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Imagen de portada © iStockphoto/ermingut.

 a asertividad es el arte de comunicar lo que quieres, de manera clara, abierta y
racional, sin ser agresivo y sin tomar una postura sumisa y de petición de favor.

Cuando no eres lo suficientemente asertivo, puedes sentir que los demás están
tomando las decisiones en tu vida, lo que te deja sintiéndote impotente y como si los demás
te están pasando por encima. Cuando te niegas la capacidad de pararte y decir lo que
piensas, también pierdes muchas oportunidades de satisfacción y realización personal.

Ser asertivo no tiene que ser fácil necesariamente, pero ser asertivo es una habilidad que se
puede aprender. El desarrollo de la asertividad comienza con un buen entendimiento de
quién eres y la convicción en el valor que contribuyes; esta es la base de la seguridad en uno
mismo.

Cuando te comunicas de manera asertiva, actúas con justicia y empatía, no con agresividad,
intimidación o pasividad. Esto requiere precisión y equilibrio y la convicción de que tus
derechos y necesidades son tan válidos como los de los demás. Cuando tratas a los demás de
manera justa y respetuosa, obtienes el mismo trato de vuelta.

Esta sesión de Bite-Sized TrainingTM te muestra cómo lograr ese balance y esa convicción.
Aprenderás sobre herramientas y estrategias que puedes usar para obtener lo que quieres,
sin negar a los demás lo que necesitan. En la siguiente hora:

 Identificarás tus derechos y entenderás cómo puedes estar dejando que las
necesidades y demandas de otras personas las invadan.
 Practicarás técnicas de comunicación asertiva.
 Aprenderás cómo usar el pneumónico LADDER para obtener lo que quieres.

Cuando hayas terminado, te sentirás mucho más seguro y tendrás un sentido renovado de
quién eres y qué representas. Y lo más importante, sabrás cómo obtener lo que necesitas de
ahora en adelante, de una forma justa y razonable.
 o ser firme puede tener consecuencias en tu ánimo y tus relaciones. Si no eres firme,
puedes:

 Sentirte deprimido y sin esperanza. Te molestas contigo mismo por no ser capaz de
controlar tu vida.
 Sentirte resentido. Puedes pensar que aquellos alrededor tuyo se están
aprovechando de ti.
 Tener explosiones de cólera. Cuando no te expresas, tu rabia se acumula y puede
explotar sin advertencia.
 Sentirte ansioso. Puedes evitar gente y situaciones donde se puedan aprovechar de
ti.
 Tener malas relaciones. Cuando no te defiendes, te frustas con los demás y ellos se
frustran contigo. Es difícil construir confianza e intimidad bajo estas condiciones.
 Experimentar malestar físico. Un comportamiento sin asertividad ocasiona estrés y
ansiedad, lo que puede llevar a trastornos de salud serios, como enfermedades
cardíacas y presión alta.

Saber cómo obtener lo que quieres y cómo sentirte respetado es muy importante para tu
carrera, vida y éxito.

La asertividad comienza con la identificación de tus deseos y necesidades. Luego, descubres

lo que la gente alrededor tuyo necesita y encuentras una solución con la que estés satisfecho.

Las personas que tienen problemas con la asertividad creen que sus derechos son menos
importantes que aquellos de las personas alrededor suyo, o piensan que sus derechos son
más importantes. Ambos enfoques están equivocados y generan serios problemas
interpersonales. Cuando practicas la asertividad, reconoces que tus derechos y
pensamientos son tan importantes como los de esas otras personas.

El punto medio, ser asertivo, es mucho más agradable y sostenible, siempre y cuando tengas
las herramientas adecuadas.

Lo primero es preguntarse, “¿qué quieres?”

Esta es una pregunta sencilla que requiere una respuesta compleja. Requiere que te
entiendas, que llegues al núcleo de lo que crees y que descubras qué te hará feliz y satisfecho.

Un buen primer paso es tomarte un tiempo para explorar tus derechos básicos. Luego puedes
usarlos como base para desarrollar respuestas asertivas y para comunicarte con los demás
de manera más efectiva.
 uando eres asertivo, puedes defender lo que crees y no tienes que darle poder
personal a otras personas.

Esto suena bastante simple pero es difícil de hacer; nos enseñan desde muy
pequeños a respetar a los demás. Sin embargo, muchas veces nos es muy difícil respetarnos a
nosotros mismos.

Esta socialización temprana probablemente ha creado fuertes percepciones sobre tus

derechos, en comparación con los derechos de los demás. De repente crees que si te pones
primero estás siendo egoísta. O de repente crees que es tu deber ayudar a alguien cuando lo
necesita, independientemente de tus otras responsabilidades.

Miremos las situaciones donde te sientes decepcionado, pisoteado o molesto debido a

alguien que crees no ha prestado suficiente atención a tus necesidades. Usaremos esto como
punto inicial para pensar sobre cuáles son tus derechos.

Anota en la primera columna de la tabla debajo algunas situaciones

donde sientes que tus derechos fueron ignorados. Luego, para cada
situación, anota cuáles son estos derechos. Finalmente, imagina que
estás haciendo esto para alguien más y revisa lo que has escrito para
asegurarte que puedes esperar estas cosas de manera justa y válida de
estas personas.

La situación Derechos negados ¿Validez?

La situación Derechos negados ¿Validez?

Ahora, en base a lo que has identificado en la tabla arriba, tómate un

tiempo para pensar en tus derechos en las relaciones que tienes con
los demás.
Luego llena la tabla debajo.
Algunas ideas para ayudarte a empezar:
 Tengo el derecho a… decir “no”.
 Tengo el derecho a… hacer preguntas cuando no entiendo.
 Tengo el derecho a… expresar mis opiniones.
 Tengo el derecho a… cometer errores.

Tabla de derechos
Tengo derecho a…

Tengo derecho a…

Tengo derecho a…

Tengo derecho a…

Tengo derecho a…

Tengo derecho a…
Tabla de derechos
Tengo derecho
a…

Tengo derecho
a…

Tengo derecho
a…

Ahora, para cada uno de los derechos que has identificado, piensa en
situaciones cuando no exigiste ese derecho. (Esto puede incluir
alguna de las situaciones en el primer ejercicio, pero incluye otros
cuando sea necesario, tu objetivo es identificar cualquier patrón).

Luego pregúntate por qué renunciaste a tus derechos. Por ejemplo,

de repente no afirmaste tu derecho a hacer una pregunta porque
pensaste que los demás te considerarían estúpido si la hacías.

Mis creencias falsas

Derecho negado La situación Lo que pensé

 Mis creencias falsas

Derecho negado La situación Lo que pensé

Para este momento, deberías comenzar a sentirte empoderado. Cuando veas estas creencias
falsas, puedes enfrentarlas y eliminarlas. Con suerte, esta te ha parecido una experiencia
liberadora y esclarecedora, y ahora sientes que estás con el estado de ánimo correcto para
aprender algunas habilidades específicas de la asertividad.
 a comunicación asertiva es la base de todas las técnicas de asertividad que
encontrarás. Deberás saber cómo decirle a alguien lo que quieres, respetando y
entendiendo de dónde viene la otra persona. De esta forma, eres claro sobre tus
límites pero mantienes una relación positiva.

No sirve ser asertivo si hieres los sentimientos de las personas u ocasionas decepción. Por
ende, la comunicación asertiva es más que decirle a los demás lo que estás pensando. En vez
de eso, lo dices de una forma que puedan entender, para que se sientan validados y
positivos sobre la situación.

Existen cinco elementos principales en la comunicación asertiva:

1. Envía un mensaje claro. Necesitas tener cuidado con tu comunicación verbal y no

verbal, y debes evitar azucarar tu mensaje tanto que la gente no entiende lo que
estás diciendo.
2. Escucha lo que la otra persona está diciendo. Practica la escucha activa. En otras
palabras, presta atención a la otra persona, y asegúrate que entiendas su posición
por completo.
3. Usa oraciones que comiencen con “Yo” para hablar de tus pensamientos,
sentimientos y observaciones (“Yo pienso, yo creo, yo quiero”) y evitar usar
oraciones con “tú” (“tú deberías, tú debes, tú eres”).
4. Reconoce tu rol en la situación. Siempre estáte preparado para pedir disculpas o
admitir tu rol en cualquier desacuerdo. Esto construye confianza y entendimiento.
5. Estáte preparado para decir “no”. Esta es una de las cosas más difíciles de aprender.
Sin embargo, para ser realmente asertivo, tienes que estar cómodo diciendo “no” a
solicitudes que violan tus necesidades y derechos.

Tu meta es usar estas técnicas de asertividad en todas tus discusiones. Probablemente habrá
veces en que hayas hecho un buen trabajo con esto y otras en que no. La asertividad es una
habilidad que requiere bastante práctica, así que no seas duro contigo mismo cuando
cometas un error.

De hecho, cometer errores y aprender de ellos es una manera eficaz de reforzar las nuevas
habilidades.
 Por cada uno de los cinco elementos de comunicación asertiva descritos
arriba, piensa en una vez que no usaste la habilidad. Describe brevemente la
situación y las acciones que tomaste. Luego, registra en la tabla de la
siguiente página lo que pudiste o debiste haber hecho diferente para mejorar
el resultado.

1. Envío de mensaje claro

¿Qué salió mal? ¿Qué pudiste haber hecho diferente?

2. Escucha activa

¿Qué salió mal? ¿Qué pudiste haber hecho diferente?

3. Oraciones con “Yo”

¿Qué salió mal? ¿Qué pudiste haber hecho diferente?

4. Aceptación de responsabilidad

¿Qué salió mal? ¿Qué pudiste haber hecho diferente?

5. Decir “no”

¿Qué salió mal? ¿Qué pudiste haber hecho diferente?

Ahora, convierte lo que has aprendido arriba en metas que te ayudarán a
obtener mejores resultados de manera regular. Regístralos en la tabla de
la página a continuación.
 l mnemónico LADDER (escalera) es un marco de trabajo exhaustivo que puedes usar
para resolver un problema de manera asertiva.

L: Lee tus derechos.

A: Alista una reunión.
D: Define el problema.
D: Describe tus sentimientos.
E: Expresa lo que quieres.
R: Refuerza los beneficios mutuos de una solución.

Ahora vas a poner LADDER en práctica. Ya que la práctica es la mejor forma de aprender y
reforzar las habilidades de la asertividad, vas a desarrollar un plan de asertividad para una
situación que está en tu mente o una que necesitas resolver de inmediato.

Identifica un área de tu vida en que tus necesidades no están satisfechas.

Describe la situación debajo.

Situación que requiere asertividad

L: Usa la lista de “derechos” que desarrollaste en el primer ejercicio,
así como tus propios pensamientos y sentimientos de la situación y
describe lo que quieres y por qué lo quieres. Sé específico y
descriptivo. El propósito es lograr un claro entendimiento de lo que
quieres y por qué lo quieres.

A: Ahora coordina una hora para reunirte con la persona para discutir
la situación. Si no puedes llegar a una fecha específica, establece un
marco de tiempo dentro del cual coordinarás la reunión.
Cuando tengas la conversación, recuerda que necesitarás darle a la otra persona una
oportunidad para comunicar los hechos como los ve. Este intercambio debería
ayudarte a lograr un mejor entendimiento mutuo y de las necesidades y derechos de
cada uno.

D: Ahora, define el problema. Anota los hechos de la situación. Se lo

más específico posible y evitar usar un lenguaje emocional. Tu objetivo
es ser claro para que la otra persona pueda entender por completo tu
posición y percepciones.

D: Luego, describe tus sentimientos. Cuando hayas tratado los hechos,

necesitas compartir tus emociones y describir cómo te estás sintiendo. Esto
ayuda a la otra persona a entender tu punto de vista.
Aquí es extremadamente importante usar únicamente oraciones con “Yo” y
evitar echarle la culpa a la otra persona de cómo te estás sintiendo. Anota
una serie de oraciones con “Yo” que puedes usar para expresar cómo te
estás sintiendo y explicar cómo percibes la situación.
Recuerda reconocer tu propia contribución al tema que estás enfrentando
(pero no te olvides de pasar a la siguiente etapa, de lo contrario todo se
convierte en una disculpa). Esto puede ganarte el respeto y apreciación de
la otra persona.
E: Ahora, es momento de expresar lo que quieres. Prepara una afirmación de
deseo o necesidad breve y concisa que resuma lo que esperas. Si la persona
solo retiene una cosa de tu conversación, tiene que ser esta afirmación. Y
asegúrate de incluir una solución.

Esta solución puede que tenga que cambiar una vez que escuches a la otra
persona. Por ahora, anota lo que consideras es la mejor solución, en donde
las necesidades de todos son reconocidas y respetadas.

R: Finalmente, refuerza los beneficios. En todas las buenas negociaciones, es

importante que la otra persona vea la ventaja para ella misma. Toma la
solución que propones e identifica los beneficios para ella. Recuerda
expresar tus beneficios de manera positiva (“Si haces esto, entonces todas
estas buenas cosas resultarán”). Y recuerda que es amenazante decirle a
alguien las consecuencias negativas de no aceptar la solución, intenta evitar
esto”.
Cuando usas el enfoque LADDER, practica lo que quieres decir frente a un espejo o un
amigo de confianza. Pide comentarios y críticas y mejora tu mensaje y forma hasta que estás
seguro de lo que estás diciendo y cómo lo estás diciendo.
 a asertividad no es algo que vas a dominar de un día para otro. Lo importante es
recordar que si comienzas a ser más firme ahora, tu seguridad continuará creciendo
y te volverás más cómodo con ella.

Cuando conoces tus derechos, sabes cómo comunicarte de manera asertiva y cómo usar el
enfoque LADDER, eventualmente la comunicación asertiva será como tu segunda
naturaleza.

Cuando te recuerdes regularmente tus derechos y continúes practicando las habilidades de

asertividad, continuarás construyendo la confianza que necesites para obtener lo que
quieres, respetando y reconociendo al mismo tiempo los derechos y necesidades de las
personas alrededor tuyo.