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CELULA MADRE

Las células madre (CM) se encuentran en todos los organismos multicelulares y se distinguen
por dos propiedades fundamentales:

1) Son autorrenovables, es decir, se multiplican infinitamente y se conservan indiferenciadas, y


2) Producen uno o varios tipos de células diferenciadas (células cutáneas, hepatocitos,
miocitos, neuronas, etc.).

Las células madre se plantean como una estrategia terapéutica, ya que reparan o reemplazan
el tejido dañado, o revierten una enfermedad o lesión. Cada vez aumenta el número de
pacientes que se curan con los distintos tipos de trasplantes, o reciben terapia celular para
diversas enfermedades, como diabetes mellitus, enfermedad de Parkinson y Corea de
Huntington.

La investigación con células madre es un tema controversial debido a las cuestiones éticas
relacionadas con su origen y utilización.

La historia de las células madre inició con el estudio de los teratocarcinomas.

Éstos son tumores complejos que comprenden diversos tipos de células diferenciadas e
indiferenciadas denominadas células de carcinoma embrionario. Dichas células originan las
tres líneas germinales embrionarias clásicas: ectodermo, mesodermo y endodermo de las que
se forman todos los tejidos humanos

A mediados del decenio de 1970 se sugirió que las células pluripotentes (embrionarias) podían
ser un recurso de terapia celular, aunque no eran ideales por ser aneuploides y provenir de
tumores.2,4 Una vez entendida la biología de las células embrionarias y los embriones
tempranos, se cultivaron blastocitos que se detuvieron o retrasaron en su implantación para
obtener la mejor línea celular.9,10 La exitosa derivación de las células madre embrionarias
demostró que dichas células tienen un cariotipo normal y son pluripotenciales.4

Al mismo tiempo inició la investigación de las células madre humanas pluripotentes de


embriones y tejidos fetales, con lo que surgió nueva información relacionada con una clase de
células madre utilizadas por años y que ahora llamamos células madre adultas.
TIPOS DE CELULA MADRE
Células madre adultas (CMA)
Las células madre adultas se conocen y estudian desde hace tiempo en diferentes tejidos,
como la epidermis, el intestino y la sangre, cuyas células se renuevan con frecuencia. Las
células adultas demuestran que las CM se mantienen aún después del desarrollo embrionario
del organismo adulto, con la función de renovar su progenie.

Hace poco se descubrió su coexistencia en diversos tejidos que tienen limitada capacidad de
renovación, como los músculos, el hígado e incluso, en contra de los que se pensaba, el
cerebro. Estas células madre adulta, menos maleable que las células embrionarias, se conocen
como multipotenciales, ya que generan todos los tipos celulares de un mismo tejido, como
algunas células en la médula ósea que producen todas las células sanguíneas (glóbulos rojos,
blancos y plaquetas).

Plasticidad de las células madre adultas


Antes se pensaba que cuando una célula madre multipotencial se programaba para engendrar
un tipo de célula, permanecía así de por vida.

En los últimos años se ha criticado esta concepción debido a los sorprendentes


descubrimientos en el ratón.

Las células madre del cerebro, cultivadas en un ambiente particular, se diferenciaron, no en


neuronas sino en miocitos y células sanguíneas; además, algunas células madre musculares
originaron células sanguíneas. Las CM de la médula ósea mostraron aún más versatilidad: el
trasplante de éstas estimuló la regeneración de hepatocitos y miocitos. Estos ejemplos
sugieren que las células madre adultas pueden, en diversos grados, modificar su destino y
despojarse de su origen embrionario.

Algunos estudios relacionados con la plasticidad de las células madre incluyen células
cerebrales que originaron una línea celular hematopoyética: se inyectaron ratones irradiados
subletalmente con células madre neurales marcadas genéticamente. A partir de estos
trasplantes, los ratones produjeron células sanguíneas de los dos sublinajes: mieloide y
linfoide, así como células hematopoyéticas inmaduras.

En otro estudio, las células madres neuronales de ratones y humanos se convirtieron en


células musculares esqueléticas.

Diferentes estudios con células madre hematopoyéticas han demostrado que pueden originar
células hepáticas: se realizaron transplantes de médula ósea de machos a hembras sin génicas
y se causó un daño en el hígado de los receptores para estimular su regeneración.

Tiempo después se observaron células ovales hepáticas procedentes del donante, lo que
sugirió que en la médula ósea existen células madre con potencialidad de generar hepatocitos.
También pueden originar células de la microglía y astroglía en varias zonas del cerebro, como
se comprobó cuando se inyectaron en ratones adultos irradiados; o células musculares, pues la
infusión de células madre de médula ósea en ratones distróficos, cuya médula se había
destruido, produjo células que migraban al músculo, donde producían distrofina, y restauraron
parte de la función muscular.
Se tienen diferentes mecanismos para explicar la plasticidad de las CM. Por ejemplo, en las CM
hematopoyéticas se han propuesto cuatro modelos:

1) diferenciación de la célula madre pluripotente.

2) transdiferenciación indirecta.

3) transdiferenciación directa.

4) fusión.

En general, los mecanismos que originan esta plasticidad aún se desconocen, pues algunos
resultados se cuestionan y, con ellos, la noción de plasticidad tal como la entendemos hasta
hoy.

Células madre embrionarias (CME)


Las células madre embrionarias o fetales se obtienen de un embrión humano de cuatro o
cinco días de edad, es decir en la fase de su desarrollo llamada blastocisto. Los embriones
generalmente se crean mediante la FIV (fertilización in vitro) en clínicas en las que varios
óvulos son fertilizados en un tubo de ensayo, pero sólo uno se implanta en una mujer.

La reproducción comienza cuando el esperma de un macho fecunda el óvulo de una mujer


(ovocito) para formar una sola célula llamada cigoto. La célula cigoto inicia una serie de
divisiones, convirtiéndose en 2, 4, 8, 16 células, etc. después de cuatro a seis días y antes de la
implantación en el útero (esta masa de células se llama blastocisto). El blastocisto se compone
de una masa celular interna (embrioblasto) y una masa celular externa (trofoblasto). La masa
celular externa se convierte en parte de la placenta, y la masa celular interna es el grupo de
células que se diferencian para convertirse en todas las estructuras de un organismo adulto.

Esta masa es la fuente de células madre embrionarias o células totipotentes, es decir, células
con potencial total de convertirse en cualquier célula en el cuerpo.
En un embarazo normal, la fase de blastocisto continúa hasta la implantación del embrión en
el útero. En este punto al embrión se le conoce con el nombre de feto. Esto suele ocurrir a
finales de la semana 10 de gestación después de que todos los órganos principales del cuerpo
se hayan creado.

Se deben extraer las células madre embrionarias (también llamadas células germinales) en el
estado de blastocisto mediante la colocación de la masa celular interna del blastocito en una
placa de cultivo que contiene un caldo rico en nutrientes. Al carecer de la estimulación
necesaria para diferenciar, comienzan a dividirse y replicarse, mientras que mantienen su
capacidad de convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo humano. Finalmente, estas
células no diferenciadas pueden ser estimuladas para crear células especializadas.

GENERACION DE CELULAS MADRES EMBRIONARIAS

Derivan a las células madres Embrionarias de embriones. Los obtienen específicamente de los
huevos que se han fertilizado in vitro para un par de fuerzas estéril en una clínica de la
fertilización in vitro. Éstos son los huevos fertilizados exceso que se donan para la investigación
con el consentimiento informado de los donantes. Estos embriones no son los huevos que se
han fertilizado dentro del cuerpo de una mujer.

Los embriones que pueden proporcionar a las células madres embrionarias son típicamente
cuatro o cinco días de viejo y son una bola microscópica hueco de las células llamadas el
blastocyst. El blastocyst tiene tres estructuras: -

 trofoblasto - capa de células que rodea el blastocyst


 blastocoel - la cavidad hueco dentro del blastocyst
 masa interna de la célula - alrededor 30 células en un extremo del blastocoel
CELULA MADRE HEMATOPOYETICA

La médula ósea es un tejido graso y suave que yace al interior del hueso trabecular, y son en
conjunto la trabécula y el estroma de la médula ósea los elementos que físicamente soportan y
fisiológicamente mantienen el tejido hematopoyético. Durante los dos primeros años de vida,
la médula ósea activa (médula roja) se localiza en todos los huesos y gradualmente es
reemplazada por tejido medular inactivo (médula amarilla o grasa). El microambiente
hematopoyético de la médula ósea contiene células de la estroma cuyo origen puede ser
mesenquimal, como es el caso de las células endoteliales, los fibroblastos, los adipocitos y los
osteoblastos o puede ser hematopoyético no-mesenquimal como los macrófagos y las células
dendríticas. Todas estas células de la estroma producen y depositan elementos en la matriz
extracelular (MEC), además de esto son capaces de producir y concentrar citoquinas locales
hematopoyéticas que pueden inducir o inhibir la proliferación y diferenciación de células
progenitoras, formando así el nicho de la célula madre/ progenitora. Se cree que la
diferenciación hacia un linaje específico puede depender de interacciones especializadas entre
células del estroma y células progenitoras.

Los procesos de auto-renovación y diferenciación de las CMHs son controlados por un


conjunto de mecanismos reguladores extrínsecos e intrínsecos en los nichos hematopoyéticos,
que se pueden establecer a través de interacciones entre las células. Un ejemplo de ello son
las interacciones de las células progenitoras hematopoyéticas con diferentes tipos celulares
como los fibroblastos, los cuales actúan sobre los procesos de crecimiento y diferenciación; las
células endoteliales, que facilitan la migración de los precursores hematopoyéticos desde la
médula hacia el torrente sanguíneo, y los osteoblastos que mantienen la hematopoyesis
gracias a la producción de factores estimulantes de colonias granulocíticas y monocíticas, y al
igual que los fibroblastos y las células endoteliales, permiten la adhesión de células primitivas
hematopoyéticas CD34+.

Conceptualmente el nicho hematopoyético está dividido en tres partes:

i) una zona osteoblástica (localizada cerca de los osteoblastos.

ii) una zona medular de CMHs quiescentes y proliferantes.

iii) una zona vascular (cerca de los sinusoides) que permite la salida a la circulación de las
células maduras.

El nicho osteoblástico está conformado por osteoblastos cuya función principal es ser
formadores de hueso induciendo la diferenciación de las CMHs en osteocitos. En este nicho se
han identificado diversas moléculas de adhesión celular que favorecen la interacción de los
osteoblastos con las CMHs, entre las que se encuentran la N-caderina que se expresa tanto en
osteoblastos como en las CMHs quiescentes, y la ß-1 integrina que se une a la fibronectina y
promueve la adhesión a las células estromales de la médula ósea.

Las células progenitoras hematopoyéticas que se encuentran cerca de las células madre
quiescentes constituyen un segundo tipo de nicho celular conocido como nicho medular. Las
células progenitoras producen factores que inhiben la proliferación de las células madre
adyacentes, pero cuando el número de estas células progenitoras disminuye dentro del nicho,
por ejemplo a causa de una terapia mieloablativa, las CMHs quiescentes son liberadas de su
inhibición y comienzan a dividirse.
Las CMHs quiescentes ubicadas en primer lugar en el nicho osteoblástico, al recibir estímulos y
señales que inducen su proliferación, maduración y diferenciación según los requerimientos
del organismo, migran desde este primer nicho hacia el nicho medular y posteriormente, antes
de ser liberadas a la circulación, se desplazan al nicho vascular para culminar los procesos de
proliferación o diferenciación. Este nicho además de suplir de oxígeno a las CMHs en división,
produce factores angiogénicos indispensables para el mantenimiento celular, como el Factor
de Crecimiento Vascular Endotelial (VEGF).

PROPIEDADES FUNCIONALES DE LAS CELULAS MADRE HEMATOPOYETICAS

Estudios realizados con el fin de identificar algunas de las propiedades funcionales de las CMHs
han arrojado resultados diversos aunque complementarios entre sí, probablemente debido a
la gran heterogeneidad entre las diferentes subpoblaciones de CMHs.

El primer estudio cuantitativo de CMHs fue realizado por Till y McCulloch en 1961, quienes
obtuvieron células hematopoyéticas de la médula o del bazo de ratones donadores y las
transplantaron por vía intravenosa a ratones previamente irradiados con dosis letales, con el
fin de destruir la hematopoyesis endógena y prevenir la generación de CMHs del hospedero.
Algunas células inyectadas (aproximadamente 10%) se alojaron en el bazo del receptor y allí
proliferaron y formaron colonias macroscópicas que pudieron ser contadas y a las cuales se les
llamó unidades formadoras de colonia de bazo (UFC-B).

Varios estudios mostraron que aunque las UFC-B hacia los días 12/13 después de ser
retransplantadas son capaces de auto-renovarse, son incapaces de mantener una
hematopoyesis a largo plazo, lo que permite pensar que realmente no son verdaderas CMHs.
Estos resultados fueron la base para implementar la prueba que se utiliza actualmente para
definir a una CMH, la cual consiste en demostrar su capacidad de completar y mantener por
más de 6 meses la regeneración del sistema linfo-hematopoyético después de haber sido
transplantada.

Los cultivos a largo plazo de médula (LTC del inglés long-term cultures) fueron desarrollados en
1977 por Dexter et al., quienes cultivaron médula ósea humana o de ratón en un medio
suplementado con suero fetal bovino. Las células del estroma formaban una capa
alimentadora adherente en la cual las CMHs y las células progenitoras del inóculo proliferaron
y se diferenciaron por semanas y meses en ausencia de factores exógenos. Las células
iniciadoras de cultivo a largo plazo (LTC-IC del inglés long-term culture initiating cells) son
células progenitoras más primitivas que las
células formadoras de colonia (CFC), se pueden
encontrar entre o bajo las células del estroma,
son capaces de iniciar y mantener la
hematopoyesis por largos períodos de tiempo en
cultivo y pueden reiniciar LTC secundarios.
Menos del 0.1% de las CMHs de la médula ósea
son capaces de proliferar a largo plazo y de auto-
renovarse. La proporción de LTC-IC con respecto
a CFC en sangre periférica es de 1:50 mientras
que en médula ósea es de 1:20. Sin embargo, no
se han encontrado diferencias significativas en el
potencial de proliferación o diferenciación de las
LTC-IC de médula ósea y de sangre en estado
normal.
¿Para qué se pueden utilizar las células madre?
Se sueña con usar las células madre para tratamientos aplicados a los seres humanos, ya que
muchos problemas médicos surgen por los daños que sufren las células diferenciadas. Estos
son algunos ejemplos:

¸ La diabetes mellitus dependiente de insulina (DMDI), en la que las células beta del páncreas
han sido destruidas por un ataque autoinmune.

¸ La enfermedad de Parkinson, en la que las células secretoras de dopamina del cerebro han
sido destruidas.

¸ La leucemia, un cáncer de las células hematopoyéticas en el que se producen grandes


cantidades de glóbulos blancos.

Las enormes posibilidades de diferenciación de las células madre han originado una intensa
actividad investigadora con el fi n de aprovecharlas para contribuir a reemplazar las células
que se pierden en estos trastornos. Aunque se han logrado algunos éxitos con animales de
laboratorio, hasta la fecha no se están aplicando mucho en terapias clínicas con seres
humanos. Una excepción es el uso de las células madre de la médula ósea (una célula madre
adulta) para el tratamiento de los trastornos sanguíneos, por ejemplo la leucemia.
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
http://www.eurostemcell.org/files/Presentando_las_c%C3%A9lulas_madre.pdf

http://digital.csic.es/bitstream/10261/48842/11/PREGUNTAS_C%C3%89LULAS.pdf

http://www.medigraphic.com/pdfs/meduni/mu-2007/mu073g.pdf

http://lascelulasmadre.es/embrionarias

http://www.news-medical.net/health/What-are-Embryonic-Stem-Cells-(Spanish).aspx

http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1692-72732007000100007
UNIVERSIDAD NACIONAL
PEDRO RUIZ GALLO

ALUMNO:
Santa Cruz Quiroz Victor F.

ESCUELA PROFESIONAL:
Ingeniería de Industrias Alimentarias.

CICLO:
2014 – II

AREA:
Biología.

DOCENTE:
Lic. Rosa Amaya Arrunátegui.

2014

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