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JUEVES, 18 DE MAYO DE 2017

“EL PLAZO ESTRICTAMENTE NECESARIO Y EL PROCESO DE HÁBEAS CORPUS”

Fernando Murillo Flores

El Hábeas Corpus es un proceso constitucional cuya finalidad es el restablecimiento del ejercicio del derecho
a la libertad cuando éste es vulnerado, vale decir, cuando se está ante: 1) una detención arbitraria; 2) un exceso
del plazo constitucional de detención por comisión flagrante de delito (24 horas); de terrorismo, espionaje,
tráfico ilícito de drogas y cometidos por organizaciones criminales (15 días) y, 3) una vulneración del plazo
estrictamente necesario de detención, el mismo que ahora será particularmente oponible ante la inacción de
la investigación, dentro período máximo de detención legítima, al haberse consignado en el texto del literal f,
del numeral 24, del artículo 2 de la Constitución, por la modificación introducida mediante la Ley N° 305 58
(publicada en el diario oficial, el 09 mayo 2017).

Para comprender lo que es el plazo estrictamente necesario, debemos estar conscientes que los plazos de 24
hrs., y 15 días, son plazos constitucionalmente establecidos como máximos, es dentro de ellos que tiene lugar
el primero; dentro de dichos límites temporales se debe cumplir el plazo estrictamente necesario, por quienes
efectúan la detención.

El Tribunal Constitucional (TC) expresó: “A mayor abundamiento, el plazo establecido actúa solamente como
un plazo máximo y de carácter absoluto, pero no impide que puedan calificarse como arbitrarias aquellas
privaciones de la libertad que, aún sin rebasar dicho plazo, sobrepasan el plazo estrictamente necesario o
límite máximo para realizar determinadas actuaciones o diligencias. En tales casos, opera una restricción a la
libertad personal que la norma constitucional no permite. Un claro ejemplo de ello es la prolongación
injustificada de la privación de la libertad personal en aquellos casos en que se requiere solamente de
actuaciones de mero trámite, o que las diligencias ya han culminado, o que de manera injustificada no se han
realizado en su debida oportunidad, esperando efectuarlas ad portas de vencerse o incluso ya vencido el
plazo preestablecidos.” (Exp. N° 06423-2007-PHC/TC. F. 8)

Definiendo el plazo estrictamente necesario, podemos afirmar que es, dentro de los plazos máximos de
detención, aquél que debe emplearse para tipificar en forma adecuada el delito cometido, reunir los medios
probatorios que demuestren la existencia de un caso penal y presentarlo ante el Juez Penal competente. El
TC estipula: “Como es evidente, el límite máximo de la detención debe ser establecido en atención a las
circunstancias de cada caso concreto, tales como las diligencias necesarias a realizarse, la particular dificultad
para efectuar determinas pericias o exámenes, el comportamiento del afectado con la medida, entre otros.”

Delineando el contorno del plazo estrictamente necesario podemos decir: i) el plazo de detención, sea el de
24 hrs., o el de 15 días, tiene como término inicial la detención en sí, de modo que no es válido postergar o
diferir el inicio de las actuaciones necesarias para sustentar el caso a horas o días posteriores del plazo
máximo; ii) lo que determina el plazo estrictamente necesario es la complejidad del caso objeto de
investigación; iii) en ningún caso las actuaciones necesarias para sustentar el caso deben desarrollarse, de
ordinario, consumiendo el plazo máximo de detención. En consecuencia, si el inicio de las investigaciones se
posterga de manera injustificada, si el caso no es complejo, y si la investigación concluye antes del límite del
plazo o se pretende extenderla hasta el vencimiento del plazo de manera innecesaria, cabrá la posibilidad de
presentar una demanda de hábeas corpus, para restablecer el ejercicio del derecho a ser investigado en el
plazo estrictamente necesario y ser conducido al Juez Penal competente.

Sin embargo, cabe una precisión y es la siguiente, el segundo párrafo del literal f, del inciso 24, del artículo 2
de la Constitución, que trata del plazo máximo de detención de 15 días para los casos de terrorismo, tráfico
ilícito de drogas, espionaje y organizaciones criminales, establece que, de la detención en estos casos, las
autoridades policiales “Deben dar cuenta al Ministerio Público y al juez, quien puede asumir jurisdicción antes
de vencido dicho término.”

Entonces, si el detenido está sometido a una investigación policial, bajo la dirección del Ministerio Público en
los supuestos expuestos, y de la misma se da cuenta al Juez – como manda la Constitución – “quien puede
asumir jurisdicción antes de vencido dicho término.”, sin duda alguna no cabrá acudir a otro Juez Penal para
presentar un hábeas corpus, sino al que fue comunicado de la detención para que éste efectúe el control del
plazo de detención estrictamente necesario, con lo cual ya no estamos ante la amplitud de la competencia
del Juez Penal para conocer un hábeas corpus (cf. Código Procesal Constitucional. Artículo 28), sino que éste
tendrá que interponerse ante el Juez del que se anotició de la detención. Sería saludable otorgar el mismo
tratamiento para las detenciones en flagrancia.

Somos conscientes que los responsables de la detención, es decir, la Policía Nacional del Perú (PNP) en un
primer momento, y luego el Ministerio Público (MP), son potencialmente infractores del plazo estrictamente
necesario de detención y eventualmente afrontarán demandas de hábeas corpus que por la duración de
dichos procesos muchas veces podríamos estar ante una sustracción de la materia, ex ante proceso o ex post
proceso, conforme al segundo párrafo del artículo 1, e inciso 5, del artículo 5 del Código Procesal
Constitucional, sin embargo, en el primer caso podrían emitirse sentencias pedagógicas que, precisamente
por ser tales, establezcan de modo intenso y particular algunas características del plazo estrictamente
necesario que deban cumplir la PNP y el MP sin olvidar que ésta entidad, constitucionalmente, de acuerdo al
artículo 159.4 de la Constitución, conduce “desde su inicio la investigación del delito” teniendo como
colaborador de tal misión a la PNP.

En ese sentido, la responsabilidad de velar por el cumplimiento de los plazos máximos de detención y el plazo
estrictamente necesario dentro de ellos, recae en forma directa en el MP. El proceso de hábeas corpus será
siempre viable para oponer, a la detención y su extensión innecesaria en el tiempo, el respeto del plazo de
detención estrictamente necesario, ante el Juez Penal competente para conocer el caso a quien por mandato
constitucional se le debe dar cuenta de la detención.
En un Estado Constitucional de Derecho, la libertad es un derecho sagrado, cuando sea restringido con una
detención constitucionalmente tolerada, no sólo deben respetarse los plazos máximos de detención, sino –
además – el plazo estrictamente necesario, para lo cual el esfuerzo personal y profesional de la PNP, bajo la
dirección y responsabilidad del MP deben optimizarse al máximo para conducir al detenido ante el Juez
competente quien, finalmente, determinará la situación procesal del detenido.

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