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TEMA: DIOS LO HA CREADO TODO

ORACIÓN INICIAL:

Iniciamos la sesión de catequesis con la Señal de la Cruz para centrarnos sirviéndonos


además de repaso y refuerzo.

DESARROLLO DE LA SESIÓN:

RELATO

Existe desde la eternidad un ser que es todo amor y que se llama Dios. Como quería
manifestar ese amor y tiene el poder de crear, decidió crear al hombre, comenzando
por la tierra y el universo para que el hombre tuviera un lugar donde vivir. Veamos cómo
lo cuenta el primer libro de la Biblia que se llama “Génesis”:
* * *

LA CREACIÓN DEL MUNDO

Al principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era entonces confusión, oscuridad y
desorden. Y dijo Dios: “Hágase la luz” y hubo luz, así la separó de la oscuridad y llamó a
la luz día y a la oscuridad noche. Este fue el primer día de la creación.

El segundo día hizo el firmamento del cielo y lo separó de las aguas.

El tercer día Dios juntó las aguas para que apareciera también lo seco, y a la reunión
de las aguas llamó mares y a lo seco llamó tierra. Después hizo brotar sobre la tierra la
hierba verde, las plantas y todos los árboles con sus frutos y semillas. Y vio Dios que
eso era bueno.

El cuarto día creó el sol para que alumbrase el día, y la luna y las estrellas para que
destacaran por la noche. También los creó para que nos señalasen la duración de los
días y poder así medir los años y el tiempo.

El quinto día creó Dios las aves que vuelan por el cielo, al igual que los peces y las
criaturas marinas. Y vio Dios que eso era bueno y los bendijo para que se multiplicasen
por el cielo y por el mar.
El sexto día creó a todos los animales de la tierra, y tras ello dijo: “Hagamos al hombre
a nuestra imagen y semejanza; y domine sobre todos los animales de la tierra, del cielo
y del mar”. Y creó Dios al hombre, y con él a la mujer. Ambos fueron creados a imagen y
semejanza de Dios; y les dijo: “Creced y multiplicaos y llenad la tierra y sometedla, y
dominad sobre todos los animales” Al terminar ese día vio Dios que todo lo que había
hecho era muy bueno.

Así pues, acabados el cielo, la tierra y todo cuanto dejó en ellos, dio por finalizada su
obra creadora y el día séptimo descansó. Dios bendijo el día séptimo y lo santificó. Por
eso nosotros también descansamos cada siete días y procuramos santificar ese día, que
es el domingo, yendo a Misa y dedicándoselo a Dios

Manualidad: La ruleta de la creación.

Esta rueda de los días de la creación nos servirá para contar la historia de cuando Dios
creó el mundo. Cada segmento narra la historia de lo que Dios hizo en ese día de la
creación.

Instrucciones

Para esta actividad se entregará un juego de plantillas de las que aparecen a


continuación a cada niño.
Mientras el catequista lee el texto bíblico de la creación los niños irán coloreando el
segmento correspondiente al cada uno de los días.

Una vez coloreados, recortar los dos círculos. Hacer un pequeño agujero en el centro
de los círculos y pasar un mini sujetador metálico para papel (Fasteners) a través de él.
Abrir y doblar las patas del Fasteners para que sirva de eje y sujeción.

Fasteners
Actividad:

Dibujemos lo que más nos gusta de la creación: cada niño expresará en forma de dibujo
aquello que más le gusta de la creación.

REPASO

¿Qué hemos aprendimos hoy?: Cada niño puede expresar lo que ha aprendido en la
catequesis de hoy.

ORACIÓN FINAL

Oración espontánea de acción de gracias.


TEXTO ALTERNATIVO PARA EL RELATO: Principio de todas las cosas

La creación del mundo


(1) Cuando Dios comenzó a crear el cielo y la tierra,
(2) la tierra no tenía forma, ni había en ella nada que tuviera vida. Las aguas estaban
cubiertas por una gran oscuridad, pero sobre la superficie del agua se movía el espíritu
de Dios.

El primer día de la creación

(3) Dijo entonces Dios: «¡Quiero que haya luz!» ¡Y al instante hubo luz!
(4) Al ver Dios la belleza de la luz, la apartó de la oscuridad
(5) y le puso por nombre «día». A la oscuridad la llamó «noche». Y cayó la noche, y
llegó la mañana. Ése fue el primer día.

El segundo día de la creación

(6) Dijo entonces Dios: «Quiero que haya entre las aguas algo firme que las separe».
(7) ¡Y al instante se hizo así! Dios puso algo firme entre las aguas, y la mitad de las
aguas quedó abajo y la otra mitad quedó arriba.
(8) Al ver la belleza del firmamento, Dios le puso por nombre «cielo». Y cayó la
noche, y llegó la mañana. Ése fue el segundo día.

El tercer día de la creación

(9) Dijo entonces Dios: «Quiero que las aguas que están debajo del cielo se junten
en un solo lugar, y que aparezca lo seco». ¡Y al instante se hizo así!
(10) Dios llamó «tierra» a lo seco, y llamó «mar» a las aguas.
(11) Al ver Dios tal belleza, dijo: «Quiero que haya en la tierra árboles y plantas que
den fruto y semilla». ¡Y al instante se hizo así!
(12) La tierra produjo árboles y plantas; los árboles dieron frutos, y las plantas
dieron semillas. Mientras Dios admiraba tal belleza,
(13) cayó la noche, y llegó la mañana. Ése fue el tercer día.

El cuarto día de la creación

(14) Dijo entonces Dios: «Quiero que haya en el cielo luces que separen el día de la
noche; luces que indiquen las estaciones, los días y los años;
(15) luces en el cielo azul que iluminen la tierra». ¡Y al instante se hizo así!
(16) Dios hizo las dos grandes luces: el sol, para que domine en el día, y la luna, para
que domine en la noche. También hizo las estrellas.
(17) Dios puso estas luces en el cielo para alumbrar la tierra,
(18) para dominar en el día y en la noche, y para separar la luz de la oscuridad.
Mientras Dios admiraba tal belleza,
(19) cayó la noche, y llegó la mañana. Ése fue el cuarto día.

El quinto día de la creación

(20) Dijo entonces Dios: «Quiero que los mares se llenen con seres vivos. Quiero que
las aves vuelen sobre la tierra y crucen el cielo azul».
(21) Así creó Dios los grandes monstruos marinos. Creó todos los seres vivos que se
mueven en el agua, y todas las aves del cielo. Al ver Dios tal belleza,
(22) les dio esta bendición: «Quiero que los peces se reproduzcan y llenen los mares;
quiero que las aves se multipliquen sobre la tierra».
(23) Y cayó la noche, y llegó la mañana. Ése fue el quinto día.

El sexto día de la creación

(24) Dijo entonces Dios: «Quiero que haya en la tierra toda clase de seres vivos:
animales domésticos, animales salvajes, reptiles e insectos». ¡Y al instante se hizo así!
(25) Dios hizo los animales salvajes, los animales domésticos, los reptiles y los
insectos.
(26) Al ver Dios tal belleza, dijo: «Hagamos ahora al ser humano tal y como somos
nosotros. Que domine a los peces del mar y a las aves del cielo, a todos los animales de
la tierra, y a todos los reptiles e insectos».
(27) Fue así como Dios creó al ser humano tal y como es Dios. Lo creó a su semejanza.
Creó al hombre y a la mujer,
(28) y les dio esta bendición: «Quiero que se reproduzcan, quiero que se multipliquen,
quiero que llenen la tierra y la pongan bajo su dominio. Que dominen a los peces del mar
y a las aves del cielo, y a todos los seres vivos que se arrastran por el suelo».
(29) También les dijo Dios: «Hoy les entrego a ustedes toda planta que da semilla y
todo árbol que da fruto. Todo esto les servirá de alimento.
(30) Pero la hierba verde será para todos los animales». ¡Y al instante se hizo así!
(31) Mientras Dios admiraba la gran belleza de su creación, cayó la noche, y llegó la
mañana. Ése fue el sexto día.

El séptimo día

Así terminó Dios la creación del cielo y de la tierra y de todo cuanto existe, y el
séptimo día descansó. Dios bendijo ese día y lo apartó, para que todos lo adoraran.

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