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MARIA DEL MAR REY CERÓN.

PARIR EN CASA: UNA PRÁCTICA Y UNA DECISIÓN QUE NO SE DEBE


JUZGAR.

En la antigüedad era común que las mujeres tuvieran sus partos en casa, muchas de ellas
acompañadas por parteras o comadronas, quienes se encargaban de todos los detalles para
recibir al bebé; de los cuidados tanto de la madre como del neonato. En los años 30 se inicia
la institucionalización del nacimiento, en donde los partos pasaron de ser atendidos en el
hogar por las comadronas, a ser atendidos en el área hospitalaria, esto se dio a que médicos
norteamericanos iniciaron campañas en contra de las comadronas, culpándolas de la tasa
elevada de mortalidad tanto materna como infantil durante los partos.

Actualmente, muchas madres y/o parejas deciden que los partos sean atendidos en casa, ya
sea por una organización médica o por parteras y comadronas. Alrededor de este tipo de
decisiones se han generado diversas críticas ya que la mayoría de las personas consideran
esta práctica peligrosa para la madre y el recién nacido.

Al realizar esta práctica en el área hospitalaria se deshumaniza de cierto modo el parto, pues
prima la atención rápida que en la mayor parte de los casos es deficiente. La medicina actual,
genera deshumanización, pues despersonaliza la atención en salud generando descontento
entre las personas que reciben la atención médica (Guadalupe Trueba, 2017); a la hora de
parir en una clínica u hospital no es ajeno este tipo de tratamiento que se le da a la salud; la
medicina hegemoniza el control sobre el cuerpo humano (femenino), haciendo así que este
proceso no sea compartido por las mujeres con quién ellas deseen, pues es el personal médico
quién dirige y decide sobre cómo debe o no concebirse el parto; en la mayoría de ocasiones
la capacidad de decidir de la madre sobre cómo quiere parir a su hijo se ve atentada,
presentándose así una inadecuación constitutiva (José María Mardones) entre parir como se
quiere o hacerlo de la forma que sugiere o dicta el personal médico; decidir es un concepto
clave para tratar este tema; decidir es seleccionar una acción determinada entre un conjunto
de acciones alternativas a través de un proceso deliberado, decidir es un proceso previo a la
acción (Teresa Martínez Mollá y Paversi, 2015). Distintos aspectos personales son los que
influyen en la toma de decisiones, algunos de ellos son los valores, creencias, percepción de
riesgo y seguridad y apoyo familiar (Teresa Martínez Mollá, 2015).

Los dos primeros aspectos se forjan en la mente de una persona a través de distintos
conceptos tanto éticos como morales, los valores y creencias, se fundamentan bajo el tipo de
crianza de cada persona, también tiene gran influencia la cultura en la que se da dicha crianza.

El riesgo es la probabilidad de que se produzca un resultado adverso al esperado, también es


el factor que aumenta dicha probabilidad o una amenaza (OMS, 2002) sin embargo, el
significado de riesgo varía según las personas, el contexto y el momento. La seguridad para
la intención obstétrica se entiende como “la situación en la que tanto la madre como el niño
no corren riesgo de muerte ni de lesiones irreversibles” (Ortiz, 208).

Es común que el apoyo u opiniones familiares influyan sobre las decisiones que toma cada
ser humano como ser individual, en el caso del periodo de gestación este es fundamental para
la toma de decisiones.

Como resultado del proceso de decidir como se va a parir, actualmente dentro de la mayoría
de sociedades, se ha incrementado un interés por el parto domiciliario, en donde la madre es
atendida directamente en su casa, brindándole la asistencia de parte de profesionales
cualificados previniendo complicaciones que se den durante el acto; hoy en día el parto en
casa es asistido ya sea por parte del sistema hospitalario (unidades hospitalarias que se
desplazan hasta el domicilio) o por asociaciones o equipos destinados a prestar el servicio de
parto en casa, dirigidos por comadronas, matronas, nodrizas y/o doulas, en algunas ocasiones
estos equipos de trabajo cuentan con la asistencia de personal médico.

Esta práctica es percibida por muchos como riesgosa; esta imagen que se le ha dado al parto
en casa se debe a distintas ideas o justificaciones como que esta, es una práctica o modalidad
del pasado y retomarla conlleva a un retroceso; esto genera falta de apoyo y comprensión por
parte de la sociedad, viéndose así, juzgadas las personas que deciden realizar o fomentar está
práctica; es aquí donde el hecho de tomar o no la decisión de parir en casa se convierte en un
problema ético y moral.
Las decisiones de la madre o pareja son juzgadas en base a las distintas creencias que se
tienen sobre esta práctica, sin tener en cuenta que dicha decisión esta cementada sobre los
valores o creencias que tienen la madre y/o la pareja sobre el acto de parir. Varían las causas
por las que esta decisión es tomada, ya sea que esta se de en base a que se busca comodidad,
se quieren adquirir experiencias nuevas o distintas, también pueden ser tomadas bajo causas
espirituales o éticas.

Cuando este tipo de prácticas no son respetadas por parte de la sociedad se transgrede la ética
de quienes deciden o apoyan parir en casa, pues aunque este es un problema y una decisión
meramente de quienes van a parir y sus parejas, las opiniones sobre dicha decisión, generan
temor y duda sobre si es la decisión correcta o no, entrando de esta manera en conflicto lo
que realmente significa parir, pues para muchos el acto de parir se reduce a su significado
literal que es “la expulsión del feto y de los anexos ovulares (placenta, líquido amniótico y
membranas) a través de la vagina”1, 2. Pero para otros el dar a luz sugiere un nuevo comienzo
que además no se realiza sólo con el cuerpo si no desde distintas facetas espirituales del ser,
tanto de quien pare como de quienes reciben y presencian la llegada del recién nacido, y están
convencidos de que es solo en el hogar donde se logra; esta es una de las principales razones
porque las que se decide parir en casa.

Desde un punto de vista más profundo, el parir en casa sugiere un gran cambio en como el
ser humano se enfrenta al sistema médico actual, demostrando que la dignidad y la intimidad
deben primar en la atención de salud, ya que como se ha mencionado antes el sistema médico
se queda corto al tratar de cumplir con estos derechos; de igual forma se genera cierto
empoderamiento de la mujer sobre su cuerpo, pues a través del parto asistido en casa se logra
reflexionar y ser consciente sobre muchos aspectos tanto biológicos como espirituales de
nuestro cuerpo, se pare con conciencia espiritual y física, debido a que se tiene la capacidad
de tomar las decisiones sobre el propio cuerpo; esta actividad de parir en casa tiene la
posibilidad de incluir más la figura paterna en el proceso tanto de decisión y el acto como tal,
construyendo así nuevos modelos paternos y masculinos.

El hecho de que el parto en el domicilio se este retomando a conciencia, aporta gran


reconocimiento a la profesión ancestral de partería, la cual estaba quedando en el olvido,
diluyéndose entre batas y paredes blancas. Esta profesión debe ser recuperada pues los
conocimientos que esta aporta son indispensables para la humanidad, la habilidad de asistir
un parto en casa es una de ellas, y los saberes que se tienen sobre este pueden ser
aprovechados por los profesionales de la salud para que los partos en las instituciones
hospitalarias se realicen de una manera más humana y concienciar de que deben primar las
necesidades biológicas y espirituales de la madre, el padre y el recién nacido.

BIBLIOGRAFÍA:

Teresa Martínez. (2015). Etnografía sobre la decisión del parto en el domicilio (Tesis
doctoral). Universidad de Alicante, Alicante.

María Rodriguéz. (2016). Parto domiciliario: recuperando una forma de asistencia al parto.
(Tesis de pregrado). Universidad de Jaén.

García Jordá, Dailys, & Díaz Bernal, Zoe. (2010). Perspectiva antropológica y de género en
el análisis de la atención al embarazo, parto y puerperio. Revista Cubana de Salud
Pública, 36(4), 330-336. Recuperado en 20 de febrero de 2018, de
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-
34662010000400007&lng=es&tlng=es.

Trueba, Guadalupe (17 de mayo del 2017). ¿Está el parto deshumanizado? Así piensa una
mamá https://asipiensaunamama.com/2017/05/17/esta-el-parto-deshumanizado/

1
Quinana Pantaleón C, Etxeandia Ikobaltzeta I, Rico Iturrioz R, Armendáriz Mántaras I,
Fernández del Castillo Sainz I, del Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre
atención al parto normal. Guía dirigida a mujeres embarazadas, a los futuros padres, así como
a sus acompañantes y familiares. Guia de Práctica Clínica en el SNS. Versión OSTEBA
Nº2009/01

2.
Botella Llusiá J, Clavero Núñez JA. Tratado de ginecología. 14ª ed. Madrid: Díaz de
Santos, S. A.; 1993

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