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3 Críticas a la Teoría de la Acción Comunicativa de Habermas.

Un análisis a la idea

de Comunicación, a la Idea de Racionalidad y a la Idea de Totalidad como punto

máximo o clímax en la Política y en las Ciencias Sociales. Un esclarecimiento de las

Teorías Sociales bajo una perspectiva analítico-realista.

Guillermo M. Araya Paniagua1

Cien profundas soledades forman en su conjunto la ciencia de Venecia; este es su

encanto. Un modelo para los hombres del porvenir. Nietzsche,

Fragmentos Póstumos.

I therefore turn to a new line of enquiry: how do we tell someone´s intentions ? or:

what kind of true statements about people´s intentions can we certainly make, and

how do we know that they are true ?

G.E.M. Anscombre, Intention.

En las ciencias sociales, hablar de creencias es inquietante, puesto que los científicos

sociales son típicamente tímidos en lo que respecta a sus métodos, hay también

mucha palabrería acerca de la discusión de creencias.

Daniel C. Dennett. La actitud intencional.

Sumario. Cuestiones previas y breve resumen. 1) ¿Será siempre posible la

comunicación y el entendimiento? Crítica a la idea de la comunicación como

determinismo. ¿ Será posible una suerte de Solipsismo Comunicativo ? a) Actos

locucionarios, ilocucionarios y perlocucionarios. b) Idea del Éxito de la

comunicación en Habermas y contraste con la Teoría de los Infortunios de Austin.

1
Estudiante de Derecho y Filosofía UCR.
c) El problema del solipsismo. ¿Será posible una suerte de Solipsismo

Comunicativo? 2) ¿De qué habla Habermas cuando menciona la idea de

Racionalidad? ¿Será posible algún entendimiento entre las Ciencias Sociales ?, o

aún peor, ¿será irracional o imposible no tener un entendimiento con alguien? a)

Idea de la Racionalidad en Habermas b) ¿Será posible y válido un entendimiento

real entre las distintas disciplinas sin escollos de ningún tipo? 3) El concepto de

mundo de la vida en la Acción Comunicativa y la Crítica a la Idea de Totalidad. A

modo de conclusión. Bibliografía

Cuestiones previas y breve resumen

El presente artículo tiene como finalidad analizar la Teoría Comunicativa de Jürgen

Habermas desde una óptica crítica con un anclaje a una perspectiva analítico-realista.

En cuanto a la Teoría de la Acción Comunicativa y algunas ideas Universalistas no

menos polémicas de este autor, se ha dicho aunque a veces en forma muy laxa, que “sus

ideas obedecieron y fueron paralelas al currículo vitae de la República Federal desde sus

primeras horas hasta el momento de su unificación2”; por lo que a luz de este contexto

socio-histórico podemos comprender la necesidad de este autor alemán por concebir una

Doctrina unificadora, pacificadora, que calmara las tensiones entre una Alemania dividida

geográficamente en dos, por motivos ideológico-políticos.

2
Pensky, Max (1995). Universalism and the situated critic. The Cambridge Companion to Habermas.

Edited by Stephen K. White. p. 69. Cambridge University Press.


Asimismo cabe mencionar al igual que ha ocurrido en otras épocas, como la época de

la Ilustración y en la Revolución Francesa, que han habido otros autores que pretendieron

cometidos similares a los de Habermas con el fin de unificar una multiplicidad de ideas y

de situaciones e incluso de apaciguar los ánimos con otro tipo de ideologías no menos

ilusas como la planteada por Rousseau en la que se ha pretendido mediante, el ideal de

un Contrato Social, al menos en el caso de este último autor, abarcar múltiples ideales no

menos aturdidores como los que aturdieron a Habermas para plantear su Teoría

Comunicativa.

En cuanto al impacto social, político y psicológico que pudo tener la teoría del

Contrato Social, se podrá decir de “muy buena fe” que ha ayudado a consolidar la

democracia, que ha conllevado a generar consensos y en fin a universalizar la democracia

o ¿porqué no?, el Estado de Derecho. Lo cierto es que, si bien esto puede ser en alguna

medida verdadero, los problemas que surgen en una democracia o en definitiva en la

relación con las personas de carne y hueso, están muy lejos de ser resueltos con ideologías

como la expuesta por éste y por otros teóricos modernos al estilo de Rawls que pretenden

¡generar ficciones o situaciones ideales donde no las hay!

En el caso de Habermas y su Teoría Comunicativa si bien no es tan fácil plantearle

objeciones en principio, porque se dirá talvés: ¿hoy día quien no necesita comunicarse en

forma ideal?, lo cierto es que su Teoría Universalista no cumple en rigor con tanta

complejidad con que adolece el mundo social.


En cuanto a algunas teorías presentes en las Ciencias Sociales como la que analizamos,

se les ha criticado que muchas veces atienden a una suerte de “concepción misionera3”, y

en ese sentido se ha mencionado que “dentro de una primera categoría están quienes se

proclaman capaces de suministrar unas fórmulas que logren tales arreglos en breve y sin

tocar las principales estructuras de privilegios ni, en general, cambiar a fondo las pautas

de conducta más comunes que la gente sigue en ese medio social (…), he aquí, [se dice],

la ¡promesa que venden los tecnócratas!4”. Asimismo se menciona que “por el otro lado,

hay también quienes prefieren hacer ver que ellos no son conformistas, se presentan como

“críticos”, sienten (…),[se dice], que su Misión es contribuir a renovar las formas

sociales básicas (…),[y asimismo], estos proponen verdaderos cambios en las dinámicas

sociales conocidas; pero entonces necesitan presuponer la posibilidad de llegar, de la

manera que fuere (revolucionaria o no), a modelos de sociedad hechos para unos

“hombres nuevos” (…), ésta última es la variante que protagonizan(…),[se añade ], sobre

todo para efectos del comercio de ideas en círculos académicos, unos autores que

responden esencialmente al tipo wishful thinker5” y que se mencionará posteriormente en

el desarrollo del presente trabajo.

Enrique Pedro Haba, distingue entre el tipo de autor como Rawls que según su dicho,

hace “experimentos mentales que al fin y al cabo, no sirven para entender nada de lo que

pasa en el mundo real6” y autores como Habermas que reconoce, “es un autor de mayor

fineza que el primero y que “por su parte, no es tan fácil de detectar (las ficciones y

3
Haba, Enrique Pedro (1996). Estrategias del “Wishful Thinking” en una moderna Santa Familia: Sobre
Habermas, Rawls, etc. De la concepción “misionera” en las ciencias sociales. p. 146. Revista de Ciencias
Sociales No. 73-74. Setiembre-Diciembre. Universidad de Costa Rica.

4
Ídem.
5
Ídem.
6
Ídem, p. 148.
utopías), ni tan monocorde (…) [aunque se sostiene que] “la situación ideal de habla”-

con sendas perdidas como las de Rawls, se trata, sin duda, de un autor que está muy por

encima de éste último7.”

El presente trabajo se dividirá en 3 secciones. En la primera de ellas se avocará a

resaltar algunas deficiencias de la Teoría Comunicativa habermasiana, y a postular la

posibilidad del solipsismo intencional que incluso niegan, aunque no en forma muy clara,

autores del peso de Wittgenstein; asimismo se planteará la posibilidad de que exista una

suerte de solipsismo comunicativo.

En la segunda sección se enfocará la crítica a la idea de Racionalidad, y la teoría

habermasiana de la “situación ideal de habla”, en donde se mencionarán criterios en

contra de éstas, de autores como del mismo John Austin, de quien Habermas toma sus

ideas. Asimismo en esta sección, se mencionará brevemente lo que señala este último

autor y otros sobre la posibilidad o no de la racionalización entre las distintas disciplinas

sociales.

En la última sección del trabajo se atizará la argumentación contra algunas ideas

“totalitarias”, presentes tanto en su obra de la Teoría de la Acción Comunicativa, como

en el trasfondo teorético y metodológico de ésta, así como la postura de autores como

Hans Albert.

Ya en otros trabajos8 he querido vislumbrar aunque de forma muy escueta, aspectos

que conciernen a la intencionalidad. En el presente trabajo se expondrán de igual forma

7
Ídem
8
Araya Paniagua, Guillermo M (2013). El problema de los conceptos indeterminados con especial énfasis

al lenguaje político y de las ciencias jurídicas. Una aproximación a la metafísica inherente al lenguaje como

uno de los aspectos medulares de la Filosofía Analítica. Hermenéutica. Revista Jurídica Estudiantil No. 22.
rasgos que conciernen a ésta, bajo la idea del solipsismo intencional y aún bajo un

concepto más extraño, el de un solipsismo comunicativo al que apunto.

1) ¿Será siempre posible la comunicación y el entendimiento? Crítica a la idea

de la comunicación como determinismo. ¿Será posible una suerte de

Solipsismo Comunicativo?

a) Actos locucionarios, ilocucionarios y perlocucionarios.

En primera instancia cabe destacar que Habermas desarrolla las ideas de John

Austin en lo que concierne a los Actos de Habla y el uso de las palabras, en el

Interludio Primero, denominado: Acción Social, Actividad Teleológica y

Comunicativa.

Ab initio, hay que resaltar que este apartado a mi parecer ¡es uno de los más

interesantes y de alguna forma más pragmáticos de los 2 tomos de su teoría de la Acción

Comunicativa! (¡sin querer decir con ello, que el resto de los temas que aborda en otros

apartados lo sean!).

En cuanto a la influencia de John Austin, Habermas “reconoce un cambio de

paradigma que introduce(…), [este autor], en la Filosofía del Lenguaje (…);[sin embargo

menciona que], no se trata solamente de dar cabida, junto al modo asertórico, a otros

igualmente justificados de empleo del lenguaje; sino que han de identificarse también, de

forma parecida a como acontece con el modo asertórico, las pretensiones de validez y

referencias al mundo que esos otros modos implican (…),[y en ese sentido señala que]

(…)en esta dirección se mueve mi propuesta de no contraponer el papel ilocucionario

como una fuerza irracional al componente proposicional fundador de validez sino de


concebirlo como el componente que especifica qué pretensiones de validez plantea el

hablante con su emisión cómo lo plantea y en defensa de qué lo hace9.”

Menciona Habermas que “entendemos un acto de habla cuando sabemos qué lo hace

aceptable, [añade que] (…) desde la perspectiva del hablante las condiciones de

aceptabilidad se identifican con las condiciones de su éxito ilocucionario y que

llamaremos «aceptable», [añade], a un acto de habla cuando cumple las condiciones

necesarias para que un oyente pueda tomar postura con un sí frente a la pretensión que a

ese acto vincula el hablante10.”

Posteriormente, Habermas define en qué consisten los actos locucionarios,

ilocucionarios y perlocucionarios, al decir “Austin (…) llama locucionario al contenido

de las oraciones enunciativas ('p') o de las oraciones enunciativas nominalizadas ('que p').

[Menciona que] con los actos locucionarios el hablante expresa estados de cosas; dice

algo. Con los actos ilocucionarios, [menciona que,] el agente realiza una acción diciendo

algo. [Asimismo añade que] el rol ilocucionario fija el modo en que se emplea una oración

('M p'): afirmación, promesa, mandato, confesión, etc. (…) [ la negrita no es del autor.

] [Se menciona asimismo que] en condiciones estándar el modo se expresa mediante un

verbo realizativo empleado en primera persona del presente de indicativo; el sentido de

acción se pone particularmente de manifiesto en que el componente ilocucionario del acto

de habla permite la adición de hiermit (hereby, «por la presente» *); «(por la presente) te

prometo (te ordeno, te confieso) que p»11”. [Se menciona que] “por último, con los actos

perlocucionarios el hablante busca causar un efecto sobre su oyente. Mediante la

9
Habermas, Jürgen (1992). Teoría de la Acción Comunicativa, I. Crítica de la Razón Funcionalista. p. 357.
Taurus Ediciones. Madrid.
10
Ídem, Habermas. p. 382.
11
Ídem, pp. 370-371
ejecución de un acto de habla causa algo en el mundo. Los tres actos que distingue Austin

pueden, por tanto (…),[dice Habermas] caracterizarse de la siguiente forma; decir algo;

hacer diciendo algo; causar algo mediante lo que se hace diciendo algo12.”

Ahora bien, Habermas con el fin de ligar la teoría de Austin con su teoría

Comunicativa menciona que “con la fuerza ilocucionaria de una emisión puede un

hablante motivar a un oyente a aceptar la oferta que entraña su acto de habla y con ello a

contraer un vínculo (Bindung) racionalmente motivado, (…) este concepto, [dice]

presupone que los sujetos capaces de lenguaje y de acción pueden referirse a más de un

mundo, y que al entenderse entre sí sobre algo en uno de los mundos basan su

comunicación en un sistema compartido de mundos13.”

No obstante lo dicho, hay que resaltar que existen problemas “prácticos” en la Acción

Comunicativa en relación con los Actos de Habla de Austin, que Habermas no puede

explicar satisfactoriamente; y que por el contrario Austin sí lo hace en cierta medida a

través de lo que se verá seguidamente y concerniente a los Infortunios.

Esto sucede en virtud de que Habermas “pone todos sus huevos en el mismo canasto”,

con el fin de sostener a toda costa un verdadero entendimiento y una verdadera

comunicación dejando de lado casos en que su teoría no es de recibo.

Por ejemplo Austin menciona algunos casos prácticos como estos “E.a) Sí, juro

(desempeñar el cargo con lealtad, honradez, etc.), expresado en el curso de la ceremonia

del cargo, E.b) Bautizo este barco Queen Elizabeth, expresado al romper la botella de

champaña contra la proa, E.c) Lego mi reloj a mi hermano, como cláusula de un

12
Ídem.
13
Ídem, p. 358.
testamento, E.d) Te apuesto cien pesos a que mañana va a llover14”, en estos casos Austin

plantea la posibilidad de que no existan “condiciones ideales” sino que suceda todo lo

contrario, por ejemplo en el primer caso plantea la posibilidad de que quien proceda a

bautizar el barco no tenga la investidura para hacerlo, lo que es a su vez muy importante

resaltar y que deja entrever que muchas veces la realidad social no es como uno espera,

para poca fortuna de los wishful thinkers; dicho en otras palabras ¿será ideal o válido el

bautizo de un barco por una persona que no es su dueña o quien no esté autorizado para

ello ? ¿Será entonces, en ese caso, ideal el entendimiento? A nuestro criterio, no!

Habermas sin embargo, plantea un caso muy interesante donde entra en juego la teoría

Austiniana de actos locucionarios, ilocucionarios y perlocucionarios. Él menciona la

hipótesis en que un “participante en un seminario no entiende la exigencia que le hace el

profesor: [7] Por favor, tráigame un vaso de agua15” y en el que el alumno no sabe si la

verdadera intención del profesor es un acto perlocucionario y no ilocucionario, por

ejemplo “dejarme en mal ante mis compañeros acompañante en el seminario16.”

Sin embargo, a pesar de un ejemplo tan novedoso e interesante, considero que la teoría

habermasiana no es capaz de contestar a esta pregunta en forma satisfactoria ¿cómo saber

la verdadera intención del profesor?

b) Idea del Éxito de la comunicación en Habermas y contraste con la Teoría de los

Infortunios de Austin.

En cuanto al éxito de la Comunicación, Habermas menciona que “a una acción

orientada al éxito la llamamos instrumental cuando la consideramos bajo el aspecto de

14
Austin, John L (1990). Como hacer cosas con palabras. Traducción de Genaro R. Carrió y Eduardo A
Rabossi. p. 46. Barcelona.
15
Op. Cit. Habermas. (Teoría de la Acción Comunicativa, I…) p. 392.
16
Ídem.
observancia de reglas de acción técnicas y evaluamos el grado de eficacia de la

intervención que esa acción representa en un contexto de estados y sucesos; y a una acción

orientada al éxito la llamamos estratégica cuando la consideramos bajo el aspecto de

observancia de reglas de elección racional y evaluamos su grado de influencia sobre las

decisiones de un oponente racional(…).[Asimismo añade que], las acciones

instrumentales pueden ir asociadas a interacciones sociales, las acciones estratégicas

representan, ellas mismas, acciones sociales. Hablo, en cambio (…),[dice], de acciones

comunicativas cuando los planes de acción de los actores implicados no se coordinan a

través de un cálculo egocéntrico de resultados, sino mediante actos de entendimiento

(…)17”. Por último señala que, “en la acción comunicativa los participantes no se orientan

primariamente al propio éxito; antes persiguen sus fines individuales bajo la condición de

que sus respectivos planes de acción puedan armonizarse entre sí sobre la base de una

definición compartida de la situación18.”

Recordemos, que la intención de Habermas es proponer una pragmática universal y

es a través de la Acción Orientada al Entendimiento con miras a la Comunicación que

según este autor puede lograr tal cometido.

Por otro lado es importante mencionar que Habermas utiliza como mencionamos,

como parte de su Teoría Comunicativa las tesis de John Austin19 en torno a los usos de

las palabras, sin embargo, a mi parecer lo hace de manera antojadiza y deja de lado

muchos aspectos importantes que evidentemente no tienden a la comunicación, ni mucho

17
Op. Cit. Habermas, (Teoría de la Acción Comunicativa, I…)p. 367
18
Ídem.
19
Nota. Cabe resaltar que algunas de las ideas de Austin en su obra ¿Cómo hacer cosas con palabras?
parecen tener cierta analogía con una parte de la idea de Juegos de Lenguaje en Wittgenstein. Aunque se
ha dicho contrario a esto, que son ideas independientes de los autores en cuestión.
menos al entendimiento y que es relevante resaltar y que responden a ejemplos prácticos

de la vida que mencionamos en forma breve arriba.

Austin menciona que “(…) es menester como regla general, que muchas otras cosas

anden bien y salgan bien para poder decir que la acción ha sido ejecutada con éxito,

[(¡similar a lo que postula Habermas!), sin embargo que] (…) espera descubrir, cuáles

son estas cosas examinando y clasificando tipos de casos en los que algo sale mal y, como

consecuencia de ello, el acto -asumir un cargo, apostar, legar, bautizar, o lo que sea- es

un fracaso o, por lo menos, lo es en cierta medida, podemos decir entonces, [añade], que

la expresión lingüística no es en verdad falsa sino, en general, desafortunada20”.

Es de esta forma que Austin deja establecida su doctrina de los Infortunios la que

define como “la doctrina de las cosas que pueden andar mal o salir mal, en oportunidad

de tales expresiones21” y que es la parte que a mi parecer Habermas pretende ocultar y

deja a merced de lo que no es dable de la comunicación (cuando no del entendimiento) la

acción estratégica, una idea no menos vaga que muchos otros aspectos de su teoría.

Austin por su parte, con miras a que se eviten este tipo de distorsiones entre las

palabras y las acciones menciona que “A.l) Tiene que haber un procedimiento

convencional aceptado, que posea cierto efecto convencional; dicho procedimiento

[menciona] debe incluir la emisión de de ciertas palabras por parte de ciertas personas en

ciertas circunstancias, además, A.2) en un caso dado, las personas y circunstancias

particulares deben ser las apropiadas para recurrir al procedimiento particular que se

emplea. [Asimismo menciona], que B.1) el procedimiento debe llevarse a cabo por todos

los participantes en forma correcta, y por último B.2) en todos sus pasos. [Asimismo

20
Op. Cit. Austin, John L (1990). p. 55.
21
Ídem.
añade que] R'.1) en aquellos casos en que, como sucede a menudo, el procedimiento

requiere que quienes lo usan tengan ciertos pensamientos o sentimientos, o está dirigido

a que sobrevenga cierta conducta correspondiente de algún participante, entonces quien

participa en él y recurre al procedimiento debe tener en los hechos tales pensamientos o

sentimiento o los participantes deben estar animados por el propósito de conducirse de la

manera más adecuada, y, además. R'.2) los participantes tienen que comportarse

efectivamente en su oportunidad22.”

Por ejemplo, menciona Austin, “cuando digo "prometo" sin intención de cumplir, he

prometido pero... necesitamos nombres para referirnos a esta distinción general. Por ello

llamaremos desaciertos a los infortunios del tipo A.1 a B.2, en los que no se consiguen

llevar a cabo el acto, [añade] para cuya realización o en cuya realización sirve la fórmula

verbal correspondiente. Y, por otra parte, [menciona], llamaremos abusos a aquellos

infortunios (los del tipo r) en los que el acto es llevado a cabo23.”

Añade Austin, que “cuando la expresión es un desacierto, el procedimiento al que

pretendemos recurrir queda rechazado (no autorizado) y nuestro acto (jurar, etc.) resulta

nulo o carente de efecto, etc., nos referimos a él, [dice], llamándolo un acto intentado o,

quizá, un intento, o nos valemos de una expresión tal como sólo usé una fórmula de

juramento por oposición a juré24.”

Asimismo, si la pretensión de Habermas es solucionar esta falencia, de ¿qué sucede

cuando no hay comunicación? o de definir ¿cuáles son las condiciones ideales para que

se dé el éxito comunicativa?, a mi parecer la tesis de la Acción Estratégica no es tampoco

otra tesis menos problemática.

22
Ídem, p. 56
23
Ídem, p. 57
24
Ídem, p. 57
Por último, otra crítica que se la ha hecho a Habermas, pero en mayor medida a los

teóricos seguidores de la teoría dialéctica, es el Olvido del Sujeto, en ese sentido nos

preguntamos ¿para el éxito comunicativo, habrá previsto Habermas, entre qué personas

debe o puede haber comunicación?

c) El problema del solipsismo. ¿Será posible una suerte de Solipsismo

Comunicativo?

En cuanto al tema del solipsismo (y que para nuestros efectos se referirá

exclusivamente en lo que atañe a la intencionalidad) y del lenguaje privado, alguna

referencia es casi inexistente en la teoría habermasiana, sin embargo a mi parecer es

importante teorizarlo, con el fin de des-racionalizar25 (así como veremos adelante) la

teoría habermasiana de la comunicación. Sin embargo y en contraste con estos tópicos,

tenemos lo que Habermas denomina “actitud orientada al entendimiento26.”

En cuanto al lenguaje privado, por lo menos en cuanto a las ideas de un autor que sigue

Habermas (Wittgenstein), se ha dicho que “hay, por supuesto, un sentido en el que las

experiencias son más privadas que comportamiento: experiencias como el dolor pueden

ser mantenidos en secreto sin ser manifestado públicamente en forma alguna; (…)[se dice

asimismo que] si se quiere llamar a una experiencia así guardar para uno mismo "privado"

- por ejemplo, un movimiento de ajedrez considerado y descartado, en la imaginación -

entonces hay claramente esas experiencias privadas como Wittgenstein admite

expresamente. [Pero se menciona que] si una experiencia privada es uno que se mantiene

en secreto, no hay ninguna razón para llamar a una experiencia que no se mantiene secreto

25
Nota: A nuestro criterio desracionalizar que existe un entendimiento y una comunicación ideales implica
una primera aproximación al tema que nos ocupa.
26
Op. Cit. Habermas, p. 368.
de una experiencia privada (…) si un hombre le pica, pero no se raya o informe el picor,

podemos llamar a eso una experiencia privada, pero si se pica y hace cero, ¿por qué

deberíamos llamar a la picazón privado? Si tomamos "privado" [se dice], en este sentido,

y preguntar "¿Son experiencias privadas dolores?" la única respuesta posible es "algunos

lo son, otros no lo son" y el hecho de que algunas experiencias son, en este sentido, las

experiencias particulares, no se sigue que todas las experiencias podrían ser experiencias

privadas27.”

No obstante, y ante las objeciones que se dice que Wittgenstein ha hecho en contra

del lenguaje privado, por otro lado se menciona que, su “argumento en contra del lenguaje

privado es ciertamente abierto a discusión28”, por lo que a mi criterio sí considero que

puede existir una suerte no sólo de solipsismo, sino de solipsismo comunicativo, que

implica que a pesar de algunas personas puedan tener en principio algún entendimiento

con miras a la comunicación, es posible que se presente un acto perlocucionario, y en este

sentido que quienes entablen una cierta comunicación tengan intereses total o

parcialmente contrapuestos, lo que haría imposible una comunicación real.

Es por ello que rechazo asimismo las críticas de Habermas en cuanto a que algunas

ideas de algunos autores como Weber son de carácter monológicas, en virtud de que no

toda comunicación es ideal y por ende la comunicación que dice pregonar éste autor, no

es, en estricto sentido, de carácter no-monológico.

27
Kenny, Anthony. Wittgenstein(2006). Private Languages. p. 150. Blackwell Publishing, UK.
28
Kripke, Saul A(1982). Wittgenstein on Rules and Private Language. An elementary exposition. p. 1.
Harvard University Press. Cambridge, Massachussetts.
2) ¿De qué habla Habermas cuando menciona la idea de Racionalidad? Será

posible algún entendimiento entre las Ciencias Sociales, o aún peor, ¿será

irracional o imposible no tener un entendimiento con alguien?

a) Idea de la Racionalidad en Habermas

En primera instancia cabe mencionar que Habermas como uno de sus elementos claves

de la Teoría Comunicativa tiene un concepto de “racionalidad comunicativa”, que según

él, ha “desarrollado con el suficiente escepticismo, pero que es capaz de hacer frente a las

reducciones cognitivo-instrumentales que se hacen de la razón29.”

Asimismo, saltan a la vista las muy sugerentes ideas que acoge este autor de Max Weber

en cuanto a los elementos presentes en la cultura occidental al decir que “(…)Weber nombra

en primer lugar la ciencia moderna, que da forma matemática al saber teórico y que lo somete

a prueba por medio de experimentos controlados (…);[asimismo dice que se], añade a

continuación el cultivo sistemático y la organización universitaria de las especialidades

científicas; menciona la literatura impresa destinada al mercado y la institucionalización del

cultivo del arte, que se opera con los teatros, los museos, las revistas, etc.; la música armónica

con las formas de la sonata, la sinfonía, la ópera, y con los instrumentos órgano, piano y violín;

el empleo de la perspectiva lineal y aérea en pintura y los principios constructivos de las

grandes edificaciones monumentales; enumera además, [dice], la sistematización científica de

la teoría del derecho, las instituciones del derecho formal, y una judicatura ejercida por

funcionarios especializados en derecho; la moderna administración estatal con su

29
Habermas, Jürgen (1998). Teoría de la Acción Comunicativa, I. Racionalización de la acción y

racionalización social. p. 10. Taurus Ediciones. Madrid.


organización racional de funcionarios, que opera sobre la base de un derecho estatuido o

positivado; se refiere también a la calculabilidad y previsibilidad del comercio social regulado

por el derecho privado, y a la empresa capitalista, que trabaja con vistas al lucro, que supone

la separación de la hacienda doméstica y el negocio30”, no obstante, ni el mismo Max Weber

podría definir a priori y sin temor a críticas cuáles aspectos presentes en una cultura o sociedad

no son racionales, a pesar de su vacío epistémico como en el caso de algún elemento ajeno a

los que menciona o incluso uno de los que menciona: el arte.

Sin embargo, la crítica que se le puede hacer a ésta idea de Racionalidad y ligado a la idea

de la comunicación es la de la “situación ideal de habla31”, sobre la cual se ha dicho que

“salvo que lo entendamos simplemente como expresión de unos buenos deseos constituye más

bien una falacia32.”

Por su parte Albert critica asimismo la idea de Racionalidad habermasiana (más no así

expresamente dirigido contra Habermas), al decir que “la restricción de la racionalidad a mera

aplicación de medios, tal y como viene postulada en el marco de esta concepción, no puede

menos de llevar a la equiparación de la otra cara de la problemática práctica, la

correspondiente a la fijación de los fines, a un mero decisionismo, a la arbitrariedad de unas

meras decisiones no elaboradas reflexivamente por la razón33.”

a) ¿Será posible y válido un entendimiento real entre las distintas disciplinas sin

escollos de ningún tipo?

30
Ídem, pp. 213-214.
31
Op Cit. Habermas, p. 46.
32
Op. Cit. Haba (Estrategias, p. 149)
33
Albert, Hans(1973). El mito de la razón total. La Disputa del Positivismo en la Sociología Alemana.
Theodor W. Adorno - Karl R. Popper, Rale Dahrendorf, Jürgen Habermas, Hans, Albert, Harald Pílot.
Traducido por Jacobo Muñoz. p. 183 Ediciones Grijalbo, S.A. Barcelona.
En cuanto a la posibilidad o no de entendimiento entre las distintas disciplinas sociales

incluyendo las jurídicas, se menciona que en la doctrina social y filosófica hay

“impedimentos teoréticos (u “obstáculos epistemológicos”) que hablan, radicalmente, en

contra del trabajo conjunto entre las distintas disciplinas (sean estas sociales o

naturales)34”. Asimismo, se menciona que, “hablar sobre la inter o transdisciplinariedad

no resulta sencillo (…) [ya que por lo menos existen 3 impedimentos] en contra del

trabajo conjunto (comunicación) entre las distintas disciplinas del saber humano, [como

el problema de la inconmensurabilidad, la tesis del determinismo lingüístico y la tesis de

los sistemas sociales cerrados o autopoieticos]35.”

Dicho lo anterior, podemos observar que estos argumentos constituyen una “piedra en

el zapato” más, en contra de la validez del pensamiento comunicativo habermasiano.

b) El concepto de mundo de la vida en la Acción Comunicativa y la Crítica a la Idea

de Totalidad.

Cabe señalar en lo que acá concierne, que Habermas tiene como uno de los pivotes de

su Teoría Comunicativa al “Mundo de la vida36”, que sin embargo dice él que, “es un

concepto complementario del de acción comunicativa37”. En ese sentido menciona que el

análisis de ese concepto “efectuado en términos de pragmática formal, al igual que el

34
Salas, Minor E. (2006). Interdisciplinariedad de las ciencias sociales y jurídicas: ¿Impostura intelectual
o aspiración científica? p. 67. Revista de Ciencias Sociales No. 113-114.Universidad de Costa Rica.

35
Ídem, pp. 67-68.
36
Op. Cit. Habermas, Jürgen. Teoría de la Acción Comunicativa, I. p. 69.
37
Op. Cit. Habermas, Jürgen (1992). Teoría de la Acción Comunicativa, II. Crítica de la Razón

Funcionalista. p. 169.
análisis fenomenológico del mundo de la vida que lleva a cabo el último Husserl, o el

análisis de la forma de vida que (aunque no con intención sistémica) lleva a cabo el último

Wittgenstein, tiene por objeto aprehender estructuras que frente a las acuñaciones

históricas de los mundos de la vida y de las formas de vida particulares se presentan como

invariantes(…),[aunado a lo anterior menciona que al efectuar la explicación de dicho

concepto pretende] (…)enderezar nuestra atención hacia las estructuras del mundo de la

vida en general38”. En cuanto a la idea de totalidad menciona este autor que, “la visión

del mundo envuelve la estructura social en su totalidad, a la vez que permanece

estrechamente ligada a las rutinas de la acción cotidiana (…), los patrones de acción que

las instituciones plasman y la interpretación de los mismos encuentran su correlato en la

configuración de las estructuras de relevancia subjetivas y en la integración de ellas en la

totalidad de sentido de una identidad personal39”. Añade, que “todas las interacciones que

en tal sociedad son estructuralmente posibles, se desarrollan en el contexto de un mundo

social vivido en común40.”

A mi parecer si bien Habermas utiliza algún sustento teorético con el fin de pretender

“racionalizar” (¡una vez más por cierto!) el entorno (por decirle de alguna forma) en que

los hablantes y receptores de información están imbuidos, considero que esto es una

simple ilusión y es por ello que incurre en lo que alguna vez un autor le llamó con algún

tino, “el mito de la razón total41” por un lado y por el otro en una suerte de “wishful

thinking42” academicista a que apunta otro autor ya citado.

38
Ídem. pp. 169-170.
39
Ídem, p. 220.
40
Ídem, p. 221.
41
Op. Cit. Albert, Hans(1973). El mito de la razón total. La Disputa del Positivismo en la Sociología
Alemana.
42
Haba, Enrique Pedro. Estrategias… (Op. Cit) p. 152
Primero, es importante reconocer, como se ha hecho en los distintos apartados, los

esfuerzos que ha emprendido Habermas con el fin de “dar una explicación” algo

convincente de la realidad social a través de la investigación tanto de carácter

antropológico como sociológico, sin embargo (y a pesar de lo dicho por este autor) queda

todavía un “abismo lógico43” tal y como se ha señalado en forma breve líneas atrás.

El abismo lógico apunta a todos esos conceptos omniabarcativos presentes en la teoría

comunicativa habermasiana como la ya señalada idea de Racionalidad y la que acá

introducimos como “mundo de la vida”.

Asimismo es importante traer a colación las ideas de Wittgenstein en cuanto a ésta

idea que él desarrolla bajo el nombre de “formas de vida”, presentes en sus

Investigaciones Filosóficas y proceder a cuestionarla en igual forma que se hizo con

Habermas, dejando claro la multiplicidad de pensamientos prominentes postuladas por

este autor inglés.

En cuanto a esto Wittgenstein menciona “19. Es fácil imaginar un lenguaje que

consistiera sólo de órdenes e informes en batalla. -o un lenguaje que consistiera sólo de

preguntas y expresiones para responder sí y no. Y otros innumerables. E imaginar un

lenguaje significa imaginar una forma de vida44”, asimismo en otro parágrafo menciona:

“23 (...) aquí el término "juego de lenguaje" tiene la intención de poner en relieve el hecho

de que el hablar del habla es parte de una actividad o de una forma de vida45”.

43
Op Cit. Salas, Minor E (2006). (Interdisciplinariedad de las ciencias sociales y jurídicas…) p. 67
44
Wittgenstein, Ludwig(1958). Philosopical Investigations. Translated by G.E.M Anscombe. p. 8. Basil
Blackwell. (...)“19. It is easy to imagine a language consisting only of orders and reports in battle.—Or a
language consisting only of questions and expressions for answering yes and no. And innumerable others.
And to imagine a language means to imagine a form of life. (…).”

45
Ídem. 23. (…) Here the term "language-game" is meant to bring into prominence the fact that the
speaking of language is part of an activity, or of a form of life.
En este ultimo pasaje podemos apreciar que la idea de “forma de vida” en Wittgenstein

tiene íntima relación con sus “juegos de lenguaje” y que según Kenny “la intención de

comparar al lenguaje con un juego no era sugerir que el lenguaje era un pasatiempo o algo

trivial: por el contrario, éste tenía como finalidad dar una conexión entre el habla en el

lenguaje y las actividades no lingüísticas. De hecho, [menciona], hablar el lenguaje es

parte de una actividad comunal, una forma de vivir en sociedad en que Wittgenstein le

llamó “forma de vida” (PI, I, 23). Esto implica que al compartir los juegos del lenguaje

que el lenguaje está conectado con nuestra vida (PG 65)46.”

En cuanto a la idea Habermasiana de mundo de la vida, le es aplicable nuevamente la

crítica que al efecto ha hecho Hans Albert, al decir que “el concepto dialéctico de

totalidad, que constituye el punto de partida de sus disquisiciones, se presenta, como es

bien sabido, una y otra vez en los teóricos de inspiración hegeliana. Es considerado por

éstos, [dice], evidentemente, como fundamental en algún sentido, tanto más lamentable,

pues, viene a resultar el hecho de que Habermas no haga nada por clarificarlo a fondo,

dado, sobre todo, que él mismo lo subraya con tanta energía y lo usa con notable

profusión47.”

Asimismo, Albert añade que “Habermas parte de la distinción entre el concepto

funcionalista de sistema (que no se expone acá) y el concepto dialéctico de totalidad, que

considera fundamental, si bien difícilmente explicable48”.

46
Op. Cit. Kenny, Anthony(2006). Wittgenstein. pp. 129-130.

47
ALBERT, HANS (1973). El mito de la razón total. La Disputa del Positivismo en la Sociología Alemana

(…).

48
Ídem.
A modo de conclusión

Hay que resaltar que Habermas, es un autor de mucha influencia hoy día, sin embargo

no debemos dejarnos llevar por la popularidad de éste autor ni otros muchos que

pretenden con sus tesis, ¡encantarnos con su retórica y obligarnos a callar! Por el contrario

debemos buscar aquello que más desencanta al ser humano, el indeterminismo y el

misterioso mundo de la intencionalidad, talves así comprendamos un poco mejor las

ciencias sociales y en suma al ser humano.

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