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Caza

La caza (también denominada actividad cinegética) es la actividad o acción en la que se captura o


mata un animal en estado salvaje.1 Según el filósofo español José Ortega y Gasset, «la caza es
todo lo que se hace antes y después de la muerte del animal. La muerte es imprescindible para que
exista la cacería».2

Índice

 1Historia
 2Modalidades de caza mayor
o 2.1Montería
o 2.2Gancho o batida
o 2.3Rececho
o 2.4Aguardo o espera
o 2.5Al salto
o 2.6En mano
 3Modalidades de caza menor
o 3.1Al salto o «A guerra galana»
o 3.2En mano
o 3.3Ojeo
o 3.4Reclamo
o 3.5Al paso
o 3.6Cetrería
o 3.7Caza de liebre con galgo
o 3.8Caza de madriguera
o 3.9Caza con perros de rastro
 4Aspecto legales
 5Medios
 6Véase también
 7Referencias
 8Bibliografía
 9Enlaces externos
Historia
La especie humana ha practicado la caza desde la prehistoria, era la primera y principal ocupación
de los hombres. Se considera que los primeros grupos humanos utilizaron un sistema de caza,
pesca y recolección el cual fue muy eficiente para garantizar el poblamiento del planeta. Se estima
que más del 80 % de los grupos humanos en la actualidad son herederos de este modo de
producción basado en el desarrollo de incipientes tecnologías y técnicas primitivas de recolección,
cacería y pesca.3
El humano comenzó a cazar para subsistir, y así sigue siendo actualmente en muchas partes del
mundo. La caza de subsistencia es aquella actividad que se realiza con la finalidad de obtener
proteína animal o subproductos de caza para satisfacer las necesidades propias de los grupos
humanos ligados a zonas rurales donde la disponibilidad de especies cinegéticas es alta.
El ejercicio de la caza se refleja en textos religiosos y mitológicos. Por ejemplo, la Biblia dice
que Nemrod nieto de Noé era cazador. Ismael, hijo de Abrahan y de Agar, se distinguió en este
ejercicio. Esaú vendió su herencia a Jacob por un plato de lentejas al llegar hambriento de la caza.
David fue cazador, etc.

Caza en la Antigua Grecia

La mitología griega nos representa a Diana como la divinidad de los cazadores. Quirón, que cuidó
de la instrucción de la mayor parte de los héroes de la antigüedad, fue instruido por Diana en el arte
de la montería. La misma atribuye a Pólux la gloria de haber enseñado o adiestrado los perros en la
caza; y Cástor introdujo los caballos en la caza de los ciervos.
En Babilonia y Media tenían también una afición particular a la caza y los últimos habían construido
grandes parques, en los que tenían encerrados leones, jabalíes, leopardos y ciervos. En
la Grecia de los tiempos heroicos eran apasionados también por la caza. Platónllamaba a la caza
«ejercicio divino» y la escuela de las virtudes militares. Leemos en Homero que Ulises fue herido en
el muslo por un jabalí cuya señal le duró toda la vida. Tenían una cierta vanagloria en poseer perros
bien enseñados a los que les daban nombres diferentes, distinguiéndolos según el país de donde
provenían. Tampoco les era desconocida la caza de pájaros con el halcón y gavilán.
Caza del jabalí en un mosaico romano

En Roma solo los esclavos y la gente de baja extracción eran los que iban a la caza, a pesar de que
consideraron esta ocupación como un ejercicio honesto. Paulo Emilio regaló a Escipión un equipaje
de caza semejante a los de los reyes de Macedonia; y el joven héroe después de la derrota
de Perseo cazó en el reino de este príncipe durante todo el tiempo que sus tropas permanecieron
en el. Pompeyo, vencedor en las regiones africanas, se entregó entre estos pueblos a los placeres
de la caza.
En Roma se iban a cazar en los bosques, en los campos, etc. y en los últimos tiempos de la
república, en los sotos o parques en donde tenían encerrados animales de toda especie. La caza
con perros les pareció siempre la más noble; a pesar de que esto no impedía, como dice Plinio, que
cazasen también con el halcón o el gavilán.
Los francos después de la conquista de las Galias encargaron a los locales el cultivo de las tierras y
se reservaron para sí la caza, que pasó a ser entre ellos un ejercicio noble.
La caza era antiguamente permitida a todo el mundo. Los romanos no habían formado todavía de
ella un punto de jurisprudencia. La ley Sálica contenía ya algunos reglamentos relativos a la caza,
pero no coartaba en nada el derecho natural de esta. Poco a poco se fueron introduciendo leyes y
formando reglamentos para el ejercicio de ella, no permitiendo en ciertos países el dedicarse a
cazar sino a la clase distinguida de la sociedad.
En los primeros siglos del cristianismo el celo de los fieles no les permitía ir a cazar durante
la cuaresma y días de ayuno, aunque se guardase este, destinando el tiempo para ejercicios
de penitencia. Muchas mujeres de Inglaterra y algunas de Francia tienen afición por la caza.4

Modalidades de caza mayor


Las especies cinegéticas aplicables al término de «caza mayor» difieren de la legislación de un país
a otro. Por ejemplo, en España se considera caza mayor a las especies que en estado adulto son
más grandes que un zorro (sin incluirlo): jabalí, ciervo, corzo, cabra montés, rebeco, lobo (al norte
del río Duero), gamo, muflón y arruí.5
Aunque en caza menor también es necesario tener en cuenta las características meteorológicas
(viento, lluvia, fases lunares, temperatura, etc.) es en la mayor donde hay que tenerla más en
cuenta, ya que estas características condicionan los movimientos de los animales, o delatan la
presencia del cazador.
Montería

De esta modalidad, con más de 300 años de historia, existen dos variantes practicadas en España.
En la variante más conocida, practicada en casi toda la península, los cazadores (denominados
monteros) se colocan en puestos rodeando una mancha (zona de monte más o menos espeso
donde se refugian los animales) dispuestos en líneas (denominadas armadas) que rodean la
mancha. Una vez instalados todos los cazadores una serie de rehalas se comienzan a mover
ordenadamente por dicha mancha para lograr que los animales huyan, de forma que los cazadores
puedan disparar sobre ellos.
En esta variante las distintas armadas en las que se colocan los puestos reciben las siguientes
denominaciones en función de su posición:

 Cierre: es una línea de puestos que cierra la mancha para evitar la huida de las reses de la
finca a cazar.
 Traviesa: es una línea de puestos que atraviesa el interior de la mancha con la intención de
abatir las reses que se mueven en el interior de ésta.
Una vez situado el montero en su puesto (o postura), deberá permanecer en él hasta la finalización
de la montería sin moverse de su posición. Es, por tanto, un método de caza estático donde el
cazador espera a que los perros agrupados en rehalas conduzcan a los animales a la posición en la
que se encuentra éste para intentar abatirlos con su rifle o escopeta.
En la otra variante, más típica del norte de España, antes de colocar los puestos se buscan los
encames con perros atraillados (principalmente sabuesos). Sabiendo la localización de los animales
a cazar se colocan los puestos en función de sus escapatorias y querencias.
Durante la montería, además de a las normas de seguridad el cazador debe prestar atención a
disparar únicamente sobre los animales sobre los que está permitido hacerlo y abatiendo
únicamente el número autorizado, pudiendo existir distintas limitaciones en función de la especie,
sexo, edad, etc.
Finalizada la montería, se realiza la denominada «junta de carnes», donde los porteadores situarán
los animales abatidos durante la cacería para que los monteros puedan observar sus trofeos y los
de los demás asistentes.
Gancho o batida
Modalidad similar a la anterior, pero con limitaciones de puestos, perros y total de participantes.
Cabe destacar que la organización de las posturas es diferente a la de una montería, ya que en una
batida se colocan los puestos en una única línea para cortar la huida de las piezas a cazar.
Rececho
Consiste en la aproximación a un animal previamente seleccionado. Es la modalidad que más
esfuerzo precisa del cazador, pues debe de conseguir llegar a una distancia óptima de disparo, sin
que el animal perciba su presencia. La aproximación se realiza en el medio natural del animal,
siendo comúnmente en cumbres, laderas escarpadas o montes cerrados. Esta modalidad se
caracteriza por ser la más selectiva de todas, ya que desde el primer momento, el cazador sabe con
certeza el animal al que va a dar caza, así como su sexo y su edad aproximada.
Aguardo o espera
El cazador se sitúa en una posición próxima a un lugar asiduo de los animales
(generalmente jabalíes, en bañas o zonas comida). En el caso que apareciesen, el cazador
después de la observación de los animales efectuará el disparo sobre el animal escogido. Una de
las variantes más practicada es la espera nocturna, en la que el cazador se ayuda o no, de una
fuente luminosa artificial.
Al salto Un solo cazador, con o sin perros, busca el animal a cazar, bien en su encame o cerca
de este, para terminar el lance con un disparo o después del agarre por parte de los perros
con cuchillo o lanza.
En mano
Similar a la anterior, pero más de un cazador. Aunque las definiciones de «al salto» y «en mano»
difieren poco, en realidad la ejecución es muy diferente. En esta cacería se abaten más animales.

Modalidades de caza menor


Las especies cinegéticas de caza menor difieren de un país a otro. En España se considera a los
menores que el zorro y los principales en función de sus capturas
son: conejo, perdiz, codorniz, liebre y paloma.6
Al salto o «A guerra galana
Similar a la de caza mayor. Si se practica con perros también se llama «a rabo».
En mano
Similar a la de caza mayor.
Ojeo
Similar a la montería de mayor, pero con especies menores. Principalmente perdiz, aunque también
se suele dar con liebre.
Reclamo
Caza con la ayuda de una perdiz viva enjaulada puesta en el centro de un claro para atraer a sus
congéneres, los cuales son atrapados por redes o generalmente disparados por el cazador
escondido en un puesto.
Al paso
Caza similar al «aguardo» o «espera» en mayor, salvo que aquí los cazadores principalmente
esperan a los animales en el trayecto de sus dormideros a las zonas de comida, o sus pasos
migratorios. Son cazados principalmente palomas y zorzales.
Cetrería

Caza usando un ave de presa.


Caza de liebre con galgo

Pintura de la caza de la liebre con galgo.

Se trata de una modalidad en la que no se utilizan armas y en la que solo se utilizan perros de
raza galgo. Por otra parte es similar a la caza «al salto» o «en mano» sobre terrenos llanos y
limpios de vegetación arbórea o arbustiva.
Caza de madriguera
Caza realizada sobre mamíferos de madriguera (zorros y conejos) utilizando
perros terrier o hurones.
Se evita la huida del animal objeto de la caza, bien disparándole (conejo y zorro) o bien con redes,
llamadas capillas, colocadas en las bocas (conejo).
Caza con perros de rastro
Es una modalidad en la cual los perros de caza de rastro persiguen a la especie cinegética
mediante el olfato. En un principio se rastrean los rastros que el animal ha dejado antes de
acostarse. A continuación se levanta al animal de la cama o refugio utilizado. Finalmente se le
persigue. Esta modalidad es propia del norte de España utilizada para la caza del zorro y liebre en
la caza menor, y jabalí y corzo en la caza mayor.

Aspecto legales
En Costa Rica el 10 de diciembre de 2012 la caza deportiva fue declarada ilegal por la Asamblea
Legislativa de ese país convirtiéndose en el primer país de Latinoamérica en prohibir tal actividad.7
Medios

El hurón es utilizado en la caza del conejo en madrigueras.

Para el ejercicio de la caza, el humano se ha servido, y lo sigue haciendo, de otros


animales: perros, hurón y aves rapaces (cetrería). El uso de perros es necesario prácticamente en
todas las modalidades de caza, tanto menor como mayor, siendo indispensable en la caza de
animales como el conejo, o como ocurre en la caza de liebre con galgo, siendo este último el único
medio que usa el hombre para capturar al animal.
Caza-recolección
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Se conoce como caza-recolección al sistema económico del Paleolítico y Mesolítico, practicado
aún por algunos pueblos.
La caza-recolección fue la primera adaptación de la humanidad que se llevó a cabo con éxito,
ocupando al menos el 90% de la historia de la humanidad.1
Solamente algunas sociedades contemporáneas han sido clasificadas como sociedades cazadoras-
recolectoras, y complementan su actividad con la horticultura y el cuidado de los animales.2

Índice

 1Historia
 2Concepto de cazador-recolector
o 2.1Cazadores-recolectores antiguos y modernos
o 2.2Condiciones generales
o 2.3Impacto ecológico
o 2.4Ecosistema
o 2.5Paleoantropología
o 2.6Cultura
 3Descripción de los cazadores-recolectores
o 3.1Sociedades paleolíticas y etnografía comparada
o 3.2Economía
o 3.3Organización social
 4Referencias
 5Bibliografía
 6Véase también
Historia
La especie humana, desde su existencia hace cinco millones de años hasta hace diez mil años,
sobrevivían mediante la caza y la recolección.3 Aproximadamente una treintena de individuos,
unidos por el parentesco, cazaban rumiantes y recolectaban frutos y semillas silvestres.3 Este
sistema no se diferencia actualmente de la forma de vida de otras especies
de mamíferos depredadores.3
En esos cinco millones de años, la característica principal fue el aumento del volumen del cerebro,
es decir, que la capacidad de almacenar y transmitir han sido necesarias para la supervivencia;
sobrevivían los humanos con mayor cerebro, que eran los que organizaban grupos para cazar, los
que informaban de algún peligro y los que diseñaban estrategiasofensivas o defensivas.3 Dicha
capacidad de comprensión y comunicación ha sobrevivido hasta la organización de la sociedad y
economía actual.3

Concepto de cazador-recolector

Un San de Namibia. Menos de 10.000 San viven de la caza-recolección. Desde mediados de la década de 1990 el gobierno de Botsuana ha intentado

mover a los San fuera de sus tierras.4

El concepto de cazador-recolector es mucho más complejo de lo que parece a simple vista, ya que
no solo conlleva una serie de actividades concretas destinadas a garantizar la subsistencia de un
grupo ligadas a una forma de organización económica. El conjunto de actividades de la vida
cotidiana, un mundo espiritual, unos modos sociales determinados y la organización interna
concreta de los cazadores-recolectores presentan algunas tendencias que frecuentemente los
diferencian de las sociedades estatales basadas en el sedentarismo y la agricultura. Es decir, el
concepto de cazadores-recolectores, no sólo se refiere a un tipo de organización económica, sino
que frecuentemente se correlaciona con determinado tipo de organización social y una
determinada ideología.
Cazadores-recolectores antiguos y modernos
El alcance cronológico del concepto es muy amplio. Hasta hace diez mil años, el hombre era
exclusivamente cazador-recolector. Aún en nuestro tiempo, existen sociedades que hasta hace
poco practicaron o siguen practicando la caza y las actividades derivadas como medio básico
de subsistencia. No es por tanto, una actividad exclusivamente "prehistórica", sino que ha tenido
una proyección, aunque cada vez más limitada, en el mundo moderno y contemporáneo. Los
grupos de cazadores-recolectores actuales pueden llegar a guardar algún parecido con los grupos
prehistóricos (toda la historiografía prehistórica basada en la comparación etnográfica lo considera
así), como por ejemplo ser grupos pequeños, unidos en la mayor parte de los casos por lazos
de parentesco y con redes sociales eficaces externas al grupo para fines reproductivos,
principalmente, o de alianzas sobre determinadas materias. Sin embargo, el aproximarse al
estudio etnográfico de pueblos cazadores-recolectores actuales con el objeto de extraer
generalidades extrapolables a los grupos paleolíticos es muy arriesgado.
Los alimentos más comunes eran los vegetales (recolección) y la carne (caza o carroñeo). En un
principio eran los únicos pueblos que existían y hoy existen todavía, a duras penas, pequeños
grupos nómadas que viven de la caza de animales, de la pesca, de la recolección
de frutos, semillas y setas(extracción de raíces y tubérculos), y de la recogida de miel, actividades
que rara vez aportan más del 50% de su dieta alimenticia. Los grupos más conocidos son los
aborígenes de Australia, los esquimales de Groenlandia, Canadá, Alaska y la zona de Siberia que
linda con el estrecho de Béring y diversas etnias de la selva amazónica.
Los san de Botsuana, Namibia y sur de Angola han perdido la mayor parte de sus territorios y hoy
muchos viven como jornaleros. Algunos pigmeos continúan siendo cazadores activos. Existen
grupos menos conocidos en Somalia, Etiopía, Kenia, Tanzania, Ruanda y Burundi; en Canadá,
Estados Unidos, Brasil, Venezuela, Colombia, Bolivia y Chile, o
en Rusia, India, Tailandia, Malasia, Indonesia y Filipinas.
Condiciones generales
Para los antropólogos los estudios de estos pueblos han sido muy importantes y en parte este
interés ha ayudado a estas personas a mantener su modo de vida. Las investigaciones realizadas
en los años 1960 entre los San, indicaban que frente a la creencia general de que las condiciones
de vida eran peores que la de los pueblos que adoptaron la economía productiva
de agricultura y ganadería, la esperanza de vida era superior en los pueblos primitivos y de igual
modo sus condiciones de salud, al no ser azotados por las periódicas epidemias que se ceban
sobre las concentraciones humanas de las aldeas, aunque debían soportar enfermedades
relacionadas con el parasitismo. Habría menos estratificación social y más paridad entre sexos,
además sorprende encontrar similitudes entre grupos al comparar los estudios entre los san con
otros estudios realizados en culturas muy alejadas, con lo que algunos antropólogos consideran que
los antepasados de las sociedades que ya han alcanzado el neolítico vivirían de esa forma.
Ted C. Lewellen (1970) ha descubierto que la caza y recolección entre los pueblos "primitivos" lejos
de ser algo parasitario es un verdadero modo de producción ya que los pueblos que basan
genuinamente su economía en la caza (y la pesca) y la recolección de vegetales casi siempre
permiten una tasa de reproducción de sus presas.5
Impacto ecológico
Durante un tiempo, se pensó que el impacto ecológico de las sociedades de cazadores-recolectores
era inexistente dado que no practicaban ni la agricultura ni la ganadería y poseían un desarrollo
tecnológico limitado. Añadido a esto, sus actividades itinerantes limitaban su influencia en un punto
concreto de su entorno. Sin embargo, se ha planteado que los cazadores-recolectores pudieron
tener un importancia clave en la extinción de la megafauna y en la transformación de comunidades
ecológicas por el uso del fuego. Todavía existe un debate entre la comunidad científica sobre las
evidencias de estos impactos y las responsabilidad de las sociedades cazadoras-recolectoras en
ellos.67
Ecosistema
El término ecosistema fue introducido en 1935 por el ecólogo inglés A. G. Tansley, que lo definía
como «la unidad fundamental ecológica constituida por la interrelación entre una biocenosis y
un biotopo».8 Es decir, está constituido por un medio físico, que bien puede ser el biotopo,
el hábitat o el ambiente, por unos pobladores, que bien puede ser la biocenósis,
la comunidad de seres vivos o la colectividad entre plantas y animales que viven en un espacio vital,
y la interrelación entre todos ellos.8
El Planeta Tierra es un ecosistema que se divide en acuático, que se diferencia en agua
dulce (ríos y lagos) y en salados (mares y océanos), y en terrestre, que se diferencia
en desiertos, praderas y bosques, que a su vez, el árbol del bosque puede considerarse un sistema
restringido.9
Muchas poblaciones interactúan entre sí en el ecosistema formando las comunidades.9 El medio
donde se desarrollan se diferencia según su naturaleza y volumen: un edafotopoes el sustrato,
un climátopo es lo característico a los climas, y un hidrótopo son los factores hidrográficos.9
El hábitat es el lugar donde vive la comunidad, y el nicho es el papel funcional que desempeña
una especie dentro de la comunidad, es decir, su subsistencia.9 Los organismosocupan distintos
nichos en un mismo hábitat, que depende del nivel de la estratificación de la comunidad: a mayor
estratificación, mayores nichos.9
Paleoantropología
La visión de la Antropología que predominaba en los años 60 era la idea de que los cazadores-
recolectores representaban a la gente que vivía durante la Edad de Piedra.9 Eran una especie
de fósiles vivientes.9 Fue en la década de 1980 cuando los investigadores y los críticos se
cuestionaron este punto de vista.9
Esta idea de que las poblaciones vivieran aisladas de los pueblos productores y que consumían lo
que la biocenosis les proporcionaba contradecía a las hipótesis que hasta ese momento se
aceptaban.9
En el estudio de los pueblos primitivos, la Etnografía se aplicaba a los análisis ideográficos, que
proporcionaban informes de dichos pueblos y su vida social.9 La diferencia entre Etnografía
y Prehistoria es que la etnografía deriva su conocimiento a partir de la observación y del contacto
directo con el pueblo investigado, en cambio la Prehistoria deriva su conocimiento a partir de los
elementos que se encuentran dispersos.10
Cultura
Normalmente cultura es confundido con la forma de vida social, y los antropólogos la definen como
«el proceso mediante el cual una persona adquiere contacto con otras personas,
elementos materiales, conocimiento, habilidad, ideas, creencias, gustos y sentimientos.»10
Existen diferentes acepciones para cultura, aunque todas tienen en común que es algo aprendido y
permite al hombre adaptarse al ambiente natural.10 Según otras definiciones, como por ejemplo la
de E. B. Tylor, «es el conjunto complejo que incluye
conocimiento, creencias, arte, moral, ley, costumbre, y otras capacidades y hábitos adquiridos por el
hombre como miembros de una sociedad».10 En otra definición, cultura es «la parte del ambiente
hecha por el hombre», donde va implícito el reconocimiento de que la vida del hombre transcurre en
dos escenarios, que son el natural (o hábitat) y el social.10
En algunas sociedades se transmite generación tras generación dicho conocimiento según la
tradición cultural.10 La comprensión, la utilización del lenguaje y las ideas también se transmiten.10
En este sentido, la cultura es un sistema integrado por las normas de conducta aprendidas, que son
características de los miembros de una sociedad.11 Constituye el modo de vidade los grupos
sociales, y por lo tanto, es un fenómeno humano.11 Entre todas las criaturas del reino animal,
solamente el hombre es el único capaz de elaborar, conservar y transmitir la cultura.11
A lo largo de varios millones de años el hombre desarrolló culturas más complejas para modificar
sus condiciones de vida.11 Los lugares habitados informan sobre el tamaño de las agrupaciones
sociales gracias a los restos óseos, de talla, útiles o ceniza, y los modos de vida de los pueblos
desaparecidos, pero no informan sobre las costumbres, actitudes y creencias que conforman la
cultura.11 Los pueblos primitivos actuales sí pueden llegar a informar sobre la cultura debido a su
capacidad de habla.11
Descripción de los cazadores-recolectores
Sociedades paleolíticas y etnografía comparada
A mediados del siglo XX la etnografía comparada alcanzó gran desarrollo y se publicaron
numerosos estudios. Esta ingente cantidad de trabajo llevó a tratar de comprender como pudieron
ser las sociedades paleolíticas a partir de los resultados de la etnografía comparada. Esta tendencia
es un punto muy polémico en la investigación social de la prehistoria.
Algunos investigadores han criticado la tendencia a recurrir a estudios que se encargan de las
sociedades actuales que continúan dentro de un sistema de caza y recolección para luego
establecer paralelos con los grupos prehistóricos de cazadores-recolectores, asumiendo éstas
similitudes como clave interpretativa. Esta práctica, muy habitual en la décadade 1960 y 1970, se ha
venido matizando cada vez más, debido al peligro que supone asumir estos paralelos como ciertos.
En este momento se tiende a considerar este tipo de investigaciones como complemento de la
actividad arqueológica.
El riesgo es debido a que en primer lugar, nos es desconocido en gran medida, al menos con una
seguridad científica irrefutable, muchos aspectos de los grupos paleolíticos. Aunque, por otra parte,
los estudios comparados puedan aportar datos útiles en la investigación del Paleolítico, no se debe
olvidar que la arqueología es una ciencia esencialmente, al menos en una buena parte de su praxis,
interpretativa, más cuando no se puede apoyar en textos escritos.
El conocimiento más completo de poblaciones paleolíticas ha llegado mediante la arqueología
prehistórica, es decir, mediante la interpretación de restos materiales, industria lítica, estructuras de
habitación enterramientos, etcétera; eso sin olvidar la validez como aporte extra de los estudios
sobre hábitat, clima, fauna, y demás aspectos de los ecosistemas paleolíticos, que nos han
aportado un marco de referencia esencial a la hora de contextualizar muchas de las actividades
desarrolladas por estos grupos. El clima en el que se movían, los recursos de las diferentes zonas,
la dieta (a partir de cotejar las informaciones sobre fauna con los restos hallados en yacimientos),
son una parte esencial en el conocimiento de estas sociedades, debido a la estrecha relación de
dependencia con el medio que presentan debido a su ausencia de producción de alimentos.
Economía[editar]
El sistema económico ha perdurado hasta las comunidades recientes.3 Los habitantes de
la Patagonia utilizaron puntas de flecha de sílex sin pulimentar hasta el siglo XIX, y a lo largo del
siglo XX se han descubierto poblaciones que desconocían estas técnicas agrícolas.3 Otros grupos
han estado aislados geográficamente durante los últimos diez mil años.3
Posiblemente se especializaría las labores por sexo y edad, es decir, los hombres cazaban y
las mujeres y los niños recolectaban, y posiblemente el que presente mayor habilidadcon
las manualidades, dedicaría más tiempo a la fabricación de armas o al tratamiento de las pieles.3
Aparte de estas actividades económicas también se descubrieron minasexcavadas con
instrumentos paleolíticos e intercambios comerciales con la presencia de materiales como
la obsidiana o conchas marinas en enterramientos a dos mil kilómetros de su origen.3
Quizá la característica más destacada de estos grupos es su sistema económico, basado no en la
producción (cambio fundamental con la llegada del Neolítico en el caso de los grupos prehistóricos),
sino en la explotación de los recursos de un medio concreto sin llegar a agotarlos, utilizando
estrategias adquiridas a partir de un exquisito conocimiento del entorno. A pesar de las limitaciones
en los estudios, sobre todo en el caso de grupos paleolíticos, las comparaciones etnográficas con
los grupos actuales parecen dar un papel mayor al consumo de vegetales sobre la carne. Sin
embargo, otros autores han apuntado que las necesidades calóricas de un grupo pueden cambiar
en función de una multiplicidad de elementos, como pueden ser el clima, la actividad, etcétera, por
lo que todo parece apuntar a que factores ambientales influyen en las proporciones en la dieta de
carne y vegetales. Estudios recientes afirman que los grupos cazadores-recolectores actuales
presentan, en climas cálidos, una presencia de vegetales en su dieta de hasta un 80%, pero es de
suponer que en climas más fríos, el porcentaje de carne en la dieta aumentaría (debido a una
necesidad de aporte calórico mayor). Además, en líneas generales, estudios realizados han
mostrado como los grupos cazadores-recolectores ven satisfechas todas sus necesidades con una
media de trabajo semanal inferior a las 35 horas.
Con respecto a los grupos prehistóricos, hay aspectos relativos a la subsistencia que no acaban de
estar claros y los estudios comparados no terminan de alcanzar, debido a las diferencias en el
entorno con grupos similares actuales. De todos modos, si parece bien conocido el camino que
estas estrategias siguieron a lo largo del Paleolítico. En un primer momento, durante el Paleolítico
Inferior, tenemos pequeños grupos que practican una tosca (a juzgar por las evidencias) caza,
combinada con la recolección de alimentos y el aprovechamiento de carroña. Estos primeros grupos
tenían un claro carácter oportunista. Durante el Paleolítico Medio, comienzan a diversificarse tanto
las técnicas de caza (más complejas) como la diversidad de recursos a explotar y la manera de
hacerlo, con un carácter eminentemente adaptativo que revela un gran conocimiento del medio. Ya
en el Paleolítico Superior, se añaden definitivamente nuevos recursos (como la introducción de
la pesca y el marisqueo).
Organización social
El mundo social de los cazadores-recolectores actuales es enormemente complejo, y muy distinto
en muchos aspectos al de las sociedades productoras actuales. En líneas generales se puede
afirmar, sobre la base de los diversos estudios etnográficos realizados (muy especialmente los
realizados con los San) que estos grupos tienden a las relaciones sociales laxas, solidarias y
ausentes en buena medida de conflictos. De este modo, en el caso de los San, el sistema
de propiedad privada es radicalmente distinto al conocido hoy en día por la mayoría de las
sociedades. Poniendo la caza como ejemplo, se considera que aunque la presa es del cazador que
la abate, una vez satisfechas sus necesidades y las de su familia, cualquier miembro del grupo
puede aprovechar el resto para su consumo, de modo que se concede una gran importancia a
una ética de compartirlo todo de forma que nadie del grupo pase necesidad; las reservas de
cualquier cosa no indispensable, por lo general, no existen. Del mismo modo, contemplan
relaciones sociales complejas, como el divorcio (realizado por lo general de mutuo acuerdo, con un
mero abandono de hogar); es curioso como se contemplan los matrimonios experimentales y como
el marido pasa un periodo de prueba en el que debe probar que es capaz de alimentar a su familia.
Un aspecto general de estas sociedades es su generalizada ausencia de violencia. Los San, por
ejemplo, le tienen verdadero miedo, buscando siempre soluciones alternativas, como
el abandono del poblado por una de las dos partes en conflicto. Además, en caso de darse, las
situaciones de violencia están alta y eficazmente ritualizadas. Del mismo modo, la educación de
los niños tiende a basarse en el ejemplo, con la tutela de sus padres, sustituidos por algún otro
familiar en caso de falta.
Los estudios también tienden a revelar un papel importante del prestigio y la posición social, en
general mucho más valorado que la propiedad privada; muchas veces la posición social lleva
implícita influencia en los semejantes (a mayor prestigio, más valiosos se consideran
los consejos ofrecidos); el prestigio en estas sociedades suele adquirirse mediante el trabajo, el
esfuerzo y el ayudar a los demás.
Es muy común también un altísimo grado de conocimiento del medio y las limitaciones de los
recursos que les rodean por parte de estos grupos, lo que a menudo redunda en ciertas prácticas
sociales de control demográfico, con una enorme variedad; es muy habitual la presencia
de tabúes sociales encaminados a controlar la demografía (por ejemplo, el denominado "tabú post-
parto", basado en la abstinencia), así como de un aprovechamiento de sus grandes conocimientos
sobre propiedades de la vida vegetal de su entorno como métodos abortivos, habitual en algunas
sociedades de Sudamérica. La identificación más global con su medio suele darse entre
los aborígenes australianos, que se consideran a si mismos como parte del paisaje.
Por lo general, la familia tiene un gran relieve en estas sociedades. Es necesaria para mantener y
educar a los pequeños, con cara a su papel y vida social como futuros adultos; también suelen
implicar obligaciones recíprocas entre sus miembros, e incluso éstas se hacen en ocasiones
extensivas a toda la comunidad, caso de los niños y ancianos, que en la mayor parte de estas
sociedades nunca serán desatendidos.
Con respecto a las sociedades prehistóricas de cazadores-recolectores, nuestro conocimiento es
bastante más limitado. Sobre la base de ciertas evidencias bastante sólidas, se presupone
una densidad de población variable según las condiciones ambientales pero en general tendente a
la baja (unas 40/60 personas de media), organizada en torno a pequeños núcleos familiares,
relacionados entre sí y con otros grupos de su entorno, con el objeto de evitar caer en
la endogamia. Parece evidente una alta cohesión grupal basada en la necesidad, tanto de
obtención de alimentos como de mera supervivencia. Con base en elementos presentes en el arte
paleolítico, se tiende a asumir cada vez más la presencia de prácticas mágicas de
tipo chamánico entre estos grupos prehistóricos, pero hoy en día es aún tema de debate entre los
investigadores.

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