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Según concreta, los tres elementos celulares de la sangre están constituidos por
los glóbulos rojos (45% del volumen sanguíneo total); los leucocitos o glóbulos
blancos (un 2% del volumen total de sangre) y las plaquetas. "Estos tres tipos
celulares que circulan en la sangre se producen en la médula ósea, y se
destruyen en el bazo.
Así, por ejemplo, "la vida media de un glóbulo rojo normal es de 120 días", precisa
Cabañas, a la vez que los describe:
- Asimismo, se encontrarían las plaquetas, que ejercen una función esencial una
parte de la coagulación de la sangre (cicatrización de heridas y mantenimiento de
la integridad de los vasos sanguíneos).
Los elementos de la sangre son los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. Foto: Getty Images
Por otro lado, el hematólogo subraya que la sangre también contiene plasma,
en un 50-55% de su contenido. "Se trata de un líquido cuya función es el
transporte de los nutrientes o de los 'principios inmediatos' allá donde sean
necesarios: hidratos de carbono, lípidos, proteínas o iones, como el sodio, el
potasio o el calcio".
A partir del nacimiento, Cabañas dice que sólo se forma la sangre en esas zonas
proximales de los huesos largos, y en los huesos planos. "Es ya en la adultez
temprana cuando queda de forma exclusiva en el interior de los huesos planos
hasta el final de la vida", precisa. "Para una correcta 'hematopoyesis'
es necesaria una dieta equilibrada que aporte hierro, vitamina B12 y ácido fólico,
esenciales en la producción de los elementos celulares de la sangre", apostilla.
Enfermedades de la sangre
Según indica, existen dos circunstancias que afectan a la población con gran
frecuencia. Una de ellas es la anemia o descenso en la cantidad de hemoglobina
de los glóbulos rojos, que dificulta el aporte de oxígeno a los tejidos. En este
punto, el experto destaca que la anemia representa la "enfermedad más
prevalente del mundo", afectando a más de 1.500 millones de personas, lo que
corresponde a casi el 25% de la población mundial, según datos de la OMS. Entre
sus causas están el déficit de hierro, el de vitamina B12, el de folato, o
enfermedades hematológicas y extrahematológicas como infecciones, o
enfermedades reumáticas, por ejemplo.
El miembro de la SEHH señala, al mismo tiempo, que las personas que padecen
'trombocitopenia' o, plaquetas bajas, o defectos en los factores de coagulación,
tienen un mayor riesgo de hemorragias o sangrado, incluso sin traumatismo. "Un
ejemplo claro lo representa la hemofilia A, o 'déficit de factor VIII congénito',
que tienen un mayor riesgo de sangrado desde el nacimiento. E incluso en las
formas más severas existe riesgo de sangrados amenazantes para la vida, por lo
que es importante detectarlos a tiempo para valoración por Hematología y estudiar
tratamiento con factor VIII en régimen de profilaxis", agrega.