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La Improvisación
Cómo hablar en público, técnicas de oratoria, son frases muy jugosas que muchos
buscan, más allá de lo que escribieron griegos y romanos, ahora estamos en el
siglo 21 y las técnicas de oratoria han cambiado, no solo eso, los humanos nos
hemos hecho más cómodos, hace 500 años cualquier persona se conformaba con
un libro tipo Sócrates, escrito con palabras muy rebuscadas y un texto difícil de
comprender.
Ahora este tipo de libros se pudren en las bibliotecas más viejas del mundo y solo
es usado por estudiantes de psicología que son obligados a leer este tipo de
libros. Pero cualquier persona normal y corriente jamás acudirá a un libro así para
aprender. Nos gustan las cosas sencillas, bien hechas y de hecho este es el
secreto de la evolución, cada vez nos hemos esforzado más para hacer las cosas
más fáciles.
En el arte de la oratoria es imprescindible aprender la técnica oratoria de
improvisar.
La improvisación
Es el pan nuestro de cada día, desde que nos levantamos hasta que nos
acostamos estamos improvisando. Cuando saludamos a alguien, hacemos un
pedido o damos una opinión; no decimos el mensaje de memoria ni lo leemos,
sino simplemente lo dejamos aflorar libremente; entonces, estamos improvisando.
En términos generales, IMPROVISAR, es un término que implica una falta de
organización, imprevisión y decisión impulsiva; en oratoria tiene un significado
especial, improvisar un discurso significa hablar libremente y con soltura,
inventando las frases sobre la marcha. Es decir, implica una expresión
espontánea, pero inmediatamente ordenada.
Por lo tanto la improvisación no es como creen algunos “hablar por hablar”, es
decir cuando no se conoce el tema o se quiere salir del paso, –al contrario- es
cuando habiendo preparado bien el tema, lo exponemos como si se gestara en
ese momento, utilizando nuestras propias palabras, nuestro propio estilo, allí
mismo, delante del público.
Es una exposición original, viva, utilizando las ideas que se van presentando
durante el desarrollo del discurso.
Es pensar y hablar de pie. El público no quiere escuchar lo que nosotros hemos
leído en un libro tal como ha sido redactado. El público quiere saber cual es
nuestra opinión con relación al tema, cual es nuestro aporte.
Se puede consultar cualquier tipo de información, luego viene un proceso de
análisis, que da como resultado un producto -la propuesta que queremos
presentar-. Por eso decimos que la improvisación tiene que pasar por un proceso
de digestión, de maduración, antes de ser presentada.
1. Requisitos para una buena improvisación:
Tres recomendaciones esenciales:
a) Tener un buen conocimiento del tema:
Para improvisar hay que estar preparado. No se puede hablar de lo que no se
conoce, es preciso referirse a una cosa, sea intelectual o afectivamente.
Hablamos de lo que pensamos, creemos, sabemos o nos interesa.
b) No salirse del tema:
Ciertos oradores gustan decir “lo que les pasa por la cabeza” saliéndose del tema
que están exponiendo, para luego escucharles decir: “¿De qué estábamos
hablando?” “¿Dónde nos habíamos quedado?”, etc.
Jean Guitton nos ha dejado una regla de oro para evitar salirse del tema: “Digo lo
que voy a decir, lo digo, y digo que lo he dicho”, es decir; la introducción, cuerpo y
conclusión del discurso.
El título del tema debe reflejarse en todo el desarrollo de la exposición, en caso
contrario nos hemos equivocado al elegir el título.
c) Liberarse físicamente:
El estar sueltos, libres y entusiastas, ayuda en la improvisación.
Es necesario cultivar los ejercicios básicos de relajación, respiración y una actitud
mental positiva.
d) Póngale buen humor a su exposición.
2. ¿Cómo sazonar la improvisación?
Para sazonar la improvisación hay que utilizar ejemplos e ilustraciones, alguna
experiencia personal, una lectura reciente, una anécdota, pensamientos, refranes,
etc., relacionados con el tema.
Conocer de memoria ciertas cifras, algunos acontecimientos, algunas citas; en
algunas ocasiones, el comienzo y el final del discurso; leer los textos delicados.
Improvisar el resto del tiempo, y en todos los casos, respirar, tomarse unos
momentos de silencio, gesticular, mirar al auditorio.
Este mecanismo ofrece total seguridad cuando ha sido pulido, de modo que hablar
en público puede convertirse en una diversión que le dará gratas satisfacciones.
3. Elementos de apoyo en la improvisación:
Si ustedes creen que es necesario para sus exposiciones, una pizarra, un
papelógrafo, un proyector de transparencias o un proyector multimedia, no duden
en utilizarlo. Todo aquello que ayude a la presentación debe utilizarse: mapas,
gráficos, cuadros estadísticos, flujogramas, entre otros. Lo visual facilita la
captación y evita que los ojos del público se concentren solamente en el expositor.
Se expresivo con tu lenguaje no verbal
Esto es necesario solo si estás hablando en público, si estás con un amigo no
tiene sentido que empieces a gesticular sobre-exageradamente y moverte mucho,
ya que la persona que está delante tuyo se asustará. Pero cuando estás hablando
en una sala o delante de un grupo de personas tienes que ser el centro de
atención, es como si fueras una televisión. Conforme más contundente te muevas
y con más elegancia más atraerás a la gente, de lo contrario serás una peli
aburrida que no quiere ver nadie.
Pero tampoco te pases, sino terminarás siendo ese “tío friki que parece que se
haya esnifado un kilo de cocaína”. Simplemente se expresivo, debes transmitir con
tu lenguaje corporal, mover las manos al hablar, adoptar una postura tranquila,
pero debes aprender a convertir tu cuerpo en unreceptor de tus pensamientos y
emociones. ¿Cómo lo vas a hacer?
Con práctica, por mucho que leas no vas a llegar y comerte el mundo de la
oratoria, en la oratoria, más que nada, o practicas o no vas a hacer absolutamente
nada y lo ideal es que en base a la experiencia perfiles tu propia técnica de
oratoria y la vayas mejorando.
LA ENTREVISTA TELEVISIVA
La entrevista televisiva se fundamenta en el diálogo entre el periodista y sus
interlocutores.
Es un diálogo de a tres: Entrevistador. Entrevistado Telespectador (Audiencia).
La entrevista es un instrumento clave para obtener información y presentar los
testimonios de las fuentes.
Fines básicos
Obtener declaraciones e informaciones directamente de las fuentes.
Asegurar un material de calidad grabado sobre el personaje.
Tipología básica de Entrevistas en TV.
Entrevista informativa.
Entrevista de opinión
Entrevista de personalidad.
Tipología en función de los objetivos informativos.
Entrevista de actualidad: informativa.
Entrevista magazine: información y entretenimiento.
Entrevista de carácter: de personalidad.
Entrevista en profundidad: profundizar sobre un hecho o personaje.
Entrevista monográfica: profundizar sobre un solo tema, con una
connotación documental.
Tipología en función del formato
Entrevista de estudio: dentro de un programa de entrevistas, debate o
coloquio con invitados.
Entrevista de reportaje: se graba en el entorno propio del entrevistado y una
vez editada se emite en un programa de reportajes.
Conferencia de prensa: se formulan preguntas después de la exposición del
participante. De declaración: para seleccionar una reacción o testimonio de un
testigo ocular en el lugar de los hechos.
Encuesta de calle o vox populi: se formula la misma pregunta a un grupo
heterogéneo de personas.
Por tipo de emisión
En directo: es en vivo, no se pueden salvar los errores con la edición, el
entrevistado tiene el mismo poder que el entrevistador.
En diferido: es grabada y editada. La edición permite eliminar fragmentos
deficientes de imagen, acortar una respuesta demasiado larga, dividir la entrevista
en varios bloques, insertar videos que ilustren la entrevista, etc. El entrevistador
tiene más poder que el entrevistado.
La entrevista radiofónica
¿Qué es?
Una entrevista es un formato radiofónico, un diálogo o una conversación entre el
locutor/a y una o varias personas entrevistadas. Consiste en una serie de
preguntas preparadas con anterioridad y dirigidas a una o a varias personas que
son importantes por sus conocimientos, sus opiniones sobre un tema o por su
personalidad.
Objetivo
Profundizar o interpretar la realidad para la persona oyente ofreciéndoles otra o
distintas perspectivas sobre un tema.
Elementos clave
Junto a los/las protagonistas (el/la oyente, el/la locutor/a y el/la entrevistado/a), los
elementos de organización de la entrevista son la clave de su éxito.
Presentación de un buen tema y del entrevistado o entrevistados.
El clima de la entrevista.
Uso y utilidad de las preguntas.
Resumen y conclusión de la preguntas.
¿Cómo?
1. Define el tema de la entrevista: Piensa como tus oyentes. ¿Sobre qué quieren
saber o aprender? Ponte en el lugar de la persona oyente y define el objetivo de
esa entrevista.
2. Elige bien a la persona entrevistado/a: ¿Conoce el tema? ¿Su experiencia es
importante? ¿Lo que cuenta, piensa o siente es de interés o utilidad para tus
oyentes? Conócele antes de elegirle, habla con el o ella previamente. Recoge
información sobre él.
3. Infórmate bien sobre el tema de la entrevista: Lee libros, artículos,
entrevistas. Visualiza vídeos o pregunta a quienes sepan sobre el
tema. Escoge los aspectos en los que quieres centrarte.
4. Diseña un cuestionario o guía de preguntas: Anticipa posibles respuestas y
prepárate para afrontarlas y reconducir la entrevista.
5. Como norma general, la intervención de cada participante nunca debe durar más
de 3 minutos seguidos, para no agotar a las persona oyente. La duración total de
la entrevista puede variar.
Presentación de un buen tema y del entrevistado
Antes de iniciar la entrevista, las personas que realizan la locución deben
presentar el tema, señalar sus antecedentes, sus implicaciones para la
comunidad, y la importancia o razón por la que se incluye en el programa.
También deben presentar al invitado/a, mencionando además de su nombre y
apellidos, las razones por las que es importante su opinión al respecto del tema
El clima
Como conductor de la entrevista debes ser incisivo pero respetuoso. Crea un
ambiente cordial.
Procura crear un buen clima de conversación: muestra interés.
Asume la responsabilidad conscientemente de dirigir la entrevista para tus
oyentes.
Dirígete a la persona invitada de una forma personal y trátala respetuosamente.
Evita muletillas ( “Emm…”, “esto…”)
Pregunta por hechos concretos y por experiencias.
¡No sueltes nunca el micrófono! Debes estar atento.
Uso y utilidad de las preguntas
En la entrevista se hacen preguntas que son consideradas básicas en el
periodismo: ¿Quién?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿qué?, ¿cómo?, ¿por qué? y ¿para
qué?…
1. Claras y sencillas
2. Directas
3. Breves
4. Concretas
Haz las preguntas de una en una.
Plantea preguntas abiertas pero no demasiado generales. Evita usar
continuamente las preguntas cerradas (respuestas de sí o no, o con datos muy
concretos ya que son menos interesantes para el oyente).
No siempre hay que encasillarse en las preguntas del cuestionario, algunas
pueden aflorar durante la conversación. Por ello hay que estar muy atentos/as y
practicar la escucha activa. Las respuestas de la persona entrevistada son las
que más aportan al oyente.
Técnicas de la oratoria:
Uno de los problemas con los que se suele enfrentar el orador es el saber cómo
desplazarse hasta el escenario, dónde ubicarse, cómo empezar y cómo concluir
su exposición.
A continuación daremos unas pautas a seguir en cada uno de estos momentos:
1º Tránsito inicial.-
Es el que se recorre desde su ubicación inicial hasta situarse en el escenario.
En el momento de ser anunciado, debemos levantarnos de nuestro asiento y
caminar con naturalidad hacia el escenario, con el cuerpo erguido y una sonrisa
agradable, demostrando confianza y seguridad personal. Las miradas estarán fijas
en nosotros pero no debemos bajar la mirada y debemos repetirnos palabras de
ánimo que activen nuestra mentalidad positiva.
2º Ubicación en el escenario.-
El lugar correcto para situarnos en el escenario es el centro de éste, a no ser
que haya alguien a espaldas del orador. En ese caso nos situaremos a un costado
de forma que no demos la espalda a nadie.
Si hay instalado un atril, nos situaremos detrás de él y con las manos sobre la
parte superior. Si hay un pedestal con micrófono, detrás de él, con el micrófono a
la altura de los labios, a dos dedos de distancia, con el cuerpo erguido y sin
sujetarlo.
Si existe una pizarra o pantalla, la ubicación será al lado izquierdo de ésta,
teniendo cuidado de no dar la espalda al público.
3º Esperar el silencio.-
No debemos comenzar la intervención hasta que no se produzca el silencio
absoluto. Una vez se produce, esperar entre tres y cinco segundos y comenzar.
Estos segundos nos servirán además para observar a nuestro público y tratar de
detectar cual es su actitud hacia nosotros.
4º Saludo.-
Consta de dos partes: identificación y complementación. En la primera parte
del saludo se identifica a las personas presentes y se les nombra por su grado si
es necesario (siguiendo un orden jerárquico). En la complementación se añade
“buenos días”, “buenas tardes” o “buenas noches”.
Si son muchas las personas que asisten, haremos un solo saludo general.
A continuación es bueno añadir unas palabras de agrado o reconocimiento al
público en general (Ej.: es para mí un honor dirigirme a ustedes…)
5º Discurso.-
Para la elaboración del discurso, debemos tener en cuenta lo siguiente:
a) El tiempo asignado; no son recomendables los discursos largos.
b) El público al que va dirigido, para adoptar un léxico que se adapte a su nivel
cultural.
c) Practicarlo previamente ante amigos o familiares.
d) Usar anécdotas, comparaciones, humor,…
Para la exposición, debemos tener en cuenta lo siguiente:
a) Los discursos pueden ser leídos, memorizados, improvisados o mixtos.
b) Suelen constar de tres partes: introducción, desarrollo y conclusión.
c) Debe ser expuesto de la forma más clara y amena posible.
6º Despedida y tránsito final.-
La despedida debe ser breve: “gracias”, “muchas gracias” o “he concluido”, y
no pronunciar ni una palabra más. De esta forma, el público tiene claro cuándo ha
terminado el discurso y pueden aplaudirlo.
Debemos agradecer los aplausos con la mirada y una sonrisa y retirarnos con
el cuerpo erguido.
Algunas veces, tras la exposición, el orador es solicitado por los asistentes
para saludarlo, conocerlo personalmente, estrecharle la mano,… en este caso,
nunca debemos desairarlos ni mostrarnos pedantes con ellos.
2. Inhalación por la nariz. Al respirar por la nariz proteges tus cuerdas vocales de
la resequedad. Con ello podrías sentir sed y distraerte por la necesidad de
hidratarte. Inhala por la nariz lentamente hasta contar cuatro y exhala. Puedes
repetir este ejercicio durante cinco minutos.
4. Respira antes de empezar a hablar. Tomar aire permite conectarte tanto física
como mental y emocionalmente. También ayuda a que la laringe se estimule y
relaje. Además, oxigenas el cerebro, lo que te permite tener más claras tus ideas y
a sentirte mejor.
Por consiguiente, sin importar que vaya a leer o a expresarse con sus propias
palabras, los ademanes y las expresiones faciales le serán útiles. Algo muy
importante es que los gestos no deben aprenderse de los libros. Así como usted
no tuvo que estudiar para poder reír o mostrarse indignado. De igual modo, los
ademanes deben ser una expresión natural de lo que siente. Cuantos más
espontáneos sean, mejor.