Vous êtes sur la page 1sur 3

LA RELACIÓN ENTRE FILOSOFÍA Y LA CIENCIA.

La relación entre ciencia y filosofía es muy importante para el descubrimiento de la

naturaleza de los seres, para el conocimiento, la descripción y la valoración de su

importancia. Estas dos actividades del espíritu humano constituyen manifestaciones de la

misma necesidad gnoseológica, y se influyen mutuamente en realidad. Recordemos la frase

que existía en la puerta de entrada de la Academia platónica: “No entre nadie sin saber

geometría”.

La filosofía necesita el apoyo sensible de la ciencia y esta, a su vez, sin la filosofía, pierde

profundidad, espíritu crítico y actividad creativa. La filosofía sería por tanto para la ciencia

lo que el alma para el cuerpo o lo que la forma para la materia. Muchas veces se confunde la

filosofía de la ciencia con la historia de la ciencia. Son, sin embargo, dos campos diferentes,

aunque está claro que cualquier intento de acercamiento filosófico a la ciencia

necesariamente tendrá que basarse en cierta perspectiva histórica, en relación con la

evolución de las ideas, dentro de un marco espacio-temporal concreto. La filosofía de la

ciencia, así como la filosofía de la historia, es siempre filosofía. Y la filosofía, ya se haga de

la ciencia, del arte, de la política o de otro campo, necesita un marco histórico, temporal, de

manera que se comprendan las relaciones encadenadas de causas y efectos que tienen lugar

en la evolución de las ideas, en cada momento civilizatorio. Pero, en este caso, la historia

será un sustento, una ayuda aclaratoria para el desarrollo de la filosofía de la ciencia. La

filosofía tendría su finalidad en el estudio del hombre, y el cultivo de los medios para que devenga

más perfecto, mientras que las ciencias atenderían más a las cosas exteriores hasta las más alejadas.

Para que esto se produzca contribuyen las siguientes razones: 1. Los descubrimientos e

inventos revolucionarios no son siempre acordes con las consideraciones y presupuestos


filosóficos de lo establecido por los que comienzan, o con los principios aceptados a los que

están sometidos los criterios apreciativos de los filósofos. Sin embargo, estos

descubrimientos pueden muchas veces utilizarse como base para nuevas revisiones de raíz

en la filosofía. Asimismo, sucede lo contrario, como dice K. Popper: “Desde un punto de

vista histórico, las ciencias occidentales actuales provienen de las consideraciones filosóficas

de los griegos acerca del mundo, acerca del orden del universo”. 2. El inconveniente de las

ciencias actuales proviene de la falta de pensamiento filosófico en la consideración sobre la

naturaleza última de las cosas. Esto tiene como resultado una actividad científica deficiente,

insegura y dudosa, en la que no existe cierta forma de metafísica filosófica.

En un contexto cultural como el actual, en el que se vuelven a escuchar las voces de un nuevo

diálogo entre filosofía y ciencias, y en el que se busca valorizar las dimensiones humanistas

y personalistas de la empresa científica, parece acertado continuar y completar su

planteamiento, aunque también quepa perfeccionarlo. No entenderá al hombre plenamente,

el que sólo haya comprendido la realidad inmediata de la ciencia, ni el que nunca ha salido

de su encerramiento subjetivo, sino el metafísico que al elevarse a la realidad más

trascendental, ha vuelto con la reflexión a su ser, sin dejar de ver su relación con Dios

trascendente y con las cosas iguales e inferiores, buscando los nexos y las diferencias que lo

unen y separan de ellas. En conclusión hemos tratado de sostener los siguientes puntos: 1. La

filosofía más que las otras disciplinas revela lo que es el hombre en toda su realidad. 2.

Teniendo que ver más con el hombre que con las demás cosas, y terminando su acción dentro

del sujeto, permite, hace posible un mayor perfeccionamiento humano de aquel que se cultiva

por ella.
BIBLIOGRAFÍA:

Fourez, Gérard (1994).La construcción del conocimiento científico: filosofía y ética de la

ciencia.

Rojas Rodríguez, Carlos.(2013). El arte de realizar la investigación científica sistémica. 1ra.

Edición. Trujillo-Perú.

K1imovsky, Gregorio. (1997). Las desventuras del conocimiento científico. 3era. Edición.

Moulines, Carlos Ulises. Díez, José A. (1997).Fundamentos de filosofía de la ciencia.

LINKOGRAFÍA:

http://www.filosofia.org/aut/003/m49a1609.pdf

ALEXANDRA BRYGITH TIRADO CALDERÓN

Vous aimerez peut-être aussi