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PLATÓN
Trabajo de grado presentado por Giovanny Alvarado Suárez, bajo la dirección del
Profesor Juan Fernando Mejía,
como requisito parcial para optar al título de Filósofo
Agradecimientos
Cuando comencé con el escrito la única apuesta que hice fue la de emprender
un nuevo camino en mi vida, pero ello no había sido posible sin el ánimo y la
exigencia de mi profesor Juan Fernando Mejía a quien en principio le adeudo
mucho no sólo durante mi formación académica como estudiante sino también
el insondable aporte a todo este trabajo que hoy pretendo presentar.
Tabla de contenido
AGRADECIMIENTOS ................................................................................................................................ 2
TABLA DE CONTENIDO............................................................................................................................ 3
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................................... 5
1 LA EDUCACIÓN EN GRECIA: DESDE HOMERO HASTA UNA NUEVA PERSPECTIVA PLATÓNICA ...... 10
2.1 LOS POETAS EN EL PLANTEAMIENTO DE LA CUESTIÓN DEL MODO DE VIDA EN EL LIBRO I ........................... 35
2.1.1 Céfalo, Sófocles Y Píndaro ..................................................................................................... 35
2.1.2 Simónides Y La Pregunta Por La Justicia, Un Primer Análisis ................................................ 39
2.1.3 Trasímaco: El Desafío Del Inmoralista .............................................................................. 42
2.2 EL ANÁLISIS DE LA EDUCACIÓN TRADICIONAL SOBRE LA JUSTICIA ............................................................ 47
2.2.1 Glaucón (357.a-362.d) .......................................................................................................... 49
2.2.2 Adimanto (362.d – 367.e) ..................................................................................................... 54
4
4 TRABAJOS CITADOS...................................................................................................................... 94
5 BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................................. 95
5
INTRODUCCIÓN
“Y en cuanto a aquello de si los justos viven mejor que los injustos y son más felices que ellos,
cosa que nos propusimos examinar después, habrá que probarlo. Tales se nos muestra ya
desde ahora, me parece, en virtud de lo que llevamos dicho; no obstante, habrá que examinarlo
mejor, porque la discusión no es sobre un asunto cualquiera, sino sobre el modo como se debe
vivir.” República (352 d)
Platón investiga la poesía y sus efectos morales con miras al plano educativo.
Esto quiere decir que la poesía tiene un efecto en el alma y, por consiguiente,
en la organización política. Dicha investigación está delineada en tres grandes
partes: a) Homero enseña una imagen de justicia al pueblo griego; b) ¿Qué tipo
6
Cabe aclarar que este escrito no puede abarcar todo lo que hubiese querido,
pues evidentemente el problema que se presenta en la obra de Platón es
mucho mayor. Me concentraré entonces en subrayar, específicamente, la
relación entre la educación y el planteamiento de la pregunta por la justicia, a
partir de lo cual aparece el papel de la poesía y su efecto moral.
Por medio de la voz de Sócrates, Platón avanza paso a paso hasta articular la
confrontación de la filosofía con la poesía (386 a- 392 c). Desde el libro I de la
República se despliega un análisis crítico de las opiniones de los poetas que
buscan responder la pregunta por la mejor forma de vida (352 b – 336 a). En el
Libro II se revisa una cierta imagen acerca de la justicia que los poetas han
mostrado a lo largo de la tradición, con lo cual comienza una primera revisión
de las composiciones poéticas tradicionales, se reexamina el argumento del
nacimiento de la nueva polis (368 a) y la preocupación por la educación de los
guardianes (376c-378e). Por último, en el Libro III se continua con el reparo en
contra de la poesía (386 a-392 e), las pautas que debe tener la educación
7
A continuación, sintetizaré los capítulos que componen este escrito, así como
los problemas filosóficos adyacentes con los que el lector puede encontrarse.
En la última parte propongo un análisis minucioso acerca del rol que tiene la
poesía en la educación de los guardianes. Se puede argüir que no hay cabida
para los poetas tradicionales en la inauguración de la nueva ciudad. Este
enfrentamiento con la poesía tradicional tiene como pretensión mostrar su
limitación para construir una ciudad justa. En este capítulo también se
desarrolla la propuesta más compleja del discurso platónico acerca de la
educación de los Guardianes de un Estado (367e-369b).
Para Platón la tragedia narrada por los poetas produce sumisión en los sujetos
que la escuchan y la hacen propia. La tragedia tiene un efecto de lexis y un
efecto psicológico. No obstante, es necesario precisar que no es mi interés
profundizar en subtemas como el de la mímesis ni del impacto que tiene la
lexis de los poemas tradicionales en el alma. Aunque este es un asunto, digno
de estudiar, merece ahondar quizá en otro trabajo de manera más amplia.
En este escrito el lector puede encontrarse con una serie de exposiciones que
le hará comprender la metodología platónica del diálogo2 como herramienta
eficaz a las discusiones propuestas. Mi postura se resume en presentar una
alternativa de investigación sobre cómo es posible la construcción de una vida
política teniendo como base un plano educativo bajo la perspectiva del papel
1
Existen algunos críticos que acusan cierto totalitarismo en Platón. Cfr. Popper, K. (1981) La Sociedad
abierta y sus enemigos. Barcelona: Paidós.
2
Cfr. Szlezak, T. (1997) Leer a Platón. Madrid: Alianza.
9
compatibles son dichos efectos con el carácter que se quiere producir y cómo
es posible que tanto niños como jóvenes adquieran opiniones morales.
¿Por qué Homero es importante en Grecia y posee gran valor para esta cultura
como poeta? Homero era el más notable poeta de la época y su influencia sin
duda era imprescindible. En la antigua Grecia no existía una línea divisoria
entre la estética y la ética pues una hacía parte de la otra. Por ello, al pueblo
griego le era posible reconocer que los poetas eran “un instrumento de
educación y fuente de goce” (Jaeger, 1994. P.48) Sería un error pensar que
Homero puede ser visto como un poeta más, tal vez como un literato que
trascendió en la historia. Nada más lejos de la realidad creer tan limitado
3
Aunque en el texto hay un notorio acento hacia la expresión romántica de Jaeger, es indispensable
aclarar que no es la única posición existente y que si el lector desea contrarrestar estas opiniones hay
textos adicionales. Crf. Annas J. (1998). Plato on the Triviality of Literature. Plato Critical Assessments, 4
p.257-265.
11
4
La primera en el Renacimiento y la otra entre el medioevo y el Renacimiento. Tanto las obras como los
artistas son sobresalientes en la literatura universal.
12
5
Este término es utilizado por Platón innumerables veces en sus obras; pero, la intención aquí es
subrayar el impacto que tiene la poesía en la Grecia clásica; para comprender luego, las objeciones
platónicas a esta tradición.
6
El impacto de la poesía en la Grecia clásica, su forma de asumirla y todas las implicaciones de su lexis,
comprometen una forma de vida.
13
Precisamente por su tendencia idealizadora, que junto con los cantos heroicos,
la diferencia de las demás formas literarias; la poesía ocupa un lugar
privilegiado. Al ser una forma de expresión pública7 se hace más enriquecedora
como una fuente de educación porque alcanza una alta interpretación y una
irreprochable creación del espíritu sobre los problemas de la vida.
7
Es precisamente por ser pública lo que hace que sea sobresaliente, educadora y a su vez ética, sin
confundir estas tres dimensiones. La poesía no es privada, no es individual ni está hecha para ser
almacenada, por el contrario es la herramienta y el medio por el cual un colectivo comprende su sentido
en razón del papel social que le corresponde.
14
“Soc- por lo tanto, Glaucón, cuando encuentres a quienes alaben a Homero diciendo
que este poeta ha educado a la Hélade, y con respecto a la administración y educación de los
asuntos humanos es digno de que se le tome para estudiar {….} y convenir con ellos en que
Homero es el más grande poeta y el primero de los trágicos, pero hay que saber también que,
en cuanto a poesía, sólo deben admitirse en nuestro Estado los himnos a los dioses y las
alabanzas a los hombres buenos.” (606e)
Platón ha sido igualmente educado por el sistema tradicional y por ello conoce
suficientemente lo que significa la poesía y lo que implica interiorizarla. En otras
palabras, Homero no es un desconocido para Platón. Eso es un hecho. Esto
supone de principio que Platón sabe cuál es la utilidad de la poesía en el
aspecto pedagógico, lo que le permite analizar sus contenidos y encontrar los
desastrosos efectos que traen consigo los mitos y su nociva moral. Tan a la par
de esta afirmación se encuentra la censura a Homero y a los poetas trágicos
por el rol que estos desempeñan como maestros de la tradición.
8
Platón hace una primera intervención crítica en el libro III (386 a-392 c) en donde explica que no es
posible corroborar los efectos perjudiciales sobre el carácter del hombre hasta tanto no se descubra la
naturaleza y los efectos que implica ser justo o injusto. De la misma manera, en el inicio del Libro X
(595 a) advierte lo indispensable que es rechazar la poesía imitativa de la ciudad, aquello es más claro
por cuanto que ya se ha comprendido la distinción de las partes del alma.
15
9
Platón recurre en el 596 a a la explicación del por qué es necesaria la compresión del concepto de la
imagen. Para entender este punto es vital asumir el método de la multiplicidad referida a la unidad: “hay
una Idea única para cada multiplicidad” (596 a), ya es claro que el artesano mirando esa Idea única
reproduce en el mundo tangible la cosa que ha observado. Pero ¿podría un mismo artesano intentar
fabricar todas las cosas a partir de las Ideas contempladas? Dicha acción es imposible porque no hay un
artesano tan maravilloso que logre tal intención. Sin embargo, suponiendo que le fuera posible construir
todas las cosas tangibles en el mundo terrenal su resultado no sería otra cosa que una apariencia, cuyo
efecto llega a ser nocivo para quien interactúe con él puesto que éste se conforma únicamente con lo
que se me le muestra sin preguntarse más allá.
16
Por la otra, dicha relación toma su matiz cuando Platón analiza las
consecuencias morales y los efectos psicológicos que trae consigo ésta
literatura hasta el punto de replantear todo el conjunto de la tradición. Hasta
aquí pareciera ser que Platón/Sócrates quisiera desterrar de tajo la poesía
como vehículo autorizado para educar a niños y jóvenes11. Es por ello que
10
En el libro X de la República (606e-608 a) el reconocimiento a Homero como el gran poeta quién ha
educado a generaciones griegas es evidente. Este primer trágico alfabetiza sobre los asuntos humanos
(esto implica sobre el aspecto político). Esta acción hace que Platón le reconozca su amor, admiración y
prestigio.
Cuando se mira a Homero desde la perspectiva poética crece la barrera entre la poesía tradicional y
aquella que ha sido editada para ser empleada en el nuevo Estado, por cuanto que la primera no tiene
beneficio alguno para el alma siendo ésta “dulzona”, honrando el dolor y la lamentación. Mientras que la
segunda corona a la razón como guía de toda acción y educa hacia lo mejor posible.
11
Existen varias opiniones sobre el debate de si Platón expulsó radicalmente la poseía o no. Algunos
autores de reconocidos artículos como Juliana Annas, Elizabeth Belfore, Alexander Nehamas y las notas
de Haveloc en su libro Prefacio a Platón hacen entrever posiciones por una parte de una expulsión total,
por otra de manera parcial y por último se habla de una expulsión condicionada, es decir, que la poesía
podría eventualmente regresar al Estado siempre y cuando ésta haga una defensa poética de sí misma.
17
Platón de cara a Homero tiene la claridad sobre lo riguroso que debe ser la
observación hacia la poesía, esto compromete radicalmente la imagen de poeta
itinerante que pesa sobre Homero y sin duda alguna pone a Platón en una
posición incómoda porque le obliga a renunciar al amor por su tradición y por
su maestro. Sin embargo él no puede apartarse súbitamente del gran amor que
despierta Homero con su figura plenipotenciaria y absolutista con respecto a
todos los aspectos de la cultura griega. Este fenómeno convierte la relación
Homero - Platón en una dicotomía que sólo puede ser superada por la
justificación que pudiesen dar los poetas sobre la necesidad de que la poesía
exista en el Estado gobernado por la razón (607 e).
12
Cfr. 595 b.
19
Tal como lo describe Havelock (1994) hay un antídoto que contradice los
efectos morales que brotan de la épica tradicional: esta es la razón. Aquella
cumple con la misión de impedir la aceptación de la poesía homérica, Sócrates
expone claramente la justificación de tal rudeza. “No nos acuse de duros y
torpes, que la desavenencia entre filosofía y la poesía viene de antiguo” (606
13
b), dicho antagonismo obedece a la crítica que hace la filosofía hacia la
poesía, casi desde su nacimiento hasta hoy.
13
De aquí que se refiera Platón al enfrentamiento histórico entre la filosofía y la poesía. Una
antagonista de la otra. Esta es la justificación por la cual la poesía es cuestionada constantemente por la
filosofía, en palabras socráticas se comporta como “la perra gruñona que ladra a su amo” (607 b).
20
14
Siempre y cuando imite únicamente lo bueno y todo aquello que sea provechoso en la construcción de
un alma justa.
21
e). A lo mejor podía ser aceptada la poesía homérica15 bajo la condición de que
ésta argumente su necesidad. Platón es consciente que es tentado por la
seducción que inspira toda literatura que provenga del gran Homero, sin
embargo la razón le impide renunciar a aquello cuyo sustento es lo verdadero,
es decir a toda poesía que auspicie la moderación, la justicia y la verdad.
¿Qué tipo de justificación podría admitirse para permitir no sólo la poesía sino
todos sus representantes? Deben argumentar la grandeza literaria, la agradable
prosa pero especialmente, su beneficio que aporta a la vida humana dentro de
la organización política (607 d). Si esta explicación fuese de esta manera
Platón/Sócrates está dispuesto a darle la bienvenida, de lo contrario la poesía
en el Estado fundado queda marginada y lamentablemente ha de ser
desprendida de toda vida cultural para no caer en la tentación de volverla a
escuchar y bajar la guardia en el cuidado del alma, esto si se quiere tener
como último fin el de preservar la justicia y la verdad.
15
Aquella que produce imitación y placer.
22
Bien dice Sócrates que hay que actuar como los enamorados: es imperativo
desistir de aquellos amores que no aportando beneficios pues lo mejor es
marginarlos de la vida y del destino.
Por ejemplo, Laques muestra la pregunta por la virtud particular (la de los
padres como enseñanza a sus hijos) Menón y Protágoras se preguntan por la
conexión entre virtud y enseñanza; mientras en el Gorgias la educación en la
retórica nos lleva a la pregunta por la enseñanza de la virtud y a su vez por la
forma de vida. Como estas inquietudes inducen a unas preguntas más
profundas sobre la naturaleza misma de la justicia y sobre la forma de vida,
podemos decir que es inevitable, no pasar antes por este debate.
Laques aborda dos definiciones acerca del coraje. La primera “si alguien quiere,
permaneciendo en su sitio, resistir a sus enemigos y no huye, bien debes saber
que este es corajudo” (190 e). La segunda, asume el coraje como una aptitud
del alma frente a la fortaleza. Pero Sócrates lo increpa haciéndole ver que
existen muchas formas de poseer el coraje y lo conduce a reevaluar su postura
asumiendo otra: el coraje “es cierta fortaleza del alma” (192 b). Sin embargo,
Sócrates considera incompleta esta última postura pues manifiesta que el
coraje es algo bello y bueno. La fortaleza con sabiduría también está dotada de
belleza y de bondad; por tanto, la fortaleza del alma sin sabiduría no es
coraje16.
16
Cfr. Cappelleti, A. (1994) Laques: la dialéctica del coraje. Revista Filosófica Universidad de Costa Rica,
32 (77) 71-80.
25
tal fin. Cuando se trata de mejorar el alma de alguien, es preciso saber qué es
la virtud. Si no se tiene claridad sobre ello ¿cómo sería posible aconsejar sobre
la mejor manera de adquirirla?
17
Cfr. Politis, V. (2012) What do the Arguments in the Protagoras Amount to? Phronesis 57 (3) 209-239.
Doi: 10.1163/156852812X640237.
18
Término griego que no es fácil de precisar pero que se refiere a la excelencia.
26
mucho del sofista. Es más, no sabe qué es un sofista y aún así sometería su
alma a la voluntad y enseñanza de un extranjero que hasta ahora solo tiene
fama de ser sabio. Pero ¿sabio de qué? Se pregunta Sócrates (312d-314 a).
A partir de este mito se puede concluir que la participación política hace parte
de todos aún sin tener el conocimiento estrictamente necesario para gobernar
la ciudad. Es más, todos están llamados a participar no sólo de la vida pública
sino de la justicia misma. Bajo esta perspectiva, Protágoras, señala una nueva
forma de ver la justicia: una veeduría de las acciones ejercidas por el
ciudadano.
19
En cuanto los asuntos de la ciudad y su gobierno, todos dicen, que aún sin un maestro para este
oficio, se les ha permitido opinar sobre este tema. En cuanto aquellos que tienen conocimiento de este
asunto son incapaces de trasmitirlo.
27
Lo más posible es que la crítica haga referencia al tipo de maestro que enseña,
lo qué enseña y cómo lo hace. Los jóvenes han estado expuestos a este
sistema todo el tiempo. El impacto que puede traer este discurso a la
investigación de la poesía como instrumento de educación es quizá uno de los
puntos más fuertes, porque en él se tejen los actores de todo el escenario
28
20
Cfr. 447 c.
29
apenas el único objetivo de éste es agradar, nada más. Por tanto, la adulación
no tiene característica alguna de arte o techné, sino que simplemente se limita a
la experiencia, sin lógica alguna, sin distinguir nada.
Por tanto, Sócrates disgusta de este tipo de retórica, puesto que finge ser justa.
Por ello advierte el peligro que trae consigo el relativismo de los argumentos de
Gorgias, ya que se pone el acento en la habilidad y no en su esencia, el ser
retórico. De la misma manera, es claro que no es el interés de la retórica y de
quién la enseña encontrar un buen gobierno, sino la de utilizar el discurso para
perseguir fines de poder. Por ello, es indispensable que tanto la justicia y la
verdad sea conocida y vivida, pues no hay mal mayor que cometer la injustica
sino padecerla (473 a).
Por último, cabe apuntar, que a lo largo del diálogo se insiste en una ´buena
retórica´ pues como Sócrates lo define en el 527 e “tomemos como guía este
relato que nos ha quedado manifiesto, que nos indica que el mejor género de
vida cosiste en vivir y morir practicando la justicia y todas las demás virtudes” lo
que implica huir de toda adulación.
En otras palabras, aquí yace una cuestión imperante para el desarrollo del
diálogo y para la problemática que se presenta en él: ¿es la virtud enseñable o
no? Posiblemente. Pero no lo sería en los mismos términos que se enseña un
teorema matemático o una proposición lógica. Al contrario, sería enseñable de
la misma manera en que el maestro de gimnasia, por citar un ejemplo, trasmite
su conocimiento en la práctica. El educando se hace formando. Es por tanto,
una formación en gerundio. Pero Sócrates revela que ni él mismo sabe de qué
se trata la virtud como tampoco conoce quién la puede definir de manera clara
(71 a).
21
La palabra griega es eidos y expresa al mismo concepto que se refiere el qué es, es decir, hace
referencia a lo común, idéntico y permanente.
31
Por otro lado, la segunda parte que es indispensable para el tema tratado tiene
relación con la posición de Sócrates frente la hipótesis del conocimiento con
miras a la virtud. Entre el 86 d y el 100 c se observa esta nueva perspectiva:
“[Sócrates] no investigaríamos primero si la virtud es enseñable o si no lo es, sin
antes haber indagado qué es ella misma” (86 d).
“Soc- Entonces decirse así, en general: todo para el hombre depende del alma,
mientras que lo que es relativo al alma misma depende del discernimiento, lo
útil sería discernimiento ¿No afirmamos acaso que la virtud es útil?” (89 a).
Como se observa, la actitud socrática es la de indagar las sendas posibles para
lograr el objetivo, saltar de la opinión a la verdad; lo que implica la necesidad de
investigar hasta la más minuciosa premisa. En este caso lo relativo al 89 a es
del siguiente modo: lo útil es discernimiento, la virtud es útil; por tanto la virtud
es discernimiento. De esta forma queda planteado el silogismo que propone
Sócrates. Por ende; “[Sócrates] entonces concluyamos ahora que la virtud es
discernimiento, ya todo o parte de él” (89 a). Sin embargo; si esta es la
conclusión verdadera se puede seguir que los buenos no lo son por naturaleza.
Si no lo son por naturaleza ¿por qué llegaran a serlo? Lo serán por el
aprendizaje. Luego, la virtud se puede enseñar.
22
Cfr. Robinson, T. (2007) Justice in the Republic: Strengths and weaknesses of the theory. Revista
Philosophica 32 (2) 63-73.
23
Cfr. Jaeger, W. W. (1994) Paideia los ideales de la cultura griega. México: Fondo de Cultura.
35
En todo caso, quedan estas preguntas abiertas: ¿Eran los poetas los que
enseñan estas normas morales a los que en su momento eran jóvenes? ¿Cómo
lo hicieron? y ¿Qué consecuencias obtuvieron de esta tradición?
24
En La Odisea la figura de Laertes es la de un anciano retirado y triste hasta la vuelta de su hijo. Cfr.
Homero (1967) La Odisea (Luis Segalá, trad) Barcelona: Bruguera (Obra original publicada en IX
a. c.)
36
Como se afirmó arriba, las tristezas o las alegrías que se padecen en la vejez
son el resultado de las acciones que se tuvieron en la juventud. Todo esto
parece confirmar que el carácter que se forjó a lo largo de la vida está
directamente relacionado con la forma en que se asume su final. Si la juventud
ha sido moderada o no, de la misma manera será la vejez. En todo caso, lo
que interesa aquí es examinar la forma de vida que se ha tejido a lo largo de la
existencia y la consecuencia que esto trae durante la edad senil.
25
Cfr. Jüger, F. G. (2006) Mitos griegos. Herder. Barcelona, España.
37
que implica el inicio de una investigación exhaustiva acerca del tema que ya se
ha planteado.
“Por consiguiente, Simónides llama justicia a la hacer bien a los amigos y mal a los enemigos”
(332 d).
26
Cfr. 331 e.
27
Una referencia no solo a Homero sino al resto de poetas.
41
28
No solo es la afirmación de Simónides, sino es la representación de toda la cultura que hasta en ese
momento está radicalizada por las nociones de los poetas y de la cierta imagen que se teje acerca de las
virtudes y en este caso particular, de la justicia.
42
29
Cfr. Grube, G.M.A. (1992) Plato “The Inmoralist´s Challenge”. Hackett Publishing Company. London:
Inglaterra.
43
30
Cfr. Chappell, T.D.J (1993) The virtues of Trasymachus. Phronesis, 38 (1) 1-17.
31
Cfr. Solana, J. (1998) Trasímaco: el conflicto entre las normas y los hechos. Convivium 11 (2) 1-12.
44
determinación de su propia regla moral, mientras que el injusto por ser injusto
no tiene límites.
Sin embargo, para el tratamiento del asunto que nos concierne es insuficiente
quedar en el final de la discusión y se nos devela un imperativo cuyo propósito
es subrayar los procedimientos, ejemplos y figuras que Trasímaco propone. El
modo en que aquel expone su discurso continuo en el que manifiesta la
concepción del justo y del injusto, su idea de que el valor de una vida es mayor
que el de la otra y su idea del papel que juega el poder en la acción humana: la
subordinación de la ley (y por tanto de la justicia) al poder político; es la forma
en que la tradición le ha atribuido al poder una cierta imagen, un poder mayor
que el de la realidad. La comprensión que hace Trasímaco del valor de la vida
del justo depende de esta relación entre poder y provecho, apariencia y
realidad. En efecto, la noción de justicia es más que la manifestación de una
esencia, es el postulado de una relación. No se trata de una realidad en cuanto
tal, sino de la relación o conexión entre varios términos: el más fuerte, el más
débil, etc.
Es por ello que esta empresa no puede quedar a medio término o inconclusa,
sino que debe continuar su examen dado que la pregunta fundamental está
centrada en el modo de vida de los hombres: “hay que examinar lo mejor, pues
46
Pero, sin duda alguna, la postura que resalta a la vista con el argumento que
propone Trasímaco, desdibuja el ideal que Sócrates anhela encontrar: la
justicia debe ser apetecible por sí misma y no por sus frutos32. Realmente la
tesis plantea dos momentos: el primero, la contradicción que hay entre ser y
parecer. El segundo momento, la aparición del error como punto conector entre
el ser y el parecer; pues dicha cuestión está ligada a la infalibilidad del
gobernante.
32
Esta idea propiamente aparece en el Libro II de la República.
47
33
Cfr. Meabe, J. (2008) Sentido originario y traducción de la Constitución de
Trasímaco). Enfoques XX, 2 (1) 31-48.
48
“¿Quieres que parezca que hemos quedado convencidos o que verdaderamente nos
convenzamos de que lo justo es mejor que lo injusto en todo sentido?” (357 a)
34
Cfr. Máynez Eduardo (1980). Sócrates, Glaucón y Adimanto discuten que clase de bien es la justicia.
Dianoia, 26 (26), 1-16.
35
Payne, A. (2011) The Division of Goods and Paising Justice for Itself in Republic II. Phronesis, 56 (1) 58-
78 Doi: 10.1163/156852811X540428.
36
Cfr. Pappas, N. (2003) ¿What good is Justice? (Book I y II). Routledge Philosophy GuideBook to Plato
and Republic. London and New York.
50
En primer lugar, Glaucón subraya que tanto los poetas como los maestros y
los padres de la época valoran la justicia como referente a la incapacidad de
cometer injusticias. El interlocutor está articulando una síntesis de la educación
moral tradicional con respecto a la justicia y sosteniendo que esta no le da el
valor de un bien deseado por sí.
Ante este hecho, la tradición responde con una actitud de resignación que se
adopta cuando no se está en capacidad de hacer el mal o de responder al mal
que se ha padecido; es probable que exista un “convenio”, una especie de
solución explicita que comprometa a las partes a no cometer injusticia alguna o
padecerla. Así, por ejemplo cuando se padece un tipo de injusticia,
simultáneamente, se padece un tipo de impunidad: “De este modo, cuando los
hombres cometen y padecen injusticias entre sí y experimentas ambas
situaciones, aquellos que no pueden evitar una y elegir la otra juzgan ventajoso
concertar acuerdos entre unos hombres y otros para no cometer injusticias ni
sufrirlas” (359 a). En todo caso, Glaucón advierte que la justicia no es un valor
sino una conducta de quienes no poseen los escrúpulos de cometer alguna
52
injusticia, es decir un intermedio entre lo que puede llegar ser lo mejor y lo peor
posible.
Por último, examina el modo de vida de los justos y los injustos (360 e), el por
qué obran así y cuál de los dos es feliz. Para empezar, propone una distancia
entre el justo y el injusto, cada uno será un artesano en su propio caminar, pues
uno es representante de la máxima rectitud y el otro de la máxima perversidad,
respectivamente. El primero recibe honores y recompensas tal como lo han
enseñado los poetas38; mientras que el segundo se permite ser plenamente
injusto por todo lo que ha cometido. Ambos llegan a un punto extremo,
mientras el primero llega al grado más alto de la justicia, el segundo lo hace al
de la injusticia. Entonces: ¿Cuál de los dos es más feliz? Y ¿Qué clase de vida
tiene destinado cada uno?(361 d) Posiblemente el injusto le aguarda mayor
37
Es importante señalar que este es un elemento discursivo- literario cuyo fin es exponer la idea que se
nos viene señalando.
38
Como por ejemplo lo hace Esquilo en Siete contra Tebas.
53
felicidad, pues no debe aparentar ser justo ya que tiene claro que lo que recibe
son castigos pero también obtiene lo que desea y en el momento lo que
desea: “se casa donde le plazca, da sus hijos en matrimonio a quienes
prefiera, y se asocia contratos a quienes desee; y saca ventaja de todo esto, en
cuanto aprovecha de su obrar injustamente sin tener escrúpulos” (362 b).
Ahora bien, Sócrates conoce este tipo de opiniones hasta comprender el por
qué Trasímaco ha censurado la justicia para alabar a la injusticia (358 a); esta
es la manera en que se ve a un Platón analizando el arquetipo de la educación
tradicional con respecto a la Justicia. Por tanto describe a un Glaucón que se
aparta de la opinión general, haciendo explicito su desacuerdo y tomando
distancia de este planteamiento: “En lo que a mí concierne, Sócrates, no soy
de esa opinión” (358 c).
Razón por la cual cabe preguntarse ¿Será que la justicia realmente no tiene un
propósito favorable en la vida del ser humano? Habrá que seguir analizando
estas proposiciones, pero sin duda alguna es menester pasar a otro ingrediente
que lo pone Adimanto en este mismo diálogo.
54
“[replicó Adimanto] es necesario que examinemos los argumentos opuestos a los que enunció
Glaucón: los de quienes alaban la justicia y censuran la injusticia” (362 e).
Los padres, expone Adimanto39, invitan a sus hijos a imitar las cualidades que
los héroes practican, como es el caso de la justicia. Pero esta apología a la
justicia no es por la belleza de sí misma sino por su buena reputación (363 a).
En ese mismo sentido continúa su advertencia refiriéndose como los poetas
han construido una idea de justicia en la que primero, no se trata de un bien y/o
segundo se trata de un bien meramente instrumental o aparente. Algo difícil y
penoso que no vale desear por sí mismo sino como medio para conseguir algún
tipo de recompensa (363 d).
39
Entiéndase en Adimanto como el personaje que narra la tradición de los poetas y por ello no quiere
involucrar su opinión; sino más bien explicar el contenido de la educación griega del momento, este
personaje no quiere que Sócrates piense que comparte los planteamientos de la educación tradicional.
55
castigos; tal como los poetas lo han venido enseñando desde tiempo atrás: “ si
soy justo realmente y no lo parezco, no obtendré ventaja alguna , sino penas y
castigos manifiestos; si soy justo y me proveo de una reputación de practicar la
justicia, se dice que lo que me espera es una vida digna de los dioses” ( 365 b)
Sin embargo, más adelante este interlocutor advierte que la noción tradicional
arguye que es preferible la injusticia a la justicia, dado que , cuando los
injustos son ricos pueden enmendar cualquier mal e incluso superar un mal del
más allá y hasta pueden gozar del favor de los dioses.
Es decir, que no sólo es más provechoso ser injusto que justo sino que hay
que ¨simular¨ ser justo para no acarrear males divinos u otros que la vida
puede proveer, evitando así la censura y el cuestionamiento social. Por tanto,
según la tradición, la justicia no provee de bienes a los hombres, sino que es
un simple medio por el cual se alcanza la felicidad inserta dentro de la burbuja
de lo aparente.
que los poetas han venido imponiendo, cuya consecuencia es el auto engaño
e incluso la manipulación a la propia divinidad.
“¿De qué modo criarlos y educarlos? Y ¿no nos será útil ese examen para divisar aquello en
vista de lo cual examinamos todo: cómo nacen en el estado la justicia y la injusticia?”
(376 d)
57
En segundo lugar, cabe aclarar que este punto de la investigación es uno los
niveles más profundos del debate que Sócrates/Platón tiene con los poetas
tradicionales de Grecia. Para comprenderlo, es preciso destacar gradualmente
que: a.) La respuesta a la pregunta sobre la justicia no es inmediata, es
paulatina, b.) No hay que perder de vista que la analogía sobre el Estado y el
alma es un recurso retórico, por cuanto que la figura de la ciudad es una
mediación conceptual; c.) dentro de esa mediación ocurre algo particular, se
trata de la necesidad de la educación en la sociedad y d.) dicha educación será
relevante y singularmente para aquellos que sean guardianes.
Dentro de la polis, ha de resaltarse que cada sujeto tiene una función, un arte
propio que solo él puede cumplir o que lo puede hacer de la mejor manera.
Cuyo propósito no es únicamente el de proveer las necesidades primarias de
manera individual sino el de hacerlo de forma colectiva hasta tal punto que
todos necesiten de todos. Una de las tantas funciones necesarias dice
Sócrates y sus interlocutores, es la de la figura del guardián cuya
característica principal ha de ser guarda de la ciudad; de donde resulta que
Glaucón en el 374 e dice: “{…} cuanto más importante se la función de los
guardianes, tanta más liberación de las otras tareas ha de requerir, así como
mayor arte y aplicación”.
será posible que dichos rasgos sean compatibles? Es probable que por medio
de la educación y del cómo se eduque.
“¿No afirmamos que existe una justicia propia del hombre particular, pero otra también, según
creo yo, propia de una ciudad entera?” (368 e)
40
Cfr. Norbert N (2007) The Analogy City-Soul. USA: Cambridge University Press.
60
La estructura analógica que se plantea en el Libro II, parte del examen cómo
nace la justicia y la injusticia en la ciudad hasta trasladar dicha exploración al
alma. En otras palabras, habrá un análisis sobre el origen tanto de la justicia
como de la injusticia inicialmente en la Polis para luego encontrarla en el
individuo.
“[Sócrates] si se prescribiera leer desde lejos letras pequeñas a quienes no tienen una
vista muy aguda, y alguien se percatara de que las mismas letras se hallan en un tamaño
mayor en otro lugar más grande {…} el reconocer primeramente las letras más grandes ,
para observar después si las pequeñas son las mismas que aquellas” (368 d).
Tanto la ciudad como el alma son referencias ascendidas al mismo nivel, dado
que se acepta por completo que las dos son símiles en su estructura y en su
operación. En este sentido es claro que si se desarrolla la justicia en la primera
se desarrolla en la segunda. Por lo tanto, al demostrar que la forma de vida del
colectivo se asemeja a la forma de vida del individuo se constata el esfuerzo de
Platón por hacer coincidir las partes de la sociedad con las del alma. Esta última
afirmación introduce otro tema que no se profundizará en este escrito, sin
embargo cabe señalar que esa división tripartita del alma converge con la
división de la función específica que tiene cada individuo dentro de la Polis.
61
Por tal motivo Platón asume este planteamiento digno de estudiar, por cuanto
que marca la diferencia entre el que es justo y el que no lo es. Ahora bien, para
marcar dicha diferencia es necesario construir un puente que conecte los dos
escenarios, tanto la vida colectiva como la vida individual.
“Entonces es posible que haya más justicia en el objeto mayor y que resulte más
fácil llegarla a conocer en él. De modo que, si os parece, examinemos ante todo la
naturaleza de la justicia en las ciudades y después pasaremos a estudiarla también en
los distintos individuos, intentado descubrir en los rasgos del menos objeto la similitud
con el mayor” (369 a)
41
Cfr. Satruss, L. (2006) La Ciudad y El Hombre. Katz Editores. Buenos Aires: Argentina.
62
Para Platón es claro que cierta imagen de la justicia se devela gracias a los
poetas y a la tradición, por lo tanto esta noción tiene múltiples implicaciones,
entre ellas la pedagógica y la política. Por ello no se puede omitir señalar que el
análisis hecho entre el nacimiento del Estado y la modelación del alma está
subordinado a la educación proyectada a la función política.
42
Cfr. Seguró, M. (2008) ¿Quién fue ¨Platón¨? Alma, ciudad y analogía. Universitas Philosophica, 25 (51)
159-177.
43
Hacia allá va el argumento de quién decide comprender que un alma justa es aquella que se acerca
más a la felicidad.
63
Todo indica que la relación entre ciudad y alma no está puesta de manera
simétricamente análoga, sino que es proporcional. Puesto que si una ciudad es
justa lo es gracias a sus individuos ya que cada uno de ellos cumple con su rol.
En otras palabras, la justicia está proporcionalmente distribuida en las tres
clases de ciudadanos cuyos sujetos deben ser educados en cada una de sus
funciones. Ha de aclararse que la ciudad existe porque los individuos están
naturalmente necesitados de muchas más cosas de las que pueden producir o
resolver por sí mismos (369 b).
“[Sócrates] Cuando un hombre se asocia con otro por una necesidad, con otro por otra
necesidad, habiendo necesidad de muchas cosas {…} ¿No daremos a este alojamiento
común el nombre de ¨Estado¨? ” (369 c).
Sócrates comienza una nueva parte del discurso. Toma la palabra frente
Adimanto y señala el siguiente paso: construir teóricamente una ciudad: “Si
contemplamos en teoría un Estado que nace, ¿no veríamos también la justicia y
la injusticia que nace en él? “(369 a).
De acuerdo con lo anterior se puede concluir que el Estado no es otra cosa que
la satisfacción de las necesidades individuales gracias al ejercicio del
intercambio de un grupo de personas que se requieren entre sí, sin embargo
sería posible preguntarse: ¿qué tipo de necesidades son las apremiantes?. En
el 369 d Sócrates le enumera a Adimanto las tres (3) principales: la provisión
de alimentos, la de vivienda y la de vestimenta.
Si cada individuo tiene estas tres necesidades básicas la duda que viene a
continuación es ¿cómo es posible que el Estado las pueda proveer? (369 d).
Para ello, responde Sócrates, son necesarios al menos tres sujetos; uno que
sea el cultivador de alimentos, el otro que sea el constructor y por último un
tejedor. Por consiguiente, el Estado no será mayor de 3 o 4 individuos. Tan
pequeño como básico.
que hace (370 c) incita a una elaborada y mejor producción ya que no tendrá
otros oficios pendientes ni demás ocupaciones de tal manera que su trabajo
será oportuno y conforme a la disposición natural. En consecuencia, las tareas
se duplicarán y será necesario ya no los cuatro sujetos que se sugirieron al
principio sino otros, pues surgirán otras tantas necesidades que ameritan ser
atendidas. El Estado inicial renuncia a su pequeñez sin dejar de ser básico.
“[Soc] No se trata meramente de examinar cómo nace un Estado, sino también cómo nace un
Estado de lujo” (372 e).
44
Evans, M. (2007) Plato´s Rejection of Thoughtless and Pleasurless Lives. Phronesis 52 (1) 337-363. Doi:
10.1163/156852807X229249.
68
Platón tiene la intención de ampliar las dimensiones del Estado con el objetivo
de hacerlo cada vez más embarazoso, este propósito no obedece a un
capricho. Él sabe que al ensanchar la ciudad nueva simultáneamente se
complejiza el alma. Es necesario recordar que al afinar la lupa con la que se
pretende localizar el nacimiento de la justicia en la polis le será posible hallarla
también en la pshyche. Por tal motivo, construir ahora una polis enferma es
echar mano de una herramienta discursiva que le permitirá abordar con
posterioridad el problema de la educación de una parte de la ciudad.
“En efecto, para algunos no bastarán las cosas mencionadas, según parece, ni
aquel régimen de vida, sino que querrán añadir camas, mesas y todo los demás
muebles, y también manjares, perfumes, incienso, cortesanas y golosinas, con todas
las variedades de cada una de estas cosas.” (373 a)
69
Por lo tanto, nacen otros oficios que no son primarios sino que llevan a otro
tipo de necesidades. Por ejemplo cuando se llega al punto de intercambiar (369
c) ya sea de manera regulada o espontáneamente, surge la cuestión sobre el
modo de vida, el régimen que llevará las personas en semejante Estado. Es
con el régimen de vida de la primera Ciudad con lo que los interlocutores de
Sócrates no están de acuerdo y por ello entran en escena deseos no
necesarios.
“En tal caso deberemos amputar el territorio vecino, si queremos contar con tierra
suficiente para pastorear y cultivar; así como nuestros vecinos deberán hacerlo con la
nuestra, en cuanto se abandonen a una afán ilimitada de posesión de riquezas,
sobrepasando el límite de sus necesidades.
Si se tiene en cuenta que la actividad bélica es una tarea más, la lógica asume
que ha llegado la hora de anunciar la técnica de la protección, de defensa y del
cuidado -necesidad de una fuerza defensiva- (374 a) y que es tan de vital
importancia como lo es la justicia y la medicina (formas de cuidado).
Para terminar este aparte, el logro alcanzado desde la perspectiva del Estado
sano es una adecuada armonía dentro de la organización social, contraria al del
Estado afiebrado que rompe el equilibrio. Este segundo Estado se convirtió en
una apología al desorden y un desconocimiento de los límites. Una vida
humana marcada por el exceso desconfigura la moderación y limita la
templanza. La satisfacción de los nuevos placeres abren una nueva dimensión
de la vida, a partir de ellos se descubre una nueva faceta de la ciudad: la
económica, cuyos protagonistas tienen la misión de responder a las nuevas
necesidades, las que son de lujo y ornato. La existencia misma de esta clase y
sus desmesuras generan un vínculo más estrecho con la economía, por
cuanto que se aumenta el nivel de vida y de la exageración de esta. Lo
interesante aquí es que todo esto gira alrededor, principalmente, del
desconocimiento de las fronteras.
72
“[Sócrates] ¿hemos de permitir que los niños escuchen con tanta facilidad mitos cualesquiera
forjados por cualesquiera autores y que en sus almas reciban opiniones en su mayor
parte opuestas a aquellas que pensamos deberían tener al llegar a grandes?” (377 b)
45
Cfr. Jonas, M; Nakazawa, Y. & Braun, J. (2012) Appetite, Reason, and Education in Socrates “City of
Pings”. Phronesis 57 (4) 332-357. Doi: 10.1163/15685284-12341047.
73
Ciertamente se sabe que los integrantes de este cuerpo militar son ciudadanos
seleccionados para tal fin y con total exclusividad (374 a). De tal manera que
siendo la defensa una función de gran importancia su régimen será altamente
riguroso, pero con un especial seguimiento. Por tanto, esta labor especializada
a diferencia de las demás tareas del Estado, tendrá mayor observación y
acompañamiento.
Además de estas enlistadas cualidades hay otra que no puede ser omitida: el
de ser fogoso (375 b). Esta singular característica evidencia a un individuo que
no es fácil de conquistar, presto al servicio de la valentía y contundente en sus
acciones. Estas son las calidades corporales que deben poseer quienes se
enlisten en el organismo de defensa.
Sin duda alguna, los guardianes no sólo tendrán características corpóreas sino
anímicas. Estas son la fogosidad y la mansedumbre, simultáneamente. La
primera actitud se emplea cuando estén frente al enemigo, a lo desconocido y
la segunda cuando estén junto con su compatriota o su amigo. Ahora bien ¿Es
posible que se encuentre en algún ser de la naturaleza provisto de estos dos
principios a la vez? Sócrates cree imposible encontrar una especie
fundamentalmente con estas dos cualidades, sin una de ellas no es posible
pensar en un buen guardián (375 c). No obstante, descubre que aquel ha de
74
Platón insiste en que para llegar a ser guardián no solo basta con poseer estas
dos naturalezas- análogamente como la de un perro de raza- sino que debe
incluir el ser Filósofo como don de la naturaleza47. “Ahora bien, y no teniendo
otro criterio que el conocimiento y la ignorancia para distinguir el amigo del
extraño, ¿cómo no va a ser amante de aprender?” (376 b).
Cómo obviar este rasgo tan de vital importancia si sólo el que aprende a ser
amante del conocimiento puede distinguir lo que es sabiduría de lo que es
ignorancia, asumiendo lo primero y aborreciendo lo segundo.
46
En la Universidad de Kioto se realizó un estudio científico acerca de la conexión que hay entre los
perros y sus amos; los primeros demostraban la fidelidad a los segundos rehuyéndole a aquellas
personas que no eran solidarias con sus amos. En uno de los ensayos, el propietario del can
simulaba tener problemas para abrir la tapa de un recipiente y solicitaba ayuda de uno de los dos
individuos mientras le tendía el envase. En respuesta, la persona en cuestión rechazaba la petición de
ayuda y miraba hacia otro lado, inmediatamente después de lo cual ambos extraños ofrecían comida al
perro al mismo tiempo. De los 18 canes, 11 desdeñaron el ofrecimiento de los sujetos que no habían
cooperado con sus dueños. Cfr. El espectador: Junio 11 de 2015.
47
Cfr. Cooper, N. (1986) Between knowledge and Ignorance. Phronesis, 31( 3) 229-242.
75
Por ello al introducir la necesidad de velar por la crianza y/o la educación del
guardián es retar la cultura griega que hasta ese momento se impone. El
problema educativo se remite a la manera cómo se educa en grecia antigua,
sus procesos y sus metodologías no son aptas para quien va a cuidar el
Estado. Por tanto, la educación de éste individuo tiene que ser extremadamente
cuidadosa.
48
Dicha censura se anuncia pero se desarrolla en los siguientes apartes.
76
Ambas procuran modelar el carácter apropiado del vigilante del Estado. Tal
modelación ha de comenzar desde la niñez, pasará por la juventud hasta
colmar la adultez, por lo tanto, comprender la naturaleza que le es propia al
guardián significa retomar los diálogos aporéticos49 en donde se pone al
descubierto la importancia y el poder que tiene la educación y su relación con la
virtud. ¿Esta es posible ser enseñada? La técnica educativa es determinante
en el oficio de aquellos que tendrán como misión vigilar la nueva polis y para
tal efecto, como se ha dicho, es indispensable forjar un carácter apropiado
para esta encomienda.
49
Cuyas aproximaciones a las virtudes y al valor de la educación se han esgrimido en el primer capítulo.
77
élite. Su objetivo no sólo es producir sujetos con hermosas virtudes sino que
los acercará a la belleza (403a) en sí misma. Si este propósito se cumple el fin
de guardar el Estado y gobernarlo queda garantizado de tal modo que sólo
actuarán convenientemente siguiendo sus pautas de educación y de crianza
(412 a-b).
“Ahora bien, después de la música los jóvenes deben ser educados por medio de la gimnasia”
(403c)
50
Cabe aclarar que al referirnos a dichas técnicas, recurrimos a la música y la gimnasia. Ambas técnicas
han sido reconocidas en el mundo antiguo como los métodos en que los infantes van recibiendo de sus
maestros una formación para el alma. Tanto la gimnasia como la música se mantuvieron por varios años
en el pensum griego para los jóvenes; sin duda alguna son vitales en el plano pedagógico.
79
51
Cita textual de Marrou (1971) p.65.
80
Esto implica al menos dos sentidos en las que Platón expone la técnica de la
música. El primero en la forma tradicional: como instrumento pedagógico, el
cual funciona como adaptador de las almas al hábito de la virtud y
reconocimiento pre-racional de la misma. El segundo, como técnica que
subordina a todas las demás pautas de la educación, es decir el método por el
cual un infante reconoce la virtud. Lo que significa que el músico es el
resultado de un proceso educativo y que éste se constituye como paradigma
de aquellos que serán los próximos gobernantes (402c).
52
Argumento que se examina con mayor detalle en el siguiente capítulo, al exponer lo que dicen los
poetas y sus efectos en el alma.
81
Es preciso subrayar que los atletas de la guerra deben ser como perros
feroces que no duermen, que poseen una alta capacidad de soportar la
crueldad y la extenuación. La gimnasia debe caracterizarse por ser muy
acorde por la música, sencilla y mesurada. Incluso con la observancia de una
dieta apropiada cuyo objeto sea el de facilitar su preparación. A causa de ello
se prohíbe la buena mesa, al estilo de amplios banquetes y festines como el
que se ofrecía después de una batalla a los grandes héroes. Esos futuros
combatientes deberán no perder de vista la fogosidad de su naturaleza y la
ejercitarán, no por el interés de modelar sus cuerpos sino con el fin de
mantener su rudeza, para cuando llegue el momento de emplearla.
En este mismo orden de ideas, es posible afirmar que tanto la música como la
gimnasia son rectores de la buena disciplina y del equilibrio por eso en el 410
b-c se dice:
algunos creen, para cuidar por medio de ésta al cuerpo y por medio de aquella al
alma….es probable que hayan instituido ambas formas de educación para cuidar al
alma”.
Por ello mismo no es factible que un sujeto sólo se dedique a la música o por el
contrario se dedique a la gimnasia pues desconocería sus dos naturalezas (410
e) y peor aún dejaría de lado el don de los dioses que han entregado la
posibilidad de armonizar la música y la gimnasia con miras a educar la
fogosidad, la nobleza y el saber filosófico (411 e).
Sócrates y Glaucón han descrito los rasgos que deben tener los guardianes
tanto físicos como anímicos. Por ende, Platón acierta en la posibilidad de
armonizar sus naturalezas por medio de la educación, es así como se obtendrá
al guerrero que la polis necesita.
Por todo lo dicho anteriormente, es posible concluir que tanto la música como la
gimnasia cumplen un rol pedagógico de gran envergadura y contribuyen al
cuidado del alma en todas sus proporciones (410 c-e).
“Cuando un poeta diga cosas de tal índole acerca de los dioses, nos encolerizaremos con él y
no le facilitaremos un coro. Tampoco permitiremos que su obra sea utilizada para la
53
Este segmento está intrínsecamente relacionado con la segunda parte de la Introducción de este
escrito. Cfr. 1.2 la perspectiva platónica opuesta a la de Homero. Allí se exponen las razones de la crítica
platónica acerca del discurso poético. Más aún, Mitos y qué dicen los poetas es el complemento de esta
primera parte, puesto que evalúa de manera rigurosa la narración mítica con miras hacia un proyecto de
guardián con exactas e indiscutibles características particulares e incluso con prometedoras funciones de
gobierno.
83
educación de los jóvenes; al menos si nos proponemos que los guardianes respeten a
los dioses y se aproximen a lo divino” (383 c)
3.2.3.1 Los Dioses Como Base De Configuración Del Alma Del Guardián
(378c-385c)
54
Cfr. Teogonía 154-182.
85
cobra sentido en la medida que tiene contacto con la divinidad. De esta manera
se entiende que el dios griego no es un accesorio ni es un elemento que
libremente se pueda elegir o rechazar. Por el contrario es pieza fundamental e
indispensable para la vida del hombre. Por ende, es necesario comprender
cómo opera dicha relación y qué rol tiene la divinidad frente a los educandos.
Todas estas imágenes nutren la idea de que la divinidad puede ser frágil,
conflictiva y naturalmente desproporcionada, casi incoherente teniendo en
cuenta la superioridad que tradicionalmente se les atribuye. Los poetas y la
55
Cfr. Odisea. IV
56
Cfr. Nemeas IV 62 ss.
86
convivencia. También es cierto que estas narraciones son analogías con un fin
educativo; pero los que escuchan son infantes, aquellos que no tienen la
capacidad de distinguir lo que es alegórico de lo que es real, llevándolos a la
confusión e imprimiéndoles una falsa imagen de los dioses que posteriormente,
en la edad adulta será imposible borrar.
Los guardines, en ese orden de ideas, honran a sus padres, son dignos de
piedad57 y estiman la amistad entre iguales como un gran tesoro; de esta
manera ellos serían realmente influyentes en toda la ciudad y garantía
indiscutible de un buen gobierno.
La poesía ha creado una imagen acerca del lugar de los muertos e incluso de
la misma muerte como suceso terrible e indeseable. Homero ha descrito de
diversas maneras el hades, una de ellas, es un oscuro y melancólico escenario,
lleno de derrotas y culminación de toda voluntad, incluso más aborrecido que la
propia esclavitud. Otra, es que singularmente dicha zona aturde de pánico y
penumbra ya que es temida y tenebrosa58, con total rechazo por la divinidad;
también se señala como el lugar en el que se pierde hasta el último aliento,
57
Sócrates quiere resaltar que los guardianes deben ser respetuosos de los dioses y en consecuencia se
acerquen a la divinidad tal como su dignidad representa.
58
Cfr. Ilíada. XX. 64-65
90
59
Cfr. Ilíada. XXIII. 100-101
91
Tal como se ha escrito con anterioridad60, la virtud es una parte esencial del
alma cuya impronta garantiza el fin de la buena educación. Independiente de su
discusión acerca de si es enseñable o no; es interesante saber cómo ella le
imprime al sujeto una noción indiscutible acerca del carácter. El camino que
Platón quiere trazar busca mostrar que la verdadera virtud –carácter de los
hombres que desean la bondad- ha sido donada por los dioses y que su
máxima expresión está contenida en las acciones que asumen los héroes;
comportamientos paradigmáticos para el resto de mortales, pero especialmente
para aquellos quienes les ha sido encargado el gobierno de la polis.
Por una parte, la narrativa poética resalta a la gente que se abandona a la risa
violenta dando paso también a las acciones violentas; hombres que sin dominio
de sí mismos no tardan mucho en caer sin límite en la desproporción que incita
la comedia. De la misma manera que presenta a la divinidad abrazando a la
desmesura con la risa (389 a) o a los deseos más incontrolables (389e-390d);
vale la pena traer como ejemplo61 cuando Zeus, aprovechando que los demás
dioses dormían, se tiende bajo el placer sexual con Hera sin medir
consecuencia alguna.
60
Puede el lector remitirse a la introducción para releer los pasajes acerca de la enseñanza de la virtud
en diferentes diálogos socráticos.
61
Cfr. Ilíada. XIV.396
62
Descendiente en tercer grado del supremo Zeus, cuya cualidad que lo caracteriza es el ser más
moderado de entre los hombres renombrados.
93
Por otro lado, estas historias producen efectos morales cuyas premisas se
concentran en la falta de dominio de sí mismo, en la desmesura y entrega a la
desproporción; faltando así a la virtud de la moderación. Se justifica de esta
manera la desmesura, la falta de una justa medida, el apego a las banalidades
materiales y a la conveniencia; como también la violencia contra sus pares.
Todo esto a la luz de las imágenes que ofrece la tradición poética cuando
hablan de dioses y héroes totalmente salidos de sí. Tal es la constitución de
un alma que encarna la vileza.
¿Acaso los candidatos para guardar la polis no son los emblemas que los
habitantes de la nueva ciudad deben admirar? Siendo así aquellos no pueden
estar expuestos a estas narraciones, por ello se obrará para omitir y borrar de
los poemas los fragmentos que inciten a las acciones opuestas de las que un
verdadero guardián debe poseer. La moderación como virtud es la luz que
debe proveer una vida justa, medida, mesurada con dominio de sí mismo,
desprendido de lo material y de la conveniencia.
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