de descom-
de la misma con el incremento en la precipitación posición de los tejidos frescos del bosque es de
media anual (Bernhard y Loumeto 2002). aproximadamente 15-20 meses (Fassbender 1987;
Babbar y Ewell 1989; Montagnini et al. 1993;
La cantidad de residuos producidos en plantacio- Byard et al. 1996; Horn y Montagnini 1999), ex-
nes forestales de crecimiento rápido es mayor que cepción hecha de los tejidos de la madera (tronco),
la proveniente de bosques naturales y su acumu- los cuales tardan en descomponerse hasta 10 años
lación es mayor en climas medios, en los cuales se en el trópico húmedo y más en ecosistemas secos
da una alta producción de residuos y una tasa de o fríos. Poels (1994), para hacer estudios de balan-
descomposición media. En plantaciones de espe- ce de nutrimentos, propone diferentes velocida-
cies nativas no ocurre una acumulación de resi- des de descomposición de los tejidos adicionados
duos debido a que los organismos que los descom- al suelo en plantaciones de teca, los cuales pueden
ponen están adaptados a las condiciones climáti- ser de utilidad en caso de que no se cuente con
cas en que viven; por esta razón, la acumulación datos de descomposición por tipo de tejido en un
de residuos tiende a ser mayor en plantaciones de caso específico (Cuadro 3.13).
exóticas que en plantaciones nativas.
Los nutrimentos asociados a los diferentes tejidos
Según Reddy (2002) la acumulación de residuos se liberan en tres fases: rápida, decreciente y len-
en plantaciones de especies de hoja ancha como ta, de manera que a los 4 meses se mineraliza más
la teca no es común, la vegetación del sotobosque del 50% del material en descomposición y a los
se ve literalmente suprimida y las hojas que caen 14 meses más del 80% del mismo (Horn y Mon-
sufren un proceso de descomposición acelerado. tagnini 1999; Boniche et al. 2008). El K se libe-
En el caso de plantaciones de varias especies de ra en los primeros tres meses de descomposición
Eucalyptus, la copa abierta y el tamaño pequeño (Waterloo 1994), mientras que el Mg, P, N y Ca le
de las hojas permite el crecimiento de
plantas herbáceas, produciéndose resi- Cuadro 3.13. Velocidad de descomposición en el tiempo (%) de residuos de
duos que se desmenuzan y descomponen diferente tamaño en plantaciones forestales (tomado de Poels 1994).
muy rápidamente. Aún en el caso de adi- Año 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
ciones grandes de residuos de especies le-
guminosas fijadoras de N, no se produce Hojas 50 50
una gran acumulación de residuos, pues Madera
10 50 25 15
el alto contenido de N en las hojas hace fina
que estas sean muy apetecidas por los Madera 0 21 17 14 12 10 8 6 5 4 3
gruesa

71
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

siguen más lentamente, quedando un remanente continuas, entonces la tasa de descomposición


de descomposición lenta que es el que se puede se aproxima a un modelo lineal en el tiempo, en
acumular en el suelo como materia orgánica. El el cual la constante de descomposición (K) para
comportamiento de la descomposición de los resi- plantaciones de 12-24 meses en India varía en-
duos y la liberación de los nutrimentos asociados, tre 0,69-0,91 para A. nepalensis, 0,39-0,93 para C.
semeja el efecto de los fertilizantes de liberación equisetifolia y 0,46-0,78 para P. kesiya (Akinnifesi
lenta, adaptado a las condiciones de absorción de et al. 2002). Los valores de (K) en bosques y plan-
nutrimentos de los árboles. taciones forestales tropicales pueden variar des-
de 0,2 hasta 5,0 (Bernhard y Loumeto 2002); en
En bosques tropicales de montaña los valores de
plantaciones de 12-24 meses de edad, se encontró
descomposición varían entre el 15 y el 70% de su
valores de (K) entre 0,69-0,91 para A. nepalensis,
peso por año, en ecosistemas boscosos de bajura
0,39-0,93 para C. equisetifolia y 0,46-0,78 para P.
estos valores son superiores al 80% (Fassbender
kesiya (Akinnifesi et al. 2002) y en varias especies
1987), por lo que en este último ecosistema todos
de Eucalyptus spp. entre 0,30 y 0,94 (Lima 1996).
los residuos se descomponen en 15 meses (Mon-
Raich et al. (2009) documentan para el caso de
tagnini y Jordan 2002). La baja tasa de minera-
varias especies del trópico húmedo, que la des-
lización de residuos en el suelo de ecosistemas
composición de raíces finas de V. koschnyi es muy
forestales tropicales de montaña, depende princi-
lenta (K=0,29±0,15 año-1), los de V. guatemalensis
palmente de: 1) la baja temperatura y 2) la hume-
decayeron siete veces más rápido (K=2,00±0,13
dad del ecosistema, variables asociadas al relieve,
año-1), mientras que los de H. alchorneoides y P.
3) el contenido de N de los tejidos que es menor
macroloba fueron 1,36 y 1,28 año-1, aspecto alta-
en ecosistemas de montaña (Heaney y Proctor
mente relacionado con la relación lignina:N en la
1989), 4) el incremento de la concentración de
raíces. La variación del valor (K) no se relaciona
compuestos fenólicos con la elevación del terreno
con la edad de la plantación o del árbol, pero si
sobre el nivel del mar (Montagnini y Jordan 2002)
con el género, el origen del material vegetal y el
por lo que su tasa de mineralización disminuye
clima en que se determine; además, los resulta-
e induce una limitación de N en la vegetación
dos muestran que los valores de descomposición
en estos ecosistemas (Tanner et al. 1998), 5) las
más bajos ocurren en plantaciones de pino y eu-
poblaciones de artrópodos que se alimentan de
calipto, mientras que en plantaciones nativas de
estos residuos disminuye con la elevación (Bruhl
terminalia ocurren los valores de descomposición
et al. 1999) y 6) la composición química de la
más elevados, hecho también atribuible a la va-
materia orgánica, ya que en algunos sitios, ésta se
riación ambiental.
encuentra como compuestos húmico-alofánicos
resistentes a la mineralización.
Efecto de la calidad de los tejidos sobre su
Coeficiente de descomposición de residuos: mineralización: La concentración de nutrimen-
Varios autores utilizan el coeficiente de descom- tos minerales, compuestos orgánicos y propieda-
posición de residuos (K), definido como la rela- des físicas asociadas a los restos orgánicos sobre
ción entre la cantidad de “residuos depositados/ el suelo, definen la calidad de los residuos. En la
residuos remanentes”, como variable para estu- mayoría de los casos esta variable se refiere a la
diar la velocidad de paso de este tipo de materia- calidad de las hojas como residuo, aunque algu-
les en un ecosistema, generalmente estimado em- nos autores la determinan en el residuo total. Las
pleando bolsas de descomposición. Los procesos características físicas de los residuos, tales como
de liberación de nutrimentos por descomposición el grosor de las hojas, son muy poco conocidas;
dependen de la pérdida de peso seco y son asin- por el contrario, la literatura acerca del efecto del
tóticos en el tiempo ya que al principio ocurre contenido de N es abundante y no tanto lo es la
una tasa de descomposición elevada, la cual tien- de sustancias orgánicas solubles, metabolitos se-
de a nivelarse después de un cierto número de cundarios como fenoles, taninos o el contenido
meses. Si se acepta que hay adiciones de residuos de fibra, celulosa y lignina. En pocas ocasiones se
72
3

menciona la presencia de terpenos, los cuales se riedad de hongos descomponedores de la madera


considera actúan como agentes alelopáticos (Bern- (Figura 3.7). La fauna y los hongos asociados al
hard y Loumeto 2002). De acuerdo con Verhoef y suelo y a los residuos son un factor clave en su
Gunadi (2002), la descomposición de las agujas de descomposición debido a que su reducción en ta-
los pinos es relativamente lenta en relación a las maño e incorporación al suelo depende del traba-
hojas de árboles de hoja ancha, ya que la minera- jo de los microorganismos que consisten princi-
lización del 50 % de las agujas puede llevar hasta palmente de protozoarios, bacteria, hongos y ne-
7 años, probablemente debido a su alto contenido mátodos (Figura 3.8), meso fauna que tartígrados,
de taninos, al bajo pH de la capa orgánica del sue- colémbolos, ácaros, proturas, dipluras, sinfílidos y
lo y a su bajo contenido de nutrimentos, aunque paurópodas (Figura 3.9) todos entre 0,02 y 2 mm
esto también podría deberse a las condiciones am- de tamaño y la macro fauna, entre ellos, isópo-
bientales en las plantaciones de pino, comunes en dos, ciempiés, milpiés, lombrices y mamíferos y
zonas montañosas. aves (Figura 3.10). Según Wilde (1958), entre más
Los residuos de los árboles pueden jugar un papel pequeños sean los organismos, más abundantes
de cobertura, como un producto de descomposi- son y más específica es su función; de esta mane-
ción rápida que acelera el crecimiento de otras ra, los mamíferos grandes consumen y rompen a
plantas asociadas en suelos pobres, o para mante- fracciones relativamente pequeñas, grandes can-
ner sobre el suelo un residuo resistente a la des- tidades de biomasa y residuos, mientras que los
composición. Por ejemplo, grandes cantidades de hongos y las bacterias terminan de descomponer
residuos de baja velocidad de descomposición se los residuos de tamaño pequeño y cada uno de
acumulan en plantaciones de V. ferruginea, lo que ellos se encarga de un componente específico. Es
hace que esta especie sea más conveniente para por esta complejidad y especificidad de los micro-
proteger el suelo contra la erosión. Lo opuesto organismos edáficos que se considera importante
ocurre con los residuos de H. alchorneoides, los para asegurar la sostenibilidad de los ecosistemas
cuales son menos abundantes y mucho más fáci- en el tiempo el mantener una buena salud del
les de descomponer (Montagnini 2002). suelo (Kibblewhite et al. 2008).

Los mismos autores mencionan que la composi- Durante la época lluviosa la velocidad de descom-
ción de los residuos en el suelo se relaciona con posición de residuos se ve favorecida por la activi-
la composición del material del cual se originan dad microbial, la penetración de raíces finas y el
y se modifica por su proceso de mineralización. incremento de la población de macro artrópodos,
En el caso de especies naturales al ecosistema, la especialmente las termitas y hormigas. La micro
descomposición de los residuos es rápida, debido fauna de hongos y bacterias es muy selectiva y
a que los microorganismos que los descomponen específica en la escogencia de residuos y juega un
están adaptados al medio; sin embargo, en algu- papel importante durante todo el año, sin embar-
nos casos puede acumularse algunas sustancias go son mucho más importantes durante la época
debido a la falta de hongos o bacterias capaces de seca cuando la actividad de los macro artrópodos
descomponerlas. En plantaciones de eucalipto y es mínima (Costa et al. 2002).
de pino, pobres en N, se encontró que el conteni-
La meso fauna consiste principalmente de ar-
do de N se relaciona con el contenido del elemen-
trópodos, es normalmente mayor en residuos de
to en el tejido inicial y a que aumenta conforme
especies exóticas que en los de bosques nativos
las fracciones son más pequeñas; por el contrario,
y sus poblaciones se ven favorecidas por el mi-
cuando los residuos son ricos en N, caso de las
croclima del bosque, más que por el de tipo de
acacias, el contenido de N decrece con el tamaño
vegetación abierta. Reddy (2002) menciona que
de partícula de los residuos.
el número total de artrópodos es 1,5 veces más
Efecto de la población de descomponedores: grande en plantaciones de eucalipto que en las
En los bosques, se puede encontrar una gran va- sabanas adyacentes.
73
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

Figura 3.7. Hongos descomponedores de la madera en plantaciones de teca en Guanacaste, Costa Rica.

Figura 3.8. Micro organismos del suelo asociados especies arbóreas: micorrizas en teca, Rhizobium en leguminosas y
Frankia en A. acuminata.

Figura 3.9. Meso organismos del suelo y los residuos: colémbolos (Colembola), milpiés (Chilopoda) y hormigas (Atta
spp.).

Figura 3.10. Algunos macro organismos del suelo: lombrices (Pontoscolex corethrurus), caracoles (Succinia costaricana)
y taltuzas (Orthogeomys hispidus).
74
3

Guillén et al. (2006a) estudiaron la diversidad y Verhoef y Gunadi (2002) y Reddy (2002), al estu-
abundancia de los colémbolos en un bosque pri- diar las poblaciones de artrópodos en cuatro plan-
mario, un bosque secundario y una plantación de taciones de Pinus merkusii en Andisoles de Java y
café en el Parque Nacional Tapantí, Costa Rica, de eucalipto en India, encontraron entre 26 y 44
encontrando un total de 23.751 colémbolos, per- grupos de artrópodos del suelo, entre los cuales
tenecientes a 9 familias y 16 especies. De los tres los ácaros y colémbolos fueron los más abundan-
ecosistemas, el bosque primario fue el más diver- tes; en India, los grupos de artrópodos más co-
so (H’=2.406), seguido del bosque secundario munes alcanzaron a 24 en la sabana y a 27 en la
(H’=2.174), mientras que la plantación de café fue plantación de eucalipto. De acuerdo con Reddy
la menos diversa (H’=1.651). En contraste con la (2002) los ácaros y los colémbolos de los residuos
diversidad, la mayor abundancia de colémbolos se constituyen el 95% del total de los micro artrópo-
encontró en la plantación de café con 10.111 indi- dos y cerca del 81% de estos se encuentran en el
viduos. Guillén et al. (2006b) también encontraron primer horizonte del suelo en la sabana, mientras
que los mayores valores de biomasa de colémbolos que solo el 76% en la plantación debido a la capa
se asocian a altos contenidos de materia orgánica, de residuos que hospedó muchos de esos habitan-
menor resistencia a la penetración y menores va- tes del ecosistema.
lores de pH en el bosque primario. De manera si-
La pérdida de la biota en un suelo se debe prin-
milar, la población de escarabajos en ecosistemas
cipalmente a cambios en el microclima, la dismi-
de café asociado con especies forestales en la Zona
nución de la materia orgánica y el deterioro de las
Sur de Costa Rica, se relaciona positivamente con
propiedades físicas del suelo, comunes después
incrementos en la cantidad de mantillo y de la
de la corta de la vegetación cuando se cosecha la
fertilidad en el suelo, pero negativamente con la
madera. Sin embargo, es sorprendente la veloci-
compactación del suelo (Hall 2003).
dad de recuperación de los microorganismos del
La densidad de la meso fauna aumenta al sustituir suelo, dependiendo del tipo y diversidad del nue-
la sabana por el bosque, aunque el cambio depen- vo ecosistema.
de de la edad del mismo. La población de meso
fauna (termitas, hormigas, lombrices, etc.) puede Nutrimentos liberados de la
encontrar mejores condiciones para su desarrollo descomposición de residuos
bajo las plantaciones, pero con el tiempo, el cam- La cantidad de nutrimentos proveniente de los re-
bio sucesivo de la calidad de residuos provenien- siduos en bosques y plantaciones forestales que
tes del monocultivo puede afectar negativamente retorna al suelo, varía con el tipo (especie) y la
su población (Bernhard 2002). Los colémbolos edad de los mismos. Varios autores mencionan
y los ácaros dominan en los bosques de conífe- que la cantidad de nutrimentos devueltos al suelo
ras, mientras que las lombrices (que no toleran aumenta con la edad de las plantaciones forestales
los residuos de coníferas) son más abundantes en de P. patula, P. caribaea, T. grandis y A. acuminata
otros tipos de bosques tropicales (Samra y Riazada debido principalmente al aumento de la biomasa
2002). con la edad, más que a la concentración de los di-
ferentes elementos en los tejidos que la componen
Las termitas son muy abundantes en climas ca-
(Nwoboshi 1984; Waterloo 1994; Samra y Riazada
lientes del trópico y con su capacidad de abrir
2002; Segura et al. 2005), la cual de hecho dismi-
túneles en la madera hacen que los troncos caí-
nuye generalmente con la edad.
dos desaparezcan rápidamente (Samra y Riazada
2002). En plantaciones de eucalipto en el Congo, Debido a la absorción diferenciada entre especies
las poblaciones de termitas y hormigas correlacio- arbóreas y a su deposición vía residuos, es común
naron negativamente con el contenido de lignina encontrar que la cantidad de nutrimentos asocia-
y de compuestos fenólicos encontrados en sus re- da al suelo bajo plantaciones de diferentes espe-
siduos (Bernhard y Loumeto 2002). cies sea diferente. Las especies “siempre verdes”
75
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

o perennifolias (p.e. coníferas) tienden a concen- superficies de ciertas arcillas, las cuales tienen
trar (“inmovilizar”) más nutrimentos en el follaje la capacidad de retenerlos casi en forma per-
que las especies caducifolias las cuales tienden a manente. Rodin y Bazilevich (1967), citados por
translocar los elementos del follaje hacia el tronco Gosz (1984) mencionan que, tanto para coníferas
antes de la caída de las hojas; este hecho implica como para especies deciduas de zona templada,
que en las últimas especies el reciclaje de nutri- el orden de inmovilización de nutrimentos en
mentos sea más lento, así como que la cantidad árboles se incrementa de la siguiente manera:
de nutrimentos que se exportan con la madera sea N>K>Ca=P=S=Al=Si>Mg>Fe=Mn=Na.
mayor para las mismas especies (Prasad 1986; To-
tey 1992).
La quema de la vegetación y los
En plantaciones de P. patula de 6-14 años de edad residuos y la liberación rápida
y de varias especies de Eucalyptus de 7 años de de nutrimentos
edad, Samra y Riazada (2002) mencionan que la
mineralización de residuos produce una libera-
ción (kg ha-1 año-1) de 16-89 de N, 1-4 de P, 3-20 de El tipo de quemas más común en las regiones
K, 17-120 de Ca y 2-15 de Mg. Wood et al. (2009) tropicales es ocasionado al habilitar los terrenos
estimaron adiciones de P en forma de residuos de para la siembra de cultivos o para ganadería. En
bosque tropical lluvioso de 15 o más años de edad adición, las quemas se han utilizado extensiva-
del orden de 5,2-10,6 kg ha-1 año-1 en La Selva, mente como un procedimiento de bajo costo para
Costa Rica. convertir biomasa en nutrimentos del suelo, lim-
piar praderas de malezas, reducir la expansión
Inmovilización en la biomasa de enfermedades y plagas y regenerar pasturas.
de nutrimentos liberados de la Desde el punto de vista forestal, el incremento de
plantaciones con especies pirofílicas, tales como
descomposición de residuos
pinos y eucaliptos, abren otra posibilidad para in-
Durante el proceso de mineralización de los resi- crementar la cantidad de material flamable en los
duos (Samra y Riazada 2002), la relación C:N de- trópicos. Los efectos ecológicos de las quemas en
crece en un corto período de tiempo, al igual que regiones tropicales sobre los cambios climáticos,
sucede con los tejidos de la bacteria y los hongos. el uso de la tierra y la dinámica de los ecosistemas
Los nutrimentos que se liberan por este mecanis- se pueden encontrar en el documento editado
mo pueden perderse por lavado o ser absorbidos por Cochrane (2009); amén de todos los efectos
para la síntesis de proteínas y otros componen- positivos o negativos de las quemas en el trópi-
tes de los microorganismos, y la retención de nu- co, curiosamente en dicho texto no se incluyen
trimentos por la biomasa microbial es lo que se trabajos sobre el tema que nos atañe, es decir, la
conoce como inmovilización de nutrimentos. Los deposición de minerales y sus efectos sobre las
microorganismos mueren cuando la disponibi- propiedades del suelo.
lidad de materia orgánica se reduce al mínimo,
liberando entonces los nutrimentos que se habían En muchos sitios, la quema forma parte de las ac-
inmovilizado en sus tejidos. tividades forestales de limpieza del terreno para
establecer plantaciones, tanto que algunos técni-
Los nutrimentos, resultado de la descomposi- cos consideran imposible separar o descartar la
ción de residuos, pueden seguir varias vías, den- quema de las actividades forestales, mientras que
tro de las cuales su reabsorción por parte de la otros confrontan radicalmente el uso de esta prác-
vegetación remanente o de los organismos del tica. En forma natural, los bosques pueden que-
suelo puede considerarse como mecanismos marse durante períodos secos prolongados y de
de inmovilización parcial. La disminución de la acumulación de residuos después de la poda y/o
pérdida de nutrimentos del ecosistema también de la época seca, liberando todos los nutrimentos
puede darse por retención de los mismos en las asociados a la biomasa que se quema en forma
76
3

Figura 3.11. Ejemplos de quema parcial en bosques de pino en Honduras (izquierda), en el bosque estacionalmen-
te seco de Guanacaste, Costa Rica (centro) y de quema total en el bosque tropical húmedo del Chapare, Bolivia
(derecha).

instantánea. Lo mismo sucede cuando en sistemas temas de agricultura migratoria y conocidos como
de agricultura migratoria, se quema el bosque tumba y quema o “slash and burn” o si no se que-
para sembrar cultivos. man como “slash and mulch” (Figura 3.11).

Las quemas anuales pueden inhibir el crecimien- Los incendios en el mundo (Figura 3.12), se con-
to del bosque secundario y favorecer el de gramí- centran en la región tropical (Cochrane 2009) y en
neas, hecho que dificulta la reforestación pues es esta región en las zonas de clima monzónico con
más difícil plantar los árboles debido a la com- épocas diferenciadas secas y húmedas (Observa-
petencia del pasto, el cual además puede causar torio del Desarrollo 2002), acentuándose durante
alelopatía, incrementar el riesgo de incendios los veranos prolongados causados por el fenóme-
y degradar y compactar el suelo (Otsamo et al. no del Niño (Asociación Conservación de la Natu-
1995). El fuego provoca la reducción de raicillas raleza 2005). La importancia de las quemas puede
presentes en la materia orgánica provocando, en observarse en la Figura 3.12, en la cual se mues-
algunos casos, una mayor producción de rebrotes tra la distribución espacial de los 4.000 incendios
de los troncos, causada a su vez por un bloqueo forestales ocurridos en Centroamérica donde de
en la absorción de nutrimentos y agua; por esta 1990 a 1995 se quemaron más de 500.000 ha de
razón, es común notar que en suelos distróficos bosque y debido a la sequía provocada por el fe-
ocurran deficiencias nutricionales en los rebrotes. nómeno de El Niño, el fuego destruyó más de 2.5
La adición de nutrimentos al ecosistema cuando millones de hectáreas en 1998 (Observatorio del
se corta y quema el bosque tiene un impacto sig- Desarrollo 2002). En promedio, durante el perío-
nificativo sobre el suelo, a veces reconocido como do 1996-2001, para toda la región ocurren 17.484
efecto de fertilización inicial (Nye y Greenland incendios por año con una mayor incidencia de
1960; Ewel et al. 1981; Richter et al. 1982; Lal et eventos en Nicaragua, Honduras y Guatemala, los
al. 1986; Balagopalan 1987). países más secos y extensos de la región (Asocia-
ción Conservación de la Naturaleza 2005).
En general, por su intensidad, duración y efecto
sobre el suelo, las quemas pueden considerarse El bosque y los incendios forestales están unidos
como parciales, cuando ocurren por incendios na- en el tiempo, indiferentemente del tipo de bosque
turales o provocados por el hombre sin cortar la de que se trate, aunque históricamente se relacio-
vegetación, y totales cuando se corta y quema el ne más con el bosque tropical seco donde dominan
bosque intencionalmente como sucede en los sis- las gramíneas (Horn y Sandford 1992). El efecto de
la quema en relación a la adición
y pérdida de nutrimentos puede
notarse en cualquier piso altitudi-
nal (Titiz y Sandford 2007), a cual-
quier profundidad del suelo y a
cualquier distancia del lugar don-
de ocurra la quema (Forti et al.
2000; Boy et al. 2008). Al analizar
Figura 3.12. Distribución geográfica de los incendios en los trópicos del mundo en el 77
2007 (tomado de Cochrane 2009) y en Centroamérica durante el año 1998 (tomado de
Observatorio del Desarrollo 2002).
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

Figura 3.13 Distribución desuniforme de las cenizas adicionadas por la quema de un bosque secundario de 12 años
en el Chapare, Bolivia.

el contenido de carbón, producto de las quemas, de acidez en suelos ácidos, asociado a un aumento
en una gradiente altitudinal (0-2.600 msnm) en la en la suma de bases cambiables, aunque también
Vertiente Atlántica del Volcán Barba, Costa Rica, puede acelerar la erosión del suelo descubierto y
Titiz y Sandford (2007) encontraron C en todos los la volatilización de algunos elementos. En el trópi-
horizontes del suelo hasta 1,5 m de profundidad, a co húmedo, la tumba y quema del bosque causa
cualquier elevación del terreno, una disminución pérdidas por volatilización del 31% C, 22% N y
del contenido de C con la altura (3,18 g m2 a 2.000 49% S (Ewell et al. 1981).
msnm y de 102,7 g m2 a 300 msnm) y de edades
entre 23.240 y 140 años antes del presente a 1.750 Un problema asociado a la quema es la irregula-
msnm y 2.600 msnm, respectivamente. ridad de la distribución de la ceniza (nutrimentos)
adicionada al suelo; por lo general, se encuentran
En forma natural, los bosques pueden quemarse grandes cantidades de ceniza alrededor de los
bajo condiciones climatológicas determinadas (pe- troncos de árboles de buen tamaño o en zonas
ríodos secos prolongados) y de manejo (acumula- en las cuales se acumula el material que se va a
ción de residuos después de la poda o de la época quemar, por lo que la disponibilidad de los nu-
seca), liberando todos los nutrimentos asociados trimentos asociados a la quema es desuniforme
a la biomasa que se quema en forma instantánea. (Figura 3.13). La pérdida de cobertura del suelo
Las quemas durante estos períodos prolongados y el aumento de erosión asociado revierten en
de sequía en la Amazonía, pueden afectar el ci- pérdida de nutrimentos y retarda del crecimiento
clo de nutrimentos de las faldas de la cordillera inicial en plantaciones de teca (Ramnarine 2001).
Andina, como mencionan Boy et al. (2008) en el Hartemink (2003) y Costa (1990) mencionan que
Ecuador, donde encontraron que durante la época como resultado de la quema, además disminuye
de las quemas, la deposición de H, N y Mn au- la capacidad de infiltración del agua en el suelo
mentan considerablemente en relación a la época debido al bloqueo de los poros en su superficie,
sin quemas; la deposición de H causa la pérdida así como a que se eleva su hidrofobicidad.
de metales básicos de la copa de los árboles y los
horizontes orgánicos de los suelos, mientras que La cantidad de elementos que se libera de la bio-
el N fue retenido en el follaje solamente durante masa boscosa y pasa a engrosar la disponibilidad
la época de las quemas, lo que deteriora el ecosis- de los mismos en el suelo ocurre en forma mode-
tema distrófico de estas regiones. rada cuando se practican fuegos controlados, en
inglés “prescribed fires” (Richter et al. 1982; Ze-
El efecto del fuego sobre las propiedades del sue- laya y Guillén 2002), importantes para reducir el
lo se da principalmente como una reducción del riesgo de quemas naturales que pueden eliminar
contenido de materia orgánica y de la saturación cantidades apreciables de árboles en etapas de
78
Cuadro 3.14. Variación de las principales propiedades del suelo 3
bajo quema controlada en un bosque de P. oocarpa en Honduras
(tomado de Zelaya y Guillén 2002).

Hora de la quema
Elemento Testigo
8,00 am 1,00 pm 4,00 pm
M.O % 0,7 1,2 1,4 1,3 La cantidad de ceniza, y los nutrimentos asocia-
pH 5,8 5,4 5,5 5,4 dos, que cae al suelo como resultado de la quema
P ppm 2,5 2,8 2,8 2,7 total del bosque es muy variable y oscila entre 1,2
K mg 100 g -1
1,13 1,25 1,26 1,21 y 12,1 t ha-1, dependiendo del tipo y edad del bos-
Ca mg 100 g-1 6,08 4,26 4,92 4,52 que y del sustrato en el que haya crecido el mis-
Mg mg 100 g-1 2.26 1,88 1,98 1,91 mo (Cuadro 3.15) y tiene un impacto significativo
Fe ppm 79 78 86 83 sobre el suelo (Nye y Greenland 1960; Ewel et al.
Mn ppm 35 43 52 48 1981; Richter et al. 1982; Lal et al. 1986; Balago-
Zn ppm 1,23 1,04 1,54 1,38 palan 1987), a veces reconocido como efecto de
Al ppm 0,11 0,01 0,01 0,01 fertilización inicial, en inglés “starting effect”. Es
N total % 0,03 0,06 0,07 0,06 notorio que la cantidad de N, Ca, Mg y K adiciona-
Total Ceniza (t ha-1) 0.0 0,62 1,14 0,58 dos es mayor que la de Fe, S, P y Mn, con cantida-
des de Zn, Cu y B aún muy inferiores. Drechsel y
crecimiento inicial y permiten limpiar el terreno Zech (1994), mencionan que en plantaciones ma-
antes de plantar nuevamente en ciclos sucesivos duras de teca, la adición de N atmosférico más el
(Shlisky et al 2009). La adición de nutrimentos en proveniente de la mineralización de los residuos
bosques por quema controlada es poca y puede en descomposición, puede suplir más del 70% del
variar según la intensidad calórica del fuego entre N requerido por una plantación, siendo que esa
0,58 y 1,14 t ha-1. En un bosque de P. oocarpa de cantidad se puede reducir al 15% cuando ocurren
Honduras, Zelaya y Guillén (2002) encontraron incendios en forma recurrente, lo que forza el sis-
que la quema del medio día fue más intensa que tema a ceder parte del N de reserva del suelo (N
la realizada a las 8 am o a las 4 pm, por lo que los nativo). La descomposición y posterior quema de
cambios observados en las propiedades químicas los residuos de P. caribaea en Fiji (Waterloo 1994)
del suelo al medio día fueron mayores que los caídos después de la cosecha o de un huracán,
observados en las otras quemas (Cuadro 3.14). redujo la capa de residuos en el suelo de 37 a 6
Además, encontraron incrementos moderados no t ha-1, incrementándose los contenidos de varios
significativos con la quema en los valores de ma- elementos y perdiéndose significativamente solo
teria orgánica, K Fe, Mn y N, con disminuciones cantidades apreciables de P, N y K.
moderadas no significativas de Ca
y Mg; los incrementos menciona- Cuadro 3.15. Cantidad de ceniza y nutrimentos asociados a la misma como resultado de
dos son de la misma tendencia la quema del bosque (adaptado de Sánchez 1985 y Aldunate y Mejía 1991).
que los encontrados bajo quema
Yurimaguas, Chapare,
total del bosque, mientras que la Manaus, Brasil
Variable Perú Bolivia
reducción de los contenidos de (T. Acrorthox)
(T. Paleudults) (T. Dystropepts)
Ca y Mg está en función de que Bosque (edad, Secund. Secund. Secund.
la quema se realizó en bosques Primario Secund. (11)
años) (12) (25) (17)
naturales de pinos. Es preferible N (kg ha-1) 80 41 127 67 1
realizar las quemas durante los Ca (kg ha-1) 82 76 174 75 155
momentos del día en que haya Mg (kg ha-1) 22 26 42 16 31
menos viento, de manera que se K (kg ha-1) 19 83 131 38 140
pueda controlar mejor el proceso P (kg ha-1) 6 8 17 6 9
y se reduzcan las pérdidas de ce- Zn (kg ha-1) 0,2 0,3 0,5 0,5 0,7
niza por el viento. Cu (kg ha-1) 0,2 0,1 0,2 0,3 0,2
Fe (kg ha-1) 58 22 4 8 6
Mn (kg ha )
-1
2 1 11 7 3
S (kg ha-1) nd nd 24 nd nd
B (kg ha-1) nd nd 0,3 nd nd
Total Ceniza (t ha-1) 9,2 4,8 12,1 4,0 1,3

79
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

Varios autores (Szott et al. 1991; Fölster y Khen- Cuadro 3.16. Pérdida de nutrimentos en ecosistemas de bosques tro-
picales a través del ciclo hidrológico (tomado de Szott et al. 1991).
nan 1997), mencionan que no todos los nutrimen-
tos asociados a la ceniza depositada después de la Perdida de nutrimentos (kg ha-1 año-1)
quema del bosque son aprovechados por la vege- Sitio
N P K Ca Mg
tación subsiguiente, ya que una buena parte de
Suelos moderadamente fértiles
los mismos se pierde a través del ciclo hidrológico
Costa Rica 19,4 0,0 3,6 5,7 8,5
(lixiviación, erosión, escorrentía) o intercambio
Panamá nd 0,7 9,3 163,0 44,0
gaseoso. La cantidad de nutrimentos perdidos
Papua Nueva nd nd 15,0 25,0 51,0
depende del tipo de suelo, en el tanto en que de- Guinea
termina el proceso de reciclarlos/lixiviarlos y en Oxisoles/Ultisoles
general la velocidad de los procesos de pérdida Venezuela nd 30,0 4,6 3,9 0,7
de nutrimentos; en el Cuadro 3.16, puede notarse Brasil 0,2 0,008 0,4 tr tr
como se pierden más nutrimentos de los suelos Brasil nd 0,4 12,7 16,7 8,1
fértiles que de los de baja fertilidad. Otro meca- Malasia nd nd 11,3 2,1 1,5
nismo por el cual los nutrimentos no quedan a Espodosoles /Psamments
disponibilidad de los árboles es la retención de Venezuela nd 16,0 nd 2,8 nd
los mismos a la fracción arcillosa, en particular Bosque Montano
P (Sánchez 1985) y en muchas ocasiones el K, así Venezuela 5,0 0,3 2,2 1,6 0,6
como la volatilización de otros elementos al que-
marse. De manera general, cuanto más arenoso pueden ser retenidos fuertemente por el suelo. La
sea el suelo menor es su capacidad de intercambio permanencia de los residuos sobre el suelo, en vez
de cationes, lo que facilita la pérdida de los nu- de su quema, actúa como una barrera protectora
trimentos asociados a la ceniza proveniente de la contra el golpe de las gotas de lluvia y por ende
quema, por lo que en este tipo de suelos es mejor ayuda en la conservación del suelo in situ.
conservar los residuos y aprovechar su descompo-
sición lenta. En estos suelos la quema pasa a ser Ewel et al. (1981) al quemar un bosque secun-
una práctica indeseable, al igual que en los suelos dario tropical húmedo, encontraron pérdidas por
tropicales muy meteorizados con baja capacidad volatilización de 1.600 g m-2 de C, 49 g m-2 de N
de intercambio de cationes, donde se convierte en y 13 g m-2 de S, con pérdidas por erosión eólica y
una práctica de riesgo alto. lavado de 34 g m-2 de N, 20 g m-2 de K, 1 g m-2 de P,
39 g m-2 de Ca y 7 g m-2 de Mg; además mencionan
No todos los nutrimentos se pierden a la misma una disminución de la cantidad de semillas alma-
velocidad después de la quema, por lo que la ne- cenadas en el suelo del orden de 8.000 (67 espe-
cesidad de aplicar unos u otros para maximizar el cies) a 6.000 (51 especies), después de 11 semanas
crecimiento de la vegetación de reemplazo varía de cortado el bosque y hasta 3.000 (37 especies)
con el tiempo; Cravo y Smyth (1997) mencionan después de la quema del bosque. Al momento de
un aumento en las concentraciones de Ca, Mg, la quema del bosque, la cantidad total de S en la
K, Zn y pH y la reducción del Al intercambiable biomasa puede alcanzar valores de 5 kg ha-1 (asu-
inmediatamente después de la quema, siendo que miendo un contenido de 0,1% y una biomasa de
los mismos contenidos decrecieron al 50% del va- 500 g m-2), cantidad similar a la que se deposita
lor original a los 23, 15 y 5 meses después para el por efecto de lluvia y aerosoles, por lo que su vo-
Ca, Mg y K, respectivamente. La topografía tam- latilización no es relevante para el establecimiento
bién afecta la pérdida de nutrimentos de la quema de bosques o nuevas plantaciones forestales en el
(Costa 1990); a mayor pendiente, mayor pérdida mismo ecosistema (Sarmiento 1984). No obstante,
de suelo y de cenizas, sea por viento o por agua que la quema de residuos causa una considerable
de lluvia. En el caso de laderas con suelos ácidos pérdida de N; se ha encontrado que el contenido
en las que la vegetación no crece adecuadamente, de este elemento aumenta en la capa superficial
muchos de los nutrimentos de la ceniza también del suelo después de esta operación y se sugiere
80
3

que la quema crea condiciones más favorables a Cambios en la fertilidad de los


la fijación simbiótica y no simbiótica del N, aun- suelos de bosque y plantaciones
que la pérdida de N del sistema sea más elevada
que la fijación (Reis y Barros 1990).
forestales

A menudo se menciona el hecho de que el ma- Las propiedades del suelo de un sitio tienen un
yor daño que ocasiona la quema del bosque es efecto directo sobre el crecimiento de las especies
la esterilización del suelo, causada por la elevada maderables y también sobre su habilidad para res-
temperatura producto del fuego. En razón de la taurar la fertilidad del suelo. Sin embargo, Zöttl y
alta porosidad del suelo, su conductividad térmi- Tschinkel (1971) mencionan que el concepto de
ca es baja, por lo que la elevación de la tempera- que “el bosque mejora el suelo” no puede genera-
tura solo ocurre en la interfase atmósfera-suelo. lizarse, por cuanto la materia orgánica agregada al
El binomio tiempo-cantidad de material vegetal suelo por los árboles incluye los nutrimentos que
a quemar y la humedad del suelo también defi- el mismo bosque tomó del suelo con anterioridad,
nen la elevación de su temperatura. En un suelo excepción del posible N fijado por asocio con bac-
húmedo la temperatura se eleva menos, una vez terias libres o simbióticas y de los nutrimentos
que el alto calor específico del agua exige más que se adicionan al sistema gracias a la intercep-
energía liberada de la quema para que ocurra una ción de precipitaciones horizontales, sobre todo
elevación de la temperatura del suelo. Por otro en las franjas montañosas de bosques nubosos. En
lado, cuando los suelos están compactados puede este sentido, lo que el bosque hace es convertir
ocurrir una elevación de la temperatura a mayor formas menos disponibles de nutrimentos, a for-
profundidad, pues la proximidad de las partículas mas más disponibles, así como aumentar la capa-
facilita la transmisión de calor (Costa 1990). Ewel cidad de intercambio catiónico (CIC) de los suelos
et al. (1981) mencionan que durante la quema gracias al aporte de materia orgánica. Además de
del bosque, la temperatura sobre la superficie del la contribución de los nutrimentos liberados de
suelo es aproximadamente de 200ºC, disminuye a los residuos para el mantenimiento sostenido de
100ºC a un cm de profundidad y que a los 3 cm bosques y plantaciones forestales, ambas tienen
de profundidad es menor a 38ºC, por lo que la es- otros efectos como son la mejora de las propie-
terilización del suelo no es un problema. Ramsay dades físicas del suelo (en especial la estructura)
y Oexley (1996) mencionan que bajo las condicio- gracias al aporte de materia orgánica y la acción
nes de pasto de páramo en Ecuador las temperatu- de las raíces, el efecto de la maquinaria de extrac-
ras oscilaron entre 400 y >500ºC a la altura de la ción sobre la estructura del suelo, las condiciones
vegetación herbácea, mientras que a 2 cm debajo necesarias para la regeneración del bosque y los
del suelo nunca llegó a los 65ºC. efectos del pastoreo sobre los terrenos recién ex-
plotados (Grubb 1995; Lang 2000).
De acuerdo con Costa (1990), la repelencia al agua
se asocia a la quema durante la época seca del Cambios en el contenido de materia
año y tiende a desaparecer durante la estación
orgánica
lluviosa; esto causa una mayor pérdida de agua
durante el período más crítico debido a su evapo- En plantaciones forestales tropicales y en bosques
ración o a su pérdida por escorrentía. El aumento naturales, la dinámica del C y de los nutrimentos
en hidrofobicidad se explica por la formación de se logra a través de dos procesos principales: 1) la
sustancias orgánicas apolares, las cuales recubren absorción de nutrimentos del suelo por la vegeta-
las partículas individuales y reducen el contacto ción y 2) las salidas de nutrimentos, incluyendo
entre el agua y las sustancias que la adsorven, y es la remoción de la vegetación y retorno como re-
inducida por la vaporización de sustancias orgáni- siduos, lavado por la lluvia y secreción y descom-
cas hidrofóbicas en la superficie del suelo durante posición de las raíces. La cantidad de nutrimentos
la quema, seguida por su condensación en los ho- envuelta en este proceso depende de la especie,
rizontes más fríos del subsuelo. el tipo de suelo, el clima, la edad del árbol y los
81
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

aspectos de manejo de la plantación (Akinnifesi y la ligada a la fracción limo y arcilla (considerada


et al. 2002). Bajo condiciones de plantaciones fo- como estable).
restales en los trópicos, los cambios de las propie-
Efecto de los factores ambientales: El efecto
dades químicas del suelo pueden ser negativos,
sobre la acumulación de materia orgánica del sue-
aunque varios estudios reflejan un incremento de
lo (MOS) ejercido por las variables ambientales
la fertilidad del suelo con el tiempo (Hartemink
temperatura y precipitación, asociadas al relieve
2003). El incremento de la fertilidad química po-
y combinadas en el concepto de zona de vida, se
dría asociarse al incremento de la CIC debido al
observa en el Cuadro 3.17. El efecto de la tempe-
aporte de materia orgánica, lo cual contribuye a
ratura ambiente se observa al comparar los da-
evitar pérdidas por lixiviación tanto de los nutri-
tos del piso tropical (nivel del mar) con los del
mentos que se encuentran en el sistema como de
piso montano a más 2.500 msnm, mientras que el
los que se adicionan.
efecto de la humedad al comparar los valores del
Los cambios en el contenido de materia orgánica bosque seco con los del bosque pluvial. En ambos
del suelo asociados al reciclaje de nutrimentos de- casos ocurre un aumento significativo del conte-
penden de a una serie de variables que incluyen, nido de MOS tanto del suelo como del subsuelo
entre otras: 1) los factores ambientales que deter- asociado a una disminución de la temperatura y
minan los procesos de adición y mineralización de a un aumento de la cantidad de precipitación plu-
los residuos adicionados, 2) el tipo y calidad de los vial. Sin embargo, a mayor elevación se alcanza
residuos, 3) forma en que se depositan los residuos un piso altitudinal sobre la zona de condensación,
en el suelo, 4) de factores edáficos específicos (por por lo que el aire es seco y frío, en el que ocurren
ejemplo, número y tipo de organismos, aireación, con frecuencia heladas y caída de granizo, dando
etc.) y 5) condiciones impuestas por el cambio en paso a la formación de ecosistemas desérticos en
uso del sitio (por ejemplo, cambios en temperatu- los cuales la adición de residuos es mínima, como
ra y humedad bajo la nueva cobertura boscosa, ocurre en los altiplanos y picos nevados de la re-
longitud del período y usos que se le haya dado al gión andina de Sur América.
ecosistema desde la tumba del bosque original).
Aunque la cantidad de residuos que caen al suelo
Según Samra y Riazada (2002), el término “humus en bosques naturales de Costa Rica decrece con
forestal” se refiere a toda la fracción orgánica del la altura sobre el nivel del mar (Heaney y Proctor
perfil del suelo e incluye hojas sin descomponer, 1989), en el orden de 9,0, 6,6, 5,8 y 5,3 t ha-1 año-1 a
agujas y ramillas conocidas como mantillo, resi- alturas de 100, 1.000, 2.000 y 2.600 msnm, res-
duos parcialmente descompuestos finamente divi- pectivamente, en otros casos, la cantidad caída
didos y residuos descompuestos resistentes o hu- depende de que los árboles se encuentren como
mus amorfo. El humus puede acumularse en los monocultivo o asociado con otras especies (Ba-
horizontes inferiores de los suelos bajo bosque, bbar y Ewel 1989). La producción de biomasa en
normalmente acomplejado con compuestos arci- los bosques de altura es menor que la de los bos-
llosos. Para Guggenberger y Zech (1999) y Russell ques de bajura debido, entre otras, a una menor
et al. (2004), el car-
bón orgánico total Cuadro 3.17. Variación del contenido de materia orgánica del suelo y del subsuelo en función de la zona
del suelo incluye la de vida (confeccionado con datos de Holdridge et al. 1971).
fracción de partícu- Seco Húmedo Lluvioso Pluvial PROMEDIO
las orgánicas ligeras Zona de Vida
(residuos de plantas MOS %
descompuestos y Tropical 3,3/1,0 (7) 3,3/0,9 (7) 4,3/1,3 (13) 3,6/1,1 (27)
de bacterias, algas y Premontano 6,3/2,8 (2) 6,9/2,20(6) 6,6/2,0(5) 6,6/2,3 (13)
hongos que puede Montano Bajo 4,9/1,6 (1) 19,1/4,9 (1) 20,4/6,7 (3) 14,8/4,4 (5)
descomponerse re- Montano 19,8/-- (1) 19,8/R (1)
lativamente rápido) PROMEDIO 3,3/1,0 (7) 4,8/1,8 (10) 10,1/2,8 (20) 15,6/4,3 (9)

82
3

tasa de fotosíntesis y exposición a vientos fuertes, de equilibrio o de pérdida de actividad biológica,


lo que incide en una menor cantidad de residuos un mayor acúmulo de C en la biomasa, un alar-
adicionados al suelo. gamiento del sistema radical en la superficie del
suelo y posiblemente una menor contribución de
Aunque se considera que en zonas tropicales ba-
carbono del sotobosque, el cual se ve suprimido
jas, la recirculación de nutrimentos de especies
por falta de luz, lo que aumenta la escorrentía so-
caducifolias es muy rápida y compensa la baja
bre el suelo y la erosión.
fertilidad de los suelos y que en las montañas el
proceso de descomposición se ve limitado por los Forma en que se depositan los residuos: A
factores antes mencionados, los datos de biomasa través del proceso de descomposición de residuos
mencionados por Grimm y Fassbender (1981a,b) se producen cambios en el contenido y forma de
en el ecosistema forestal montano en Venezuela la materia orgánica en el suelo y los residuos de
(348 t ha-1 de biomasa viva, 24 t ha-1 de madera dimensiones considerables se reducen a partícu-
muerta, 57 t ha-1 de raíces, 38 ton ha-1 de mantillo las más pequeñas y formas solubles, las cuales
y 583 t ha-1 en el suelo mineral), no difieren en pueden ser absorbidas por las plantas. La trans-
mucho de los encontrados por de Graff (1982) en formación de los residuos a humus ocurre en una
el ecosistema tropical húmedo bajo en Surinam. secuencia de pasos desde que la MO cae al suelo,
Tipo y calidad de los residuos: Akinnifesi et es fragmentada y luego mezclada con el suelo. Al-
al. (2002) mencionan que, algunas especies arbó- gunos estudios (Russell et al. 2004) enfatizan en el
reas mejoran el contenido de materia orgánica del efecto que tienen las diferentes especies sobre los
suelo (MOS) después de 5, 10 o 16 años de esta- procesos del ecosistema, con énfasis en la dinámi-
blecidas. En la mayoría de los casos los contenidos ca de la MOS, pues se considera que esta fracción
de materia orgánica son mayores que los de las afecta la productividad de la plantación a través
parcelas control sin árboles después del año 10, del mejoramiento de la estructura del suelo, su re-
sugiriendo que ocurre un efecto positivo sobre la tención de humedad y la retención y liberación de
MOS durante la fase de crecimiento rápido, simi- nutrimentos; los mismos autores concluyen que
lar al efecto ejercido por el período de descanso una mayor producción de residuos debe resultar
en sistemas de agricultura migratoria. A los 10 en un incremento de MOS, cuando los demás fac-
años, L. leucocephala, C. alliodora, Dactyladenia tores que afectan su descomposición son iguales.
barteri y G. arborea aumentaron los contenidos
de C en más del 82% sobre el control, Treculia La transferencia de nutrimentos al suelo, prove-
africana y Dialium guineense lo aumentaron en 27 niente de los varios compartimentos posibles, es
y 37%, respectivamente y Pterocarpus soyauxii no un proceso muy particular en el ecosistema fores-
tuvo ningún efecto sobre esta variable. D. barteri y tal. En este proceso, ocurren adiciones de nutri-
G. arborea mantuvieron niveles de C en suelo su- mentos asociados a la caída de residuos del árbol,
periores al testigo a los 5, 10 y 16 años después de por la liberación de exudados radicales al suelo y
establecidas. Los datos sugieren que entre el 5 y en menor grado por el lavado de los mismos por
10 años de plantados, los árboles cierran la copa y agua de lluvia que fluye por el follaje y los troncos
posteriormente alcanzan su crecimiento máximo. (flujo caulinar). De los nutrimentos ligados a la
En Tanzania, la plantación de P. patula y C. lusita- biomasa, la porción que puede liberarse depende
nica causa un aumento del contenido de MOS has- de la especie forestal y de su edad, del nutrimento
ta el cuarto u octavo año de crecimiento, mientras en cuestión y de las condiciones edafoclimáticas.
que al alcanzar el período de crecimiento máxi- Según Totey (1992), el porcentaje de nutrimentos
mo de la plantación (de los 10-20 años después de reciclados que se pueden liberar de las coníferas,
plantar los árboles), ocurre una disminución del alcanza el 50% para N, K, Ca y Mg, mientras que
contenido de MOS. El decremento del contenido el P se recicla tan solo en un 30%, aunque estos
de MOS en la última fase de crecimiento de los porcentajes dependen de la especie en particular
árboles se atribuye a que estos alcanzan un estado de que se trate (Cuaddro 3.18).
83
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

Cuadro 3.18. Absorción anual, retención y liberación de N y P en algunas plantaciones forestales de la India
(tomado de Totey 1992).

Nitrógeno Fósforo
Especie arbórea Absorción Retenido Liberado Absorción Retenido Liberado
(kg ha-1) (%) (%) (kg ha-1) (%) (%)
Pinus patula 114 46 54 2 18 82
Pinus patula 55 52 48 3 77 23
Eucalyptus teriticornis 179 85 15 83 84 16
Populus deltoides 47 56 44 1 49 51
Shorea robusta 339 59 41 36 50 50
Tectona grandis 478 51 49 91 63 37

La acumulación de MOS depende de que la adi- dad de descomposición, según la ecuación Cs =


ción de residuos ocurra sobre o dentro del suelo. F1 (1 –kf ) / kh, en la cual Cs se expresa como masa
Cuando los residuos se adicionan sobre el suelo, por unidad de superficie, F1 = deposición de re-
de acuerdo con Soto et al. (2002), se puede utilizar siduos (masa por unidad de superficie por año),
varias ecuaciones para describir su velocidad de kf = fracción de residuos que se descompone en
descomposición. Entre ellas: un año y kh = fracción de humus descompues-
ta por año. Esta expresión matemática es válida
para la fracción de humus con diferentes tiempos
(1) Y = Θo e-kx + ε (exponencial simple); de descomposición o un tiempo medio de perma-
(2) Y = Θo e-k1x + (Θ1 – Θo) e-k2x + ε (exponencial doble); nencia de 1/kh. Dentro de otras, las prácticas de
(3) Y = Θo + (Θ1 – Θo) e-kx + ε (asintótica). manejo del bosque o la plantación, tales como
las quemas, el pastoreo, el uso de maquinaria y
la aplicación de fertilizantes afectan la distribu-
El modelo asintótico es el que mejor representa ción del carbono orgánico del suelo (Townsend et
la manera en que una única adición de residuos al. 2002) y su acumulación dentro del suelo está
adicionados sobre el suelo se mineraliza, tal como muy relacionada a: 1) la descomposición natural
encontraron Sauerbeck y González (1977) al es- de raíces finas (humificación) dentro del suelo, 2)
tudiar el fenómeno, empleando paja de trigo tra- la descomposición de raíces finas en especies de-
zada con (14)C en 12 suelos de Costa Rica, bajo ciduas por poda natural durante la estación seca
diferentes condiciones climáticas. Posteriormente (Ordóñez 2003), 3) corta de raíces al preparar el
otros autores, empleando bolsas de descomposi- terreno (Veldkamp 1994), 4) descomposición de
ción con residuos de especies del bosque tropical raíces por efecto de podas y 5) descomposición
húmedo (Babbar y Ewel 1989; Byard et al. 1996) y de la biomasa microbial.
residuos frescos de banano (Vargas y Flores 1995)
y palmito (Soto et al. 2002), encontraron resulta- Factores edáficos específicos: Varios estudios
dos similares. Sin embargo, cuando la adición de enfatizan en el efecto que tienen algunas propie-
residuos sobre el suelo es constante, el uso de un dades del suelo sobre la mineralización, humifica-
modelo lineal que representa diferentes estados ción y acumulación de los residuos orgánicos en
de descomposición, presenta un mejor ajuste ma- el suelo. La dinámica del proceso científico mues-
temático (Heal et al. 1997). tra que los compuestos orgánicos se reconocían
morfo genéticamente de acuerdo a su presencia
De acuerdo con Buurman et al. (2004), cuando en sistemas con diferente condición nutritiva y de
lo residuos se adicionan dentro del suelo, la acu- régimen hídrico con los términos de mull, mor,
mulación de C (Cs) en el mismo depende de la moder y humus bruto. Posteriormente, se desa-
cantidad de material depositado y de su veloci- rrolló la tecnología de fraccionamiento de la ma-
84
3

teria orgánica del suelo y comienza a utilizarse la aumenta y se reduce la velocidad de infiltración,
nomenclatura de ácidos húmicos, ácidos fúlvicos, esto asociado también a la menor adición de resi-
ácidos himatomelánicos y huminas. Recientemen- duos. Si se utiliza maquinaria pesada en el proce-
te, se separan la fracción orgánica relacionada al so de extracción de madera o de limpieza del te-
contenido de arena del suelo y la fina, asociada a rreno, también se da la compactación del sistema
los contenidos de arcilla y limo del suelo; además (Lang 2000; Costa et al. 2002; Hartemink 2003),
se utilizan técnicas radiométricas para estudiar la aunque esto puede solventarse mediante el uso de
movilidad de las diferentes fracciones en el suelo. cables y una buena ordenación de la plantación y
La mayoría de los hallazgos encontrados durante de los trabajos de extracción.
los últimos 100 años y otros más, se utilizan hoy
Al cortar y quemar un bosque húmedo de 8-9
en día para separar los suelos orgánicos y descri-
años en Turrialba, Costa Rica, Ewell et al. (1981)
bir la contribución del componente orgánico en
encontraron que, por volatilización, se perdió el
suelos minerales en la Taxonomía de Suelos (Soil
31% del C inicial, 22% del N y el 49% del S.
Survey Staff 1999).
La evolución de CO2 del suelo fue mayor debajo
Cambios en uso de la tierra: Brown et al. (s.f.) de los residuos de 11 semanas (3,6 g C m-2 día-1)
y Boley et al. (2009), indican que la conversión de que debajo del bosque siempre verde (2,5 g C m-2
bosque a pastura tiene un efecto de magnitud baja día-1), probablemente debido a que los residuos
sobre el contenido total de MOS; si bien se puede ayudaban a conservar más humedad en el suelo
encontrar un ligero incremento de esta fracción que el bosque transpirando en forma activa. Los
al inicio del cambio de cobertura, de inmediato datos de Veldkamp (1994) demuestran que la de-
ocurre una disminución del mismo en períodos de forestación, seguida de 25 años de pastos, causó
tiempo intermedios (p.e. 10 años) y un incremen- una pérdida neta de 21,8 t ha-1 del C del suelo en
to posterior conforme la pastura se hace más vieja un Eutric Hapludands y de 1,5 t ha-1 en un Oxic
(p.e. más de 50 años). Humitropepts; en un Andic Humitropepts el au-
tor encontró que la descomposición de raíces de
Al contrario del proceso de acumulación de hu-
los árboles causó un incremento del C orgánico
mus en el suelo, como consecuencia de la ex-
del suelo durante el primer año después de la
tracción de biomasa (remoción total del bosque,
corta de los árboles, así como un estabilización
típica de la agricultura migratoria, o la extracción
del C del suelo al formar complejos con el Al del
de madera como producto vendible en sistemas
suelo.
forestales), ocurre una disminución de la evapo-
transpiración, fotosíntesis, calor latente, diversi- Raich (1983) comparó por 6 meses el efecto de
dad biológica, una elevación de la temperatura convertir un bosque húmedo tropical premontano
y cambios en el ciclo hidrológico. Después de la y un bosque secundario aledaño sobre el balance
deforestación, los cambios en el uso de la tierra de C del suelo, definiendo los principales compo-
afectan en forma acentuada los contenidos de nentes de almacenamiento de C en el suelo y las
MOS, al igual que otras de sus propiedades (p.e. adiciones y evolución de CO2 de un Inceptisol en
la densidad aparente), debido a que se afectan Costa Rica. Se encontró que el total de C almace-
tanto la adición de residuos como su velocidad de nado en y sobre el suelo en el bosque maduro fue
descomposición (Ewell et al. 1981; Raich 1983; de 9.330 g C m-2 y 1.850 g C m-2 como residuos y
Veldkamp 1994; Johnson y Wedin 1997; van Dam de 340 g C m-2 como raíces de tamaño pequeño
et al. 1997; Guggenberger y Zech 1999; Powers (diámetros de 5 mm), sin que se estimara la con-
2001, 2004; Powers y Schlesinger 2002a,b). Al ex- tribución de las raíces gruesas. La adiciones dia-
ponerse la superficie del suelo, se acelera el lava- rias en el bosque maduro incluyeron 1,3 g C m-2
do de nutrimentos, de manera que la reposición como residuos y 0,10 g como C orgánico disuelto
de los mismos por el proceso de mineralización de por m2 en agua de lluvia (recolectada como caída
la MO no compensa por la pérdida. A la larga, el del follaje + flujo por el tallo). La evolución de
contenido de MOS decrece, la densidad aparente CO2 del bosque maduro promedió 3,4 g C m-2 día-1
85
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

o 2,6 veces el promedio de los residuos adiciona- por difusión solo, no es suficiente para simular
dos. La cantidad de C total acumulada en y sobre el movimiento de C en el subsuelo; los valores
el suelo del bosque secundario fue de 8.600 g C deben ser aumentados para explicar el proceso de
m-2, 700 g C m-2 en los residuos y de 157 g C m-2 descomposición y la dinámica de la materia orgá-
como raíces de tamaño pequeño, lo que represen- nica. Cleveland et al. (2004) concluyen que con el
ta 2.060 g C m-2 menos que en el bosque maduro. tiempo, bajo la presencia de reacciones físico-quí-
El promedio diario de insumos al suelo del boque micas en la superficie de las partículas del suelo,
maduro incluye 0,7 g C m-2 como residuos y 0,12 la disolución de fracciones húmicas (hidrofóbicas)
g C orgánico disuelto/m2. La pérdida de CO2 del es más abundante que la de la fracción no-húmica
bosque maduro promedió 4,6 g C m-2 día-1 o 1,4 (hidrofílica); siendo esta última fracción la que mi-
veces el promedio encontrado en el bosque secun- gra con más facilidad hacia las capas interiores de
dario. Las adiciones de C al suelo, fueron conside- suelo. Tanto Cleveland et al. (2004) como Powers
rablemente menores que las pérdidas de CO2 del y Schlesinger (2002a,b), concluyen que los cam-
mismo en ambos sitios. Johnson y Wedin (1997) bios con la profundidad del suelo de la fracción
también encontraron una pérdida de MOS al com- isotópica del delta (13)C, no se pueden explicar
parar bosques maduros con praderas, atribuyendo por la absorción por los microorganismos de MO
el efecto a una velocidad de mineralización más disuelta, ni por la diferencia en composición de
elevada en las pasturas debido a una mayor tem- los residuos y de las raíces.
peratura del suelo en este ecosistema.
Russell et al. (2004), mencionan que la acumu-
Powers (2001,2004), examinó la disminución de la lación de C en el suelo puede ser sorprendente-
concentración y del contenido de C total del sue- mente rápida en bosque secundarios tropicales o
lo hasta 30 cm de profundidad, relacionado con en terrenos agrícolas degradados, con valores de
diferentes usos de la tierra en el noreste de Costa secuestración de C en el ámbito de 0,5 a 2,0 mg
Rica, incluyendo 12 cambios de bosque primario ha-1 año-1. En su estudio en La Selva, Costa Rica,
a plantaciones de banano, 15 de pasto a cultivos los autores encontraron un incremento del 14%
anuales y 4 de pasto a V. guatemalensis. Al pasar o 0,6 mg ha-1 año-1 en una plantación de 10 años
a plantaciones de banano, el suelo superficial dis- de Hyeronima, así como una disminución del 24%
minuyó la concentración y el contenido de C en o 0,9 mg ha-1 año-1 en una plantación de Cedrela
un 37,0% y un 16,5%, respectivamente. Datos de un año de edad. Guggenberger y Zech (1999)
similares se encontraron al convertir potreros a encontraron que el abandono de un pastizal y el
cultivos, mientras que los suelos bajo V. guatemal- crecimiento del bosque secundario permitió ele-
ensis aparentemente no aumentaron el contenido var el contenido de C en todas las fracciones a
de C al menos en la primera década bajo este tipo su valor original bajo bosque, en un período de
de cobertura. Una reducción de la producción de 18 años y que la fracción orgánica asociada a la
residuos de sobre el suelo podría ser uno de los fracción arenosa del suelo llegó a alcanzar valores
mecanismos que ayudarían a explicar la pérdida más elevados que los hallados antes de cultivar el
de MOS cuando ocurren cambios en el uso de la terreno.
tierra, mientras que el proceso de recuperación de
este componente del suelo es lento. Cambios en la fertilidad de los suelos
de plantaciones forestales
La recuperación de C en los horizontes inferiores
del suelo es mayor que la recuperación de C en el La pérdida de fertilidad de los suelos en plantacio-
suelo superficial, debido a la acumulación de re- nes forestales comerciales se asocia con pérdidas
siduos y fracciones húmicas de alto peso molecu- de materia orgánica, pH, capacidad de intercam-
lar en sus capas superiores (Alvarado 1974). Van bio de cationes, capacidad de cationes efectiva y
Dam et al. (1997) encontraron que la velocidad nutrimentos esenciales, aunque también con el
de descomposición de MOS decrece fuertemente deterioro de la estructura del suelo, aumento de
con la profundidad del mismo y que el transporte la densidad aparente y por ende con mayores ta-
86
3

sas de erosión (Ewel et al. 1981). En plantaciones tra otra “ mejor” (pasturas vs. bosque o plantación
de ciclo corto (Kumar 2005), la extracción de nu- forestal). En regiones tropicales la mayoría de los
trimentos supera en mucho la reposición de los estudios realizados son del Tipo II y se concentran
mismos vía reciclaje o meteorización, efecto que en los géneros Pinus, Gmelina, Eucalyptus, Acacia
se agrava cuando en adición se realizan prácticas y Tectona. Los datos muestran que los cambios en
negativas (p.e. quemas y arado del suelo) entre ro- pH y N oscilan alrededor de 0,1 unidades y en
taciones. más de dos terceras partes de los casos estudiados
el pH aumentó. El contenido de C en el suelo es
El cambio en vegetación puede acarrear una mejo-
variable y la mayor disminución de C se encontró
ra de las propiedades químicas y físicas del suelo
en plantaciones de I. edulis en Ultisoles; el caso de
a través de los siguientes mecanismos: 1) adicio-
Albizzia lebek muestra un incremento importante
nes de materia orgánica al ecosistema y enrique-
de C, debido a que se compara contra un suelo
cimiento de la superficie del suelo a través de su
degradado. El contenido de P es variable, aunque
reciclaje; 2) fijación biológica de N por parte de
en la mayoría de los casos decrece con el tiempo.
especies arbóreas leguminosas; 3) capacidad de
En el caso de plantaciones en Oxisoles, el conte-
almacenamiento y reciclaje de grandes cantidades
nido de bases aumenta, mientras que en Ultisoles
por parte de los árboles; 4) efecto de moderación
decrece o se mantiene igual.
del microclima por los árboles; 5) la rizosfera de
los árboles favorece el reciclaje y la disponibili- El efecto de la cobertura boscosa depende de las
dad de nutrimentos y 6) la adición vía goteo de condiciones de fertilidad natural del suelo ori-
nutrimentos acumulados en la superficie de las ginal. Cuando los suelos son infértiles o degra-
hojas. La mayoría de estos cambios se presentan dados, el efecto de la cobertura sobre el pH del
en la superficie del suelo, en donde se encuentra suelo es más pronunciado en suelos ácidos que
la mayor parte de la biomasa aérea y subterránea en aquellos con alta saturación de bases (p.e. si el
del bosque, se acumulan y mineralizan los detri- pH del suelo aumenta de 4,8 a 5,1, afecta más en
tos vegetales que llegan al suelo y se concentra Ultisoles que en Alfisoles). Además, en este tipo
la mayor actividad microbiana (Alexander 1973; de suelos las especies plantadas disminuyen el
Fisher 1990, 1995; Alfaro et al. 2001). contenido de P extraíble, mientras que en suelos
fértiles lo pueden elevar al aportar residuos que
En términos de nutrimentos, puede ocurrir que
lo pueden poner a disponibilidad de la vegeta-
las entradas al sistema sean iguales a las salidas
ción en períodos de tiempo relativamente cortos.
(estado de equilibrio), que entren más nutrimen-
Los contenidos de K, Ca y Mg intercambiables
tos de los que salen (estado de acumulación), o
del suelo se mantienen altos en la mayoría de las
que salgan más que los que entran (estado de pér-
plantaciones, en particular de G. arborea (Akinni-
dida). La determinación de la situación se realiza
fesi et al. 2002).
a través de estudios de balance de nutrimentos,
los cuales deben hacerse en períodos de tiempo Al comparar los cambios ocasionados por 14 espe-
de más de 10 años de duración. La información cies en un sitio húmedo y fértil con otro seco e in-
disponible sobre este tema (Hartemink 2003), pro- fértil en Panamá (Craven et al 2007; Bastien-Henri
viene de dos tipos de estudios, sea comparando el et al. 2010), se encontró que las especies presenta-
efecto de un sistema de manejo en un tipo de sitio ron diferencias debidas a los sitios, pero también
en el tiempo (Tipo I), o comparando sistemas de dentro de cada sitio. La mayoría de las diferencias
manejo en dos sitios adyacentes en el tiempo (Tipo pudieron atribuirse a mecanismos de adaptación
II); en el último caso, ocurren aparentes discre- de las especies a las diferentes condiciones de hu-
pancias de los resultados obtenidos entre autores, medad como los sugeridos por Dierick y Hölscher
pues depende de que la comparación que se haga (2009), las cuales permitieron que los diferentes
sea entre una situación considerada como “ópti- productos de la fotosíntesis se acumulen en dife-
ma” contra otra “no tan óptima” (bosque natural rentes tejidos. Dentro de las variables estudiadas
vs. plantación forestal), o una “no tan buena” con- como contenido foliar (C, N, Mg, P, K y Ca), se
87
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

notó que estas fueron afectadas significativamen- pués de esta edad. Bajo cobertura de G. arborea,
te por el sitio, la especie y la combinación sitio- altas cantidades de Ca (161 a 171 kg ha-1) retornan
especie de manera que los valores de C, K y Mg al suelo vía foliar encontrándose incrementos en
fueron más altos en el sitio más húmedo, los de el contenido de Ca intercambiable (67%) compa-
N, P y Ca en el más seco. rado contra el testigo en Ultisoles; sin embargo
los árboles disminuyeron los contenidos de Ca y
El efecto de los árboles sobre el contenido de Ca Mg intercambiable a la edad de 16 años, el cual
intercambiable difiere entre especies y con la absorbieron para llenar sus necesidades fisioló-
edad de las mismas. Al igual que con la acumula- gicas en suelos bajos en bases. El contenido de
ción de C orgánico, los contenidos de Ca aumen- K intercambiable tiene poca variación por efecto
tan con el tiempo hasta el año 10 y declinan des- de la cobertura del suelo aunque bajo C. alliodora

Cuadro 3.19. Cambios de las propiedades químicas de plantaciones forestales en los trópicos (tomado de Hartemink 2003).

Prof. Período (mmol (+) kg-1)


Suelo Especie pH C N P
(m) (años) (g kg-1) (g kg-1) (mg kg-1)
CIC Ca Mg K
Datos de Tipo 1
Andisol 0-0,18 23 Pin -0,2 -2,5 -0,05 +385 +119 -40,4 -2,0 -2,7
Ultisol 0-0,15 4 Pin -0,2 -0,1 -0,3 +1 nd -0,2 -0,2 -0,1
Ultisol 0-0,15 4 Gme +0,3 -0,1 -0,2 <0,5 nd +0,2 -0,2 -0,1
Ultisol 0-0,15 4 Ing -0,1 -73,3 +0,4 +2 nd -0,3 -0,1 -0,1
Ultisol 0-0,15 4 Aca 0 +0,1 +0,3 +1 nd +0,3 -0,1 -0,1
Ultisol 0-0,10 32 Pin +0,3 +31,3 nd nd +129 nd nd nd
Ultisol 0-0,15 34 Pin 0 +1,3 nd nd -19 nd nd nd
Ultisol 0-0,10 35 Pin -1,0 -4,3 nd nd -104 nd nd nd
Psamments 0-0,20 5 Alb +0,1 +2,6 +0,2 +9 nd -8,0 -0,6 +0,1
Datos de Tipo 2
Alfisol 0-0,10 7 Gme -0,1 -12,8 -1,0 -1,1 nd -4,0 -1,0 +4,0
Alfisol 0-0,10 13 Gme +1,5 -5,7 -0,6 -1,1 nd +25,1 +5,7 -0.4
Andisol 0,10- 22 Pin +0,5 -34,0 -1,5 nd nd nd nd nd
0,20
Andisol 0,10- 22 Pin +0,7 -16,0 -0,2 nd nd nd nd nd
0,20
Oxisol 0-0,20 6 Pin +0,6 +0,9 +0,1 nd nd +14,6 +1,8 +0,1
Oxisol 0-0,30 10 Cor nd +5,3 nd nd nd +10,0 +4,5 +0,7
Oxisol 0-0,30 10 Cae nd -2,5 nd nd nd +10,5 +5,0 +0,8
Oxisol 0-0,30 10 Dal nd +2,7 nd nd nd +2,5 +1,0 +0,2
Oxisol 0-0,15 20 Pin -0,2 -0,1 nd nd nd nd nd nd
Oxisol 0-0,20 23 Pin +0,5 +5,9 +0,5 0 nd nd nd nd
Oxisol 0-0,20 36 Eux +0,1 -6,9 -0,9 +0,1 nd nd nd nd
Oxisol 0-0,20 36 Pin +0,4 -7,4 -0,4 -0,1 nd nd nd nd
Psamments 0-0,05 19 Euc +2,3 +0,1 nd nd nd nd nd nd
Psamments 0-0,05 28 Pin +0,2 -0,1 nd nd nd nd nd nd
Ultisol 0-0,20 11 Gme +0,2 +0,7 nd -1,4 nd 0 -0,2 -0,1
Ultisol 0-0,15 28 Tec +0,2 -1,9 +0,2 -25,8 nd -16,8 -1,6 -0,4
Ultisol 0-0,15 28 Gme -0,8 +0,9 +0,7 -29,9 nd -15,2 -1,6 -0,4
a
Período de tiempo entre los dos muestreos de suelo comparados. bPin, pinos; Gme, melina; Ing, Inga edulis; Alb, Albizzia lebek; Cor,
Cordia tricotoma; Cae, Caesalpinia echinata; Dal, Dalbergia nigra; Eux, Euxilophora paraensis; Car, Carapa guinensis; Euc, Eucalyptus;
Tec, T. grandis.

88
3

Según Montagnini (2000), el conteni-


do de Ca en el suelo aumentó bajo
rodales de T. amazonia y V. koschnyi,
ambas especies de elevado conteni-
do foliar de Ca y altas tasas de caída
de hojarasca. A su vez, los cambios
que sufre el suelo por efecto de las
diferencias en absorción y perdidas
asociadas al crecimiento de las espe-
cies, puede observarse en el Cuadro
Figura 3.14. Plantaciones puras (V.guatemalensis) y mixtas (T. amazonia y D. panamensis) de 3.20. Sobresale el hecho que bajo es-
los experimentos en La Selva, Costa Rica (Fotos: Florencia Montagnini).
tas especies con el tiempo disminuye
el pH y el porcentaje de saturación
este tiende elevarse. Como los contenidos de P en de acidez, de acidez intercambiable
los suelos tropicales ácidos son bajos, todas las es- y de materia orgánica, con un aumento significati-
pecies arbóreas causaron una disminución de su vo de la suma de bases.
contenido extraíble. En este sentido, las especies
Un resumen de los trabajos realizados en La Sel-
que tendieron a mejorar el contenido de P con el
va, Costa Rica (Montagnini et al. 2004; Pioto et al.
tiempo son C. alliodora, G. arborea y Eucalyptus sp.
2010) muestra que los principales efectos de los
(Akinnifesi et al. 2002).
bosques con especies nativas tienen los siguientes
Efecto de las plantaciones con especies na- efectos sobre el suelo:
tivas: En un estudio con plantaciones puras y
mixtas de S. excelsum, V. ferruginea, V. honduren- • “Para reducir el costo nutricional de las
sis y H. alchorneoides llevado a cabo en el trópico cosechas de productos forestales, debe
húmedo de Costa Rica (Figura 3.14), Montagnini preferiblemente dejarse el follaje y las
y Sancho (1994) encontraron que el requerimien- ramas en el sitio”, y de ser posible los
to de nutrimentos de cada una de estas especies residuos de la corteza.
es diferente y que las cantidades de cada uno de
• “En el suelo bajo plantaciones de
ellos en el tronco, las hojas y las ramas también es
V.guatemalensis se encontró un valor de pH
diferente. En la Figura 3.15 puede notarse como
mayor que en el testigo, menor cantidad de
el requerimiento de N de S. excelsum, el de Ca de
acidez intercambiable y mayor contenido de
V. ferruginea y el de K de H. alchorneoides duplican Mg disponible que los otros tratamientos,
el requerimiento por esos elementos de las otras resultado que solamente se observó en
especies comparadas. Montagnini (2000), encon- muestreos realizados a largo plazo”, es
tró que la cantidad de nutrimentos asociados a la decir más de 10 años.
biomasa en rodales mixtos incluyendo T. amazo-
nia son mayores que los encontrados en rodales • “En el suelo bajo plantaciones de V.
puros de las mismas especies, concluyendo que ferruginea se encontraron los mayores
esta es una ventaja ecológica comparativa de so- contenidos de materia orgánica”.
brevivencia y que permite un turno de corta espa- • “Tanto en evaluaciones tempranas como
ciado en el tiempo (las especies llegan a su madu- de largo plazo, los contenidos de K en los
rez a tiempos diferentes); además la biomasa de suelos bajo cobertura de D. panamensis
ramas y follaje constituyó entre el 25 y el 35% de fueron superiores a los encontrados bajo
la biomasa total, pero contribuyó con un 50% de plantaciones de otros tipos de especies”.
los nutrimentos arbóreos totales.
• “Con referencia al P, parece ser que las
cantidades disponibles disminuyen en casi
todos los casos a lo largo del tiempo”.
89
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

• “La gran cantidad de hojarasca producida crecieron fueron: V. guatemalensis, J. copaia,


por V. guatemalensis, T. amazonia, H. T. amazonia y H. alchorneoides”
alchorneoides y V. ferruginea hace a estas
especies útiles para proteger los suelos • “Mientras que C. brasiliense, S.
contra la erosión”. microstachyum, G. americana y P. guachapele
murieron completamente en plantaciones
• “En adición, los autores concluyen que de puras debido a ataques de plagas y
las especies comparadas las que mejor enfermedades”
Cuadro 3.20. Variación del pH, la acidez intercambiable, la suma de bases y el contenido de materia orgánica en suelos
bajo diferentes tipos de cobertura en La Selva, Costa Rica (tomado de Montagnini y Sancho 1994).

Edad de la Plantación (meses)


Especie
18 32 43 55
pH
V. ferruginea 5,4 5,0 4,9 4,6
V. guatemalensis 5,3 5,2 5,0 4,6
H. alchorneoides - 5,1 5,0 4,7
Bosque secundario 5,3 5,2 4,8 5,0
Pastos 5,3 5,2 4,9 4,9
PROMEDIO 5,3 5,1 4,9 4,8
Acidez intercambiable (cmol kg-1)
V. ferruginea 1,2 1,4 0,9 0,8
V. guatemalensis 1,9 2,0 1,2 0,8
H. alchorneoides - 1,7 1,2 0,8
Bosque secundario 1,5 1,7 1,2 1,0
Pastos 1,4 1,5 0,9 0,6
PROMEDIO 1,5 1,7 1,1 0,8
Suma de bases (cmol kg-1)
V. ferruginea 1,6 1,3 1,4 2,7
V. guatemalensis 0,7 1,1 1,7 2,0
H. alchorneoides - 0,8 1,8 2,1
Bosque secundario 1,4 1,9 2,4 3,2
Pastos 0,8 1,2 1,2 2,3
PROMEDIO 1,1 1,3 1,7 2,5
Saturación de acidez (%)
V. ferruginea 43 52 43 23
V. guatemalensis 73 65 41 29
H. alchorneoides - 68 40 28
Bosque secundario 52 47 33 24
Pastos 64 56 43 21
PROMEDIO 58 57 39 24
Materia orgánica (%)
V. ferruginea 6,6 5,1 4,9 4,6
V. guatemalensis 5,5 4,3 5,6 4,7
H. alchorneoides - 5,2 5,0 4,6
Bosque secundario 7,6 5,1 6,5 6,0
Pastos 4,8 4,0 2,7 4,4
PROMEDIO 6,1 4,7 4,9 4,9

90
3

Efecto del bosque secundario: El efecto que


tiene el crecimiento del bosque secundario en
sus diferentes etapas de sucesión sobre las pro-
piedades del suelo está íntimamente relacionado
con otras variables que afectan el crecimiento del
bosque, principalmente de tipo bioclimático. Las
especies forestales que crecen en el trópico húme-
do son diferentes a las que dominan el paisaje en
el trópico seco y los cambios que estas especies
producen sobre el suelo, también son diferentes,
principalmente en magnitud. La dinámica de las
plántulas en bosques secundarios es altamente es-
tacional, en donde su emergencia es mayor y su
muerte menor durante la estación lluviosa en el
bosque seco tropical de Yucatán, México (Ceccon
et al. 2004).
Las especies arbóreas de crecimiento rápido, a me-
nudo se caracterizan por pertenecer al grupo de
especies de sucesión temprana y tienen un com-
portamiento fisiológico y de crecimiento diferente
al de las especies de sucesión tardía. Davidson et
al. (1998) encontraron en Andisoles de la Ama-
zonía ecuatoriana, que las especies de sucesión
temprana tienen mayor sobrevivencia (90%) que
las tardías (45%), crecen más rápido en altura y
Figura 3.15. Absorción de N, Ca, Mg, K y P en planta- en diámetro y tienen una concentración foliar de
ciones de S. excelsum, V. ferruginea, V. hondurensis y nutrimentos mayor que las tardías (Cuadro 3.21).
H. alchorneoides en La Selva, Costa Rica (tomado de Este último aspecto es de relevancia en cuanto a
Montagnini y Sancho 1994).

Cuadro 3.21. Altura y diámetro (2,5 años de edad) y concentración foliar (primera hoja totalmente desarrollada) de especies
de sucesión temprana y tardía en la Amazonía ecuatoriana (adaptado de Davidson et al. 1998).

Altura Diám. N K P Ca Mg B Zn Fe Mn Cu Al
Especie
(cm) (mm) (mg g-1 M.S.) (mg kg-1 M.S.)
De sucesión temprana
C. alliodora 221 59 27,8 20,0 2,3 25,4 7,1 26 50 42 46 11 20
C. lechleri 337 70 31,6 17,9 2,6 12,5 4,0 17 30 86 555 9 22
E. poeppigiana 375 100 34,8 16,3 2,3 10,7 4,1 19 36 116 129 10 23
H. americanus 371 108 30,1 19,4 2,6 10,4 4,7 19 97 80 377 17 27
I. densiflora 200 54 25,3 7,9 0,9 0,1 1,6 15 16 46 247 6 7
P .pteroclada 263 57 28,7 9,5 2,2 14,7 3,0 38 18 118 126 10 23
P. discolor 321 73 26,3 24,9 2,5 9,4 3,9 29 58 75 570 19 18
De sucesión tardía
C. orinocense 77 21 20,4 19,0 2,0 13,3 4,5 17 13 41 78 6 13
C. biflora 64 15 18,9 16,0 1,6 8,5 2,5 20 17 48 67 7 14
O. floccifera 67 15 14,0 12,9 1,2 4,0 1,7 10 12 39 21 7 46
P. pinnatum 122 33 27,4 12,7 2,1 9,8 3,2 26 22 69 88 15 36

91
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

que las especies de sucesión temprana cubren el del 31% C, 22% N y 49% S (Ewell et al. 1981)
suelo rápidamente reduciendo así su erosión y mientras que por el proceso de descomposición
además consumen rápidamente nutrimentos pro- de residuos, la conversión de bosque a pasto o a
ducto de la mineralización, con lo cual disminu- cultivos agrícolas causa una merma del 37% del
yen la posibilidad de su pérdida por lavado. carbón orgánico del suelo (Powers 2001, 2004).
En suelos bajo cobertura de pasto por 25 años,
Los cambios que ocurren en el suelo como re- Veldkamp (1994) encontró una disminución de
sultado del desarrollo de las diferentes etapas 21,8 t ha-1 de carbón en un Eutric Hapludands y
de sucesión en el bosque tropical seco ocurren de 1,5 t ha-1 en un Oxic Humitropets. Raich (1983),
de forma más despaciosa (décadas) que los que explicó este tipo de cambios en función de una
ocurren cuando se corta el bosque primario y se disminución de la adición de residuos, de materia
deja crecer la pastura (meses). En el segundo caso, orgánica disuelta y un aumento en la evolución de
normalmente ocurre una mineralización acelera- CO2 del suelo por acción de los microorganismos.
da de la materia orgánica del suelo a la entrada De acuerdo con Guggenberger y Zech (1999), las
de la estación lluviosa, acompañada de un des- nuevas condiciones ambientales impuestas por
prendimiento igualmente rápido de los nutrimen- el cambio de cobertura del terreno, causan una
tos asociados a la misma. Cuando se abandona la disminución de la fracción orgánica del suelo li-
pastura, comienza una serie de etapas de sucesión gada al limo y la arcilla de menor magnitud, que
arbórea, cada una asociada a un proceso lento de la que ocurre con la materia orgánica asociada a
absorción y acumulación de nutrimentos, los cua- residuos en descomposición y a la fracción arena
les se pasan de un estado sucesional a otro cuan- del suelo.
do unas especies colonizadoras van cediendo su
lugar a las siguientes. Wermer (1984) al comparar sitios de 0, 8, 16, 31
años de edad y un bosque maduro en La Selva,
En los trópicos húmedos se cuenta con gran Costa Rica, encontró que mientras las propieda-
abundancia de bosques secundarios, producto des físicas de los suelos permanecen constantes
principalmente de: 1) el abandono de potreros durante los diferentes estadios de sucesión, las
dedicados a la ganadería extensiva, 2) el efecto propiedades químicas de los mismos si varían,
de la corta del bosque primario y 3) los procesos alcanzándose un pico en el contenido de materia
naturales de deforestación como huracanes, tor- orgánica y los contenidos relacionados de N, S y
mentas tropicales, grandes quemas, etc. seguidos P a los 8 años, un aumento de Fe, Al y H entre
de la regeneración del ecosistema siguiendo las los 8-16 años, una pérdida continua de cationes y
dinámicas sucesionales. Después de la deforesta- NO3 desde que se corta el bosque y una disminu-
ción, el cambio en uso de la tierra tiene un efecto ción de Ca y Mg del suelo hasta los 31 años debido
importante en el contenido de materia orgánica a la absorción por los árboles de estos elementos.
del suelo y otras propiedades como la densidad En el mismo ambiente de Andisoles de La Selva,
aparente, ya que ambos, la adición y la descom- Bigelow et al. (2004) encontraron que las pérdidas
posición de los residuos se ven afectados de ma- de NO3 aumentan conforme el número de even-
nera muy variada (Ewell et al. 1981; Raich 1983; tos que disturben el crecimiento de la vegetación
Wermer 1984; Veldkamp 1994; Johnson y Wedin aumenta, sin que se note ninguna pérdida de Ca
1997; Guggenberger y Zech 1999; Powers 2001, o Mg por efecto de ión acompañante, aunque sí
2004; Powers y Schlesinger 2002a,b). Sin embar- de K.
go, Jin et al. (2000) no encontraron diferencias en
las propiedades químicas de Andisoles (0-15 cm En el estudio de Herrera y Finegan (1997), se de-
de profundidad) en el piso altitudinal premontano muestra que la dominancia de ciertas especies,
del sur de Costa Rica. 28 años después del abandono del potrero en el
bosque húmedo tropical de Costa Rica, depende
En el trópico húmedo, la tumba y quema del bos- de las características del suelo, siendo que V. fe-
que causa pérdidas por volatilización del orden rruginea se ubica en los suelos con mayor grado
92
3

Cuadro 3.22. Propiedades del suelo asociadas a parcelas dominadas por V. ferruginea o C. alliodora en bosques
secundarios de 28 años en las llanuras del norte de Costa Rica (tomado de Herrera y Finegan 1997).

Parcelas de Vochysia Parcelas de Cordia


Variable de suelo Probabilidad
(n=16) (n=11)
Pendiente (%) 32 (20-47) 14 (3-33) 0,01
Acidez (cmol (+) L-1; 0-12 cm) 0,6 (0,3-1,12) 0,3 (0,14-0,93) 0,05
Acidez (cmol (+) L-1; 12-30cm) 1,2 (0,6-1,99) 0,6 (0,14-1,21 0,01
Cu (mg L-1; 0-12 cm) 26 (18,1-33,4) 30 (22,7-41,4) 0,05
Mn (mg L-1; 0-12 cm) 49 (14-123) 103 (41-197) 0,05
Arena (%; 0-12 cm) 26 (18-41) 33 (25-36) 0,05
Arcilla (%; 0-12 cm) 56 (44-66) 52 (44-60) 0,05
Arcilla (%; 12-30 cm) 61 (42-72) 54 (48-71) 0,05

de acidez, mientras que C. alliodora se encuentra Mn, Zn y porcentajes de arena entre 40 y 50%
con mayor frecuencia en los sitios con suelos más (Herrera y Alvarado 2001).
fértiles (Cuadro 3.22). Además de las diferencias
En el Cuadro 3.23 puede observarse el efecto que
encontradas en los suelos, también se halló que
ejerce el material parental sobre las propiedades
las concentraciones foliares de Ca, Mg, P, K, S, del suelo (diferencias en densidad aparente, pH
Cu y Zn fueron significativamente mayores en C. en NaF y conductividad hidráulica), así como las
alliodora que en V. ferruginea. En general, los bos- diferencias causadas por el tipo de bosque sobre
ques secundarios dominados por V. ferruginea tie- el suelo, las cuales no fueron tan marcadas en el
nen una mayor producción en sitios de pendientes presente caso debido al poco tiempo de sucesión
suaves, con contenidos altos de saturación de Al, (notables son los cambios en el contenido de Ca
Fe y P y bajas concentraciones de Ca, Mg, K, Cu, y Mg).

Cuadro 3.23. Características físicas y químicas del suelo bajo vegetación de pasto y bosques secundarios de diferente edad
en la Estación Experimental Forestal Horizontes, Guanacaste, Costa Rica (tomado de Alfaro et al. 2001).

Zona Norte Zona Sur


Andic Haplustepts Typic Haplustepts
Característica
Pastizal Bosque 17 años Bosque 13 años Bosque 17 años
Valor D.E Valor D.E. Valor D.E Valor D.E.
pH H20 6,6a 0,16 6,8a 0,18 6,6a 0,11 6,6a 0,22
pH NaF 8,8c 0,67 8,4b 0,60 7,6a 0,36 7,7a 0,52
M.O. % 6,9a 3,10 5,9a 1,36 4,2ab 1,27 5,0a 1,94
Acidez cmol(+)L-1 0,2a 0,04 0,2a 0,04 0,2a 0,03 0,2a 0,03
Ca cmol(+)L-1 8,6c 1,43 14,0a 2,85 17,4b 1,40 14,1a 2,86
Mg cmol(+)L-1 2,2d 0,69 2,8c 0,74 4,4b 0,80 3,6a 1,00
K cmol(+)L-1 1,0b 0,26 0,9a 0,22 0,8a 0,24 0,8a 0,17
CICE cmol(+)L-1 12,0c 2,01 17,9a 3,52 22,7b 1,60 18,6a 3,58
P mg L-1 6,5b 2,60 7,5b 1,67 4,1a 1,09 4,2a 1,49
Zn mg L-1 0,7c 0,25 2,1a 0,91 3,4b 0,97 2,4a 0,87
Mn mg L-1 3,1c 1,74 7,8b 4,06 18,0a 7,14 19,7a 2,44
Fe mg L-1 55,1c 8,60 44,2a 14,63 31,3b 9,53 40,6a 17,45
Cu mg L-1 6,7b 2,06 2,8b 2,69 11,2a 2,69 9,4a 3,76
Coduc. Hidrául. cm hora-1 33,5ab 2,.9 57,6b 83,9 10,8a 1,.84 14,4a 18,00
Penetrab. Superf. kg cm-2 32,3c 9,0 21,5b 3,3 18,0a 0,9 14,4a 1,6
Reten. Hum. 1.5 Mpa % 31,9b 7.,1 31,0b 7,10 33,78a 3,98 36,9a 5,05
Densidad. Ap. Mg m-3 0,95a 0,11 0,86b 0,09 1,01a 0,07 0,97a 0,14

93
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

Balance ecológico de posteriormente a los sistemas agroforestales


nutrimentos (Fassbender 1993) y más recientemente al sistema
de plantaciones forestales (Mackensen 1999; Spa-
Reponer los nutrimentos que salen del ecosistema genberger y Fölster 2002).
es imperativo, en particular en plantaciones de ci- En resumen, la metodología considera al suelo
clo corto diseñadas para plantar los árboles que (ecosistema) como un sistema abierto, con entra-
consumimos (Yamada et al. 2004). Los autores das y salidas, y un sistema de almacenamiento
documentan como plantaciones de A.mangium, E. de nutrimentos base, en el cual en adición a los
globulus y E. grandis extraen cantidades aprecia- procesos naturales de pérdidas y adiciones deben
bles de nutrimentos asociadas a la madera (75-236 considerarse las variantes introducidas por el ma-
kg N ha-1, 4-49 kg P ha-1, 37-217 kg K ha-1 y 54-215 nejo del ecosistema. El contenido de nutrimentos
kg Ca ha-1), las cuales no pueden ser repuestas por disponibles en el suelo hasta una profundidad de
los procesos naturales de meteorización o depo- 1 m se calcula sumando los parámetros que se de-
sición atmosférica y por tanto deben reponerse a seen utilizar (por ejemplo los contenidos de Ca,
través de la adición de fertilizantes. Mg, K, P, etc.) en función de los diferentes hori-
Spagenberger y Fölster (2002), consideran los ba- zontes del suelo involucrados, con lo que se logra
lances de nutrimentos como una herramienta útil caracterizar el sitio y generar el concepto de nivel
para describir la dinámica de la nutrición de las base de nutrimentos. De esta manera, para que el
plantaciones forestales. Ilustran la pérdida de nu- sistema se encuentre en estado de equilibrio, en
trimentos asociada a la exportación del producto relación al contenido de nutrimentos (Mackensen
cosechado (pérdidas de exportación), las pérdidas 1999), debe cumplirse con la ecuación:
de nutrimentos asociadas a prácticas de manejo
durante y después de la cosecha (pérdidas de Entrada de Nutrimentos = Salida de Nutrimentos
transformación) causadas por la quema de re-
siduos, erosión y lavado, pérdida de nutrimentos
El balance de nutrimentos puede ser positivo o
que debe balancearse con su adición por otros
negativo, según sea que su entrada sea mayor o
mecanismos. En este sentido, el manejo de nu-
menor que su salida. Deben distinguirse los flu-
trimentos debe cubrir los siguientes aspectos de
jos internos de nutrimentos (tales como la caída
la dinámica de la nutrición: 1) cuantificación de
de residuos, lavado de nutrimentos del follaje por
las pérdidas y su compensación para lograr una
efecto de lluvia, descomposición de raíces) los
producción sostenida; 2) cuatificación de las adi-
cuales no hacen que cambie el nivel base original,
ciones por lluvia, meteorización y otros; 3) ahorro
de los flujos externos (que incluyen deposiciones
y mantenimiento de nutrimentos dentro del ciclo
atmosféricas, erosión, lavado y volatilización de
de producción, tanto como sea posible y 4) opti-
nutrimentos) que si pueden afectar a largo plazo
mización de los fertilizantes aplicados.
la fertilidad natural del sitio y por ende la pro-
Por varias décadas, los estudios mencionados en ductividad de la plantación. En el grupo de flujos
este capítulo fueron generándose en forma indivi- externos pueden separarse los que son indepen-
dual y desperdigada, debido a que los diferentes dientes del manejo del sistema, por ejemplo los
autores no se comunicaban entre sí, y al mismo que ocurren en bosques primarios naturales y que
tiempo por la falta de una metodología que per- incluyen deposiciones atmosféricas, fijación bioló-
mitiera unir estos esfuerzos para producir un re- gica de N y meteorización del material parental.
sultado útil a la ciencia y la empresa forestal. El Por otra parte otros flujos si dependen del manejo
enfoque ecológico de la escuela forestal europea de la plantación, como por ejemplo la conversión
permite finalmente resolver el tema de la falta de del bosque en plantación y la cosecha de los ár-
metodología, primero aplicado en la década de boles, procesos que causan cambios en los flujos
los 60 a suelos y ecosistemas forestales en Asia por exportación de nutrimentos en el producto
(Sarmiento 1984) y luego en América (Salas 1987), cosechado y pueden inducir a un lavado extra de
94
3

nutrimentos, un incremento en los niveles de ero- En resumen, las entradas y salidas de los macro
sión de suelo y pérdida de nutrimentos adiciona- nutrimentos en sistemas de plantación forestal se
dos a la quema de la vegetación original, para los presentan en el Cuadro 3.25. Puede observarse la
cuales Mackensen (1999) presenta una metodolo- gran variabilidad de adición de nutrimentos aso-
gía de cálculo de flujos específicos. ciada a la biomasa adicionada en función las espe-
cies involucradas, la poca cantidad de nutrimentos
Una vez que se hace el balance de nutrimentos de
reciclados en el caso de P. patula, los nutrimentos
un sistema (plantación), si este es negativo, deben
que pueden adicionarse al sistema a través de las
adicionarse los nutrimentos que estén por debajo
quemas totales o parciales y la poca cantidad de
del nivel original, lo que se conoce como compen-
nutrimentos adicionada por la lluvia en un año.
sación por pérdida de nutrimentos; en este queha-
Si se tratara de estimar solamente los nutrimen-
cer, debe recordarse que algunos elementos que
tos que salen del ecosistema como madera, po-
se exportan del sistema tales como el Fe, Mn y Al,
dría utilizarse los datos generados por Blanco et
no requieren ser repuestos, pues normalmente es-
al. (2005), los cuales demuestran que la cantidad
tos elementos se encuentran en cantidades apre-
total de nutrimentos asociada a la madera de un
ciables en el sistema y su reposición más bien po-
árbol de cualquier especie no se asocian a su capa-
dría ser perjudicial. En capítulos subsiguientes se
cidad de crecer en ambientes distróficos, aunque
discute sobre algunos aspectos que determinan el
si a su carácter de pioneras o colonizadoras, tal
que la reposición de los nutrimentos sea eficiente,
el caso de todas las especies con valores altos de
por lo que se reserva para ese entonces el discutir
nutrimentos en la madera (Cuadro 3.26).
aspectos como tipo de fertilizantes, eficiencia de
uso del fertilizante y corrección de la acidez del Si se tratara de estimar solamente los nutrimen-
suelo; además, queda por discutir como reponer, tos que salen del ecosistema como madera, podría
por ejemplo 1500 g N por árbol en un turno de cor- utilizarse los datos generados por Blanco et al.
ta, todo en función de las condiciones fisiológicas (2005), separados por color en el Cuadro 3.26, en
que determinan su absorción. Mackensen (1999), tractos de poco extractores (verde), medianamen-
calcula las cantidades de nutrimentos perdidos y te extractores (azul) y muy extractores (crema). El
a reponer para la producción de A.mangium y Eu- agrupamiento permite observar que como espe-
calyptus en suelos infértiles de Australia, valores cies poco extractoras se encuentran géneros muy
que se incluyen en el Cuadro 3.24. disímiles como los eucaliptos (reconocidos como

Cuadro 3.24. Pérdida de nutrimentos asociada a la extracción de 200


m3 ha-1 de Acacia mangium y Eucalyptus en suelos infértiles de Australia
(tomado de Mackensen 1999).

Elemento N P K Ca Mg
Pérdidas en plantaciones de A. mangium (kg ha ) -1

Cosecha 202 2,6 73 161 10


Atmosférica 329 2,5 113 63 20
Lavado 84 0,1 86 8 10
Erosión 77 7,4 4 20 5
Total 692 12,6 276 252 45
Pérdidas en plantaciones de Eucalyptus (kg ha-1)
Cosecha 75 3,7 206 85 21
Atmosférica 219 1,1 91 64 21
Lavado 56 0,1 69 9 10
Erosión 77 7,4 4 20 5
Total 427 12,3 370 178 57

95
RECICLAJE DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES Y BOSQUES TROPICALES

tales en la literatura), Quercus y Pentaclethra (de Dypterix, Hieronyma, y Terminalia) y Cupressus,


altura y trópicos bajos distróficos) y Cedrela y Al- relacionadas con ambientes distróficos. Notoria-
nus, ambos fijadores de N. por el contrario, en el mente, las diferentes especies caen en este grupo
grupo de especies altamente extractoras, se inclu- no por absorber el mismo elemento, aunque los
yen tanto géneros como teca (que son reconocidos más absorbidos son el Ca y el K.
como tales), así como especies nativas (Vochysia,

Cuadro 3.25. Resumen de las entradas de nutrimentos al sistema en plantaciones forestales.

Componente del K
N P Ca Mg
ecosistema (kgha-1 año-1)

Biomasa aérea
E. globulus (11 años) 1042 53 227 1044 116
T. grandis (38 años) 370 108 331 973 128
P. patula (12 años) 303 29 178 151 85
Recuclaje residuos
P. patula (varias edades) 16-89 1-4 3-20 17-120 2-15
Quema total 41-127 6-17 19-140 76-155 16-42
Quema parcial 20-40 0,4-06 1,6-2,6 1,6-16,8 18,4-14,4
Lluvia (anual) 5-21 0,2-1,1 2,5-24,0 1,4-34,0 1,6-26,0

Cuadro 3.26. Cantidad de nutrimentos asociada a la madera de 20 especies maderables tropicales.

Especie N P Ca Mg K S EM Total
%
Eucalyptus saligna 0,01 0,03 0,20 0,02 0,01 0,01 0,006 0,29
Eucayptus deglupta tr. 0,06 0,17 0,05 0,10 0,007 0,39
Quercus costarricensis 0,04 0,03 0,24 0,03 0,09 0,01 0,014 0,45
Alnusa cuminata 0,06 0,04 0,20 0,05 0,15 0,031 0,53
Cedrela odorata 0,01 0,03 0,37 0,02 0,08 0,01 0,012 0,53
Pentaclethra macroloba 0,18 0,04 0,21 0,03 0,10 0,003 0,56
Carapa guianensis 0,05 0,04 0,29 0,08 0,11 0,054 0,62
Gmelina arborea 0,10 0,04 0,23 0,05 0,33 0,021 0,77
Cordia alliodora 0,21 0,04 0,32 0,09 0,10 0,025 0,78
Swietenia macrophylla 0,11 0,10 0,29 0,03 0,23 0,054 0,81
Enterolobium cyclocarpum 0,10 0,04 0,25 0,05 0,36 0,021 0,82
Quercus copeyensis 0,03 0,02 0,36 0,08 0,11 0,02 0,248 0,87
Carapa guianensis 0,08 0,04 0,33 0,06 0,23 0,170 0,91
Termimalia oblonga 0,09 0,04 0,72 0,04 0,26 0,103 1,25
Vochysia guatemalensis 0,04 0,09 0,11 0,13 1,04 0,035 1,44
Dipteryx panamensis 0,07 0,27 1,25 0,30 0,02 0,036 1,95
Hieronyma alchomeoides 0,13 0,05 1,61 0,12 0,46 0,015 2,38
Vochysia ferruginea 0,06 0,25 0,84 0,33 1,84 0,032 3,35
Cupressus lusitanica 0,00 0,26 1,16 0,37 1,81 0,040 3,64
Tectona grandis 0,12 0,27 1,01 0,23 2,16 0,031 3,82

96
Alfredo Alvarado
4
DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN
EN PLANTACIONES FORESTALES

La relevancia de diagnosticar la condición nutricional de bosques y plantaciones fores-


tales es cada vez mayor, dada la presión por elevar rendimientos y disminuir turnos de
corta. En este sentido, se incluye en el capítulo información concerniente a la utilización
de técnicas de diagnóstico nutricional, tales como la descripción de síntomas de defi-
ciencia foliar, el análisis de tejidos (foliar y pecíolos) y el análisis de suelo. Se incluye
información generada y publicada por Drechsel y Zech (1991), con el fin de facilitar su
adquisición y utilización.

Elementos esenciales de los árboles

a cantidad de nutrimentos absorbidos llamados macronutrimentos, como nitrógeno (N),


por los árboles, depende de la exigen- fósforo (P), potasio (K); los nutrimentos secunda-
cia de la especie, de su tasa de creci- rios calcio (Ca), magnesio (Mg) y azufre (S), y otros
miento y de las condiciones edáficas en cantidades pequeñas, por lo que se conocen
y climáticas que afectan la disponibilidad de los como micronutrimentos o elementos traza, entre
nutrimentos. La exigencia nutricional de una espe- ellos hierro (Fe), cobre (Cu), cloro (Cl), manganeso
cie en comparación con otra, puede variar de un (Mn), boro (B), zinc (Zn) y molibdeno (Mo), los cua-
nutrimento a otro, lo que representa una caracte- les son absorbidos en medio acuoso, más carbono
rística importante en la selección del sitio para la (C), hidrógeno (H) y oxígeno (O) que son tomados
plantación y en la determinación de la cantidad y del aire a través de la fotosíntesis y del agua del
del fraccionamiento del fertilizante a aplicar (Reis suelo (Figura 4.1). Muchos de esos elementos los
y Barros 1990). Probablemente la mejor manera de suple el suelo sin problema durante la época llu-
resolver los problemas nutricionales de una plan- viosa (no tanto así durante períodos secos prolon-
tación forestal consiste en seleccionar bien el sitio gados), excepto los que el árbol requiere en canti-
de siembra al inicio de la operación; posteriormen- dades apreciables en momentos específicos de su
te, debe controlarse el crecimiento de las malezas, crecimiento y que pueden adicionarse como fer-
las cuales compiten fuertemente por nutrimentos, tilizante para llenar las exigencias del mismo. En
causan efectos alelopáticos y compiten por agua la mayoría de los textos generales de nutrición y
con los árboles de interés (Ladrach 1992). fertilización de árboles tiende a discutirse el efec-
to de adicionar varios nutrimentos en conjunto,
Al igual que para cualquier otro tipo de plantas, aunque es factible encontrar artículos que tratan
los elementos requeridos por los árboles madera- exclusivamente con un elemento determinado, tal
bles son los mismos, unos en cantidades grandes, es el caso del P (Ballard 1980), del B (Stone 1990;

ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.

97
DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES

Lehto et al. 2010) y del Zn (Boardman y McGuire suelo y absorción por las plantas se reduce. Sin
1990). Ladrach (1992) menciona que en regiones embargo, Hedin et al. (2009) discuten lo que los
tropicales, la adición de P y B al momento del autores llaman “la paradoja del N en ecosistemas
trasplante al campo es la única opción de obtener forestales tropicales”, la cual consiste en que al
crecimientos aceptables, encontrándose que el B menos en los ecosistemas forestales de los trópicos
es particularmente deficiente en Andisoles y sue- bajos y húmedos, se asume que el contenido de N
los formados sobre diabasas. es suficiente y más alto que el de otros muchos
ecosistemas forestales, en particular los bosques
Un elemento es esencial si la planta lo requiere de zonas templadas sujetos a una fuerte y persis-
para su desarrollo normal y completar su ciclo de tente limitación de N. Bajo condiciones particula-
vida; en otras palabras, si su deficiencia de manera res, puede encontrarse extensiones apreciables de
consistente resulta en un deterioro de las funcio- plantaciones forestales afectadas en su crecimien-
nes de la planta, de manera que su funcionamien- to por deficiencias de elementos menores, caso
to cambia de óptimo a subóptimo. La presencia de del B en plantaciones de coníferas en Andisoles
elementos nutritivos en las cenizas de una planta, de Colombia (Ladrach 1980b; Castaño y Quiroga
no es indicador de las necesidades cualitativas y 1990), de coníferas y eucaliptos en Andisoles de
cuantitativas de los distintos elementos químicos Chile (Stone 1990) y de eucalipto en Oxisoles de
para una planta foto autótrofa. Los estudios en las sabanas de África (Mackensen 1999), o por la
cultivos hidropónicos permiten establecer tres toxicidad de otros elementos relacionados con la
criterios que debe cumplir un elemento para que acidez del suelo. Por lo anteriormente menciona-
pueda ser considerado como esencial: 1) la defi- do, los fertilizantes comerciales incluyen princi-
ciencia del elemento impide que la planta comple- palmente N-P-K y en algunas ocasiones B-Mg-Zn.
te su ciclo vital (germinar, crecer, florear y produ-
cir semillas), 2) el elemento no se puede reempla- Algunos autores mantienen que las especies arbó-
zar por otro elemento con propiedades similares y reas forestales tienen un sistema de absorción de
3) el elemento debe participar directamente en el nutrimentos extensivo, en vez del sistema inten-
metabolismo de la planta y su beneficio no debe sivo de los cultivos agrícolas, y que por esa razón
estar relacionado solamente al hecho de mejorar no dependen tanto de la adición de fertilizantes.
las características del suelo, el crecimiento de la Si este fuera el caso, no debería aplicarse nutri-
microflora o algún efecto parecido. mentos a las especies arbóreas de frutales las que,
aunque menos espaciadas que los árboles foresta-
Cuando se presentan síntomas agudos de defi- les, responden en forma espectacular a la adición
ciencia nutricional, es importante conocer si el de fertilizantes (Nwoboshi 1975).
elemento se recicla de hojas viejas a las jóvenes.
Si un elemento es móvil la deficiencia aparece pri- Los principios que rigen las necesidades nutricio-
mero en hojas jóvenes, mientras que si es móvil nales de las plantas, sean estas cultivos anuales o
en el interior de la planta la deficiencia se observa plantaciones forestales, son similares. Sin embar-
en hojas viejas. Se consideran elementos móviles go, se presenta mayor similitud entre las prácticas
N, P, K, Mg, Cl, Na y Mo, parcialmente móviles de abonamiento de especies frutales arbóreas y
el S, Zn y Mn e inmóviles Ca, Fe, B (aunque en los árboles en plantaciones forestales, que entre
árboles que producen polioles móviles, este no es estas dos actividades y las necesidades de los cul-
el caso según Lehto et al. 2010) y Cu. tivos anuales. Los elementos esenciales para el
crecimiento de cualquier tipo de planta son los
El elemento que más limita el crecimiento de los mismos, sin embargo, las cantidades, la forma y la
árboles en plantaciones en todo el mundo es el época de aplicación de esos elementos es diferen-
N, aunque en regiones tropicales el P puede ser te cuando se trata de especies perennes o anuales.
igualmente limitante (Sarmiento 1984), debido a En general, cuando se trata de plantaciones fores-
que los suelos pueden retenerlo fuertemente y a tales, se podría recomendar una primera aplica-
que durante la estación seca su movimiento en el ción de fertilizante al trasplante y posteriormente
98
4

aplicaciones anuales hasta el cierre de copa de la anterior está íntimamente ligado a las característi-
plantación. La adición de fertilizantes también cas fotosintéticas de cada especie forestal, como lo
debe hacerse después de las podas y deshierbas mencionan López et al. (2001). En suelos de fer-
a inicios de la época de lluvias e incluye toda la tilidad media del bosque montano bajo primario
dosis de P y un tercio del N y K recomendados, de Costa Rica, Birkelbach et al. (1996) demues-
adicionando el resto de la dosis durante el máxi- tran que Iriartea deltoidea, Symphonia globulifera y
mo de precipitación, coincidiendo con la máxima Acalypha apodanthes tienen una alta capacidad de
expansión foliar. Una vez que la plantación cierra concentración de Mn en las hojas, mientras que
la copa, la posibilidad de respuesta a la fertiliza- Euterpe macrospadix no tiene la misma capacidad
ción ocurre cuando los suelos son deficientes en de almacenar ese elemento, ni ningún otro, en la
algún elemento o después de las raleos, necesarios misma magnitud que las otras especies compara-
por razón de competencia, de forma del árbol o das (Cuadro 4.1).
fitosanitarios.
Cuadro 4.1. Contenido foliar promedio de cinco especies del bosque
montano bajo de Costa Rica (tomado de Birkelbach et al. 1996).

Ca Mg K Mn Zn
Especie
mmol kg -1

Iriartea deltoidea 323 194 167 15,6 0,33


Euterpe macrospadix 111 67 123 5,7 0,35
Crysophila albida 191 138 251 3,0 0,34
Symphonia globulifera 364 149 168 16,5 1,03
Acalypha apodanthes 397 144 314 15,2 0,45

En general, Chapin (1980) considera que las espe-


cies que crecen en suelos distróficos tienen me-
canismos de adaptación a dichas condiciones, lo
que les permite sobrevivir mejor que las especies
adaptadas a condiciones de fertilidad moderada
a alta. Entre otros, los mecanismos incluyen: 1)
capacidad de absorción radical alta, 2) tasa de cre-
cimiento relativamente baja, 3) absorción máxima
durante los períodos de alta disponibilidad de nu-
trimentos (p.e. al inicio de las lluvias), 4) acumu-
lación de nutrimentos en tejidos u órganos espe-
Figura 4.1. Elementos esenciales para el crecimiento cíficos (retranslocación), lo que les permite reto-
de los árboles (tomado de Davey 1995) marlos en períodos de muy baja disponibilidad, 5)
sistemas radicales profusos, micorrizados y poco
No todos los árboles tienen el mismo comporta- profundos que les permite absorber los pocos nu-
miento cuando de necesidades nutricionales se trimentos disponibles en el suelo, 6) crecimiento
trata ya que existen marcadas diferencias entre lento (menos fotosíntesis y respiración) la cual el
especies forestales. Es normal que las especies árbol puede sobrellevar con cantidades bajas de
arbóreas de crecimiento rápido tengan requeri- nutrimentos, entre otras.
mientos nutricionales más elevados que aque-
llas de crecimiento lento. También es cierto que Ladrach (1992) menciona que algunas especies ca-
la cantidad de nutrimentos que se extraen en el ducifolias (T. grandis, C. ododrata y G. arborea) se
producto cosechado, por ejemplo madera, sean defolian durante la época sequía para sobrevivir
mayores en este último tipo de especies. Todo lo los largos períodos secos, otras como P. caribaea
99
DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES

pueden sobrevivir largos períodos secos en suelos pecies caducifolias es muy rápida y compensa la
distróficos, mientras que otras pueden soportar en baja fertilidad de los suelos; por el contrario, en
suelos secos y alcalinos (Prosopis juliflora, L .leuco- las montañas el proceso de descomposición se ve
cephala y algunas especies de Acacia). limitado por la baja temperatura y la menor acti-
vidad biológica (Salas 1987).
Estado nutricional de los pH del suelo: La condición ácida del suelo re-
bosques o plantaciones duce la disponibilidad de calcio (Ca), magnesio
forestales (Mg), molibdeno (Mo) y fósforo (P) pero aumenta
la disponibilidad de hierro (Fe), manganeso (Mn),
Conocer el estado nutricional de un bosque o boro (B), cobre (Cu) y zinc (Zn), como ocurre en
plantación forestal, requiere de un inventario que la mayoría de los suelos rojos, arcillosos muy me-
permita entender, además de la fertilidad del eco- teorizados (Ultisoles y Oxisoles) de las regiones
sistema, todas las condiciones que puedan alterar tropicales húmedas. La mayor disponibilidad de
el mecanismo normal de absorción de nutrimen- nitrógeno (N) ocurre a pH entre 6,0 y 7,0. En re-
tos por parte del árbol. El conocimiento adquirido giones tropicales húmedo-secas donde se encuen-
a través de un inventario ayuda a determinar si la tran Alfisoles y Vertisoles, el pH del suelo suele
presencia de un problema la provoca o aumenta la ser mayor a 6,5, elevándose la disponibilidad de
aparente escasez de nutrimentos, o si por el con- elementos como el Ca, el Mg y el potasio (K) pero
trario, es causada por algún otro tipo de factor. reduciéndose la disponibilidad de elementos me-
nores como el Zn, B y azufre (S).
Variables edáficas asociadas a la
Salinidad: Bajo condiciones de baja precipitación,
absorción de nutrimentos
se presentan suelos muy secos, a menudo clasifi-
Las características edáficas se ven fuertemente cados dentro del orden Aridisoles, en los cuales se
afectadas por el impacto que ejercen actividades pueden presentar acumulaciones de sales solubles
en la plantación como la cosecha de los árboles, la y sodio (Na), las cuales afectan negativamente el
preparación del sitio para la siembra, la fertiliza- desarrollo de muchas especies forestales. Jacobs
ción inicial y el control de malezas. Estas prácti- y Timmer (2005), discuten el efecto de la salini-
cas pueden afectar la estructura del suelo, causar dad causada por sobre fertilización sobre el sis-
compactación y pueden reducir el crecimiento de tema radical de plántulas de varias especies. Este
los árboles, al aumentar la resistencia del suelo problema también se asocia a un mal manejo del
a la penetración de raíces, reducir la aireación y riego (utilización de agua de riego de baja calidad
cambiar los flujos de agua, calor y disponibilidad y/o falta de canales de drenaje) y a la presencia de
de nutrimentos. suelos con tabla de agua alta.

Temperatura del suelo: La absorción de nutri- Condiciones de humedad: Las condiciones de


mentos por el árbol es lenta en suelos fríos, lo que sequía causan que elementos como el B, Zn, Cu,
eleva la posibilidad de encontrar deficiencias nu- K y P sean menos asequibles al sistema radical
tricionales en suelos en los que la cantidad dispo- que otros. El bronceamiento (deficiencia de Mg)
nible de nutrimentos es limitada. Este problema y el amarillamiento de la hojas de la parte infe-
ocurre porque la difusión de los elementos en el rior de la copa hacia arriba (deficiencia de N), son
suelo es lenta y la actividad radical es reducida. problemas que se asocian comúnmente a períodos
Cuando la temperatura del suelo es elevada, pue- de sequía. Novais et al. (1990), documentan como
de ocurrir una disminución del crecimiento de la absorción de P y el crecimiento del sistema ra-
las raíces y hasta la muerte de las más finas, por dical del eucalipto se reducen significativamente,
lo que también se reduce la velocidad de absor- aún cuando los suelos se encuentran a capacidad
ción de nutrimentos. En zonas tropicales bajas y de campo. En el otro extremo, cuando los suelos
calientes, la recirculación de nutrimentos de es- son mal drenados, los elementos como el Fe y el
100
4

Mn, que son fácilmente reducibles, pueden lle- yor volumen de biomasa aérea, lo que según la
gar a alcanzar niveles de toxicidad para especies teoría del modelo vascular, implica más absorción
forestales no adaptadas a dichas condiciones. En de agua y nutrimentos del suelo; por esta razón
los trópicos el crecimiento de los árboles es casi la poda y el raleo son importantes en definir la
continuo, por lo que su ritmo de crecimiento se ve biomasa total de los árboles, en particular su diá-
más afectado por déficit de humedad que por las metro, así como la necesidad de nutrimentos. La
estaciones del año; sin embargo, es difícil asociar competencia inter- e intraespecífica, si bien tien-
cambios en concentración de nutrimentos al défi- den a favorecer un tipo de desarrollo deseado del
cit de humedad, ya que este va comúnmente aso- tronco del árbol, también puede conducir a favo-
ciado a otros factores climáticos como radiación recer nichos especiales para el desarrollo de enfer-
solar, temperatura y humedad (Brunck 1987). medades y plagas, y además a elevar la necesidad
de aplicar nutrimentos del suelo para mantener el
Variables de manejo silvicultural crecimiento deseado.
Identificación y control de malezas: Algunas Podas y raleas: La adición de residuos, producto
malezas son más agresivas que otras, en particular de la poda o del raleo en plantaciones forestales,
durante los años de establecimiento de la plan- tiene un efecto de adición de nutrimentos aso-
tación, por lo que deben ser controladas, ya sea ciados a la mineralización del material orgánico,
con herbicidas o en forma mecánica. Las male- pero también puede causar una inmovilización
zas compiten con los árboles por agua, luz, aire biológica de nutrimentos causada por fijación bio-
y nutrimentos y en algunos casos pueden liberar lógica de los microorganismos que descomponen
sustancias que inhiben el crecimiento de los ár- el mismo material (ver Capítulo 3).
boles. El control mecánico de las malezas (moto
Extracción de madera: El proceso de extracción
guadañas) muy a menudo se asocia a la estrangu-
de la madera conlleva la apertura de caminos, ac-
lación de árboles recién trasplantados y la quema
tividad que tiene efectos profundos sobre las pro-
por herbicidas aplicados a plantaciones vecinas
piedades físicas y químicas del suelo entre las que
también tiene síntomas que debe aprenderse a
sobresalen: 1) la infiltración, 2) compactación (au-
reconocer, antes de atribuírselos a deficiencias
mento de la densidad aparente), 3) hidrología (de-
nutricionales.
crece la retención de humedad y la conductividad
Prácticas de labranza: Cuando las plantaciones hidráulica), 4) calidad del agua y 5) pérdida de
se realizan sobre terrenos anteriormente cultiva- nutrimentos (Lang 2000; Arce 2003). Los caminos
dos o dedicados a la cría de ganado, es común de extracción de madera son la principal causa de
encontrar capas compactadas sea por el uso de la pérdidas de suelo por erosión y de los nutrimen-
maquinaria o por el pisoteo del ganado, problema tos ligados a las partículas de suelo, debido a que
que a menudo induce a deficiencias nutriciona- tienen una superficie compactada que redunda
les al impedir el crecimiento normal de las raíces. en una mayor escorrentía; el problema se agrava
Este tipo de problema puede resolverse con una cuando las cunetas de los caminos no están reves-
labranza profunda, de preferencia a realizarse en tidas y concentran el flujo lento del agua para con-
la banda donde se van a sembrar los árboles y vertirlo en uno con velocidad erosiva y cuando no
nunca en la entrecalle después de que estos han se cuenta con recolectores de agua, lo que causan
sido sembrados. la formación de cárcavas en sus márgenes.
Espaciamiento de la plantación: Esta variable
debe calcularse de forma tal que permita maximi- Deficiencias nutricionales
zar la utilización de agua, luz y nutrimentos por
parte de los árboles, respetando la arquitectura Causas: En el Cuadro 4.2 se resumen las con-
de la especie a plantar. Según Morataya (1996), diciones edáficas que comúnmente se asocian a
a mayor volumen de albura, se produce un ma- deficiencia o suficiencia de elementos esenciales
101
DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES

Cuadro 4.2. Tipos de suelo asociados a condiciones de deficiencia y suficiencia de elementos esenciales (adaptado de Webb et al. 2001).

Suelos en los que la deficiencia ocurre con frecuencia


Suelos minerales bajos en materia orgánica con pH neutro a alcalino en los cuales la materia N, P
orgánica se ha reducido y no ha sido repuesta.
Suelos a los que se les ha adicionado un alto contenido de materia orgánica con una relación C:N N
alta.
Suelos de textura arenosa o franco-arenosa (particularmente cuarcíticos) en regiones muy N, P, K, Ca, Mg, S, Fe,
lluviosas en las que el suelo es fácilmente lavado o que no contienen el elemento. Zn, Cu, Mn, B
Suelos muy meteorizados, bajos en materia orgánica altos en óxidos de Fe y Al que retienen el P, K, Zn, B, Mo, Al tox.
elemento.
Suelos con alto contenido de alofana o caolinita muy lixiviados. P, Ca, Mg, S, B
Suelos alcalinos y calcáreos altos en Na intercambiable que disminuye la absorción del elemento. Ca, Fe,

Suelos alcalinos altos en Ca y Mg que precipitan el elemento o con carbonatos de Ca libre. P, Zn, Cu, Mn, B
Suelos sobre encalados o sobre fertilizados con K o Amonio. Mg
Suelos orgánicos y ácidos. P, Mg, Fe, Zn, Cu, Mn
Suelos orgánicos sobre encalado; suelos derivados de diabasas. B
Suelos calcáreos inundados o compactados Fe, Zn,
Suelos pobremente drenados Mn, Fe
Suelos ácidos con altos niveles de Mn, Zn, Cu o Ni que disminuye la absorción del elemento. Fe
Suelos con material parental bajo del elemento. Zn, Cu, Mn
Suelos erosionados en los que se expone un subsuelo ácido. Zn, Ca, Mg, N, P
Suelos en los que ha habido fuertes aplicaciones de P, Cu, Mn y Fe. Zn
Suelos altos en arcilla y limo. Zn, Cu
Suelos podsólicos excesivamente lavados. Cu, B, Mo
Suelos mal drenados con alto contenido en materia orgánica. Mn
Suelos ácidos formados en materiales altos en el elemento. Mn tox.
Suelos en los que la deficiencia ocurre raramente
Suelos orgánicos recientemente encalados por primera vez. N, Mo
Suelos altos en materia orgánica en descomposición. S
Suelos a los que se les ha adicionado un alto contenido de materia orgánica con una relación C:N N
baja.
Suelos arcillosos esmectíticos a los cuales se les ha adicionado fertilizante amónico N
recientemente.
Suelos agrícolas (muy fertilizados) recientemente convertidos a plantaciones forestales. P
Suelos jóvenes en los que el material parental es rico en el elemento. K
Suelos calcáreos (suelos derivados de corales o calizas). Ca, Mo
Suelos de regiones áridas. Ca
Suelos derivados de materiales parentales altos en Mg (Serpentina). Mg
Suelos en los que las adiciones atmosféricas pueden ser altas adyacentes a industrias que S
queman carbón, ciudades grandes, océanos, pantanos o volcanes.
Suelos ácidos con bajos niveles de Mn, Zn, Cu o Ni. Fe, Cu, Mn tox.
Suelos inundados no calcáreos. Fe, Mn
Suelos minerales altos en materia orgánica. Fe, Zn
Suelos ácidos de material parental rico en el elemento. Zn, Mn
Suelos en los que se aplica agroquímicos que contengan el elemento. Zn, Cu
Suelos formados de sedimentos marinos. B
Suelos cercanos al mar. B
Suelos de pH alto sin carbonatos libres. B, Mn tox.
Suelos orgánicos ácidos altos en el elemento. Mn tox.
Suelos orgánicos sobre materiales calcáreos. Mn tox.
Suelos inundados altos en materia orgánica Mn tox.
102
4

de acuerdo con Webb et al. (2001). Las principa- dios de crecimiento del árbol ó 2) a las interaccio-
les causas de las deficiencias nutricionales pueden nes entre el suelo, el sitio y las especies arbóreas.
resumirse, de acuerdo con Evans (1992), de la si- En el primer caso puede acotarse que la dinámica
guiente manera: de los nutrimentos en una plantación cambia con-
forme es árbol crece y pasa de un estado de desa-
• Suelos pobres de cualquier tipo, por
ejemplo: arenosos, erosionados ó formados
rrollo a otro; sin embargo, es más común que las
a partir de desechos humanos. deficiencias se presentes durante el primer estado
de crecimiento, a los pocos meses después de es-
• Reciclaje de nutrimentos inadecuado en tablecida la plantación debido a que:
suelos infértiles; por ejemplo, puede ocurrir
una acumulación excesiva de residuos que • Durante las primeras semanas las plántulas
tiende a inmovilizar una cantidad grande de no muestran la deficiencia sino hasta que
nutrimentos sobre el suelo. dejan de obtener los nutrimentos que se les
aplicó en el vivero
• Deficiencias nutricionales inducidas por
otros factores tales como: • Una vez establecidas, período que toma de
unas semanas a pocos meses, las plántulas
1. lavado de nutrimentos en áreas muy inician un proceso de crecimiento acelerado
lluviosas en altura, número de ramas, superficie
2. muy poca lluvia, lo que causa foliar y sistema radical, lo que aumenta la
deficiencias durante la época seca necesidad de nutrimentos
(lixiviación)
• Casi no se da un reciclaje de nutrimentos en
3. sobre encalado induciendo deficiencias el suelo, lo que no ocurre sino hasta que se
de Fe y Mn desarrolle la corona
4. efectos del pH del suelos como
precipitación de P en suelos alcalinos • Las raíces que se desarrollan pueden no ser
o como P-Al y/o P-Fe en suelos ácidos, suficientes para competir con las malezas,
ó retención del mismo elemento en en particular cuando la micorrización es
arcillas de bajo rango de cristalización pobre o se presentan barreras de orden
físico del suelo.
• Interacción con otros nutrimentos. Los
niveles de un nutrimento pueden afectar los En el segundo caso, son muchos los factores que
requerimientos de otros, de manera notable pueden afectar la disponibilidad de los nutrimen-
las relaciones N-P y P–K. La aplicación tos, por lo que es difícil predecir cuando estas se
de P como fertilizante puede inducir una van a producir. Normalmente solo la experiencia
deficiencia de K, cuando en condiciones en cada sitio permite conocer cuando la falta de
naturales la deficiencia de K no existía, cosa crecimiento se debe a un factor de este tipo (por
que no ocurre cuando se adicionan los dos ejemplo, falta de agua puede causar deficiencias
elementos al mismo tiempo. de N o poca absorción de P).
• Pobre o inexistente asociación con Síntomas: Los síntomas visuales más comunes
micorrizas o pobre nodulación en árboles incluyen 1) cambios en el tipo de crecimiento,
fijadores de N.
2) de color de los tejidos y 3) en la anatomía del
• Demasiada competencia con malezas árbol. Cuando las deficiencias nutricionales son
severas, se desarrollan síntomas visibles en las
• Siembra de especies en sitios inadecuados,
hojas, tales como baja producción de follaje, cre-
por ejemplo Leucaena leucocephala en
cimiento lento del árbol, malformaciones como
suelos con pH menor a 5.
crecimiento en tipo de roseta (deficiencia de B),
Ocurrencia: La ocurrencia de deficiencias nutri- aborto de semillas y flores, muerte descendente,
cionales puede deberse a: 1) los diferentes esta- hojas torcidas o simplemente un amarillamiento
103
DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES

aparente. Naturalmente, los síntomas visuales va- Aucoumea, samba (Triclochiton scleroxylon), Arau-
rían según la especie y los cambios climáticos y a caria y Agathis, y por último como de ciclo largo
menudo se manifiestan asociados a daños causa- especies como teca, caoba (Khaya y Entandophrag-
dos por insectos, hongos y sequía, lo que dificulta ma spp.) y Chlorophora excelsa (Brunck 1987).
su interpretación.
Diagnóstico: Uno de los principales problemas
En algunos lugares los técnicos pueden basar su asociados al manejo de la fertilización de una
recomendación de fertilización en base a este cri- plantación consiste en encontrar el mejor método
terio (aunque se considera tardío pues el árbol ya de diagnóstico para determinar los factores que
está sufriendo el daño causado por la deficiencia más limitan la producción. Se pueden emplear va-
nutricional) y existen publicaciones con fotos a co- rias técnicas para reconocer deficiencias de nutri-
lor de síntomas de deficiencia de algunas especies mentos en plantaciones forestales, entre las cuales
forestales, principalmente de plantaciones en cli- sobresalen: 1) Síntomas visuales en las plantas, 2)
ma templado. Aunque algunos síntomas pueden Pruebas de invernadero, 3) Ensayos de campo
relacionarse con la deficiencia de algún elemento (para determinar tipos y cantidades de fertilizan-
en particular, se recomienda realizar el análisis fo- te, necesidad de encalado, definición del método
liar para corroborar la deficiencia (Cannon 1983a; estadístico a utilizar, etc.), 4) Plantas indicadoras
Fisher y Binkley 2000). En el Cuadro 4.3 se inclu- en el campo, 5) Análisis químico y físico de suelos
yen algunos síntomas visuales de deficiencias para (diferentes metodologías, profundidades de mues-
coníferas y especies latifoliadas, según lo resumen treo, definición de niveles críticos etc.), 6) Análisis
Zöttl y Tschinkel (1971) y Cannon (1983b); otros de tejidos (diferentes metodologías, definición del
trabajos relevantes para caoba, cedro y eucalipto tejido a muestrear, definición de niveles críticos,
incluyen fotos de deficiencias nutricionales (Webb etc.) y 7) Mapas de suelos (sitios). A continuación
et al. 2001; Dell et al. 2001). se discuten los métodos de síntomas visuales, de
De acuerdo con INPOFOS (2003), los síntomas análisis de suelos y de análisis de tejidos; las prue-
causados por plagas (insectos, nemátodos y áca- bas de invernadero no se discuten debido a la di-
ros) y las enfermedades (hongos, bacterias y virus) ficultad que tiene el comparar los resultados que
pueden ser confundidos con síntomas de algunas se generan con las condiciones reales de campo;
deficiencias nutricionales. En el caso de los sínto- la utilización de plantas indicadoras es poco con-
mas causados por enfermedades, el daño se pue- fiable y el uso de mapas de suelo ya se discutió en
de diferenciar del causado estrictamente por defi- el Capítulo 2.
ciencias nutricionales porque: 1) las deficiencias
nutricionales son generalizadas mientras que en Métodos de diagnóstico
el caso de las enfermedades los síntomas ocurren nutricional
en manchas o plantas aisladas, 2) los síntomas de
deficiencias nutricionales presentan una gradien- Análisis foliares
te de intensidad en las hojas que, dependiendo del
elemento, se intensifica de las hojas viejas a las Definición: Se entiende por análisis foliar aquel
nuevas, cosa que no ocurre en el caso de las en- que se utiliza para determinar la concentración
fermedades y 3) los síntomas de deficiencias nu- total de los nutrimentos minerales presentes en
tricionales son simétricos y aparecen en pares se las agujas y hojas de los árboles y se utiliza con
hojas opuestas o adyacentes. En forestería tropical frecuencia debido a que es un análisis rápido de
deben establecerse diferencias entre coníferas y hacer. Sin embargo, la utilización de esta técnica
especies de hoja ancha (Cuadro 4.3 en página si- de análisis es poco común en el manejo de plan-
guiente), así como entre especies de ciclo de creci- taciones forestales debido a que las concentra-
miento corto, medio y largo; se consideran como ciones encontradas en las hojas varían mucho en
de ciclo corto Eucalyptus, Acacia, Gmelina y Pinus, función de los diferentes niveles de disponibilidad
de ciclo medio especies como Cedrela, Terminalia, de agua y a las variaciones climáticas durante el
104
4

Cuadro 4.3. Síntomas visuales de deficiencias nutricionales en especies forestales coníferas y latifoliadas (tomado de Zöttl y Tschinkel 1971;
Cannon 1983b).

CONÍFERAS LATIFOLIADAS
NITRÓGENO
Follaje de color verde-amarillento uniforme. Hojas pequeñas y cloróticas. Los síntomas son más comunes
El follaje maduro puede verse seco en las hojas maduras las cuales se vuelven rojizas a moradas.
prematuramente. Acículas cortas. Las plántulas Los rebrotes salen delgados y cortos. Las raíces están
tienen el tallo rojizo. El crecimiento es reducido. relativamente bien desarrolladas (crecimiento de hambre).
FÓSFORO
Acículas cortas y con las puntas amarillas Crecimiento lento. Numerosos puntos oscuros en el borde
o necróticas. Follaje joven de color rojizo- de las hojas las cuales se tornan de color rojizo-amarillento
amarillento. Crecimiento lento. Fructificación y de tamaño pequeño. Caída de hojas maduras. Los rebrotes
reducida. Poco desarrollo radical. tienden a ser delgados y pequeños.
POTASIO
Acículas cortas y cloróticas con necrosis en las Hojas pequeñas y con los márgenes enrollados hacia arriba
puntas. La parte más vieja del follaje muestra y con manchas. Secamiento ascendente quedando las hojas
primero el síntoma. jóvenes verdes. Follaje de colores rojizo a verde-azulado.
MAGNESIO
Las puntas de las acículas maduras son Las hojas maduras presentan clorosis y necrosis entre las
amarillentas pero con la base verde. El venas y ocurre caída del follaje maduro. El crecimiento se ve
crecimiento se ve poco afectado. poco afectado. Follaje a veces de color rojizo y enrollado.
CALCIO
Acículas jóvenes de color amarillo y con poco Manchas rojizas en el fondo de la hoja. Necrosis,
desarrollo. Puntas de todas las acículas de color marchitamiento y caída de follaje. Márgenes de las hojas
amarillo o necróticas. Carencia de yemas y cloróticos. Secamiento descendente. Las puntas de los brotes
exudado de resinas. Poco frecuente en coníferas. en la cima de los árboles se tornan marrón y se secan
HIERRO
Carencia de yemas en las ramas superiores. Hojas jóvenes amarillas con venas verde oscuro. Algunas veces
se ven los bordes de las hojas quemados.
ZINC
Las acículas apicales se enrollan hacia adentro Hojas casi blancas con color verde claro en las venas, con
de la fascícula, son cortas, tiesas y de color lesiones necróticas de hasta 0.5 cm de diámetro. Muchos
verde. Acículas tienen punta de color oro y las retoños largos y delgados con acortamiento de los entrenudos.
bases de color verde pálido.
BORO
Crecimiento reducido, torcido y con necrosis Follaje pequeño y torcido con venas gruesas. Secamiento
en las yemas terminales. Copa achaparrada descendente. Copa achaparrada. Marchitamiento durante el
y acículas cortas. Exudado de resina. Fuste verano. Fustes con tallos múltiples.
bifurcado. Die-back del brote principal,
exudación de resina y/o un crecimiento tortuoso
de los brotes y del fuste
MANGANESO
Clorosis en las puntas de las acículas. Yemas Clorosis entre las venas de las hojas jóvenes. Marchitamiento,
cloróticas, crecimiento retardado y hasta muerte caída de follaje y secamiento descendente.
COBRE
Acículas de color verde-azulado. Puntas de las Hojas cloróticas, largas, torcidas y delgadas, con manchas
acículas secundarias enrolladas hacia abajo y irregulares de blanco a verde. Bordes de las hojas irregulares y
necróticas, a veces con un color rojo-amarillento. secamiento descendente.
MOLIBDENO
Follaje de color azulado Clorosis entre las venas del follaje joven. Quemadura de los
márgenes de las hojas maduras mientras que el interior
permanece verde. Los síntomas son iguales a los de deficiencia
de N.

105
DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES

año (Brunck 1987). Driessche (1974) agrega que Factores que lo afectan: Varios autores (Zöttl
además los suelos forestales varían más que los y Tschinkel 1971; Evans 1979; Cannon 1983a;
agrícolas y que los cultivos agrícolas tienen una Brunck 1987; Bonneau 1988; Evans 1992; Fisher
uniformidad genética mayor que la encontrada en y Binkley 2000) consideran importante observar
forestería, lo que causa una mayor variación de ciertas reglas cuando se toman muestras para
los resultados de análisis foliares en estos ecosis- análisis foliar, teniendo en consideración que los
temas. Con los resultados obtenidos con este tipo contenidos de nutrimentos en el follaje varían con
de análisis y su relación con las variables de cre- la estación (período del año), con las variaciones
cimiento de los árboles, se pueden definir los ni- climáticas de un año a otro, la hora del día, la
veles de carencia, crítico, óptimo, de consumo de edad del árbol, su posición en la copa del árbol, el
lujo y de toxicidad para cada especie. El análisis desarrollo del tejido foliar (edad de la hoja), la cla-
foliar puede utilizarse de dos maneras, 1) como se diamétrica de los árboles, la variación natural
herramienta de diagnóstico (requiere precisión entre los árboles de la plantación, el aspecto de la
baja), para decidir cual nutrimento(os) son defi- pendiente, el balance de nutrimentos y la compe-
cientes en una plantación de bajo crecimiento y tencia y sanidad del árbol en el rodal.
2) como herramienta predictiva (demanda preci-
En la Figura 4.2 puede verse como los cambios en
sión alta) para predecir cuánta respuesta se puede
el P foliar para varias especies forestales siguen
esperar ante la adición de un fertilizante a una
el incremento en la adición de este elemento al
plantación (Driessche 1974).
suelo cuando se determina en los pecíolos, pero
no cuando se determina en la lámina (Webb et al.
Los árboles que sufren de deficiencia tienen con-
2000). Driessche (1974) menciona varios enfoques
centraciones menores que la normal en el tejido
similares desarrollados para especies forestales
analizado como consecuencia de una suplencia
con anterioridad al trabajo de Webb et al. (2000)
inadecuada de algún nutrimento; por el contrario,
concluyendo que la interpretación de este tipo
cuando las concentraciones son muy elevadas, esto
de resultados es difícil y por tanto se recomienda
puede implicar toxicidad o intoxicación con el mis-
más el uso del análisis foliar.
mo elemento. No obstante que existe una correla-
ción generalizada entre la concentración promedio Niveles críticos foliares: Se entiende por nivel
foliar de nutrimentos y la biomasa total, no existe crítico foliar, el contenido de un elemento en las
una relación simple entre la concentración foliar hojas que parece necesario para asegurar el buen
de nutrimentos y el contenido de los nutrimentos crecimiento del árbol (Stuhrman et al. 1994). Para
en el bosque, porque estos pueden tener concen- cada nutrimento, pueden determinarse los niveles
traciones similares en el te-
jido vivo y cantidades muy
diferentes en el mecanismo
de reciclaje interno. Se ha en-
contrado que una especie en
particular puede no mostrar
diferencias apreciables en la
concentración foliar de nutri-
mentos cuando crece en sue-
los con una marcada diferen-
cia en disponibilidad de nu-
trimentos, lo que dificulta el
empleo de métodos de rutina
establecidos, a no ser que se
calibren para cada una de las Figura 4.2. Efecto de la adición de P al suelo en la concentración de P en la lámina y el pe-
cíolo con raquis de la hoja madura más joven de F. brayleyana, C. odorata y C. australe y en las
especies (Grubb 1995). acículas distales de A. robusta (tomado de Webb et al. 2000).
106
4

de deficiencia, suficiencia y toxicidad, tomando incidiendo con el desarrollo de la corona (Water-


muestras de tejido proveniente de árboles vigoro- loo 1994).
sos, creciendo en sitios o parcelas de crecimiento
diferente. Este método de diagnóstico, se basa en Driessche (1974) sugiere que en las plantas su-
las correlaciones existentes entre el contenido de periores, la región apical ejerce control sobre los
elementos en las hojas, acículas o escamas de los demás organismos de las mismas al producir hor-
árboles y su tasa de crecimiento, estimada como monas en esta región, desde donde se tanslocan
incremento medio en altura, diámetro o volumen, a los otros tejidos dejando una gradiente de su
las cuales normalmente son de tipo cuadrático y concentración y regulando el crecimiento de estos
descansan en la ley del mínimo de von Liebig que tejidos. Pareciera aceptable que la parte apical de
establece que el crecimiento está determinado por la corona mantenga entonces cantidades relativa-
el factor (nutrimento) que se encuentre en menor mente altas de nutrimentos, mientras la parte in-
disponibilidad. ferior de la copa podría experimentar una menor
concentración de nutrimentos. La concentración
El análisis foliar es muy utilizado para determinar foliar de nutrimentos también varía según la po-
el estado nutricional de los árboles, pues se consi- sición donde se tomen las muestras dentro de la
dera que es más preciso que el análisis de suelos; copa del árbol. Las mayores concentraciones de
este último tiende a utilizarse más cuando aún no N, P, K y Zn se encuentran en los tejidos nuevos
se han sembrado los árboles y quiere determinar- en la parte más alta de la copa y las menores en las
se si las condiciones naturales son o no suficientes agujas muertas, indicando la posible translocación
para el futuro desarrollo de la especie de interés.
de estos nutrimentos desde las hojas hacia los te-
Sin embargo, a menos que se realice una inves-
jidos vivos antes de su abscisión. Por el contrario,
tigación larga y completa en diferentes sitios, el
las concentraciones de Ca, Mg, B y Mn disminu-
análisis foliar solo permite detectar el elemento
yeron con la altura de la copa (tejidos más viejos) y
más deficiente y no otros que puedan serlo pos-
alcanzan los valores más altos en el tejido muerto,
teriormente, cuando se haya corregido la primera
donde tienden a acumularse (Segura et al. 2005).
deficiencia.
Es necesario conocer la variación estacional de
La concentración de nutrimentos entre tejidos del
los nutrimentos en las hojas para definir el me-
árbol es grande y difiere entre los varios compo-
nentes de la biomasa. De esta manera, la mayor jor momento en que este tejido debe muestrear-
acumulación de nutrimentos se espera ocurra en se, logrando colectar hojas con alta concentración
la parte más rica de la corona de los árboles du- de nutrimentos y bajo coeficiente de variación
rante los primeros años de la rotación. Una vez (Vidal et al.1984). Bajo condiciones naturales en
que se cierra el dosel, la demanda por nutrimen- ecosistemas tropicales distróficos con época seca
tos disminuye, ya que se requiere absorberlos definida, los árboles disminuyen a la mitad o la
mayormente para la producción de madera. En tercera parte de la concentración de N, K, P y S
pinos, a pesar de que la biomasa foliar representa y aumentan del contenido foliar de Ca desde que
tan solo el 15% del total de la biomasa, los nutri- se inicia el desarrollo de las hojas hasta la mitad
mentos asociados a esta fracción representan el de la estación seca, mientras que el contenido de
4% del P y el 59% del Ca, mientras que la madera Mg primero aumenta y luego disminuye durante
cosechada representa el 70% de la biomasa total el mismo período, de manera que los valores más
y tan solo contiene el 37% del P y el 20% del Ca bajos se encuentran en enero (época seca) y los
(Waterloo 1994), por lo que la extracción y repo- más elevado en junio-julio (época de mayor acti-
sición posterior de nutrimentos del ecosistema en vidad de crecimiento); los cambios observados se
este tipo de plantaciones es poca. La acumulación atribuyen principalmente al lavado de nutrimen-
de macronutrimentos en pinos aumenta con la tos durante la época lluviosa y la translocación de
edad de la plantación, alcanzándose el máximo los mismos desde el final de la misma época y
de acumulación entre los 6 y 8 años de edad, co- durante parte de la época seca (Sarmiento 1984).
107
DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES

Bajo condiciones de clima monzónico, al inicio ted System), en el cual se considera el balance
de la época de lluvias, es factible encontrar un de nutrimentos y la interpretación se hace con-
aumento de la concentración foliar de nutrimen- siderando las interrelaciones de los elementos re-
tos debido a la mineralización rápida de la mate- levantes en forma simultánea. Los resultados de
ria orgánica acumulada en el ecosistema durante los cálculos son índices comparables para cada
la estación seca, efecto pasajero pues, al igual elemento basados en sus relaciones con los otros
que cuando se adicionan fertilizantes en plan- elementos. Cuando se busca una “sub-población
taciones, el efecto de dilución (lo que significa de referencia” de alto rendimiento, los valores ín-
que la adición de un elemento resulta en un in- dice negativos que se investigan indican una baja
cremento de materia seca y la concentración los suplencia del elemento, mientras que los valores
otros nutrimentos por unidad de materia seca se altos indican una mayor disponibilidad del mismo
reduce) y lavado lo hace desaparecer rápidamen- elemento.
te. El efecto de dilución también puede deberse a
otras interacciones de naturaleza fisiológica que Como el contenido foliar de nutrimentos repre-
envuelven cambios en su translocación o a in- senta el resultado de la extracción, absorción,
teracciones en la superficie de las raíces o de la translocación y utilización de los nutrimentos del
membrana celular de las raíces (Driessche 1974). suelo por la planta a través del tiempo, normal-
Birkelbach et al. (1996) demuestran que las po- mente este contenido correlaciona bien con el de-
cas correlaciones obtenidas entre la concentra- sarrollo y el vigor del árbol (Cannon 1983a). Sin
ción de nutrimentos disponibles en el suelo y la embargo, el análisis foliar no siempre es un buen
concentración de los mismos en el tejido foliar método para predecir la respuesta a la aplicación
en 5 especies del bosque montano bajo de Costa de fertilizantes en el área forestal, debido princi-
Rica, solo ocurren durante la estación lluviosa y palmente a errores de muestreo, de laboratorio al
nunca durante la estación seca, lo que atribuyen realizar los análisis o a variaciones del contenido
a que, entre otras, las especies se mantienen por foliar de nutrimentos de las hojas causadas por
un período dominante de 9 meses de estación variables ambientales como el mal drenaje. Her-
lluviosa, cuando además pueden explorar capas nández et al. (1993) mencionan que en suelos mal
húmedas del subsuelo. drenados las concentraciones foliares de Mg, Fe y
Mn en teca, resultan ser más altas que en los bien
De acuerdo con Drechsel y Zech (1994), los valo-
drenados, mientras que lo contrario sucede con
res foliares de los diferentes elementos utilizados
los contenidos de K y P. La absorción de cualquier
como punto de referencia tienen un valor limi-
nutrimento no solo depende de su disponibilidad
tado ya que a menudo se presentan deficiencias
múltiples y varias interacciones fisiológicas entre inmediata en el suelo, sino que también de otros
los elementos asociados, además a efectos de dilu- factores edáficos como el pH del suelo, la presen-
ción y a problemas de muestreo relacionados con cia de otros nutrimentos y complejos que puedan
la época y la posición en el árbol de la muestra a interactuar con el nutrimento en consideración,
analizar. El nivel crítico de un elemento en la plan- el contenido de humedad y la estructura, la pre-
ta, depende de que los demás nutrimentos hayan sencia de hongos y la distribución de raíces (todos
sido proporcionados en forma adecuada, ya que la en el mismo sitio), así como a diferencias en otras
deficiencia de otro elemento puede alterar el nivel condiciones ambientales como la temperatura y la
crítico del primero en consideración y varían en precipitación (Vidal et al. 1984).
el follaje según su edad y con la procedencia del
En casos excepcionales, se encuentran en la lite-
material genético.
ratura datos de concentraciones foliares estrati-
La mayoría de los problemas mencionados pue- ficados (bajos, marginales, satisfactorios) con un
den sobreponerse con el uso del sistema integra- rango de confiabilidad estadística (Cuadro 4.4),
do de diagnóstico y recomendación “DRIS” (del poco comunes excepto en regiones con mucha ex-
inglés, Diagnosis and Recommendation Integra- periencia forestal.
108
Cuadro 4.4. Valores de análisis foliar empleados para indicar el estado 4
nutricional de Pinus radiata (tomado de Ballard 1976).

Ámbito de
Bajo Marginal Satisfactorio
Elemento confianza
%
N < 1,2 1,2 -1,5 >1,5 **
P < 0,12 0,12-0,14 >0,14 ***
K < 0,30 0,30-0,50 >0,50 *
Ca < 0,10 0,10 >0,10 *
Mg <0,07 0,07-0,10 >0,10 **
ppm
B <8 8-12 >12 **
Cu <2 2- 4 > 4 **
Mn <5 5-10 >10 *
Zn <5 5-10 >10 *

Los estudios sobre concentraciones foliares con árboles y que contengan unas 100 hojas o 1.000
especies nativas de regiones tropicales son esca- agujas (15-20 g hojas frescas por árbol). Se prefie-
sos y en su mayoría los datos se generan en inves- re tomar las hojas más recientes, completamen-
tigaciones de alcance restringido. Para el caso de te desarrolladas y en especies resinosas cuando
algunas especies nativas de Costa Rica, puede ver- los árboles entren en un período de reposo. En
se la enorme capacidad de absorción de aluminio sitios donde se mantengan parcelas permanen-
de V. ferruginea (Capítulo 20) y V. guatemalensis tes de monitoreo, éstas pueden utilizarse para
(Capítulo 21), este hecho les confiere una ventaja muestreos, dado que los valores de concentración
adaptativa, ya que pueden crecer en suelos muy pueden correlacionarse con las variables de cre-
ácidos (Herrera y Alvarado 2001) y sufrir menos cimiento estimadas. Dependiendo de la especie,
pérdida de follaje por ataques de hormigas (Folga- los tejidos a muestrear pueden tomarse en varias
rait et al. 1996). partes de la copa de los árboles, siempre y cuando
se encuentren en posiciones iluminadas. Deberán
Muestreo: En general, Brunck (1987) recomienda
evitarse árboles dañados (insectos, plagas, rayería,
tomar las muestras foliares en: 1) los períodos de
etc.) y en la planilla de muestreo deberán anotar-
máxima actividad fisiológica del árbol (por ejem-
se las observaciones necesarias relacionadas con
plo al inicio de la formación de hojas o 4 sema-
el crecimiento de los árboles (p.e., año muy seco-
nas después del inicio de las lluvias); 2) tomar las
lluvioso, incendios, huracanes, etc.).
primeras hojas totalmente desarrolladas (máxima
estabilidad de la concentración, siguiendo el pro- En casos específicos para obtener diferencias sig-
tocolo de muestreo para cada especie); 3) en espe- nificativas de los datos de laboratorio menores al
cies deciduas, muestrear bastante antes de que se 10% con relación a la media en E. deglupta, se re-
inicie su caída; 4) de la parte más alta (iluminada) quiere muestrear 147 árboles en el caso del con-
de la copa y 5) preferiblemente de árboles domi- tenido de Ca, 37 para los elementos menores y 4
nantes o co-dominantes (mayor diámetro). Para para N y P; en Terminalia superba, se recomienda
disminuir el efecto de la variación genética de los muestrear 12 árboles si solo se va a estimar el con-
individuos, la muestra debe ser compuesta y to- tenido de elementos mayores (Brunck 1987).
mada de un promedio de 10-20 árboles para cada
Interpretación: Para comparar los niveles folia-
sitio, rodal o parcela. Las muestras, de aproxima-
res de nutrimentos encontrados en un sitio parti-
damente medio kg de peso, deben conservarse en
cular, se han desarrollado resúmenes de valores
bolsas de plástico oscuro, no exponerse a tempe-
publicados en varios países, similares a los desa-
raturas elevadas y ser transportadas a la brevedad
rrollados por Drechsel y Zech (1991) y Boardman
posible al laboratorio (entre 1 y 3 días).
et al. (1997) para diferentes especies (Cuadros 4.5
Para realizar los análisis foliares, se recomienda a 4.16). Estos cuadros pueden simplificarse para
tomar anualmente muestras compuestas de 10-20 ayudar en la interpretación de datos de laboratorio
109
DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES

de plantaciones específicas, en las cuales también jos acumulan los elementos inmóviles. El uso de
es conveniente tomar muestras de suelo y foliar varias herramientas para basar la recomendación
en sitios en los cuales el desarrollo de los árboles de fertilización a efectuar es conveniente, inclu-
es bueno (no se presentan árboles con deficien- yendo como herramienta el conocimiento local
cias), en los cuales algunos árboles los presenta y sobre el crecimiento de la especie que tengan los
otros que no los presentan (insuficiencia pero no lugareños. La utilización del análisis de compo-
carencia del elemento) y malo (todos los árboles nentes principales o de discriminantes puede ser
presentan deficiencia), de manera que se pueda de utilidad, aunque no identifican efectos causales
comparar los datos obtenidos con los menciona- mientras que los análisis multivariados (regresión
dos por la literatura (Bonneau 1988); en este caso, múltiple y el análisis de factores) pueden generar
debe recordarse que la movilidad de los elemen- información valiosa aunque difícil de obtener; por
tos puede llevar a conclusiones erróneas, pues los estas razones, la mejor alternativa es utilizar téc-
tejidos que más muestran la deficiencia de Ca y nicas flexibles que se adapten a problemas espe-
Mg pueden presentar valores más altos de con- cíficos que consideren conocimientos de fisiología
centración de los mismos que los que aparentan y resultados experimentales relevantes (Brunck
ser suficientes, debido a que al ser tejidos más vie- 1987).

Cuadro 4.5. Concentraciones foliares de S (% con base peso seco estufa) mencionadas en la literatura
para especies arbóreas tropicales de hoja ancha, a menos que se indique otra cosa los valores se
refieren a la concentración en la primera hoja madura de la parte superior de la corona (meristemos
terminales) de árboles codominantes en condiciones de campo (tomado de Drechsel y Zech 1991).

Especie Edad (años) Deficiencia Bajo Intermedio


Acacia auriculiformis 1-2 0,03-0,05 0,07 0,16-0,18
Acacia nilotica 0,5 0,20
Albizia lebbeck 2-3 0,21-0,29
Anogeissus leiocarpus 2 0,17
Azadirachta indica 2-6 0,16-0,37
Cassia siamea 1-2, 6 0,15-0,20
Casuarina equisetífolia 2 0,16
Conocarpus lancifolius 6 0,66-0,86
Cordeauxia edulis 5-15 0,12-0,17
Entandrophragma utile 3-4 0,17-0,20
Eucalyptus camaldulensis 2-4 0,11 0,22-0,28
Eucalyptus torreliana 5 0,17
Eucalyptus grandis 0,20
Leucaena leucocephala 1-2 0,17
Lophira lanceolata 2 0,16-0,18
Parkinsonia aculeata 3-5 0,24
Prosopis chilensis 0.5 0,47
Tamarindus indica 4,15 0,24-0,44
Tarrietia utílis 3 0,09
Terminalia ivorensis 17-23 0,11-0,12
Tieghemella heckilii Plántula, 3-8 0,10 0,19-0,20

110
4

Cuadro 4.6. Concentraciones foliares de N (% con base peso seco estufa) mencionadas en la
literatura para especies arbóreas tropicales de hoja ancha, a menos que se indique otra cosa
los valores se refieren a la concentración en la primera hoja madura de la parte superior de la
corona (meristemos terminales) de árboles codominantes en condiciones de campo (tomado
de Drechsel y Zech 1991).

Edad
Especie Deficiencia Bajo Intermedio
(años)

Acacia auriculiformis 1-2 0,81-1,21 1,68-2,81


Acacia meamsii 16 3,17
Acacia senegal 4 -5 1,8-4,7
Acrocarpus fraxinifolius 2 1,65-2,48
Albizia lebbeck 2-3 3,56-4,06
Azadirachta indica 1-6 1,26-1,56 1,93-2,80
Brosimum alicastrum 2-3,10 1,44 2,27-2,43
Cassia siamea 1-3, 6 2,31-2,69
Casuarina equisetífolia 2-5 1,20 1,54-2,10
Ceiba pentandra 0,5 2,23 2,89
Conocarpus lancifolius 6 0,76 1,03 1,22
Cordeauxia edulis 5-15 1,20-1,49
Dalbergia sissoo 3 2,03 3,25
Entandrophragma utile 3-4 1,33-1,36 2,04-3,00
Eucalyptus camaldulensis 2-10 0,74 1,10 b
1,64-1,87
Eucalyptus deglupta 8 1,98
Eucalyptus grandis 2,90
Eucalyptus saligna 3-4 0,64 0,95 1,19-2,08
Grevillea robusta 3-4 1,30
Leucaena leucocephala 2,4,6 1,98 2,89 4,07-4,26
Lophira lanceolata 2 1,81
Manilkara zapota 2-3 1,97
Musanga cecropioidis 8 1,17
Nauclea diderrichii 22 1,46
Parkia biglobosa 3 1,21 2,17
Parkinsonia aculeata 3-5 2,50-2,89
Prosopis juliflora 2, 4 3,13-3,95
Swietenia macrophylla 2 1,00 1,48
Tarrietia utílis 3 0,85
Terminalia ivorensis 17-23 1,52-1,96
Terminalia superba 2-9 082-1,50 1,81 2,15-2,80
Tieghemella heckilii 3-8 0,39 1,43-2,94
Triplochiton scleroxylon Plántula., 10-12 1,75 1,90-2,15 3,63-3,70
a
Hojas de la parte interna superior de la copa
b
Muestra de la parte inferior de la copa
c
Muestra de posición desconocida
111
DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES

Cuadro 4.7. Concentraciones foliares de P (% con base peso seco estufa) mencionadas en la literatura para especies
arbóreas tropicales de hoja ancha, a menos que se indique otra cosa los valores se refieren a la concentración en la pri-
mera hoja madura de la parte superior de la corona (meristemos terminales) de árboles codominantes en condiciones
de campo (tomado de Drechsel y Zech 1991).

Especie Edad (años) Deficiencia Bajo Intermedio

Acacia auriculiformis 1-2 0,03-0,06 0,10 0,12-0,25


Acacia meamsii 16 0,14
Acacia senegal 4 -5 0,06-0,09 0,12-0,22
Acrocarpus fraxinifolius 2 0,08-0,11 0,13-0,19
Albizia lebbeck 2-3 0,16-0,25
Azadirachta indica 1-10 0,09-0,11 0,11-0,15
Brosimum alicastrum 2-3, 10 0,06 0,08-0,15
Cassia siamea 1-2 , 6, 10 0,10 0,11-0,12 0,18-0,23
Casuarina equisetífolia 1c, 2 , 4, 5 0,02-0,04 0,06-0,11 0,10-0,21
Ceiba pentandra 0.5 0,16
Conocarpus lancifolius 6 0,07 0,11
Cordeauxia edulis 5-15 0,11-0,19
Dalbergia sissoo 3 0,08-0,10
Entandrophragma utile 3-4 0.06-0,09 0,13-0,14
Eucalyptus camaldulensis ensis 2-4,10 0,05-0,08 0.08-0,11 0,12
Eucalyptus deglupta 8 0,09
Eucalyptus grandis 0,14
Eucalyptus saligna 3-4 0,06-0,07 0,09-0,19
Grevillea robusta 3-4 0,08
Leucaena leucocephala 1,3 , 4, 6
c
0,08 0,09-0,10 0,14-0,32
Lophira lanceolata 2 0,08 0,09
Manilkara zapota 2-3 0,16
Musanga cecropioidis 8 0,07
Nauclea diderrichii 22 0,08
Parkia biglobosa 3 0,10 0,15
Parkinsonia aculeata 3-5 0,13-0,16
Prosopis juliflora 2,4 0,08-0,13 0,16-0,19
Swietenia macrophylla 2 0,06 0,08
Tarrietia utílis 3 0,04
Terminalia ivorensis 17-23 0,11-0,13
Terminalia superba Plántula 2-9 0,10 0,11 0,13-0,29
Tieghemella heckilii Plántula, 3-8 0,05-0,06 0,10-0,13
Triplochiton scleroxylon Plántula, 10-12 0,11 0,16-0,18 0,26-0,29
a
(sin) b primordios florales
c
Muestra de la parte interna de la copa

112
4

Cuadro 4.8. Concentraciones foliares de K (% con base peso seco estufa) mencionadas en la literatura para
especies arbóreas tropicales de hoja ancha, a menos que se indique otra cosa los valores se refieren a la
concentración en la primera hoja madura de la parte superior de la corona (meristemos terminales) de
árboles codominantes en condiciones de campo (tomado de Drechsel y Zech 1991).

Edad
Especie Deficiencia Bajo Intermedio
(años)
Acacia auriculiformis 1-2 0,19 0,27-0,38 0,80-1,14
Acacia meamsii 16 0,37
Acacia senegal 4 -5 0,38-1,28
Acrocarpus fraxinifolius 2 0,97-1,28
Albizia lebbeck 2-3 1,27-1,37
Azadirachta indica 2-6, 10 0,15-0,18 0,99-1,79
Brosimum alicastrum 2-3,10 0,87 1,16-1,35
Cassia siamea 1-10 0,71-1,14
Casuarina equisetífolia l-,2,4 0,10-0,17 0,20 0,39-0,56
Ceiba pentandra 0,5 0,57 0,98
Conocarpus lancifolius 6 0,70-1,50
Cordeauxia edulis 5-15 0,69-1,41
Dalbergia sissoo 3 1,20-1,95
Entandrophragma utile 3-4 0,86-1,58
Eucalyptus camaldulensis 2-4, 10 0,19-0,58 0,90-1,50
Eucalyptus deglupta 8 1,06
Eucalyptus grandis 0,75
Eucalyptus saligna 3-4 0,51-1,18
Grevillea robusta 3-4 0,60
Leucaena leucocephala 2,3a,4 0,23 0,40-0,48 1,10-1,39
6 2,09
Lophira lanceolata 2 0,38 0,56
Manilkara zapota 2-3 1,96
Musanga cecropioidis 8 1,22
Nauclea diderrichii 22 1,02
Parkia biglobosa 3 0,58 1,09-1,23
Parkinsonia aculeata 3-5 1,11-2,60
Prosopis juliflora 2, 4 0,96-1,51
Swietenia macrophylla 2 0,97
Tarrietia utílis 3 1,17
Terminalia ivorensis 17-23 0,65-0,89
Terminalia superba 2-9 0,57 0,73-2,18
plántula 1,24-1,42
Tieghemella heckilii plántula 0,97-1,13
3-8 0,67-1,00
Triplochiton scleroxylon Plántula, 10-12 1,23-2,87
a
Parte interna de la copa.
b
Parte baja de la copa.

113
DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES

Cuadro 4.9. Concentraciones foliares de Ca (% con base peso seco estufa) mencionadas en la literatu-
ra para especies arbóreas tropicales de hoja ancha, a menos que se indique otra cosa los valores se
refieren a la concentración en la primera hoja madura de la parte superior de la corona (meristemos
terminales) de árboles codominantes en condiciones de campo (tomado de Drechsel y Zech 1991).

Edad
Especie Deficiencia Bajo Intermedio
(años)
Acacia auriculiformis 1-2 0,25-0,44
2 0,85-1,81
Acacia meamsii 16 0,29
Acacia senegal 4 -5 1,40-5,30
Acrocarpus fraxinifolius 2 0,25-0,40
Albizia lebbeck 2-3 0,53-1,01
Azadirachta indica 1,4 1,40-2,32
2-6 1,71-3,55
Brosimum alicastrum 2-3,10 1,93-3,20
Cassia siamea 1-3, 6 0,94-1,85
Casuarina equisetífolia l- 0,79-0,86
2,4-5 0,41-0,96
Ceiba pentandra 0,5 1,73-1,89
Conocarpus lancifolius 6 0,92-1,20
Cordeauxia edulis 5-15 0,69-1,75
Dalbergia sissoo 3 1,00-1,36
Entandrophragma utile 3-4 0,40-0,93
Eucalyptus camaldulensis 2-4 0,63-1,7
2 1,26-2,15
Eucalyptus deglupta 8 0,47
Eucalyptus grandis 1,60
Eucalyptus saligna 3-4 1,03-2,13
Grevillea robusta 3-4 0,46
Leucaena leucocephala 3-6 1,58-2,67
1-2 0,80
Lophira lanceolata 2 0,37-0,42
Manilkara zapota 2-3 1,60
Musanga cecropioidis 8 0,22
Nauclea diderrichii 22 0,66
Parkia biglobosa 3 0,49-0,59
Parkinsonia aculeata 3-5 1,34-1,65
Prosopis juliflora 2, 4 1,29-2,05
Swietenia macrophylla 2 1,61-2,12
Tarrietia utílis 3 1,03
Terminalia ivorensis 17-23 0,62-1,24
Terminalia superba plántula, 2-9 0,80-3,14
1-8 0,49-1,50
plántula, 10-12 0,51 1,37-3,05

114
4

Cuadro 4.10. Concentraciones foliares de Mg (% con base peso seco estufa) mencionadas en la literatura
para especies arbóreas tropicales de hoja ancha, a menos que se indique otra cosa los valores se refieren a
la concentración en la primera hoja madura de la parte superior de la corona (meristemos terminales) de
árboles codominantes en condiciones de campo (tomado de Drechsel y Zech 1991).

Especie Edad (años) Deficiencia Bajo Intermedio


Acacia auriculiformis 1-2 0,15 0,20
2 0,32-0,60
Acacia meamsii 16 0,09
Acacia senegal 4 -5 0,28-0,55
Acrocarpus fraxinifolius 2 0,07-0,09 0,08-0,09
Albizia lebbeck 2-3 0,15-0,25
Anacardium occidentale 2-10, 50 0,13-0,35
Azadirachta indica 1-10 0,24-0,60
Brosimum alicastrum 2-3,10 0,31-0,48
Cassia siamea 2,6,10 0,18-0,36
3 0,10-0,12
Casuarina equisetífolia l ,4
-
0,12-0,17
2-5 0,16-0,35
Ceiba pentandra 0,5 0,32-0,37
Conocarpus lancifolius 6 0,88
Cordeauxia edulis 5-15 0,09-0,18
Dalbergia sissoo 3 0,19-0,43
Entandrophragma utile 3-4 0,09 0,10 0,14-0,32
Eucalyptus camaldulensis 10 0,14-0,28
2, 3a, 4 0,14 0,27-0,37
Eucalyptus deglupta 8 0,19
Eucalyptus grandis 0,35
Eucalyptus saligna 3-4 0,22-0,37
Grevillea robusta 3-4 0,15
Leucaena leucocephala 1-6 0,31-0,49
Lophira lanceolata 2 0,18-0,31
Manilkara zapota 2-3 0,17
Musanga cecropioidis 8 0,16
Nauclea diderrichii 22 0,20
Parkia biglobosa 3 0,13-0,19
Parkinsonia aculeata 3-5 0,20-0,73
Prosopis juliflora 2, 4 0,30-0,36
4 0,62-0,73
Swietenia macrophylla 2 0,13
Tarrietia utílis 3 0,08
Terminalia ivorensis 17-23 0,17-0,29
Terminalia superba plántula, 2-9 0,13 0,15 0,22-0,41
Tieghemella heckilii plántula, 3-8 0,12-0,27
Triplochiton scleroxylon plántula, 10-12 0,35-0,49
a
Hojas de la parte superior interna de la copa. 115
b
Hojas de la parte baja de la copa.
DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES

Cuadro 4.11. Concentraciones foliares de Mn (mg kg-1 con base peso seco estufa) mencionadas en la li-
teratura para especies arbóreas tropicales de hoja ancha, a menos que se indique otra cosa los valores
se refieren a la concentración en la primera hoja madura de la parte superior de la corona (meristemos
terminales) de árboles codominantes en condiciones de campo (tomado de Drechsel y Zech 1991).

Especie Edad (años) Deficiencia Bajo Intermedio Alto

Acacia auriculiformis 1-2 41-83


Acacia meamsii 16 263
Acacia senegal 4 -5 60-480
Acrocarpus fraxinifolius 2 40-57
Albizia lebbeck 2-3 40-53
Anacardium occidentale 2-10, 50 13-14 32-196 288-309
Azadirachta indica 1,4 35-53
2-6 57-136
Brosimum alicastrum 2-3,10 29-99
Cassia siamea 1-6 38-96
Casuarina equisetífolia l- 678-900
2 220-360
4 22-45
5 90-550
Ceiba pentandra 0,5 35 75
Conocarpus lancifolius 6 26-47
Cordeauxia edulis 5-15 29-48
Dalbergia sissoo 3 370 1.108
Entandrophragma utile 3-4 20 43-93
Eucalyptus camaldulensis 2-4 583-837
Eucalyptus deglupta 8 103
Eucalyptus grandis 600
Eucalyptus saligna 3-4 282-2257
Grevillea robusta 3-4 611
plántulab 262-880 1.940≥4.000c
Leucaena leucocephala 1-3,6 60-94
4 9 28 ≥550c
Lophira lanceolata 2 230-415
Manilkara zapota 2-3 10
Musanga cecropioidis 8 112
Nauclea diderrichii 22 35
Parkia biglobosa 3 187-389
Parkinsonia aculeata 3-5 118-141
Swietenia macrophylla 2 13 37
Tarrietia utílis 3 558
Terminalia ivorensis 17-23 66-204
Terminalia superba 4 43 159-198
Plántula, 2-9 16 24-86
Tieghemella heckilii plántula, 3-8 240-293 450
Triplochiton scleroxylon plántula., 10- 36-98 551
a
Parte baja de la copa.
116 b
Parte interna de la copa.
c
Niveles tóxicos.
4

Cuadro 4.12. Concentraciones foliares de Fe (mg kg-1 con base peso seco estufa)
mencionadas en la literatura para especies arbóreas tropicales de hoja ancha, a
menos que se indique otra cosa los valores se refieren a la concentración en la
primera hoja madura de la parte superior de la corona (meristemos terminales)
de árboles codominantes en condiciones de campo (tomado de Drechsel y Zech
1991).

Especie Edad (años) Intermedio Alto


Acacia auriculiformis 1-2 63-130
Acacia meamsii 16 240
Acacia senegal 4 -5 150-700
Acrocarpus fraxinifolius 2 39-179
Albizia lebbeck 2-3 67-112
Anacardium occidentale 2-10, 50 73-366 680-763
Azadirachta indica 1 362-377
4 132-170
Brosimum alicastrum 2-3,10. 39-129
Cassia siamea 1-2 52
3 110-160
Casuarina equisetífolia 1,4 354-950
2,5 95-360
Ceiba pentandra 0,5 322-460
Cordeauxia edulis 5-15 156-735
Dalbergia sissoo 3 133-207
Entandrophragma utile 3-4 116-210 366
Eucalyptus camaldulensis 2,3 a
110-257
Eucalyptus deglupta 8 75
Eucalyptus grandis 110
Eucalyptus saligna 3-4 83-262
Grevillea robusta 3-4 105
Leucaena leucocephala 3 b
220-288 439
1-2,4 94-111
Lophira lanceolata 2 80 390
Manilkara zapota 2-3 27
Musanga cecropioidis 8 365
Nauclea diderrichii 22 70
Parkia biglobosa 3 67-277
Swietenia macrophylla 2 53-68
Tarrietia utílis 3 758
Terminalia ivorensis 17-23 83-155
Terminalia superba 2-9. plántula 64-247
Tieghemella heckilii plántula 164 331
3-8 116-128
Triplochiton scleroxylon plántula, 10-12 91-297
a
Parte baja de la copa.
b
Parte interna de la copa.

117
DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES

Cuadro 4.13. Concentraciones foliares de Al (mg kg-1 con base peso seco estufa) mencionadas en
la literatura para especies arbóreas tropicales de hoja ancha, a menos que se indique otra cosa
los valores se refieren a la concentración en la primera hoja madura de la parte superior de la
corona (meristemos terminales) de árboles codominantes en condiciones de campo (tomado de
Drechsel y Zech 1991; Pérez et al. 1993).

Especie Edad (años) Intermedio Alto


Acacia auriculiformis 1-2 108-175
Acacia meamsii 16 338
Acacia senegal 4 -5 250-1.000
Acrocarpus fraxinifolius 2 32-55
2 161-179
Albizia lebbeck 2-3 25-113
Anacardium occidentale 3,4,10, 50 172-312
5 89-280
Azadirachta indica 1 478-506
4 115-177
Brosimum alicastrum 2-3,10 21-41
Calophyllum brasillense 8 100
Cassia siamea 1-2 18
3 80-109
Casuarina equisetífolia 1a 187-314
2 86-140
Ceiba pentandra 0,5 510-790
Cordeauxia edulis 5-15 593-913
8 150
Dalbergia sissoo 3 115-218
Dipteryx panamensis 8 105
Entandrophragma utile 3-4 116-219 366
Eucalyptus camaldulensis 2, 3 155-201
Eucalyptus deglupta 8 114
Eucalyptus grandis 160
Eucalyptus saligna 3-4 162
Grevillea robusta 3-4 308
Hyeronima alcorneoides 8 135
Leucaena leucocephala 1-4 53-147 382a
Lophira lanceolata 2 9 350
Manilkara zapota 2-3 53
Musanga cecropioidis 8 307
Nauclea diderrichii 22 104
Parkia biglobosa 3 40-206
Stryphnodendrum mycrostachyum 8 100
Swietenia macrophylla 2 25-51
Tabebuia rosea 8 75
Tarrietia utílis 3 412
Terminalia ivorensis 17-23 13-51 264
Terminalia superba 2-9, plántula 56-338
Tieghemella heckilii plántula 164 331
3-8 116-228
Triplochiton scleroxylon 10-12 109-319
plántula 151-162
Vitex cooperi 8 215
Vochysia ferruginea 8 11 600
118 Vochysia guatemalensis 8 22 400
a
Hojas de la parte superior interna de la copa.
4

Cuadro 4.14. Concentraciones foliares de Zn (mg kg-1 con base peso seco estufa) mencionadas en la
literatura para especies arbóreas tropicales de hoja ancha, a menos que se indique otra cosa los
valores se refieren a la concentración en la primera hoja madura de la parte superior de la corona
(meristemos terminales) de árboles codominantes en condiciones de campo (tomado de Drechsel
y Zech 1991).

Especie Edad (años) Deficiencia Bajo Intermedio


Acacia auriculiformis 1-2 11-13 13-23
Acacia meamsii 16 20
Acacia senegal 4 -5 11-26
Acrocarpus fraxinifolius 2 10 18-22
Albizia lebbeck 2-3 7-9 11
Anacardium occidentale 2-10, 50 7-9 13-15 17-21
Azadirachta indica 1-6,10 18-37
4 7-13 16-79
Brosimum alicastrum 2-3,10. 9-19
Cassia siamea 1-3, 6 11-18 18-19
10 39
Casuarina equisetífolia l-5 7-10 11-38
Ceiba pentandra 0,5 9 12
Conocarpus lancifolius 6 11-40
Cordeauxia edulis 5-15 17-42
Dalbergia sissoo 3 73-101
Entandrophragma utile 3-4 22-83
Eucalyptus camaldulensis 10 13-17 21-27
3b 8 15 29
2-4 17-21
2 14-46
Eucalyptus deglupta 8 16
Eucalyptus grandis 18
Eucalyptus saligna 3-4 10-12 15-49
Grevillea robusta 3-4 18
Leucaena leucocephala 1-6 20-26
4c 9 16-19
Lophira lanceolata 2 9 14
Manilkara zapota 2-3 17
Musanga cecropioidis 8 7
Nauclea diderrichii 22 10
Parkia biglobosa 3 23-28
Parkinsonia aculeata 3-5 19-20
Prosopis juliflora 2, 4 35-64
Swietenia macrophylla 2 10-13
Tarrietia utílis 3 45
Terminalia ivorensis 17-23 15 16-23
Terminalia superba 4, plántula 12 19-38
2-9 10 12-25
Tieghemella heckilii plántula 12-14
3-8 3-7 10-18
Triplochiton scleroxylon plántula, 10-12 14 18-30
a
Síndrome de hojas pequeñas después de una aplicación fuerte con NPK.
b
Parte baja de la copa.
c
Parte superior interna de la copa.
119
DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES

Cuadro 4.15. Concentraciones foliares de Cu (mg kg-1 con base peso seco estufa) mencionadas en
la literatura para especies arbóreas tropicales de hoja ancha, a menos que se indique otra cosa los
valores se refieren a la concentración en la primera hoja madura de la parte superior de la corona
(meristemos terminales) de árboles codominantes en condiciones de campo (tomado de Drechsel
y Zech 1991).

Especie Edad (años) Deficiencia Bajo Intermedio


Acacia auriculiformis 1-2 11-16
2 3 5-6
Acacia meamsii 16 16
Acacia senegal 4 -5 8-20
Acrocarpus fraxinifolius 2 2 5-8
Albizia lebbeck 2-3 8-14
Anacardium occidentale 3,4,10, 50 4-5 8-12
2-7 3-4 5-8
Azadirachta indica 1-6 5-14
Brosimum alicastrum 2-3, 10 6-11
Cassia siamea 1- 6 10-18
Casuarina equisetífolia l-4 5-12
Ceiba pentandra 0,5 11-13
Conocarpus lancifolius 6 7-49
Cordeauxia edulis 5-15 5-14
Dalbergia sissoo 3 31-39
Entandrophragma utile 3-4 7-12
Eucalyptus camaldulensis 2, 3 5-12
2-4 6-28
Eucalyptus deglupta 8 11
Eucalyptus grandis 12
Eucalyptus saligna 3-4 2 4-14
Grevillea robusta 3-4 11
Leucaena leucocephala 3,6 17-20
2,4 6-9
Lophira lanceolata 2 6-9
Manilkara zapota 2-3 9
Musanga cecropioidis 8 8
Nauclea diderrichii 22 6
Parkia biglobosa 3 11-13
Parkinsonia aculeata 3-5 20-29
Prosopis juliflora 2, 4 16-30
4 11-15
Swietenia macrophylla 2 13
Tarrietia utílis 3 4
Terminalia ivorensis 17-23 11-16
Terminalia superba 2-9, plántula 5 8-20
Tieghemella heckilii plántula 4-5
120 3-8 6-10
Triplochiton scleroxylon plántula, 10-12 12-20
4

Cuadro 4.16. Concentraciones foliares de B (mg kg-1 con base peso seco estufa) mencionadas en la
literatura para especies arbóreas tropicales de hoja ancha, a menos que se indique otra cosa los
valores se refieren a la concentración en la primera hoja madura de la parte superior de la corona
(meristemos terminales) de árboles codominantes en condiciones de campo (tomado de Drechsel
y Zech 1991).

Especie Edad (años) Deficiencia Intermedio Tóxico


Acacia auriculiformis 2 11-32
Acacia meamsii 16 36
Acacia nilotica 0.5 27
Acrocarpus fraxinifolius 2 33
Anacardium occidentale 3 33-45
5 18-33
Azadirachta indica 1,10 21-36
2-6 60-81 175-303
4 8 13-14
Brosimum alicastrum 2-3, 10 19-36
Cassia siamea 10 35
3 8.5 22-47
6 825
Ceiba pentandra 0,5 31-33
Conocarpus lancifolius 6 21-61
Cordeauxia edulis 5-15 43-164
Dalbergia sissoo 3 36-66
Eucalyptus camaldulensis 10 34-70
2 11 15-28
2-4 226-255
Eucalyptus grandis 32
Eucalyptus saligna 3-4 17
Eucalyptus terricornis 14-16 93 350
Grevillea robusta 3-4 13
2-3 a
13 17
Leucaena leucocephala 4 32-35
6 74
Manilkara zapota 2-3 37
Parkia biglobosa 3 20-35
Parkinsonia aculeata 3-5 60 217
Prosopis chilensis 0.5 34
Swietenia macrophylla 2 25-30
Tamarindus indica 4,15 470-495
Terminalia ivorensis 17-23 20-36
Terminalia superba 4 22-23
2-9 25-121
Triplochiton scleroxylon Plántula, 10-12 54-77
a
Posición de la hoja desconocida.
121
DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES

Como ejemplo, en los Cuadros 4.17 y 4.18, se teca en el trópico seco de Costa Rica, se notó que
incluyen los datos de análisis foliar y de suelos en algunos sitios los árboles crecían mejor que en
de sitios buenos y malos para el desarrollo de la otros, motivo por el cual se recolectaron muestras
teca en plantaciones de 10 años. Desde el punto de suelos y foliares para los respectivos análisis
el punto de vista foliar (Cuadro 4.17) en las plan- (Cuadros 4.17 y 4.18). Los datos de análisis fo-
taciones estudiadas el contenido de N fue mayor liares se ordenaron de menor a mayor contenido
a 1,38% en sitios buenos, el de P fue mayor a de N, elemento deficiente a marginal (< 1,5% N
0,15% en sitios buenos y el contenido de S fue foliar) en todos los casos y único elemento que
bajo en todos los sitios. Al comparar las caracte- presentó una tendencia definida con relación al
rísticas químicas de los suelos de los mismos si- crecimiento de los árboles.
tios (Cuadro 4.18) puede notarse que los conteni-
De los resultados del análisis de suelos puede no-
dos de P, K y Zn también son bajos, por lo que en
tarse que los mejores sitios son los que tienen un
forma preventiva, en estas plantaciones sería re-
pH mayor, lo cual coincide con el elevado requeri-
comendable aplicar N, P, K, Zn y S para maximi-
miento de Ca y Mg de la teca (Vallejos 1996; Mon-
zar el crecimiento de los árboles. Puede notarse
tero 1999). En general, los contenidos en el suelo
además que de acuerdo con Montero (1999), los
de K, P y S son bajos, conclusión que se obtiene
contenidos de Ca, Mg y otros micronutrimentos
al comparar los valores de los sitios contra los
son adecuados para el crecimiento de la teca.
mencionados por Bertsch (1986). En general, para
EJEMPLO: A continuación, se presenta un las localidades estudiadas, debe recomendarse la
ejemplo de cómo utilizar los cuadros anteriores, aplicación de N, P, K y S anualmente, dividiendo
recordando que los valores de comparación son las recomendaciones para N y K, de manera que
internacionales y por ende no específicos para la mitad se aplique al inicio de las lluvias y la otra
este caso particular. En varias plantaciones de mitad casi a la salida de las mismas.

Cuadro 4.17. Análisis foliar (concentraciones en %) de plantaciones de teca en algunos sitios malos y buenos en el trópico
seco de Costa Rica.

Nº de N P Ca Mg K S Fe Cu Zn Mn B
muestra % mg kg-1
SITIOS MALOS
1 1,11 0,13 2,41 0,31 0,90 0,05 76 11 22 40 45
2 1,13 0,15 2,59 0,62 0,39 0,07 249 13 33 58 35
3 1,20 0,11 2,18 0,30 0,75 0,05 68 10 29 52 32
4 1,21 0,12 2,42 0,61 0,38 0,05 134 12 46 48 21
5 1,22 0,12 2,22 0,48 0,74 0,05 65 8 28 63 41
6 1,33 0,14 2,04 0,45 0,81 0,06 143 20 29 48 24
7 1,35 0,15 2,21 0,57 0.47 0,05 289 12 31 62 31
8 1,37 0,12 1,98 0,44 0,74 0,05 81 9 52 58 41
9 1,39 2,82 0.70 0,84 0,06 77 12 50 69 41
10 1,39 0,15 2.17 0,48 0.54 0,06 115 13 26 42 28
SITIOS BUENOS
11 1,38 0,14 2,52 0,20 0,61 0,05 183 12 29 28 18
12 1,49 0,17 2,44 0,42 0,44 0,05 103 14 25 42 18
13 1,51 0,18 2,70 0,34 1,31 0,09 63 11 25 40 43
14 1,55 0,17 2,66 0,48 0,87 0,05 80 11 28 50 31

122
4

Cuadro 4.18. Análisis de suelos de plantaciones de teca en sitios malos y buenos en el trópico seco de Costa Rica.

Nº de Ca Mg K Acidez CICE P Cu Fe Mn Zn S
pH
muestra cmol (+) L -1
mg L -1

SITIOS MALOS
1 6,07 38,20 7,00 0,06 0,18 45,44 6 12 25 37 3 7
2 5,86 30,80 11,40 0,04 0,17 42,41 1 12 10 7 1 1
3 5,84 36,20 9,80 0,09 0,23 46,32 5 12 35 45 2 4
4 5,68 31, 00 10,70 0,03 0,17 41,90 1 6 21 7 1 2
5 5,65 24,10 7,60 0,16 0,23 32,09 8 21 44 53 3 6
6 5,64 15,50 5,10 0,14 0,16 20,90 2 23 70 20 2 2
7 5,73 25,80 7,60 0,03 0,15 33,58 2 9 22 12 1 4
8 5,76 29,30 6,20 0,13 0,22 35,85 5 17 38 53 3 8
9 5,70 22,90 7,90 0,12 0,32 31,24 5 13 40 63 2 7
10 5,82 31,90 11,20 0,03 0,17 43,30 1 6 11 5 1 1
SITIOS BUENOS
11 5,90 47,10 9,00 0,05 0,15 56,30 3 11 28 6 2 3
12 6,30 24,30 3,50 0,23 0,18 28,21 4 11 13 8 2 1
13 6,37 38,00 7,80 0,19 0,19 46,18 7 6 26 23 1 6
14 6,03 30,40 2,97 0,44 0,19 34,00 16 11 50 30 4 6

Análisis de suelos
Definición: Se entiende por análisis de suelos de los elementos analizados y este conocimiento
aquel que se utiliza para determinar la cantidad solo existe para pocas especies forestales, sobre
de nutrimentos minerales disponibles en el sue- todo de plantación. Además, no puede asegurar-
lo y que los árboles pueden utilizar para llenar se que la adición de algún elemento como abono
sus necesidades fisiológicas. El análisis de suelos tendrá un efecto positivo, ni prever la importancia
pretende extraer cantidades de nutrimentos simi- del efecto a alcanzar con base en la interpretación
lares a las que el árbol podría absorber bajo con- del análisis de suelos
diciones normales de crecimiento La utilización Muestreo: Los resultados de un análisis de suelo,
de esta técnica de análisis es la más común en el normalmente se refieren a muestras tomadas su-
manejo de plantaciones forestales debido a que perficialmente (0-20 cm de profundidad), tomadas
el muestreo es sencillo y se reconocen con cierta al azar con una pala o barreno en al menos 10
facilidad las diferencias edáficas que pueden cau- posiciones dentro de la plantación, las cuales se
sar variaciones pedológicas. Con los resultados mezclan para conformar una muestra compuesta
obtenidos con este tipo de análisis y su relación de medio kilogramo. En ocasiones puede ser re-
con las variables de crecimiento de los árboles, se comendable tomar muestras del subsuelo (20-40
pueden definir los niveles críticos y de toxicidad cm), tomando en cuenta que los árboles requieren
para cada elemento y para cada especie. de un mayor volumen de suelo para su crecimien-
El análisis de suelos pueden ofrecer un primer to radicular. Debe recordarse que una muestra
diagnóstico del estado nutricional de un sitio, mal tomada, por ejemplo fuera del área cubierta
por las raíces de los árboles, o tomada inmediata-
aunque debe reconocerse que es una estimación
mente después de una quema o fertilización, no
grosera de la situación, sobre todo cuando se bus-
es representativa y por lo tanto los resultados de
can tierras nuevas para plantaciones, en las cuales
laboratorio que se obtengan tienen una interpre-
es difícil contar con análisis foliares de la especie
tación muy limitada.
a sembrar. Los resultados obtenidos en el labora-
torio deben ser correlacionados con la respuesta El sitio o plantación a muestrear se divide en
de la plantación a niveles crecientes de cada uno secciones con características similares de suelo,
123
DIAGNÓSTICO DE LA NUTRICIÓN EN PLANTACIONES FORESTALES

topografía, textura, drenaje, especie y edad para en la interpretación de los resultados pueden dar-
tratar de garantizar la mayor homogeneidad posi- se posteriormente, cuando los análisis de labora-
ble en las propiedades químicas de las submues- torio se calibren en el campo a través de ensayos
tras tomadas. El área para una sola muestra de fertilización con niveles crecientes de cada nu-
compuesta no debería ser mayor a 20 has, para trimento y por especie.
disminuir el error de muestreo. La muestra se
Las cantidades de nutrimentos que absorbe una
guarda en una bolsa plástica con su respectiva
planta en particular son específicas para la misma,
identificación (sección o lote, especie, finca o ubi-
por lo que debe tenerse este factor en cuenta a la
cación, empresa, etc.).
hora de realizar las interpretaciones. Otras consi-
Calibración: Si bien los ensayos de calibración deraciones importantes al momento de hacer la
son comunes en la literatura agrícola, desafortu- interpretación de los análisis de suelo tienen que
nadamente no lo son para el sector forestal, por ver con las características del sitio (si se fertilizó o
lo que la interpretación de los resultados de los no la plantación con anterioridad, si el terreno fue
análisis de suelos debe hacerse por extensión del o no quemado, si el sitio está o no sujeto a inun-
conocimiento agrícola. En el caso de los árboles, daciones periódicas, si el sitio tiene mal drenaje,
especialmente las coníferas, cabe recordar que etc.), del origen y génesis del suelo (normalmente
estos tienen un poder de asimilación superior al consideradas en su clasificación) y de laboratorio
de los cultivos agrícolas ya que su sistema radical (método de extracción, cuadros de interpretación
es más profundo y a que permanecen en el suelo debidamente calibrados, etc.).
por períodos de tiempo más prolongados (Zöttl y
Para condiciones de Costa Rica, Bertsch (1986)
Tschinkel 1971).
presenta una forma de interpretar resultados de
Interpretación: Algunos principios generales análisis de suelo que podría utilizarse con un poco
utilizados en cultivos agrícolas pueden utilizarse más de calibración para las especies de más inte-
para la interpretación de los análisis de suelos en rés desde el punto forestal (Cuadro 4.19).
plantaciones forestales, sin temor a equivocarse
significativamente. En-
Cuadro 4.19. Interpretación de resultados de análisis de suelos en el Centro de Investigaciones Agro-
tre otros, se acepta que nómicas de la Universidad de Costa Rica (tomado de Bertsch 1986).
la fisiología de las plan-
tas es muy similar, sean Variables Unidades Bajo Medio Óptimo Alto
estas de uso agrícola o pH <5 5–6 6–7 >7
forestal, por lo que las Ca <4 4–6 6–15 > 15
metodologías de extrac- Mg < 1 1–3 3–6 >6
cmol (+) L-1
ción de nutrimentos K < 0,2 0,2–0,5 0,5–0,8 > 0,8
empleadas en la mayo- Acidez 0,3–1 < 0,3 >1
ría de los laboratorios Sat. Al % 10–30 < 10 > 30
pueden utilizarse para P < 10 10–20 20–50 > 50
el caso forestal; es por Fe <5 5–10 10–50 > 50
esta razón, que se asu- Cu < 0,5 0.5–1 1–20 > 20
mg L-1
me que los valores de Zn <2 2–3 3–10 > 10
laboratorio que se ob- Mn <5 5–10 10–50 > 50
tienen por una meto- B < 0,2 0,2–0,5 0.5–1 >1
dología determinada, S < 12 12–20 20–50 > 50
sirven para interpretar MO % <2 2–5 5–10 > 10
la condición real para RELACIONES Ca/Mg Ca/K Mg/K (Ca+Mg)/K
“la mayoría” de las es- CATIÓNICAS 2-5 5-25 2,5-15 10-40
pecies vegetales bajo pH en agua. Ca, Mg y acidez o Al extraíbles con KCl 1M. P, K, Fe, Cu, Zn y Mn extraíbles con Olsen
estudio. Las diferencias Modificado. B y S extraíbles con fosfato de calcio. MO con digestión húmeda.
124
Alfredo Alvarado
5
REQUERIMIENTO, FERTILIZACIÓN Y
MANEJO DE NUTRIMENTOS EN
PLANTACIONES FORESTALES
Los requerimientos de nutrimentos de las plantaciones forestales varían en función de
las etapas de crecimiento de los árboles, siendo menores a nivel de vivero, moderados
a la hora de trasplante y más elevados durante la etapa de crecimiento rápido de la
plantación. La mejor manera de averiguar las necesidades nutricionales es a través de
ensayos de fertilización, por lo que en el presente capítulo se resumen los resultados
para especies forestales tropicales más relevantes de la literatura con un breve resu-
men acerca de la rentabilidad de la fertilización en el sector. En capítulos posteriores,
se describe la respuesta específica a la fertilización de algunas especies forestales de
importancia económica.

Curvas de absorción (requerimientos)

ertsch (2003) discute y documenta la ción, se sugiere utilizar la metodología de mues-


técnica conocida como “absorción de treo de árboles estratificados por clases diamétri-
nutrimentos” o “curvas de absorción”, cas (Kaul et al. 1979); sin embargo, debe consi-
la cual permite: 1) estimar la extrac- derarse que este último método es más costoso
ción total de nutrimentos por parte de una espe- en tiempo y en análisis de laboratorio. Algunos
cie, 2) cuantificar los requisitos nutricionales de autores mencionan que como la cantidad total de
un turno de cosecha, 3) estimar la cantidad de nu- nutrimentos absorbidos varía más en función de
trimentos que se recicla a través de los residuos la biomasa por hectárea que de la concentración
y 4) justificar aplicaciones mínimas de nutrimen-
nutrimentos por tejido de la biomasa, esta última
tos. Las curvas de absorción de nutrimentos, se
variable afecta significativamente el resultado fi-
calculan multiplicando la concentración de cada
nal si no se considera la distancia de siembra (Ola-
elemento por el peso seco de la biomasa de cada
tejido del árbol y sumando estos valores para ob- Adams 1993), así como los raleos realizados a la
tener el total de nutrimentos absorbidos por árbol; plantación antes de la fecha de muestreo (Kumar
también puede calcularse la cantidad total absor- 2009). Normalmente, para calcular el máximo de
bida por hectárea, si se multiplican los valores por nutrimentos que una especie puede absorber es-
el número de árboles en la hectárea. En el caso tos estudios deben realizarse en los mejores sitios,
de plantaciones forestales, la metodología descrita de manera que si se repone esta cantidad de nu-
concuerda con el muestreo de árboles promedio, trimentos en cualquier otro ecosistema, se estaría
mientras que para lograr una mejor determina- manteniendo el balance ecológico.

ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.

125
REQUERIMIENTO, FERTILIZACIÓN Y MANEJO DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES FORESTALES

La tasa de acumulación de nutrimentos en una le denomina cuenca control y la otras(s) recibe(n)


plantación forestal depende de la tasa de produc- tratamiento(s), por lo que se las denomina cuencas
ción de biomasa, del estado de desarrollo de la tratadas (Mintegui y Robredo 2008).
plantación, la disponibilidad de nutrimentos en el
suelo y la especie forestal en consideración. Debi- El contenido de nutrimentos entre los diferentes
do a lo largo del período de rotación de la planta- tejidos del árbol (hojas, ramas, ramitas, madera,
ción, normalmente no es posible monitorear una etc.) es muy diferente y no se ve mayormente
plantación desde el período de inicio hasta su co- afectado por la edad de la plantación (Egunjobi
secha, por lo que, en forma alternativa, se utilizan y Bada 1979; Waterloo 1994). En pinos, las con-
series de tiempo falsas (árboles de plantaciones de centraciones de N, P y K siguen el orden made-
diferente edad), en las cuales los factores ambien- ra, ramas muertas < ramitas muertas < ramas
tales de cada plantación estudiada son similares, vivas, corteza < agujas muertas, ramitas vivas <
en particular el tipo de suelo, procurando que los agujas vivas, mientras que las concentraciones de
sitios de estudio incluyan los períodos de acumu- Ca y Mg tienen un patrón diferente en el orden
lación de biomasa y nutrimentos más importantes, madera, corteza < ramas muertas, ramas vivas <
entre otros, los períodos juvenil, intermedio y de ramitas muertas, ramitas vivas < agujas vivas <
madurez de la plantación. Lo antes mencionado agujas muertas. La mayor variación en concentra-
es cierto, siempre y cuando no se presenten situa- ción de nutrimentos entre tejidos se presenta en
ciones que afecten negativamente la distribución los casos del P y K. En la Figura 5.1 se presen-
de los diferentes componentes de la biomasa en la tan los diferentes pasos a seguir en el proceso de
plantación o el bosque, como puede ocurrir cuan- toma de muestras de los diferentes tejidos de un
do se presenten incendios forestales (Zelaya y Gui- árbol para confeccionar las curvas de absorción:
llén 2002) o huracanes (Waterloo 1994). De manera a) escogencia del árbol; b) separación del follaje;
análoga, el principio de las cuencas comparadas, c) separación de las ramas secundarias; d) troceo
que se basa en seleccionar dos o más cuencas tan del fuste (tronco); e) separación de la raíz; f) sepa-
similares como resulte posible, permite suponer ración de la corteza; g) peso de la biomasa de las
que las cuencas tendrán una reacción similar ante diferentes fracciones y h) muestras de las fraccio-
las variables ambientales, a una de las cuales se nes para análisis de laboratorio.

Figura 5.1. Pasos a seguir en la toma de muestras de los diferentes tejidos de un árbol en el proceso de confección de las
curvas de absorción: a) Ubicación del árbol a muestrear, b) Después de la corta del árbol, separación del follaje, c) separación
de las ramas, d) separación y preparación del tronco para su pesada, e) separación del sistema radical, f) separación de la
corteza, g) pesada de los diferentes tejidos y h) toma de muestras para análisis de laboratorio.
126
5

En la Figura 5.2 se observa que la cantidad to- que los demás elementos para producir la misma
tal de nutrimentos absorbida por T. grandis y por cantidad de madera y en un mismo período de
P.caribaea. Indiferentemente de la edad de la tiempo. De esta manera, la teca requiere de suelos
plantación, los requerimientos nutricionales de mucho más fértiles que el pino para llenar sus ne-
T. grandis son al menos 20 veces más que los re- cesidades fisiológicas, mientras que el pino mues-
queridos por el P. caribaea y T. grandis absorbe tra una capacidad de adaptación a suelos infértiles
más K que ningún otro elemento, mientras que P. muy superior a la adquirida por la teca.
caribaea requiere desde su inicio más nitrógeno
+

Figura 5.2. Curvas de absorción de nutrimentos de T. grandis y P. caribaea en plantaciones de Nigeria (Nwoboshi 1984) y Fiji
(Waterloo 1994).

Experimentos de fertilización puede utilizarse una solución nutritiva sencilla


que se puede preparar diluyendo 1 g del fertili-
Los ensayos de fertilización forestal se llevan a zante comercial 12-12-17-2, más 0,25 g de yeso
cabo para determinar el efecto de diferentes tipos (CaSO4. 2H2O), más 0,50 cm3 de un fertilizante
de fertilizante, solos o en combinación, sobre el foliar (Bayfolan, Greenzit, Crescal etc.), por cada
crecimiento y la concentración foliar de nutrimen- litro de solución nutritiva que se desea preparar.
tos de los árboles. A pesar de que estos ensayos De esta manera, se generan diferentes soluciones
son lentos (varios años) y caros, son concluyentes en las cuales crecen las plántulas con todos los ele-
en el diagnóstico de problemas nutricionales y por mentos, sin ninguno de ellos o con todos menos
lo tanto un mecanismo de diagnóstico de primer uno de ellos en cada caso particular.
orden. Normalmente, este tipo de ensayos de cam-
po o de vivero se realizan para confirmar un diag-
nóstico de deficiencia basado en otras evidencias
Efecto de la fertilización en
y permite determinar la forma más eficiente de re- plantaciones forestales
solver el problema y estimar el grado de respuesta
Judd et al. (1996) y Fisher y Binkley (2000), men-
a la adición de los nutrimentos comparados.
cionan que la fertilización favorece el estableci-
En ocasiones, algunos autores que desean describir miento rápido del sistema radical de las plantacio-
los síntomas de deficiencia de los diferentes ele- nes forestales, lo que estimula el desarrollo de las
mentos esenciales, utilizan la técnica del elemento copas y por ende la producción de madera; con el
faltante en solución nutritiva. La mayoría de los aumento de la producción total de los árboles y la
trabajos consideran la utilización de la solución de acumulación de carbohidratos en la madera, ocu-
Hogland como medio de cultivo, aunque Hernán- rre un incremento en la cantidad de nutrimentos
dez y Lombardo (1987) mencionan que también en el follaje, lo que favorece la fotosíntesis neta. El
127
REQUERIMIENTO, FERTILIZACIÓN Y MANEJO DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES FORESTALES

incremento en concentración de nutrimentos y en crecimiento tiende a ser más lento; en adición, la


área foliar puede o no asociarse con un aumento posibilidad de respuesta de las especies tempra-
en la producción total de madera debido a que no nas es mayor, al igual que lo es su requerimiento
todas las hojas reciben la misma cantidad de luz y nutricional (Cuadro 5.1).
a que la cantidad de transpiración por parte del te-
Según Allen (1987), a pesar de que los beneficios
jido fotosintético puede verse disminuida por falta
de la fertilización forestal pueden demostrarse
de humedad en el suelo. Además de estimular el
con facilidad, la implementación de un sistema
crecimiento de los árboles, la fertilización común-
de fertilización adecuado para cada sitio en par-
mente altera la mortalidad, el espaciamiento, la
ticular no es tan fácil. La respuesta de un bosque
distribución diamétrica y en algunos casos hasta
o plantación a los fertilizantes depende de cuan
la altura máxima que pueden alcanzar los árboles;
buena sea la suplencia, en relación a la demanda
cuanto más crezcan los árboles con la fertilización
de los nutrimentos, la cual varía con el estado de
mayor será la mortalidad de los árboles suprimidos
desarrollo de la plantación. La adición de nutri-
y mayor el crecimiento de los árboles dominantes.
mentos puede aumentar después de que se dis-
Los efectos mencionados son mucho mayores en
turba el ecosistema (quemas, raleas, etc.), ya que
plantaciones jóvenes donde se puede esperar in-
es cuando comúnmente ocurre la regeneración en
crementos en altura anual del 60 al 100%, aunque
bosques naturales. La mayor demanda por nutri-
en volumen de producción los porcentajes se re-
mentos se presenta cuando se da la expansión del
duzcan ligeramente (Bonneau 1978).
tejido foliar (después de la época seca) en la fase
Los estudios realizados en Ecuador por Davidson de rápido crecimiento de la plantación y antes de
et al. (1998) muestran que cuando se utilizan es- que culmine el incremento anual de volumen. La
pecies nativas para la recuperación de Andisoles respuesta de una plantación a una mejora en la
degradados de la Amazonía, las especies pioneras nutrición se debe estimar después de que pasa el
tempranas sobreviven significativamente más a las momento de influjos naturales causados por per-
condiciones ambientales que las tardías. Aunque turbación del ecosistema y antes de que el recicla-
los autores no encontraron respuesta a la fertiliza- je interno de nutrimentos contribuya a llenar la
ción de ninguno de los dos tipos de especies, sería demanda de los árboles.
de esperar que las especies tardías respondan más
a la adición de insumos después del primer año de Algunos autores, en particular de zonas templa-
crecimiento que las tempranas, debido a que su das, se han preocupado por el efecto de la fertiliza-
ción sobre la calidad de la madera
Cuadro 5.1. Concentración foliar de nutrimentos (con base en peso seco) en especies producida (Bonneau 1978), y han
de sucesión temprana y tardía de la amazonía ecuatoriana (adaptado de Davidson et encontrado que para especies coní-
al. 1998).
feras para producción de pulpa se
Especies de sucesión puede causar una leve disminución
Contenido foliar Unidades (alrededor del 7%) de su densidad,
Tempranas Tardías factor que no afecta demasiado el
N 29,3 20,4 contenido de celulosa y que se com-
P 16,6 13,4 pensa con el aumento de volumen
g kg-1
K 2,2 1,7 (aproximadamente 65%), aunque
Ca 11,9 9,9 sería de importancia en el caso de
Mg 4,1 2,9 que causara una disminución de la
B 23 16 resistencia mecánica. La influencia
Zn 43 17 de la fertilización sobre la longitud
Fe mg kg-1 80 49 de las fibras es contradictoria; se
Mn 293 85 menciona además de una disminu-
Cu 12 8 ción del tamaño de las fibras en P.
Al 20 34 tadea, mientras que en pino negral
128
5

aumentan y en otras especies como pino o abe- subfamilia Mimosoideae y el 90% de las especies
to rojo no se ejerce ningún efecto. La fertilización de la subfamilia Faboideae (antes Papilionoidae) si
también puede causar un efecto importante sobre nodulan y por ende fijan el elemento (Rao 2002).
el crecimiento de los anillos de crecimiento, hecho Un caso similar lo presenta la especie A.acuminata
totalmente incompatible con la producción de cier- al fijar N en simbiosis con el género Frankia spp.
tas maderas de calidad como la del roble. (Segura et al. 2005).

Los objetivos de la fertilización se pueden resumir De acuerdo con Evans (1992) hay cuatro razones
de la siguiente forma: por las cuales ha aumentado la necesidad y el in-
terés por la fertilización forestal: 1) un incremento
• Obtener rendimientos altos, sostenibles y en la demanda de nutrimentos por parte de las
sin deterioro del ambiente especies de crecimiento rápido en suelos de fer-
• Costos mínimos tilidad baja, lo que conlleva a un agotamiento del
suelo, 2) la posibilidad de tener turnos de rotación
• Mejoramiento del vigor y estado nutricional más cortos, lo que hace la fertilización más eco-
de la planta nómicas, 3) la siembra cada vez más extendida de
• Mejoramiento de la calidad del producto una o dos especies en sitios pobres, lo que obli-
ga a la utilización de fertilizantes para asegurar
• Mejoramiento de la fertilidad del suelo el establecimiento de los árboles y reducir la de-
ficiencia de algunos nutrimentos y 4) mejorar el
crecimiento de los árboles con micronutrimentos
Respuesta a la fertilización que limitan a las especies en consideración. En ge-
neral, los fertilizantes se utilizan por tres razones
La respuesta a la fertilización de plantaciones
diferentes: corregir una deficiencia nutricional
forestales es un hecho documentado en todos
específica, establecer una plantación en un sitio
los continentes con áreas tropicales y para espe- degradado o con pocas posibilidades de suplir los
cies tan variadas como E. grandis (Cannon 1984, nutrimentos necesarios ó estimular el crecimiento
Vásquez y Ugalde 1994), T. grandis (Prasad et al. de los árboles. A menudo, se adiciona el fertili-
1986, Montero 1995, Raigosa et al. 1995), P. cari- zante por una o más de estas razones, contándose
baea (Dyson 1995), C. alliodora (Raigosa 1968), C. con el beneficio adicional de disminuir la suscep-
odorata (Webb et al. 2001), A. acuminata (Añazco tibilidad de las plantaciones al ataque de plagas y
1996), entre otras. Por el contrario, otras especies enfermedades y disminuir los daños causados por
como Flindersia brayleyana, Castanospermum aus- la sequía, entre otros.
trale (Webb et al. 2000), B. quinata (Chinchilla et
al. 1997) y V. guatemalensis (Di Stefano y Fournier Desde el punto de vista de sostenibilidad, algunos
1994) no responden a la fertilización, al menos en autores consideran necesario reponer al suelo los
sus estados iniciales de crecimiento. Comúnmente nutrimentos que se extraen del bosque como pro-
se acepta que la mayor ganancia relativa a la adi- ducto, sean estos leña, pulpa, madera, etc., aun-
ción de fertilizantes se presenta en suelos de baja que en general, las cantidades exportadas tienden
fertilidad, mientras que las ganancias absolutas a ser de poca magnitud. La posibilidad de agotar el
son mayores en suelos fértiles (Judd et al. 1996) y capital de nutrimentos presente en suelos ácidos
antes del cierre de copa de las plantaciones. cubiertos de bosque en regiones tropicales es alta,
a pesar de la gran capacidad de reciclaje de nutri-
Es común encontrar referencias al hecho de que mentos mencionada en los acápites anteriores, lo
las especies arbóreas leguminosas (Fabaceae) que que tiene consecuencias ecológicas y económicas
fijan N libre no responden a la adición de este considerables. Las razones principales por las que
elemento; sin embargo, la mayoría de los árboles no se recomienda el uso intensivo de fertilizantes
de la subfamilia Caesalpinioideae no nodulan (≈ en plantaciones forestales son de tipo ambiental,
70%), mientras que el 70% de las especies de la costos altos y poca respuesta a su aplicación, ade-
129
REQUERIMIENTO, FERTILIZACIÓN Y MANEJO DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES FORESTALES

Figura 5.1. Instalaciones del vivero forestal de jaúl del proyecto de recuperación de la cuenca alta del río Virilla, Costa
Rica y de acacia en Cartagena, Colombia.

más de que no deben aplicarse al menos que se métodos de fertilización y la probabilidad de res-
haga un buen control de malezas. puesta a la aplicación de nutrimentos varía de una
etapa a la otra; por ejemplo, la práctica de utilizar
El prolongado período de crecimiento de los ár- fertilizantes foliares es muy común en viveros,
boles desde el vivero hasta la etapa de corta tiene mientras que los fertilizantes granulados tienden
efectos fundamentales sobre la acumulación de a usarse más en la etapa de establecimiento y el
carbono y nutrimentos, así como sobre el reciclaje “reciclaje” de nutrimentos en la etapa de madura-
de los nutrimentos en el ecosistema. Los árboles ción, en sincronización con la descomposición de
presentan diferentes fases de crecimiento en las residuos después de los raleas y las podas.
cuales la relación biomasa aérea/ biomasa radical
cambia y con ella la contribución relativa de los
varios compartimientos y flujos de nutrimentos. Fertilización en la etapa de
vivero
Miller (1981) propone que la absorción de nutri-
mentos durante el crecimiento de los árboles pre- La fertilización es una práctica esencial en los vi-
senta tres fases de crecimiento, a saber: 1) los años veros para alcanzar el crecimiento óptimo de los
de crecimiento rápido, antes de que cierre la copa, árboles en un período de tiempo corto (Figura
cuando los árboles dependen de los nutrimentos 5.3). Esta fertilización debe basarse en los requeri-
que pueda suplir el suelo y se puede esperar una mientos nutricionales de las plantas y la disponibi-
alta respuesta a la adición de fertilizantes (germi- lidad de nutrimentos del suelo o sustrato, usando
nación, vivero y establecimiento de campo); 2) el como herramienta los análisis químicos foliares y
período de madurez, después del cierre de copa, de suelos para determinar la cantidad adecuada de
cuando no se espera respuesta a la fertilización de- fertilizante que se debe aplicar (Navarrete 1992).
bido al reciclaje de residuos, a menos que deba ge- La fertilización de estos sustratos es muy impor-
nerarse nuevo crecimiento como ocurre después tante ya que estos son constantemente irrigados
de los raleas y 3) el período de crecimiento lento, y se caracterizan por tener componentes como la
cuando los nutrimentos del ecosistema pueden in- granza de arroz, que además de poseer bajos conte-
movilizarse en la biomasa y el humus del suelo, nidos de nutrimentos facilitan la lixiviación de los
lo que puede causar el desarrollo de deficiencias mismos. La fertilización de las plántulas es indis-
nutricionales, efecto que tiende a desaparecer con pensable ya que se promueve el crecimiento aéreo
el tiempo pues la demanda de nutrimentos de- y radical, aumenta la reserva de nutrimentos en
crece con la edad de los árboles. La duración de los tejidos, aumenta la resistencia a la sequía, bajas
estas etapas depende de la especie, conociéndose temperaturas y enfermedades, reduce el efecto de
que hay especies de rápido y lento crecimiento. shock al trasplante y acelera el crecimiento inicial
Esta división es importante de recordar, ya que los de la plantación (Jacobs y Timmer 2005).
130
5

Figura 5.4. Efecto del suelo (S100), lombricompost (L100) y arena (A100) solos y sus mezclas (S50+L50 y A50+L50) como
medio de crecimiento sobre la germinación de P. longistylis, C. tonduzii y M. storkii (tomado de Mena et al. 2000).

A pesar de la enorme diversidad de especies de prevenir el “damping-off” de P. radiata, mientras


árboles tropicales, la mayoría de las plántulas en que para E. globulus se recomienda una mezcla por
sistemas de escala no industrial se producen de la partes iguales de arena, arcilla y materia orgánica
misma manera, empleando bolsas plásticas perfo- con un pH entre 5,5-7,0 (Galloway y Borgo 1983).
radas de 500-1.500 cm3 con suelo sin que se in-
En un estudio para evaluar el efecto del suelo,
corpore materia orgánica. El suelo a menudo con-
arena y lombricompost adicionados por aparte o
tiene una elevada cantidad de arcilla, estructura
mezclados 50/50, Mena et al. (2000) encontraron
pobre y es bajo en nutrimentos, lo que causa que
que la germinación de las especies comparadas
el crecimiento de las plántulas sea lento y se tarde
era diferente y además, que unas germinaban más
mucho en sacar las plántulas al campo. Las bol-
en suelo (Perrottetia longistylis y Cedrela tonduzii) y
sas plásticas se emplean porque son de bajo cos-
otras en arena (Mircinthes storkii). En este caso el
to, aunque en muchas ocasiones puede causar el
uso del lombricompost no mejora la germinación
enrollamiento de la raíz, característica indeseable
de las especies comparadas con relación al uso del
a la hora del trasplante. También es común el uso
suelo del vivero y en el caso de M. storkii, la utili-
de pseudo estacas que se obtienen de árboles de
zación de arena es más que suficiente (Figura 5.4).
más de 1,5 m de altura, los cuales se podan para
Es notoria la enorme diferencia entre especies en
obtener plántulas con un tallo de más de 10 cm y
cuanto a su poder germinativo.
15 cm de raíz (Wightman et al. 2001).
Por lo general, en viveros no existe un uso especí-
El objetivo de las mezclas de varios componentes fico de fertilizantes para determinada especie de
en el sustrato es suministrar una adecuada airea- árbol, sino que se utilizan fórmulas altas en fósforo
ción y humedad (preferiblemente mantener el sus- y nitrógeno. Con estos fertilizantes los productores
trato a capacidad de campo), de tal forma que no se buscan mejorar el crecimiento del sistema radical y
restrinja el crecimiento de las raíces de los árboles del árbol, lograr un mayor prendimiento y una me-
y se asegure el obtener plántulas saludables con un jor competencia contra las malezas. La aplicación
tamaño óptimo y un sistema radical fibroso. Ge- de fertilizantes foliares se efectúa de 1-2 veces por
neralmente, lo que se recomienda es una mezcla semana hasta los 3-6 meses. Algunas especies como
compuesta de suelo, arena y compost (Totey 1992); botarrama (V. ferruginea) y cebo (V. guatemalensis)
recientemente se emplea como medio de enraiza- son muy sensibles a la aplicación de fertilizantes al
miento un producto hecho a base musgos conocido suelo y en el caso de botarrama hasta de fertilizan-
como “jiffy”, el cual requiere de igual manera ser tes foliares y orgánicos. Sin embargo, otras especies
fertilizado y a menudo enriquecido con micorrizas como la teca, responden favorablemente a la aplica-
locales y fertilizantes orgánicos para asegurar la mi- ción conjunta de 0,7 g N por planta (como sulfato
corrización desde el inicio del crecimiento de las de amonio) y 0,4 g P por planta (como triple super-
plántulas. En la Sierra del Perú, se recomienda una fosfato), mejorándose principalmente la velocidad
mezcla de arena (75%) con arcilla (25%), con un pH de crecimiento y no tanto así el diámetro del tallo y
entre 4,5-6,5, micorriza y sin materia orgánica para reduciéndose la mortalidad de las plántulas.
131
REQUERIMIENTO, FERTILIZACIÓN Y MANEJO DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES FORESTALES

Una de las opciones de fertilización es utilizar los producto a aplicar son muy pequeñas (del orden
fertilizantes sólidos que pueden ser granulados, de 1-2 g por planta) aplicados de tal manera que
pastillas y polvos, entre los cuales se encuentran no toquen la raíz de la misma y así reducir el por-
las fórmulas 10-30-10, 15-15-15, 12-24-12, 15-30- centaje de quema de las plántulas.
15 o 8-40-12 (N-P2O5-K2O, respectivamente), así
Las enmiendas orgánicas como el compost, lom-
como el Fosfato Diamónico (DAP) 18-46-0, los
bricompost, bocashi o gallinaza se deben adicio-
cuales se aplican al suelo de las camas o en el
nar al suelo del vivero bien mezcladas en una
sustrato de las bolsas del vivero. La aplicación de
proporción de 1 parte de abono por 3 de suelo.
fertilizantes en forma líquida es una de las prácti-
Estas enmiendas pueden ser usadas como un
cas más comunes que se utiliza en viveros, prin-
complemento de la fertilización química debido
cipalmente por riego por aspersión, aunque en
a que son una fuente de materia orgánica, la cual
algunos sitios también se utiliza el riego por goteo.
posee cantidades considerables de N, K y peque-
Los productos usados en fertilización líquida son
ñas fracciones de otros elementos. La composi-
diferentes a los abonos granulados convenciona-
ción de este tipo de insumos puede verse en el
les. El requisito indispensable en estos fertilizan-
Capítulo 6.
tes es que deben ser muy solubles en agua, por lo
que se utilizan fórmulas de mayor pureza química En un vivero forestal localizado en Sarapiquí, Cos-
y de granulometría pequeña (polvos o sales muy ta Rica a una altitud de 90 msnm, se realizó un es-
finas), conocidas también como “grado técnico o tudio con dosis crecientes de dos abonos orgánicos
hidrosoluble”. Algunos de los fertilizantes simples en pilón (H. alchorneoides), amarillón (T. amazonia)
más usados en forma líquida son la urea, nitrato y botarrama (V. ferruginea). Los mejores resultados
de amonio, nitrato de potasio, nitrato de calcio, con respecto al testigo se obtuvieron con las dosis
sulfato de magnesio, etc. (ver Cuadro 4, Capítulo de compost del 10% y 15% (Cuadro 5.2). Tanto el
6). También se consiguen en el mercado fórmulas pilón como el amarillón tuvieron incrementos sig-
completas hidrosolubles con diferentes concen- nificativos en biomasa radical y foliar. Los incre-
traciones de nutrimentos de acuerdo con el estado mentos en la biomasa foliar para las dos especies
de crecimiento de la planta, destacándose marcas estuvieron entre 73% y 249%. Además se dismi-
como Kemira, Peters, Feed Range, Multiiniciador nuyó el tiempo de permanencia en el vivero, en
(Starterfeed) 10-50-10 + Multiminerales, etc. Es dos meses para el pilón y cinco meses para el ama-
indispensable tener en cuenta las indicaciones del rillón. En el caso de botarrama no hubo respuesta
fabricante acerca de la forma de uso, preparación, a la aplicación de abonos orgánicos; posiblemente
dosificación y cuidado en cada situación específica por el uso de un sustrato con altos contenidos de
(Navarrete 1992). Normalmente las cantidades de arena (Camacho 2000).

Cuadro 5.2. Respuesta de H. alchorneoides, T. amazonia y V. ferruginea a dos fuentes y tres dosis de abono orgánico a nivel
de vivero en Sarapiquí, Costa Rica (tomado de Camacho 2000).

H. alchorneoides T. amazonia V. feruginea


Tratamiento H Db Bf Br H Db Bf Br H Db
cm mm g pl-1 g pl-1 cm mm g pl-1 g pl-1 cm mm
Testigo 8,4 d 2,1 e 0,8 d 0,2 c 16,4 d 1,8 c 1,0 c 0,3 c 10,3 a 1,6 a
Compost 1 al 5% 20,2 c 3,2 d 1,3 cd 0,6 b 19,9 c 2,3 b 1,8 bc 0,4 bc 8,6 b 1,4 b
Compost 1 al 10% 26,6 b 4,1 ab 2,2 a 0,7 b 24,4 b 2,8 a 2,6 ab 0,7 a 7,8 c 1,3 c
Compost. 1 al 15% 29,2 a 4,3 a 2,7 a 0,9 a 26,7 a 2,7 a 3,3 a 0,6 ab 8,3 bc 1,3 c
Compost 2 al 5% 19,5 c 3,3 d 1,4 bc 0,5 b 21,9 c 2,6 ab 2,4 ab 0,6 ab 1,.0 a 1,6 a
Compost 2 al 10% 25,3 b 3,8 c 2,0 ab 0,7 b 24,0 b 3,0 a 3,0 ab 0,6 ab 8,7 b 1,4 b
Compost 2 al 15% 26,0 b 3,9 bc 2,0 ab 0,7 b 21,7c 2,8 a 2,6 ab 0,6 ab 8,6 b 1,4 b
PROMEDIO 22,3 3,5 1,8 0,6 22,1 2,6 2,4 0,5 8,9 1,4

132
*
H = Porcentaje de ganancia en altura, Db = Diámetro del cuello, Bf = Biomasa foliar, Br = Biomasa radical.
5

fermedades. Este tratamiento se suele


hacer agregando el fertilizante sobre
el suelo en forma de corona o semilu-
na alrededor del arbolito, dependien-
do de la pendiente del terreno, aun-
que también es común observar que
se aplique el fertilizante al fondo de
hoyo de plantación. Posteriormente,
en plantaciones en las que el ciclo de
rotación es largo, la aplicación de fer-
tilizantes ayuda a lograr dimensiones
de los árboles adecuadas y a reducir
el turno de corta. Por esta razón, para
mantener la productividad del sitio,
deben reponerse al suelo tanto o más
nutrimentos como los que se inmovi-
licen en los diferentes tejidos de los
árboles.
Figura 5.5. Efecto de dosis crecientes de P sobre la altura de árboles de C. lusitanica ( A )
y P. oocarpa ( B ) (tomado de Medina 1974).
Sin duda alguna, la fertilización al
momento de iniciar la plantación es la más
importante en términos de aumentos de la tasa
Fertilización al trasplante de crecimiento de los árboles, más para algunas
especies como eucalipto que para otras como las
El impacto que sufren las plantas sacadas del vive- coníferas. El efecto inicial mencionado se da con
ro al ser trasplantadas al campo es severo, a pesar la aplicación de dosis pequeñas de fertilizante (por
de que las mismas se someten a un proceso de acli- ejemplo 50 kg N ha-1), las cuales pueden aumentar
matación previo. Por esta razón puede esperarse hasta de 5 veces la producción de madera de pino
una pequeña pérdida de crecimiento en las prime- (Prichett 1979). En el caso del N, el elemento se
ras semanas después del trasplante, la cual puede aplica para estimular el crecimiento de la planta-
verse disminuida con la aplicación de enmiendas ción, mientras que en el caso del P o el B, cuando
a los suelos, tales como encalado y fertilizantes, estos son deficientes, su aplicación se hace para
cuando estos son necesarios. Este fenómeno es asegurar el éxito inicial de la plantación. Al igual
mucho más acentuado en regiones con un período que para otras muchas especies vegetales, la adi-
seco prolongado, zonas en las que se recomienda ción de N-P tiene un efecto sinergístico, por lo que
emplear medios de germinación o enraizamiento su aplicación conjunta es muy superior a la apli-
de cierto volumen, de manera que el medio pueda cación de los dos elementos en forma individual
almacenar agua suficiente por períodos más largos (Cannon 1983a,b).
y evitar así marchitamientos innecesarios de las
plántulas. Algunas empresas utilizan hidrogeles a Medina (1974), menciona que dos años después
la siembra, con el fin de asegurar el aprovisiona- de aplicar al trasplante 100, 200 y 300 kg por ha de
miento del agua por períodos secos cortos inme- P como escoria de Thomas a plantaciones jóvenes
diatamente después del trasplante. de C. lusitanica y P. oocarpa en Andic Humitro-
pepts de Colombia el crecimiento de ambas espe-
La etapa inicial de establecimiento de plantacio- cies mejoró significativamente; en adición, cuan-
nes de especies de crecimiento rápido en sitios do el fertilizante se adicionó 6 meses después del
degradados puede mejorarse sustancialmente con trasplante, la respuesta fue significativa, aunque
la aplicación de fertilizantes, tratamiento que ade- de menor magnitud que cuando el fertilizante se
más ayuda a desarrollar resistencia a plagas y en- añadió al momento del trasplante (Figura 5.5).
133
REQUERIMIENTO, FERTILIZACIÓN Y MANEJO DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES FORESTALES

Weeb et al. (2001), en un experimento de campo nico mejoró en forma significativa el crecimiento
establecido para comparar la respuesta a niveles de los árboles y ligeramente el diámetro del tallo
entre 0 y 300 g P por árbol aplicados al trasplan- (Kishore 1987). Sin embargo, la respuesta de la
te a un suelo con menos de 4 mg P kg-1 extraí- teca a una sola aplicación de varias fórmulas de
ble, con las especies C. odorata, Agathis robusta, fertilizante al trasplante en suelos neutros de Gua-
Flindersia brayleyana y Castanispernum australe, nacaste, Costa Rica, no causó diferencias signifi-
encontraron que F. brayleyana y C. australe man- cativas en las variables de crecimiento medidas
tuvieron un buen crecimiento, aún cuando no se tres años después de la aplicación del producto,
aplicó P, y mostraron poca o ninguna respuesta en aunque los mejores tratamientos fueron aquellos
crecimiento o concentración foliar de P cuando se en los que la adición de N y P fue combinada (Ro-
adicionó el elemento. Por el contrario, las especies dríguez y Fonseca 1981).
C. odorata y A. robusta respondieron significativa-
mente a la adición de P, tanto en crecimiento como En Inceptisoles y Ultisoles ácidos de Costa Rica,
en concentración foliar de P. En el caso de las dos además de aplicaciones de cal antes del trasplan-
últimas especies mencionadas, contenidos foliares te, se recomienda realizar 3 a 4 aplicaciones de
de P inferiores a 0,30% en muestras de pecíolos fertilizante foliar espaciados en el tiempo hasta
+ raquis de la hoja madura de menor edad de C. que los árboles alcancen 1,5 de altura, como com-
odorata y de 0,19% en agujas distales de A. robusta plemento a la adición de fertilizante granulado 1-2
se asociaron a un crecimiento reducido aún 21 me- veces al año hasta el segundo año. Este tipo de re-
ses después de la aplicación de los tratamientos. comendación se basa en datos como los generados
Estos resultados indican que existen diferencias para suelos ácidos por Calvo et al. (1995), quienes
significativas en la habilidad que tienen diferentes encontraron mejores crecimientos de T. amazonia
especies forestales tropicales para absorber P, por al adicionar 50 y 100 g por árbol de la fórmula 12-
lo que no se pueden hacer recomendaciones gene- 24-12 en este tipo de suelos.
ralizadas simples de este elemento.
La siembra de E. grandis en suelos distróficos de
En suelos ácidos de El Limón de Chulampa, He- las sabanas orientales de Venezuela debe hacerse
rrera, Panamá, Montero (1995) encontró que al con aplicación de fertilizantes, pues de otra mane-
aplicar dosis de 0, 85, 170 y 255 g por árbol teca ra los incrementos en altura y diámetro se redu-
de la fórmula 12-24-12 durante el primer y segun- cen significativamente (Morales y Ortega 1980);
do año de crecimiento causaron un aumento sig- en este caso la dosis de 100 g fertilizante con N
nificativo del aumento de la altura, el diámetro, el por árbol causaron el mejor efecto fisiológico y
área basal y el volumen de la plantación de teca económico, mientras que la adición de fosforita
hasta 5 años después de esta aplicación, siendo la no mejoró el comportamiento de la especie (Cua-
dosis más alta la que dio los mejores resultados dro 5.4). En la misma región, la teca de dos años
(Cuadro 5.3). La respuesta de plantaciones la teca en suelos bien drenados respondió significativa-
de hasta 2 años de edad a la aplicación entre 80 y mente a la adición de 740 kg fosforita ha-1, mien-
120 g año-1 árbol-1 de N y P como fosfato diamó- tras que no se presentó respuesta a la aplicación

Cuadro 5.3. Respuesta de plantaciones jóvenes de teca a la aplicación de fertilizante en El Limón, Herrera, Panamá
(tomado de Montero 1995).

Tratamiento* Altura media Diámetro medio Área basal Volumen


g árbol-1 dm mm m2 ha-1 m3 ha-1
0 32 30 0,78 1,33
85 40 40 1,33 2,89
170 40 38 1,22 2,67
255 53 55 2,67 7,78
*
El fertilizante aplicado correspondió a la fórmula 12-24-12
134
5
Cuadro 5.4. Efecto de la aplicación de fuentes y dosis de fertilizante en el
incremento de altura y diámetro de Eucalyptus grandis en suelos de la sa-
bana oriental de Venezuela (tomado de Morales y Ortega 1980).

Incremento Incremento
Dosis
Tratamientos altura al año diámetro al durante la etapa de maduración es aprove-
(g árbol-1)
(cm) año (cm) chado por los árboles, aunque pueden encon-
0 0,28 0,22 trarse valores de recuperación aún mayores
100 0,66 0,36 en la literatura. En general, se estima que los
Fosforita 150 0,69 0,52 árboles recuperan un cuarto del fertilizante
200 0,47 0,45 aplicado en los primeros años de crecimiento,
Promedio 0,53 0,44 otra cuarta parte es inmovilizada en la bioma-
0 0,78 0,22 sa microbial o ligada a la materia orgánica del
100 2,81 3,14 suelo y el resto es difícil de medir o se pierde
12-12-17-2 150 2,59 3,13 en el ecosistema a través de lavado o volatili-
200 2,73 3,12 zación (Fisher y Binkley 2000). A menudo el
Promedio 2,23 3,13 efecto de la fertilización con P puede durar
0 0,49 0,22 hasta una década (Dyson 1995), mientras que
100 1,95 2,52 la repuesta al N encuentra su máximo a los 5
12-12-6 150 2,49 2,84 años, lo cual se debe a la forma en que estos
200 2,19 2,77 elementos se almacenan en el ecosistema y a
Promedio 1,78 2,71 la frecuencia con que los mismos se aplican
0 0,52 0,22 en el tiempo. La adición de N en esta etapa
100 1,80 2,00 permitió obtener incrementos del 20% en vo-
Total
150 1,92 2,16 lumen en plantaciones de P. elliottii en Austra-
200 1,80 2,12 lia (Evans 1992).
En el Cuadro 5.5, puede observarse el efecto
de niveles menores o en plantaciones de 7 y 12 de la aplicación de fertilizantes a 10 especies fo-
años en el mismo tipo de suelo o en suelos mal restales de importancia económica, notándose el
drenados (Torres et al. 1993). incremento en altura del árbol en un período de 3
La fertilización foliar, utilizada como un comple- años en todas las especies debido a la aplicación
mento a la fertilización convencional al suelo, del fertilizante, así como la diferencia en respues-
también puede ser muy beneficiosa durante esta ta que existe según la especie.
etapa de crecimiento. En este caso, se utilizan
productos como la urea, el fosfato diamónico Cuadro 5.5. Respuesta inicial a la fertilización de varias especies foresta-
y el nitrato de potasio previamente disueltos les (tomado de Evans 1982).
en agua (en dosis de 1,5 a 2,5 kg por cilindro
Altura del árbol (cm)
de 200 litros de agua ó de 100 a 2.300 g por
mochila de 15 litros de agua). También se em- Especie Al inicio (1968) Al final (1971)
plea otros productos que vienen ya diluidos, Con Con
Sin fert. Sin fert.
pueden ser aplicados al follaje para corregir fert.1 fert.1
algunas deficiencias o recuperar árboles da- Pinus caribaea 0,5 0,8 1,5 4,2
ñados por alguna plaga o enfermedad, pero Pinus kesiya 0,3 0,4 1,1 4,0
no para cubrir la necesidad todas de nutri- Eucalyptus deglupta 0,8 ,5 3,7 7,6
mentos de los árboles. Eucalyptus ternicornia 0,9 ,.0 2,8 4,8
Terminalia brassii 0,5 ,.1 2,5 4,7
Terminalia complarata 0,4 Muerto 0,8 1,3
Fertilización en la etapa de
Tectona grandis 0,2 Muerto 2,6 3,0
plantación Acacia auriculiforme 1,8 4,0 2,7 9,7
Efecto de la aplicación: Aproximadamente Pterocarpus indicus 0,8 0,7 1,3 1,6
entre el 10 y el 20% del fertilizante aplicado Intsia bijuga 0,6 0,4 0,5 1,0
1
500 kg/ha de fertilizante 17-5-2,
135
REQUERIMIENTO, FERTILIZACIÓN Y MANEJO DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES FORESTALES

De acuerdo con Castaño y Quiroga (1990), en los Momento de la aplicación: Para ciertos elemen-
suelos del valle del Cauca, Colombia, la mayoría tos y bajo ciertas condiciones específicas de sitio,
de las especies forestales utilizadas en programas es ventajoso aplicar fertilizante en plantaciones es-
de reforestación y en plantaciones, responden fa- tablecidas, indiferentemente de la edad de la plan-
vorablemente a la adición de P y B y en algunos tación. Por lo general, la respuesta a este tipo de
casos a la de N para lograr un buen crecimiento tratamiento es rápida (ocurre a los pocos meses)
y una buena sobrevivencia; los autores concluyen y es mayor en el caso de sitios pobres, los cuales
que el NPK incide más sobre el crecimiento en al- pueden mejorarse con la aplicación de enmiendas;
tura que el boro, mientras que el B incide más en como ejemplo puede mencionarse la respuesta de
la sobrevivencia de los árboles, así como que los la teca a la fosforita en suelos moderadamente
eucaliptos respondieron mejor que las coníferas a drenados de Venezuela (Torres et al. 1993). Debe
la fertilización. recordarse que cuando un sitio es malo por otras
razones que no sean de fertilidad, el tratamiento
Forma de aplicación: La aplicación de fertili-
al suelo no puede compensar por otro tipo defi-
zantes en grandes extensiones puede hacerse con
ciencias tales como exceso de viento, suelo poco
tractor, helicópteros y avionetas, dependiendo de
profundo, exceso o falta de humedad, etc.
la situación económica de la empresa y del relieve
del terreno; en el caso de las aplicaciones aéreas Después de cierto grado de crecimiento de la
hoy en día se emplean sistemas de posicionamien- plantación, deben realizarse las podas y posterior-
to geográfico, lo que le permite a la nave regre- mente la entresaca o raleo, prácticas que también
sar al último punto fertilizado con gran precisión, afectan la posible respuesta a la fertilización. Con
sin cometer errores por sobre fertilización (Fisher el raleo, los árboles remanentes tienen a su dispo-
y Binkley 2000). Cuando la fertilización se hace sición más disponibilidad de agua y luz y al au-
manualmente, la respuesta al abonamiento tam- mentar la cantidad de luz que alcanza el suelo de
bién depende de la forma en que se coloque el la plantación se eleva su temperatura favorecién-
fertilizante con relación al árbol (Cuadro 5.6), de dose la mineralización de la materia orgánica y la
manera que la mezcla del producto con una bue- liberación de nutrimentos ligada a la misma.
na cantidad de suelo es más eficiente que colocar
todo el fertilizante debajo de la planta y la peor Si bien es cierto que con el raleo se extraen al-
respuesta se obtienen cuando se coloca con chuzo gunos nutrimentos del ecosistema como madera
a 20 cm del árbol (Cannon 1984). (Totey 1992), esta merma de nutrimentos, al igual
que la causada por la tala del bosque al momento
Cuadro 5.6. Respuesta del Eucalyptus globulus a cinco métodos del turno de corta no es elevada, pues la mayo-
de aplicación del fertilizante en Andisoles de Colombia (tomado ría de la biomasa total del árbol (raíces, follaje y
de Cannon 1984).
ramas) quedan en el sitio y la concentración de
Método de Tipo de fertilizante aplicado nutrimentos en la madera es baja. En el caso de
colocación algunas especies como teca y melina, la capaci-
10-30-10 Calfos
dad de rebrote de las mismas también contribuye
Altura de los árboles (cm) después de un año a que rápidamente se vuelva a cubrir el suelo de
Mezclado 194 183
vegetación, reiniciándose así el reciclaje de nutri-
Debajo 193 156
mentos y disminuyéndose la tasa de pérdida de
Al voleo 184 150
nutrimentos por lavado. Cuando el sitio es bueno,
Banda 169 169
la reposición de nutrimentos debe hacerse para
Chuzo 166 144
asegurarse el mantener la calidad del mismo en
el tiempo; cuando los sitios son malos, la no repo-
sición de los nutrimentos causa una disminución
de la calidad del sitio en el tiempo, por lo que no
deben recomendarse para especies con altos re-
querimiento nutricionales y deben abandonarse
136
5

después del segundo o tercer turno por razones después de aplicado el fertilizante, debido a varios
ecológicas y económicas (Mackensen 1999). factores, entre ellos: 1) la dilución del elemento
aplicado en el follaje existente o en el inducido
Duración del efecto de la fertilización: La lon-
por la aplicación del elemento, 2) una posible
gitud del período de respuesta a la fertilización
inmovilización química o microbiológica de los
depende del sitio, de la preparación del terreno,
elemento en el suelo o 3) en casos muy particula-
de los tratamientos previos realizados a la plan-
res a la acumulación de los nutrimentos en algún
tación y del patrón de crecimiento de la especie.
tejido no muestreado de los árboles (por ejemplo
Para el N el período de respuesta máxima se da
madera), por lo que no se detectan incrementos
al principio o antes de que la plantación cierre y
foliares relevantes, ni tampoco de las variables de
puede durar varios años más; para el P la respues-
crecimiento sino hasta después de cierto tiempo
ta puede durar todo el período que se utilice el te-
(Tanner et al. 1990).
rreno y en menor frecuencia el K, si los elementos
son deficientes en el ecosistema. Bonneau (1978) La mayoría de los dueños y administradores de
menciona que de la respuesta a largo plazo de la plantaciones forestales estarían de acuerdo en
aplicación de P y K al suelo en plantaciones fores- aplicar fertilizantes en viveros y al momento de
tales, se debe, entre otros a: 1) la movilidad relati- trasplantar el material al campo, sin embargo, no
vamente reducida y retención del P y K en el sue- muchos estarían de acuerdo en continuar la ferti-
lo; 2) a que las raíces que están alejadas del punto lización de la plantación después del tercer año,
de su aplicación como fertilizante, los encuentran pues su “experiencia” les ha enseñado que si dejan
con “más dificultad” y 3) al poco requerimiento de de fertilizar a esa edad, los árboles sin fertilización
estos elementos por algunas especies forestales. alguna alcanzan en altura a los que si fueron fer-
Lo opuesto ocurre para el caso del N, elemento de tilizados (Espinoza et al. 1990). Este error, lo co-
mucho más movilidad que el P y el K, por lo que meten aquellos que no conocen que el fertilizante
la respuesta a su aplicación es a corto o mediano tiene un efecto residual corto y que en el caso de
plazo y nula, casi nula o contraproducente, en el la mayoría de las plantaciones forestales podría
caso de especies arbóreas leguminosas fijadoras apenas alcanzar 1 o 2 años después de la última
del elemento. aplicación, difícilmente el tercero (Espinoza et al.
Vásquez (1990), encontró que la adición de niveles 1990; Rodríguez y Fonseca 1991), pero nunca los
crecientes de NPK a E. saligna en suelos relativa- siguientes 10 o 15 años que el árbol permanecerá
mente fértiles de Turrialba, Costa Rica, duró por en el campo. Evidencia empírica muestra que los
12 meses cuando se estimó como aumentos en diá- sitios que presentan deficiencias nutricionales al
metro y altura de los árboles (variables lineales); inicio de la plantación seguirán presentando la de-
sin embargo, al utilizar una variable geométrica ficiencia hasta el turno final, independientemente
(volumen), encontró que, dependiendo del nivel de la edad de la misma (Fisher y Binkley 2000).
de NPK aplicado, al final se encontraban ganan-
cias del 14-31%, lo que justificaba la adición del
fertilizante. Resultados similares fueron encontra- Rentabilidad de la fertilización
dos en Sacatepéquez, Guatemala, donde la mejor
Como resultado de las primeras experiencias con
dosis fue 50 g 15-15-15 por árbol, con un efecto
uso de fertilizantes en países de clima templado,
residual de 4 años (Ugalde 1997).
donde los turnos de corta para bosques de pinos
Cuando el ecosistema es severamente deficien- silvestres oscilaban entre 100 y 120 años y para
te en algún elemento en particular, la respuesta los robles entre 200 y 250 años, se llegó a la con-
a su aplicación es inmediata y de larga duración. clusión de que el costo de fertilizar bosques era
Cuando la deficiencia de algún elemento es mo- demasiado elevado, si se consideraba una tasa de
derada, es normal que la respuesta no pueda ser interés de ese costo por un período de tiempo tan
correctamente estimada sino hasta el segundo año prolongado. Más aún, se recomendaba: reducir al
137
REQUERIMIENTO, FERTILIZACIÓN Y MANEJO DE NUTRIMENTOS EN PLANTACIONES FORESTALES

mínimo las inversiones iniciales y utilizarlas lo la pérdida total de nutrimentos en un turno


más tarde posible, con el fin disminuir la duración de corta, de manera que deben reponerse to-
de la capitalización y por consiguiente la inflación dos aquellos que se pierdan por extracción,
del capital invertido, ignorando el hecho de que volatilización (quemas), lavado y erosión.
los incrementos máximos se logran al inicio de Graff (1982) menciona que la extracción de
la plantación y que los nutrimentos adiciona- 200 t ha-1 (71%) de pulpa para papel de P. ca-
dos en las etapas finales de crecimiento solo ribaea en Surinam puede remover 576 kg de
pasan a engrosar los contenidos de la corte- N (6% del total), 36 kg de P (22%), 506 kg
za de los árboles (Bonneau 1978). En adición, de K (30%), 1.218 kg de Ca (37%) y 99 kg de
la respuesta de plantaciones industriales a la Mg (24%), con un costo total de reposición
fertilización en regiones de clima templado como fertilizante de US$1 600 por ha; si se
es baja, debido a que la pérdida de nutrimen- asume que la tala total del bosque tiene un
tos en estas condiciones climáticas es poca y efecto destructivo del ecosistema, la pérdida
el suministro de los mismos vía lluvia y me- total de nutrimentos por erosión llega a ser
teorización compensa la pérdida (Mackensen mayor y el costo de reposición de los mis-
1999). mos podría calcularse en US$14.000 por ha.
Como la extracción de nutrimentos depende
Diferente es la situación en plantaciones fo-
de la especie que se plante, lo importante es
restales en regiones tropicales, en las cuales
conocer si se desea exportar grandes volúme-
se mencionan turnos de corta de 7-8 años para
nes de madera de baja calidad (precio bajo) o
Eucalyptus, Gmelina y Acacia (Barros y Novais
pequeñas cantidades de producto de alta ca-
1990; Mackensen 1999), 15-20 años para Al-
lidad (precio alto). Mackensen (1999), consi-
nus (Mena et al. 2000) y de 20-25 para Tectona
dera que para compensar por la pérdida total
y Cordia (Vallejos1996; Montero1999), con-
de N en una plantación de E. degluta, deben
tándose además con nuevas tecnologías que
adicionarse entre 4.000-6.000 g NPK o 1.200-
permiten el aprovechamiento comercial del
1.650 g de urea por árbol, lo que implica una
producto de los raleas.
cantidad muchas veces mayor que la requeri-
Evans (1992) menciona que la información da para promover el crecimiento normal del
disponible permite observar casos en que la árbol, ya que para reponer el N exportado en
respuesta a la fertilización es espectacular al la cosecha solo se requerirían 200 g urea por
inicio y disminuye con el tiempo, puede ser árbol. De manera similar, las cantidades re-
constante durante todo el período de creci- queridas para reponer las pérdidas totales de
miento de los árboles y también puede ser que P y K son también muy elevadas; por ejemplo
ocurra al aplicar el fertilizante, pero posterior- se requieren 500 g triple superfosfato por ár-
mente los árboles de la parcela testigo igualen bol para compensar la pérdida total de P pero
o superen a los fertilizados. Bajo qué condi- solo 150 g para reponer el P exportado. En el
ciones cada tipo de respuesta es económica, caso del K, se requieren 720-1.400 g KCl por
en adición de su costo, la tasa de interés y la árbol para la pérdida total, y tan solo 190-740
longitud del turno de corta, es importante co- g por árbol para reponer el K exportado.
nocer la magnitud de la respuesta en términos
Fisher y Binkley (2000) incluyen en su libro
de incremento de volumen y de disminución
una buena discusión en relación a la forma
del período de corta.
de calcular el beneficio económico de realizar
Desde el punto de vista ambiental, se conside- la fertilización de plantaciones forestales. En
ra necesario reponer al ecosistema al menos su discusión, presentan la “metodología de ár-
los nutrimentos que salgan como producto boles de toma de decisiones”, la cual permite
extraído, sin embargo, es igualmente impor- identificar escogencias, probabilidades y pro-
tante tener en consideración la reposición de ductos, demostrándose que existen al menos
138
5

dos tipos de error posibles a cometer por un Alternativas al uso de fertilizante


administrador cuando de fertilizar se trata. El
error “tipo I” se presenta cuando se fertiliza Como el costo de aplicar fertilizantes es elevado,
una plantación que no responde con al menos deben investigarse otras posibilidades a su utili-
un incremento en rendimiento de los costos. zación cuando esta no es rentable. Evans (1992)
Igualmente real, es el caso del error “tipo II”, menciona como factibles: 1) el cambio de especie
cuando no se fertiliza una plantación con po- por otra con menores demandas nutricionales; 2)
tencial de respuesta. Realizando un ejercicio el empleo de prácticas de preparación del terreno
con valores reales para una condición deter- que minimicen la pérdida de nutrimentos disponi-
minada, se concluye que es mucho mejor para bles en el suelo (p.e. evitar el barrido del terreno
un administrador caer en el error “tipo I” ya que y con ello la remoción del horizonte A); 3) mejo-
las ganancias que se dejan de percibir al no ferti- rar el reciclaje de nutrimento tal como se expuso
lizar el sito con alta probabilidad de respuesta son en el Capítulo 2; 4) la utilización de residuos y/o
mucho mayores que las pérdidas en que se podría herbicidas para disminuir la competencia de ma-
incurrir al fertilizar sitios en los cuales la probabi- lezas alrededor de los árboles recién plantados; 5)
lidad de respuesta es baja. utilizar especies fijadoras de N (por ejemplo, de
acuerdo con Ward et al. (1985) Acacia spp. con E.
El costo de reponer los nutrimentos necesarios grandis o según Nichols y Carpenter (2006) I. edu-
para el manejo sostenible de plantaciones fores- lis con T. amazonia) y 6) el empleo de excremento
tales intensivas es 3 a 6 veces más alto que el de de animales.
costo necesario para realizar la misma operación
en plantaciones convencionales, y representa un Cuando se trata de plantaciones forestales de gran
costo mayor en el presupuesto total de los proyec- escala, los costos en que se incurre por reponer
tos de producción de madera. La siembra de gran- los nutrimentos extraídos por la explotación de la
des extensiones de terreno con especies forestales plantación, se diluyen en un volumen de produc-
manejadas de forma convencional es económica- ción elevado que a su vez minimiza los costos en
mente ineficiente y ecológicamente no viable, de- función de la economía de escala. Cuando se trata
bido a que no repone los nutrimentos extraídos. de explotaciones de pequeña escala (menos 50 ha),
El incremento en costos debido a la necesidad de a menudo debe tomarse la decisión de eliminar los
reponer la pérdida de nutrimentos causada por árboles de la finca, ubicarlos en los bordes, ó mez-
la extracción de madera, en ciertos casos reduce clarlos con cultivos que le permitan al propietario
la tasa interna de retorno, en particular en suelos producir lo que consume y tener un ahorro a me-
pobres en nutrimentos. Por esta razón los cálcu- diano plazo (madera). En este último caso, el pro-
los de inversión en fertilizantes en plantaciones pietario probablemente prefiera utilizar insumos
deben hacerse para cada sitio y en función de los como fertilizantes en sus cultivos, de los cuales se
balances de nutrimentos (Mackensen y Fölster aprovechan los árboles para mejorar su crecimien-
1999). to. No debe olvidarse, que la competencia entre
árboles y cultivos por nutrimentos y agua debe
considerarse para decidir si estas operaciones se
combinan o no. Como las propiedades tienen si-
tios de diferente calidad, en este último caso, se
recomienda utilizar la mejor parte del terreno para
implementar la actividad más rentable, y el resto
para otras actividades.

139
Eloy Molina
6
CARACTERÍSTICAS Y MANEJO
DE LOS FERTILIZANTES
El mercado produce un sinnúmero de materiales fertilizantes de diferente composición
y precio, por lo que el capítulo se dedica a describir los productos más necesarios de
conocer. Se incluye información relacionada con las fuentes de los elementos, la solubi-
lidad de los compuestos y su naturaleza química u orgánica.

os fertilizantes son materiales que con- La mayoría de los fertilizantes son productos quí-
tienen nutrimentos para las plantas y micos o minerales, abonos orgánicos y residuos
se agregan a través del suelo, el agua de plantas y se utilizan para nutrir a los árboles.
o aspersiones foliares. Los fertilizantes A menudo se confunden los términos “nutrición
ejercen diversos efectos favorables sobre los árbo- mineral” y “fertilización”. Nutrición mineral se
les, como incrementar su crecimiento y produc- refiere a las necesidades y usos de los elementos
tividad, mejorar la calidad de la madera y la sa- químicos básicos por las plantas. Fertilización es
nidad de la plantación. También tienen un efecto el término empleado cuando estos materiales son
positivo sobre el suelo mediante el mejoramiento suministrados a las plantas como fuentes de nu-
y restitución de la fertilidad. Cuando los fertilizan- trimentos. La palabra fertilizante se refiere a todo
tes se utilizan en forma desproporcionada, pueden material orgánico o inorgánico, natural o sintético,
causar efectos negativos sobre el ecosistema, por que suministre a las plantas uno o más de los ele-
lo que conocer los productos y su manejo es im- mentos químicos esenciales en forma asimilable.
perativo en un mundo que exige tecnologías de Actualmente la industria de fertilizantes inorgáni-
producción limpias. cos sintéticos predomina en el mercado debido a
Entre los beneficios que se obtienen con el uso su mayor concentración de nutrimentos y su más
de fertilizantes en plantaciones forestales se en- bajo costo por unidad de los mismos.
cuentran: En la mayoría de los países el contenido de nutri-
• Suplir deficiencias nutricionales de los mentos en un fertilizante se expresa en términos
árboles de % de N, P2O5 y K2O, aunque la forma química
• Restituir nutrimentos extraídos por la de estos elementos que contiene el fertilizante debe
extracción de madera ser la que utilizan los árboles cuando los absorben.
• Mantener o mejorar la fertilidad del suelo El Ca y Mg usualmente se expresan como CaO y
• Mejorar resistencia de los árboles a
MgO, en tanto que los otros nutrimentos se expre-
enfermedades san en su forma elemental: S, Fe, Cu, Zn, Mn, B,
Cl. La costumbre de expresar como óxidos la con-
• Mejorar la calidad de la madera
centración de P, K, Ca y Mg en los fertilizantes pro-
• Incrementar la producción de madera
viene del siglo XVIII cuando los químicos de esa
• Aumentar la rentabilidad del proyecto época utilizaban la gravimetría para el análisis de
forestal
elementos y su contenido se calculaba en forma de
ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.

141
CARACTERÍSTICAS Y MANEJO DE LOS FERTILIZANTES

óxido, sistema que se utiliza comercialmente en la El contenido nutricional expresado en % por peso
industria de fertilizantes a nivel internacional. En de N, P2O5 y K2O, en ese orden, se conoce como el
realidad las raíces de los árboles no absorben los grado o la “fórmula” del fertilizante. Usualmente
nutrimentos en forma de óxido o elemental, sino se utilizan tres números para dar el grado de un
que éstos deben estar en forma de cationes o anio- fertilizante, y se refiere a los nutrimentos prima-
nes según el elemento, para que pueda ser absorbi- rios y éstos no son necesarios identificarlos ya que
do, tal y como se muestra en el Cuadro 6.1. se respeta el orden de aparición. La presencia de
un cuarto número en la fórmula indica el % de
Cuadro 6.1. Forma de absorción y expresión química de los nu-
trimentos en el fertilizante.
MgO, y un quinto número indica el % de B en
caso que el fertilizante contenga estos elementos.
Forma de Expresión química Si el cuarto y/o quinto número no corresponden a
Elemento
absorción en el fertilizante Mg y B, se debe indicar entre paréntesis el símbo-
Nitrógeno NH+4, NO-3 N lo o unidad de expresión del nutrimento, como su-
Fósforo H2PO4- , HPO4-2 P2O5 cedería en los casos del Ca, S, Fe, Cu, Zn, Mn, Mo,
Potasio K+ K2O
Cl. Por ejemplo, la fórmula 18-5-15-6-0.2 contiene
18% de N, 5% de P2O5, 15% de K2O, 6% de MgO y
Calcio Ca+2 CaO
0.2% de B. La fórmula 10-30-10-3(S) contiene 10%
Magnesio Mg+2 MgO
de N, 30% de P2O5, 10% de K2O y 3% de S.
=
Azufre SO4 S
Hierro Fe+2 Fe Los fertilizantes pueden ser simples cuando sólo
Cobre Cu+2 Cu contienen un nutrimento, o compuestos cuando
Zinc Zn+2 Zn contienen dos o más. Los fertilizantes pueden
Manganeso Mn +2
Mn fabricarse en forma de mezcla física que consis-
Boro -2
B4O7 , H2BO3 -
B
te en una simple mezcla mecánica de dos o más
materiales fertilizantes, sin que medien reaccio-
Cloro Cl- Cl
nes químicas. También existen los fertilizantes
Molibdeno MoO4-2 Mo químicos que contienen dos o más nutrimentos y
que han sido fabricados mediante reacción o mez-
Para el caso de un elemento como el nitrógeno, la
clado químico de materias primas. Este proceso
forma de expresar su concentración en un fertili-
generalmente involucra el uso de NH3 y HNO3 o
zantes es como “% de N”. Sin embargo la forma
H3PO4 como materia prima, y deja como resulta-
de absorción por las raíces es como NH+4 y NO-3,
ya que el N elemental no puede ser absorbido por do un material muy homogéneo en composición
las raíces. Los fertilizantes deben suministrar los química conocido como “fertilizante complejo”,
nutrimentos a las plantas en las formas químicas debido a que cada gránulo contiene la misma con-
como éstas los absorben. Los contenidos nutricio- centración que indica la fórmula y no es afectado
nales de los elementos que se expresan como óxi- por su separación dentro de la bolsa del producto
dos pueden también transformarse en contenido (segregación). Las mezclas físicas son más simples
elemental mediante el uso de sus respectivos fac- de fabricar, de menor costo, y con muchas opcio-
tores de conversión, como se observa en el Cuadro nes de mezclado, por lo que dominan el mercado
6.2. de fertilizantes; sin embargo, son susceptibles de
presentar problemas por segregación, fenómeno
P O x 0,44 = P
Cuadro 6.2. Factores de co-
2 5 que ocurre cuando existen diferencias notables en
P x 2,29 = PO
rrección de la expresión del 2 5 el tamaño de los gránulos de fertilizantes que se
K O x 0,83 = K
fertilizante en base a óxido 2 mezclan y que dan como resultado la separación
a la expresión en base ele- K x 1,2 = KO
2 física de las mismas, afectando con ello la homo-
mental y viceversa. CaO x 0,71 = Ca
geneidad de la mezcla y su eficiencia agronómi-
Ca x 1,4 = CaO
ca. Los fertilizantes químicos son más complejos
MgO x 0,6 = Mg
y requieren de una industria química para su fa-
Mg x 1,66 = MgO
142
6

bricación, y aunque por lo general su calidad es tes nitrogenados. El N es el responsable del creci-
superior, su costo es más elevado que las mezclas miento vegetal y del color verde de las hojas, es
físicas. además constituyente de los aminoácidos, y por lo
tanto es esencial en la síntesis de proteínas. Tam-
La mayoría de las fórmulas de fertilizantes en
bién forma parte de los ácidos nucléicos, los cua-
mezcla física o química provienen de la combi-
les controlan la formación de proteínas y las ca-
nación de diferentes fertilizantes simples, llama-
racterísticas genéticas de la planta. El N junto con
dos también “materias primas” porque se utilizan
el Mg forma parte de la molécula de clorofila, por
como fuentes para hacer otros fertilizantes. En el
lo cual está asociado con la coloración verde de los
Cuadro 6.3 se presentan los principales fertilizan-
tejidos vegetales y la captación de energía lumíni-
tes o materias primas utilizadas en la fabricación
ca en la fotosíntesis. El adecuado suministro de
de mezclas.
N promueve el crecimiento vegetal, incrementa la
Cuadro 6.3. Principales materias primas utilizadas para hacer relación biomasa/raíces, y es esencial para la for-
mezclas físicas. mación de tallos, ramas y hojas.
Fuente Fórmula La materia orgánica es la principal fuente de N en
Urea 46-0-0 los suelos, siendo más del 90% del N nativo del
Nitrato de amonio 33,5-0-0 suelo de origen orgánico. Sin embargo, la mayoría
Sulfato de amonio 21-0-0-24(S) de los suelos contienen poca cantidad de materia
Fosfato monoamónico (MAP) 10-50-0
orgánica, usualmente menos de 5%, lo que limita
el suministro de N para las plantas.
Fosfato diamónico (DAP) 18-46-0
KCl 0-0-60 En el pasado, casi todos los fertilizantes nitroge-
K-mag 0-0-22-18-22(S) nados eran de origen orgánico: residuos de pesca-
Sulfato de potasio 0-0-50-17(S) do, sangre seca, cáscaras de semillas, residuos de
cosecha, estiércol de ganado y aves, etc. Actual-
Ulexita 10% B
mente la mayoría de las fuentes utilizadas son in-
Sulfato de zinc 31% Zn
orgánicas y provienen del amoníaco, el cual puede
ser obtenido como subproducto de la industria del
carbón, o sintetizado por reacción de N e H; este
Fertilizantes con N, P y K último proceso es el más usado actualmente. Has-
El nitrógeno, fósforo y potasio son considerados ta 1940, el sulfato de amonio y el nitrato de sodio
los macronutrimentos de las plantas porque éstas fueron los fertilizantes nitrogenados más utiliza-
los requieren en cantidades muy altas. Los ma- dos, mientras que en la actualidad el mercado de
cronutrimentos son los elementos básicos en los fertilizantes está dominado por el uso de fuentes
programas de fertilización los árboles y general- de origen amoniacal o derivados del amoníaco
mente se incluyen en la mayoría de las fórmulas como urea y nitrato de amonio, debido a su mayor
completas de fertilizantes, las cuales se fabrican concentración de N. Los fertilizantes nitrogenados
a partir N, P y K como componentes. La fertiliza- amoniacales dejan efecto residual ácido en el sue-
ción balanceada de estos nutrimentos tiene gran lo debido a que durante el proceso de nitrificación
efecto en el crecimiento y rendimiento en buena del amonio se lib eran iones H.
parte de las especies arbóreas. Nitrato de amonio: es uno de los fertilizantes ni-
trogenados de mayor uso. Se fabrica a partir de la
Nitrógeno
reacción de ácido nítrico y amoníaco. Es un sólido
El nitrógeno es quizás el nutrimento que con ma- blanco, cristalino, higroscópico, con 33,5% de N,
yor frecuencia limita el crecimiento de los árboles la mitad en forma de amonio y la otra en forma
en zonas tropicales. La mayoría de las especies nítrica. El N de nitrato es rápidamente utilizado
forestales responden a la aplicación de fertilizan- por la mayoría de los cultivos, aunque puede ser
143
CARACTERÍSTICAS Y MANEJO DE LOS FERTILIZANTES

lixiviado del suelo con facilidad. El N de amonio Otros fertilizantes nitrogenados a base nitratos
puede ser adsorbido por las arcillas y retenido en son el nitrato de potasio (13-0-44) y el nitrato de
el suelo por mucho mayor tiempo que el nitrato. calcio (15,5-0-0-26(CaO), que si bien aportan poco
En el mercado existen otras fuentes que contienen N, son muy buenas fuentes para suministrar po-
nitrato de amonio como materia prima combinado tasio y calcio. Estas fuentes se utilizan principal-
con otros nutrimentos, tal es el caso del nitrato de mente en fertirriego y abonamiento foliar, debido
amonio calcáreo (20-0-0-8-11CaO). a su alto costo en comparación con fuentes más
baratas como urea y nitrato de amonio.
Urea: es un fertilizante sintético de origen orgá-
nico llamado carbamida, con 46% de N. La urea
Manejo de fertilizantes nitrogenados
es un sólido blanco, cristalino, muy soluble en
agua, con un contenido de N superior al nitrato Los fertilizantes nitrogenados pueden ser clasi-
de amonio. Una desventaja de la urea es el riesgo ficados en tres grupos, de acuerdo con la forma
que existe de pérdida de N por volatilización de de N presente: amoniacal, nítrico o combinación
NH3 cuando se aplica sobre la superficie del suelo de ambos.
seco y en condiciones de alta temperatura. Este
Los fertilizantes amoniacales tienen algunas ca-
problema se elimina cuando la urea se entierra en
racterísticas en común. La mayoría de las plan-
el suelo y se cubre con una capa de 5 a 10 cm de
tas no pueden utilizar el N amoniacal en forma
suelo. La urea con azufre contiene 5% de S y 40%
de N ureico y es una alternativa eficaz en suelos efectiva, con excepción del arroz, de tal manera
con deficiencia de S. que su mejor utilización depende de la conversión
de amonio a nitrato en el suelo. Esta conversión
Sulfato de amonio: es uno de los fertilizantes ni- se lleva a cabo a través de una serie de procesos
trogenados más antiguos, habiendo sido manufac- microbiológicos como la nitrificación, que usual-
turado por muchos años como subproducto de la mente son bastante rápidos en suelos de zonas cá-
industria de acero. También es sintetizado a partir lidas. Sin embargo es necesario que el suelo esté
de amoníaco y ácido sulfúrico. Es un sólido blan- bien aireado, ya que la nitrificación es un proceso
co cristalino, de baja higroscopicidad, con 21% N aeróbico y en suelos inundados la nitrificación no
y 24% de S. Es una fuente apropiada para suelos ocurre. La disminución de la temperatura del sue-
y especies con problemas de
Cuadro 6.4 Principales fertilizantes con macronutrimentos y elementos secundarios.
S. Su uso continuo aumenta
el riesgo de acidificación en Fuente N P2O5 K2O CaO MgO S Cl
el suelo debido a su elevado Sulfato de amonio 21 - - - - 24 -
poder residual ácido, por lo Amoniaco anhidro 82 - - - - - -
que no es recomendado para Nitrato de amonio 33,5 - - - - - -
uso continuo en suelos áci- Urea 46 - - - - - -
dos. Su bajo contenido de N Triple superfosfato - 46 - - - - -
le ha hecho perder popula- Fosfato monoamónico 10 50 - - - - -
ridad debido a que el costo Fosfato diamónico 18 46 - - - - -
por unidad de N es mayor Fosfato monopotásico - 52 35 - - - -
que el de otros fertilizantes Acido fosfórico - 61 - - - - -
nitrogenados. Sin embargo, Nitrato de calcio 15 - - 26 - - -
el sulfato de amonio es muy Cloruro de calcio - - - 50 64
utilizado en mezclas físicas Nitrato de potasio 13 - 44 - - - -
como fuente de S en planta- Cloruro de potasio - - 60 - - - 46
ciones forestales. Sulfato de potasio - - 50 - - 17 -
Sulfato de K y Mg - - 22 - 18 22
Sulfato de magnesio - - - - 16 14 -
Nitrato de magnesio 11 - - - 16 - -

144
6

lo puede bajar la tasa de nitrificación, y a tempe- zonas áridas o con problemas de salinidad, debe
raturas menores de 10ºC la nitrificación cesa. Por evitarse el uso de fertilizantes con cloruros.
este motivo, las fuentes nítricas son más efectivas
Los nitratos son generalmente efectivos bajo to-
en climas muy fríos.
das las condiciones de suelo y planta, y son una
El N amoniacal puede ser retenido por los coloides alternativa para clima frío. Sin embargo, en con-
o arcillas del suelo, y por lo tanto resistir las pérdi- diciones de mal drenaje, los nitratos son desnitri-
das por lixiviación. Sin embargo, la nitrificación es ficados y se pierden por volatilización, por lo que
rápida en condiciones favorables, lo cual minimi- no deben utilizarse.
za el efecto beneficioso de la retención de amonio.
Los nitratos de calcio, sodio y potasio tienen reac-
En suelos mal drenados o que pasan inundados,
ción básica en el suelo y representan una buena
la adsorción de amonio por el complejo coloidal
alternativa para suelos ácidos. Una de las desven-
es importante debido al ambiente de reducción en
tajas de estas fuentes es su bajo contenido de N
el suelo que impide la nitrificación, por lo que las
que incrementa el costo por unidad de N. El nitra-
pérdidas de N por lixiviación se reducen.
to de sodio puede ser perjudicial en suelos salinos
La aplicación de fuentes amoniacales en forma su- y clima muy árido. El nitrato de calcio puede ser
perficial podría propiciar las pérdidas de amonía- usado en suelos salinos, ya que el Ca reemplaza al
co por volatilización, dependiendo del tipo de fer- Na del complejo de intercambio.
tilizante, pH del suelo, temperatura, etc. Por este
El nitrato de amonio contiene N amoniacal y nítri-
motivo el NH3 anhidro y otras fuentes amoniaca-
co, y por lo tanto posee las ventajas y desventajas
les como la urea deben incorporarse al suelo para
de ambas formas de N. Es una fuente ampliamen-
reducir las pérdidas por volatilización. La urea
te utilizada, aunque su contenido de N es inferior
presenta la ventaja con relación a las otras fuentes
a la urea.
granuladas de que posee un contenido más alto
de este elemento. Sin embargo, el N de la urea es Uno de los aspectos que más influye en la selec-
susceptible a perderse por volatilización en aplica- ción del fertilizante nitrogenado es el costo de la
ciones superficiales cuando el suelo está seco y la fuente y su disponibilidad. Esto ha causado una
temperatura es muy alta, o el pH es alcalino. disminución en el consumo de sulfato de amonio
debido a su bajo contenido de N, en comparación
Los fertilizantes amoniacales son formadores de
con la urea y el nitrato de amonio.
ácido en el suelo, principalmente el sulfato de
amonio y el cloruro de amonio. Esto podría ser La mayoría de las fórmulas completas de fertili-
una ventaja en suelos alcalinos o especies foresta- zantes que se distribuyen contienen N. En el caso
les que requiere un ambiente de suelo ácido. Pero de las mezclas químicas, la fuente de N es princi-
en otros casos, la acidez residual del fertilizante palmente nitrato de amonio. En mezclas físicas, la
podría ser desventajosa al incrementar los pro- fuente principal de N es la urea, aunque también
blemas de acidez en los suelos como Ultisoles y se utiliza nitrato de amonio, sulfato de amonio,
Andisoles. MAP y DAP.
El anión acompañante de la sal de amonio debe Otras fuentes de N tienen un uso limitado, debido
ser considerado al seleccionar una fuente de N. a su mayor costo y a la dificultad de encontrar-
Para especies que requieren un buen suministro las disponibles en la mayoría de los distribuido-
de P, los fosfatos de amonio constituyen una fuen- res de fertilizantes. Las fuentes como nitrato de
te de gran valor por su alta concentración de P. calcio, potasio y magnesio, podrían utilizarse en
En suelos deficientes de S, el sulfato de amonio es plantaciones forestales de alta rentabilidad y para
una buena alternativa. En los raros casos de espe- aplicación líquida por medio de fertirrigación y
cies que responden al cloro, el cloruro de amonio fertilización foliar.
sería una buena opción. Sin embargo, en especies
arbóreas sensibles a los cloruros, o en suelos de
145
CARACTERÍSTICAS Y MANEJO DE LOS FERTILIZANTES

Fósforo ca es un fosfato tricálcico, que contiene además


otros elementos como Si, Mg, F, CO3, Na, etc. La
Es un nutrimento de gran importancia debido a
roca es extraída por lo general de minas a cielo
su papel como componente de los ácidos nucléi-
abierto. Luego de varios pasos de procesamiento y
cos, fosfolípidos, ATP, NAD y NADP. Participa en
purificación, la roca fosfórica contiene entre 11,5
procesos como fotosíntesis, glucólisis, respiración
y 17,5% de P (27 a 41% de P205). El material purifi-
y síntesis de ácidos grasos. El P favorece varios
cado es molido finamente y de este modo está listo
procesos fisiológicos de las plantas, entre ellos el
para su aplicación directa al suelo. El P de la roca
desarrollo de las raíces, la producción de núme-
fosfórica es insoluble en agua, por lo que para que
ro de retoños, la floración, la formación de semi-
se disuelva en el suelo el material debe ser molido
llas, evita el acame, etc.
con fineza y pasado a través de una malla 100.
El P es un elemento que con frecuencia se pre- La aplicación directa de roca fosfórica es utilizada
senta deficiente en muchos suelos ácidos de re- en algunos países en suelos ácidos, en dosis que
giones tropicales, principalmente en Ultisoles y oscilan entre 0,5 y 1 ton ha-1. Los rendimientos se
Andisoles. La causa principal se debe al grado de incrementan luego del primer año de aplicación y
meteorización del suelo, su escasa movilidad, y se mantiene un efecto residual a mediano plazo.
al fenómeno de fijación de P por las arcillas. La Sin embargo, la mayor parte de la roca fosfórica es
mayor parte del P nativo en el suelo se encuentra utilizada como materia prima para producir ferti-
en formas no disponibles para los árboles, princi- lizantes fosfatados más solubles, principalmente a
palmente como formas orgánicas, o como fosfatos través del proceso de acidulación.
inorgánicos de Fe, Al, y Ca. El P es disponible para
En el siglo XVIII se inició la fabricación de los
las plantas en forma de anión ortofosfato primario
primeros fertilizantes sintéticos de P provenientes
principalmente (H2PO4-), aunque también lo ab-
de la acidulación de la roca fosfórica, conocidos
sorben como ortofosfato secundario (HPO4=). Es-
como superfosfato sencillo y triple superfosfato.
tas formas de P son muy reactivas y escasas en los
Estos fertilizantes llegaron a ser las principales
suelos. El anión ortofosfato reacciona fácilmente
fuentes de P en la industria de fertilizantes hasta
con minerales secundarios y otros coloides, for-
los años setenta y ochenta, cuando empezaron a
mando fosfatos insolubles que no son disponibles
ser reemplazados por los fosfatos de amonio.
para las plantas. Minerales como los óxidos e hi-
dróxidos de Fe y Al, alófanas, caolinitas, haloisi- Daphos: es una mezcla de roca fosfórica par-
tas, etc., tienen diferente capacidad para fijar P, cialmente acidulada y silicato de magnesio, con
afectando su disponibilidad para los árboles. presentación granular. El Daphos contiene 25%
de P2O5, y también presenta 35% de CaO, 7% de
Roca fosfórica: es la principal materia prima para
MgO y 22% de SiO2. Es un fertilizante de libera-
la fabricación de fertilizantes fosfatados. La roca
ción lenta debido a que la mayor parte se disuelve
fosfórica es un mineral llamado apatita, siendo el
a mediano plazo, entre 4 y 6 meses después de
más común de ellos la fluorapatita. Existen gran-
aplicado. Es una alternativa para suelos con alta
des yacimientos de este material en muchas partes
capacidad de fijación de P, como Ultisoles y Andi-
del mundo, la mayoría de los cuales son de origen
soles, debido a su menor solubilidad.
marino. Estos yacimientos quedaron expuestos en
la superficie al levantarse grandes extensiones de Fosfatos de amonio: actualmente la industria de
tierra y mar; formándose capas de sales mezcla- fertilizantes fosfatados es dominada por los fos-
das con los esqueletos de la fauna marina después fatos de amonio como el DAP (18-46-0) y el MAP
de la evaporación del agua. Los yacimientos más (10-50-0). El éxito de estas fuentes se fundamenta
importantes se encuentran en Marruecos, China, en su alta concentración de P, y en la evidencia
Estados Unidos, Rusia, Brasil, Venezuela, Perú y que existe de que la absorción de P por la plan-
Colombia. Las reservas de roca fosfórica son enor- ta se incrementa en presencia de NH4. Tanto el
mes, cerca de 40 billones de TM. La roca fosfóri- DAP como el MAP son fertilizantes granulados
146
6

completamente solubles en agua, con alta con- fertilizante con P en el fondo del hoyo durante la
centración de P. Pueden ser usados como fuente siembra de los árboles, para disminuir el contacto
de P en mezclas físicas, y en la preparación de físico del abono con las partículas de suelo y re-
fertilizantes líquidos. El MAP y el DAP se utilizan ducir las pérdidas por fijación. El fraccionamien-
también como abonos de siembra en sustitución to del fertilizante en varias aplicaciones también
de otras fórmulas tradicionales como el 10-30-10 reduce las pérdidas por fijación e incrementa la
y 12-24-12. eficiencia del abono. Debido a su inmovilidad, las
pérdidas de P a través del perfil son bajas, con ex-
Ácido fosfórico: (H3PO4) contiene entre 51 y 62% cepción de la remoción por la planta y la retención
de P2O5. El H3PO4 es la materia prima principal por los minerales del suelo.
para fabricar superfosfatos y fosfatos de amonio,
pero también es utilizado como fuente de P en fer- La deficiencia de P generalmente es más pronun-
tilizantes líquidos y fertirrigación. Sus grados más ciada a bajas temperaturas, debido que el creci-
comunes son 0-54-0 y 0-61-0. Son líquidos muy miento radical es más lento, lo cual disminuye la
densos que causan corrosión, por lo que se almace- absorción de P. Con temperaturas bajas también
nan en tanques de vidrio o de acero inoxidable. El disminuye la mineralización de P orgánico, y la
H3PO4 libera calor cuando se agrega al agua de rie- tasa de difusión de P a la raíz. La mayor propor-
go, pero rápidamente se disipa. No debe mezclarse ción de P absorbido se mueve hasta la raíz por
con calcio porque forma precipitados de fosfatos difusión, por lo tanto es necesario que haya condi-
de Ca que obstruyen los sistemas de riego. ciones favorables de humedad en el suelo.
El tamaño del gránulo del fertilizante está muy
Manejo de fertilizantes con P relacionado con el grado de solubilidad del ferti-
La disponibilidad de P es mayor a un pH del suelo lizante fosfatado. En los fertilizantes de alta solu-
entre 5,5 y 7,0, siendo el H2PO4− la forma domi- bilidad, el incremento del tamaño del gránulo dis-
nante. A pH mayor de 7,2 predomina el HPO4-2. minuye el riesgo de pérdidas por fijación, ya que
La disponibilidad de P en el suelo está muy rela- hay menos contacto con el suelo. En el caso de
cionada con el tipo de arcilla presente y el grado fertilizantes poco solubles en agua, la disminución
de acidez, dado que el fosfato es muy reactivo. del tamaño de partícula aumenta su eficiencia al
En suelos ácidos el P reacciona con óxidos de Al incrementar la superficie específica, como en el
y Fe o con el Al intercambiable para formar fosfa- caso de las rocas fosfóricas.
tos de Al y Fe insolubles. Mientras que en suelos
La fuente de P también repercute en el manejo de
alcalinos, los fosfatos solubles pueden convertirse fertilizantes. Los fosfatos de amonio o fuentes de
en fosfatos dicálcicos o tricálcicos que son muy nitrógeno amoniacal con P presentan ventajas con
insolubles. Los iones fosfato también pueden ad- respecto a fosfatos de calcio en el sentido de que
sorberse a la superficie de partículas de CaCO3 o pueden acidificar temporalmente la solución ad-
en arcillas saturadas con Ca. En suelos volcánicos yacente en suelos alcalinos e incrementar la dispo-
el Al amorfo proveniente de las arcillas alofana e nibilidad de P, y aumentan la absorción radical de
imogolita es capaz de retener gran cantidad de P. P. Los fosfato de amonio también tienen la ventaja
Los Andisoles se distinguen por ser los suelos con del efecto estimulatorio a la absorción de P que
mayor capacidad de retención de P. causa el N-NH4.
Otro aspecto que contribuye a las pérdidas de P es
su baja movilidad en el suelo. El P soluble rara vez Potasio
se mueve más de 2 ó 3 cm antes de reaccionar con El potasio junto con el nitrógeno, son los elementos
los minerales del suelo. De ahí la importancia de absorbidos en mayor cantidad por la mayoría de
colocar el P en la posición adecuada para que pue- las especies forestales. A pesar de que en muchos
da ser absorbido por las raíces. Una práctica reco- suelos el contenido de K total es por lo general
mendable en plantaciones forestales es colocar el superior al K absorbido por las plantas, sólo una
147
CARACTERÍSTICAS Y MANEJO DE LOS FERTILIZANTES

pequeña fracción se encuentra disponible. De ahí 0,4 mm), estándar especial (0,1-0,4 mm), estándar
que las necesidades de K son con frecuencia altas (0,2-1,2 mm), grueso (0,6-2,4 mm), y el granular
para satisfacer los requerimientos de los árboles y (0,8-3,4 mm). El KCl blanco es agronómicamente
establecer una nutrición balanceada. El K cumple igual que el rojo. La diferencia es que durante su
muchas funciones en la planta, como fomentar la procesamiento se le remueven algunas impurezas
fotosíntesis mediante la activación de numerosas que lo tornan de color blanco, haciéndolo mucho
enzimas, mejorar la eficiencia en el consumo de más fácil de disolver en agua, por lo que es prefe-
agua, acelerar el flujo y translocación de los pro- rido para hacer fertilizantes líquidos y para ferti-
ductos asimilados, favorecer la resistencia a enfer- rrigación. Las presentaciones estándar y granula-
medades al fortalecer los tejidos vegetales, etc. das son utilizadas en mezclas físicas.

El K se encuentra en la naturaleza en forma de El KCl es medianamente higroscópico, y presenta


depósitos de sales inorgánicas que forman minas un alto Índice Salino de 116,3, por lo que no debe
o yacimientos de minerales bajo la tierra o como usarse en contacto son la semilla o las raíces por-
salmueras en mares y lagos en secamiento. La ma- que causa quema, aparte de que su uso continuo
yoría de estos depósitos se formaron en mares anti- en suelos muy áridos puede causar un aumento
guos que se separaron de los océanos, y en los que en el contenido de sales en el suelo que podría
las sales contenidas gradualmente se fueron preci- eventualmente dañar las raíces de las plantas. Es
pitando. Se conocen cerca de 30 minerales en los de reacción neutra en el suelo.
yacimientos que contienen K. La silvina es uno de Sulfato de potasio: presenta un grado de 50% de
los minerales más importantes y a menudo se en- K2O y 17,5% de S. Posee un costo de producción
cuentra mezclado con NaCl formando silvinita. En superior al KCl. Su uso está recomendado para
el Cuadro 6.5 se detallan los principales minerales plantas muy sensibles a cloruros, y por su bajo Ín-
que contienen K. A partir de la silvita se fabrica el dice Salino puede ser utilizado en suelos y especies
0-0-60, que es el principal fertilizante con K. donde la salinidad es un problema. Otra ventaja es
que suministra azufre y presen-
Cuadro 6.5. Principales minerales con K utilizados en la fabricación de fertilizantes. ta reacción neutra en el suelo.
Nombre Fórmula K2O (%) K (%) Sulfato de potasio y magne-
Silvinita KCl + NaCl 10 - 35 8 - 29 sio: presenta un grado de 22 %
Langbeinita K2SO4•2MgSO4+NaCl 7 - 12 5 – 10
de K2O, 18 % de MgO y 22 %
de S. Se puede extraer directa-
Kainita 4KCl•4MgSO4•11H2O+NaCl 13 - 18 10 – 14
mente mediante la purificación
Salitre chileno KNO3+NaNO3 15 12,5
de yacimientos de los minerales
Silvita KCl 63,2 52,4 Langbeinita y Kainita. Algunos
de los nombres comerciales son
Sul-Po-Mag y K-Mag. Presenta un bajo Índice Sa-
Cloruro de potasio: es conocido también como lino (43,2). Aunque es una fuente baja en K, tiene
muriato de K. Posee entre 60 y 63% de K2O, y la ventaja que suministra Mg y S. El sulfato de
es el fertilizante potásico más importante pues potasio y magnesio es la principal fuente de Mg
provee cerca del 95% de los fertilizantes con este en las fórmulas completas de fertilizantes en mez-
elemento. Puede variar en color desde rosado o clas físicas que incluyen este elemento. Aunque es
rojizo hasta blanco, lo cual depende del tipo de muy soluble una vez que se aplica al suelo, no es
proceso empleado en su extracción y fabricación, apropiado para fertilizantes líquidos y fertirriga-
y no hay diferencias agronómicas entre ellos. La ción debido a limitaciones de solubilidad en agua
coloración rojiza se debe a la presencia de Fe. El por efecto de impurezas que contiene.
KCl es un sólido cristalino muy soluble en agua.
Se encuentra en cinco presentaciones de acuerdo Nitrato de potasio: puede obtenerse de minas
con su diámetro de partículas: soluble blanco (0,1- naturales mezclado con NaNO3, tales como en
148
6

Chile (salitre). También se puede producir comer- hojas nuevas y los puntos de crecimiento de los ár-
cialmente por reacción del ácido nítrico con KCl. boles, causando clorosis en los bordes de las hojas,
Presenta 13% de N y 44% de K2O. Su Índice Sali- deformación y paralización del crecimiento.
no es un poco alto 73,6, posee una ligera reacción
El Mg es componente de la clorofila, el pigmento
básica en el suelo. Tiene la ventaja de suministrar
verde de las hojas que se encarga de capturar la
N en forma de nitrato y puede ser utilizado en
fertirrigación y abonamiento foliar en sustitución energía suplida por el sol durante el proceso de fo-
del KCl. Su costo es más alto que otras fuentes de tosíntesis. Además sirve como cofactor en muchos
K por lo que su uso en especies forestales está li- procesos enzimáticos y de fosforilación. Estabili-
mitado principalmente para soluciones nutritivas za las partículas de ribosomas en la configuración
en viveros de propagación de plántulas. para la síntesis de proteínas. La deficiencia de Mg
se presenta generalmente como una clorosis inter-
Fosfato de potasio: una de las fuentes más des- venal en hojas maduras, que eventualmente po-
tacadas es el fosfato monopotásico, cuya fórmula dría causar defoliación.
es 0-52-35. Es un cristal fino de alta solubilidad
en agua, alta concentración de P y K. Su alto La mayoría de los suelos con problemas de Ca y
costo limita su empleo en fertilización al suelo, Mg son de naturaleza ácida, tal como ocurre en
pero es una fuente ideal para abonamiento foliar los Ultisoles y Andisoles, por lo que la práctica
y fertirrigación. de encalado es necesaria para neutralizar la acidez
del suelo, y de paso, incrementar el contenido de
Ca y/o Mg en el suelo y suplir estos dos elemen-
Fertilizantes con Ca, Mg y S tos como nutrimentos para las plantas. El uso de
enmiendas como carbonato de calcio, óxido de
El calcio, magnesio y azufre son denominados nu- calcio, hidróxido de calcio, dolomita, etc., es la
trimentos secundarios debido a que las plantas los forma más común y barata para suplir Ca y Mg
requieren en cantidades intermedias. Estos ele- a los árboles. El yeso (Sulfato de calcio) también
mentos son tan esenciales en la nutrición de los es una alternativa eficaz en suelos con problemas
árboles como lo son los macro y micronutrimen- de acidez en el subsuelo o en suelos con acidez
tos. El Ca y Mg constituyen la mayor parte de los moderada pero bajo contenido de Ca.
cationes intercambiables en la fracción coloidal
del suelo, y tienen un comportamiento similar al El Ca normalmente no es formulado dentro de las
K. La fertilidad de los suelos está definida en gran fórmulas completas de fertilizantes a menos que
medida por las cantidades presentes de estos ca- vaya como subproducto de alguno de ellas. Tal es
tiones en los suelos. El S está ligado principalmen- el caso del Triple superfosfato (0-46-0) o el super-
te a la materia orgánica del suelo, y su dinámica fosfato sencillo (0-20-0) que contienen entre 12 y
es muy similar a la del N. 21% de Ca. Sin embargo, estas fuentes ya no se
utilizan mucho. El Mg usualmente se incluye en
Calcio y Magnesio la mayoría de las fórmulas completas de fertili-
zantes, utilizando como fuente el K-Mag. Algunos
El Ca es un elemento esencial para el crecimiento fertilizantes nitrogenados contienen Ca y Mg, tal
de las raíces, para mantener la integridad de la es el caso del nitrato de amonio calcáreo, el nitrato
membrana celular y se encuentra en las paredes de calcio y el nitrato de magnesio
celulares en forma de pectatos de Ca. El calcio fa-
vorece el crecimiento y la germinación del polen, Enmiendas
y activa gran cantidad de enzimas que intervienen Las enmiendas son materiales que corrigen la acidez
en la mitosis, división y elongación celular. La de- del suelo y que están constituidas principalmente
ficiencia de Ca disminuye el crecimiento de los por sales de Ca y Mg, debido a su gran abundancia
árboles y del sistema radical, debilita los tejidos natural. El uso de enmiendas en los suelos se cono-
foliares haciéndolos más susceptibles al ataque de ce como encalado, que es el método más común y
enfermedades. Los síntomas también afectan las efectivo para corregir la acidez del suelo, y consiste
149
CARACTERÍSTICAS Y MANEJO DE LOS FERTILIZANTES

en la aplicación masiva de sales básicas con el obje- Silicato de magnesio: es un fertilizante que puede
to de neutralizar la acidez causada por hidrógeno y ser obtenido de mina o como subproducto de la in-
aluminio. La cal aplicada al suelo causa una serie dustria del acero. Contiene principalmente magne-
de reacciones químicas que elevan el pH y dismi- sio y silicio, y su solubilidad en agua es moderada,
nuyen la acidez, reduciendo las concentraciones de actúa como un fertilizante de liberación lenta de-
aluminio e hidrógeno a niveles no tóxicos para las jando un efecto residual más prolongado que otras
plantas. La reducción de la acidez y la toxicidad fuentes de Mg. Tiene efecto de enmienda porque
de aluminio mejoran el crecimiento de las raíces deja efecto residual alcalino en el suelo. Algunas de
de los árboles permitiéndoles profundizar más en las presentaciones que se consiguen son el Magne-
el perfil del suelo y explorar un mayor volumen sil (32% de MgO y 34% de SiO2) y la Magneserita
de suelo en busca de agua y nutrimentos. Se ha (24% de MgO, 15% de SiO2, y 16% de S).
comprobado que un buen crecimiento del sistema
radical está directamente relacionado con un ma- Azufre
yor desarrollo de biomasa aérea, un aumento en El azufre es un elemento esencial para la forma-
la producción, y un mejoramiento en la sanidad ción de las proteínas vegetales, como constituyen-
de la planta. Los materiales de encalado también te de los aminoácidos azufrados cistina, cisteína y
son una fuente eficaz y de bajo costo para subir el metionina. El azufre también se puede encontrar
contenido de Ca y/o Mg en los suelos y suministrar
en muchas vitaminas como la biotina, tiamina y
estos nutrimentos a los árboles.
coenzima A, y forma parte de los grupos sulfihi-
El uso del encalado para la corrección de la acidez drilos de muchas enzimas. El azufre contribuye al
del suelo debe considerar varios factores como: desarrollo de la planta y al mantenimiento del co-
fuente de cal, calidad del material, dosis a aplicar lor verde de las hojas ya que participa en la forma-
y método de aplicación (ver Capítulo 7). ción de clorofila. El S usualmente es incorporado
en las fórmulas de fertilizante como componente
Fertilizantes con Ca y Mg de otras fuentes que contienen N, K o Mg, como
Nitrato de calcio: es una de las pocas fuentes de en el caso del sulfato de amonio, K-Mag, sulfato
Ca de alta solubilidad y rápida disponibilidad para de K y sulfato de Mg.
las plantas. Contiene 15% de N y 26% de CaO. Es
Azufre elemental: conocido como flor de azufre,
una fuente de alta solubilidad en agua (> 1.000 g
cuya composición puede variar entre 85 y 100%
l-1), lo cual facilita su aplicación en fertirrigación
de S. Al aplicarlo al suelo es transformado a sul-
y abonamiento foliar. El nitrato de calcio deja un
fato a través de la acción de microorganismos,
ligero efecto basificante en el suelo, algo ventajoso
y bajo condiciones adecuadas de temperatura y
en suelos ácidos. Es una fuente de alto costo, por
humedad. La velocidad de la oxidación depende
lo que su uso está más restringido para preparar
mucho del tamaño de la partícula, entre más fino
soluciones nutritivas en viveros y en fertilización
mejor será la reacción. El S elemental también se
foliar. También se formula como fertilizante líqui-
utiliza como enmienda para reducir el pH en sue-
do, siendo su grado 9-0-0-15 (CaO).
los alcalinos, ya que presenta una alta capacidad
Sulfato de magnesio o Sal de Epsom: es una de formar acidez residual. Su uso en suelos ácidos
fuente con 16% de MgO, de amplio uso en ferti- no es recomendable a no ser que se utilice cal
lización líquida y abonamiento foliar, y de mayor para neutralizar la acidez causada. El S elemental
costo que el K-Mag. Otro sulfato menos hidratado presenta algunas características inadecuadas de
que la sal de Epsom incluye la Kieserita, con 25% manejo, tales como olor desagradable y el peli-
de MgO y 20% de S. gro de fuego y explosión. Es poco utilizado como
fertilizante.
Nitrato de magnesio: tiene un grado de 11-0-0-
16, es muy soluble en agua, y se utiliza principal- Urea-S: se presentan dos modalidades de produc-
mente en fertilización foliar y fertirriego. tos. Una mezcla física de urea y sulfato de amonio,
150
6

con grado de 40-0-0-5(S), y que se conoce como e incorporados al suelo para aumentar su dispo-
UreaS; y una Urea azufrada que resulta de una nibilidad. Otras fuentes inorgánicas incluyen los
mezcla química de ambas materias primas y que boratos de sodio y los molibdatos de amonio y
posee el mismo grado anterior. La urea azufrada sodio. Los fertilizantes líquidos también pueden
es una buena opción para suplir N en suelos con incluir fuentes inorgánicas de micronutrimentos
deficiencia de S. de alta solubilidad en agua, tales como sulfatos,
cloruros y nitratos. Las fuentes inorgánicas de mi-
cronutrimentos usualmente son más baratas que
Fertilizantes con otras fuentes.
micronutrimentos
Quelatos
Los micronutrimentos son elementos esenciales
Los quelatos están formados por un agente quela-
que los árboles requieren en pequeñas cantidades.
tante (orgánico o sintético) que se acompleja con
Se dividen en micronutrimentos aniónicos (Cl, B
un ión metálico (Ca, Mg, K, Fe, Cu, Zn y Mn) en
y Mo) y micronutrimentos catiónicos (Fe, Cu, Zn
una estructura cíclica denominada quelato, cuya
y Mn). Los micronutrimentos son tan importantes
palabra proviene del griego “chele” que significa
para los árboles como los elementos mayores y se-
gancho o tenaza. El quelato le da mayor estabili-
cundarios. La ausencia de cualquiera de estos ele-
dad al catión metálico y lo protege de reacciones
mentos menores en el suelo puede limitar el creci-
de precipitación, adsorción, oxidación-reducción,
miento de la planta, aún cuando todos los demás
etc., lo cual le permite mantener una disponibi-
se encuentren en cantidades adecuadas. Existen lidad más duradera para ser aprovechado por la
tres grandes fuentes de fertilizantes que contienen planta. Algunos de los agentes quelatantes sinté-
micronutrimentos: inorgánicas, quelatos sintéti- ticos más utilizados son EDTA, HEDTA, DPTA,
cos, y complejos orgánicos naturales. etc. El EDTA (Ácido etilendiaminotetracético) es
el más popular, y en su fabricación se mezcla con
Fuentes inorgánicas
el micro nutrimento, generalmente en forma de
Las principales fuentes inorgánicas son yacimien- cloruro u óxido, ya que son más baratos que los
tos o minas naturales de óxidos, carbonatos y sales sulfatos. La mayoría de los quelatos de EDTA se
metálicas como sulfatos, cloruros y nitratos. Los formulan en forma líquida debido a su menor cos-
óxidos como Cu2O y MnO2, pueden ser utilizados, to, pero también pueden fabricarse en polvo fino.
sin embargo su disponibilidad para las plantas es
Los quelatos sintéticos u orgánicos son más efecti-
muy baja ya que son compuestos muy insolubles.
vos que las fuentes de sales inorgánicas en aplica-
Los sulfatos son las principales fuentes inorgá-
ciones al suelo porque protegen al catión metálico
nicas y pueden mezclarse con otros fertilizantes
de reacciones adversas que afectan su disponibili-
para fabricar mezclas químicas o físicas. Los sulfa- dad, y además facilitan la penetración a través de
tos también suministran pequeñas cantidades de cutícula de la raíz. Sin embargo, los quelatos son
S a las plantas. Los sulfatos usualmente son cris- más caros que las fuentes inorgánicas, y de menor
tales, pero pueden ser granulados para facilitar su concentración de micronutrimentos. En aplicacio-
manipulación. Los oxisulfatos son producidos por nes foliares, los quelatos se absorben más rápido a
acidulación parcial de óxidos, lo que aumenta su través de la cutícula foliar, disminuyendo el riesgo
solubilidad. La disponibilidad de micronutrimen- de pérdida de nutrimentos por lavado.
tos para las plantas derivados de estas fuentes está
directamente relacionada al grado de acidulación Complejos orgánicos naturales
Los sulfatos de Fe, Cu, Zn y Mn son ampliamente Los complejos orgánicos naturales son fabricados
usados en aplicaciones al suelo y foliares. Los óxi- por reacción de sales metálicas con subproductos
dos son más baratos que los sulfatos, pero debido derivados de la industria de la pulpa de madera u
a su baja solubilidad, deben ser molidos finamente otros similares, tales como lignosulfatos, fenoles
151
CARACTERÍSTICAS Y MANEJO DE LOS FERTILIZANTES

Cuadro 6.6. Principales fuentes de fertilizantes con micronutrimentos a base de sales


minerales inorgánicas.

y poliflavonoides. No está bien Fuente del elemento Fórmula Contenido %


definido el tipo de unión quími- B
ca que se forma entre estos pro- Bórax Na2B4O7 . 10 H2O 11
ductos y los metales, aunque en Pentaborato de sodio Na2B10O16 . H2O 18
algunos casos puede ser similar Tetraborato de sodio Na2B4O7 . H2O 14
a los quelatos. Estas fuentes son Solubor Na2B4O7 . 5 H2O + Na2B10O7 . 10 20
H2O
más recomendables para aplica-
Acido bórico H3BO3 17
ciones en aspersiones foliares o
Cu
en fertilización líquida, debido a
Sulfato cúprico penta CuSO4 . 5 H2O 25
el tipo de ligando que establece
Sulfato cúprico mono CuSO4 . H2O 35
con el catión metálico no es muy
Sulfato de cobre básico CuSO4 3 Cu(OH)2 13-53
estable en el suelo.
Fe
Sulfato ferroso FeSO4 . 7 H2O 19
Fertilizantes Sulfato férrico Fe2(SO4)3 . 4 H2O 23
Fosfato de amonio Fe(NH4)PO4 . H2O 29
de liberación ferroso
controlada Mn
Sulfato de manganeso MnSO4 . 3 H2O 26-28
Los fertilizantes de liberación
Carbonato de manganeso MnCO3 31
lenta o controlada (en inglés slow
Mo
release fertilizers) liberan los nu-
Molibdato de sodio Na2MoO4 . 2 H2O 39
trimentos lentamente, al mismo Molibdato de amonio (NH4)6Mo7O2 . 4 H2O 54
ritmo en que las plantas los re- Zn
quieren. En estos productos la Sulfato de zinc ZnSO4 . H2O y ZnSO4 . 7 H2O 21-36
tasa de liberación del elemento Nitrato de zinc Zn(NO3)2.6H2O 18
es controlada a través del tiempo Fosfato de zinc Zn3(PO4)2 51
para que los nutrimentos estén
disponibles para las plantas por producto, sumado a la disminución por la conta-
un período más prolongado. minación por fertilizantes. Un fertilizante conven-
La liberación controlada se define como la transfe- cional, suministra todos sus nutrimentos en un
rencia lenta, moderada o gradual, de un material tiempo relativamente corto; la planta toma lo que
activo desde un sustrato de reserva a otro medio, requiere al momento, perdiéndose una gran parte,
con el fin de conseguir sobre el mismo una acción asumiendo un papel contaminante o tóxico. El de
determinada (Jiménez 1992). Con ello se consigue liberación lenta o controlada mantiene su acción
aumentar la eficacia del material activo prolongan- durante mucho más tiempo, lo que implica que
do su acción en el tiempo, se reduce su impacto nunca hay un exceso, al menos notable, pues pone
sobre aquellos otros medios a los que no va espe- a disposición de la planta una cantidad menor.
cialmente dirigido, se simplifica su dosificación, Tipos de fertilizantes de liberación
se evitan pérdidas por degradación, volatilización, controlada
lixiviación, etc., y en suma, se disminuye las exi-
gencias o requerimientos de la especie activa para El uso de fertilizantes de liberación lenta ha sido
lograr un resultado. muy enfocado hacia fuentes nitrogenados, en don-
de las pérdidas por lavado, volatilización, nitrifica-
Los fertilizantes de liberación lenta y controlada, ción, y denitrificación suelen ser mayores. Los fer-
pueden liberar los nutrimentos de la manera re- tilizantes de lenta liberación pueden clasificarse en
querida por cada tipo de planta según la fase de su tres categorías principales: materiales recubiertos,
crecimiento, lo que permite una eficiente utiliza- productos de baja solubilidad, y materiales cuya
ción de los mismos, con el consiguiente ahorro de liberación depende de microorganismos.
152
6

Los fertilizantes recubiertos presentan una cubier- También existen productos que son inhibidores de
ta insoluble o poco soluble en agua, que crea una la ureasa, la enzima que se encarga de catalizar
barrera física que disminuye la tasa de liberación la reacción de conversión de la urea en amonio
del nutrimento. El agua penetra lentamente a tra- en el suelo. Tal es el caso del Agrotain, el nom-
vés de la cubierta para disolver la sal de fertilizante bre comercial del NBPT (n-(n-butil) triamida tío
dentro del gránulo. En algunos casos el recubri- fosfórica). Este producto retrasa la conversión de
miento se sustituye por una cápsula de polietileno la urea en amonio lo que podría disminuir las pér-
perforado, aunque el mecanismo de liberación es didas de N por volatilización de amoníaco o por
similar. Los recubrimientos deben ser inactivos, nitrificación.
biodegradables y no tóxicos. Las sustancias más
Otro tipo de fertilizante de lenta liberación con-
empleadas como recubrimiento son: azufre, resi-
siste en incorporar a los fertilizantes nitrogenados
nas, caucho, parafinas, plástico perforado, etc. La
convencionales, sustancias que inhiben los proce-
urea recubierta con azufre es un ejemplo de un fer-
sos de nitrificación o denitrificación. En realidad
tilizante de lenta liberación en el que el gránulo de
son reacciones redox que se ven inhibidas por la
urea se encuentra recubierto con una capa de azu-
acción de una sustancia sobre la actividad enzi-
fre elemental, que es un material muy insoluble y
mática que favorece el proceso. Algunos inhibido-
permite que el nitrógeno se libe1re lentamente.
res de nitrificación son la nitroforina, disulfuro de
Otros productos están recubiertos con pequeñas carbono, urotropina, etc. En el caso de la urea, se
cantidades de una película plástica de alta calidad. inhibe la actividad de la ureasa, que es la enzima
Uno de los fertilizantes más conocidos con esta responsable de la hidrólisis de la urea para con-
tecnología son los Osmocotes, que utilizan una re- vertirla en amonio.
sina orgánica para encapsular los nutrimentos. El
Son productos derivados de la pirina y la pirimi-
recubrimiento en este producto es una cubierta
dina y entre ellos el más empleado es la nitrapi-
termosellante, cuyo componente mayoritario es
rina o 2-cloro-6-(triclorometil) piridina (N Serve).
un co-polímero del diciclopentanodieno con un
Se aplica principalmente en cereales (trigo, maíz
éster de glicerol derivado de la soya. Aplicado en
y algodón) a 0,30-0,55 kg/ha de producto activo.
varias capas sobre una sal fertilizante permite in-
A dosis superiores los productos pueden verse al-
corporar ésta a la solución del suelo por medio
terados. Su persistencia en el suelo es de 2-3 me-
de intercambio osmótico. La tecnología de fabri-
ses y se elimina por volatilización y degradación a
cación de Osmocotes y Agrocotes de Scotts ha per-
otros compuestos.
mitido diseñar fórmulas completas que se adaptan
a diferentes necesidades de los cultivos (Osmoco- Otros inhibidores de uso menos extendido son:
tes 12-4-12, 24-4-8, 19-6-10, 15-9-12, 14-14-14, 18- tiourea, diciandiamida, fenil isotiocianato, sul-
6-12, etc.). Otra marca en el mercado es la línea de fatiazol, algunas triazinas, etc. Estas sustancias
Basacote de BASF, fertilizantes recubiertos con un consiguen los mismos resultados, en cuanto a in-
polímero elástico que se degrada lentamente con hibición de la nitrificación, que aquellas que este-
el tiempo, similar a Multicote de Haifa. rilizan parcialmente el suelo, tales como la mezcla
de 1,3-dicloropropeno y 1,2-dicloropropano (DD),
Los productos de baja solubilidad son materiales
y 2-amino-4-cloro-6-metil pirimidina.
orgánicos o inorgánicos de baja solubilidad en
agua. Los materiales orgánicos son los más comu- Los fertilizantes de lenta liberación no necesi-
nes, tales como productos de urea con aldehídos, tan ser aplicados tan frecuentemente como otros
formaldehídos, isobuti-aldehído, crotonaldehído, fertilizantes, y se pueden utilizar dosis más altas
etc. Estos productos se descomponen lentamente sin riesgo de causar quema o fitotoxicidad en las
en el suelo por acción química o biológica, liberan- plantas. Las plantas pueden utilizar el N de fertili-
do el nitrógeno en forma amoniacal. Algunos ejem- zantes de liberación lenta en forma más eficiente
plos son la urea-formaldehído, isobutilen diurea puesto que el producto está permanentemente li-
(IBDU), crotoliden diurea (CDU), oxamida, etc. berándose por un período prolongado de tiempo.
153
CARACTERÍSTICAS Y MANEJO DE LOS FERTILIZANTES

Esto es particularmente útil en climas muy lluvio- al seleccionar una u otra fuente por las implica-
sos, en suelos arenosos, y en plantas de ciclo de ciones que tiene la forma de N en los procesos
crecimiento lento como los árboles y arbustos. Sin de pérdida y aprovechamiento del nutrimento por
embargo, su costo es considerablemente más alto parte de los árboles. Las fórmulas de los fertilizan-
que los abonos convencionales, de tres a cuatro tes químicos no son afectadas por la segregación
veces superior, siendo una limitación de peso para porque todos los gránulos del abono contienen las
utilizarlos en especies forestales. misma composición química de la fórmula, lo que
garantiza una gran uniformidad en la aplicación.
Fórmulas de fertilizante Las mezclas físicas pueden ser afectadas por la se-
completas gregación si los gránulos que se mezclan poseen
diferencias importantes en tamaño o diámetro de
Las fórmulas completas son fertilizantes a base de partículas, lo cual afectaría la homogeneidad de
tres o más nutrimentos, que se fabrican mediante la aplicación. La falta de uniformidad en la distri-
mezcla física o química. Estás fórmulas usualmen- bución del fertilizante en el campo es más grave
te contienen N, P y K; o N, P, K Mg y S, y en algu- cuando la mezcla física contiene alguna fuente de
nos casos también tienen algún micronutrimento micronutrimentos como la ulexita o el sulfato de
como B y Zn. Estas fórmulas se preparan median- zinc, los que por tener una baja proporción en la
te la mezcla de varias materias primas o fertili- mezcla podrían segregar con más facilidad en caso
zantes simples como se mencionó anteriormente, de que existiera una diferencia importante en el
como la urea, nitrato de amonio, DAP, KCl y K- tamaño de partículas de las materias primas que
Mag (Cuadro 6.3). Una de las ventajas del uso de se mezclan.
fórmulas completas es que permite suplir varios
nutrimentos simultáneamente en una sola formu- En muchas fórmulas completas no se puede ajus-
lación, sin que sea necesario el uso por separado tar el contenido de materias primas al 100%, por
de materias primas, lo que causa un ahorro en lo que es necesario adicionar un material de relle-
mano de obra, transporte y almacenamiento de no, el cual varía en su cantidad dependiendo de
los fertilizantes. Otra ventaja adicional es que po- la fórmula deseada y de los materiales usados. En
seen un mayor contenido de nutrimentos que los estos casos se utiliza como material de relleno un
fertilizantes simples. producto inerte que no suple ningún nutrimento,
de bajo costo, y que aporte volumen y peso, sien-
Las fórmulas completas se diseñan de acuerdo con do el más común el carbonato de calcio granular.
los requerimientos de los árboles, información de Este relleno no se incluye en la fórmula y debido
análisis de suelo y foliar, relación costo/beneficio, a su alta granulometría, prácticamente no aporta
etc. Algunas de estas fórmulas son altas en P y Ca como nutrimento ni tiene efecto en la acidez
más apropiadas para la siembra o establecimiento del suelo. El contenido de relleno puede ser muy
inicial de los árboles, como en el caso del 10-30-10 variable dependiendo de la fórmula, y puede os-
o 12-24-12 (Cuadro 6.7). Otras tienen más N y K, y cilar desde menos del 5% hasta un máximo de
un poco de magnesio, más aptas para las etapas de 30%. Entre más alto el relleno, más alto también
crecimiento y desarrollo de los árboles. Algunas el costo de transporte y manipulación del material
empresas forestales diseñan sus propias fórmulas inerte, y menor concentración de nutrimentos en
a su medida, aprovechando la flexibilidad que tie- la fórmula. El relleno se puede evitar o minimizar,
nen las compañías suplidoras de fertilizantes para haciendo fórmulas completas concentradas donde
fabricar mezclas físicas con pedidos mínimos de se utiliza el 100% de materias primas. Estas fór-
50 sacos o quintales de fertilizante de la mezcla. mulas tienen un precio por saco más alto debido
En las fórmulas de mezcla física, la fuente de N a que el relleno barato se sustituye por materia
por lo general es la urea. En los fertilizantes quí- prima de alto valor que contiene más nutrimen-
micos la fuente de N casi siempre es el nitrato tos. Sin embargo, la fórmula concentrada permite
de amonio. Esta diferencia debe ser considerada aplicarla en una dosis menor, bajando el costo por
154
6

hectárea, y además disminuye también el costo de Cuadro 6.7. Ejemplo de fórmulas completas de uso común
en el mercado de fertilizantes.
transporte y manipulación. A manera de ejemplo,
la fórmula 12-24-12 (Cuadro 6.7) contiene 22% de FÓRMULA TIPO
relleno, mientras que la 8-40-12 posee 100% de
Siembra:
materias primas sin relleno.
10-30-10 Físico
10-30-10-3,6(S) Físico
Uso de fórmulas completas en
12-24-12 Físico
especies forestales
12-24-12-2 Rafos Químico
Las recomendaciones de fórmulas completas en 13-26-6 Químico
plantaciones forestales deben estar orientadas a 12-30-8 Físico
satisfacer las necesidades nutricionales de la es- 8-40-12 Físico
pecie y el tipo de suelo donde está sembrada. Du- 12.4-37,4-12,4 Físico
rante la fase de almácigo o vivero, las fórmulas 15-30-15 Físico
de siembra altas en P y que suministren cierta Crecimiento y desarrollo:
cantidad de N y K son más recomendadas, tal es 15-15-15 Físico
el caso de fertilizantes como 10-30-10, 8-40-12 o 19-19-19 Físico
15-30-15. Esto con el objeto de favorecer el cre- 19-4-19-3-0,1-1,8(S) Químico
cimiento del sistema radicular. En algunos casos 12-11-18-3-8(S) Hidrocomplex Químico
podría ser necesaria la aplicación adicional de una 16-16-16 Químico
fórmula para crecimiento alta en N. Si la fertilidad 26-0-26 Físico
del suelo en el que se hizo el almácigo es muy 15-3-31 Físico
baja, puede ser más conveniente combinar una 18-5-15-6-0,2-7,3(S) Físico
fórmula de siembra con otra de crecimiento, con 15-2,5-24-3-0,5-2(Zn) Físico
el objeto de proporcionar la mayoría de los nutri- 18-0-26-4-0,3-5(S) Físico
mentos básicos durante esta fase. 27-6-2-2-4(S) Complejo Químico
14-4-23-4-0,1-0,1(Zn)-2(S) Abotek Químico
Para el establecimiento o siembra de los árboles 14-1,5-23-3,5-0,2-0,4(Zn)-4(S) Azutek Químico
en el campo, nuevamente el uso de fórmulas al- 10-5-5-5-1-3(Zn)-3(S) Minox Químico
tas en P es más recomendable, especialmente si el
suelo es de naturaleza ácida y presenta alta capa- las completas de crecimiento también son las más
cidad de fijación de P, como es el caso de Ultisoles recomendadas. La selección de la fórmula puede
y Andisoles. La forma más apropiada de aplicar variar de acuerdo con la fertilidad del suelo, por lo
un fertilizante alto en P es el fondo del hoyo de que resulta muy conveniente contar con resulta-
siembra, cubriendo con una capa de suelo antes dos de análisis de suelos antes de tomar una deci-
de colocar el arbolito, de esta manera el fertili- sión. Por ejemplo, en suelos de fertilidad media o
zante queda muy localizado y con poco contacto alta, como Vertisoles, Mollisoles o Inceptisoles de
con el suelo, disminuyendo las pérdidas de P por alta fertilidad, la inclusión de Ca y Mg en el fertili-
fijación. Esta práctica también es recomendada zante resulta innecesaria, por lo que fórmulas con
en terrenos con pendientes moderadas o altas, sólo N, o con N y K podrían ser las más apropia-
en donde la aplicación superficial del fertilizante das. Tal es el caso de la urea, nitrato de amonio,
podría ser susceptible de perderse por el agua de 26-0-26, 15-3-31, 27-6-2-2-4(S), etc. En suelos de
escorrentía superficial. fertilidad moderada o baja, o con problemas de
acidez, el uso de fórmulas que incluyan además
En el primer año de plantación es conveniente la el Ca, Mg, S y micronutrimentos resulta más con-
aplicación de una fórmula completa de crecimien- veniente. Así ocurre con fórmulas como 19-4-19-
to a los 2-3 meses después de la siembra, con el 3-0,1-1,8(S), 18-5-15-6-0,2-7,3(S), 12-11-18-3-8(S),
objeto de favorecer el desarrollo temprano de los etc. La colocación del fertilizante debería ser en
árboles. En plantaciones establecidas, las fórmu- una banda aproximadamente a la mitad del área
155
CARACTERÍSTICAS Y MANEJO DE LOS FERTILIZANTES

de rodaja, o a 30-40 cm de distancia del tallo en ser muy soluble en agua y conservar sus caracte-
caso de árboles con menos de un año de edad. rísticas originales. Dado que la mezcla se aplica so-
bre las hojas de los árboles, el fertilizante no debe
Fertilizantes foliares causar ningún daño al follaje, tales como amarilla-
miento, quemas, deformaciones, etc. Las fuentes
La fertilización foliar es el principio de aplicación de fertilizantes foliares se dividen en dos grandes
de nutrimentos a través del tejido foliar, principal- categorías: sales minerales inorgánicas y quelatos.
mente a través de las hojas, que son los órganos
donde se concentra la mayor actividad fisiológica
Fertilizantes foliares a base de sales
de los árboles. La fertilización foliar es una exce-
minerales inorgánicas
lente alternativa para aplicar micronutrimentos,
los cuales son requeridos en cantidades muy pe-
Las principales fuentes inorgánicas son yacimien-
queñas por las plantas. También puede servir de
tos o minas naturales de óxidos, carbonatos y sa-
complemento para el suministro de elementos
les metálicas como sulfatos, cloruros y nitratos.
mayores durante las etapas tempranas de creci-
Los óxidos como ZnO2, Cu2O y MnO2, pueden ser
miento de los árboles, aunque en este caso la as-
utilizados, sin embargo su disponibilidad para las
persión foliar no puede sustituir la fertilización al
plantas es muy baja ya que son compuestos muy
suelo como sucede con los micronutrimentos.
insolubles. Las sales fueron los primeros fertilizan-
La fertilización foliar constituye una práctica reco- tes foliares que se utilizaron y están constituidos
mendada para complementar la nutrición al suelo principalmente por cloruros, nitratos y sulfatos.
y para suplir ciertos nutrimentos durante etapas En comparación con otras fuentes, las sales son
críticas del desarrollo de la planta, o en períodos de menor costo, pero deben tomarse precauciones
de gran demanda nutricional. La fertilización fo- para su aplicación por el riesgo de causar quema o
liar en etapa de vivero ha demostrado ser de gran fototoxicidad al follaje.
utilidad para suplir nutrimentos esenciales a los Los sulfatos son las fuentes más utilizadas debido
arbolitos y para acelerar el crecimiento vegetativo a su alta solubilidad en agua y su menor Índice
de las plantas. Salino en comparación con los cloruros y nitratos,
por lo que existe menos riesgo de quema del fo-
Propósitos de la fertilización foliar
llaje. Los óxidos son relativamente insolubles en
• Corregir en forma rápida deficiencias agua lo cual dificulta su distribución en fertiliza-
nutritivas. ción foliar, y en aplicaciones al suelo debe ser mo-
lidos finamente para ser efectivos. Los oxisulfatos
• Superar la falta de habilidad de las raíces son óxidos que están parcialmente acidulados con
para absorber los nutrimentos necesarios ácido sulfúrico, y también presentan un grado de
para su normal crecimiento. solubilidad en agua muy limitada.
• Suministrar los nutrimentos adecuados para Los sulfatos son mezclados con otros fertilizantes.
el crecimiento y desarrollo Los sulfatos también suministran pequeñas canti-
• Disminuir pérdidas de nutrimentos en el dades de S a las plantas. Los sulfatos usualmente
suelo por fijación y lixiviación. se presentan en cristales o polvos finos, pero pue-
den ser granulados para facilitar su manipulación.
Los sulfatos de Fe, Cu, Zn y Mn son ampliamente
Las fuentes de fertilizantes foliares deben cumplir
usados en aplicaciones al suelo y foliares.
con al menos dos condiciones fundamentales: ser
soluble en agua y no tener efecto fitotóxico sobre La aplicación de elementos mayores como N, P y
el follaje. Esto por cuanto el agua es el medio uti- K también es una práctica frecuente. Las fuentes
lizado para disolver el fertilizante y asperjarlo des- nitrogenadas más utilizadas son el nitrato de amo-
pués sobre el follaje, por lo que el producto debe nio y urea, que poseen alta solubilidad en agua.
156
6

La urea es más utilizada debido a su menor Índice Esta mayor velocidad de absorción a través de la
Salino y mayor concentración de N. Se ha demos- cutícula constituye una ventaja comparativa con
trado que la urea estimula la absorción de otros relación a las fuentes de sales porque hay menor
nutrimentos debido a que aumenta la permeabi- riesgo de pérdida del nutrimento por lavado y au-
lidad del tejido foliar, por lo que es muy apropia- menta la eficiencia para la corrección de deficien-
do mezclar este material junto con el fertilizante cias. Sin embargo, su costo es más alto que las
foliar. Se ha comprobado que la urea aplicada al sales y la concentración de nutrimentos es más
follaje puede ser absorbida, metabolizada y trans- baja, debido a que los agentes quelatantes tienen
locada muy rápidamente. una capacidad limitada para acomplejar cationes.

El nitrato de amonio también presenta una rápi- Los quelatos son formulados para suplir nutri-
da absorción, y se ha observado que cuando es mentos individuales o combinados. Es común
aplicado junto con la urea se favorece una mayor encontrar formulaciones que contienen varios nu-
absorción de cationes por la cutícula foliar. Otra trimentos, a menudo incluyendo todos los micro-
ventaja adicional es que las gotas de las aspersio- nutrimentos y algunos elementos mayores como
nes foliares de urea y/o nitrato de amonio no se N, Ca, Mg y S. A estas fórmulas completas se les
secan tan rápido en la superficie foliar debido a conoce como “multiminerales”.
que son productos muy higroscópicos, lo cual fa- Dentro de los quelatos sintéticos uno de los más
vorece su absorción. populares es el EDTA (ácido etilendiaminotetracé-
Las sales son muy solubles por lo que tienen la tico). Otros quelatos sintéticos incluyen el DTPA
y EDDHA. Son quelatos de alto poder acomple-
desventaja de perderse fácilmente por lavado. Su
jante, por lo que se utilizan también en aplicacio-
velocidad de absorción es más lenta que la de un
nes al suelo.
quelato. Para lograr un efecto positivo, las sales se
aplican en dosis más altas que los quelatos. Entre Los quelatos orgánicos naturales están constituidos
sus ventajas están su costo más económico com- principalmente por ácidos orgánicos, lignosulfatos,
parado con los quelatos, y su mayor concentración poliflavonoides, polisacáridos, ácidos húmicos, áci-
de nutrimentos. dos fúlvicos, proteínas, aminoácidos, etc. Se les con-
sidera agentes quelatantes de poder acomplejante
intermedio y son más apropiados para aplicación
Fertilizantes foliares a base de quelatos foliar. Se les atribuye propiedades bioestimulantes
Un quelato es un compuesto orgánico de origen del crecimiento vegetal. Los ácidos húmicos y fúl-
natural o sintético, que puede combinarse con un vicos estimulan el crecimiento de la flora bacteria-
catión metálico y lo acompleja, formando una es- na en el suelo y favorecen el crecimiento de la raíz,
tructura heterocíclica. Los cationes metálicos son además mejoran la permeabilidad de la cutícula fo-
ligados en el centro de la molécula, perdiendo sus liar para facilitar la penetración de los nutrimentos.
características iónicas. El proceso de quelatación Los aminoácidos tienen propiedades estimulantes
de un catión neutraliza la carga positiva de los del crecimiento, se absorben muy rápido a través
de la cutícula, y proporcionan aminoácidos esen-
metales permitiendo que el complejo formado
ciales para el crecimiento de la planta lo que en
quede prácticamente de carga 0. Esto es una ven-
teoría causa un ahorro en energía metabólica que la
taja para facilitar la penetración de iones a través
planta puede aprovechar en otros procesos.
de la cutícula foliar cargada negativamente, y de
esta forma no hay interferencia en la absorción Los fertilizantes foliares a base de quelatos son de
por efecto de repulsión o atracción de cargas eléc- más rápida absorción que las sales, lo cual resul-
tricas. De esta forma los quelatos pueden ser ab- ta ventajoso en condiciones de alta precipitación
sorbidos y translocados más rápidamente que las pluvial. Sin embargo su costo es más elevado, es-
sales debido a su estructura que los hace práctica- pecialmente los quelatos hechos con aminoácidos
mente de carga neta 0. y proteínas.
157
CARACTERÍSTICAS Y MANEJO DE LOS FERTILIZANTES

Uso de fertilizantes foliares en especies Abonos orgánicos


forestales
La materia orgánica del suelo está constituida por
La fertilización foliar en especies forestales está
todos los residuos de origen animal o vegetal que
enfocada principalmente durante la etapa de al-
se depositan en el suelo, los organismos que vi-
mácigo o vivero, y en el primer año de estableci-
ven en el suelo y las sustancias producidos por
miento en el campo, porque resulta fácil hacer as-
ellos. La materia orgánica tiene influencia sobre
persiones foliares durante esa etapa. En plantacio-
muchas propiedades químicas, físicas y biológicas
nes establecidas, la altura de los árboles resulta un
del suelo, que contribuyen a mejorar su capacidad
impedimento para hacer aplicaciones con equipos
productiva. El contenido de materia orgánica está
manuales como bombas de espalda o de motor. La
asociado con la fertilidad del suelo, de esta forma
aplicación con equipos terrestres como Spraybo-
los suelos con alto porcentaje de materia orgánica
om o aérea no parece factible económicamente.
se consideran que son más fértiles y productivos.
Durante la fase de almácigo las plantas responden
La incorporación de residuos orgánicos al suelo
muy bien a la fertilización foliar debido a que se
ha sido una práctica milenaria en la agricultura,
encuentran en una etapa muy temprana de desa-
por su efecto favorable en el crecimiento y ren-
rrollo y la penetración del fertilizante a través de
dimiento de las plantas. Antes de que empezara
la cutícula se facilita por el hecho de que el tejido
a desarrollarse la industria de fertilizantes sin-
vegetal es muy joven y tierno.
téticos a finales del siglo 18 y principios del 19,
El uso combinado de un fertilizante foliar del tipo los desechos orgánicos eran casi la única fuente
multimineral (con macro y micronutrimentos) con de fertilizantes que existían. A pesar de todo el
otras fuentes que suministren B y Zn, es muy con- avance que ha existido en la producción de fer-
veniente. Las fórmulas multiminerales usualmen- tilizantes desde entonces, en los últimos años los
te contienen cantidades pequeñas de casi todos los abonos orgánicos ha tomado gran importancia,
nutrimentos, y algunas de ellas incluyen también especialmente con el auge de nuevos conceptos
un regulador del crecimiento. Tal es el caso de de producción basados en buenas prácticas agrí-
fórmulas comerciales como Nitrofoska, Bayfolán, colas, y con el desarrollo de la agricultura orgáni-
Metalosato Multimineral, Folivex Combi, Fetrilon ca. Por otro lado, la necesidad de reciclar los re-
Combi, Manvert Complex, Nutriplant, Amino siduos provenientes de las actividades agrícolas e
Grow NPK, etc. industriales y disminuir su efecto contaminante,
ha fomentado la producción de abonos orgánicos
El suministro de micronutrimentos en forma es- a partir de deshechos como la broza de café y la
pecífica se puede hacer con quelatos de Zn y Mn, cachaza de caña de azúcar.
que serían los elementos catiónicos de mayor pro-
babilidad de respuesta, aunque también el Fe po- El fertilizante o abono orgánico se entiende como
dría ser necesario en caso de que el almácigo se todo material de origen orgánico utilizado para
siembre en un medio de crecimiento sin suelo. Los fertilización de cultivos o como mejorador del
quelatos orgánicos son los más recomendados, a suelo, que incluye cualquier residuo de origen
base de lignosulfatos, polisacáridos, aminoácidos, vegetal o animal, tal como la broza de café, galli-
proteínas, etc. Algunas marcas comerciales de uso naza, estiércol de animales, residuos de cosecha,
común en el país incluyen Metalosatos, Cytozime, leguminosas, etc. Los residuos pueden ser utiliza-
Tecnokel, Max Range, Manvert, Enersol, Folivex, dos como abonos frescos en forma individual o
Stoller, Miller, etc. Para el caso del B no existen mezclados, o pueden ser descompuestos median-
productos quelatados, sino que las fuentes utiliza- te un proceso conocido como composteo. En el
das son principalmente el ácido bórico y los bora- Cuadro 6.8 se observa la composición de algunos
tos de sodio como el Bórax, Poliboro y Solubor. de estos desechos.

158
6

Cuadro 6.8. Composición química de algunos abonos orgánicos (Bertsch


1995; Molina 2000)

El composteo es un proceso biológico con- N P2O5 K2O CaO MgO S


trolado de transformación de la materia Material
%
orgánica a humus a través de la descompo-
Broza de café 2,5 0,3 1,9 1,9 0,3 -
sición aeróbica. Se denomina “Compost” al
Bagazo de caña 1,2 2,0 0,3 0,6 3,1 1,2
producto resultante del proceso de compos-
Cachaza 1,9 3,2 0,2 3,7 0,3 -
taje (Soto 2003). El compost normalmente es
Granza de arroz 0,5 0,2 1,5 0,4 0,1 -
un abono orgánico de excelente calidad en
Harina de cacao 4,0 2,0 2,5 0,5 1,0 -
el que los residuos orgánicos han sido bio-
Cáscaras de palmito* 0,7 0,3 1,1 0,4 0,2 0,2
degradados en condiciones controladas. Bá- Cáscaras de palmito** 0,9 0,4 1,6 0,3 0,4 0,2
sicamente consiste en combinar o mezclar Estiércol vacuno 1,6 1,2 1,8 2,2 1,1 -
diferentes residuos orgánicos y someterlos a Gallinaza 3,0 3,1 1,7 5,1 1,0 -
su descomposición microbiana bajo un am- Porquinaza 1,8 2,6 2,1 2,0 0,2 -
biente controlado de humedad y aireación Sangre seca 13,0 2,0 1,0 0,5 - -
y durante un período relativamente corto. Harina de pescado 9,5 7,0 - 8,5 0,5 0,2
Como consecuencia del proceso se produce Deshechos de camarón 7,0 10,0 0,5 15,5 0,5 0,3
un abono alto en humus, de gran estabilidad
química y biológica, sin mal olor, y que su-
mentos como el N, es necesario usar dosis muy al-
ministra nutrimentos para las plantas.
tas de abonos orgánicos debido a su limitación en
Los abonos orgánicos contienen varios elemen- la concentración de los mismos. Por otro lado, en
tos nutritivos en concentraciones generalmente muchos lugares hay escasez de fuentes orgánicas
más bajas que los fertilizantes inorgánicos, y no para fabricar abonos y el costo del transporte de
todos ellos están disponibles en forma inmediata los productos es alto, especialmente si éstos son
para las plantas, sino que los materiales que los frescos y tienen alto contenido de humedad.
conforman deben ser descompuestos a través de
procesos biológicos para ser transformados en for-
mas inorgánicas disponibles y asimilables por las
Fuentes de abonos orgánicos
plantas. De esta forma, los abonos orgánicos cons- Gallinaza: como fuente de N, los excrementos
tituyen una fuente de elementos nutricionales que de animales como la gallinaza, boñiga, caballaza,
son liberados a mediano plazo. etc., son de gran valor en la elaboración de abo-
Además del suministro de nutrimentos, los abonos nos orgánicos. La gallinaza es tal vez la fuente más
orgánicos pueden mejorar las propiedades físicas fácilmente disponible de N en volúmenes adecua-
de los suelos, como la estructura y la densidad dos para compostear a gran escala, aunque existe
aparente, a través del efecto floculante y cemen- mucha variabilidad en su contenido de N depen-
tante que tiene la materia orgánica. Esto permite diendo del tipo de manejo en gallinero (Soto 2003).
incrementar el crecimiento y la penetración radi- Pollos de engorde y reproductoras pesadas son por
cal, y mejorar el movimiento de aire, agua y nutri- lo general criadas en piso, con camas de granza
mentos. Los abonos orgánicos también aumentan o aserrín que normalmente disminuyen el conte-
la capacidad de intercambio de cationes de los nido de nitrógeno total de la mezcla comerciali-
suelos y favorecen la proliferación de microorga- zada. Las reproductoras livianas y las ponedoras
nismos benéficos. son criadas en jaula, por lo que no requieren de
cama (Murillo 1999) y por lo general son más altas
Entre las limitaciones que presenta el uso de abo- en N. El composteo de la gallinaza fresca de aves
nos orgánicos se puede mencionar su bajo conte- ponedoras criadas en jaula, produce un abono de
nido de nutrimentos en comparación con el ferti- alta calidad en contenido de nutrimentos y carbón
lizante inorgánico, particularmente en el caso del orgánico de rápida disponibilidad, principalmente
N, que en forma cuantitativa es quizás el elemen- N, P y Ca. El material se mezcla con aserrín antes
to más importante en la nutrición de las plantas. del composteo para darle consistencia física, para
Para garantizar un suministro adecuado de nutri- aumentar la relación C/N, y disminuir las pérdi-
159
CARACTERÍSTICAS Y MANEJO DE LOS FERTILIZANTES

das de N por volatilización de amoníaco. Otras pueden ser sustituidos dependiendo de su dispo-
fuentes de nitrógeno como la harina de sangre o nibilidad, por lo que el término bocashi se utiliza
de pescado, son de alto costo económico, y dispo- básicamente al proceso y no a la receta original
nibles sólo en pequeños volúmenes (Soto 2003). (Soto y Meléndez 2003).
Broza: se produce en grandes volúmenes durante Lombricompost o Vermicompost: técnica de
la época de cosecha del café y constituye un mate- composteo realizado por la actividad biológica de
rial ideal para la fabricación de abonos orgánicos. las lombrices mediante el proceso de digestión de
Su contenido de N es medio y presenta además materia orgánica en descomposición. Las lombri-
niveles apreciables de azúcares, agua, carbono y ces tienen la capacidad de transformar rápidamen-
un tamaño de partícula adecuado. El único incon- te los residuos orgánicos en humus de gran calidad
veniente que presenta son los bajos contenidos de química y biológica, por lo que al producto final
fósforo, que deben ser suplidos con algunas otras del proceso de composteo se le conoce también
fuentes (Soto 2003). La broza de café es abundan- como humus de lombriz. Los residuos líquidos
te en zonas cafetaleras y puede ser utilizado tam- que se producen durante el proceso de composteo
bién en mezcla con otros materiales para producir realizado por las lombrices pueden ser aprovecha-
compost. dos para obtener “Humus líquido”, material que
es utilizado como abono foliar y que suministra
Cachaza: y los subproductos del procesado del
nutrimentos y gran cantidad de compuestos orgá-
azúcar, son los materiales que presentan los más
nicos, algunos con propiedades bioestimulantes
altos contenidos de fósforo, por lo que la mezcla
del crecimiento.
cachaza-broza da un material final de muy buena
calidad. También es ideal para el composteo, pre-
senta el adecuado tamaño de partícula, pH, conte- Calidad del abono orgánico
nido de azúcares y fósforo. Una fuente externa de
La calidad del abono orgánico tiene gran impor-
nitrógeno puede ser adicionado, pero no es indis-
tancia en su efectividad como fuente de nutrimen-
pensable (Soto 2003)
tos y mejorador del suelo. En el caso de plantacio-
Residuos de banano: como el pinzote y la fruta nes forestales, por el ciclo tan prolongado del cul-
de desecho contienen cantidades muy altas de K, tivo es preferible utilizar productos composteados
pero baja concentración de N y P, sin embargo, porque son más estables que los abonos frescos, y
su riqueza de materia orgánica y su abundancia liberan los nutrimentos en forma más lenta, con
y disponibilidad en fincas bananeras, los hacen menor posibilidad de pérdida de nutrimentos por
también ideales para la fabricación de abonos or- lixiviación, volatilización, etc.
gánicos.
Existen muchos criterios para evaluar la calidad
Bocashi: es una receta japonesa de producción del abono orgánico, desde ensayos químicos y
de abono orgánico, de volteos frecuentes del ma- microbiológicos de laboratorio, hasta pruebas bio-
terial mezclado y manteniendo la temperatura lógicas de invernadero o campo. Sin embargo, la
por debajo de los 50°C, hasta que la actividad mayoría de ellos no suministra la información ne-
microbiana disminuye al disminuir la humedad cesaria para evaluar todas sus propiedades benéfi-
del material. Se considera un proceso de com- cas. Generalmente se utilizan los ensayos de pro-
postaje incompleto, y algunos autores lo han piedades químicas y biológicas para determinar la
considerado un abono orgánico “fermentado”, calidad del abono composteado, y aunque existen
sin embargo es un proceso enteramente aeróbico criterios diversos, en el Cuadro 6.9 se presentan
(Soto y Meléndez 2003). Los materiales origina- algunos parámetros que son útiles para evaluar su
les incluyen gallinaza, granza, tierra, semolina de calidad. Es muy recomendado realizar un análisis
arroz o salvado, carbón molido y melaza (Sasaki químico y microbiológico del abono, en un labo-
et al. 1994), y el proceso de composteo tarda de ratorio reconocido, antes de seleccionarlo para su
1 a 2 semanas. Sin embargo, algunos ingredientes uso en la finca.
160
6

Cuadro 6.9. Características deseables de un compost (adaptado de Paul y Clark


1996; Soto 2003; Molina 2005).

Una de las propiedades químicas más Característica Rango Características Rango


deseables en un compost es que presen- químicas óptimo físicas óptimo
te un buen contenido de N, dado que Café-
N (%) >2 Color
este nutrimento es el más limitante en el negro
crecimiento de los árboles. El contenido P2O5 (%) 0,35-3,4 Olor Tierra
de otros nutrimentos primarios como P, K2O (%) >1 Granulometría < 5 mm

K, Ca y Mg también es muy importante Suma nutrimentos (%) > 10


Materia orgánica (%) > 25
porque mejora el efecto fertilizante del
C/N 15-30/1
abono. La materia orgánica es uno de los
pH 6-8
componentes principales del abono, y su
CIC (cmol kg-1) 75-100
concentración está directamente relacio-
Cenizas (%) 10-20
nada con la calidad del abono. La riqueza
Humedad (%) 20-40
de materia orgánica le confiere al abono
buena parte de sus características físicas
y biológicas deseables. aplicación del abono y mejora su reactividad en
el suelo.
Una buena relación C:N es importante para suplir
un buen sustrato para el desarrollo de los micro-
Uso de abonos orgánicos en especies
organismos, lo que a final acelera el proceso de
forestales
descomposición, y mejora la calidad del produc-
to final (Soto 2003). Las bacterias requerirán de La aplicación de abono orgánico constituye una
sustratos con contenidos de nitrógeno más altos herramienta muy eficaz para mejorar la fertilidad
que los hongos. Mientras que estos últimos se de muchos suelos ácidos de baja fertilidad sem-
encargan de la descomposición de sustratos más brados con especies forestales. En el caso de los
recalcitrantes como la celulosa y la lignina. Rela- Ultisoles, que son suelos con bajos contenidos de
ciones C:N muy altas, ocasionan que el proceso Ca y Mg, deficiencias de P, K y Zn, y con conteni-
de descomposición sea más lento. Relaciones C:N dos bajos de materia orgánica, el abonamiento or-
muy bajas, hacen que se pierda N por falta de es- gánico es muy recomendado en el establecimiento
tructuras de carbono que permiten retener el N de plantaciones forestales. Los árboles responden
(Soto 2003). muy bien a su aplicación desde la siembra en sue-
los muy ácidos y degradados. También el uso de
La Capacidad de Intercambio Catiónico en un re- abono orgánico en suelos muy arcillosos, compac-
siduo orgánico se incrementa con el proceso de tados o erosionados, ha sido adecuado para esti-
compostaje, aumentando la capacidad del material mular el crecimiento inicial de las raíces de los ár-
para retener nutrimentos. La humedad en el com- boles y mejorar las propiedades físicas del suelo.
post es necesaria para que los microorganismos
sobrevivan y se reproduzcan, pero ésta no debe Preferiblemente debería utilizarse un material
pasar de ciertos límites. Si la humedad es excesi- composteado, y con materias primas que sumi-
va existe el riesgo de que proliferen organismos nistren un nivel adecuado de N como la gallina-
anaeróbicos que produzcan compuestos indesea- za, broza, estiércol de ganado, etc. La gallinaza
bles, además se incrementa el costo de transporte composteada con aserrín y proveniente de aves
del compost. Una humedad muy baja disminuye ponedoras en jaulas, ha mostrado ser un excelente
la población de microorganismos y reduce la tasa abono. El lombricompost o humus de lombriz he-
de descomposición del abono. cho con residuos de broza de café también es una
excelente alternativa. Otros abonos recomendados
La ausencia de malos olores y la coloración os- son aquellos producidos del composteo de la mez-
cura del material, es una prueba visual de que el cla de varios residuos, como broza con cachaza,
abono se encuentra maduro y estable, aparte de pinzote de banano, o residuos de cosecha de hor-
que una granulometría inferior a 5 mm facilita la taliza y frutales, gallinaza con broza, etc.
161
CARACTERÍSTICAS Y MANEJO DE LOS FERTILIZANTES

Es establecimiento de almácigos es conveniente El abono orgánico debería aplicarse durante la


utilizar una mezcla de suelo con abono orgánico siembra de los árboles en el campo, colocando
composteado, preferiblemente un material que un poco en el fondo y en las paredes internas del
tenga un alto grado de madurez para evitar que hoyo, y otra parte en la superficie del suelo alrede-
cause quema a las raíces de los arbolitos. Mezclas dor del árbol, en la llamada área de rodaja. Depen-
de tierra con un 20-30% de compost de broza o diendo de la riqueza en nutrimentos y el grado de
humus de lombriz son muy adecuadas para garan- madurez del abono, la dosis podría oscilar entre
tizar un crecimiento rápido y vigoroso de las plan- 1-3 kg por árbol. En árboles adultos el abono or-
tas en el almácigo, y un desarrollo óptimo de las gánico se coloca sobre la superficie del suelo en el
raíces. A la mezcla podrían agregarse otros mate- área de rodaja, en dosis que oscila entre 5 y 10 kg
riales que mejoren sus propiedades físicas, como por árbol.
granza de arroz, fibra de coco y piedra volcánica.
La aplicación de humus líquido como abono foliar
también es una práctica conveniente para estimu-
lar el crecimiento vigoroso de los arbolitos en el
almácigo.

162
Eloy Molina y Alfredo Alvarado
7
MANEJO DE LA ACIDEZ Y
EL ENCALADO DEL SUELO
En términos de acidez de suelos, las especies forestales pueden separarse en tolerantes
y no tolerantes; las últimas requieren de manejar la acidez del suelo, sea a través de
mejoramiento genético o adición de enmiendas como la cal, el yeso y en menor escala
cenizas producto de las quemas. El capítulo incluye secciones de cómo resolver el pro-
blema de la acidez del suelo por los mecanismos propuestos, así como de los tipos y
calidades de enmiendas disponibles en el mercado para uso forestal.

os suelos ácidos están distribuidos en buena nitrificación y un buen suministro de Ca y


muchas regiones del mundo, en par- Mg, con pocos problemas de deficiencias de ele-
ticular en los trópicos húmedos. Los mentos menores como Fe, Mn, Cu y Zn y una
órdenes de suelos que presentan los disponibilidad de P adecuada. Cuando los valo-
problemas más serios de acidez son los Histosoles, res de pH son inferiores a 5,5, las condiciones de
Espodosoles, Ultisoles, Oxisoles e Inceptisoles, aun- acidez recrudecen, al presentarse con frecuencia
que también se puede incluir algunos Andisoles, toxicidades de Al, Fe y Mn, así como deficiencias
todos ellos ampliamente utilizados en forestería. de Mo y P, elementos que precipitan en conjunto
Los conceptos sobre acidez del suelo en zonas tro- con los óxidos e hidróxidos de Fe y Al (Sarmiento
picales hasta la década de los 50, se resumen en 1984). Es bajo estas condiciones que se requiere
varios documentos (Bornemisza 1965; Martini del encalado y otras prácticas de manejo de suelo
1968; Navas y Silva 1971). Años después se publi- que permitan corregir los problemas menciona-
can otros trabajos que resumen las experiencias dos, para las especies que así lo requieran.
sobre el tema, especialmente del trópico húmedo El problema de la acidez del suelo puede corre-
de América Latina, Asia y Australia (Bouldin 1979; girse adaptando los árboles a esta condición, me-
Lathwell 1979; Sánchez y Salinas 1983; Kamprath jorando la fertilidad del suelo con la adición de
1984; Robson 1989; Hintze y Elliot 1989; Craswell
cal, yeso y/o fertilizantes y en forma más primiti-
y Pushparajah 1989; Ulrich y Sumner 1991; Raij
va, a través de la quema de la cobertura del suelo
1991; Aguilar et al. 1994). Más recientemente otros
con la consecuente adición de cenizas altas en
autores resumen lo hallado hasta el presente (Mo-
cationes (ver Capítulo 3). El encalado junto con
lina 1998; Espinosa y Molina 1999; Zapata 2003).
la siembra de especies tolerantes constituyen las
En relación a la acidez y las especies forestales, los
prácticas más apropiadas y económicas para co-
trabajos de resumen son pocos (Cronan y Grigal
1995; Falkengren et al. 1995). rregir los problemas de acidez. Sin embargo, es
común que por desconocimiento, no se utilicen
En general, cuando el pH (en agua) del suelo se los mejores criterios para la selección de mate-
encuentra entre valores de 5,5-6,5, se logra una riales genéticos, o para una aplicación provecho-

ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.

163
MANEJO DE LA ACIDEZ Y EL ENCALADO DEL SUELO

sa de los materiales de encalado existentes en el pH: Es el logaritmo negativo de la concentración


mercado. de H+. Cuando el H2O se ioniza en H+ y OH- (so-
lución neutra), ambos están en una concentración
La acidez del suelo de 10-7 mol l-1, de acuerdo a la siguiente ecuación:

La acidificación del suelo es el proceso por el cual


aumenta la concentración de iones H+, normal- H2O ⇔ H+ + OH-
mente proveniente del Al intercambiable y de gru-
pos orgánicos ácidos, alcohólicos y fenólicos. La [H+] [OH-] / [H2O] = 1x10-14
acumulación de iones H+ se da tanto por adición
de dichos iones, por pérdida de bases en la solu- [H+] = [OH-] = 1x10-7
ción del suelo o por extracción de cationes básicos
a través de la cosecha de madera. La acidificación
Cuando el logaritmo negativo de la [H+] es 7, el
reduce la disponibilidad de nutrimentos del suelo
pH del suelo es 7; cuando la [H+] es mayor, tal
(P, K, Ca y Mg), provoca la movilización de ele-
como 10-4 mol l-1, el pH es 4 y el suelo se considera
mentos tóxicos como el Al, incrementa la movili-
ácido. En soluciones alcalinas la [OH-] excede la de
dad de metales pesados y provoca variaciones en
[H+] y los suelos se consideran básicos. Bajo cual-
la estructura de la microflora y microfauna.
quier condición la sumatoria de [H+] y [OH-] debe
Acidez del suelo: ser igual a 1x10-14 mol l-1. En los suelos naturales
el intervalo de pH puede variar entre 3 y 12, pero
Se entiende por acidez del suelo la condición del
los valores más frecuentes oscilan entre 4,0 y 8,5.
mismo en la cual existe una acumulación de ele-
De acuerdo con Fassbender (1975), existen varios
mentos tóxicos (Al, Fe y Mn), a menudo asociada
grados de acidez de suelo estimados a través del
a una fertilidad natural baja (deficiencia de P, ca-
pH del suelo en agua o en KCl (Cuadro 7.1) según
tiones y elementos menores). De manera orienta-
sea el grado en que se afecten las propiedades quí-
dora, la acidez del suelo puede determinarse mi-
micas, biológicas y físicas.
diendo su pH y en términos más precisos a través
de la acidez intercambiable o del porcentaje de En forma práctica, la expresión logarítmica del pH
saturación de acidez. radica en el hecho de que cada unidad de cambio
en el pH corresponde a un incremento de 10 ve-
La acidez del suelo se clasifica de la siguiente
ces en la cantidad de acidez o basicidad del suelo
forma:
(Espinosa y Molina 1999). Por ejemplo un pH de
1. Acidez activa: constituye el H+ en la 6 indica que existe 10 veces más acidez que un
solución del suelo y proveniente de pH de 7.
diferentes fuentes
Cuadro 7.1. Valores de pH en suelos tropicales (tomado de Fassbender
2. Acidez intercambiable: H+ y Al3+ 1975).
intercambiables retenidos en las
cargas negativas de las arcillas del pH H2O pH KCl
suelo Muy ácido <5,5 Ácido extremo <4

3. Acidez no intercambiable: H en + Acidez media 5,5 – 5,9 Ácido fuerte 4,0 – 4,9
enlaces covalentes en la superficie Acidez débil 6,0 – 6,4 Ácido mediano 5,0 – 5,9
de minerales arcillosos de carga Acidez muy débil 6,5 – 6,9 Ácido ligero 6,0 – 6,9
variable Alcalino muy débil 7,0 – 7,4 Alcalino ligero 7,0 – 8,0
Alcalino débil 7,5 – 7,9 Alcalino mediano 8,1 – 9,0
4. Acidez potencial: constituye la suma Alcalino medio 8,0 – 8,4 Alcalino fuerte 9,1 – 10,0
de la acidez intercambiable y la Muy alcalino >8,5 Alcalino extremo >10,1
acidez no intercambiable

164
7

Algunas de las propiedades químicas que se alteran Acidez natural o pedogenética:


con la acidez del suelo son: 1) la solubilización,
La acidez del suelo es relativamente más impor-
disponibilidad y absorción de nutrimentos (Ca,
tante en ambientes en los cuales la temperatura
Mg, K, P, menores); la máxima disponibilidad de
y la humedad son altas (como ocurre en regiones
P ocurre a pH entre 5 y 7 mientras que la de N
tropicales lluviosas) y en zonas donde se acumu-
ocurre a pH entre 5 y 8,5; 2) la saturación bases
lan sustancias orgánicas (suelos mal drenados en
y la saturación acidez y 3) la generación de carga
ambientes fríos), que en otro tipo de ambientes.
variable (CIC y CIA) y con ello la disponibilidad
Es por esto que el problema se identifica más con
de cationes y aniones.
suelos muy meteorizados y lavados, así como aque-
Dentro de las propiedades biológicas que se alte- llos suelos orgánicos ácidos de varias regiones del
ran con la acidez del suelo se tienen: 1) el tipo de mundo. La actividad volcánica puede neutralizar
organismos presentes; 2) el desarrollo vegetal, el o acidificar el medio, según sea que se depositen
cual disminuye a pH menor a 5.5 cuando la con- cenizas volcánicas o por el contrario, que se pre-
centración de iones H+ afecta negativamente el senten emanaciones periódicas de gases por tiem-
desarrollo de la raíz y 3) la fijación de N y la mine- po prolongado. En Centro América, ambos tipos de
ralización de la materia orgánica aumentan con el actividad son comunes (Mora 1995); la emanación
pH y la saturación de bases del suelo. de gases ácidos produce que el agua de lluvia en las
laderas de los volcanes sea ácida (pH 3,8) debido
Como consecuencia de la acidez del suelo, la pro- a su elevada concentración de cloruros y sulfatos
piedad física que más se altera es su estructura, ya (Rodríguez et al. 1995; Red Sismológica Nacional
que generalmente a menor pH, menor es la con- 1995). Bajo estas condiciones, no sólo se afecta el
centración de Ca, elemento coagulante que mejo- sistema suelo, sino que también se reduce signifi-
ra la estructura y estabilidad de los agregados y cativamente el follaje de las plantaciones, algunas
que favorece la producción de exudados radicales de las cuales llegan a morir (p.e., las plantaciones
que causan el mismo efecto. de C. lusitanica en los alrededores del la Cordillera
Volcánica Central, Costa Rica).
Causas y fuentes de la acidez del suelo:
Las principales fuentes naturales de acidificación
El suelo puede acidificarse tanto por causas natu- del suelo son:
rales o pedogenéticas (lixiviación, procesos redox,
acumulación de sustancias orgánicas, efecto de 1. Iones de H+: La cantidad de este tipo de iones se
algunas especies vegetales, actividad volcánica), ve afectada por:
como antrópicas (extracción de nutrimentos por
laboreo intensivo, lluvias ácidas, utilización de • La producción de exudados
fertilizantes, adición de enmiendas orgánicas resi- radicales
duales) (Figura 1).
• La ionización de OH- terminales en
arcillas
• Ionización de OH- terminales en
grupos ácidos (R-COOH), fenólicos
y alcohólicos (R-OH) y metoxílicos
(R-OCH3) de la materia orgánica
• Procesos redox tales como la
oxidación rápida de piritas (FeS2)
para producir H2SO4 en ambientes
costeros y en explotaciones de
minería de carbón.
PÉRDIDA DE BASES
Figura 1. Principales causas y fuentes de acidez del suelo.
165
MANEJO DE LA ACIDEZ Y EL ENCALADO DEL SUELO

2. Iones Al+3: La disociación del Al+3 en suelos Acidez antrópica o inducida por manejo:
ácidos disminuye exponencialmente conforme el
Otra causa importante de la acidez del suelo es
pH del suelo se acerca a un valor de 5,5. A partir
el manejo intensivo de las plantaciones forestales.
de ese valor, el Al tiende a formar poli-hidróxidos
En el primer caso, se considera relevante la aci-
insolubles, por lo que su disponibilidad disminuye
dificación causada por la extracción de cationes
exponencialmente, de acuerdo a la ecuación:
como producto comercial (p.e. Ca en plantaciones
de teca y eucalipto). La acidificación
Reacción de disociación pH del suelo Solubilidad se inicia con la pérdida de estos ca-
tiones debido en parte a la acción
Al+3 + H2O ⇔ Al(OH)+2 + H+ 4,0-4,5 Alta
de las raíces que absorben cationes
Al(OH)+2 + H2O ⇔ Al(OH)2+ + H+ 4,5-5,5 y liberan iones H+ para mantener el
equilibrio en su interior, reduciendo
Al(OH)2+ + H2O ⇔ Al(OH)3 + H+ 5,5-7,5 Baja el pH del suelo (Espinosa y Molina
1999). La pérdida de cobertura ve-
Al+3 + 3H2O ⇔ Al(OH)3 + 3H+ getal y la preparación mecanizada
del suelo antes de sembrar los ár-
boles, puede incrementar la lixivia-
Como resultado de las reacciones mencionadas al ción de cationes hacia capas inferiores y aumenta
aumentar el pH del suelo disminuye la cantidad el grado de acidez del suelo.
de Al intercambiable (Figura 7.2a) y por ende dis-
Dentro de otras fuentes antropogénicas, se encuen-
minuye el porcentaje de saturación de Al del sue-
tran:
lo (Figura 7.2b), tal como se ha encontrado para
Oxisoles y Andisoles (Méndez y Kamprath 1978) y 1. Adición de fertilizantes nitrogenados amoniaca-
Ultisoles y Oxisoles (Abruña et al. 1974). les: El empleo de fertilizantes con efecto resi-
dual ácido y la extracción de bases, tanto en
En la raíz, el Al inhibe tanto la elongación como la cultivos como en plantaciones forestales, pue-
división de las células. Puede causar daño al unir- de inducir a corto plazo a la acidificación del
se a las moléculas de ADN, cambia la fluidez y la suelo, en particular cuando estos son de baja
permeabilidad de las membranas celulares, reduce fertilidad natural. Los fertilizantes nitrogena-
la actividad de la ATPasa ligada a las membranas, dos amoniacales, como la urea y el sulfato de
inhibe la absorción de Ca y precipita los fosfatos amonio, liberan NH4+ a la solución del suelo,
(Cronan y Grigal 1995; Lenoble et al. 1996). el cual puede ser nitrificado por acción de las
bacterias y convertido en NO3-. Durante este
proceso se liberan iones H+ que contri-
buyen a la acidificación del suelo.
En el Cuadro 7.2, se presenta
las reacciones de los princi-
pales fertilizantes nitro-
genados en el suelo
y la acidificación

Figura 7.2. Efecto del pH del suelo sobre el contenido de Al intercambiable y la saturación de Al en Andisoles,
Ultisoles y Oxisoles (tomado de Méndez y Kamprath 1978 y Abruña et al. 1974).
166
7

Cuadro 7.2. Acidez residual producida por fertilizantes nitrogenados (tomado de Tisdale et al. 1993.)

Índice de Acidez
Fuente N (%) Reacción de nitrificación
(kg CaCO3 100 kg-1 fertilizante)

Urea 46 (NH2)CO + 4 O2 J 2H+ + 2NO3- + CO2 + H2O - 84

Nitrato de amonio 33,5 NH4NO3 + 2O2 J 2H+ + 2NO3- + H2O - 63

Sulfato de amonio 21 (NH4)2SO4 + 4O2J 4H+ + 2NO3- + SO4-2 + 2H2O - 112

Fosfato
12 NH4H2PO4 + O2 J 2H+ + NO3- + H2PO4- + H2O - 65
monoamónico

Fosfato diamónico 18 (NH4)2HPO4 + O2 J 3H+ + 2NO3- + H2PO4- + H2O - 74

que pueden causar según Tisdale et al. (1993). El acidificación del suelo y la pérdida de su fertilidad.
Índice de Acidez Fisiológica del fertilizante es un Cronan y Grigal (1995) discuten la utilización de
parámetro que estima de forma indirecta el efecto la relación molar Ca/Al en la solución del suelo,
residual ácido que dejan algunos fertilizantes en el en el follaje y en las raíces de árboles sometidos a
suelo, en términos de kg de CaCO3 ha-1 que serían estrés por acidez; de acuerdo a los resultados de
necesarios para neutralizar la acidez residual cau- su exhaustiva revisión, se estima que, para espe-
sada por la adición de 100 kg ha-1 del fertilizante. cies susceptibles, existe un riesgo del 50% de tener
En el Cuadro 7.2 se muestra que los fertilizantes efectos adversos sobre el crecimiento de los árbo-
nitrogenados amoniacales dejan un efecto residual les cuando la relación molar Ca/Al en la solución
ácido en el suelo, siendo el sulfato de amonio el de del suelo es tan baja como 1,0, de un 75% cuando
mayor poder acidificante. dicha relación es tan baja como 0,5 y cuando la
relación alcanza valores cercanos a 0,2% el riesgo
2. Efecto de las lluvias ácidas: La lluvia ácida de daño en los árboles llega al 100%. Hedin et al.
(adición de sustancias ácidas, principalmen- (2003) encontraron que una relación Ca/Al <0,3
te producto de combustibles fósiles) depo- puede considerarse como valor crítico para el de-
sita cantidades importantes de SO2 y NOx, o sarrollo de la mayoría de las especies forestales.
el producto de sus reacciones, lo que causa Falkengren et al. (1995) discuten la utilización de
pérdidas considerables en cultivos y reduce la relación molar Ca/Al en la solución del suelo en
el pH del suelo y la disponibilidad de algunos la distribución de especies en bosques deciduos
nutrimentos (Pearson y Linzon 1985; Csillag de Suecia, concluyendo que este parámetro es el
et al. 1996; SEI 1996). Bajo condiciones eu- peor indicador posible a utilizar cuando se com-
ropeas, las lluvias ácidas no ejercen un efecto para con el pHKCl, Caint. y el Alint. Para estimar la
significativo en cuanto a cambios de acidez fertilidad del suelo, cuando se trata de suelos áci-
del suelo, aunque si lo hacen con relación a la dos, normalmente se pueden medir las siguientes
adición de metales pesados (Vanmechelen et variables:
al. 1997), lo que afecta negativamente el cre-
cimiento y mortalidad de bosques naturales. Toxicidad de Al:
Cuando el aluminio se acumula en suelo en can-
tidad elevada, puede afectar negativamente el
Razones de baja fertilidad de crecimiento de las plantas poco tolerantes a su
los suelos ácidos presencia. Las cantidades del elemento conside-
radas como tóxicas se estiman en más de 1 mg
Una de las razones que limita el número de ro- L-1 de Al+3 en la solución del suelo o en forma
taciones en explotaciones forestales con especies relativa a la sumatoria de bases en el suelo en más
exigentes en nutrimentos (Hartemink 2003), es la del 60% de saturación de Al+3. Estos valores están
167
MANEJO DE LA ACIDEZ Y EL ENCALADO DEL SUELO

asociados generalmente con un pH inferior a 5,0. fosfatos de Al y Fe que son insolubles, y que dis-
El exceso de Al en la solución del suelo interfiere minuyen la disponibilidad del elemento para las
en la división celular, reduciendo el crecimiento plantas.
de las raíces.
Toxicidad de H+:
Deficiencia de Ca y/o Mg:
La presencia de cantidades tóxicas de iones H+
Los suelos ácidos tienen una cantidad de cationes en suelos orgánicos o elevados en materia orgá-
intercambiables baja (suma de Ca + Mg menor a nica, también puede constituirse en una causa de
5 cmol (+) L-1), por lo que la disponibilidad de ele- infertilidad del suelo.
mentos como el Ca o el Mg no es suficiente para
En síntesis, para la mayoría de las especies, se
lograr el crecimiento óptimo de la mayoría de las
puede indicar que los problemas de baja fertili-
especies forestales. La presencia de alto contenido
dad (acidez) aumentan cuando se presentan las
de Al en la solución del suelo inhibe la absorción
siguientes condiciones en el suelo: pH: < 5,5, la
de Ca y Mg por las raíces de las plantas.
Acidez o Al Intercambiable: > 0,5 cmol (+) L-1,
Deficiencia de Mo: la Suma bases (Ca + Mg + K): < 5 cmol (+) L-1
y la Saturación de acidez: >20%.
Esta deficiencia ocurre principalmente con legu-
minosas, en la cual el Mo es esencial para la nodu-
lación y fijación de N; normalmente se corrige con Criterios para diagnosticar
adiciones de 0,05 a 0,2 kg Mo ha-1. problemas de acidez
Toxicidad de Mn: El análisis de suelos es una de las herramientas
En algunos pocos casos, en Australia se menciona más útiles para el diagnóstico de la fertilidad de
como problema la toxicidad de Mn cuando el pH los suelos. En el caso de la acidez, mediante este
del suelo disminuye; en suelos ácidos con proble- procedimiento es posible detectar su presencia y
mas de mal drenaje, la toxicidad de Mn suele ser generar una recomendación para solventar ade-
común, afectándose negativamente el crecimiento cuadamente el problema. La mayor parte de la aci-
de las plantas. La toxicidad de Mn ha sido repor- dez en los suelos tropicales (excluyendo los suelos
tada en algunos Ultisoles e Inceptisoles ácidos de orgánicos) proviene del Al, por lo que generalmen-
Costa Rica, donde se asocia a la presencia de altos te se habla de acidez intercambiable (Al+3 + H+) y
contenidos de óxidos de Mn en el material paren- Al intercambiable, como si fueran sinónimos. La
tal de esos suelos. acidez o Al intercambiable se determina median-
te la extracción del suelo con una sal neutra no
Retención de P: tamponada, tal como el KCl 1N, y la titulación del
extracto con una base. Esta fracción incluye el Al
La presencia de cantidades altas de Al y Fe inter-
y el H intercambiables y en la solución del suelo,
cambiables, aunadas a un aumento en la cantidad
que son los que pueden perjudicar el crecimiento
de carga positiva en las micelas de cambio de sue-
de las plantas. Cuando el valor de acidez intercam-
los ácidos, hace que la disponibilidad del P adicio-
biable es mayor de 0,5 cmol (+) L-1, la mayoría de
nado como fertilizante a estos suelos disminuya
las plantas pueden presentar problemas de creci-
temporalmente. Este fenómeno se conoce como
miento. El valor óptimo de acidez intercambiable
retención de P, y se refiere a que el P se retiene en
debería ser inferior a 0,3 cmol (+) L-1.
el suelo con una fuerza mayor a la que tienen las
plantas para absorberlo. En suelos ácidos tropica- La fertilidad de un suelo está delimitada en gran
les, el Al y Fe presentes en los minerales arcillosos parte por la presencia de bases intercambiables.
se libera a la solución del suelo cuando el pH es De esta forma, la suma de bases (Ca+Mg+K) es
menor de 5,3, y reaccionan con el P para formar un criterio importante para establecer el grado de
168
7

fertilidad de un suelo y diagnosticar problemas de 5,5 cuando el pH está por debajo de ese valor, la
acidez. Una suma de bases inferior a 5 cmol (+) solubilidad del Al se incrementa, al igual que el
L-1 se considera un valor bajo que podría afectar riesgo de causar toxicidad a las raíces.
el crecimiento de las plantas, y que generalmente
En síntesis, el diagnóstico de problemas de acidez
está asociado con problemas de acidez.
en suelos forestales es específico para cada espe-
La saturación de acidez es una medida del porcenta- cie o grupo de especies y debería fundamentarse
je del complejo de intercambio catiónico que está en el resultado de un análisis de suelos, cuya in-
ocupado por Al y H. El valor de saturación de Al terpretación se realiza con base en cuatro criterios
o acidez intercambiable es el mejor criterio para principales: pH, suma de bases, acidez intercam-
diagnosticar problemas de acidez. Cada especie, biable y % de saturación de acidez (Cuadro 7.3),
variedad o cultivar tiene su grado de tolerancia a los cuales en conjunto determinan la magnitud de
la acidez, lo cual depende de las características ge- los problemas de acidez en un suelo.
néticas de la planta. La saturación de acidez (SA),
se calcula empleando la siguiente ecuación:
Corrección de la acidez del
suelo
Ac. Int Históricamente, se han empleado diferentes me-
% SA = x 100
CICE canismos para evitar el efecto negativo de la aci-
dez del suelo sobre la producción de madera. El
primer enfoque empleado fue la utilización de
Donde, la Capacidad de Intercambio de Catio- material genético tolerante a la acidez del suelo,
nes Efectiva (CICE) representa la sumatoria enfoque discutido por varios autores (Wrigth 1976;
de Ca+Mg+K+Al+H. Los dos últimos ele- Baligar y Duncan 1990; Vitorello et al. 2005). De
mentos se consideran como la Acidez Inter- manera simultánea, otra forma de recuperar al
cambiable (Ac. Int.). Es común aceptar que fertilidad del suelo (incluyendo la reducción de la
valores de saturación de acidez mayores al acidez), consiste en quemar la biomasa aérea para
10% afectan negativamente el crecimiento de aprovechar los nutrimentos ligados a la misma y
especies vegetales poco tolerantes a la presen- posteriormente abandonar los terrenos por perío-
cia de Al, mientras que el valor de 60% se dos prolongados de tiempo para lograr la recupe-
considera como el máximo para especies tole- ración de su fertilidad, a través del reciclaje de
rantes a la acidez del suelo. El valor deseable nutrimentos (ver Capítulo 3). Otras opciones como
para la mayoría de las plantas oscila entre 10 el enriquecimiento del barbecho, técnicas de agro-
y 25%. forestería y enriquecimiento de la plantación con
insumos son recientes (entre ellos compuestos or-
El pH del suelo está directamente relacionado con
gánicos) y se basan principalmente en la teoría del
el % de saturación de acidez, ya que el Al inter-
encalado del suelo (Bornemisza y Alvarado 1975;
cambiable precipita cuando el pH es superior a
Bouldin 1979; Lathwell 1979;
Sánchez y Salinas 1983; Kampra-
Cuadro 7.3. Parámetros para diagnosticar problemas de acidez de suelo.
th 1984; Sánchez et al. 1985; Ro-
Medio Adecuado u Alto o bson 1989; Hintze y Elliot 1989;
Parámetro Bajo
o moderado óptimo excesivo Craswell y Pushparajah 1989;
pH < 5,5 5,5-6 >6 Kass et al. 1989, 1997; Ulrich y
Sumner 1991; Raij 1991; Aguilar
Suma bases (cmol(+) l-1) <5 5-12 > 12
et al. 1994; Montagnini et al.
Acidez Inter. (cmol(+) l-1) < 0,5 0,5-1 < 0,3 >1 1993; Luna y Wagger 1996; Luna
et al. 1996; Molina 1998; Espino-
% Saturación acidez < 15 15-30 < 10 > 30
sa y Molina 1999; Zapata 2003).
169
MANEJO DE LA ACIDEZ Y EL ENCALADO DEL SUELO

Lenoble et al. (1996a,b) mencionan la posibilidad de antagonismos Al-Ca y Al-Mg en la zona


de reducir el efecto detrimental del crecimiento de radical.
la raíz causado por la acidez por Al adicionando • En las variedades tolerantes al Al no se
fluoruro, sílice, fosfatos y boro al sistema, en parti- inhibe la absorción y translocación del P en
cular cuando el suelo se ha sobre encalado. la medida en que sucede en las variedades
o especies susceptibles. Además, muchas
Tolerancia de los árboles a la acidez del especies o variedades tolerantes al Al,
suelo: también toleran niveles muy bajos de P. O
sea existe una habilidad diferencial para
La tolerancia a la acidez del suelo es muy variable absorber, transportar y utilizar el P en
entre especies. Algunas de ellas, desarrolladas ori- presencia de Al.
ginalmente en suelos calcáreos, como la leucaena,
• En ciertas variedades un alto contenido
la teca y la melina, son susceptibles a niveles de de Si en la planta está asociado con la
10 a 20% de saturación de Al, mientras que otras tolerancia al Al.
que han crecido en ambientes más lluviosos y ca-
lientes toleran hasta un 60% de saturación de Al Como mecanismos de tolerancia a Mn se
(p.e. V. ferruginea y T. amazonia) y en menor grado señalan:
A. mangium, E. grandis y Peltophorum dubium (do • Reducida absorción y retención del Mn en
Vale et al. 1996). Los mecanismos de tolerancia al los tejidos radicales, sin interferir en la
Al son los siguientes (Wright 1976; Baligar y Dun- absorción y procesos fisiológicos de otros
can 1990; Bertsch 1995, 1997): elementos.
• Diferenciaciones morfológicas en las raíces • Bajo absorción de Mn y transporte rápido
laterales y en los ápices radiculares, que les hacia la parte aérea evitándose los daños en
permiten desarrollar una mejor habilidad la raíz.
para continuar su elongación sin sufrir daño. • Incremento en el pH de la zona radical.
• Cambios en el pH de la rizosfera. A través de • Poder de oxidación de las raíces. El Mn es
absorciones diferenciales de iones y de se- susceptible a reacciones redox y en sus for-
creciones de ácidos orgánicos, CO2 y bicar- mas oxidadas (Mn+3, Mn+4) no es absorbido
bonato, la planta puede cambiar la reacción por la planta.
de su medio inmediato de crecimiento, y
con esto regular la absorción de Al. Algunas Nicholaides y Piha (1986) desarrollaron un méto-
variedades tolerantes al Al aumentan el pH do que permite seleccionar variedades tolerantes
de su medio, mientras que en las sensitivas, a la acidez y que consiste en evaluar el rendimien-
éste es muy bajo (lo disminuyen). to de cada cultivar con cal y sin cal, el cual podría
• Translocación más lenta del Al a la parte utilizarse en la selección de material forestal. Los
aérea de las plantas. Algunas especies y resultados que se obtienen al comparar los trata-
variedades tolerantes al Al acumulan este mientos, se grafican según los ejes de la Figura 3
elemento en las raíces, y lo trasladan a y se considerarán como tolerantes a la acidez del
la parte aérea más lentamente que las suelo las variedades o cultivares que se ubiquen
variedades sensitivas. Eso no quita que en el cuadrante IV, es decir las que tienen ren-
existan especies de árboles y helechos dimiento relativo superior al 75-80%, y además
adaptados a condiciones de acidez que igual o más alto que el rendimiento promedio, en
acumulan altas cantidades de Al en el el suelo encalado, de la tercera parte de las varie-
follaje. dades comparadas de mayor rendimiento. El mé-
• En variedades tolerantes, el Al de las raíces todo no considera la utilización de varios niveles
no impide la absorción y translocación del de cal, por lo que cuando se evalúan variedades en
Ca, Mg y K, como sí ocurre con especies suelos con diferente grado de acidez, puede que
sensitivas. Se ha demostrado la existencia en algunos una variedad resulte como tolerante
170
7

1,0 cmol kg-1 de suelo), estimando la capacidad de


intercambio de cationes de la raíz (valores bajos se
asocian con tolerancia al Al) y concentraciones va-
riables de NH4 y NO3 (árboles tolerantes absorben
más NO3 en presencia de amonio mientras que los
sensibles absorben más NH4), concluyendo que no
se confirma que ninguna de las metodologías es la
mejor para identificar niveles de tolerancia. El cre-
cimiento radical de las especies menos afectadas
bajo condiciones de suelo ácido fueron A. man-
gium, E. grandis y P. dubium mientras que las más
afectadas fueron Enterolobium contortisiliquum,
Melia azedarach y Leucaena sp.; contrario a lo que
Figura 7.3. Esquema para seleccionar especies tolerantes
a la acidez (tomado de Nicholaides y Piha 1986).
indica la literatura, las especies más tolerantes al
Al absorbieron más N en forma de NO3.
(se logró neutralizar la acidez que la perjudicaba
El encalado y la acidez del suelo:
con el nivel de cal empleado), mientras que en
otros no, o sea faltó neutralizar la acidez que la El encalado consiste en la aplicación masiva de
perjudicaba (Alvarado et al. 1989). En estos casos, sales básicas con el objeto de neutralizar la aci-
se puede ordenar las variedades comparadas de dez del suelo. Los productos que se utilizan como
mayor a menor rendimiento y considerar como alcalinizantes o correctivos de la acidez del suelo
más tolerantes aquellas que caen con mayor fre- son principalmente carbonatos, óxidos, hidróxidos
cuencia en el tercio de rendimiento más alto. y silicatos de Ca y/o Mg. Debido a su diferente na-
turaleza química, estos materiales presentan una
Do Vale et al. (1996) estudiaron la tolerancia de capacidad de neutralización variable.
varias especies forestales tropicales a la acidez del
suelo, estudiando el efecto de la misma sobre el La acción neutralizante de los materiales de en-
crecimiento de la raíz: Los autores compararon los calado no se debe en forma directa al Ca y el Mg,
efectos de la acidez en suelos tratados con CaO sino a las bases químicas a las cuales están ligados
(para elevar el pH a 6,0), MgO (para elevar el pH estos cationes: CO3-2, OH-, y SiO3-2. Los cationes
a 6,0), MgCl2 (para elevar el contenido de Ca a reemplazan a los iones ácidos de las posiciones
intercambiables y los ponen en solución; además
las sales básicas se disocian y generan cationes y
OH-. Posteriormente los iones ácidos en solución
pueden entrar en contacto con la cal y el agua del
suelo. Los OH- generados por los carbonatos, hi-
dróxidos y silicatos son los que neutralizan la aci-
dez del suelo al propiciar la precipitación del Al
como Al(OH)3 y la formación de agua.
Las principales reacciones del encalado en el suelo
se incluyen en la Figura 4; de la misma se deduce
que el Ca no interviene en la neutralización de la
acidez, sino más bien es el anión
CO3−2 el que al hidrolizarse pro-
duce iones OH− que neutralizan
los iones H+ provenientes de la
hidrólisis del Al y precipitan al
Figura 7.4. Reacciones de encalado de suelos ácidos (adaptado de Tisdale et al. 1993). mismo Al.
171
MANEJO DE LA ACIDEZ Y EL ENCALADO DEL SUELO

El proceso inverso también puede ocurrir, debi- de la neutralización sin contemplar. Dentro de
do a que los iones básicos como Ca, Mg y K pue- las reacciones paralelas que se incluyen en esta
den ser removidos del suelo por la absorción de constante están, la neutralización del Al no inter-
las plantas o la lixiviación, siendo reemplazados cambiable, las correcciones de peso/volumen que
por Al3+. A medida que ocurre este proceso, se pueden ser necesarias para ajustar el encalado a
incrementa la actividad del H+ y se reduce el pH una profundidad de incorporación de 15 cm (Yost
del suelo. La acidificación progresiva del suelo es et al. 1991), y para neutralizar los nuevos puntos
favorecida cuando se utilizan dosis altas de fertili- de carga negativa generados en muchos coloides
zantes nitrogenados amoniacales. en medios básicos al ionizar sus OH- terminales.

Estimación de la dosis de cal para 1,5 (Al - RAS) (C I C E)


t CaCO3ha-1 = xf
neutralizar la acidez del suelo: 100
Las siguientes fórmulas para calcular la necesidad
de cal para neutralizar la acidez del suelo se basan
en el principio de linealidad entre la cantidad de 2. Requerimientos de encalado por % de saturación
producto neutralizante aplicado y la disminución de bases (van Raij 1991): El principio de esta
del Al intercambiable del suelo. El criterio prác- fórmula es exactamente el mismo que el del
tico que domina en la actualidad es utilizar una caso anterior, sólo que expresado en términos
dosis de cal que reduzca la saturación de acidez de saturación de bases en lugar de acidez, con
del suelo a un nivel que sea tolerable para la es- la ventaja que incluye el factor f, que se re-
pecie (Cuadro 7.3), de acuerdo con alguna de las fiere a la calidad del material encalante. Este
siguientes fórmulas. procedimiento desarrollado en Brasil tiene
como objetivo elevar la saturación de base a
1. Requerimientos de encalado por % de saturación valores pre-establecidos para diferentes espe-
de acidez (Cochrane et al. 1980): Esta fórmula cies. Asume que la acidez potencial (Al+3 inter-
contempla la neutralización de un determi- cambiable + H+ no intercambiable), debe ser
nado % de saturación de acidez en relación considerada para el cálculo de la dosis de cal
con la CICE del suelo, multiplicado por una a aplicar. Se basa en la relación que existe en-
constante que cubre los factores que limitan tre pH y la saturación de bases, debido que al
la eficiencia de la reacción química, a saber, incrementarse el % de saturación de bases de
calidad del material encalante, reacciones pa- un suelo se eleva también el pH.
ralelas en el suelo y condiciones climáticas:
t CaCO3 ha-1 = T (V2 – V1) xf
1,8 (Al - RAS) (C I C E) 100
t CaCO3 ha-1 =
100
Donde: V1 = % de saturación de bases del
Donde: Al = % de saturación de acidez exis- suelo a pH 7; V2 = % de saturación de bases
tente en el suelo; RAS = % de saturación de deseable, T = Capacidad de Intercambio de
acidez deseado (Cuadro 1) y CICE = Capaci- Cationes a pH 7 (suma de Ca + Mg + K +
dad de intercambio catiónico efectiva. H+ Al), f = 100/PRNT y PRNT= Poder Re-
lativo de Neutralización Total = (Equivalente
Una modificación propuesta a esta fórmula se ex- Químico x Eficiencia Granulométrica)/100
presa en términos de % de saturación de acidez y
se incluye el factor f de calidad del material enca- 3. Recomendaciones de Encalado en NuMaSS 2,0:
lante. Al realizar esto, la constante se disminuye Smyth y Osmond (2003), consideran el uso de
a 1,5 pues quedan menos factores de eficiencia una fórmula para calcular la necesidad de ma-
172
7

terial encalante, la cual se basa en el principio Fuentes de encalado:


del modelo discontinuo lineal, es decir, dos
Comercialmente se utilizan varios compuestos re-
líneas de diferente pendiente, debido a que la
conocidos como cal agrícola y que dependiendo de
neutralización de la acidez cercana a la capa
su disponibilidad pueden tener precios variables
doble difusa es más difícil que la que ocurre
en diferentes sitios o países. Los compuestos co-
lejos de las superficies coloidales. De esta ma-
múnmente más empleados son los siguientes:
nera, cuando el nivel crítico de saturación de
Al (AlC) para el cultivo es mayor a 20%, se
utiliza la fórmula: 1. Cal calcítica – CaCO3: el material más utiliza-
do para encalar los suelos es la calcita que se
CaCO3 (t ha-1) = F [Al - (AlC x CICE / 100)] obtiene a partir de la roca caliza, la cual no es
pura ya que contienen arcillas, hierro, arena
Donde el valor F = 2,5 si la CICE de arcilla es y granos de limo. El carbonato de Ca es un
menor a 4,5 cmol (+) L-1 y F = 1,3 si CICE de material bastante insoluble, por lo que debe
arcilla es mayor a 4,5 cmol (+) L-1. ser convenientemente molido para aumentar
su eficiencia agronómica y en su forma pura
Cuando el nivel crítico de saturación de Al (AlC) contiene 40% de Ca.
es menor al 20%, se emplea la fórmula:

CaCO3 (t ha-1) = F [Al - (20 x CICE / 100)] + 7,5 [(19 - AlC) x CICE/100]

4. Requerimientos de encalado por el método del 2. Óxido de calcio - CaO: Es el producto obtenido
contenido de acidez intercambiable: procedi- de la calcinación total del carbonato de Ca a
miento desarrollado por Kamprath (1970), una temperatura aproximada a 1.000ºC y se
que consiste en neutralizar toda la acidez conoce como cal viva o cal quemada. Es un
intercambiable que tiene el suelo, sin consi- material muy cáustico y de manejo difícil por-
derar el grado de tolerancia de la planta a la que puede causar quemaduras al contacto con
acidez. Se utiliza un factor de encalado que la piel. Su velocidad de reacción es mayor que
varía entre 1,5 y 3, de acuerdo con el conteni- el carbonato debido a su mayor concentración
do de materia orgánica del suelo. Para suelos de Ca (71% en su forma pura) y a que por ser
con niveles de materia orgánica moderados o un óxido, reacciona rápidamente al contacto
bajos (<10%), el factor es 1,5 o 2. Este méto- con el agua, provocando una fuerte reacción
do puede ser útil para especies muy suscep- exotérmica y liberando iones OH−. Se presen-
tibles a la acidez, o en suelos donde el % de ta normalmente como polvo bastante fino y
saturación de acidez es muy bajo (<20%) y su precio es más alto que el del CaCO3.
las fórmulas anteriores no son aplicables.
3. Hidróxido de calcio - Ca (OH)2: Se obtiene a
-1 partir de la reacción del CaO con agua y se co-
CaCO3(t ha ) = 1,5 o 2 x Acidez Intercambiable
noce como cal apagada o hidratada y es la for-
ma en que se comercializa el CaO producido
A esta fórmula se le puede agregar el factor “f” de
por calcinación. Es un polvo blanco, con alto
calidad de la cal y queda:
grado de solubilidad y de rápida reacción en
-1 el suelo con un 54% de Ca en su forma pura.
CaCO3(t ha ) = 1,5 o 2 x Acidez Intercambiable x f
Es un material de mayor costo que el carbona-
to y con una reacción intermedia entre éste y
el CaO en neutralizar la acidez del suelo.
4. Cal dolomítica - CaMg (CO3)2: La dolomita pura
contiene 21,6% de Ca y 13,1% de Mg. Aunque
173
MANEJO DE LA ACIDEZ Y EL ENCALADO DEL SUELO

este material reacciona más lentamente en el cambiable. Una versión similar con Mg existe
suelo que el carbonato de Ca, tiene la ventaja en el mercado, se trata del Magflo, una cal
de que suministra Mg, el cual es un elemento líquida hecha con óxido de magnesio de 4 mi-
que con frecuencia se presenta también defi- cras de granulometría y que contiene 30% de
ciente en suelos ácidos. Mg y la goma Xanthana como coadyuvante.
5. Carbonato de magnesio – MgCO3: Es un mate- 8. Yeso: El yeso agrícola o sulfato de calcio di-
rial natural que proviene de la roca magnesi- hidratado (CaSO4.2H2O) es un subproducto
ta. En su forma pura contiene 28,5% de Mg y de la industria del ácido fosfórico, el cual es
un equivalente químico de carbonato de cal- necesario para la fabricación de fertilizantes
cio de 119%. La magnesita es un carbonato fosfatados como triple superfosfato y fosfatos
sólo de magnesio, siendo muy útil en suelos de amonio. El yeso también es obtenido de
bajos en este elemento y que no ocupan apli- yacimientos o depósitos naturales de evapori-
car calcio. La reacción de neutralización de la tas sedimentarias. Su composición varía de 17
acidez del suelo es similar a la de cualquier a 20% Ca y de 14 a 18% de S. Su aplicación
otro carbonato. superficial incrementa los contenidos de Ca y
S, eleva la capacidad de intercambio catiónico
6. Oxido de Magnesio - MgO: Este es un material
y disminuye el nivel de aluminio intercambia-
compuesto sólo de Mg. En su forma pura con-
ble, su actividad, y su saturación en el com-
tiene 60% de Mg. Su capacidad de neutraliza-
plejo de intercambio del suelo (Chaves 1991).
ción de la acidez es mucho más elevada que la
de otros materiales, pero dado que es un pro- 9. Escorias industriales: Son residuos de la indus-
ducto poco soluble en agua, debe ser molido tria del acero (escorias básicas) y de la fundi-
finamente para que actúe como material neu- ción de hierro (escorias Thomas). Estos mate-
tralizante de la acidez del suelo. Se obtiene a riales contienen silicatos de calcio (CaSiO3) y
partir de la calcinación de la magnesita. silicatos de magnesio (MgSiO3) y neutralizan
la acidez del suelo a través de la hidrólisis del
7. Cal líquida o en suspensión- Cal 56® y Magflo:
ión silicato (SiO3). Su capacidad para neutra-
La Cal 56® es una enmienda líquida con 56%
lizar la acidez del suelo es similar al del car-
de CaO en forma de carbonato de calcio de <
bonato de calcio. El equivalente químico de
2 micras, grado farmacéutico; el tamaño de
estos productos oscila entre 80 y 100%.
las partículas es de malla 625 mesh y contiene
además 6,9% de N en forma de urea, lo que 10. Mezclas de enmiendas: Son mezclas físicas de
favorece una mejor respuesta a su aplicación. dos o más enmiendas que les confieren carac-
El producto contiene goma Xanthana, polisa- terísticas especiales para la corrección de la
cárido obtenido de la fermentación de glucosa acidez del suelo. Las mezclas más comunes
por medio de la bacteria Xanthomonas cam- son de dolomita y yeso en diferentes propor-
pestris que permite que el carbonato de calcio ciones, como ocurre con marcas como Nutri-
de grado farmacéutico se pueda suspender cal, Ecosulfocal, Triple Cal y Surco Mejora-
en el agua y luego disolver sin problema al dor. También existen mezclas de dolomita con
preparar la mezcla para aplicación. La goma yeso y óxidos de calcio y magnesio, como en
también le da apariencia de emulsión al pro- el caso de Supercal. Las mezclas de enmien-
ducto, y como tiene propiedades adhesivas, das se han llegado a popularizar en el merca-
puede pegarse a las hojas luego de aplicado, do debido a que combinan la acción de dos o
prolongando el tiempo de contacto con el fo- más enmiendas con diferentes características,
llaje. Cuando se aplica al suelo, la Cal 56 tiene haciendo que el efecto de la cal sea más rá-
un efecto similar a la aplicación de un drench, pido y eficiente. Estas mezclas son de mayor
neutralizando rápidamente la acidez del suelo precio que los carbonatos y dolomita, pero
y elevando el pH y el contenido de Ca inter- reaccionan más rápido en el suelo. Se aplican
174
7

en forma localizada, alrededor de los árboles La norma internacional considera que los materia-
en la zona de rodaja, en dosis de 200 a 300 g les con menos de 80% de equivalente de CaCO3
por planta, en árboles recién sembrados, o de (32% de Ca) son de baja calidad (Nicholaides 1983)
500-600 g en árboles grandes. y la misma legislación establece los siguientes
contenidos mínimos: óxido de Ca EQ = 140 (56%
Calidad de los materiales de encalado: Ca); hidróxido de Ca EQ = 110 (44% Ca). La legis-
lación brasileña acepta un valor mínimo de EQ =
Uno de los aspectos más importantes de considerar 67% para calcáreos molidos (Alcarde 1992).
en la determinación de la eficiencia agronómica de
un material de encalado es su calidad, la cual está 2. Forma química: Con base en las diferentes
fundamentada en los siguientes factores: 1) pureza formas químicas existentes, se presentan tam-
química; 2) forma química; 3) tamaño de partícula bién diferentes capacidades de neutralización
y 4) poder relativo de neutralización total. y reactividad. Los productos a base de carbo-
natos y silicatos neutralizan la acidez a través
1. Pureza química: La pureza permite conocer la de sus bases químicas CO3-2 y SiO3-2, las cua-
composición química de la cal y expresarla les son débiles. En tanto que los óxidos, reac-
como equivalente de carbonato de Ca y se ve cionan inmediatamente con el agua del suelo
alterada por la presencia de impurezas como transformándose en hidróxidos, por lo cual
arcilla o minerales de Fe. Como los materiales los óxidos e hidróxidos neutralizan la acidez
difieren en su capacidad de neutralizar la aci- a través de su base OH - que es fuerte, y son
dez del suelo, para conocer esta característica más efectivos.
se utiliza el criterio de Efectividad Química,
Equivalente Químico (EQ) o Poder de Neu- 3. Tamaño de partícula: La fineza de las partícu-
tralización, que se define como la capacidad las de la cal determina su velocidad de reac-
de neutralizar la acidez que tiene un material ción ya que conforme se reduce su tamaño,
con relación al carbonato de Ca puro, al cual aumenta su área o superficie de contacto. Un
se le asigna un valor de 100%. En el Cuadro volumen de 1 m3 cúbico de cal sólo tiene 6 m2
7.4 se presenta los valores de Equivalente de superficie, mientras que esa misma canti-
Químico de varios materiales correctivos de dad molida y colocada a través de un tamiz de
acidez en su forma pura. Con relación al car- malla 100, tiene 60.000 m2 de área superficial.
bonato de Ca puro, los óxidos e hidróxidos Para estimar la Eficiencia Granulométrica de
presentan una mayor capacidad potencial de un material de encalado, este se pasa por una
neutralización. El óxido de Mg constituye la secuencia de mallas o cribas de diferente ta-
forma química más eficiente para neutralizar maño, donde se obtiene la cantidad de mate-
la acidez del suelo. rial retenido en ellas, tal como se indica en el

Cuadro7.4. Equivalentes químicos y composición química de diferentes enmiendas.

Equivalente Químico Composición Promedio


Material % de Ca y Mg
(EQ) (%)
Carbonato de calcio 100 85-95 CaCO3 40
42 MgCO3 12
Dolomita 108
52 CaCO3 21
Oxido de calcio 175 85 CaO 71
Hidróxido de calcio 138 65 Ca (OH )2 54
Hidróxido de magnesio 172 - 41
Carbonato de magnesio 119 - 28,5
Oxido de magnesio 248 60 – 90 MgO 60
Silicato de calcio 86 - 34,4
Silicato de magnesio 100 - 24

175
MANEJO DE LA ACIDEZ Y EL ENCALADO DEL SUELO

Cuadro 7.5. Lo normal en un análisis de la adecuadas de humedad en el suelo. Por ejemplo, un


Eficiencia Granulométrica es que se utilice la material con EQ = 90%, y EG = 80%, tendrá un
siguiente secuencia de mallas: 8 ó 10, 20, 40, PRNT = (90 x 80)/100 = 72%. Esto quiere decir
60 y 80. que el 72% del material reaccionará en un plazo de
Cuadro 7.5. Eficiencia relativa granulométrica de la cal con base en 3 meses y el restante 18% (90-72 = 18), reacciona-
el tamaño de malla. rá posteriormente. A mayor valor del PRNT, más
reactivo es el material de encalado por lo que para
Número de Abertura de Eficiencia
el café se recomienda que la cal empleada tenga al
mallas mallas (mm) relativa (%)
menos un PRNT de 75% (Malavolta 1993).
<8 > 2,36 0
8 - 20 2,36 – 0,85 20 Al conocer este índice es posible ajustar la dosis
20 - 40 0,85 – 0,42 40 de cal a emplear de acuerdo con su grado de cali-
20 - 60 0,85 – 0,25 60 dad. Un material con 50% de PRNT será la mitad
> 60 < 0,25 100 de efectivo que otro con uno de 100%. Además,
el valor de PRNT permite seleccionar la cal de
acuerdo con su costo por unidad de PRNT:
Los materiales que son retenidos en
tamiz de 8 son inefectivos. Los que
pasan este tamiz pero se retienen en Costo por unidad o TM de material
Costo por unidad de PRNT =
tamiz 20 son 20% efectivos pero re-
PRNT del material
accionan muy poco. Los que pasan el
tamiz 20 pero se retienen en el tamiz
60, son 60% efectivos y pueden reaccionar en un Método y época de aplicación:
período de 10-18 meses, y todos los que pasan este
último tamiz tienen 100% de efectividad y reac- El método óptimo de aplicación es incorporar la
cionan entre 3 y 6 meses. La cal que pasa por un cal en los primeros 15-20 cm de suelo, utilizando
tamiz 80 es muy fina y puede reaccionar en 1-3 el arado o la rastra. De esta forma se logra la mez-
meses. La condición ideal es que el 100% del ma- cla del material con la capa del suelo donde se con-
terial pase por una malla 8 y 70-80% pase por una centran las raíces de la mayoría de los árboles. Sin
malla 60. Los requisitos mínimos de calidad en embargo, esto no puede siempre lograrse debido
Brasil son los siguientes: 95% de la cal debe pasar al costo que representa o a que la plantación está
por una malla 10, 70% del material debe pasar ya establecida, por lo que la cal se aplica entonces
por malla 20, y al menos el 50% del material debe en la superficie. Si la cal va a ser incorporada con
pasar por malla 60 (Alcarde 1992). arado, ésta debe distribuirse en forma uniforme
en todo el terreno o en la faja donde se sembrarán
4. Poder Relativo de Neutralización Total (PRNT): los árboles, donde se concentrarán las raíces.
Para valorar en forma conjunta la pureza química
y la fineza, se utiliza un índice de eficiencia del En vista que la cal requiere de humedad para que
material de encalado conocido como PRNT. Se ob- reaccione, la época más apropiada para aplicarla
tiene multiplicando la Eficiencia Granulométrica es al inicio de las lluvias o un poco antes. Sin em-
por el Equivalente Químico: bargo, no existen limitaciones en cuanto a la épo-
ca de aplicación siempre que haya humedad en
el suelo y que no coincida con una fertilización al
% EG x % EQ suelo. Una vez aplicada la cal, se debe esperar un
PRNT =
100 tiempo prudencial de un mes, para que reaccione
antes de añadir el fertilizante. El contacto directo
de la cal con fertilizantes nitrogenados amoniaca-
El PRNT indica el % de Equivalente Químico o les en la superficie del suelo puede favorecer la
Poder de Neutralización de la cal que es capaz de formación de carbonato de amonio, el cual a su
reaccionar en un lapso de 3 meses bajo condiciones vez se transforma en amoníaco y se pierde el N
176
7

por volatilización. También el contacto con fertili- uso de materiales de rápida reacción y alta
zantes fosfatados causa pérdidas del elemento por fineza tales como los óxidos e hidróxidos de
formación de fosfatos de Ca insolubles. Ca. En plantaciones forestales de ciclo medio
a largo (teca, melina) se puede utilizar cales
Efecto residual de la cal: con un efecto residual más prolongado (con
El efecto residual de la cal depende de su veloci- un poco de material más grueso).
dad de reacción o reactividad en el suelo. Entre 5. Intensidad de manejo: Los terrenos intensamen-
los factores que intervienen en este proceso se te cultivados y fertilizados con nitrógeno, son
pueden citar: más susceptibles a acidificarse rápidamente.
Se ha demostrado que en suelos ácidos como
1. Condiciones de clima y suelo: La alta tempera-
los Andisoles y Ultisoles, el abonamiento in-
tura y humedad, así como un valor alto de la
tensivo con fuentes amoniacales como sulfato
acidez, favorecen la reacción de la cal. Por tal
de amonio, nitrato de amonio y urea, pueden
motivo, los materiales de encalado son más
incrementar los problemas de acidez a media-
reactivos en zonas tropicales que en sitios
no plazo si no se toman medidas oportunas
fríos o templados. En suelos con pendientes
de corrección. Los fertilizantes nitrogenados
muy fuertes, la cal aplicada superficialmen-
amoniacales dejan efecto residual ácido como
te puede perderse por escorrentía y erosión.
consecuencia de la nitrificación del NH4+ por
Se ha demostrado que la lixiviación de Ca y/o
las bacterias del suelo.
Mg proveniente de la cal, es alta en suelos de
texturas livianas y alta capacidad de infiltra- 6. Dosis: Dosis muy bajas o que subestiman el
ción. Los suelos ácidos de textura arenosa de- contenido de acidez intercambiable del suelo
ben ser encalados con mayor frecuencia que no reducen la acidez de forma cuantificable
los arcillosos. y su efecto residual es casi nulo. En tal situa-
ción el análisis de suelos es la mejor herra-
2. Naturaleza química del material: Los produc-
mienta para calcular la dosis de cal adecuada.
tos que forman bases fuertes como los óxidos Algunos suelos pueden presentar un nivel de
e hidróxidos reaccionan más rápido, pero su acidez intercambiable bajo, pero ser deficien-
efecto residual no es muy prolongado debido tes en Ca. En este caso, la aplicación de la cal
a que el Ca y/o Mg pueden ser lixiviados con es la forma más económica de suplir Ca como
el tiempo en climas muy lluviosos. Las bases fertilizante, y el uso de una fórmula para cal-
débiles como los carbonatos, son de reacción cular la dosis resulta innecesario, siendo más
más lenta y de mayor efecto residual. práctico agregar una cantidad moderada de
3. Tamaño de partícula: Los materiales más finos cal (0,5-1 t ha-1) como fuente de Ca.
reaccionan mucho más rápido que los gruesos,
y su efecto residual es menor. Los materiales
muy finos pueden presentar pérdidas significa- Respuesta de las plantaciones
tivas por la acción de viento, además de mos- forestales al encalado
trar aglutinación y adherencia de sus partícu-
las, lo que dificulta su acción y distribución Algunos autores (Gonçalves et al. 1990; Zech y
(Chaves 1993a). La cal retenida en mallas 20 y Drechsel 1991), han encontrado que el pH medido
40 puede reaccionar en un plazo que oscila en- en los primeros 20 cm de suelo en CaCl2 (que esti-
tre 1 y 3 años, dependiendo de las condiciones ma la acidez total del suelo), correlaciona bien con
climáticas. El material retenido en malla 10 no valores de índice de sitio para eucalipto y teca, no
tiene efecto sobre la acidez del suelo. así el valor de pH estimado en agua. Además de
la acidificación del suelo inducida por actividades
4. Tipo de plantación: En plantaciones de ciclo antropogénicas mal realizadas (por ejemplo, abuso
muy corto, como eucalipto, es preferible el de uso de fertilizantes con efecto residual ácido), la
177
MANEJO DE LA ACIDEZ Y EL ENCALADO DEL SUELO

Cuadro 7.6. Respuesta de V. ferruginea, V. koschnyi, H. alchorneoides y C. brasiliense, especies del bosque húmedo
tropical, a la aplicación de cal en el primer año de crecimiento en La Selva, Costa Rica.

V. ferruginea V. koschnyi H. alchorneoides C. brasiliense


Dosis cal
(g árbol-1) Alt. Diám. tallo Alt. Diám. tallo Alt. Diám. tallo Alt. Diám. tallo
(cm) (cm) (cm) (cm) (cm) (cm) (cm) (cm)

0 69 15 106 a 21 a 204 41 116 12

150 56 10 100 a 18 a 207 41 115 12

300 59 10 89 b 15 b 222 44 115 11

450 73 14 78 b 14 b 194 43 109 11

acidificación natural de los suelos ocurre por efec- las de la hoja, sin dejar que este elemento llegue a
to de una meteorización intensa del ecosistema en los puntos de crecimiento activo (González y Fis-
zonas muy lluviosas y calientes, como grandes ex- her 1997). Con este tipo de árboles y arbustos, la
tensiones del bosque tropical húmedo, en suelos respuesta al encalado no es significativa, al igual
que clasifican normalmente como Ultisoles y Oxi- que sucede con otras especies como H. alchorne-
soles. Al proceso natural de acidificación del suelo oides y C. brasiliense (Cuadro 7.6); para el caso de
puede sumarse el que causan las especies arbóreas la especie V. koschny, la adición de cal es nega-
leguminosas como las de los género Erythrina (Im- tiva pues reduce en forma significativa su altura
back et al. 1989) o Alnus (Sharma 1993) y en este y diámetro durante el primer año de crecimiento
proceso ocurre una pérdida de Ca y Mg del siste- (Alvarado et al. 1994). En otras ocasiones ocurre
ma por efecto de ión acompañante, para lograr el que no se encuentra respuesta a la adición de cal
equilibrio de carga en el sistema debido al exceso en suelos ácidos, como sucedió en el caso de T.
de N-NO3 fijado y liberado por las leguminosas. amazonia a adiciones bajas de cal (100-150 g m2) en
Ultisoles de Costa Rica (Calvo et al. 1995), lo cual
puede deberse a varios factores, entre ellos, a que
Si se utiliza el enfoque de evitar el problema de la
la dosis de cal fuera insuficiente, que la especie
acidez del suelo, encontrando árboles que se adap-
fuera tolerante a la acidez o que el grado de acidez
ten a esta condición (Tilki y Fisher 1998; Mon-
del suelo no fuera suficiente como para afectar el
tagnini 2000), se menciona que las coníferas de
crecimiento de los árboles en forma significativa.
clima templado son especies calcífugas (especies
que en presencia de una cantidad excesiva de cal
sufren de desordenes fisiológicos poco conocidos Algunas especies que crecen naturalmente en sue-
y que reducen fuertemente su producción) y que los derivados de materiales calcáreos o en suelos
prefieren ambientes con suelos ácidos (Bonneau aluviales fértiles, en particular en regiones de cli-
1978). En regiones tropicales, el contenido foliar ma tropical húmedo-seco, no crecen bien en suelos
de Al en árboles normalmente se encuentra en- ácidos de regiones tropicales húmedas a perhúme-
tre 20-100 ppm con base en peso seco, aunque se das, como es el caso de la teca, la melina, el laurel
menciona que algunos árboles pertenecientes a las y el pochote. En el Cuadro 7.7, se muestra la res-
familias Vochysiaceae, Rubiaceae, Symplocaceae y puesta que tienen la G. arborea y la C. alliodora al
Melastomataceae son especies acumuladoras de Al encalado y la fertilización en suelos distróficos de
(Sarmiento 1984). la amazonía boliviana. Una de las posibles razones
del porqué la melina no prosperó en la zona de Bue-
nos Aires, Costa Rica, es el hecho de que se sembró
Notables son los casos de V. ferruginea y Acisanthe-
mayormente en suelos ácidos arcillosos (Ultisoles),
ra uniflora, especies que logran acumular 22.400 y
sin corregir por el problema de la acidez del suelo.
20.200 mg kg-1 de Al, respectivamente (Pérez et al.
1993; Sarmiento 1984) y tolerar grandes cantida- Valores con la misma letra dentro de una columna
des de Al intercambiable en el suelo, debido a que no difieren significativamente según prueba Duncan
una vez que lo absorben lo depositan en las vacuo- al 1% de probabilidad.
178
7

Cuadro 7.7. Respuesta de G. arborea y C. alliodora a la aplicación de 200


g de cal y 150 g de 15-15-15/árbol a la siembra (tomado de Delgadillo
et al. 1991).

Edad de la plantación (meses)


que suponen corregir los problemas de acidez
llevando los suelos hasta la neutralidad median-
Especie 18 23 18 23 te la aplicación de cal.
Altura (m) Diámetro tallo (cm) Como los suelos tropicales son esencialmente
Gmelina (con) 4,9a 7,8a 6,1a 8,5a sistemas de óxidos, sistemas alofánicos o siste-
mas de aluminosilicatos laminares con revesti-
Gmelina (sin) 2,4b 5,5b 2,3b 7,8a
mientos de óxidos, estas prácticas no funcionan,
Cordia (con) 1,7 bc 2,8c 1,0c 1,6b debido a la presencia de extensos mecanismos
Cordia (sin) 1,0c 2,2c 0,4c 1,8b
buffer (o reguladores) que impiden cambios
progresivos en el pH. En estos suelos, después
de que se ha neutralizado la acidez debida a Al
(pH 5,5) se requieren cantidades exorbitantes
En el Capítulo 18 se describe el comportamiento
de cal para hacer variar el pH en una unidad.
del crecimiento de la teca en suelos con pH infe-
rior a 6, notándose que con un 3% de saturación
Las consecuencias del sobre encalado son:
de Al el incremento medio anual de la altura de
los árboles se reduce en un 20% y si se considera • reducción del rendimiento por afectarse
un valor de saturación de Al del 5%, el incremen- otras funciones del suelo y de la planta
to en altura de los árboles se reduce en un 50%. • disminución de la disponibilidad de algunos
En adición, la acidez del suelo disminuye el gra- nutrimentos:
do de infección por hongos micorrízicos en teca y
• P: debido a que se favorece la formación de
otras especies, lo que puede redundar en un mal
fosfatos insolubles de Ca
crecimiento de las plantaciones sembradas sobre
suelos ácidos del trópico húmedo. En el Capítulo • B: las condiciones básicas favorecen el
10, se discuten los hallazgos de Neves et al. (1982) fenómeno de adsorción de B en suelos con
y de Novais et al. (1979), quienes encontraron que capacidad de sorción de aniones.
la tolerancia a la acidez del suelo en el género Eu- • Zn: disminuye su solubilidad cuando sus pH
calyptus es E. urophylla > E. paniculata > E. grandis se acercan a niveles 6-7.
> E. clöeziana, así como la respuesta de E. grandis
• Mn: en pH superiores a 6,2 el Mn tiende a
a la adición de fertilizante y cal. precipitar en presencia de óxidos de Fe y Al.
• deterioro de la estructura. Al subir el pH,
Sobre encalado el Fe se transforma, y su efecto agregante
disminuye, por lo tanto se forman agregados
Se entiende por sobre encalado, la utilización de más pequeños, que reducen las tasas de
dosis mayores de cal de las necesarias para neu- infiltración y pueden favorecer la erosión.
tralizar el Al intercambiable. Aunque en el pasado Esto también puede deberse a un aumento
se creía que dosis de encalado mayores de 2-3 t de la actividad microbiana que degrada los
ha-1 podían asociarse con este tipo de problemas, agentes cementantes de tipo orgánico.
actualmente se conoce que los suelos tropicales
ácidos pueden recibir dosis de 5 a 10 t ha-1, sin En términos prácticos, la posibilidad de lograr un
causar un deterioro de sus propiedades químicas sobre encalado en plantaciones forestales está li-
y físicas. Esto por cuanto los suelos ácidos de los mitada por el hecho de que por justificaciones eco-
trópicos presentan una alta capacidad buffer que nómicas normalmente no se utilizan dosis altas de
resiste los cambios fuertes de pH aún con dosis al- cal en estos suelos. Sin embargo, cuando se encala
tas de cal. El efecto de sobre encalado ha ocurrido sólo el área de rodaja de los árboles hay que tener
cuando por desconocimiento de las particularida- cuidado para no sobrestimar la dosis de cal, y la
des de los suelos tropicales se ha imitado las prác- cantidad de cal a aplicar debe ser cuantificada en
ticas de encalado realizadas en la zona templada función del área útil a encalar.
179
MANEJO DE LA ACIDEZ Y EL ENCALADO DEL SUELO

Uso de yeso Bingham 1982; Sposito 1989; Zapata 2003), como


se muestra en las siguientes ecuaciones:
El yeso puede utilizarse
para mejorar suelos áci-
dos e infértiles, como un Al+3 + SO4-2 +6 H2O Q AlOHSO4 + H+ (Jurbanita)
corrector de la acidez del
subsuelo, del encostra- 4Al+3 + SO4-2 +15 H2O Q Al4(OH)10SO4.5H2O + 5H+ (Basaluminita)
miento superficial y como
K+ + 3Al+3 + 2SO4-2 +6 H2O Q KAl3(OH)6(SO4)2 + 2H+ (Alunita)
fuente de Ca y S y dismi-
nuye el nivel de Al inter-
cambiable, su actividad, y
su saturación en el complejo de intercambio del Los sulfatos de Al de las ecuaciones anteriores son
suelo (van Raij 1988; Shaimberg et al. 1989; Cha- compuestos de muy baja solubilidad por lo que
ves 1991; Sumner 1993; Zapata 2003). La aplica- el efecto detrimental del Al disminuye; los iones
ción de yeso al suelo permite mejorar las condi- H+ que se forman, si no son neutralizados, son los
ciones nutricionales del subsuelo, lo que favorece causantes de la reducción del pH en 0.3 unidades.
el desarrollo de las raíces y por ende del aprove- La formación de alunita podría además causar una
chamiento del agua y nutrimentos del suelo; como disminución del K+ intercambiable, efecto negati-
beneficios colaterales se da una reducción en la vo a considerar en suelos de muy baja fertilidad
escorrentía superficial y la erosión (Souza et al. (Sposito 1989).
1992).
De acuerdo con van Raij (1998), la aplicación de
Fuentes: El yeso se obtiene de yacimientos o yeso puede reducir la saturación de Al al aumentar
depósitos naturales de evaporitas sedimentarias la saturación de Ca. Por ejemplo, si el suelo tiene
(Shainberg et al. 1989). Además, el yeso agrícola una suma de bases (Ca+Mg+K) de 2 cmol(+) L-1
o sulfato de Ca dihidratado (CaSO4.2H2O) es un y 2 cmol(+) L-1 de Al, la saturación de Al sería del
subproducto de la industria del ácido fosfórico, el 50 %; de manera que si la suma de bases aumenta
cual es necesario para la fabricación de fertilizan- a 4 cmol(+) L-1, la saturación de Al se reduciría
tes fosfatados como triple superfosfato y fosfatos 33%. Este efecto, es reconocido como dilución del
de amonio. La roca fosfórica (apatita) es atacada Al intercambiable y no como una reducción de
con ácido sulfúrico para producir ácido fosfórico la acidez debida al Al. Además, en suelos de car-
y yeso como subproducto: ga variable la liberación de iones OH- por iones
SO4-2 absorbidos en las aristas de oxihidróxidos de
Ca3(PO4) + H2SO4 Q 2H3PO4 + 3CaSO4 Fe y Al permite formar formas no tóxicas de Al
(AlOH+2 y Al(OH)2+), proceso reconocido como
El fosfoyeso es un subproducto de la fabricación autoencalamiento (Zapata 2003).
industrial por vía húmeda, en donde el ácido sul-
A pesar de su poca solubilidad en agua, el yeso
fúrico reacciona con la fluorapatita de acuerdo a
puede reaccionar a corto plazo en el suelo y cons-
la siguiente reacción (Zapata 2003):
tituir una fuente de Ca y S para las plantas. Su

Ca10(PO4)6F2 + 10H2SO4 +20H2O Q 10CaSO4.2H2O + 6H3PO4 + 2HF

Reacciones: La aplicación de yeso a los suelos no composición varía de 17 a 20% Ca y de 14 a 18%


cambia su pH en un rango mayor de 0.3 unidades, de S. La acción del yeso se produce a través de la
pero si causa una disminución importante de la saturación del complejo de cambio con Ca, que
toxicidad de Al, elemento que precipita como desplaza cationes a la solución del suelo y parte
jurbanita, basaluminita, y alunita (Pavan y del mismo Ca, los cuales están sujetos a ser lixi-

180
7

viados por el agua de infiltración. El SO4-2 también Otro criterio mencionado por Vitti et al. (1996),
sufre reacciones de intercambio y adsorción y es establece recomendaciones de yeso con base en la
susceptible a lixiviarse, arrastrando consigo a los clase de textura del suelo:
cationes desplazados a la solución del suelo, hacia
• Suelos arenosos (<15% de arcilla): 0,5 t ha-1
los horizontes subsuperficiales mediante la forma-
ción de pares iónicos neutros como CaSO4, MgSO4 • Suelos francos (15-35% de arcilla): 1,0 t ha-1
y K2SO4. Esta lixiviación puede mejorar la fertili-
• Suelos arcillosos (36-60% de arcilla): 1,5 t
dad del subsuelo, enriqueciéndolo con Ca, Mg, K
ha-1
y S, y estimulando un crecimiento más profundo
de las raíces. Con ello las plantas son menos perju- • Suelos muy arcillosos (>60% de arcilla): 2,0
dicadas por déficit de humedad (Alcarde 1988). t ha-1
Dosis: El cálculo de la necesidad de yeso no es fá- Si el suelo necesita ser encalado, se recomienda
cil debido a la dificultad de estimar los efectos de aplicar primero la cal e incorporarla, antes de
autoencalamiento, de dilución del Al intercambia- agregar el yeso. La aplicación conjunta de yeso y
ble y la precipitación de sales de sulfato de Al, an- cal ayuda a reducir los problemas de acidez en
teriormente mencionadas. Sin embargo, en Brasil el subsuelo, en un período de tiempo menor al
se han desarrollado algunos criterios para hacer que se logra con la aplicación exclusiva de cal. La
recomendaciones de yeso (Malavolta 1993), que se aplicación simultánea de yeso y cal se puede ha-
presentan a continuación: cer mediante la mezcla física de ambos materiales
directamente en la finca, o a través de un proce-
• Se recomienda el uso del yeso cuando el
so industrial. Normalmente, la proporción de la
análisis de suelo realizado en el subsuelo
mezcla es de 70 a 75% de carbonato de Ca o cal
(21-40 cm de profundidad) muestra <60%
de saturación de Ca (con base en la CICE) dolomita, y de 25 a 30% de yeso, lo que permite la
aplicación de las dos enmiendas en una sola ope-
• Si el análisis de subsuelo muestra >20% de ración. No es conveniente utilizar dosis excesivas
saturación de Al de yeso en suelos ácidos bajos en Ca y Mg, debido
a que se puede incrementar la lixiviación de bases
• Cálculo de las necesidades de yeso:
y disminuir la fertilidad de los suelos.
t ha-1 de yeso = (0,6 x CICE - Ca) x 2,5
t ha-1 de yeso = (Al – 0,2 x CICE) x 2,5

• No es conveniente aplicar más de 2 t ha-1


de yeso, aún cuando el uso de las fórmulas
anteriores indiquen una dosis mayor

181
Jaim e Raigo s a, Alf re do Alva ra do y Yorleny B a d illa
8
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE
Acacia mangium

Figura 8.1. Plantaciones


jóvenes de A.mangium
en la costa Atlántica de
Colombia. Y madera de
plantación de 10 años.

El capítulo incluye datos de países asiáticos, Colombia y Panamá, y aunque existe


mayor información en la literatura esta no se considera por su difícil acceso. En
general, los trabajos en Asia están orientados al balance de nutrimentos por lo que
otra información como requerimientos nutricionales, síntomas de deficiencia foliar,
fertilización en vivero, al trasplante y de mantenimiento de la plantación no se men-
cionan. En el caso de Panamá los estudios se enfocan a la respuesta a la fertilización
y el encalado.

ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.

183
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Acacia mangium

cacia mangium fue descrita en 1806 Escogencia del sitio


por Carl Ludwig von Willdenow y su
nombre se deriva del Griego akakia En Australia, A. mangium ocurre solo en la parte
= planta espinosa (específicamente norte de Queensland, donde tiene una distribu-
Acacia arabica) y del Latín mangium montanum, ción muy limitada en las tierras bajas tropicales
que significa árbol semejante a los mangles de In- entre las latitudes 8-18o S y desde el nivel del mar
donesia. El género Acacia pertenece a la familia hasta los 300 m de elevación. La especie crece en
Leguminoceae-Mimosaceae y es originario de los trópicos húmedos (1.500 a 3.500 mm año-1) con
Australia, Papúa Nueva Guinea y el este de Indo- período seco corto y donde las temperaturas me-
nesia, incluyendo las islas Molucas. Posteriormen- dias anuales varían de 12 a 34ºC (Sánchez 1994).
te, la A. mangium se introdujo en Sri Lanka, China La acacia desarrolla bien en terrenos planos de
Popular, Tailandia, Malasia, Nepal, Filipinas, Bra- costa, en un ámbito de suelos diversos que inclu-
sil, Puerto Rico y en 1979 en América Central con ye los suelos desde extremadamente hasta mode-
fines de investigación, y en un ámbito mayor solo radamente ácidos (pH 3,4-5,0), desde arcillosos
a partir de 1984. La especie se conoce como aca- hasta arenosos aluviales, compactados, poco pro-
cia, mangium, hickory wattle y black wattle, es fundos y bajos en P disponible, aunque se requie-
de crecimiento rápido bajo condiciones de bosque re un mínimo de 100 µmol P para maximizar la
húmedo y muy húmedo tropical, sobre todo en las nodulación (Ribet y Drevon 1996); sin embargo,
zonas más bajas y de topografía plana (Figura 8.1), no soporta salinidad en el suelo (Martínez 1987;
entre otros (CATIE 1992). Sánchez 1994). Acacia mangium ha llegado a ser la
especie mayormente plantada en las tierras bajas
La madera de la acacia se puede utilizar en la fa- húmedas tropicales de Asia debido a su rapidez de
bricación de muebles, gabinetes, pisos y tornea- crecimiento y tolerancia a los suelos infértiles áci-
do de piezas. También se puede utilizar para ply- dos. En la zona de costa de Colombia, la especie
wood, contrachapados, pulpa, “chips”, postes para crece mejor en los suelos extremadamente ácidos
cercas, leña y carbón. Dentro de los usos no ma- (Ultisoles y Oxisoles) que en los que presentan
derables de la especie se puede incluir la produc- condiciones de acidez del suelo más favorables en
ción de miel, adhesivos y como árbol ornamental el horizonte superior (Cuadro 8.1, Figura 8.2). Ils-
y de sombra para bordes de carretera y otros usos tedt et al. (2004), encontraron que el mal drenaje
urbanos. También los árboles siempre verdes se afecta el área basal de la acacia en plantaciones de
utilizan para sombra y cobertura del suelo y su 24 meses de edad, tanto en parcelas fertilizadas
follaje como forraje (Francis 2002). como sin fertilizante; más de un 50% de gleización
en el perfil del suelo re-
Cuadro 8.1. Efecto de la acidez del suelo sobre la calidad del sitio de A. mangium en Tierra Alta,
Colombia (información de plantaciones de 3F Kanguroid). duce significativamen-
te el área basal de la
Calidad de sitio (0 - 30 cm prof.) Calidad de sitio (30 - 60 cm prof.) plantación.
Variable
Baja Alta Baja Alta
pH 4,2 4,0 4,3 4,1
Ca, meq/100g 1,30 1,29 1,06 1,17
Mg, meq/100g 1,06 0,38 0,81 0,63

K, meq/100g 0,08 0,09 0,05 0,06


Na, meq/100g 0,20 0,19 0,15 0,69
Acidez, meq/100g 5,65 4,27 7,60 6,80
CICE, meq/100g 8,31 7,22 9,68 9,34
Sat. A c., % 68 59 79 73
Sat.Ca, % 16 18 11 13

184
8

Crece bien en sitios:


• planos de costa hasta empinados,
• extremadamente a moderadamente ácidos,
• arcillosos hasta arenosos aluviales,
• compactados,
• poco profundos o profundos
• bajos en fertilidad.

Crece mal en sitios:


• muy empinados con erosión sufrida
ecosistemas distróficos
• Suelos salinos
• Suelos con regimen de humedad ústico a
arídico

Figura 8.2. Características fisiográficas de sitios buenos y malos para plantar A. mangium.

185
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Acacia mangium

Preparación del terreno de la quema de residuos en la planta de procesamiento


plantación de la madera, ni la adición de residuos de materia
verde de áreas aledañas a la plantación.
La tierra para plantaciones de acacia se prepara en
En programas de reforestación con A. mangium en
forma rústica (pequeña escala) o con maquinaria
suelos ácidos (pH 3,9-4,5, 57% arcilla) de Indone-
en plantaciones comerciales. En el primer caso,
sia dominados por la gramínea Imperata cylindrica,
solo se desmonta el terreno o se hace una ronda
Otsamo et al. (1995) encontraron que al comparar
alrededor de las plántulas empleando un machete,
la técnica de preparación total del terreno o de
plantando el árbol en el medio con la ayuda de un
fajas de siembra, así como la adición de herbicida
palín; cuando se mecaniza (Figura 8.3), normal-
con o sin fertilizante (60 g de 15:15:15 por plántula
mente se utilizan terrenos dedicados a ganadería,
al trasplante y 150 g adicionales 18 meses después
los cuales se destoconan, se aran y de ser nece-
de la siembra), los tratamientos que eliminaron la
sario se subsuelan, controlando las malezas con
gramínea por completo, en especial cuando se adi-
productos pre emergentes.

Figura 8.3. Terrenos labrados y sembrados de A. mangium en 3F Kanguroid, Cartagena, Colombia.

Aguilar (1994) no encontró respuesta en altura ni cionó fertilizante para mejorar la calidad del suelo,
diámetro en plantaciones de acacia al subsolado, permitieron obtener crecimientos de A. mangium
al preparar un Typic Tropohumults de Panamá estadísticamente superiores a cualquier otro trata-
con una densidad aparente de 1,35 y 1,52 Mg m -3
miento comparado (Cuadro 8.2).
en el suelo y subsuelo, respectivamente. En sue-
los Haplic Acrisols (Ultisoles) de
Malasia (Ilstedt et al. 2004), con Cuadro 8.2. Efecto del control de malezas y la adición de NPK sobre el crecimiento de A.
mangium de 72 meses de edad en suelos ácidos de Indonesia (Adaptado de Otsamo et
valores de densidad aparente al. 1995).
entre 1,0-1,4 Mg m-3 y afecta-
IMA Diámetro Área
dos por extracción de madera, Altura DAP
Tratamiento (m3 ha-1 copa basal
se encontró que la disminución (m) (cm)
año-1) (m) (m2 ha-1)
de la macroporosidad en las
Arado total 8,0 8,2 10,0 3,5
áreas afectadas por el paso del
Arado en franjas 5,7 5,0 3,7 2,7
tractor (skider D6) redujo signi-
ficativamente el crecimiento de Arado total +NPK 10,4 9,9 3,4 3,4
la acacia, efecto que no se pudo Arado total 8,9 7,7 3,0 3,0
recuperar ni con adición de fer- Herbicida + NPK 8,8 8,2 3,0 3,0
tilizante, cenizas producto de la Herbicida 6,8 5,5 2,6 2,6

186
8

Absorción de nutrimentos Reciclaje de nutrimentos


En el Cuadro 8.3, se presenta la concentración de Saharjo y Watanabe (2000) mencionan que en una
nutrimentos en diferentes tejidos de A. mangium plantación de A. mangium de 5 años de edad con
en plantaciones de diferente edad; se nota que la una densidad de 1.100 árboles por hectárea en In-
variación del contenido en cada tipo de tejido es donesia, se producen 5.994 kg ha-1 año-1 de resi-
poca en función de la edad. Al multiplicar la con- duos, de los cuales el 72% son hojas que se deposi-
centración por la biomasa de cada componente se tan sobre el suelo principalmente durante la época
obtiene la cantidad total de nutrimentos absorbi- seca, lo que provoca un reciclaje de nutrimentos
da, como se presenta en el Cuadro 8.4; como la fuerte, así como un mayor riesgo de quemas en
biomasa aumenta con la edad, la cantidad total las plantaciones. Garay et al. (2003) encontraron
absorbida se eleva con la misma. que plantaciones de 7 años A.mangium depositan
hasta 10 t ha-1 año-1 mientras que plantaciones de
E. grandis solamente acumulan sobre el suelo 5
t ha-1 año-1, lo que permitió observar una mayor

Cuadro 8.3. Nutrimentos en los diferentes componentes de la biomasa asociados a plantaciones de A. mangium en regiones
tropicales (adaptado de Mackensen 1999).

Edad C N P S Na K Ca Mg Mn Al
Componente
(años) (%) mg g-1 materia seca
9 49,8 0,12 0,02 0,10 0,24 0,39 0,65 0,07 0,01 0,55
Fuste 5-7 0,12 0,16 0,68 0,16
3,6-3,8 0,24 0,10 0,20 2,5 0,80 0,30
9 51,4 1,03 0,15 0,62 0,30 4,11 10,55 0,41 0,06 0,01
Corteza 5-7 47,2 1,10 3,84 10,13 0,52
3,6-3,8 1,32 0,36 1,16 0,65 10,50 0,93 0,35
5-7 47,1 2,51 1,63 21,73 5,97 2,09 0,32
5 2,99-3,42 0,30 1,58 0,64 0,11
Hojas
3,6-3,8 3,13 1,30 2,10 1,2 4,50 1,10
6 2,14-2,35 0,1-1,1 4,00 3,3-4,7 1,8-1,9 0,2-0,3
5-7 45,9 0,33 3,48 2,63 0,63 0,04
Ramas
5 0,56-0,77 1,35 0,23 0,16 0,05

Cuadro 8.4. Nutrimentos en los diferentes componentes de la biomasa asociados a plantaciones de A. man-
gium en regiones tropicales (adaptado Blair et al. 1988; Siregar et al. 1998; Negi et al. 1995).

Edad Peso seco N P K Ca Mg Na


Componente
años t ha-1 kg ha-1
Hojas 2,00 0,11 0,67 1,07 0,30 0,19
1
Tronco 0,68 0,12 0,61 0,69
Total 2,68 0,23 0,28 1,76 0,30
Hojas 3,96 22,76 2,81 1,24
Frutos 0,96 5,92 1,58 6,84
Ramas y ramitas 23,44 64,20 9,08 36,68
9
Fuste 105,12 161,89 38,90 216,55
Corteza 12,88 41,35 7,60 23,91
Total 146,36 296,13 59,96 285,22

187
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Acacia mangium

Cuadro 8.5. Efecto de la adición o remoción de residuos de cosecha sobre la altura, el diámetro y la sobre-
vivencia de A. mangiun de segundo turno en Indonesia (tomado de Tarigan 2004).

Tratamiento* Sobrevivencia
Altura (m) Diámetro (cm)
(%)

Edad (meses) 4 8 12 18 4 8 12 18 18

BL0 1,1a 3,1a 5,3a 8,6a - - 6,8a 9,3ab 99

BL1 1,3a 3,4b 5,5a 8,3a - - 7,6a 9,2a 96

BL2 1,3b 3,4b 5,5a 8,5a - - 7,1a 9,6b 95

BL3 1,3b 3,4b 5,4a 8,7a - - 7,6a 10,0c 93

BL2 + bk 1,2b 3,4b 5,4a 8,7a - - 7,4a 9,7c 92

*
BL0 remoción de biomasa aérea, sotobosque y residuos sobre el suelo; BL1 Cosecha de todos los árboles
con remoción de follaje y ramas; BL2 Cosecha de árboles con diámetro > 7 cm, dejando la madera no co-
mercial, las ramas y el follaje; BL3 corta doble, remoción de madera comercial con adición de los residuos
eliminados del BL1; BL2 + bk similar al BL2 reteniendo la corteza en el campo.

acumulación de Ca bajo el primer tipo de cobertu- nutrimentos exportados como fuste con corteza de
ra (3,34 vs 2,75 cmol(+) kg-1; sin embargo, ningu- A. mangium de una plantación de 8 años, con una
no de los dos tipos de plantación recuperó los ni- producción de 300 m3 ha-1 es significativa y alcan-
veles de carbón o de nutrimentos encontrados en za a 296, 3, 9, 107, 234 y 14,4 kg ha-1 de N, P, S, K,
los bosques primarios o secundarios de la misma Ca y Mg, respectivamente. El reciclaje máximo de
región. Tarigan (2004) menciona que al comparar nutrimentos que se puede estimar en la cosecha,
el efecto de varios tratamientos con residuos en calculando lo aportado por las ramas y las hojas,
plantaciones sobre Typic Hapludults de Indone- se puede observar es de 196,9, 1,7, 45,9, 45,9,
sia, la remoción o no de los mismos causó poco 100,3, 6,2 de N, P, S, K, Ca y Mg, respectivamente
impacto en el crecimiento inicial de un segundo (Figura 8.4). Otros autores (Norisada et al. 2005)
turno de A. mangium (Cuadro 8.5). encontraron en suelos arenosos degradados de la
Península de Malaya que los contenidos de C y N
Según Mackensen (1999, 2003), citado por Patzek en suelos bajo plantaciones 4 años de esta especie
y Pimentel (2005), se estima que la cantidad de no aumentaron significativamente.

Figura 8.4. Reciclaje de nutrimentos en plantaciones de A. mangiun, Cartagena, Colombia.


188
8

Niveles de deficiencia foliar Fertilización en vivero

El árbol de A. mangium es de crecimiento rápido, Se ha encontrado que la fertilización de plántu-


siempre verde, con filodios que le sirven como las de acacia en vivero es positiva. Bajo estas con-
hojas y que en Centroamérica florece en mayo y diciones, el P es el elemento más importante en
produce semillas maduras de febrero a abril. Por promover el crecimiento inicial y además mejora
esta razón, se recomienda realizar el análisis foliar la absorción de N y K. La adición de fertilizantes
tomando las hojuelas medias de hojas del tercio de liberación lenta y de estiércol de vacunos en
superior de la copa de árboles fuera de esta épo- relación 3:1 (suelo/estiércol) es muy beneficiosa,
ca; estas hojuelas, provenientes de al menos 5-10 mientras que la adición de N-P es mejor que la
árboles, consisten de 10-20 pares de sub-hojuelas adición de N-P-K y N-K (Paul y Hossain 1996).
(Brunck 1987). En estudios relacionados con la Rincón et al. (2003) al estudiar el efecto de la rela-
utilización de follaje de A. mangium realizados en ción Ca:P en el suelo, encontraron que la relación
Venezuela, se encontró que al elevar la frecuencia 10:1 es la más favorable para el crecimiento y la
de corte de follaje de 6 a 12 semanas, los conteni- nodulación de acacia y que se produce un efecto
dos de Ca y Mg se elevaron en un 31%, mientras negativo sobre estas variables a medida que la re-
que los de P y Na lo hicieron en 24 y 42%, res- lación aumenta.
pectivamente; en el mismo trabajo, se demuestra Un mínimo de 100 µmol P por planta por semana
que los contenidos de K, Mn y Zn decrecen con la en solución nutritiva es requerido para maximizar
frecuencia de los cortes de acacia para forraje, de el crecimiento y la producción de nódulos de la es-
manera que sus contenidos foliares usualmente pecie (Ribet y Drevon 1996). En el Cuadro 8.7, se
son mayores en las hojas jóvenes de la base de los presenta el efecto de la adición de diferentes can-
tallos (Claver et al. 2001). tidades de nutrimentos como fertilizante a plántu-
Como la variación de la concentración de nutri- las de A. mangium en condiciones de vivero y que
mentos con la edad en el tejido foliar es mínima, permite aumentar el número de nódulos (mejor
Boardman et al. (1997) presenta datos de concen- tratamiento 45 mg N planta-1), mientras que el ma-
traciones deficiente, adecuada y tóxica para A. yor peso de nódulos y las raíces de mayor longitud
mangium (Cuadro 8.6). se logran con la adición de 45, 30 y 20 mg N-P-K
planta-1, respectivamente (Pérez et al. 1996). En
otro ensayo realizado en suelos ácidos (pH 4,7) de
Venezuela, Pérez et al. (1998) encontraron que la

Cuadro 8.6. Interpretación de niveles foliares de nutrimentos en plantaciones juveniles de A. mangium (adaptado de
Boardman et al. 1997) y A) síntomas de deficiencia de K en plántulas en Malasia (tomado de Australian Center for In-
ternacional Agricultural Research 2000) y B) de B en árboles jóvenes en Vietnam (tomado de Lehto et al. 2010).

A Elemento Deficiente Adecuado Tóxico B


N (%) 2,04 - 3,00
P (%) 0,11 - 0,15 > 0,5
K(%) < 0,4 - 0,6 0,65 -1,00
S (%) < 0,10
Ca (%) < 0,2 0,33 - 0,47
Mg (%) < 0,11 0,15 - 0,20
Cu (mg kg-1) <3
Zn (mg kg-1) < 10 23 - 29
Mn (mg kg-1) 195 - 325
B (mg kg-1) < 10

189
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Acacia mangium

Cuadro 8.7. Producción de materia seca de plántulas de A. mangium bajo diferentes tra-
tamientos de fertilización a los 3 meses de edad (tomado de Pérez et al. 1998).

fertilización de plántulas de acacia Tratamiento Peso seco (g planta-1) Relación


con NPK-Mo produjo los mejores NPK (mg planta-1) Hojas Tallos Raíces biomasa aérea/raíz
resultados en cuanto a variables
Testigo 0,70a 0,20a 1,20a 3,50a
de crecimiento a los 3 meses des-
pués de aplicados los tratamientos 45-30-20-1 *
2,22b 0,67b 1,62b 3,31a
(Cuadro 8.8). Sin embargo, Schia- 45-20-30-4000** 1,66c 0,28a 1,10a 5,93b
vo y Martins (2003), encontraron
45-30-20 2,24b 0,35c 2,69c 6,40c
bajo condiciones de invernadero,
que la inoculación de plántulas de 90-60-40 2,97b 0,58d 2,48d 5,12d
A. mangium con endomicorrizas y 45-30-0 1,82c 0,32c 0,70e 5,69b
rizobio alcanzaron a producir más
45-0-20 1,70c 0,33c 1,78f 5,15d
materia seca con un contenido de
N mayor que las que no fueron 0-30-20 2,60b 0,40e 2,85c 6,50c
inoculadas de esa manera y que el 45-0-0 1,69c 0,45f 2,36d 3,76ª
contenido de P fue mayor cuando
0-30-0 0,64a 0,30c 1,58b 2,13e
solo se inoculó con micorriza.
0-0-20 0,99a 0,45f 1,18a 2,20e
La producción de plántulas de A.
mangium en sistemas aeropóni- Valores con letra diferente en cada columna difieren significativamente entre sí.
abcdef

*
El último valor corresponde al Mo adicionado; **El último valor corresponde al Ca adi-
cos e inoculadas con micorrizas cionado.
arbusculares (Endorize®), es otra
forma de producir material de Cuadro 8.8. Efecto de la adición de nutrimentos como fertilizante a plántulas de A. man-
gium en condiciones de vivero (adaptado de Pérez et al. 1996).
siembra en grandes proporciones,
ya que en relación a las plántulas No nódulos Peso seco nódulos Longitud radicular
Tratamiento
producidas utilizando suelo como planta -1 (g nódulo-1) (cm)
sustrato, se puede mejorar la altu- Testigo 6,13a 0,0050a 27,44a
ra, el peso seco del tallo, el peso N-P-K-Mo 19,5 b 0,0045a 34,18 b
seco de la raíz, el área foliar y
N-P-K-Ca 19,2 b 0,0026 b 33,20 b
los contenidos de P y clorofila en
N-P-K 16,44 b 0,0125 c 30,28 c
las hojas de las mismas (Martin-
Laurent et al. 1999), como puede 2(N-P-K) 18,1 0 b 0,0080 d 30,41 c
observarse en el Cuadro 8.9. N-P 18,52 b 0,0110 c 33,35 b
N-K 12,79 b 0,0015 b 33,30 b
P-K 16,87 b 0,0062a 38,30 c
N 19,25 b 0,0058a 33,16 b
Cuadro 8.9. Efecto del medio de cultivo P 15,80 b 0,0059a 30,24 c
y la micorrización en el crecimiento y
desarrollo de A. mangium (adaptado de K 14,33 b 0,0089 d 30,15a
Martin-Laurent et al. 1999).

Crecimiento en suelo Crecimiento aeropónico


Variables estimadas
Testigo Endorize® Testigo Endorize®
Altura planta (cm) 17,1 23,0 31,2 42,0
Peso seco tallo (g planta-1) 0,70 1,20 1,40 2,13
Peso seco raíz (g planta-1) 0,05 0,11 0,31 0,52
Área foliar (cm )2
35,5 78,3 115,5 164,2
Contenido P (g P-1peso seco raíz) 0,13 0,21 0,18 0,30
Contenido clorofila (μmol m2) 410,5 475,0 456,5 562,4

190
8

Fertilización de mantenimiento Pérdida de nutrimentos por


de la plantación erosión, lavado y quemas
En un ensayo de 5 años de duración, Sánchez Mackensen et al. (2003) citados por Patzek y Pi-
(1994) comparó el efecto de la siembra de 3 siste- mentel (2005) han estimado las pérdidas de nutri-
mas de cultivo en callejones, en plantaciones de A. mentos del suelo por erosión, lavado y quemas,
mangium en suelos ácidos y arcillosos de Panamá, tomando en cuenta la tasa mínima de erosión de
clasificados como Typic Plinthudults, finos, mez- 50 t ha-1 de 3,8 milímetros del suelo superficial por
clados e isohipertérmicos. El crecimiento en altu- hectárea, para la cosecha de una plantación de A.
ra y diámetro de los árboles fue significativamente mangium de 8 años. En el Cuadro 8.11 se muestra
menor cuando los árboles se asociaron con una que la pérdida de nutrimentos del suelo es mayor
secuencia de cultivos que incluía 1) árboles aso- por quemas y mínima por erosión en este tipo de
ciados con rotaciones arroz, frijol vigna y 2 años plantaciones y los elementos se pierden en el or-
consecutivos de Brachiaria humidicola, 2) árboles den N>K>Ca>Mg>P para los suelos estudiados
asociados con gandul, mucuna y 2 años consecu- en la India.
tivos de B. humidicola y 3) árboles asociados con Cuadro 8.11. Pérdida de nutrimentos estimada del suelo por lixi-
frijol vigna y 3 años consecutivos de B. humidicola viación, en una plantación de A. mangium de 8 años (adaptado de
(Cuadro 8.10). Mackensen et al. 2003, citados por Patzek y Pimentel 2005).

Total N P K Ca Mg
Cuadro 8.10. Efecto de la rotación de cultivos en callejones sobre el Pérdidas por
crecimiento de A. mangium en Ultisoles de Panamá (adaptado de kg ha-1
Sánchez 1994) bajo los siguientes tratamientos. Los tratamientos
Erosión 113,4 77 7,4 4 20 5
con la misma letra en las filas no difieren significativamente entre
sí (p < 0,001).
Lavado 214,1 94 0,1 100 9 11
Tratamiento *
Quemas 596,0 369 3,0 131 71 22
Variable
1 2 3
Altura (m) 6,74 A 6,85 A 5,82 B En el Cuadro 8.12 se puede ver la cantidad los
Diámetro altura pecho (cm) 10,84 A 9,65 B 7,81 C
nutrimentos que se exportan por la cosecha y por
lavado, comparado con los nutrimentos que se
pierden por erosión, con una tasa de 4 milímetros
de suelo por año para plantaciones forestales.
En Ultisoles de Panamá, Ocaña (1994)
encontró que A. mangium responde a la
aplicación de P, fuera que el elemento
se adicionara a plantaciones espaciadas
a 2 x 6 m ó a 2 x 2 m (Figura 8.5), efecto
que se vio beneficiado cuando además
se adicionó cal en conjunto con el P.
Bajo estas condiciones, aparentemente
la adición de 110 g triple superfosfato
por árbol es suficiente para maximizar
el crecimiento inicial de la especie.

Figura 8.5. Altura de árboles de A. mangium al año de la adición de triple superfos-


fato en Ultisoles de Panamá (adaptado de Ocaña 1994).

191
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Acacia mangium

Cuadro 8.12. Pérdida de nutrimentos totales en una plantación de 8 años de A.


mangium (adaptado de Mackensen et al. 2003 citados por Patzek y Pimentel
2005).

Valor Unidades N P K Ca Mg
Real kg ha-1 836 14 342 334 53

kg ha-1 año-1 104 1.8 43 42 7

Calculado kg ha-1 1.412 70 372 484 90

kg ha-1 año-1 176 9 46 60 11

Corrección de la acidez del suelo


Cuadro 8.13. Efecto de la adición de 1,45 t CaCO3 ha-1 a la siem- El género Acacia se reconoce porque sus especies
bra de A.mangium sobre las variables altura y diámetro en Ulti-
soles de Panamá (adaptado de Aguilar 1994).
tienen un comportamiento excelente cuando se
utilizan en programas de reforestación en suelos
Edad Sin Con infértiles y ácidos. En un estudio, comparando 11
Variable plantación adición adición especies de Acacia en un Ustic Haplohumults bien
(meses) de cal de cal drenado, arcilloso, oxídico e isohipertérmico de
Altura ( m) 6 1,50 1,80 Hawai, Cole et al. (1996) encontraron que las me-
12 3,08 3,45 jores especies para este sitio fueron A. mangium, A.
18 4,70 5,36 crassicarpa y A. cincinnata, tanto bajo condiciones
26 6,24 7,16
de suelo naturales (pH 4,74, Ca, Mg y Al 0,54, 0,31y
2,76 cmol (+) kg-1, respectivamente y saturación de
Diámetro altura
12 2,8 3,2 Al 74%), que cuando el suelo se encaló y fertilizó
pecho (cm)
(pH 5,60, Ca, Mg y Al 6,61, 0,57 y 0,29 cmol (+)
26 5,8 6,9
kg-1, respectivamente y saturación de Al 5%).
Aunque la especie tolera una acidez del suelo mo-
Cuadro 8.14. Efecto de la acidez del suelo sobre la calidad del
sitio de A. mangium, Tierra Alta, Colombia. derada, condiciones extremas de acidez afectan
negativamente su sobrevivencia, mencionándose
Calidad de sitio Calidad de sitio que en Costa Rica y Panamá ocurre muerte regre-
Variable (0-30 cm prof.) (30-60 cm prof.) siva de los árboles después del tercer año de plan-
Baja Alta Baja Alta tada, hecho atribuible a este problema (Sánchez
pH 4,2 4,0 4,3 4,1 1994). En Ultisoles ácidos y arcillosos de Panamá
Ca, meq 100-1 1,30 1,29 1,06 1,17 (pH 5,0 y 83% de saturación de aluminio), Agui-
Mg, meq 100-1 1,06 0,38 0,81 0,63 lar (1994) encontró respuesta a la adición de cal a
K, meq 100-1 0,08 0,09 0,05 0,06 la siembra de plantaciones de A. mangium, efecto
Na, meq 100 -1
0,20 0,19 0,15 0,69 que duró hasta los 6 meses después de la adición
Acidez, meq 100-1 5,65 4,27 7,60 6,80 de 1,45 t CaCO3 ha-1. El autor menciona que el
CICE, meq 100-1 8,31 7,22 9,68 9,34 efecto fue significativo en cuanto a la variable al-
Sat. Acidez, % 68 59 79 73 tura y no así sobre la variable diámetro (Cuadro
Sat. Ca, % 16 18 11 13 8.13); se recomienda adicionar cantidades de cal
más elevadas y más periódicas a la plantación.
En Colombia, se encontró que las variables del ho-
rizonte superior del suelo presentan mayor acidez
en los mejores sitios de crecimiento de la acacia,
en relación a las del horizonte inferior, lo que las
hace poco relevantes para el crecimiento de la es-
pecie (Cuadro 8.14).

192
Manuel Segura, Álvaro Castillo y Alfredo Alvarado
9
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE
Alnus acuminata

La especie crece en forma na-


tural en una gran extensión del
trópico Americano de montaña
y no ha sido estudiada en pro-
fundidad en cuanto a los aspec-
tos de nutrición y fertilización
se refiere, excepto por lo rea-
lizado en Costa Rica y en me-
nor extensión en Colombia. La
adaptación de la especie a con-
diciones edáficas es alta, por
lo que se ha encontrado poca
respuesta a la fertilización en
los pocos estudios encontra-
dos. Debe investigarse más en
aspectos como el reciclaje de
nutrimentos, los requerimien-
tos y los síntomas de deficien-
cia nutricional.

Figura 9.1. Extracción de madera en plantaciones de A. acuminata en


Patio de Agua, Costa Rica.

l jaúl (Alnus acuminata), es una espe- amplia distribución en Europa, Asia y América;
cie perteneciente a la familia Betula- en este último continente se encuentran más de
ceae, también conocida como aliso, 30 especies que se distribuyen desde México hasta
cerezo y chaquito en Colombia, palo Argentina (Alfaro et al. 1993).
de lana en Guatemala, aliso, lambrán, ramrám,
rambrash y nuayoo en Perú y aile, ilete y aliso La madera se utiliza para la fabricación de cajas
en México (Figura 9.1). El género Alnus tiene una para el transporte de hortalizas, hormas de zapa-

ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.

193
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Alnus acuminata

tos, palos de escoba, fósforos, pulpa para papel, menudo tienen pH bajo, baja capacidad tampón y
carbón, papelería, ataúdes, leña y muebles de cor- deficiencias de N y P (Grime 1992).
te recto (Camacho y Murillo 1986). Debido a su
Esta especie presenta un buen desarrollo en sue-
sistema radical lateral, extendido y al crecimiento
los bien drenados, franco arcillosos, de origen alu-
acelerado de los árboles, se comporta muy bien en
vial o volcánico, aunque también crece en suelos
suelos de ladera, donde se utiliza para controlar la
pobres y pedregosos; su desarrollo se ve severa-
erosión, restaurar y repoblar áreas muy deterio-
mente disminuido en lugares con aguas estanca-
radas y sostener los cortes de caminos (Tarrant y
das o superficiales (Muñoz 1998). Según Sánchez
Trappe 1971; CATIE 1984; Cervantes y Rodríguez
(1985) y Muñoz (1988), el jaúl crece bien en un
1992; Budowski y Russo 1997). Chepstow et al.
rango amplio de características edáficas, incluyen-
(1998) mencionan el uso del jaúl para conservar
do las siguientes: pH(agua) 4,7-6,4, capacidad de
el ambiente en sistemas agrosilviculturales en la
intercambio de cationes 0,4-18,7 cmol (+) 100 g-1
cúspide del imperio incaico (1.440-1.538 DC); sin
suelo, materia orgánica 0,6-28,1%, Mg intercam-
embargo las fluctuaciones de las poblaciones de
biable 0,1-6,5 cmol (+) 100 g-1 suelo, Na intercam-
Alnus en Ecuador y Perú, indican que la mayor
biable 0,2-8,8 cmol (+) 100 g-1 suelo, N 0,01-1,5%
abundancia de la especie ocurrió entre 9.000 y
y relación C/N 1,4-38,9.
5.000 años AC, con mermas en la misma debidas
a cambios climáticos (menor población en el año El crecimiento esperado de la especie en función
4.500 AC) y un resurgimiento de la especie causa- de la edad de la plantación, en sitios malos, me-
do por calentamiento regional y manejo humano dios y altos y en Andisoles de Costa Rica, según
del terreno después de los años 2.000-1.000 AC Camacho y Murillo (1986), se incluye en el Cuadro
(Weng et al. 2004). 9.1, en el cual se nota que el incremento medio
anual disminuye con la edad, indiferentemente
de la calidad del sitio. En condiciones andinas del
Escogencia del sitio Ecuador (a 3.050 msnm), la especie logró alcanzar
alturas de 0,66, 2,80, 4,26 y 5,41 m y diámetros
El jaúl, es una de las especies principales para de 1,5, 2,7, 4,9 y 6,7 cm a los 3, 4, 5 y 6 años de
la reforestación de áreas comprendidas entre los crecimiento (Nieto et al. 1998)
1.500 y 2.600 m de elevación, temperatura media
anual entre 12 y 20°C y una precipitación media
anual entre 1.500 y 2.500 mm, con una estación Cuadro 9.1. Calidad de sitio en función del incremento medio anual
seca menor a los 4 meses. Horn y Rodgers (1997), en altura de los árboles dominantes de jaúl (A. acuminata spp. argu-
ta) en Costa Rica (tomado de Camacho y Murillo 1986).
basados en análisis de polen colectado en sedi-
mentos lacustres de Costa Rica, sugieren que el Incremento
Índice de sitio Edad (años)
límite inferior de crecimiento de la especie podría altura (m año-1)
ser de 610 msnm y Nieto et al. (1998) consideran 2a4 3,2-2,3
que especie crece bien en Ecuador aún a 3.050
IS15 Crecimiento bajo 5 a 10 2,0-1,2
msnm. Los vientos fuertes afectan negativamente
el crecimiento y la calidad de la madera del jaúl, 11 a 20 1,1-0,6
por lo que la especie crece mejor en las partes de-
2a4 4,2-3,1
presionales de las laderas, donde se protege del
viento y encuentra mayor disponibilidad de hu- IS20 Crecimiento medio 5 a 10 2,7-1,6
medad en el suelo. Las especies de Alnus general- 11 a 20 1,5-0,9
mente crecen en ambientes considerados como de
baja fertilidad y de estrés, tales como condiciones 2a4 5,3-3,9

climáticas extremas o áreas disturbadas periódi- IS25 Crecimiento alto 5 a 10 3,4-2,0


camente (orillas de lagos y ríos, terrenos someti-
11 a 20 1,8-1,1
dos a deslizamientos frecuentes, etc.), los cuales a
194
9

Cuadro 9.2. Concentración de N total en hojas, nódulos y raíces en plantaciones de A. acuminata de 1 a 10 años de edad en Andiso-
les de Costa Rica (tomado de Álvarez 1956).
Edad (años)
Rango Prom.
Tejido 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
N total (%)
Hojas 3,19 3,25 2,73 3,28 3,08 2,85 nd 2,73 nd nd 2,73-3,28 3,02

Nódulos 2,64 1,99 1,91 2,06 2,21 2,46 nd 1,78 2,11 1,93 1,78-2,64 2,12

Raíces nd 0,82 0,65 0,89 1,12 0,78 0,76 0,88 0,64 0,70 0,64-1,12 1,03

Preparación del terreno de la 1997); cuando los suelos son deficientes en P, se


plantación inhibe la efectividad de la nodulación y se retarda
el proceso de fijación biológica, lo cual provoca
En Costa Rica, para hacer la plantación, se marca plantas débiles deficientes de N y P, con poco cre-
el terreno y en los sitios donde se ubican los árbo- cimiento vegetativo y baja capacidad de produc-
les se hace una rodaja en forma mecánica y quími- ción (Gardner et al. 1984). Bajo estas condiciones,
ca empleando Round up®, Ally® o Fusilade®, depen- la aplicación de P incrementa la nodulación y el
diendo del tipo de vegetación y empleando WK® peso promedio de los nódulos (Russo 1989; Mi-
o NP7® como adherentes. Se aplican 30-40 g por chelsen y Rosendahl 1990) y cuando el contenido
plántula de una fórmula completa de fertilizante, de P se encuentra por encima del nivel crítico, el
tal como 10-30-12, 12-24-12, o 12,4-37,4-12,4. peso promedio de los nódulos es mayor al encon-
trado en suelos donde el contenido de P es defi-
Fijación biológica de nitrógeno ciente (Echandi 1994). Lo apuntado implica que
un adecuado suplemento de fosfatos es esencial
El jaúl posee un mecanismo eficiente de fijación para la fijación biológica de N, tal como encon-
biológica de N con el género Frankia (Álvarez traron Chung y Kim (1965), en suelos degradados
1956), por lo que la especie requiere fertilizarse de Corea del Sur con Alnus hirsuta, donde no solo
poco con este elemento (Cuadro 9.2). La fertiliza- lograron incrementar el número de nódulos, sino
ción del jaúl con N al trasplante, estimula el de- también el número de ramas, la altura, el diáme-
sarrollo de los nódulos y la fijación de N, siempre tro y el volumen de madera al aplicar 2,76 y 5,52
y cuando se eviten altas concentraciones de este g de P2O5 por planta, sin que la adición de N o K
elemento en el suelo (Ritter 1989). Bajo condicio- tuvieran ningún efecto. En el Cuadro 9.3, puede
nes de invernadero, las plántulas de A. acuminata observarse la respuesta a la aplicación de N-P en
que recibieron 25, 50 y 100 ppm N aumentaron suelos de Ecuador deficientes en fósforo, después
el crecimiento y el número de hojas, no así la lon- de 18 meses de establecida la plantación (Añazco
gitud de las raíces, las cuales en el mejor de los 1996).
casos, mantuvieron un tamaño simi- Cuadro 9.3. Respuesta del jaúl a la aplicación de 50 g de 18-46-0 a los 18 meses de
lar al tratamiento testigo (Rondón y establecida la plantación (tomado de Añazco 1996).
Hernández 1995). Se requiere más es-
Sin Con Diferencia
tudios que tomen en cuenta los conte- Parámetro
fertilizante fertilizante (%)
nidos nutricionales en el suelo y en el
tejido foliar, para determinar con más Biomasa de hojas (kg ha ) 83,7 110,4 32
-1

agudeza las tasas de aumento de ma- Diámetro (cm) 1,6 20,3 23


cro y micro nutrimentos en los suelos
de las plantaciones de jaúl (Carlson y Altura total (m) 1,33 2,0 27
Dawson 1985).
La asociación micorrízica es benéfica, sobre todo La adición de niveles crecientes de P como fertili-
cuando el jaúl crece sobre suelos ácidos y relativa- zante a árboles de A. acuminata plantados en Typic
mente bajos en P (Russo 1995; Budowski y Russo Udivitrands y Entic Udivitrands de Costa Rica, no
195
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Alnus acuminata

Cuadro 9.4. Masa total, número de nódulos activos y muertos por árbol en árboles de jaúl
en función de los tratamientos y entre tiempo de evaluación en plantaciones de A. acumi-
nata de 2, 4 y 7 años de edad inicial en Andisoles de Costa Rica.

Tratamiento Masa (g)* Nódulos vivos* Nódulos muertos*


Absorción de
nutrimentos
g P2O5 por árbol 1 2 1 2 1 2
LANDELINA (2 años)
0 45,41 52,80 440 1.009 36 23 En la Figura 9.2 se presenta la
61 53,15 55,63 383 700 15 41 cantidad de nutrimentos absor-
122 33,38 62,23 303 679 18 57 bidos por plantaciones de A.
183 23,60 67,46 457 1.155 7 30 acuminata de 2, 4 y 7 años de
244 29,81 97,21 387 972 12 48 edad; aunque el mayor conteni-
Promedio 37,04 67,07 394 903 18 40 do de elementos se encuentra
Pr > F 0,98 0,60 0,60 0,27 0,11 0,09 en las hojas y disminuye hacia
VISTA DE MAR (4 años) las ramitas, ramas y tronco, de-
0 56,71 73,96 40 226 8 18 bido al mayor peso de la madera
61 49,53 61,54 62 363 5 15 del tronco, el total de nutrimen-
122 37,42 61,49 51 225 6 10
tos acumulados en este tipo de
183 56,20 94,92 49 135 7 24
tejido es mayor que en otros
244 79,85 45,68 67 240 5 10
componentes de la biomasa aé-
Promedio 55,94 67,52 54 238 6 15
rea (Segura et al. 2005).
Pr > F 0,92 0,40 0,99 0,93 0,99 0,78
MATINILLA (7 años)
La concentración de los nutri-
0 32,63 24,35 37 57 7 5
mentos estudiados en los dife-
61 68,05 52,64 51 122 6 18
rentes tejidos del árbol de jaúl,
122 114,08 40,54 37 82 8 17
varió muy ligeramente con la
183 73,54 15,45 39 45 4 5
edad de la plantación y las di-
ferencias entre árboles de eda-
244 79,80 43,96 55 73 1 14
des entre 2 y 7 años no fueron
Promedio 73,62 35.39 44 76 5 12
estadísticamente significativas.
Pr > F 0,55 0,58 0,99 0,99 0,97 0,72
Sin embargo, se observó una
tendencia de disminución de
mostró diferencias en el peso seco de la biomasa Mn (p=0,036). El hecho de que
de nódulos, ni en el número de nódulos activos y no se encontraran diferencias entre plantaciones
muertos (Cuadro 9.4). Sin embargo, al eliminar el de 2, 4 y 7 años, no excluye el que se presenta-
efecto de sitio se observó un aumento en el nú- ran variaciones en períodos de meses asociadas a
mero de nódulos activos con la adición de 61 g cambios fenológicos que ocurren durante el año.
de P2O5 por árbol; el número de nódulos activos y La concentración de N, Ca, Mg, S, Fe, Cu, Zn, Mn
muertos disminuyó con la edad de la plantación y y B en todas los tejidos tiene poca variación con la
la biomasa de nódulos fue alta en las plantaciones edad de la plantación (ausencia de la interacción
evaluadas, lo que constituye una fuente importan- componente x edad (p≥0,18)). Esta condición se
te de material vegetal orgánico y de nutrimentos. da cuando los niveles de los diferentes elemen-
El número de nódulos activos osciló entre 102 y tos en el suelo logran satisfacer la demanda de
1.959 cuando el diámetro de los árboles variaba los árboles de jaúl. La tendencia a disminuir de
entre 4 y 12 cm (2 y 3 años); sin embargo, el nú- la concentración de Mn con la edad de la planta-
mero de nódulos disminuyó entre 31 y 596 cuan- ción no ha sido observada con anterioridad para
do el diámetro de los árboles oscilaba alrededor de A. acuminata y solo se menciona de un hecho
12 y 19 cm (4 y 5 años). Finalmente, cuando los similar en el caso de la concentración de N y P en
árboles alcanzaron un diámetro entre 17 y 24 cm la especie A. nepalensis (Sharma et al. 2002).
(7 y 8 años), el número de nódulos estaba entre 6 El análisis de regresión lineal permitió observar
y 174. que la concentración promedio del Mn sumando
196
9

Figura 9.2. Curvas de absorción de nutrimentos en plantaciones de jaúl de diferente edad en Costa Rica: Biomasa aérea,
Nitrógeno, Fósforo y Calcio (confeccionada con datos de Segura et al. 2005).

los valores parciales encontrados para hojas, rami- por encima de la concentración foliar encontrada
llas, ramas y tronco, tiende a disminuir en forma en A. acuminata (37-86 mg kg-1).
lineal (p=0,054) con el aumento del diámetro de
los árboles. Este fenómeno puede ser causa de un La concentración de todos los elementos varía en
efecto de dilución de este elemento al aumentar el función del tipo de tejido comparado (p=0,001).
tamaño de los árboles aunado a la baja concentra- Este comportamiento se debe a que los diferen-
ción del mismo en los suelos de las plantaciones tes tejidos del árbol analizados, tienen funciones
estudiadas. Mills y Jones (1996) mencionan que el diferentes; las hojas y ramas secundarias son teji-
ámbito de los niveles críticos de este nutrimento dos de crecimiento activo, mientras que las ramas
en el tejido foliar es de 130 a 1.014 mg kg-1 muy y los troncos, tienen concentraciones más bajas
197
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Alnus acuminata

Figura 9.2. Curvas de absorción de nutrimentos…..cont: Magnesio, Potasio, Azufre y Hierro.

pues estos órganos actúan como estructuras de cundarias > ramas principales > tallos; un resul-
reserva y sostén, acumulando compuestos a base tado similar encontraron Sharma (1993) y Sharma
de C (p.e. lignina, celulosa, etc.), entre los cuales et al. (2002), con la concentración promedio de N
se “diluyen” los demás elementos (Mills y Jones y P en las diferentes fracciones de A. nepalensis.
1996). La concentración de K, Cu y Mn disminuyó en
un orden similar al anterior, excepto para ramas
Las concentraciones de N, P, Mg y S de A. acumi- principales y tallos, los cuales tenían una concen-
nata disminuyen en el orden: hojas > ramas se- tración similar.
198
9

Figura 9.2. Curvas de absorción de nutrimentos…..cont: Cobre, Zinc, Manganeso y Boro.

Niveles de deficiencia foliar


Varios factores afectan la concentración foliar de Rica (Segura et al. 2006a,b,c), quienes encontra-
los árboles, entre ellos la posición de las hojas en ron que la edad de la plantación entre 2 y 7 años
el dosel, la iluminación del tejido a muestrear, no afecta la concentración de nutrimentos, excep-
la edad de la plantación, la clase diamétrica y la to en el caso del Mn cuya concentración disminu-
época del año. Algunos de estos factores fueron ye con la edad (Cuadro 9.5).
investigados en plantaciones de jaúl en Costa
199
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Alnus acuminata

Cuadro 9.5. Efecto de la edad y la precipitación pluvial sobre la concentración foliar de A. acuminata en Andisoles de
Costa Rica (tomado de Segura et al. 2006).

Edad N P Ca Mg K S Fe Cu Zn Mn B

años % mg kg-1
Época seca
2 2,58 0,20 0,56 0,22 0,94 0,15 114 25 53 86 19
4 2,64 0,18 0,56 0,14 1,08 0,14 160 21 45 31 15
7 2,36 0,22 0,53 0,19 1,04 0,13 136 21 54 37 11
Promedio 2,53 0,20 0,55 0,18 1,02 0,14 137 22 51 51 15
Pr >F 0,21 0,50 0,68 0,35 0,47 0,25 0,62 0,20 0,74 0,05 0,09
Época lluviosa
3 3,27 0,27 0,48 0,18 1,07 0,14 87 16 34 42 20
5 3,22 0,27 0,62 0,14 1,02 0,11 89 17 34 39 15
8 3,26 0,29 0,52 0,19 1,00 0,14 84 21 25 26 18
Promedio 3,25 0,28 0,54 0,17 1,03 0,13 87 18 31 36 18
Pr >F 0,92 0,29 0,56 0,76 0,23 0,03 0,85 0,08 0,19 0,20 0,19

La concentración foliar de Mg, Fe, Zn, Mn, Cu y jóvenes, sean estas las número 1 y 2 en las ramas
B fue mayor durante la época seca que durante la a partir del ápice, o las iluminadas que ocupan
época lluviosa (p<0,037), mientras que los conte- una posición más alta en la copa y por ende se
nidos foliares de N (p=0,0001) y P (p=0,0002) fue- consideran más recientes en su formación (Cua-
ron más elevados durante la época lluviosa y no se dro 9.6). Para el caso de los elementos inmóviles,
observó variación alguna en las concentraciones ocurre todo lo contrario y otros elementos de mo-
foliares de Ca, K y S debidas al efecto de la época vilidad variable no presentan ninguna tendencia
de muestreo (p>0,082), lo que se debe a un efecto definida. De esta manera, si se toman muestras
de dilución durante esta época lluviosa, cuando foliares que incluyan las dos últimas hojas recien-
aumenta el metabolismo de los árboles, los cuales temente formadas en ramas iluminadas, se podría
crecen y aumentan sus estructuras de almacena- diagnosticar con mayor certeza las condiciones
miento con respecto a la época seca. Los mayores nutricionales del jaúl en cuanto a N, P, K, Mg, S,
contenidos foliares de N y P observados durante B y Al, siendo necesario muestrear por separado
la época lluviosa concuerdan con lo encontrado hojas viejas para detectar deficiencias de Ca y Fe.
por Rodríguez et al. (1984) y Dawson et al. (1980) En adición, cuando se toman muestras foliares de
con en A. glutinosa, quienes atribuyen el hecho ramas sombreadas (muchas atacadas por plagas y
a una mayor actividad en los nódulos de Frankia enfermedades y en menos cantidad), el número
durante la estación lluviosa, con lo que aumenta de hojas disminuye sustancialmente con relación
la fijación y translocación de N y por asocio de P al valor encontrado en hojas sanas encontradas ra-
(Cervantes y Rodríguez 1992). Por lo expuesto, se mas iluminadas (50 vs 150, relación 3:1), lo que
recomienda tomar muestras foliares una vez que incide en la velocidad de muestreo y en la condi-
la época de lluvias se estabilice, lo que representa- ción del árbol porque el método de muestreo es
ría mejor la condición de crecimiento del árbol. destructivo.
En el Cuadro 9.6, se muestra el efecto de la po- Los contenidos de N, P, Ca, Mg, K, S, Fe, Zn y
sición de la hoja en la rama (edad fisiológica de B se mantienen dentro del ámbito de los niveles
la hoja) en la concentración de varios elementos, críticos determinados para otras especies de Alnus
cuando se toman muestras en ramas a la sombra (Rodríguez et al. 1984; Sharma 1993; Mills y Jones
o iluminadas (Segura et al. 2006). En general, los 1996). Sin embargo, se observó que el contenido
elementos móviles se concentran más en las hojas foliar de Mn, tanto en la época seca como en la llu-
200
9

Cuadro 9.6. Efecto de la posición del follaje en la copa, de la hoja en la rama y de la clase diamétrica sobre la concentración foliar (coefi-
ciente de variación) en árboles de jaúl en Andisoles de Costa Rica (tomado de Segura et al. 2006).

Posición hoja desde el ápice

Elemento Primera Segunda Tercera Promedio Primera Segunda Tercera Promedio

Ramas sombreadas Ramas iluminadas


N% 3,70 3,74 3,66 3,7 0 4,15 4,05 3,74 3,98
P% 0,38 0,31 0,32 0,30 0,45 0,34 0,23 0,34
K% 1,56 1,37 1,09 1,34 1,65 1,49 1,21 1,45
Mg % 0,21 0,21 0,22 0,21 0,20 0,20 0,21 0,20
S% 0,21 0,21 0,20 0,21 0,23 0,23 0,21 0,22
Ca % 0,46 0,51 0,62 0,53 0,29 0,36 0,50 0,38
Fe mg kg-1 89 88 73 83 78 72 78 76
Mn mg kg-1 33 39 46 39 26 31 44 34
B mg kg -1
19 19 17 18 17 17 19 17
Al mg kg-1 23 20 35 26 19 28 28 25
Zn mg kg-1 47 36 32 39 57 42 35 45
Cu mg kg-1 27 21 18 22 33 27 21 27

viosa, se encuentra en concentraciones por debajo 10 años de semilla procedente de Guatemala; los
-1
de los niveles de referencia (130-1.114 mg kg ) y suelos del sitio clasifican como Typic Epiaquands,
el Cu en las dos épocas evaluadas se encuentra por con bajos contenidos de Ca, Mg, K y P. La toxici-
encima de los niveles críticos (3-10 mg kg-1) encon- dad se caracteriza por el desarrollo de manchas in-
trados por los mismos autores en otras especies tervenales pequeñas, de color amarillo claro, que
del género Alnus. Los contenidos foliares obteni- ocurren primero en las hojas más viejas y ramas
dos en esta investigación se consideran óptimos más bajas del árbol, un amarillamiento de la lámi-
para el crecimiento de A. acuminata, ya que los na foliar intervenal y una disminución del tamaño
árboles analizados, además de ser dominantes y de las hojas conforme aumenta la toxicidad, con
representativos de las plantaciones, estaban plan- desarrollo de áreas necróticas en los bordes de las
tados en sitios excelentes para el crecimiento de hojas (Figura 9.3).
esta especie y no mostra-
ban síntomas de deficien- Cuadro 9.7. Niveles críticos foliares preliminares en A. acuminata en Andisoles de Costa Rica
cia alguna. En el Cuadro (tomado de Segura et al. 2006).
9.7, se incluyen valores
Concentración foliar
de concentración foliar en-
Elemento
contrados para varias es- Ligeramente baja Adecuada Ligeramente Alta Toxicidad
pecies del género Alnus en
plantaciones de crecimien- N% 2,20-2,81 2,82-4,07 4,08-4,38
to bueno a excelente; en P% 0,17-0,35 0,36-0,48
todos los casos es notorio K% 0,76-0,92 0,93-1,39 1,40-1,87
el elevado contenido de N Ca % 0,24-0,33 0,34-0,61 0,62-0,89
foliar, resultado del meca-
Mg % < 0,15 0,15-0,27 0,28-0,34
nismo de fijación biológica
S% 0,09-0,18 0,19-0,25
con que cuenta el género.
Fe mg kg-1 51-133 134-194
A nivel de campo, en las Mn mg kg -1
12-79 80-123 380-640
faldas del volcán Turrialba,
Cu mg kg-1 10-30 31-37
Costa Rica, se encontró la
Zn mg kg-1 19-40 41-70
posible toxicidad de Mn en
una plantación de jaúl de B mg kg -1
5-11 12-21 22-28

201
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Alnus acuminata

Análisis Foliar y de Suelos


Tejido/Suelo N P Ca Mg K S Fe Cu Zn Mn B
% mg kg -1

Hoja terminal (normal) 3,38 0,19 0,31 0,22 0,80 0,16 50 14 26 380 9

Hoja basal (con toxicidad Mn) 2,63 0,12 0,77 0,30 0,45 0,14 73 14 37 640 8
-1 -1 -1
mg kg cmolc kg mg kg

Typic Epiaquands 5 1,22 0,51 0,13 256 8 2,4 10

Figura 9.3. Síntomas foliares de la toxicidad de Mn en plantaciones de jaúl en las faldas del volcán Turrialba, Costa
Rica. A la izquierda hoja no afectada, a la derecha hoja completamente afectada por la toxicidad.

Fertilización en vivero can multiminerales y Viva® utilizando 2 ml L-1;


posteriormente, el material se repica en un sus-
La semilla de A. acuminata germina a los 8 días trato 3:1 de tierra: lombricompost y se vuelve a
en un sustrato de arena de río, al cual se le debe aplicar la misma fórmula en cantidad de 5 ml L-1.
agregar una capa de 5 cm de espesor de lombri- En viveros de Colombia, Cantillo (1992) encontró,
compost; el compuesto orgánico tiene como fun- que la adición conjunta de 15 kg N ha-1 con 30 kg
ción suplir nutrimentos una vez que se termina la P ha-1 permitió obtener los mejores crecimientos
reserva de nutrimentos de la semilla, lo que ayuda de los arbolitos, lográndose un mayor diámetro de
a mantener el vigor de las plántulas. Al mes de los mismos cuando se adicionó 30 kg K ha-1, aun-
germinada la semilla, en los viveros de la Compa- que con porcentajes bajos de germinación (29%),
ñía Nacional de Fuerza y Luz, Costa Rica se apli- como se muestra en el Cuadro 9.8.
Cuadro 9.8. Efecto de la fertilización con N, P y K en viveros sobre la altura y el diámetro (valores promedio de cada interacción
específica) de A. acuminata (tomado de Cantillo 1992).

Tratamiento* N0 N1 N2 N0 N1 N2 P0 P1 P2
Altura de la plántula (cm)
P0 2,05 2,68 3,35 K0 2,32 5,92 5,14 K0 2,93 4,73 5,72
P1 2,50 5,21 6,03 K1 2,35 5,04 4,80 K1 2,85 4,72 4,63
P2 1,98 6,63 4,60 K2 1,87 3,78 4,07 K2 2,30 4,52 2,87
Diámetro de la plántula (cm)
P0 0,084 0,104 0,137 K0 0,096 0,155 0,150 K0 0,129 0,137 0,137
P1 0,106 0,151 0,170 K1 0,094 0,149 0,140 K1 0,115 0,141 0,127
P2 0,078 0,160 0,117 K2 0,076 0,110 0,134 K2 0,080 0,150 0,090

202 *
0 =0 kg ha ; 1 = 15 kg ha ; 2 = 30 kg ha
-1 -1 -1
Cuadro 9.9. Contenido total de N, P disponible, K y Ca intercambiables y pH 9
en los primeros 30 cm de suelo bajo plantaciones de Alnus spp .de diferente
edad (tomado de Sharma 1993).
Edad de la plantación (años)
Variable
7 17 30 46 56
N (kg ha-1) 12.990 15.115 16.082 18.272 18.720
Con esta ventaja adaptativa, la especie
P (kg ha-1) 113 117 181 212 199 produce una alta cantidad de biomasa
K (kg ha-1) 113 180 151 154 158 por unidad de área, con un reducido re-
Ca (kg ha )
-1
124 197 92 82 95 querimiento de fertilizantes nitrogenados
pH 4,6 4,3 4,1 4,7 5,2 y puede aumentar la productividad de si-
tios deficientes en N, al liberar una cierta
cantidad del mismo al suelo a través de la
Fertilización al establecimiento mineralización de los residuos adicionados
al ecosistema o por excreción directa de las raíces
de la plantación vivas y los nódulos (Gordon y Dawson 1979). El
60% del N presente en el suelo bajo Alnus rubra
En Andisoles de Costa Rica y Colombia, se acos-
se estima que proviene de excrementos de micro-
tumbra hacer una aplicación de fertilizante com-
organismos vivos presentes en la raíz (Tarrant y
pleto, de manera que se añaden 30-40 g por árbol
Trappe 1971) y en plantaciones de 2 años de A.
al fondo del hoyo. El jaúl es un árbol capaz de
acuminata en Colombia, se ha estimado que se da
fijar N atmosférico en asociación simbiótica con
un incremento de 179 kg N ha-1 como resultado
el actinomiceto Frankia; en adición, su sistema
de la adición debida a la presencia de la especie
radical puede estar infectado por hongos endo-
(Carlson y Dawson 1985). Estudios realizados en
micorrízicos formando la asociación simbiótica A.
plantaciones de diferente edad de Alnus nepalen-
acuminata, Frankia y micorriza vesículo arbuscu-
sis y A. rubra (Franklin et al. 1968; Sharma et al.
lar. La nodulación en vivero se inicia a las seis
1985; Sharma 1993), demostraron que la libera-
semanas y cuando las plantas tienen entre 2.5 y
ción de parte N fijado por estas especies, puede
3.0 cm de altura, puede aplicarse soluciones de
causar un aumento de N y P en el suelo, mientras
hasta 25 ppm N como sulfato de amonio para fa-
que el contenido de Ca intercambiable y el pH dis-
vorecer el crecimiento de las plántulas; la urea o
minuyeron en el tiempo y hasta una profundidad
el nitrato de sodio no deben aplicarse pues tienen
de 40 cm.
un efecto inhibidor sobre la ondulación (Rondón
y Hernández 1987). El efecto de acumulación de nutrimentos y humi-
ficación de residuos, la acumulación de nitratos, el
La tasa de fijación de nitrógeno atmosférico puede lavado de nutrimentos por efecto de ión acompa-
superar los 100 kg N ha-1 al año, cantidad equi- ñante y de la absorción de cationes por los árboles
valente a la adición de N como fertilizante al año sobre el suelo puede verse en el Cuadro 9.9 (Shar-
en explotaciones forestales intensivas (Carlson y ma 1993). Para compensar por este problema,
Dawson 1985; Cervantes y Rodríguez 1992). El N sería necesario realizar encalados del suelo cada
fijado en plantas noduladas por los actinomicetes cierto tiempo, para mantener la sostenibilidad de
es translocado en forma parcial hacia el resto de estos sistemas de producción. En Andisoles de Co-
la planta y de esta manera retornado al suelo a lombia, Cavelier y Santos (1999) encontraron que
través de la descomposición de residuos y de los el pH del suelo más bajo ocurre cuando se planta
exudados de las raíces, beneficiando a las plantas jaúl, seguido de ciprés, pino, regeneración natural
a su alrededor. Por ejemplo, en Andisoles del bos- o eucalipto (Figura 9.4); los mismos autores tam-
que húmedo Montano Bajo de Conocoto, Pichin- bién encontraron que la disponibilidad del P en el
cha, Ecuador, Prado y Arévalo (1996) y Loayza y suelo aumenta cuando la cobertura del mismo es
León (1996) encontraron que el pasto kikuyo (Pen- de jaúl (Figura 9.5).
nisetum clandestinum) rindió 5,04 t ha-1 de materia
verde cuando se sembró en asocio con jaúl, 5,01 Segura et al. (2006) encontraron que al adicionar
con pino y 3,56 con eucalipto, lográndose un in- 0, 61, 122, 183 y 244 g P2O5 por árbol sobre el cre-
cremento de peso de los animales de 537 g por día cimiento de árboles de jaúl en Typic Udivitrands
bajo jaúl, valor un 26% más alto que cuando se y Entic Udivitrands de Costa Rica, los contenidos
sembró el pasto en asocio con pino. disponibles de P en el suelo aumentaron y los con-
203
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Alnus acuminata

Figura 9.4. pH del suelo en plantaciones de árboles nativos y exóti-


cos con 26 años, en Andisoles de los Andes Centrales de Colombia
(tomado de Cavelier y Santos 1999). Figura 9.5. Concentración de P en plantaciones de árboles nativos y
exóticos con 26 años, en Andisoles de los Andes Centrales de Co-
lombia (tomado de Cavelier y Santos 1999).

tenidos de Al y Fe amorfo y del pH en NaF


disminuyeron con la adición de fósforo. La
adición de niveles crecientes de P al suelo
no produjo variaciones de la concentración
foliar de ningún elemento en A. acumina-
ta; sin embargo, con la adición de 61g P2O5
por árbol se observó aumentos leves en la
concentración foliar de K y en el contenido
de B foliar. La adición de P no causó dife-
rencia alguna en el diámetro, la altura o el
volumen de los árboles en ninguno de los
sitios durante el transcurso del ensayo. Al
calcular el incremento relativo de las varia-
bles de crecimiento, el tratamiento de 61g
de P2O5 por árbol es el que mostró la ma-
Figura 9.6 Incremento relativo promedio en diámetro, altura y volumen
yor tasa en altura en las tres plantaciones por tratamiento de plantaciones de 2, 4 y 7 años de edad inicial.
(Figura 9.6).

El efecto de la adición de B como Boronato en can- conforme se elevó la cantidad de B adicionada al


tidades de 0, 2, 4, 6 y 8 kg ha-1 a los 14 meses des- suelo, mientras que la concentración de N foliar
pués de aplicado en Andisoles sobre las variables no mostró ninguna tendencia.
altura, diámetro y volumen de los árboles en plan-
taciones de A. acuminata de edad inicial en años Corrección de acidez del suelo
de 0,5, 1,0, 3,0, 5,0 y 7,0 no causó ningún incre-
mento en las variables dasométricas, excepto por En un experimento diseñado para comparar el
un incremento significativo en volumen de made- efecto de dosis y fuentes de encalado en planta-
ra en la plantación de 8 años de edad (Segura et al. ciones de jaúl en Andisoles de Costa Rica, no se
2010). La poca o ninguna respuesta encontrada, se encontró respuesta en ninguna de las variables de
crecimiento a la adición de 0, 750, 1.500, 2.250 kg
atribuye a que el contenido inicial de B disponible
ha-1 de dolomita, y 1.500 kg ha-1 de carbonato de
en el suelo osciló entre 0,19-1,00 mg kg-1, valo-
calcio y yeso (Cuadro 9.10).
res en su mayoría sobre el valor crítico de 0,5 mg
kg-1 mencionado para cultivos en Andisoles (Shoji En el mismo estudio, tampoco se encontró que las
et al. 1993; Tollenaar 1966) y a un bajo requeri- dosis o fuentes de encalado afectaran significativa-
miento de B por parte del jaúl. La concentración mente la concentración foliar en las plantaciones
foliar de B foliar tendió a aumentar ligeramente comparadas (Cuadro 9.11). Además, se observó
204
9

Cuadro 9.10. Efecto de dosis y fuentes de encalado sobre las variables de crecimiento de jaúl, 24 meses des-
pués de la aplicación de los tratamientos (datos propios 2006).
Tratamientos (kg ha-1)
Variable
Testigo 750 Dol 1.500 Dol 2.250 Dol 1.500 Cal 1.500 Yeso
Finca Hospicio (4 años)
DAP (cm) 10,47 A 10,47 A 11,53 A 10,30 A 9,87 A 12,00 A
Altura (m) 11,00 A 11,07 A 12,10 A 11,07 A 10,17 A 11,20 A
Área basal (m2) 0,01 A 0,01 A 0,01 A 0,01 A 0,01 A 0,01 A
Volumen (m3) 0,06 A 0,06 A 0,07 A 0,06 A 0,05 A 0,07 A

Finca Dorval (7 años)


DAP (cm) 20,03 A 21,13 A 21,13 A 20,03 A 20,73 A 19,97 A
Altura (m) 20,87 A 21,83 A 20,50 A 20,67 A 21,83 A 20,63 A
Área basal (m ) 2
0,03 A 0,04 A 0,04 A 0,03 A 0,03 A 0,03 A
Volumen (m3) 0,34 A 0,39 A 0,37 A 0,33 A 0,37 A 0,33 A
* Letras diferentes implica diferencias estadísticas del 95%, según prueba de Tukey.

Cuadro 9.11. Efecto de dosis y fuentes de encalado sobre la concentración foliar del jaúl, 24 meses después de
la aplicación de los tratamientos (datos propios 2006).
Tratamiento (kg ha-1)
Variable
Testigo 750 Dol 1.500 Dol 2.250 Dol 1.500 Cal 1.500 Yeso
Finca Hospicio (4 años)
N% 3,55 A 3,68 A 3,60 A 3,54 A 3,65 A 3,40 A
P% 0,21 A 0,25 A 0,23 A 0,23 A 0,24 A 0,24 A
K% 1,10 A 1,19 A 1,09 A 1,22 A 1,12 A 1,08 A
Ca % 0,63 A 0,54 A 0,52 A 0,51 A 0,56 A 0,78 A
Mg % 0,14 A 0,15 A 0,13 A 0,15 A 0,13 A 0,15 A
S% 0,19 A 0,19 A 0,18 A 0,18 A 0,19 A 0,17 A
Zn mg kg-1 24 A 27 A 24 A 26 A 25 A 28 A
B mg kg-1 7A 7A 7A 7A 7A 8A
Fe mg kg-1 98 A 96 A 78 A 83 A 78 A 111 A
Cu mg kg-1 18 A 21 A 19 A 20 A 19 A 20 A
Mn mg kg -1
33 A 40 A 30 A 29 A 37 A 42 A
Finca Dorval (7 años)
N% 4,21 A 4,03 A 3,78 A 3,81 A 3,72 A 4,07 A
P% 0,28 A 0,26 A 0,26 A 0,26 A 0,25 A 0,28 A
K% 1,36 A 1,25 A 1,26 A 1,18 A 1,18 A 1,38 A
Ca % 0,44 A 0,38 A 0,49 A 0,50 A 0,45 A 0,48 A
Mg % 0,23 A 0,20 A 0,20 A 0,22 A 0,23 A 0,22 A
S% 0,22 A 0,20 A 0,20 A 0,20 A 0,20 A 0,21 A
Zn mg kg-1 34 A 27 A 27 A 29 A 29 A 32 A
B mg kg -1
12 A 10 A 9A 9A 8A 11 A
Fe mg kg-1 71 A 81 A 69 A 72 A 65 A 80 A
Cu mg kg-1 25 A 20 A 20 A 21 A 20 A 23 A
Mn mg kg-1 45 A 33 A 40 A 36 A 32 A 42 A
* Letras diferentes implica diferencias estadísticas del 95%, según prueba de Tukey.

205
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Alnus acuminata

que en su mayoría todos los elementos se encuen- Como era de esperarse, no se encontró respuesta
tran en un rango adecuado de concentración foliar a la adición de enmiendas calcáreas sobre las pro-
y se destaca que, para ambas fincas y en los seis piedades del suelo, excepto porque los niveles de
tratamientos, la concentración de B fue ligeramen- Ca y Mg aumentaron con las dosis de dolomita
te baja, de acuerdo a los niveles críticos menciona- aplicada (Figuras 9.7 y 9.8).
dos en el Cuadro 9.7.

Figura 9.7. Variación del contenido de Ca en el suelo de las fincas Hospicio (A) y Dorval (B), en función de las dosis y fuentes
de cal adicionadas a las plantaciones de A. acuminata (datos propios 2006).

Figura 9.8. Variación del contenido de Mg en el suelo de las fincas Hospicio (A) y Dorval (B), en función de las dosis y fuentes
de cal adicionadas a las plantaciones de A. acuminata (datos propios 2006).

206
Jaime Raigosa y Jorge A. Leiva
10
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE
Calophyllum brasiliense

Figura 10.1. Árboles jóvenes de C. brasiliense en plantaciones puras. (Fotos: Florencia


Montagnini).

Esta especie, conocida como cedro maría en Costa Rica, es ampliamente utilizada
para producción de madera para muebles y de ella se conoce relativamente poco
sobre su nutrición y fertilización. En particular, no se encontró información referen-
te a requerimientos nutricionales, absorción de nutrimentos, niveles y síntomas de
deficiencia foliar, respuesta a la fertilización de las plantaciones ni sobre pérdida de
nutrimentos por erosión y lavado.

allophyllum brasiliense (su nombre co- cimiento inicial en plantaciones es lento, es una
mún en Costa Rica es Cedro María), especie con buena forma y calidad de madera lo
pertenece a la familia Clusiaceae, la que la hace muy apreciada en la industria de la
cual se encuentra en una gran exten- construcción (Butterfield y Espinosa 1995).
sión del Neotrópico formando parte del bosque
húmedo primario en América Tropical. Su distri- Esta especie se utiliza para reforestación, produc-
bución natural abarca la parte central de México, ción maderera, en cortinas rompe viento y como
las Islas Caribeñas, las tierras bajas de Bolivia y sombra para plantaciones de café (Figura 10.1);
Brasil (CAB Internacional 2000). Aunque su cre- además, C. brasiliense produce frutos (drupas glo-
ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.
207
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Calophyllum brasiliense

bosas) apetecidos por diversas aves, murciélagos Preparación del terreno de la


y roedores, por lo que su utilización en proyectos plantación
de reforestación puede valorar esta característica
como un servicio ambiental importante (CAB In- Aunque se considera que esta especie necesita som-
ternacional 2000, Hartshorn 1991). bra para establecerse con éxito en su medio bosco-
so natural, no tolera la competencia de gramíneas
Escogencia del sitio y arbustos en las etapas iniciales de crecimiento
en repastos abandonados y plantados en las tie-
C. brasiliense es una especie de crecimiento lento rras bajas del Atlántico costarricense (Holl 1998).
y tolerante a la sombra (se considera como esciófi- Por esto es recomendable mecanizar el terreno a
ta parcial). Se encuentra creciendo en suelos fuer- plantar y establecer un buen control de malezas
temente meteorizados y distribuida en bosques durante los primeros años de crecimiento.
tropicales húmedos primarios, por lo que se utiliza
para la restauración de suelos degradados y ácidos Reciclaje de nutrimentos
(Wightman et al. 2001). En las zonas norte y sur
del trópico húmedo de Costa Rica, se la encuentra Datos sobre la velocidad de descomposición de re-
formando rodales puros en suelos mal drenados o siduos de C. brasiliense en suelos de las tierras ba-
con riesgo de inundación (Asociación Costarricen- jas del Atlántico de Costa Rica (Fluventic Dystro-
se para el Estudio de Especies Forestales Nativas pepts), muestran que la misma es más lenta que
1992; Scarano et al. 1998). Sin embargo, experien- la de otras especies del trópico húmedo, logrando
cias en el bosque húmedo de Costa Rica (Piotto et mineralizar de forma natural tan solo el 23% de
al. 2010) indican que cuando se siembra en plan- los mismos un año después de depositados en el
taciones puras se muere todo lo sembrado a los suelo (Byard et al. 1996). Esto se atribuye a que las
2-3 años de edad debido a ataque por hongos; en hojas de esta especie son cerosas, gruesas y contie-
plantaciones mixtas, los árboles logran sobrevivir nen valores bajos de N, P y Mg (Cuadro 10.1).
hasta en un 30%.
Fertilización en vivero
Su amplitud ambiental abarca elevaciones de
0-1.200 msnm, precipitaciones anuales mayores a Wightman et al. (2001) encontraron que la apli-
1.350 mm y temperaturas medias anuales entre 20 cación de 10 g de 10-30-10 en diferentes tipos de
y 28°C (CAB Internacional 2000). Se le ha visto recipientes con suelo y compost a nivel de inver-
creciendo bien en las laderas de colinas costeras en nadero no afectó el crecimiento de las plántulas
Centroamérica, en suelos pobres en P y K, así como de C. brasiliense, excepto en cuanto al área foliar y
en suelos aluviales y de manglar (Spittler 1997). A un menor crecimiento en compost que en suelo,
pesar de tolerar suelos con un pH de 4,8, la especie probablemente inducido por una deficiencia de
prefiere suelos profundos, sedimentarios y aluvia- elementos menores por inmovilización (Cuadro
les con mejor pH (CAB Internacional 2000). 10.2). La adición de micronutrimentos al suelo y

Cuadro 10.1. Contenido de nutrimentos en las hojas (%, p/p) de cuatro especies forestales del trópico húmedo de
Costa Rica (tomado de Byard et al. 1996). Letras distintas a > b > c > d indican diferencias importantes entre
especies para cada nutrimento (P < 0,05).

Especies N P Ca Mg K
S. microstachyum 1,94 (0,07)a 0,21 (0,01)a 0,44 (0,05)bc 0,21 (0,01)c 0,90 (0,08)a
C. brasiliense 1,09 (0,03)d 0,09 (0,01)c 0,63 (0,09)b 0,15 (0,01)d 0,74 (0,06)a
J. copaia 1,70 (0,20)b 0,18 (0,02)ab 0,35 (0,03)c 0,32 (0,02)b 0,72 (0,08)a
V. guatemalensis 1,43 (0,09)c 0,14 (0,01)bc 1,39 (0,14)a 0,47 (0,05)a 0,43 (0,11)b

208
10

Cuadro 10.2. Efecto y contraste de diferentes tratamientos sobre la morfología de plántulas de C. brasiliense de 140
días en invernadero (tomado de Wightman et al. 2001). DAC: Diámetro al cuello promedio; PST: Peso seco total por
plántula; AF: Área foliar; LR: Longitud de raíces; ns: efecto no significativo (P>0,05).

Altura DAC PST ÁF LR


Tratamiento AF/LR
(cm) (mm) (g) (cm2) (cm)
Bolsa 500 cm3
1. Suelo 20 2,8 1,6 103 273 0,4
2. Suelo + NPK 20 2,8 1,8 130 240 0,5
3. 50% suelo +50% comp. A 18 2,6 1,3 81 260 0,3
4. 100% compost A 18 4,2 1,0 60 177 0,3
5. Bolsa 500 cm3 + suelo + micronut. 22 4,2 2,1 123 171 0,7
Otros recipientes
6. 170 cm3 root trainer comp. A + B+ 20 2,6 1,5 108 280 0,4
7. 85 cm3 root trainer comp. A + B+ 20 2,6 1,3 90 223 0,4
8. 140 cm3 recip. papel comp. A 21 2,8 1,4 98 225 0,4
9. 170 cm3 root trainer comp. A + micronut. 26 3,5 1,5 119 128 1,1
Contraste tratamientos
Tecnología nueva vs. Convencional
6 vs. 1 ns ns ns ns ns ns
Efecto del sustrato
1 vs. 2 ns ns ns P =0.08 ns **
3 vs. 4 ns ns ns ns ns ns
1 vs. 4 * ns * * ns ns
4 vs. 2 * ns ** ** ns **
5 vs. 1 * *** * ns ns *
9 vs. 4 * * ns ns * **
Efecto del volumen y recipiente
Root trainers grandes vs. pequeños ns ns ns ns ns ns
Bolsas de papel vs. Root trainer grandes ns ns ns ns ns ns
* Significativo con alpha=0,5; ** Significativo con alpha=0,1; *** Significativo con alpha=0,01

al compost incrementó el peso total de las plán- altura, diámetro del cuello, número de hojas, área
tulas y el diámetro del tallo; además, la adición foliar y materia seca de la parte aérea y radical.
de NPK aumentó las concentraciones foliares de Los autores encontraron que en el sustrato de
N, P, K y Ca (Cuadro 10.3), efecto que perduró suelo-arena, la adición de estiércol bovino y cal
en el campo hasta 6 meses después del trasplante. no es necesaria para la producción de plántulas
Gadea et al. (2004) no encontraron ningún efecto de cedro maría.
positivo sobre las variables altura, diámetro y nú-
Resende et al. (1999) establecieron un experimen-
mero de hojas al inocular plántulas de C. brasilien-
to de fertilización en invernadero con plántulas de
se con micorrizas arbusculares.
C. brasiliense, en el estado de Mato Grosso, en el
Artur et al. (2007) estudiaron bajo condiciones de Sur de Brasil (10° Latitud Sur, temperatura media
invernadero, los efectos de dosis de estiércol bo- anual 19,4°C) aplicando dosis crecientes de P (0,
vino (0, 101, 175 y 229 kg m–3) y de cal (Sat. Bases 100, 250, 500 y 800 mg dm-3 de sustrato). La aci-
20, 35, 50 y 65%) sobre la formación de plántulas dez del sustrato se corrigió con cal hasta un pH de
de C. brasilienses, en un sustrato formado con una 6,0 y sus contenidos nutricionales se homogenei-
mezcla en volumen de ocho partes de subsuelo y zaron en el sustrato inicial. El grupo de nueve es-
dos partes de arena. A los 120 días se evaluaron: pecies analizadas, incluyó cinco especies conside-
209
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Calophyllum brasiliense

Cuadro 10.3. Efecto y contraste de diferentes tratamientos sobre la concentración foliar de N, P, K, Ca y Mg de


plántulas de C. brasiliense de 140 días en invernadero (tomado de Wightman et al. 2001).

Tratamiento Concentración foliar (%)


N P K Ca Mg
Bolsa 500 cm 3

1. Suelo 1,0 0,06 0,6 0,4 0,1


2. Suelo + NPK 1,1 0,12 1,0 0,5 0,1
3. 50% suelo +50% comp. A 1,5 0,12 1,4 0,4 0,1
4. 100% compost A 1,5 0,16 2,1 0,4 0,2
5. Bolsa 500 cm3 + suelo + micronut. 1,0 0,06 0,6 0,5 0,1
Otros recipientes
6. 170 cm3 root trainer comp. A + B+ 1,5 0,20 1,6 0,4 0,2
7. 85 cm root trainer comp. A + B
3 +
1,3 0,12 1,3 0,4 0,2
8. 140 cm3 recip. papel comp. A nd nd nd nd nd
9. 170 cm3 root trainer comp. A + micronut. 1,3 0,09 1,5 0,4 0,1
Contraste tratamientos
Tecnología nueva vs. Convencional
6 vs. 1 *** ** ** ns **
Efecto del sustrato
1 vs. 2 * ** P = 0,07 * ns
3 vs. 4 ns ns ** ns ns
1 vs. 4 *** * ** * ns
4 vs. 2 *** ns ** ** ns
5 vs. 1 ns ns Ns ns ns
9 vs. 4 * ns ns * P = 0.08
Efecto del volumen y recipiente
Root trainers grandes vs. pequeños ** * ns P = 0,06 ns
Bolsas de papel vs. Root trainer grandes nd nd nd nd nd

radas pioneras y cuatro especies de bosque clímax bles en los contenidos de nutrimentos del suelo
en el cerrado brasileño (entre ellas C. brasiliense). (Resende et al. 1999). En cambio, las especies
Con una tendencia similar a estudios menciona- pioneras fueron más sensibles a dosis crecientes
dos previamente, las plántulas de C. brasiliense no de P, presentando un mayor desarrollo de bioma-
mostraron una respuesta inicial importante a las sa, altura y diámetro.
dosis crecientes de P, según su desarrollo de bio-
masa, altura y diámetro. Fertilización al trasplante
La poca respuesta a la fertilización en vivero del Para estimar el efecto de la fertilización sobre el
C. brasiliense, puede relacionarse a la estrategia crecimiento de plántulas de C. brasiliense en terre-
regenerativa de la especie, considerada como de nos degradados por utilización en ganadería del
bosque clímax o esciófita parcial. La misma tiene área protegida Las Tablas, Costa Rica, Holl et al.
un tamaño de semilla mayor a las especies pio- (2000) aplicaron 50 g de 10-30-10 al trasplante an-
neras usadas en el estudio (probablemente para tes del inicio de la estación lluviosa. Los autores
reservar nutrimentos en el establecimiento ini- encontraron que seis meses después de la aplica-
cial), un crecimiento lento luego de germinar, la ción del fertilizante, el crecimiento de la especie
capacidad de establecerse bajo sombra y proba- era significativamente superior al del testigo (Fi-
blemente una sensibilidad baja a cambios favora- gura 10.2).
210
10

Corrección de la acidez
El cedro maría, es una especie adaptada a las con-
diciones de acidez del suelo comunes en el trópico
húmedo. En un suelo Fluventic Dystropepts (pH
4,6) de La Selva, Costa Rica, Alvarado et al. (1994)
aplicaron niveles crecientes de cal a plántulas de
C. brasiliense recién trasplantadas y dieron segui-
miento por un año al efecto de la enmienda sobre
la altura y el diámetro de los arbolitos. Se encon-
tró que la adición de cal no tuvo ningún efecto
sobre las variables de crecimiento evaluadas, pero
sí tuvo efecto sobre las concentraciones foliares de
Ca y Mn (Cuadro 10.4).
Figura 10.2. Incremento en altura de plántulas con y sin fertilización
de C. brasiliense, Prunus annularis y Quercus oocarpa, seis meses
después de aplicado el producto en Las Tablas, Costa Rica (toma-
do de Holl et al. 2000).

Cuadro 10.4. Respuesta de C. brasiliense a la aplicación cal durante el


primer año de crecimiento en La Selva, Sarapiquí, Costa Rica (adap-
tado de Alvarado et al. 1994; Soto et al. 1996).

Dosis de CaCO3 adicionada


Variable (cm) (g×árbol-1)
0 150 300 450
Altura 77 75 76 77
Diámetro de la base 12 12 11 11
N árboles prendidos
o
77 75 76 77
Ca foliar (%) 0,41* 0,54 0,59 0,63
Mn foliar (ppm) 39* 41 41 52
* Diferencias significativas entre las dosis de cal.

211
Alfredo Alvarado
11
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE
Cedrela odorata

Esta especie es muy apreciada por la


calidad de su madera, aunque se ve
atacada fuertemente por Hypsipyla
spp., principal causa de que no se
explote más a nivel comercial. Como
género, existen varias especies de
Cedrela, de las cuales se conoce poco
desde el punto de vista nutricional,
con excepción de la descripción de
deficiencias nutricionales desarro-
lladas para C. odorata (descritas por
Webb et al. 2001) y otros aspectos
sobre escogencia del sitio, requeri-
mientos nutricionales, niveles de de-
ficiencia foliar y fertilización en vive- Figura 11.1. Árbol de C. odorata a libre crecimiento (Foto: Quírico
Jiménez).
ro y al trasplante para esta especie.
En particular, no se encuentra mayor n América tropical se hallan unos sie-
información para la preparación de te géneros y unas 300 especies de Ce-
terreno para la siembra, la absor- drela, familia Meliaceae, incluyendo la
ción y el reciclaje de nutrimentos, la especie C. odorata. La especie C. odo-
fertilización de mantenimiento de la rata, se encuentra en México, el Caribe y Centro
plantación, problemas de acidez del América (24º N – 27º S) bajo los sinónimos de C.
suelo y de pérdida de nutrimentos guianensis A. Juss, C. mexicana Roem., C. mexicana
var puberula C. DC., C. velloziana Roem., C. brow-
por erosión del suelo en plantacio-
nii Loefl. Ex O. Ktze, C. occidentalis C. DC. & Rose,
nes de C. odorata. C. sintenisii C.DC., C yucatana Blake, C. montana,
C. tonduzii y C. longipas Blake (Figura 11.1). Los

ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa
Rica.416 p.
213
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Cedrela odorata

nombres vulgares de la especie son: cedro, cedro de crecimiento ocurre en los bh-T, bmh-T, bh-T/
amargo, cedro cebolla, cedro blanco, cedro colo- bmh-T y bmh-T/bp-T, con temperaturas entre 24-
rado, cedro cóbano, cedro real, cedro húmedo, ce- 30ºC, 0-1.000 msnm, precipitación 2.000-8.000
dro hembra, spanish-cedar, cigar box-cedar, cedar, mm y humedad relativa 60-100% (Guevara 1988).
acajou rouge, culche, stinking mahogany, suren, Tolera períodos secos prolongados pero no prospe-
surian, West Indian cedar, yom-hom, entre otros ra bien en áreas con más de 3.000 mm de precipi-
(Withmore y Hartshorn 1969; Webb et al. 2001). tación o en sitios encharcados. Estudios realizados
Este tipo de cedro produce una madera aromática en Costa Rica, muestran que la especie crece hasta
muy atractiva, valiosa, de excelente calidad, resis- 5 veces más rápido cuando se planta en sistemas
tente a las termitas y hongos, liviana, rojiza, du- mixtos que como monocultivo, lo que se atribuye
rable, fácil de trabajar y sin problemas de secado. a una reducción del ataque de H. grandella y a una
Se utiliza para muebles, instrumentos musicales baja densidad de individuos por parcela (Piotto et
y contrachapados, tablilla, construcción liviana, al. 2004).
interiores y carpintería
Requerimientos nutricionales
Escogencia del sitio De acuerdo con Guevara (1988), la mayoría de los
Cedrela odorata es muy abundante en terrenos de estudios realizados con C. odorata coinciden en
bajura y pies de monte del bosque húmedo, sien- cuanto a los requerimientos edáficos de la especie
do reemplazado por el cedro de tierra fría o cedro y se señalan las siguientes características: fértiles
rosado (C. montana) y C. lilloi, en los cerros y lo- ( pH 5,0-6,1, MO 2-6 %, P > 4 ppm, Al < 1 ppm,
mas entre 1.800 y 2.900 m de altura, con precipi- Ca > 5, Mg > 2, K 0,12-0,65, Na < 0,2, CIC >
taciones medias de 2.000 mm (Cantillo 1992), o el 15 cmol 100g-1 suelo), profundos, bien drenados,
cedro dulce (C. tonduzii), también conocido como aireados, con buena disponibilidad de elementos
ukur en lengua indígena cabécar, bribrí y guatuso, mayores y bases intercambiables, características
rum-kra en lengua brunca y rru-rruga en lengua que promueven su crecimiento rápido y por ende
Térraba, el cual prospera entre 1.200 y 3.200 m mayor resistencia al ataque de insectos (barrena-
de altura, con precipitaciones entre 1.000 y 2.700 dor). Castaing (1982) menciona que debido a lo
(Arnáez et al. 1992). La especie C. tonduzii prefiere superficial del sistema radical, el crecimiento de
sustratos de textura franco arenosa, ya que se ha C. odorata se afecta de manera negativa principal-
encontrado que el crecimiento radical de hasta 5 mente por condiciones físicas del suelo limitantes,
cm antes del repique no se ve favorecido por tex- entre ellas: no tolera condiciones de anegamiento,
turas arcillosas en el sustrato (Arnáez et al. 1992). se desarrolla bien en regiones con una estación
seca definida o en terrenos elevados con buen
El cedro es un árbol nativo del Neotrópico que drenaje natural en regiones de alta precipitación
aparece como individuos esparcidos en bosques pluvial, coloniza más abundantemente suelos
húmedos y estacionales mixtos, semi-siempre-ver- arcillosos que arenosos, es abundante en suelos
des o semi-deciduos, dominados por otras espe- profundos y porosos derivados de materiales cal-
cies en las zonas de vida Subtropical y Tropical. La cáreos y se ve favorecida en su crecimiento por
especie prefiere suelos bien drenados y aireados los cuidados que se le dan a los cultivos cuando se
de fertilidad alta. En Argentina y en los países ca- siembra en sistemas agroforestales.
ribeños, a menudo se lo encuentra en forma natu-
ral sobre suelos arcillosos bien drenados, pero no
exclusivamente, de origen calcáreo; también se lo
encuentra en Costa Rica sobre suelos ácidos bien
aireados derivados de rocas volcánicas desde 0
hasta 1.200 msnm (Asociación Costarricense para
el Estudio de Especies Forestales Nativas 1992).
En Colombia, se considera que su ámbito natural
214
11

Castaing (1982) encontró que aumentos en la den- Niveles de deficiencia foliar


sidad aparente del suelo afectaron negativamente
la altura total, el diámetro de altura de pecho, el En pocos estudios se mencionan los valores de
área basal y el volumen de C. odorata. Al efectuar concentración foliar (Zech y Dechsel 1992) y más
los análisis de regresión, la densidad aparente y aún en pecíolos (Webb et al. 2000) de C. odorata
la porosidad total permitieron explicar el 68 y el (Cuadro 11.2). En general, la mayor parte de la
76% de la variación del DAP y la altura total, res- información disponible sobre concentración foliar
pectivamente, debido al efecto que tienen sobre de esta especie, proviene de muestras tomadas
la aireación y el movimiento del aire y el agua en del tercer par de hojuelas verdes en la segunda
el suelo, producto del efecto de la compactación hoja compuesta, completamente desarrolladas y
(rodal A vs. B del Cuadro 11.1). El mismo autor del tercio superior de la copa del árbol (Brunck
menciona que la especie es decidua, por lo que 1987). Webb et al. (2000) encontraron que a nivel
una vez al año deposita grandes cantidades de ho- de predicción de respuesta a la aplicación de ele-
jas sobre el suelo (Castaing 1982). mentos al suelo, los pecíolos son más adecuados,
pues muestran la cantidad absorbida en función
de la aplicada que el tejido foliar, el cual por efecto
de crecimiento (dilución) a menudo no muestra la
Cuadro 11.1. Características dasométricas de plantaciones de C. odo- razón de la respuesta en crecimiento.
rata de 15 años en función de la densidad aparente y la porosidad
total del suelo (adaptado de Castaing 1982).
Síntomas de deficiencia foliar
Rodal
Variable Unidades
A B Esta sección se basa en la descripción de los sín-
Densidad aparente g cm -3
0,96-1,12 1,18-1,34 tomas de deficiencia foliar desarrollados a nivel
Porosidad total % 58,2-60,5 50,4-54,3 de invernadero para C. odorata por Webb et al.
Área basal m2 ha-1 11,7-12,2 2,0 (2001), utilizando la técnica del elemento faltante,
Diámetro cm 35,2-39,5 17,3 trabajo que se recomienda leer para ampliar los
Altura total m 19,4-21,8 13,0
ejemplos y discusión sobre el tema en la página
Volumen total m3 ha-1 107,2-113,5 11,1
siguiente. (Figura 11.2)

Cuadro 11.2. Concentración de nutrimentos en la hoja y pecíolos de C. odorata en Australia (Webb et al. 2000)
y niveles en hojas, según Zech y Dreshsel (1992).

Tejido analizado Niveles en hojas


Elemento Unidades
Hojas Pecíolos Deficiencia Bajo Intermedio Alto
N (%) 3,50 1,23 1,42 3,07
P (%) 0,10 0,23
K (%) 2,03 2,25 0,92 2,44
Ca (%) 1,23 0,76 1,27-1,79
Mg (%) 0,27 0,18 0,24-0,28
S (%) 0,42 0,13 nd nd nd nd
Fe (mg kg ) -1
70 33 148 393
Mn (mg kg-1) 24 10 22 25 nd
Zn (mg kg-1) 28,1 45,5 14-17
Cu (mg kg ) -1
11,3 13,6 2 6
B (mg kg-1) 37,3 19,8 27
Al (mg kg-1) 66 24 148 562
Na (mg kg ) -1
862 1.166

215
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Cedrela odorata

SÍNTOMAS FOTO
NUTRIMENTOS

NUTRIMENTOS COMPLETO:
Árbol de color verde, con un crecimiento normal.

Los síntomas se notan como una reducción rápida del crecimiento y un desarrollo
de tallos delgados y débiles. Ocurren primero en las hojas jóvenes, en las cuales
se desarrolla una clorosis verde pálida a amarillenta, mientras que las hojas viejas
N permanecen de color verde brillante. Cuando la deficiencia es más severa las hojas
viejas se tornan color verde pálido. Las hojas nuevas pueden mostrar menos cloro-
sis que las viejas, sin que esta sea pareja entre todas las hojuelas ya que general-
mente las hojas terminales son más cloróticas que las que están cerca del tallo.

Aparte de la merma en crecimiento en plántulas deficientes en P, no se pueden


distinguir otros efectos que diagnostiquen la deficiencia del elemento a menos que
esta sea muy severa. Cuando la carencia es prolongada, el tallo de las plántulas
P pierde verdor y si la deficiencia es extrema, pueden desarrollar algún grado de ne-
crosis, caída y enrollamiento de las hojas. Si se conoce el historial del vivero y se
presenta un retardo en el crecimiento no atribuible a otras posibles causas, podría
sospecharse de la deficiencia de P.

Las plántulas de C. odorata crecen menos y los tallos son delgados y débiles. La
carencia de K afecta las hojas viejas más que a las jóvenes y el primer síntoma
visible de la deficiencia es una clorosis ligera en la parte media de la lámina de las
hojas viejas, seguida de una clorosis marginal en las hojas jóvenes recientemente
K maduradas, la cual rápidamente se convierte en una clorosis intervenal fuerte. A
pesar de que las hojuelas desarrollan una clorosis severa, su base se mantiene ver-
de y cuando se hace más severa sus puntas se necrosan. En estos casos, las hojas
jóvenes comienzan a mostrar clorosis y algunas hojas viejas presentan pequeños y
distintivos puntos necróticos en la parte media de las hojuelas.

Las raíces son pequeñas y delgadas y se detiene el crecimiento de las raíces latera-
les lo que le da al sistema radical una apariencia reducida en tamaño. La carencia
de Ca se nota primero en las hojuelas, las cuales se retuercen o toman una forma
de cuchara. En las hojas viejas se desarrolla una clorosis amarillenta en las puntas,
Ca la cual rápidamente muere y adquiere un color pardo desteñido, por lo que el área
clorótica es normalmente muy angosta (similar a la que ocurre con la deficiencia
de K). En algunas hojas, las hojuelas terminales se blanquean y mueren rápida-
mente dando la apariencia de que están flácidas.

Los primeros síntomas se notan como una clorosis amarillenta que comienza como
intervenal en las hojas jóvenes y que se hace más severa conforme estas envejecen.
En las hojas viejas, aparecen puntos pequeños y de color pardo los cuales tienden a
crecer en forma difusa y a formar áreas necrosadas; posteriormente estos parches
Mg necróticos se blanquean y se juntan para formar áreas de mayor tamaño y de color
blanco en el área intervenal de las hojas.

216
11

SÍNTOMAS FOTO
Al principio, los síntomas más característicos son el color amarillo pálido de las
hojas jóvenes mientras que las hojas viejas permanecen de color verde. La clorosis
amarillenta es uniforme en la hoja y sus venas aunque puede variar a lo largo de la
S hoja o de las hojuelas, lo que hace difícil diferenciar esta deficiencia de la de N y S,
aunque en el caso de N la deficiencia suele presentar primero en las hojas viejas.
Cuando la deficiencia se hace más severa, las hojas viejas se hacen más cloróticas
y se desarrolla una necrosis en las puntas de las hojuelas.

Los síntomas de la deficiencia de Fe se observan rápidamente sin que inicialmente


se note una disminución de su crecimiento. Cuando la carencia se hace más seve-
ra, el crecimiento de los tallos se reduce y estos se tornan delgados y débiles. La
Fe carencia de Fe se nota más en las hojas viejas las cuales adquieren una clorosis
amarillenta desteñida uniforme en toda la hoja, incluyendo las venas, diferente a lo
que se describe como deficiencia de Fe en otras especies.

La deficiencia de B tiene varias formas de expresarse; al inicio las plántulas detie-


nen su crecimiento y presentan un enanismo y entrenudos cortos. Luego ocurre la
muerte de las hojuelas terminales y la abscisión de las hojas emergentes. En pocos
B casos, pueden presentarse hojas viejas lobuladas, cloróticas y con pequeñas áreas
necróticas blanquecinas. En algunas hojas se puede presentar un acorchado pardo
cerca de la nervadura central de las hojuelas.

Los síntomas de la deficiencia de Mn son más severos en las hojas jóvenes que en
las viejas, de manera que toda la planta adquiere una coloración amarillenta páli-
Mn da, más visible en las hojas jóvenes. En las hojuelas, la clorosis es más localizada
que generalizada y en las hojas jóvenes las hojuelas pueden adquirir una forma
anormal, hasta que la clorosis forma parches necróticos de color pardo.

El género Cedrela parece ser extremadamente susceptible a la toxicidad de Mn. Las


plántulas en solución nutritiva alta en Mn detienen su crecimiento y a menudo mue-
Tox. ren rápidamente. Las plántulas menos susceptibles desarrollan una clorosis ama-
rillo fuerte en todas sus hojas, la cual a menudo se presenta entre las venas pero
Mn eventualmente cubre toda la hoja. También se presentan manchas pardas en el
tejido clorótico de toda la hoja, las cuales se notan hasta la muerte de la misma.

La deficiencia causa una reducción en su crecimiento y una clorosis de coloración


verde pálido a amarillo pálido más evidente en el crecimiento nuevo aunque la plán-
tula como un todo se muestra como ligeramente clorótica. Conforme la deficiencia
Mo progresa, se desarrolla una clorosis amarillo pálida en la sección basal de las ho-
juelas jóvenes y también se notan pequeños puntos pardos en la lámina. Cuando la
deficiencia es muy severa las venas tienen una coloración ligeramente más verdosa
que la de los tejidos circundantes.

Cuando se presenta la toxicidad de Al, las plántulas crecen menos y los tallos se
hacen delgados. Toda la plántula adquiere una coloración amarillo pálido en parti-
cular entre las venas de las hojas jóvenes.
Tox.
Al

Figura 11.2 Síntomas de deficiencias de algunos nutrimentos en C. odorata (tomado de Webb et al. 2001).

217
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Cedrela odorata

Fertilización en vivero
Cedrela odorata tiene un bajo porcentaje de germi-
nación y en vivero se logra el valor mayor utilizan-
do arena como medio de enraizamiento (Mena et
al. 2000), aunque su producción en vivero es co-
mún en Costa Rica (Figura 11.3). Paniagua (2004)
realizó un ensayo de invernadero con plántulas de
la especie C. odorata, utilizando bolsas plásticas
con un Fluventic Dystropepts ácido y bajo en P
disponible al que se le adicionó 0, 0,5, 1,0 y 2,0
t CaCO3 ha-1 con una base de N y P y por aparte
también se comparó la adición de 0, 140, 280 y
560 kg P2O5 ha-1. Como resultado de la adición de
cal el pH aumentó de 4,4 a 5,1, el contenido de
Ca intercambiable de 1,4 a 4,6 cmol L-1, la acidez
disminuyó de 2,75 a 0,50 cmol L-1 y con la adición
de P aumentó su contenido disponible de 3,4 a 9,8
µg ml-1 (extraído con Olsen mod.). Debido a los
cambios en el suelo, las plántulas de C. odorata
presentaron un incremento positivo y significativo Figura 11.3. Plántulas de C. odorata en los viveros de
PINDECO, Pacífico Sur de Costa Rica.
en altura, en diámetro y biomasa aérea y radical
cuando se adicionó cal y significativo y positivo
solo a la adición de 560 kg P2O5 ha-1 (Cuadro 11.3). En viveros de Colombia, Cantillo (1992) encontró,
En general, la aplicación de cal al sustrato de cre- que la especie C. montana registró un aumento en
cimiento causó un mejor efecto sobre las variables altura con la adición de 30 kg N ha-1 y de 30 kg P
de crecimiento de las plántulas que la adición de ha-1 y niveles de K entre 0 y 15 kg ha-1; el incre-
P y el único cambio positivo observado a nivel mento en diámetro respondió de manera similar
foliar fue el incremento de la concentración de Ca al N y al P, verificándose una deficiencia de K en
de 1,1 a 2,5 %. los testigos y un exceso del elemento al nivel de 15
kg K ha-1 (Cuadro 11.4).

Cuadro 11.3. Efecto de la aplicación de cal y fósforo sobre la altura, el diámetro y el


peso seco de la biomasa aérea y radical de plántulas de C. odorata en vivero (tomado
de Paniagua 2004).

Altura Diámetro Peso seco (g)


Tratamiento Biom.
(cm) (cm) Raíz Total
aérea
Testigo 8,38 b 0,35 b 0,50 b 0,21 b 0,62 b

0,5 CaCO3 ha-1 13,56 a 0,52 a 1,18 a 0,66 b 1,84 b

1,0 CaCO3 ha-1 14,08 a 0,58 a 1,39 a 0,79 a 2,18 a

2,0 CaCO3 ha-1 13,09 a 0,58 a 0,91 b 0,52 b 1,43 b

140 kg P2O5 ha-1 10,38 b 0,45 b 0,66 b 0,50 b 1,16 b

280 kg P2O5 ha-1 11,26 b 0,47 b 0,87 b 0,61 b 1,48 b

560 kg P2O5 ha-1 12,72 b 0,50 a 1,26 a 0,83 a 2,09 a

218
11

Fertilización al trasplante el trabajo, se encontró que el mayor volumen se


obtiene con la adición de 75 g P por árbol, obte-
La respuesta a la fertilización de C. odorata puede niéndose incrementos de volumen del 167%. Los
verse afectada por el daño causado por el insecto autores encontraron que la adición de P al suelo
H. grandella, el cual no solo ataca los ápices de no elevó los contenidos de P en las hojas (efecto de
crecimiento, por lo que reduce la tasa de creci- dilución), pero sí lo hicieron aumentar cuatro ve-
miento en altura, sino que causa que los árboles ces la concentración en los pecíolos, necesitándo-
tiendan acumular más carbohidratos en el sistema se valores de 0,30% P en los pecíolos para obtener
radical y a producir nuevos brotes (Haggar y Ewel el 90% del crecimiento máximo.
1994; Rodgers et al. 1995). Con el fin de observar
durante 4 años el efecto de la fertilización sobre
el crecimiento de la especie y observar su efecto
en la recuperación al ataque del insecto, se aplicó
6 tratamientos de fertilizante (15-15-15 (50 g) +
urea (50 g), 15-15-15 (100 g) + urea (50 g), 15-15-
15 (50 g), 15-15-15 (100), urea (50 g), testigo); el
autor no encontró repuesta a la adición de los fer-
tilizantes, aunque observó el mejor crecimiento de
la especie en Colombia, por lo que recomiendan
la aplicación del mismo al momento del trasplante
(Guevara 1988).
En un experimento sobre Tropeptic Haplorthoxs
de Australia, Webb et al. (2000) encontraron que
C. odorata mostró incrementos marcados y sig-
nificativos (P < 0,10) en altura y volumen como
respuesta a la adición de niveles crecientes de P
al suelo (0, 60, 150, y 300 g P por árbol), durante
el período entre 9 y 38 meses de aplicado el ele- Figura 11.4. Efecto de la adición de P sobre la altura de C. odorata
mento como superfosfato triple (Figura 11.4). En (tomado de Webb et al. 2000).

Cuadro 11.4. Efecto de la fertilización con N, P y K en viveros sobre la altura y el diámetro


(valores promedio de cada interacción específica) de C. montana (tomado de Cantillo 1992).

Tratamiento* N0 N1 N2 N0 N1 N2 P0 P1 P2
Altura de la plántula (cm)
P0 6,33 10,00 8,91 K0 7,48 10,33 10,25 K0 8,87 9,13 10,06
P1 6,70 8,37 11,16 K1 6,25 10,10 10,25 K1 8,73 9,53 9,69
P2 5,73 9,99 10,31 K2 5,03 7,95 8,53 K2 7,65 7,57 6,28
Diámetro de la plántula (cm)
P0 0,332 0,503 0,501 K0 0,365 0,597 0,749 K0 0,489 0,573 0,608
P1 0,341 0,510 0,722 K1 0,336 0,602 0,723 K1 0,468 0,566 0,625
P2 0,279 0,657 0,733 K2 0,250 0,472 0,526 K2 0,378 0,434 0,435

*
0 = 0 kg ha-1; 1 = 15 kg ha-1; 2 = 30 kg ha-1.
219
Alfredo Alvarado, Jaime Raigosa y Jessica Oviedo
12
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE
CONÍFERAS: Pinus spp., Cupressus spp.
Las coníferas requieren una cantidad de nutrimentos menor a la que necesitan otras
especies forestales tropicales de uso comercial. En el capítulo se discuten aspectos
generales sobre nutrición y fertilización de P. caribaea, P. oocarpa, P. patula, P. elliottii,
P. tadea y C. lusitanica, así como la información disponible sobre el tema para coníferas
tropicales y subtropicales. Se incluye información proveniente de Brasil, Colombia y
Centro América, con alguna otra generada en otras partes del mundo tropical.

ASPECTOS GENERALES

n este capítulo, se discute lo pertinente Aún en malas condiciones edáficas y climáticas


a la nutrición y fertilización de los gé- de Brasil y Colombia, los pinos pueden llegar a
neros Pinus y Cupressus, de importancia producir hasta 35 m3 ha-1 año-1 y el P. tecunumanni
en sistemas de producción comercial de hasta 45 m3 ha-1 año-1 (Poggiani et al. 1983). Los
madera, pulpa y de conservación de suelos de lade- árboles del género Pinus varían mucho en altura y
ra en regiones tropicales y subtropicales. Según de diámetro, según la especie; se encuentran especies
Carvalho et al. (1983), los pinos pueden agruparse de alrededor de 3 m de altura y otras que alcanzan
de acuerdo con las condiciones climáticas donde 50 m o más. El tronco es más o menos cilíndrico
prosperan, en tropicales (P. caribaea, P. oocarpa y y la corteza de las especies varía de lisa a áspera,
P. kesiya) y subtropicales (P. elliottii, P. taeda y P. presentando un color generalmente cenizo oscu-
patula). Solamente en Centroamérica (Perry 1991), ro (Carvalho et al. 1983). Los bosques de pino se
existen alrededor de 21 especies del género Pinus, relacionan con características típicas de la podso-
seis de las cuales han concentrado los principales lización, proceso de formación de suelos además
esfuerzos de investigación: P. ayacahuite (Pinabe- asociado con una precipitación pluvial alta y mate-
te, Acalocote), P. montezumae (Pino, Ocote, Mon- riales parentales de textura gruesa (Urrego 1996).
tezuma), P. pseudostrobus (Pino Blanco, Ocote), P.
oocarpa (Pino Prieto, Pino Colorado, Ocote Chi-
no), P. tecunumanni y P. caribaea var. hondurensis
Escogencia del sitio
(Pino Honduras, Pino Caribe). La mayoría de estas Davey (1990) considera que en general, para el
especies tienen una gran capacidad de tolerar las crecimiento satisfactorio de coníferas se necesi-
quemas y los suelos ácidos, así como de resistir ta al menos una concentración mínima de nutri-
ambientes fríos, suelos de fertilidad baja, drenaje mentos disponibles en el suelo (Cuadro 12.1). En
marginal y poca profundidad efectiva. adición, Carlson (2001) al resumir los resultados
de 71 ensayos de fertilización al momento de la
ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.
221
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE CONÍFERAS: Pinus spp., Cupressus spp.

Cuadro 12.1. Concentración mínima de nutrimento en el suelo porque su aplicación reduce la bifurcación y la in-
requerida para el crecimiento apropiado de coníferas (tomado
de Davey 1990).
cidencia del secamiento terminal (Ladrach 1980b).
La demanda promedio de nutrimentos de algunas
Cantidad coníferas en regiones tropicales se incluye en el
Elemento
kg ha-1 ppm Cuadro 12.2, valores 2 a 3 más bajos que los en-
P 8 4
contrados en E. grandis, especie que produce 2,19
K 80 40
veces más materia seca (Carvalho et al. 1983).
Ca 200 100
No solo la cantidad de nutrimentos es determi-
Mg 40 20
Mn 10 5
nante en la escogencia del sitio para plantar pinos,
ya que el orden de suelo y su régimen de hume-
plantación de P. patula, P. elliotii, P. taeda y P. cari- dad generan diferente respuesta (Rojas 1984). En
baea, menciona que en suelos de África del Sur y México, la utilización de especies del género Pinus
Swazilandia, más del 80% de los ensayos mostra- en suelos volcánicos y suelos residuales, muestra
ron respuesta significativa a la adición de 20 g de un mejor desarrollo en comparación con suelos
P y que la respuesta al elemento del 67% de los calcáreos donde se presentan altas tasas de morta-
ensayos no se mantuvo cuando los árboles alcan- lidad. En suelos residuales y volcánicos se obser-
zaron los 9 años de edad (efecto residual), lo que va una merma en la sobrevivencia de los árboles
obliga a realizar una o más aplicaciones de este cuando el pino se planta en regiones secas, mien-
elemento hasta alcanzar dicha edad. tras que en suelos calcáreos esta variable dismi-
nuye poco, sea que se plante en regímenes secos o
Los estudios sobre fertilización de coníferas en An- húmedos (Cuadro 12.3).
disoles de Colombia a partir de 1971, comprueban
la enorme respuesta que estas especies tienen a la Requerimientos nutricionales
aplicación de P>B>N, elementos que permiten
aumentar el crecimiento de los árboles y el volu- El contenido de nutrimentos de los diferentes
men de madera producido. En el caso del B, su tejidos del árbol es muy variado y no se ve ma-
deficiencia se reconoce porque los árboles de pino yormente afectado por la edad de la plantación
y ciprés presentan una apariencia achaparrada y (Egunjobi y Bada 1979; Waterloo 1994). Las con-
centraciones de N, P y K siguen el
Cuadro 12.2. Demanda promedio de nutrimentos de algunas coníferas (tomado de orden madera, ramas muertas < ra-
Ladrach 1980b).
mitas muertas < ramas vivas, corte-
Edad N P K Ca Mg za < agujas muertas, ramitas vivas
Especie Suelo < agujas vivas, mientras que las con-
años g por árbol
centraciones de Ca y Mg tienen un
P. caribaea 6 Ultisol 33 6 8 13 4 patrón diferente en el orden madera,
P. patula 30 Andisol 145 13 78 109 32 corteza < ramas muertas, ramas vi-
C. lusitanica 30 Andisol 102 10 74 177 16 vas < ramitas muertas, ramitas vi-
Cuadro 12.3. Porcentaje de sobrevivencia de tres especies de Pinus en tres tipos de suelo, en condiciones
normales de humedad y sequía de México (tomado de Rojas 1984).

Tipo de suelo
Especie Residual Volcánico Calcáreo
Sequía Normal Sequía Normal Sequía Normal Promedio
P. patula 12 25 15 21 3 7 14
P. oocarpa 10 25 16 25 13 10 16
P. pseudostrobus 8 21 9 23 22 22 18
Promedio 10 24 13 23 13 13 16

222
12
Cuadro 12.4. Contenido de nutrimentos en varias plantaciones de P. caribaea
en varias regiones tropicales (tomado de Waterloo 1994).
Contenido de nutrimentos en la plantación
Elevación Edad (kg ha-1peso seco)
Lugar
(m) (años)
N P K Ca Mg nutrimentos al ecosistema en este
116 6 149 18 87 81 37 tipo de plantaciones es poca. Cas-
Fuji 50 11 206 30 86 114 67 tro et al. (1980), mencionados por
90 15 235 23 133 165 53 Carvalho et al. (1983), estudian-
50 6 197 33 46 78 25 do la distribución de biomasa de
Brasil
50 9,5 673 51 218 392 136 P. oocarpa con diferentes edades,
230 6 221 10 126 98 40 observaron las siguientes propor-
Nigeria
230 10 374 18 258 187 74 ciones: 14% copa, 13% corteza y
220 4 342 12 36 73% el tronco y los nutrimentos
Puerto Rico
580 18,5 1.359 22 441 corresponden 37% la copa, 15%
corteza y 45% al tronco. Waterloo
vas < agujas vivas < agujas muertas. La mayor
(1994) documenta que la acumulación de macro-
variación en concentración de nutrimentos entre
nutrimentos aumenta con la edad de la planta-
tejidos se presenta en los casos del P y K.
ción, alcanzándose el máximo de acumulación
entre los 6 y 8 años de edad, lo que coincide con
La concentración foliar de nutrimentos también
el desarrollo de la copa (Cuadro 12.4).
varía según la posición de donde se tomen las
muestras dentro de la copa del árbol. Las mayores
concentraciones de N, P, K y Zn se encuentran en
Reciclaje de nutrimentos
los tejidos nuevos en la parte más alta de la copa La absorción de cualquier nutrimento, no solo de-
y las menores en las agujas muertas, indicando la pende de su disponibilidad inmediata en el suelo,
translocación de estos nutrimentos desde las agu- sino que también de otros factores edáficos como
jas senescentes hacia los tejidos vivos antes de su el pH del suelo, la presencia de otros elementos
abscisión. Por el contrario, las concentraciones de y complejos que puedan interactuar con el nutri-
Ca, Mg, B y Mn disminuyeron con la altura de mento en consideración, el contenido de hume-
la copa (tejidos más viejos) y alcanzaron los valo- dad, la estructura, la presencia de hongos y la
res más altos en el tejido muerto, donde tienden distribución de raíces (todos en el mismo sitio),
a acumularse. así como a diferencias en otras condiciones am-
bientales como la temperatura y la precipitación
(variación estacional y entre sitios).
Absorción de nutrimentos
Como la concentración de nutrimentos entre los Puggini (1981), mencionado por Carvalho et al.
tejidos del árbol es grande, su patrón de acumula- (1983), cita que la exportación de nutrimentos tota-
ción difiere de la acumulación de los mismos en les en Pinus por kg de madera producida es de 3,5 g
la biomasa. De esta manera, la mayor acumula- kg-1 a los 8 años y de 3,0 g kg-1 a los 14 años, hecho
ción de nutrimentos ocurre en la parte más joven considerado como una desventaja de las rotacio-
de la corona de los árboles durante los primeros nes cortas ya que implica una mayor extracción
años de la rotación. Una vez que se cierra el do- de nutrimentos del ecosistema, como es el caso de
sel, la demanda por nutrimentos disminuye, ya las industrias de pulpa y papel, que normalmente
que se requiere absorberlos mayormente para la tienen ciclos cortos y constantes de producción.
producción de madera (Bruijinzeel 1983; Miller En el Cuadro 12.5, se observa un aumento de C y
1984; Gholz et al. 1985). A pesar de que la bio- P y una disminución de K, Ca y Mg en los suelos
masa foliar representa tan solo el 15% del total bajo plantaciones de Pinus, lo que causa un aumen-
de la biomasa, los nutrimentos asociados a esta to en la cantidad relativa de Al del suelo (Rocha et
fracción representan el 48% del P y el 59% del al. 1978, mencionado por Carvalho et al. 1983).
Ca, mientras que la madera cosechada representa
el 70% de la biomasa total y tan solo contiene el El horizonte orgánico en una plantación de P. ca-
37% del P y el 20% del Ca (Waterloo 1994), por lo ribaea de 20 años, contiene 24,5 t ha-1 C, 2,6 t ha-1
que la extracción y reposición posterior de estos N, 1,4 kg ha-1 P y 2,6 kg ha-1 S, valores más altos
223
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE CONÍFERAS: Pinus spp., Cupressus spp.

Cuadro 12.5. Variación del contenido de nutrimentos en suelos sin y con Pinus en Brasil
(Rocha et al. 1978, mencionado por Carvalho et al. 1983).

Profundidad del suelo (cm) phreys (1978, citado por Watwerloo


Parámetro 0-10 10-20 1994) en Australia. El nivel crítico
de un elemento en la planta, depen-
Sin cobertura Con Pinus Sin cobertura Con Pinus de de que los demás nutrimentos
pH 5,50 5,30 5., 0 5,10 hayan sido proporcionados en for-
C% 0,54 0,78 0.,4 0,32 ma adecuada, ya que la deficiencia
PO4 mg 100g
-3 -1
0,03 0,05 0.,3 0,04 de otro elemento puede alterar el
K cmol L -1
0,17 0,10 0.,0 0,06
nivel crítico del primero y varían en
el follaje según su edad y con la pro-
Ca cmol L-1 1,90 1,57 1.,0 0,99
cedencia del material genético.
Mg cmol L -1
0,56 0,30 0.,0 0,22
Para algunos autores, también
Al cmol L-1 0,50 0,80 1.,0 1,26
debe considerarse la época de re-
H cmol L-1 3,04 3,98 3.,4 3,96
colección de la muestra foliar; en
que los encontrados en la sabana natural adyacen- plantaciones de 6 años de edad en
te (1,2 t ha-1 C, 23 kg ha-1 N, 1,2 kg ha-1 P, 2,3 kg P. radiata en Chile, se encontró que para el caso
ha-1 S) en Oxisoles de Brasil. Sin embargo dentro de Ca, Zn, Fe, Mn y K la época de recolección es
del suelo no se encuentran diferencias significati- importante, para el N P, Mg y Na tiene una im-
vas en la concentración de los elementos mencio- portancia moderada y para el Cu no parece tener
nados, aunque a profundidades de 1,2 a 2 m los mayor influencia (Vidal et al. 1983). A los 30-60
contenidos de C, N y S orgánico son mayores bajo días después de la polinización se incrementa el
cobertura de Pinus que de sabana natural, fenó- contenido de macronutrimentos, efecto más acen-
meno asociado a la descomposición de las raíces tuado para el P, K y Mg; alrededor de los 90 días
del pino (Lilienfein et al. 2001). de la polinización, cuando se produce una reduc-
ción importante su contenido foliar. Este descenso
es menos prolongado para el Ca y Mg, los cuales
Niveles de deficiencia foliar aumentan posteriormente su concentración hasta
alcanzar los valores máximos al final del ciclo. A
Para realizar el análisis foliar del género Pinus,
los 90 días luego de la polinización ocurre un rápi-
se recomienda tomar agujas jóvenes, sanas, total-
do crecimiento vegetativo, lo que puede causar un
mente desarrolladas del tercer o cuarto grupo de
descenso del contenido mineral (dilución) de Ca y
verticilos del ápice terminal, de las ramas late-
Mg al final del ciclo es una consecuencia del enve-
rales superiores en árboles que no estén fructifi-
jecimiento de las acículas. En el caso de los micro-
cando (Brunck 1987). Para el muestreo foliar se
nutrimentos el Fe, Mn y Zn, los niveles más bajos
deben tomar la acículas de árboles verdes y en
ocurren a los 42 días después de la polinización,
época de poco crecimiento, de partes completa-
con un aumento gradual a medida que avanza el
mente iluminadas de la corona. La muestra debe
período de crecimiento. Sin embargo, el Zn mostró
consistir de 15 árboles del mismo tamaño en lo
una estacionalidad muy variable comparada con
posible codominantes (Baule y Fricker 1970, men-
los otros microelementos. Además se manifestó
cionados por Carvalho et al. 1983). Las acículas
una correlación positiva y significativa entre el Zn
deben colocarse en bolsas de papel, con su debi-
y el Fe, como también entre Fe y Mg y el Zn y Ca.
da identificación y la descripción del sitio. Para
En resumen según Vidal et al. (1983), se puede
el caso de P. taeda, Driessche (1974), recomienda
establecer dos fases de estabilización de niveles de
muestrear la parte alta de la copa ya que el efecto
elementos, la primera de 15-42 días después de la
de la parte inferior aumenta conforme aumenta la
polinización y la segunda 70-112 días luego de la
competencia entre copas.
polinización; en el primer período permanecen es-
El diagnóstico de los niveles adecuados de concen- tables los macronutrimentos, además del Cu y Na,
tración foliar en P. caribaea puede hacerse con base en tanto en el segundo se produce una estabilidad
en los valores desarrollados por Bevege y Hum- de los micronutrimentos y del Ca y K.
224
12

Cuadro 12.6. Concentración de nutrimentos en acículas de P. cari-


baea var. hondurensis en solución nutritiva y a nivel de invernadero
(tomado de Hernández y Lombardo 1987).

Concentración en acículas en Síntomas de deficiencia foliar


Elemento solución nutritiva
Empleando cultivos hidropónicos, Hernández. y
Sin el elemento Con el elemento Lombardo (1987) describen los niveles foliares y
N (%) 0,53 1,80 los síntomas de deficiencia asociados a los mis-
mos en acículas de P. caribaea var. hondurensis
P (%) 0,05 0,29 (Cuadro 12.6 y Figura 12.1). Debe recordarse que
K (%) 0,12 0,80 estos síntomas son ciertos para plántulas bajo con-
diciones de invernadero de la especie mencionada
S (%) 0,08 0,45
y por tanto no deben utilizarse para condiciones
Ca (%) 0,03 0,35 de plantaciones ya establecidas.
Mg (%) 0,01 0,14
Fertilización en vivero
Mn (ppm) 23 145
La fertilización en vivero puede calcularse en base
Fe (ppm) 21 74
a los análisis de suelos y foliares, lo que permite
B (ppm) 11 36 fortalecer la evidencia de deficiencias de nutri-
mentos a un cierto costo (Carvalho et al. 1983).
Se han realizado ensayos de fertilización en vivero
empleando bolsas de plástico con una mezcla base

Síntomas Foto

La deficiencia de nitrógeno en P. caribaea, se caracteriza por un amarillamiento simultáneo


y generalizado en toda la planta. La clorosis se observan en las acículas simples,
N extendiéndose luego a los fascículos. Las acículas inferiores presentan una coloración que
varía de rojo tenue a intenso y las superiores con desecamiento apical. Las plantas son
raquíticas y achaparradas.

La deficiencia de fósforo en P. caribaea se presenta como amarillamiento tenue de las


Nutrimento

acículas de la parte inferior del tallo, que pueden disponerse en forma de mosaico o
extenderse homogéneamente, luego, las acículas adquieren coloraciones violáceas,
grisáceas hasta alcanzar una coloración morada. A medida que continúa el crecimiento
P de la planta, la coloración progresa apicalmente afectando las acículas situadas en las
partes superiores. Así mismo, un considerable número de las acículas de la parte inferior y
media se vuelven rojizas y se secan manteniendo esa coloración. El tallo adquiere también
una coloración roja a morada. Se observan defectos en el despliegue de las acículas en
fascículo, presentándose los fascículos enrollados y semejando la cabeza de un ave

La deficiencia de potasio en P. caribaea, se caracteriza porque las acículas situadas


en la parte inferior de la planta muestran un amarillamiento hacia el ápice, el cual se
torna posteriormente rojizo. La clorosis puede progresar hasta cubrir la mitad distal de
las acículas, permaneciendo la región basal de color verde. A medida que progresa la
K deficiencia, la clorosis se extiende hacia las acículas más jóvenes. Los síntomas agudos
de esta deficiencia se caracterizan por un mosaico necrótico en las acículas que rodean
el meristemo apical del tallo principal, formando una roseta de acículas con pérdida de la
dominancia apical.

Figura 12.1. Síntomas de deficiencia nutricional en plántulas de P. caribaea var hondurensis a nivel de invernadero (tomado de Hernández
y Lombardo 1987).
225
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE CONÍFERAS: Pinus spp., Cupressus spp.

Síntomas Foto

La deficiencia de Ca en P. caribaea, se caracteriza porque las acículas presentan un color


verde pálido, poseen áreas necróticas en la parte apical, subapical, basal o intermedia,
de extensión variable que está asociada a exudación de resina. Algunas veces el ápice de
Ca la acícula se dobla en forma de gancho. Los fascículos de las acículas se pueden enrollar
apicalmente, asimismo las acículas jóvenes se pueden retorcer sobre su eje longitudinal,
semejando un tirabuzón. En fases avanzadas la deficiencia de calcio provoca la muerte de
los meristemos apicales del tallo principal y de las ramas laterales.

La deficiencia de magnesio en P. caribaea, se caracteriza porque las acículas basales


presentan un color amarillo intenso, que inicialmente ocupa la zona apical de la acícula,
progresando hacia la parte basal, ocupándola homogéneamente. Al progresar la deficiencia,
Mg la clorosis se extiende hacia las acículas más jóvenes, tanto simples como en fascículo, hasta
que en un estado avanzado todas las acículas de la planta presentan un amarillamiento
intenso. Las acículas situadas en la parte media y superior del tallo, presentan bandas
marrón rojizas, que luego se tornan necróticas.

En P. caribaea la deficiencia de S se caracteriza por un amarillamiento generalizado y


uniforme de todas las acículas, aunque cuando se forman las acículas en fascículos, éstas
pueden presentar una clorosis más acentuada que el resto. En numerosas acículas basales
Nutrimento

S de la planta, se presenta un amarillamiento, cerca del punto de inserción de éstas al tallo,


que luego se torna rosado, más tarde la anomalía termina por ocupar toda la acícula,
que toma un color rosado. Cuando los síntomas son más agudos, los tallos en las partes
terminales adquieren una coloración que varía de crema a rosado claro.

La deficiencia de Fe en P. caribaea, se caracteriza porque las acículas terminales presentan


una clorosis acentuada, que se torna de un amarillo pálido, mientras que las acículas
basales permanecen verdes. Las zonas más jóvenes del tallo muestran un color crema
Fe claro que se puede tornar blanquecino. Se observa en algunas acículas necrosis apical. Las
plantas muestran raquitismo y en la fase más avanzada, se afecta todo el desarrollo de la
planta.

Las plantas con deficiencias presentaron una forma arbustiva, muerte regresiva del
meristemo apical, rebrote de las yemas laterales, que permanecían enanas sin alcanzar
un buen desarrollo, muriendo posteriormente. Las acículas presentaron clorosis que se
iniciaba en las puntas, extendiéndose hacia la base.
B La deficiencia de B en P. caribaea, se caracteriza por la presencia de bandas necróticas en
las acículas. Las acículas en fascículo se reducen. Se evidencia la exudación de resina en
diferentes partes de la planta. El meristemo apical toma la forma de un bulbo, siguiendo la
muerte regresiva que se acentúa al transcurrir el tiempo. El crecimiento en longitud de las
plantas cesa, presentándose un aspecto achaparrado.

La deficiencia de Mn se caracteriza porque las acículas terminales y en fascículo presentan


una clorosis ligera. Las acículas situadas cerca del meristemo apical muestran un mosaico
necrótico progresivo, con una coloración que varía de crema a gris. En un estado avanzado
Mn de deficiencia se desecan las acículas de la mitad de la planta hacia arriba, esta necrosis
puede comenzar de la parte media de la acícula, avanzando luego en ambas direcciones.
Las plantas deficientes en Mn se marchitan y tienen aspecto raquítico.

Los primeros síntomas de deficiencia de Zn observados en el campo son la hoja pequeña y


en roseta de los árboles frutales, lo que resulta en la reducción en tamaño de las hojas y de
Zn la longitud de los entrenudos. El pino de Monterrey de Australia presenta un síntoma bien
definido de esta deficiencia, la que consiste en el tope aplastado.
Figura 12.1. Síntomas de deficiencia nutricional en plántulas de P. caribaea var hondurensis a nivel de invernadero (tomado de Hernández
y Lombardo 1987).

226
12

de peat moss (55%), vermiculita (37%) y perlita de factores bióticos y abióticos de formación de
(8%) como sustrato, utilizando solución nutriti- suelos.
va. En estos estudios, las semillas se recolectan y
De acuerdo con Ladrach (2005), “la creencia de que
someten a un proceso de selección, desinfección
las coníferas acidifican los suelos parece estar basada
con cloro y agua al 10% durante 30 minutos, se
en la historia de Europa Occidental en donde durante
enjuagan con agua potable y se colocan en una cu-
los siglos 15, 16 y 17 los bosques naturales fueron
beta de imbibición por 24 horas; posteriormente
eliminados casi en su totalidad para obtener leña y
se plantan en bolsas de polietileno durante varios
madera para la construcción o fueron talados para
días dependiendo de la especie. El fertilizante de
convertirlos en zonas agrícolas. Durante los siglos 17
liberación lenta Micro Max (1 kg m-3 y Osmocote y 18, viendo que los bosques desaparecían y junto con
(3,5 kg m-3), se aplican en forma foliar tres veces a ellos sus beneficios como la caza, la madera para la
la semana (De León González, s.f.). construcción y para leña se comenzó a plantar conífe-
ras (abetos, alerce y pinos) mezclados con robles y ha-
Fertilización de mantenimiento yas, Los campesinos comúnmente iban a las planta-
de la plantación ciones a recoger las ramas caídas para leña y la hoja-
rasca de acículas de las coníferas como paja para los
Los pinos responden menos a la fertilización que animales. Después de muchas décadas de esta prácti-
los eucaliptos, aunque pueden mostrar incremen- ca de eliminación de hojarasca y sus nutrimentos, los
tos del 20% cuando se fertilizan en suelos pobres, investigadores del siglo 20 encontraron que los suelos
sobre todo cuando se adicionan P, K, Ca y Mg en debajo de las coníferas estaban empobrecidos y que
suelos de Brasil; en algunos casos, la aplicación de el pH era inferior al encontrado en los suelos de los
N puede ser perjudicial en el crecimiento y desa- bosques adyacentes”. El mismo autor menciona que
rrollo de los árboles ya que resulta en una reduc- bajo condiciones de suelos ácidos y básicos, tanto
ción y compresión de las traqueídas y fibrotraquei- en Borneo como en México y Centro América, se
das (Hagg 1983). La adición de P y K tiene efectos encuentran pinos creciendo de la misma manera y
positivos en el crecimiento y la concentración de adaptados a las condiciones ambientales, sin que
la celulosa (Malavolta et al. 1966, mencionado por tienda a cambiarse las propiedades de los suelos,
Ferreira et al. 2001). sino más bien adaptándose a las mismas. Lilien-
fein et al. (2000) mencionan que la sustitución de
Acidificación y encalado vegetación de Cerrado por P. caribaea Morelet en
del suelo en plantaciones de Oxisoles de Brasil no permite observar cambios en
la fase sólida del suelo, aunque las concentracio-
coníferas
nes de metales en la solución del suelo bajo pino
Frases como “sembrar pinos acidifica y esteriliza el indican que con este tipo de cobertura se lavan
suelo” o “los pinos acaban con los suelos por cuanto más elementos, lo que puede conducir eventual-
producen acidificación, lo que impide el desarrollo de mente a la acidificación del suelo.
cualquier otro tipo de vegetación” surgen en Europa En general, en varios artículos se mencionan in-
cuando se compara las características de suelos crementos en la acidez de los suelos reforestados
en bosques sin coníferas contra suelos plantados con coníferas, aunque en la mayoría de los casos,
con coníferas, en vez de comparar el suelo antes y las reducciones de pH fueron temporales y los va-
después de plantar este tipo de especies arbóreas lores de acidez regresaron sus niveles previos poco
(Urrego 1996). Debe recordarse que el proceso de tiempo después de ser establecida la segunda rota-
podsolización, que efectivamente conlleva a la for- ción (Urrego 1996). En Nueva Zelanda, donde las
mación de suelos ácidos, no ocurre exclusivamen- plantaciones de P. radiata se ha establecido desde
te bajo vegetación de coníferas en suelos arenosos, los comienzos de siglo en suelos cuyo pH fluctúa
cuarcíticos y en climas de alta precipitación plu- entre 4,8 y 5,5, se ha determinado, después de 40
vial, sino que es el resultado de una serie amplia a 60 años (dos a tres rotaciones) y cuando éstos
227
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE CONÍFERAS: Pinus spp., Cupressus spp.

han sido inferiores a 4,0 que la especie es capaz de nitrato al suelo, debido a que la aplicación de altas
aumentar estos valores, atenuando la acidez exis- dosis de N inhiben la formación de la micorriza y
tente (Hill, 1984, mencionado por Urrego 1996). disminuyen la absorción del P aplicado.
En Chile P. radiata crecen en suelo de pH entre 4,2
y 5,8, sin que después de tres rotaciones se haya Pérdida de nutrimentos por
detectado incrementos en la acidez o disminucio- erosión del suelo
nes en la productividad (Urrego 1996).
Existen varios factores que hacen de las coníferas
En latosoles ácidos e infértiles, profundos, areno-
una especie idónea para la conservación de suelos.
sos y bien drenados de acuerdo con Fernández y
En suelos erodados, compactados, pobres en ma-
Moraes 1976, mencionados por Carvalho et al.
teria orgánica y nutrimentos, las confieras pueden
(1983), la aplicación de 6 t cal ha-1 a plantaciones
crecer a ritmos acelerados y a los pocos años ayu-
de P. caribaea var bahamensis causa un efecto sig-
dar en el control de la erosión, proporcionando
nificativo en el crecimiento de los árboles entre el
cobertura y materia orgánica, reduciendo la esco-
segundo y noveno año de la plantación, mientras
rrentía y mejorando la infiltración. De hecho, los
que cantidades mayores de cal causaron un efec-
bosques naturales de coníferas en Centro América,
to negativo. Simües et al. 1970, mencionado por
se encuentran en suelos de montaña, pedregosos,
Carvalho et al. (1983), indica que dosis de 3 t ha-1
poco profundos e infértiles, donde otras especies
de cal tuvieron un efecto significativo sobre el cre-
forestales no prosperan económicamente.
cimiento de los árboles, tanto en ausencia como
en presencia de la aplicación de fósforo.
Efecto del abono sobre la
Nutrición, fertilización y calidad de la madera
asociaciones micorrízicas Santos et al. 1967, mencionado por Carvalho et al.
(1983), encontraron un aumento no significativo
La presencia de ectomicorrizas en plantaciones
de la concentración de N, P y K sobre el grosor de
de pino, puede traer ventajas como una mayor
las paredes de las traqueídas (TRAQ) de P. elliottii.
tolerancia a enfermedades y a exceso de metales
En ese sentido, se evidenció una reducción en la
pesados. La colonización de las micorrizas es muy
compresión y densidad de las TRAQ y fibrotra-
sensible a los cambios del suelo y debe hacerse
queidas (FTRAQ) cuando se elevó el nivel de N,
cuando se introduce el pino a un sitio nuevo, o
mientras que se observó un aumento en la com-
cuando el suelo por alguna razón no tiene mico-
presión de los TRAQ y FTRAQ con la adición de
rrizas nativas (Carlson 1994). Cuando se introdu-
P y K y un incremento en el grosor de las TRAQ y
jeron los pinos en Costa Rica (Vega 1964) y Brasil
una disminución de la densidad de las FTRAQ con
(Carvalho et al. 1983), estos presentaban un cre-
la adición de K. Resultados semejantes encontra-
cimiento muy pobre, se tornaban cloróticos con
ron Malavolta et al, 1968, mencionado por Carval-
síntomas de deficiencia de P y posteriormente mo-
ho et al. 1983, es decir, que altos niveles de N cau-
rían, lo que obligó a introducir las micorrizas.
san una merma en la compresión de los elementos
El efecto de las micorrizas en las diferentes especies fibrosos y la densidad de las células, efectos que
de pino es mayor cuando se plantan en suelos po- para el K y el P no fueron bien definidos; el S
bres que cuando se utilizan sitios de fertilidad mo- provocó un aumento en el contenido de celulo-
derada a alta; sin embargo, este efecto no siempre sa. Simües, 1981 (mencionado por Carvalho et al.
es así (Tomazello y Krügner 1980, mencionado por 1983) presenta datos de un ensayo de fertilización
Carvalho et al. (1983). Richards y Wilson (1963) y mineral de una plantación de P. oocarpa de 8 años
Fowells y Graus (1959) mencionados por da Costa y afirma que las condiciones locales no causaron
et al. (1972), mostraron que en plantaciones de P. una respuesta a los tratamientos con NPK más Ca
caribaea y de P. taeda, se reducía la presencia de y Mg y tampoco un efecto significativo en la varia-
micorrizas conforme se aumentaba la adición de ción de la densidad de la madera.
228
12

NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN POR ESPECIE

Figura 12.2. Bosque natural de P. caribaea en Honduras.

Pinus caribaea
sta especie se emplea en planes de vial, desencadenan la muerte súbita en plantacio-
reforestación debido a su plasticidad nes de pino en Monagas, Venezuela.
ecológica, adaptabilidad a condiciones
adversas, fácil manejo y crecimien- Desde el punto de vista nutricional, el crecimien-
to rápido. Como conífera, habita en suelos poco to de P. caribaea se ve afectado positivamente por
fértiles, aunque las plantaciones establecidas en niveles adecuados de Cu (Ortega 1986; Vázquez
sitios muy degradados y marginales no presentan 1987) y valores de pH neutros (Vázquez 1987).
los rendimientos que corresponden al potencial Además en Costa Rica se observó una correlación
de la especie (Herrero et al. 2004). Crece en ro- positiva entre el aumento en la altura de los árbo-
dales naturales en varias regiones bajas de Centro les y los contenidos de Ca y Mg en el suelo (Zamo-
América (Figura 12.2). ra 1986). En Oxisoles y Ultisoles de Venezuela las
variables que más se asociaron positivamente con
Calidad de sitio: En diferentes regiones del tró- el índice de sitio fueron el porcentaje de arena (A)
pico americano se ha correlacionado la incidencia y la conductividad eléctrica (B) del horizonte B y
de variables ambientales sobre el índice de sitio de en forma negativa, el contenido de N en el hori-
P. caribaea, incluyendo las características físicas y zonte A (C), de acuerdo a la ecuación IS = 9,056
químicas de los suelos (Isolán 1972; Tobar 1976; + 0,106A + 0,852B – 52,737C (Tobar 1976).
Ortega 1986; Vázquez 1987; Vázquez y Ugalde
1994). En general, se considera que la productivi- Reciclaje de nutrimentos: Waterloo (1994),
dad de esta especie disminuye conforme aumenta trabajando en Mollisoles y Oxisoles del Pacífico
la altura de la plantación sobre el nivel del mar Polinesio, indica que los requerimientos nutricio-
(Vásquez 1987; Vásquez y Ugalde 1994) y algunas nales de P. caribaea son mayores antes del cierre
propiedades físicas del suelo, como el mal drena- del dosel de la plantación, reduciéndose marcada-
je, nivel freático cercano a la superficie, densidad mente entre los 6 y 11 años. Lo anterior se atribu-
aparente alta, o poca profundidad efectiva (< 80 ye a la liberación de nutrimentos, producto de la
cm) pueden limitar su crecimiento (Isolán 1972; muerte del sotobosque que ocurre al cerrarse el
Ortega 1986; Vásquez 1987; Zamora 1986). Már- dosel (especialmente K), así como al reciclaje de
quez et al. 1994 mencionan que texturas gruesas, nutrimentos proveniente de la adición de hojaras-
son la causa de la baja retención de humedad del ca (5-9 t ha-1 año-1) que puede aportar cantidades
suelo, lo que aunado a la escasa precipitación plu- significativas de Ca, Mg y B. Más del 70% de los
229
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE CONÍFERAS: Pinus spp., Cupressus spp.

residuos de P. caribaea se descomponen sobre el mentos de la biomasa y del mantillo en plantacio-


suelo entre los 18 y 20 meses, liberándose el 60% nes de P. caribaea en Brasil y Nigeria puede obser-
del K en los primeros 3 meses y menos del 50% varse en el Cuadro 12.8. De acuerdo con Waterloo
del N, Ca, P y Mg hasta los 18 meses después por (1994), la extracción de nutrimentos de P. caribaea
lo que estos elementos tienden a acumularse en en plantaciones de Fiji fue del orden de 235 N,
el suelo. 30,5 P, 132,6 K, 102,6 Ca, 66,7 Mg, 1,6 Zn, 14,4
Mn y 0,30 B kg ha-1; en general, el máximo de ab-
Niveles de deficiencia foliar: Los niveles folia-
sorción de los elementos Mg y P se alcanza al año
res de deficiencia, marginales y adecuados para
11, mientras que el de N, K, Ca no se logra aún al
la especie, fueron definidos por Boarmann et al.
año 16 (Figura 12.3). Para la misma especie, Graff
(1997) y se incluyen en el Cuadro 12.7.
(1982) menciona que la extracción de 200 t ha-1
Cuadro 12.7. Valores tentativos para interpretar niveles foliares de (71% del total) de madera como pulpa para papel
nutrimentos en plantaciones de P. caribaea (adaptado de Board- en Surinam puede remover 576 kg N (6%), 36 kg
mann et al. 1997). P (22%), 506 kg K (30%), 1218 kg Ca (37%) y 99
kg Mg (24%).
Elemento Deficiente Marginal Adecuado
N (%) <0,80 0,9 1,29 Fertilización en vivero: La adición de 4 aplica-
ciones de fertilizante foliar al 1% de 10 macro y
P (%) <0,06 0,17
micro nutrimentos con intervalos de un mes en
K (%) <0,3 plántulas de P. caribaea en dos tipos de suelo (ro-
jos y derivados de pizarras), aumentó el peso de
S (%) 0,03 0,089
las plántulas y duplicó el Mg foliar, efecto que es
Ca (%) <0,11 más notorio en los suelos derivados de pizarras.
Mg (%) <0,80 En suelos ácidos, franco arcillosos y poco profun-
dos de Pinar del Río, Cuba, la adición de 1 g por
Cu (ppm) <2,0 7.3 plántula de 8-10-10 después de germinada la se-
Zn (ppm) 21-55 milla favoreció el desarrollo de los arbolitos (He-
rrero et al. 1985). Si la especie se introduce a un
B (ppm) 4-5 <10 33
sitio nuevo, debe inocularse con micorrizas, para
lograr su prendimiento y un mejor crecimiento
(Vega 1964).
Con el fin de determinar el efecto de algunas varia-
bles edáficas sobre la incidencia del efecto conoci- Fertilización en etapa de crecimiento rápido:
do como “rabo de zorro” en P. caribaea (crecimien- En suelos ácidos, franco arcillosos y poco profun-
to dominante del meristemo apical), Liegel (1981) dos de Pinar del Río, Cuba, Herrero et al. (1985)
realizó un estudio en Ultisoles de Puerto Rico. El recomiendan la adición de 50 kg ha-1de N, de P y
autor encontró que la mayoría de los nutrimentos de K durante los primeros 4 años de crecimiento
en el suelo se encontraban sobre el nivel crítico re- de la plantación, lo que redunda en incrementos
querido por la especie, mientras que el contenido significativos y económicos en volumen de made-
de B se redujo durante la estación seca y parece ra (Cuadro 12.9).
asociarse con este tipo de daño. Al establecerse
regresiones entre los contenidos de los elementos Loaiza (1967), observó que en suelos de baja fer-
y el incremento medio anual en altura, se encon- tilidad en Turrialba, Costa Rica, la adición de 30
tró que las concentraciones de Al, B, Ca, Mn y P g por árbol del fertilizante 14-14-14 cada 15 días
son las que mejor predecían el comportamiento después del trasplante en plantaciones de P. ca-
de esta variable. ribaea var. hondurensis, alcanzaron un crecimien-
to promedio acumulado en altura fue de 52 cm
Absorción de nutrimentos: La cantidad de nu- con fertilización y 42 cm sin fertilizante en seis
trimentos inmovilizados en diferentes comparti- meses (ganancia neta de 7%). De manera similar,
230
12

Cuadro 12.8. Nutrimentos en los diferentes componentes de la biomasa y del mantillo asociados a plan-
taciones de P. caribaea en regiones tropicales (adaptado de Salas 1987).

Edad Peso
Componente N P K Ca Mg
plantación seco
(años) (kg ha-1)
Hojas 7.200 87 10 13 50 6

6 años, Ramas 5.100 11 2 2 3 2


Brasil Tronco 46.800 84 19 30 19 16
Corteza 6.900 15 2 1 6 1
Hojas 9.836 92 4 71 33 17
Ramas 8.287 26 2 12 17 6
Tronco 35.958 83 4 36 40 14
6 años,
Corteza 7.893 20 1 6 8 3
Nigeria
Raíces 15.600 39 2 31 22 9
Mantillo 3.700 18 9 7 4
Total 81.274 279 12 137 126 62
Hojas 20.233 126 6 152 71 36
Ramas 16.752 52 2 30 32 8
Tronco 76.488 138 8 61 61 23

10 años, Corteza 20.951 59 2 15 23 6


Nigeria Raíces 34.149 82 7 68 65 27
Ramas muertas 2.704 7 2 4
Mantillo 19.710 89 2 47 39 14
Total 190.990 598 27 375 296 116

Cuadro 12.9. Efecto de la aplicación de fertilizante sobre el crecimiento de P. caribaea var. caribaea por
cuatro años consecutivos en suelos ácidos de Pinar del Río, Cuba (tomado de Herrero et al. 1985).

Urea Superfosfato KCl Altura DAP V Incr. V


Tratamiento
g por planta m cm m ha-1
3

N0P0Ko 0 0 0 6,4 13,4 55,2


N50P50K50 109 109 83 9,8 16,6 115,3 60,2
N100P100K100 218 218 166 9,6 17,7 128,3 13,0

en Colombia, Kane (1992) observó que en suelos 5 g de bórax por árbol (4,2 kg ha-1) a la siembra o
ácidos, infértiles y bien drenados, con eliminación inmediatamente después de la misma.
de malezas con herbicidas, la aplicación de 80 g
por árbol de 12-24-12 a los dos meses después del El efecto de la adición de P a esta especie en sue-
trasplante, causó un volumen tres veces mayor y los ácidos, también fue estudiado por Kane y Vale
un aumento en altura, en comparación con otras (1994). En este caso, a los dos meses después de
parcelas a las que no se les fertilizó, a los 20 me- la siembra, se aplicó y se incorporó con rastra el P
ses después de la aplicación; sin embargo, la fer- en una franja de 1 m de ancho; 20 meses después
tilización en franjas con 90 g de N por árbol en se encontró que la adición de superfosfato a razón
forma de urea causó mortalidad. En Colombia, si de 50 kg ha-1 duplicó el volumen de madera (1,78
los suelos son de muy baja fertilidad, además se m3 ha-1), mientras que el testigo solo alcanzó un
recomienda la adición de 40 g de cal dolomítica y volumen de 0,92 m3 ha-1). Cuando el tratamiento
231
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE CONÍFERAS: Pinus spp., Cupressus spp.

consistió en adicionar la roca fosfórica a razón de las dos maneras, indica que la competencia limitó
50 kg ha-1 el volumen fue de 1,33 m3 ha-1 (45% el aumento de los rendimientos acorde con la me-
superior al testigo). La aplicación de P causó una joría del sitio, lo que implica una disminución del
baja concentración foliar de K, lo que sugiere la turno de tala.
necesidad de aplicar K con el P.
En plantaciones de P. caribaea var. hondurensis en
la Yeguada, Panamá en latosoles muy degradados
Fertilización de mantenimiento en planta- y con serios problemas de erosión, se demostró
ciones: En suelos ácidos (pH H2O 4,2), franco ar- que una dosis de fertilizante 15-15-15 (57g por
cillosos y poco profundos de Pinar
del Río, Cuba, Herrero et al. (2004) Cuadro 12.10. Efecto de la aplicación de fertilizante en forma continua y alterna sobre
el crecimiento de P. caribaea var. caribaea a los 6, 8, 15 y 33 años después de su
mencionan que la especie responde adición en suelos ácidos de Pinar del Río, Cuba (tomado de Herero et al. 2004).
favorablemente a la aplicación de P,
aunque los mejores rendimientos se Fertilizante 8-10-10* Edad de la plantación (años)
obtienen con la adición de fórmulas g por
con N, P y K. En un experimento a kg ha-1 6 8 15 33
árbol
largo plazo en el que se adicionó al Altura árboles (m)
trasplante niveles crecientes de la
0 0 4,8 5,6b 11,0b 14,4a
fórmula fertilizante 8-10-10, en for-
300 333 4,8 5,6b 10,7b 13,2b
ma continua (años seguidos) y alter-
na (uno si otro no) por 5 años y se es- 600C 667C 5,5 6,8ab 12,4a 15,8ab
timaron las variables dasométricas a 600A 667A 5,4 6,6ab 12,8a 15,9ab
edades de 6, 8, 15 y 33 años de plan- 800C 889C 5,5 7,1ab 12,9a 15,9ab
tación, se encuentra que hubo una 800C 889C 5,3 6,8ab 13,0a 16,7a
respuesta significativa a la fertiliza- 1000C 1.111C 5,7 6,7ab 13,1a 17,8a
ción, con un máximo de respuesta a
1000A 1.111A 5,1 6,6ab 12,9a 16,3ab
los 15 años de edad el cual se atenúa
Diámetro árboles (cm)
hacia los 33 años por falta de raleo.
En términos económicos, las dosis 0 0 7,2b 8,7b 14,1b 21,8
más altas permitieron obtener mayo- 300 333 7,9ab 8,6b 14,1b 20,3
res volúmenes de madera mientras 600C 667C 8,6ab 10,1ab 15,9ab 21,9
que la dosis mínima es insostenible 600A 667A 8,4ab 10,0ab 16,4ab 22,2
(Cuadro 12.10). La adición de ferti- 800C 889C 8,9ab 10,3ab 16,9a 22,3
lizantes no causó diferencias signifi-
800C 889C 8,3ab 9,6ab 17,3a 23,8
cativas sobre la altura de los árboles
1000C 1.111C 9,2a 10,8a 17,4a 23,7
a los 6 años, sin embargo dos años
después se presentó un incremen- 1000A 1.111A 8,5ab 10,3ab 16,9a 23,5
to significativo en su altura con la Volumen de madera (m3 ha-1)
aplicación de 800 g NPK por árbol, 0 0 79,8b 253,4ab
lo que indica que la absorción de 300 333 82,0b 178,4b
nutrimentos en los primeros años 600C 667C 125,3ab 276,7ab
de crecimiento es lenta. A cualquier
600A 667A 144,6a 293,8ab
edad, la mejor respuesta en diámetro
800C 889C 137,5a 258,7ab
ocurre con la adición de 1.000 g de
NPK, ya sean la aplicación de forma 800C 889C 143,0a 311,0a
continua o alterna. La constancia de 1000C 1.111C 157,3a 335,3a
los incrementos (promedios anuales 1000A 1.111A 145,9a 305,2a
del volumen) con la aplicación 800 *El fertilizante aplicado fue la fórmula 8-10-10, la letra C indica todos los años y la
g en forma alterna y la de 1,000 g de letra A en años alternos.
232
12

Figura 12.3. Absorción de nutrimentos en plantaciones de P. caribaea de 7, 11 y 16 años de edad en Fiji (adaptado de
Waterloo 1994).
233
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE CONÍFERAS: Pinus spp., Cupressus spp.

árbol) más elementos menores (28 g por árbol) y cual se reflejó con mayor amplitud en términos de
boro (14 g por árbol) aumenta un 40% la sobrevi- área basal que de altura dominante de los árboles
vencia y un 244% el crecimiento de los árboles 4 años después de aplicados los tratamientos (Cua-
hasta el cuarto año. El diámetro responde más que dro 12.11). Resultados parecidos se encontraron
la altura a la fertilización fosfatada; el mejor vo- cuando se aplicó tratamientos similares a plántu-
lumen (45 m3 ha-1), se encontró con la adición de las de 10 meses y luego a los 19 meses de edad en
340 g de roca fosfórica por árbol a los 8 años y 8 el mismo sitio (Sundralingman y Ang 1974)
meses de evaluación (Dyson 1995). Lim y Sundra-
P. caribaea también responde positivamente a la
lingman (1974) también encontraron en Malasia
una respuesta significativa del pino caribeño de adición de P y cal en suelos ácidos. Simões et al.
6 años a la adición de P y más aún a la de NP, la (1970), mencionados por Carvalho et al. (1983)
mencionan una respuesta a la aplicación de
Cuadro 12.11. Efecto de la adición de P, N y B en la altura y el área basal 100 kg ha-1 de P2O5 y una menor respuesta
a los 4 años de la adición en plantaciones de P. caribaea var hondurensis
en suelos ácidos de Malasia (adaptado de Lim y Sundralingman 1974).
para 20 kg ha-1 de K2O y el nitrógeno con
aplicaciones 60 kg ha-1 y a 3 t cal por ha. Ca-
Incremento entre 1971 y pitán et al. 1982, mencionados por Carvalho
1974 et al. (1982), observaron efectos semejantes
Tratamiento Altura Área basal en P. oocarpa, P. caribaea var bahamensis y
(g por árbol) dominante (cm2) P. caribaea var. hondurensis, adicionando P y
(cm) dolomita, mientras que aplicaciones de N y K
Testigo 88,4 a 17,6 a
retrazaron el crecimiento; los mismos autores
encontraron resultados positivos a la aplica-
P (95 g) 182,9 b 36,5 b ción de NPK más dolomita después de los 37
P (95 g) + N (78 g) 185,9 b 55,6 c meses de la aplicación de los tratamientos, y
de NPK, dolomita y micronutrimentos para P.
P (95 g) + N (78 g) + B (11 g) 192,0 b 55,6 c
caribaea var hondurensis.

Pinus oocarpa

Figura 12.4. Bosque de P.oocarpa en laderas de Honduras.

Calidad de sitio: Aunque esta especie crece en temperatura media anual entre 15-22°C y una ele-
suelos poco fértiles, tiende a dominar en las for- vación entre 500-2.000 msnm (Figura 12.4). Bajo
maciones bosque seco y húmedo del piso monta- condiciones naturales se la encuentra en suelos
no bajo, con precipitaciones entre 800-2.000 mm, tan variados como los lateríticos rojos, así como
234
12

Cuadro 12.12. Producción de biomasa (t ha-1 y %) en P. oocarpa


a diferentes edades (tomado de Castro et al. 1980, menciona-
dos por Poggiani et al. 1983).
derivados de granito (arenosos) o calizas. Para lo-
Componentes 8 años 14 años 18 años
grar rendimientos adecuados, la especie requiere
de suelos de más 100 cm de profundidad, con 5,9 5,3 6,6
Acículas
poca pedregosidad y además una fertilidad me- 5,7% 4,2% 3,8%
dia a alta (Valdés et al. 1994; Revolorio 1996). En 10,1 11,1 15,4
Ramas
plantaciones de P. oocarpa con edades entre 30 y 9,9% 8,9% 9,0%
50 años en la Sierra de las Minas, Guatemala, se 16,0 16,4 22,0
encontró que las principales variables edáficas y Copa
15,6% 13,1% 12,8%
topográficas relacionadas con el crecimiento de
15,5 15,6 19,2
los árboles (según el coeficiente de correlación res- Corteza
pectivo) fueron las siguientes: la profundidad efec- 15,2% 12,5% 11,2%
tiva (72,2%), la forma de la pendiente (67,7%), la 70,6 92,9 130,7
Madera
concentración de K disponible entre 0 y 10 cm de 69,2% 74,4% 76,0%
profundidad (57,6%), la erosión sufrida (-54.2%) y 86,0 108,5 150,0
la pedregosidad superficial (-51.6%). Los hallazgos Tronco
84,4% 86,9% 87,2%
de Stiff et al. (1991) igualmente demuestran que
102,1 124,9 172,0
el crecimiento de esta especie es mayor en condi- Total
100% 100% 100%
ciones de piedemonte donde la disponibilidad de
agua y nutrimentos es mayor, que en las cimas y
las laderas donde los suelos son menos profundos pa de 8, 14 y 18 años, se incluyen en el Cuadro
y el viento afecta negativamente el desarrollo de 12.13, notándose que en los árboles más jóvenes
los árboles. En apariencia, una disponibilidad me- los valores de NPK en las acículas corresponden
dia a alta de P, Ca y K favorece el buen desarrollo alrededor de un 30 a 40% del contenido total de
de la especie, aunque debe recordarse que estos los elementos dentro del árbol. El aumento de los
elementos también tienen interacciones entre sí nutrimentos no es directamente proporcional al
que pueden afectar la absorción de ellos en forma incremento de la biomasa, pues la relación nutri-
individual. mento/biomasa disminuye con el envejecimiento
de la plantación; por ejemplo, a los 8 años para
Varios autores, citados por Poggiani et al. (1983), cada kg de materia seca hay 5,8 g de nutrimentos
constataron a nivel de laboratorio y de campo, y disminuye a los 18 años donde es de 4,4 g por kg
que P. oocarpa presenta buena resistencia a perío- de materia seca (Castro et al. 1982, mencionados
dos secos, así como que esta especie tiende a man- por Carvalho et al. 1983).
tener el suelo más húmedo que P. caribaea var.
hondurensis durante la estación seca. Datos recopilados por Poggiana et al. (1983), no
muestran una variación significativa en la can-
Reciclaje de nutrimentos: En el Cuadro 12.12 tidad de acículas depositadas sobre el suelo en
se presenta la distribución de asimilados (bioma- las plantaciones de P. oocarpa de diferente edad
sa) en los diferentes tejidos de P. oocarpa a dife- (Cuadro 12.14). Probablemente este fenómeno se
rentes edades plantado a una densidad de 2x2; en debe que, en relación a otros pinos, P. oocarpa es
las edades comparadas, se nota que la proporción la especie que menos residuos deposita (Cannon
de copa disminuye con la edad (15,6 a 12,8%), 1983).
mientras que el del tronco aumenta del 84,4 al
87,2%. En total, P. oocarpa absorbe cantidades Fertilización en vivero: En un estudio a nivel de
N>K>Ca>Mg>P exportándose 57,9% de lo nu- vivero en el que se plantó el P. oocarpa sobre eras
trimentos como biomasa de madera (Carvalho et construidas en un Vertic Eutropepts, Peña (1979)
al. 1983). encontró que la respuesta de la especie a la adi-
ción de 0-130–260 kg ha-1 N y de 0-175–350 kg
La cantidad total de nutrimentos acumulada en los ha-1 P2O5, no fue significativa en ninguno de los
diferentes compartimientos de árboles de P. oocar- parámetros evaluados a la adición de N, mientras
235
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE CONÍFERAS: Pinus spp., Cupressus spp.

Cuadro 12.13. Contenido de nutrimentos de los componentes arbóreos de P. oocarpa en diferentes


edades (tomado de Castro et al. 1982, mencionados por Carvalho et al. 1983)

Elementos (kg ha-1)


Componentes Edad
N P K Ca Mg Fe Mn Zn
8 92,8 7,0 31,5 10,7 5,1 1,4 1,3 0,1

Acículas 14 81,8 4,2 26,4 11,0 3,6 1,6 1,2 0,1

18 99,7 5,1 28,6 13,1 4,8 1,2 1,5 0,1

8 37,3 2,5 20,7 11,7 4,5 0,7 1,0 0,1

Ramas 14 26,9 2,0 17,9 12,9 3,7 0,6 1,2 0,3

18 31,8 2,3 16,5 13,4 4,3 1,0 1,5 0,1

8 130,1 7,5 52,2 22,5 9,6 2,1 2,3 0,2

Copa 14 107,9 6,2 44,5 23,9 6,3 2,2 2,4 0,4

18 131,5 7,4 45,1 26,5 9,1 2,2 3,0 0,2

8 46,6 2,5 18,1 18,9 3,3 1,1 0,5 0,1

Corteza 14 35,4 2,2 19,5 13,4 3,3 1,2 0,5 0,4

18 50,2 3,3 20,2 13,1 5,8 1,3 0,9 0,4

8 93,9 8,5 63,5 36,0 0,2 1,7 3,9 0,5

Madera 14 96,6 8,3 67,8 66,0 15,8 1,3 6,0 0,5

18 149,0 9,1 80,3 83,6 22,3 1,6 8,6 0,8

8 140,5 11,0 81,6 54,9 15,3 2,8 4,4 0,6

Tronco 14 132,0 10,5 87,1 79,4 19,1 2,5 6,5 0,9

18 199,2 12,4 106,5 96,7 28,1 2,9 9,5 1,2

8 270,6 18,5 133,8 77,4 24,9 4,9 6,7 0,8

Total 14 239,9 16,7 131,6 103,3 25,4 4,7 8,9 1,3

18 330,7 19,8 151,6 123,2 37,2 5,1 12,5 1,4

Cuadro 12.14. Cantidad de acículas depositadas sobre el suelo en plantaciones de P. oocarpa de


los 9 y 19 años de edad y sus respectivos contenidos nutricionales (tomado de Poggiana et al.
1983).

Acículas kg ha-1
Edad
depositadas
(años) N P K Ca Mg
(t ha-1)
9 19,2 143,0 8,2 19,6 37,4 9,8
19 17,7 174,1 7,5 11,5 32,3 8,0

236
12

Cuadro 12.15. Altura total de P. oocarpa y E. grandis en función de la aplicación de 10-30-


10 y bórax en Andisoles de Colombia, un año después de la aplicación del fertilizante
(tomado de Ladrach 1980b).
Tipo y cantidad (g / árbol) de Ladrach (1974, 1980b) encontró
fertilizante aplicado Altura total de los que 3 años después de la adición
Especie
árboles (m)
10-30-10 Bórax del fertilizante, ocurre una res-
Pinus oocarpa 0 0 0,4 puesta altamente significativa en
50 5 0,7
volumen (181%) y altura de los
árboles a la adición de la prime-
100 5 0,8
ra dosis comparada (8 kg ha-1 P
Eucalyptus grandis 0 0 0,9
y 350 kg ha-1 Ca), dando mejores
50 5 1,5 resultados la incorporación de los
100 5 1,7 productos en la corona alrededor
del árbol antes de la siembra, que
que se presentó respuesta significativa cuadrática su distribución sobre la superfi-
del crecimiento y lineal de la concentración foliar cie del mismo (Cuadro 12.15). Cannon (1981b)
del elemento a la adición de P, notándose un efec- encontró que la aplicación de 5 g bórax por árbol,
to sinergístico positivo de la interacción N-P en causó un incremento en altura del 81%.
variables como peso seco de la biomasa aérea y la
concentración de P en la raíz. También en Andisoles, Medina (1974) observó un
aumento significativo del crecimiento de P. oocar-
Fertilización al trasplante: En Andisoles de pa, con la adición de P al momento del trasplan-
Colombia, suelos de una elevada capacidad de te. La respuesta se evaluó a los dos años luego de
retención de P, al comparar la aplicación de va- iniciada la aplicación. La mayor altura (2,1 m) se
rias fuentes de fertilizante y de cal en P. oocarpa, obtuvo con 300 kg ha-1de P2O5 en el momento del
trasplante, mientras que con la misma dosis de
fertilizante adicionado seis meses luego del tras-
plante la altura promedio fue de 1,7 m. Otras do-
sis de P al trasplante (100 y 200 kg ha-1) fueron
mejores que la adición de P a los 6 meses.

Pinus patula

Calidad de sitio: En Andisoles de Colombia, se


acostumbra estimar la altura dominante de los ár-
boles de P. patula a la edad de 15 años (IS15), lo que
permite identificar cuatro clases de índice de sitio,
a saber: Clase I > a 25 m, Clase II 22-25 m, Clase
III 19-22 m y Clase IV < 19 m (Córdoba 1985).
La especie es originaria de México y evolucionó al
igual que el P. radiata en condiciones de pH entre
4,5 a 6,0 y se desarrolla bien a alturas sobre los
1.000 msnm (Urrego 1996). En la Figura 12.5 se
observa una plantación joven de P. patula, nótese
la hojas caídas, en la Sierra del Ecuador.
Niveles de deficiencia foliar: Los niveles folia-
Figura 12.5. Pinus patula en plantaciones de la Sierra de Ecuador. res de deficiencia, marginales y adecuados para
237
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE CONÍFERAS: Pinus spp., Cupressus spp.

la especie, fueron definidos por Boarmann et al. mente sobre de las mismas (Vélez 1981).
(1997) y se incluyen en el Cuadro 12.16.
Bajo condiciones de invernadero, León y del Va-
lle (1985) encontraron que P. patula plantado en
Cuadro 12.16. Valores tentativos para interpretar niveles foliares de nu-
trimentos en plantaciones de P. patula (adaptado de Boardmann et al. Andisoles en Colombia no respondió en altura
1997). a la adición de 0, 50 y 100 kg ha-1 N ni de 0,
10 y 20 kg ha-1 K, aunque sí lo hizo significati-
Elemento Deficiente Marginal Adecuado
vamente a la adición de 0, 60 y 120 kg ha-1 P;
N (%) 1,04-2,11 los autores tampoco encontraron respuesta a las
P (%) 0,09-0,13 0,16-0,22 interacciones NP, NK, PK y NPK. En el mismo
K (%) 0,13-0,36 trabajo, se menciona que los contenidos foliares
Ca (%) 0,19-0,50 de N entre 1,04 y 1,32% fueron suficientes, los
Mg (%) 0,04-0,12 de P entre 0,09 y 0,13% cercanos al nivel de defi-
Cu (ppm) 1,2-3,6 ciencia, mientras que los de K entre 0,19 y 0,36%
Zn (ppm) 11-35 fueron deficientes (Figura 12.6). En todos los
Mn (ppm) 210-1.770
tratamientos donde no se aplicó P se evidenció
Fe (ppm) 10-77
la quemazón de las agujas basales, una fuerte
B (ppm) 10-30
disminución en el crecimiento, agujas pequeñas
y casi nula formación de ramas, síntomas carac-
terísticos de la deficiencia de este elemento.
Fertilización en vivero: A pesar de que la apli-
cación de urea tiene poco efecto sobre el compor- La adición de 4 aplicaciones de fertilizante foliar
tamiento de P. patula en viveros, la adición de 20 al 1% de 10 macro y micro nutrimentos con in-
g m2 de urea con 400 g m2 de calfos permite obte- tervalos de un mes en plántulas de P. patula en
ner plántulas de tamaño óptimo en Andisoles de dos tipos de suelo (rojos y derivados de pizarra),
Colombia, sin necesidad de adicionar K; se reco- aumentó el peso de las plántulas y se duplicó el
mienda aplicar el fertilizante en líneas (10-30-10 o contenido foliar de Zn, efecto más notorio en los
roca fosfórica) y sembrar las plántulas inmediata- suelos derivados de pizarras (Baari 1990).
Reciclaje de nutrimentos: Lundgrenn (1978),
Variable Valor mencionado por Poggiani et al. (1983), encontró
en una plantación P. patula de 22 años (espacia-
pH 4,9
MO, % 20,8
CICE, cmol L-1 3,0
P, mg L -1
2

Figura 12.6. Crecimiento en altura total de P. patula en cada uno de los tratamientos comparados a nivel de vivero en
Andisoles de Colombia. Nótese que los tratamientos sin P se encuentran por debajo del testigo (tomado de León y
del Valle 1985)
238
12

miento de 2,5x2,5) una producción de biomasa Fertilización al trasplante: Mtui et al. (2005),
total de 560 t ha-1, de la cual las acículas represen- encontraron en Ngwazi y Misiwasi, África, que la
taban el 10% de la biomasa total. En Sur África, fertilización al trasplante con P y N en plántulas
Dames et al. (2002), al estudiar el reciclaje de nu- de un año en segunda rotación de P. patula, no
trimentos de P. patula de 42 años, evidenció que tuvo efecto en el crecimiento, pero la adición de
en el suelo y en los residuos sobre el suelo, existe N disminuyó el porcentaje sobrevivencia de 96 a
una alta reserva de N (1.442 kg ha-1) y el P (103 kg 89% en Ngwazi y la de P un incremento del diá-
ha-1) y niveles de cationes bajos. metro y altura de las plantas en Misiwasi.
Morris (1992) determinó la cantidad de nutrimen- Fertilización en etapa de crecimiento rápido:
tos del producto cosechado a los 17 años de edad, Trabajando en sitios Clase II (Industrias Forestales
la cual contenía 551 kg ha-1de N, 73 kg ha-1de P, Doña María Ltda. 1985), realizaron varios estu-
383 kg ha-1 de K, 238 kg ha-1 de Ca y 88 kg ha-1 de dios de campo para estudiar la respuesta a niveles
Mg. La tasa anual de aumento dentro de la bio- y fuentes de fertilización de P. patula con P y B; los
masa tiene el pico de los 6 a 8 años, cuando el estudios se iniciaron en plantaciones de 2 años, se
incremento de la copa es máximo. La cantidad monitorearon por 4 años en los que se midió como
máxima de nutrimentos de P. patula se encuentra variable dependiente la altura total de los árboles.
en el tronco, fracción que representa a la edad de 6 De esta manera, se encontró que P. patula respon-
años el 36% de la biomasa total y a los 14 un 62%. de significativamente en altura a la adición de 50
La extracción a la cosecha del tronco con la corte- kg P2O5 ha-1 y no a la adición de B ni a las inte-
-1
za a los 14 años de edad remueve 245 kg ha de N, racciones P-B (Cuadro 12.17). Al comparar fuen-
2 kg ha-1de P, 109 kg ha-1de K, 175 kg ha-1de Mg y tes de P, se encontró respuesta al mismo nivel de
136 kg ha-1de Ca. El proceso de tala, además pro- P2O5 pero no a las diferentes fuentes comparadas
duce un total de residuos de 2.555, 9.209, 10.562, (Cuadro 12.18) y al comparar fuentes y niveles de
10.827 y 11.775 kg ha-1 anual en
plantaciones de 6, 8, 10, 12 y 14 Cuadro 12.17. Respuesta en altura total (m) de P. patula de seis años de edad, después
años respectivamente (Malhotra de 4 años de la aplicación de niveles de P y B (tomado de Industrias Forestales Doña
María Ltda. 1985).
et al. 1987).
Niveles de P2O5 Niveles de B (kg ha-1 de bórax)
Bhartari (1986), estimó la produc- kg ha-1 g por árbol 0 2 4 6 Promedio
ción de materia seca y el reciclaje
0 0 3,9 4,0 4,1 4,2 4,0
de nutrimentos en plantaciones
50 25 4,9 5,0 4,5 4,8 4,8**
de P. patula a los 4, 6, 8, 10, 12 y
14 años; de esta manera, él encon- 100 50 3,3 3,8 4,0 4,1 3,8

tró que la cantidad de biomasa va 150 75 4,0 3,9 4,2 3,8 4,0
-1
de 31,12 a 125,97 t ha y que en Promedio 4,0 4,2 4,2 4,2
promedio, se deposita en el suelo
el 49% de N, 23% de P, 35% de Cuadro 12.18. Respuesta en altura total (m) de P. patula de cuatro años de edad,
K, 39% de Ca y 46% de Mg absorbidos. después de 3 años de la aplicación de fuentes de P (tomado de Industrias Fo-
Cabe entonces preguntarse si los aprove- restales Doña María Ltda. 1985).
chamientos totales en ciclos cortos, suce- Niveles de P2O5 Fuentes de fertilizante
sivos e intensivos, como los que utilizan
g por Roca Esc.
las compañías productoras de pulpa y pa- kg ha-1 15-38-10 Promedio
árbol fosfórica Thomas
pel, son capaces de sostener la fertilidad 0 0 3,7 3,9 4,2 4,0
natural o si el segundo y tercer turnos 50 25 4,1 4,5 4,9 4,5**
siguientes al primer aprovechamiento da-
100 50 4,3 4,5 4,3 4,4
rán los rendimientos requeridos.
150 75 4,4 4,5 4,9 4,6
Promedio 4,1 4,4 4,6

239
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE CONÍFERAS: Pinus spp., Cupressus spp.

B no se encontró diferencias para ninguno de los tiende a desaparecer a los tres años. En el caso
tratamientos (Cuadro 12.19). del P la respuesta dura por 6 años, para el K se ha
observado aún dos años después de la aplicación
Cuadro 12.19. Respuesta en altura total (m) de P. patula de cuatro
años de edad, después de 3 años de la aplicación de niveles y fuen-
y siguió habiendo aumento significativo en el cre-
tes de B (tomado de Industrias Forestales Doña María Ltda. 1985). cimiento a los 7 años.

Niveles de B Fuentes de fertilizante


Correia et al. (1971), mencionados por Carvalho
g por et al. (1983), observaron en Brasil, que después de
kg ha-1 Bórax Carborita Promedio
árbol
18-30 meses de aplicado el fertilizante, ocurre un
0 0 4,0 4,1 4,1
efecto positivo en el crecimiento de plantaciones
2 1 3,8 3,9 3,8
de P. patula en suelos de baja fertilidad; en este
4 2 3,8 4,2 4,0
caso se aplicó 32 g de P2O5 al hoyo en forma de
6 3 4,1 3,8 4,0
Promedio 4,0 4,0
superfosfato.

León y López (1994) encontraron que aplicacio-


Sin embargo, en otras plantaciones del mismo nes tardías de fertilizante en un suelo ácido, con
país, Escobar et al. (1999) encontraron respuesta saturación de Al alta, bajo contenido de P y Mg,
a la adición de 50 g de 10-30-10 + 10 g bórax por valores medios de Ca y K y alta concentración de
árbol, pero no a la adición de dolomita, gallinaza, materia orgánica, con un índice de sitio de 21 m
sulfato de amonio, cal y urea combinados con roca a una edad de 15 años en Colombia, no tienen un
fosfórica. León y López (1994) consideran que la efecto significativo en el crecimiento de P. patula;
adiciones de fertilizante a plantaciones de P. pa- los autores adicionaron 480 g de superfosfato, 120
tula en Andisoles del bosque húmedo montano g KCl y 20 g bórax en plantaciones de 4 años de
bajo de Colombia, son económicamente rentables edad, sin que se dieran efectos significativos a los
permitiendo tasas internas de retorno superiores 5,16 años. Sin embargo el promedio de las parce-
al 19,24%; sin embargo, se desconoce si estas en- las tratadas obtuvieron un volumen de 13 m3 ha-1
miendas serán suficientes para mantener la sos- más que el testigo, el incremento corriente anual
tenibilidad de las rotaciones cortas e intensivas a promedio aumentó de 27,5 a 30 m3 ha-1 año-1.
largo plazo que requieren las industrias de pulpa
y papel.
Sing et al. 1986, estudiaron el efecto de aplicar
NPK en plantaciones de 2 años de edad en Ooty,
Carlson y Soko (2000), observaron que la aplica- India y encontraron que los árboles de una altura
ción inmediatamente luego del trasplante de 25 menor a 2 m responden a 20 kg ha-1 de N y de 15
g de P por planta tiene un efecto positivo en el kg ha-1 de P2O5, mientras que árboles de más de 3
crecimiento inmediato y de más largo plazo en el m responden solo al N. En este caso la interacción
volumen de duramen del árbol y en ningún mo- NP no produjo respuesta significativa, la interac-
mento cambia la morfología y ramificación de los ción PK causó un efecto positivo en el crecimiento
mismos. Carlson (2000) también realizó otro estu- en los árboles menores a 2 m de altura y la inte-
dio en plantaciones de 8 años edad, ubicadas en racción NK tuvo un efecto antagónico.
suelos derivados de material parental cuarcíticos
y derivados de pizarra, con una densidad de 660
plantas por hectárea y con la aplicación de 150 kg
ha-1 de N, 150 kg ha-1 de P, 150 kg ha-1 de K y 140
kg ha-1 de Ca; se encontró que en los suelos de-
rivados de material parental cuarcíticos no hubo
respuesta a la fertilización con ningún elemento,
mientras en los suelos derivados de pizarra hubo
respuesta a corto plazo e inmediata al N, la cual
240
12

Pinus elliottii
Absorción y reciclaje de nutrimen-
tos: En plantaciones maduras la rela-
ción nutrimento/biomasa disminuye
con la edad (Carvalho et al. 1983). A
los 8 años, la copa representa (15,6%
de materia seca de la plantación) con
48% de N, 41% de P y un 39% de K,
mientras que a los 18 años la copa re-
presenta el 12,8% de biomasa con un
contenido de N del 40%, 37% de P y
un 30% de K. En el mismo lapso de
tiempo la contribución de la corteza
se reduce de 15,2 a 11,2 %. De acuer-
do con Reissmann y Wisniewski 2000
(mencionados por Ferreira et al. 2001),
la cantidad de nutrimentos absorbidos
de N oscilan entre 210 a 436 kg ha-1,
en P de 7 a 20 kg ha-1, en K entre 4 a
Figura 12.7. Árboles de avanzada edad de P. elliottii. (Foto: Ildefonso Talavera).. 73 kg ha-1, de Ca entre 16 a 140 kg ha-1
y de Mg de 4 a 27 kg ha-1. Delitti 1982,
Calidad de sitio: Esta especie presenta el me- mencionado por Poggiani et al. (1983)
jor crecimiento a 1.800-2.000 msnm (Chaturved observó en los árboles de P. elliottii con 14 años de
y Dwivedi 1982) y en suelos con más 70 cm de edad, un acúmulo de residuos de alrededor de 20
profundidad (Van Goor 1965/66, mencionado por t ha-1 con un contenido medio de nutrimentos por
Carvalho et al.1983). Goor 1965, mencionado por hectárea de 177 kg de N, 5,4 kg de P, 8,7 de K, 69
Ferreira et al. (2001), destaca la alta correlación en- kg de Ca y 10,1 kg de Mg. En el Cuadro 12.20, se
tre la calidad de sitio y las variables edáficas suma incluye la cantidad de macronutrimentos extraídos
de bases, especialmente la cantidad
de Ca+Mg, y el contenido de P to- Cuadro 12.20. Contenido de macronutrimentos en acículas de P. elliottii de 4 años de
tal. Menegol 1991 (mencionado por edad (tomado de Mello et al. 1960, citados por Carvalho et al. 1983).
Ferreira et al. 2001), encontró que
bajos tenores foliares de Mg y Zn se Elemento Unidades Hojas Ramas Tronco Raíces Total
asocian a bajos crecimientos en altu- Materia seca g 586 86 651 257 1.580
ra en la región de Telémaco, Brasil y
% 1,23 0,56 0,42 0,70 -
que los contenidos de N, Mg, Cu, K N
g 7,20 0,50 2,70 1,80 12,20
y Zn también correlacionan con la
altura a los 15 años de edad en P. % 0,08 0,08 0,06 0,07 -
P
elliottii (Figura 12.7). Otros autores g 0,47 0,07 0,39 0,18 1,11
asocian el bajo crecimiento en altura % 0,35 0,20 0,19 0,25
K
del P. elliotii con los niveles foliares g 2,05 0,17 1,23 0,61 4,09
bajos de Mg y Zn (Menegol 1991, % 0,21 0,01 0,13 0,17 -
mencionado por Ferreira et al. 2001) Ca
g 1,23 0,01 0,84 0,43 2,51
y se considera que el especie no se
% 0,12 0,10 0,12 0,10 -
adapta a los latosoles ácidos del tró- Mg
pico húmedo. g 0,70 0,08 0,78 0,25 1,81

241
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE CONÍFERAS: Pinus spp., Cupressus spp.

Cuadro 12.22. Descripción de síntomas de deficiencia foliar de nutrimentos en P. elliottii


(tomado de Malavolta et al. 1970 para macronutrimentos y de Lanuza 1966 para micro-
nutrimentos, ambos mencionados por Carvalho et al. 1983).
de una plantación de P. elliotii se-
Elemento Síntomas de deficiencia foliar
gún Mello et al. 1960, menciona-
dos por Carballo et al. (1983) en Se observa una reducción en el crecimiento, las acículas más
suelos ácidos del Brasil. viejas pierden el color verde y se vuelven amarillas, más tarde
el color amarillo aparece en las acículas más nuevas. Enseguida
N
las acículas más viejas desarrollan una coloración parda en las
Niveles de deficiencia foliar: puntas. Cuando la deficiencia está avanzada toda la acícula se
En el Cuadro 12.21, se incluyen ve “envejecida”.
los niveles de suficiencia de nutri-
mentos foliares según Carvalho Los síntomas aparecen primero en las acículas primarias y
P después en las secundarias, con un leve amarillamiento en las
et al. (1983). puntas, seguido por un color marrón
Cuadro 12.21. Limites de macronutrimentos
en las acículas para Pinus elliottii en planta- Las acículas más viejas presentan una coloración amarilla en las
K
ciones de Brasil (tomado de Carvalho et al. puntas, después tornan pardas y finalmente necróticas.
1983).
Al inicio se observa un color amarillo en las acículas comenzando
Niveles de por la base, posteriormente la acícula interna se muestra
Elemento Unidades Ca verde amarillenta con las puntas pardas, pierde la turgencia y
suficiencia
encorvamiento, seguido por un marchitamiento y caída. Muerte
N 1,06-1,79 de la yema terminal.
P 0,07-0,14
Decoloración de las acículas más intenso en las parte superior
K % 0,22-1,15 de la planta. En seguida aparece un color pardo rojizo que va de
Mg
la punta hacia el medio de la acícula. Los síntomas más severos
Ca 0,13-0,50
se encuentran cerca de las extremidades de las ramas.
Mg 0,05-0,17
B 4-28 Aparece en las acículas más nuevas, generalmente de color
verde pálido, en las hojas más viejas muestran síntomas de
Cu 3-7 S
secamiento. Las vainas de las acículas aparecen de coloración
Fe mg kg-1 42-468 rosácea, particularmente en el caso de las más viejas.

Mn 71-739 La acrecencia de B provoca una restricción de crecimiento de la


Zn 15-75 planta. Las acículas primarias son más cortas y crecen próximas
unas a las otras. Las raíces son más corta y más gruesa, con
las puntas hinchadas y de color marrón. Muerte del meristemo
B
Síntomas de deficiencia foliar: apical. Algunas acículas primarias pueden doblarse. En caso
La descripción de síntomas de contrario de una toxicidad presenta una clorosis con manchas
necróticas en las acículas. Reducción en el crecimiento. Un
deficiencia foliar en P. elliottii que marchitamiento que va de la parte de abajo hasta la cima.
se incluye en el Cuadro 12.22 es
un resumen de los trabajos de La deficiencia de Mn provoca manchas cloróticas en las acículas
primarias superior que se pliegan, mostrando una gota de
Malavolta et al. 1970 para ma- resina en el vértice del ángulo y marchito quedando la acícula
cronutrimentos y de Lanuza 1966 doblada y la mancha clorótica camina para la base y después
para micronutrimentos, ambos Mn se torna marrón, el meristemo apical puede morir. La toxicidad
muestra una ligera clorosis en la acículas primarias (semejante
mencionados por Carvalho et al.
a la carencia de Fe) correspondientes a los brotes terminales y
(1983). laterales, la clorosis se manifiesta después las demás acículas
entran en necrosis.
Fertilización en vivero: Simões
La deficiencia provoca que la acículas más cortas y más finas
et al. 1967, mencionados por Mo
de color verde pálido
Carvalho et al. (1983), encontra-
ron que la aplicación de diversos
elementos al sustrato de suelo 60 y 90 días de edad. Otros autores mencionan
arenoso causó un efecto significativo en el creci- que la adición de N en solución nutritiva causa
miento de las plántulas con la adición de 150 mg una respuesta lineal sobre el crecimiento de las
kg-1 P2O5 como superfosfato y aplicaciones con plántulas en vivero (Malavolta et al. 1970, men-
pulverizadores de Zn en ausencia del N a los 30, cionados por Carvalho et al. (1983).
242
12

Fertilización de mantenimiento en plantacio- el crecimiento de los árboles se perjudicó con adi-


nes: Veiga (1961), mencionado por Carvalho et al. ciones de N, mientras que la adición de P tuvo un
(1983), indica que la adición de cal acompañada efecto lineal sobre su crecimiento y la respuesta al
de N, P, y residuos orgánicos mejora el crecimien- K no fue significativa en ensayos de fertilización
to de los árboles de 2 años de edad. En cambio, de P. elliottii en un suelos ricos en materia orgáni-
Muniz et al. 1972 y Balloni et al. 1978, mencio- ca, N total, pH 4,4, alta CIC, baja en saturación de
nados por Carvalho et al. (1983) encontraron que bases y bajos en P de Brasil.

Pinus taeda

Figura 12.8. Plantación de 10 años de Pinus taeda en sistema silvopastoril con ganado Brangus y pasto
Axonopus spp en Misiones, Argentina. (Fotos: Florencia Montagnini).

Calidad de sitio: Chaturved y Dwivedi (1982), Reciclaje de nutrimentos: Las cantidades de


mencionan que el mejor crecimiento de la espe- nutrimentos exportados en el primer y segun-
cie ocurre en alturas de 1.800-2.000 msnm sien- do raleo de P. taeda, fueron estimados por Valei
do limitantes para su desarrollo los suelos deri- 1988, mencionado por Ferreira et al. (2001) y se
vados de areniscas y diabasas (con frecuencia presentan en el Cuadro 12.23. Las cantidades de
bajos en B disponible), aunque los árboles se ven nutrimentos exportados parecen mostrar porcen-
más afectados en su absorción de nutrimentos tajes bajos en relación al total de cada nutrimento,
en suelos sobre areniscas (Loso-Garicoits 1990, pero los porcentajes de K, Ca, Mg, Cu, Zn y B
mencionado por Ferreira et al. 2001). Aún más, exportados son relativamente altos y pueden ser
Reissmann et al.1990, mencionados por Ferrei- potencialmente limitantes en el crecimiento de
ra et al. (2001) mencionan que el contenido de rotaciones futuras.
nutrimentos foliares se eleva con la mejora en la
calidad del sitio. En la Figura 12.8 se presenta el En un estudio realizado por Haag et al. 1978,
buen crecimiento de P. taeda asociado con gana- mencionados por Carvalho et al. (1983), se en-
do en Misiones, Argentina. contró que la cantidad de nutrimentos deposi-
tados como residuos en plantaciones de P. taeda
son inferiores a las encontradas en los residuos
243
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE CONÍFERAS: Pinus spp., Cupressus spp.

Cuadro 12.23. Cantidad de biomasa y nutrimentos exportados


en raleas a los 7, 10 y 14 años de edad (madera comercial con
corteza) en plantaciones de P. taeda (adaptado de Valei 1988,
mencionado por Ferreira et al. 2001).
et al. (2001). Muniz et al. (1972) mencionan que
Edad (años) 7 10 14 la adición de N al trasplante causó un efecto ne-
gativo sobre el crecimiento y diámetro de los ár-
Materia seca ( t ha ) -1
11 36 49 boles, mientras que la adición de P tuvo un efecto
Macronutrimentos (kg ha-1) positivo notario y la interacción de N y P no fue
N 21,5 (4) 52,8 (7) 58,3 (7)
significativa.
P 1,7 (5) 5,2 (9) 4,4 (8)
K 9,5 (5) 24,0 (12) 22,7 (14) Cuadro 12.24. Cantidad de nutrimentos asociados a los resi-
Ca 9,7 (5) 31,9 (12) 41,3 (13) duos de plantaciones de P. taeda y E. citriodora (Haag et al.
1978, mencionado por Carvalho et al. 1983).
Mg 2,1 (5) 6,3 (10) 8,1 (11)

Micronutrimentos (g ha-1) Cantidad (kg ha-1) del manto


Nutrimento orgánico
Fe 533 (4) 2.019 (5) 2.237 (6)
P. taeda E. citriodora
Mn 528 (4) 1.233 (9) 1.592 (9)
Cu 50 (8) 120 (13) 181 (18) N 106,1 212,0

Zn 70 (7) 204 (14) 221 (13) P 5,0 8,9

B 103 (8) 296 (11) 362 (13) K 11,8 31,4


Ca 86,9 161,0
Mg 14,2 33,0
de plantaciones de E. citriodora (Cuadro 12.24), S 205,5 32,7
excepto para el caso de S.
B 0,3 0,6
Fertilización de mantenimiento en plantacio- Cu 0,1 0,2
nes: En suelos deficientes en K, Ca, Mg, N y P Fe 20,9 25,2
ocurre una disminución en el crecimiento de los Mn 11,0 14,7
árboles cuando se omite fertilizarlos con Mg, N y P
Zn 0,4 0,9
(Reissmann et al.1990, mencionados por Ferreira

244
12

Cupressus lusitanica

Figura 12.9. Plantaciones de ciprés (C. lusitanica) en el Altiplano de Ecuador y como barrera rompe viento
en praderas de kikuyo (Penicetum clandestinum) en Heredia, Costa Rica.

Calidad de sitio: El ciprés crece en forma natu- los, las propiedades físicas del mismo no parecen
ral en las montañas altas (800–3.000 msnm) y hú- afectar el crecimiento del ciprés. En otro estudio
medas (2.000–3.000 mm de precipitación), en un en la misma región, Del Valle (1976) encontró que
amplio rango de temperatura de la América Tropi- el 76% de la variación entre sitios está en función
cal. En general crece en suelos muy variados tales del N mineralizado, estimado en suelo fresco de
como Andisoles, Ultisoles e Inceptisoles, siempre acuerdo a la ecuación IS = X0,8033, mejorándose los
y cuando sean profundos (en suelos erosionados valores de correlación al expresar el N en kg ha-1
su crecimiento es lento), tengan buen drenaje y (de manera que se considere la profundidad del
fertilidad de media a alta (Figuras 12.9). La es- suelo y su masa real), que cuando estos se expre-
pecie no crece adecuadamente en suelos ácidos, san en términos de concentración (por ejemplo,
infértiles y poco profundos. ppm). Debe agregarse que bajo condiciones de
sombra de los árboles, se eleva la concentración
El crecimiento de plantaciones jóvenes de ciprés de N y se reduce el nivel crítico foliar requerido
situadas a pocos metros de distancia puede variar para obtener un crecimiento adecuado del ciprés
ampliamente entre 2 y 30 m3 ha-1 año-1, reflejando (Tschinkel 1972).
cambios importantes en el índice de sitio (IS). Al
menos el 72% de la variación mencionada puede Reciclaje de nutrimentos: Lundgrenn (1978),
explicarse en Andisoles de Colombia consideran- mencionado por Poggiani et al. (1983) cita que
do la pendiente del terreno en grados (P) y la con- para una plantación de 22 años con un espacia-
vexidad o concavidad topográfica (C), de acuerdo miento de 2,5x2,5 la biomasa total es de 240 t ha-1
a la ecuación de regresión IS = 9,28 + 0,133 C y la proporción con las acículas en relación la bio-
– 0,145 P (Fassbender y Tschinkel 1974). Las dos masa total es de 7%
variables mencionadas afectan indirectamente el Síntomas de deficiencia foliar: Tschinkel (1972),
crecimiento de la especie, ya que conllevan mu- empleando la técnica del elemento faltante en po-
chos factores causales con ellas; en forma direc- tes con suelo de origen volcánico, desarrolló los
ta, el factor edáfico del horizonte A que explica síntomas de deficiencia foliar en plántulas de ci-
el 63,5% de esa variación en el mismo estudio, es prés. Cuando no se adicionó N, el crecimiento de
el contenido de fosfatos de aluminio (X) según la las plántulas fue reducido, tenían pocas ramas y
ecuación IS = 5,29 + 0,144 X; en este tipo de sue- las escamas presentaban el tamaño normal, mien-
245
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE CONÍFERAS: Pinus spp., Cupressus spp.

tras que todo el follaje tenía una coloración verde ciprés sembrado en eras, a la adición de 0-130–260
amarillenta (2,5 GY 7/6). Sin P o con la adición de kg N ha-1 y de 0-175–350 kg ha-1 de P2O5 a nivel de
AlCl3, las plántulas no crecieron, las escamas tier- vivero, fue significativa al P, lo que causó un au-
nas eran normales pero de color verde oscuro, las mentó el crecimiento de la parte aérea y radical,
del tallo principal eran de color púrpura (2,5 R 7/2) grosor, diámetro y peso de biomasa, notándose un
y las viejas necrosadas, mientras que los rebrotes efecto sinergístico de la interacción N-P; el autor
y los tallos principales presentaban una especie de consideró como mejor tratamiento la aplicación
roseta terminal. La ausencia de K suprimió el cre- de 130 y 175 kg ha-1de N y P respectivamente.
cimiento y el tamaño de las escamas y en especial
Medina y Raigosa, citados por Medina (1974), es-
las ramas más viejas se notaban agobiadas; tam-
tablecieron un ensayo de fertilización en Andiso-
bién se notó un amarillamiento (5 Y 8/4) que se
les en Colombia y encontraron que el aumento
inicia en el follaje más viejo, llegándose a producir
en la altura causado por la fertilización con P en
necrosis en las puntas y a menudo hasta la base
el momento de la plantación fue altamente signi-
de las ramas secundarias, permaneciendo verde el
ficativo, en comparación con la aplicación hecha
tercio superior de la planta. La omisión de Mg no
a los seis meses. Igualmente fue significativo el
causó un deterioro en el crecimiento, aunque se
aumento en altura debido al efecto combinado de
presentó un amarillamiento casi dorado (5 Y 7/6
la edad de la plantación y la dosis de P. La mayor
a 5 Y 8/8) en las ramas más viejas. En el Cuadro
altura se obtuvo con la aplicación de 200 kg ha-1de
12.25 se presenta la concentración foliar de varios
P2O5, al fondo del hoyo al momento de iniciar la
elementos en plántulas de C. lusitanica.
plantación, a los dos años ya los árboles
Cuadro12.25. Concentración de nutrimentos en el follaje de plántulas de 14 alcanzaban 3,5 m de la altura en compa-
meses de C. lusitanica en arena como medio de cultivo (tomado de Tschinkell ración de la misma dosis aplicada seis
1972).
meses después, alcanzando solo 2,7 m.
Contenido foliar (% en base peso seco) Cuando se aplicaron 300 kg ha-1 al tras-
Tratamiento plante alcanzó dos años después 3,3 m y
N P K Ca Mg
con la aplicación a los seis meses mostra-
Completo 0,85 0,098 0,61 0,20 1,14 ba solo una altura de 3 m. Esto demuestra
Menos N 0,76 0,18 2,30 0,34 1,67 que la fertilización de pinos y ciprés debe
Menos P 1,85 0,044 1,76 0,23 1,73 hacerse al momento de la plantación y
Menos K 1,92 0,37 0,12 0,22 1,46 que no es conveniente esperar seis meses
Menos Mg 0,85 0,14 1,15 0,095 1,04
para aplicar el fertilizante (Medina 1974).
Fertilización en vivero: A nivel de vivero, Allón Fertilización en etapa de crecimiento rápido:
(1978) encontró que los contenidos foliares de N En Andisoles de Colombia, Cannon (1980) y La-
y P del ciprés sembrado en eras sobre Vertic Eu- drach (1980a) encontraron que la adición de 2,5
tropepts, aumentaron en forma lineal al aplicar g de bórax por árbol en combinación con 50 g de
0–50–100 kg ha-1 de NH4NO3 y 0–100–200 kg ha- la fórmula 10-30-10 al momento del trasplante al
1
de P2O5 como triple superfosfato, adicionados el campo, causó un año después un aumento signifi-
50% a las 4 semanas después del trasplante, otro cativo del 20% en la altura de los árboles. Al com-
25% cuatro semanas más tarde y el restante 25% parar la aplicación de varias fuentes de fertilizante
cuatro semanas después de la segunda aplicación; y encalado a C. lusitanica en los mismos suelos,
ambos elementos incrementaron en forma lineal Ladrach (1974) encontró que 3 años después de su
el grosor y la longitud del tallo de las plántulas. El aplicación, la respuesta en volumen y altura de los
mismo autor menciona que, como resultado de la árboles era altamente significativa a la adición de
aplicación del fertilizante, el crecimiento aéreo de 8 kg ha-1 P y 350 kg ha-1 Ca, dando mejores resulta-
las plantas se vio más favorecido que el crecimien- dos la incorporación de los productos en la corona
to radical. En un estudio similar y en el mismo alrededor del árbol antes de la siembra, que su
vivero, Peña (1979) encontró que la respuesta del distribución sobre la superficie del mismo.
246
12

la excepción del P que


se redujo a la mitad, se
encontró que los trata-
mientos de fertilización
en conjunto produjeron
un incremento signifi-
cativo del crecimiento
del volumen; entre los
tratamientos no se en-
contró diferencias signi-
ficativas. Al adicionar K
y Mg a la combinación
de N y P no se produce
un aumento significati-
vo en el crecimiento. El
tratamiento de N y P/2
incrementó significati-
vamente el crecimien-
to en un 71% (Medina
1974).
Figura 12.10. Efecto de la aplicación de varios tratamientos de fertilización (1. Testigo, 2. 104 g
por árbol 10-30-10, 3. 130 g por árbol 12-24-12, 4. 208 g por árbol 15-15-15, 5. 175 g por árbol
Rodríguez et al. (1987)
18-5-15-6-2, 6. 6 g por árbol 15-15-15 y 7. 187 g por árbol 46-0-0) sobre el incremento medio en plantaciones de ci-
anual de la altura y el diámetro de plantaciones de ciprés de 1 año en Typic Dystrandepts y Typic prés de un año de edad
Dystropepts de Costa Rica (tomado de Rodríguez et al. 1987). en Typic Dystrandepts
y Typic Dystropepts de
En plantaciones de C. lusitanica la respuesta al P Costa Rica a las cuales
es dependiente de la fertilidad natural del suelo. se les aplicó entre 104 y 206 g por árbol de di-
Aristizábal 1970, mencionado por Medina (1974) ferentes fórmulas de fertilizante, encontraron di-
en un ensayo de invernadero en Colombia, en ferencias significativas entre los tipos de fórmula
suelos con índice de sitio 7, 13 y 17 m, encontró comparados y entre los dos tipos de suelo; con
que los tratamientos que contenían P ejercieron relación al testigo, todos los fertilizantes incre-
un efecto positivo, en comparación con los que no mentaron la altura y el diámetro de los arbolitos
lo incluían. significativamente (Figura 12.10). Los mejores
tratamientos fueron aquellos en que se utilizó la
En ensayos de fertilización realizados en Colom- dosis más alta de fertilizante, entre ellos: urea (187
bia por Tschinkel 1972, mencionado por Medina g por árbol), 18-5-15-6-2 (175 g por árbol) y 15-15-
(1974), en rodales de crecimiento extremadamen- 15 (208 g por árbol), aunque la aplicación de la
te malo, de aproximadamente 12 años de edad urea redujo la sobrevivencia de los árboles en los
(índice de sitio de 8 m), encontró un aumento en Typic Dystropepts.
volumen con la aplicación de 200 kg ha-1 de P, aun-
que la diferencia entre los tratamiento no fue sig- En un trabajo realizado en Antioquia, Colombia,
nificativa al nivel del 95%. En este ensayo el autor se encontró que en las plantaciones de ciprés en
encontró diferencias significativas con el testigo a Andisoles del bosque húmedo montano bajo, no
la aplicación de 150 kg ha-1 de N, 200 kg ha-1 de P respondieron a la fertilización a la base de 10-30-
y 69 kg ha-1 de K y 131 kg ha-1 de Mg. En cambio 10, gallinaza, sulfato de amonio, bórax, urea, su-
en plantaciones de 15 años, con un crecimiento perfosfato, roca fosfórica o cal dolomítica a los 2
medio (índice de sitio 13 m), utilizando los mismos años después de haberse aplicado el fertilizante
tratamientos, en el ensayo de Tschinkel (1972), con (Escobar et al. 1999).
247
Alfredo Alvarado y Jaime Raigosa
13
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE
Cordia alliodora

El laurel es una especie pionera del


bosque secundario de alta demanda
comercial por la calidad de su made-
ra, con ciertas dificultades de creci-
miento cuando se lo planta en forma
comercial. Los mejores sitios para
plantar C. alliodora son aquellos con
suelos de fertilidad media a alta, lo
que no asegura su buen crecimiento,
a no ser que se eliminen otras varia-
bles edáficas adversas como la com-
pactación y el control de gramíneas
a su alrededor. Falta conocimiento
en cuanto a la fertilización de la es-
pecie en plantación comercial y ma-
nejo del suelo al trasplante.

Figura 13.1. Árbol de C. alliodora en potreros de la zona Norte de


Costa Rica.

l género Cordia comprende cerca de es la especie más dispersa del género, ocurriendo
300 especies dispersas en las regiones desde el norte de México a través de América Cen-
tropicales y subtropicales. Aunque tral y Sur hasta Paraguay, el sur de Brasil y el norte
se le encuentra presente en África y de Argentina (Figura 13.1); se ha descrito como
Asia, el género está fuertemente centrado en el indígena desde la latitud Norte 25° a lo largo de la
neotrópico, la mayoría de las especies se encuen- costa oeste de México, hasta la latitud Sur 25° en
tran en Sur América, con centros secundarios de Misiones Argentina (Liegel y Otead 1990; Dossier
diversidad en México y las Antillas Mayores. La y Lamb 1997). C. alliodora es una especie forestal
mayor concentración de especies de Cordia ocurre perteneciente a la familia Boraginaceae que crece
en regiones secas, donde muchas especies tienen en bosques secundarios de las regiones tropicales
distribuciones bastante localizadas. C. alliodora (secas y húmedas) y subtropicales de América. Su

ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.

249
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Cordia alliodora

nombre genérico se dio en honor al botánico ale- son generalmente el doble de las procedencias de
mán Valerius Cordus y a nivel de especie (alliodora) la zona seca (Boshier y Lamb 1997).
para denotar el fuerte olor a ajo (Allium cepa) que
Cordia alliodora sobrevive bajo un rango de con-
despiden sus hojas cuando se machucan. Debido
diciones nutritivas, como lo demuestra su amplia
a su amplia distribución, C. alliodora tiene nume-
ocurrencia en áreas degradadas o abandonadas
rosos sinónimos, los cuales pueden estudiarse en
usadas alguna vez para pastizales o agricultura mi-
los trabajos de (Johnson y Morales 1972; Dossier
gratoria. El rango se extiende desde tierras bajas
y Lamb 1997).
planas, costeras, de arenas profundas e infértiles
Es una especie decidua, pionera, de crecimiento con poca materia orgánica (Entisoles y Oxisoles
inicial rápido y que se adapta a condiciones ecoló- de Surinam), hasta tierras altas disectadas, con
gicas que van desde el nivel del mar hasta una al- suelos volcánicos fértiles, profundos y ricos en
titud de 1.900 msnm. Tolera condiciones de lluvia materia orgánica (Andisoles en Colombia y Costa
de 750 mm al año, aunque su crecimiento es redu- Rica). Sin embargo, el mejor crecimiento ocurre
cido; para lograr su crecimiento máximo son me- en zonas por debajo de los 500 msnm, en suelos
jores las tierras con una precipitación que sobre- bien drenados, de textura media, donde la preci-
pase los 2.000 mm al año. En países como Colom- pitación promedio anual excede los 2.000 mm y la
bia, la especie es de interés en el establecimiento temperatura media anual es cercana a los 24ºC.
de plantaciones coetáneas y en Centro América La especie no tolera el drenaje interno pobre ni
en sistemas agroforestales, debido a la forma de el encharcamiento, puede sobrevivir bajo sombra
su copa y en virtud de la amplia aceptación en ligera, pero requiere exposición plena para crecer
el mercado de la madera y el alto rendimiento. vigorosamente y en suelos fértiles mostrar un rá-
Su madera se emplea con bastante demanda en la pido crecimiento inicial. Peck (1976) no recomien-
construcción de muebles de oficina, construcción da que se plante en vegas de ríos mal drenadas ni
y en la producción de chapas y contrachapados. en suelos degradados recientemente abandonados
en los que la fertilidad es baja y la competencia de
gramíneas es fuerte.
Escogencia del sitio El laurel crece en suelos de muy variadas condi-
ciones, desde suelos franco arenosos profundos
A lo largo de su rango geográfico, C. alliodora ocu- bajo condiciones secas, hasta suelos rojos arcillo
rre bajo una amplia gama de condiciones ecoló- limosos y pesados de los bosques de bajura, mode-
gicas. Su crecimiento óptimo se obtiene en regio- radamente bien drenados y relativamente fértiles;
nes con 1.300-2.000 mm de precipitación anual, no se debe plantar en suelos con drenaje malo y
aunque se lo encuentra en forma natural varían excesivo, ni en suelos salino-sódicos o con lateri-
desde menos de 600 mm de precipitación y una ta endurecida a poca profundidad (Poel 1988). En
estación seca de siete meses por año, hasta más de Costa Rica predomina en suelos poco desarrolla-
6.000 mm de precipitación por año y desde el ni- dos, fértiles y de origen aluvial, aunque también
vel del mar hasta 1.400 msnm en América Central puede crecer en suelos desarrollados, laterizados
y 2.000 msnm a latitudes menores en Colombia. o empobrecidos (Graves y McCarter 1990). C.
Generalmente se la encuentra formando rodales alliodora prefiere suelos de fertilidad natural ele-
puros después de la tala del bosque, por lo que se vada y libre de inundaciones estacionales, suelos
la considera una especie pionera de claros y no calcáreos, sitios húmedos con buen drenaje y no
típica del bosque maduro. Las procedencias de las debe sembrarse en terrenos degradados (Johnson
zonas húmedas son superiores a las de las zonas y Morales 1972). Aunque el drenaje no parece
secas para todas las características de crecimiento afectar su crecimiento, se ha encontrado que la
y forma (excepto la densidad de la madera); a los madera procedente de regiones pantanosas es de
siete u ocho años, la altura y el diámetro de altura baja calidad (Pérez 1954). Giraldo et al. (1980), en
de pecho de las procedencias de la zona húmeda Antioquia, Colombia, encontraron que las propie-
250
13

dades físicas de los suelos de origen muy variado, Preparación del terreno de la
no afectaron el crecimiento del laurel, mientras plantación
que el pH (R2 = 0,466) y la capacidad de inter-
cambio de cationes (R2 = 0,525) si lo hicieron, pre- Aunque en Centro América no se recomienda ha-
sentándose los mejores crecimientos cuando los cer plantaciones puras de laurel debido a que tiene
contenidos de K intercambiable son altos, el pH es problemas de crecimiento, en particular cuando
aproximadamente 5,5 y la CIC es mayor a 40 cmol se planta en terrenos degradados (compactados,
(+) 100 g-1 de suelo. poco profundos ó ácidos) o naturalmente pobres
Bergman et al. (1994) mencionan que el creci- (potreros bajos en bases y en materia orgánica
miento del sistema radical de C. alliodora en sue- y particularmente deficientes en P). Cuando se
los compactados por pastoreo es deficiente, lo que planta en suelos aluviales fértiles, asociado a cul-
se traduce en una baja capacidad de absorción de tivos como el plátano o el cacao, el crecimiento
nutrimentos. En suelos ácidos (hasta 80% de satu- de la especie es normalmente bueno, si en adi-
ración de acidez), la especie tampoco crece ade- ción se le agregan enmiendas o se mejora el dre-
cuadamente, en particular si los contenidos de N, naje natural moderado. En la tierra firme (suelos
P y K son bajos, presentándose un desbalance K/ no pantanosos) del litoral pacífico de Colombia,
Mg, cuando el contenido de Mg disponible es na- Peck (1976) encontró que el laurel presenta un
turalmente elevado en el suelo. Herrera y Finegan buen crecimiento inicial, aunque su yema termi-
(1997) mencionan que el árbol es más abundante nal es muy susceptible a desviarse por la acción
en topografías onduladas que fuertemente escar- de las malezas, principalmente lianas, causando
padas donde los suelos tienen poca acidez inter- la deformación del fuste; las plantaciones densas
cambiable. Hummel (2000), describe el tipo de tienen la tendencia a estancarse, requiriéndose
crecimiento de laurel en suelos de Costa Rica con espaciamientos amplios de unos 50 m2 (200 árbo-
pH 4,30 a 6,98, encontrando que la densidad de la les por ha) a los dos años, recomendándose una
plantación es el factor que más limitó las variables densidad de plantación inicial de 4x4 m.
de crecimiento de la especie.
Reyes (1997) encontró que el incremento diamé-
trico de C. alliodora presenta una correlación li- Absorción de nutrimentos
neal negativa con el contenido de acidez del suelo
De acuerdo con Peck (1980), el laurel primero
(-0,26) y potasio (-0,21), pero positivo con la forma
desarrolla una raíz principal fusiforme con nu-
del terreno (0,20) y el contenido de Zn disponible
merosas raíces laterales superficiales, que a los
(0,19); el mismo autor menciona que al construir
dos años se extienden en un radio de 4-5 m y a
un modelo matemático que relacione el incremen-
una profundidad de 5-10 cm, por lo que su ferti-
to diamétrico con las variables de sitio puede obte-
lización debe efectuarse a la base del tronco. Al
nerse un R2 de 86% si se consideran los contenidos
cabo de dos años y medio, este sistema cambia a
de K y acidez intercambiables, la capacidad de in-
otro de raíces axonomorfas o raíces de anclaje (en
tercambio de cationes efectiva y los contenidos de
inglés sinker roots). No se encontró información
Mn y Zn disponibles.
relacionada con la cantidad de nutrimentos absor-
Las siguientes ecuaciones describen la relación bidos por la especie ni sobre curvas de absorción
encontrada entre el índice de sitio de C alliodora y de nutrimentos.
las variables ambientales en Centro América:

Inc = 71 + 0,2 GA – 10 pH H2O – 34 K 30 cm (R2 = 70%) Bergaman et al. (1994)


Inc = 92 – 76 da – 61 K 30 cm – 0,2 Sat. Al 30 cm (R2 = 85%) Bergaman et al. (1994)
Inc = 0,403 + 0,856 pos. – 0,127 P + 0,135 Zn (R2 = 24%) Reyes (1997)
Donde Inc = Incremento en altura
251
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Cordia alliodora

Cuadro 13.1. Concentración inicial y cantidad remanente de nutrimentos en hojas de C. alliodora después de 15 sema-
nas en bolsas de descomposición (adaptado de Babbar y Ewel 1989)

Variable N P K Ca Mg S
Concentración inicial
2,97(0,06) 0,24(0,01) 1,64(0,11) 2,57(0,24) 0,74(0,03) 0,36(0,03)
(%)
Remanente a las 15
52,7 31,9 4,4 41,5 54,0 40,5
semanas (%)

Reciclaje de nutrimentos también contribuye a un mayor reciclaje de nu-


trimentos al reducir su pérdida por erosión.
Cordia alliodora presenta un grado de autopoda
variable en función de que se encuentre en el Niveles de deficiencia foliar
bosque o bajo condiciones abiertas; los árboles
adultos son deciduos, incluso en climas no esta- Para disminuir el efecto de la translocación de
cionales, perdiendo sus hojas durante un perío- nutrimentos de las hojas hacia las flores y frutos,
do de uno a dos meses después de la producción el muestreo foliar de C. alliodora debe realizarse
de semilla (Boshier y Lamb 1997). La mayoría al menos un mes antes o después de iniciada o
de los árboles de C. alliodora pierden parte de terminada su floración, la cual en México, Centro
su follaje durante la época más seca del año, ge- América y el Caribe generalmente se inicia cer-
nerando la formación de un mantillo sobre el ca de diciembre, pudiéndose extender hasta abril,
suelo. La descomposición lenta del follaje puede mientras que en el extremo sur de su rango geo-
ser ventajosa al disminuir el riesgo de pérdida gráfico se inicia en enero. Pareciera que la flora-
de los nutrimentos liberados que, caso contrario, ción es más prolongada en climas no estacionales,
podrían perderse por lavado (Cuadro 13.1). Sin como ocurre en Colombia donde la especie florece
embargo, la tendencia de las hojas de C. allio- durante todo el año (Dossier y Lamb 1997).
dora a descomponerse lentamente, debido a ser
En el Cuadro 13.2 se presentan valores de con-
un material con alto contenido de lignina y a la
centraciones foliares de laurel mencionados por
tendencia al enrollarse cuando se secan, puede
varios autores, notándose que la mayoría de los
crear un compartimiento en el suelo en el que se
elementos tienen un comportamiento similar al
acumula temporalmente N, Ca y Mg, elementos
de otras especies del bosque tropical húmedo. Sin
con alta concentración en el tejido foliar (Babbar
embargo, los valores de Ca y Mg foliar son altos,
y Ewel 1989). Cuando C. alliodora se asocia con
reflejando el hecho de que la especie prefiere sue-
café y poró, se han encontrado grandes diferen-
los de fertilidad natural media a alta.
cias en la adición de K, Ca y Mg entre
las diferentes asociaciones pero no en las Cuadro 13.2. Valores tentativos para interpretar niveles foliares de nutrimentos
adiciones de N y P, alcanzándose con el en plantaciones de laurel (adaptado de Cadena 1989; Drechsel y Zech 1991;
Herrera y Finegan 1997).
reciclaje de nutrimentos los niveles de
fertilización requeridos para la produc- Elemento Deficiente Marginal Adecuado Alto
ción de café; la inclusión de C. alliodora N (%) <1,27 2,46-2,98
con C. arabica-E. poeppigiana resulta en P (%) 0,14-0,15 0,26-0,38
una adición de nutrimentos a través de K (%) 0,91-1,12 2,10-3,00
año muy bien distribuida (Glover y Beer S (%) 0,26-0,30
1986). Bermúdez (1980) menciona que Ca (%) 1,42-1,66 1,85-2,55
cuando el cultivo del café se realiza en Mg (%) 0,65-0,73 1,17-1,33
asocio con árboles (incluyendo C. allio- Cu (mg kg-1) 16-24 32-41
dora) la pérdida de suelo por erosión en Zn (mg kg-1) 28-29 55-64
suelos desarrollados sobre cenizas vol- Mn (mg
<21 37 64-77
cánicas de la serie Colorado, Turrialba, kg-1)
Costa Rica se reduce entre 70-85% en re- Fe (mg kg-1) 126-142 255
lación al suelo perdido con café sembra- Al (mg kg-1) 120-320
do sin sombra; de esta manera, el laurel B (mg kg-1) 65-70

252
13
Cuadro 13.3. Variación del contenido foliar en 21 sitios de C. alliodora con diferente grado de vitalidad y
crecimiento. Los valores promedio incluyen todos los sitos estudiados mientras que los valores de los sitios
cloróticos fueron 9 y normales 12 (tomado de Bergmann et al. 1994).

Hojas Hojas Nivel


Elemento Unidades Ámbito Promedio
cloróticas normales crítico
N 2,1-4,1 3,0 2,4 3,4 2,65
P 0,1-2,4 0,17 0,15 0,18 0,15
S g 100 g-1 0,2-0,5 0,29 0,26 0,31 0,25
K materia seca 0,9-2,3 1,7 1,6 1,8 1,8
Ca 1,6-2,4 2,7 3,0 2,6
Mg 0,6-1,5 0,92 1.5 0,8 0,9
Mn 17-143 63 56 68 105
Fe mg kg-1 65-293 119 127 119
Al materia seca 56-248 118 143 106 125
Cu 7-27 17 12 20 16
K/Mg 0,7-3,2 2,0 1,5 2,34 1,75

Síntomas de deficiencia foliar


A nivel de vivero, Cadena (1989) menciona los A continuación, se incluye una llave dicotómica
siguientes niveles críticos en el tejido de las plán- que permite identificar la posible deficiencia de
tulas de C. alliodora: N 2,46-2,98%, P 0,26-0,36%, los principales elementos requeridos por plántulas
K 0,91-1,12%, Ca 1,42-1,65%, Mg 1,17-1,33%, S de laurel (Cadena 1989). La primera elección con-
0,26-0,30%, Fe 125-142 mg kg-1, B 64-69 mg kg-1, siste en localizar las hojas basales del tercio medio
Mn 64-77 mg kg-1, Zn 55-64 mg kg-1, Cu 32-41 mg (A) respecto a las hojas terminales del mismo ter-
kg-1 y Mo 16-20 mg kg-1. cio (AA). Una vez hecha la elección el siguiente
paso es (B) frente a (BB) bajo la previa elección
de (A) o (AA). Luego (C) frente a (CC), (D) frente
a (DD) etc.

A. Las hojas basales del tercio medio de las planta se ven afectadas con mayor intensidad tanto en forma localizada o
generalizada.

B. Efectos generalizados sobre toda la lámina foliar.


C. Plantas con clorosis total y evolución necrótica en la hoja, del ápice a la base. La clorosis se presenta
en sus primeros estados con una tonalidad 5Y 8/8 a 8/10 de forma inter reticular de la periferia hacia el
centro, acompañada de manchas color rojizo 5YR 6/6 en toda la lámina. En su periodo final se registra una
defoliación total.
NITRÓGENO
C.C. Plantas con clorosis venal localizada e intervenal (nervaciones secundarias).
D. Hojas con nervios centrales y laterales cloróticos. El síntoma comienza con un desvanecimiento de 2,5
GY 5/8 hacia el ápice, continuando con 2,5 GY 7/8 en moteado, para finalizar con una clorosis venal 2,5
GY 8/10. Sobre el final se aprecia una defoliación marcada en el tercio superior de la planta.
AZUFRE
D.D. Hojas con clorosis intervenal. La planta presenta inicialmente una tonalidad 2,5 GY 7/8 a 7/10 acrópeta
que avanza hasta cubrir toda la planta con una tonalidad en la lamina foliar de 7,5 YR 7/10. En un estado
avanzado se sucede epinastia foliar generalizada, con retardo en las yemas apicales.
POTASIO
B.B. Los síntomas son zonales sobre toda la lámina foliar.

253
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Cordia alliodora

C. Se presenta alguna clorosis con o sin marcada tonalidad rojiza hacia la periferia del limbo.
D. Clorosis distal en manchas 5 Y 8/5. Se puede apreciar un color 2,5 GY 8/6 en los primeros estadios
en forma de manchas del borde hacia el centro, con doblamiento ventral apical persistente que atrofia
la parte acuminada.
MANGANESO
D.D. Transformación de la clorosis inicial a una marcada tonalidad rojiza y/o azul.
E. Tono rojizo 2,5 YR 4/8 hacia el borde del limbo con persistencia del tono verde intervenal. Venas
de color verde-rojizo 7,5 YR 7/10 en hojas adultas. En hojas jóvenes la tonalidad rojiza se presenta
más definida, 10 YR 4/8, en los bordes con clorosis incipiente intervenal.
FÓSFORO
E.E. Nervadura central y lateral con tonalidad rojiza 7,5 YR 8/6, con ampliación en sus bordes. Color
verde-azuloso 5 G 8/4 intervenal. Las hojas presentan en sus primeros estados un viraje hacia un
verde claro, 2,5 GY 7/5, acompañado de un crecimiento sobre la superficie del limbo. El color
evoluciona a 5 Y 8/8 para finalizar en 5 G 8/4.
ZINC
C.C. Presencia de clorosis con algún resalto de tonalidad rojiza.
D. Clorosis inter reticular en la zona central de la hoja, 2,5 Y 8/6, con nervación de color verde. En los
márgenes se aprecia un tono amarillo-rojizo 5 YR 7/10, a manera de cordón que rodea toda la periferia.
En un estado intermedio se define una acentuada clorosis 5 Y 8/10 en los foliolos terminales que se
incrementa a 5 Y 7/10 en toda la planta hasta alcanzar un alto grado de defoliación.
CALCIO
D.D. Se advierte una clara disposición de la clorosis 5 GY 6/8 de la mitad de la hoja hacia el ápice con la
otra mitad en tono rojizo 5 YR 6/10. La mitad clorótica se destaca por la nervación de color amarillo y
por el tono verde-amarillo intervenal. Al iniciarse el síntoma se observa una leve clorosis 2,5 GY 6/10 a
6/8 continuando como 2,5 GY 7/9 en moteados. Así mismo, se aprecia por breve tiempo en las hojas
terminales puntuaciones 5 R 3/2 que dan paso a perforaciones de la lamina (perdigones).
MAGNESIO
A.A. Las hojas terminales del tercio medio de la planta se ven afectadas con menor intensidad en su tono, pero con mayor
intensidad en su morfología.

B. Alteración de la tonalidad original por el efecto de un moteo clorótico generalizado en toda la lamina foliar.
C. Típico moteado clorótico inter reticular 5 Y 8/12 en toda la superficie foliar con evolución a una tonalidad
rojiza 10 R 6/8. Se parte de una clorosis incipiente 2,5 GY 7/8, que continúa en 5 Y 8/10 para finalizar en
5 Y 8/12. En el desarrollo del síntoma se observa un rizado en los márgenes de las hojas con rosetamiento
ventral en el ápice.
HIERRO
C.C. Moteado clorótico difuso inter reticular 5 Y 8/6 que cubre toda la lamina foliar. Se inicia con una leve clorosis
inter reticular 2,5 Moteado clorótico difuso intereticular 5 Y 8/6 que cubre toda la lámina foliar. Se inicia con
una leve clorosis intereticular 2,5 YR 8/10 que culmina en 5 Y 8/6.
MOLIBDENO
B.B. Daño por malformación generalizada de la lamina foliar con o sin presencia de clorosis.
C. Se aprecia abundantes plegamientos centrales con doblez transversal en la parte media de las hojas
que conforman las yemas terminales (aspecto de mariposa). Así mismo, se observa anisotropismo en el
desprendimiento verticilado-plagiotrópico. Circunmutaciones terminales en el eje caular que acompaña las
yemas terminales. Se presenta inicialmente una tonalidad amarillo-rojiza 5 YR 5/6 en las hojas del tercio
inferior a manera de manchas que degenera al final en una clorosis 5 Y 8/10 hacia los márgenes de las
hojas.
BORO
C.C. Se suceden pequeñas comisuras laterales que van creciendo en aspecto de rasgado de la lamina foliar, que
a la postre constituyen lobulamientos. Igualmente se dan pliegues centrales longitudinales sobre la nervadura
central hacia la base de la hoja acompañadas de quemazón sobre el dorso del quiebre.
COBRE
NOTA: Esta se diseñó empleando el sistema de nomenclatura de la “Munsell Color Chart for Plant Tissue”, donde: GY =
verde-amarillento, Y = amarillo, YR = amarillo-rojizo, G = verde y R = rojo.

254
13

Cuadro 13.4. Efecto y contraste de diferentes tratamientos sobre la morfología de plántulas de C. alliodora de 90 días
en invernadero (tomado de Wightman et al. 2001).

Altura DAC PST ÁF LR


Tratamiento AF/LR
(cm) (mm) (g) (cm2) (cm)
Bolsa 500 cm3
1. Suelo 8 1,4 0,3 30 131 0,4
2. Suelo + NPK 61 7,4 7,1 488 565 0,9
3. 50% suelo +50% comp. A 43 5,7 4,5 360 650 0,6
4. 100% compost A 48 6,0 4,2 338 442 0,8
Otros recipientes
5. 170 cm3 root trainer comp. A + B+ 25 3,3 1,2 119 240 0,5
6. 85 cm3 root trainer comp. A + B+ 15 2,5 0,7 52 190 0,5
7. 250 cm3 bolsa comp. A 25 3,7 1,1 111 246 0,5
8. 140 cm3 recip. papel con comp. A 14 2,4 0,5 65 191 0,6
Contraste tratamientos
Tecnología nueva vs. Convencional
5 vs. 1 *** *** *** *** ** *
Efecto del sustrato
1 vs. 2 *** *** *** *** *** ***
P
3 vs. 4 ns ns ns ns ns
=0,08
1 vs. 4 *** *** *** *** *** ***
4 vs. 2 * * * ns ns ns
Efecto del volumen y recipiente
Root trainers grandes vs. Pequeños *** *** ** *** ns **
Bolsas pequeñas vs. Grandes ns ns ns ns ns ns
Recip.trainers de papel vs. Root
*** *** *** * ** ns
grandes

Fertilización en vivero desaparecieron a los 12 meses después del tras-


plante; este hecho hace ver la necesidad de conti-
Al comparar el empleo de 10 g por recipiente de la nuar con la fertilización al trasplante (Wightman
fórmula de fertilizante 10-30-10 con la utilización et al. 2001). En el Ecuador, se recomienda aplicar
de suelo sin fertilización, la utilización de 100% de abonos foliares con micronutrimentos en dosis de
compost o de 50% de compost (Cuadro 13.4) a ni- 50 cm3 por bomba de 20 litros cada quince días,
vel de vivero, Wightman et al. (2001) encontraron las primeras adiciones altas en N y las últimas en
que el tipo de recipiente utilizado afecta significa- K, con el fin de inducir la lignificación y produ-
tivamente su crecimiento y que la aplicación de cir un árbol resistente al trasplante (Corporación
fertilizante 10-30-10 permite obtener el mayor au- de Desarrollo Forestal y Maderero del Ecuador
mento en altura, diámetro del cuello y peso seco 2001).
de las plántulas de C. alliodora. En el caso de las
variables superficie foliar y longitud de las raíces, La concentración foliar de N, P y K de C. allio-
no se encontró diferencia entre la aplicación de dora no se ve afectada por el tipo de recipientes
fertilizante y la de compost. El crecimiento de las en que se siembre la especie, pero los contenidos
plántulas de laurel en suelo sin enmiendas, sola- de Ca y Mg son mayores que cuando se aplican
mente alcanzó el 4% y el 7% de la biomasa produ- NPK, debido al efecto de dilución causado por el
cida con fertilizante o compost, respectivamente. mayor crecimiento de las plántulas (Cuadro 13.5).
Seis meses después de trasplantar las plántulas Se han encontrado correlaciones negativas entre
de cada tratamiento en al campo, las diferencias las concentraciones foliares de P, Ca y Mg y el
anteriormente mencionadas aún persistían, pero peso seco de la biomasa, por lo que la respuesta
255
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Cordia alliodora

Cuadro 13.5. Efecto y contraste de diferentes tratamientos sobre la concentración foliar de N, P, K, Ca y Mg de plántulas
de C. alliodora de 90 días en invernadero (tomado de Wightman et al. 2001).

Concentración foliar (%)


Tratamiento
N P K Ca Mg
Bolsa 500 cm3
1. Suelo 2,2 0,23 3,2 3,3 1,1
2. Suelo + NPK 2,4 0,16 3,6 2,1 0,8
3. 50% suelo +50% comp. A 2,6 0,18 4,5 2,9 1,0
4. 100% compost A 2,3 0,23 3,8 3,0 1,1
Otros recipientes
5. 170 cm3 root trainer comp. A + B+ 2,3 0,27 3,9 3,0 1,1
6. 85 cm root trainer comp. A + B
3 +
2,3 0,29 3,8 2,7 1,0
7. 250 cm3 bolsa comp. A 2,7 0,23 3,8 2,7 1,0
8. 140 cm recip. papel con comp. A
3
nd nd nd nd 1,0
Contraste tratamientos
Tecnología nueva vs. Convencional
5 vs. 1 * *** ns ns ns
Efecto del sustrato
1 vs. 2 *** ns ns
3 vs. 4 ns ns ns ns ns
1 vs. 4 *** ns ns ns ns
4 vs. 2 ns ns ns P = 0,06 *
Efecto del volumen y recipiente
Root trainers grandes vs. pequeños ** ns ns ns ns
Bolsas pequeñas vs. Root trainer grandes ns ns ns ns ns
Bolsas de papel vs. Root trainer grandes ns ns ns ns

a la aplicación de NPK demuestra que el sustrato boles por ha de 14 meses de edad inicial, en An-
estaba deficiente en N y K. Los valores de concen- disoles, en condiciones de bosque muy húmedo
tración foliar encontrados en el trabajo de Wight- premontano y en pendientes de <7% y entre 18
man et al. (2001) son inferiores a los encontrados y 43%; las mediciones se realizaron cada 2 meses
por Bergman et al. (1994) en suelos de la región por un período de 8 meses. El autor encontró que,
Atlántica de Costa Rica y en los casos de K y Ca, indiferentemente de la pendiente del terreno, la
más elevados que los mencionados por otros auto- adición con espeque a la base de 283 y 377 g ferti-
res en plantaciones de mayor edad (Cadena 1989; lizante por árbol causó incrementos significativos
Drechsel y Zech 1991; Herrera y Finegan 1997). de las tres variables, con incrementos con relación
al testigo del orden del 18 al 20% y en adición
favoreció la recuperación de los árboles afectados
Fertilización al trasplante por el ataque del insecto defoliador Dictyla mono-
tropidea (Cuadro 13.6). Cuando el fertilizante se
Vargas (1989), realizó un ensayo para estudiar el adiciona sobre el suelo, debe aplicarse en forma
efecto de cinco niveles de fertilización sobre el de corona o semi corona de acuerdo a la pendiente
diámetro basal, la altura total y el incremento en a una distancia no inferior de 10 cm al cuello del
altura de C. alliodora en Turrialba, Costa Rica; el árbol (Corporación de Desarrollo Forestal y Made-
experimento se realizó en plantaciones de 735 ár- rero del Ecuador 2001).
256
13

Cuadro 13.6. Efecto de la adición de fertilizante al trasplante sobre las variables de crecimiento de C. alliodora de 6 meses
después de aplicado el tratamiento en Andisoles del bosque húmedo premontano de Turrialba, Costa Rica (adaptado de
Vargas 1989).

Diámetro basal Altura Incremento medio


Fertilizante aplicado (g por árbol)*
(cm) (m) anual altura (m)
NH4NO3 SFT KCl Total Inicio Final Inicio Final Inicio Final
Pendiente del terreno 7 %
0 0 0 0 3,12 5,65 1,37 2,13 1,18 1,16
93 120 70 283 3,99 7,19 1,69 2,80 1,45 1,53
187 120 70 377 3,64 6,51 1,61 2,52 1,38 1,38
93 240 70 403 3,36 6,13 1,51 2,35 1,29 1,28
187 240 70 497 3,19 6,03 1,38 2,32 1,18 1,26
Pendiente del terreno 18-43 %
0 0 0 0 2,68 5,00 1,37 2,12 1,17 1,16
93 120 70 283 2,63 6,05 1,37 2,57 1,17 1,40
187 120 70 377 2,70 6,11 1,40 2,56 1,20 1,40
93 240 70 403 2,41 5,69 1,40 2,37 1,20 1,29
187 240 70 497 2,30 5,69 1,28 2,61 1,09 1,42
*
Los tratamientos se dan en g nitrato de amonio, superfosfato triple y cloruro de potasio por árbol

Fertilización de mantenimiento otro de fertilidad media en Turrialba, Costa Rica.


de la plantación El autor encontró que la aplicación a la siembra y
luego cada dos meses de 0, 85 y 170 g por planta
Los primeros ensayos sobre fertilización del lau- de N, P y K fue significativa y que los incrementos
rel en Costa Rica, se hicieron en plantaciones con relación al peor tratamiento oscilaron entre
puras (Raigosa 1968; Muñoz 1975; Vargas 1989) 45-74% para la variable altura y entre un 27-65%
o cuando los árboles se encontraban en asocio para la variable diámetro del tallo. También, en los
con cultivos (Muñoz 1975); posteriormente se es- suelos de fertilidad alta hubo una menor respues-
tudia la nutrición del laurel en asocio con café y ta en el número de tratamientos sobre el testigo
cacao (Alpizar et al. 1985; Fassbender et al. 1985; y en valores absolutos de las variables estimadas.
Heuveldop et al. 1985; Imbach et al.1989). Otros El autor encontró que para esta especie, los mejo-
estudios (Haggar y Ewell 1994), enfatizan más en res resultados se obtienen cuando se aplican 170
aspectos fisiológicos relacionados con la absorción g de P solo o en combinación con 85 g de N y 85
de nutrimentos; por ejemplo, los autores mencio- g de K (Figura 13.2). Sin embargo, cuando el lau-
nan que con relación a otras especies, Cordia tiene rel se plantó en suelos fértiles del Bajo San Lucas,
un crecimiento inicial de raíces que se extiende Turrialba, Costa Rica (estacas y plántulas enteras
más en distancia y profundidad, lo que le permite de C. alliodora en asocio con maíz), con y sin la
explorar más volumen de suelo, mejorando la ab- adición de 250 kg ha-1 de 15-30-8 y 20-10-6-5, se
sorción de P y minimizando las pérdidas de N y encontró que la adición del fertilizante no afectó
K por lavado. El rápido crecimiento de Cordia per- ni la altura ni el diámetro del laurel, aunque el uso
mite que esta especie cierre el dosel y entrecruce de estacas fue estadísticamente superior al empleo
sus raíces después del segundo año de desarrollo de plántulas en cuanto a las mismas variables se
(Haggar y Ewel 1995). refiere (Muñoz 1975).
Raigosa (1968) estudió el efecto del abonamiento En una serie de trabajos realizados en Turrialba,
sobre el crecimiento inicial (6 meses después del Costa Rica (Alpizar et al. 1985; Fassbender et al.
trasplante) del laurel en un sitio de fertilidad alta y 1985; Heuveldop et al. 1985; Imbach et al.1989)
257
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Cordia alliodora

Figura 13.2. Efecto de tratamiento e incremento relativo en altura (los valores sobre las columnas representan el % de ganancia sobre el
testigo) de plantaciones de C. alliodora de 6 meses de edad en un sitio de fertilidad baja (A) y otro de fertilidad media (B), debidas a la
aplicación de N (0, 85 y 170 g por planta), P (0, 85 y 170 g por planta) y K (0, 85 y 170 g por planta) cada 2 meses en Turrialba, Costa
Rica (tomado de Raigosa 1968).

258
13

estudiaron el comportamiento del café (5.000 bido a la caducidad de las hojas de C. alliodora
plantas ha-1) en asocio con laurel de 7 años de durante la época seca del año; la contribución
edad (278 árboles ha-1) y con poró (555 árboles de materia seca del laurel aumentó con la edad
ha-1), encontrando que la pérdida de nutrimentos de la plantación (primer año 3.124, segundo año
cuando se siembra laurel asociado al café es sig- 3.675 y tercer año 4.010 kg ha-1). Fassbender et
nificativamente igual para elementos como N, P y al. (1985) mencionan que en asocio con café, el
K, pero estadísticamente mayor para Ca y Mg que laurel absorbe del suelo N>K>>P elementos que
cuando se siembra asociado con poró; esto permi- se acumulan en el orden hojas>>tallos>>ramas
te concluir que C. alliodora absorbe más Ca y Mg (Cuadro 13.8).
que el poró, sin que se llegue a causar situaciones
de deficiencia en el suelo sino hasta en períodos
de más de 30 años (Cuadro 13.7). Corrección de la acidez del
suelo
Cuadro 13.7. Concentración (mg L-1) de elementos nutritivos en el
agua de lixiviación en sistemas agroforestales estudiados en Turrial-
ba, Costa Rica (tomado de Imbach et al. 1989).
El laurel responde a la aplicación de cal cuando se
siembra en suelos ácidos. Delgadillo et al. (1991)
Sistema N P K Ca Mg encontraron en El Chapare, Bolivia que, con rela-
Café/poró 0,55 0,6 0,17 2,15 1,52 ción al testigo, la adición de 200 g cal y de 150 g
Café/laurel 0,60 0,6 0,21 0,69 0,76
de 15-15-15 por árbol a la siembra en Typic Dys-
tropepts (pH 4,1-4,3) aumentó la altura total de
Cacao/poró 0,57 0,5 0,17 2,46 2,19
los árboles (2,2 vs 2,8 m) y del diámetro (0,4 vs
Cacao/laurel 0,58 0,5 0,14 0,55 0,67
1,0 cm) medidos 23 meses después de aplicado el
tratamiento.
Heuveldop et al. (1985) concluyen que la sombra
de laurel, con relación a la de poró, recircula una Cuadro 13.8. Cantidad de N, P y K tomado del suelo por
C alliodora de 7 años asociado con café en Turrialba,
cantidad menor de nutrimentos que la sombra de
Costa Rica (adaptado de Fassbender et al. 1985).
laurel, afectándose así aspectos tan importantes
como el reciclaje de N y K y compite fuertemente N P K
por los nutrimentos adicionados como fertilizan- Tejido
te al cultivo, lo que demuestra que C. alliodora kg ha-1
es una especie con un requerimiento alto de nu- Hojas 63,3 5,4 51,7
trimentos. El sistema café con laurel produce un Ramas 6,3 1,2 8,2
promedio anual de 7.420 kg de materia seca por Tallos 20,9 2,6 24,1
hectárea, de la cual las hojas de café contribuyen Total 90,5 9,2 84,0
con un 28,4% y las de laurel con un 48,6% de-

259
Alfredo Alvarado y Helga Thiele
14
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL
EUCALIPTO (Eucalyptus spp.)

Figura 14.1. Aprovechamiento de especies de eucalipto para la obtención de aceites vegetales (Cochabamba,
Bolivia), extracción de madera (Altiplano, Ecuador) y trozas en aserradero (Turrialba, Costa Rica).

La mayoría de la información presentada en el capítulo proviene de trabajos reali-


zados en Brasil (Barros y Novais 1990) y Australia (Dell et al. 2001), con otras re-
ferencias de Colombia y Centro América. Debido a la gran cantidad de especies de
Eucalipto, este género puede plantarse en condiciones ecológicas muy variadas y
las razones por las que se desacredita el género son cuestionables en razón de esta
misma diversidad (Lima 1996). En general, se encuentra información suficiente so-
bre todos los aspectos de la nutrición y fertilización de las especies de eucalipto más
usadas en plantación.

l árbol de eucalipto pertenece a la fa- se discuten a profundidad en el trabajo de Barros


milia Myrtaceae que incluye cerca de et al. (1990), aunque las que más se utilizan son
90 géneros y más de 3.000 especies; E. saligna, E. camaldulensis, E. deglupta, E. globulus,
es originario del Pacífico Sur donde E. grandis y el híbrido E. urograndis (E. urophylla
se encuentra desde los 7º N del Ecuador en Papúa x E. grandis), y algunas otras en menor extensión
Nueva Guinea e Indonesia hasta los 43º S en Tas- (E. tereticornis, E. urophylla, E. citriodora, E. pelli-
mania, Australia, de donde fue introducido al con- ta, E. viminalis). La madera producida, se puede
tinente americano, por ser un género con varia- utilizar como fuente de leña, carbón vegetal, pa-
das especies de crecimiento rápido, uso múltiple pel y celulosa por su fibra corta, metanol, aceites
y de adaptación a diferentes pisos altitudinales. esenciales, postes, tutores para hortalizas, madera
Las condiciones naturales en que se desarrollan para construcción rural y postes para alumbrado
las principales especies comerciales en Australia público (Figura 14.1).

ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.

261
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL EUCALIPTO (Eucalyptus spp.)

El auge en la siembra de este género en Améri- En Brasil, Gonçalves et al. (1990) encontraron
ca Central estuvo acompañado por estudios sobre una alta correlación entre el contenido de limo,
adaptabilidad y manejo extensivo, sin desarro- materia orgánica y arcilla sobre la productividad
llarse programas de investigación profunda en el de E. saligna. Otros autores (CATIE 1997a; CATIE
manejo de la nutrición. Por el contrario, en otros 1997b; CATIE 1997c; CATIE 1997d; CATIE 1997e)
países como Brasil, donde la primera plantación encontraron que la topografía es importante para
se hizo en 1903 (Haag 1983; Barros y Novais 1990; el eucalipto en cuanto a su efecto sobre la pro-
Silveira et al. 2001; Spangenberg y Fölster 2002) y fundidad del suelo y el drenaje. Su crecimiento es
Colombia (Cannon 1983; Ladrach 1986), se desa- pobre en suelos compactados por sobrepastoreo,
rrolló una mayor cantidad de investigación en el calcáreos, suelos mal drenados y con poca hume-
área de la fertilización, en estos casos con el apoyo dad disponible en todo el año. Los mejores creci-
de la industria forestal. Por su relevancia, en cuan- mientos se presentan en suelos franco-arenosos,
to al conocimiento de desórdenes nutricionales de con buen drenaje y con pH de neutro a ácido.
los eucaliptos, merece mencionarse el trabajo de
Dell et al. (2001). E. deglupta se adapta de manera natural y presenta
tasas de excelente crecimiento en áreas a orillas de
ríos libres de malezas, con excesivo suplemento de
Escogencia del sitio agua y bien drenadas. Sin embargo, al ser planta-
do tiene que competir con malezas, lo que dismi-
Las diferentes especies de eucalipto, tiene requeri- nuye la productividad y requiere realizar un buen
mientos de suelo diferente, según su procedencia control de malezas (Mackensen 1999). Durante
y adaptación a condiciones de crecimiento dife- las fases tempranas de crecimiento, E. deglupta no
rentes, aunque este disminuye para la mayoría de es capaz de competir exitosamente con la vegeta-
las especies cuando los valores de resistencia a la ción accesoria, y la tasa de mortalidad es conse-
penetración son superiores a 20 kg cm-2 (Dedecek cuentemente alta, especialmente si no se realiza
et al. 2001). Costa (1990), cita un trabajo en el que un adecuado mantenimiento de las plantaciones
se muestra el efecto de la densidad aparente sobre (Mackensen y Fölster 1999).
el peso seco de plántulas de cuatro especies de
eucalipto, encontrándose que aumentos en la den- El eucalipto se siembra en una gran cantidad de
sidad aparente causan una disminución del cre- sitios, muchos de los cuales son relativamente se-
cimiento de las cuatro especies; sin embargo, no cos, como crestas y partes altas de lomas, que son
siempre los mayores pesos correspondieron con sitios no deseables (Spangenberg y Fölster 2002).
los valores menores de densidad del suelo, ya que Por otro lado, un exceso de agua en el suelo im-
a veces un ligero aumento en esta variable puede plica un menor contenido de oxígeno, tornando
reducir la pérdida de agua y con ellas nutrimentos el ambiente poco adecuado para el crecimiento
en solución (Cuadro 14.1). de las raíces de eucalipto. A pesar de que algunas
especies presentan tolerancia a la defi-
Cuadro 14.1. Peso seco (g) de la parte aérea de plántulas de eucalipto a los 85 ciencia de agua, las observaciones de
días de edad, sometidas a seis niveles de densidad aparente (tomado de Costa
1990). campo evidencian un crecimiento insa-
tisfactorio de la mayoría de las especies
Densidad plantadas (Barros y Novais 1990).
Especie
aparente
(g ml-1) E. citriodora E. grandis E. paniculata E. clöeziana Mackensen y Fölster (1999), dan un
0,85 7,42 4,95 5,76 1,36 ejemplo de las consecuencias de una
1,00 6,31 3,42 4,11 1,05 equivocada selección de sitio. En 1996,
1,07 6,68 3,71 6,21 1,03 el 80% de un área estaba plantada de E.
1,14 7,25 3,19 4,35 1,00 deglupta. Como la producción de estos
1,21 2,25 2,28 2,57 1,56 sitios no llenó las expectativas, entre el
1,28 3,37 2,51 2,94 0,46 70 y 80% de las plantaciones de eucalip-
262
14

fase de preparación del suelo se


debe realizar un análisis quími-
co, con el propósito de definir el
tipo de enmiendas que deben de
aplicar de acuerdo a las limita-
ciones en contenidos de Ca, Mg,
P (suelos altamente fijadores
como los Andisoles) y acidez.
Según Barros y Novais 1996 (ci-
tados por Silveira et al. 2001),
las aplicaciones de Ca deben ser
en cantidades suficientes para
suplir la demanda del cultivo en
Figura 14.2. Eucalyptus saligna asociado con Dracaena spp. en la Zona Norte de Costa Rica.
el ciclo de producción, lo cual
se podría lograr con dosis de 1
to fueron eliminadas y plantadas con A. mangium a 2,5 t ha-1 de dolomita. Para el caso del P éstos
entre los años 1996 y 1997. mismos autores recomiendan su aplicación, espe-
cialmente cuando los suelos tienen un pH (CaCl2)
Comparado con A. mangium, un programa de fer- menor a 5,0.
tilización para una plantación de E. deglupta es
aproximadamente 60% más costoso. Por lo tanto, En América Central, se ha cultivado E. saligna en
para que resulte rentable, debe sembrarse en si- Inceptisoles con características ándicas (al presen-
tios con un buen suplemento natural de nutrimen- te Andisoles), Alfisoles y Ultisoles en alturas me-
tos, en los que la fertilización para remplazar la dias, mientras que el E. camaldulensis en suelos
pérdida de nutrimentos no es necesaria o es nece- poco desarrollados, más pobres y de pisos altitudi-
saria sólo en grado limitado en rotaciones tardías nales más bajos y secos, entre ellos Entisoles, In-
(Mackensen 1999). ceptisoles, Mollisoles y Alfisoles (Martínez 1990;
CATIE 1991). En Colombia se menciona su cultivo
Algunos productores, siembran el eucalipto aso- en Inceptisoles ándicos (Cannon 1983).
ciado con otros cultivos con el fin de disminuir los
costos de implantación y mejorar el flujo de caja
de la empresa (Figura 14.2). Requerimientos nutricionales y
absorción de nutrimentos
Preparación del terreno de la
plantación Reis y Barros (1990) mencionan que la cantidad de
nutrimentos que se remueven en plantaciones de
E. camaldulensis y E. saligna se pueden sembrar en eucalipto depende de factores como la especie, la
una amplia variedad de suelos sin necesidad de densidad de la plantación, la densidad de corta, la
preparar el terreno (Martínez 1990; CATIE 1991). calidad de sitio y el componente del árbol que se
En el caso de suelos compactados por ganadería exporta.; en general, se exporta más nutrimentos
(principalmente ándicos) es necesario subsolar y de una plantación de eucalipto cuanto más grande
sembrar en hoyos profundos y anchos (30x30x30 sea la cantidad de producto extraído y, entre los
cm). En Oxisoles compactados, el utilizar equipos diferentes factores que afectan la pérdida de nu-
con un subsolador de una línea no es suficiente trimentos, lo absorbido causa la mayor remoción
para corregir todo el problema y en el caso de de nutrimentos del ecosistema (Cuadro 14.2). La
utilizarse un aparato de tres líneas bajo condi- variación en la cantidad de nutrimentos exporta-
ciones de humedad inadecuadas, puede causarse do por diferentes especies, puede ser el resultado
más compactación después de un tiempo. En esta de la distribución o utilización de nutrimentos, la
263
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL EUCALIPTO (Eucalyptus spp.)

Cuadro 14.2. Producción de biomasa contenido y coeficiente de utilización biológica (CUB), de nutri-
mentos en el tronco de especies de eucalipto cultivadas en Brasil (tomado de Reis y Barros 1990).

Biomasa Nutrimentos en el tronco


Edad
Especie del tronco N P K Ca Mg CUB1
Años t ha-1 kg ha-1
E. saligna 10 72 115 20 90 130 30 187
E. saligna 9 122 148 36 90 216 75 216
E. saligna 8 111 294 19 157 238 58 143
E. saligna 8 262 660 34 427 402 162 156
E. saligna 8 106 218 28 176 186 42 163
E. citriodora 10 108 195 20 196 380 75 125
E. citriodora 9 117 170 44 169 190 90 177
E. citriodora 8 77 261 13 122 247 71 108
E. citriodora 8 284 635 26 513 400 184 161
E. grandis 9 132 338 15 97 208 78 179
E. grandis 8 163 465 25 235 260 45 158
E. grandis 8 90 211 14 97 172 33 171
E. grandis 8 396 808 30 554 564 228 181
E. grandis 7 161 220 9 180 600 65 150
E. grandis 7 112 90 6 70 340 30 209
E. grandis 6 72 185 15 117 115 26 157
E. grandis 5 28 49 3 20 27 7 265
E. clöeziana 8 102 246 12 76 64 38 234
E. clöeziana 8 215 507 15 158 181 143 214
E. urophylla 9 154 282 45 161 414 108 152
1
Unidad de biomasa producida/ sumatoria de nutrimentos absorbidos.

cantidad de biomasa producida y/o su capacidad incluidos permiten observar la gran cantidad del
de absorción (coeficiente de utilización biológica Ca que se asocia a la corteza del tronco, por lo que
E. citriodora 143, E. urophylla 152, E. saligna 173, la devolución de este componente de la biomasa
E. grandis 182, E. clöeziana 224). al ecosistema sería de suma relevancia económi-
ca y ecológica (Cuadro 14.3). En sitios con mayor
En sitios, donde el suelo es deficiente en un ele-
capacidad productiva, la cantidad absoluta de nu-
mento específico, la exportación de este puede
trimentos exportados de manera general es más
ser más relevante que la del total de nutrimen-
elevada, exportación ligada a una mayor producti-
tos. En este caso, la especie o genotipo a utilizarse
vidad de las especies.
en el sitio debe ser aquella con la menor eficien-
cia para el nutrimento en cuestión. E. citriodora Normalmente, el aumento en la densidad de plan-
es más exigente en K que otras especies como E. tas por área lleva en una fase inicial antes de que
saligna, con un 26% y un 14% de K en las hojas se detenga el crecimiento a obtener una mayor
respectivamente, por esta razón, la utilización de cantidad de biomasa y por consiguiente, a una
E. citriodora para extracción de aceites esenciales exportación más elevada de nutrimentos (Cuadro
significa una fuente de pérdidas de reservas de K 14.4). A pesar de todo, cuando los árboles comien-
en el suelo. Si se considera el Ca, E. saligna con- zan a ocupar el espacio que les es disponible en las
centra mucho más este nutrimento en la corteza, plantaciones menos densas ocurre una tendencia
mientras que E. citriodora inmoviliza más canti- a que las cantidades de biomasa y nutrimentos ab-
dades de este nutrimento en la madera; los datos sorbidos sean iguales a las más densas.
264
14

Cuadro 14.3. Biomasa y contenidos de K y Ca en los componentes de E. saligna y E. citriodora en plantacio-


nes de 8 años de edad (tomado de Reis y Barros 1990).

Componente total del árbol


Biomasa Elemento
Especie Madera Corteza Ramas Hojas Total
t ha-1 kg ha-1
E. saligna 291 K 329 99 31 75 534
Ca 75 327 56 55 513
E. citriodora 325 K 382 131 73 205 791
Ca 137 263 63 47 510

Cuadro 14.4. Biomasa y contenido de nutrimentos en la parte aérea de E. grandis y E .saligna de 3,5 años
de edad, cultivados en dos densidades de siembra (tomado de Reis y Barros 1990).

Población Biomasa N P K Ca Mg
Especie
árboles ha -1
t ha -1
kg ha -1

E. grandis 5.000 78 306 11 69 71 23


1.667 43 203 8 51 46 17
E. saligna 5.000 66 187 10 97 63 21
1.667 50 258 3 81 60 25

En suelos de baja fertilidad del Brasil (Oxisoles) Cuadro 14.5. Cantidad de nutrimentos absorbidos y porcentaje de
extracción exportado como madera de E. grandis de 7 años de edad
con el aumento de la demanda de madera y méto-
considerando una población de 1500 árboles ha-1 y un volumen con
dos más intensivos de manejo de las plantaciones corteza de 355,44 m3 ha-1 (tomado de Haag 1983).
(mecanización del suelo, aumento de la densidad
de plantación, fertilización y reducción de la edad Nutrimento g planta-1 kg ha-1 % del total
de corte), se nota que a pesar de la aplicación de N 260 390 72,0
fertilizantes minerales, las cantidades que se adi- P 20 31 86,9
cionan son muy inferiores a las que salen de la K 177 266 31,2
plantación, lo que lleva a una reducción de la pro-
Ca 387 580 86,4
ductividad forestal en función de un agotamiento
Mg 85 128 92,9
gradual del suelo.
S 106 159 81,2
Al estudiar la cantidad de nutrimentos exportados mg/planta g/ha % del total
como madera de E. grandis de 7 años de edad en B 884 1.326 81,6
Brasil, Haag (1983) menciona que el total exporta- Cu 538 808 84,9
do del total absorbido es alto, siendo el macro ele-
Fe 2.618 3.927 64,5
mento Mg el que más sale del sistema y en orden
Mn 12.135 18.203 84,8
decreciente P>Ca>K>S>N. En cantidad total
exportada, el Ca fue el que más salió del sistema Mo 7 10 91,4
y en orden decreciente N>K>S>Mg>P. Dentro Zn 259 388 87,5
de los micronutrimentos, el Mo es el elemento
que más se exporta del total absorbido, aunque unidad de biomasa producida de otra que absor-
los más exportados siguen el orden decreciente be una cantidad menor, así se puede decir que E.
Mn>Fe>B>Cu>Zn>Mo (Cuadro 14.5). saligna y E. citriodora son más exigentes en N, P
y K que E. grandis (Cuadro 14.6) y que E. citrio-
Los factores que conducen a que una especie ab- dora es particularmente exigente en K. También
sorba mayor o menor cantidad de nutrimentos podría decirse que E. clöeziana es la especie me-
son complejos. Se puede decir que una especie nos exigente en nutrimentos, a excepción del Mg,
que absorbe mayor cantidad de nutrimentos por para el cual no difiere de las demás especies. Si
265
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL EUCALIPTO (Eucalyptus spp.)

Cuadro 14.6. Cantidad de nutrimentos por cantidad de biomasa de la parte aérea de varias especies
de eucalipto de 8 años de edad (tomado de Reis y Barros 1990).

Nutrimentos Total de nudo de diferente den-


Biomasa
Especie N P K Ca Mg nutrimentos sidad de plantación, lo
que puede conducir a
t ha-1 kg t-1 biomasa kg ha-1
variaciones inespera-
E. grandis 448,3 2,92 0,12 1,68 1,73 0,77 3.240 das de resultados como
E. saligna 291,3 3,19 0,16 1,82 1,76 0,78 2.249 por ejemplo una menor
E. clöeziana 231,5 2,87 0,09 0,91 1,00 0,76 1.303 cantidad de biomasa a
E .citriodora 325,1 3,19 0,14 2,43 1,57 0,75 2.627 mayores edades.

se considera la absorción media anual, se verifica En Brasil, la explotación forestal consiste en reti-
que para N, los valores varían de 83 kg año-1 para rar del terreno solamente el tronco (madera y cor-
E. clöeziana, hasta 164 kg año-1 para E. grandis y teza) dejando entonces en el terreno la copa (hojas
que para P estos valores son de 2,6 y 6,7 kg año-1 y ramas) y las raíces. En plantaciones jóvenes la
respectivamente. contribución de la biomasa de la copa es elevada
y debido a que la concentración de nutrimentos
Normalmente, la tasa de absorción es mayor en las en las hojas también es más alta (más del 50% de
edades más jóvenes de la plantación con un máxi- los nutrimentos se encuentran en la parte aérea),
mo que coincide con la mayor tasa de productivi- la contribución de nutrimentos de esta fracción es
dad. Para E. grandis, la tasa máxima de acúmulo considerable.
de biomasa y de absorción de algunos nutrimentos
ocurre a la edad de 48 meses; a partir de esta edad Reciclaje de nutrimentos
se reduce la tasa de acúmulo (Cuadro 14.7).
Según Reis y Barros (1990), los primeros estudios
sobre el reciclaje de nutrimentos en
Cuadro 14.7. Tasa media de acumulo de biomasa total (parte aérea y raíces) y
absorción de nutrimentos en plantaciones de E. grandis de varias edades (tomado plantaciones de eucaliptos se inician en
de Reis y Barros 1990). Australia en 1977 y en Brasil en 1976
y este depende de los estadios nutricio-
Nutrimentos
Edad Biomasa nales de las plantaciones, a saber:
N P K Ca Mg
• antes de que se cierre la copa,
Meses t ha -1
kg ha año
-1 -1
el reciclaje se caracteriza por una
12 9,6 85 6 52 36 11 demanda elevada de nutrimentos
24 17,3 117 8 67 40 14
para la formación de la copa sin que
haya retorno por caída de hojas; en
36 17,7 105 7 65 39 14
esta fase se esperan las mejores
48 22,5 81 6 52 38 13 respuestas a la fertilización dado que
60 18,4 70 5 43 31 11 las necesidades nutricionales de los
72 16,1 61 4 35 27 10 árboles dependen de la disponibilidad
de nutrimentos;
• después del cierre de la copa,
La distribución de la biomasa y de los nutrimen- cuando son más importantes los
tos en los diferentes componentes de la planta es ciclos biogeoquímicos y bioquímicos, pues
de mucha importancia en la determinación de la en esta etapa domina la descomposición
edad de corta y del componente del árbol a ser de material orgánico depositado en el suelo
extraído, de manera que se pueda minimizar la y ocurre una redistribución interna de los
exportación de nutrimentos. Este tipo de estudios nutrimentos; en este estadio puede ocurrir
puede llevarse a cabo en plantaciones de diferente algo de inmovilización biológica de P y N,
edad aunque los datos que así se obtienen provie- lo cual puede causar una deficiencia de
nen de plantaciones con suelos diferentes y a me- estos nutrimentos en el estadio tres. Este
266
14

estadio puede no alcanzarse en plenitud en retiran del ecosistema, ocurren variaciones gran-
suelos muy pobres, en otras palabras que des en la temperatura y contenido de humedad de
solamente una porción muy pequeña de las suelo (2-5 cm de profundidad), en contraposición
necesidades nutricionales de la planta sean a lo que ocurre cuando se dejan sobre el suelo. La
satisfechas por el reciclaje biogeoquímico. remoción de los residuos también causó un efecto
A menudo, puede observarse una merma adverso sobre el crecimiento de las plántulas hasta
en crecimiento de eucalipto a los tres los 15 meses después del trasplante; en general, la
o cuatro años después de la siembra,
corta y no remoción de los residuos de cosecha tie-
proceso que se reinicia al quinto o al sexto
nen un efecto positivo sobre el crecimiento, mien-
año cuando se liberan los nutrimentos
tras que la quema de los residuos estimula aún más
anteriormente inmovilizados en los residuos
en plantaciones previamente fertilizadas.
el crecimiento debido a la liberación rápida de los
nutrimentos en los tejidos quemados. En este tipo
de plantaciones, se depositan 7,7 t ha-1 (59% hojas y
En el caso de Brasil, se encontró que una plan- 41% ramas), cantidad que contribuye con 42 kg N
tación adulta de eucalipto es capaz de depositar ha-1, 2,3 de P, 20 de K, 47 de Ca y 14 de Mg, adición
anualmente sobre el suelo cantidades importantes que ocurre en un 50% en los primeros 10 meses y
de residuos mientras que sus raíces son capaces llega alcanzar valores del 80% después de 23 me-
de extraer grandes cantidades de nutrimentos del ses (Gonçalvez et al. 1998).
subsuelo, favoreciendo así su reciclaje. En un es-
tudio con plantaciones de E. citriodora de 24 años Bellote et al. (2001) encontraron que en plantacio-
de edad, Haag (1983) encontró que la cantidad de nes de 7 y 12 años de E. grandis creciendo en Oxi-
nutrimentos asociada al mantillo de dicha plan- soles de Brasil, del total de la biomasa, las hojas
tación fue de 212 kg N ha-1, 8,91 de P, 31,4 de K, representan el 9%, las ramas el 7% y el tronco el
161,0 de Ca, 33,0 de Mg, 32,7 de S, 0,6 de B, 0,2 83%, mientras que el 37% del total de nutrimen-
de Cu 25,2 de Fe, 14,7 de Mn y 0,9 de Zn, en un tos absorbidos se encuentra en la hojas, el 10% en
total de 2,87 y 17,11 t ha-1 de mantillo en la capa las ramas y el 53% en el tronco; además, se encon-
superior e inferior, respectivamente. Dedecek et tró que la albura en las plantaciones de 7 años es
al. (2001) mencionan que la cantidad de residuos mayor que el duramen, mientras que a la edad de
recolectados antes de la cosecha en plantaciones 12 años los contenidos de ambos componentes de
de E. grandis de doce años sobre un Oxisol areno- la madera son similares y representan el 86% de
so, fue de 19,8 t ha-1, valor que se redujo a 2,64 t la biomasa aérea total. Los autores consideran que
ha-1 una vez efectuada la cosecha y la nueva plan- del total de la biomasa el 92% se encuentra en el
tación; en otra plantación de 7 años los valores tronco y que de un total de 302 t ha-1 cosechada,
fueron de 31,3 y 7,6 t ha-1, antes y después de la se exportan 296 t ha-1 o su equivalente de 277 t
cosecha, en un Oxisol de textura media. ha-1 como madera comercial, lo que implica que
la remoción de nutrimentos del suelo debe ser re-
La quema reduce en casi 3 veces la cantidad de re- puesta con la adición de fertilizantes.
siduos orgánicos en plantaciones de E. pilularis de 6
años y elevó la pérdida de Ca y Mg casi en 38 y 15 Debido a que la mayoría de los nutrimentos que
kg ha-1 respectivamente, ya que el proceso de con- salen del ecosistema se exportan como madera,
vección de los vientos retira la ceniza del lugar de se ha analizado la composición nutricional de las
la quema. En un trabajo de quema controlada en fracciones del tronco. Así, se encontró que el ma-
plantaciones mixtas, E. paucifora, E. dives y E. de- yor incremento en nutrimentos en el tronco ocu-
legantensis se encontraron los siguientes rangos de rre entre los 3 y los 5 años de edad (223%), mien-
pérdida en kg ha-1 74 a 109 de N, 1,96 a 3,04 de P, tras que entre los 5 y los 7 años el incremento fue
12,1 a 21,0 de K, 18,7 a 27,7 de Ca y 4,9 a 9,7 de Mg del 20%, lo que se atribuye a la competencia por
(Reis y Barros 1990). En plantaciones de eucalipto nutrimentos entre árboles (da Silva et al. 2001).
de 7 años de edad en Oxisoles de Brasil, se encontró Los mismos autores, mencionan que en el tronco
que cuando los residuos de cosecha se queman o se de los árboles los contenidos de Ca, K y P aumen-
267
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL EUCALIPTO (Eucalyptus spp.)

Cuadro 14.8. Nutrimentos acumulados y biomasa de los componentes del tronco de árboles de E. grandis en
plantaciones sobre Oxisoles de Brasil de 3, 5 y 7 años de edad (tomado de da Silva et al. 2001)

Edad Componente Nutrimentos acumulados (g) Biomasa


(años) de la biomasa N P K Ca Mg (kg)
3 Tronco 44,5 5,50 43,90 44,90 11,70 39
Corteza 14,5 2,26 11,81 33,07 6,27 4
Albura 30,3 3,20 32,00 11,80 5,40 36
Duramen 0,04 0,0007 0,018 0,02 0,007 51
5 Tronco 78,50 10,60 56,00 87,00 28,50 89
Corteza 23,42 4,10 17,18 64,15 13,77 7
Albura 38,40 6,00 36,00 11,70 10,80 52
Duramen 16,65 0,58 2,8 11,17 3,91 29.954
7 Tronco 78,10 18,40 67,10 107,90 23,20 107
Corteza 21,22 8,61 20,48 77,14 12,08 8
Albura 41,30 9,20 43,40 14,40 7,80 60
Duramen 125,61 0,59 3,22 13,34 3,29 38.559

Cuadro 14.9. Cantidad de nutrimentos en los diferentes tejidos de árboles de Eucalyptus saligna
y E. citriodora de siete años de edad, después del segundo corte (tomado de Costa 1990).
tan hasta el quinto año, con
un incremento mayor entre Biomasa
el quinto y el sétimo año, Parte N P K Ca Mg seca
del Especie
mientras que el contenido árbol
de N se estabiliza al quinto kg ha-1
año y el de Mg decrece des- Hojas E. saligna 36,5 3,9 27,3 17,3 6,5 2.174
pués de esta edad. Aunque a E. citriodora 51,8 3,7 47,2 13,2 3,6 3.078
estas edades la corteza (floe- Madera E. saligna 80,4 11,7 51,0 35,0 11,7 73.500
ma funcional) representa el
E. citriodora 80,8 10,0 92,9 221,4 30,9 100.400
7,5% del tronco, esta frac-
Corteza E. saligna 38,7 10,9 73,8 155,2 26,2 9.690
ción acumula más N, P, K,
Ca y Mg que las ramas y el E. citriodora 58,6 7,4 126,9 221,6 45,7 25.550
duramen; el Ca acumulado Ramas E. saligna 19,9 2,8 18,3 21,2 12,7 6.319
en la corteza es mayor que E. citriodora 20,1 1,9 21,4 20,0 12,9 6.387
el estimado en la albura, he-
cho atribuible a que es un constituyente de las pa- cies de eucalipto de 10 años de edad. Los mismos
redes celulares. En el caso del N y el Mg, a pesar variaron desde 30 kg ha-1 (E. propinqua), hasta 53
de que la biomasa aumenta, la cantidad encontra- kg ha-1 (E. robusta), 70 kg ha-1 (E. dunnii) y 71 kg
da se estabiliza después del quinto año, reflejando ha-1 (E. grandis), hasta 102 kg ha-1 (E. saligna). En-
la movilidad de estos elementos vía floema y su tre estas especies, E. grandis y E. saligna mostra-
translocación hacia el duramen (Cuadro 14.8). Sin ron la mayor producción de biomasa (incremento
embargo (Costa 1990), las especies de eucalipto medio anual de 18 t ha-1) y E. grandis la mayor
extraen diferentes cantidades de nutrimentos y los acumulación de nutrimentos.
acumulan de manera diferente en los tejidos del
árbol (Cuadro 14.9). Mediante la implementación de plantaciones mix-
tas, combinando especies fijadoras de N con es-
Un estudio realizado por Silva et al (1983), cita- pecies que no son capaces de fijarlo, Mackensen
dos por Spangenberg y Fölster (2002), en suelos (1999) menciona la bondad de la combinación de
pobres de la región de Cerrado en Brasil describe E. deglupta y A. mangium y el uso de los residuos
los contenidos de Ca en la corteza de cinco espe- de esta última en forma de mulch o ceniza.
268
14

Cuadro 14.10. Ámbitos de concentración adecuada en la hoja madura más joven de árboles de E. globulus, E. grandis, E. urophylla y E.
urograndis (tomado de Dell et al. 2001).
E. globulus E grandis E. urophylla E. urograndis
Elemento
Deficiente Adecuado Deficiente Adecuado Deficiente Adecuado Deficiente Adecuado
mg g materia seca
-1

N 10-17 19-27 5-15 18-34 <11 15-30 8-13 18-29


P 0,7-1,0 1,3-2,7 0,2-0,9 1-3 0,5-0,9 1,2-3,1 0,8-1,0 1,2-2,6
K 3-7 8-15 3-5 6-18 2-5 6-16 2-6 9-15
Ca ?<1 3-17 <1 3-8 ?<1 3-15 2,1-7,5
Mg ?<0,8 1-7 0,3-0,7 1-3 ?<0,8 1,7-6,4 0,2-0,4 1,1-3,6
S <1,2 1,3-2,2 <1 1,5-3,0 ?<1 1-3 1,2-2,9
mg kg-1 materia seca
Fe 8-10* 25-700 10-14 25-130 ?<20 25-100 40-100
Zn 8-11 15-50 5-9 15-50 9-12 16-47 13-29
Mn 2-19 40-2.000 ?<15 60-2.300 ?<15 130-4.000 130-2.300
Cu 0,5-2,0 3-24 0,4-1,5 2-11 0,8-1,5 3-19 3,5-13,4
B 4-10 14-38 5-8 15-27 4-12 16-69 8-12 13-30
? Significa que debe hacerse más investigación para definir este valor
*
<20 en suelos calcáreos

A pesar de lo recomendable que es dejar la corte- ta a sexta rama del árbol, en forma descendente
za de los árboles cortados en el sitio, donde sirve (Brunck 1987). En los Cuadros 14.10 y 14.11 se
como mulch, cubre el suelo, reduce la erosión y presentan los ámbitos de deficiencia y adecuados
ayuda a mantener la humedad del suelo, esta re- de nutrimentos a nivel foliar para varias especies
sulta ser una práctica de alta dificultad técnica en de eucalipto de acuerdo con Dell et al. (2001) y
eucalipto (Spangenberg y Fölster 2002). Boardman et al. (1997). Se observa que los ámbi-
tos de concentración foliar son ligeramente dife-
Ante la pregunta de cómo el eucalipto suele lo-
rentes entre 9 especies, lo suficiente para manejar
grar grandes crecimientos a pesar de plantarse en
la fertilización de cada una de ellas de manera
suelos de baja fertilidad, de Paula (1996), cita a
diferenciada. Para todas las especies comparadas,
Attiwill (1980) quien menciona que cerca de la
el orden de concentración foliar sigue el orden
mitad del fósforo es suplida por el ciclo interno o
N>Ca>K>Mg=Na=Cl>P>>B>Zn>Cu.
bioquímico, a través de un proceso efectivo de re-
movilización de fósforo de las hojas senescentes. Cuadro 14.11. Ámbitos de concentración adecuada en la hoja
Cita igualmente a Baker y Attwill (1985), quienes madura más joven de árboles de E. camaldulensis y E. saligna
también observaron ese aspecto. Ellos encontra- (tomado de Boardman et al. 1997).
ron que para eucalipto, apenas el 4% de la deman- Nutrimento E. camaldulensis E. saligna
da de N y el 10% de la demanda de P vienen de N (%) 1,46-2,10 0,90-2,10
la reserva del suelo, el resto es suplido por el ciclo P (%) 0,18-0,22 0,08-0,20
bioquímico. En contraste, los valores para pino K (%) 0,6-0,8 0,85-1,50
rondan el 23% y el 34% respectivamente. S (%) 0,11-0,16 0,14-0,20
Ca (%) 0,50-1,01 0,3-1,0
Mg (%) 0,17-0,37 0,20-0,40
Niveles de deficiencia foliar Na (%) 0,22-0,36 0,16
Para realizar el análisis foliar de este género, se Cl (%) 0,17-0,46 0,10-0,45
recomienda tomar la segunda hoja madura de co- Cu (mg kg-1) 3-5 4-7
lor verde oscuro (las hojas más jóvenes son de co- Zn (mg kg-1) 13-41 16-30
lor verde claro con un ligero tinte rojizo), excepto Mn (mg kg-1) 190-600 100-800
para E. deglupta especie en que se toma la tercera Fe (mg kg )-1
110-170 70-86
hoja, todas provenientes de árboles que no estén Al (mg kg-1) 120-260 90-200
fructificando y de la parte inferior de la cuar- B (mg kg-1) 144-200 25-45

269
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL EUCALIPTO (Eucalyptus spp.)

Eucalyptus globulus E. urophylia, E. grandis


Tejido a
muestrear

Hojas expandiendo

Hojas jóvenes
expandidas

Hojas viejas

Figura 14.3. Diagrama ilustrativo de la posición de los retoños y la apariencia de los síntomas de deficiencia
nutricional en eucalipto (tomado de Dell et al. 2001).

Síntomas de deficiencia foliar


de las plantas ya está comprometido. Cuando el
La falta o exceso de uno o más nutrimentos pro- elemento es móvil (N, K, Mg, P) los síntomas se
ducen anormalidades visibles en las plantas (clo- manifiestan en los tejidos más viejos; mientras
rosis, muerte de tejidos y reducción del crecimien- que si los elementos son poco móviles (Ca, B, Zn,
to). Estos síntomas son específicos para cada nutri- Fe, Mn) los síntomas se manifiestan primeramente
mento y una vez que se presentan, el crecimiento en las hojas y brotes más nuevos (Figura 14.3).
270
14

Figura 14.4. Síntomas de deficiencias de algunos nutrimentos en Eucalipto (tomado de Silveira et al (2001).

Síntomas Foto

Inicialmente las hojas viejas presentan una


coloración verde clara que se va tornando
N amarillenta y con pequeños puntos rojizos
a lo largo de la lámina. Posteriormente los
puntos cubren todo la lámina tornándose
la hoja completamente rojiza. -N

Los síntomas de deficiencias de fósforo


en E. grandis x E. urophylla se inician con
una coloración verde oscura, tornándose
P rosada en la parte próxima a las
nervaduras y con puntuaciones oscuras a
lo largo de la lámina. En un estado final
las puntuaciones se tornan necróticas

En E. pilularis inicialmente las hojas


Nutrimento

presentan una clorosis, seguida de una


necrosis del borde de las hojas, la clorosis
K (rojiza) progresa de los bordes hacia el
centro de la hoja. En la fase final muchas
veces ocurre secamiento de la punta de
las hojas. E. pilularis

En E. grandis x E. urophylla las hojas


nuevas se deforman seguidas de un
enrollamiento de las mismas. Algunas
Ca veces puede ocurrir muerte de las yemas
apicales y en estados avanzados puede
ocurrir secamiento de los brotes.

Las hojas más viejas presentan manchas


amarillas con las nervaduras verdes. Luego
Mg las manchas se tornan color marrón de
tamaño y contornos variables pudiendo
también ocurrir clorosis intervenales.

En el campo es importante estudiar la distribución de eucalipto cultivadas en Brasil (Silveira et al.


y la simetría de los síntomas en la planta; esto con 2001). Aunque las especies a que hace referen-
el propósito de diferenciar si los síntomas son por cia este texto son diferentes en algunos casos, se
plagas o intoxicaciones con productos químicos. considera que la información puede servir como
En la Figura 14.4 se presentan fotografías de los una guía para el diagnóstico nutricional de este
síntomas de deficiencias nutricionales en especies género.
271
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL EUCALIPTO (Eucalyptus spp.)

(Continuación)
Figura 14.4. Síntomas de deficiencias de algunos nutrimentos en Eucalipto (tomado de Silveira et al (2001).

Síntomas Foto

Las hojas nuevas en E. urophylla se tornan


S amarillas de forma uniforme.

En E. grandis las hojas nuevas presentan


Fe clorosis intervenal con apariencia de un
retículo fino.

En E grandis las hojas nuevas se tornan


Nutrimento

lanceoladas, angostas y pequeñas. En la


Zn región apical ocurre una alta brotación de
yemas con posterior pérdida de dominancia.
Con esta condición los árboles crecen menos

En E. grandis ocurre alta brotación y pérdida


de dominancia causada por la muerte de
yema apical. Las hojas nuevas presentan
una intensa clorosis marginal seguida de
secamiento de los márgenes. Las nervaduras
B se tornan extremadamente realzadas con
posterior necrosis. En estados avanzados
se observa muerte de puntas de ramas con
muerte descendente y alta brotación de
yemas laterales y bifurcación del tronco.

Las hojas nuevas presentan clorosis


intervenales con apariencia de un retículo
Mn grueso, o sea las nervaduras y áreas
adyacentes se tornan verde oscuro y el resto
de la lámina foliar permanece verde claro.

272
14

Fertilización en vivero cal, sino aplicar de 8 g m-2 de era o bancal de la


fórmula 15-38-10 disuelto en agua, después de la
Las semillas de eucalipto son pequeñas, por lo que sexta semana (Cannon 1983). Un mes antes del
se germinan en un sustrato esterilizado de arena trasplante se recomienda eliminar la fertilización
o una mezcla 1:1 de arena con suelo fértil, sin la con el propósito de lograr endurecimiento y lig-
aplicación de fertilizante. Las plantas se mantie- nificación, de tal forma que las plantas no sufran
nen en los germinadores hasta que alcancen el mucho estrés en las primeras semanas posteriores
tamaño de repique; en el caso de E. saligna las al trasplante (Cannon 1983).
plantas tardan de 10 a 20 días para germinar y el
tamaño de trasplante a bolsa se realiza cuando tie- Para mejorar el crecimiento de las plántulas en
nen 4 hojas verdaderas mientras que en el caso de Andisoles en Colombia, Vélez (1981) realizó una
E. camaldulensis las plantas tardan de 5 a 12 días serie de ensayos de fertilización en viveros de E.
para germinar y el trasplante se realiza con 2 hojas grandis, encontrando que la adición conjunta de
verdaderas (Martínez 1990; CATIE 1991). 40 g m-2 de urea con 400 g m-2 de calfos causó la
mejor respuesta, sin que la adición de K tuviera
Adjoud y Halli (2000) mencionan que el género ningún efecto positivo adicional.
Eucalipto es uno de los pocos árboles maderables
En esta fase (Silveira et al. 2001), las deficiencias
que forma ectomicorrizas, por lo que se acostum-
nutricionales son poco comunes y los principales
bra hacer inoculaciones a nivel de vivero para me-
problemas se deben a toxicidades y desequilibrios
jorar la sobrevivencia y el desarrollo de las plántu-
nutricionales, principalmente de boro y mangane-
las en sus fases de crecimiento temprano (Trappe
so, causadas por malas dosificaciones y manejo del
1997). La inoculación se realiza a partir de micelio
sustrato. En el caso de deficiencias, estas pueden
vegetativo y por medio de esporas colectadas en el
corregirse con aplicaciones de fertilizante foliar,
campo (Xianheng et al. 1998), de manera que los
basándose en valores establecidos de concentra-
árboles lleven la micorriza al campo.
ción foliar (Cuadro 14.12), ya que la duración de
Las plantitas se trasladan a bolsas de 10x20 cm ésta etapa es corta. En el caso de toxicidades, si
con agujeros y llenas de una mezcla de
Cuadro 14.12. Ámbitos de concentración adecuado en la hoja más joven ma-
arena, suelo fértil y un componente or- dura de plántulas de E. camaldulensis, E. saligna y E. globulus en vivero (toma-
gánico como compost, aserrín de made- do de Boardman et al. 1997).
ra o granza de arroz, en una proporción
1:1:1 (Martínez 1990; CATIE 1991). Si Nutrimento E.
E. globulus E. saligna
(unidades) camaldulensis
se desea un manejo preciso de la nutri-
ción, al preparar el sustrato se pueden N (%) 1,4-1,8 2,0-2,8 2,9
adicionar algunos nutrimentos necesa- P (%) 0,1-0,14 0,14-0,26 0,2
rios en ésta fase de crecimiento. Según K (%) 0,6-1,0 0,8-1,2 1,1
sea la limitante del sustrato se puede S (%) 0,1-0,14 0,15-0,20 nd
utilizar en g m-3 300 a 500 de P2O5; 3 a 6 Ca (%) 0,5-1,2 0,4-1,3 0,6
de B; 1 a 2 de Cu; 15 a 40 de Mn y Fe; y
Mg (%) 0,18-0,25 0,10-0,22 nd
15 a 25 de Zn y enmiendas como calcita
o dolomita (Silveira et al. 2001). Martí- Na (%) 0,1-0,43 0,1-0,4 nd

nez (1990) y CATIE (1991) mencionan Cl (%) 0,1-0,4 0,33 nd


que cuando se utiliza en los sustratos Cu (mg kg ) -1
3-5 4-24 nd
suelo pobre, es aconsejable mezclarlo Zn (mg kg-1) 16-41 15-50 nd
con un fertilizante como 15-15-15 (N- Mn (mg kg-1) 80-500 100-2.000 nd
P-K) a razón de 25 kg m-3; sin embargo, Fe (mg kg-1) 84-170 30-700 nd
debido a los altos riesgos de daño quí-
Al (mg kg-1) 30-250 30-100 nd
mico a las plántulas, no se recomienda
aplicar fertilizante bajo el sistema radi- B (mg kg )-1
20-120 12-50 nd

273
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL EUCALIPTO (Eucalyptus spp.)

bien se pueden detectar con el análisis foliar o las y el Zn son los que más frecuentemente pueden
sintomatologías observadas, su corrección es más ser limitantes para las plántulas, y que la sintoma-
compleja, ya que se debe revisar la estrategia de tología visual de deficiencias en las plántulas, es
fertilización y materias primas del sustrato para un aspecto importante para direccionar la necesi-
evitar futuras intoxicaciones. dad de fertilización con micronutrimentos.
La respuesta del eucalipto a la aplicación de N en
la fase de vivero depende de la fuente de fertilizan- Fertilización al trasplante
te empleada. En términos de acumulación de bio- Ward et al. (1985), resumiendo lo encontrado por
masa y nivel de toxicidad del fertilizante aplicado, varios autores, mencionan que en esta etapa de
Shedley et al (1995) obtuvieron la mejor respuesta crecimiento y hasta el cierre de copa de la planta-
a la adición de sulfato de amonio y la menor res- ción, la respuesta del eucalipto a la adición a de N
puesta a la adición de nitrato de calcio o nitrato de ocurre en muchas partes del mundo, la respuesta
amonio. Estos mismos autores sugieren rangos de a la adición de P es rara y a K limitada. La respues-
concentración para interpretar la condición de las ta a la adición de micronutrimentos es aun más
plantas en función del tipo de fertilizante utilizado limitada, aunque se menciona que ocurre a la adi-
(Cuadro 14.13). ción de Mg y Fe en suelos alcalinos y calcáreos, al
B en el este y centro de África y Andisoles
Cuadro 14.13. Ámbitos de concentración de N total en la hoja abierta más joven
de plántulas de E. globulus cultivados en vivero con tres fuentes de N (tomado y Oxisoles de Suramérica.
de Shedley et al. 1995).
Silveira et al. (2001) indican que en Brasil
(NH4)2SO4 NH4NO3 Ca(NO3)2
Nivel la fertilización al trasplante consiste en la
Concentración foliar de N (%) aplicación de P, Cu, Zn, N y K; en Amé-
Severamente deficiente <1,4 <1,4 <1,4 rica Central (CATIE 1991; Martínez 1990)
Deficiente 1,5-2,8 1,5-2,5 1,5-2,3 se utiliza una fuente de fertilizantes con
Adecuado 2,9-4,7 2,6-4,3 2,4-3,3 N, P y en Colombia (Cannon 1983) una
Tóxico >4,7 >4,3 >3,3 base de N, P, K y B. Estudios realizados en
Australia (Judd et al. 1996) demuestran
que la fertilización inicial del eucalipto
Barros y Novais (1990), recomiendan aplicar, en debe completarse antes de los 9 meses después
la fase de vivero, cantidades de nitrógeno en dosis del trasplante, con adiciones de fertilizante cada
de entre 50 y 150 g m-3 de sustrato, iniciando por 12 meses y no después del tercer año.
la menor dosis, y de ser necesario, aplicar el resto
de modo fraccionado, pudiendo observarse res- Con una fertilización al trasplante se obtienen altas
puestas positivas y generalizadas. Para el fósforo, tasas de sobrevivencia y crecimiento rápido en altu-
recomiendan aplicar 200 a 300 g P m-3 de sustrato, ra, lo que permite un control temprano de malezas
utilizando una fuente soluble preferentemente, ya y un mayor crecimiento diamétrico y de volumen
que su disponibilidad natural es muy baja, y pue- de madera. La experiencia en América Central in-
de observarse respuestas generalizadas y de gran dica que las mejores respuestas a la fertilización se
magnitud. Para el caso del K, recomiendan elevar obtienen aplicando entre 40 y 60 g por planta de
la concentración en el sustrato hasta 30 ppm, para fórmulas completa (12-24-12; 10-30-10) al momento
el S recomiendan la aplicación de 20 a 40 g m-3 del trasplante, lo que equivale a aplicar entre 6 a 24
de sustrato. En cuanto al uso de enmiendas, reco- g por planta de N y 8 g por planta de P.
miendan su uso con el objetivo tanto de corregir
la acidez como de adicionar Ca y/o Mg. Así, re- Actualmente, las cantidades de fertilizante aplica-
comiendan aplicarlas para elevar el contenido de das en plantaciones de ciclo corto varían según
Ca+2 hasta 0,20 a 0,40 cmol (+) 100g-1, y de Mg+2, el tipo de suelo, la especie y la producción obje-
hasta 0,05 a 0,10 cmol (+) 100g-1. En el caso de los tivo. En Brasil distribuyen de 200 a 400 kg ha-1
micronutrimentos, anotan que generalmente, el B de superfosfato y 100 kg ha-1 N:P:K 25:0:25 cuan-
274
14

Cuadro 14.14. Recomendaciones de fertilización potásica en Eucalipto de acuerdo al contenido de potasio en el suelo
(0-20 cm) (tomado de Silveira y Malavolta 2000)

K intercambiable (mmol dm-3)


Meses después
Forma de aplicación 0-0,1 1,0-1,5 >1,5
de la siembra
K2O (kg ha-1)
2-3 A la corona o en banda a 30 cm del árbol 20-30 20-30 20-30
6-9 A la corona o en banda a 30 cm del árbol 30-45 20-30 -
12-18 En banda entre hileras o en toda la superficie 60-75 - -
Total aplicado 120-150 40-60 20-30

do las plantaciones llegan a su cuarto ciclo. Para movilidad en el suelo como el N, K y B (Silveira
siembras nuevas, luego de pasturas o vegetación et al. 2001). La adición de fertilizantes a un suelo
secundaria, se utiliza sólo un NPK al fondo del pobre con más de un nutrimento, resulta en un
hueco (Spangenberg y Fölster 2002). incremento del crecimiento y una mayor absorción
de todos los nutrimentos por parte de la planta y
En las Sabanas Orientales de Venezuela, Morales y no solo de los que se aplicaron. Por ejemplo, la apli-
Ortega (1980) midieron el efecto de aplicar al tras- cación de una tonelada de fosfato en una planta-
plante fosforita y las fórmulas 12-12-17-2 y 12-12- ción de E. grandis, aumentó la absorción de P en
6 en dosis de 0, 100, 150 y 200 g por planta sobre un 131% y la de Ca en un 100%. La absorción de
el crecimiento de E. grandis; los autores concluye- K y Mg aumentó en un 24 y 25% respectivamente,
ron que las mejores respuestas en productividad elementos que en otra región aumentaron en un
se obtuvieron con la aplicación de 100 g por plan- 122 y un 98% respectivamente con la aplicación
ta del fertilizante fosforita y que en esta localidad del mismo tratamiento (Reis y Barros 1990).
no es aconsejable intentar producir la especie sin
aplicar fertilizante. Similares resultados encontró La recomendación de adicionar N al trasplante,
Cannon (1983) en Andepts en Colombia en cuyo depende del contenido de materia orgánica del
caso los mejores resultados en crecimiento se ob- suelo (0-20 cm de profundidad); Gonçalvez et al.
tuvieron con la aplicación de 100 g por planta de (1995) sugieren aplicar 60, 40 y 20 kg ha-1 de N
10-30-10, con incrementos en 15 veces del volu- cuando los contenidos de materia orgánica oscilan
men con respecto al testigo. Cannon (1983), tam- ente 0-15, 16-40 ó más de 40 g dm-3, respectiva-
bién menciona que la aplicación de 5 g por árbol mente; también recomiendan adicionar entre 30
de B después de un año presenta mayores alturas y 40% en una primera ocasión y entre 60 y 70%
que el testigo, aunque recomienda un seguimiento en otras segunda oportunidad. En Colombia, Kane
a la aplicación de este elemento ya que fácilmente et al.(1992), después de realizar investigaciones
puede incurrirse en problemas de toxicidad. por tres años con fertilizantes NPK en suelos vol-
cánicos, concluyeron que la mejor dosis de N, P
y K para fertilizaciones posteriores al trasplante
Fertilización de mantenimiento
consisten en adicionar 150, 40 y 30 kg ha-1 año-1,
de la plantación respectivamente.
El efecto de la fertilización al trasplante ocurre casi El eucalipto responde a la aplicación de K en sue-
inmediatamente después de su aplicación y dis- los con contenidos de 0,2 a 1,0 mmol K dm-3 y no
minuye hasta el cuarto año después de la misma existe respuesta en suelos con contenidos mayo-
(Martínez 1990); por lo tanto, la duración del efec- res. Cuando se presentan respuestas, estas se dan
to benéfico de este tratamiento es corta y depende con una estrecha relación Ca:Mg (< 1 unidad) o
del nutrimento y del número de aplicaciones que por los elevados valores de Ca + Mg en el suelo
se realicen. Debido a esta situación, en Brasil se re- (> 8 mmol K dm-3). En el Cuadro 14.14 se presen-
comienda continuar con una fertilización entre los tan recomendaciones de aplicación de K en fun-
30 y 90 días y otra a los 6 o 9 meses después, con ción del contenido de este nutrimento en el suelo
el propósito de proporcionar nutrimentos de alta (Silveira y Malavolta 2000).
275
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL EUCALIPTO (Eucalyptus spp.)

Según Morais (1999) citado por Silveira et al. como en grandes extensiones de terreno en África
(2001), la dosis de boro a aplicación depende del y Australia.
tipo de suelo y varía entre 6 y 9 kg ha-1. La dosis
En general, las variables físicas del suelo deben
total se debe distribuir de manera que el 30 % se
considerarse al momento de escoger los sitios para
adicione en la primera re-fertilización y 70% en la
sembrar eucalipto, ya que en casos extremos pue-
segunda; también se recomienda elevar la dosis en
den afectar negativamente el desarrollo radical de
un 25 a 30% en suelos con déficit hídrico.
los árboles, más que las propiedades químicas del
Finalmente las fertilizaciones de corrección y mismo; dentro de estas variables deben mencio-
mantenimiento se hacen posteriores a las llama- narse la textura, la estructura, la disponibilidad
das re-fertilizaciones. Esta es una labor que se de agua y la profundidad efectiva. Después de 21
realiza entre los 12 y 18 meses y consiste en iden- semanas de establecidas en el campo, las plántu-
tificar aquellas plantas que tengan un bajo cre- las de E. grandis en suelos con densidad aparente
cimiento para hacer diagnóstico de su condición superior a 1,2 g cm-3, tuvieron una altura prome-
nutricional (Silveira et al. 2001). Para el diagnós- dio de 60.4 cm, mientras que cuando la densidad
tico se debe de reconocer si existen síntomas de aparente fue de 1,4, 1,5, 1,6 ò 1,8 g cm-3 las alturas
deficiencia o toxicidad, hacer análisis de suelos y promedio fueron 38,3, 25,0, 26,0 y 15,8 cm, res-
análisis foliares. pectivamente (Vélez 1981).
El Cuadro 14.15, tomado de Barros y Novais Las plantaciones de E. grandis y sus híbridos son
(1990), muestra los valores críticos de estableci- de las más productivas del mundo tropical y sub-
miento y mantenimiento de ciertos elementos tropical, rendimientos que dependen de una fuer-
para el crecimiento del eucalipto. te absorción y reciclaje de nutrimentos. Varios
estudios mencionan que la especie responde a la
adición de P y puede mejorarse cuando además se
Respuesta a la fertilización de aplica N y con la adición de fertilizante se han lo-
plantaciones de E. grandis grado incrementos de 25 y 98 m3 ha-1 en rotaciones
de 10 años en África del Sur, de 109 m3 ha-1 con
Esta especie de eucalipto se utiliza ampliamente la adición a la siembra de 53 y 30 kg ha-1 después
en el Valle del Cauca, Colombia (principalmente de 6.5 años en Brasil y de 142 m3 ha-1 a los 9,25
Andisoles) y en las sabanas brasileras y venezo- años de aplicar el fertilizante y controlar malezas e
lanas (principalmente Ultisoles y Oxisoles), re- insectos en Australia. La respuesta en crecimiento
giones donde se ha generado la mayor parte de de Eucalyptus spp. a la fertilización con la aplica-
la información disponible en América Latina, así ción con N y P al inicio de la plantación ha sido

Cuadro 14.15. Valores de los niveles críticos (NC) de establecimiento y mantenimiento para fósforo, potasio,
calcio y magnesio en el suelo para el crecimiento de eucalipto (tomado de Barros y Novais 1990)

NC de mantenimiento
NC de Niveles Incremento medio anual
Elemento
establecimiento adaptados (m3 ha-1año-1)
10 20 30 40 50
P (mg kg ) -1

Suelo arcilloso 60 4 4,1 4,3 4,3 4,4 4,5


Suelo franco a arenoso 80 8 6,1 6,2 6,3 6,4 6,5
K(mg kg-1) 10 40 30 45 60 75 90
Ca (cmol 100g ) -1
0,2 0,4 0,30 0,45 0,60 0,60 0,80
Mg (cmol 100g ) -1
0,05 0,10 0,07 0,10 0,13 0,16 0,19

276
14

Cuadro 14.16. Variables de productividad medidas en plantaciones de E. grandis de 3,12 años con y sin aplicación de ferti-
lizante en Australia (adaptado de Cromer et al. 1993a).

Altura prom. Área basal, Incr. medio anual de vol., Prod. primaria
Tratamiento
árbol, m m2 ha-1 m3 ha-1 año-1 neta t ha-1 año-1
Sin Fertilizante 5,81 3,42 6,1 7,63
Con Fertilizante 14,45 17,33 34,2 27,1

reportada en Australia, Brasil, Fiji, Marruecos, Co- ce rápidamente en sus estados iniciales, pero que
lombia, Portugal y Sudáfrica; por el contrario, la este tipo de crecimiento solo ocurre cuando se su-
respuesta a la aplicación de K es poco menciona- ple los nutrimentos necesarios desde el suelo; una
da, excepto cuando el contenido del elemento en vez que cierra la copa, los incrementos en varia-
el suelo está por debajo del nivel crítico (Morales bles de crecimiento disminuyen, pero siempre son
y Ortega 1980; Kane et al. 1992). Desde el punto más elevados en los árboles fertilizados que en los
de vista de fertilidad de suelos, variables como el que no reciben fertilización.
pH, el contenido de materia orgánica, el nivel de
P disponible, el contenido total de N, los conteni- La siembra de E. grandis en suelos pobres de Ve-
dos de Ca, Mg y K intercambiables medidas a una nezuela, no puede realizarse sin la adición de fer-
profundidad de 0-20 cm son las variables que en tilizantes, a pesar de las excelentes propiedades fí-
orden descendente se citan con mayor frecuencia sicas de los suelos; bajo estas condiciones no solo
afectando el crecimiento de este género en Ultiso- es necesario aplicar NPKB, sino también Zn. Mo-
les y Oxisoles (Gonçalves et al. 1990). rales y Ortega (1980) encontraron que de 4 tipos
de fertilizante comparados, la fórmula 12-12-17-2
Cromer et al. (1993a) mencionan que la respuesta causó el mejor crecimiento en diámetro y altura
al P se presenta principalmente en suelos viejos de los árboles, debido a la presencia de K y Mg,
muy meteorizados, mientras que la respuesta al elementos que estaban en menores cantidades o
N ocurre en suelos relativamente recientes bajos ausente en los otros productos comparados (12-
en su contenido de materia orgánica. Los incre- 12-6 y fosforita); en este caso, la aplicación de 100
mentos en biomasa de E. grandis se deben que los g árbol-1 o su equivalente 137 kg ha-1, fue el trata-
árboles aumentan su índice de área foliar, lo que miento más significativo en términos económicos
les permite interceptar una mayor cantidad de la y de crecimiento de la plantación. En suelos simi-
radiación solar disponible; la ganancia en biomasa lares de Brasil, se recomienda la aplicación de 25
ocurre en construir más follaje (mayor fijación de
kg ha-1 de N, 72 kg ha-1 de P2O5 y 25 kg ha-1 de K2O
carbono), a la forma en que el follaje se acomoda
(Gonçalves et al. 1990).
para interceptar la luz, así como la mejora de la
eficiencia de asimilación del follaje. Cuando los En general, se considera que esta especie no res-
árboles están deficientes de N, el efecto de la adi- ponde a dosis de P mayores a 100 kg ha-1 como
ción de N se nota en el aumento de su biomasa fertilizante de alta solubilidad, cuando se aplica al
foliar, si los árboles están altos en N, el aumento voleo (área total) o entre 1,0 y 1,5 t como roca fos-
en área fotosintética específica es más importante. fórica adicionado al hoyo, y tampoco debe espe-
Por el contrario, si los árboles están deficientes de rarse respuesta a la aplicación al voleo de menos
P los cambios en crecimiento se notan como una de 30 kg N ha-1. Por ejemplo la aplicación de 120
mejora en el efecto de asimilación, mientras que kg ha-1 de NPK aporta 20 kg P y 18 de N, por lo
los árboles altos en P mejoran su área foliar espe- que la respuesta esperada se deberá más a la adi-
cífica y su capacidad de asimilación. En un ensayo ción de P que a la de N. En contraste, la respuesta
en varias localidades al que se le adicionaron 1.536 a la adición de 500 kg de NPK ha-1, la cual aporta
y 461 kg ha-1 de N y P en Paleudalfs de Australia, 83 kg de P y 75 kg de N se debe más a la adición
los autores encontraron respuestas altamente sig- de N (Kane et al.1992).
nificativas y sustanciales con la aplicación de estos
elementos (Cuadro 14.16). Los autores (Cromer et La respuesta del E. grandis a la fertilización con NPK
al. 1993b) también encontraron que E. grandis cre- y B en Andisoles de Colombia está ampliamente
277
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL EUCALIPTO (Eucalyptus spp.)

Cuadro 14.17. Efecto de la adición de varios tipos de fertilizante sobre el volumen y la


incidencia del secamiento de E. grandis en Andisoles de Colombia (tomado de Cannon
1981a).
del suelo el doble de P que otro
Volumen de madera Incidencia del
Tratamiento clon de la misma especie, pro-
(m3 parcela-1) secamiento*
duciendo el doble de biomasa
Testigo 0,07 2,6abc
de madera; la interacción geno-
100 g calfos 0,11 3,2ab tipo x absorción de nutrimen-
100 g calfos + 5 g bórax 0,18 2,0bc tos se basa principalmente en
50 g 10-30-10 0,24 4,1ª diferencias en el desarrollo del
50 g 10-30-10 + 5 g bórax 0,39 2,5bc sistema radical, el cual presenta
5 g bórax 0,19 1,4c una mayor densidad de raíces
en las especies (clones) más efi-
*La evaluación varía de 0 = sin secamiento hasta 5 = 4 ó 5 árboles afectados parcela-1; los cientes. Para la misma especie,
valores con el mismo tipo de letra no varían significativamente entre sí al nivel del 95%.
la respuesta en crecimiento de
documentada (Cuadro 14.17) y se justifica sobre todo árboles entre 6-12 meses de edad a niveles cre-
por requerirse pequeñas cantidades de fertilizante cientes de la fórmula 10-30-10 causó incrementos
(Ladrach 1980b). En general, bajo estas condiciones de hasta un 300% (Figura 14.5), con dosis entre
se recomienda aplicar entre 75 y 100 g árbol-1 de la 50-150 g de fertilizante por planta dependiendo
fórmula 10-30-10 o su equivalente, más 20 g bórax del sitio (Cannon 1984). Según Ugalde y Vásquez
-1
árbol (Cannon 1981a), también puede recomendarse (1995), E. grandis presentó incrementos signifi-
el fosfato diamónico ya que el K no es elemento cativos en diámetro y altura total hasta 9 meses
crítico en este tipo de suelos (Ladrach 1986). después de la aplicación de 50 y 150 g por árbol
de la fórmula 10-30-30 en Turrialba, Costa Rica,
En el caso de Colombia, los suelos derivados de lográndose incrementos en volumen del 8 y del
cenizas volcánicas presentan excelentes condicio- 18% al final 6,5 años con el tratamiento de 150 g
nes físicas, pero baja fertilidad, particularmente de fertilizante 10-30-10 en las densidades de 5.000
de P y B. En este tipo de ecosistema se acostum- y 1.250 árboles ha-1.
-1
bra aplicar 70 g árbol de NPK (15-38-10) o de 60
g árbol-1 de fosfato diamónico (18-46-0) + 10 g de
bórax al inicio de la plantación y otra fertilización
cuando se nota un bajo crecimiento o vigor 1 o
2 años después de la primera aplicación de fer-
tilizante. El abonamiento a la siembra es necesa-
rio para obtener el crecimiento inicial máximo y
la segunda aplicación es necesaria para obtener
el crecimiento máximo durante el turno de cor-
ta. La cantidad de N y P adicionada a la siembra
proporciona cantidades bajas de estos elementos,
las cuales tienen un efecto residual no mayor a 2
años, mientras que el efecto residual de la segun-
da fertilización puede alcanzar hasta 4 años, cuan-
do se aplican 1.000 kg ha-1 de la fórmula 15-38-10
+ 20 g bórax por árbol, causando un incremento
de volumen comercial de madera de 31 m3 ha-1
(Kane et al.1992). Los autores recomiendan apli- Altura de las plántulas
al momento de la plantación
car una segunda aplicación de fertilizante (kg ha-1)
de 150N + 40P + 30K con 20 g por árbol de bórax
(aproximadamente 15% B soluble en agua).
Figura 14.5. Respuesta en crecimiento de E. grandis a dosis cre-
En material seleccionado de E. grandis, Barros y cientes de N-P-K en cinco Andisoles de los departamentos del
Novais (1996) encontraron que un clon absorbió Cauca y del Valle, Colombia (tomado de Cannon 1984).
278
14

Figura 14.6. Plantación mixta de E. camaldulensis con café (Coffea arabica).

Respuesta a la fertilización de Esta especie responde universalmente a la adición


plantaciones de E. deglupta de N, en suelos bajos en P a la combinación de N
y P, y raramente a la adición de K como fertilizan-
Varios estudios sobre calidad de sitio para esta es- te. Ward et al. (2006) encontraron que la adición
pecie mencionan que el mejor crecimiento de E. de N (0 y 190 kg ha-1 como urea), P (0 y 120 kg
deglupta se da sobre suelos profundos (>60 cm), ha-1 como superfosfato) y K (0 y 140 kg ha-1 como
con buen drenaje, texturas medias y fertilidad alta cloruro de potasio) a plantaciones de 3 a 9 sema-
(Jadán 1972; Sánchez 1994; Chavarría 1996). Los nas E. saligna en terrenos en recuperación des-
modelos de productividad de esta especie indican pués de extracción de bauxita en Australia, causó
una correlación positiva con los contenidos de Mg incrementos en altura (0,58 m sobre el testigo) y
(entre 0,3 y 4,2 cmol(+) L-1) y Ca (entre 0,5 y 14,7 diámetro (0,6 cm sobre el testigo) con solo adicio-
cmol(+) L-1). En general, altos contenidos de ma- nar N, mientras que la adición de NP aumentó la
teria orgánica (>5%) y de arcilla (>35%) desfa- altura en otros 0,34 m y el diámetro en 0,3 cm; la
vorecen su desarrollo, probablemente porque se aplicación de K no tuvo ningún efecto sobre las
asocian con condiciones de mal drenaje (Sánchez variables de crecimiento.
1994).
Respuesta a la fertilización de
Respuesta a la fertilización de plantaciones de E. camaldulensis
plantaciones de E. saligna
En suelos que presentan condiciones óptimas para
Entre las diferentes especies de eucalipto, E. sa- el cultivo, E. camaldulensis se caracteriza por te-
ligna es una de las preferidas para la siembra en ner un crecimiento muy rápido, el cual presenta
regiones de clima tropical de laderas, debido a su los mayores incrementos durante los primeros 7
rápido crecimiento. Sin embargo, la calidad de la o 10 años (CATIE 1991). CATIE (1991) reporta en
madera, que tiende a partirse como otras especies diferentes sitios de América Central, incrementos
de rápido crecimiento (Figura 14.6), la hace poco de hasta 3,8 cm año-1 en diámetro y 4 m año-1 en
competitiva con E. deglupta, la cual se adapta me- altura para E. camaldulensis y Martínez (1990) re-
jor para la confección de postes de electricidad. porta incrementos de 3,57 cm año-1 en diámetro
279
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL EUCALIPTO (Eucalyptus spp.)

y 4,10 m año-1 en altura para E. saligna. En Chile vos debido a que la mayoría de su sistema radical
Bonomelli y Suárez (1999) encontraron en un es- se encuentra a 60-100 cm de profundidad (Kida-
tudio de acumulación de biomasa en zonas cos- mu et al 2005).
teras, del valle central y la pre-cordillera, que de
Calderón (1991) llevó a cabo una investigación en
la siembra a los 12 meses el crecimiento es muy
zonas costeras húmedas y andinas de Chile, com-
lento, seguido de un crecimiento medio hasta los
parando la adición de urea con NPKB. El autor
24 meses y un crecimiento más acelerado a partir
encontró que la urea produjo la mejor respuesta a
de ese momento; lo cual sugiere que a partir de
la fertilización y una rentabilidad superior al 12%
los doce meses los requerimientos nutricionales
y que la mezcla de NPKB produjo el mayor incre-
serían mayores.
mento volumétrico y una rentabilidad mayor al
12%. Según los datos de González et al. (1985) en
Respuesta a la fertilización de
la madera y la corteza se concentra entre 30 y 45%
plantaciones de E. globulus del total del N, P, K, Ca y Mg extraído por los árbo-
Con respecto a la acumulación de biomasa y ex- les, mientras que el resto se reintegra al terreno al
tracción de nutrimentos, trabajos desarrollados en cosechar los árboles (Cuadros 14.18 y 14.19).
Chile (Figura 14.7) con E. globulus muestran que En un experimento realizado en tres localidades
la biomasa total puede alcanzar valores cercanos del sureste de Australia, Judd et al. (1996)
a las 60 t ha-1 al tercer año con un manejo y fer- encontraron respuesta en crecimiento significativa
tilización óptima (Pereira et al. 1989, citados por de E. globulus a la adición de N y P, pero no a la de
Bonomelli y Suárez (1999). En España, González K; los autores recomiendan la adición fraccionada
et al. (1985) determinaron que la extracción total de hasta 100 kg ha-1 de N y P antes de los 9 meses
de nutrimentos de un árbol de 10 años de edad de después del trasplante con un complemento de
E. globulus fue de 1.600, 300, 1.660, 6.370 y 780 g 50 kg ha-1 de K (todos como elemento puro. Los
de N, P, K, Ca y Mg: los mismos autores estiman resultados del estudio pueden apreciarse en el
que una población para madera de 500 árboles Cuadro 14.20.
después de 10 años extraen (madera y corteza) por
hectárea aproximadamente de 24, 7, 30, 117, 15 Cuadro 14.18. Contenido de nutrimentos en un árbol de E. globulus
de 10 años de edad (tomado de González et al. 1985).
kg ha-1 año-1 de N, P, K, Ca y Mg. La extracción de
nutrimentos por E. globulus sembrado como cerca Contenido de nutrimentos (g)
vivas en Vertisoles de altura en Etiopía, afecta los Componente
N P K Ca Mg
cultivos aledaños hasta una distancia de 10 m a
Madera 327 114 406 485 193
partir del borde del terreno, absorviendo el euca-
lipto nutrimentos no aprovechados por los culti- Corteza 152 17 190 1898 109
Ramas gruesas 479 131 596 2383 302
Ramas delgadas 107 8 125 615 65
Hojas y ramitas 538 37 344 994 112
Total 1603 307 1661 6375 781

Cuadro 14.19. Distribución porcentual de nutrimentos de un


árbol de E. globulus de 10 años de edad (tomado de Gonzá-
lez et al. 1985).

Cantidad de nutrimentos
Parte (%)
N P K Ca Mg
Madera exportada 30 43 36 37 39
Residuos de
Figura 14.7. Acumulación de biomasa en árboles fertilizados de E. globulus en 70 57 64 63 61
cosecha
tres sitios forestales de Chile (tomado de Bonomelli y Suárez 1999).
280
14
Cuadro 14.20. Efecto combinado de la adición de nutrimentos en el volumen (10-3 m3)
de E. globulus en tres sitios del sureste de Australia (tomado de Judd et al. 1996).
N adicionado kg N ha-1 Ganancia absoluta
P adicionado* (10-3 m3) y
kg P ha-1 N0 N200 N400 relativa (%)**
Sitio 1 *Los tratamientos con diferente letra
P0 15,9a 32,4abcd 30,0abcd en cada sitio son significativamente di-
P50 22,8abc 35,1abcd 44,0abcd ferentes entre sí (prueba de Tukey P≤
0.05.
P100 18,7ab 41,1abcd 49,3cd **
La ganancia absoluta es la diferencia
P200 19,2ab 47,1bcd 58,5d 42,6 (268) entre el valor máximo (en negrita) y el
NPK 49,5cd 56,8d valor del testigo; la ganancia relativa
(en paréntesis) es la ganancia absoluta
NPKTr 51,9d 55,0d en proporción al valor del testigo.
Sitio 2
P0 14,4a 18,6abc 21,7abcde
P50 18,4abc 19,1abc 26,0bcde
P100 16,8ab 24,8bcde 23,5abcde
P200 20,3abcd 25,1bcde 28,9de
NPK 25,7bcde 26,8cde
NPKTr 24,9bcde 30,8e 16,4 (114)
Sitio 3
P0 19,4ª 28,3ab 30,4abc
P50 34,1abcde 36,8bcde 40,1bcde
P100 28,4ab 39,8bcde 47,7de
P200 32,3abcd 38,5bcde 43,7bcde
NPK 35,3bcde 49,0e 29,6 (153)
NPKTr 39,5bcde 44,8cde
Cuadro 14.21. Altura de planta y producción de materia seca de cuatro especies de
eucalipto a los 100 días de edad, en respuesta a cinco niveles de Al en solución
Tolerancia del nutritiva (pH 4,5) (tomado de Neves et al. 1982).

eucalipto a la acidez Nivel de Al (ppm)

del suelo Parte de


Especie 0 3 9 27 81
tejido
Altura de las plantas (parte aérea en cm)
No todas las especies de eucalip-
to tienen la misma tolerancia a E. urophylla 45,1 43,3 33,6 17,2 11,1
la acidez del suelo. En un ensayo E. paniculata 40,5 32,9 27,6 8,8 8,5
de solución nutritiva con niveles E. grandis 26,4 21,3 14,9 5,8 4,4
crecientes de Al adicionado como E. clöeziana 11,2 10,7 3,7 0,7 0,4
AlCl3.6H20 llevado a cabo por Peso de materia seca (g vaso )-1

Neves et al. (1982) se encontró Aéreo 19,7 18,2 10,5 2,7 0,7
E. urophylla
que la tolerancia es E. urophylla Raíz 8,1 7,4 4,6 2,5 0,8
> E. paniculata > E. grandis > E. Aéreo 9,4 8,2 3,7 0,7 0,6
E. paniculata
clöeziana cuando dicha tolerancia Raíz 3,4 3,4 2,2 0,8 0,5
se estima como altura de planta y Aéreo 11,6 9,1 3,1 0,2 0,2
E. grandis
producción de materia seca (Cua- Raíz 6,9 5,8 2,5 0,4 0,3
dro 14.21). Aéreo 3,0 3,3 0,8 0,0 0,0
E. clöeziana
Raíz 0,7 0,9 0,3 0,0 0,0
Producción relativa de materia seca (%)
Aéreo 100 92,5 53,3 13,8 3,6
E. urophylla
Raíz 100 90,9 57,0 30,5 10,5
Aéreo 100 87,6 39,0 7,7 6,2
E. paniculata
Raíz 100 98,7 64,2 25,1 15,8
Aéreo 100 78,3 26,6 2,2 1,5
E. grandis
Raíz 100 84,0 36,9 5,5 4,5 281
Aéreo 100 112,0 26,9 0,4 0,4
E. clöeziana
Raíz 100 132,1 38,8 4,0 3,1
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL EUCALIPTO (Eucalyptus spp.)

Cuadro 14.22. Altura media de la parte aérea y tamaño de las raíces de plán-
tulas de E. grandis a los 70 días de edad en función de la aplicación de NPK y
cal en el sustrato de crecimiento (tomado de Novais et al. 1979).

Altura de la parte Tamaño de la raíz


Tratamiento aérea (cm) (cm)
Sin cal Con cal Sin cal Con cal
N1P1K1 2,8 33,0 9,3 19,5
N1P1K3 3,6 24,4 12,0 21,8
N1P3K1 25,1 228,1 21,7 17,3
N1P3K3 14,9 23,6 18,7 19,5
N3P1K1 2,7 26,0 6,6 19,7
N3P1K3 4,1 27,0 13,2 19,8
N3P3K3 25,3 31,3 17,8 23,0
N0P2K2 5,9 21,0 16,0 17,7
N4P2K2 15,4 35,0 19,1 18,2
N2P0K2 2,1 3,7 7,5 10,9
N2P4K2 24,8 34,7 19,4 20,5
N2P2K0 6,8 26,1 15,1 20,2
N2P2K4 12,1 29,0 16,5 18,1
N0P0K0 1,3 3,6 5,6 10,7
Promedio 11,7 25,2 17,7 18,0

Respuesta al encalado similares fueron obtenidos por Valeri et al. (1983)


en un suelo con 0,20 cmol Ca+2 + Mg+2 100-1 g de
Cuando el eucalipto se planta en suelo ácido y debi- suelo, donde la aplicación de la misma cantidad
do a que consume grandes cantidades de Ca, es de de cal resultó en un mayor aumento del diámetro
esperar que haya respuesta al encalado. Novais et de E. grandis a la edad de 18 meses.
al. (1979), estudiaron el efecto de la aplicación de
fertilizante (0, 100, 200, 300 y 400 g N por tonela- Es interesante recalcar que, según los resultados
da de sustrato en la forma de urea; 0, 200, 400, 600 obtenidos por Vale et al. (1984), citado por Barros
y 800 g P2O5 por tonelada de sustrato como fosfato y Novais (1990), en un suelo con contenidos ade-
mono cálcico y 0, 100, 200, 300 y 400 g K2O por cuados de Ca y Mg para el crecimiento del euca-
tonelada sustrato como KCl) con y sin cal, sobre el lipto, el encalado puede tener más efectos negati-
crecimiento de plántulas de E. grandis. Se encontró vos que positivos.
que en ausencia de cal y fertilizante, las plántulas
alcanzaron una altura de 1,3 cm, mientras que en
los tratamientos de NPK más balanceados y con Pérdida de nutrimentos por la erosión
encalado, alcanzaron entre 30 y 35 cm de altura a del suelo
los 70 días. Este efecto también fue muy notorio en
el crecimiento de las raíces, sobre todo en los trata- La pérdida de nutrimentos del medio por erosión,
mientos en que se aplicó P (Cuadro 14.22). ha sido raramente considerada en países en los
Las respuestas del eucalipto al encalado, cuando que las plantaciones de eucalipto son naturales y
ocurren, afectan más el crecimiento en diámetro de ciclo largo, donde este proceso prácticamen-
que en altura. Barros y Novais (1990), citan que te no ocurre. Sin embargo, puede ser de mucha
Mello (1968) detectó una ligera superioridad en el importancia en plantaciones de eucalipto en las
diámetro de las plantas de E. saligna de 24 meses que ocurre una intensidad de preparación del sue-
de edad la adición de 2 t de cal en comparación lo alta. Las pérdidas por erosión pueden ser muy
con aquellas que no fueron encaladas. Resultados fuertes en suelos arenosos (Reis y Barros 1990).
282
14

A pesar de que las plantaciones de eucalipto se • El agua que drena de las cuencas
consideran como una práctica de protección del hidrográficas que contienen bosques
suelo contra los procesos erosivos, se puede obser- naturales de eucaliptos es por lo general de
var que en determinadas condiciones, la erosión alta calidad.
puede causar severos daños, tanto por la suscep-
tibilidad natural de ciertos pedoambientes, como • El agua del suelo y del subsuelo que se
por las prácticas de manejo utilizadas en la prepa- encuentra bajo las plantaciones de eucalipto,
ración del suelo y el mantenimiento y corta de la de bosques naturales u otros tipos de
plantación (Barros y Novais 1990). vegetación no es marcadamente diferente.

En cuanto a la erosión, Lima (1996) menciona en • Aunque aún no se encuentra suficiente


plantaciones extensas de especies de rápido creci- información, los datos disponibles indican
miento, la necesidad de preparar el suelos; la per- que la deficiencia de producción de
manencia del suelo sin protección durante el pe- biomasa por unidad de agua consumida es
ríodo de crecimiento de las plántulas y también el relativamente alta para los eucaliptos en
régimen de corta rasa al final del ciclo de la planta- comparación con otras especies forestales.
ción, son factores que pueden resultar en pérdidas
considerables de suelo por erosión. Estas pérdidas • El balance hídrico de las cuencas
de suelo y nutrimentos pueden resultar críticas des- hidrográficas reforestadas con eucaliptos no
de el punto de vista tanto de calidad de agua como es diferente al que se observa en cuencas
de mantenimiento de la productividad del sitio. con otros tipos de cobertura forestal.

• A largo plazo, las plantaciones de eucaliptos


en pie están mostrando efectos positivos
Efecto de las plantaciones de eucalipto sobre las propiedades químicas del suelo.
sobre las propiedades del suelo
• La demanda o exigencia de nutrimentos
Ladrach (2005), concluye que los eucaliptos no que tienen las plantaciones de eucalipto de
solo no causan infertilidad de los suelos, sino que crecimiento rápido es relativamente alta en
tampoco tienen un efecto negativo sobre el régi- comparación con las especies de crecimiento
men de humedad del suelo; el autor resume los lento, pero es del mismo orden de la
trabajos de Lima (1984, 1993) y de Lima y Freire demanda que tienen otras especies forestales
(1976) en Brasil, concluyendo que: de crecimiento rápido y es mucho menor
que la demanda normal de nutrimentos que
• La información disponible no permite requieren los cultivos agrícolas.
concluir que el eucalipto pueda alterar el
régimen de lluvias. • La evidencia disponible no apoya el
argumento de que los eucaliptos son
• Las pérdida de agua de lluvia por especies invasoras que acaban con la flora
intercepción son menores para los nativa, ni que tienen efectos alelopáticos
eucaliptos que los valores medios que suprimen el crecimiento de otras
encontrados con otras especies en especies de la flora. Con tiempo, las
plantación o en bosques naturales. especies locales pueden desarrollarse en
un sotobosque rico debajo de los eucaliptos
• Las plantaciones de eucalipto pueden y lo es más, una vez recuperados los
contribuir positivamente para el control de suelos, las especies forestales originarias
la erosión superficial y por lo tanto para la eventualmente pueden regresar y volver a
conservación del suelo y sus nutrimentos. crecer en esos sitios.
283
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL EUCALIPTO (Eucalyptus spp.)

Lima (1996) menciona que la desestabilización componentes ricos en nutrimentos que


de la reserva de nutrimentos en un sitio va a de- pueden representar una fuente significativa
pender de una serie de factores, tales como la de nutrimentos para permitir el crecimiento
edad de la plantación, la capacidad natural se de un nuevo bosque o plantación.
regeneración del sitio (luego de la corta), el gra-
do de perturbación causado al sitio durante las • Realizar un uso más eficiente de la
actividades de explotación forestal, la extensión fertilización mineral, tomando en
del área de tala rasa, la quema de residuos, etc. consideración la especie, la época y forma
Él resume una serie de estrategias adecuadas de aplicación, y estudiar la posibilidad
para el manejo forestal y de esa desestabilización de implementar sistemas agroforestales
potencial, las cuales deben incluir las siguientes durante la fase de crecimiento inicial de
medidas: la plantación con el fin de aprovechar la
eficacia de la fertilización mineral.
• Uso de prácticas de conservación de suelo, • Asocio con especies leguminosas, a fin
a fin de minimizar la perturbación del sitio de aumentar la fijación biológica de N, y
y la consecuente pérdida de nutrimentos y acelerar la mineralización de los residuos,
materia orgánica. al mejorar la relación C/N.
• Dejar en el campo las hojas, ramas, • Selección adecuada de especies o clones en
y de ser posible la corteza, pues son relación a su eficiencia nutritiva.

284
Rafael Murillo y Alfredo Alvarado
15
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE
Gmelina arborea

La melina en plantación, requiere de sue-


los moderadamente fértiles a fértiles, bien
drenados y profundos. A pesar de que se
planta en superficies grandes, la disponi-
bilidad de información sobre nutrición y
fertilización de la especie es relativamente
poco disponible. Hacia futuro, deberá ini-
ciarse un esfuerzo coordinado de investi-
gación sobre el tema, capaz de generar la
información que se requiere a nivel comer-
cial, particularmente con material genéti-
co clonado.

melina arborea Roxb. pertenece a la


familia Verbenaceae y es conocida por
los nombres vulgares de melina, ye-
mane, gamar y gumhar. Esta es una
especie empleada para aserrío, pulpa de papel y
leña, y se encuentra establecida en muchos paí-
ses; es de fácil manejo y propagación y se adapta
a un amplio rango de climas y suelos, además de Figura 15.1. Fuste de árboles de g. arbórea genéticamente me-
tener un crecimiento extraordinariamente rápido jorados en la zona Sur de Costa Rica.
(Herasme 1997), el cual puede aún ser mejorado
(Figura 15.1). lo largo de Birmania, en la península de Indochi-
na, en algunas de las provincias sureñas de China,
Se extiende naturalmente en las zonas bajas del Malasia, Filipinas e Indonesia (Arce 1997).
Himalaya (30º de latitud norte) y se extiende a tra-
vés de la India, Nepal, Sikkim, Assama, este de Gmelina arborea es un árbol caducifolio que pue-
Pakistán y Sri Lanka. Además, se la encuentra a de alcanzar entre 15 y 30 m de altura y entre 50

ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.
285
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Gmelina arborea ROXB.

y 100 cm de diámetro. Su tronco es de base


recta, corteza lisa y blanquecina, con hojas
simples opuesta, tallo cuadrado; sus flores
se presentan en panículas terminales, ramifi-
cadas y densamente pubescentes (Murillo y
Valerio 1991). Su floración se inicia 3-4 años
después de plantado en Guanacaste, Costa
Rica durante los meses de enero a abril.

En países como Costa Rica el cultivo de melina


se introdujo en los años 60 y se ha motivado
por los incentivos forestales que brinda el Es-
tado (Alfaro 2003), de manera que al presente
se han sembrado 65.000 ha utilizándose casi
el 100% de la madera (Figura 15.2), ya que Figura 15.2. Trozas de melina para diferentes usos en Costa Rica
la parte inferior se emplea para la confección
de muebles, la parte intermedia como madera dades mecánicas, así como una mejor absorción
para construcción y la parte superior para la de preservantes cuando se trata con estos pro-
fabricación de embalaje (Moya 2004). ducto, que la proveniente de regiones tropicales
húmedas; la calidad de la madera producida en
plantaciones sin manejo tiene mayor gravedad es-
Escogencia del sitio pecífica y mejores propiedades mecánicas que la
producida con manejo medio o intensivo.
En Costa Rica la melina crece bien desde 0 hasta
600 msnm, con una precipitación promedio anual Varios autores han trabajado en la determinación
de 2.500 mm y de 2 a 4 meses secos al año. La de la calidad de sitio encontrando que el creci-
especie requiere de suelos profundos, bien dre- miento de G. arborea se reduce cuando los suelos
nados, de texturas francas y de topografía plana están compactados (valores de Da > 0,9 Mg m-3),
a ondulada (Alfaro 2003). Al comparar sitios con las plantaciones se establecen sobre los 500 msnm,
suelos formados de diferente material parental soplan vientos fuertes y los contenidos de Ca y Mg
y clima, se puede encontrar diferencias de pro- disponible se encuentran por debajo de los 10 y
ductividad entre 5-6 m3 ha-1 año-1, como sucede al 6 cmol (+) L-1 de suelo, respectivamente (Oban-
comparar los rendimientos encontrados en Santa do 1989; Stuhrmann et al. 1994; Vázquez y Ugal-
Cruz, Guanacaste (suelos vérticos en régimen de de 1995; Vallejos 1996). En terrenos de ladera en
humedad ústico), con los de los Chiles de Upala, Bangladesh, Osman et al. (2002) mencionan que la
Alajuela (suelos aluviales en régimen de humedad especie crece mejor en suelos de textura franco are-
údico) o con los de Buenos Aires, Puntarenas (Ul- nosa que en suelos de textura franco arcillo areno-
tisoles arcillosos y ácidos en régimen de humedad sa y cuando el pH del suelo es mayor a 6,0. De esta
údico-ústico). Según Murillo (1996) los mejores manera se define la calidad de los sitios de acuerdo
rendimientos en volumen en las plantaciones de a los criterios empleados en el Cuadro 15.1.
melina de la zona sur de Costa Rica, se encuen-
tran en sitios de fertilidad alta (35-65 m3 ha-1 año-1), Algunas relaciones entre las características fisio-
mientras que los más bajos en suelos poco fértiles gráficas y climáticas asociadas a la calidad de los
(5-35 m3 ha-1 año-1). sitios en el clima monzónico de Costa Rica se inclu-
yen en el Cuadro 15.2. Otros autores han desarro-
Estudios preliminares de Moya (2004), muestran llado relaciones alométricas entre componentes de
que cuando la madera proviene de áreas tropica- crecimiento de melina para países asiáticos (Agus
les estacionalmente secas tiene mayor cantidad de et al. 2001), Centro América (Salazar y Palmer
duramen y gravedad específica y mejores propie- 1985; Hughell 1991) y Costa Rica (Vallejos 1996).
286
15

Cuadro 15.1. Clases de sitio para G. arborea de acuerdo al incremento medio anual en diámetro
(IMA dap), altura (IMA altura), área basal (IMA G) y volumen (IMA volumen) de los árboles do-
minantes en plantaciones de G. arborea en Costa Rica (tomado de Vallejos 1996).

IMA dap IMA altura IMA G IMA Volumen


Clase de Sitio
(cm año-1) (m año-1) (m2 ha-1 año-1) (m-3 ha-1 año-1)
Marginal <1,90 <1,22 <1,53 <6,78
Bajo 1,91 – 2,90 1,23 – 2,32 1,54 – 2,20 6,79 – 15,33
Medio 2,91 – 3,60 2,33 – 3,20 2,21 – 3,39 15,34 – 24,49
Alto 3,61 – 4,62 3,21 – 3,90 3,40 – 4,63 24,50 – 37,77
Excelente >4,63 >3,91 >4,64 >37,78

Cuadro 15.2. Valores promedio de elevación (ELEV), pendiente (PEND), precipitación me-
dia anual (PMA), temperatura media anual (TMA) y déficit hídrico (DEFHID) promedios,
asociados a las clases de sitio en Guanacaste, Costa Rica (tomado de Vallejos 1996).

IS ELEV PMA TMA DEFHID PEND


Clase Sitio
(m) (m) (mm) (ºC) (mes) (%)
Marginal 10,52 439 2.047 27,3 4,5 7,5

Bajo 18,11 308 2.024 26,7 5,4 16,4


La forma en que los diferentes
factores ambientales afectan la Medio 21,30 298 2.125 26,5 5,0 16,0
calidad de sitio para la siembra Alto 23,12 140 2.005 26,0 5,1 11,9
de melina en la zona sur de Cos-
ta Rica, se resume en el Cuadro Excelente 27,92 158 1.770 26,8 5,0 17,2
15.3.

Cuadro 15.3. Factores que determinan la clase de sitio para melina en la zona sur de Costa Rica.
(Donald Zeaser 2002, comunicación personal al primer autor).

Parámetro Clase I Clase II Clase III Clase IV

Plana, inclinada, Plana, ondulada, ondulada,


Topografía Plana
cóncava inclinada, convexa convexa

Pendiente 0 - 5% 0 - 8% 0 - 30% > 30%

Inceptisoles y Inceptisoles y Alfisoles,


Suelos Ultisoles
Entisoles fértiles Entisoles fértiles Ultisoles

Profundidad
> 80 50 - 79 40 - 49 < 40
efectiva (cm)

pH 6,1 - 6,5 5,5 - 6,0 5,6 - 5,9 4,8 - 5,5

CICE > 20 15 - 19 6 - 18 <6

Sat. Acidez <3 3 - 10 11 - 25 > 25

Estrella africana sana buen sitio


Zacate alemán requiere drenaje
Indicadores
vegetales Curatella americana abundante mal sitio
Brachiaria es alelopática no plantar cuando pH ácido y Sat Acid > 30%
No mezclar con maíz

287
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Gmelina arborea ROXB.

Agus et al (2001) definieron sitios buenos, mode- En la misma zona sur de Costa Rica, pero en plan-
rados y malos para el crecimiento de melina de 6 taciones genéticamente iguales y solamente en
años de edad y encontraron que ésta especie es suelos de origen aluvial (Entisoles e Inceptisoles
muy dependiente del sitio, con rangos desde los fértiles), Murillo (1996) encontró que la capa de
12 m (sitios malos) hasta los 18 m de altura (sitios
suelo que ejerce mayor influencia sobre el creci-
buenos); asimismo, encontraron que bajo condi- miento de melina se encuentra entre 15-30 cm de
ciones muy favorables, los árboles pueden crecer profundidad y que las características químicas de
hasta 30 m en 20 años. Describen el crecimiento estos suelos, entre ellas el pH 5,7-6,6 que hace de-
del árbol como muy rápido en los primeros 6 años crecer el rendimiento y los contenidos de Fe 29-66
y lento de este punto en adelante, con incrementosy Zn 0,9-2,2 en g L-1, las cuales mejoran el creci-
medios anuales (m3 ha-1 año-1) de 30 en sitios bue-
miento de la especie explican las diferencias en-
nos, 20 en sitios moderados y 12 en sitios malos. contradas en porcentajes superiores al 80%. Aun-
Estos autores lograron modelar el crecimiento del que no demostrado estadísticamente, los mejores
rendimientos se notaron en las áreas más lluviosas
árbol asociado al sitio con las siguientes fórmulas,
todas con r2=0,99: (5.497 mm PPT) pero drenadas, mientras que los
más bajos se dieron en las regiones menos
lluviosas (3.688 mm PPT), aunque estas
y (bueno) = -0,147 x3 + 1,14 x2 + 0,85 x + 1,73 últimas estuvieron sujetas a períodos cor-
3 2
y (moderado) = -0,076 x + 0,46 x + 2,46 x + 0,03 tos de inundación.
y (malo) = -0,035 x3 + 0,03 x2 + 3,06 x +0,6
Ogbonnaya et al. (1992), al estudiar el
efecto de diferentes regímenes de hume-
dad sobre el crecimiento vegetativo de
La cantidad de biomasa producida, y por ende de
plántulas de melina, así como de las propiedades
carbono absorbido por melina, depende de la ca-
histológicas de la madera y los valores derivados
lidad del sitio en que se plante; al final de un pe-
relevantes para la producción de pulpa y papel,
ríodo de rotación de seis años, las producciones de
encontraron que el estrés por humedad retardó
biomasa de madera y de madera en sitios buenos
significativamente el crecimiento de los árboles
fue de 120 Mg ha-1 y 120 m3 ha-1, respectivamente,
y afectó negativamente la gravedad específica de
mientras que en sitios moderados fue de 80 Mg
la madera, la longitud y el diámetro de las fibras,
ha-1 y 80 m3 ha-1 y en sitios malos de 40 Mg ha-1 y
el tamaño del lumen y el grosor de la pared ce-
40 m3 ha-1 (Agus et al. 2001).
lular de la fibra. De la misma manera el estrés
Zeaser y Murillo (1992), reportan incrementos ne- por humedad redujo el volumen de madera pro-
gativos en altura dominante conforme el pH del ducida y cambió las propiedades de la fibra de
suelo es más bajo y el hierro es más alto, mientras la madera, aunque esto no afectó la calidad del
que se dan incrementos positivos para la misma papel producido con dicha fibra. En mismo autor
variable con valores más altos de CICE (> 9 cmol (Ogbonnaya 1993), encontró que aplicar N como
(+) 100 ml-1) y de la relación Ca/Mg y negativos KNO3, CaNH4(NO3)2, o urea (0,0; 2,5; 5,0; 7,5 g
con valores altos de saturación de acidez (>25%). planta-1 ) en un latosol, todas las fuentes causaron
Asimismo, definen el siguiente modelo para el in- un aumento de la gravedad específica de la ma-
cremento medio en altura: dera, pero las fibras más largas se obtuvieron con

IMA Hd = 34,103 – 5,0731pH – 0,2244Fe + 0,0749CICE + 0,3520Ca/Mg, en Dystrandepts


IMA Hd = 8,0605 – 0,0774Sat. Ac. – 0,0642Mg/K, en Eutropepts

288
15

Cuadro 15.4. Sistema de ecuaciones que comprende el modelo de


rendimiento de G. arborea en América Central (tomado de Hughell
1991).
N-NO3 y las más cortas con N-NH4; la urea produ- Tamaño de Coeficiente de
jo las fibras más angostas, mientras que el N-NH4 Ecuación
muestra determinación
produjo las fibras más anchas y gruesas. (1) Volumen m3 árbol n = 106 R2 = 0,98
Ln (vsc) = 9,938 + 1,854 ln (d) + 0,947 ln(h)
Stuhrmann et al. (1994) encontraron que el incre- (2) Índice de sitio
mento mensual en altura (INCR) de los árboles de Ln (IS) = 4,428 + (hd – 4,428) (E/EB) 0,3277
melina se afecta por diferentes variables físicas y (3) Árboles vivos a 2 años n = 30
químicas del suelo, según estos sean rojos o par- NV = 0,890 NP
dos. Como salvedad, estos autores apuntan que la (4) Altura media (m) n = 223 R2 = 0,95
tradición de los agricultores del lugar del experi- h = 0,9929 IS (1- exp(-0,2333 E)) 1,281
mento, es encalar con dolomita únicamente las (5) dap cuadrático (cm) n = 214 R2 = 0,92
áreas de suelos rojos, lo que afectó negativamente d = 1,740 IS (1 – exp(-0,08907 E)) 0,8190
el balance K/Mg e hizo menos relevante el proble- vsc = volumen total sin corteza hasta un diámetro mínimo de 10
ma de saturación de aluminio, que efectivamente cm, (m3 árbol); d, h = dap (cm) y altura de árbol (m); EB = edad
aparece como un determinante en el caso de los base de 10 años; E = edad en años; P = número de plantados ha-1;
NV = número de vivos ha-1; IS = índice de sitio
suelos pardos. Así, proponen los siguientes mode-
los para suelos rojos y pardos, respectivamente:

INCR (cm) = 80 + 0,6 * grosor Ah + 40 * K/Mg – 60 * Den. Ap. r2 = 0,91 (p<0,001), n = 16

INCR (cm) = 116 – 53 * Den. Ap. – 0,7 * Sat. Al (30 cm) r2 = 0,82 (p<0,05), n = 8

Vallejos (1996), propone un modelo para predecir Morataya et al. (1999) desarrollaron ecuaciones
el índice de sitio a una profundidad de 20 cm de para predecir la biomasa del follaje a partir de la
suelo, en el cual se incluye las variables precipi- medida de la sección cruzada de área de savia a
tación media anual (PTOP), viento y calcio dispo- la altura de pecho (del último anillo del año an-
nible en los primeros 30 cm de suelos (Ca), de la terior), y encontraron que árboles dominantes y
siguiente manera: codominantes en áreas sin raleo y con raleo tar-
dío poseen menos follaje
que aquellos árboles que
IS = 15,509609 + 2,084607 PTOP – 2,334711 VIENTO + 0,188707 Ca han tenido más campo
para su crecimiento: 12
kg por árbol en área sin
Hughell (1991), estimó una ecuación para mode- raleo, 26 kg en tardío, 20,5 kg en raleo temprano
lar el rendimiento de melina en América Central. y 69,5 kg por árbol en áreas de siembra por línea
Consideró datos de 36 parcelas manejadas en paí- (14 árboles por 100 m). Resultados similares han
ses del área y un total de 233 mediciones, las cua- sido desarrollados por Onyekwelu (2004) para cal-
les fueron depuradas, por lo que el modelo aplica cular la biomasa de tallo, ramas y follaje para las
solamente para plantaciones en el rango de 1 a condiciones de Nigeria.
21 años de edad y de 251 a 2.654 árboles ha-1. La
ecuación 1 del Cuadro 15.4 fue desarrollada por
Salazar y Palmer (1985), mencionados por Hughell Preparación del terreno de la
(1991) con base en 60 árboles de diámetro entre 20 plantación
y 50 cm, y las ecuaciones para altura media y dap
cuadrático, fueron confeccionadas por Chapman- En Costa Rica la preparación del terreno consis-
Richards (1959, mencionados por Hughell 1991). te en la chapia, rodajea y apertura del hoyo para
289
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Gmelina arborea ROXB.

plantación, empleándose la quema previa como


medio de limpieza e incorporación de cenizas
al suelo; la práctica de rastreo y la labranza del
suelo acompañada de la fertilización antes de la
plantación son poco usuales. Con raras excep-
ciones se han utilizado los herbicidas y la pre-
paración mecánica, práctica mayormente usada
solo por las compañías reforestadoras (Figura
15.3). Una vez hecho el hoyo para la plantación
se incorporan en algunos casos entre 50-200 g
de fertilizante químico, como una práctica ruti-
naria, más por costumbre que por el análisis de
los suelos. Una vez plantado el árbol se realizan
en promedio 4 chapias por año ha-1 o más, de-
pendiendo del lugar.
La especie puede plantarse en asocio
con cultivos agrícolas compitiendo
Preparación:
fuertemente por nutrimentos en Ul-
tisoles ácidos de Nigeria, debido a su • Rastrea 1 o dos pasos
distribución de raíces finas y gruesas • Camellón
en los horizontes superficiales del sue- • Drenaje

lo (Ruhigwa et al. 1992). El empleo de • Rodaja química

clones mejorados de melina, hace que • Huequea


• Corrección de acidez
la escogencia de sitios sea estricta, si
se desea alcanzar buenos resultados en
productividad y crecimiento.
En programas de reforestación con G. Figura 15.3. Preparación mecanizada del suelo en plantaciones de G.
arborea en suelos ácidos (pH 3,9-4.5, arborea.
57% arcilla) de Indonesia dominados
por la gramínea Imperata cylindrica, Cuadro 15.5. Sistema de ecuaciones que comprende el modelo de rendi-
Otsamo et al. (1995) encontraron que miento de G. arborea en América Central (tomado de Hughell 1991).
al comparar la técnica de preparación
total del terreno con la adición de her- Altura DAP Área basal Diámetro
Tratamiento
(m) (cm) (m3 ha-1) copa (m)
bicida con o sin fertilizante (60 g de
15:15:15 por plántula al trasplante y Arado total +NPK 10,4 9,9 3,4 3,4
150 g adicionales 18 meses después de Arado total 8,9 7,7 3,0 3,0
la siembra), los tratamientos que eli- Herbicida + NPK 8,8 8,2 3,0 3,0
minaron la gramínea por completo, en Herbicida 6,8 5,5 2,6 2,6
especial cuando se adicionó fertilizante
para mejorar la calidad del suelo, per- Cuando los suelos son mal drenados, los óxidos de
mitieron obtener crecimientos de G. Mn+2 y Fe+2 pueden causar toxicidad al cultivo y
arborea estadísticamente superiores a la tabla de agua alta puede reducir la profundidad
cualquier otro tratamiento comparado efectiva del perfil, factores que disminuyen el po-
(Cuadro 15.5). tencial de rendimiento de la melina (Figura 15.4).

290
15

Profundidad efectiva

Figura 15.4. Factores asociados al mal drenaje que afectan negativamente el desarrollo de la melina.

Requerimientos nutricionales
La melina es una especie adaptada a condiciones En los suelos ácidos del trópico húmedo de las
de suelo neutro a básico, por lo que su crecimien- zonas Norte y Sur de Costa Rica, la especie cre-
to se favorece conforme aumentan los contenidos ce mejor cuando se eleva el contenido de P en el
de bases cambiables en el suelo, creciendo nor- suelo y disminuye el porcentaje de saturación de
malmente cuando el contenido de Ca oscila entre acidez de 75 a 7% (Calvo y Camacho 1992; Stuhr-
6,0 y 22,3, Mg entre 1,6 y 6,7 y K entre 0,5 y 0,7 mann et al. 1994; Zech 1994). En Ultisoles ácidos
cmol (+) L-1, respectivamente, con un pH entre de Nigeria, Ruhigwa et al. (1992) encontraron que
5,7 y 6,4 en el trópico seco de Guanacaste, Cos- la mayoría de las raíces finas de melina se encuen-
ta Rica (Obando 1989; Vásquez y Ugalde 1994; tran en los primeros 20 cm del suelo y que en
Vallejos 1996). Crece aún mejor cuando las con- sistemas agroforestales compite fuertemente por
centraciones disponibles de los elementos oscilan humedad y nutrimentos con los cultivos. Stuhr-
entre 18-23, 6,2-6,7 y 0,3-0,7 cmol (+) L-1 de Ca, mann et al. (1994) también encontraron que el
Mg y K respectivamente (Vallejos 1996). Murillo y crecimiento de los árboles sembrados en suelos
Brenes (1997), encontraron que las características en pendiente pronunciada y en terrenos someti-
químicas, más que las físicas del suelo entre 15 y dos a pastoreo de vacunos por períodos de más
30 cm de profundidad de Inceptisoles y Entisoles de 10 años, la erosión del horizonte A y el lavado
de Costa Rica, ejercen un efecto significativo en el de bases (en particular K), crean condiciones de
crecimiento inicial de la melina y que déficit altos compactación y relaciones K/Mg negativas para el
de humedad y altos contenidos de aluminio son crecimiento de la especie (Cuadro 15.6).
un factor crítico negativo para el crecimiento de
la especie.
Cuadro 15.6. Diferencias en contenidos foliares de nutrimentos entre árboles saludables en lomas y árboles sanos en pendien-
tes (tomado de Stuhrmann et al. 1994)

N P S K Ca Mg Mn Fe Al Cu K/Mg
Relieve
% mg kg -1

Lomas 3,2a 0,19a 0,19a 1,0a 1,3c 0,3a 145a 152 107 9,1c 3,2a
Pendientes 1,8b 0,13b 0,12b 0,4b 2,3d 0,9b 312b 122 132 5,8d 0,7b
Nivel Crítico <2,5 <0,15 <0,13 <0,8 >200 <2
Letras diferentes indican diferencias significativas: a-b, P<0,001; c-d P<0,01
291
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Gmelina arborea ROXB.

Cuadro 15.7. Nutrimentos en los diferentes componentes de la biomasa y del mantillo


asociados a plantaciones de G. arborea de 6 años de edad en Brasil (adaptado de Salas
1987).
Lo mencionado permite intuir Peso
que las deficiencias nutricionales N P K Ca Mg
Componente seco
de los suelos se pueden convertir
en limitantes de la productividad (kg ha-1)
de las plantaciones después de Hojas 1.100 24 4 10 4 4
las primeras rotaciones. Por lo Ramas 4.900 14 4 12 5 4
tanto, se deben adoptar técnicas Tronco 43.200 48 9 52 9 15
de aprovechamiento que reduz-
Corteza 6.700 42 5 19 25 16
can las pérdidas de nutrimentos
Mantillo 2.700 24 27 3 19 9
al final de la cosecha.
Total 58.600 152 49 96 62 48

Absorción de Cuadro 15.8. Nutrimentos asociados a la biomasa total y a sus componentes en una
plantación de 20 años de G. arborea (235 t ha-1 biomasa) en Tripura, India (adaptado
nutrimentos de Totey 1992).

Contenido Nutrimento retenido y su distribución por


A pesar de que el sistema radical
Nutrimento total tejido (%)
de la melina puede extenderse
hasta 120 cm de profundidad y (kg ha-1) Follaje Corteza Tronco Otros
200 cm de la base del tronco del N 350 18 17 37 28
árbol, el 74% de las raíces finas P 58 10 9 69 12
absorbentes de la especie (<2 K 486 5 10 66 19
mm de diámetro) se encuentran
Ca 658 10 28 41 21
en los primeros 20 cm de Ulti-
soles del bosque húmedo del su- Mg 91 11 19 44 26

reste de Nigeria (Ruhigwa et al.


1992). Por esta razón, mantener el horizonte A del se una buena cantidad de ellos a través de los ra-
suelo es esencial para favorecer la absorción de leos, pues el contenido de elementos en el tronco es
nutrimentos por esta especie. relativamente bajo con relación al total absorbido.
Otros datos similares generados en la India (Totey
Al estudiar la absorción de nutrimentos en planta-
1992), se presentan en el Cuadro 15.8.
ciones de melina de 1 a 6 años de edad en suelos
lateríticos de India Central, Swamy et al. (2004)
Los árboles jóvenes de melina tienen una deman-
encontraron que la acumulación de nutrimentos
da por K alta y su absorción no depende solamen-
siguió el mismo patrón de la biomasa con la edad
te del aporte de la materia orgánica, sino también
de los árboles; en la plantación de 6 años la canti-
-1 de la inhibición de su absorción causada por ele-
dad acumulada promedio de N, P y K (kg ha ) fue
mentos tóxicos como Al o Mn, o por factores físi-
de 238,4, 16,8 y 189,9, respectivamente.
cos de compactación causada por el uso anterior
En el Cuadro 15.7 se incluyen los contenidos de ele- del suelo (Stuhrmann et al. 1994). Los mismos au-
mentos absorbidos por una plantación de melina de tores indican que en Inceptisoles ácidos, las altas
6 años de edad; en el mismo puede observarse que saturaciones de Al inhiben la absorción de N y P
la especie requiere N>>K>Ca>P=Mg, reciclándo- (r = -0,79 y r = -0,78) (Cuadro 15.9).
Cuadro 15.9. Coeficientes de correlación que indican la dependencia de las reservas de nutrimentos del suelo con
el grosor del horizonte Ah (Ca y K en forma intercambiable) (tomado de Stuhrmann et al. 1994).

Color del suelo K (0-30 cm) P Bray N (0-30 cm) Ca (0-30 cm) CEC % Sal
Rojos, n=16 0,87*** 0,71** 0,65** 0,60* 0,57* -0,61 *
Pardos, n=8 0,78* n.s. n.s. n.s. n.s. n.s.

* P<0,05, ** P<0,01, *** P<0,001, n.s.: no significativo


292
15

Figura 15.5. Absorción de nutrimentos en plantaciones de G. arborea en Colombia (tomado de Rodríguez 2006).

En la Figura 15.5 se incluyen las curvas de absor- la producción de madera de G. arborea, lo cual
ción de G. arborea desarrolladas en Colombia (Ro- constituye un parámetro necesario de compara-
dríguez 2006), en las cuales sobresale el hecho de ción al estimar necesidades de fertilizantes (Cua-
que los requerimientos nutricionales de la especie dro 15.10).
aumentan significativamente después del quinto
Agus et al. (2001) mencionan que a pesar de que
año de crecimiento, con máximas de absorción a
un 38% de los nutrimentos absorbidos son recir-
los 10 años para Zn y Mn y aproximadamente so-
culados en la hojarasca y ramas, el total de nutri-
bre los 15 años de edad para K, N, Ca y B.
mentos requeridos para la producción de biomasa
en un sitio moderado, fueron al final del período
Reciclaje de nutrimentos de rotación de 6 años, de 1.115, 127, 626, 763 y
59 kg de N, P, K, Ca y Mg, respectivamente. La
Evans (1979), menciona que G. arborea es una biomasa sobre el suelo por hectárea al sexto año,
especie caducifolia, aun en regiones donde llue- fue de 86 Mg de materia seca, 46 Mg de carbono
ve permanentemente, por lo que la contribución y 599, 417, 229 y 32 kg de N, K, Ca y Mg, respec-
de este tipo de tejidos al mantillo y al reciclaje tivamente. La absorción anual de nutrimentos por
de nutrimentos ocurre durante todo el año. Por las especies de crecimiento rápido en el trópico
otra parte, Haag (1983) y Agus et al. (2001), hacen fue de 12 Mg de C y 186, 21, 104, 127 y 10 kg
referencia a la extracción mineral en función de de N, P, K, Ca y Mg, respectivamente. Por esta
razón, es que los autores indican que una cantidad

Cuadro 15.10. Contenido total (% peso seco) de nutrimentos de G. arborea en diferentes suelos y edades (Chijioke 1980,
mencionado por Haag 1983).

Madera Edad N P K Ca Mg Total


Tipo de suelo t ha-1
años peso seco total (%)
año-1
Nigeria
Nitosol dístrico 9,3 5-6 0,25 0,02 0,53 0,10 0,15 1,05
Nitosol dístrico 5,3 14-15 0,19 0,02 0,20 0,19 0,08 0,68
Luvisol férrico 20,8 5-6 0,30 0,04 0,76 0,40 0,04 1,54
Luvisol férrico 11,6 12-13 0,22 0,02 0,59 0,45 0,03 1,31
Brasil
Nitosol dístrico 13,2 5-6 0,20 0,25 0,17 0,15 0,06 0,72
Arenosol ferrálico 7,2 5-6 0,23 0,04 0,17 0,08 0,07 0,59

293
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Gmelina arborea ROXB.

considerable de nutrimentos deben ser aplicados Niveles de deficiencia foliar


a la plantación, de manera tal que se sostenga su
productividad. Para realizar el análisis foliar de G. arborea, se
recomienda muestrear el tercer par de hojas del
Los autores modelaron la producción de bioma- tejido nuevo totalmente desarrollado del tercio su-
sa por sitio como se observa en la Figura 15.6 y perior de la copa, en árboles que no estén fructi-
se representa por las siguientes ecuaciones, todas ficando (Brunck 1987). Evans (1979) encontró que
con R2 = 0,99: la concentración de N, P, Zn y B disminuyen al
incrementarse la sombra a que se
somete el tejido en diferentes par-
tes de la copa del árbol, mientras
que los contenidos de Ca y Fe hi-
cieron lo contrario; no se encontró
ningún patrón para el K y el Mg
permaneció casi constante en to-
dos los tejidos comparados, por lo
que recomienda tomar muestras
de árboles en estado fisiológico
similar (p.e., árboles en pleno cre-
cimiento, sin ramitas desnudas,
hojas sin engrosamiento o frágiles
y sin flores o frutos presentes).
De acuerdo con Stuhrmann et al.
Figura 15.6. Volumen de biomasa (m3 ha-1) de una plantación de G. arborea en cada
sitio de crecimiento (tomado de Agus et al. 2001).
(1994), es poco lo que se conoce
acerca del contenido de minerales
de G. arborea, por lo que los da-
Negi et al. (1990), calcularon la distribución de la tos de Drechsel y Zech (1991) y Boardman et al.
materia orgánica en una plantación de melina en 1997) deben considerarse con precaución (Cuadro
India, y señalan que la melina produce 8,2 t ha-1 15.12).
año-1 de hojas. La melina distribuye el 2,4% de su
biomasa total en ramas y un 5% en ramitas. En Cuadro 12. Interpretación de niveles foliares de nutrimentos en
adición a esto, se debe mencionar que el 74% de plantaciones de melina (adaptado de Drechsel y Zech 1991,
la biomasa se encuentra en el tronco del árbol y Boardman et al. 1997).

que un 21% del total de la biomasa aérea produ-


Elemento Deficiente Marginal Adecuado
cida corresponde a la biomasa radicular (Cuadro
15.11). N (%) 1,39 2,00 2,01-3,92
P (%) 0,05 0,08-0,11 0,12-0,36
Cuadro 15.11. Contenido de nutrimentos en plantaciones de G.
arborea de 20 años (tomado de Negi et al. 1990). K (%) 0,29 0,49-0,70 0,71-1,60
S (%) 0,10
Nutrimento (kg ha-1)
Tejido Ca (%) 0,53-2,20
N P K Ca Mg Mg (%) 0,19-0,94
Hojas 64 6 24 64 10 Cu (mg kg ) -1
2 4-19
Ramitas 34 2 42 64 10 Zn (mg kg-1) 6 14-19 20-80
Ramas 62 9 50 71 14
Mn (mg kg-1) 22-205
Corteza 60 5 51 190 17
Fe (mg kg-1) 40-600
Tronco 130 40 319 269 40
Raíces 70 12 73 87 23 Al (mg kg-1) 68-183
Total 420 74 559 745 114 B (mg kg )-1
3-10 20-64

294
15

Cuadro 15.13. Coeficientes de correlación de Pearson entre incrementos en altura de árbol y con-
centración foliar de nutrimentos (n= 24) (tomado de Stuhrmann et al. 1994).

K/Mg N S K P Mn Mg
Coeficiente de 0,81 0,80 0,72 0,70 0,64
-0,56 * -0,77***
correlación *** *** *** *** ***

* P<0,05 *** P<0,001

Stuhrmann et al. (1994) relacionaron los conte- la baja relación K/Mg inducida en algunos casos
nidos foliares de elementos con el incremento en por la adición de cal dolomítica (Cuadro 15.13).
altura de los árboles de melina, lo que les permitió
identificar niveles críticos para algunos de estos Síntomas de deficiencia foliar
elementos empleando análisis de correlación sim-
ple y múltiple, encontrándose coeficientes de co- A continuación se presentan los síntomas de de-
rrelación de Pearson altos para todos los macronu- ficiencia de nutrimentos en plántulas de melina
trimentos; esto mostró que la falta de crecimiento desarrollados por Azofeifa et al. (2003) bajo condi-
de la especie en suelos ácidos se debe a deficiencias ciones de invernadero y empleando la técnica del
múltiples de elementos esenciales, en particular a elemento faltante en Costa Rica (Figura 15.7).

Nutrimento Síntomas Foto

El follaje muestra poco desarrollo se-


guido de una clorosis intervenal en las
hojas más viejas. El sistema radical
N presenta poco crecimiento. La ca-
rencia de N no causa muerte de las
plántulas.

El follaje muestra un color opaco con


poco crecimiento y raíces largas muy
P delgadas, con colores morados y ca-
fés.

Las plántulas deficientes en K presen-


tan poco desarrollo foliar y radical.
Además, se presenta un amarilla-
miento intervenal de la lámina foliar
K con tendencia a una quema en forma
de moteos en toda la lámina. No se di-
ferencian los síntomas entre las hojas
jóvenes y las viejas.

La deficiencia de Ca se marca con un


amarillamiento del follaje y manchas
cloróticas en los bordes de las hojas.
Algunas plántulas presentan un leve
enrollamiento de la hoja, del haz hacia
Ca el envés. El sistema radical presenta
un desarrollo pobre y las raíces mues-
tran un color negro con fácil despren-
dimiento, lo que causa la muerte de
las plántulas.
Figura 15.7. Síntomas de deficiencias de algunos nutrimentos en G. arborea (tomado de
Azofeifa et al. 2003).
295
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Gmelina arborea ROXB.

(Continuación)

Nutrimento Síntomas Foto

Las plántulas presentan una clorosis


generalizada de la lámina, con algu-
Mg nas partes de tono rojizo. Algunas raí-
ces presentan coloración rojiza.

Las hojas presentan pequeñas que-


mas en los bordes, con algunas mues-
S tras de clorosis intervenal. El sistema
radical es abundante y no presenta
ninguna coloración especial.

Su deficiencia causa una quema en


las puntas de las hojas y a nivel radi-
Fe cal un necrosamiento de las raíces, lo
que causa la muerte de las plántulas.

Esta deficiencia provoca un color


verde claro o amarillento intenso en
el follaje, con manchas de color café
B pardo distribuidas en toda la lámina.
Las plántulas presentan un desarrollo
radical pobre.

La deficiencia de Mn se manifiesta pri-


mero en las hojas más jóvenes con un
tono verde más claro de lo habitual,
el cual poco a poco se transforma en
Mn un color café claro. Posteriormente,
las manchas cafés se desprenden pro-
vocando huecos en la lámina foliar. El
desarrollo radicular no se ve afectado
por la deficiencia de Mn.
La ausencia de Cu produjo una quema
en los bordes de las hojas, la cual se
extiende hacia el centro de la lámina
Cu foliar. El sistema radical no presenta
mayor alteración ante esta deficien-
cia.

La deficiencia se presenta como una


clorosis intervenal, lo que sucede con
Mo mayor frecuencia en las hojas más vie-
jas. El sistema radical no presenta al-
teraciones ante la deficiencia de Mo.

La carencia de Zn provoca una cloro-


Zn sis intervenal, sin llegar a afectar el
desarrollo de las raíces.

Figura 15.7. Síntomas de deficiencias de algunos nutrimentos en G. arborea (tomado de


Azofeifa et al. 2003).
296
15

Fertilización en vivero cium pinnatum (cristobal) y Cedrela mexicana (ce-


dro) y aún más que las de teca y melina al salir del
La mayoría de los viveros de Costa Rica no tienen vivero al sitio de plantación (Vertisoles en Guana-
un fertilizante específico para cada una de las es- caste, Costa Rica).
pecies con las que trabajan, sino que se usan fór-
Espinoza et al. (1990), encontraron que al aplicar
mulas altas en N y P, buscando mejorar el creci-
0, 50, 100 y 200 g de la fórmula de fertilizante
miento en altura y del sistema radicular. También
15-15-15 al fondo del hueco a plántulas de melina
se usan en menor cuantía los fertilizantes foliares,
en Suchitepéquez, Guatemala, no afectó significa-
los cuales se aplican de 1-2 veces por semana has-
tivamente la sobrevivencia, el diámetro o la altura
ta los 6 meses. En general, se conoce que la adi-
de la especie, aunque en las dos últimas variables
ción de fertilizantes químicos en esta etapa de cre-
se notó que el mejor tratamiento fue la adición de
cimiento es beneficiosa, ya que permite un mejor
200 g por árbol. Otro estudio demuestra que la
crecimiento en altura y en producción de materia
adición de 240 a 360 kg ha-1 de NPK a plantas a
seca (Kamis e Ismail 1986).
raíz desnuda causa el mejor crecimiento en altura
La fertilización de plántulas de Gmelina en vive- y diámetro (Mendoza y Glori 1976).
ro, es mejor cuando se utiliza urea y sulfato de
En un estudio de invernadero realizado en Mala-
amonio (mayor altura y mayor peso seco que las
sia en el que se adicionó tres niveles de N, de P y
fertilizadas con nitrato de potasio); sin importar la
de K, Awang y Katim (1986) encontraron que se
fuente del fertilizante, se encontró que una apli-
requiere aplicar al menos 600 kg ha-1 de P y de N
cación de 2,5 g de N por planta permitió obtener
y 100 kg ha-1 para obtener el mejor crecimiento
el mejor crecimiento de plántulas trasplantadas
de las plántulas de melina, en términos de altura,
en latosoles. También, se encontró (Ogbonnaya y
diámetro de tallo y área foliar, creciendo en suelos
Kinako 1993) que la adición de N como nitrato de
ácidos y deficientes en P y N.
amonio o urea, causa un mayor crecimiento en
altura, diámetro, peso seco tasa de asimilación
Fertilización de mantenimiento
neta y crecimiento relativo, que el encontrado en
plántulas que recibieron N como sulfato de amo- de la plantación
nio o nitrato de potasio. La utilización de N y P
Otsamo (2001) encontró que aplicaciones de 60 y
en vivero, causa un incremento en la población
150 g por árbol de un fertilizante comercial NPK
de bacterias y una disminución de la población
(15-15-15), aplicados un mes y 18 meses después
de hongos en la rizosfera, sin que se afecte sig-
de plantar los árboles de melina, produjeron más
nificativamente ninguna variable de crecimiento
del doble del área basal que los testigos, un creci-
(Amakiri y Obi 1985).
miento inicial más rápido y un incremento medio
anual en volumen de 9,5 m3 ha-1 año-1. Asimismo
Fertilización al trasplante encontró que la preparación mecánica más la fer-
tilización produjeron los mejores crecimientos,
El impacto que sufren las plántulas que salen
mientras que tratamientos con herbicidas y sin
del vivero directamente al sitio de plantación, ha
fertilizantes produjeron el crecimiento más pobre.
sido documentado por muchos autores. Por esta
razón, se esperaría una pequeña pérdida de creci- Las incorporaciones de P son esenciales para el
miento durante las primeras semanas después del buen crecimiento inicial de melina y por consi-
trasplante, la cual puede verse disminuida con la guiente cuando los suelos son pobres en este nu-
aplicación de enmiendas al suelo tales como enca- trimento, las aplicaciones de fertilizantes ricos en
lado y fertilizantes, cuando estos son necesarios. fósforo antes de la plantación son efectivas. En
En este sentido, puede acotarse que las plantas suelos pobres en nutrimentos y en particular P,
en bolsa de Clarisia mexicana (ojoche) sufren más normalmente se nota un mal crecimiento y desa-
fuertemente este efecto que plantas de Platimis- rrollo de la especie, tal como ocurre en terrenos
297
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Gmelina arborea ROXB.

Figura 15.8. Efecto de la saturación de acidez sobre la altura de árboles de melina de 2 años de edad en terrenos de ladera
anteriormente bajo cobertura de tacotal o pasto.

Corrección de la acidez del


suelo
abandonados, pastizales y en zonas secas donde la El crecimiento de G. arborea se afecta negativa-
humedad se convierte en un factor limitante. mente por incrementos en el grado de saturación
de Al en el suelo (Figura 15.8), problema asociado
Arviving y Singh (2001) estudiaron los efectos de
a otros desórdenes nutricionales como bajos con-
la fertilización en varias especies nativas, entre
tenidos de P disponible y bases intercambiables
ellas melina, y encontraron que los mayores creci-
en el suelo (Zeazer y Murillo 1992; Calvo y Cama-
mientos se obtuvieron en las parcelas fertilizadas,
acompañados por concentraciones más elevadas cho 1992; Stuhrmann et al. 1994; Zech 1994).
de N y P foliar, con una respuesta mayor en las En la zona Norte, Costa Rica (Stuhrmann et al.
especies no leguminosa como la melina. 1994) encontraron que el efecto de la acidez es
particularmente importante en Cambisoles pardos
(Inceptisoles) en los cuales la saturación de Al es
muy elevada INCR = 116 – 53 Da – 0,7 Sat. Al
(30 cm) (r2 = 0,82, P < 0,05), mientras que en
los Nitisoles rojos (Ultisoles) el mal crecimiento
se pudo explicar con las ecuaciones INCR = 14 +
0,6 grosor hor. A + 25 K/Mg (r2 = 0,75, P < 0,001)
ó mejor aún INCR = 80 + 0,6 grosor hor. A + 40
K/Mg – 60 Da (r2 = 0,91, P < 0,001).

298
Alfredo Alvarado
16
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE
Hyeronima alchorneoides

Esta especie es de crecimiento rápido


y de uso múltiple en el trópico húmedo
y bajo. Es poco lo que se conoce sobre
sus requerimientos nutricionales, nive-
les de deficiencia foliar y manejo de la
fertilización en plantaciones, aunque
algo se ha avanzado sobre el tema, par-
ticularmente en Costa Rica.

n Costa Rica, Hyeronima alchorneoi-


des se encuentra en las zonas bajas Figura 16.1. Plantación de H. alchorneoides de 4
de todo el país y se le conoce con los años (Foto: Solís y Moya 2006).
nombres de pilón, zapatero, ascá y
nancitón. Este género, de la familia Euphorbiaceae
contiene 36 especies, siendo originario de Centro y suelos ácidos con pastos abandonados, suelos de ori-
Suramérica. H. alchorneoides es muy apreciada por gen volcánico y suelos anegados en bordes de cursos
su madera densa, altamente durable y color pardo de agua (Asociación Costarricense para el Estudio
oscuro. El nombre común pilón está relacionado al de Especies Forestales Nativas 1992), así como en
uso que los indígenas del Centro y Sur de América bosques primarios y secundarios, a lo largo de las
daban a esta madera en morteros para moler maíz riberas de los ríos y quebradas, claros, áreas de pas-
(CAB International 2000). Los frutos de H. alchor- toreo y bordes de bosque (Montero et al. 2007).
neoides son una reconocida fuente de alimento
para diversas aves y roedores del bosque húmedo Es una especie de tierras bajas hasta fuertemente
tropical en Costa Rica (Quesada et al. 1997). onduladas prefiriendo pendientes menores al 60%
que crece entre los 0 y 1.000 msnm, bajo precipi-
taciones promedio anuales continúas y uniformes
Escogencia del sitio
que oscilan entre los 2.600 y 6.840 mm, sin bajar a
El pilón es una especie del bosque secundario tardío menos de 100-200 mm por mes. Asimismo, requie-
que se caracteriza por su baja área foliar específica re un rango de temperatura promedio anual entre
(área foliar fresca/peso seco en la estufa de las hojas) 24-30ºC (Solís y Moya 2006; CAB International
y una densidad de raíces finas alta (Wightman et al. 2000). En la Figura 16.1 se notan las características
2001). Se ha observado que crece bien en lomas de morfológicas de la especie en plantación.
ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa
Rica.416 p.
299
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Hyeronima alchorneoides

Preparación del terreno de la al fondo del hueco con el fin de promover el cre-
plantación cimiento inicial de las raíces con los nutrimentos
disponibles del horizonte A (Montero et al. 2007).
En San Carlos, Costa Rica, se establecieron planta-
ciones de H. alchorneoides en suelos mecanizados Absorción de nutrimentos
(arado y rastra) y no mecanizados, para analizar
el efecto en el crecimiento. Los tratamientos no El sistema radicular de H. alchorneoides (Moreira
tuvieron un efecto importante en los incrementos y Arnáes 2009), tiene el desarrollo típico de una
de diámetro y altura (2,3 m año-1 y 2,2 cm año-1 planta dicotiledónea (alorrizia), con crecimiento
en plantaciones mecanizadas y 2,2 m año-1 y 2,4 de una raíz primaria (pivotante) muy profunda
cm año-1 en plantaciones no mecanizadas) medi- producto de una germinación epigea fanerocoti-
das cinco años después del establecimiento (Solís lar, propia de las especies forestales tropicales. La
y Moya 2006). especie presenta una densidad de raíces finas su-
perficiales alta que se concentra entre 15-30 cm
Comúnmente, la plantación de H. alchorneoides se de profundidad del suelo en Ultisoles de la Zona
hace abriendo hoyos con un palín en el terreno Norte de Costa Rica, en la cual se absorbe la ma-
definitivo, del tamaño de la bolsa en que las plán- yor cantidad de agua y nutrimentos (Wightman et
tulas salen del vivero. Sin embargo, en la Zona al. 2001; Arnáez y Moreira 2006). Los pocos datos
Norte, Costa Rica (Antonio Rodríguez, comuni- disponibles sobre absorción de nutrimentos de la
cación personal, 2006), comparó la siembra así especie indican que, bajo las condiciones de suelo
descrita con la mecanizada mediante un pase de de La Selva, Costa Rica (Cuadro 16.2), los requeri-
arado de discos y dos pases de rastra, observán-
dose que hasta el año 3 el crecimiento diamétrico Cuadro 16.2. Nutrimentos asociados a la biomasa total (35,9 t ha-1) y
(dap) fue mayor en el sitio mecanizado y a partir a sus componentes en plantaciones de 3,5 años de H. alchorneoides
del año 4 el dap en el terreno preparado en forma en La Selva, Costa Rica (adaptado de Stanley y Montagnini 1999).
tradicional fue superior y mantuvo esa tendencia.
Contenido Nutrimento retenido y su
Igualmente la altura total fue mayor en el sitio me- distribución en el árbol (%)
Nutrimento total
canizado hasta el año 5, para luego ser superada
(kg ha-1) Follaje Tronco Ramas
en el terreno sin mecanizar (Cuadro 16.1).
N 159 40 40 20
La mayoría de las áreas de siembra sobrepasto-
P 38 16 63 21
readas presentan problemas de compactación y
K 126 18 50 32
mal drenaje, requieren de hacer hoyos profundos
(30x30x30) sembrando el árbol en el centro del Ca 100 22 62 16
hoyo. Es recomendable colocar el suelo superficial Mg 22 35 42 23

Cuadro 16.1. Efecto de la siembra no mecanizada y mecanizada sobre la altura y el diámetro de H. al-
chorneoides en suelos ácidos de la zona norte de Costa Rica (Antonio Rodríguez, comunicación personal,
2006)

Tipo de Edad (años)


Variables
labranza 1 2 3 4 5 6 7 14
dap (cm) 0 3,9 6,7 10,5 11,9 13,1 13,9 18,9
No mecanizado altura (m) 1,6 3,2 5,8 9,1 10,8 13,5 14,7 21,0
N ºha -1
1.111 1.083 1.083 795 795 686 686 400
dap (cm) 0 4,3 7,2 10 11 11,9 12,5 15,8
Mecanizado altura (m) 2 3,9 6,5 9,6 11,2 12,7 13,0 17,0
Nº ha 1.111 1.111 1.111 836 836 576 562 420

300
16

Cuadro 16.3. Concentración foliar de nutrimentos (% en base a peso seco) de cuatro especies forestales del trópico
húmedo de Costa Rica. Las diferencias para cada nutrimento son significativas cuando el error estándar de la media
tiene una letra diferente (P<0,05, n = 5) (tomado de Horn y Montagnini 2002).

Especies N P Ca Mg K
P. elegans 1,97(0,19)ab 0,16(0,01)bc 0,58(0,04)c 0,45(0,01)b 0,96(0,12)bc

H. alchorneoides 1,81(0,06)bc 0,15(0,01)bc 1,02(0,14)a 0,401(0,02)b 0,71(0,08)cd

G. americana 1,61(1,61)cd 0,22(0,02)ab 0,97(0,13)ab 0,82(0,08)a 1,02(0,26)ab

V. ferruginea 1,39(,.08)e 0,13(0,01)cd 1,14(0,08)a 0,25(0,01)c 0,43(0,11)e

mientos de N, K y Ca son mucho mayores que los derar como una mejora para la posterior siembra
de P y Mg y que la mayoría de ellos se acumula de otras especies tanto forestales como agrícolas
más en el tronco, excepto el N que se acumula (Montagnini y Sancho 1994).
en cantidad similar en el tronco y en el follaje
(Stanley y Montagnini 1999). Cuadro 16.4. Variación del pH, la acidez intercambiable, la suma de ba-
ses y el contenido de materia orgánica en suelos bajo H. alchorneoides
en La Selva, Costa Rica (tomado de Montagnini y Sancho 1994).
Reciclaje de nutrimentos
Edad de la plantación
En Costa Rica, esta especie se encuentra en el Variable (meses)
bosque secundario del trópico húmedo, tiene
32 43 55
un crecimiento rápido, aunque no tanto como
el de otras especies que compiten por el mismo pH 5,1 5,0 4,7
espacio y llega a depositar 170-425 g m-2 en plan- Acidez intercambiable (cmol kg-1) 1,7 1,2 0,8
taciones puras y 405-1.225 g m-2 en plantaciones Suma de bases (cmol kg ) -1
0,8 1,8 2,1
mixtas de residuos en dos picos, uno en mayo y Saturación de acidez (%) 68 40 28
otro de menor magnitud en julio (Horn y Mon- Materia orgánica (%) 5.2 5.0 4.6
tagnini 1999; Montagnini 2002). La velocidad de
descomposición de los residuos de esta especie
es lenta, al igual que la de los de V. ferruginea,
debido a que la concentración de nutrimentos de
su tejido foliar es pobre (Cuadro 16.3). Síntomas de deficiencia foliar
Como resultado del reciclaje de nutrimentos bajo, A continuación se presentan los síntomas de defi-
conforme crece la plantación se observa un lige- ciencia de nutrimentos en plántulas de H. alchor-
ro aumento de la suma de bases, acompañado neoides desarrollados por Azofeifa et al. (2003)
de una merma de la acidez intercambiable y una bajo condiciones de invernadero y empleando la
importante reducción de la saturación de acidez técnica del elemento faltante en Costa Rica (Figu-
del suelo (Cuadro 16.4), lo que se podría consi- ra 16.2).

Nutrimento Síntomas Foto

La ausencia de N provoca un desarrollo poco vinoso


tanto a nivel de follaje como de raíz. Las plantas
deficientes mostraron un follaje relativamente pequeño,
seguido por una clorosis intervenal que produjo un
N desecamiento de las hojas, provocando posteriormente
su caída y la muerte de la planta. El desarrollo radical
también fue deficiente, provocando raíces negras y poco
desarrolladas.

Figura 16.2. Síntomas de deficiencias de algunos nutrimentos en H. alchorneoides (tomado de Azofeifa et al. 2003).
301
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Hyeronima alchorneoides

Nutrimento Síntomas Foto

Produce un desecamiento de las hojas más jóvenes, que


se inicia en la base del tallo y continua hacia la parte
P posterior de la planta. El sistema radical presenta raíces
cortas y gruesas de color café.

Las plantas presentan poco desarrollo foliar y radical. El


síntoma más visible es un amarillamiento y la quema de
K los ápices de las hojas más viejas, extendiéndose hacia
el centro de la hoja.

La deficiencia se reconoce por un amarillamiento del


follaje y manchas cloróticas en los bordes de las hojas.
Ca En algunas plantas se presenta un leve enrollamiento
de las hojas de haz hacia el envés. Las raíces no se ven
afectadas por la carencia del elemento.

La deficiencia provoca un amarillamiento que poco a


poco se torna rojizo, entre las nervaduras de las hojas.
Mg Se extiende de afuera hacia adentro de la lámina foliar,
generalmente en las hojas más viejas.

Las hojas presentan pequeñas quemas en los bordes,


con algunas muestras de clorosis en algunos sectores
S de la lámina foliar. El sistema radical es abundante, sin
embargo no ocurre ninguna coloración especial.

La falta de Fe causa la presencia de manchas rojizas en


Fe el follaje que se inicien las hojas más jóvenes. Las raíces
presentan un desarrollo normal.

Continuación, figura 16.2. Síntomas de deficiencias de algunos nutrimentos en H. alchorneoides (tomado de Azofeifa et al.
2003).

302
16

Nutrimento Síntomas Foto

La deficiencia se reconoce por un color verde claro o


amarillento muy intenso en el follaje, con manchas de
B color café pardo distribuidas en la lámina foliar. También
se presenta un desarrollo radical pobre.

La deficiencia se manifiesta primero en las hojas más


jóvenes, con un tono verde más claro de lo habitual, el
Mn cual poco a poco se transforma en un color rojizo. Las
plantas presentan un desarrollo radicular pobre, con
poca abundancia de raíces, de tono café oscuro.

La ausencia de Cu produce una quema en los bordes de


Cu las hojas, que se extiende hasta el centro de la lámina
foliar. El sistema radical no presenta mayor alteración.

Las plantas deficientes en Mo manifiestan una clorosis


intervenal que se muestra como un tono rojizo con el
Mo paso de los días. Esto sucede principalmente en las hojas
más viejas. El sistema radical presenta un crecimiento
normal.

Cuando se presenta la toxicidad de Al, las plántulas


crecen menos y los tallos se hacen delgados. Toda la
Zn plántula adquiere una coloración amarillo pálido en
particular entre las venas de las hojas jóvenes.

Continuación, figura 16.2. Síntomas de deficiencias de algunos nutrimentos en H. alchorneoides (tomado de Azofeifa et al.
2003).

303
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Hyeronima alchorneoides

Cuadro 16.5. Respuesta de H. alchorneoides a dos fuentes y tres dosis de abono orgánico a
nivel de vivero en Sarapiquí, Costa Rica (tomado de Camacho 2000).

Altura Diám. cuello Biom. foliar Biom. radical nicos en H. alchorneoides (Cua-
Tratamiento
(cm) (mm) (g pl-1) (g pl-1) dro 16.5); se encontró que esta
especie tuvo incrementos signifi-
Testigo 8,4 d 2,1 e 0,8 d 0,2 c
cativos en biomasa radical y fo-
Compost 1 al 5% 20,2 c 3,2 d 1,3 cd 0,6 b
liar del orden del 73% y 249%,
Compost 1 al 10% 26,6 b 4,1 ab 2,2 a 0,7 b respectivamente y se disminuyó
Compost. 1 al 15% 29,2 a 4,3 a 2,7 a 0,9 a el tiempo de permanencia en el
Compost 2 al 5% 19,5 c 3,3 d 1,4 bc 0,5 b vivero en dos meses (Camacho
Compost 2 al 10% 25,3 b 3,8 c 2,0 ab 0,7 b 2000). La adición de micorrizas
Compost 2 al 15% 26,0 b 3,9 bc 2,0 ab 0,7 b arbusculares a plántulas de H.
alchorneoides solamente favore-
PROMEDIO 22,3 3,5 1,8 0,6
ció el incremento del diámetro a
la base del cuello de las plántulas
Fertilización en vivero 100 días después de aplicado el tratamiento (Ga-
dea et al. 2004).
En un vivero forestal localizado en Sarapiquí, Cos-
ta Rica a una altitud de 90 msnm, se realizó un En un estudio diseñado para evaluar el tipo de re-
estudio con dosis crecientes de dos abonos orgá- cipiente y de sustrato a utilizar en viveros de H.

Cuadro 16.6. Efecto y contraste de diferentes tratamientos sobre la morfología de plántulas de H. alchorneoides de
90 días en invernadero (tomado de Wightman et al. 2001).

Altura DAC PST ÁF LR AF/


Tratamiento
(cm) (mm) (g) (cm2) (cm) LR
Bolsa 500 cm3
1. Suelo 7 2,1 0,5 49 293c 0,2b
2. Suelo + NPK 11 2,9 0,9 95 423 0,2
3. 50% suelo +50% comp. A 24 4,8 3,4 414 714 0,7
4. 100% compost A 24 4,8 3.,2 344 639 0,6
Otros recipientes
5. 170 cm root trainer comp. A + B
3 +
16 3,5 1,7 180 534 0,3
6. 85 cm3 root trainer comp. A + B+ 10 2,4 0,6 66 315 0,2
7. 250 cm bolsa comp. A
3
15 3,5 1,3 145 441 0,3
8. 140 cm3 recip. papel con comp. A 15 3,0 1,0 146 250 0,7
Contraste tratamientos
Tecnología nueva vs. Convencional
5 vs. 1 ** ** ** ** P = 0,06 ns
Efecto del sustrato
1 vs. 2 ns ** * P = 0,06 ns ns
3 vs. 4 ns ns ns ** ns ns
1 vs. 4 *** *** *** *** *** ***
4 vs. 2 *** *** *** *** ** **
Efecto del volumen y recipiente
Root trainers grandes vs. pequeños ** *** ** *** ** ns
Bolsas pequeñas vs. Root trainer grandes ns ns ns * ns ns
Bolsas de papel vs. Root trainer grandes ns ** ns *** ** na

304
16

alchorneoides, Wightman et al. (2001) encontraron mente con el peso total de las plántulas, mientras
que las plántulas creciendo en compost y en suelo que la correlación con la concentración foliar de Ca
con NPK presentaron mayor peso seco, área foliar lo hizo negativamente (Cuadro 16.7). Estos datos
y concentraciones foliares de P y K que otros tra- demuestran la respuesta de H. alchorneoides a la
tamientos comparados (Cuadros 6 y 7). Los mis- aplicación de P en todos los sustratos comparados.
mos autores encontraron que el peso seco de las
plántulas fue 4 veces mayor cuando se sembraron Fertilización al trasplante
en compost que cuando se les aplicó 10 g de 10-30-
10, aunque este último tratamiento incrementó el La especie tiene muy buena respuesta a la adición
peso con relación al testigo en un 80%, pero no la de 50-60 g de una fórmula completa (p.e. 10-30-10)
altura de las mismas (Cuadro 16.6). Además, las por árbol al momento del establecimiento o seis
plántulas en compost presentaron concentraciones meses después y al N unos tres meses después
foliares de N mayores que el testigo y ambas, las (Montero et al. 2007). En suelos muy ácidos se
que se sembraron en compost y con fertilizante, han obtenido buenos resultados con una aplica-
tenían mayores concentraciones foliares de P y K; ción inicial de carbonato de calcio y fertilizante
la concentración foliar de P correlacionó positiva- dos meses después (Cordero y Boshier 2003).

Cuadro 16.7. Efecto y contraste de diferentes tratamientos sobre la concentración foliar de N, P,


K, Ca y Mg de plántulas de H. alchorneoides de 90 días en invernadero (tomado de Wightman et
al. 2001).

Tratamiento Concentración foliar (%)


N P K Ca Mg
Bolsa 500 cm 3

1. Suelo 1,1 0,14 1,4 0,7 0,7


2. Suelo + NPK 1,3 0,28 2,4 0,7 0,6
3. 50% suelo +50% comp. A 1,4 0,25 2,9 0,5 0,4
4. 100% compost A 1,6 0,26 2.8 0,4 0,5
Otros recipientes
5. 170 cm root trainer comp. A + B+
3
1,5 0,26 2,6 0,5 0,6
6. 85 cm3 root trainer comp. A + B+ 1,5 0,26 2,8 0,6 0,7
7. 250 cm bolsa comp. A
3
1,7 0,26 2,9 0,4 0,5
8. 140 cm3 recip. papel con comp. A nd nd nd nd nd
Contraste tratamientos
Tecnología nueva vs. Convencional
5 vs. 1 ** *** ** * **
Efecto del sustrato
1 vs. 2 ns ns *** ** ns
3 vs. 4 ns ns ns ns ns
1 vs. 4 * *** ** * **
4 vs. 2 ns ns ns * *
Efecto del volumen y recipiente
Root trainers grandes vs. pequeños ns ns ns ns *
Bolsas pequeñas vs. Root trainer
ns ns ns ns ns
grandes
Bolsas de papel vs. Root trainer grandes nd nd nd nd

305
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Hyeronima alchorneoides

Fertilización de mantenimiento Corrección de la acidez


de la plantación
El pilón, es una especie adaptada a las condiciones
Debido al escaso crecimiento inicial de raíces, H. de acidez del suelo comunes en el trópico húmedo.
alchorneoides deja escapar por lavado nutrimentos En un estudio realizado en un Fluventic Dystro-
móviles como N y K (Haggar y Ewell 1994) y como pepts (pH 4,6) de La Selva, Costa Rica, Alvarado
se acumula una mayor cantidad de biomasa en las et al. (1994) aplicaron niveles crecientes de cal a
raíces finas, se reduce su biomasa aérea (Haggar y plántulas de H. alchorneoides recién trasplantadas
Ewel 1995). y dieron seguimiento por un año al efecto de la
enmienda sobre la altura y el diámetro de los ar-
bolitos; se encontró que la adición de cal no tuvo
ningún efecto sobre las variables de crecimiento
evaluadas (Cuadro 16.8).

Cuadro 16.8. Respuesta de H. alchorneoides a la aplicación cal durante el primer año de crecimiento en La Selva, Sarapi-
quí, Costa Rica (adaptado de Alvarado et al. 1994).

Dosis de cal adicionada (g por árbol)


Variable
0 150 300 450
Altura (cm) 204 207 222 194

Diámetro de la base (cm) 41,4 41,1 43,6 42,7

No árboles prendidos 79 80 76 79

306
Alf redo Alvarado y Jorge A. Leiva
17
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE
Swietenia macrophylla

El conocimiento sobre nutrición y ferti-


lización de la caoba es escaso, a pesar
de la importancia de la especie para
la producción de madera. El capítu-
lo considera lo poco encontrado en la
literatura, así como las deficiencias
nutricionales desarrolladas a nivel de
vivero por Webb et al. (2001). En par-
ticular, no fue posible encontrar infor-
mación concerniente a requerimientos
nutricionales, absorción y reciclaje de
nutrimentos, fertilización al trasplante
o de mantenimiento de la plantación,
corrección de la acidez del suelo o de
pérdida de nutrimentos por erosión.

Figura 17.1. Plantación de S. macrophylla en Australia (Foto: CSI-


RO/Australian Tree Seed Centre).

l género Swietenia (Meliaceae) inclu- más reconocidas y apreciadas mundialmente, por


ye tres especies S. macrophylla King, su calidad y belleza en la fabricación de muebles
S. humilis Zucc. y S. mahagoni (L.) y acabados y por ello se ha comercializado desde
Jacq., las cuales se hibridizan en for- hace más de 400 años (CAB International 2000).
ma natural y se consideran como taxas diferentes Existen áreas extensas de plantación en Indonesia,
en base a sus características morfológicas, dife- Centro América y el Pacífico Sur (Figuras 17.1 y
rencias de tipo ecológico y distribución natural. 17.2). Esta especie es conocida como Caoba en la
En su distribución geográfica, S. macrophylla se la mayoría de países de habla hispana y Big-leaf Ma-
encuentra desde el sur de México hasta Bolivia, hogani en los países de habla inglesa (CAB Inter-
incluyendo la región central de Brasil (Mayhew y national 2000).
Newton 1998). Esta especie es una de las maderas

ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.

307
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Swietenia macrophylla

La especie crece bien en si-


tios similares a los requeri-
dos por el cultivo del café,
con una precipitación anual
entre 1.000-4.000 mm, una
temperatura media anual
entre 15-35ºC y tolera una
estación seca de 4 meses de
duración. Es una especie que
crece en las tierras bajas del
trópico húmedo y subhúme-
do, en elevaciones entre 50 y
1.400 msnm.
Por su adaptación a una re-
gión natural tan amplia, S.
macrophylla ha sido descrita
Figura 17.2. Aprovechamiento de caoba en bosques primarios de la Amazonía Boliviana.
creciendo en una igualmen-
La principal limitante para el desarrollo de esta te diversa cantidad de tipos
especie es su susceptibilidad al ataque del barre- de suelos, incluyendo los derivados de rocas sedi-
nador del ápice de las Meliáceas (Hypsipyla spp.), mentarias, ígneas y metamórfi cas, de origen desde
que aunque no causa una gran mortalidad en el aluvial hasta volcánico. La especie crece bien en
árbol si reduce sustancialmente el volumen apro- suelos arcillosos hasta arenosos, prefiere suelos
vechable al generar una pérdida de forma en el con pH neutro a ligeramente básico (aunque se la
individuo y una mayor ramificación (Hauxwell et ha encontrado en suelos con pH 4,5), bien drena-
al. 2001). Una de las formas de reducir el daño dos con buena retención de humedad y no soporta
del insecto, consiste en producir plántulas en vi- períodos de inundación largos. Bajo condiciones
vero de vigor adecuado, que puedan recuperarse naturales, los mejores crecimientos se han obser-
del ataque del barrenador, así como realizar prác- vado en suelos de origen volcánico y aunque tole-
ticas de control químico, biológico y silvicultural ra mejor que otras especies (p.e. teca) deficiencias
de barrenadores en las regiones continentales de nutricionales, no se desarrolla adecuadamente en
Asia, África, Centroamérica y Suramérica (Floyd y suelos sobrecultivados y degradados, en los cuales
Hauxwell 2001). Afortunadamente, el material ge- se encuentra poca materia orgánica, compactación
nético de la especie disponible para investigación o son muy poco profundos.
es suficiente, pues no se ha degradado a niveles
Swietenia macrophylla se emplea con frecuencia
críticos (Céspedes et al. 2003).
para controlar erosión en terrenos empinados;
sin embargo, debe considerarse la interacción llu-
via, tipo de suelo y posición en el relieve, pues en
Escogencia del sitio áreas sujetas a inundación se prefieren las parte
medias y superiores de la pendiente, mientras que
La información que se consigna a continuación es en áreas con mucha precipitación los suelos poco
un resumen de una amplia revisión bibliográfica profundos de las cumbres pueden ser más apro-
sobre el tema realizado por Mayhew y Newton piados para realizar la plantación. Hauxwell (2001)
(1998). Swietenia macrophylla tolera una gran va- señala que la escogencia de sitios bien drenados
riación de condiciones ambientales y se la encuen- y con fertilidad natural media a alta, constituyen
tra en forma natural en bosques tropicales secos y un paso pertinente en esta especie, la cual pue-
húmedos, aunque se considera que su desarrollo de ayudar a la plantación a soportar un eventual
natural óptimo ocurre en el bosque tropical seco. ataque de los barrenadores. Además, señala baja
308
17

Cuadro 17.1. Efecto del control de malezas y la adición de NPK sobre el


crecimiento de S. macrophylla de 72 meses de edad en suelos ácidos de
Indonesia (Adaptado de Otsamo et al. 1995).
incidencia de la plaga en sitios ventosos, lo cual
Área Diámetro
podría traducirse a un “control climático” sobre Altura DAP
Tratamiento basal copa
la incidencia de los barrenadores. Otra opción (m) (cm)
(m3 ha-1) (m)
de control, consiste en mantener el sotobosque Arado total
crecido, a manera de obstaculizar el vuelo torpe 10,4 9,9 3,4 3,4
+NPK
de las mariposas de Hypsipyla spp. Arado total 8,9 7,7 3,0 3,0
Herbicida + NPK 8,8 8,2 3,0 3,0
Herbicida 6,8 5,5 2,6 2,6
Preparación del terreno de la
plantación Cuadro 17.2. Contenido foliar de nutrimentos de S. macrophylla a la
sombra y a pleno sol (adaptado de Gonçalves et al. (2005).
Ante una eventual condición anaeróbica del suelo
S. macrophylla (sucesión media)
causada por mal drenaje, compactación o un nivel Nutrimento
freático alto, los individuos pueden perder vigor y A la sombra A pleno sol
ser más susceptibles al ataque del barrenador de N (g kg ) -1
15,9Bb 18,1Aa
meristemos (Hauxwell et al. 2001). Por esto, los P (g kg ) -1
1,9Aa 1,8 Aa
terrenos a plantar deben estar bien drenados, o en
K (g kg-1) 3,7Ba 5,5 Aa
su defecto debe diseñarse una buena red de dre-
Ca (g kg-1) 7,6Aa 7,9 Aa
najes que garantice el movimiento constante del
agua en la plantación. Asimismo, se debe mecani- Mg (g kg ) -1
1,3Aa 1,1 Aa
zar y romper aquellas capas u horizontes del suelo Fe (mg kg-1) 176Ba 328 Aa
compactadas por el pisoteo de ganado. Zn (mg kg-1) 15Ab 16Ab
Cu (mg kg-1) 7,4Aa 6 Aa
En programas de reforestación con S. macrophy- Mn (mg kg ) -1
16Bb 23Ab
lla en suelos ácidos (pH 3,9–4,5 y 57% arcilla) de
Indonesia dominados por la gramínea Imperata
*
Valores promedio de 6 repeticiones seguidos por letras mayúsculas
en las filas y minúsculas en las columnas no difieren a P<0,05 em-
cylindrica, Otsamo et al. (1995) encontraron que al pleando la prueba de Tukey.
comparar la técnica de preparación total del terre-
no con la adición de herbicida con o sin fertilizante
(60 g de 15:15:15 por plántula al trasplante y 150 g En el caso de los micronutrimentos (datos en mg
adicionales 18 meses después de la siembra), no se kg-1), los autores mencionan niveles intermedios
observaron diferencias significativas en las varia- en Mn (37), Fe (53-68), Al (25-51), Zn (10-13), Cu
bles de crecimiento de la especie (Cuadro 17.1). (13) y B (25-30).
Como especie de sucesión intermedia S. macrophy-
lla se adapta a condiciones de poca luminosidad,
Niveles de deficiencia foliar variando su forma de acumular nutrimentos en
el tejido foliar (Gonçalves et al. 2005), como se
En la revisión hecha por Drechsel y Zech (1991), muestra en el Cuadro 17.2.
se citan niveles foliares para caoba de forma in-
completa, los cuales permiten realizar una inter-
pretación parcial de los análisis foliares. Para el Síntomas de deficiencia foliar
elemento N se mencionan síntomas de deficien-
cia a una concentración de 1,00% y niveles inter- Esta sección se basa en la descripción de los sín-
medios en 1,48%. En el caso del P, se mencionan tomas de deficiencia foliar desarrollados para S.
niveles foliares de deficiencia y bajo de 0,06% y macrophylla por Webb et al. (2001) a nivel de in-
0,08%, respectivamente. Niveles intermedios de vernadero y utilizando la técnica del elemento fal-
nutrimentos como K, Ca y Mg, corresponden a va- tante, cuya lectura se recomienda para ampliar los
lores de 0,97, 1,61-2,12 y 0,13%, respectivamente. ejemplos y discusión sobre el tema (Figura 17.3).
309
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Swietenia macrophylla

Nutrimento Síntomas Foto


COMPLETO

Testigo sin deficiencias

El crecimiento se reduce y los tallos se tornan del-


gados y débiles. En la caoba los síntomas ocurren
primero en las hojas jóvenes, en las cuales se de-
sarrolla una clorosis verde pálida a amarillenta
mientras que las hojas viejas permanecen de color
verde brillante. Cuando la deficiencia es moderada,
las hojas viejas se mantienen de color verde oscuro
N brillante y solo las hojas jóvenes desarrollan los co-
lores descritos de la deficiencia. Al tornarse la defi-
ciencia más severa hasta las hojas viejas se vuelven
de color verde pálido y si el avance de la deficiencia
es muy rápido, puede ocurrir un enrojecimiento de
la vena central de las hojas viejas, las cuales pue-
den tornarse de color bronceado.

En contraste a lo que sucede con otras muchas es-


pecies forestales, la deficiencia de P no presenta
síntomas característicos en la hoja. Las plántulas
sometidas a poco P disponible crecen más lento que
las que tienen buena suplencia del elemento, sin
P que se note ninguna otra diferencia entre las plan-
tas sanas y las deficientes. Cuando la deficiencia es
severa y prolongada (4 a 5 meses de duración), las
plántulas se notan muy afectadas en crecimiento y
puede desarrollarse una clorosis ligera.

El primer síntoma visible de la deficiencia de K es


el ondulamiento de los borde de las hojas jóvenes
maduras. Cuando la carencia se hace más severa
aparecen manchas cloróticas bronceadas entre las
venas de la lámina y cerca de los bordes de las hojas
jóvenes más maduras. Cuando estas hojas acaban
de madurar, la necrosis se expande hacia los bordes
formando un margen completamente necrosado. Al
K principio, la necrosis es más pronunciada hacia los
ápices de la hoja y avanza hacia su base conforme
la deficiencia se hace más severa. Si la deficiencia
de K es muy severa, las hojas jóvenes también de-
sarrollan una clorosis intervenal de color amarillo
fuerte, principalmente entre la vena principal y los
márgenes de la hoja, los cuales permanecen de co-
lor verde oscuro.

310 Figura 17.3. Síntomas de deficiencias de algunos nutrimentos esenciales en S. macrophylla King (tomado de Webb et al. 2001).
17

Nutrimento Síntomas Foto

Los primeros síntomas son una clorosis interve-


nal de color amarillo pálido que luego se convier-
te en manchas necróticas asociadas a la clorosis
amarillenta de las hojas nuevas. Luego se forma
una necrosis marginal de color pardo en las hojas
nuevas, la cual se extiende hacia las áreas interve-
nales para producir márgenes necróticos pardos
con áreas cloróticas amarillo pálidas que separan
Ca la necrosis marginal de los tejidos verde oscuro
alrededor de la vena central. Cuando la deficien-
cia de Ca es muy severa, las hojas emergentes
son flácidas, marchitas y mueren. Eventualmente
el meristemo deja de crecer y de producir hojas
nuevas y las hojas jóvenes maduras (que mante-
nían su color verde oscuro), desarrollan la cloro-
sis marginal amarillenta y la necrosis parda.

Aún cuando las plántulas aparentan ser norma-


les, en las hojas nuevas maduras aparecen peque-
ñas áreas de tejido color pardo, principalmente
entre las venas y hacia la vena central. Luego se
forma un amarillamiento alrededor del área parda
y la clorosis se expande para ocupar todo el tejido
intervenal, mientras que las áreas pardas crecen
y necrosan; las hojas jóvenes aún presentan una
apariencia saludable. Cuando la deficiencia se
Mg hace más severa, las hojas jóvenes adquieren la
clorosis amarillenta pálida intervenal, pero esta
es mucho menos severa que la que ocurre en las
hojas jóvenes maduras. Cuando la carencia es
muy severa, hasta las hojas viejas muestran los
síntomas de las hojas jóvenes maduras, apare-
ciendo manchas pardas con halos amarillentos
que se expanden generalmente en el área interve-
nal de toda la hoja.

Al principio, los síntomas más característicos son


el color amarillo pálido de las hojas jóvenes mien-
tras que las hojas viejas permanecen de color ver-
de, lo que hace difícil diferenciar esta deficiencia
de la de N, aunque en el caso de la deficiencia
de S las venas son un poco más verdosas. Cuan-
do la deficiencia se hace más severa, aparecen
S pequeñas áreas necrosadas en las hojas viejas,
especialmente cerca de las venas. Eventualmente,
las hojas viejas forman parches cloróticos entre
las venas principales, los cuales después de algún
tiempo, se esparcen sobre todas las hojas viejas
lo que les da una apariencia de moteos en compa-
ración con las hojas jóvenes.

Figura 17.3. Síntomas de deficiencias de algunos nutrimentos esenciales en S. macrophylla King (tomado de Webb et al. 2001). 311
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Swietenia macrophylla

Nutrimento Síntomas Foto

El primer síntoma en aparecer es una clorosis


amarillenta pálida en las hojas jóvenes reciente-
mente maduras; en este estado, las hojas jóvenes
presentan un color verde pálido saludable y las
hojas viejas su color verde oscuro característico.
Con el desarrollo de la carencia, las venas per-
manecen verdes como sucede en las hojas salu-
dables, mientras que las áreas entre las venas de
Fe toda la hoja adquieren una coloración amarillen-
ta pálida. Cuando la deficiencia es muy severa,
las áreas entre las venas se tornan casi blancas
y solamente las venas principales se mantienen
de color verde pálido. Ahora, la clorosis aparece
tanto en las hojas jóvenes maduras como en las
nuevas en proceso de expansión, y algunas hojas
viejas pueden mostrar algún grado de clorosis in-
tervenal.

El primer síntoma que aparece en las hojas es una


clorosis marginal ondulada que avanza rápida-
mente por la lámina hasta que esta se torna casi
blanca y con las venas principales verdes. En los
márgenes de las hojas que recién emergen se ini-
cia una clorosis amarillenta la cual crece hacia la
lámina entre las venas secundarias; conforme la
hoja madura, la clorosis es rodeada por un bron-
ceamiento necrosado. Al hacerse los síntomas
Zn más severos, aparecen otros síntomas en las ho-
jas; se desarrolla un tejido de apariencia acuosa
entre las venas, principalmente hacia el pedúncu-
lo, las cuales mueren y se vuelven necróticas y de
color pardo oscuro rápidamente. Posteriormente,
las hojas se hacen anchas y mueren, dejando los
pecíolos en el área cercana a las puntas del tallo;
esto permite observar los internudos cortos y la
apariencia de enanismo de los tallos.

El primer síntoma visual que se nota en el follaje


es el amarillamiento de las hojas jóvenes. Con el
tiempo, las puntas de las hojuelas se retuercen y
mal forman, similar a lo que ocurre con la defi-
ciencia de B. Cuando la deficiencia es muy seve-
ra, las hojas maduras toman una coloración verde
Cu oscuro mientras que las hojas jóvenes desarrollan
hojuelas malformadas; al inicio las puntas de las
hojuelas se retuercen o rizan y desarrollan una
necrosis parda antes de morir. Eventualmente las
hojuelas mueren y caen dejando su pecíolo unido
al tallo si la hoja es simple, o al raquis si la hoja
es compuesta.

Continuación Figura 17.3. Síntomas de deficiencias de algunos nutrimentos esenciales en S. macrophylla King (tomado de Webb
et al. 2001).
312
17

Nutrimento Síntomas Foto

El primer síntoma de follaje es la aparición de


una necrosis parda oscura intervenal en la base
de las hojas jóvenes. Cuando la deficiencia se
hace más severa, los bordes de las hojas en for-
mación se ondulan y las puntas de las hojas se
mal forman desarrollando una necrosis parda.
Las hojas jóvenes son flácidas, marchitas y de-
sarrollan una tonalidad rojiza en la parte infe-
rior de la lámina. Cuando la deficiencia es muy
B severa, las venas terciarias de las hojas viejas
desarrollan un clorosis amarillenta, por lo que
las hojas aparentan estar moteadas; las puntas
y los márgenes de estas hojas se necrosan y
mueren. El sistema radical de las plantas de-
ficientes en B se detienen y las raíces laterales
reducen su tamaño dándole al sistema radical
una apariencia comprimida. Si la severidad de
la deficiencia aumenta, las raíces se decoloran y
las más viejas toman un color pardo.

La deficiencia de Mn se manifiesta de varias


maneras. En algunas hojas se nota una cloro-
sis intervenal entre las venas de menor tamaño
Mn y en otros se desarrolla una necrosis marginal
que se expande hacia adentro entre las venas
secundarias.

Los primeros síntomas se notan en las hojas


viejas maduras cerca de las venas principales
y secundarias como manchas color pardo-claro
pequeñas, rodeadas de una clorosis amarillo
clara. Este síntoma es rápidamente seguido
Tox. Mn

por el desarrollo de una clorosis amarillenta ge-


neralizada en la lámina de las hojas maduras
recientes y hojas nuevas en vías de expansión,
similar a lo que ocurre en plantas deficientes en
N. Cuando la toxicidad es muy severa, las hojas
viejas muestran una clorosis amarillenta muy
marcada entre la venas que permanecen verdes;
las manchas pardas se distinguen fácilmente en
las hojas viejas en particular cerca de las venas
y en los pecíolos.

Continuación Figura 17.3. Síntomas de deficiencias de algunos nutrimentos esenciales en S. macrophylla King (tomado de Webb
et al. 2001).

313
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Swietenia macrophylla

Cuadro 17.3. Contenido de nutrimentos en hojas de plántulas en invernadero de S. macrophylla en Brasil (tomado de Krie-
bitzsch et al. 2000). Letras mayúsculas comparan ambas especies, letras minúsculas comparan los tres sustratos en S.
macrophylla.
Tipo de sustrato *
Elemento Unidades
A (n=10) B (n=12) C (n=8)
P 0,11 ± 0,06 0,12 ± 0,03 0,13 ± 0,03
K 1,96 ± 0,99 A 2,03 ± 0,71 2,01 ± 0,62
Ca (%) 0,99 ± 0,78 b 1,18 ± 0,47 b 1,73 ± 0.76 a
Mg 0,18 ± 0,07 0,20 ± 0,06 0,21 ± 0,05
S 0,14 ± 0,06 Bb 0,21 ± 0.03 a 0,21 ± 0.07 a
Na 423 ± 490 Ba 198 ± 185 b 83 ± 33 b
Al 172 ± 281 270 ± 449 211 ± 221
Fe (mg∙kg-1) 415 ± 217 Aa 245 ± 274 ab 113 ± 12 a
Mn 12 ± 3 Bc 22 ± 7 b 31 ± 12 a
Zn 40 ± 27 29 ± 14 27 ± 12

* A: Suelo arcilloso de Manaus, Brasil. B: Suelo arcilloso fertilizado a mitad del periodo de crecimiento. C: Suelo arenoso
rico en humus y nutrimentos.

Fertilización en vivero mizar el crecimiento en ambos tipos de suelo.


Vendiola (1995) encontró que la aplicación foliar
No obstante que S. macrophylla es tolerante a
de nutrimentos cada dos semanas a plántulas de
condiciones de suelo de fertilidad baja, la aplica-
caoba en viveros de Mindoro, Filipinas, incremen-
ción de fertilizantes apropiados puede favorecer
tó la velocidad crecimiento y fue económicamente
el crecimiento de los árboles recién trasplantados
rentable. En Pustaka, Indonesia, Mindawati (1990)
en estos sitios. Se estima que la aplicación de un
menciona que la adición de niveles crecientes de
buen programa de fertilización puede reducir los
N (0, 2,1, 4,2, 6,3, 8,4 y 10,5 g árbol-1) y de P2O5 (0,
turnos de corta tal vez hasta 15-20 años, aunque
2,3, 4,6, 6,9, 9,2 y 11,5 g árbol) no afectó signifi-
el efecto de la aplicación de fertilizantes sobre la
cativamente la altura o el diámetro de arbolitos de
tasa de crecimiento y la calidad de la madera de
caoba, aunque la adición de 6,3 g N árbol con 11,5
la especie han sido poco estudiados (Mayhew y
g P2O5 árbol aumentó en un 30,3% la altura y la
Newton 1998).
adición de 8,4 g N árbol con 11,5 g P2O5 árbol au-
En un estudio desarrollado en condiciones de in- mentó en un 34,0% el diámetro de los arbolitos.
vernadero en la Amazonia, Kriebitzsch et al. (2000)
Como parte de un estudio de crecimiento de S.
encontraron que las plántulas de caoba tuvieron
macrophylla en gradientes topográficas de bosque
un requerimiento de nutrimentos con el siguiente
natural del sureste de Pará, Brasil, Grogan (2003)
orden K>>Ca>S>Mg>P>>Fe. Los autores no
desarrolló un experimento factorial con plántulas
mencionan la edad de las plántulas utilizadas en
en dos clases de sotobosque (sombra y claro), así
el análisis, ni las características químicas de los
como en dos clases de suelos distróficos: 1) Espo-
sustratos analizados (Cuadro 17.3).
dosoles de condición hidromórfica, cercanos a ríos
Bajo condiciones de invernadero en Costa Rica, estacionales, arenosos y blancuzcos (pH 4,98-5,72,
empleando la técnica del elemento faltante, Pania- CICE 0,53-1,64 cmol(+) kg-1, saturación de acidez
gua y Toruño (2004) encontraron que al hacer cre- 8-39%) y 2) Ultisoles y Oxisoles, arcillosos, pardo
cer las plántulas de caoba en un Inceptisol y en un amarillentos a rojos (pH 4,35-4,82, CICE 0,75-1,28
Ultisol, los requerimientos de la especie fueron di- cmol(+) kg-1, saturación de acidez 73-87%). Los
ferentes; mientras que en el Inceptisol los requeri- autores establecieron un experimento paralelo
mientos fueron P>Cu>B>Fe>N, en el Ultisol si- con los suelos citados, probando el efecto en el
guieron el orden B>Fe>Mn>Zn>N>P>Cu, re- crecimiento de plántulas en vivero de la adición
comendándose la adición de K>N>P para maxi- Ca y Mg (39% Ca + 5% Mg, mezclados como 3
314
17

Cuadro 17.4. Efecto de la aplicación de Ca+Mg en el crecimiento de plántulas de S. macrophylla de ocho meses en
vivero, en dos sustratos de suelos distróficos de Pará, Brasil. Desviación estándar entre paréntesis, letras diferen-
tes indican diferencia entre tratamientos con una P<0,05 (a>b) (tomado de Grogan et al. 2003).

Tratamiento Ca + Mg Testigo
Sustrato Espodosol Oxisol/Ultisol Espodosol Oxisol/Ultisol
Altura de plántulas (cm) 34,0 (0,64) a 31,5 (1,27) a 22,3 (1,56) b 29,0 (3,96) ab

kg m-3 sustrato). El tratamiento tuvo un efecto po- vaca, bagazo de caña y aserrín y fertilizantes quí-
sitivo en el desarrollo de altura de las plántulas, micos como 17-17-17 y urea. Las plántulas de S.
independientemente de los dos suelos distróficos macrophylla presentaron una tendencia contraria a
usados como sustrato (Cuadro 17.4). Aunque los lo esperado, pues la adición de materiales orgáni-
autores no indican a que profundidad se tomó el cos a los sustratos tuvo un efecto negativo, incluso
sustrato utilizado, los resultados indican que el en las mediciones de individuos establecidos en el
crecimiento de las plántulas de caoba se podría campo un año después (Cuadro 17.5). La adición
mejorar, reduciendo el tiempo de permanencia en de fertilizante 17-17-17 no generó diferencias im-
el vivero, así como producir plántulas con mayor portantes en el desarrollo de las plántulas.
vigor para el establecimiento de una plantación.
Mexal et al. (2002) realizaron ensayos de fertiliza-
En la Península de Yucatán en México, Wightman ción en el Estado de Quintana Roo, México, con
(2001) probó varios sustratos para la producción plántulas de vivero de S. macrophylla, utilizando
de plántulas en vivero de S. macrophylla. A manera como sustratos suelos comunes en el Estado, fer-
de testigos, utilizaron los sustratos que los viveros tilizados y no fertilizados, así como distintos tipos
forestales utilizan corrientemente: “suelo negro” o de contenedores para las plántulas. Los autores no
Vertic Luvisol y “suelo rojo” o Ferric luvisol. A es- encontraron una respuesta importante en el cre-
tos sustratos se les adicionó diversas combinacio- cimiento de las plántulas (biomasa producida y la
nes de materiales de origen orgánico: cáscara de altura desarrollada en el vivero) de ambas espe-
arroz, ceniza de cáscara de arroz, “humus” colec- cies en función de los tratamientos comparados,
tado debajo de hojarasca del bosque, estiércol de ni posteriormente en las plántulas establecidas.
Cuadro 17.5. Crecimiento de plántulas de S. macrophylla en combinaciones de sustratos usados en dos viveros forestales
en la Península de Yucatán, México. Letras distintas indican diferencias importantes entre los sustratos analizados
(a>b) (tomado de Wightman 2001).

Vivero 1 año en el campo


Sobrevivencia
Altura Diám. Altura Diám. (%)
Sustratos *
(cm) (mm) (cm) (mm)
Vivero A 1

SN 39 a 3,9 ab 44 a 7,4 ab 85 ab
SN + 17-17-17 29 a 3.5 ab 47 a 8,4 a 88 a
SN + arroz 24 b 3,3 b 35 b 6,1 c 71 bc
SN + arroz + 17-17-17 23 b 3,2 b 31 b 6,3 bc 64 bc
SN + compost 20 b 3,6 b sd sd
Vivero B 2

100% SR 42 a 4,1 b 45 a 7,1 b 68 ab


100% SN 37 a 3,8 a 45 a 8,0 ab 89 a
50% SR + 50% SN 34 a 4,1 a 43 a 7,2 b 78ab
50% SN + 50% compost 34 b 4,1 a 49 a 8,3 ab 93 a

* SN: Suelo negro, SR: Suelo rojo


1
Ejido 20 de Noviembre: plántulas de 7 meses en vivero.
2
Instituto Técnico Agropecuario: plántulas de 4 meses en vivero.
315
Alfredo Alvarado
18
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE
Tectona grandis

El capítulo resume
cantidad de traba-
jos sobre nutrición
y fertilización de la
teca, resaltando que
en sitios de fertilidad
elevada la respuesta
a la adición de ferti-
lizantes no es la re-
gla, pero en sitio de
fertilidad baja la res-
puesta es inmediata
y duradera. Se discute la respuesta de la teca a la adición de cal, Figura 18.1. Plantación
joven de teca en Brasil.
documentada en suelos ácidos de la América Tropical, así como el (Foto: Víctor Arce).
problema de erosividad cuando se planta en sitios no adecuados para
su crecimiento o con prácticas silviculturales inadecuadas.

l género Tectona pertenece a la fami- y Birmania presenta un fuste recto, mientras que
lia Lamiaceae, anteriormente Verbe- el de la India e Indonesia generalmente tienen un
naceae, y es originario del Sur de Asia fuste cilíndrico con frecuencia relativamente bi-
(Birmania, Tailandia y algunas partes furcado y ramas hasta las partes bajas del mismo
de la India), donde se asocia a los bosques secos (Corporación de Desarrollo Forestal y Maderero
y húmedos deciduos (Briscoe 1995). De acuerdo del Ecuador 2001). Desde el punto de vista de uso
con Mora (2005), el nombre teca (en inglés teak) de la madera, varios autores indican que existen
se deriva del nombre vernáculo hindú Tèkka (Ma- al menos 25 tipos de utilización de la teca, que
layalam) y se reconoce en varios países con un incluyen desde construir casa de este material,
sinnúmero de nombres vernáculos, reconocién- hasta postes y piezas de ebanistería. Los árboles
dose las especies T. grandis Linn. f. (única que se de teca se producen, principalmente, en el sudeste
explota en forma comercial), T. hamiltoniana Wall. asiático por su madera valiosa y en ocasiones por
y T. philippinensis Benth. & Hook. f., todas de ori- sus productos no maderables. Aunque la teca se
gen asiático (Figura 18.1). En el caso de T. grandis, maneja en la India en turnos de más de 100 años y
se pueden diferenciar razas geográficas según su en Indonesia con turnos entre 40 y 80 años, en re-
procedencia; el material procedente de Tailandia giones tropicales húmedas con sitios adecuados de
ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.
317
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Tectona grandis

Vertic Mollic Typic Humic Typic


Calciudepts Calciudepts Haplustepts Haplustalfs Haplustalfs

Figura 18.2. Algunos suelos considerados como aptos para el cultivo de la teca.

América Latina permite la producción de trozas y físicas de los suelos de Costa Rica; en muchas
para aserrío con turnos entre 20 y 25 años. ocasiones, es común encontrar que sitios buenos
no expresan su verdadero potencial debido a pro-
La plantación de teca en la India comenzó en el
blemas de mal manejo de las plantaciones, tales
decenio de 1842 y alcanzó niveles significativos
como siembras tardías o mal control de malezas,
a partir de 1865; el primer país no asiático en el
en particular gramíneas, que compiten por agua,
que se introdujo la teca fue Nigeria, en 1902 y en
nutrimentos o tienen efectos alelopáticos.
América tropical, la primera plantación de teca se
estableció en Trinidad y Tobago en 1913 y pos- Algunos suelos pueden considerarse como buenos
teriormente en Honduras, Panamá y Costa Rica para la siembra de la teca dadas sus propiedades
entre 1926 y 1929 (Pandey y Brown 2000). Poste- químicas y físicas (Figura 18.2); desde el punto
riormente, el cultivo de la teca se ha extendido a de vista sustrato, la teca prefiere suelos fértiles de
casi todos los países latinoamericanos; entre los origen aluvial y calcáreo, en los cuales las prin-
países que presentan áreas importantes plantadas cipales determinantes de su productividad son el
con teca en el Caribe se encuentran: Bahamas, pH, los contenidos de N y humedad del suelo, el
Cuba, Jamaica, Puerto Rico, Islas Vírgenes (USA), drenaje, la textura, la saturación de bases (con-
Trinidad y Tobago, en Centro América: Guatema- trario a la saturación de acidez) y la profundidad
la, Honduras, Belice, El Salvador, Nicaragua, Cos- efectiva (Gangopadhyay et al. 1987; Kumar 2005).
ta Rica y Panamá y en América del Sur: Colombia, Además, la teca prefiere suelos moderadamente
Ecuador, Venezuela, Guyana Británica, Guyana profundos (>90 cm), bien drenados, de textura
Francesa, Surinam, Brasil, Uruguay, Chile y Ar- media, estructura granular a bloque subangular,
gentina (Tewari 1999). en regiones de temperatura media y pendientes
suaves (Drechsel y Zech 1994; Jha 1999).
Escogencia del sitio
Para realizar plantaciones de teca, deben evitarse
Thiele (2008) menciona que las variables fisiográfi- suelos: 1) mal drenados, en particular Vertisoles
cas y climáticas correlacionan mejor con la calidad de depresión con problemas de anegamiento por
de los sitios para teca que las variables químicas períodos prolongados, 2) poco profundos, dentro
318
18

Figura 18.3. Suelos no aptos para plantar teca por ser ácidos y mal drenados (izquierda), con pedregosidad externa e interna
alta (centro) y en relieves muy escarpados (derecha).

de ellos muchos Entisoles con afloramiento rocoso descrita para bosques naturales o plantaciones en
continuo (más duros que 3 en la escala de Mohs) o regiones secas, donde los mismos valores para si-
roca a poca profundidad, 3) cimas de pendientes tios de las diferentes clases son mucho menores
muy secas o muy ventosas, donde los árboles se (Jha 1999). En el caso de Guanacaste, Costa Rica,
vuelcan y pierden la copa, lo que a su vez causa Bermejo et al. (2004), generan modelos de creci-
un bajo aprovechamiento del agua y una disminu- miento y rendimiento para teca que confirman lo
ción importante del volumen final, 4) áreas en las encontrado por Vallejos (1996) e introducen la no-
que la distribución de lluvias presenta una con- menclatura de calidad de sitio 23, 21 y 19, para
centración en períodos muy cortos o que tienen referirse a la altura promedio alcanzada por los
un “veranillo” largo, en este último caso, la espe- árboles a la edad de 10 años (IS10), todos valores
cie tiende a botar las hojas dos veces al año con el de índice de sitio alto a excelente según datos del
consecuente gasto energético, 5) suelos arenosos Cuadro 18.1.
en regímenes de humedad ústicos o más secos y
Aunque los valores de correlación entre las varia-
6) regiones donde los niveles de acidez del suelo
bles ambientales y el Índice de Sitio para teca no
y del subsuelo sean muy elevados, en particular
son altos (r=≤60%), varios autores han desarro-
pendientes en las cuales aflora el horizonte B áci-
llado ecuaciones de regresión lineal múltiple para
do. Algunos suelos con propiedades poco adecua-
condiciones de clima tropical estacionalmente
das para el cultivo de la teca se incluyen en la
seco en Centro América (Vásquez y Ugalde 1994;
Figura 18.3.
Vallejos 1996; Montero 1999; Mollinedo 2003). En
Para el caso de la teca en las condiciones de Cos- general, se confirma que en este tipo de ambiente,
ta Rica (Vallejos 1996), Panamá (Mollinedo 2003) la teca crece más conforme aumenta la precipita-
y Guatemala (Vaides 2004), existen clases de sitio ción pluvial y el contenido de Ca intercambiable
para teca, según se presenta en el Cuadro 18.1, in- en el suelo; sin embargo su crecimiento también
formación que permite separar áreas con diferen- se ve afectado en forma negativa con incrementos
te potencial de producción según el crecimiento en el déficit hídrico, la temperatura media anual
de la especie. La información disponible para Cen- y el porcentaje de saturación de acidez del suelo
tro América se da en plantaciones de crecimien- (Alvarado y Fallas 2004), según las ecuaciones que
to rápido y no concuerda necesariamente con la se presentan a continuación:

IS10 teca = 2,206+ 0,007 PPT + 0,176 Ca (Vásquez y Ugalde 1994)

IS10 teca = 109,416 – 1,709 DEFHID + 1,095 PPT – 3,211 TMA (Montero 1999)

IS10 teca = 19,874 – 0,192 SATAC – 0,150 SATCa + 3,238 Ca/Mg (Mollinedo 2003)

En donde PPT = precipitación, Ca = contenido de calcio intercambiable, DEFHID = número de meses secos,
TMA = temperatura media anual en °C, SATAC = Saturación de acidez, SATCa = Saturación de calcio

319
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Tectona grandis

Cuadro 18.1. Valores promedio de las variables de crecimiento de teca por clase de productividad en varios países
de Centro América.

Clase de IS10 IMA DAP IMA HTOT IMA AB IMA Vol


productividad m cm año-1 m año-1 m2 ha-1 año-1 m3 ha-1 año-1

Guatemala (Vaides 2004)


Bajo 11,38 1,60 1,30 0,75 2,33
Medio 17,19 2,29 2,04 1,66 7,07
Alto 18,40 2,78 2,48 2,51 14,36
Excelente 26,43 3,48 3,09 3,95 29,36
Costa Rica (Vallejos 1996)
Bajo 15,38 2,23 2,03 1,61 8,05
Medio 18,63 2,76 2,75 2,27 14,88
Alto 21,37 3.,31 3,57 3,17 21,66
Excelente ≥21,38 ≥3,32 ≥3,58 ≥3,18 ≥21,67
Panamá (Mollinedo 2003)
Bajo 13,43 1,99 1,81 0,47 3,44
Medio 15,38 2,77 2,73 0,70 7,06
Alto 17,14 3,67 3,72 0,95 11,93

Preparación del terreno de la En muchas ocasiones, las plantaciones de teca se


plantación establecen en suelos compactados por pisoteo de
ganado; bajo estas condiciones es necesario subso-
Como se mencionó al principio, los suelos que lar hasta 60 cm de profundidad y rastrear el suelo
restringen severamente el crecimiento de la teca en la faja donde se plantarán los árboles, evitando
deben evitarse, por lo que en general, una buena trabajar todo el terreno para disminuir las pérdi-
finca tendrá entre un 30 y un 50% de tierras que das del mismo por erosión. Cuando los terrenos
pueden ser utilizadas para realizar cualquier otro en que se va a plantar tienen suelos degradados
tipo de actividades, menos la de plantar teca. El y ácidos (Ultisoles e Inceptisoles), debe aplicarse
efecto de trabajar el suelo hasta 10 cm de profun- cal al voleo en la banda de plantación, antes de
didad alrededor de los árboles, y hasta distancias proceder a subsolar y rastrear el suelo, de manera
de 0, 30, 45 y 60 cm de su base, sobre el creci- que el producto se incorpore hasta la profundidad
miento inicial de la teca, fue estudiado por Singh deseada, según el caso. En esta fase de prepara-
(1997); este autor encontró incrementos en altura ción del suelo, se deben realizar análisis químicos,
durante el primer año, del orden de 105,2, 150,7, con el propósito de definir el tipo de enmiendas
150,2 y 190,7 cm en cada tratamiento, respectiva- que deben aplicarse al trasplante, todo de acuerdo
mente. a las limitaciones en contenidos de Ca, Mg, P, K y
La plantación de teca puede hacerse por pseudo acidez. En este tipo de suelo, también es común
estacas (principalmente en países asiáticos), aun- encontrar deficiencias de P y K en África Occi-
que es más común por semilla o tejido vegetati- dental (Zech y Kaupenjohann 1990). En la región
vo, produciendo plántulas que se llevan al campo del Petén, Guatemala, cuando los suelos en que
en bolsas o en jiffies. En el caso de plantación de se va a plantar son derivados de calizas, es común
pseudoestacas, el terreno se ara, se eliminan ma- encontrar mucha pedregosidad y deficiencias de
lezas y se aplica fertilizante; cuando se utilizan micronutrimentos, lo que obliga a romper la capa
plántulas de semillas o clones, se requiere de más pedregosa y a aplicar los elementos que limiten el
cuidados a nivel de vivero y de plantación. crecimiento normal de la plantación.
320
18

Cuadro 18.2. Cantidad total absorbida de macro y micronutrimentos en la biomasa aérea por
árbol de teca en función de su edad en Guanacaste, Costa Rica.

Edad Ca N K P Mg S Fe Zn B Mn Cu
años kg/árbol g/árbol
1 0,09 0,06 0,06 0,08 0,01 0,01 0,51 0,04 0,05 0,11 0,03
2 0,19 0,16 0,12 0,05 0,03 0,01 1,56 0,15 0,16 0,25 0,07
3 0,29 0,27 0,19 0,03 0,05 0,02 2,99 0,35 0,29 0,40 0,12
4 0,41 0,38 0,26 0,02 0,07 0,02 4,76 0,62 0,45 0,56 0,17
5 0,54 0,49 0,33 0,03 0,09 0,03 6,83 0,97 0,63 0,73 0,23
6 0,68 0,61 0,40 0,05 0,11 0,04 9,16 1,40 0,84 0,90 0,29
7 0,83 0,73 0,47 0,08 0,14 0,05 11,75 1,90 1,06 1,07 0,35
8 0,98 0,86 0,54 0,12 0,17 0,07 14,57 2,49 1,30 1,25 0,42
9 1,15 0,99 0,62 0,17 0,20 0,08 17,62 3,15 1,56 1,43 0,49
10 1,33 1,13 0,70 0,23 0,23 0,09 20,88 3,89 1,83 1,61 0,56
11 1,52 1,27 0,78 0,31 0,26 0,11 24,35 4,71 2,12 1,80 0,63
12 1,72 1,41 0,86 0,40 0,30 0,12 28,02 5,60 2,42 1,99 0,71
13 1,92 1,56 0,95 0,50 0,34 0,13 31,88 6,58 2,74 2,19 0,79
14 2,14 1,71 1,04 0,61 0,38 0,15 35,93 7,63 3,07 2,38 0,86
15 2,37 1,86 1,13 0,74 0,42 0,17 40,16 8,76 3,41 2,58 0,94
16 2,61 2,02 1,22 0,88 0,46 0,18 44,56 9,97 3,77 2,78 1,03
17 2,86 2,18 1,31 1,03 0,51 0,20 49,14 11,25 4,13 2,98 1,11
18 3,11 2,35 1,40 1,19 0,56 0,22 53,89 12,62 4,51 3,18 1,19
19 3,38 2,52 1,50 1,36 0,61 0,24 58,80 14,06 4,90 3,39 1,28
20 3,66 2,70 1,60 1,54 0,66 0,26 63,87 15,58 5,30 3,60 1,37

Aunque los suelos depresionales con arcillas es- cantidad absorbida por año de edad utilizando las
mectíticas (Vertisoles) no son aconsejables por su mejores ecuaciones de ajuste encontradas al co-
susceptibilidad a permanecer encharcados por una rrelacionar la cantidad absorbida de nutrimentos
buena parte del año, cuando se decide utilizarlos con la edad de los árboles. En el Cuadro 18.2 se
para la plantación de teca, es necesario planear un presenta la cantidad de nutrimentos absorbidos
buen sistema de drenaje y de confección de lomi- por árbol de teca en edades de 1 hasta 15 años en
llos, plantándose la teca en la cima de los lomos a la región de Guanacaste, Costa Rica; con los valo-
un costo relativamente mayor al que se incurre en res del Cuadro 18.2 se puede calcular la cantidad
otro tipo de suelos. de nutrimentos en la biomasa aérea por unidad de
superficie, con solo multiplicar los valores por el
número de árboles en el área.
Requerimientos nutricionales
La teca en Costa Rica absorbe los macronutri-
La cantidad de nutrimentos que un árbol de teca mentos en el orden Ca>N>K>P>Mg>S, mien-
absorbe por año se estima a través de las curvas tras que bajo condiciones de África, los nutri-
de absorción, en las cuales se miden dos compo- mentos que más requiere la especie son N>
nentes: la concentración de los diferentes nutri- P>K>Ca>Mg>S (Drechsel y Zech 1994), lo que
mentos en los tejidos considerados y la biomasa demuestra la influencia del sitio sobre la absor-
seca de dichos tejidos. La multiplicación de los ción de nutrimentos de la especie. En el caso de
dos componentes representa la cantidad de nu- los micronutrimentos el orden de absorción en
trimentos absorbida por el árbol, calculándose la Costa Rica es del orden Fe>>Zn>B>Mn>Cu,
321
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Tectona grandis

Cuadro 18.3. Resumen del flujo de nutrimentos en plantaciones (kg ha-1 año-
1
) de teca al año 24 (tomado de Poels 1994).

Elemento N P K Ca Mg al. (2006), consideran que la teca tiene po-


Adición atmosférica 5 0,1 1 1 3 tencial como planta bio-remediadora por su
Adición meteorización 0 0,2 7 7 3 capacidad de bio-absorber Zn. En general,
Reciclaje de materia orgánica
los nutrimentos que más requiere la especie
son N, P, K, Ca, Mg y S (Drechsel y Zech
-Liberación 204 12 133 108 24
1994), lo que concuerda con los datos reco-
-Absorción 267 16 175 186 31
lectados por Kumar (2005), quien indica que
Exportado cosecha 21,0 1,3 18,1 44,2 3,6 en la extracción de madera en plantaciones
Exceso máximo anual 33 2 60 158 42 de 30 años remueven 247, 41, 170, 632 y 198
Déficit máximo anual 311 19 203 224 36 kg ha-1 de N, P, K, Ca y Mg, respectivamente
Pérdidas por erosión y lavado 5 0,3 8 8 6 y tasas de absorción anual de 264, 17 y 132
kg ha-1 de N, P y K, respectivamente en plan-
sin valores de comparación en África. La mayoría taciones de 20 años en India. De acuerdo con
de los nutrimentos absorbidos por la teca en Costa Vimal et al. (2005), la teca presenta tres etapas
Rica los suple el ecosistema, ya que lo que se adi- de crecimiento, siendo que los requerimientos de
ciona como fertilizante es muy poco; lo anterior absorción son mayores en la etapa de crecimiento
causa el problema de agotamiento del suelo, ya rápido, que en las de crecimiento medio y lento,
que se mina el sistema por extracción de made- respectivamente (Figura 18.4).
ra, como lo demuestra Poels (1994)
para la región Atlántica del mismo
país (Cuadro 18.3).

Datos recolectados por Kumar


(2005), indican que en la extrac-
ción de madera en plantaciones
de 30 años remueven 247, 41,
170, 632 y 198 kg ha-1 de N, P, K,
Ca y Mg, respectivamente y tasas
de absorción anual de 264, 17 y
132 kg ha-1 de N, P y K, respec-
tivamente en plantaciones de 20
años en India. Fernández-Moya
et al. (2011) mencionan datos Figura 18.4. Patrón de la tasa de crecimiento relativo de la teca de diferente edad
(tomado de Vimal et al. 2005).
de absorción de nutrimentos en
plantaciones de teca en Panamá
y Costa Rica, encontrando valores de absorción Al estudiar la cantidad de nutrimentos absor-
similares a los mencionados en la biomasa aérea bidos en la biomasa aérea de plantaciones de
de plantaciones de crecimiento lento entre 1 y 15 crecimiento lento entre 1 y 15 años de edad en
años de edad en Nigeria (Nwoboshi 1984). Nigeria, Nwoboshi (1984) encontró que el re-
querimiento de estos elementos aumenta con la
Absorción de nutrimentos edad y que el total requerido por la plantación
fue del orden K>Ca>N>P>Mg; en la Figura
La absorción de nutrimentos por la teca depende 18.5, se nota que los mayores requerimientos
del requerimiento de la especie (que varía según de nutrimentos por parte de la teca ocurren a las
la edad de la plantación), de la cantidad que pue- edades mayores a 9 años, por lo que es de espe-
da suplir el suelo y de la cantidad de nutrimentos rar que se encuentre respuesta a la fertilización
que se adicionen como fertilizante. En estudios de plantaciones adultas, como se demuestra en
sobre remediación de suelos, Prasanna-Kumar et la Figura 18.8. Jha (1999) menciona que bajo
322
18

Madera Corteza Ramas Hojas Total


2000 100% Incremento
1800 Total
1600
N absorbido (kg/ha)

75%
1400

%N absorbido
1200
1000 50%
35%
800
600 10% 23%
25% 8%
400 8% 12%
200 1% 3%
0 0%
1 3 5 7 9 11 13 15 1 3 5 7 9 11 13 15

Edad años Edad (años)

Madera Corteza Ramas Hojas Total


500 100% Incremento
450
Total
400
P absorbido (kg/ha)

75%
350

% P absorbido
300
250 50%
200 32%
14% 28%
150
25% 8% 16%
100
4%
50 1%
0 0%
1 3 5 7 9 11 13 15 1 3 5 7 9 11 13 15

Edad años Edad (años)

3500 Madera Corteza Ramas Hojas Total


100% Incremento
3000 Total
K absorbido (kg/ha)

2500 75%
% K absorbido

2000
50%
1500 33%
1000 11%
25% 17% 18%
500 10%
3% 6%
1%
0 0%
1 3 5 7 9 11 13 15 1 3 5 7 9 11 13 15

Edad años Edad (años)

2500 Madera Corteza Ramas Hojas Total 100%


Incremento
Total
2000
75%
Ca absorbido (kg/ha)

% Ca absorbido

1500
50%
1000 32% 28%
11%
25% 16%
500
7%
0% 3% 3%
0 0%
1 3 5 7 9 11 13 15 1 3 5 7 9 11 13 15

Edad años Edad (años)

Madera Corteza Ramas Hojas Total


400 100% Incremento
350
Total
Mg absorbido (kg/ha)

300 75%
% Mg absorbido

250
200 50%
150 16%
22% 23% 23%
100 25%
9%
50 5% 2%
1%
0 0%
1 3 5 7 9 11 13 15 1 3 5 7 9 11 13 15
Edad años Edad (años)

Figura 18.5. Curvas de absorción de nutrimentos en plantaciones de teca de diferente edad en Nigeria (confeccionada con
datos de Nwoboshi 1984).

323
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Tectona grandis

Cuadro 18.4. Nutrimentos en los diferentes componentes de la biomasa y del mantillo asociados a plantaciones de T. grandis
en regiones tropicales (adaptado de Salas 1987; Negi et al. 1995).

Peso N P K Ca Mg
Edad
Componente seco t
plantación kg ha-1
ha-1
Hojas 3,4 68 9 52 49 11
Ramas 4,2 19 7 42 37 6
6 años,
Tronco 39,4 125 46 161 200 39
Venezuela
Mantillo 20,8 159 18 36 240 33
Total 68,3 371 81 291 526 79
Hojas 5,2 60 3 35 61 14
Ramitas 5,0 17 1 25 51 9
Ramas 8,3 28 3 23 37 11
10 años,
Corteza 7,9 28 2 34 196 17
India
Tronco 48,2 93 4 36 81 56
Raíces 15,4 47 4 84 143 40
Total 90,0 272 18 236 569 147
Hojas 5,5 64 1 49 14 14
Ramitas 5,5 17 1 22 39 7
Ramas 12,7 20 4 37 62 13
20 años,
Corteza 8,9 36 3 63 320 8
India
Tronco 58,1 92 10 61 102 71
Raíces 17,9 72 6 145 177 58
Total 108,6 300 26 377 713 171
Hojas 7,8 111 2 61 82 21
Ramitas 8,5 33 2 34 34 10
Ramas 35,1 43 2 72 108 33
30 años,
Corteza 13,9 28 4 52 338 8
India
Tronco 98,8 176 18 46 185 157
Raíces 28,5 64 12 191 244 59
Total 192,6 422 41 456 992 288

condiciones de la India, la contribución de la edad (Salas 1987; Negi et al. 1995). Las diferen-
biomasa aérea en plantaciones de teca es del or- cias debidas a la edad se explican por sí mismas
den de 87,2-88,2%, mientras que la biomasa ra- y se deben a una mayor acumulación de biomasa
dical contribuye en un 11,8-12,8%, sin que haya con el tiempo. Las mayores cantidades absorbidas
mucha variación entre plantaciones de edades de N, P y Mg se encuentran en el tronco, mien-
entre 1,5 y 30 años de edad. La contribución de tras que las de Ca se encuentran en la corteza y
los diferentes componentes de la biomasa aérea la raíz; el Ca que se acumula en la corteza pue-
total (94.381 kg ha-1) en una plantación de 38 de ser devuelto a la plantación, una vez realizada
años es del orden de: 69% tronco, 21% ramas la operación de corta, causándose así un menor
vivas y corteza, 4% ramas muertas, 2% hojas y impacto ambiental. Aún así, la extracción de Ca
2% ramillas (Kaul et al.1979).
del ecosistema en suelos distróficos puede reducir
En el Cuadro 18.4 se presenta la cantidad de drásticamente la posibilidad de un segundo tur-
nutrimentos absorbidos en diferentes tejidos en no de corta y el volumen extraíble en el caso de
plantaciones de teca de 6, 10, 20 y 30 años de que pueda darse esta situación, excepto en zonas
324
18

aledañas a los ríos donde el contenido de nutri- valores de este estudio pueden utilizarse como de
mentos puede ser compensado por deposiciones referencia para otras plantaciones en sitios veci-
aluviales y ocurre un proceso de enriquecimiento nos a los del estudio.
por medio del agua capilar (Hase y Foelster 1983;
La variación de los diferentes elementos por tejido
Hernández et al. 1993). Sin embargo, en planta-
en árboles de las mismas plantaciones de Panamá
ciones de rotación larga de la India, Balagopalan
y Costa Rica puede observarse, en la Figura 18.7,
et al. (2005), encontraron que el efecto de dos y
pág. 319, en la cual se nota que excepto por la
tres rotaciones de teca solamente causaron una
concentración en el tronco, la teca absorbe N, Ca
disminución del C orgánico, el N total y el Ca dis-
y K en cantidades importantes.
ponible en el suelo, lo que afecta negativamente
a la altura de los árboles y no así su diámetro a la La absorción de nutrimentos en los diferentes
altura del pecho. componentes y total de los árboles de teca se in-
cluye en la Figura 18.8 pág. 320. Se nota que la
En un estudio sobre absorción de nutrimentos en
tendencia de absorción en Panamá y Costa Rica
plantaciones de Panamá (régimen de humedad del
es similar a la encontrada por Nwoboshi (1984), e
suelos údico) y Costa Rica (regímenes de hume-
igualmente está mayormente definida por la acu-
dad del suelo údico y ústico), recolectándose un
mulación de biomasa.
total de 18 árboles de edades entre 1 y 19 años
(Fernández-Moya et al. 2011, en preparación), se
compararon varios modelos de concentración y Reciclaje de nutrimentos
absorción de nutrimentos, presentándose los me-
jores ajustes en las Figuras 18.6-18.8. En la Figu- La cantidad de residuos que se puede incorporar
ra 18.6, pág. 318, puede observarse la variación al suelo en una plantación de teca, proviene de
de la concentración de los diferentes elementos la caída anual de follaje durante la época seca, la
analizados con la edad de los árboles, notándose corta del sotobosque de la plantación antes de la
cinco tendencias: 1) elementos que no varían con corta de la misma y de los residuos de la copa
la edad en ningún tejido (Ca, P y B); 2) elementos de los árboles durante la cosecha (Figura 18.9).
que tienden a disminuir con la edad en casi todos La poca adición de residuos orgánicos (5,5 a 12,1,
los tejidos (N y K); 3) elementos que no varían con con un promedio de 7,7 t ha-1 año-1 en plantaciones
la edad, excepto en la corteza que disminuye (S, entre 15 y 56 años) y la consecuente reducción en
Fe y Mn); 4) elementos que no varían con la edad, liberalización de nutrimentos por mineralización
excepto en las ramas que disminuye (Cu y Zn) y de los mismos, conlleva a la degradación del sitio
5) el Mg que aumenta en el tejido foliar, disminu- en plantaciones de teca (Kumar 2005). Ampon-
ye en ramas y tronco (y en tronco con corteza) y sah y Meyer (2000) mencionan que bajo bosques
permanece constante en corteza. Siendo los árbo- naturales puede encontrarse una mayor cantidad
les muestreados dominantes y co-dominantes, los de nutrimentos que bajo plantaciones de teca del

Figura 18.9. Residuos de hojas caídas de manera anual (izquierda), de sotobosque antes de la cosecha (centro) y de copa
después de la cosecha (derecha).

325
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Tectona grandis

Figura 18.6. Variación de la concentración de nutrimentos por elemento y tejido en árboles de teca de Panamá y Costa Rica
de edades entre 1 y 19 años. (adaptado de Fernández-Moya et al. 2011, en preparación).
326
18

Figura 18.7. Variación de la concentración de nutrimentos por tipo de tejido de árboles de teca de Panamá y Costa Rica de
edades entre 1 y 19 años. (adaptado de Fernández-Moya et al. 2011, en preparación).

327
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Tectona grandis

Figura 18.8. Absorción de nutrimentos en árboles de teca de Panamá y Costa Rica de edades entre 1 y 19 años. (adaptado de
Fernández-Moya et al. 2011, en preparación).
328
18

Cuadro 18.5. Cantidad de nutrimentos (kg ha-1) adicionados al suelo como residuos en plantaciones de teca
de 30 años de edad (tomado de Shanmughavel y Francis 1988).

Componente N P K Ca Mg
Hojas 134,10 1,38 107,1 209,46 117,00
Ramas 1,78 0,10 4,55 3,85 0,98
Corteza 0,01 tr 0,01 0,03 0,01
Órganos reproductivos 1,05 0,16 3,21 2,34 0,34
Total 138,94 1,64 114,86 215,68 118,32

mismo lugar, debido a la adición de residuos del son neutras (Egunjobi 1974; Kaul et al. 1979; Ba-
sotobosque, en el primer caso, y una mayor pér- lagopalan 1987; Nath et al. 1988; Shanmughavel
dida de nutrimentos por lavado y mineralización, y Francis 1988; Sharma y Pande 1989; Chaubey
en el segundo caso. et al. 1989) se considera que una plantación de
teca de 30 años de edad deposita 10.175 kg ha-1
En general, la adición de residuos en plantaciones de residuos, los que adicionaron 139,0; 1,6; 114,9;
de teca aumenta con la edad, hasta que cierra la 215,7 y 118,3 kg ha-1 de N, P, K, Ca y Mg, res-
copa de la plantación, a partir de ese momento más pectivamente (Shanmughavel y Francis 1988); en
del 90% de los residuos que caen de los árboles se este caso, el 91% eran hojas, el 7% ramas y el 2%
mineralizan en un período de menos de 6 meses restante, órganos reproductivos y corteza (Cuadro
(Egunjobi 1974) y algunos nutrimentos pueden 18.5).
ser translocados del subsuelo a la superficie vía
absorción/deposición de residuos. Kumar (2009), Según Nath et al. (1988) la adición de residuos cau-
menciona que las plantaciones de teca pueden al- sa un aumento de la saturación de bases y del pH
terar algunas variables del suelo, de microclima y del suelo en plantaciones de 14 años y más aún en
de flora y fauna en la India; sin embargo sus re- las de 28 años, al punto de que la clasificación de
sultados solamente permiten observar pequeños los suelos cambió de Inceptisoles a Mollisoles. Del
cambios edáficos en características morfológicas Cuadro 4 se deduce que las mayores cantidades de
y algunas físico-químicas a nivel de horizonte A. nutrimentos se adicionan al suelo vía hojas y que
Boley et al. (2009) encontraron en plantaciones de los elementos adicionados en mayor cantidad son
teca en Costa Rica, una disminución del contenido Ca>>N>Mg=K>>>P, tal cual encontraron en
de materia orgánica del suelo, en relación al bos- condiciones similares Sharma y Pande (1989), por
que natural y plantaciones mixtas de otras espe- lo que bajo condiciones normales en suelos bajo
cies, y mencionan que la misma tendencia ha sido teca se pierden menos nutrimentos que en sue-
encontrada por otros autores en países asiáticos. los bajo bosques naturales (Chaubey et al. 1989).
Bajo condiciones no disturbadas, más del 70% del Los cambios edáficos atribuidos a la liberación de
N requerido por una plantación establecida puede nutrimentos, producto de la biodegradación de la
ser suministrado a través de la mineralización de hojarasca sobre el horizonte A, en plantaciones de
residuos y N atmosférico, siendo que esta canti- teca de 2, 7 y 12 años de edad implican aumentos
dad se puede reducir al 15% cuando ocurren in- de Mg, N, materia orgánica, N, capacidad de in-
cendios regularmente, forzando el sistema a ceder tercambio catiónico y pH y una disminución del
parte del N de reserva del suelo. En zonas con pe- contenido de P (Márquez et al. 1993).
ríodo seco definido, es común observar que la teca
pierda el follaje, notándose que las hojas tienden Niveles de deficiencia foliar
a caer de abajo hacia arriba después de un ama-
rillamiento de las mismas, probablemente causa- El tejido que más se recomienda para hacer el
do por déficit de humedad pero también por una análisis foliar de la teca consiste en tomar el se-
mema en la adición de N en el agua de lluvia. gundo par de hojas maduras (a veces un grupo de
3 hojas), que se distinguen de las hojas jóvenes
En países asiáticos, donde la teca tiene un creci- por su superficie glabrosa, de la parte iluminada
miento lento y las condiciones de pH del suelo de la copa de árboles que no estén fructificando
329
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Tectona grandis

Cuadro 18.6. Variación del contenido foliar de acuerdo a la posición de la hoja en la copa, en la rama, la clase diamétrica
de los árboles y la hora de muestreo, en plantaciones de teca de 10 años de edad en la India (tomado de Jayamadhavan
et al. 2000).

N P K
Variable Conc. Coef. Var. Conc. Coef. Var. Conc. Coef. Var.
Foliar (%) (%) Foliar (%) (%) Foliar (%) (%)
Posición en la copa de los árboles (Tercios)
Superior 2,51 11,04 0,28 38,98 1,64 36,56
Medio 2,45 11,38 0,24 46,49 1,58 32,51
Inferior 2,59 9,02 0,27 25,21 1,65 27,65
Hora de muestreo durante el día
0600 2,52 14,20 0,29 29,69 1,65 17,86
0800 2,58 9,01 0,31 25,38 1,69 12,05
1000 2,66 6,35 0,30 37,55 1,78 12,04
1200 2,62 6,32 0,29 36,66 1,66 30,11
1400 2,53 5,27 0,27 31,51 1,57 22,56
1600 2,43 12,78 0,26 30,28 1,48 22,10
1800 2,41 12,13 0,24 20,25 1,39 33,65
Posición de la hoja desde la parte terminal de la rama
1 2,63 9,24 0,18 51,43 1,65 23,42
2 2,64 8,21 0,30 46,61 1,67 21,34
3 2,58 7,97 0,25 47,76 1,59 29,82
4 2,56 7,48 0,24 50,21 1,50 34,56
5 2,48 9,31 0,22 60,63 1,45 38,36
Clase diamétrica (cm)
7,10-10,25 2,51 8,00 0,20 49,05 1,48 28,54
10,26-13,50 2,57 8,16 0,24 51,45 1,62 34,66
13,51-16,75 2,61 7,25 0,26 47,79 1,63 32,53
16,76-20,00 2,63 6,78 0,29 38,44 1,67 27,43

(Brunck 1987). Otros autores (Jayamadhavan et su coeficiente de variación el menor, preferible-


al. 2000) realizaron un estudio en plantaciones de mente de la segunda hoja desde la terminal de
teca de 10 años de edad en el clima monzónico la rama, del tercio inferior de la copa (no hubo
de la India; los autores midieron la variación en diferencias significativas en la concentración por
la concentración de N, P y K, en función de la efecto de luminosidad) y de la clase diamétrica
hora de muestreo (0600, 0800, 1000, 1200, 1400, mayor, encontrándose además que el mes del año
1600 y 1800 horas), la edad de la hoja (hoja 1, en que se dan las mayores concentraciones fo-
2, 3, 4 y 5 a partir de la porción terminal de la liares es junio durante la época lluviosa (Cuadro
rama), la posición de las hojas en la copa (tercios 18.6). Drechsel y Zech (1994), encontraron que
superior, medio e inferior), clase diamétrica (7,10- las concentraciones foliares de N y P en árboles
10,25; 10,26-13,50; 13,51-16,75 y 16,75-20,00 cm) de teca decrecen durante los primeros 4 a 6 años,
y la variación anual (muestras por mes durante mientras que la concentración de otros elementos
el año). El estudio concluye que para esta edad como K, Mg, Zn y Cu permanecen relativamente
de plantación, el muestreo foliar debe realizarse estables. Es necesario desarrollar protocolos de
entre las 0900 y 1100 horas, cuando la concentra- muestreo foliar para plantaciones de edades en-
ción de los 3 elementos analizados es la mayor y tre 6 meses y 3 años de edad, donde todavía no
330
18

Cuadro 18.7. Interpretación de niveles foliares de nutrimentos en plantacio-


nes de teca (adaptado de Drechsel y Zech 1991; Boardman et al 1997).

se ha desarrollado una copa tal que se Elemento Deficiente Marginal Adecuado Alto
cierre el dosel. N (%) <1,20 1,20-1,51 1,52-2,78
P (%) <0,10 0,10-0,13 0,14-0,25 0,40
Una vez que se determina el mejor tejido
K (%) <0,50 0,50-0,79 0,80-2,32 2,33
a muestrear y la mejor época para reali-
zar el muestreo, se puede hacer la com- S (%) <0,08 0,08-0,10 0,11-0,23

paración de valores entre sitios y árboles Ca (%) <0,55 0,55-.0,1 0,72-2,20


con diferentes condiciones nutricionales Mg (%) <0,10 0,10-0,19 0,20-0,37
para determinar los niveles de insufi- Cu (mg kg-1) 10-25
ciencia, suficiencia y exceso, tal cual lo Zn (mg kg-1) 11-19 20-50
informan en las compilaciones realiza- Mn (mg kg-1) <30 30-49 50-112
das en África (Drechsel y Zech 1991) y
Fe (mg kg )-1
58-390 379-1.074
en Australia (Boardman et al. 1997) que
se resumen en el Cuadro 18.7. Al (mg kg-1) 85-320 340-480
B (mg kg ) -1
15-45

Síntomas de deficiencia foliar A. Síntomas desarrollados en las hojas


superiores
Bebarta (1999) menciona que la deficiencia de N, P, K, Mg
algunos elementos produce síntomas visuales en
la teca, dentro de ellos los siguientes: (1) la defi- • Hojas de tamaño y forma normal con
ciencia de N se reconoce porque las hojas tienden clorosis intervenal, con o sin
a volverse verde amarillentas, pequeñas y poco
gruesas, (2) la deficiencia de P causa que las hojas • bandas verdosas en los márgenes. Mg
se tornen verde oscuro y algunas manchas púrpu- • Hojas de tamaño pequeño pero normales
ra tienden a presentarse en las puntas de las hojas en todo lo demás, con clorosis marginal
y en algunos tallos jóvenes; (3) la deficiencia de K
causa que la corteza en la parte inferior del tallo • uniforme de color verde pálido, con o sin
sea muy corrugada y presente márgenes corcho- manchas necróticas, niveles foliares
sos, siendo que las puntas y márgenes de la corte- • ligeramente bajos en N, P, Ca y Mg y con
za se secan y se tuercen hacia adentro. o sin niveles foliares ligeramente bajos en K.
En suelos ácidos de África Occidental, Zech y N
Kaupenjohann (1990), mencionan que a menudo • Hojas con clorosis marginal uniforme de
se presenta una deficiencia de K (0,06-0,07% en color verde pálido, con o sin corchosis en los
las hojas de la parte superior de la copa), condicio-
nes bajo las cuales se puede presentar la muerte • márgenes; niveles foliares de P y Mg
descendente de los árboles, acompañada de necro- ligeramente bajos con o sin niveles foliares
sis intervenales y de los bordes de las hojas. de N ligeramente bajos. P
• Clorosis marginal uniforme, con o sin
En estudios empleando la técnica del elemento
necrosis en la hojas viejas; hojas jóvenes
faltante, Nwoboshi (1975) describió los síntomas
de deficiencia de N, P, K, Ca y Mg en plántulas • de forma normal pero de color verde más
de teca, los cuales pueden corregirse por asper- oscuro o curveadas hacia atrás,
sión de soluciones diluidas de sales solubles de los
• con o sin necrosis intervenal y ápices
elementos deficientes y deben desaparecer a las
quemados; niveles de K ligeramente bajos,
2 o 3 semanas después de dicha aplicación. Estos
síntomas se utilizan para identificar las posibles • con acumulación de N, P y posiblemente Ca
deficiencias de la siguiente manera: y Mg. K
331
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Tectona grandis

B. Síntomas presentes en las hojas bles altura, número de hojas y peso seco de raíces,
jóvenes Ca, S notándose que el efecto más negativo lo ejerce la
carencia de Fe y el menor la deficiencia de B (Cua-
dro 18.8).
• Hojas de tamaño y forma normal con un
moteamiento amarillo blancuzco Sujatha (2008), observó los síntomas de deficien-
cia foliar de micronutrimentos en teca emplean-
• intervenal, niveles de S ligeramente bajos y
do la técnica del elemento faltante en potes con
acumulación de N, P, K, Ca y Mg.
S
arena, encontrando que estos fueron específicos
para cada elemento (Figura 18.10). Las deficien-
• Hojas jóvenes de forma distorsionada, de cias de Mo y Cu causaron una fuerte reducción
tamaño más pequeño que el normal y del crecimiento de las plántulas, mientras que el
• curveadas hacia atrás y de ápices
desarrollo de hojas nuevas sanas fue muy afectado
quemados, con o sin necrosis intervenal y por la carencia de Fe y B. En orden de abundan-
cia el orden de los elemento en el tejido foliar fue
• corchosis de color verde pálido. Las hojas Fe>Mn>Zn>Cu; no se encontró una tendencia
viejas tienen apariencia normal de concentración de la mayoría de los elementos
• y pueden tener clorosis marginal; los niveles al provocar la deficiencia, excepto para el Cu, en
foliares de Ca y P son cuyo caso su concentración disminuyó conforme
los síntomas de la misma en el tejido foliar se in-
• ligeramente bajos y puede presentarse una crementó. Los resultados sugieren que la concen-
acumulación de N y Mg tración foliar de Fe, Zn y Mn es un indicador malo
Ca de la deficiencia de estos elementos. Los proble-
mas de deficiencia de los elementos comparados
Empleando la técnica del elemento faltante, Su- fueron fácilmente corregibles, aplicando al ini-
jatha (2005) estudió el efecto de la carencia de cio de la carencia y de manera foliar soluciones
elementos menores sobre el crecimiento de plán- al 0,3% de FeSO4, caldo bordelés al 0,1%, ZnSO4
tulas de teca hasta seis meses de edad, y encontró 0,1%, MnSO4 0,1%, MoO3 0,1% y ácido bórico
que causa una disminución severa en las varia- 0,05%.

Cuadro 18.8. Efecto de la deficiencia de micronutrimentos sobre el crecimiento de plántu-


las de teca (tomado de Sujatha 2005).

2 meses (Inicio) 3 meses 6 meses


Peso
Trat. Altura Hojas Altura Hojas Altura Hojas
raíces
cm Nº cm Nº cm Nº g
Control 2,6 6 42 13 62 16 12,6
-Fe 2,5 6 28 4 34 2 13,8
-Cu 1,9 5 24 8 35 3 7,8
-Zn 2,6 5 26 8 33 3 14,4
-Mn 2,6 6 27 10 36 2 10,9
-Mo 2,6 6 23 10 30 3 12,9
-B 2,6 6 35 13 50 2 10,2

332
18

Síntomas Foto

La deficiencia de Fe es la primera en desarrollarse (/5 días)


en las hojas nuevas de las plántulas como manchas cloróti-
cas amarillas, hecho que se intensifica durante el desarrollo de
la carencia del elemento. Gradualmente, toda la hoja se torna
amarilla y el color verde se restringe únicamente a las venas,
Fe lo que se conoce como clorosis intervenal. En estados agudos
de deficiencia, las hojas adquieren un color blanco y las hojas
amarillas se necrosan y mueren. Otro síntoma típico es el acu-
charamiento de las hojas deficientes en Fe, secciones herrum-
bradas en hojas inferiores y producción múltiple de tallos.
Micronutrimento

Las plántulas deficientes en B desarrollaron síntomas después


de inducir la deficiencia. Las hojas jóvenes presentaron un de-
sarrollo pequeño y agrupado (rosetas) Tanto las hojas superio-
res como inferiores eran muy frágiles y quebradizas. Todas las
B hojas se tornaron amarillas y en estado agudo se necrosaron,
tendiendo a caer prematuramente. Las plantas deficientes pro-
dujeron tallos múltiples y en algunas plántulas las hojas nuevas
se mostraron angostas y cerosas.

Cuando no se suple Mn, a los 65 días después de iniciado el


experimento ocurre una clorosis de las hojas maduras; poste-
riormente las hojas se tornan totalmente cloróticas y cuando
Mn la deficiencia progresa lo hacen todas las hojas de la plántu-
la. Sin embargo, en un estado posterior las hojas inferiores se
mantienen cloróticas, mientras que las superiores mantienen
su color verde.

Figura 18.10. Síntomas de deficiencia de algunos micronutrimentos en T. grandis (tomado de Sujatha 2008).

333
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Tectona grandis

Síntomas Foto

Los síntomas de la carencia de Cu comienzan a aparecer a


los 84 días de iniciado el experimento. En los estados iníciales
se muestra como parches amarillentos en los márgenes de las
hojas inferiores. Posteriormente, las venas y venillas en hojas
maduras se tornan verdes y sobresalientes, mientras que el
área intervenal se mantiene amarilla. Con el crecimiento de la
Cu plántula toda la hoja se torna clorótica y se inicia el desarrollo
de una necrosis gradual que ocurre a partir de las puntas de
las hojas. Durante este proceso, también aparecen manchas
cloróticas blancas en las hojas jóvenes, las cuales pierden su
suavidad y se tornan rizadas. Algunas hojas adquieren una for-
ma oblonga y las recién formadas se arrugan y crecen poco.
Micronutrimento

Las plántulas deficientes en Mo desarrollaron manchas amari-


llentas desde la punta y los márgenes de las hojas viejas des-
pués de los 65 días. Los parches se esparcieron gradualmente
hacia todos los márgenes y finalmente se necrosaron; en al-
gunas plantas, las hojas se tornaron verde azuladas. Como en
Mo las plántulas deficientes en Cu, las plantas recién maduradas
expresan un aclaramiento de las venas pero se mantienen ver-
des en la sección intervenal. El síntoma más característico de
la deficiencia de Mo es la carencia de puntas en las hojas y la
reducción del tamaño de la lámina hacia la base.

La deficiencia de Zn se expresa a los 64 días de iniciado el ex-


perimento. La hojas jóvenes se tornan endurecidas, las venas y
venillas son más conspicuas, gradualmente aparecen manchas
cloróticas blancas entre las venas y a diferencia de la deficien-
cia de Fe, el área intervenal se decolora. En estados posterio-
res la lámina de la hoja se vuelve clorótica y se desarrolla una
Zn necrosis a partir de la punta de la hoja. En las hojas inferiores
también se observa la formación progresiva de parches bron-
ceados. En estados avanzados los márgenes de las hojas viejas
se necrosan y ocurre su caída prematura. En algunos casos,
las hojas nuevas se vuelven extraordinariamente alargadas y
tienden a caerse.

Continuación Figura 18.10. Síntomas de deficiencia de algunos micronutrimentos en T. grandis (tomado de Sujatha 2008).
334
18

Respuesta a la fertilización riego y fertilizante (fertirriego) en plantaciones jó-


venes de clima monzónico de la India (Mutanal y
La respuesta a la fertilización de la teca en plan- Prabhakar 2001; Bheemaiah 2004; Koppad y Rao
tación, depende de la calidad del sitio escogido. 2005). A pesar de que la utilización de aguas ser-
Como en cualquier otro tipo de operación agríco- vidas favorece el crecimiento en altura, diámetro
la-forestal si el sitio tiene una fertilidad de suelo y volumen en plantaciones jóvenes, además de
elevada, la posibilidad de respuesta a la adición bio-drenar elementos contaminantes de este tipo
de fertilizantes es baja y viceversa. En sitios de de aguas, con el tiempo se puede presentar un au-
fertilidad alta, el crecimiento inicial de la teca es mento de la mortalidad de los árboles debido a
tan alto que los árboles tienden a agobiarse, lo que intoxicación, probablemente con metales pesados
obliga a utilizar un sistema de amarre que evite (Gogate et al. 1995). A continuación se resumen
el doblamiento y la quiebra del fuste y/o a adicio- los datos para fertilización en vivero, al trasplante
nar fertilizantes altos en P y K, pero bajos en N, y después del trasplante en plantaciones de teca
de manera que se fortalezca el engrosamiento del de varias partes del mundo.
tallo y se mantenga su elongación. La falta de res-
puesta de la teca a la fertilización en estos y otros Fertilización en vivero
sitios, puede además relacionarse con una fuerte
competencia de malezas (gramíneas) y la mejora Un factor importante en los programas de silvi-
de la palatabilidad de los tejidos de la teca por la cultura intensiva de plantaciones es que las plán-
adición de nutrimentos (p.e. N) para los herbívo- tulas que se produzcan en viveros sean de calidad
ros que la atacan (Kumar 2005). óptima, para lo que se requiere de sustratos con
buena fertilidad. Diferentes estudios (Nwoboshi
La respuesta de la teca a la aplicación de varios 1975; Sundralingam 1982; Tewari 1999), demues-
elementos combinados (NPK) en vivero (Nwobos- tran que la fertilización con N, P y K en viveros
hi 1975; Sundralingam 1982; Chaves y Fonseca de teca es la que brinda los mejores resultados,
1991; Tewari 1999), al trasplante (Kishore 1987; lográndose obtener plantas de buen color y vigor,
Raigosa et al. 1995; Singh 1997; Fonseca 2000, acelerar su crecimiento y disminuir la incidencia
Bheemaiah 2004) y en el campo (Patel 1991; Pra- de enfermedades en el vivero (Cuadros 18.9 y
sad et al. 1986; Montero 1995; Mothes et al. 1991; 18.10). Fernando (1966) encontró que la adición
Torres et al. 1993), ha sido ampliamente docu- de N-inorgánico mejora el crecimiento de las plán-
mentada (Kumar 2005). De la misma manera, se tulas a los 2 meses de aplicado el tratamiento más
ha comprobado el efecto benéfico de la adición de que la de N-orgánico (122 vs. 61 cm altura prome-

Cuadro 18.9. Efecto de la aplicación de nutrimentos sobre las variables de crecimiento de 3 plántulas de teca/pote en
solución nutritiva (tomado de Nwoboshi 1975).

Altura Área Peso seco (g) Relación


Diámetro
Tratamiento final foliar
tallo (cm) Hojas Tallos Raíces Raíz/Brote Tallo/Follaje
(cm) (cm2)
Completo 14,27 1,20 36,84 14,53 3,85 12,50 0,68 0,26
- N 6,93 0,57 3.,6 1,64 0,50 3,03 1,42 0,30
- P 9,30 0,77 17,64 7,11 1,47 9,52 1,11 0,21
- K 11,03 1,10 11,64 9,42 3,15 9,08 0,72 0,33
- Ca 8,43 0,70 3.,5 5,32 0,95 1,62 0,26 0,18
- Mg 12,87 1,00 19,46 6,78 2,49 6,70 0,72 0,37
- S 11,77 1,03 39,87 11,11 3,50 13,73 0,94 0,32
DMS 5% 2,35 0,12 2,69 1,05 4,99

335
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Tectona grandis

Figura 18.11. Manejo de plántulas en vivero en bolsa y de clonación de teca utilizando jiffies.

dio), así como que este elemento es más relevante jiffies o sustratos a base de musgo (Figura 18.11).
que la adición de P y K en cuanto otras variables En el caso de suelos ácidos en los cuales nunca se
de crecimiento. ha sembrado teca con anterioridad, debe pensarse
en la posibilidad de inocular con micorrizas las
Para asegurar las buenas características físicas de
plántulas en el vivero, así como encalar el sitio de-
los sustratos, se recomienda utilizar una mezcla de
finitivo de plantación para asegurar una buena mi-
suelo negro con arena y materia orgánica (Chaves
corrización (Verma y Jamaluddin 1995; Raman et
y Fonseca 1991; Tewari 1999) y más recientemente
al. 1997; Kelly et al. 2004; Alvarado et al. 2004);
otros autores, discuten el efecto de
Cuadro 18. 10. Concentraciones foliares, en tallos y raíces de plántulas de teca en la micorrización de la teca sobre la
solución nutritiva completa y carente de N, P, K, Ca, Mg y S (tomado de Nwoboshi
1975).
absorción de nutrimentos (Durga y
Gupta 1995).
Tratamiento
Elemento En un ensayo de invernadero, em-
Completo -N -P -K - Ca - Mg -S pleando como suelo el horizonte
Concentración en las hojas (%) superior de un Latosol Amarillo
N 2,23 0,82 1,57 3,02 2,83 2,27 nd Oscuro encalado y fertilizado y
P 0,25 0,02 0,03 0,34 0,53 0,29 0,36
como tratamientos la adición de
0, 40, 80, 120 y 160 mg dm3 de K,
K 1,27 1,33 1,41 0,35 2,67 1,92 1,59
de Favare et al. (2010) encontraron
Ca 0,48 0,34 0,41 0,89 0,33 0,44 0,65
que la adición de K afectó el acú-
Mg 0,22 0,20 0,10 0,35 0,44 0,04 0,31 mulo de materia seca de las hojas,
S nd nd nd nd nd nd 0,13 de las raíces y la masa seca total de
Concentración en los tallos (%) las plántulas de teca, maximizán-
N 0,86 0,38 0,90 1,18 1,38 1,22 nd dose estas variables con las dosis
P 0,32 0,09 0,04 0,36 0,39 0,39 0,39
estimadas de 88, 92 y 89 mg dm3
de K, respectivamente. En el mis-
K 1,39 1,54 1,13 0,24 2,00 1,43 1,30
mo ensayo (Freiberger et al. 2010),
Ca 0,26 0,31 0,47 0,24 0,26 0,34 0,23
encontraron que La fertilización
Mg 0,16 0,27 0,08 0,36 0,26 0,04 0,23 con K afectó el acúmulo de N, Ca,
S nd nd nd nd nd nd 0,15 Mg, K y S, así como la concentra-
Concentración en las raíces (%) ción de K, Ca y Mg en las hojas de
N 1,03 0,44 0,90 1,04 1,60 1,29 1,40 las plántulas de teca, encontrándo-
P 0,35 0,33 0,04 0,25 0,36 0,43 0,38
se los mayores acúmulos N, Ca y
S con las dosis calculadas de 104,
K 1,30 1,29 0,95 0,48 2,40 1,51 1,26
57 y 78 mg dm3 de K, respectiva-
Ca 0,45 0,39 0,27 0,43 0,19 0,47 0,44
mente.
Mg 0,15 0,12 0,11 0,20 0,26 0,05 0,23
S 0,17 nd nd nd nd nd 0,14

336
18

Cuadro 18.11. Variación de la altura, el peso seco y las concentraciones de N, P y K en plántulas provenientes de tocones
de teca con diferentes dosis y frecuencia de aplicación de fertilizante (tomado de Rangaswamy et al. 1991).

Fert. Agreg., g Variables de crecimiento


Frecuencia
Concentración en
Tratamiento Aplicación Alt. Mat. Seca
DAP KCl plántula% peso seco estufa
días cm g
N P K
Testigo 0 0 0 9,8 7,5 1,10 0,78 1,35
1 1,0 0,25 15 17,3 40,0 1,50 0,76 1,96
2 0,5 0,125 15 17,2 39,0 1,40 0,75 1,58
3 1,0 0,25 30 18,9 42,5 1,60 0,84 2,18
4 0,5 0,125 30 15,9 20,0 1,40 0,72 1,28

El efecto de la adición de diferentes cantidades de la-1 de N, 0, 240 y 480 g P2O5 plántula-1 con una
fertilizante disuelto en agua sobre algunas varia- base de 320 g K2O plántula-1 al trasplante en un
bles de crecimiento de tocones de teca puede ob- suelo franco arenoso con una precipitación men-
servarse en el Cuadro 18.11, en el cual se demues- sual promedio de 136 mm, encontraron respuesta
tra que la mejor opción fue la de aplicar el produc- significativa a la adición de todos los niveles com-
to una vez al mes (Rangaswamy et al. 1991). parados y su interacción, sobre todas la variables
estimadas (altura, diámetro, producción de mate-
Fertilización al trasplante ria seca). El efecto de los fertilizantes se notó a
partir del quinto mes después de la aplicación de
Fonseca (2000), al hacer una única aplicación de los tratamientos y las dosis más altas comparadas
fertilizante al trasplante a una distancia de 10 cm fueron consideradas como los mejores tratamien-
de la base del tallo, empleando 25 kg N ha-1 como tos (320 g N y 480 g P2O5 plántula-1 con la base de
15-15-15, 50 kg N ha-1, como 12-24-12, como 18- 320 g K2O plántula-1.
15-6-2 ó 15-15-15, 100 kg N ha-1 como urea y 50
kg P ha-1 como 10-30-10 a plantaciones de teca en En algunos casos, cuando se presentan deficiencias
Nandayure y Hojancha, Costa Rica, encontró que de elementos menores en una región, la adición de
la variable “sobrevivencia” no se vio afectada por pequeñas cantidades de fertilizante puede ayudar
los tratamientos, mientras que la adición de los tra- a solventar el problema. Las deficiencias de N, S y
tamientos con mayor contenido de N o las combi- B, pueden corregirse con aplicaciones al trasplante
de 30 kg ha-1 de sulfato de amonio y 1 kg ha-1 de
naciones N-P produjeron el mayor incremento en
borato de sodio. Cuando la fertilidad natural del
altura y diámetro de los árboles, efecto que tendió
suelo es alta y las otras condiciones de crecimiento
a desaparecer después de 54 meses de aplicado el
de la especie son óptimas, se recomienda emplear
fertilizante; por esta razón, se recomienda aplicar
fertilizante al trasplante con fórmulas bajas en N y
fertilizante al menos una vez por año hasta el cie-
altas en P, de manera que se reduzca el problema
rre del dosel. En la misma región (bosque tropical
del volcamiento de los árboles.
estacionalmente seco), se acostumbra aplicar una
fórmula como 10-30-10 ó 12-24-12 al inicio de las
lluvias, con un complemento de N durante el pico
Fertilización de mantenimiento
de máxima precipitación, hasta que cierre el dosel de la plantación
(3-4 años) como mejor alternativa.
Se ha encontrado respuesta a la fertilización en
La adición de 30g N + 6g P + 3g K por árbol fue plantaciones de teca de 2-5 años en Panamá (Mon-
el mejor tratamiento en plantaciones de teca de tero 1995), de 2, 7 y 12 años en Venezuela (Mothes
6 meses de edad en Kerala, India, reportándose et al. 1991; Torres et al. 1993) y de 10 y 20 años en
incrementos en altura del 80% sobre el testigo sin la India (Patel 1991; Prasad et al. 1986). Sin embar-
fertilizante (Singh 1997). Abod y Siddiqui (2002) go, algunos autores no han encontrado respuesta
al comparar la adición de 0, 160 y 320 g plántu- a la aplicación de niveles crecientes de fertilizante
337
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Tectona grandis

Cuadro 18.12. Respuesta de plantaciones jóvenes de teca a la aplicación de fertilizante en El Limón, Herrera, Panamá
(tomado de Montero 1995).

Tratamiento* Altura media Diámetro medio Área basal Volumen


g por árbol dm mm m2 ha-1 m3 ha-1
0 32 c 30 c 0,78 1,33
85 40 b 40 b 1,33 2,89
170 40 b 38 b 1,22 2,67
255 53 a 55 a 2,67 7,78
*
El fertilizante aplicado correspondió a la fórmula 12-24-12

en plantaciones de 5 años en El Salvador (Hernán- se obtuvo con una dosis de 254,7 g por árbol al
dez et al. 1990). Los mismos autores encuentran medir como variables la altura, diámetro, sobrevi-
que la fertilización aumenta el diámetro y la altura vencia, incremento medio en altura e incremento
de los árboles de teca y atribuyen la respuesta a la corriente anual (Cuadro 18.12).
adición de nutrimentos, particularmente en suelos
La respuesta de la teca a la fertilización en el cam-
distróficos a: (1) una mejoría en las condiciones
po es muy variada. Por ejemplo, la adición de fos-
nutricionales reflejada en aumentos de las concen-
traciones foliares de elementos deficientes y (2) a forita parcialmente acidulada (fertilizante de solu-
un cierre más rápido de la copa de los árboles, con bilidad lenta) en Venezuela a plantaciones de teca
lo cual se suprime el crecimiento de malezas, en de 8 y 13 años de edad, no fue significativa, hecho
particular gramíneas y se reduce la competencia atribuido a los bajos requerimientos de la especie
por nutrimentos. por este elemento y a una demanda reducida por
el mismo debida a la edad de la plantación (Torres
En el caso de la aplicación de fertilizantes al ini- et al. 1993). Sin embargo, la adición conjunta de
cio de la plantación, Singh (1997) al estudiar el N, P y K en la India a plantaciones de 10 y 20 años
efecto de adicionar cantidades crecientes de NPK de edad, fue significativa (Prasad et al. 1986). Es-
en plantaciones de teca de 6 meses de edad en tos autores encontraron que la especie respondió
Kerala, India, encontró 10 meses después de la en términos de altura, diámetro y volumen a la
aplicación, que la adición de nutrimentos mejo- aplicación anual de N (0, 150 y 300 kg ha-1) y P
ró en un 60% el crecimiento sobre el tratamien- (0, 75 y 150 kg ha-1) con una base de 50 kg K ha-1,
to testigo, lográndose un crecimiento máximo de en forma anual (el N dividido en dos porciones
78,4 cm con la adición de 30 g N+ 6 g P + 3 g K al año y el P y K en una sola aplicación) durante
por árbol. 5 años (Figura 2), encontrándose que los mejores
tratamientos fueron la adición de 150-75, 150-150
Raigosa et al. (1995) compararon la adición al tras-
y 300-150 kg ha-1 de N-P. En la Figura 18.12 pue-
plante y al fondo del hoyo de estiércol, ceniza, KCl
de compararse el efecto de los diferentes trata-
y NPK, encontrando que la mejor respuesta en al-
mientos comparados, notándose además que el
tura de los árboles se dio en particular en los tra-
incremento de las variables estudiadas fue mayor
tamientos con ceniza, debido a que esta contenía
en el último año de estudio, por lo que se reco-
considerables cantidades de elementos menores.
mienda realizar este tipo de trabajos por períodos
Los mejores tratamientos fueron 1,2 kg de ceniza
prolongados. Koppad y Rao (2005) compararon
por árbol más 100 g de NPK-10-30-10 por árbol y
el efecto de varios métodos de conservación de
en segundo lugar el tratamiento de 1,2 kg de es-
humedad del suelo, así como la adición de fertili-
tiércol por árbol con 1,2 kg de ceniza por árbol. La
zante químico, orgánico y residuo de hojas sobre
sobrevivencia no mostró diferencias significativas
la absorción de NPK en plantaciones de teca de
al realizar la aplicación del fertilizante.
dos años de edad en la India, y encontraron que
En Panamá, Montero (1995) encontró que, utili- con relación al P ninguno de los tratamientos de
zando fertilizante químico NPK 12-24-12, en dosis humedad afectó su concentración foliar, mientras
de 84,9, 169,8 y 254,7 g por árbol, y el testigo sin que los contenidos y la absorción total de N y K se
fertilización, la mejor respuesta a la fertilización vieron afectados significativamente. En un trabajo
338
18

Plantación de 10 años

4.0 Año 2 Año 3 Año 4 Año 5


IMA en altura (m)

3.0
2.0
1.0
0.0
N0P0 N0P1 N0P2 N1P0 N1P1 N1P2 N2P0 N2P1 N2P2

5.0
IMA en diámetro (cm)

4.0
3.0

2.0
1.0

0.0
N0P0 N0P1 N0P2 N1P0 N1P1 N1P2 N2P0 N2P1 N2P2

Plantación de 20 años
4.0

3.0
IMA en altura (m)

2.0

1.0

0.0
N0P0 N0P1 N0P2 N1P0 N1P1 N1P2 N2P0 N2P1 N2P2

5.0
IMA en diámetro (cm)

4.0
3.0

2.0
1.0

0.0
N0P0 N0P1 N0P2 N1P0 N1P1 N1P2 N2P0 N2P1 N2P2
Tratamiento

Figura 18.12. Incremento medio anual en altura y diámetro de plantaciones de teca de 10 y 20 años de edad como res-
puesta a la aplicación anual de N (0, 150 y 300 kg ha-1) y P (0, 75 y 150 kg ha-1), durante 5 años, en la India (adaptado
de Prassad et al. 1986).

339
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Tectona grandis

sobre fertilización en Ultisoles de la zona norte de dez o de Al intercambiable (Bebarta 1999). Zech y
Costa Rica, Fallas (2011, en preparación) encontró Drechsel (1991) mencionan que la teca presenta
que la adición de diferentes niveles de N (0, 80, un crecimiento pobre cuando el pH en CaCl2 es
160 y 220 g árbol), de P (0, 100, 200 y 300 g árbol) menor a 4,3, mientras que cuando es mayor a 4,7
y K (0, 80, 160 y 220 g árbol) en forma individual el crecimiento es bueno; bajo estas condiciones,
con una base de los otros dos nutrimentos para los suelos tienen valores de Ca intercambiable ba-
cubrir su posible deficiencia fertilizante, causó jos, por lo que se considera apropiado dejar en el
un incremento en volumen comercial altamente campo la corteza de la madera (rica en este ele-
significativo. El mismo ensayo se plantó en fincas mento) y reducir así las posibilidades de inducir
de edad inicial 0,79, 3,04, 6,02, 9,93 años, todas deficiencias de Ca después de la primera corta de
ubicadas en radio de 2 km de distancia unas de la plantación.
las otras, midiéndose el efecto por dos años des-
pués de aplicados los tratamiento. Uniendo la
En la Figura 18.14 se describe el comportamiento
mejor respuesta en volumen para cada una de las
del crecimiento de la teca en suelos con pH infe-
edades comparadas, se confeccionó una curva de
rior a 6 en Costa Rica (Alvarado y Fallas 2004),
“mejor respuesta”, la cual se comparó contra los
notándose que al pasar del 1 al 5,8% de satura-
rendimientos de volumen obtenido de las parcelas
ción de Al en el suelo (dato relativo a la suma
de medición permanente más cercanas, datos que
de cationes en el ecosistema, % Sat. Ac. = (Ac./
se presentan en la Figura 18.13. El autor calcula
(Ca+Mg+K+Ac.)*100), el incremento medio
que la ganancia neta producto de la venta de ma-
anual de la altura de los árboles se reduce de casi
dera en un turno de 20 años a US$150 m3 es de
3,9 a 1,5 m año-1; utilizando la ecuación Y= 4,62-
US$16,000 ha-1. 0,55X, se encuentra que con un 5,8% de satura-
ción de Al los árboles tendrían
200 una tasa de crecimiento de 1,45
180 m año-1 (o su equivalente a 14,5
y = – 0.2332x2+10.483x
sin fertilz. m a los 10 años de edad), valor
160 R2 = 0.768
Volumen de madera (m3ha-1)

considerado como de sitio medio


140
y = – 0.2024x2+14.129x a bajo por Vaidez (2004) y Valle-
120 con fertilz.
R2 = 0.8817 jo (1996), mientras que con un
100 valor de 4% de saturación de
80 aluminio, la tasa de crecimiento
60 sería de 2,42 m año-1 (o su equi-
40 valente a 24,2 m a los 10 años de
edad), valor considerado como
20
de sitio alto a excelente por los
0
0 2 4 6 8 10 12
mismos autores (Cuadro 18.1).
Edad de la plantación (años) Así, el nivel crítico tentativo
de saturación de acidez para la
Figura 18.13. Curvas de mejor ajuste para los incrementos en madera con y sin aplicación teca podría fijarse en un 4%, lo
de fertilizantes.
que significa que con este valor
se puede maximizar los rendi-
mientos a lo encontrado en la práctica en países
Corrección de acidez del suelo
como Guatemala y Costa Rica. Empleando como
Dentro de las propiedades físico-químicas del sue- parámetro el contenido de Al intercambiable (va-
lo, para la teca ninguna es más importante que la lor absoluto del parámetro en el suelo) en planta-
reacción del suelo (pH) en cuanto afecta su creci- ciones de teca en Brasil (Oliveira 2003) y Panamá
miento y su relación directa con la saturación de (Mollinedo et al. 2005), donde se considera que
bases, la saturación de Ca y la saturación de aci- valores altos de Al intercambiable entre 460-1.200
340
18

Figura 18.14. Relación entre el incremento medio anual en la altura y la saturación de acidez
en el suelo para 14 plantaciones de teca en Costa Rica con un pH del suelo en agua < 6,0
(tomado de Alvarado y Fallas 2004).

Figura 18.15. Relación entre el incremento medio anual en la altura y la saturación


con calcio en el suelo para 14 plantaciones de teca en Costa Rica con un pH del
suelo en agua < 6,0 (tomado de Alvarado y Fallas 2004).

kg ha-1, se recomienda mantener el nivel de satu- lo encontrado previamente por Vallejos (1996) y
ración de Al por debajo del 8%. Estas condiciones Montero (1999), en el sentido de que a mayor can-
son comunes en el trópico húmedo, donde se re- tidad de Ca intercambiable en el suelo, mayor es el
comienda hacer aplicaciones de cal y yeso en ban- crecimiento de la plantación. El alto requerimien-
da e incorporada, con una fórmula completa alta to de la teca por Ca y el hecho de que las fórmulas
en P a la siembra y cada 6-8 meses aplicaciones de requerimiento de encalado solo consideran la
complementarias con fórmulas como la 15-15-15 necesidad de cal para neutralizar la acidez inter-
y suplementos con elementos menores, según sea cambiable, hacen que en suelos distróficos deba
necesario. sumarse al menos un 20-30% de cal a la cantidad
recomendable para suplir las necesidades del ele-
Los datos del experimento de Alvarado y Fallas mento por los árboles de teca; esta recomendación
(2004), permiten generar el valor de 67,6% de sa- debe hacerse en la segunda y subsecuentes apli-
turación de Ca en el suelo como nivel crítico para caciones de la enmienda, necesarias en cualquier
esta especie (Figura 18.15); este hecho corrobora plan de encalado.
341
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Tectona grandis

Figura 18.16. Formas mecanizadas de encalar terrenos antes de plantar teca: aplicada en banda (izquierda) y distribuida al
voleo (derecha).

1. cal cubierta 2. Pesada de cal 3. Limpieza terreno 4. Aplicación cal


Figura 18.17. Aplicación de cal de forma manual en plantaciones de teca jóvenes.

En plantaciones comerciales, el encalado se reali- del número de hojas, altura y el diámetro a la base
za con maquinaria (Figura 18.16), utilizando los del cuello, a los 100 días de aplicar VAM a plán-
productos que tengan el mejor Poder Relativo de tulas de teca.
Neutralización Total (PRNT); cuando por alguna
Algunos suelos ácidos presentan una capa arcillo-
razón no se aplicó la cal antes de la siembra, esta
sa, ácida que puede secarse irreversiblemente en
puede hacerse en forma manual alrededor de los
el subsuelo conocido como plintita, la cual puede
árboles (Figura 18.17).
ser un impedimento para el desarrollo radical de
Aunque algunos géneros de micorrizas vesículo la teca (Figura 18.18).
arbusculares (VAM) confieren a las plantas que
colonizan mayor tolerancia a la acidez o la concen- Pérdida de nutrimentos por la
tración de Al en el suelo, estas dos variables tam-
erosión del suelo
bién pueden afectar en forma negativa el grado de
infección del hongo (Kelly et al. 2004). Este hecho Las plantaciones de teca en Java no solo se hicie-
ha sido demostrado por varios autores para el caso ron por su fina madera, sino también para refores-
de la teca (Verma y Jamaluddin 1995; Raman et tar lomeríos y protegerlos contra la erosión y evi-
al.1997; Alvarado et al. 2004), lo que redunda en tar daños por sedimentación en las planicies bajas
un mal crecimiento de las plantaciones creciendo de producción agrícola (Ladrach 2005). En Darjee-
sobre todo en suelos ácidos (Alvarado et al. 2004). eling, India se estudió el efecto de la teca sobre las
No obstante que en los estudios mencionados se propiedades del suelo, comparándola con lo que
logró identificar 16 hongos VAM, las especies que sucede en plantaciones de caucho y bosque natu-
más frecuentemente se encuentran asociadas a la ral, sin que se lograra encontrar diferencia alguna
teca son Glomus etunicatum y Acaulospora scrobi- entre las características del suelo y entre los tipos
culata (Verma y Jamaluddin 1995) y Glomus fas- de vegetación, excepto que en las plantaciones de
ciculatum y Glomus masseae (Raman et al.1997). teca el contenido de Ca aumentó (Krisnakumar et
Gadea et al. (2004) encontraron un incremento al. 1991); un efecto similar se encontró en Costa
342
18

Figura 18.18. Efecto de la plintita sobre el desarrollo de raíces de plantaciones de teca en la zona norte
de Costa Rica y San Carlos de Nicaragua.

Rica, donde los suelos bajo cobertura de teca tie- tado de equilibrio y por ende un incremento de la
nen más K y Mg en el horizonte B y más Ca en escorrentía (Malmer y Grip 1990). Sin embargo,
el horizonte O/A que los suelos bajo cobertura de en relación con la siembra de cultivos agrícolas o
bosque natural o pastos (Boley et al. 2009). de pasturas, la reforestación con teca en terrenos
degradados, aumenta la infiltración en equilibrio
Sin embargo, otros autores mencionan que la teca
(2,86, 2,59 y 5,76 cm hora-1, respectivamente), de-
en plantación es erosiva lo que se atribuye al ta-
bido a un aumento de la retención de humedad
maño de sus hojas, altas densidades de plantación
del suelo y a una reducción de la densidad aparen-
(lo que implica alta intercepción de luz), poco
te y de la tasa de escorrentía (Mapa 1995).
crecimiento de sotobosque a menudo atribuibles
al efecto alelopático de exudados de sus hojas y Para cuantificar la erosión atribuible a la teca, de-
perdida de materia orgánica del suelo, raleos poco ben seguirse ciertos lineamientos, entre los cuales
intensivos o tardíos y quemas (Bell 1973; Wolter- sobresalen el hecho de que se requieren plantacio-
son 1979; Ramnarine 2001; Boley et al. 2009). En nes de más de 5 años de edad y parcelas con un
general, el incremento de las tasas de erosión en mínimo de 10-20 árboles, con varias repeticiones
plantaciones forestales, también se atribuye a la y por varios años consecutivos, bloqueando por
compactación del suelo durante el proceso de ex- tipo de suelo y pendiente (Wolterson 1979). Las
tracción de la madera, el cual causa un aumen- variables que determinan la calidad de sitio por
to de la densidad aparente a poca profundidad, clase de erosión se incluyen en el Cuadro 18.13.
una reducción de la infiltración promedio en es- La información recopilada por Bell (1973), mues-

Cuadro 18.13. Condiciones de suelo que determinan la calidad de sitio por erosión para plantaciones de teca (Adaptado
de Wolterson 1979).

Clase por erosión Tipo de suelo Condiciones Aptitud para teca


1 Francos Bosques mixtos Excelente
2 Franco arenosos Plant. teca normal Muy Buena
3 Franco amarillentos Mod. permeables Buena
4-5 Franco arcillosos Pobr. drenados Moderada
6 Arcillosos Meteor. erosionados Poco apta
6 Vertisoles Bajo pastoreo No apta

343
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Tectona grandis

Cuadro 18.14. Escorrentía y pérdida de suelo bajo vegetación natural y plantaciones de teca en cuencas hidrográficas
de Trinidad (tomado de Bell 1973).

Jul.-Dic. 1955 1956 1957


Vegetación Lluvia, Erosión Lluvia Erosión Lluvia Erosión
mm t ha-1 año-1 mm t ha-1 año-1 mm t ha-1 año-1
Bosque 28,69 2.275 36,50 3.372 23,15 15.065
Teca 19,53 8.861 33,27 8.681 27,53 136.153

Cuadro 18.15. Pérdida de suelo y nutrimentos por erosión en un bosque natural y en plantaciones de Astronium graveolens
(ron ron), B. quinata (pochote) y T. grandis (teca) en el trópico húmedo-seco de Guanacaste, Costa Rica (adaptado de
Arce 2003).

Tasa erosión Ca Mg K P Cu Fe Mn Zn
Vegetación
t ha-1 año-1 kg ha-1 año-1
Bosque 44,2 1.133 70 4 210 212 860 173 67
Ron ron 50,8 1.082 56 2 389 290 974 251 86
Pochote 80,8 1.756 54 8 459 253 1.270 444 59
Teca 105,8 1.444 154 20 549 444 1.834 1.949 134

tra que las pérdidas de suelo por erosión en Trini- erosión de 106 t ha-1 año-1, asociada a pérdidas sig-
dad siempre son mayores en plantaciones de teca nificativas de Ca, Mg, P, Fe, Mn y Cu tal como se
que en los bosques naturales de la misma región, observa en el Cuadro 18.15.
con variaciones importantes debidas a la cantidad
y erosividad de la lluvia caída en diferentes años Con el fin de reducir la pérdida de suelo por ero-
(Cuadro 18.14); en este caso, las altas tasas de ero- sión en plantaciones de teca en Guanacaste, Costa
sión se atribuyen más que todo a deficiencias en el Rica, Santamaría (1992) y Edwards (1993) compa-
manejo silvicultural de las plantaciones. raron el empleo de barreras vivas, barreras muer-
tas, la combinación de ambas y de acequias de la-
Se menciona sobre pérdidas de suelo en plan-
taciones de teca del orden de 5,6 t ha-1 año-1 en dera combinadas con barreras vivas, en pendien-
Trinidad y hasta 12 t ha-1 año-1 en Tailandia, las tes de 20-40 y 40-60%. Los autores no encontraron
cuales pueden reducirse en más del 100% cuando diferencias significativas debidas a tratamiento o
se intercala la plantación con vetiver; Arce (2003) a grado de pendiente, tal cual se muestra en el
en Guanacaste, Costa Rica, encontró una tasa de Cuadro 18.16.

Cuadro 18.16. Pérdida de suelo por erosión en plantaciones de teca bajo diferentes manejos de conservación en Guanacas-
te, Costa Rica (tomado de Santamaría 1992 y Edwards 1993).

Barreras Barreras Barreras Acequias


Pendiente Testigo Promedio
vivas muertas combinadas ladera
%
t ha-1 año-1
Datos de Santamaría (1992 )
20-40 179,9 183,6 189,4 207,4 nd 190,1
40-60 169,4 194,8 136,7 146,1 nd 161,6
Promedio 174,6 189,2 162,8 176,8 nd 175,8
Datos de Edwards (1993)
20-40 284,7 60,5 308,7 98,5 377,0 225,9
40-60 58,2 228,4 105,4 152,5 324,7 173,8
Promedio 171,4 144,4 207,0 125,5 350,9 199,9

344
Jesús Fernández-Moya y Alfredo Alvarado
19
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE
Terminalia amazonia

Figura 19.1. Plantación de 16 años de T. amazonia en el Pacífico sur de Costa Rica.

A pesar de ser una especie promisoria para plantaciones en suelos degradados y zo-
nas lluviosas, es poco lo que se conoce sobre la nutrición y fertilización de T. amazonia.
Algunos aspectos como la necesidad de nutrimentos y su reciclaje, los síntomas de
deficiencia foliar, los métodos óptimos para su establecimiento y la respuesta a la fer-
tilización en plantaciones quedan como temas para investigar en el futuro cercano.

erminalia amazonia pertenece a la fa- sil, Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina, Uruguay y
milia Combretaceae y se encuentra Paraguay. Se la considera una especie pantropical
en forma natural en los trópicos hú- dominante (CAB International 2000) y pionera de
medos, desde la vertiente Atlántica vida larga en bosque natural (Auspurger 1984;
del Golfo de México hasta Colombia, Venezuela, Oatham y Ramnarine 2006) que alcanza hasta los
las Guayanas, Surinam, Trinidad y Tobago, Bra- 50-60 m de altura y se cosecha con aproximada-

ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.
345
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Terminalia amazonia

a b c

Figura 19.2. Evolución de plantaciones T. amazonia con la edad: (a) Plántulas recién establecidas en campo; (b) Plantación de 3 años
(tomado de Solís y Moya 2006) (c) Plantación madura (16 años) con abundante sotobosque incluyendo V. guatemalensis.

mente 50 cm de diámetro (Kenoyer 1929; De Walt a que estas son consideradas las más productivas
et al. 1999; Dañobeytia et al. 2007; Kukkonen et en la región.
al. 2008). Por sus características, T. amazonia se
Montero y Kanninen (2005) consideran como sinó-
usa en construcción pesada, en pisos, muebles y
nimos de T. amazonia a Gimbernatea obovata (Ruiz
gabinetes de primera clase, armazones de barcos,
& Pavón), Chuncoa obovata (Ruiz & Pavón), Ch. ama-
elementos estructurales para puentes y durmien-
zonia (Gmel.), T. obovata (Ruiz & Pavón), T. odontop-
tes para vías de ferrocarril, contrachapado y cha-
tera (Heurck & Müll), Myrobalanus obovatus (Ruiz
pas decorativas. Se recomienda para mangos de
& Pavón), T. hayesii (Pittier); además, la especie se
herramientas, encofrados, puentes, pilotes, tari-
conoce comúnmente como roble coral, amarillón,
mas, pisos industriales, chapa, parquet, barriles y
canxún, naranjo, volador, amarillo real, guayabo
puertas (Butterfield 1995; Montero y Kanninnen de charco (América Central y Panamá); sombrere-
2005). Bueno (1970) considera propiedades como te, tepesuchil (México); guayo, chicharrón (Cuba);
propias de una especie nativa para la producción bullywood (Belice); arispin, aceituno (Venezuela);
de papel en Perú. En las Figuras 19.1 y 19.2 pue- guayabo león, palo prieto (Colombia); verdolago
de observarse el excelente crecimiento y forma de (Bolivia) y Olivier White (Trinidad y Tobago).
la especie en plantación.
Otras especies del género Terminalia de origen
T. amazonia es una especie de crecimiento rápido africano, especialmente T. ivorensis y T. superba,
(alcanza hasta 25 m de altura en 10 años) y promi- también se utilizan en plantaciones (Nichols et al.
soria para la producción de madera ya que tiene 1997) y se describen brevemente en el punto final
buenas propiedades comerciales y una demanda de este capítulo.
local alta (Nichols 1994; Solís y Moya 2006). La
especie ha sido identificada como una de las na- Escogencia de sitio
tivas que presenta un mayor crecimiento en plan-
taciones mixtas y puras establecidas en parcelas En Costa Rica, T. amazonia se desarrolla bien en
experimentales en Costa Rica (Haggar et al. 1998; suelos de baja fertilidad, rojizos y arcillosos (Ul-
Montagnini et al. 2000; Alice et al. 2004). Griess tisoles), así como en suelos de origen volcánico
y Knoke (2011) sugieren que las plantaciones de T. (CAB International 2000), mostrando altos porcen-
amazonia en Panamá y Centro América son más tajes de sobrevivencia con condiciones mínimas
productivas que las de teca (Tectona grandis) pese de mantenimiento (Nichols et al. 1997). Además,
346
19

esta especie crece en colinas y planicies costeras, dad ústico la especie crece lentamente comparada
en suelos rojos o amarillos profundos, derivados con las altas tasas de crecimiento observadas en
de materiales aluviales o ígneos bien drenados, regímenes de humedad údicos y moderadas en los
desde 0 hasta 1.200 msnm y en regímenes de tem- perúdicos (Calvo-Alvarado et al. 2007; Wishnie et
peratura y precipitación anual que oscilan entre al. 2007; Bastien-Henri et al. 2010).
21-28°C y 2.000-3.500 mm. La misma soporta has-
Arias (2004, 2005) y Montero y Kanninen (2002)
ta cuatro meses de sequía en las zonas de vida bos-
han trabajado en la zona Sur de Costa Rica en la
que húmedo tropical y bosque muy húmedo tropi-
construcción de modelos que ayudan en la deter-
cal. El crecimiento es óptimo en suelos arcillosos
minación de parámetros silvícolas, morfología de
a francos bien drenados, con pH de 4 a 7 (ácido a
la especie (altura de inserción de la copa, diáme-
neutro); también se desarrolla en suelos arcillosos
tro de la copa y porcentaje de copa) determinación
o pobres y arenosos, ácidos y altamente tóxicos en
de la condición de sitio (o relación altura-diáme-
aluminio (Montero y Kanninen 2005). El régimen
tro) y determinación de biomasa en función del
de precipitación ha sido considerado como uno de
diámetro. Así:
los factores más limitantes para el crecimiento de
la especie ya que en suelos con régimen de hume-

Biomasa =exp[ −1,602+2,299 . In(d)]{R 2aj=0,95} {FC=1,015} (Montero y Kanninen 2002)


fuste

Biomasa =exp[ −5,526+3,026 . In(d)]{R 2 aj=0,73} {FC=1,191} (Montero y Kanninen 2002)


ramas

Biomasa =exp[ −7,928+3,451 . In(d)]{R 2 aj=0,64} {FC=1,408} (Montero y Kanninen 2002)


hojas

Biomasa =exp[ −1,648+2,392 . In(d)]{R 2 aj=0,96} {FC=1,013} (Montero y Kanninen 2002)


total

b ah b
h =1,3+(h – 1,3) . d
–ah d di d
(Arias 2004)
i d d

Donde hi es la altura de un árbol que se estima Como herramienta para la clasificación y esco-
(R2nolineal=0,93) en función de su diámetro (di), la gencia de sitio, se han propuesto varios modelos
altura dominante del rodal (hd), el diámetro pro- (Figura19.3) para calcular el índice de sitio de T.
medio correspondiente a hd (dd) y los parámetros amazonia en Costa Rica, (modificado de Montero
a=2,65 y b=-0,53 (Arias 2004). y Kanninen 2003):

IS= 47,835*{[1-exp(-0,05*e)]}{ln(Hd/47,835)/ln[1-exp(-0,05*10)]}

347
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Terminalia amazonia

a 40 b IS 37
Edad base Atlántico
Pacífico
30 Indistinto IS 30
30
Altura dominante (m)

Altura dominante (m)


IS 25

20 IS 20
20
IS 15

IS 9 10
10 IS 13
IS 17
IS 21
IS 25
0 0
0 5 10 15 20 25 30 0 5 10 15

Edad (años) Edad (años)

Figura 19.3. Curvas de índice de sitio para T. amazonia en Costa Rica: (a) con edad base de 10 años modificado de Montero y Kanninen
(2003) y (b) con edad base de 25 años y diferencias según zonas Atlántica y Pacífica de Costa Rica (tomado de De los Santos-Posadas
et al. 2006.

De los Santos-Posadas et al. (2006) elaboraron cur- obtenidos en parcelas principalmente en la zona
vas de incremento medio anual (IMA) e incremen- del Pacífico Sur de Costa Rica (Figura 19.4.)
to corriente anual (ICA) para la especie con datos

(a) 7 IS 37 (b)
IS 37 Zona Pacífica Zona Atlántica
4 ICA 6 ICA
Incremento en altura (m año –1)

Incremento en altura (m año –1)

IMA IS 30 IMA
5

3 IS 30 IS 25
4

IS 9 3 IS 20
IS 13
2 IS 25 IS 17
IS 21 2 IS 15
IS 25
IS 20 1

2 4 6 8 10 2 4 6 8 10
Edad (años) Edad (años)
Figura 19.4. Curvas de incremento corriente anual (ICA) e incremento medio anual (IMA) de T. amazonia para la zona Atlántica y la zona
Pacífica de Costa Rica según los diferentes índices de sitio (tomado de De los Santos-Posadas et al. 2006).

Utilizando parcelas ubicadas en la zona sur de ción respecto al nivel del mar y la pendiente del
Costa Rica, Montero y Kanninen (2005) ajustaron terreno, seguidas de otras relacionadas con la tex-
un modelo para predecir el IS en lugares donde tura del suelo (arcilla, arena y limo). El modelo
se va a plantar T. amazonia por primera vez. Las ajustado para la estimación indirecta del IS es el
variables con mayor correlación fueron la eleva- siguiente (r2 = 0,95, n = 37):

IS = (Elevación - 0,013) + (Pendiente - 0,046) + (Arena * 0,212) + (Limo * 0,497) + (Arcilla * 0,190)

348
19

Dada la co-linealidad de las tres variables textu- favor de la pendiente pueden generar pérdida de
rales (arena, limo y arcilla) el modelo podría pre- nutrimentos por erosión y lavado, por lo que de-
sentar un ajuste real menor al sugerido por los ben tomarse estas prácticas con cautela.
autores (r2=0,95) y se recomienda que se maneje
Nichols (1997) recomienda el uso de plántulas de
con cautela.
aproximadamente 30 cm de altura en bolsas plás-
ticas, realizando un control de malezas en rodajas
Establecimiento de la plantación de un metro alrededor de las plántulas manual
o mediante el uso de químicos. El manejo de las
La mayoría de las áreas dedicadas al cultivo de plantaciones, en este caso el establecimiento de
árboles han sido sobre pastoreadas, por lo que tie- las mismas, resultó ser un factor determinante del
nen problemas de compactación a poca profundi- crecimiento y producción de las mismas (Nichols
dad y drenaje impedido. La forma más práctica de 1997).
contrarrestar esta situación es hacer hoyos anchos De acuerdo con varios autores (Nichols et al. 2001;
y profundos; por ejemplo: 20x20x20 ó 30x30x30 Nichols y Carpenter 2006; Holl 2010), la siembra
cm para evitar problemas de compactación del de Inga edulis intercalada con T. amazonia permi-
suelo y plantar el árbol al centro (Figura 19.5). La te reducir la deficiencia de N en el ecosistema y
preparación del suelo recomendada por Montero aumentar el contenido de N foliar y mejorar las
y Kanninen (2005) incluye: 1) eliminación mecá- tasas de crecimiento de T. amazonia, por lo que
nica, manual o química de malezas; en casos ex- se recomienda el establecimiento de plantaciones
tremos se puede recurrir a quemas controladas; mixtas con I. edulis, al comparar este tipo de es-
2) trazado de líneas de plantación a favor de la tablecimiento con otros árboles fijadores de N así
pendiente del terreno; 3) apertura de hoyos de 20 como monocultivos con aplicación de fertilizantes
cm de diámetro y 25 cm de profundidad en sitios químicos. Los resultados de estos trabajos (Nichols
no compactados. No obstante, tanto la quema con- et al. 2001; Nichols y Carpenter 2006) muestran
trolada como el trazado de líneas de plantación a tasas bajas de crecimiento, posiblemente a una

a b c

d e

Figura 19.5. Diferentes aspectos del establecimiento de la plantación: (a) hoyo de plantación; (b) bolsas plásticas con
las plántulas; (c) marco de plantación 3 x 3 m marcado con estacas; (d) establecimiento de la plántula; (e) plántula
establecida y marcada con estacas para diferenciarla de las malezas.
349
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Terminalia amazonia

Cuadro 19.1. Absorción de nutrimentos foliares (F) y radiculares (R) con micorrizas (CM) y sin micorrizas (SM) de Glomus
fasciculatum tanto en campo (C) como en vivero (V), así como el incremento (I) que se atribuye a las micorrizas (modificado
de Hernández y Salas 2009)

N P K Ca Mg Cu Zn Mn Fe
% planta-1 mg planta -1

F Cm V 0,02 0,13 0,05 0,19 0,02 0,02 0,01 0,37 0,23


F Sm V 0,04 0,20 0,03 0,13 0,01 0,01 0,01 0,24 0,15
R Cm V 0,04 0,04 0,02 0,04 0,01 0,01 0,01 0,13 0,08
R Sm V 0,01 0,04 0,01 0,02 <0,01 <0,01 <0,01 0,07 0,04
% μg ml-1
F Cm C 1,6 0,2 0,17 1,15 0,14 17 14 164 67
F Sm C 1,31 0,18 0,16 0,76 0,13 17 17 91 57
Incremento (%) en la absorción en campo atribuido a las micorrizas
F I C 22,1 11,1 6,3 51,3 7,7 0 -17,6 80,2 17,5

mala selección de sitio, de manera que es necesa- los árboles lo suficientemente separados para evi-
rio probar el efecto de esos tratamientos en sitios tar la competencia intraespecífica por nutrimen-
apropiados para el crecimiento de la especie. tos. Sin embargo, Montero y Kanninen (2002) re-
comiendan un marco de plantación de 2,5 x 2,5
Alice et al. (2004) también encuentran valores ma-
m (1.600 plantas ha-1 para maximizar el volumen
yores de diámetro en individuos de T. amazonia
maderable así como la biomasa global y la fijación
en plantaciones mixtas con Dypterix panamensis y
de carbono en plantaciones monoespecíficas en
Virola koschnyi de 11 años, que en plantaciones
la Península de Osa (Costa Rica). Solís y Moya
puras, mientras que la altura no se veía afectada.
(2006) recomiendan un espaciamiento de 3 x 3 m
Esto indica que puede que la especie no sólo se
o 3,5 x 3,5 m para asegurar una mejor conforma-
vea beneficiada por la fijación de N por I. edulis
ción de los fustes.
sino también por la competencia, la alta densidad
y la cobertura o sombra de otros individuos. Sin Aldrich-Wolfe (2006,2007) muestra la importancia
embargo, Russo y Palma (1996) no encontraron de las micorrizas en el establecimiento de plántulas
diferencia en el crecimiento de un año en altura de T. amazonia en campo, demostrándose como la
de amarillón a pleno sol y bajo bosque secundario inoculación con micorrizas presentes en suelos de
e incluso encontraron que el crecimiento en diá- bosques naturales donde la especie es dominante,
metro a pleno sol era ligeramente superior. Chiu aumenta el crecimiento de la especie comparada
y Snow (en prensa) muestran que el crecimiento con plántulas en ambientes libres de micorrizas o
del amarillón es mayor en plantaciones mixtas con con micorrizas de potreros reforestados; lo ante-
Astronium graveolens (Ron-ron) o con Aspidosperma rior se atribuye a una mejora en la disponibilidad
spruceanum (manglillo) que en plantaciones mixtas de P y otros nutrimentos poco móviles en el suelo
con Astronium graveolens y Tabebuia rosea (roble gracias a una red de micorrizas adaptada y bien
sabana). La diferencia entre los distintos resulta- desarrollada. Hernández y Salas (2009) muestran
dos podría deberse a que bajo un cierto grado de también un incremento en el crecimiento y la ab-
competencia, el crecimiento de la especie se ve sorción de nutrimentos (Cuadro 19.1) de plantas
favorecido pero cuando ésta se vuelve excesiva el inoculadas con Glomus fasciculatum.
crecimiento disminuye. En este momento se están
estableciendo nuevas parcelas experimentales para
comparar el crecimiento del amarillón bajo distin- Requerimientos nutricionales
tas coberturas en sitios apropiados para el creci-
Según Nichols et al. (1997), los contenidos foliares
miento del mismo en la zona Sur de Costa Rica.
de T. amazonia varían de la siguiente manera: N
Debido a que el amarillón tiene un sistema radical 1,02-2,29%, P 0,08-0,21% y K 0,63-1,37%; otros
poco profundo y extenso, se recomienda plantar valores de suelo relacionados con el crecimiento
350
Cuadro 19.2. Clases de sitio para T. amazonia definidas por variables de creci- 19
miento y concentración de nutrimentos en las hojas y en el suelo. Datos de
25 plantaciones con tres años de edad (adaptado de Nichols et al. 1997). Los
traslapes entre las distintas clases de sitio de los contenidos foliares de N y P se
deben a que estos se tomaron en 7 árboles por sitio y se correlacionaron con el
volumen y tamaño de todos los demás.

Clase de sitio ( Nº observaciones) foliares consideradas como adecuadas


Variable Excelente
por varios autores dependiendo del ma-
Pobre (9) Bueno (12) nejo agroforestal de los sistemas donde
(4)
se planten.
Vol. medio (m3 ha-1) 0,0-4,9 5,7-17,9 29,6-67,1
Alt. Media (m) 0,89-2,48 2,76-4,28 5,41-7,16 Montagnini (2000) estima que los nutri-
Diám. Medio (cm) 0,01-5,39 4,23-9,69 6,71-8,15 mentos acumulados en el tronco, ramas
Sobrevivencia (%) 69-98 65-100 88-100 y follaje de plantaciones de 3 años de
Elevación (m) 500-1.200 500-1.200 50-800 edad (cierre de copas) son de aproxima-
Densidad Aparente (g damente 140 kg ha-1 de N, 30 kg ha-1 de
1,09-1,61 1,01-1,73 0,91-1,39
cm-3)
P, 130 kg ha-1 de K, 80 kg ha-1 de Ca y
N foliar (%) 0,66-2,29 1,21-1,96 1,40-2,14
20 kg ha-1 de Mg (Figura 19.6). El creci-
P foliar (%) 0,08-0,15 0,10-0,21 0,10-0,16
miento de la especie con esos nutrimen-
pH suelo 4,8-5,5 4,8-5,8 4,4-4,9
tos acumulados se considera adecuado
N suelo (%) 0,35-0,92 0,32-0,88 0,42-0,56
para la edad de la plantación por lo que
P suelo (μg g-1) 0,47-1,67 0,33-4,27 1,43-2,15
asegurar la disponibilidad de esas canti-
dades de nutrimentos es un primer paso
de la especie en la zona sur de Costa Rica se en- para conseguir crecimientos adecuados
cuentran en el Cuadro 19.2. En este estudio, se para la especie. Mantener una nutrición adecuada
encontró una ligera correlación entre las variables durante los primeros años de crecimiento de la
de suelo y el crecimiento de la plantación, entre especie (hasta el cierre de copas) se considera cru-
ellas con el pH del horizonte superficial (r=-0,47), cial para sostener las altas tasas de crecimiento y
sin que se encontrara una relación clara entre los la rápida expansión de copas y raíces durante esos
valores de acidez, N y P en el suelo con relación años, así como mantener un estatus nutricional
al crecimiento. Esto demuestra que esta especie adecuado a lo largo del resto de años que dure la
es capaz de crecer en sitios compactados y degra- rotación ya que muchos de los nutrimentos se re-
dados (Nichols 1995), está adaptada a condiciones ciclan o se re-translocan (Miller 1981; Miller 1995;
de infertilidad del suelo y puede producir más de Evans y Turnbull 2004).
10 m3 ha-1 año-1 bajo condiciones de suelos bajos
en P, aunque su rendimiento se ve negativamente
afectado por bajos contenidos de N y valores de Variación de la concentración
densidad aparente altos, en particular cuando se foliar
siembra en Ultisoles muy degradados (Nichols et
al. 1997; Carpenter et al. 2004). Cuando T. ama- Para realizar el análisis foliar de T. amazonia, se
zonia se planta asociada con Inga spectabilis, los recomienda muestrear la segunda hoja completa-
árboles alcanzan un incremento medio anual en mente madura de color totalmente verde, del ter-
altura de 3 m año-1 y en diámetro de 2,7 cm año-1, cio superior de la copa, en árboles que no estén
valores más altos en un 13% que el encontrado fructificando (Brunck 1987).
cuando se sembró como mono especie (Standley
y Nichols 1995). Montegro (2005) analiza la variación de los conte-
nidos foliares de T. amazonia plantado en un mar-
Plantaciones con niveles foliares medios menores co de 6x4 m como sombra para café en función
a 1,05 % de N y 0,09 % de P han sido considera- de la época del año (estación seca –febrero, contra
das como deficientes al presentar síntomas visi- estación lluviosa –junio) y en función del manejo
bles, unidos a problemas de crecimiento (Nichols que se da al sistema: (i) “Alto Convencional” (AC)
1997). Sin embargo, plantaciones con contenidos supone una fertilización de 800 kg ha-1 año-1 de 18-
foliares medios de 0,10% de P son consideradas 5-15-6-2, 45 kg ha-1 año-1 de NH4NO3 y foliares B
como excelentes por ese mismo autor. En el Cua- y Zn, uso de herbicida en todo el área para el con-
dro 19.3 pueden observarse las concentraciones trol de malezas y 2 podas de formación al año; (ii)
351
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Terminalia amazonia

2,5 150 0,2 40

2,0 125
30
100
1,5

kg ha–1

kg ha–1
N(%)

20

P(%)
75 0,1
1,0
50
10
0,5 25
0,0 0 0,0 0
F Fmix R T Acumulación
1,0 150 1,0 100
125
0,8 0,8
75
100

kg ha–1
kg ha–1
0,6 0,6

Ca(%)
K(%)

75 50
0,4 0,4
50
25
0,2 25 0,2

0,0 0 0,0 0
F Fmix R T Acumulación F Fmix R T Acumulación
25
Figura 19.6. Concentración y acumulación de nutrimen-
0,3 tos en distintos tejidos en plantaciones puras y mixtas
20
de 3 años de T. amazonia (modificado de Montagnini
15 2000). F: Concentración foliar en plantaciones puras.
kg ha–1

0,2
Mg(%)

Fmix: Concentración foliar en plantaciones mixtas. R:


10 Concentración en ramas. T: Concentración en el tron-
0,1 co. Acumulación: Acumulación de los nutrimentos en
5
el tronco (T), las ramas (R) y el follaje (F) de planta-
0,0 0 ciones puras.
F Fmix R T Acumulación

“Medio Convencional” (MC) supone una fertiliza- nes mixtas de 3 años son mayores que en planta-
ción de 400 kg ha-1 año-1 de 18-5-15-6-2, 45 kg ha-1 ciones puras, mientras que el contenido de P foliar
año-1 de NH4NO3 y foliares B y Zn, uso selectivo es similar (Figura 19.6 y Cuadro 19.3 modificados
de herbicida para el control de malezas y 2 podas de Montagnini 2000).
de formación al año; (iii) “Medio Orgánico” (MO)
supone una adición de 10 t ha-1 año-1 de broza, 7,5 Reciclaje de nutrimentos
t ha-1 año-1 de gallinaza, 200 kg ha-1 año-1 de roca
fosfórica y de KMag, manejo mecánico y selectivo Montenegro (2005) analiza los nutrimentos que se
de malezas y 2 podas de formación al año (Cuadro aportan mediante residuos de poda en sistemas
19.3). Los contenidos foliares en el mes de junio agroforestales de café con sombra de T. amazonia
(época lluviosa) en general son ligeramente supe- (Cuadro 19.4), así como la cantidad de nutrimen-
riores que en el mes de febrero (época seca). Los tos liberados al suelo a las 17 semanas de la incor-
contenidos foliares de N, K, Ca y Mg en plantacio- poración de los residuos (Cuadro 19.5).

Cuadro 19.4. Aporte de nutrimentos (kg ha-1) mediante residuos de poda de los diferentes árboles de sombra y época en
sistemas agroforestales de café, Turrialba, Costa Rica 2004 (tomado de Montenegro 2005)

N K Ca P Mg
P1 P2 A P1 P2 A P1 P2 A P1 P2 A P1 P2 A
AC 40,1 17,7 57,8 16,2 10,3 26,5 24,6 17,3 41,9 2,4 1,6 4,0 4 2,6 6,6
MO 12,4 6,5 18,9 5,6 4,5 10,1 10,8 8,1 18,9 1,1 0,8 1,9 1,1 0,8 1,9
MC 14,4 6,3 20,7 6,7 3,7 10,4 12,9 7,9 20,8 1,1 0,6 1,7 1,2 0,8 2,0

P1: datos de la poda 1 (época seca). P2: datos de la poda 2 (época lluviosa). A: aporte de nutrimentos anual
(P1+P2)
352
19

Cuadro 19.3. Resumen de los ámbitos de variación de la concentración foliar en plantaciones de T. amazonia repor-
tados por varios autores

Nutrimento Observaciones NC Deficiente* Adecuado Alto Referencia

1.83 1,05 1,02-2,00 >2,0 Nichols 1997


Plant. pura 1,65 Montagnini 2000
Plant. mixta 1,96 Montagnini 2000
N%
AC** 2,01-2,12 Montenegro 2005
MO** 1,75-1,85 Montenegro 2005
MC** 1,69-1,91 Montenegro 2005
<0,10 0,09 0,10-0,18 >0,20 Nichols 1997
Plant. pura 0,16 Montagnini 2000
Plant. mixta 0,16 Montagnini 2000
P%
AC** 0,13-0,15 Montenegro 2005
MO** 0,17-0,15 Montenegro 2005
MC** 0,13-0,14 Montenegro 2005
0,63-1,37 Nichols 1997
Plant. pura 0,72 Montagnini 2000
Plant. mixta 0,87 Montagnini 2000
K%
AC** 0,84-0,93 Montenegro 2005
MO** 0,81-0,89 Montenegro 2005
MC** 0,77-0,90 Montenegro 2005
0,52-1,30 >1,70 Nichols 1997
Plant. pura 0,74 Montagnini 2000
Plant. mixta 0,82 Montagnini 2000
Ca %
AC** 1,32-1,81 Montenegro 2005
MO** 1,50-1,77 Montenegro 2005
MC** 1,57-2,01 Montenegro 2005
0,12-0,30 Nichols 1997
Plant. pura 0,27 Montagnini 2000
Plant. mixta 0,29 Montagnini 2000
Mg %
AC** 0,18-0,23 Montenegro 2005
MO** 0,16-0,19 Montenegro 2005
MC** 0,16-0,19 Montenegro 2005
Na % 0,00-0,02 Nichols 1997
Mn μg g -1
69-300 >329 Nichols 1997
Fe μg g-1 35-94 >100 Nichols 1997
Zn μg g -1
6-25 >30 Nichols 1997
Cu μg g-1 5-18 >20 Nichols 1997
Al μg g -1
25-143 >150 Nichols 1997

* Muestras con esos valores se correspondían con plantas con síntomas visuales de deficiencia según Nichols
(1997)
** Concentraciones foliares durante la época seca (primer número) y durante la época lluviosa (segundo número)
353
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Terminalia amazonia

Cuadro 19.5. Cantidad total de nutrimentos (kg ha-1) libera-


do del residuo de poda de árboles de sombra T. amanzonia,
después de 17 semanas de la poda. Turrialba, Costa Rica
(tomado de Montenegro 2005) kg bocashi árbol-1 en suelos ácidos de Chiriquí,
Panamá.
N P K Mg Ca
ACT 10,47 0,91 12,5 2,07 4,08 Calvo et al. (1996) encontraron que la adición al
MOT 3,10 0,51 4,66 0,53 2,48 trasplante de fertilizante con espeque y a 50 cm
de la base del árbol y de cal aproximadamente en
MCT 0,60 0,32 4,83 0,57 2,46
1 m2 alrededor del árbol en un Ultisol de Buenos
Aires, Puntarenas, Costa Rica, permitió observar
diferencias en crecimiento de los árboles un año
Respuesta a la fertilización en
después de la aplicación, sin que se viera signifi-
vivero cativamente afectada la sobrevivencia de los mis-
mos. Los autores mencionan que la adición de 50
De acuerdo con Camacho (2000), la utilización de
g de 12-24-12 fue el mejor tratamiento y que la es-
15 a 25% de abono orgánico en las bolsas emplea-
pecie no responde a la cal, probablemente debido
das para la producción de plántulas en viveros de
a un desbalance en el suelo con otros elementos
T. amazonia tienen un efecto positivo sobre las va-
esenciales (Cuadro 19.7).
riables de crecimiento y permite reducir el tiempo
de permanencia en el vivero de 3 a 6 meses (Cua- Nichols et al. (2001) encontraron una respuesta
dro 19.6). positiva a la fertilización con 50 g de 10-30-10 en
los hoyos de plantación (dosis también recomen-
dada por Nichols 1997), aunque esta diferencia
Fertilización al trasplante
significativa desaparece al tercer año desde la
T. amazonia responde bien a la aplicación de fer- plantación, a pesar de la aplicación de 30, 45 y 45
tilizante, lo cual se manifiesta en un crecimiento g de fórmula completa [18-5-13-6-2-3,7(S)] durante
inicial rápido, siempre que se la siembre en sitos el segundo, tercer y cuarto año de la plantación;
bien drenados, con abundante precipitación y en el cuarto año parece que el efecto del fertilizante
los que no haya compactación del suelo. En estu- vuelve a incrementar ligeramente el crecimiento
dios preliminares de Wishnie et al. (2003) no se (3 m a los 4 años) en altura pero este no alcanza
encontró respuesta significativa en sobrevivencia al observado bajo plantación mixta con I. edulis ni
o incrementos de altura y diámetro de T. amazo- al observado en otras plantaciones con un buen
nia, un año después de aplicar 0, 0,7, 1,4 y 2,8 crecimiento.

Cuadro 19.6. Respuesta de T. amazonia a dos fuentes y tres dosis de abono orgánico a
nivel de vivero en Sarapiquí, Costa Rica (tomado de Camacho 2000).

Biom.
Altura Diám. cuello Biom. foliar
Tratamiento radical
(cm) (mm) (g por árbol) (g por árbol)
Testigo 16,4 d 1,8 c 1,0 c 0,3 c
Compost 1 al 5% 19,9 c 2,3 b 1,8 bc 0,4 bc
Compost 1 al 10% 24,4 b 2,8 a 2.6 ab 0,7 a
Compost 1 al 15% 26,7 a 2,7 a 3,3 a 0,6 ab
Compost 2 al 5% 21,9 c 2,6 ab 2,4 ab 0,6 ab
Compost 2 al 10% 24,0 b 3.0 a 3,0 ab 0,6 ab
Compost 2 al 15% 21,7c 2.8 a 2,6 ab 0,6 ab
PROMEDIO 22,1 2,6 2,4 0,5

354
19

Cuadro 19.7. Efecto al año de la aplicación de cal y fertilizante al trasplante de T. amazonia en Ultisoles de Costa Rica
(adaptado de Calvo et al. 1996)

Tratamiento Niveles de 12-24-12 (g árbol-1)


0 50 100 Promedio
Niveles de CaCO3 (g árbol-1) Incremento en altura 12 meses después de aplicado el
tratamiento (cm)
0 17,5 bcd 37,3 a 32,7 a 29,2
95 15,3 d 37,6 a 29,4 ab 27,4
154 16,5 cd 29,0 abc 33,3 a 26,3
Promedio 16,4 34,6 31,8 -

T. ivorensis y T. superba Cuadro 19.8 resume los niveles foliares de estas


especies considerados como deficientes, bajos, in-
Otras especies del género Terminalia son comunes termedios y altos en la literatura (Dreschel y Zech
en plantaciones forestales tropicales como T. ivo- 1991) y que pueden ser tomados como referencia
rensis y T. superba (Alvarado 2002; Evans y Tur- para plantaciones que se establezcan.
nbull 2004), aunque en Costa Rica las plantacio- Muchas de las especies pertenecientes al género
nes de T. ivorensis que se establecieron en la zona Terminalia poseen características que les permiten
Norte no han tenido éxito probablemente por desarrollarse en suelos con condiciones extremas.
problemas de drenaje en los suelos en los que se Por ejemplo, T. arjuna se ha plantado en suelos
establecieron así como la imposibilidad física de sódicos (Garg 1998; Singh 2004) y en residuos de
que las raíces pudieran penetrar el horizonte argí- minas (Singh 2001), con el fin de recuperar estos
lico denso de estos suelos (Cannon et al. 1994). El ambientes.

Cuadro 19.8. Revisión de los niveles foliares de T. ivorensis y T. superba considerados en la literatura como deficientes, bajos,
intermedios y altos (tomado de Drechsel y Zech 1991)

Terminalia ivorensis Terminalia superba


Nutrimento Edad Niveles Edad* Niveles
(años) Bajos Intermedios Altos (años) Deficientes Bajos Intermedios
2-9 0,82-1,50 1,81 2,15-2,80
N (%) 17-23 1,52-1,96
0 1,66 2,84
P (%) 17-23 0,11-0,13 0; 2-9 0,10 0,11 0,13-0,29
2-9 0,57 0,73-2,18
K (%) 17-23 0,65-0,89
0 1,24-1,42
Ca (%) 17-23 0,62-1,24 0; 2-9 0,80-3,14
Mg (%) 17-23 0,17-0,29 0; 2-9 0,13 0,15 0,22-0,41
S (%) 17-23 0,11-0,12 - - - -
4 43 159-198
Mn (mg kg-1) 17-23 66-204
0; 2-9 16 24-86
Fe (mg kg-1) 17-23 83-155 0; 2-9 64-247
Al (mg kg-1) 17-23 13-51 264 0; 2-9 56-338
0, 4 12 19-38
Zn (mg kg-1) 15 16-23
2-9 10 12-25
Cu (mg kg-1) 17-23 11-16 0; 2-9 5 8-20
4 22-23
B (mg kg-1) 17-23 20-36
2-9 25-121

*Edades de 0 años corresponden con plántulas de vivero o recién establecidas en campo. 355
Alfredo Alvarado
20
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE
Vochysia ferruginea

Vochysia guatemalensis Vochysia ferruginea

Figura 20.1. Árboles de V. guatemalensis y V. ferruginea en bosques naturales cerca del


volcán Orosí en la Cordillera de Guanacaste, Costa Rica. (Foto: Ricardo Luján).

Esta especie pionera y de crecimiento rápido, es promisoria para sitios con suelos
ácidos y en turnos de rotación cortos. Como mecanismo de adaptación, los conte-
nidos foliar de Al son muy elevados, sin que esto llegue a disminuir su crecimiento.
Aún está por investigarse varios aspectos de la nutrición de la especie, entre ellos
la preparación del terreno para la siembra, la absorción de nutrimentos, los niveles
y los síntomas de deficiencia foliar, la respuesta a la fertilización en plantación y la
pérdida de nutrimentos por erosión.

a especie Vochysia ferruginea (Figura conoce por los nombres vulgares de: botarrama,
20.1), pertenece a la familia Vochy- mayo colorado, chancho colorado, palo de mayo
siaceae y se encuentra en Nicaragua, rosado (Costa Rica), cedro, rama (Brasil), quilla-
Costa Rica, Panamá, Colombia, Vene- sisa (Perú), laguno (Ecuador), saldillo (Venezuela),
zuela, Ecuador, Perú, Brasil y las Guayanas (Whit- palo santo, orcano, dormilón, sorogá (Colombia),
more y Hartshorn 1969). V. ferruginea también se flor de mayo, mecri, pegle, palo malín, yumeri,
ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.

357
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Vochysia ferruginea

mayo, tecla, malagueto (Panamá), zopilote, yemeri Reciclaje de nutrimentos


y barbaleche (Nicaragua). La madera de esta es-
pecie se recomienda para la construcción inter- Esta especie se conoce como botarrama en Costa
na y la carpintería en general, postes para cerca Rica por la gran cantidad de residuos que depo-
debidamente tratados, formaletas, cajas, cajones, sita sobre el suelo, producto de la autopoda. Sin
palillos y cajas para fósforos, chapas para relleno embargo, su producción de biomasa en el bosque
y pulpa para papel (Asociación Costarricense para húmedo tropical es inferior a la producida por S.
el Estudio de Especies Forestales Nativas 1992; microstachyum y V. guatemalensis, especies que
COSERFORMA 1999). compiten por el mismo nicho ecológico (Montag-
nini 2002). La adición de residuos por árbol es del
Escogencia del sitio orden de 115-420 g m-2 en plantaciones puras y de
0-50 g m-2 en plantaciones mixtas; estos residuos
Vochysia ferruginea es una especie heliófita de tienen una descomposición lenta debido a la baja
crecimiento rápido común en bosques secunda- concentración de N, P y K en el tejido foliar (Cua-
rios y pastizales de zonas tropicales bajas y de dro 20.2) (Horn y Montagnini 1999).
costa (bosque húmedo tropical y bosque muy
Como resultado del reciclaje de nutrimentos bajo
húmedo tropical), en donde forma rodales casi
este tipo de cobertura, conforme crece la planta-
puros. Se la encuentra entre los 0-1.500 msnm,
ción se observa un ligero aumento de la suma de
en regiones donde llueve entre 3.500-5.500 mm
bases, acompañado de una merma de la acidez
y en un rango de temperatura promedio anual
intercambiable y una importante reducción de la
entre 24-30ºC, en suelos poco fértiles, ácidos y
saturación de acidez del suelo (Cuadro 20.3), lo
bien drenados (Asociación Costarricense para el
que se podría considerar como una mejora para
Estudio de Especies Forestales Nativas 1992; CO-
la posterior siembra de otras especies tanto fores-
SERFORMA 1999).
tales como agrícolas (Montagnini y Sancho 1994).
Datos sobre lavado de nutrimentos del follaje de
Requerimientos nutricionales V. ferruginea (Jiménez et al. 2006), indican un la-
vado preferencias de K (0,48 mg L-1) en relación al
Vochysia ferruginea muestra la mayor productivi-
Ca (0,18 mg L-1) y al Mg (0,12 mg L-1).
dad y está adaptada para crecer en suelos ácidos
e infértiles, bajos en materia orgánica, bajos en
P (entre 2,5-11,5 mg L-1 Olsen Mod.), alto por-
Fertilización en vivero
centaje de saturación de Al, Fe (entre 150 y 400 La adición de abonos orgánicos al sustrato de cre-
mg L-1) y Mn (entre 14-123 mg L-1) y las menores cimiento de V. ferruginea no afecta las variables
concentraciones de bases cambiables en relieves altura y diámetro de las plántulas (Cuadro 20.4),
moderadamente ondulados (Herrera y Alvarado posiblemente por el uso de un sustrato con altos
1998; Herrera et al. 1999; Herrera y Alvarado contenidos de arena (Camacho 2000).
2001).
Los pocos datos disponibles sobre absorción de Encalado al trasplante
nutrimentos de la especie indican que bajo las
condiciones de suelo de La Selva, Costa Rica (Cua- En un estudio realizado en La Selva, Costa Rica,
dro 20.1), los requerimientos de N y K son mucho Alvarado et al. (1994) aplicaron niveles crecientes
mayores que los de Ca>Mg>P y que mientras el de cal a plántulas de V. ferruginea y dieron segui-
miento por un año al efecto de la enmienda sobre
N se acumula más en el follaje, los otros elemen-
la altura y el diámetro de los arbolitos; se encontró
tos tienden a acumularse más en el tronco (Stan-
que la adición de cal no tuvo ningún efecto sobre
ley y Montagnini 1999).
las variables de crecimiento evaluadas (Cuadro
20.5).
358
20

Cuadro 20.1. Nutrimentos asociados a la biomasa total y a sus componentes en plantaciones de 3,5
años de V. ferruginea en La Selva, Costa Rica (adaptado de Stanley y Montagnini 1999).

Nutrimento retenido y su
Biomasa total Contenido total distribución en el árbol (%)
Nutrimento
(ton ha-1) (kg ha-1)
Follaje Tronco Ramas
N 129 50 32 18
P 35 15 65 20
31,1
K 124 17 52 31
Ca 74 36 43 21
Mg 23 27 52 21

Cuadro 20.2. Concentración foliar de nutrimentos (% en base a peso seco) de cuatro especies forestales del trópico hú-
medo de Costa Rica. Las diferencias para cada nutrimento son significativas cuando el error estándar de la media tiene
una letra diferente (P<0,05, n = 5) (tomado de Horn y Montagnini 2002).

Especies N P Ca Mg K
Pithecellobium elegans 1,97(0,19)ab 0,16(0,01)bc 0,58(0,04)c 0,45(0,01)b 0,96(0,12)bc

Hyeronima alchorneoides 1,81(0,06)bc 0,15(0,01)bc 1,02(0,14)a 0,401(0,02)b 0,71(0,08)cd

Genipa americana 1,61(1,61)cd 0,22(0,02)ab 0,97(0,13)ab 0,82(0,08)a 1,02(0,26)ab

Vochysia ferruginea 1,39(0.08)e 0,13(0,01)cd 1,14(0,08)a 0,25(0,01)c 0,43(0,11)e

Cuadro 20.4. Respuesta de V. ferruginea a dos fuentes


y tres dosis de abono orgánico a nivel de vivero en
Sarapiquí, Costa Rica (tomado de Camacho 2000).

Cuadro 20.3. Variación del pH, la acidez intercambiable, la suma de bases y el Altura Diám. cuello
contenido de materia orgánica en suelos bajo V. feruuginea en La Selva, Costa Tratamiento
(cm) (mm)
Rica (tomado de Montagnini y Sancho 1994).
Testigo 10,3 a 1,6 a
Edad de la Plantación (meses) Compost 1 al 5% 8,6 b 1,4 b
Variable edáfica
18 32 43 55 Compost 1 al 10% 7,8 c 1,3 c
pH 5,4 5,0 4,9 4,6 Compost. 1 al 15% 8,3 bc 1,3 c
Acidez intercambiable (cmol kg-1) 1.2 1,4 0,9 0,8 Compost 2 al 5% 10,0 a 1,6 a
Suma de bases (cmol kg ) -1
1,6 1,3 1,4 2,7 Compost 2 al 10% 8,7 b 1,4 b
Saturación de acidez (%) 43 52 43 23 Compost 2 al 15% 8,6 b 1,4 b
Materia orgánica (%) 6,6 5,1 4,9 4,6 PROMEDIO 8,9 1,4

Cuadro 20.5. Respuesta de V. ferruginea a la aplicación cal durante el


primer año de crecimiento en La Selva, Sarapiquí, Costa Rica (adapta-
do de Alvarado et al. 1994).

Dosis de cal adicionada (g por


Variable (cm) árbol)
0 150 300 450
Altura 69,2 56,5 59,4 72,4
Diámetro de la base 14,6 9,5 10,1 14,2

359
21
Alf redo Alvarado

NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE
Vochysia guatemalensis

Esta especie, al igual que


V. ferruginea, está adap-
tada a condiciones de
suelos ácidos del bosque
húmedo tropical. El co-
nocimiento sobre nutri-
ción de la especie es in-
adecuado ya que, aunque
se conoce un poco sobre
sus necesidades de nutri-
mentos y el reciclaje de
los mismos. Falta por in-
vestigar temas como los
síntomas de deficiencia
foliar, la respuesta de la
especie a la fertilización
en plantaciones y otros
aspectos relacionados
con la pérdida de suelos
por erosión.

Figura 21.1. Árbol de V. guatemalensis en bosques húmedos de la zona Atlántica


de Costa Rica.

a especie Vochysia guatemalensis per- agua, barbechele, yemeri y chancho blanco (CO-
tenece a la familia Vochysiaceae y SERFORMA 2001). Su madera es liviana, de fácil
se extiende desde el Golfo de Méxi- secado y sin defectos (Figura 21.1), lo que la hace
co hasta Perú. V. guatemalensis tam- apta para hacer cajas, formaletas, construcción
bién se conoce por los nombres vulgares de cebo, interna y pulpa para papel (Di Stéfano y Fournier
mayo blanco, chancho, San Juan, mayo, palo de 1994).

ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.

361
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Vochysia guatemalensis

Cuadro 21.1. Efecto de la siembra no mecanizada y mecanizada sobre la altura y el diámetro de V. guatemalensis
en suelos ácidos de la Zona Norte de Costa Rica (Antonio Rodríguez, comunicación personal 2006)

Edad (años)
Tipo de labranza Variables
1 2 3 4 5 6 7 14
dap (cm) 0 6,4 12,5 18,4 20,7 22,9 24 32,3
No mecanizado altura (m) 1,5 3,8 7,3 11,9 14 16,7 17,3 21,0
Nº por ha 1.111 1.097 1.097 809 795 535 535 220
dap (cm) 0 5,1 10,5 16,1 17,9 19,8 21,2 29,8
Mecanizado altura (m) 1,5 3,3 6,6 11 12,9 15,2 16,5 19,0
Nº por ha 1.111 1.083 1.069 713 713 590 535 220

Escogencia del sitio que las plántulas salen del vivero. Sin embargo,
en La Titi, Zona Norte, Costa Rica (Antonio Rodrí-
Vochysia guatemalensis es una especie heliófita guez, comunicación personal 2006), se comparó la
total, de crecimiento rápido, muy común en bos- siembra así descrita con la mecanizada mediante
ques secundarios, que crece en tierra planas, bajas un pase de arado de discos y dos pases de rastra.
a medias (100 y 200 msnm) del bosque húmedo Se observó que desde el primer año la especie pre-
tropical y el bosque muy húmedo tropical (Arias sentó un mayor crecimiento en diámetro y altura
1994). Se la encuentra entre los 0-1.000 msnm, en con el tratamiento tradicional que con el mecani-
regiones donde llueve entre 3.000-5.000 mm y con zado (Cuadro 21.1).
una temperatura promedio anual entre 24-30ºC
(Flores 1993). V. guatemalensis presenta un fuste Absorción de nutrimentos
recto de crecimiento rápido que es superior al en-
contrado para otras 14 especies que crecen en el En un estudio sobre curvas de absorción realiza-
mismo ambiente de suelos ácidos, incluyendo G. do en plantaciones de V. guatemalensis en la zona
arborea (Butterfield y Espinoza 1995). Esta especie Atlántica de Costa Rica (Figura 21.2), Badilla et
crece bien en suelos aluviales arenosos, aunque al. (2011, en preparación) determinaron que la va-
también se la encuentra en laderas de suelos rojos, riación de la concentración de nutrimentos con la
arcillosos y ácidos con buena aireación y pH entre edad de los diferentes tejidos de árboles entre 3 y
5 y 6 (Pérez et al. 1993; Arias 1994). 16 años de edad, es relativamente poca y solo el
B presenta una tendencia a disminuir con la edad.
La concentración de los macroelementos en los
Preparación del terreno diferentes tejidos sigue el orden N > Al > K =
de la plantación Ca > Mg >> S = P y el de los micronutrimentos
en el orden Al >>> Mn >> Fe > B > Zn > Cu
Comúnmente, la plantación (Figura 21.3).
de V. guatemalensis se
hace abriendo hoyos
con un palín en el te-
rreno definitivo, del
tamaño de la bolsa en

362 Figura 21.2. Volteo del árbol (izquierda) y preparación de trozas de la madera (derecha) para mues-
treo en estudio de curvas de absorción.
21

Figura 21.3 Variación de la concentración de nutrimentos con la edad en plantaciones de V. guatemalensis en la zona 363
Atlántica, Costa Rica (tomado de Badilla 2011, en preparación).
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Vochysia guatemalensis

En las Figuras 21.4 y 21.5, se puede observar la secuencia de absorción de micronutrimentos si-
variación de la cantidad de nutrimentos absorbi- gue el orden Al >>> Mn >> Fe > Zn > B >>
dos por los diferentes tejidos de los árboles con Cu, mostrando una vez más su adaptación a sue-
la edad, encontrada por Badilla et al. (2011, en los ácidos, como lo mencionan con anterioridad
preparación) en la región Caribe de Costa Rica. varios autores (Chenery y Sporne 1976; González
En relación con los macronutrimentos, la especie y Fisher; 1997; Pérez et al. 1993); sin embargo en
absorbe N > Ca = K >> Mg > S >> P demos- el trabajo de Badilla et al. (2011, en preparación),
trando así su capacidad adaptativa para adquirir se documenta que además de absorber Al en gran-
los elementos esenciales en relación a lo que le des cantidades, la especie también acumula en su
ofrece el ambiente, en particular el poco P dispo- biomasa cantidades apreciables de Mn.
nible en suelos tropicales ácidos (Figura 21.4). La

Figura 21.4. Curvas de absorción de macronutrimentos en plantaciones de V. guatemalensis de diferente edad en Costa Rica
(tomado de Badilla et al. 2011, en preparación).
364
21

Figura 21.5. Curvas de absorción de micronutrimentos en plantaciones de V. guatemalensis de diferente edad en Costa Rica
(tomado de Badilla et al. 2011, en preparación).

Cuadro 21.2. Concentración de nutrimentos en hojas y raíces de plántulas de V.


guatemalensis procedentes de viveros de la Organización de Estudios Tropicales,
Las Cruces, Costa Rica (tomado de Arias 1994)

Arias (1994) estudió la variación Concentración de nutrimentos


Variable
de la concentración de nutrimen- Hojas Raíces
tos en hojas y raíces de plántulas
N total (%) 1,23-1,63 0,54-0,86
de V. guatemalensis provenientes
P (%) 0,12-0,17 0,07-0,51
de los viveros de la Estación Expe-
Ca (%) 0,77-1,25 0,21-1,03
rimental Las Cruces, Costa Rica,
Mg (%) 0,15-0,21 0,08-0,64
las cuales no mostraban síntomas
K (%) 0,80-1,08 0,27-0,68
de deficiencia; en el Cuadro 21.2
Al (%) 0,41-1,14 0,24-1,73
puede notarse la gran variación
Fe (mg kg-1) 245-384 2.920-16.500
en concentración para algunos
elementos, con una probable con- Cu (mg kg-1) 6-10 18-45

taminación de la muestra de raí- Zn (mg kg-1) 24-34 23-85

ces con suelo (ver valores de Fe). Mn (mg kg ) -1


132-304 39-233

365
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Vochysia guatemalensis

Cuadro 21.3. Contenido de nutrimentos en las hojas (% base peso seco) de cuatro especies forestales del trópico
húmedo de Costa Rica (tomado de Byard et al. 1996).

Especies N P Ca Mg K
S. microstachyum 1,94(0,07)a 0,21(0,01)a 0,44(0,05)bc 0,21(0,01)c 0,90(0,08)a
C. brasiliense 1,09(0,03)d 0,09(0,01)c 0,63(0,09)b 0,15(0,01)d 0,74(0,06)a
J. copaia 1,70(0,20)b 0,18(0,02)ab 0,35(0,03)c 0,32(0,02)b 0,72(0,08)a
V. guatemalensis 1,43(0,09)c 0,14(0,01)bc 1,39(0,14)a 0,47(0,05)a 0,43(0,11)b

El contenido foliar de nutrimentos en árboles los otros países y que el procedente de Guatema-
maduros de V. guatemalensis (Byard et al. 1996; la presentó mejor forma de tallo; a los 58 meses
González y Fisher 1997; Cornelius y Mesén 1997) de plantar el material en Costa Rica, Cornelius y
es más elevado en Al, Ca y Mg que en muchas Mesén (1997) mencionan que, excepto por la con-
especies tropicales que crecen en su mismo medio centración foliar de Ca, que fue significativamente
natural, aunque es menor en N, P y K (Cuadro diferente entre procedencias y que correlacionó
21.3). inversamente con la tasa de crecimiento, ninguno
Pérez et al. (1993) encontraron que tanto V. gua- de los demás elementos varió significativamente.
temalensis (22.400 mg Al kg-1) como V. ferruginea Sin embargo, después de 4 años de crecimiento,
(11.600 mg Al kg-1), son especies acumuladoras de González y Fisher (1997) encontraron que la única
Al foliar, hecho común en la familia Vochyseaceae diferencia significativa en el contenido foliar de
(Chenery y Sporne 1976). La acumulación de Al varios elementos entre procedencias fue la del P,
no necesariamente refleja tolerancia del tejido al variando entre 0,42 g kg-1 en el material de La Cei-
elemento, sino más bien el hecho de que el Al se ba, Honduras y 0,52 g kg-1 en el material de Siqui-
absorbe por la rizosfera en forma de quelato (for- rres, Costa Rica (Cuadro 21.4).
ma no tóxica) y se transloca como tal hasta las ho- Cuando se tomó tejido foliar de árboles de dife-
jas, donde se deposita en la epidermis (González rentes regiones de Costa Rica (familias), González
y Fisher 1997). y Fisher (1997) encontraron que los contenidos de
Estudios realizados en un suelo infértil de Costa P, Mg, Fe, Cu, Zn y Mn diferían significativamen-
Rica con una cantidad reducida de material gené- te; además encontraron que a pesar de las altas
tico proveniente de Honduras, Guatemala y Costa concentraciones foliares de Ca (12,4 g kg-1) y de
Rica (procedencias) y de diferentes regiones en Al (20.100 mg kg-1), estas no variaron significati-
Costa Rica (familias), Cornelius y Mesén (1997) y vamente entre sitios contrastantes en cuanto a sus
González y Fisher (1997) encontraron que el ma- contenidos de Ca y Al intercambiable en el suelo
terial de Costa Rica crece más rápido que el de (Cuadro 21.5).

Cuadro 21.4. Concentración foliar promedio en procedencias de V. guatemalensis de 58 meses de edad plantadas en la llanura
de la costa Atlántica de Costa Rica (tomado de González y Fisher 1997).

P Ca Mg K Fe Cu Zn Mn Al
Procedencia
g kg-1 mg kg-1
Florencia, C.R. 0,46 b1 9,7 ns 1,41 ns 5,98 ns 77,6 a 9,4 ns 41,7 ns 236 ns 22.290 ns
Guápiles, C.R. 0,46 b 10,7 ns 1,38 ns 6,19 ns 76,9 a 9,6 ns 49,4 ns 346 ns 23.050 ns
San Miguel, C.R. 0,45 b 10,6 ns 1,39 ns 5,40 ns 87,8 a 10,1 ns 46,3 ns 342 ns 21.790 ns
Siquirres, C.R. 0,42 c 13,5 ns 1,80ns 6,11 ns 84,0 a 11,3 ns 40,0 ns 288 ns 20.800 ns
La Ceiba, Hon. 0,52 a 11,1 ns 1,35 ns 6,78 ns 38,7 b 11,8 ns 48,6 ns 440 ns 21.900 ns
Río Izabal, Guat. 0,46 b 10,3 ns 1,40 ns 6,52 ns 82,9 a 10,8 ns 55.9 ns 330 ns 21.600 ns
Gran Promedio 0,46 11,0 1,41 6,21 74,6 10,5 47,0 330 21.900
1
Promedios en la misma columna seguidos por letras diferentes difieren significativamente al nivel de 5%.
366
21

Cuadro 21.5. Concentración foliar promedio en árboles maduros de V. guatemalensis del bosque natural en tres sitios de Costa Rica
(tomado de González y Fisher 1997).

P Ca Mg K Fe Cu Zn Mn Al
Sitio
g kg-1 mg kg-1
Florencia, San Carlos 0,38 c1 12,6 ns 1,05 b 4,37 b 34,2 b 9,2 b 85,2 a 265 b 19.800 ns
San Isidro, Pérez Zeledón 0,54 a 13,0 ns 1,61 a 6,30 a 61,7 a 13,7 a 48,8 b 187 b 20.200 ns
San Miguel, Sarapiquí 0,49 b 11,7 ns 1,37 a 5,12 ab 38,8 b 10,7 b 57,1 b 378 a 20.300 ns
Promedios en la misma columna seguidos por letras diferentes difieren significativamente al nivel de 5%.
1

Reciclaje de nutrimentos siduos per se, o combinados con residuos de otras


especies del trópico húmedo de Costa Rica, es más
Esta especie es de crecimiento rápido y acumu- rápida que la de especies como S. microstachyum y
la grandes cantidades de biomasa aérea, con una C. brasiliense (Ruvinsky 1995; Byard et al. 1996).
buena producción de residuos (Figura 21.6, Cua- Se menciona que entre el 87 y el 93% de los resi-
dro 21.6) y en este sentido solo es igualada por duos desaparecen antes de los 13 meses después
S. microstachyum (Montagnini 2002). Di Stefano y de caer al suelo; Di Stefano y Fournier (2005) en-
Fournier (2005) encontraron que, bajo condicio- contraron que en la zona de vida del premontano
nes del Valle Central de Costa Rica, la tasa más muy húmedo, después de 15 semanas, aún que-
alta de caída de residuos ocurre durante la época daba en promedio el 39% de los residuos en las
seca entre diciembre y abril, con una deposición bolsas de descomposición.
importante de residuos de
flores en mayo y otra de Cuadro 21.6. Promedio de biomasa aérea e incrementos anuales de cuatro especies nativas en La
frutos y semillas en oc- Selva, Costa Rica (tomado de Montagnini 2002).
tubre-noviembre. Varios
Incremento medio anual
autores mencionan que Biomasa aérea viva (t ha-1)
Especie (t ha-1 año-1)
la velocidad de adición y
descomposición de resi- Tronco Ramas Hojas Total Tronco Total
duos de V. guatemalensis S. microstachyum 35,2a 15,2a 4,3a 54,8a 8,8a 13,7a
es elevada y que estos re- V. ferruginea 24,8b 14,2a 5,9a 44,9b 6,2b 11,2b
V. guatemalensis 41,8a 6,5b 7,2a 55,5a 10,4a 13,9a
H. alchorneoides 26,2a 12,2a 5,4a 43,8b 6,5b 12,0b

Figura 21.6. Deposición de hojas en plantaciones jóvenes de V. guatemalensis (izquier-


da) y efecto de las hormigas sobre el mantillo (derecha) en plantaciones en Pocora,
Costa Rica.
367
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE Vochysia guatemalensis

Como resultado del reciclaje de nutrimentos bajo Cuadro 21.8. Interpretación de niveles foliares de
nutrimentos en plantaciones de V. guatemalensis
este tipo de cobertura, conforme crece la planta- (adaptado de González y Fisher 1997; Cornelius
ción se observa un ligero aumento de la suma de y Mesén 1997).
bases, acompañado de una merma de la acidez
intercambiable y una importante reducción de la Elemento Adecuado
saturación de acidez del suelo (Cuadro 21.7), lo P (%) 0,12-0,58
que se podría considerar como una mejora para K (%) 0,54-0,94
la posterior siembra de otras especies tanto fores- Ca (%) 0,98-1,63
tales como agrícolas (Montagnini y Sancho 1994).
Mg (%) 0,14-0,30
Datos sobre lavado de nutrimentos del follaje de
Cu (mg/kg) 6-14
V. guatemalensis (Jiménez et al. 2006), indican un
lavado preferencial de K (0,14 mg L-1) en relación Zn (mg/kg) 13-126
al Ca (0,001 mg L-1) y al Mg (0,10 mg L-1). Mn (mg/kg) 236-607
Fe (mg/kg) 23-129
Cuadro 21.7. Variación del pH, la acidez intercambiable, la suma de ba- Al (mg/kg) 18.300-24.700
ses y el contenido de materia orgánica en suelos bajo V. guatemalensis
en La Selva, Costa Rica (tomado de Montagnini y Sancho 1994).
de la especie (Cornelius y Mesén 1997; González
Edad de la plantación y Fisher 1997), encontrándose además que las
Variable (meses)
procedencias de La Ceiba, Honduras muestran
18 32 43 55 las mayores concentraciones de Ca y las meno-
pH 5,3 5,2 5,0 4,6 res de Al, mientras que las de Costa Rica presen-
Acidez intercambiable (cmol kg-1) 1,9 2,0 1,2 0,8 taron los menores valores de Ca y las de Izabal,
Guatemala las menores de Al.
Suma de bases (cmol kg ) -1
0,7 1,1 1,7 2,0
Saturación de acidez (%) 73 65 41 29
Materia orgánica (%) 5,5 4,3 5,6 4,7 Fertilización en vivero

Powers (2001,2004), examinó la disminución de la La especie crece bien en viveros (Figura 21.7),
concentración y del contenido de C total del sue- donde no responde mucho a la adición de nutri-
lo hasta 30 cm de profundidad, relacionado con
diferentes usos de la tierra en el noreste de Costa
Rica, incluyendo 12 cambios de bosque primario
a plantaciones de banano, 15 de pasto a cultivos
anuales y 4 de pasto a V. guatemalensis. Al con-
vertir potreros a plantaciones de V. guatemalensis
aparentemente no aumentó el contenido de C del
suelo.

Niveles de deficiencias foliares


Los pocos valores disponibles sobre concentración
foliar en plantaciones de V. guatemalensis de sie-
te años de edad provienen de un ensayo plantado
en suelos ácidos de La Selva, Costa Rica en 1990.
Como el crecimiento de los árboles fue normal,
los valores que se consignan en el Cuadro 21.8 se Figura 21.7. Plántulas de V. guatemalensis en el vivero de PIN-
consideran como adecuados para el crecimiento DECO, Pacífico Sur de Costa Rica.
368
21

Cuadro 21.9. Características químicas de los sustratos utilizados en viveros de V. guatemalensis (tomado de Arias 1994).

pH Ca Mg K Ac. CICE P Cu Fe Mn Zn MO N
Sustrato
cmol L-1 mg L-1 %
Arena de río 5,9 15,6 2,1 0,25 0,7 18,62 1,8 4,5 76 5,4 1,0 0,4 0,02
Tierra arcillosa 5,9 0,7 0,3 0,12 0,8 1,98 1,0 5,8 94 2,1 1,1 1,2 0,03
Tierra franca 5,6 3,0 0,3 0,11 0,8 4,14 TR 3,2 129 5,6 0,4 7,6 0,29
Mezcla 1* 5,4 3,6 0,4 0,13 0,9 5,01 77,0 5,0 243 8,1 1,1 8,6 0,29
Mezcla 2** 6,0 9,9 2,2 0,89 0,3 1,.22 70,0 12,0 378 9,3 1,0 6,3 0,26

*Tierra arcillosa + Tierra franca + cachaza, 33 % c/u. ** Tierra arcillosa + Tierra franca + gallinaza, 33 % c/u.

mentos. En un estudio realizado por Arias (1994), tienden a afectar negativamente las variables de
se evaluó el efecto de cinco sustratos utilizados crecimiento de las plántulas de la especie.
para la siembra en bolsa en el crecimiento de V.
guatemalensis. Las características químicas de los
sustratos se presentan en el Cuadro 21.9. Las eva- Fertilización al trasplante
luaciones se realizaron a los ocho meses edad de
En un ensayo de campo en la zona de vida pre-
las plántulas, estimándose las variables mortali-
montano muy húmedo de Tabarcia de Mora, Cos-
dad, altura y diámetro.
ta Rica, Di Stéfano y Fournier (1994) compararon
Arias (1994), encontró que los diferentes sustra- la adición de 0 y 50 g triple superfosfato al fondo
tos afectaron de manera significativa las tres va- del hoyo por una sola vez, con la adición de 0 y 50
riables de crecimiento evaluadas (Cuadro 21.10); g de la fórmula fertilizante 18-5-15-6-2 (NPKMgB)
en el sustrato Tierra Franca se produjo la menor distribuidos a 15 cm de distancia de los arbolitos y
mortalidad mientras que las variables altura y cubiertos con suelo, en un arreglo factorial. Cua-
diámetro alcanzaron los valores máximos en el tro meses después de la aplicación de la fórmula
sustrato Mezcla 1, considerándose este sustrato fertilizante, se encontró un efecto positivo signifi-
como el mejor de todos los comparados. La adi- cativo sobre la altura y el diámetro de los arboli-
ción de gallinaza al sustrato, aparentemente causó tos, el cual no se manifestó a los 20 meses después
una pérdida de sobrevivencia de las plantas y los del tratamiento. La aplicación de P afectó negati-
sustratos con más de 40% de saturación de acidez vamente la altura y el diámetro de los arbolitos.

Cuadro 21.10. Efecto de cinco sustratos utilizados para la siembra en bolsa de V. guatemalensis sobre algunas variables de
crecimiento (tomado de Arias 1994).

Sustrato
Variable
Arena de río Tierra arcillosa Tierra franca Mezcla 1 Mezcla 2
Mortalidad (%) 26,6 18,8 7,8 10,9 59,4
Altura (cm) 23,5 15,9 35,9 51,6 39,3
Diámetro (mm) 0,1 0,31 0,52 0,75 0,53

369
Alfredo Alvarado
22
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE OTRAS
ESPECIES FORESTALES TROPICALES
Bombacopsis quinatum

Figura 22.1. Plantación de B. quinatum en época húmeda (izquierda), época seca (centro) y
detalle de la corteza del árbol (derecha) en Guanacaste, Costa Rica (Fotos: Víctor Arce).

a especie Bombacopsis quinatum en los Bosques Húmedo Tropical y Premontano


(Jacq.) Dugand pertenece a la fami- o en el Bosque Muy Seco Tropical. La especie se
lia Bombacaceae, la cual cuenta con encuentra principalmente desde el nivel del mar
26 géneros bien distribuidos en el hasta 900 m de altitud, en un rango de tempe-
Neotrópico, aunque también se puede encontrar ratura de 20-27ºC, un rango de precipitación de
géneros en África y Asia tropical. En esta familia, 1.000-2.000 mm anuales y una estación seca de
el género Bombacopsis comprende unas 21 espe- 3-4 meses de duración. El pochote prefiere sitios
cies, dentro de ellas B. quinatum, la cual tiene un con pendientes ligeras (menos del 30%) y poco
sinnúmero de nombres comunes en los países tro- ventosas; recién plantado es semiheliófito, aun-
picales de América y crece en forma natural desde que luego se transforma en una especie heliófita y
el sur de Honduras hasta el sur de Colombia (Cor- caducifolia. Su sistema radical es moderadamente
dero y Boshier 2003). La madera se utiliza para profundo, con una raíz principal bien definida (pi-
construcción, acabado de interiores, muebles, votante) de forma cónica que puede alcanzar en-
contrachapado y pulpa para papel. Su corteza se tre 1,0 y 2,5 m de profundidad; aunque en suelos
reconoce fácilmente por la presencia de aguijones de Venezuela se observó que más del 70% del sis-
(Figura 22.1). tema radicular en plantaciones de B. quinatum se
encuentra en los primeros 30 cm de profundidad.
Escogencia del sitio En suelos arcillosos es común que la raíz principal
se bifurque y que las raíces laterales superficiales
Bombacopsis quinatum crece de modo natural prin- alcancen diámetros entre 1 y 11 cm (Cordero y
cipalmente en el Bosque Seco Tropical y a veces Boshier 2003; Montero et al. 2003).

ALVARADO A, RAIGOSA J. (eds). 2012. Nutrición y fertilización forestal en regiones tropicales. ACCS, San José, Costa Rica.
416 p.
371
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE OTRAS ESPECIES FORESTALES TROPICALES

Aunque no es muy exigente en cuanto a fertilidad de Ca intercambiable superiores a los 18 cmol(+)


de suelos, el pochote tiene su mejor desarrollo en L-1, evitándose la plantación de B. quinatum en de-
suelos poco compactados, profundos, con fertili- presiones arcillosas (Vertisoles), o en áreas de sue-
dad natural alta y en sitios planos bien drenados los poco profundos en posiciones altas del relieve
y sin problemas de inundación. En terrenos con (Entisoles). Desde el punto de vista comercial, en
pendientes fuertes, de suelos poco profundos y el Cuadro 22.1 se presentan las diferentes clases
con estación seca prolongada, la principal limitan- de sitio de acuerdo al crecimiento de la especie,
te para su crecimiento es la falta de humedad. En notándose que su crecimiento es inferior al que
regiones húmedas, el peor crecimiento de la es- presentan otras especies como teca y melina, que
pecie se encuentra en suelos arcillosos en los dos prosperan en el mismo tipo de ambiente.
primeros horizontes, con pH ácido y en pendiente
elevada. En sitios plano cóncavos, el drenaje in- Vallejos (1996), encontró una correlación significa-
terno impedido por períodos prolongados se con- tiva entre el contenido de K en el suelo y su conte-
vierte en el factor limitante para el crecimiento nido foliar, cuando el complejo de cambio estaba
de B. quinatum. (Cordero y Boshier 2003; Montero dominado por el Ca y el Mg; bajo estas condicio-
et al. 2003). En su ámbito natural de crecimien- nes de Bosque Tropical Seco, se encontró que el
to, se encuentra pochote sobre Entisoles arenosos índice de sitio correlaciona con la velocidad del
(playones de río y de costa) y poco profundos de viento (Vi) y el contenido de Mg intercambiable,
origen calcáreo (Inceptisoles, Mollisoles, Alfisoles de acuerdo a la siguiente ecuación:
y Vertisoles) y en menor grado sobre Ultisoles y
Andisoles. S10 = 14,8 – 2,4 Vi + 0,36 Mg
El pochote es una especie que crece bien en con-
diciones tropicales húmedo-secas y por ende en
suelos de fertilidad natural alta, en un amplio Preparación del terreno de la
rango de texturas (desde arena a arcilla pura). La plantación
especie B. quinatum requiere de una buena distri-
bución de lluvias durante el año, su crecimiento Una vez seleccionado el sitio de acuerdo a los cri-
disminuye cuando el número de meses secos, terios anteriormente establecidos, se recomienda
(<30 mm mes-1) aumenta, vientos moderados realizar una preparación intensiva del suelo, eli-
y pendientes suaves para su buen desarrollo. La minando la maleza en forma manual, mecanizada
especie prospera mejor conforme aumentan los o química. En terrenos compactados es impera-
contenidos de Ca (entre 2 y 32 cmol(+) L-1) y Mg tivo arar, rastrillar y a veces subsolar, si las con-
(entre 2 y 12 cmol(+) L-1) (Navarro 1987; Vásquez diciones topográficas lo permiten. De no ser así,
y Ugalde 1994; Vallejos 1996). Estudios realizados al plantar los árboles, debe hacerse un hoyo de
por Vallejos (1996) y Montero (1999), demuestran 30x30x40 cm, de manera que el sistema radical
que su crecimiento es mejor cuando se siembra quede colocado de forma apropiada (Montero et
en pendientes suaves y en suelos con contenidos al. 2003). Cuando los suelos están sujetos a inun-
Cuadro 22.1. Clases de sitios para B. quinatum de acuerdo al índice de sitio y a las variables de crecimiento
(tomado de Vallejos 1996).

Clase de IS10 IMA DAP IMA HTOT IMA AB IMA Vol


productividad m cm año-1 m año-1 m2 ha-1 año-1 m3 ha-1 año-1
Marginal ≤7,79 ≤1,16 ≤0,77 ≤0,16 ≤4,13
Bajo 7,80-10,91 1,17-1,69 0,78-1,09 0,17-0,49 4,14-11,95
Medio 10,92-13.00 1,70-2,17 1,10-1,30 0,50-1,20 11,96-17,80
Alto 13,01-15,77 2,18-3,05 1,31-1,57 1,21-2,21 17,81-25,50
Excelente ≥15,78 ≥3,06 ≥1,58 ≥2,22 ≥25,51

372
22

dación, se recomienda sembrar la especie sobre do y rastrillo, construyendo bancales y desagües;


camellones (Ladrach 1984). se recomienda aplicar 117 kg N ha-1 como sulfato
de amonio, distribuido en 5 aplicaciones durante
Reciclaje de nutrimentos los primeros dos meses de crecimiento y una apli-
cación de 5 kg ha-1 de sulfato de cobre durante el
Como especie semidecidua, tiende a perder folla- mismo período.
je principalmente durante los períodos secos del
año, residuos que se mineralizan rápidamente en Fertilización de mantenimiento
cuanto se inicia la estación de lluvias. En la zona de la plantación
de Barú, cerca de Dominical, Costa Rica, se obser-
va que la caída del follaje y la foliación de los ár- Para el pochote, Chinchilla et al. (1997) mencio-
boles de pochote, depende de la disponibilidad de nan que la aplicación de fertilizante químico cuan-
humedad, al comparar las diferencias que ocurren do la calidad del sitio es alta, no permite mejorar
entre los árboles en valles y en sitios inclinados. los parámetros de crecimiento. Sin embargo, esta
En sitios con pendientes de 20 a 40%, en setiembre apreciación se obtuvo cuando aplicaron fertilizan-
se detiene el crecimiento y las hojas caen en no- te una sola vez a plantaciones de dos años de edad
viembre, para vestirse nuevamente en mayo. Sin y compararon las variables de crecimiento a los
embargo en los valles, el follaje se mantiene hasta 48 meses después de la aplicación del producto
diciembre y se visten nuevamente en abril. La di- (Cuadro 22.2).
ferencia en el período de cre-
cimiento anual de los árboles, Cuadro 22.2. Efecto de la aplicación de fertilizante a plantaciones de dos años de B. quinatum
debido a la disponibilidad de en Guanacaste, Costa Rica sobre las variables de crecimiento, estimado dos años después de la
aplicación (adaptado de Chinchilla et al. 1997).
humedad y de nutrimentos,
hacen que los valles tengan Tratamiento Altura (m) No Árboles Área basal (m2)
Dap (cm)
rendimientos muy superiores prom. dom. ha parcela ha parcela
a los sitios inclinados. Debi- 0-0-0 7,19 7,87 12,74 1.400 14 0,19 18,58
do a la caída de las hojas del 0-50-40 7,08 7,86 12,81 1.500 15 0,20 20,50
pochote, durante la época llu- 50-50-40 7,34 7,81 13,28 1.233 12 0,18 17,68
viosa, las malezas son abun- 150-100-40 7,41 8,22 13,54 1.466 15 0,22 22,44
dantes, lo cual aumenta la
cantidad de nutrimentos que
se reciclan, lo que permite una recuperación del Pérdida de nutrimentos por
suelo por la acumulación materia orgánica en las erosión
áreas plantadas con pochote (Antonio Rodríguez,
comunicación personal 2006). Arce (2003) en Guanacaste, Costa Rica, encontró
una tasa de erosión de 80,8 t ha-1 año-1 para plan-
Fertilización en vivero taciones de B. quinatum, el doble de lo encontrado
por pérdida de suelo en el bosque natural de la
Resumiendo resultados obtenidos en Colombia, región de clima monzónico, asociada a pérdidas
Montero et al. (2003) mencionan que el terreno significativas de Ca, Mg, P, Fe, Mn y Cu tal como
de viveros de pochote debe ser preparado con ara- se observa en el Cuadro 22.3.

Cuadro 22.3. Pérdida de suelo y nutrimentos por erosión en un bosque natural y en plantaciones de B. quinatum (pochote)
en el trópico húmedo-seco de Guanacaste, Costa Rica (adaptado de Arce 2003).

Tasa erosión Ca Mg K P Cu Fe Mn Zn
Vegetación
t ha-1 año-1 kg ha-1 año-1
Bosque 44,2 1.133 70 4 210 212 860 173 67
Pochote 80,8 1.756 54 8 459 253 1.270 444 59

373
NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DE OTRAS ESPECIES FORESTALES TROPICALES

Stryphnodendron microstachyum

sta especie pertenece a la familia Legu-


minosae (Mimosa) y su copa forma par-
te del nivel superior de bosques tropi-
cales maduros de tierras bajas (0-700
msnm), desde Nicaragua hasta Panamá (Byard et
al. 1996; Flores 1992). El buen tamaño de la copa y
su gran capacidad de fijar N, hacen que esta espe-
cie se considere como adecuada para agroforeste- Figura 22.2. Árboles jóvenes de S. microstachyum en plantaciones
ría, aunque no produce mucha biomasa foliar. Sin mixta en Costa Rica. (Fotos: Florencia Montagnini).

embargo, experiencias en el bosque húmedo de


Reciclaje de nutrimentos
Costa Rica (Pioto et al. 2010) indican que cuando
se siembra en plantaciones puras se murió todo lo La cantidad de residuos que produce S. microsta-
sembrado a los 2-3 años de edad debido a ataque chyum es proporcional a su biomasa, la cual es muy
por hongos; en plantaciones mixtas, los árboles lo- similar a la producida por otras especies del trópi-
graron sobrevivir hasta en un 30%. La especie es co húmedo costarricense, tal cual se observa en el
de rápido crecimiento y su incremento diamétrico Cuadro 22.3 (Montagnini 2002). La velocidad de
disminuye a partir del tercer año (Tilki y Fisher mineralización de estos residuos en monocultivo es
1998). La especie también se conoce como vainillo muy rápida, hecho atribuible al elevado contenido
y S. excelsum (Figura 22.2). foliar de N, P y K de la especie (Cuadro 22.4) y a
que sus hojas son suaves y pequeñas (Montagnini et
al. 1993; Byard et al. 1996).

Cuadro 22.3. Promedio de biomasa aérea e incrementos anuales de cuatro especies nativas en La Selva,
Costa Rica (tomado de Montagnini 2002).

Incremento medio
Biomasa aérea viva (t ha-1) anual
Especie (t ha-1 año-1)
Tronco Ramas Hojas Total Tronco Total
S. microstachyum 35,2a 15,2a 4,3a 54,8a 8,8a 13,7a
V. ferruginea 24,8b 14,2a 5,9a 44,9b 6,2b 11,2b
V. guatemalensis 41,8a 6,5b 7,2a 55,5a 10,4a 13,9a
H. alchorneoides 26,2a 12,2a 5,4a 43,8b 6,5b 12,0b

Cuadro 22.4. Contenido de nutrimentos en las hojas (%, p/p) de cuatro especies forestales del trópico húmedo de Costa
Rica (tomado de Byard et al. 1996).

Especies N P Ca Mg K
S. microstachyum 1,94(0,07)a 0,21(0,01)a 0,44(0,05)bc 0,21(0,01)c 0,90(0,08)a
C. brasiliense 1,09(0,03)d 0,09(0,01)c 0,63(0,09)b 0,15(0,01)d 0,74(0,06)a
J. copaia 1,70(0,20)b 0,18(0,02)ab 0,35(0,03)c 0,32(0,02)b 0,72(0,08)a
V. guatemalensis 1,43(0,09)c 0,14(0,01)bc 1,39(0,14)a 0,47(0,05)a 0,43(0,11)b

374
22

Casuarina equisetifolia

sta especie se utiliza principalmente


como barrera rompe vientos y en me-
nor grado para madera de construc-
ción (Figura 22.3).

Escogencia del sitio


Figura 22.3. Bosque natural de C. equisetifolia en Queensland,
En un estudio para seleccionar especies que se Australia. (Foto: Florencia Montagnini).
adaptaran a condiciones edafoclimáticas adversas
para el desarrollo de prácticas silvo-agropecuarias rrolladas en los brotes nuevos ubicadas en el ter-
en San Ramón, Costa Rica (Picado 1990), se encon- cio superior de la copa de los árboles que no estén
tró que de 11 especies comparadas, solamente Ca- en fructificación (Brunck 1987).
suarina equisetifolia, C. cunninghamiana y Cupressus
lusitanica mostraron sobrevivencia y crecimientos Fertilización en vivero
promisorios. En el caso de las casuarinas, como los
árboles alcanzan alturas de hasta 40 m y diámetros Los trabajos de Rangaswamy et al. (1990, 1991)
mayores de un metro, estas se utilizan mucho en muestran que la adición de pequeñas dosis de fer-
barreras de protección contra el viento, como orna- tilizante en vivero, favorecen el crecimiento de C.
mento en ciudades y para la producción de leña. equisetifolia, tanto en altura como en producción
de materia seca (Cuadro 22.5).
Niveles de deficiencia foliar
Fertilización al trasplante
Para realizar el análisis foliar de esta especie, se
recomienda tomar ramillas completamente desa- En un ensayo en suelos con pH entre 4,7-5,4 y un
contenido de Mg entre 0,3-0,7 cmol (+)
Cuadro 22.5. Variación de la altura, el peso seco y las concentraciones de N, P y K en 100 ml-1, Picado (1990) comparó el efecto
plántulas provenientes de semilla de casuarina con diferentes dosis y frecuencia de de adicionar al trasplante 60 g por árbol
aplicación de fertilizante (tomado de Rangaswamy et al. 1990, 1991).
de 10-30-10, y en otros tratamiento el
Fert. Agreg., g Variables de crecimiento mismo fertilizante más 200 g de CaCO3
Tratamiento

Frecuencia Concentración por árbol, 77 g por árbol de MgSO4, o los


Aplicación Mat. en plántula
Alt. dos elementos juntos; el autor encontró
DAP KCl días
cm
Seca % peso seco estufa
g que con la adición de (NPK + Mg) o
N P K
de (NPK+ Ca + Mg) se logró obtener
Testigo 0 0 0 62,0 10,0 0,98 0,25 1,28
los mayores incrementos en diámetro y
1 1,0 0,25 15 78,6 17,4 1,40 1,07 1,20 altura, sin aumentar significativamente
2 0,5 0,125 15 83,2 16,5 0,96 0,96 0,22 los costos de plantación, dado que
3 1,0 0,25 30 87,7 17,5 1,61 0,91 1,05 los productores de todas maneras ya
4 0,5 0,125 30 74,7 13,0 1,19 0,71 0,75 adicionan NPK (Cuadro 22.6).

Cuadro 22.6. Respuesta de las Dap H total IMA-H H máx.


Tratamiento Población
variables de crecimiento de C. (cm) (m) (m) (m)
cunnighamiana evaluadas a los 41 NPK + Ca 2.266 4,61 4,69 1,37 5,50
meses después de aplicar fertili- NPK + Ca + Mg 2.227 4,73 4,81 1,41 5,85
zante en San Ramón, Costa Rica
(tomado de Picado 1990). NPK + Mg 2.070 4,82 5,02 1,47 6,30
375
NPK 2.109 4,27 4,51 1,32 5,80
Testigo 2.109 4,15 1,49 1,31 5,62
23
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