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FACULTAD DE FILOSOFIA
CARRERA: Psicología
3º Curso 3º Sección
Año: 2018
Integrantes
1. Silvia Fantilli
2. Elías Benitez
3. Ángel Méreles
4. Patricia Ojeda
5. Josemar passo
Introducción
En este presente trabajo estaremos comentando acerca de la importancia del conlcimiento que
una persona posee sobre si mismo y lo tan esencial que puede llegar a influir en el autoestima del
individuo. El ser humano tiene un deseo natural de conocer y de aprender desde el día de su
nacimiento, desde muy pequeño el bebé se enbarca en el autodescubrimiento, al principio
apoyado en su madre. A pesar de todo y lamentablemete la mayoría no se conoce.
Cuando no se conoce, usted no sabe por qué hace lo que hace, por qué piensa lo que piensa o por
qué se equivoca cuando toma decisiones.
Eso es muy perjudicial, tanto para su vida profesional como para la familiar y la espiritual. Quien
no se conoce, no se corrige. Quien no se conoce no se entiende y no puede entender a otras
personas, seguramente tendrá problemas para relacionarse con los demás.
Nadie nace tímida, los defectos se dan a partir de las situaciones difíciles que las personas pasan
en sus vidas: problemas familiares, abusos, rechazo, etc.
Usted termina volviéndose víctima de las experiencias que vivió a lo largo de toda su vida.
Según Rolando Leal el conocimiento de nosotros mismos es la base fundamental para transitar
por la vida. A diferencia de los animales, que son dirigidos por fuerzas instintivas, los seres
humanos buscamos saber quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. A través de
los tiempos, esta necesidad humana de autoconocimiento se ha visto enriquecida por las
investigaciones y descubrimientos más sorprendentes; hombres y mujeres intrigados por los
misterios de la vida han osado levantar el velo, tratando de contemplar aquello que nos permita
avanzar en la escala evolutiva del nivel humano. Y así han aparecido muchos sistemas que han
aportado sus conocimientos en pro del desarrollo de la humanidad. Cada uno de ellos ha servido
en su momento; lo más importante es entender que el enigma que buscamos descifrar es más
complejo de lo que parece a simple vista, por lo que necesitamos tener una mente más abierta
para poder sintetizar todo cuanto ya se ha revelado. Entre los antiguos se desarrollaron toda una
serie de técnicas que buscaban el conocimiento del ser humano, algunas basadas más en la
observación de los rasgos físicos de la persona, como la quirología o lectura de las líneas de las
manos, en relación con la quiromancia o adivinación por la lectura de las manos; la fisiognomía
o estudio de la personalidad mediante la forma y expresión del rostro; y los estudios pioneros de
Hipócrates sobre los cuatro humores: sangre, linfa, bilis y atrabilis, que corresponden a los cuatro
temperamentos: sanguíneo, linfático, bilioso o colérico y melancólico, que fueron ampliados por
Galeno relativos a la forma y constitución del cuerpo en general. A fines del siglo XIX
encontramos a los iniciadores de la morfología como ciencia, entre los que podemos mencionar a
Claude Sigaud cuya teoría de cuatro funciones vitales que surgen de los sistemas respiratorio,
digestivo, muscular y nervioso dan lugar a cuatro tipos humanos, se relaciona con la teoría
hipocrática, continuador del anterior fue Leon Mac Auliffe. Otro investigador importante fue
Giacinto Viola, que estableció dos tipos importantes el brevilíneo (el tronco destaca más que los
miembros) y el longilíneo (los miembros sobresalen del tronco), y Nicolás Pende creador de la
biotipología, se concentró en la relación morfología y carácter, derivó sus estudios de G. Viola.
Sobre esta misma idea de relacionar la forma del cuerpo con el carácter, encontramos en el siglo
XX la tipología de E. Kretschmer que en cuanto a la constitución física establece tres tipos: el
leptosomático (tipo delgado), el atlético (tipo medio) y el pícnico (tipo grueso), y dos rasgos de
carácter: ciclotímico y esquizotímico; estos estudios fueron continuados y mejorados por W. H.
Sheldon quien establece tres tipos básicos relacionados con tres formas caracterológicas y tres
funciones psíquicas: endomorfo (tipo grueso) carácter viscerotónico y función psíquica, el
sentimiento; mesomorfo (tipo medio) carácter somatotónico y función psíquica la acción;
ectomorfo (tipo delgado) carácter cerebrotónico y función psíquica el pensamiento. Esta división
de tres tipos humanos la encontramos también en el Ayurveda, la medicina de la India antigua,
mencionados como vata (tipo delgado), pitta (tipo medio) y kapha (tipo grueso). Y en la
diagnosis mazdaznan derivada de las enseñanzas de Zaratustra y actualizadas por el Dr. Otoman
Zar´Adusht Ha´nish se mencionan tres tipos básicos: física-nutricia (tipo grueso), emocional-
nerviosa (tipo delgado) e intelectual-respiratoria (tipo medio). La mayoría de estas
investigaciones tenían un fin práctico, se partía de la idea de poder conocer a los individuos a
través de su apariencia corporal, todo ello basado en las diferencias básicas entre los seres
humanos, esta búsqueda de conocimientos muchas veces se relacionaba con la salud del
individuo, de donde se derivan métodos de diagnóstico como la iridología, por medio del iris de
los ojos.
Finalmente Leal culmina diciendo que en el aspecto psicológico hay un estudio de valores o
ideales básicos de la personalidad muy semejante al de los Siete rayos, sólo que se mencionan
sólo seis aspectos principales. El hombre económico, el político, el estético, el religioso, el
teórico y el social, fue desarrollado por Eduard Spranger. Cabe mencionar también el sistema
caracterológico de R. Le Senne, basado en los estudios de Heymans y Wiersma, el cual parte de
dos elementos fundamentales: emotivo y no emotivo, cada uno de ellos se divide en activo y no
activo, y estos en primario y secundario, de tal manera de aparecer ocho tipos los cuales son:
Como todo proceso, tiene en diversas fases, como: autopercepción, autoobservación, memoria
autobiográfica, autoestima, auto aceptación.
Es la tarea más importante que hay que realizar antes de emprender cualquier actividad y antes
de intentar conocer a las demás personas. En muchas ocasiones las personas se preguntan ¿por
qué habré dicho o hecho tal o cual cosa?
¿Quién soy realmente: ¿lo que hago, lo que pienso o lo siento? En ocasiones llegan al
pensamiento ideas que asustan o avergüenzan y que no se desea compartir.
Todo esto parece muy contradictorio. Sin embargo, todo esto es soy “yo”.
Es bueno tratar de escuchar la voz interior y aceptar que hay muchos elementos que agradan y
otros que no. No se debe rechazar los elementos negativos, sino analizarlos y tratar de
mejorarlos.
Cuando se avanza en el proceso del propio conocimiento, se puede también lograr mayor
respeto, control y estima.
El autorespeto. Algunas personas desean que los demás la respeten, que les “den” su lugar, pero
tal vez, sin darse cuenta, ellas mismas no creen que sean dignas o merecedoras de ese respeto. El
respeto por uno mismo se basa en el conocimiento y aceptación de las propias limitaciones y
posibilidades.
Cuando una persona conoce y comprende los motivos que lo llevan a actuar de una manera
determinada es capaz de respetarse y lograr el respeto de los demás.
Este es un proceso lento, que no se logra de la noche a la mañana. Se inicia cuando se toma
conciencia de las propias fortalezas y debilidades y se prolonga durante toda la vida.
Uno de los problemas o dilemas del ser humano, es que no conoce realmente el por qué está acá,
por qué está vivo, cuál es su función. La consciencia humana ha sido consecuencia de múltiples
preguntas, lo cual hace que el ser humano precise de conocerse a sí mismo para saber sus
capacidades.
Si un ser humano no conoce sus carencias y sus capacidades, difícilmente podrá ser totalmente
acertado a lo largo de su vida, eficiente. Una herramienta es precisa y certera cuando se conoce
su uso, capacidades, límites por completo.
Por ejemplo, ser padre sin estar totalmente seguro de lo que se hace o de quien es uno, puede
repercutir en la descendencia. Por ello es tan vital que las personas tengan un autoconocimiento,
no sólo para saber de qué están hechos sino también poder incrementar sus capacidades a partir
de mejorar las propias fallas.
Se pretende realizar una charla con los alumnos del tercer año tercera sección de la carrera de
psicología de la facultad de filosofía – Universidad Nacional del Este.
Conclusión
El autoconocimiento no es una tarea sencilla y de carácter temporal a la que en algún momento
determinado se puede poner punto final. Asimismo, aclara o reafirma los valores de auto-
actualización, de crecimiento hacia la persona que se tiene la potencialidad de llegar a ser. Éste
proceso ayuda a ser y discriminar actitudes que facilitan la interrelación y generar relaciones más
congruentes y honestas, Hace discernir el estar en el mundo y preguntar hacia dónde se quiere
ir.Se puede decir que a mayor expansión de la conciencia misma y de los demás, se generará una
mayor claridad en las preguntas que se hacen y en las respuestas que se dan sobre el sentido de la
existencia.Si todo lo que como personas somos, pensamos, sentimos y hacemos se recibe con el
mismo grado de estimación y afecto,con una actitud comprensiva, se perderá entonces el temor,
y la prensión y tal vez el miedo al conocimiento de uno mismo.No es el conocimiento por sí
mismo, sino la comprensión amorosa de uno mismo lo que genera autoestima. La autoestima
estimula de esta manera el autoconocimiento y esta conciencia, al encontrar otra vez compresión
y afectó, genera mayor nivel de autoestima, asimismo, de conciencia existencial en un círculo
virtuoso de descubrimiento y desarrollo del propio potencial.
De esta manera sabemos que el auto conocimiento es la clave para forjar una vida exitosa y llena
de felicidad plena que nos permite alcanzar lo máximo de nuestros anhelos.
Anexos