Vous êtes sur la page 1sur 26

Proyecto didáctico de

Español

La escuela, factor protector


de las y los adolescentes

Instituto para la Atención y


Prevención de las Adicciones
Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

{ Bases neurobiológicas de la adicción a sustancias


psicoactivas

La adicción a las drogas es un trastorno crónico, reincidente, en el que la


búsqueda compulsiva de la droga y el comportamiento de consumo persisten
a pesar de las importantes consecuencias negativas. Las sustancias adictivas
inducen estados de placer (euforia en la fase inicial) o alivio del dolor. El uso
continuado induce cambios adaptativos en el sistema nervioso central, lo que
conduce a fenómenos como la tolerancia, dependencia física, sensibilización
y recaída. Las drogas adictivas, entre otras, opiáceos, cannabis, alcohol, co-
caína, anfetaminas y nicotina.

La Organización mundial de la salud (OMS) y Asociación Psiquiátrica Ame-


ricana (APA), utilizan el término “dependencia de una sustancia” antes que

requiere que el paciente cumpla al menos 3 de los 7 criterios. La tolerancia

de la droga. Sin embargo, la dependencia y tolerancia físicas no son ni nece-

sustancia o consumo perjudicial, un trastorno menos severo, puede resultar


en dependencia.

Las teorías sobre la adicción han sido desarrolladas fundamentalmente desde


la evidencia neurobiológica y los datos de estudios de aprendizaje de conduc-
tas y mecanismos de memoria. Éstos se superponen en algunos aspectos y
no son mutuamente excluyentes. Ninguno de ellos puede de forma aislada
explicar todos los aspectos de la adicción. No es nuestro propósito presentar
una evaluación detallada de estas teorías, especialmente por la complejidad

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

del problema. Generalmente, las drogas adictivas pueden actuar como refor-
zadores positivos (produciendo euforia) o como reforzadores negativos (ali-
viando síndrome de retirada o disforia). Los estímulos ambientales asociados
con el consumo de la droga pueden por sí mismos inducir a una respuesta
condicionada en ausencia de la droga. Koob y Le Moal han propuesto que
el organismo intenta contrarrestar los efectos de una droga dada mediante
un círculo vicioso en el cual el punto hedónico (punto en el que se consigue
el placer) continuamente cambia en respuesta a la administración de la sus-
tancia. Ellos argumentan que la adicción a la droga conduce a una desre-
gularización de los mecanismos de recompensa y una habilidad para recibir
estabilidad a través de los cambios. Robinson y Berridge enfatizan la asocia-
ción entre el valor incentivo de la droga y el efecto de placer o hedónico, así
que el mecanismo cerebral implicado en el mecanismo de recompensa llega
a estar hipersensibilizado tanto a los efectos directos de la droga como a los
estímulos asociados que no son directamente atribuibles a la sustancia. Esta
hipersensibilización produce deseo patológico, independientemente de la pre-
sencia de síntomas de retirada, y conduce a una búsqueda y comportamiento
compulsivos de consumo de la droga.

Aunque el placer decrementa progresivamente, la droga se desea de forma


patológica. Complementaria a esta teoría de incentivo-sensibilización, la bús-

en la toma de decisiones y en la habilidad para juzgar las consecuencias de las

en la activación de áreas del córtex prefrontal.

También se han propuesto una superposición de mecanismos de memoria y


mecanismos de la adicción a la droga.

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

importantes en cómo las drogas se consumen. La liposubilidad incrementa


el paso de la droga a través de la barrera hematoencefálica, la solubilidad
facilita la inyección de la droga, el que sea volátil favorece la inhalación de la
droga, y la resistencia al calor favorece la forma fumada. Características tales
como la rapidez del comienzo e intensidad del efecto incrementa el potencial

alcanzan niveles altos en el cerebro.

} Trastornos psiquiátricos y de personalidad.

Los rasgos de personalidad y enfermedades mentales son los principales


factores que condicionan la adicción a la droga. Rasgos como la búsqueda
de riesgo o la búsqueda de novedad favorecen el consumo de sustancias
adictivas. El policonsumo se da habitualmente entre aquellos que consumen
sustancias adictivas, y muchos cumplen los criterios de dependencia, abuso
(o ambos) de más de una sustancia. Las enfermedades psiquiátricas, espe-

e hiperactividad, están asociados con un incremento en el riesgo de abuso.

} Factores genéticos.

contribuyen al riesgo de adicción. Los hombres cuyos padres fueron alcohó-


licos tienen una probabilidad incrementada de alcoholismo, incluso cuando
ellos han sido adoptados desde el nacimiento y criados por padres sin historia
de alcoholismo, y además tienen una sensibilidad reducida al alcoholismo,

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

que predice el desarrollo de alcoholismo. Los avances en el estudio genético

vulnerabilidad a la adicción.

º Efectos de la droga y mecanismos de acción.

} Opiáceos.

-
ción, y un sentimiento de tranquilidad. La administración repetida produce
rápidamente tolerancia y dependencia física intensa. Una sobredosis puede
causar una depresión respiratoria letal. Numerosos informes han documenta-
do daños en la salud relacionados con el consumo de heroína a largo plazo.

} Cannabinoides.

El consumo de marihuana o hachís produce sentimientos de relajación y bien-


estar y deterioro de la función cognitiva y de la ejecución de tareas psico-
motoras. Una sobredosis puede inducir ataque de pánico y psicosis. Se ha
informado de una alta incidencia de consumo de cannabis entre población
con esquizofrenia. Los síntomas de retirada –cansancio, irritabilidad e insom-
nio- son sutiles y aparecen en consumidores severos. Los efectos a largo pla-
zo de dosis de cannabis son un tema complejo y controvertido. Aunque hay
evidencia de que el consumo de cannabis a largo plazo produce daños en
memoria, la causa del síndrome amotivacional –pérdida de energía e impulso
para trabajar- no parece claro.

} Etanol. (Alcohol)

Cuando el etanol es consume en baja dosis o inicialmente durante una intoxi-


cación aguda, es percibido como un estimulante debido a la supresión de los

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

sistemas centrales inhibitorios, pero como los niveles de etanol en plasma


incrementan, aparece sedación, falta de coordinación, ataxia y ejecución psi-
comotora dañada.

} Cocaína y anfetaminas.

La administración a corto plazo de psicoestimulantes tales como las anfe-


taminas produce euforia, sentimiento de bienestar, estado de alerta e incre-
mento de la activación, concentración y actividad motora. Estas sustancias
incrementan la presión sanguínea y las pulsaciones e inducen la liberación del
factor liberador de corticotropina y cortisol. El consumo a largo plazo puede
causar irritabilidad, comportamiento agresivo y estereotipado, y psicosis tipo
paranoide.

http://www.juntadeandalucia.es/export/drupaljda/Drogodependencia_archivo
s_ADICCION_A_LAS_DROGAS.pdf

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

{ II. Los adolescentes y sus emociones

El contexto educativo es ideal para observar diferencias individuales en la for-


ma de experimentar, percibir y expresar emociones. A través de la interacción

alumnos. Frases tan comunes por los profesores como “es buen estudiante”,
“es un niña muy amigable” o “es un chico agresivo” denotan esos rasgos
que no pasan desapercibidos a los ojos de los profesionales de la educación
durante sus muchas horas en el aula. Aunque los seres humanos nos diferen-
ciamos en muchos más aspectos, cada vez parece más claro que aquellos
referentes al mundo afectivo y emocional marcan, en un primer lugar, nuestras
relaciones sociales y de amistad y, en un segundo lugar, nuestro bienestar
psicológico.

Estas diferencias tienen un impacto notable en nuestro desempeño en diver-


sos ámbitos de nuestra vida. La forma de resolver una discusión acalorada, la
manera en que afrontamos exitosamente los momentos previos a un examen
oral, el modo en que servimos de apoyo emocional a nuestros seres queridos
ante una desgracia, la capacidad para alegrar una reunión aburrida o la des-
treza para saber comprender y dar soluciones a los problemas de los demás,
engloban una serie de habilidades y competencias afectivas que han genera-
do un interés creciente en educadores y orientadores educativos.

En la última década, la investigación psicoeducativa se ha interesado en acotar


estas habilidades personales que repercuten en nuestro bienestar emocional,
la calidad de nuestras relaciones interpersonales, la salud, o el rendimiento
académico, entre otros. Concretamente, existe una línea novedosa de inves-
tigación dentro del campo de las emociones preocupada especialmente por
examinar estas diferencias personales que ha sido conocida con el nombre de
inteligencia emocional (IE). Este campo de estudio ha iniciado un paso muy

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

importante hacia la comprensión de los procesos emocionales que subyacen

nueva perspectiva resalta que el desarrollo y la puesta en práctica de estas


habilidades emocionales son de vital importancia para la adaptación a nuestro
entorno y contribuyen sustancialmente al bienestar psicológico y al crecimien-
to personal, independientemente del grado de inteligencia u otros rasgos de
personalidad de una persona. Dentro de estas teorías, la propuesta de IE de
los profesores John Mayer y Peter Salovey es la de mayor aceptación aca-
démica, y ha venido acompañada de una gran profusión de investigaciones

“la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con exactitud, la ha-
bilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento;
la habilidad para comprender emociones y el conocimiento emocional y la
habilidad para regular las emociones promoviendo un crecimiento emocional
e intelectual” (Mayer y Salovey, 1997).

.
Estas cuatro ramas forman una jerarquía, de forma que la percepción de emo-
ciones es la habilidad de nivel más básico y la regulación emocional es el
componente de mayor complejidad, de este modo la habilidad para regular
nuestras emociones y la de los demás se construye sobre la base de las com-
petencias representadas en las otras tres ramas.

ámbitos tan importantes como la salud física y mental, el consumo de drogas,


las relaciones interpersonales y la conducta agresiva o el rendimiento acadé-
mico de los adolescentes. Estos estudios han mostrado que la falta de estas
habilidades emocionales afectan a los adolescentes tanto en su vida cotidiana
como en el contexto escolar.

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

-
jor salud física y psicológica y saben enfrentar mejor sus problemas persona-
les, familiares y escolares. En concreto, los estudios realizados informan de
un menor número de síntomas físicos, menos niveles de ansiedad, depresión,
ideación e intento de suicidio, somatización, atipicidad y estrés social, y una
mayor utilización de estrategias de afrontamiento positivo para solucionar pro-
blemas.

º Percepción Emocional Interpersonal

-
ciones en otras personas de tu centro escolar.

1. Presta atención a los rasgos tanto faciales como corporales


e incluso, el tono de voz de las personas que trabajan
directamente contigo a diario: compañeros, alumnado,
padres…

2.
cinco personas diferentes. Para ello, utiliza algún formato para
que puedas recoger con más facilidad los datos emocionales.

3. Este ejercicio tienes que hacerlo al menos durante una


semana.

4. Finalmente analiza y describe la emoción que provocó en ti


mismo la emoción que has percibido en la otra persona. Si
es posible, comenta con la persona observada si acertaste
sobre su estado emocional.

10

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

º Las emociones y el consumo de drogas

Los adolescentes con pocos recursos socio-emocionales es decir que poseen


peores habilidades interpersonales y sociales, puede generar el desarrollo de
conductas de riesgo. La investigación indica que los adolescentes con una
menor gestión de emociones tienen más posibilidades de consumir drogas
como tabaco y alcohol, o drogas ilegales como cannabis o cocaína. Los ado-
lescentes con una mayor habilidad para manejar sus emociones son capaces
de afrontarlas de forma adaptativa en su vida cotidiana, teniendo como con-
secuencia un mejor ajuste psicológico, una menor búsqueda de sensaciones
y un menor consumo de drogas.

º Las emociones y relaciones sociales

Uno de los retos más importantes de un adolescente es establecer y mantener


unas buenas relaciones sociales con las personas de su entorno. En este sen-
tido, un adolescente emocionalmente fortalecido no solo será más hábil para
percibir, comprender y regular sus propias emociones, sino que también será
capaz de utilizar estas habilidades con los demás.

Diferentes estudios han encontrado datos empíricos que apoyan la relación


entre la habilidad emocional y unas relaciones sociales positivas, señalando
que los adolescentes más habilidosos emocionalmente tienen más amigos y
mejores relaciones interpersonales.

º Las emociones y la conducta agresiva

La investigación sobre conducta agresiva ha mostrado que los adolescentes


con más habilidades emocionales presentan menores niveles de agresividad
física y verbal, así como un menor número de emociones negativas relacionas
con la expresión de la conducta agresiva como son la ira y la hostilidad. Son

11

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

también adolescentes con una mejor capacidad de comunicación y resolu-

adolescentes con pocas habilidades emocionales están más desajustados en


la escuela mostrando una actitud negativa tanto hacia los profesores como el
colegio.

º Las emociones y el rendimiento académico

Finalmente, diversas investigaciones han mostrado que los adolescentes con


mayores habilidades emocionales logran un mejor rendimiento académico
que los que no las poseen. Los adolescentes con pocas habilidades emocio-

la escuela y, a su vez, tienen menos recursos psicológicos que les permitan


afrontar estos problemas con éxito.

http://www.web.teaediciones.com/Ejemplos/PyM_Orientacion%20Educativa
%2034_39.pdf

12

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

{ El miedo y la ansiedad en nuestro cerebro

Si hay algo característico de los trastornos de ansiedad, sin duda es el miedo.


Un miedo difuso que produce angustia y que no tiene una causa clara. Varias
zonas del cerebro son claves en la producción del miedo y la ansiedad. En
especial la amígdala, una estructura con forma de almendra, y el hipocampo.

La amígdala se encarga de alertar al resto del cerebro de posibles amenazas


y de activar una respuesta de miedo o ansiedad. El hipocampo, fundamental
para la consolidación de la memoria y el aprendizaje, se encarga de almace-
nar los sucesos peligrosos en forma de recuerdos.

En la mayoría de las personas, la sensación de miedo es algo adaptativo, que


nos protege de peligros. Pero en las personas con trastornos de ansiedad
esa emoción es desproporcionada y en muchos casos, generalizada, causan-
do una gran angustia que puede llegar a ser muy limitante. Se sabe además
que la hiperactividad de la amígdala lleva al desarrollo de los miedos fóbicos.

Un estudio que acaba de publicarse podría ayudar a explicar cómo se pasa de


un miedo normal y adaptativo a otro generalizado y disfuncional. Según este
estudio, la sensación de miedo es una cuestión de números y depende de una
votación “democrática” entre nuestras neuronas, que de forma individual son
capaces de distinguir lo que supone una amenaza y lo que no. Si la mayoría
se alarman, sentimos miedo. Por el contrario, si sólo se alteran unas pocas, no
cunde el pánico y permanecemos tranquilos.

Eso es al menos lo que se deduce de un artículo que acaba de publicar Nature


Neuroscience llevado a cabo con ratas. Al parecer, en la amígdala, la parte del
cerebro que procesa el miedo, hay una minoría de neuronas muy temerosas, a
las que cualquier señal del entorno les lleva a transmitir una señal de pánico.
Sin embargo, la mayoría solo se “alteran” y mandan señales de miedo cuando

13

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

ausencia de temor.

Los investigadores han llegado a esta conclusión trabajando en el sentido


inverso: del comportamiento que observaban en los roedores a lo que ocurría
en su cerebro, mirando neuronas individuales.

para que salivara al oír una campana que anunciaba la comida, los investi-
gadores del Centro Nacionales de Ciencias Biológicas de Bangalore (India)
enseñaron a un grupo de ratas a temer un sonido concreto tras el que llegaba
siempre una descarga eléctrica. Además de este tono que anticipaba un cas-
tigo, las ratas escucharon otro que no tenía ninguna consecuencia para ellas,
ni positiva ni negativa.

Los roedores enseguida aprendieron a distinguir entre los dos sonidos, el que
anunciaba problemas y el que indicaba que no había nada que temer y no
merecía la pena alterarse. Cuando los roedores ya tenían claro lo que había
que temer y lo que no, los investigadores midieron la actividad eléctrica de
sus neuronas, que es la base de la transmisión de los impulsos nerviosos. Y
vieron que con el aprendizaje, la actividad eléctrica cambiaba. La mayoría de
las neuronas respondían con más intensidad al sonido de peligro que al que

era que cada neurona de la amígdala era capaz de distinguir el sonido que era
realmente peligroso y esto determinaba el comportamiento del roedor.

º Neuronas “miedosas”

Sin embargo, vieron que había un pequeño número de neuronas, que podría-
no tenían esa capacidad de distinguir el
sonido amenazante del que no lo era y que se alteraban en ambos casos. A
pesar de ello se imponía la opinión de la mayoría de las neuronas, y la rata se
mostraba tranquila.

14

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

Sin embargo, cuando la descarga eléctrica que acompañaba al sonido peli-


groso se volvía más fuerte, los animales perdían su capacidad de distinguir en-
tre los dos sonidos y también se mostraban intranquilos ante la señal acústica
que antes no presagiaba ninguna amenaza. Ante un daño potencial mayor, lo

por si acaso, parecía “razonar” el roedor.

Y cuando los investigadores miraron lo que ocurrían en su cerebro vieron que la


actividad eléctrica en la amígdala, el “cuartel general del miedo”, había cam-
biado por completo. Ahora casi 5 de cada 6 veces, las neuronas respondían
de forma alarmante tanto al sonido inocuo como al amenazante. Una gran par-
te de las neuronas había perdido la capacidad de distinguir lo verdaderamente
peligroso y se habían convertido en mayoría. Y eso llevaba al comportamiento
de “más vale prevenir” que de forma preventiva ponía en marcha el animal.

Ante una situación de amenaza intensa, las mismas neuronas que discrimi-

dicho eran la causa de la tendencia del animal a apostar por lo seguro para
no correr riesgos que podrían poner su vida en peligro. Asombrosamente, un
comportamiento de conservación surgía directamente de la actividad eléctrica
de las neuronas del roedor, que mayoritariamente optaban por el miedo.

º Trastorno de ansiedad

Aunque hay miedos innatos, la mayoría de las situaciones que nos provocan
temor en la vida diaria son aprendidas. Colgamos la etiqueta de peligrosas a
situaciones que nos han provocado daños físicos y eso constituye una res-
puesta adaptativa encaminada a la supervivencia de la persona y la especie.
También etiquetamos de igual forma a las amenazas psicológicas con las que
no hemos sabido lidiar adecuadamente.

15

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

Pero en ocasiones nuestro cerebro no responde adecuadamente y todo le


parece peligroso. Por eso los investigadores creen que su hallazgo puede te-
ner implicaciones importantes a la hora de abordar, por ejemplo, un trastorno
de ansiedad. Quienes lo padecen sienten temor ante cosas que no son en sí
amenazantes en absoluto. Sin embargo les limitan mucho en su vida diaria.
Según este estudio, sus neuronas podrían haber perdido su capacidad de
discriminar las amenazas.

De igual forma algo parecido podría estar ocurriendo en los trastornos de es-
trés prostraumático (TEPT), en los que un suceso muy negativo deja secuelas
que hacen revivir la situación una y otra vez ante cualquier detalle que recuerde
la situación temida. Pueden ocurrir en soldados, víctimas de violencia sexual,
terrorismo o desastres naturales.

http://abcblogs.abc.es/cerebro/public/post/que-pasa-en-el-
cerebro-de-las-personas-con-ansiedad-16457.asp/

16

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

{ Algunos aportes de la neurociencia a la educación

º La dimensión social del cerebro humano

Uno de los descubrimientos centrales de las neurociencias es la dimensión


social del cerebro humano, que como nuestras relaciones trabaja básicamen-
te en red. “La complejidad del cerebro es consecuencia de la complejidad
social que alcanzó nuestra especie a lo largo de su evolución”, destaca el neu-
rólogo Facundo Manes, director del Instituto de Neurociencias de la Universi-
dad Favaloro y del Instituto de Neurología Cognitiva de Buenos Aires (Ineco).

“El ser humano es básicamente una criatura social. Por eso crea organizacio-
nes, que van desde la familia hasta las comunidades nacionales o globales”,
dice Manes. Un aspecto importante en la investigación del cerebro social son
las neuronas espejo. Se trata de “células que reaccionan tanto al observar una
acción como cuando la realizamos nosotros mismos permitiendo el aprendi-
zaje a partir de la imitación de la acción observada”, explica Manes.

La interacción social también resulta fundamental para el aprendizaje. Y esto


explica por qué los docentes de carne y hueso difícilmente sean reemplaza-

el que tres grupos de bebes cuya lengua materna era el inglés fueron entrena-
dos en el aprendizaje del idioma chino: un grupo interactuaba con un maestro
chino en vivo; un segundo grupo veía películas del mismo hablante, y el tercer
grupo sólo lo escuchaba a través de auriculares. El tiempo de exposición y el
contenido fueron idénticos en los tres grupos. Después del entrenamiento, los
bebes expuestos a la persona china en vivo distinguieron entre dos sonidos
con un rendimiento similar al de un bebe nativo chino. Los bebes que habían
estado expuestos a ese idioma a través del video o de sonidos grabados no
aprendieron a distinguir sonidos, y su rendimiento fue similar al de bebes que
no habían recibido entrenamiento.

17

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

º Razón y emoción

No es solamente la razón, sino la emoción lo que nos hace humanos. Tanto


las emociones positivas como las negativas, desatan un conjunto de cambios
-
dentes como la memoria y la toma de decisiones.

Al contrario de lo que normalmente se cree, las emociones no son un obstáculo,


sino que resultan fundamentales para decidir. Estudios recientes, entre ellos los
del neurólogo Antonio Damasio, autor de El error de Descartes, indican que “una
decisión tomada sin emoción, es altamente probable que sea equivocada”.

“Razón y emoción van juntas en los principales procesos cerebrales -dice


Claudio Waisburg, neurólogo de Ineco y del Instituto de Neurociencias de la
Universidad Favaloro-. Es la emoción la que brinda una información extra y
muy personal en el proceso de toma de decisiones para conseguir nuestros
objetivos. Para decidir bien es preciso utilizar armoniosamente los dos cere-
bros, el emocional y el racional”, explica.

La tecnología de imágenes y el trabajo con pacientes que han sufrido lesiones


cerebrales mostraron que una estructura cerebral llamada amígdala juega un

existe evidencia de que una región cerebral conocida como la ínsula subyace
al reconocimiento de señales humanas de disgusto. La idea de que el cerebro
humano tiene sistemas neurales parcialmente separados pero interconecta-
dos se apoya en el hecho de que muchas de las situaciones emotivas cotidia-
nas contienen una combinación de emociones.

º El gen altruista

Más allá de las emociones básicas como el placer y el miedo, los seres huma-
nos hemos desarrollado sentimientos complejos como los de justicia, ética y

18

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

solidaridad. En los inicios, la supervivencia de la especie era lo más importante


y esto hacía que los más débiles fueran abandonados a su suerte. Pero ya el
hombre de Neanderthal practicaba el altruismo -y algunas nociones de medi-
cina-, como lo demuestra un cráneo de 36.000 años hallado con una herida
cicatrizada en la cabeza, lo que indicaría que fue curado por sus compañeros.

cooperación entre individuos, aun cuando no exista una recompensa inmedia-


ta o directa. Y la neurología vino a dar su aporte con el descubrimiento de las
áreas cerebrales relacionadas con la cognición social. “Se trata de la capaci-
dad de percibir las intenciones, los deseos y las creencias de otros y es una
habilidad que aparece a partir de los 4 años”, explica Manes. Investigaciones
con neuroimágenes mostraron que al ayudar a otros y donar dinero, interviene
la dopamina, una hormona relacionada con los circuitos del placer.

Pero también sentimientos reprochables como la discriminación y el prejuicio


tienen sus bases neurales. Una investigación dirigida por Agustín Ibáñez, del
Laboratorio de Psicología Experimental de Ineco e investigador del Conicet,
junto a colegas de España y Chile, mostró que el cerebro detecta en 170
milisegundos (menos que un parpadeo) si un rostro integra o no el propio
grupo de pertenencia y lo valora positiva o negativamente mucho antes de
que seamos conscientes de ello. En esta valoración intervienen varias áreas
cerebrales: giro fusiforme, surco temporal superior (procesos básicos de per-
cepción); hipocampo y corteza parahipocampal (aprendizaje y asociación de
claves contextuales), y áreas frontales del cerebro (mecanismos de control
actitudinal).

El trabajo involucró a 180 voluntarios indígenas y no indígenas, y fue publicado


en la revista Frontiers in Human Neuroscience. Sus conclusiones sugieren que
“los procesos asociados al prejuicio son muy automáticos y arraigados, por lo
que las estrategias de integración y tolerancia deberían empezar en la infancia,
lo más temprano posible”, dice Ibáñez.

19

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

º Estrés y memoria

¿Por qué recordamos dónde estábamos y qué hacíamos cuando recibimos


la noticia de la declaración del corralito o el fallecimiento del ex presidente
Kirchner, pero nos olvidamos lo que hicimos el día anterior? Es que los
recuerdos, tanto los buenos como los malos, se asocian con un shock
emocional. Lo demostraron investigadores del Laboratorio de Neurobiología

Conicet, en un trabajo publicado por la revista Neuroscience.

En una prueba con estudiantes voluntarios, los investigadores comprobaron


que éstos “podían recordar mejor una serie de sílabas aprendidas si eran so-
metidos a un estrés leve, en comparación con el grupo control, que no sufrió
estrés”, explica la bióloga Verónica Coccoz, autora del trabajo Alejandro Delo-
renzi y Héctor Maldonado. Esto se debe -según el estudio- a que “en situación
de estrés se liberan sustancias como epinefrina, cortisol y glucosa, que juegan
un rol central en la modulación de la memoria”.

Sin embargo, así como niveles moderados de estrés pueden ser estimulantes,
“cuando se vuelve crónico y prolongado suele tener efectos negativos en la
memoria y otras funciones cognitivas -destaca el neurólogo Manes-. El estrés,
tanto físico como psicológico, dispara la liberación de cortisol, una hormona
producida en las glándulas suprarrenales.”

Altos niveles de cortisol como los que se registran en personas estresadas


o atravesando una depresión, afectan la memoria episódica (la del cuándo y
dónde). Esto disminuye aún más sus capacidades para enfrentar las exigen-
cias cotidianas, lo que se transforma en un círculo vicioso. Según el neurólo-
go, “la medida óptima de nuestro rendimiento intelectual no se logra a partir
de una sumatoria de horas de esfuerzo, sino más bien de una estrategia que
contemple el trabajo, el descanso, el ocio y el esparcimiento”.

20

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

º Relojes internos

La percepción del tiempo, una característica netamente humana, también tie-


ne base neuronal. “Somos relojes con patas”, describe el biólogo Diego Go-
lombek, investigador del Conicet y director del Laboratorio de Cronobiología
de la Universidad Nacional de Quilmes. “Existen pequeñas estructuras en el
hipotálamo que miden el tiempo y le dicen al cuerpo qué hora es -explica
Golombek-. El llamado reloj biológico sincroniza a nuestro organismo para
que rinda en forma óptima a lo largo del día, con picos de desempeño hacia
la tarde. Por eso, “a la hora de elegir conviene un horario vespertino para una
competencia deportiva o un examen -recomienda el experto-. Casi todos los
récords olímpicos se batieron en horas de la tarde.”

Pero los seres humanos no somos todos iguales y de hecho existen varios
cronotipos. En los extremos se encuentran los alondras, típicamente matuti-
nos, y los búhos, que son noctámbulos o al menos vespertinos. La mayor par-
te de los adolescentes son búhos. Esto no sólo se debe a sus hábitos de salir
de noche, mirar tele y chatear hasta tarde, sino que la biología indica que las
agujas de su reloj interno están atrasadas respecto de la población en general
-dice Golombek-; con lo cual, el horario de comienzo de clases a las 7 de la
mañana en la secundaria resulta absurdo e improductivo.

º Neuronas 2.0

Una de las preguntas más inquietantes que se plantean hoy las neurociencias

-
tímulos a partir de los dispositivos móviles y las redes sociales están minando
nuestra capacidad de atención y concentración.

-
teres en el primer caso, y 7 minutos en el segundo) destruyó toda posibilidad

21

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

economista Santiago Bilinkis en su blog Riesgo y Recompensa. Bilinkis parti-


cipó en 2010 de un programa de capacitación sobre las sociedades del ma-
ñana en Singularity University, dentro de la NASA. “Pese a estar escuchando
a oradores brillantes sobre temas francamente fascinantes, solía descubrirme
a mí mismo desconectado. O mejor dicho conectado a otros dispositivos. Lo
preocupante es que a todos a mi alrededor les pasaba lo mismo: en medio de
una clase espectacular, la gente estaba en Twitter, en Facebook, navegando
en los buscadores o leyendo mails.”

(Taurus), denuncia que “lo que estamos entregando a cambio de las delicias
instantáneas de Internet es nada menos que el proceso lineal de pensamien-
-
formación en estallidos cortos y descoordinados está reemplazando al razo-
namiento profundo. Recientes estudios muestran un funcionamiento cerebral
diferente cuando se lee en la pantalla a cuando se lo hace en papel. Aunque
en términos evolutivos la irrupción de las tecnologías digitales es demasiado

deja de ser inquietante.

º Entre la computación y la Biología.

En contraposición a la postura clásica que consideraba al cerebro como un


conjunto de módulos especializados (el que reconoce imágenes, el que mane-
ja el auto), hoy se lo estudia como una red compleja e interconectada. “Con el
avance de las tecnologías de imágenes funcionales y el aumento exponencial
de las capacidades de cómputo y almacenamiento digital, la caja negra del
funcionamiento cerebral comienza a abrirse”, explica el físico y biólogo argen-

de IBM en los Estados Unidos. Cecchi y su equipo se dedican al análisis de

22

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

redes complejas para estudiar cómo el cerebro se comunica internamente y


cómo piensa.

computación y la neurología, dado que permite detectar ciertas regularidades


en los sistemas complejos. “Como ocurre en el funcionamiento de Internet,
en el cerebro unos pocos nodos se conectan con una gran cantidad de otros,
que a su vez tienen pocas conexiones”, dice Cecchi. Este hallazgo sobre el
modo de funcionamiento del cerebro se aplica también al estudio de patolo-
gías como la esquizofrenia. En tanto, otra convergencia entre cómputo y biolo-
gía se da a través del uso de algoritmos en lo que se conoce como aprendizaje
automático (machine learning), para analizar y comprender los patrones de
actividad cerebral.

de inteligencia incluye habilidades emocionales, motivacionales y sociales.


“Factores de la personalidad como el humor, expanden nuestro potencial in-
telectual”, dice Manes.

Desde que Howard Gartner describió en la década del 80 las inteligencias


múltiples, se habla de capacidades lingüísticas, lógicas, musicales, espacia-
les, corporales e interpersonales. Pero ¿qué nos hace inteligentes como espe-
cie? La capacidad de relacionarnos con otros mediante la llamada cognición
social y el lenguaje sin duda, fueron un salto evolutivo que nos diferenció de
los primates y produjo mayores conexiones neurales.

A la hora de medir la inteligencia, las pruebas de cociente intelectual resultan


útiles en algunos casos, pero no en todos. Y su utilización muchas veces dio
lugar a prácticas discriminatorias por género, raza o grupo social. “La realidad

23

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


Proyecto didáctico de Español
Nivel secundaria

es que la ciencia no cuenta hoy con una herramienta para medir la inteligencia
en toda su extensión y complejidad”, explica Manes. ¿Cómo asignarle un co-
ciente a la ironía o a la creatividad?

Para saber más -


tes , de Nicholas Carr (Taurus). Cavernas y palacios: en busca de la conciencia
en el cerebro y Las neuronas de Dios: hacia una ciencia de la religió, de Diego
Golombek (Siglo XXI Editores). El gorila invisible y otras maneras en las que
nuestra intuición nos engaña, de Christopher Chabris y Daniel Simons (Siglo
XXI Editores).

º Consejos de la neurociencia para tener un cerebro sano

muy pesado y desgastante física, emocional y mentalmente. El neurocien -

tener un cerebro sano:

• Controlar el colesterol y la glucemia. Evitar el sobrepeso. Cuidar la


presión. Comer verdura, fruta, pescado: hace bien al corazón, al
sistema vascular y al cerebro.
• Hacer ejercicio físico, porque genera nuevas conexiones cerebrales,
es un buen ansiolítico y antidepresivo, y refuerza el pensamiento
creativo.
• Dormir bien, 8 horas, y hacer la siesta. Es salud.
• Combatir el estrés. Lo que nos pasa es inevitable, pero podemos
mejorar cómo enfrentamos esa realidad. Uno puede estar en una
playa en Jamaica, pero con el bocho aquí y no va. Y se puede estar
en medio de la City porteña en paz.
• Hacer vida social: la gente aislada, que no se conecta, se muere
antes. Estar aislados socialmente, tiene una mortalidad mayor que
el tabaco y el alcoholismo. Hay que conectarse, ir a misa –no sólo
por la misa sino para estar con gente–, ir a espectáculos gratuitos,
reuniones, juntarse con los demás.
• Encarar desafíos intelectuales. Hay que hacer algo que nos cueste:
estudiar violín, otro idioma. Eso hace bien.

24

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


La escuela, factor protector
de las y los adolescentes

Proyecto didáctico de Español


Nivel secundaria

Adicciones/ Emociones/ Cerebro adolescente


La escuela, factor protector
de las y los adolescentes

Vous aimerez peut-être aussi