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DIRECCIÓN GENERAL DE ESTUDIOS DE POSTGRADO

ESPECIALIZACIÓN EN PSICOLOGÍA CLÍNICA COMUNITARIA


ELECTIVA I: TÓPICOS ESPECIALES EN CLÍNICA PSICOLÓGICA

TRABAJO #1
(ANÁLISIS DE PRIVILEGIOS)

Autor:
Juan ZAMBRANO

Profesor Guía:
Manuel LLORENS

Caracas, Octubre 2018


Considero que entre mis privilegios se encuentran (sin ningún orden en particular):
identificarme como hombre (cisgénero), puedo pasar por blanco a pesar de ser de raza
latina, ser joven, tener una contextura delgada, ser considerado “inteligente”, estudiar
mucho (que implica un trato diferente por parte de profesores), gozar de salud mental (no
tener algún diagnóstico psiquiátrico/psicológico), haber tenido acceso a la educación
primaria, secundaria y universitaria (y privadas), haber tenido la posibilidad de realizar
cursos, haber tenido la oportunidad de viajar al extranjero, ser psicólogo, estar estudiando
un postgrado, no tener ninguna enfermedad física imposibilitante, tener acceso a la
electricidad de manera continuada, tener acceso al agua de una manera regular, poder
tener tres comidas nutritivas al día, tener acceso a internet, tener acceso a dispositivos
electrónicos, tener familiares en el extranjero que pueden apoyarme económicamente,
disposición de mis padres a ayudarme, limitarme de usar el transporte público si lo deseo,
tener flexibilidad en el trabajo, no depender de bolsas de comida u otros beneficios, ser
diestro, ser trilingüe, no tener hijos (estoy podría ser tanto un privilegio como una
desventaja) y sin cargas familiares, poder acceder a productos de primera necesidad sin
la necesidad de hacer colas por mi cuenta, trabajar en una entidad (clínica) privada, haber
sido profesor universitario, vivir en una urbanización, vivir en el apartamento de mis
padres (que es propio), tener 2 teléfonos, tener un cuarto para mí solo.

Situación de ventaja.
Hasta hace poco más de un año tenía una pareja que vivía con Trastorno Bipolar
tipo II junto a otras desventajas que no mencionaré: él me hizo ver los diferentes
privilegios que tenía debido a que mis padres me apoyaban y estaban vivos (mientras
que su mamá murió estando él muy joven y no tenía contacto con el padre), de mi buen
rendimiento académico, el hecho de estar estudiando una formación universitaria (que él
no podía hacer porque ante todas las situaciones de estrés se desestabilizaba), de
corresponder de alguna manera con algunos ideales homonormados de belleza (junto al
hecho de ser joven), de no tener un reto de salud mental importante, de no estar pasando
por las mismas situaciones económicas difíciles de él, de no vivir con alguna Infección de
Transmisión Sexual y entre otras que ya no logro recordar. En su momento, esto me
molestaba debido a que sentía que me estaba señalando, juzgando y que quería ponerse
él como el “pobrecito yo” porque, apartando esto, él llevó la relación a ser una muy
demandante, exigente y en la cual yo tenía una gran responsabilidad ya que era percibido
como el curador, el que podía ayudarlo en un viraje a la depresión severa, que podía
percibir un elevamiento del estado de ánimo, que lo hacía sentir con calma y que, a fin
de cuentas, lo soportaba y lo quería. Entonces, me fui dando cuenta del poder y
responsabilidades que él me estaba infiriendo en la relación por todos los privilegios que
tengo, lo cual me ponía a mí en una situación de superioridad, poder y ventaja (que
terminé aceptando y disfrutando, pudiendo entender las maneras en las que mi vida era
mucho más fácil que la de él); además, así como lo podía hacer sentir muy bien, lo podía
destruir y su salud mental (e incluso integridad física) dependía de mí, recalcándome
siempre que yo era su última opción y que básicamente era su salvador. Por lo tanto diría
que me mostró la ventaja que tenía y acepté esa ventaja, quedándome allí.
A fin de cuentas lo que entendí en dicha relación es que me incomoda ser percibido
tan por encima de otra persona y ser valorado a partir de esto ya que genera relaciones
en las cuales la equidad ni se alcanza ni fluye sino que la diferencia de poder crece cada
vez más: mientras más va subiendo uno, más abajo está el otro y de lo cual tengo que
estar muy atento ya que podría engancharse con mi estructura de personalidad (y dichas
situaciones incluso pueden ocurrir frecuentemente en la psicoterapia). Eso me hizo
repensar qué quisiese yo en una relación y mi manera de ver las relaciones, sirviendo
como una brújula para lo que quiero evitar. Asimismo, me ha hecho entender más y
empatizar con las personas que se encuentran en relaciones difíciles y de las cuales no
logran salir porque en su momento yo tampoco sabía cómo hacerlo.

Situación de desventaja.
A pesar de poseer algunas características físicas deseables por la sociedad,
dentro de entornos exclusivamente homosexuales me he sentido en desventaja debido a
la primacía de la masculinidad hegemónica (con la cual no me identifico) en dichos
contextos. Para poner un ejemplo más concreto me refiero a las apps para encontrar
personas gays, bisexuales o que tienen sexo con otros hombres debido a que en estas
se espera un ideal masculino irreal y en muchas veces incongruente, entre los cuales se
encuentra el rechazo de cuerpos que no sean atléticos o “masculinos” (rasgos
“masculinos”, estatura de al menos 1,70 mts, entre otros), exigencia de tamaños de penes
muy por encima del promedio, la pilofobia (aunque aclaman la utilización de barbas), la
plumofobia, la cisheteronorma, el privilegiar simplemente relaciones sexuales anónimas
y pasajeras, entre otros. Debido a que no cumplo con muchas de las características
exigidas por las personas en esas aplicaciones, me veo simplificado al incumplimiento de
dichas exigencias y esto lleva al hecho de ser ignorado, visto como poco deseable, tener
que limitarme con respecto a la gente con la cual hablar, no ser una persona a la cual
muchos le escriban o en la que quizás estén interesados y lo que me pone más en
desventaja aún es que no planeo cambiar o ajustarme a mucha de las cosas que creo
que están mal porque considero que hay que cuestionar todo el tema de la masculinidad,
qué clase de cuerpos y roles/comportamientos de género son apreciados, sobre qué
significa ser un hombre gay/bisexual/que tiene sexo con hombres y, a fin de cuentas,
pienso que hay que fomentar la diversidad y aceptación dentro de la comunidad de
diversidad sexual y de género (por muy paradójico que pueda parecer).
Esto me ha enseñado que enfrentarse a estos temas, incluso dentro de un grupo
marginalizado y minoritario, es como enfrentarse ante todo el sistema cisheteropatriarcal
y que opone todas las resistencias y racionalizaciones que uno se pueda imaginar pero
que a su vez hay otras personas en la misma lucha e intereses, dispuestas a cuestionar
todos los temas hegemónicos dentro de la comunidad y, al mismo tiempo, me ha hecho
interesarme más por aquellas personas excluidas dentro de la misma comunidad (como
los hombres afeminados, las personas trans, las personas de género no conforme, entre
otros) así como acercarme a dichas personas y unirme a esa lucha predominantemente
silenciada. Ha permitido que sea más abierto, investigue, cuestione, que entienda la lucha
de minorías a las cuales no pertenezco y, en esa medida, sentirme más cómodo conmigo
mismo tanto con mi cuerpo como con mi rol de género, orientación sexual, entre otros.

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