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El no tener límites para describirla, el no acatar las consecuencias, la posibilidad del primeros versos se muestra la voluntad varonil de lograr

ar la complacencia sen-
grito sin creer que el eco será la pesadilla que le perseguirá para siempre. Eso sual femenina a través del erotismo tierno: “Te quise acariciar tan débilmen-
caracteriza socialmente la huella que Amaury ha dejado en nosotros, quizás en el te/ que me colgué un clavel en la cintura/ para que me naciera la ternura/ en
aspecto más exterior, y por ello, el más nombrado, lastimado y señalado”. 13 el mismo lugar de poseerte”. El amante, incluso, se manifiesta angustiado por
Al respecto, un primer caso inquietante por su polisemia y su imaginería si su “rudeza” y “fiereza” malograron su finalidad erótica: “de tus caderas a
me parece la pieza “Yo tengo un amigo”(1976), incluida, precisamente, en mis labios/ nuestra ternura se hizo acaso cierta”.
Aguas. Lo sugestivo no es solo la semánticamente viable adjudicación Con esta obra ocurre un hecho interesante: deviene en canción travesti. Fue
homoerótica del texto, sino, sobre todo, el tono confesional, tierno, y la compuesta por un hombre, con el enfoque sexual masculino arriba descrito,
tropología neorromántica afiliada a la delicadeza con que el hablante lírico pero la estrenó y la llevó a la cima de la popularidad una mujer: la diva pop
—encarnado en la voz del “raro”, “excéntrico” Amaury— se refiere a su amigo. Mirta Medina. Ello contribuyó a que se le otorgaran a la pieza otros sentidos,
Obsérvese: “Yo tengo un amigo que peca de duende,/ que me llega y luego se vinculados a la femineidad y lo gay. Dichos sentidos, claro está, se apoyan
desaparece,/ que una vez parece en la bondad herido/ y otras una flor que también en algunas características intrínsecas de la balada, como su propia
acariciara un niño.// Yo tengo un amigo sin edad ni nombre,/ que tiene un irreverencia ante la masculinidad tradicional ya comentada, o la metáfora del
camino como cualquier hombre;/ si acaso a lo lejos la nostalgia quema,/ un clavel en la cintura, que pudiera parecer muy gay. De tal forma, en la reciente
viento indiscreto mi canción le lleva”. Se nota, pues, cómo el cantautor disturba película Fátima o el Parque de la Fraternidad, de Jorge Perugorría, “Caricias”es
la masculinidad canónica, que en sus facetas más rígidas, impide a los hombres interpretada por el travesti protagonista del filme.
mostrarse demasiado afectuosos con otros por miedo a la “confusión” y pre- Habiendo llegado a este punto del análisis, casi al final, expuestos suficien-
fiere el discurso de la rivalidad y la violencia entre varones. tes argumentos referidos tanto a la obra como a la imagen y proyección
La lectura homoerótica de la canción ha querido ver en ella la historia de social del compositor, ya no estoy tan seguro de mi propia consideración,
un amor oculto, respaldada por el espacio de anonimato y discreción en que expresada al inicio del ensayo, de que Amaury no socava con más fuerza que
se mantiene el amigo: “Yo tengo un amigo sin edad ni nombre (…) un viento otros neotrovadores formas dominantes de la masculinidad. Es posible que sí
indiscreto mi canción le lleva”. Pero, sin dudas, la obra que por su ambigüe- lo haga. De cualquier manera, para determinarlo definitivamente habría que
dad más se estableció en el imaginario social como de tema gay es “Amor realizar indagaciones de esta misma índole con el resto de los autores de la
difícil”, aparecida en De Vuelta, de 1987. Nueva Trova.
El propio Amaury ha comentado el impacto que causó la canción: “la Lo que sí ha quedado bien demostrado es que Amaury Pérez aporta pecu-
sospechosa “Amor difícil” (…) provocó y/o remarcó una sentencia en ascen- liaridades muy individuales al proceso minador de la masculinidad tradicional
so: Ya no había dudas, ¡Amaury Pérez era gay! (…) Antes de “Amor difícil” llevado a cabo por la nueva canción cubana. Él representa, en vida y obra, el
(…) del maestro Frank Domínguez: “Tú me acostumbraste”, que no es una hombre moderno que no tiene absolutamente ningún miedo de manifestar
canción explícita y la han tomado como un himno gay. Ahí está el misterio de su lado más “femenino”. Es el varón hetero y católico, pero que algunos creen
la creación artística: la ambigüedad. (…) Ahí comenzó una leyenda que me gay por su ambigüedad. Encarna, en fin, el nuevo hombre, desprejuiciado,
acompañó muchos años”.14 dotado de sensibilidad y considerado en todos los sentidos con (y por) las
Aunque su compositor ha aclarado que comenzó siendo una canción pa- mujeres.
terna, un tema para su hijo Alan y las dificultades que tenían para verse, lo El nuevo discurso de ser hombres, Amaury Pérez lo concentra en una can-
cierto es que devino en una bandera gay, lo cual reviste una importancia ción titulada, precisamente, “Un hombre” (1999), del CD Solo en septiembre
capital, porque entre las masculinidades que han sido objeto de todo tipo de (2000), la cual cito para terminar: “un hombre hermoso no es más que un
discriminación ocupa un primer plano la de los homosexuales. hombre abrigo;/ qué importa si no tiene los ojos del castigo (…) ni un dotado
Si bien Amaury (hasta donde conozco) no posee ninguna obra dedicada a arsenal bajo el ombligo (…) un hombre flor (…) que canta delicado y emoti-
la denuncia explícita de la homofobia, la desafía de un modo aun más efecti- vo/ el porqué de los nombres y las cosas”.
vo a través de estas estrategias discursivas sostenidas en la ambigüedad, en la
oscuridad: “Yo tengo un amor difícil contigo,/ aunque me pese lo contendré NOTAS
para siempre,/ porque más vale la oscuridad para un cariño/ que no tolera la 1. Véase, por ejemplo, la entrevista a la investigadora Isabel Moya en el libro
gente, diferente”. Trovadoras (Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2008), de Antonio López Sánchez.
Pasando a otro aspecto, también en Aguas se incluye una canción que 2. Resulta común que los estudios sobre la Nueva Trova abunden en la equidad de
inicia el camino de una nueva visión de la mujer y su relación con los hombres género preconizada por esta. Consúltense, por ejemplo, el libro mencionado en la nota
en la obra amauriana; vía que se aparta de las perspectivas tradicionalistas anterior, o, entre otros: Díaz Pérez, Clara: Sobre la guitarra, la voz. Editorial Letras
anteriormente revisadas. Hablo del tema “Cuando no estés con él” (1978). Cubanas, La Habana, 1994.
La canción manifiesta una postura desprejuiciada, no inquisitiva, hacia una 3. Rodríguez, Silvio: Cancionero. Editorial Letras Cubanas-Ojalá, La Habana, 2008, p. 88.
mujer que libremente marca las pautas cuantitativas y temporales en su víncu- 4. Otros trovadores son los compositores de todas las grandes canciones consagra-
lo sexual con el hombre, el cual elige aceptar las condiciones femeninas, en un das a la reivindicación de la mujer. Por otra parte, Amaury no posee ninguna obra
04 gesto de hombría novedosa, más en sintonía con la nueva realidad social de la
mujer en la Revolución. Obsérvese: “No sé por qué estoy triste,/ no sé por
dedicada a la denuncia explícita de la homofobia, como sí ocurre en otros autores como
Silvio (“Acerca de los padres”) o Pablo (“El pecado original”).
EL CAIMÁN BARBUDO—septiembre-octubre—2016

qué, mujer;/ sé que andarás conmigo/ cuando no estés con él”. 15 5. Han sido múltiples las entrevistas en las que Amaury insiste en aclarar que él no es
Como puede apreciarse, el sujeto lírico no es un macho celoso e iracundo, homosexual y que es católico.
sino sencillamente un hombre triste y emocionalmente vulnerable. A diferen- 6. En este párrafo sigo al historiador Abel Sierra Madero y su libro: Del otro lado del
cia de lo que dictaría el machismo, aquí la violencia hacia la mujer o hacia espejo: la sexualidad en la construcción de la nación cubana. Fondo Editorial Casa de las
otros hombres no tiene cabida: “Amor que me llevas/ prendido a sus mo- Américas, La Habana, 2006.
dos,/ cuida de mi entusiasmo, anda,/ y de mi enojo”. 7. “Acuerdos del I Encuentro Nacional de Jóvenes Trovadores, celebrado en
Y ya que mencioné el machismo, su ahora madura concepción de la mujer Manzanillo, en 1972”. En: Díaz Pérez, Clara: Sobre la guitarra, la voz. Editorial Letras
permite al compositor reconocer, años después, cómo la actitud machista Cubanas, La Habana, 1994, p. 270.
puede dar al traste con una relación amorosa. Ello se constata, por ejemplo, 8. Randall, Margaret: Breaking the silence. 20th Century Poetry by Cuban Women.
en la pieza “Esa muchacha que fuma”(1995), publicada en Licencias de otoño, Ed. Pulp Press Publishers, Canada, 1982, p. 35.
de 1996: “De esa muchacha que fuma me enamoraba/ y la perdí por macho 9. Loynaz, Dulce María: Poesía. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2002, p. 23.
o por sinvergüenza”. 10. Parafraseo al investigador Julio César González Pagés en su libro: Macho, varón,
Por otra parte, en la tradición machista “es un acto de hombría la satisfac- masculino: Estudios de masculinidades en Cuba. Editorial de la Mujer, La Habana, 2010,
ción sexual. Dónde, cómo y cuándo al hombre (que para eso es el macho) le p. 41. González Pagés, a su vez, cita los estudios del experto anglosajón Michael Kimmel.
apetezca. Lo demás son tonterías”.16 Por ello resulta muy audaz, amén de 11. Pérez Vidal, Amaury: Amaury Pérez: las canciones. Ediciones Boloña, La Habana,
particularmente bella, por esa “maravillosa forma de expresar el deseo”17 de 2003, p. 45-46. He colocado en cursivas algunas de las reglas de la masculinidad reseña-
Amaury, la obra “Quédate este bolero”(1983), del LP Mitades (1985). das por González Pagés en el texto referido en la nota anterior. Todas las citas de las
En la canción, el varón es presentado como el causante de la insatisfacción canciones han sido tomadas de este cancionero de Amaury Pérez.
sexual, tanto de él mismo como de la mujer. Se quiebra, así, el prototipo del 12. Gómez, Jorge (Comp.): Canciones de la Nueva Trova. Editorial Letras Cubanas, La
macho siempre satisfecho, capaz eróticamente y desentendido de la fruición Habana, 1981, p. 134-135.
femenina: “Debió ser que te soñaba tanto/ en las lánguidas horas del frío,/ que 13. Guerra, Wendy: “En el jamo de las mariposas”. En: Pérez Vidal, Amaury: Op.cit. p. 10.
no pude salvarme del lazo/ y te dejé a mitad de suspiro”. Emerge, entonces, el 14. Pérez Vidal, Amaury : “Mis recuerdos”.
hombre tierno, maduro, que al verse inmerso en una situación erótico-amatoria http://www.amauryperez.com.mx/relatos/recuerdos.html. 20-04-2016.
embarazosa, no recurre a la ira o la fuerza física, sino a la sensibilidad y le regala 15. La canción que, sin dudas, consagra en la Nueva Trova esta nueva postura
un bolero a su amante: “Quédate, quédate este bolero/ que te llegue a donde masculina es “El breve espacio en que no estás”, de Pablo Milanés, pieza posterior a la
no te alcanzo,/ súfrelo como si fuera nuevo/ y cántalo a pedazos”. de Amaury Pérez.
En una cuerda parecida se inserta “Caricias” (1982), cantada también por 16. Palao Pons, Pedro y Roig, Olga: Del macho ibérico al metrosexual. Ediciones
Amaury en el mencionado disco Mitades. El principio machista de que el hom- Robinbook, Barcelona, 2004, p. 49.
bre no hace el amor, sino que sencillamente posee, penetra, se satisface con 17. Guerra, Wendy: Op. Cit, p. 15.
la hembra, es echado por tierra en esta balada, en la que desde el título y los

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