Vous êtes sur la page 1sur 4

Programa Nacional de Formación Permanente “Nuestra Escuela”

Componente: Formación Docente Situada


Eje 1: Construcción colectiva del saber pedagógico
Implementación de una secuencia didáctica basada en la resolución
de problemas: su relato.
Jornada Institucional 9 de octubre de 2018 – Educación Secundaria

Propósito:
Invitarlos/as a realizar una relatoría de una secuencia didáctica desarrollada en la
escuela, basada en la resolución de problemas, dando respuesta a lo que el enfoque
curricular sostiene para cada espacio área /materia / taller curricular.

Las relatorías son herramientas interesantes para registrar y guardar memoria de


encuentros, seminarios, reuniones generales de debate u operativas de trabajo, o
específicamente, de las distintas instancias del tránsito recorrido por una experiencia
pedagógica (como en este caso). “La relatoría es un texto narrativo que describe lo
acontecido en cualquiera de estas opciones. Constituye una reescritura de lo registrado, de
lo observado y vivenciado en las instancias presenciales. En este sentido, es un material
escrito a posteriori de la acción, es una composición que surge de la lectura del registro
escrito que se realiza en cada encuentro, en el que se incorporan elementos que
recomponen la situación vivida en su transcurso. Las relatorías consignan de manera
sistemática y secuencial lo que acontece en un encuentro, en un taller, en una comisión de
trabajo, en un seminario. Esto constituye el aspecto descriptivo. También se pueden
incorporar los materiales producidos en los encuentros o los considerados para la
planificación de los mismos. Las relatorías son mucho más que un registro frío y “neutral” de
lo que pasó en un evento. Para construirlas se recuperan, a través de las impresiones y
percepciones del registrador, los aspectos subjetivos, reconstruyendo no sólo las
informaciones cuantitativas sino también las cualitativas, como los climas, sensaciones y
vivencias.”1

En principio, se centra así la tarea tanto en la planificación de las prácticas de aula,


generando espacios que permitan reflexionar, compartir y debatir acerca de esos planes y
esas prácticas; y de esta manera, en un trabajo compartido por todos/as, confirmar,
transformar, o construir; experimentando e investigando, combinando la comprensión de
la teoría con la comprensión de la práctica ya sea sobre cuestiones de la enseñanza del o
la docente como de su propio aprendizaje de otras maneras de enseñar.
1
La documentación narrativa de experiencias pedagógicas. Una estrategia para la formación de docentes.
2005. Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología. P.42
Documentar narrativamente experiencias pedagógicas llevadas a cabo permite conocer lo
que hay detrás de las decisiones que se toman cuando se enseña, los variados puntos de
vista, los supuestos y proyecciones, dando lugar a que las prácticas escolares sean dichas y
contadas en el lenguaje de la acción. También, se habilita la comunicación y circulación de
ideas, conocimientos, innovaciones y proyectos que interpelan en la profesión con el
protagonismo como actores centrales de las prácticas pedagógicas de las escuelas.
Supone, al mismo tiempo, reconocer el carácter cambiante y particular de estas prácticas
de acuerdo a los contextos en los que se desarrollan, así como atender las potencialidades
de transferencia y adecuación de estas experiencias a otros contextos y situaciones
escolares.

El propósito es situar la reflexión en el plano de las acciones didácticas realizadas, para la


posterior toma de decisiones respecto de: los propósitos de la clase, la secuencia de
trabajo, la organización de los estudiantes, etc.; favoreciendo la fundamentación
pedagógica de tales decisiones.

El aula debe convertirse así en un espacio privilegiado de intercambio entre estudiantes y


docentes, entre docentes, entre estudiantes, y entre todos aquellos que oficien de
acompañantes válidos para una actualización permanente.

Propuestas pedagógicas como las que se propician, basadas en la resolución de


problemas, serán originales por la riqueza de las actividades, por el modo en que se
articulan, por los materiales que se utilizan y, sobre todo, por la modalidad de
intervención que asume el/la docente y por la conducción del proceso. Las actividades
deberían estar interrelacionadas entre sí, de manera que una lleve a la segunda, la
contenga de alguna manera y la supere en algún grado de complejidad; permitiéndoles a
los/as estudiantes enfrentarse con desafíos que ayudarán a avanzar en sus
conceptualizaciones.

Teniendo en cuenta entonces lo expresado hasta el momento, la relatoría debería dar


cuenta de la secuencia didáctica implementada, contemplando los diferentes elementos
que intervinieron, incluyendo como datos esenciales la estrategia didáctica del/la docente
y la estrategia de aprendizaje de los/as estudiantes. Entre esos elementos estarán los
saberes seleccionados, los propósitos formulados y la estrategia de enseñanza llevada a
cabo, que se divide en tantas instancias como sea necesario. Cada una de estas instancias
incluirá: la consigna (que debe referir a los saberes, los materiales de apoyo, la modalidad
de trabajo, y el tiempo destinado); las acciones que realizaron los estudiantes: tanto
procedimentales como metacognitivas, entendiendo que trabajar los procedimientos es
una instancia enriquecedora ya que se comparten diferentes modos y criterios de
resolución de las situaciones problemáticas; y las acciones que realizó el/la docente
referidas al tipo de ayuda que dio, las interacciones que produjo, las que promovió y las
que impidió.

Asimismo, se deben expresar los criterios de evaluación de la secuencia seleccionada.

También, el relato deberá contener: los facilitadores y obstáculos que surgieron durante
su planificación, los facilitadores y obstáculos que permitieron su implementación; tener
vínculos con el trabajo que hicieron los/las estudiantes considerando cómo aporta a la
acreditación de esa unidad didáctica. Se deben incluir fotos de materiales, por ejemplo del
libro de aula, dando cuenta del registro de dicha secuencia, con las actividades de
aprendizaje de los/as estudiantes y de enseñanza de los/as docentes.

Todos/as los/as que trabajan en la escuela deben participar de esta actividad que dará
cuenta de la enseñanza basada en la resolución de problemas.

Esta propuesta de documentar experiencias pedagógicas en las instituciones tiene como


propósito diseñar, gestionar y difundir los textos escritos por los/as docentes. Ellos/as
podrán reflexionar y comunicar a través de la escritura las experiencias pedagógicas que,
por distintos motivos y a través de caminos diversos, han generado prácticas escolares
cargadas de sentidos para sus protagonistas y orientadas a lograr localmente las
aspiraciones y propósitos de la escolaridad.

Algunos extractos:
“Sabemos que, a diferencia de la oralidad, la escritura entabla entre sus participantes una
relación diferida. Escritor y lector no se encuentran frente a frente, por lo tanto quien
escribe debe poner en juego todos los recursos disponibles para asegurarse de que su texto
dice de forma autónoma lo que él tiene intenciones de decir. Para lograr esto, es
fundamental tener en cuenta que el hecho de escribir comienza en el mismo momento en
que se generan las ideas que se van a volcar en el papel o en la computadora y continúa
con la planificación del escrito.”

“…proyectar una experiencia, planificarla, anticiparla es una instancia fundamental para


que tenga lugar el proceso de enseñanza y de aprendizaje, pero no la última: registrar por
escrito lo que efectivamente sucedió durante la experiencia (planificada o no) genera un
conocimiento que transparenta muchos elementos del proceso que, de otro modo,
quedarían ocultos e invisibles. Narrar prácticas escolares permitirá revelar las
incertidumbres, las reflexiones que la experiencia suscitó, los inconvenientes y dificultades
que surgieron durante la implementación, las estrategias puestas en marcha para
superarlos, los logros y también aquello que se previó pero no se alcanzó.”
Por eso pensamos que el registro de la práctica se debe transformar en un dispositivo de
explicitación de las múltiples variables que atraviesan la experiencia en el aula, de modo
tal que se convierta en un instrumento para revisar la práctica, tomar decisiones en el
futuro y mejorarla.”

“Por todo lo que venimos diciendo hasta el momento, escribir la práctica implica mucho
más que un simple registro: el acto de escribir nos devuelve un producto objetivable en el
que el pensamiento original, aquel que teníamos antes de sentarnos a escribir, ya no es el
mismo. Verbalizar por escrito las ideas implica someterlas a un proceso de análisis que no
se logra mediante su expresión oral.”2

2 Taboada, María Beatriz, Cejas, María Agustina y Monti, Claudia (2013). Clase 6: Narrar las prácticas.

Propuesta educativa con TIC: Enseñar con TIC Lengua y Literatura 1. Especialización docente de nivel
superior en educación y TIC. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación

Vous aimerez peut-être aussi