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ep, NEARHEN ey esa Gert he eeu 9 Corn nyneneedry’ Larne ballg?, Hockol , Capitulo 1 DOS TRADICIONES una perspectiva muy amplia, presenta dos importantes aspectos. El escrutinio y descubrimiento de hechos es uno de ellos, el otro es la construccién de hipétesis y teoriss. Estos dos aspectos de la actividad cientifica han sido calificados a veces de ciencia deseriptiva y ciencia teérica. a Se comnncaan tebe sitve a ‘dos fines principales. Uno es predecir la ocurrencia de acontecimientos o de resultados experimen tales y prever asi nuevos ‘hechos. El otro consiste-ea—escplizar © hacer inteligibles hechos ya registrados. Estas distinciones son itiles con vistas 2 una primera aproxima- cién, pero no deben tomarse con excesiva rigidez, Bl descubrimien- toy la descripcién de hechos no si ueden aislarse conceptual- mente de Ta Correspondiente teorfa acerca de ellos y representan con frecuencia un paso importante hacia la comprensién de su naturaleza! La prediccién y la explicacién, por su parte, no han ise que la investigacién cientifica, contemplada en De sili a igs P 2 a oa 4 Casi todas las urevoluciones» cientificas testimonian la indisoluble uniéa ‘explicarios, —ast como la esteecha interrelaci6n que media entre la descripciéa fa Georg Henk von Wright dejado de verse en ocasiones como procesos del pensamiento cientl- fico basicamente idénticos —que difieren Unicamente desde un punto de vista temporal, por asi decir2—. La prediceién_mira hacia adelante, de lo que ocurre a lo que ocurtir4, mientras la explicacién vuelve por lo general la vista atrés desde lo que hay 12 lo que previamente ha tenido lugar. No obstante, se ha alegado, los términos de las relaciones predictiva y explicativa resultan similares, asi como Ia conexién entre ellos. Los primeros consisten ‘en algunos Hechos, la tikima en ung ley. Sin embargo, este pusto de vista sobre Ia predicéidn ¥'la explicacién puede ser revisado’. Un ccuestionar el papel de las Jeyes generales en la explicacién cientifica lantear cl problema de si la construc- en Igs ciencis 201 i human: ales. ‘Algunos problemas concernientes 2 la interrelacién de los diver- 0s conceptos recién mencionados —descripcién, explicacién, pre- diccién y teoria— pueden contemplatse provechosamente a la luz le Ia historia de las ideas. Ena historia de las ideas cabe distinguir dos tradiciones impor- tantes, que difieren en el planteamiento de las condiciones a satisfa- ia sido calificada a veces de aristoiélica, Ta otra de galileena’. Es- de hechos y la formacién de coneeptor—. Vésse, por ejemplo, cémo Kuhn 1962, p. 56y pati, da cuenta del descubrimiento del oxigeno y del derrocamien- to dela teoria Hlogistica de Is combustidn * Che, Popper 1935, sec. 12; Hempel 1942, sec. 4; Caws 1965, see: 13. 4 La tess de ela identidad esteuctural de explicacin y prediceiéne ha sido citicada por vatios autores recientes. El debate cobré un decisivo impalso de Scheifler 1957 y de Henson 1959. Los pros y contras de la texis estin hibitmente analizados en Hempel 1965, sec. 24. Para una defensa de la texis véase también Angel 1967. 4 Los loci elusici de Ia confrontecién entre el punto de vista eaistotélico unto de vista agalilearon son dos obras de Galileo redactadss en forma Ae dilogo, Dinlgh set messi’ sist toleeieecoperniconsy Ditersiedimestezion satimeliche intrro a duenmre teierge. No es preciso insist en que no dan i jencia atistotlica y- de su metodologta. jan con admirable caridad a dot diferentes aproximaciones y la comprensién de los fenémenos naturale. Un excelente examen del conflcto existente entre ambos tipos de cieneia es el de Le 19301951: wn la confrontacisn entre las concepciones aristtélics y galleana, en fisica, lo que naturalmente nos importa no zon tanto las inflexiones personales EEaplicachin y comprensin 19 tas calificaciones sugieren, que Ia primera tiene venerables rafces en Ia historia intelectual del hombre, mientras que la segunda ¢s de origen relativamente reciente. Hay algo de verdad en todo esto, pero no estarfan de més ciertas tesetvas. Lo que aqui llamo tradicién galileana cuenta con una ascendencia que se temonta mis allé de Aristételes 2 Platén8. Habrfa que cuidarse también de pensar que Ia tradiciGn aristotélica representa en la actualidad no mas que Ja supervivencia marchita de ‘elementos anticuados de los que la ciencia se ha venido «liberandon gradualmente. Por lo que se, refiere a sus respectivos puntos de vista sobre la explicacién cientifica,.el contraste entre ambas ttadiciones caracterizado habitualmente en los términos de explicacién causal versus explicacién teleolégica®. También se ha llamado miecanicista? al primer tipo de explicacién, finalista al segundo. La tradicién de una y ottstcorla, cuanto alguaas diferencias en la manera de pensar bastante fFundamentales que tavieron un papel determinante en la investigacién real aristotdlico-medieval y postgalileana en fisiez» (p. 423). 5 Sobre el trasfondo platsnico de lx nucva ciencia de Ia nateralera que surgié a finales del Renacimiento y dorante el Barroco, véase Burtt 1524, Cassirer 1946 y Koyré 1939. ® Estos teminos dan como mucho wns cxtacterizacién parcial de le confronta- cién. Si bien es Fuerte el acento puesto pot Aristételes y In ciencia eatistotélices en tdleologfa ello no significa en absoluto que todas ls explicaciones caracterie ticas de su forma de penser sean teleol6gicss. Las explicaciones avistotsics, incluidos varios carot nototios, solian hacerte en términos de efacutadess 0 «potenciaso, asocindas Ia cesencian de alguna sustancia. De tales explicaciones abe decit, no obstante, que se alengjon a las genuinamente teleoldgicss en {que resulten mis bien explicaciones conceptuales que hipétesis causales, En forma simila, la explicactones que con Galileo y Ia xnacva cienci winierbn 4 reemplazar a les de la ciencia aristotélica estuvieron lejot de set siempre cexplicrcioner causales en un sentido eetricto. Lae prototipos de explicacién galileana vienen formulados en té:minos de leves que telacionan fenémenot determinados métzieay numericamente a partir de distintor determiaables gen cos, Resultan asf explicrciones congruentes con el patron de Ia tcorla de subsuncidn (véase mis adelante, see.2 y 5). En evo differen, segén el punto de wists adoptado en el presente libro, de bs explicaciones genvinamente teleols pices. 7 Debe usarse con precaucida el término «mecanicistan. 1a cibernétics y tas explicaciones de la teotla de tistemas que se ajasten 2 lor patrones de ia teorla de Iz subsuncién (véase mis adelante, sec. 7) pueden calificare de smecanicistas» en un sentida amplio. Pro tambien eabe apreciar en ells diferen- cias sigaficativas respecto de explicaciones que merercan este calficativo en tom sentido mie restringido. » Georg Henvik you Wrighe galileana en el ambito de la ciencia discurre a la par que el’avance de la perspectiva mecanicista en los esfuerzos del hombre por explicar y predecir fendmenos, la tradicién aristotélica discurre al compés de sus esfuerzos por comprender los hechos de modo teleolégico o finalista No es mi intencién examinar el desarrollo de una y otra tradicién desde sus inicios. Ni trataré de evaluar su importancia relativa para el progreso de la ciencia. Limitaré mi sumaria exposicién histérica a la época comprendida més 0 menos entre la mitad del siglo xrx y el momento presente, dedicando una mayor atencién alos désarrollos recientes. Ademas me circunscribiré a la metodolo- gia, por la que entiendo la filosofia del método cieatifi 2, El notable despertar 0 la revolucién a que hubo lugar en las ciencias naturales durante el Renacimiento tard{o y la épo- ca Barroca fue hasta cierto punto andlogo al que conocié en el si- glo x1x el estudio sisternético del hombre, de su historia, lengua- jes, mores e instituciones sociales.[La obra de Ranke y Mommsen en historiografla, de Wilhelm von Humboldt, Rasmus Rask, Jacob Grimm en lingutsticry titologia, de Tylor en antropologfa social, es comparable a los logros alcanzados, dos o tes siglos aavcs, por Copérnico y Kepler en astronomia, por Galileo y Newton en fisica 0 por Vesalius y Harvey en anatomia y fisiologia. Desde el momento en que Ia ciencia natural hubo sentado sus bases intelectuales y los estudios humanisticos con pretensiones cicatificas alcanzaron a unirse a ella, resulké natural yue una de las principales cuestiones de la metodologia y de la filosofia de la cicncia del siglo xrx fuera la concerniente a las relaciones entre estas dos importantes tamas_de_la_investigacién_emplrica Las principales posiciones at_réspecto pueden engarzarse_en_las_dos importantes tradiciones del pensamiento metodolégico que hemos distinguido, Una de estas posiciones es la filosofia de la ciencia_tipicamente representada por Auguste Comte-y-Joha Stuart Mill. Es la comia- meate llamada positivimmo, El nombre fue acufiado por Comte, pero usado con la debida cautela también es apropiado para caracte- tizar la posicién de Mill® y toda una tradicién intelectual que © Cf, Mill 1865 y las referencias a Comte y al positivismo en Mill 1843, especialmente en el libro VI. LExplizeeida y comprensign a partiendo de Comte y Mill no sélo desemboca en nuestros dias, sino que se remonta hacia atris hasta alcanzac a Hume y a la filosofia de la Mustracién. Uno de los principios del positivismo® es el monismo metodolégio, om Henten ean arses Cientifico por entre la diversidad de objetos tematicos de la investigaciéa cientifical@gJJn segundo rincipio ¢s la consideracién de que ks ciencias naturales exactas, en particular Ta fisica matemitica, establecen un canon 0 ideal metodolégico que mide el grado de desarrollo y perfeccién de todas las demés ciencias, incluidas las humanidades}!, Por tltimo, un tincipio consiste en una visién carac tica de laexplica: cién cientifica?®, Tal explicacién es «causal, en un sentido am- © Fay distincas manetas de caraccrza el epositivismos. Una de elas vincula ¢! posiivismo clisio a una teorla Fenomenalist © sensualsta del conocimiento y dl postivisme moderno a una teorfa verfeacionista del significado. Otra io asocia «una visién acienificitay y etecnoldgica» del conocimiento y de sus aplicaciones. Mill tiene mas de positivista en el primer sentido que Comte, El positivismo de Comte es por encima de todo uaa filosofla de ls cienca, (Véase Comte 1830, wAvertissement de Auteur.) Su pasiéa fue, ea chime término, ser un paladin del espiita cientlico «positives en el estudio de lot endmenos sociales. (Comte 1630, Legon I, see.6.) A ella ssocié una firme confanza co laos del concinieno ciate pa I fs propiedad fundamental... de lo que oh es eee hon pee ee ee {Cone TO, egon se 6) Como apo" deruns sci tesologa Faia i Gonctntcies Come giede ecampeats th ye eb nes © eee an Poacke Bacon, Aattos ina contrbedo en gon manca se craiéa de oe scion se opinién sents, prema” poco al ogee Te "Comte 130, vettemest: por flnfiapaive. entindo solamente el erosio propio dent genriaded ie ders deny anasebt como Hntinica sefans 4 vs metodo tise y fomando ta aceons, poses de st pve gener de tvengucna Comte 1000, Legon se, 10r aPor fo ue ‘eddies sda, ao of tener quran un, baa eo qe sot homoge Consierason, pues, en ete curt, he difrnte cscs de tear pores dade dduble ponto de vist dee nidad se ttiode 9 Ge te hoopraidad aes "Come 1830, Legon I se. 6 (obre Ia sock de one aise soca) poke 6 SENN, 1. 8s Comte 10, Logon I ae 4 y 24, Came s0 fee uaa ver sitemitn de explnign, "ou ayo cai eae soe Uh prin, Cs Conme 184, 1s 3r sha, el order esi porto fod felaototgscs 2 ‘Georg Mente vom Weight plio!8, Consiste, més especificamente, en In subsuncién de casos individuales bajo leyes generales hipotéticas de la_naturaleza¥4, incluida Ta anatu La actitud hacia ls explicaciones finalistas, 7., hacia_los ensayos de dar _fazén de los_hechos en términos de intenciones, Fines, i i har zarlas como acientificas, o bien a mostrar que, una vez dehidamente depuradas de restos «animistas» o «vitalistas», vienen a transformar- se en explicaciones causales16. ‘A.través de su insistencia en Ja unidad de método, en Ia) tipificaciGn ideal matemitica de Ta ciencla y en [a relevancia las leyes generales para la explicacion, el positivismo queda vincula, lo a esa tradicién mas amplia_y ramificada de la historia de las, ideas que aqui he Tamado galileanal”, 3. La otta posicién en el debate sobre lag relaciones entre las ciencias de la naturaleza y Tas ciencias del hombre fue una reaccion contra el positivismo. La filosoffa antipositivista de Ia ciencia, que ema lugar prominente a finales del siglo x1x, representa tuna tendencia mucho més diversificada y heterogénea que el posi vismo. El rétulo de «ideslismon, utilizado a veces para su catacteri consiste sobre todo en ver pare prever, en investgat lo que es a fin de conclsir de ello lo que sera, conforme al dogma general de Ia invariabilided de las leyes naturales» 19 Mill 1843, 1. 11, c xi, see: 1: «Se dice que un hecho individual queda explicado sefialando su exusa, est es, estableciendo la ley o fas leycs causales elas que su produccién revults instancia» Comte rechazé ta busqueda de scauzass, Asocid esta empresa ala etapa metafisica, eprepositivisten, del desarrollo de ls ciencia, En la clencia positivist el cometido de las causas viene ssumido por las leyes generales. Cfr. Comte 1830, Legon, sec. 4 y Comte 1844, P.1, see. 3: 14 Cf, Ia cia de Millen a nota 13 precedente. Comte 1830, Leson I, sec. 2: la explicacign de los hechoe... yt no et otta cosa en lo sucesivo que la telaciGn establecida entre lor dstintos fendmenos particulars y clertor hechos genetsesin 18 Mill 1643, 1. VI, ci se. 2: «Puede decitse que Ia ciencia de la naturaleza humana existe en la medida en que las verdades aproximadas, que componen tua conocimiento prictico del género humano, puedan revelarse corolarios de Jas leyes universales de la naturaleza humana en que se fundan.» 16 Cle. Comte 1844, P. 1 see. 6. 17 Comte, en particular, era consciente de esta vineulacidn tradicional. Ce. Comte 1830, Legon I, sec. 5. Segin Comte, fue de Ia mano de Bacon y de Galileo coma Ia ciencia ent dfinitivarnenté: en Ia etapa posiiva Nuaplicacin y eommprension 2 zacién, slo ¢s apropiado para alpunos aspectos de esta tendenci Me parece preferible el nombre de dermentutign. (Véase mas adelante, pp-29 y 55.) Entre las figuras representativas de este tipo de pensamiento se incluyen eminentes fildsofos, historiadores y cientt- ‘ ficos sociales alemanes. Seguramente_los_mejor_conocidos son Rsk, ‘4 Droysen, Dilthey, Simmel_y Max Weber. Windelband y Rickert; ae ace acclantana da Baden, son afines a ellos. Del ralano Croce y del eminente filosofo de la historia y delarte, ct britinico Collingwood, puede decise que pertenccen_ al ala dealista de esta “ oth dl mdtodo histérico. Los objetives de lor tres_métados_ son, cespectivamente, u Gong Ha ty ee Wyte” Ue comprensién sv sirvid del término Geisteswissenscbyften. No hay tun buen equivalente en inglés, pero es digno de mencién A he- cho de que la palabra fuera concebida cn su origen con vistas 1a traducir al alemdn la expresién inglesa «moral sciencer?', El.uso ordinatio no nace una distincin aguda entre las palabras cexplicar» y «comprenders. Cabe decir que practicamente cualquier iplieacion, sea causal 6 teleoldgica o de otro tipo, aos proporcio: tuna comprensién de las cosas. Peco ecompeensino cuemta ademas con una resonancia_psicolégica de la_que carece «explicacionn. Este carfcrer psicolégico fue subrayado por vari Jdlogos antipogitivistas del siglo xix, siendo seguramente Sinunel el mas cenéxgico al considerar qué la comprension, como metodo caracteris- tico de las humanidades, ¢s_una forma _de {ea alemain Linfiblig) 0 recjeaei6e-ca- lame Ms ente del estudioso de la atmésfora pirinual, pensamientos, esariinlentan/y/motives, de sus-objeres de estudio®, “Sin embargo, no es Gaicamente por este sesgo psicoldgico por lo que cabe difecenciar a fa comprensién de la cxplicaciéa. La comprensién se encucatra ademas vineulada con la dntensionalidad de ‘uma manera en que 1a explicacion no To ests. Se comprenden los objetivos y propésinos de un agente, ef significado de un signo o de un simbolo, el sentido de una institucién social de un rito religioso. Fsta_dimeusin intencional 0, como también segoramente podria decisse, esta dimensién semin[eh " prension ha legado a jugar un_pepel relevame en la diseusion metodoligica mas recicate. (Cir. més adelante, See. 10) 2 La aba que introduje el téemiino Griterwivencbsft patece baber sido ta teidvecién de la Légia sle Mill por Schiel en 183. HI libre VE de Mill 143 ef titulaln en ta oaduceidn: «Von der Logik der Geisteswassenschaften der morilischen Wissenschaltens. Fue Dilthey quien puso el tino en circu cin, Cf. Feschcisen-Kobler 1912. 2 La eorla psiculogisia ue Ia comprension y del comacimiento hist6rico de Simmel se balla expuests en Simmel 1892, c.1 en especial, y eo Simmel 1918. #3 Deoysen 1057/1992, p. 25, yx habia dicho: «Nuestra comprensidn histdriea cs equipsrable a nucstes comprensién de quien nos habla.» 1s nnciéa diltheyana dhe ebmnprensidn (Dithey 1883 y 1884) era en un principio subremancsa epsicnde sistan y soubjetivsiae, Lege, (en Dithey 1910), al parecer bajo ta ereciente Fidluenea de Hegel, Dilthey aceaind cl eardeter subjeavon de los fraros lel méiodo de comprension, Vésse también Dililicy 1900, en especial el Apéndice, pp 332338.

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