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Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires

Ensayo Monográfico:

Daños Causados En Los Establecimientos Educacionales

Nombre: Spraggon Amato, Patricio


DNI: 37.754.423
Mail: patricio.spraggon@gmail.com
Tel: 1150967610
Carrera: Abogacía
Materia: Derecho de Daños
Profesora: Dra. Matilde Pérez
Fecha de cursada: Segundo cuatrimestre, 2018
Comisión: 0233
Fecha de entrega del trabajo: 21/06/2018
1. INTRODUCCIÓN

El derecho surge como una necesidad de la preservación de los seres humanos. De allí
que no es estático, sino que cambia, evoluciona, condiciona aspectos económicos, sociales y
culturales a nuevas formas de vida. La evolución del derecho de daños es un claro ejemplo de
ello: comienza con el subjetivismo del sistema de responsabilidad civil que caracterizó al
Código Civil y muta al objetivismo creciente evidenciado desde la reformulación solidarista
de 1968 con la Ley 17.711 hasta el actual derecho de daños. Ilustrativo de los cambios sufridos
por esta rama del derecho es el tratamiento de los daños producidos en los establecimientos
educacionales. El objetivo de este trabajo de investigación es analizar la regulación que hace
la legislación argentina de los daños producidos en los establecimientos educacionales.

2. RESEÑA HISTÓRICA:

En una primera instancia, al redactar el Código Civil - de acuerdo a los lineamientos


culturales de la época1 - Vélez Sarsfield no descartó la posibilidad de que los menores pudieran
causar un daño cuando se encontraban en la escuela. De allí que sobre una estructura de
responsabilidad subjetiva y siguiendo los lineamientos del Código Civil francés redactó el art.
1117 de nuestro Código en estos términos.2

"Lo establecido sobre los padres rige... respecto de los directores de colegios,
maestros artesanos, por el daño causado por sus alumnos o aprendices, mayores de
10 años...", eximiendo de responsabilidad "...si probaren que no pudieron impedir el
daño con la autoridad que su calidad les confería, y con el cuidado que era de su
deber poner".

El sistema de la ley era claro: producido un daño causado por un alumno, se presumía
la culpa de los directores y maestros artesanos por incumplimiento del deber de vigilancia.3

1
La concepción de Vélez Sarsfield respondía al individualismo filosófico y el liberalismo económico. Su finalidad
era sancionar al dañador en respeto y consolidación del valor central (la propiedad privada y el modo de
producción), sin tener en cuenta el daño en si mismo ni su reparación. La responsabilidad era subjetiva y
privilegiaba la culpabilidad como conducta reprochable por no respetar el sistema de organización social.
Conf. GHERSI, CARLOS A., Sistema de Factor de atribución en el Código Civil y Comercial, publicado en diario El
Derecho, Buenos Aires, 23 de mayo de 2016.
2
"Lo establecido sobre los padres rige... respecto de los directores de colegios, maestros artesanos, por el daño
causado por sus alumnos o aprendices, mayores de 10 años...", eximiendo de responsabilidad "...si probaren
que no pudieron impedir el daño con la autoridad que su calidad les confería, y con el cuidado que era de su
deber poner".
3
WEINGARTEN, CELIA; Manual De Derecho De Daños; 2ª Edición; La Ley, Buenos Aires, 2015; p. 325

2
Utilizar como fundamento de la imputación de responsabilidad el incumplimiento del deber de
vigilancia tiene sentido si se hace una visión retrospectiva a la sociedad en la cual el codificador
escribió el Código Civil; en ella sólo un reducido y selecto grupo de habitantes podía
perfeccionar sus facultades intelectuales y morales, en virtud de la enseñanza impartida por los
maestros-artesanos, por lo que la posibilidad de “vigilar” al alumno era más asequible.

Sin embargo, el avance del tiempo y la evolución de la sociedad ejercieron su influencia


sobre la dinámica escolar. El proceso de enseñanza-aprendizaje pasó a desenvolverse en
circunstancias muy diversas, entre las que la pasividad ha sido la nota más saliente"4. Dado que
los colegios albergan miles de alumnos, es evidente que la posibilidad de una vigilancia
personalizada resulta muy dificultosa. Además, hubo cambios en los métodos pedagógicos, el
comportamiento y el modo de actuar de los alumnos y docentes. Esta realidad hizo que la
aplicación de la norma presentara varios inconvenientes prácticos.5 Todo ello genera, pues, un
cambio ideológico que no es más que la consagración de la premisa sobre la cual Borda basó,
en 1968, la reforma del Código de fondo, sosteniendo en materia de responsabilidad civil que
no importa disciplinar a la sociedad, ni sancionar al responsable, sino que lo fundamental es
reparar al damnificado.

El fundamento que cimentó la ley 17.711 recién se vio receptado positivamente con la
ley 24.830 del año 1997, que modificó el art. 1117 del Código Civil y el abordaje de la
responsabilidad civil de los educadores.

"Los propietarios de establecimientos educativos privados o estatales serán


responsables por los daños causados o sufridos por sus alumnos menores cuando se
hallen bajo el control de la autoridad educativa, salvo que probaren el caso fortuito.
Los establecimientos educativos deberán contratar un seguro de responsabilidad
civil. A tales efectos las autoridades jurisdiccionales dispondrán las medidas para el
cumplimiento de la obligación precedente".

4
GHERSI, CARLOS A., Teoría general de la reparación de daños, Astrea 3ª ed., p. 349.
5
Por un lado, el director del colegio, simple dependiente del propietario del establecimiento educativo —público
o privado— debía responder por los hechos de los profesores y del personal que él no seleccionaba. En segundo
lugar, los maestros artesanos, por su parte, no cumplían sus funciones en un marco de tranquilidad: a la
imposibilidad de una celosa vigilancia de los alumnos, se sumaba el peso de la culpa presumida, en los supuestos
de que estos últimos causaran un daño a otro. Como si esto fuera poco, el damnificado veía limitada la obtención
de una reparación integral del perjuicio sufrido, amenazada por la probable insolvencia de los sujetos sindicados
como responsables. Conf. WEINGARTEN, CELIA; Manual De Derecho De Daños; 2ª Edición; La Ley, Buenos Aires,
2015; p. 326

3
Con dicha reforma se impone la aplicación del nuevo régimen de responsabilidad, y
pone fin a un sistema que colocaba la presunción de culpa —que admite prueba en contrario—
en cabeza de los directores de los colegios y "maestros artesanos" por los daños causados por
sus alumnos o aprendices mayores de diez años. A su vez, se incorporaron supuestos de hecho
en la norma que con anterioridad eran tratados por la doctrina y jurisprudencia como ajenos a
su ámbito.6 Asimismo, resulta ostensible el endurecimiento legislativo del régimen de
responsabilidad de los propietarios del colegio y también del Estado cuando éste es quien
realiza esta actividad, quienes luego de la reforma, para eximirse de responsabilidad sólo
pueden alegar y probar el caso fortuito, sin que la prueba de su falta de culpa pueda
beneficiarlos7.

En la actualidad, el tratamiento de los daños producidos en establecimientos


educacionales se encuentra regulado en el artículo 1767 del Código Civil y Comercial de la
Nación, el cual expresa:

Art. 1767. - Responsabilidad de los establecimientos educativos. El titular de


un establecimiento educativo responde por el daño causado o sufrido por sus alumnos
menores de edad cuando se hallen o deban hallarse bajo el control de la autoridad
escolar. La responsabilidad es objetiva y se exime sólo con la prueba del caso
fortuito.

El establecimiento educativo debe contratar un seguro de responsabilidad


civil, de acuerdo a los requisitos que fije la autoridad en materia aseguradora.

Esta norma no se aplica a los establecimientos de educación superior o


universitaria.

6
Se contemplaron los daños sufridos por los alumnos, los causados por alumnos o aprendices menores de diez
años, sean ocasionados en establecimientos públicos o privados, unificándose así el régimen dual de
responsabilidad.
7
Conf. TRIGO REPRESAS, FÉLIX y LÓPEZ MESA, MARCELO, Tratado de la Responsabilidad Civil, 1ª ed., Buenos
Aires, 2004, La Ley, t. III, p. 253.

4
3. FUNDAMENTO DE LA RESPONSABILIDAD

Si bien se anticipó que el factor de atribución de la responsabilidad de los


establecimientos educativos es objetivo, es preciso analizar brevemente las distintas tesis
doctrinarias que analizaron la cuestión.

a. Tesis subjetivista:

Una primera corriente subjetivista sostiene que el establecimiento educativo tiene la


obligación de ejercer una correcta vigilancia para impedir que sus alumnos causen perjuicios a
otras personas. Cuando el daño se produce, se presume que el educador no ha cumplido con su
deber al no controlar a los alumnos debidamente. Se trata, pues, de una presunción de culpa en
la vigilancia que sólo puede ser desvirtuada acreditando la ausencia de culpa. Según esta
corriente, el factor de atribución es la “culpa in vigilando”.8

Siempre dentro de la tesis subjetivista, otro sector sostiene que la culpa del
establecimiento educativo reposa fundamentalmente en la omisión de su obligación de educar
al alumno y de corregir las conductas inapropiadas del mismo. En este caso, el factor de
atribución se denomina “culpa in educando”.9

La flaqueza de estas teorías reside en la pobreza de su lógica. Como acertadamente


afirma Tobías, "en numerosas ocasiones, la educación más eficiente y la vigilancia más atenta,
son insuficientes para evitar la causación de daños por menores; constituye un atentado al
realismo suponer que un menor bien educado y vigilado no podrá causar daños”.10

b. Tesis objetivista:

El establecimiento educativo debe brindar educación según su currícula y en los días y


horarios preestablecidos. Surge así un deber de seguridad por parte del establecimiento por el
cual el menor durante la guarda que el establecimiento ejerza sobre él, no sufrirá ningún daño
y regresará sano y salvo a su casa. A partir de lo antedicho, la obligación de los establecimientos
educacionales de responder por los daños producidos por sus alumnos se basa en el factor de
atribución objetivo "garantía", Ello es consecuencia lógica de la objetivación del factor de

8
WEINGARTEN, CELIA; Manual De Derecho De Daños; 2ª Edición; La Ley, Buenos Aires, 2015; p. 316
9
Ibidem.
10
TOBÍAS, "Accidentes de tránsito y peatones inimputables", LA LEY, 1994-C, 470.

5
atribución, que no permite la liberación de responsabilidad demostrando su obrar diligente o
su no culpa, si no prueba la ruptura de la relación causal11.

En la actual redacción del Código Civil y Comercial de la Nación, no caben dudas que
el legislador se inclinó por la tesis objetivista: “La responsabilidad es objetiva y se exime sólo
con la prueba del caso fortuito.”

4. TITULAR DEL ESTABLECIMIENTO EDUCATIVO

Es preciso definir quién es el titular de un establecimiento educativo para delimitar


quien es responsable por los daños producidos en establecimientos educacionales. Antes que
nada, corresponde decir que un establecimiento educativo existe "en todos los supuestos en que
la enseñanza se imparte a un menor a través de una organización de tipo empresarial que supone
control de autoridad"12. En consecuencia, la doctrina es pacifica en sostener que no están
comprendidos en el concepto de establecimiento educativo:

i. La educación impartida por un docente en forma individual en su domicilio o


en el del alumno, pues no se reúnen los requisitos necesarios para constituir la
existencia de una empresa o establecimiento.13
ii. La educación impartida por un docente que, juntamente con varios alumnos
menores de edad, impartan clases de gimnasia, artes marciales, en plazas o
paseos públicos, etcétera. 14

Dentro de las organizaciones que podrían entenderse como establecimientos


educativos, la doctrina considera que deberá entenderse por tales a los comprendidos en la ley
de educación jurisdiccional (preescolar, escuela primarias, secundarias, colegios para alumnos
con capacidades distintas, educación bilingüe, entre otros, por ejemplo, y no estarían asi
incluidos las guarderías,las colonias de vacaciones, los institutos de enseñanza especializada
que no impartan educación pública obligatoria – como idiomas, música, danza, arte –, los

11
Conf. BUERES, ALBERTO (director), HIGHTON, ELENA (coordinadora), Código Civil y normas complementarias.
Análisis doctrinal y jurisprudencial, 1ª ed., Hammurabi, Buenos Aires, 2001, t. III-A, ps. 31/2), el riesgo de
empresa (conf. KEMELMAJER DE CARLUCCI, AÍDA, "La responsabilidad civil de los establecimientos educativos
en Argentina después de la reforma de 1997", LA LEY, 1998-B, 1047).
12
KEMELMAJER DE CARLUCCI, AÍDA, "La responsabilidad de los establecimientos educativos en Argentina
después de la reforma de 1997". LA LEY, 1998-B, 1047.
13
WEINGARTEN, CELIA; Manual De Derecho De Daños; 2ª Edición; La Ley, Buenos Aires, 2015; p. 327
14
LOIZAGA, EDUARDO, Responsabilidad Civil de los Establecimientos Educativos. Abeledo-Perrot, 2000.

6
clubes, los gimnasios, etc.).15 Sin embargo una tendencia minoritaria de algunos fallos aislados
está aplicando dicha norma a otros institutos que de alguna forma se imparte educación (centro
de día, boy scouts, etc.).16

Es importante advertir que en la norma en cuestión se hace referencia al “titular del


establecimiento educativo” y no el propietario. Este detalle es importante porque el propietario
puede que no sea el titular registrado como responsable del establecimiento y, con ello,
quedaría el verdadero dueño fuera de la legitimación pasiva. En este sentido, la doctrina
sostiene que si bien el titular suele coincidir con el propietario del inmueble donde actúa el
establecimiento, puede darse el supuesto de que el titular alquile dicho inmueble. En relación
a la postura que distingue al titular del propietario Sagarna, uno de los autores que ha estudiado
sistemáticamente este tema, sostiene que “a diferencia del art. 1117 citado, cambia con más
precisión el vocablo “propietarios” de establecimientos educativos como legitimados pasivos
por el termino titulares de un establecimiento educativo”17, siendo el último excluyente del
primero.18

Sin perjuicio de lo antedicho, un sector de la doctrina considera que el titular es el


dueño, el propietario del establecimiento educativo, sea el mismo una persona humana o
jurídica.19 Sea cual sea la posición tomada, se puede afirmar que mientras que en los
establecimientos privados la determinación del titular – sea este el dueño del establecimiento
u otra persona – no es pacifica en la doctrina, no cabe duda que en los establecimientos
estatales, el titular es el Estado nacional, provincial o municipal según la jurisdicción a la cual
pertenezca la escuela.20

Es correcto aclarar que el titular no es necesariamente lo mismo que el director. En


general, el titular solo ejerce la calidad de propietario del colegio y la dirección la ejerce otra

15
Sagarna, Fernando A., “Responsabilidad civil directa y por el hecho de terceros. En el Nuevo Código Civil y
Comercial de la Nación”, Suplemento Especial Nuevo Código Civil y Comercial, 2014, p. 143, La Ley Online.
16
Alterini, Jorge H. Código Civil y Comercial Comentado. Tratado Exegético 2ª Ed. – Tomo VIII. p. 476
17
Sagarna, Fernando A., “Responsabilidad civil directa y por el hecho de terceros. En el Nuevo Código Civil y
Comercial de la Nación”, Suplemento Especial Nuevo Código Civil y Comercial, 2014, p. 143, La Ley Online.
18
Alterini, Jorge H. Código Civil y Comercial Comentado. Tratado Exegético 2ª Ed. – Tomo VIII. p. 476
19
Ibidem.
20
WEINGARTEN, CELIA; Manual De Derecho De Daños; 2ª Edición; La Ley, Buenos Aires, 2015; p. 328

7
persona. Sin embargo, en algunos establecimientos privados el titular y el director pueden ser
la misma persona.21

A partir de lo antedicho, quedan excluidos de responder – al menos bajo el factor de


atribución garantía que surge del deber de seguridad de los establecimientos educacionales –
todas las personas que no sean titulares del establecimiento educativo.

5. REQUISITOS PARA ESTABLECER LA RESPONSABILIDAD DEL TITULAR


DEL ESTABLECIMIENTO EDUCATIVO

a. Ámbito de aplicación espacial:

Es menester aclarar que la norma excluye expresamente de su ámbito de aplicación a


los establecimientos de nivel terciario o universitario. Por lo antedicho, la responsabilidad del
titular de los establecimientos educativos por los daños producidos en los mismos sólo se aplica
a establecimientos educativos privados o estatales de nivel primario y secundario.22

Por otro lado, el límite de la responsabilidad lo da el lugar en que se desenvuelve la


organización educativa. Por ende, la responsabilidad del titular termina en la puerta de calle
del edificio escolar o centro deportivo. Sin embargo, si el daño ocurre dentro del
establecimiento, nace la responsabilidad del titular del establecimiento.23

Despierta controversia el caso de los viajes de esparcimiento o paseos. En dicho


supuesto, sólo será responsable el titular del establecimiento en tanto y en cuanto se determine
el control y participación de la institución en la realización del viaje.24

b. Ámbito de aplicación temporal:

El horario de ingreso marca el inicio del deber de seguridad. Como correlato, la


finalización del horario de clases estipulado hace cesar la obligación de custodia25. Sin
embargo, esto requiere una aclaración: la Corte Suprema de Justicia de Buenos Aires, ha
entendido que el recaudo no ha de interpretarse de manera rígida, pues impondría a los padres

21
Ibidem
22
Ibidem
23
Ibidem
24
Ibidem
25
SAGARNA, FERNANDO A., Responsabilidad civil de los docentes y de los institutos de enseñanza, Depalma,
1994, p. 118.

8
la obligación de recoger a los menores inmediatamente de acabada la jornada escolar, sino con
la suficiente flexibilidad que cada caso demande. En este sentido, si es habitual en el centro o
escuela que los alumnos se queden en el patio de recreo un corto espacio de tiempo después de
terminada la jornada lectiva antes de ser recogidos o trasladarse a sus domicilios, es obligado
deducir que los padres cuentan con que, hasta entonces, están en el centro o escuela y vigilados
por su persona. De todas maneras, la jurisprudencia no es unánime respecto de un horario de
inicio y de finalización del deber de vigilar y existen soluciones de lo más variadas.26

Un punto que es claro es que, si el alumno concurre fuera de horario de clase y tal
presencia es ajena a toda razón educativa, el propietario no resulta responsable por no darse el
elemento "bajo control de la autoridad educativa".27

c. Minoridad

El Código Civil y Comercial establece como requisito fundamental que el alumno que
sufre o produce el daño sea menor de 18 años de edad28 (art. 128, párr. 1º, Cód. Civil). Por lo
antedicho, cuando el dañado mayor de edad sufra el daño producido por un mayor de edad, el
titular del establecimiento educativo no deberá responder por dicho daño.

d. Relación de causalidad

Debe existir una relación de causalidad entre el daño y el hecho acaecido bajo el control
de la autoridad educativa: el perjuicio se debe producir cuando el alumno está o debiera estar
bajo la vigilancia del funcionario escolar, no importando que sea personal docente o cualquier
persona que pertenezca a la organización educativa29.

26
CNCiv., sala I, "Ibarra Guerreño c. Parodi Combustibles y otros". JA, 1993-II-32; en la que se condenó al colegio
a resarcir el daño que sufrió una alumna que a la salida del mismo cruzó la calle en busca de su madre por una
zona no permitida. El fallo ha merecido críticas por su extrema severidad.
27
WEINGARTEN, CELIA; Manual De Derecho De Daños; 2ª Edición; La Ley, Buenos Aires, 2015; p. 328
28
Código Civil y Comercial de la Nación. ARTICULO 25.- Menor de edad y adolescente. Menor de edad es la
persona que no ha cumplido dieciocho años. Este Código denomina adolescente a la persona menor de edad que
cumplió trece años.
29
CNFed. Civ. y Com., sala III 13/5/92, "Duarte de Martínez, Rosa Z. c. Frías Salinas Eduardo D. y otros". LA LEY,
1992-E, 364. "La responsabilidad que cuadra aplicar ante los hechos de los menores es la subyacente de los
padres, que emana del art. 1114 del Cód. Civil y que encuentra fundamento en la idea de que los progenitores
responden por su culpa en la falta de vigilancia o de educación, cuando se trata de situaciones donde prima una
eventual situación excluyente estrictamente al control del establecimiento educativo, como en el caso de la
rabona o ausencia injustificada. Aquí el control paterno es determinante (del voto del doctor Vázquez). Siendo
que el alumno estaba fuera de la custodias y vigilancia del instituto, la responsabilidad que al menos puede
corresponderle respecto del menor, así como también la que surja de los daños producidos con elementos o

9
6. DISTINTAS HIPÓTESIS DE DAÑOS CONTEMPLADOS POR LA NORMA

a. Hipótesis de daños producidos por alumnos:

i. El hecho dañoso puede ser producido por un alumno y dañar a otro alumno. En cuyo
caso, no hay duda que el establecimiento debe responder objetivamente ante los
representantes legales de la víctima por la violación al deber de seguridad.
ii. La víctima del acto dañoso del alumno puede ser un dependiente del establecimiento
educativo. En cuyo caso deberá responder por la obligación de seguridad que emerge
del vínculo laboral.
iii. La víctima del hecho dañoso puede ser un tercero ajeno al establecimiento educativo,
como por ejemplo, el alumno que arroja una piedra a la calle y lesiona a una persona.
El fundamento es el mismo: la asunción del riesgo económico o empresarial y la
seguridad que le es inherente, se trate de alumnos o terceros.30

b. Hipótesis de daños sufridos por los alumnos

El Código Civil y Comercial de la Nación sigue la línea establecida en el art. 1117 del
Código Civil – según su última modificación – atribuyéndole responsabilidad al titular del
establecimiento educativo por los daños sufridos por los alumnos. Esto abre la posibilidad de
que los alumnos por medio de sus representantes promuevan acción contra el titular por daños
generados por terceros.

7. EXIMENTES DE RESPONSABILIDAD

Como lo previo el art. 514 del Código Civil31, el Código Civil y Comercial de la Nación
prevé que solo podrá eximirse de responder el titular del establecimiento que demuestre que el

bienes muebles de su propiedad privada, no puede serle imputada a quienes tienen una responsabilidad refleja
limitada por el tiempo y el espacio. Deben darse ciertas condiciones para que esa responsabilidad, basada
sustancialmente en la obligación de vigilancia, funcione; esas condiciones son, que el alumno esté dentro del
establecimiento y en hora de clase, ya que la responsabilidad derivada de la culpa en vigilando comienza, tiene
vigencia y concluye con el ingreso, permanencia y posterior salida del estudiante. Con la sola excepción de que
se probara que abandonó la escuela, burlando su deficiente control (vigilancia)" (Del voto del doctor Vázquez).
30
KEMELMAJER DE CARLUCCI, AÍDA, "La responsabilidad de los establecimientos educativos en Argentina
después de la reforma de 1997". LA LEY, 1998-B, 1047.
31
CNCiv., 19/12/02, "V., R. P. c. Colegio Esteban Echeverría S.A.E. s/ daños y perjuicios", elDial: "El que se hayan
cumplido las normas del Código de la Edificación en nada repercute para la solución del caso, pues más allá de
la insuficiencia de la altura de la pared como medida preventiva frente a eventuales riesgos derivados de las
actividades que comúnmente se desarrollan en los recreos de niños de sexto grado, la responsabilidad de la
sociedad titular del colegio no se sustenta tanto en las características edilicias de la institución como en la falta

10
daño se produjo por caso fortuito. Dado que es la única causal de eximición legalmente
admitida para eximirse de responder por los daños producidos en los establecimientos
educativos, es preciso definir el concepto de caso fortuito.

El Cód. Civil y Com. de la Nación define al caso fortuito o fuerza mayor en el artículo
1730:

Art. 1730. - Caso fortuito. Fuerza mayor. Se considera caso fortuito o fuerza
mayor al hecho que no ha podido ser previsto o que, habiendo sido previsto, no ha
podido ser evitado. El caso fortuito o fuerza mayor exime de responsabilidad, excepto
disposición en contrario.

Este Código emplea los términos "caso fortuito" y "fuerza mayor" como
sinónimos.

Al respecto, la doctrina coincide que el casus invocable por el titular del establecimiento
educativo debe tener las características generales de la eximente (imprevisible e insuperable) y
además debe ser sobreviniente, es decir, posterior a la traba de la relación contractual entre la
escuela y el alumno; ser extraño a la esfera de actuación del deudor y al riesgo propio de la
actividad educacional, ni provenir de un accionar culposo de sus dependientes. Por otra parte,
se exige que el daño tenga incidencia actual sobre el educando.32

Configurados sus elementos, el caso fortuito fractura la causalidad entre el hecho y el


daño. Al eliminar uno de los presupuestos necesarios de responsabilidad como el nexo causal,
la responsabilidad desaparece. El caso fortuito, eximente, interrumpirá total o parcialmente,
según el grado de participación que tuvo en la producción del daño.33 De todas maneras, la
fractura del nexo causal no obsta el accionar contra el docente o el titular del establecimiento
educativo como autores del hecho dañoso basado en un factor subjetivo de atribución.34

de la debida vigilancia y cuidado del menor, frente a la factibilidad de que el hecho ocurriera, que en el caso no
corresponde inferir que un chico de 11 años tuviera conciencia acabada del peligro y de las consecuencias que
podría tener el hecho de traspasar un muro de aproximadamente 1,30 m. y de caminar por el techo contiguo,
pues nada indica que conociera la endeble resistencia del techo o las deficiencias que causaron su caída desde
el piso alto a planta baja".
32
Sagarna, Fernando A., “Responsabilidad civil del establecimiento educativo para alumnos con capacidades
distintas. La eximente “caso fortuito”, La Ley, 2010-E, 15; Bielsa Ros, J. M., “Fortuitamente un “caso fortuito”,
La Ley Online
33
WEINGARTEN, CELIA; Manual De Derecho De Daños; 2ª Edición; La Ley, Buenos Aires, 2015; p. 332
34
Ibidem.

11
Existen distintas posiciones doctrinarias en cuanto a la rigidez de la norma en cuestión
al prever el caso fortuito como única causal de eximición de responsabilidad. Algunos autores,
a modo de atemperar esta severidad respecto de que la única causal de eximición es el caso
fortuito, consideran que la conducta del menor en el colegio puele ser utilizada como
argumento a fin de eximir o, al menos, atenuar la responsabilidad de los docentes accionados
o de los titulares de los establecimientos de enseñanza35. Existen autores como Kemelmajer de
Carlucci, Gianfelici, entre otros— quienes afirman que la norma no debe ser interpretada
textualmente, sino con criterio flexible permitiendo que los demás eximentes de
responsabilidad como la culpa de la víctima o de un tercero puedan ser esgrimidos por el
propietario del establecimiento educativo. Con este fin, se cita la conducta "caprichosa",
"inquieta", "nerviosa", "intempestiva", "inadecuada", "con problemas", "no pareja", entre otras
características, del alumno. Debemos señalar que la conducta del alumno podrá aniquilar total
o parcialmente la responsabilidad de los docentes, siempre que la misma reúna determinadas
cualidades, y no sea la consecuencia del déficit en la prestación y su seguridad36; por ej., el
menor que sube al techo y cae, revela falta de contralor y seguridad del establecimiento como
verdadera causante del daño.37

8. TUTELA DEL DERECHO DEL CONSUMIDOR

La Ley de Defensa de los Consumidores 24.240 incluye en su tutela a los usuarios de


servicios públicos gratuitos y onerosos, por lo cual no cabe lugar la hesitación de que los
alumnos de los establecimientos públicos y privados están bajo su órbita. Esta interpretación
respeta la plena vigencia de Tratados Internacionales que fijan el derecho a la educación y el
“Interés Superior de los Niños” que imponen como pauta guía su protección.38 Por otra parte,

35
CCiv. y Com. de Azul, 16/6/06, "P., D. S. y otros c. Establecimiento de Frailes Conventuales y otros s/daños y
perjuicios".
36
CNCiv., 3/4/08, "E. R. c. Asociación Católica Irlandesa Colegio Sta. Brígida y otro s/daños y perjuicios", elDial:
"La conducta desplegada por las alumnas al alejarse del lugar donde se encontraban las canchas en las que
habían jugado o debían hacerlo luego, subirse a los juegos de plaza y tirarse del tobogán en la forma en que lo
hicieron, era previsible para los responsables de la institución por cuanto es común y habitual que niños y niñas
de la edad de la actora en aquel momento utilicen en esa forma ese tipo de juegos. Asimismo, considero que,
en el caso, estamos frente a un hecho evitable a través del ejercicio de la correcta vigilancia y cuidado que debía
haber asumido el establecimiento educacional que en ese momento detentaba la guarda de la menor. El art.
1117 del Cód. Civil es claro y por ello se afirma que la obligación de seguridad que dimana del contrato de
educación es de resultado, puesto que el deudor sólo se liberará de responsabilidad si demuestra el caso
fortuito".
37
WEINGARTEN, CELIA; Manual De Derecho De Daños; 2ª Edición; La Ley, Buenos Aires, 2015; p. 332
38
Alferillo, Pascual E., “Daños entre alumnos dentro del establecimiento educacional público. ¿Es aplicable la
Ley de Defensa del Consumidor?”, RCyS, 2014-VIII-43

12
se debe tener presente que la ley tutela de los consumidores es de orden público, por lo cual
sus normas son indisponibles y deben ser aplicadas de oficio.39

El criterio expuesto es ratificado por el contenido del art. 1092 cuando se hace
referencia a la relación de consumo y “se considera consumidor a la persona humana o jurídica
que adquiere o utiliza en forma gratuita u onerosa bienes o servicios como destinario final, en
beneficio propio o de su grupo familiar o social”. De manera similar, la Ley de Defensa al
Consumidor da una definición de consumidor en la que se encuadran los alumnos de
establecimientos educacionales, tanto públicos como privados.40 Consecuencia de lo antedicho
es que bajo la legislación aplicable se ratifica que está protegido como consumidor el usuario
de servicios gratuitos u onerosos, como son los enfermos en los hospitales o los niños en los
colegios, mas allá de lo que dispongan las leyes locales sobre la responsabilidad del Estado
como propietario de los establecimientos educacionales.41

La consecuencia fundamental de amparar a los menores bajo la tutela del derecho del
consumidor es la aplicación del art. 3742 de la Ley de Defensa del Consumidor. La aplicación
de la cláusula antedicha genera la imposibilidad del establecimiento educativo de limitar
contractualmente su responsabilidad.43

39
Alterini, Jorge H. Código Civil y Comercial Comentado. Tratado Exegético 2ª Ed. – Tomo VIII. p. 476
40
Ley de Defensa del Consumidor. ARTICULO 1 — Objeto. Consumidor. Equiparación. La presente ley tiene por
objeto la defensa del consumidor o usuario. Se considera consumidor a la persona física o jurídica que adquiere
o utiliza, en forma gratuita u onerosa, bienes o servicios como destinatario final, en beneficio propio o de su
grupo familiar o social.
Queda equiparado al consumidor quien, sin ser parte de una relación de consumo como consecuencia o en
ocasión de ella, adquiere o utiliza bienes o servicios, en forma gratuita u onerosa, como destinatario final, en
beneficio propio o de su grupo familiar o social.
41
Alterini, Jorge H. Código Civil y Comercial Comentado. Tratado Exegético 2ª Ed. – Tomo VIII. p. 476
42
Ley de Defensa del Consumidor. ARTICULO 37. — Interpretación. Sin perjuicio de la validez del contrato, se
tendrán por no convenidas:
a) Las cláusulas que desnaturalicen las obligaciones o limiten la responsabilidad por daños;
b) Las cláusulas que importen renuncia o restricción de los derechos del consumidor o amplíen los derechos de la
otra parte;
c) Las cláusulas que contengan cualquier precepto que imponga la inversión de la carga de la prueba en perjuicio
del consumidor.
La interpretación del contrato se hará en el sentido más favorable para el consumidor. Cuando existan dudas
sobre los alcances de su obligación, se estará a la que sea menos gravosa.
En caso en que el oferente viole el deber de buena fe en la etapa previa a la conclusión del contrato o en su
celebración o transgreda el deber de información o la legislación de defensa de la competencia o de lealtad
comercial, el consumidor tendrá derecho a demandar la nulidad del contrato o la de una o más cláusulas. Cuando
el juez declare la nulidad parcial, simultáneamente integrará el contrato, si ello fuera necesario.
43
WEINGARTEN, CELIA; Manual De Derecho De Daños; 2ª Edición; La Ley, Buenos Aires, 2015; p. 332

13
9. DIFERENTES SUPUESTOS DE RESPONSABILIDAD

Habiendo analizado distintos elementos que hacen a este tipo de responsabilidad, corresponde
mencionar supuestos en los que puede acaecer la aplicación del articulo 1767 del Código Civil
y Comercial de la Nación.

a. Accidente durante el recreo:

Estos accidentes pueden darse entre alumnos44 por la agresión durante los juegos.
También pueden producirse accidentes en los bebederos de agua cuando los menores se
atropellan para poder tomar agua.45

b. Campo de deportes:

Estos daños se pueden producir cuando se realiza la práctica de algún deporte —ej.,
partido de rugby46, natación, fútbol, etc.; en cuyo caso, además, se involucra la responsabilidad
de la entidad deportiva. También puede suceder que donde se realizó la práctica deportiva luego
de finalizada ésta, un alumno sufra una caída utilizando algún juego recreativo existente en el
predio en cuyo caso también habrá responsabilidad por el daño sufrido por el menor.47

c. Viaje de estudios:

La severidad de la responsabilidad en el ámbito educativo implica que, cada vez se


realizan menos viajes de estudios, pero aún así han sucedido hechos dañosos que dan lugar a

44
(14) CNCiv. y Com., Formosa, 22/11/07, "Ayala, Josefa en rep. de su hijo menor c. Escuela Nº 209 y/u otros
s/ordinario. Indemnización daños y perjuicios", elDial: "La atribución de responsabilidad se torna transparente
a partir del reconocimiento de la situación general y habitual de violencia que impera en nuestros tiempos en
los establecimientos educativos, la que lejos de haberse solucionado desde 1998 a esta parte sólo se ha
agravado, conforme nos dicta la experiencia diaria a la que accedemos cada jornada al conocer las noticias del
día". "Resulta claro entonces que la eximente de caso fortuito queda a partir de ello totalmente descartada, con
lo cual se encuentra refrendada la responsabilidad del Estado en la producción del hecho que da origen a las
presentes actuaciones por la aplicación de lo normado en el art. 1117 del Cód. Civil en su nueva redacción".
45
WEINGARTEN, CELIA; Manual De Derecho De Daños; 2ª Edición; La Ley, Buenos Aires, 2015; p. 332
46
CNCiv., 4/9/07, "G., E. M. y otro c. Colegio Galileo Galileo S.A.E. y otro s/daños y perjuicios", elDial: "El titular
de la institución educativa se encuentra obligado, tácitamente si nada haber previsto las partes en ejercicio de
la autonomía de la voluntad, a devolver al menor, al término de la actividad, en las mismas condiciones físicas
en las que lo hubiere recibido. En consecuencia, si el menor sufre un daño durante el desarrollo de las actividades
realizadas bajo el control de la autoridad educativa, nacerá la obligación del propietario del establecimiento de
indemnizar los perjuicios sufridos, por incumplimiento del deber de seguridad de rango contractual. El
propietario del establecimiento deberá, en consecuencia, adoptar todos los medios y precauciones que resulten
necesarios para que el daño no se produzca (Bueres-Highton, ob. cit., ps. 24/25)".
47
WEINGARTEN, CELIA; Manual De Derecho De Daños; 2ª Edición; La Ley, Buenos Aires, 2015; p. 339

14
la responsabilidad del establecimiento educativo. En los viajes de estudio o las propiamente
dichas "lecciones-paseo", los alumnos se dirigen, generalmente, a un sitio alejado de la ciudad
de donde se encuentra instalado el colegio, aunque en otras oportunidades esas lecciones-paseo
suelen efectuarse alrededor del establecimiento escolar, o a pocas cuadras del mismo.48

d. Clase de educación física:

Son numerosos los hechos dañosos que se producen en las clases de educación física,
algunas veces por el estado de los objetos (aros de básquet, postes de la redes de voley), otras
por el espacio utilizado. La carencia de espacio para la actividad física provoca que los docentes
deban dictar sus clases fuera del ámbito del instituto de enseñanza. Es por eso que se alquilan
clubes o campos deportivos a terceros, o se haga uso de algún lugar público, como parques,
pistas de atletismo, etc., para las clases de educación física.49

e. Establecimientos educativos de doble escolaridad.

En estos casos debe realizarse un distingo: si los menores son retirados del
establecimiento durante el horario del almuerzo, dejarían de estar bajo la órbita de cuidado del
colegio durante ese lapso de tiempo y volverían a estar bajo la responsabilidad de sus padres.50

f. Infraestructura del colegio:

Las autoridades que dirigen un establecimiento educativo deben poner especial cuidado
en la mantención edilicia de los mismos, como también del equipamiento (pupitres o mesa de
trabajo). También existe responsabilidad de los establecimientos en el caso de que los mismos
posean un comedor donde almuercen o merienden los alumnos, y en caso de que la provisión
de los alimentos sea realizado por un tercero, igualmente será solidariamente responsable por
los daños sufridos por los menores.51

10. CONSTITUCIÓN DE UN SEGURO OBLIGATORIO

La ley 24.830 había establecido una novedad que fue receptada por el Código Civil y
Comercial en su art. 1767 y es que los establecimientos educativos deberán tener un seguro

48
Ibidem
49
Ibidem
50
Ibidem
51
Ibidem

15
obligatorio de responsabilidad civil. Con ello se logra, en principio, redistribuir el riesgo y
fundamentalmente garantizar a los damnificados por eventuales perjuicios.

Dicho seguro presenta diferentes características según el ámbito donde se realice la actividad
escolar. Por ejemplo, los establecimientos escolares de Educación Polimodal y de los Talleres
Integrales pedagógicos (TIP) cuentan con la cobertura de un seguro a través de Provincia
Seguros; el mismo responde a dos aspectos fundamentales en el tema de la responsabilidad:

i. Dentro del colegio: Seguros de accidentes personales para escolares durante la


enseñanza, práctica de ejercicios físicos y recreos. El mismo posee un ámbito
de cobertura dentro del edificio y las dependencias.
ii. Fuera del colegio: En actividades organizadas por el establecimiento (viajes de
estudio, visitas a fábricas, museos, exposiciones), cursos, desfiles o torneos
siempre y cuando los mismos hayan sido organizados por las autoridades del
colegio, se encuentren en el Programa Educativo Integral (PEI) y sean vigilados
por personal docente. De acuerdo a la normativa vigente, cubre además
eventuales accidentes en el trayecto de ida y vuelta habitual del alumno al
establecimiento cualquiera sea el medio de locomoción, aun a pie.52

El Seguro de Responsabilidad Civil se encuentra regulado por la Superintendencia


Nacional de Seguros que, de acuerdo a la normativa vigente, comprende la responsabilidad por
hechos cometidos con relación a particulares o a los alumnos cuando éstos se encuentren bajo
el control de la autoridad educativa. Desde este punto de vista el seguro de responsabilidad
civil es aplicable, dentro de la institución escolar, en todas sus actividades, en las salidas
didácticas (programadas, incluidas en el PEI), daños ocasionados a terceros desde o por la
escuela, pero no se aplica fuera del horario escolar.53

11. RECLAMO POR INSTANCIA ADMINISTRATIVA

Es importante mencionar que en algunas jurisdicciones, como en la Provincia de


Buenos Aires (Estatuto Docente Provincia de Buenos Aires ley 10.579 y leyes modificatorias:
Cap. XXII, arts. 139 al 141), la Ciudad de Buenos Aires (ordenanza 40.593 y sus
modificatorias), se prevé un reclamo en sede administrativa, que consta de un presumario y el

52
Alterini, Jorge H. Código Civil y Comercial Comentado. Tratado Exegético 2ª Ed. – Tomo VIII. p. 476
53
Ibidem

16
sumario respectivo si correspondiere: los mismos son realizados por docentes nombrados para
la realización de dicha actividad. La resolución a la cual se llegue en esta sede en nada influirá
en el ámbito civil.54

12. PALABRAS FINALES

Como se mencionó en un principio, el derecho es una disciplina dinámica que se adapta


a la necesidad de la preservación de los seres humanos. El aumento de daños en la sociedad
acaecidos con la modernidad fue receptado por el ordenamiento jurídico. Así, se rompieron
con los paradigmas imperantes en la época de Vélez Sarsfield, los cuales estaban nutridos de
tintes ideológicos claros: el individualismo y el liberalismo económico.

Claro ejemplo de lo anterior es el tratamiento de los daños producidos en los


establecimientos educacionales. El derecho argentino ha evolucionado en un sistema de
responsabilidad objetiva, siendo este más idóneo para proteger a los damnificados dentro de un
marco sensible como lo es un establecimiento educativo. En la actualidad, tanto los daños
sufridos por menores como los producidos por ellos activan la responsabilidad del titular del
establecimiento educativo. Si bien el alcance que tiene la norma es discutido por la doctrina –
dado que no hay una posición homogénea sobre que personas recaen en el concepto de titular
del establecimiento –, lo cierto es que se le da un marco de protección al damnificado que bajo
un esquema de responsabilidad subjetiva era reducido. A su vez, la contratación de un seguro
de responsabilidad civil obligatorio a cargo del establecimiento no hace más que blindar la
protección de los potenciales damnificados, que en la mayoría de los casos pueden ser los
menores.

Por todo lo expuesto, el supuesto especial de responsabilidad analizado en este trabajo


cumple adecuadamente la función del derecho de adaptarse a la necesidad de preservación de
los seres humanos y ha sido un acierto del derecho argentino.

54
Ibidem.

17
13. BIBLIOGRAFÏA

ALFERILLO, PASCUAL E., “Daños entre alumnos dentro del establecimiento educacional
público. ¿Es aplicable la Ley de Defensa del Consumidor?”, RCyS, 2014-VIII-43

ALTERINI, JORGE H. Código Civil y Comercial Comentado. Tratado Exegético 2ª Ed. –


Tomo VIII

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BUERES, ALBERTO (director), HIGHTON, ELENA (coordinadora), Código Civil y normas


complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial, 1ª ed., Hammurabi, Buenos Aires, 2001,
t. III-A,

GHERSI, CARLOS A., Sistema de Factor de atribución en el Código Civil y Comercial,


publicado en diario El Derecho, Buenos Aires, 23 de mayo de 2016.

GHERSI, CARLOS A., Teoría general de la reparación de daños, Astrea 3ª ed., p. 349.

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educativos en Argentina después de la reforma de 1997". LA LEY, 1998-B, 1047.

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SAGARNA, FERNANDO A., “Responsabilidad civil del establecimiento educativo para


alumnos con capacidades distintas. La eximente “caso fortuito”, La Ley, 2010-E, 15;

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Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación”, Suplemento Especial Nuevo Código Civil y
Comercial, 2014, p. 143, La Ley Online.

SAGARNA, FERNANDO A., Responsabilidad civil de los docentes y de los institutos de


enseñanza, Depalma, 1994

18
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TRIGO REPRESAS, FÉLIX y LÓPEZ MESA, MARCELO, Tratado de la Responsabilidad


Civil, 1ª ed., Buenos Aires, 2004, La Ley, t. III

WEINGARTEN, CELIA; Manual De Derecho De Daños; 2ª Edición; La Ley, Buenos Aires,


2015

WEINGARTEN, CELIA; Manual De Derecho De Daños; 2ª Edición; La Ley, Buenos Aires,


2015; p. 327

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