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¿A qué velocidad tendría que leer un alumno de…? Es una pregunta que me hacen de
vez en cuando y curiosamente no es fácil de responder. El currículo español establece
que, al terminar la educación primaria, un alumno “lee en voz alta diferentes tipos de
textos apropiados a su edad con velocidad, fluidez y entonación adecuada”, que
“descodifica con precisión y rapidez todo tipo de palabras”, o que “lee en silencio con la
velocidad adecuada textos de diferente complejidad”.
Otras referencias, que merecen un comentario más extenso son las de la Secretaría de
Educación Pública (SEP) de México.
No he seguido bien lo que sucedió con estos estándares, pero, además de ser muy
criticados, en la actualidad no los encuentro en la web de la SEP y algún compañero
mexicano me ha indicado que hace tiempo que no están vigentes. Entre las críticas que
se hacían a la propuesta he encontrado:
Las diferencias en los resultados de los distintos estudios están influidas por la forma
como se evalúan la velocidad y la comprensión. Por ejemplo, los estudios en que se
evalúan con el mismo texto tienden a dar resultados más altos que los estudios en que se
valoran con pruebas independientes.
Concluyendo
En el tiempo que llevo trabajando en educación he visto varias veces cómo cuando se
proponen sistemas para evaluar la velocidad de lectura, referencias para valorarla o
actividades para mejorarla, aparece una postura opuesta que califica esas iniciativas de
reduccionistas o equivocadas. Quizá ese sea el motivo por el que no disponemos de
unas referencias claras acerca de cómo evoluciona la velocidad lectora y qué sería lo
normal en cada edad.
Indico algunas razones por las que sería interesante tener en cuenta esta medida de
lectura.
Muchas de las críticas que se hacen a las evaluaciones de la velocidad lectora dan por
supuesto que se convierte en el único objetivo de la lectura y que se empuja a los
alumnos a leer a velocidades tan altas que dificulten la comprensión. Si esto sucede,
estaría de acuerdo con ellas. Sin embargo, unos estándares de velocidad lectora no
tienen por qué motivar una carrera sin sentido a batir algún tipo de récord escolar.
Pueden ser, simplemente, un rango que oriente sobre lo que sería normal o esperable en
cada curso y que sirva como referencia para detectar problemas y valorar progresos.